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“Las maestras de infantil deberían ser las mejor pagadas”.Entrevista a Enrique Díez

Entrevista/08 Noviembre 2018/Autor: Víctor Saura/Fuente: El diario la educación

“La educación, ahora mismo, está sola”, sostiene Enrique Díez, ante un panorama donde al capitalismo sólo le quedan “los bienes públicos” por conquistar. Porque la escuela, añade, educa para la cooperación, pero el sistema social, la tribu, está educando para todo lo contrario.

Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de León y responsable federal de Educación en Izquierda Unida, Enrique Javier Díez Gutiérrez es una de las voces más rotundas que se pueden escuchar en España sobre organización y sistema educativo. Ha publicado numerosos artículos y libros, entre ellos Neoliberalismo educativo (Octaedro), que los suscriptores de El Diario de la Educación recibieron a principios de año en sus casas. Hace unos días ha pasado por Barcelona, invitado por la FAPAC (federación de ampas) para participar en dos jornadas consecutivas (viernes y sábado) sobre educación intercultural y sobre segregación escolar. Nos encontramos con él un rato antes del primero de los debates, que se hace en la escuela Collaso i Gil, situada en el barrio del Raval, y cuyo alumnado está formado por más de un 90% de hijos de inmigrantes.

En tu libro describes un escenario casi apocalíptico, en el que el capital prácticamente se ha adueñado de la educación. ¿No es un poco tremendista?

Ahora mismo, si nos fijamos en lo que está ocurriendo en Europa, donde la ultraderecha gana terreno, donde el neoliberalismo se ha asentado como pensamiento prácticamente único, donde han desaparecido los movimientos intelectuales que en otra época planteaban alternativas, donde en Brasil surge un movimiento político para penalizar la pedagogía de la liberación… yo creo que el escenario que describo es bastante realista. Es más, creo que el futuro va a ser bastante más tétrico. Y lo que veo es que la comunidad educativa ha asumido los principios y valores neoliberales. Sobre todo en secundaria se habla mucho de objetivos escolares, de sacar alumnos del aula para que así una buena parte del profesorado se dedique a lo que entiende que es el alumnado con el que debería trabajar habitualmente, que es aquel que se ha adaptado al sistema escolar. Por no hablar de la formación universitaria del profesorado.

Hable, hable.

Las nuevas generaciones no se cuestionan el modelo escolar, y de hecho han abandonado la reivindicación como un espacio también del maestro. Y la formación del profesor de secundaria es caótica, ¿qué hace éste cuando sale? Pues repetir lo que experimentó y vivió en su infancia, es decir, contar con sus palabras lo que dice el libro de texto. Yo que he sido orientador me decían: “Este chaval tiene problemas, te lo mando, tú me lo arreglas y cuando funcione bien me lo devuelves”; “oye, que esto no es un taller mecánico, yo estoy para orientarte a ti”; “ah, no, yo no soy ni su padre ni su mentor, yo estoy para dar instrucción”; “es que para esto no te necesita, porque ya está internet”.

Al menos en León saldrán maestros con espíritu crítico…

Mis alumnas me dicen: “Vale Quique, muy bien, buen análisis, pero no me comas la oreja porque este fin de semana me voy a Carrefour”. A comprar y a consumir. Es decir, la escuela, ahora mismo, está sola. Ni siquiera en los niveles superiores se la creen. Con lo cual, si los medios de comunicación, la calle, el sistema social plantea ese modelo donde los referentes tienen otras expectativas, estamos engañando a los alumnos, les estamos haciendo incluso inadaptados sociales. Hace 20 años igual no hubiera dicho que el panorama es muy negro, pero ahora sí.

Cualquier tiempo pasado fue mejor.

Ahora mismo parece que el capitalismo ha conquistado el planeta, ha poblado la tierra, y el último reducto que le queda por conquistar son los bienes comunes. Hablamos mucho de la guerra económica pero no de la ideológica, y creo que nos han ganado por goleada porque han conquistado el sentido común planetario. Por tanto, no digo que hace 20 años fuera mejor, sino que al menos había esperanza porque se planteaban otras alternativas.

Ha hablado antes de la tendencia a separar y a competir en la escuela, pero en cambio cada vez se habla más de la cooperación y la inclusión como valores de futuro.

Es verdad que hay experiencias cooperativas, que son puntuales y muy interesantes, y que hay muchas declaraciones de cooperación, pero eso no es la política general del sistema educativo, ni es la práctica real de la mayoría de centros. También es cierto que hay que diferenciar entre infantil y primaria, y ESO y bachillerato. Como ejemplo, los mismos patios escolares siguen estando dominados fundamentalmente por los chicos que juegan al futbol. O seguimos también con exámenes muy competitivos como método de evaluación. Aquí mismo estamos en un centro segregado en el que no me parece que haya mucha cooperación.

La escuela del franquismo seguro que era más alienante que la actual y en cambio no impidió que apareciera una ciudadanía crítica.

Hay una diferencia fundamental: un sistema fascista es un bloque contra el que luchar, está muy claro quién es el enemigo. Pero cuando el enemigo lo has interiorizado, e incluso lo deseas, es otra cosa muy distinta. Muchos trabajadores de Uber o Cabify te dicen que ellos tienen la libertad de elegir ser explotados. Por eso yo hablo de la claudicación del sentido común. En León acaban de despedir a trabajadores de la multinacional Vestas porque la planta que tiene ahí se deslocaliza, les planteábamos que es el momento para nacionalizar y que asumiesen esa producción como cooperativa con el apoyo público, y lo que nos decían era que querían cobrar el subsidio lo más alto posible y que luego ya se verá. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. La mayor parte de la población ahora mismo está en esta línea, que es lo que yo llamo la pedagogía del egoísmo. O sea, la escuela educa para la pedagogía de la cooperación pero implícitamente buena parte del sistema social está educando para lo contrario. Yo lo veo muy claramente en el tema de los conciertos educativos.

Entramos en terreno pantanoso.

Tú les preguntas a las familias y te dicen: “Es que yo quiero el mejor centro para mi hijo”. ¿Y para los demás niños? Y te dicen: “Es que yo tengo derecho a elegir”. Pues no, el derecho a la educación lo tiene el niño o niña, y no lo digo yo, lo dicen todos los organismos comenzando por la ONU y la Unesco. Y segundo, lo que queremos es el mejor centro para todos los niños y niñas. Nadie tiene un derecho por encima del resto, y lo preocupante es que la mayoría de gente quiere libertad de elección para elegir lo mejor para él, es decir, busca salidas individuales, que es el modelo neoliberal.

Es que no se ha encontrado la manera de hacer una asignación de centros de una forma que no genere quejas.

Creo que los poderes públicos tienen la función de planificar, al margen de si hay quejas o no. Tenemos que planificar el sistema educativo en función del bien común, al margen de las preferencias o la selección de los padres, porque no hay libertad de elección, lo que hay es preferencia de selección, y eso lo dicen todas las investigaciones. Por eso los conciertos ahora mismo no tienen ningún sentido. Como dice Gimeno Sacristán, los conciertos sólo se eligen porque no quiero que los míos estén con una clase social distinta de la mía. Toda la clase media es muy aspiracional, yo quiero relacionarme con profesionales, y no quiero estar ni con negros ni con moros ni con gitanos.

Hay escuelas concertadas en cuyo alumnado también hay negros, moros y gitanos.

Efectivamente, siempre hay la excepción que confirma la regla. Yo fui responsable de atención a la diversidad de la provincia de León, y me encontraba con algunos casos en los que no había forma de tener a un alumno en un centro público, ¿y al final a quién acababa recorriendo? A las teresianas. Pero eso no es óbice para los datos que tenemos de dónde está la población migrante y dónde está la población con necesidades educativas específicas, y está muy mayoritariamente en los centros públicos. Pero no solo lo digo por eso, es que el mismo concepto del concierto educativo es una forma de segregación terrible, y además somos una anomalía en toda Europa. Incluso diría que es inconstitucional, porque la Constitución ampara la creación de centros privados pero no que se tengan que financiar con el presupuesto público. Quien quiera escuela privada, que se la pague.

En el libro escribe que se tendría que invitar a los centros concertados que lo quisieran a incorporarse a la red pública.

Esto es una alternativa que hemos consensuado con Podemos. Pero yo suprimiría los conciertos de raíz, aunque está claro que no es una voluntad mayoritaria de la población. Insisto que en Europa eso es una anomalía. Recuerdo la primera vez que fui a Suecia y entré en un colegio y me encontré en un aula con 15 chicos y chicas y tres profesores. Y de esto hace un montón de años. Con esos recursos nadie se plantea ir a una escuela privada, pero claro, ahí no rescatan bancos ni dedican a armamento lo que dedicamos aquí.

También es mucho más elevada la presión fiscal

Sí, aunque también desde hace diez años todos estos países que se ponían antes como referencia han cambiado, porque han entrado gobiernos bastante más conservadores.

¿Pero si nos comparamos con países de nuestro entorno más cercano, aún somos tan anomalía?

En cuanto a los conciertos sí. Quitando a Malta, somos la anomalía del resto de los países de Europa. En Italia hay algo, pero estamos hablando tal vez de un 16%, aquí estamos en un 36% de media, porcentaje que en Cataluña, Madrid y Valencia es más elevado. Claro, se montan donde hay negocio, en Las Hurdes no montan ningún colegio concertado.

También es verdad que algunas escuelas hoy concertadas llegaron a zonas deprimidas antes que lo hiciera la administración.

Y de eso se trataba inicialmente. Pero esto ha cambiado. Las escuelas de barrio que surgieron de congregaciones religiosas, como los Dominicos o los Jesuitas, en su momento tuvieron sentido, pero eso se perdió. Y lo digo yo, que soy católico practicante y hace años fui profesor en un colegio concertado. El 60% de la concertada es de la Iglesia católica, pero ahora ni siquiera las monjas y los curas están dando clase, lo han subcontratado a otra gente a las que no cuestiono, son muy buenos profesionales, pero sí cuestiono el modelo, y no tiene ningún sentido. La iglesia tiene que dedicarse a lo suyo.

¿Y si hablamos de otro tipo de concertada, por ejemplo de las escuelas que son cooperativas de maestros, y que no han delegado la gestión?

Claro, yo también trabajo con las escuelas cooperativas, y me dicen que no son lo mismo, y no lo son, pero me da igual, a la hora de regular y plantear una propuesta tenemos que pensar en el modelo de país. Yo les digo: “Por supuesto que los últimos que dejaremos que tengáis los conciertos seréis vosotros, pero tiene que ser una red pública”. Porque es la única forma de garantizar que no pase lo que está pasando aquí, es decir, que determinados centros acaben segregados y que además se esté pensando en qué centro voy a elegir y acaben los Volvos a la puerta de los grandes centros porque traigo a mi hijo desde no sé dónde porque si va a este cole va a ser algo en la vida. Es decir, toda esa mentalidad que se va creando a mi me parece que es el modelo de educación que no queremos. Y cuando esto se explica a la gente mayoritariamente está de acuerdo. Pero entonces te dicen: “Tiene sentido, pero como esto no se va a poner en marcha ahora mismo, entre tanto vamos a seguir haciendo esto y lo otro”. ¡Es que así nunca cambiaremos!

Pero, por ejemplo, la escuela en la que estamos, ¿está segregado el centro o lo está el barrio en el que se encuentra?

Las dos cosas. En León tenemos dos centros pegados, sólo les separa una pared. Hasta hace poco uno lo dirigía un señor, y el otro su esposa. Ambos personas geniales y progresistas. Pues en uno sólo hay gitanos y en el otro sólo hay payos. Las familias empiezan a decir: es que a mí hijo no se le atiende lo suficiente, es que si se junta con aquellos va a perder nivel… Cuando una población es rechazada acaba yendo no tanto donde aspira sino donde es aceptado. Si a todo esto le sumamos que hay un proceso de gentrificación fuertísimo en las ciudades, ¿dónde acaba la población?

Pero si es que entonces te dicen que van a trabajar la educación intercultural en el cole. ¿Pero qué educación vas a tratar si ese niño sabe perfectamente que a su papá no le alquilan un piso en esa zona? ¿Qué historias les estamos contando en la escuela?

Yo eso lo he visto con la escuela inclusiva: una clase haciendo un taller sobre inclusión en la que no hay ni un solo compañero que tenga una discapacidad. Así es difícil…

Igual que se hacen semanas multiculturales en escuelas sin alumnos migrantes. Eso es el currículum del turista, y además se estereotipa. La educación o es inclusiva o no es educación, o es intercultural o no es educación. Y aquí no hay neutralidad posible. O educamos o deseducamos. Las adaptaciones curriculares o todo esto de sacar al niño del aula, por ejemplo, son medidas segregadoras porque las estamos haciendo desde una perspectiva no inclusiva. Y eso mismo es lo que observamos en el centro donde estamos: cuando los niños y las niñas están recibiendo el mensaje de exclusión de sus familias por parte de todo el entorno, por mucho que hagamos en la escuela parece que les estemos engañando. Es como cuando le dices al guaje que lo importante es participar y te responden que no, que lo importante es ganar porque es lo que me estás enseñando todos los días. Yo quiero ser como Ronaldo, que gana un montón de pasta. Sí, muy interesante el aprendizaje servicio y trabajar cooperativamente pero yo lo que quiero es ganar pasta.

¿Una red pública única garantizaría la no segregación? Al fin y al cabo, en según qué barrios hay públicas que tienen mucha más demanda que las concertadas de su zona.

Es que la escuela pública está asumiendo las mismas prácticas del modelo empresa de la concertada. Y entonces empieza a aparecer en las puertas de las escuelas: “Venid aquí porque tenemos un modelo bilingüe, o que hacemos no sé qué”. Parece que somos como los restaurantes de las Ramblas, que salimos a la puerta a repartir folletos y captar al cliente. La ministra Celáa dice que vamos a corregir el artículo 109 de la Lomce, el que dice que las plazas deben ofertarse según la demanda social. Pero es que una de las funciones que tienen que tener las comisiones de escolarización es controlar toda la distribución equitativa de toda la población escolar, de tal forma que todas las familias tengan al lado de casa un buen centro, para que no tengan que desplazarse. Que ningún niño tenga que ir en coche a la escuela, lo cual es también otra concepción de la ciudad. ¿Si hubiera una red pública única aseguraría esto? Al menos tendríamos muchas más posibilidades de que no hubiera este modelo. Imagínate una ciudad como Barcelona, que es como un hormiguero humano, donde hay una agresión permanente, donde hay un estrés permanente… ¿y aquí decimos que apostamos por trabajar las emociones, la educación lenta… pero cómo? Se dice aquello de que quien educa es la tribu. Pues ¿dónde está aquí la tribu? Aquí la tribu está educando lo contrario a lo que educa la escuela. Por eso digo que soy pesimista.

¿Dónde queda la autonomía de centros? ¿Es compatible con su propuesta?

Totalmente. Yo hablo de planificar en el sentido de dar respuesta a las necesidades educativas, garantizar que todo el mundo tenga derecho a una escuela y con los mejores recursos, y que además sea gratuita. Pero respetando la autonomía, claro está, y de hecho dando mucha más de la que tienen los centros actualmente. Porque ahora ¿qué autonomía pedagógica se está dando? Para dar autonomía real tenemos que hacer un currículum de mínimos, no puede ser esto que se hace de páginas y páginas de estándares de aprendizaje o de evaluación. O de exámenes y reválidas que no las puede poner ni el propio profesorado, porque hay una desconfianza terrible sobre el profesorado. Creo que en su momento la Logse dio mucha autonomía, cuando se dieron unos mínimos, y yo diría que deberían tener autonomía suficiente incluso para incumplir los mínimos.

Ya no quedan muchos que hablen bien de la Logse…

Yo digo que fue buena, pero se hizo sin recursos y con mucha diarrea curricular. Y tuvo un gran defecto, el psicologismo, por el que casi se convertían a las víctimas en culpables. Si tú no te esfuerzas eres tú el responsable. Y con ello la cultura de la autoridad porque alguien tiene que hacer que te esfuerces, y eso es revictimizar a las víctimas. ¿Pero te has preguntado por qué no se esfuerza o por qué no quiere estar en clase? A lo mejor nos tenemos que preguntar por qué un niño a los 4 años pregunta de todo y quiere saberlo todo y a los 14 no quiere saber nada de lo que le contamos. Pero vamos, no puedes hacer una reforma sin una ley de financiación que garantice y blinde esa inversión al 7% del PIB, es decir, al nivel de Europa, y para eso hay que meterla la financiación de la educación en el título 1 de la Constitución. Yo acabo de mandar un alumno mío de doctorado a Noruega ¡y le pagan 2.300 euros al mes por hacer el doctorado! Pero repito que allí no rescatan bancos.

Volvamos al currículum. Decía que hasta se deberían poder incumplir los mínimos.

Si un centro decide trabajar por proyectos y que no haya asignaturas, pues olé sus narices. Yo he visto centros en los que los estudiantes –con los que nunca se cuenta cuando se habla de autonomía– eligen qué estudiar, cómo estudiarlo y con quién ¡Eso sí es autonomía! Y he visto negociar al profesorado con el alumnado. Cuando tú tienes que convencer al alumnado de por qué es importante hacer esto o lo otro estás haciendo una educación para la democracia de verdad –y hablo de Primaria ¿eh?–. Y cuando ellos asumen responsabilidades y se ponen unas normas que ya no son las normas del profesor sino que son las normas consensuadas, tú dejas de hacer de policía, y ellos y ellas las respetan porque se las recuerdan entre ellos. Son responsables cuando les das la oportunidad de serlo. Por tanto, si cogiéramos el currículum, las transversales tendrían que ser el eje central en torno al cual montar la lengua, las matemáticas, el conocimiento del medio, etc. Yo aún recuerdo cuando mi profesora de ciencias naturales llegó a clase, yo tenía 15 años, y nos anunció que con la profe de lengua y el de educación física habían montado un proyecto que se llamaba “aprender a ligar”. Se nos pusieron los ojos como platos. Claro que aprendí un montón de anatomía, de fisiología… Al fin y al cabo es hacer lo que hacían los buenos y las buenas maestras de la República.

Muchos maestros ya querrían, pero no tienen tiempo para planificar y coordinarse.

Es cierto que la financiación tiene que venir acompañada con una bajada de ratios, que haya 20 alumnos en clase. Pero luego te dicen “vamos a hacer un concurso para ver quién argumenta mejor” ¡Pero es que eso se tiene que hacer todos los días! ¡En infantil se hace todos los días! Por eso creo que es importante infantilizar la educación, ahora que se está secundarizando la educación y se presiona tanto para que los modelos de la universidad bajen hacia abajo, y ves a papás que quieren que su hijo sepa hablar inglés en infantil. ¿Pero para qué, tiene muchos niños y niñas inglesas en su cole? Y te dicen que es para el futuro mercado laboral. ¡Pero bueno! Yo creo que debemos aprender de la gente de infantil, y por eso abogamos por un cuerpo único de enseñantes y la gente de infantil debería ser la que más cobrara, no los de universidad ni los de secundaria. Es que vivimos en un mundo al revés.

¿Los de infantil deberían ser los que más cobrasen?

Pero mucho más, no sólo porque ponemos a nuestros hijos en sus manos en los momentos en que su desarrollo es más importante, sino porque son la gente mejor formada y preparada, y están haciendo una labor increíble, y esos sí que trabajan cooperativamente y en equipo. Mira como está montada esta aula [en grupos de seis mesas enfrentadas], ¿por qué no puede seguir así en primaria o secundaria? ¿O por qué en la universidad ni siquiera es concebible esto? Ahora sí, parece que los Jesuitas se están planteando reformar los espacios, pero bueno, es que en infantil lo hacen todos los días. Yo en mi clase de la universidad no puedo hacerlo porque las sillas están clavadas al suelo, por lo que la gente se tumba por ahí, y hacemos corros y nos damos masajes los unos a otros.

Fuente e imagen: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/02/las-maestras-de-infantil-deberian-ser-las-mejor-pagadas/

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Educación infantil en Cuba: cuando el amor rompe las leyes

Redacción: Cubanet

Sin reconocimiento legal, pero amparadas por una historia de largos testimonios, la Guardería “Padre Usera” ha formado a cientos de niños

Son las siete de la mañana y Teresa Vaz, una monja con 69 años de consagrada, recibe en la entrada de la instalación que dirige hace casi una veintena de años a cada uno de los pequeños inquilinos. Se trata de la Guardería “Padre Usera”, uno de los dos espacios que tienen las Hermanas del Amor de Dios, una orden religiosa, para la educación de niños durante la etapa de crecimiento infantil.

Desde su llegada a Cuba el 27 de junio de 2001, la hermana Teresa se ha dedicado a regir estos proyectos que forman a los niños desde edades tempranas. Estas monjas, desde el pasado siglo, mantuvieron hogares para los niños más necesitados en la Isla, sin embargo, en la década del 70 sus 13 escuelas fueron nacionalizadas y la congregación religiosa tuvo que marchar del país.

Tentadas nuevamente por atender a los más desfavorecidos, regresaron a Cuba durante el Periodo Especial y fundaron su primera guardería en casas particulares. Por aquella época estaba permitido el cuidado particular de niños, pero como las Hermanas no recibían remuneración por su trabajo, permanecieron sin amparo legal.

Una vez, a una las casas donde acogían a los niños llegó la notificación de una multa, por el valor de mil pesos, por utilizar una vivienda particular para “actividades que estaban prohibidas”. Ante la insistencia de las autoridades de que aquel centro debía cerrar, las “monjitas” no cesaron su actividad y trasladaron los niños a los salones de la Catedral de La Habana.

Pero el ruido de esta experiencia había llegado para ese entonces a los directivos del Ministerio de Educación, que finalmente autorizaron a las primeras guarderías de la Iglesia Católica a entrar en el programa de las vías no formales.

Posteriormente Eusebio Leal, historiador de La Habana, conociendo la labor que realizaba Teresa y su congregación religiosa con los niños, destinó un edificio que en la era colonial fungía como Casa-Cuna, y lo convirtió en la actual guardería “Padre Usera”. El 3 de septiembre de 2012 abrió el edificio de la calle Muralla 60 que, desde el inicio, fue ocupado por más de 150 niños.

Educar para el futuro

“Nosotras formamos en el amor y guiamos a los niños en los primeros años de su vida para que crezcan en valores”, dice Teresa Vaz. Precisamente, dentro de los objetivos de la preparación en la guardería está la incorporación del amor como una expresión elemental del ser humano, lo que lo lleva hacia un auténtico desarrollo personal y a un elevado conocimiento de la realidad en que viven.

La ayuda de la comunidad es de vital importancia en este proyecto. Fotos del autor

Siguiendo este tema, el trabajo educativo recorre un amplio programa de atención personalizada y gratuita que va desde la preparación socio moral, la lengua materna, educación física, conocimiento del mundo y sus objetos, educación plástica e identidad, hasta la autonomía personal, siendo esta última disciplina uno de los programas más modernos que hacen elevar y distanciar la calidad de la educación de dicho espacio con los planes metodológicos del Ministerio de Educación.

Los círculos infantiles en decadencia

Después del Periodo Especial, el sistema de círculos infantiles, enarbolados como un logro revolucionario que permitía a las madres obreras dejar a sus hijos bajo el cuidado y formación de profesionales que les atendían durante el horario laboral, ha ido en declive por la escasez de centros con buenas condiciones constructivas, además de la falta de insumos, alimentos, docentes, entre otros problemas.

Debido a ello, el Estado ha permitido las guarderías particulares como una alternativa ante la alta demanda de este tipo de centros en la Isla. Sin embargo, al sector privado no pueden acceder las familias más humildes y ni pensar en las madres solteras, por lo elevado de los precios de este tipo de instalación.

Las trabas en “Muralla 60”

Entretanto, a pesar de que estas religiosas, junto a un colectivo de profesionales y educadoras de experiencia, trabajan en un edificio de propiedad estatal, no tienen ningún documento oficial que las avale como una institución no gubernamental que trabaja para la enseñanza en la Isla.

Todo espacio en la Instalación es aprovechado con el fin de poder acoger un número mayor de niños. Fotos del autor

Actualmente más de 200 niños son acogidos en este centro, y las familias de las zonas aledañas constantemente envían solicitudes para que sus hijos matriculen, pero, debido al espacio del lugar, las hermanas seleccionan cuidadosamente las planillas de ingreso para que los más necesitados sean quienes reciban los servicios de la guardería.

Similares a este proyecto, otras iniciativas fungen en el país con la misma consagración de servir en la formación de las futuras generaciones de cubanos, aun cuando el Estado se sumerge en la contradicción de no querer que formen parte del plan educativo de la nación.

Fuente: https://www.cubanet.org/destacados/educacion-infantil-cuba-cuando-el-amor-rompe-leyes/
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España: Recursos educativos para los estudiantes de Educación Infantil

Europa/España/mecd.gob.es

Procomún es un espacio destinado a usos educativos y de aprendizaje, fundamentalmente por parte de la comunidad docente y el alumnado, pero también por el público en general. Todos podrán buscar, consultar y descargar objetos de aprendizaje en distintos formatos.

En el Espacio Procomún Educativo se encuentra el repositorio de Recursos Educativos Abiertos (REA) creado por este Ministerio y las comunidades autónomas, en el que la comunidad educativa puede encontrar y crear material didáctico estructurado, clasificado de forma estandarizada (LOM-ES), preparado para su descarga y uso directo por el profesorado y el alumnado.

Para acceder a Procomun visita: https://procomun.educalab.es

Fuente: https://www.mecd.gob.es/educacion-mecd/areas-educacion/estudiantes/educacion-infantil/recursos-educativos.html

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“Solo un 6% de las plazas de la educación de niños(as) de 0-3 se financian completamente con fondos públicos”. Entrevista a María Ángeles Espinosa

Entrevista/24 Octubre 2018/Autor: Daniel Sánchez caballero/Fuente: El diario la educación

La educación infantil entendida como derecho humano está todavía en ciernes. Falta de inversión y diversidad de criterios (formación docente, perfiles profesionales, criterios de acceso a las escuelas…) son dos de sus mayores problemas.

Profesora de Psicología Evolutiva de la Educación en la UAM, María Ángeles Espinosa ha dedica su desempeño profesional a los más pequeños. En calidad de experta y, además, miembro de la comisión permanente de UNICEF, ha escrito el informe La garantía del derecho a la educación en la etapa 0-3. Una inversión necesaria y rentable, en el que realiza una de las disecciones más completas del panorama nacional en la educación infantil. Reacia a las entrevistas, se deja hacer una “por los niños”. Y advierte: “Nosotros [Unicef] no nos posicionamos ni a favor ni en contra de nadie, solo constatamos”.

Es difícil generalizar, pero, ¿cuál es el estado de la educación infantil en España?

Es desigual. La principal conclusión a la que llega el informe es que hay una tremenda desigualdad en esta etapa entre las comunidades autónomas en todo lo que tiene que ver con lo que se consideran criterios de calidad: formación del profesorado, ratio profesor alumno, los criterios de admisión de los alumnos, tasas, exenciones, subvenciones… Es una etapa sin regular, en la que no hay unos mínimos a nivel nacional a diferencia del resto de etapas, esta es la mayor característica.

¿Tiene ese carácter educativo y no asistencial por el que usted aboga?

Sin lugar a dudas, sí. Todavía quedan algunos puntos o lugares donde hay centros para niños y niñas de estas edades con un carácter más asistencial, pero lo que impera en la mayor parte de las comunidades es un modelo educativo con objetivos, contenidos, profesionales cualificados, espacios especialmente diseñados. Lo que se trataría es de garantizar este modelo para todos los niños con independencia de su situación familiar, económica, etc. El problema es que no hay suficientes plazas para todos los niños que las necesitan y, además, la cuestión económica es muy importante. Solo hay un 6% de las plazas escolares en el 0-3 que se financian completamente con fondos públicos. El resto tienen que ser financiadas de un modo u otro por las familias, con mayor o menor cuantía. Es un problema de plazas, no hay para todos los niños y muchos no pueden acceder por una cuestión económica.

¿Lo que se decía de que la LOMCE era asistencial no llegó a bajar a las escueles?

La LOMCE tiene cosas buenas y malas, pero en esta etapa la LOMCE no regula ni garantiza. Todo lo que se ha avanzado, porque se ha avanzado (el plan Educa 3 fue una apuesta fuerte del gobierno que aumentó el número de plazas y escuelas, pero se acabó la subvención), ha resultado ser insuficiente. Ese es el problema.

La escolarización por comunidades está claramente diferenciada: en el norte es más común, en el sur menos. ¿Esto responde a la apuesta de las administraciones, es una cuestión cultural?

Al ser una etapa regulada por cada comunidad autónoma, cada una ha establecido unas prioridades. Toda la normativa depende única y exclusivamente de las comunidades autónomas, no hay un decreto de mínimos.

¿Lo ideal sería una escolarización universal como en primaria o no hace falta aspirar a tanto?

Lo ideal sería que todos los niños que necesiten una plaza escolar dispongan de ella, independientemente de su situación económica. Y en especial los que proceden de entornos socioeconómicos más vulnerables. Lo que demuestran los estudios es que la educación infantil mejora el desarrollo infantil en todos los ámbitos (cognitivo, sensorial, emocional), pero esta mejora es especialmente sensible en los niños de estos entornos. La educación infantil en estas primeras etapas es una herramienta de compensación de las desigualdades sociales.

¿Cree que la Administración le da a la etapa la importancia que debería tener?

Yo creo que sí. Las administraciones educativas dan a la etapa la importancia que tiene, pero tiene que haber una confluencia de factores. Tiene que haber una inversión económica importante, una cualificación del profesorado adecuada, tiene que haber una apuesta fuerte por la equidad, por aumentar el número de plazas. Todo ello pasa por una colaboración que quizá no sea única y exclusivamente responsabilidad de las comunidades autónomas, quizá tenga que haber un compromiso de mayor nivel. Si hubiera un pacto educativo y un pacto por la infancia todo sería mucho más fácil. Un pacto por la infancia es por lo que abogamos en Unicef. Habría una implicación más potente y comprometida de todos los niveles, desde el Estado central, las administraciones autonómicas, locales, para conseguir este objetivo de dotar de plazas escolares para los niños y niñas de estas edades. No es una cuestión de falta de compromiso, sino que es un problema complejo con muchas aristas que hay que abordar de forma integral.

Pero —y aquí le hablo de lo que conozco, que es Madrid— si el Ayuntamiento se ve obligado a abrir escuelas infantiles por la falta de plazas públicas, competencia que no le corresponde, quizá sea indicativo de que el Gobierno competente, el regional, no está haciendo su labor.

Lo que pasa es que al no ser una etapa regulada hay una enorme diversidad en cuanto a la titularidad de los centros. Los hay privados, municipales, de las consejerías de Educación, de bienestar social. Lo bueno que tendría una regulación de mínimos sería establecer un paraguas bajo el que cupiesen todos los centros educativos que respondieran a esos criterios de calidad que se exigen para que la educación infantil tenga los efectos deseados. No es cuestión de llevar a un niño a un sitio para que le guarden sino para que le eduquen. Esta es la diferencia entre guardería y escuela infantil.

¿Por qué es tan importante la escolarización temprana?

Todos los estudios demuestran que la escolarización desde las primeras etapas del desarrollo mejora el desarrollo cognitivo, social y emocional. Algunos estudios incluso ponen de manifiesto que hay una cierta mejora de las habilidades que facilitan la inserción en etapas educativas posteriores, una ventaja que se mantiene durante determinado número de años. Esto es especialmente notable en los niños que proceden de entornos menos satisfactorios o más vulnerables. En entornos gratificantes o satisfactores los niños pueden conseguir esos estímulos, desarrollar esas capacidades, con sus referentes familiares. En entornos menos favorecedores esos niños nunca van a conseguir desarrollar esas capacidades con sus referentes familiares. Una escuela infantil de calidad tiene espacios adecuados para los niños que permiten que sean autónomos, que exploren y se muevan de forma segura, tiene profesiornales cualificados para planificar las tareas de manera que los niños lo puedan abordar, siempre a través de metodologías lúdicas, motivadoras. Si un niño tiene algún retraso estos profesionales lo pueden detectar y compensar, algo que en casa es difícil. Se dan todas las condiciones para que se fomente todo esto.

¿Son las familias conscientes de la importancia de la educación infantil que usted destaca?

Creo que cada vez más. La escuela infantil es buena para los niños, pero también es una herramienta potente para eliminar la pobreza infantil. Disponer de una plaza de educación infantil gratuita o con un coste adaptado a los ingresos familiares permite que una de las personas de la familia, que generalmente son las madres aunque no tenga por qué, pueda dedicarse a formarse o buscar trabajo. Es una posibliidad de aumentar los ingresos familiares. Es una posibliidad, en el caso de familias vulnerables, de tenr un referente normalizados, de tener un modelo de referencia que ayude a las familias a satisfacer las necesidades de su hijo de manera adecuada o le ayuda a buscar alternativas en caso de tener una carencia. Las familias vulnerables a veces no saben que existen ciertos recursos y la escuela infantil puede ser mediadora entre familia y servicios sociales, por ejemplo.

El informe indica que existen en España diferentes modelos de acceso. ¿Es partidaria de priorizar la renta o el estatus laboral de las familias?

Hay tres modelos de acceso. Uno está fundamentado en la conciliación: los criterios de admisión están relacionados con la situación laboral de la familia. Hay otro más relacionado con la equidad, donde los criterios de admisión están más fundamentados con la situación económica de las familias. Por último, hay un modelo mixto, que mezcla cuestiones de conciliación y equidad. En teoría el modelo ideal sería este que combina la corresponsabilidad con la equidad. Pero el modelo a veces hace primar factores que tienen que ver con la situación laboral y deja de lado la equidad. Entonces el modelo ideal sería el que hace que ningún niño se queda sin plaza de educación infantil, sea cuál sea su situación. Los criterios de admisión no pueden ser los mismos para las familias que no tienen ingresos regulares que para las que sí los tienen. En algunos casos, para familias que no tengan ingresos regulares sería el modelo de la equidad el ideal. En otras, el que combina ambas. Nosotros partimos de la idea de que la educación en estas edades también es un derecho y todos los niños deben tenerlo garantizado.

¿Cómo está la formación de maestros?

El mayor reto yo creo que viene de una homogenización de los criterios. Que en todas las comunidades se exija un determinado nivel de formación a los profesionales que van a atender a los niños de estas edades. Que en todas las comunidades se establezcan unas ratios mínimas, unos criterios de admisión básicos, que haya unos precios públicos mínimos, como en el resto de etapas educativas. El mayor reto es una regulación de mínimos a partir de la cual cada autonomía pueda tomar sus propias decisiones igual que se hace en otras etapas educativas.

¿Nos hemos dejado alguna cosa que sea importante destacar?

Que la educación en la etapa 0-3 es una inversión necesaria y rentable. Todos los niños y niñas tienen derecho a tener los mejores comienzos para su vida, y es una inversión rentable porque es una herramienta de compensación de las desigualdades sociales, y no hay nada más caro que la pobreza, que la falta de educación, que las desigualdades. En términos de justicia social no puede haber desarrollo social si no hay desarrollo humano, y la mejor manera de invertir en desarrollo humano es educar desde las primeras etapas. Zeckman, un economista que ganó el Nobel hace unos años, tiene una serie de estudios que demuestran que la inversión más rentable del sistema educativo es la que se ha realiza en las primeras etapas. Y, sin embargo la inversión en esta etapa es la mitad aproximadamente de lo que se gastan en otras etapas, esto para para cualquier país.

Pero en España estamos por debajo en inversión educativa, en infantil entonces…
Sí, y también de la inversión que se hace en prestaciones familiares en apoyo de las familias con hijos.

No sé si resulta contradictorio decir que la Administración le da a la educación la importancia que tiene, pero no invierte lo suficiente.

No es que no le dé la importancia que tiene, es que no pone los recursos. Quizá porque la educación infantil o en las primeras etapas se considera que surge de manera espontánea. No diré que las administraciones no dan importancia a la educación infantil, pero sí decimos que no hay suficientes recursos para atender las necesidades que requiere una educación infantil de calidad.

Imagen y fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/10/18/solo-un-6-de-las-plazas-en-el-0-3-se-financian-completamente-con-fondos-publicos/

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Libro: Cuentos para aprender y enseñar Matemáticas en Educación Infantil (PDF)

España / 14 de octubre de 2018 / Autor: Margarita Marín Rodríguez / Fuente: Google Books

Un conjunto de 30 cuentos, dirigidos a niños y niñas de 3, 4 y 5 años, expresamente escritos para ayudar a maestras y maestros de educación infantil a iniciar a sus alumnos en múltiples competencias y conceptos matemáticos a través de la narración de cuentos. Los cuentos se presentan secuenciados para que los niños adquieran los conocimientos matemáticos propios de estas edades. Cada uno de ellos va acompañado de una Guía Didáctica en la que se explicitan los contenidos a desarrollar y se ofrecen numerosas actividades. Una propuesta lúdica y creativa que ayudará al docente a acercar a los más pequeños al mundo de las matemáticas de una forma nueva y atractiva.

Link para la descarga:

https://drive.google.com/file/d/1FaGFNIc1MAeW6K1iv68-85Bhvuq11pAq/view

Fuente de la Reseña:

https://books.google.com.mx/books/about/Cuentos_para_aprender_y_ense%C3%B1ar_matem%C3%A1.html?id=ayOIZg1PqJAC&redir_esc=y

ove/mahv

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España: El 85% de los profesores rechaza las oposiciones para acceder a la escuela

España / 14 de octubre de 2018 / Autor: Elisa Silió / Fuente: El País

Nueve de cada diez docentes reclaman en una encuesta un cambio en su carrera profesional porque consideran que no avanza ni incentiva

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Muzoon Almellehan: «No podemos permitir que se pierda una generación de sirios por falta de estudios»

Redacción: El Mundo

  • Cuando a los 14 años tuvo que huir de Siria, Muzoon Almellehan solo llevó sus libros escolares como equipaje. Hoy, con 20, es la embajadora de Buena Voluntad de UNICEF más joven de la historia. Su labor a favor de la educación infantil, en especial la de las niñas -no en vano la llaman la Malala siria-, la hace merecedora del Premio Internacional Yo Dona-Fundación Mutua Madrileña a la Labor Humanitaria 2018.

Pese a haber vivido una guerra y a haber pasado por varios campos de refugiados, Muzoon Almellehan, de 20 años, conserva su alegría y su fuerza intactas. Sus ojos se iluminan al hablar de la importancia de la educación: «Es crucial, no podemos permitir que se pierda una generación de jóvenes sirios por falta de estudios». Ella misma estuvo a punto de ver truncados los suyos cuando su familia tuvo que huir de la guerra en su país. Muzoon, entonces de 14 años, metió en su maleta lo que consideraba más necesario para ella: sus libros escolares. Desde entonces, no ha cejado en su lucha por garantizar que niños y niñas tengan acceso a la educación. Lo hizo en los campos de refugiados jordanos por los que pasó y prosigue su lucha en Newcastle, la ciudad británica en la que fue acogida con los suyos.

Su labor no pasó desapercibida a Unicef, que apoyó su trayectoria en Jordania hasta que el año pasado le propuso ser la embajadora de Buena Voluntad más joven de la historia. Además, Muzoon es la primera persona refugiada que lo ha conseguido. Este año el Premio Internacional Yo Dona-Fundación Mutua Madrileña a la Labor Humanitaria recae en esta joven por su extraordinario compromiso con la educación infantil, en especial la de las niñas. Ellas y las mujeres son las más vulnerables en las guerras», apunta.

En la sede de Unicef Comité Español en Madrid, Muzoon desgrana sus recuerdos de la Siria de antes de la guerra. Nació y creció en Daraa, una ciudad del suroeste del país, a 13 kilómetros de la frontera con Jordania. «Cada día iba andando al colegio. Por el camino encontraba a mis amigos. Me encantaba estudiar, estar con mis primos…», resume, y señala que la educación siria estaba considerada la mejor entre los países árabes. «Vivía feliz en una casa preciosa» con sus tres hermanos y sus padres.

Nada la había preparado para lo que iba a llegar. Daraa se conoce como el lugar donde estalló la revolución siria. Allí, durante las manifestaciones de la Primavera Árabe, el Ejército detuvo a 15 jóvenes acusados de hacer pintadas antigubernamentales. Las protestas se sucedieron y el Gobierno atacó a la población con el resultado de 240 muertos. Aquello fue el detonante de la guerra civil siria. Muzoon tenía entonces 12 años. «Era una revolución pacífica pero se convirtió en un conflicto internacional. Mucha gente lo ha perdido todo, los niños y las niñas también el derecho a la educación», resume la activista, que afea a los políticos que busquen beneficios personales en lugar de centrarse en los problemas humanitarios y lograr el bienestar de los ciudadanos.

Con los libros a cuestas

En 2013 la guerra se recrudeció. Muzoon lo recuerda como un año muy duro, durante el cual ir al colegio se tornó en una actividad peligrosa y escuchaban cómo caían las bombas a su alrededor. «Muchas noches no podía dormir por el ruido», recuerda, «otras teníamos que escondernos porque las balas perdidas pueden matarte aunque estés en tu casa. Todos nos sentíamos tristes».

Así continuaron hasta que su padre, profesor, se quedó sin trabajo porque su escuela fue destruida. No tenían ni para comer. Él decidió irse del país y pidió a cada uno que hiciera una maleta pequeña con lo más importante. Cuando caminaban hacia la frontera vio que Muzoon iba muy despacio, casi arrastrando la suya. Al acercarse comprobó lo pesada que era. La abrió y descubrió que en ella llevaba todos sus libros escolares. «Se enfadó conmigo y me dijo que estaba loca. Le respondí que no sabía si allí donde íbamos habría escuela y quería estudiar. Entonces me ayudó», señala, y sonríe mientras explica que hoy él relata esta historia con orgullo.

Al llegar a Zaatari, el mayor campo de refugiados de Jordania, a la familia se le cayó el alma a los pies. Se vieron obligados a convivir con desconocidos, apiñados en tiendas; entonces no había ni electricidad. «Era una pesadilla. Yo no paraba de preguntar si había escuela. Dijeron que sí y que podría apuntarme. Entonces volví a ponerme contenta», cuenta Muzoon. «La educación es clave para tener la vida que deseas y convertirte en quien tú quieres. Si no, puedes perderte incluso a ti misma», insiste.

La adolescente no se limitó a estudiar, sino que, al ver lo desmotivados que estaban sus compatriotas en el campo, empezó a ir tienda por tienda explicando la importancia de ir a la escuela. «Muchos se habían rendido», explica, «como si al ser refugiados ya no tuviera sentido estudiar. Yo les explicaba la necesidad de empoderar a sus hijos. Les decía que, si amaban a Siria, tenían que hacer algo». Algunos la escuchaban y mandaban a sus hijos al colegio, otros le decían que no era asunto suyo. Aquellas negativas no le hacían rendirse: «Al contrario, me empujaban a seguir».

«No soy solo activista por Siria, sino por los niños de todo el mundo. Acepté ser embajadora de Buena Voluntad de UNICEF porque es una oportunidad para difundir mi mensaje. Detrás de mi historia están las de millones de niños que no pueden estudiar y seguro que muchas de sus vidas son más duras que la mía. Cambiar eso es lo importante», afirma.

Amiga de Malala

A Muzoon la llaman la ‘Malala siria’ y sonríe al escucharlo. «Me hace sentir orgullosa, ella es mi amiga«, reconoce. Se vieron en una visita que la Nobel de la Paz realizó al campo de refugiados de Azraq, el segundo donde estuvo Muzoon. Allí escuchó hablar sobre la labor que esta hacía y pidió conocerla. Malala la invitó a ir a la ceremonia del Premio Nobel de la Paz y desde entonces no han perdido el contacto. Ambas saben lo que es empezar de nuevo, huir del horror y dedicar su vida a una causa, la de la educación infantil, especialmente la de las niñas. Además, tienen en común que son hijas de profesor -«nuestros padres se llevan muy bien», apunta Muzoon-.

«Las dos somos jóvenes y luchadoras. Malala dice que se siente orgullosa de mí. Y para mí ella es un referente, como para tantas niñas en el mundo. Es muy valiente y ha hecho muchas cosas buenas por la educación», señala Muzoon, que añade: «Siempre me repite que tenga fe en mí. Para que otros crean en ti, antes debes confiar tú en ti. Sola no puedo hacer una gran transformación, para eso necesito a más personas que me apoyen».

Malala corresponde a su cariño y admiración. «El momento más feliz de mi vida fue cuando escuché que Muzoon estaba aquí, porque recuerdo el campamento de refugiados y cómo vivía allí. Así podemos trabajar juntas», dijo la paquistaní a la BBC al conocer la noticia de la llegada de Muzoon al Reino Unido. Al poco tiempo fue a visitarla. Juntas emitieron un comunicado en el que pedían a los países ricos que donaran dinero para que los niños sirios pudieran estudiar. «Compartimos la esperanza de verlos a todos en la escuela, para que sus sueños y talentos no se pierdan», escribieron, y pusieron especial énfasis en denunciar la situación de las niñas en los campos de refugiados, donde las casan con 12 y 13 años. Entre las familias de refugiados en Jordania, las tasas de matrimonio infantil se han duplicado en los últimos tres años. La mayoría no volverá a clase. «El matrimonio temprano es la razón principal por la que las niñas abandonan la escuela. Las familias lo ven como una forma de protegerlas de la pobreza y la violencia pero, si no estudias, nada puede protegerte», explica Muzoon.

Hace ocho años las cosas eran muy diferentes. Antes de la guerra, en Siria el índice de matrimonio infantil era muy bajo, todos los menores podían asistir gratis a la escuela hasta los 12 años y el país disfrutaba de una tasa de alfabetización del 90%. «El matrimonio temprano es el lado más oscuro de los campos de refugiados», afirma Muzoon, que recuerda a una de sus amigas en el campo de Zaatari, Abeer, una estudiante brillante que un día desapareció de la escuela: «No dejaba de preguntar por ella, preocupada, hasta que me contaron que la habían casado. Aunque nunca más volví a verla, no la olvido. Podría haber llegado a ser médica o ingeniera, pero le robaron su futuro».

Ella soñaba con ser periodista, pero ahora quiere estudiar Políticas. «Muchos piensan que debería ser primera ministra de Siria. No me apasiona, pero me pondría al servicio de mi país. Ahora estoy centrada en temas humanitarios, que deberían ser lo más importante para los políticos. Si estuvieran de verdad preocupados por los derechos humanos, todo iría mucho mejor», afirma.

Muzoon ha tenido una vida muy distinta a la de cualquier niña europea. «A veces es duro, aunque representa una oportunidad. No quería irme de Siria, pero me alegra haber superado ese desafío. Antes me sentía avergonzada por mi situación, ahora sé que los refugiados son personas muy fuertes que han luchado por sobrevivir, por eso me siento orgullosa de serlo y de apoyar a quienes buscan una nueva vida en paz».

Fuente: http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2018/09/29/5bab6ab522601da9338b45d0.html

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