Page 25 of 36
1 23 24 25 26 27 36

Ni calco ni copia. Mariátegui y la educación como praxis descolonizadora

Por: Hernán Ouviña

En Nuestra América, uno de los precursores dentro de la tradición del marxismo crítico en concebir de manera prioritaria a los procesos formativos y a la educación popular, como ejes transversales de una praxis revolucionaria y descolonizadora, ha sido sin duda el peruano José Carlos Mariátegui. Nacido el 14 de junio de 1894 en Moquegua, al sur de la ciudad de Lima, siendo niño sufre un accidente que le lesiona la pierna izquierda y lo deja postrado durante años, con secuelas para el resto de su ajetreada vida. A raíz de esta inmovilidad, suspende sus estudios primarios y se vuelca de lleno hacia el hábito de la lectura y la formación autodidacta.

A los 15 años, ingresa a trabajar en La Prensa, diario donde luego de realizar diversas tareas manuales es designado como cronista y comienza a publicar artículos, bajo el seudónimo de Juan Croniqueur, por lo que sus principales maestros en su etapa juvenil fueron el periodismo y las agitadas calles de Lima, tomadas por las multitudes obreras y estudiantiles en ebullición, de las que junto con las rebeliones indígenas que irrumpieron con fuerza por esos años en el resto del Perú, aprende sus primeras armas intelectuales. Dedicado cada vez más a la producción periodística, participa de varias iniciativas literarias, entre ellas la revista Colónida, de la que dirá años después que constituyó una “insurrección contra el academicismo y sus oligarquías”.

En mayo de 1919 crea, junto con su amigo César Falcón, el periódico La Razón, que funge de caja de resonancia de las luchas obreras y del movimiento estudiantil en Perú. Debido al creciente malestar que genera esta publicación en el gobierno de Arturo Leguía, ambos serán enviados por éste a Europa, en una suerte de “exilio blando”. José Carlos vive allí de finales de 1919 a comienzos de 1923 y se nutre intelectual y políticamente del estrecho vínculo que entabla con las corrientes artístico-culturales y las organizaciones revolucionarias que proliferan como hongos, en particular en la Italia del “bienio rojo” que oficia de verdadera escuela a cielo abierto, y donde activa por aquel entonces el joven Antonio Gramsci. Este distanciamiento de su tierra natal, lejos de aplacar su voluntad transformadora, lo estimula a conocer en profundidad lo específico de la realidad peruana: “por los caminos de Europa descubrí el país de América en el que había vivido casi extraño y ausente”, reconocerá más tarde en tono autocrítico.

hernán 2 mariategui-dibujo-1 copia

Luego de su regreso a Perú en marzo de 1923, se suma a la experiencia de las Universidades Populares “González Prada”, un espacio de formación y autoeducación impulsado por el movimiento estudiantil en Lima y Vitarte. Allí, primero asiste a una serie de clases y talleres en carácter de “estudiante” (tal era el requisito previo para poder participar como “educador”), y al poco tiempo dicta un conjunto de conferencias, a las que el mismo Mariátegui sugiere llamar “conversaciones”. Tras lamentarse por la carencia de maestros “capaces de apasionarse por las ideas de renovación que actualmente transforman el mundo y de liberarse de la influencia y de los prejuicios de una cultura y de una educación conservadoras y burguesas”, expresa que “la única cátedra de educación popular, con espíritu revolucionario, es esta cátedra en formación de la Universidad Popular”. En ella, durante varios meses de 1923 y comienzos de 1924, Mariátegui convida su original lectura de la crisis mundial, aunque no desde una actitud distante y erudita, sino teniendo en cuenta que aquél era “un curso popular”, por lo que se debía -según sus propias palabras- “emplear siempre un lenguaje sencillo y claro y no un lenguaje complicado y técnico”, de manera tal que cada exposición pudiese ser “accesible no sólo a los iniciados en ciencias sociales y ciencias económicas sino a todos los trabajadores de espíritu atento y estudioso”. Fiel a su vocación dialógica y de reconocimiento de la importancia de que las clases populares se formen y conozcan de manera rigurosa la realidad que pretenden transformar, Mariátegui afirma en la inauguración del conversatorio: “Nadie más que los grupos proletarios de vanguardia necesitan estudiar la crisis mundial. Yo no tengo la pretensión de venir a esta tribuna libre de una universidad libre a enseñarles la historia de esa crisis mundial, sino a estudiarla yo mismo con ellos. Yo no os enseño, compañeros, desde esta tribuna, la historia de la crisis mundial; yo la estudio con vosotros”.

Tras esta breve pero intensa experiencia en el seno de las Universidades Populares, a las que define como “escuelas de cultura revolucionaria” que “no viven adosadas a las academias oficiales ni alimentadas de limosnas del Estado”, sino “del calor y la savia populares”, serán variadas y complementarias las apuestas por el estudio y la formación política que dinamice Mariátegui, consciente de que “la burguesía es fuerte y opresora no sólo porque detenta el capital sino porque detenta la cultura”, por lo que ésta tiende a ser “el mejor gendarme del viejo régimen”. Desde periódicos y revistas militantes, como Claridad (laMariátegui imagen 2 cual inicialmente apuntaba a un público estudiantil, pero Mariátegui durante su breve dirección la reformula como punto de conexión y producción conjunta entre obreros/as e intelectuales) Labor (que bajo el subtítulo de “Quincenario de Información e Ideas” logra abarcar a un público más amplio que el del activismo gremial y político) y Amauta (que iba a llamarse en un principio “Vanguardia”, pero finalmente opta por este nombre de gran significación indígena, ya que equivale a “maestro” o “sabio” en lengua quechua), pasando por emprendimientos como la Editorial Minerva y la Oficina de Autoeducación Obrera en el marco de la flamante CGT peruana (de la que redacta sus Estatutos y Reglamentos), hasta las propias “tertulias” y reuniones culturales en su emblemática casa de la calle Washington, en las que se congregan una infinidad de personalidades y activistas de las más diversas tendencias (artistas, dirigentes sindicales y políticos, feministas, líderes indígenas y estudiantiles), para dialogar y socializar sus saberes y sentires mutuos.

Pensar con cabeza propia y de forma descolonizada, con la perspectiva de intervenir en la realidad creativamente, de manera tal que se pueda hacer del lema “Ni calco ni copia” un principio epistemológico y militante, tal fue el horizonte de estos proyectos pedagógico-políticos impulsados por Mariátegui (una verdadera red de producción y promoción de las diferentes y complementarias culturas emancipatorias), por lo que para él la formación y el estudio riguroso del marxismo no consistía en aprender un itinerario prefabricado en otras latitudes y tiempos históricos, sino en adquirir y poner en práctica una brújula para orientar la lectura y transformación radical de una realidad siempre refractaria a las recetas y esquemas de pizarrón. Quizás su mayor obra en este sentido haya sido los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, publicado a finales de 1928 y considerado uno de los textos pioneros en la construcción de un marxismo enraizado en Nuestra América. Además de dedicar en él un capítulo entero a la problemática educativa, donde denuncia que la educación en Perú “tiene un espíritu colonial y colonizador” y postula sin medias tintas que “no es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y su superestructura política”, insiste en la necesidad de entender y analizar a las sociedades a partir del principio epistemológico de la totalidad (que implica concebir al capitalismo como un sistema, evitando disociar, salvo en términos estrictamente analíticos, las diferentes y complementarias dimensiones que lo constituyen como tal, y contemplando de manera imbricada las relaciones de explotación, dominio y resistencia que lo dotan de sentido).

En sintonía con estos planteos, Mariátegui también sugiere que es preciso corregir al filósofo René Descartes y pasar del “pienso, luego existo” al “combato, luego existo”, en la medida en que la conflictividad y la lucha constituyen un punto de partida clave para el conocimiento de nuestras sociedades, que permite a la vez hacer visibles a sujetos y movimientos que -por lo general- son “producidos como no existentes” por la ciencia colonial y las clases dominantes, debido a su carácter subversivo y anti-sistémico. Y de manera análoga a Gramsci, en su propuesta revolucionaria lo central no era definir al socialismo en función exclusivamente de su rigurosidad científica, sus coherencias lógicas y sus supuestas “leyes”, sino a partir sobre todo de su capacidad movilizadora y su estímulo para la intervención activa en la realidad. José Carlos supo referirse al mito no en los términos de una “mentira” o ficción imposible de concretar, sino en la clave de un conjunto de imágenes-fuerza que, arraigadas en las condiciones de vida concretas de los sectores populares y en su memoria colectiva, evocan sentimientos, cohesionan a las masas y las dotan de una subjetividad irreverente que empalma con los ideales de las luchas emancipatorias.

hernán 1

He aquí, según Mariátegui, otro elemento a destacar en todo proceso formativo, que remite a los factores espirituales, la imaginación creativa y la mística como catalizadores del proceso de concientización de los pueblos y clases subalternas en su camino de autoliberación, ya que según él la revolución “será para los pobres no sólo la conquista del pan, sino también la conquista de la belleza, del arte, del pensamiento y de todas las complacencias del espíritu”. En el caso específico del Perú (pero también en otras latitudes de Nuestra América), ese mito capaz de dinamizar la reconstitución de la nación desde una perspectiva plural, debía tener como punto de partida la defensa de los pueblos indígenas sojuzgados por siglos de racismo, explotación y despojo. Sin embargo, “no es la civilización, no es el alfabeto del blanco, lo que levanta el alma del indio. Es el mito, es la idea de la revolución socialista”. De ahí que concluya proclamando que “nuestro socialismo no sería peruano, ni sería siquiera socialismo, si no se solidarizase primeramente con las reivindicaciones indígenas”.

Sus últimos años de vida los dedica a fomentar procesos organizativos de base, entre los que se destacan la creación del Partido Socialista Peruano y de la Confederación General de Trabajadores (concebidas ambas como verdaderas escuelas de formación en la construcción y ejercicio de un poder alternativo al del Estado y las clases dominantes), aunque sin descuidar la batalla de ideas en contra de aquellas lecturas dogmáticas que hacían del marxismo un conjunto de verdades irrefutables, o bien frente a quienes pretendían arrojarlo al basurero de la historia por considerarlo ajeno a las corrientes y movimientos de lucha gestados por fuera del campo de la izquierda tradicional. A contrapelo, para Mariátegui no debía concebirse como un sistema cerrado y escolástico a “aplicar”, sino en tanto teoría subversiva en constante enriquecimiento y complejización, basada en una dialéctica del cambio y en una producción siempre situada, ya que “no es, como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios de consecuencias rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales”.

Asimismo, podríamos aventurar que para él la relevancia del marxismo como filosofía de la praxis no implica autosuficiencia ni endogamia, ya que “no es posible aprehender en una teoría el entero panorama del mundo contemporáneo y no es posible, sobre todo, fijar en una teoría su movimiento. Tenemos que explorarlo y conocerlo, episodio por episodio, faceta por faceta. Nuestro juicio y nuestra imaginación se sentirán siempre en retardo respecto de la totalidad del fenómeno”. Aún cuando asume al marxismo como una potente brújula, Mariátegui supo tender puentes y aprender a dialogar con un crisol de tradiciones políticas, procesos de lucha, vanguardias culturales y corrientes de pensamiento no emparentadas en sentido estricto con el marxismo, en pos de actualizar las armas de la crítica para combatir, con más fuerza aún, al capitalismo como sistema de dominación múltiple. Entre ellas, vale la pena destacar al feminismo, al que José Carlos considera “esencialmente revolucionario” debido a que, lejos de ser una “cuestión exótica” que “se injerta en la mentalidad peruana”, constituye una idea y una práctica humana “que encuentra un ambiente propicio a su desarrollo en las aulas universitarias y en los sindicatos obreros”. Por lo tanto, no sólo se trata de indigenizar al marxismo (tal como propone en sus Siete ensayos y en numerosos artículos periodísticos, en particular aquellos compilados bajo el título de Peruanicemos al Perú), sino también de despatriarcalizarlo. “Los que impugnan el feminismo y sus progresos -dirá- pretenden que la mujer debe ser educada sólo para el hogar. Pero, prácticamente, esto quiere decir que la mujer debe ser educada sólo para las funciones de hembra y de madre. La defensa de la poesía del hogar es, en realidad, una defensa de la servidumbre de la mujer. En vez de ennoblecer y dignificar el rol de la mujer, lo disminuye y lo rebaja”. En este punto, Mariátegui entiende que es el macho-varón quien debe ser “educado” y (trans)formado por esta causa de relevancia universal. Por ello concluye: “A este movimiento no deben ni pueden sentirse extraños ni indiferentes los hombres sensibles a las grandes emociones de la época. La cuestión femenina es una parte de la cuestión humana”.

El 16 de abril de 1930, con tan sólo 35 años, José Carlos fallece tempranamente en Lima, viéndose frustrado su proyecto de trasladarse a la Argentina con el objetivo de radicarse en Buenos Aires. Varias propuestas intelectuales y políticas quedarán truncas tras su partida. Entre ellas, la publicación de una revista de carácter continental y cuyo sugerente título iba a ser Nuestra América. Revitalizar el proyecto mariateguista de un socialismo no eurocéntrico ni burocratizado, rabiosamente anti-imperialista y anti-patriarcal, y que pueda forjarse a partir de las diversas tradiciones emancipatorias gestadas a lo largo y ancho del continente, resulta hoy una desafío urgente para quienes seguimos apostando, sin prisa pero sin pausa, a la creación heroica de los pueblos.

Fuente: https://desinformemonos.org/calco-copia-mariategui-la-educacion-praxis-descolonizadora/

Comparte este contenido:

Encuentro Mesoamericano de Experiencias de Comunicación, Cultura y Educación Popular “Democracia, Justicia Social y Ecológica: aportes de una educación popular transformadora”

Centro América/Costa Rica/ biodiversidadla.org/

Con mucha alegría y entusiasmo el Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica, la Red Mesoamericana ALFORJA y el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe, CEAAL, les invitan a inscribirse para participar en el proceso previo y el Encuentro Mesoamericano de Experiencias de Comunicación, Cultura y Educación Popular.

“Democracia, Justicia Social y Ecológica: aportes desde una educación popular transformadora”

CONVOCATORIA:

Con mucha alegría y entusiasmo el Centro de Estudios y Publicaciones Alforja de Costa Rica, la Red Mesoamericana ALFORJA y el Consejo de Educación Popular de América Latina y el Caribe, CEAAL, les invitan a inscribirse para participar en el proceso previo y el Encuentro Mesoamericano de Experiencias de Comunicación, Cultura y Educación Popular “Democracia, Justicia Social y Ecológica: aportes de una educación popular transformadora” a realizarse en San José, Costa Rica, con el fin de construir espacios de encuentro, mutuo conocimiento, intercambios, reflexión crítica e inter-aprendizajes.

El proceso de inscripción de solicitudes abarca desde el 4 de abril al 28 de mayo 2017.

Toda la información al respecto la puede encontrar en el documento titulado ¨Convocatoria Encuentro Mesoamericano 2017¨ que viene adjunto o también lo pueden descargar aquí.

También compartimos la infografía del Encuentro con los aspectos más relevantes. Pueden descargarla aquí.

Página web del Encuentro: Ver aquí

Para consultas pueden escribir a: luis@cepalforja.org

Fuente: Alforja

Fuente: http://www.biodiversidadla.org/Principal/Secciones/Noticias/Encuentro_Mesoamericano_de_Experiencias_de_Comunicacion_Cultura_y_Educacion_Popular_Democracia_Justicia_Social_y_Ecologica_aportes_de_una_educacion_popular_transformadora

Comparte este contenido:

En Argentina: Un espacio de educación popular para lograr el sueño de terminar la secundaria

América del Sur/Argentina/AnBariloche.com
Se trata del Bachillerato Popular Bariloche, creado gracias al trabajo de educadores populares de la ciudad. Conocé su experiencia.

El Bachillerato Popular Bariloche surgió el año pasado, de forma autogestionada, gracias al trabajo de educadores populares de distintos barrios de la ciudad. Hoy en día, son 35 los estudiantes que allí asisten y el año que viene tendrán el primer grupo de graduados.

Está dirigido a jóvenes y adultos (mayores de 16 años) que tengan la primaria terminada, pero que nunca pudieron finalizar el secundario. Muchos lo dejaron por cuestiones laborales, otras porque fueron mamás muy jóvenes, pero en este espacio tienen la oportunidad de terminar sus estudios, ya sea para abrir nuevas puertas en el mundo laboral o bien para cumplir el sueño del título de bachiller.

Funciona de 6 de la tarde a 10 de la noche en su sede, ubicada en Onelli y Osés, barrio 169 Viviendas. Dura 3 años y a diferencia de la educación formal, no se organiza en materias, sino que lo hace en áreas de conocimiento y en cada clase hay más de un docente. La orientación del bachillerato es en es en economía social y solidaria; es gratuito y de acceso libre.

Los profesores son más de 30 y son militantes sociales; algunos vienen de trabajar en la educación formal, pero otros llegan desde recorridos muy diversos, hay quienes son investigadores del Conicet, otros trabajan en el INVAP o en la CNEA, o tuvieron distintas trayectorias profesionales. Pero lo que los iguala, es la idea de pensar la educación en un contexto social y la idea de qué es la educación popular.

También concurren muchos jóvenes y adultos que tienen la necesidad de formar parte de un proyecto de ese tipo ya que los arreglos del espacio se hacen entre todos, las decisiones sobre el funcionamiento y las reglas de convivencia se hacen por asamblea en la cual participan los estudiantes.

Se trata de una experiencia distinta, lograda gracias al trabajo de base realizado por el Grupo de Educadores Populares Patagónicos, que hace que muchos que ya habían perdido las esperanzas, puedan volver a soñar con terminar sus estudios. (ANB)

Fuente: http://www.anbariloche.com.ar/noticias/2017/04/18/58155-un-espacio-de-educacion-popular-para-lograr-el-sueno-de-terminar-la-secundaria

Comparte este contenido:

En Nicaragua, Telémaco Talavera: La educación popular no da títulos, sino competencias

Apunta a competencias blandas, a fomentar los emprendimientos, no solo entendidos desde el punto de vista empresarial, sino social, a construir oportunidades desde las dificultades, y a que el proyecto de vida se vaya generando desde la niñez, desarrollando el potencial social desde la individualidad. La universidad no debe ensanchar las brechas

America Central / Nicaragua/ La voz .com. ar

El 6 de febrero de este año se puso en marcha en Nicaragua el programa “Aprender, emprender y prosperar”, en la totalidad del sistema educativo del país.

“La intención es transformar la educación encasilladora, que censura al niño que no piensa como el maestro, en otra que motive a la creatividad, la imaginación y a generar prosperidad con su propia capacidad, partiendo de que una persona puede tener habilidades limitadas para una cosa y mucho potencial para otras”, explicó Telémaco Talavera.

Apunta a competencias blandas, a fomentar los emprendimientos, no solo entendidos desde el punto de vista empresarial, sino social, a construir oportunidades desde las dificultades, y a que el proyecto de vida se vaya generando desde la niñez, desarrollando el potencial social desde la individualidad.

“Esto se impulsó desde la presidencia, el Ministerio de Educación, el Consejo Nacional de Universidades; se convocó a grupos de expertos, se formaron equipos para sensibilizar a los maestros, se preparó material para maestros y alumnos”, indicó Talavera.
E informó que la decisión de iniciar el programa se tomó en noviembre pasado. “Les pedimos a todos que discutieran cómo iba a ser y no si iba a ser, porque la decisión estaba tomada, y para el 100 por ciento del sistema”, dijo.

“Decidimos hacerlo así porque muchas veces hacemos 10 seminarios y 20 congresos y cuando tenemos la respuesta, la pregunta ya es otra”, señaló.

En ese contexto se enmarca también la Universidad abierta, que arrancó el 15 de marzo, con base en la educación popular.

“La educación popular no es una fábrica de títulos, aunque también los da, sino que desarrolla competencias y valores, y genera oportunidades para las personas, las familias y la sociedad, a partir de un desarrollo endógeno”, explicó Talavera.

En tal sentido, precisó que la Universidad Abierta incluye carreras profesionales o técnicas y maestrías, que requieren el título de bachiller o el título de grado, pero también cursos para alcanzar determinadas competencias que son acreditadas por el sistema universitario, a los que se accede sin formación previa.

“O sea que se puede estudiar una carrera diseñada, o armar la formación según los intereses de cada uno, con competencias acreditadas y validadas en ciertas áreas”, explicó.

Además, destacó que la educación en línea “es una herramienta fundamental que nos permite avanzar en la democratización de los conocimientos, y en la inclusión de personas que no podían acceder por razones familiares, laborales, económicas, culturales, geográficas, etcétera”.

Por último, Talavera puntualizó que “no tiene costo para los estudiantes, pero no es gratis, porque la paga toda la sociedad nicaragüense. El objetivo es que nadie, por falta de recursos, deje de desarrollar su potencial”.

Fuente: http://www.lavoz.com.ar/ciudadanos/telemaco-talavera-la-educacion-popular-no-da-titulos-sino-competencias

Comparte este contenido:

En búsqueda de sus pedagogías

Por: Marco Raul Mejias

Un ejercicio de construcción-reconstrucción

2.1 Un ejercicio de construcción-reconstrucción Las premuras de las transformaciones políticas —de ayer y de hoy— han sobrevalorado y unilateralizado los procesos políticos y organizativos en la reflexión y acción de la educación popular. Recientemente, en la década de los 90, hemos retornado el pensamiento de Freire (1970-1975)65 para iniciar una búsqueda de lo educativo y lo pedagógico de la educación popular. Trabajar en este sentido nos ha mostrado uno de sus elementos específicos: la pedagogía, entendida como la reflexión sobre el hecho educativo66 y sobre el universo de relaciones que se construyen para garantizar los procesos de enseñanza y aprendizaje. De manera más precisa diríamos que ella es el “… saber práctico-teórico de las relaciones sociales del saber y el conocimiento…” trabajado en ámbitos educativos.

En ese sentido, la educación popular se ve como parte de la construcción social de la educación y la pedagogía desde nuestras especificidades, pero ello le exige reconocer, diferenciarse y explicitar esas otras formas de lo pedagógico existentes en el acumulado de ellas.

2.1.1 Los paradigmas Estas búsquedas significan la capacidad de releer las relaciones entre teoría y práctica en el ámbito de la educación y la pedagogía, en el sentido de la reconstrucción social, educativa y pedagógica generada por los profundos cambios de las transformaciones en la esfera de la revolución científicotécnica en marcha.68 Miremos rápidamente ese contexto desde la perspectiva

tiva educativa. Para ello, se puede tener como referente el cuadro Anexo No. 1, propuesto en el en el sentido de considerar que el paradigma está conformado por toda una tradición educativa y se refiere a unas condiciones étnicas, culturales, políticas, económicas y lingüísticas, en las cuales surge y genera los imaginarios y las representaciones desde los cuales el lenguaje construye el mundo, y conforman una mirada de sí mismo, de los otros, y del proyecto de ser humano de ellos: allí estarían las concepciones: alemana, francesa, sajona (anglo-americana), y latinoamericana.

El Paradigma Alemán estaría fundado en el proyecto occidental del ideal griego y la Reforma protestante basada en el autoexamen y el trabajo.69 Allí, la paideia iluminaría esa constitución, donde la pedagogía es una ciencia que se hace concreta a través de las didácticas.70 De igual manera, el Paradigma Francés se cimentaría sobre las ciencias de la educación y el derecho a ella, dando forma a la pedagogía entendida como saber, disciplina, discurso, dependiendo de la corriente y la concepción en la cual se mueva71 el autor que la plantea.

El Paradigma Sajón se desarrolla en torno a la idea de currículo y recupera la organización del trabajo fabril en los inicios del Taylorismo para la educación y la escolaridad, disolviendo en algunos casos la idea de pedagogía para centrarla en las didácticas.72 El Paradigma Latinoamericano centra su propuesta en una crítica a la modernidad, en cuanto su pretendida universalidad significa una violencia epistemológica, ya que niega otras formas de conocer fundadas en la cultura y el contexto, como terreno de diferencia, y la necesidad de que la educación construya actores críticos, promotores de transformación de sus realidades.73

Una muestra de cómo se mezclan es la producción de Abraham Magendzo, quien retomando la visión sajona del currículo, la reelabora desde la tradición crítica latinoamericana y europea. Esto es visible en su obra sobre currículo y educación.74

2.1.2 Las corrientes y concepciones Al interior de estas tradiciones paradigmáticas se desarrollan corrientes, las cuales buscan fijar un norte para la sociedad en la que actúan, y de los intereses particulares de la acción educativa y las implicaciones de esas opciones en la constitución de lo social. Esto lo hacen desde sus cosmovisiones, las cuales orientan las miradas y los horizontes que marcan los fines de la sociedad y de la actividad educativa. En esta perspectiva, serían más de corte conceptual y teórico, haciendo del hecho educativo y pedagógico una realidad política, en cuanto la corriente ubica la pregunta del nexo educación-escuela-pedagogía-proyecto institucional, con el destino y el futuro de la sociedad. De esa manera, es una lucha al interior de cada paradigma de diferentes grupos, sectores y concepciones por reconfigurar los sentidos de la educación en el día a día de su quehacer. Ejemplo de ello sería al interior del Paradigma Sajón, la manera como John Dewey se plantea críticamente las propuestas de currículo de Bobbit, para cuestionar el sentido fabril (fábrica) que éstas daban a la educación.

En esta perspectiva, las tres corrientes (clásica-tradicional, modernizadora-renovadora, crítica-transformadora) estarían al interior de cada paradigma como campo en configuración permanente, para responder a cada época. Wynecken encuentra sus orígenes en lo que él llama “los tres estilos de escuela: la que surge en la edad media, la cual repite la tradición que debe ser aprendida (lemschule); la segunda sería la creada por la Reforma protestante, escuela popular (volksschule) que, basada en el mundo interior y el trabajo, originan la autonomía; y la tercera, la cultural, cuyas bases están en la autonomía del espíritu (kulturschule). Él fundamentará cómo de las dos últimas saldrán: “las comunidades escolares libres”, una de las corrientes en el paradigma Alemán de las pedagogías críticas.Recogiendo esta entrada, se puede plantear la manera como hoy acontecen esas tres corrientes:

i. Clásicos fundados en la tradición. Se constituye desde la fuerza del pasado, y la manera como ella es la base y tronco de la constitución de la educación en el presente, la cual sólo sería una ramificación de él, y señalaría los derroteros a la manera de ejecutarla. En el último tiempo hemos visto grupos religiosos que vuelven a su tradición originaria y a partir de sus fundadores inauguran para estos tiempos pedagogías y educaciones basadas en ellos,75 encontrándose diversidad de matices no sólo en la esfera de lo religioso.

ii. Modernizadores-renovadores. En esta tradición se considera que la educación es una función de la sociedad y esta se encuentra como una de las instituciones básicas de socialización, en permanente cambio y modificación. En ese sentido, la educación debe realizar actualizaciones y adecuaciones para responder a las nuevas necesidades que le son señaladas por los rumbos más amplios (cambio de época) que va tomando el mundo al cual ella se debe.76

iii. Críticos-transformadores. Considera que la educación funciona en las relaciones de poder que tiene toda sociedad. En ese sentido, ella busca construir el consenso cultural de los grupos que detentan su control. Por lo tanto, la educación debe ser entendida en esos juegos de poder. Todo educador participa de ellos con su accionar cotidiano, y si no toma distancia crítica, le es difícil entenderlos. Con sus prácticas pedagógicas construye relaciones sociales educativas, con las cuales hace presentes los intereses que tiene sobre la sociedad, en donde los reconoce y opta. La educación se convierte en una opción por transformar las formas de poder que dominan y producen eclusión y segregación en la sociedad,77 construyendo unas más justas y humanas.

A su vez, al interior de estas corrientes se dan diferentes posicionamientos conceptuales que muestran sesgos y matices de la respectiva corriente, generando concepciones variadas, las cuales gestan dinámicas de debate interno e incidencias diferenciadas en el terreno de la acción. Por ejemplo, al interior de las críticas-transformadoras, se desarrollan muy variadas miradas, como las reproduccionistas, emplazamiento cultural, la educación popular, contrahegemonía cultural, las descolonizadoras, y muchas otras.

2.1.3 Los enfoques La síntesis de las opciones que el educador hace en la esfera de paradigmas, corrientes y concepciones son las que van a dar forma a los procesos pedagógicos, constituyendo los enfoques, con lo cual se hace real el que la pedagogía es la reflexión del hecho educativo.78

Colocar esas concepciones de la cultura, la tradición como acumulado de los fines de la educación, y sus sentidos en el terreno de la praxis, concretando la propuesta de Comenius de “enseñar todo a todos”, lleva a que a partir de finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX (aunque su origen es anterior), la configuración de la pedagogía construya una serie de enfoques, los cuales fundamentan conceptualmente el quehacer educativo y pedagógico a partir de explicar el desarrollo de niños, niñas y jóvenes, su lugar en la sociedad, en la manera como se relacionan con los procesos de aprendizaje, de las mediaciones necesarias para lograrlo, de los instrumentos, herramientas o dispositivos que usan, de las interacciones entre adultos y generaciones menores, de los materiales que utiliza, configurando entre fines del siglo XIX y la primera parte del siglo XX, tres grandes enfoques iniciales, al interior de los cuales van dando forma al campo de la pedagogía:

i. La pedagogía frontal o “transmisionista”. En su momento fue la base para salir de las formas tutoriales de la enseñanza a nivel metodológico y poder hacer una escuela masiva, con grupos de numerosos alumnos. Su fundamento conceptual estaba dado en el conocimiento científico que debía ser enseñado en la escuela siguiendo el desarrollo psicológico individual común. De ello se deriva que el conocimiento verdadero debe ser aprendido y repetido por el estudiante, dando forma al “instruccionismo” como proceso pedagógico en el cual el maestro o maestra es la base del mismo, en cuanto es la persona encargada de entregar ese acumulado, que al no poseerlo el alumno sería considerado como un déficit en su desarrollo. En este sentido, de la escuela va a tener la función de remediar esta situación, contemplando básicamente el desarrollo de dos contenidos: el conocimiento y las normas de comportamiento (moral) que permitirán a éste integrarse a la sociedad.

ii. La pedagogía activa o nueva. Surge como una contestación al enfoque frontal predominante en la sociedad y el carácter puramente receptivo del estudiante, y se constituye como una liga79 que aglutina diferentes pensadores y experiencias de enseñanza diferentes al “transmisionismo”, los cuales consideran que el niño no es un ser pasivo, ni una tabula rasa en donde los adultos imprimen conocimientos y valores. Por ello, su punto de partida es la actividad que los niños realizan, el respeto a sus intereses, su libertad individual. En ese sentido, va a requerir propuestas metodológicas que permitan un proceso donde él es agente activo de su constitución en sujeto. Para ello, se fundamenta en la psicología genética, que comenzaba a desarrollarse, y cuya base es el crecimiento y desarrollo progresivo del estudiante y la constitución de su libertad. Es una educación donde no se impone la ciencia y la moral, sino que se le coloca al estudiante en condiciones de descubrir, de crearla de adentro hacia afuera.

iii. La pedagogía de la tecnología educativa. En la primera mitad del siglo XX se desarrolló, a partir del trabajo de Watson,80 una teoría que planteaba que el aprendizaje de nuevas conductas se realizaba a través del refuerzo y del castigo: cuando la persona siente que el resultado es positivo, lo lleva a repetir esa conducta. Estos principios, que desarrollaría Skinner,81 serían aplicados en educación, planteando que lo que debe ser claro son los objetivos y el resultado al cual se desea llegar. En ese sentido, ese lugar intermedio es una caja negra, es el lugar de trabajo del educador, en cuanto la conducta lograda es fruto de los estímulos del entorno y no únicamente por lo psicológico. De acuerdo con lo anterior, el acto educativo era el resultado de un buen diseño técnico de reforzamiento. Allí, entre objetivos y resultados, en el último tiempo algunos han venido colocando los aparatos resultantes de la tecnología como estímulo para lograr los resultados buscados, en coherencia con esta concepción.

A partir de esos tres troncos básicos, los enfoques pedagógicos han sido recreados a lo largo del siglo XX, dando paso a una discusión entre ellos y agregando énfasis particulares o desarrollos ampliados en los cuales se entremezclan al formular lo que debe ser la práctica de los educadores de su tiempo, en las discusiones sobre la forma de construcción de lo humano a través de la educación y la pertinencia del hecho educativo –en coherencia con las nuevas teorías que explican los procesos sociales y humanos–, así como en la manera de aprender, dando forma a múltiples enfoques, por ejemplo, el constructivista piagetiano,82 para el que cualquier problema pedagógico que se quiera resolver implica procesos psicológicos, en los cuales está fundamentado el desarrollo mental del niño. Éste desarrollo pasa por etapas (sensomotriz, preoperatoria, operaciones concretas, operaciones formales) que van de menor a mayor equilibrio, proceso en el cual la acción y los intereses ocupan un lugar importante.83

De la misma vertiente, la socio-cultural, siguiendo a Vigotsky,84 considera que las estructuras mentales son construcciones culturales —mediacionessimbólicas—, que se desarrollan con la interacción que el sujeto tiene con su entorno inmediato toda función va a aparecer en dos planos en lo social (interpsíquico) y en lo psicológico (intrapsíquico). De igual manera, el enfoque crítico liberador y de resistencia retoma las concepciones crítica y, en la especificidad de América Latina, desarrolla apuestas de emancipación que, tomando el contexto y la cultura, generan propuestas de transformación de los entornos, los sujetos, las prácticas cotidianas a partir de metodologías participativas y el análisis de la sociedad. Y así en cada uno de los enfoques que continuaron generándose a lo largo del siglo XX y comienzos de éste, como las pedagogías de la complejidad, las neurocognitivas, las humanistas, las etnoeducativas y otras que se han venido desarrollando .

Estos variados enfoques —incluido el fundado en investigación que acabamos de reseñar— se han consolidado a lo largo del siglo XX, dando forma a cuestionamientos y replanteamientos a la escuela y a la educación de este tiempo, y haciendo posible en el campo educativo la emergencia de las pedagogías, las cuales al hacerse concretas en las prácticas inmediatas han venido desarrollando líneas metodológicas (modelos85), en las cuales su particularidad es tener una estrategia en donde se hacen visibles las interacciones, las herramientas didácticas o dispositivos utilizados, la organización del tiempo y el espacio, y muestra una ruta a seguir con los pasos detallados para lograr resultados específicos de aprendizaje en la esfera de la propuesta pedagógica del enfoque en cuestión.

El desarrollo metodológico exige de quienes lo realizan, una ruta concreta o camino que debe transitarse, en donde se hagan presentes los principios pedagógicos enunciados bajo la forma de enseñanza o aprendizaje, siendo el enfoque o los enfoques que concurren a la práctica los que determinan la selección y el uso de las herramientas, dispositivos, didácticas, enunciados.dos de lenguaje, los cuales también van a tener sentido y significado en coherencia con los enfoques que se acogen.

Es común ver múltiples y diferenciadas líneas metodológicas que se derivan del enfoque. Por ejemplo, en el constructivismo éste se implementa con nombres como: aprendizaje por comprensión, aprendizajes por la acción, aprendizajes por mapas conceptuales, significativo, de cambio conceptual, y muchos otros que nos haríamos largo enumerar.

También con frecuencia se encuentra que procedimientos, herramientas o didácticas se usan en diferentes propuestas metodológicas, por ejemplo, trabajo por proyectos, pero el sentido del uso no es el mismo, va a estar determinado por el enfoque desde el cual se fundamenta.

2.1.4 Líneas metodológicas (modelos) De igual manera, al interior de cada uno de los enfoques desarrollados, cuando éstos deben materializarse en forma práctica, realizan propuestas a nivel de procedimientos para concretar sus apuestas, como lo podemos ver en el siguiente listado de líneas metodológicas:

• Enseñanza-aprendizaje conceptual.

• Enseñanza-aprendizaje integradora.

• Enseñanza-aprendizaje problematizadora.

• Enseñanza-aprendizaje contextualizada.

• Enseñanza-aprendizaje por indagación.

• Enseñanza-aprendizaje significativa.

• Enseñanza-aprendizaje colaborativa.

• Enseñanza-aprendizaje por modificabilidad cognitiva.

• Enseñanza-aprendizaje por competencias.

• Enseñanza-aprendizaje por diferenciación.

• Enseñanza-aprendizaje por comprensión.

• Aprendizajes tecnosociales.

• Aprendizaje dialógico.

Y muchas otras en las cuales se intenta fijar las bases de los proyectos específicos en el campo de la educación y la pedagogía. En ese sentido, las didácticas se harían específicas en coherencia con líneas metodológicas, –61– enfoques y corrientes. En el caso de nuestra perspectiva latinoamericana, nos hemos movido en unas corrientes críticas, desde las concepciones de la educación popular y desde allí intentamos dar contenidos a estas búsquedas.

Fuente:

http://abacoenred.com/wp-content/uploads/2015/10/Educaciones-y-pedagog%C3%ADas-cr%C3%ADticas-desde-el-sur-Mej%C3%ADa-M.R.-2011.pdf

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/cAEvAfJ3JAImJKUQwLevh4LMNI2AMdl-ul2mSKnM3AWh20m1AJUX7yA9suU8tBBZPFTpf9M=s85

Comparte este contenido:

En Gualeguaychú/Argentina la Educación Popular es una política central

América del Sur/ Argentina/8 de abril de 2017/eldiaonline

El gobierno municipal ha demostrado una fuerte voluntad por el desarrollo de herramientas de democratización y participación ciudadana. La dirección de Educación Popular se inscribe claramente en esta impronta, y parte de claros objetivos generales: la circulación de los bienes culturales, construcción de comunidad, derecho a la educación, difusión y desarrollo de saberes populares. A partir de estos objetivos esta área lleva adelante programas de diversas políticas públicas.

“La educación popular es una rama específicamente de la pedagogía, que basa el proceso de aprendizaje de un individuo en la práctica, las experiencias, el razonamiento y el contexto social de ésta. Es decir, el individuo aprende del medio que lo rodea, a una institución educativa como tal”, detalló el intendente Esteban Martín Piaggio, impulsor de la creación de esta dirección, para que la educación tenga un rol predominante en la agenda del gobierno municipal.

Programa Nunca es tarde

Este programa consiste concretamente en alfabetización en los barrios, entediendo la lecto-escritura como un derecho cultural de las personas para su desarrollo integral, su comunicación e interacción social. A partir de ello, una de las primeras iniciativas de la Dirección de Educación Popular es comenzar con esta política educativa, que obviamente plantea un desarrollo a largo plazo.

“Es un trabajo pormenorizado. Y es un gran desafío, por lo que implica en la vida saber leer. Es un programa que llega al vecino que no sabe leer ni escribir, y que por sus situaciones actuales no puede acceder a instituciones educativas de jóvenes y adultos, y se busca que en este proceso se entusiasmen y encuentren posibilidades para completar su escolaridad. Nuestro objetivo es que la alfabetización sea el primer paso para la incorporación en la educación formal. Es decir que sea un inicio para la escuela primaria”, explicó Ariel Cruz, director de Educación Popular.

Trabajan en esta iniciativa la Lic. Mariela Piedrabuena y estudiantes del ISPED, y su implementación en la actualidad se realiza en los barrios Cuchilla y Munilla. “La convocatoria se hace desde los Centros de Salud. La idea es que este programa crezca, que se multiplique en otros barrios para un desarrollo integral en toda la ciudad” agregó Cruz.

Cabe destacar que el Programa Nunca es tarde trabaja con material del Programa Nacional de Alfabetización, a partir de lo cual se imprimieron cuadernillos, y se prevé sumar alfabetizadores voluntarios

 UBA XXI

Por otra parte, la Municipalidad continúa desarrollando el UBA XXI, una política educativa con varios años de implementación, a través de la cual se los jóvenes de nuestra ciudad tienen posibilidad de cursar materias del Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA.

“Se trata de educación a distancia, con tutorías presenciales, que permiten una mejor cursada, con mayor seguimiento. Hasta el año pasado se contaba con las materias Introducción al Pensamiento Científico (IPC) e Introducción al Conocimiento de la Sociedad y el Estado (ICSE). Este año sumamos la asignatura Matemática. Estamos muy contentos y la voluntad del gobierno municipal es seguir sumando materias”, explicó el profesor Sergio González, quien integra el equipo de trabajo de la Educación Popular.

Polo educativo

Es sabido que Gualeguaychú contará en el mediano plazo con un Polo Educativo, asentado en la zona del ex Frigorífico Gualeguaychú, donde se radicarán la mayoría de las instituciones universitarias y de educación superior de nuestra ciudad. Esta iniciativa tiene lugar en el marco de un significativo crecimiento de la oferta académica local y de la voluntad de posicionar a la ciudad como ciudad universitaria de referencia regional.

“Se trata de un tema que incumbe a distintas áreas de gobierno: Planeamiento, Obras públicas, Concejo Deliberante, y también Educación popular. Desde nuestra dependencia mantenemos una permanente relación con las instituciones educativas de nivel superior que se instalaran en el Polo Educativo, ayudando en el seguimiento de las gestiones de fondos, las licitaciones”, indicó Cruz.

Cabe destacar que la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) ya tiene avanzadas sus obras en el predio del Polo Educativo; asimismo otras instituciones como el Instituto de Educación Superior “María Inés Elizalde”, y la UADER ya tienen sus proyectos en gestión avanzada. Los proyectos de cuatro instituciones (ISA-IDESSA-ISPED-UADER) presentan cierta demora por lo que se realizan gestiones para agilizar su concreción.

 Con INAUBEPRO, Educando en movimiento

Recientemente la Dirección de Educación Popular firmó un convenio con el Instituto Becario Provincial para la implementación del programa Educando en movimiento, que se desarrolla en distintos departamentos de la provincia. Se trata de una iniciativa a partir de la cual se brindan clases de apoyo escolar y actividades deportivas en los barrios, a través de distintas instituciones intermedias. El INAUBEPRO desarrolla este programa en los distintos departamentos de la provincia con creciente participación y positivos resultados.

“El formato de desarrollo del programa “Educando en movimiento” es el siguiente: consiste en 2 talleres por semana; de 1 hora y media a 2 hs. de clase de apoyo, luego recreo merienda, y finalmente  1 hora y media a 2 hs de actividad deportiva, que desarrollan becarios del INAUBEPRO de nuestra ciudad. El objetivo es combatir la repitencia y el abandono escolar, generar hábitos saludables, promover el trabajo en equipo y apuntalar el vínculo entre alumnos, padres y establecimiento educativo” explicó Cruz

Este año se comienza el trabajo en tres barrio: Munilla, Cuchilla y Barrio Peter.

Biblioteca Digital y Editorial Municipal Comunitaria

La idea con la Biblioteca Digital es generar y administrar una base de datos que sirva de insumo para nuevas investigaciones, recuperación de saberes, de fácil acceso para la ciudadanía. La ordenanza que daría forma a esta propuesta está siendo trabajada por el Honorable Concejo Deliberante.

“Realizaremos acuerdos con las universidades, institutos superiores. También artistas que quieran hacer público sus producciones literarias. Nuestra dirección centralizará la información y su actualización, capacitando a personal específicamente para este fin. Ciertamente es un proyecto que no requiere mayor costo y que promueve un derecho humano fundamental: el derecho al acceso al conocimiento”, aseguró Cruz.

Asimismo, como gran desafío consta también la Editorial Municipal Comunitaria, cuyo objetivo es la publicación de obras artísticas y académicas que se producen en nuestra ciudad. “La idea sería, una vez que esté aprobado, llamar a inscripción a todos los autores. Queremos fortalecer la edición y publicación de las producciones locales e incentivar la lectura”, afirmó Sergio González.

Fuente: http://www.eldiaonline.com/educacion-popular-una-politica-central/

Comparte este contenido:

Libro: Educación No Formal y Educación Popular

Reseña: Autor: Germán Mariño S. y Lola Cendales G.

Dialogar se ha convertido en una especie de estribillo que todos planteamos a cada rato. Es tan atractivo como: creatividad, criticidad, participación… El problema es que con mucha frecuencia no es más que una palabra vacía, o como dice Mario Benedetti, el poeta uruguayo, es «tan sólo una palabra aguda». Pero es linda y por difícil que sea ponerla en práctica, no es posible renunciar a ella. En este libro lo que «traemos a cuento» son algunas ideas sobre cómo hacer realidad en educación la utopía del diálogo. Este material posee algunos elementos de orden teórico y de orden histórico, pero, básicamente, contiene diversos ejercicios y ejemplos con el propósito de motivar, desde la misma práctica educativa, la reflexión sobre el diálogo. Los ejemplos y ejercicios propuestos han surgido de experiencias vividas con jóvenes y adultos de los sectores pobres de Colombia. De la interacción con ellos han ido surgiendo las ideas que compartimos. En algunos casos hemos acertado; en otros nos quedamos empezados o a medio camino. No siempre hemos tenido éxito. Pero siempre hemos aprendido. Ojalá que en esta nueva escritura hayamos logrado acercarnos a dialogar con nuestros lectores.

Comparte este contenido:
Page 25 of 36
1 23 24 25 26 27 36