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Cuba: En Camagüey, debates por una enseñanza a tono con actuales transformaciones sociales

Cuba / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Radio Cadena Agramonte

El perfeccionamiento hacia una enseñanza más inclusiva es uno de los ejes centrales de la XIV Conferencia Internacional de Ciencias de la Educación, que se desarrollará del 6 al 8 de noviembre en el Centro de Convenciones Santa Cecilia, de esta ciudad.

Docentes e investigadores de República Dominicana, México, Angola, Perú, Burkina Faso y Ecuador, y de universidades cubanas, socializarán sus experiencias en el intercambio convocado por el Centro de Estudios de Ciencias de la Educación (CECEDUC) de la Universidad de Camagüey Ignacio Agramonte Loynaz.

El evento, que se realiza desde hace casi tres décadas, mantiene como principio buscar buenas prácticas para transformar el accionar y los conocimientos, mediante talleres destinados a la reflexión, más que la exposición de las investigaciones, dijo a la Agencia Cubana de Noticias Jorge García Batán, director del CECEDUC.

Organizadas en ocho simposios, un total de 254 ponencias abarcan temas como la formación integral del estudiante, el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación como soporte de los procesos educacionales, y la orientación de alumnos con necesidades educativas especiales.

García Batán agregó que se tratarán otras temáticas que marcan pautas diferentes, como el tránsito hacia una sociedad inclusiva en el siglo XXI y la internacionalización de las universidades y el perfeccionamiento de los modos de actuación de los profesionales.

La cita tiene carácter bienal y lo novedoso de esta edición radica en dialogar acerca de una enseñanza que permita a los pedagogos estar preparados para los cambios vislumbrados en el orden social, acotó el profesor.

Con más de 140 doctores y 800 másteres en ciencias, nacionales y extranjeros, graduados desde su constitución a inicios de la década de 1990, el CECEDUC ha contribuido a que la Universidad de Camagüey ostente un estatus nacional e internacional con sobresalientes resultados en la actividad académica.

Este centro, creado para perfeccionar los procesos educativos en cualquiera de sus niveles, a partir de la indagación científica y del asesoramiento, ha fortalecido el estudio de temáticas importantes relacionadas con la formación de posgrados, el diseño de planes y programas desde la teoría curricular, y el fomento de competencias investigativas en maestros y otros profesionales.

Fuente de la Noticia:

http://www.cadenagramonte.cu/articulos/ver/74598:en-camaguey-debates-por-una-ensenanza-a-tono-con-actuales-transformaciones-sociales

 

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Gordon Porter: «La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda

Canadá / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Educaweb

El experto en educación inclusiva Gordon Porter explica cómo promover escuelas inclusivas, preludio de lo que tratará en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión

Gordon L. Porter posee experiencia en educación inclusiva desde 1982. Actualmente ejerce como director de Inclusive Education Canada, una ONG comprometida con la calidad de la educación para todos los estudiantes. Ha ejercido como consultor en más de 40 países y actualmente es asesor político en Dubái. Ha participado en la redacción de políticas inclusivas en la provincia de New Brunswick y en el seguimiento de la Declaración de Salamanca sobre necesidades educativas especiales. Estará presente en el Congreso Internacional de orientación para la inclusión. Barcelona inclusiva,que se celebrará entre el 17 y el 19 de noviembre de este año. 

¿Cómo define la educación inclusiva?

La educación inclusiva significa que todos los estudiantes asisten y son bienvenidos en la escuela de su barrio. Aprenden, contribuyen y participan en todos los aspectos de la vida de la escuela en un entorno de aprendizaje común con sus compañeros. El enfoque de la escuela es implementar prácticas y apoyos para estudiantes y maestros. La escuela inclusiva es colaborativa e identifica áreas de mejora en la práctica escolar y en el aula.

¿Por qué es importante lograr una educación inclusiva?

El principio de inclusión en los sistemas educativos aparece reflejado ahora en los convenios internacionales y los tratados de derechos humanos. También es apoyado por iniciativas enfocadas en la mejora de la escuela y la efectividad de la formación. Creo que cada acción tomada para fortalecer la inclusión escolar contribuye a construir una escuela más efectiva para cada estudiante.

La educación inclusiva beneficia a todos los estudiantes. Les permite desarrollar fortalezas y dones individuales, con expectativas altas y apropiadas, y trabajar en objetivos individuales mientras participan en la vida de la clase con otros estudiantes. La inclusión fomenta una cultura escolar de respeto y pertenencia, y brinda oportunidades para aprender y aceptar las diferencias individuales, disminuyendo el impacto del acoso y la intimidación. Permite el desarrollo de la amistad con una amplia variedad de niños, cada uno con sus propias necesidades y habilidades individuales.

Finalmente, e igualmente importante, una escuela inclusiva ayuda a la comunidad a apreciar la diversidad y la inclusión y, por lo tanto, influye en un nivel más amplio.

¿Cómo era la situación en New Brunswick cuando se comenzó a implementar la inclusión?

Nuestra necesidad de cambiar y desarrollar un enfoque más sistémico para satisfacer las necesidades de nuestros estudiantes coincidió con una gran conmoción en la estructura legal de Canadá. En 1982, Canadá adoptó una Carta de Derechos y Libertades y, por primera vez, los derechos de igualdad fueron parte de nuestra constitución. Se necesitaron cambios importantes en nuestra ley de educación para garantizar que proporcionáramos educación de calidad a todos nuestros estudiantes, incluidos aquellos con discapacidades.

A principios de la década de 1980, el sistema educativo de New Brunswick no prestaba un gran apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje. Hubo una serie de escuelas segregadas, muchas de ellas gestionadas por asociaciones de padres sin fines de lucro, así como varias instituciones administradas por el gobierno. Algunas comunidades tenían clases especiales en escuelas regulares. El distrito escolar o la autoridad educativa local donde trabajé cambiaron su política para lograr esto y varios años después, en 1986, la provincia de New Brunswick cambió la ley para hacer lo mismo.

Como director y administrador del sistema, pude ver la falta de apoyos y adaptaciones para los estudiantes con necesidades especiales. Nuestras escuelas tenían muy poca capacidad en lo que entonces se consideraba programas de «educación especial». Esto se debió en parte a que éramos un área rural sin tradición de servicios especializados. Era claramente un sistema «primitivo» en comparación con centros más urbanos con mayor población.

En muchos sentidos, este estado de desarrollo «primitivo» fue una ventaja. Significaba que teníamos menos cosas que cambiar cuando surgió la idea de «inclusión» y menos intereses arraigados para afrontar. Pudimos construir un sistema de apoyos diseñado para que funcionara la inclusión.

¿Cuál es el estado actual de inclusión en New Brunswick?

El esfuerzo para hacer que las escuelas sean inclusivas en New Brunswick ha tenido éxito. Hemos recibido un gran reconocimiento, tanto en Canadá como en otros países, así como de instituciones internacionales como la UNESCO (2014) y la Iniciativa Proyecto Zero (2016) con sede en Austria.

Sin embargo, es importante reconocer que no ha sido fácil. Durante los casi 30 años que hemos estado en este camino, ha habido cuatro revisiones principales del esfuerzo de educación inclusiva. Fui el investigador principal de la evaluación más reciente en 2012. La revisión requirió un año completo y el informe se tituló Strengthening Inclusion, Strengthening Schools (Fortaleciendo la inclusion, fortaleciendo las escuelas).

Conseguir que nuestras escuelas sean inclusivas puede ser un proceso de transformación si se hace de manera efectiva. Requiere un liderazgo de principios que opere desde una base de derechos humanos. También debe construir prácticas en la escuela y el aula que apoyen a los maestros para servir a todos los estudiantes, no solo a algunos de ellos. La educación de calidad y la educación inclusiva son dos caras de la misma moneda.

En general, ¿cree que las escuelas están preparadas para satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes?

¡Sí! Las escuelas pueden ser inclusivas y cumplir con éxito las expectativas de los estudiantes, los padres y la comunidad. Lograr ese éxito depende invariablemente de los esfuerzos cooperativos de los padres, los líderes escolares y los maestros de apoyo. Los padres deben estar facultados para compartir su visión de futuro para sus hijos donde la participación en la comunidad, en el trabajo, en el ocio y en la ciudadanía sea una realidad. Esta visión no puede lograrse a través de la participación en clases segregadas o escuelas segregadas.

Pero, para que funcione, los maestros deben recibir apoyo para desarrollar prácticas nuevas y efectivas. Enseñar clases heterogéneas con estudiantes con necesidades diversas es una tarea compleja. Dado que la capacitación previa al servicio de los docentes en prácticas inclusivas a menudo es inadecuada, las administraciones educativas deben invertir en la capacitación del personal y la recapacitación con el foco puesto en las estrategias de la escuela y el aula.

¿Qué pasos deben seguirse para satisfacer las necesidades personales de los estudiantes y hacer que la inclusión sea un éxito?

Primero, debemos tener claro que nuestro objetivo es tener escuelas comunitarias inclusivas y efectivas, que estén comprometidas con la inclusión y puedan llevarla a cabo. Una vez que se establece ese objetivo, se necesita liderazgo a todos los niveles: los legisladores, la autoridad educativa local, la escuela y el aula. Son necesarios los siguientes siete pasos críticos:

  1. Un plan para la transición y el cambio, por lo menos de 3 a 5 años para hacerlo correctamente;
  2. Invertir en la capacitación de los maestros y líderes escolares existentes;
  3. Desarrollar fuertes apoyos para los maestros de aula;
  4. Crear modelos positivos de éxito: identificar aulas, escuelas y comunidades que hacen un buen trabajo y compartir su éxito y estrategias;
  5. Identificar un cuadro de líderes e innovadores en todos los niveles y ayudarlos a construir redes donde puedan compartir su conocimiento;
  6. Identificar y compartir las mejores prácticas de la investigación, así como las prácticas que surgen de la experiencia local;
  7. Reconocer que las innovaciones y los cambios que marcarán la diferencia requerirán recursos. Eso significa inversión en dinero y personas.

¿Qué se debe evitar al implementar la inclusión?

Debemos tener en cuenta que hacer que nuestras escuelas sean inclusivas no es un asunto de un día. Es un esfuerzo a largo plazo para desarrollar capacidades en nuestras escuelas y aulas. También es importante evitar pensar que la inclusión es un problema de educación especial. No lo es. Se trata del papel de las escuelas en una sociedad democrática en el siglo XXI.

También es importante evitar la idea de que crear una escuela inclusiva es una tarea individual. Se necesita un esfuerzo de cada miembro del equipo de la escuela para hacerlo realidad. Eso significa maestros, directores, padres y estudiantes. Y las escuelas individuales necesitan colaborar y compartir con otras escuelas. Mantener una escuela inclusiva es una tarea compleja, una de las más desafiantes pero gratificantes en educación.

¿Por dónde deberíamos comenzar? ¿Hay modelos internacionales para inspirarnos?

Una escuela inclusiva que atienda a todos los niños y niñas requiere inversiones y apoyos para tener éxito. Necesita docentes cualificados y efectivos, buenos apoyos para los maestros, apoyo para estudiantes individuales, inversiones que aseguren el acceso y el uso de la tecnología asistencial. Este es un desafío en New Brunswick y estoy seguro de que lo es en Catalunya.

Esto hace que sea aún más importante mantener a los estudiantes en el entorno de aprendizaje común en las escuelas de la comunidad y destinar todas las inversiones disponibles allí. Cuando sacamos a los estudiantes de la escuela y los enviamos a otro lugar, llevamos dinero con ellos. Esto disminuye los recursos disponibles para proporcionar educación de calidad. Si mantenemos a todos los estudiantes, podemos mantener el dinero allí e invertirlo en la construcción de escuelas inclusivas que mejoren nuestros esfuerzos para fortalecer la educación pública de calidad.

Dado que el sistema desarrollado en New Brunswick no se basó en una aproximación de educación especial o deficitaria, el camino de aprendizaje y el modelo que ofrece esta experiencia pueden y han sido utilizados en otros países. En este sentido, mi experiencia internacional me dice que al menos puede ser instructivo en el desarrollo de sistemas de educación inclusiva en muchos contextos diferentes. Esa es la vía que hemos seguido en New Brunswick desde 1986. Hemos recorrido un largo camino, pero continuamos nuestros esfuerzos. Se promulgó una nueva política en septiembre de 2013 y se completó un plan de acción de tres años para aumentar la capacidad en 2016. Pero el trabajo nunca termina. Nuevos desafíos y nuevas oportunidades están por venir.

Una última palabra: mi experiencia me dice que, al fortalecer la inclusión, de hecho podemos fortalecer nuestras escuelas.

Fuente de la Entrevista:

http://www.educaweb.com/noticia/2017/10/31/educacion-calidad-educacion-inclusiva-son-dos-caras-misma-moneda-15178/

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México: La reforma educativa desmanteló la enseñanza especial, afirman expertos

Por: José Antonio Román. La Jornada. 03/11/2017

Otro resultado de la reforma educativa, impulsada durante la actual administración federal, es el franco desmantelamiento de la estructura para atender la enseñanza especial en el país, con lo cual se agrava la exclusión que viven los estudiantes con capacidades diferentes y sus familias.

En el foro Educación especial en México: inclusión o exclusión, especialistas en el tema alertaron que con el falso argumento gubernamental de dar un trato igual a esos niños y jóvenes se ha agravado su situación, con una falta de atención a causa de escasez de recursos humanos y económicos.

Gabriela Naranjo Flores, investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), advirtió que dicha exclusión e invisibilización afecta a la sociedad en su conjunto, pues niños y jóvenes con capacidades diferentes regularmente no pueden entrar al sistema educativo nacional o cuando llegan a ingresar lo hacen solamente por un tiempo o sencillamente no avanzan.

Dijo que a las escuelas se les está demandado el acceso de todos, pero hay prácticas excluyentes en toda la sociedad, por lo que revertir ese proceso debe ser un esfuerzo y tarea conjunta de todos los sectores para tener una sociedad y una escuela verdaderamente incluyente.

Durante su intervención en el foro, organizado por Casa Lamm y La Jornada, la especialista señaló que ante la imposición de la reforma educativa muchos expertos, valiosos y con extraordinaria experiencia en enseñanza especial, se están perdiendo.

Hay falta de recursos humanos para la atención de la educación especial. Con dicha modificación han desaparecido los equipos interdisciplinarios que existían –con terapeuta, sicólogo, pedagogo y trabajador social, entre otros–. Ahora los nuevos perfiles son inadecuados. Por ejemplo, actualmente hay un especialista por escuela y un supervisor para 40 planteles. Es imposible brindar atención en esas circunstancias.

Por su parte, Teresita Garduño Rubio, del Instituto de Investigaciones Pedagógicas, destacó que cada niño es diferente y que la inclusión inicia precisamente con el respeto a esa individualidad.

No obstante, añadió, la escuela busca hoy homogenizar a todos los alumnos. Los niños con alguna discapacidad no son números, sino tienen nombre y apellido. Por ello, mientras el Estado se empeñe en aplicar pruebas estandarizadas los niños con discapacidad siempre permanecerán rezagados.

*Fuente: www.jornada.unam.mx/2017/11/01/sociedad/037n2soc

Fotografía: suracapulco

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México: Un día muy especial para la educación

México/24 de octubre de 2017/Fuente: http://www.yucatan.gob.mx

Con la mira en fortalecer la formación continua del personal de nivel básico y contribuir a la conformación de una cultura incluyente que se refleje en prácticas diversificadas, innovadoras y respetuosas de la diferencia, la Dirección de Educación Especial celebra a sus trabajadores en su día.

Al inaugurar las jornadas académicas, el titular de la Secretaría de Educación (Segey), Víctor Caballero Durán, dijo que esta área merece el reconocimiento de la sociedad por la labor que desempeña. «No sólo se necesita vocación, cariño y preparación, sino también de un amor verdadero para atender a los niños y niñas que necesitan de su asistencia», declaró.

«La enseñanza impulsa la equidad y la inclusión para romper con las desigualdades en los salones de clase. Es importante reconocer que cada estudiante tiene distintas maneras de aprender y debemos transformar nuestras escuelas en comunidades listas para la diversidad. Así, construiremos un Yucatán más justo, con oportunidades para que todos se desarrollen y vivan en bienestar», afirmó.

Actualmente, un total de mil 834 empleados, entre docentes, paradocentes, administrativos, o directivos, forman parte del equipo que da ese sentido equidad para quienes tienen alguna necesidad.

En Yucatán, son poco más de 13 mil 500 alumnos atendidos por los servicios de Educación Especial y cinco mil 173 maestros que se encuentran frente a grupo en nivel primaria y secundaria son asesorados por especialistas de las 68 Unidades de Servicio de Atención a la Educación Regular (Usaer), de los 52 Centros de Atención Múltiple (CAM) o de los tres Centros de Recursos para la Integración Educativa (CRIE).

«Les agradezco por no dejar de creer que los avances pueden lograrse y por contagiar ese optimismo a los padres de familia y la sociedad. Ustedes son especiales porque tienen la capacidad de compartir su vida con los demás, son honestos, sinceros, sensibles y siempre seguros de que el amor forma parte de su vida», mencionó Flor Escalante Centeno, directora de Educación Especial.

Como parte del programa, se impartieron dos conferencias magistrales: «Diagnóstico y aspectos diferenciales del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)», a cargo de Alejandro Herrera González, y «Atención e intervención educativa en alumnos con Trastornos del Espectro Autista (TEA)», por Mario Vázquez Ramírez.

Las jornadas tienen el objetivo de dotar al personal con las herramientas adecuadas para ampliar sus competencias y habilidades para llevar a cabo acciones que favorezcan la participación y el aprendizaje de quienes están a su cargo. De acuerdo al último registro, son mil 746 casos de TDAH y 284 de TDA que, sumados a los educandos que reportan problemas de conducta, alcanza una población de 4 mil 281.

Ante este panorama, Herrera González indicó que cuando el TDA no es detectado se puede considerar a quienes lo padecen como problemáticos o distraídos; de la misma manera, se les puede diagnosticar con problemas de aprendizaje, por ello es importante hacer una buena evaluación.

«Sabemos que el TDA en muy pocas ocasiones se presenta solo, casi siempre viene asociado con otros trastornos o efectos secundarios del mismo. La idea es que quienes se desempeñan en esta área puedan hacer detecciones tempranas y, en su momento, canalizar a algún servicio de apoyo u orientación psicológica», señaló.

El 25 de octubre continuarán las conferencias sobre «Salud mental y educación» y «Aprendizajes clave, la inclusión y la equidad en el Nuevo Modelo Educativo». Es preciso señalar que a ésta última fueron convocados representantes de los 20 planteles seleccionados para el pilotaje nacional de la Estrategia de Inclusión y Equidad.

Fuente de la Noticia:

http://www.yucatan.gob.mx/saladeprensa/ver_nota.php?id=204907

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Los niños con necesidades educativas especiales irán a colegios ordinarios

Por: Jessica Mouzo 

Enseñanza despliega el nuevo decreto de la escuela inclusiva que implicará un aumento de 1.500 dotaciones en los próximos cuatro años.

La Generalitat dio ayer luz verde al decreto de la escuela inclusiva, que supone un cambio de paradigma en el sistema de inclusión en los colegios. La norma, que sustituye un decreto de hace 20 años, obligará a escolarizar en centros ordinarios a todos los menores con necesidades educativas especiales (NEE) de carácter leve o moderado. Hasta ahora, el decreto anterior recogía la conveniencia de hacerlo, pero no la obligación. Solo en casos excepcionales y a petición de la familia se escolarizará a estos niños en centros de educación especial.

La normativa afecta a todos los alumnos hasta la etapa postobligatoria y se basa en la atención personalizada a los estudiantes, atendiendo a sus necesidades particulares y adaptando el sistema educativo —desde el proyecto escolar hasta los recursos disponibles en el aula— a sus demandas.

Para ello, la primera medida es, precisamente, escolarizar a todos los niños con necesidades educativas especiales en los centros ordinarios, que tendrán que prepararse a su vez para atender de forma personalizada las exigencias de estos alumnos. Solo a petición expresa de los padres o en casos de discapacidad severa se escolarizará a los niños en centros de educación especial.

En Cataluña hay unos 25.000 estudiantes con necesidades educativas especiales. De ellos, 7.000 están en centros de educación especial, 5.000 con discapacidad severa y otros 2.000 susceptibles de ser escolarizados en centros ordinarios. La nueva norma, no obstante, no implica el traspaso de estos 2.000 alumnos concretos, si no la incorporación gradual de los menores cuando entren en el sistema educativo en P3.

La directora general de Educación Infantil y Primaria, Carme Ortoll, explicó ayer que lo “esencial” es detectar de forma precoz las necesidades de los alumnos, que la norma divide en universales, adicionales e intensivas. Así, las ayudas universales son para el 100% de los estudiantes y se basan en la atención personalizada a través del proyecto educativo del centro y del seguimiento tutorial por parte de los docentes. Las medidas de apoyo adicional son para alumnos en situación vulnerable o con circunstancias personales concretas —un 15% de los estudiantes, según Enseñanza— y se trata de programas de apoyo lingüístico y social, aulas de acojida o proyectos de ayuda en audición o lenguaje. Finalmente, las mejdidas de apoyo intensivo están destinadas a un 5% de los estudiantes y son proyectos de larga intensidad y duración, por ejemplo, los programas de nuevas oportunidades o de aulas integrales de apoyo.

“Queremos que todos los alumnos de Cataluña vayan a centros ordinarios y que todos los centros sean inclusivos”, resumió Ortoll. El decreto también abre la puerta a la colaboración entre los colegios ordinarios y los 14 centros de educación especial, que pueden funcionar como proveedores de servicios y recursos, por ejemplo, ofreciendo orientación a los docentes de las escuelas ordinarias.

Respuesta social agridulce

La federación de asociaciones de madres y padres (Fapac) y la Plataforma Ciudadana por una Escuela Inclusiva, celebraron ayer el decreto, pero con matices. “Es un cambio sustancial y positivo”, dijo Àlex Castillo, de Fapac, aunque echó en falta más inversión para formar a los docentes. “Es un paso de gigante”, agregó Noemí Santiveri, de la portavoz de la plataforma ciudadana, aunque reconoció que el trato a la educación postobligatoria “no queda bien definido”.

CC OO y USTEC fueron los más críticos con el decreto. USTEC cree que “no contempla la realidad de los centros” y los recursos destinados son “insuficientes”. CC OO teme que no haya unas ratios adecuadas y lamenta que no se tenga en cuenta a los veladores.

Fuente: https://elpais.com/ccaa/2017/10/17/catalunya/1508253279_960591.html

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España: El Govern aprueba el decreto de escuela inclusiva en el que invertirá 142 millones en cuatro años

España / 22 de octubre de 2017 / Autor: Europa Press / Fuente: La Vanguardia

  • La Generalitat ha aprobado este martes el nuevo decreto de la escuela inclusiva que regula la atención a todo el alumnado y no solo al que presenta necesidades educativas especiales (NEE) y que prevé una inversión de 141,9 millones de euros en cuatro años.

La Generalitat ha aprobado este martes el nuevo decreto de la escuela inclusiva que regula la atención a todo el alumnado y no solo al que presenta necesidades educativas especiales (NEE) y que prevé una inversión de 141,9 millones de euros en cuatro años.

El decreto prevé que todos los alumnos con NEE se escolaricen en centros ordinarios y, excepcionalmente, las familias puedan solicitar su escolarización en uno de educación especial para el alumnado con discapacidad grave o severa.

Las familias serán, con el apoyo y asesoramiento de los equipos de asesoramiento y orientación psicopedagógicos (EAP) –que elaborarán un informe–, quienes decidan dónde escolarizar a sus hijos.

«Queremos que todos los alumnos de Catalunya vayan a centros ordinarios y que todos los centros sean inclusivos», ha asegurado la directora general de Educación Infantil y Primaria de la Generalitat, Carme Ortoll, que ha calificado el decreto como un gran paso.

La normativa sustituye al vigente desde 1997 y comenzó a gestarse en julio de 2014, formando parte del proceso participativo con 400 reuniones de trabajo con más de 800 personas.

El decreto recoge tres tipos de medidas y apoyos a los alumnos: universales –para todos– como la orientación y la tutoría; adicionales, para aquellos en situación de vulnerabilidad y circunstancias especiales, que aplican los docentes con apoyo de los maestros de educación especial, y las intensivas –que cifran para un 5%– destinadas a alumnos con NEE.

«RECURSOS ADECUADOS» PARA CADA ALUMNO

Este tipo de medidas intensivas, que comportan la aplicación de un plan de apoyo individualizado para planificar las actuaciones y apoyos, las aplican profesionales de educación especial, orientadores o especialistas en audición y lenguaje.

Ortoll ha asegurado que cada alumno podrá tener «los recursos adecuados» para facilitar su aprendizaje, unas medidas que se revisarán periódicamente para ajustarlas a las necesidades.

El decreto establece la colaboración entre centros ordinarios y especiales, que pueden ser también proveedores de servicios y recursos (CEEPSIR), ofreciendo orientación a los docentes de escuelas ordinarias.

MAPA DE RECURSOS

La Generalitat está elaborando un mapa de recursos para planificar los recursos en el territorio catalán, y prevé que en los próximos cuatro cursos un aumento de recursos para equilibrar la distribución de una forma eficiente.

Más allá de las enseñanzas obligatorias, el decreto ofrece a aquellos alumnos que han acabado la ESO sin obtener el título propuestas para obtener el graduado o el título profesional básico, con la creación de centros de segunda oportunidad.

También ofrece a los alumnos de Bachillerato itinerarios flexibles adaptados a sus ritmos de aprendizaje, y ha iniciado itinerarios de formación específica para aquellos con NEE entre 16 y 20 años con una discapacidad leve o moderada y que no pueden seguir la FP ordinaria.

El decreto prevé una coordinación con las consellerias de Salud, Justicia, Economía y Conocimiento y Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, y un impacto presupuestario de 141,9 millones de euros.

Ortoll ha destacado que la planificación presupuestaria se destina básicamente a personal docente hasta el curso 2020/2021, con 99,7 millones; seguido del personal de administración y servicios, con 40,2 millones, y el orientado a equipamiento tecnológico, con 1,34 millones.

Ha asegurado a este respecto: «Veremos más profesionales, repartiremos los que ya tenemos según las necesidades, habrá un trabajo de formación con los claustros y los profesores, y más personas en el servicio educativo para orientarnos».

Fuente de la Noticia:

http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20171017/432142518511/el-govern-aprueba-el-decreto-de-escuela-inclusiva-en-el-que-invertira-142-millones-en-cuatro-anos.html

Fuente de la Imagen:

http://www.abc.es/elecciones/catalanas/2015/abci-cataluna-espanola-educacion-201509171859.html

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Escuela inclusiva también para la superdotación y las altas capacidades

Por: Saray Marqués

“Se trata de que, ante los incendios en Galicia, en el aula esos niños que lo están viviendo hablen del fuego, sus consecuencias, del medio ambiente… Se aprovecha esa conexión emocional para trabajar cuestiones que están en el currículo. Y se hace de un modo interdisciplinar, planteando planes de actuación contra el fuego, de concienciación, analizando cómo han actuado las administraciones… intentando que ese proyecto no se quede dentro del aula, sino que tenga proyección exterior”, ejemplifica la profesora de Psicología Evolutiva y Educación de la Universidade de Santiago de Compostela Carmen Pomar.

Expone así el modelo por el que ha optado su comunidad para atender a los alumnos con altas capacidades y talentosos, pero no solo. Financiado por la Fundación Barrier, y con la asesoría de los profesores de la Universidad de Connecticut Joseph M. Renzulli y Sally M. Reis, el SEM (de schoolwide enrichment model), apuesta por el aprendizaje inductivo, yendo de lo particular a lo general, parte de los intereses de los alumnos, respeta sus estilos de aprendizaje y busca proyectos en que se solucionen conflictos y problemas cercanos al alumnado, “frente a lo que suele suceder en el aula tradicional, en que el profesor explica un tema y propone después una práctica sobre ese tema (actividades, ejemplos), en que se va de lo general a lo particular”. De momento, es un piloto en 11 centros gallegos, muy diversos, que lo aplican desde hace dos cursos, cuando el programa, que también incluye formación del profesorado en desarrollo del talento en las aulas, relevó a su “hermano pequeño”, Talento 3.0.

Iniciativas como esta le sirven a Pomar para avalar que en el campo de las altas capacidades, en el que abundan las quejas de las familias, “no estamos bien pero tampoco tan mal como hace 20 años, ha habido una importante reactualización de las leyes y, con respecto a Europa, estamos muy por encima”.

Las altas capacidades no figuraban en la LOGSE, aparecen por primera vez en el decreto de regulación de la educación especial de 1995. Hasta 1996 el BOE no recogerá el término sobredotación intelectual. Diez años después, en la LOE, se recalifica como alta capacidad intelectual y se considera que, como la discapacidad o la incorporación tardía al sistema, necesita de apoyo específico educativo. Así lo recuerda María Antonia Casanova, subdirectora general de educación especial en el Ministerio en 1996 y directora general de Promoción Educativa en la Comunidad de Madrid cuando esta pone en marcha su programa de enriquecimiento extracurricular para este alumnado, pionero en el Estado, en el curso 1999-2000. Arranca con 120 alumnos de primaria a bachillerato. Hoy son más de 2.000. Escolarizados en centros ordinarios, acuden dos sábados al mes a seis institutos donde se reúnen con otros alumnos con altas capacidades, niños de su misma edad que comparten sus mismos intereses, su mismo “idioma”, con los que desarrollan proyectos de aprendizaje cooperativo. Al tiempo, sus familias pueden hablar con expertos y recibir formación.

Hoy, otras comunidades han seguido la estela de Madrid o han creado sus propios modelos. Murcia, considerada un referente en atención a la diversidad, cuenta con institutos de escolarización preferente para alumnos con altas capacidades -en vez de haber un alumno de este tipo disperso en cada instituto se pueden concentrar más en el mismo, lo que permite diseñar actividades que les enriquecen tanto a ellos como al resto-. También cuenta con equipos de orientación específicos de altas capacidades.

Baleares, por su parte, acaba de lanzar un protocolo de identificación, y Aragón cuenta desde 2014 con un decreto que, a juicio de Juan Carlos López Garzón, de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, “da una definición bastante acertada de lo que son las altas capacidades intelectuales”.

¿Qué implica tener altas capacidades?

En el colectivo de altas capacidades incluiría López Garzón a aquellos alumnos “que aprenden más rápido, recuerdan mejor, tienen más capacidad de pensamiento abstracto, se apasionan por temas específicos excluyendo otros que no les interesan y destierran o procesan muchos estímulos a la vez y son conscientes de lo que ocurre”. Garzón descarta así el criterio de un coeficiente intelectual igual o superior a 130 (para superdotados) e igual o superior a 120 (para altas capacidades), como promulga la Fundación El Mundo del Superdotado, fundada en 2011 “para influir en las administraciones y en el ámbito de la educación” y que celebraba este fin de semana su quinto congreso nacional.

Su presidenta, al frente de un gabinete psicológico desde 2003, Carmen Sanz Chacón, explica cómo entre sus aspiraciones está lograr ese criterio único a escala nacional para definir a altas capacidades y superdotados. Con este rasero, un 2% de los alumnos tendrían que ser diagnosticados con esta etiqueta. Hoy, solo un 0,29% en toda España lo son, faltarían por identificar 140.000 superdotados, y la situación es muy dispar, del 0,03% de alumnos en Cataluña al 1,23% en Murcia.

Para la fundación, llegar al 2% significaría reducir en este mismo porcentaje el fracaso escolar, aumentar en la misma proporción los alumnos excelentes en PISA -en España un 6% en lectura, un 7% en matemáticas y un 5% en ciencias, frente al 8%, 11% y 8% de la OCDE- y reducir los trastornos psicológicos graves, problemas de adaptación y conductas disruptivas en clase. Y, para ello, aboga por la detección temprana: “Recomiendo a los padres que si con cuatro años tienen dudas no esperen mucho más, pues la Administración es muy lenta y si un padre comienza a moverse a los seis o siete años cuando se tomen las medidas el niño o la niña tendrá ocho o nueve y ya pueden haber surgido problemas”.

Carmen Pomar, por su parte, entiende que la concepción de altas capacidades no engloba solo a quienes adquieren conocimiento más rápido o necesitan más conocimiento, sino a aquellos con una estructura de pensamiento muy diferente. “Por eso chocan tanto con el sistema educativo tradicional, que sigue una progresión muy aritmética y lineal: sumar, restar, multiplicar, dividir… Estos alumnos a lo mejor entienden estas cuatro operaciones juntas, las enlazan, por eso no podemos pensar solo en darles más materia, sino en proporcionarla de una forma distinta, profundizando más, dándoles más libertad de acción y respetando sus estilos de aprendizaje. El sistema educativo está pensado para uniformizar hacia la tendencia central, como en una campana de Gauss, y los que se escapan de esta tienen poca respuesta”.

Añade Pomar que, si bien los alumnos superdotados solo suponen el 2%, si se habla de altas capacidades la proporción puede subir al 12 o 13%, si se incluye a los talentosos que lo son en algunas áreas mientras que en otras pueden ser incluso mediocres. “Nosotros respetamos, aceptamos y promovemos la realidad de los superdotados, este 2% de niños que se escapan mucho de los cánones de desarrollo habituales, y son, por tanto, los más perdidos en el sistema, pero creemos también que hay alumnos que se pueden escapar en alguna de esas áreas, y que requieren de atención especial. Además, consideramos que el criterio del CI es una variable necesaria, pero no suficiente, y que las pruebas no son infalibles”.

Renzulli malinterpretado

En su artículo 24, el decreto aragonés al que aludía López Garzón define el alumnado con altas capacidades como el que requiera “por un periodo de su escolarización o a lo largo de toda ella, de medidas específicas para responder a las necesidades derivadas de un funcionamiento personal caracterizado por la adquisición temprana de aprendizajes instrumentales, o unas aptitudes y habilidades cognitivas, generales o específicas, por encima de lo esperado en su grupo de edad de referencia”. Para Garzón, en ese o (y no y) está la clave. Considera el experto, autor de Didáctica para alumnos con altas capacidades (Síntesis), que en ocasiones, en España, se ha dado una mala interpretación a las teorías de Renzulli: “Este aboga por dotar a todos los alumnos de experiencias (crear productos novedosos, dar respuesta a problemas reales) en que puedan desarrollar al máximo nivel posible sus capacidades creativas, su capacidad cognitiva, su grado de implicación. Esa es la meta, no el inicio, pero a menudo se ha usado como modelo de diagnóstico, para identificar de partida a los alumnos con altas capacidades, que además de tener una alta capacidad cognitiva debían mostrar una alta motivación y ser creativos, aunque en la escuela, en casa, no se hubiera facilitado esa creatividad”.

¿Inclusividad o especialización?

Como Casanova, como Garzón, Pomar aboga por un abordaje de las altas capacidades desde la educación inclusiva. “Puede haber colegios que cuenten con su aula inteligente, que funcione bien si está bien trabajada, o incluso están los institutos de escolarización preferente. Me sirven, si esos alumnos no están muy separados del resto siempre, porque la sociabilidad y el desarrollo afectivo se ha de cuidar especialísimamente”, sostiene Casanova.

“Los centros especializados, salvo excepciones, requieren que la familia se encuentre en una situación económica muy holgada -en EEUU solo existe un Estado donde hay un centro de este tipo público- por lo que lo ideal es tratarlo de forma de inclusiva dentro del propio centro, lo que no quiere decir obligatoriamente dentro del aula. No pasa nada porque en determinados momentos haya agrupamientos flexibles, y no por la fecha de fabricación de los niños, por intereses…”, analiza Garzón, que habla de un tipo de escuela “que realmente atiende a la diversidad, en la que el centro de atención de la clase ha dejado de ser el currículo y el profesor”.

“Claro que no me vale el aula de siempre, donde todos aprenden lo mismo al mismo tiempo de la misma manera. Ni para estos alumnos ni para ninguno. El planteamiento de la educación inclusiva ha de ser muy personalizado, con métodos diversos para los distintos estilos de aprendizaje, ritmos, talentos, personalidades, CI… Un alumno con altas capacidades hará preguntas que el maestro no sabe responder. No pasa nada, basta con un ‘No lo sé, vamos a investigarlo juntos’. Con una buena atención y reconocimiento en el aula ordinaria puede convertirse en el líder de su grupo, ayudar al maestro”, insiste Casanova, que reconoce que una alta capacidad mal atendida puede derivar en fracaso escolar: “Pero esto no se arregla separando, sino con educación inclusiva”.

“Sería una paradoja que en un momento en que tratamos de normalizar al máximo la situación de los niños con algún tipo de síndrome, discapacidad o patología intentásemos lo contrario con los alumnos con altas capacidades”, abunda Pomar, que señala que en Francia se crearon algunas escuelas exclusivas hace 20 años pero que, por lo demás, se trata de un modelo más propio de países del Este de Europa y de algún país asiático. “Yo no soy partidaria, creo que lo importante es luchar para que la enseñanza pública llegue a estos niños y responda a sus necesidades, y para ello hay que empezar por sensibilizar a docentes y orientadores”.

Si la Fundación El Mundo del Superdotado reclama “facilitar la creación de colegios especiales de superdotados, tanto públicos como privados, para que los padres que así lo deseen puedan dar a sus hijos educación específica”, si Carmen Sanz proclama que “el café para todos no funciona, porque no es lo mismo un niño que sabe leer con tres años que uno que sabe leer con seis, y es una cuestión de justicia social darle a cada uno lo que necesita”, Carmen Pomar se sitúa en una posición “antagónica”: “Son alumnos que emocionalmente presentan una gran desincronía, muy maduros pero con muy pocas herramientas de gestión de la inteligencia emocional. No creo que meterles en centros gueto ayude a su desarrollo socioemocional, porque después vivirán en un mundo heterogéneo y diverso”, analiza la responsable de la Unidad de Atención Educativa de Altas Capacidades de la USC.

“Yo me alegro de haberlo hecho como lo hice, de no haber ido a un colegio especial”, subraya Irene Herranz, que participó del programa de enriquecimiento curricular de Madrid entre 3º de primaria y 2º de bachillerato y hoy cursa un máster de Bioinformática. Con un 149 de CI, sus padres renunciaron a una flexibilización académica (el adelanto de un curso). Estudió en un colegio concertado y en dos institutos públicos y asegura que la mejor experiencia fue en el último: “Era un instituto grande, con un alumnado muy variado, y para mí, enriquecedor, por estar todos juntos, porque considero que esa interacción social es importante”. Reconoce que ella nunca tuvo problemas de acoso escolar ni se escondió por ser de altas capacidades, aunque matiza que en el programa había una gran mayoría de chicos. “¿Aburrirme en el instituto? Un poco, como todo el mundo, aunque no tenía mucho tiempo… Lo compatibilizaba con el conservatorio de danza, y, ya que me parecía fácil, procuraba sacar buenas notas”, rememora.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/10/17/escuela-inclusiva-tambien-para-la-superdotacion-y-las-altas-capacidades/

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