Page 123 of 265
1 121 122 123 124 125 265

Gobierno de Colombia convoca mesa de diálogo con estudiantes

América del sur/Colombia/25 Octubre 2018/Fuente: Prensa Latina

El Gobierno de Colombia convocó a una mesa de diálogo hoy con el movimiento estudiantil en medio del extendido paro de universidades públicas en demanda de mayores recursos para la enseñanza.
A través de una carta, rubricada por el viceministro de Educación Superior, Luis Fernando Pérez, fueron convocados los representantes de las principales organizaciones del estudiantado colombiano, protagonista de tres grandes jornadas de protesta este mes.

Según el ministro, el propósito de las conversaciones sería ‘establecer los puentes necesarios para superar la situación de anormalidad académica en el país’.

Asimismo escuchar las peticiones de los jóvenes en relación con el financiamiento de la enseñanza superior, agrega la misiva.

Las 32 universidades públicas de Colombia se mantienen en paro por tiempo indefinido, al considerar que prevalece una desfinanciación estatal acumulada hacia las casas de altos estudios.

Las marchas de los universitarios han sido apoyadas por profesores, congresistas y organizaciones sociales, sindicales, campesinas, indígenas y comunales del país, así como por alumnos de centros privados de enseñanza superior.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=222566&SEO=gobierno-de-colombia-convoca-mesa-de-dialogo-con-estudiantes
Comparte este contenido:

Una propuesta: Quítenle la “P” a la SEP

Por: Roberto Rodríguez

Y que se denomine Secretaría de Educación a secas. Por dos razones: primera, para unificar el título de la máxima autoridad educativa del país a la denominación que se emplea en prácticamente todos los países. La segunda razón es de fondo y consiste en la importancia de desarrollar un marco normativo unificado para el sistema de educación en su conjunto, lo que incluye al sector público y al privado.

Al revisar la denominación de los ministerios, secretarías o departamentos de Estado en América Latina saltan a la vista dos aspectos. En primer lugar, sin excepción la autoridad educativa de jurisdicción nacional tiene rango ministerial. En cabio, en México se optó, desde el siglo XIX, por organizar la administración pública federal a través de secretarías encargadas del despacho de las facultades del poder ejecutivo. En segundo lugar, salvo los casos de Costa Rica y Honduras, que cuentan con ministerios de Educación Pública, en los demás países de la región el adjetivo de “pública” se ha excluido. Así, en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, El Salvador, Guatemala, Perú y República Dominicana, la denominación es Ministerio de Educación. Luego hay algunas variantes: en Argentina se denomina al órgano correspondiente Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología; en Uruguay Ministerio de Educación y Cultura; en Paraguay Ministerio de Educación y Ciencias; y en Nicaragua Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

En los países europeos ocurre algo similar, es decir que casi todos los países cuentan con un Ministerio de Educación, también con algunas variantes: En Francia y Polonia se llama Ministerio de Educación Nacional; en Italia Ministerio de Educación, Universidad e Investigación; en Alemania Ministerio Federal de Educación e Investigación; en España Ministerio de Educación y Formación Profesional. En otras latitudes, Japón, por ejemplo, la autoridad educativa del ejecutivo se denomina Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología, mientras que en India Ministerio para el Desarrollo de Recursos Humanos. Y así, sucesivamente. Pero “de Educación Pública” en muy contados casos. ¿No sería hora de ponernos al día?

Hay desde luego una impronta histórica en este tema, tiene que ver con la separación entre la Iglesia y el Estado en México. Hasta 1861, en la antesala de la restauración republicana de Juárez, la instancia correspondiente se llamaba Secretaría de Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública (1853 a 1861). De 1861 a 1891 Secretaría de Justicia e Instrucción Pública, de 1891 a 1905 Secretaría de Justicia, Instrucción Pública y Bellas Artes, y por fin, de 1905 a 1910, con Justo Sierra como titular, Secretaría de Instrucción Pública.

El primer experimento “federalista” en la etapa posrevolucionaria entregó a los municipios la autoridad educativa, lo que dio lugar a una ineficiente e inequitativa distribución de la acción pública en la materia. La solución de Vasconcelos, plasmada en la creación de la Secretaría de Educación Pública en 1921, corrigió el estado de cosas, pero heredó la separación “público” y “privado” en el ámbito educativo. Y así prevaleció… hasta la fecha.

Sería un error plantear que las instituciones educativas del sector privado en México están fuera de la regulación. No es así, tanto la Constitución como la Ley General de Educación establecen disposiciones y requisitos básicos para autorizar la oferta educativa privada. Sin embargo, algunos elementos fundamentales de la operación de proveedores particulares han quedado en reglas de nivel inferior, es decir el Registro de Validez Oficial de Estudios (RVOE) que, para todos los efectos formales y prácticos, no es sino un acuerdo secretarial susceptible de ser modificado sin que el poder legislativo delibere al respecto.

¿No sería buena idea incorporar en las normas de la federación y los estados la totalidad de elementos regulatorios de la educación privada? Una acción en este sentido permitiría al poder legislativo revisar el régimen de autorización y operación de dicho sector. Sería conveniente, entre otros aspectos, para brindar seguridad y certeza a los proveedores participantes, seguridad y certeza a las familias y a los estudiantes que consumen los servicios particulares, al sector de empleadores y a la sociedad en general.

Al fin y al cabo, los servicios educativos son de interés público, ya sea que los proporcione el Estado o los particulares, y por eso urge una revisión a profundidad del tema. Por eso, una señal inequívoca en esa dirección sería quitarle la “P” a la SEP.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/una-propuesta-quitenle-la-p-a-la-sep/

Comparte este contenido:

UNESCO: Justicia social e igualdad. Principios claves que deben guiar la acción en favor del derecho a la educación

24 Octubre 2018/UNESCO

“La preocupación sobre el incremento de las desigualdades en el mundo es ampliamente compartida hoy día, no solo entre las naciones, sino también dentro de los propios países”, indica el Sr. Kishore Singh, quien fue Relator Especial sobre el derecho a la educación de las Naciones Unidas. Con motivo del 70° aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos(link is external) el Sr. Singh evocó junto a la UNESCO la situación del derecho a la educación.

“En todas las partes del mundo, las diferencias entre los ricos y los pobres generadas por una economía neoliberal descontrolada ha alcanzado proporciones aterradoras y su impacto en los sistemas educativos y en el derecho a la educación es muy grave, ya que acentúa las desigualdades y la iniquidad en el ámbito de la educación”, afirmó.

Según el ex Relator Especial de las Naciones Unidas, “el papel que puede desempeñar la educación para invertir la tendencia de desigualdad creciente es de importancia capital, pero el primer paso sería aumentar las posibilidades de una educación pública de calidad para que todos los niños tengan derecho a acceder a la educación.”

El marco jurídico internacional del derecho a la educación

El Sr. Singh destacó el hecho de que el derecho a la educación, sin discriminación ni exclusión, es un derecho universal reconocido a escala mundial. En 1945, incluso antes de la proclamación de Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Acta constitutiva de la UNESCO formuló en términos claros la misión de la Organización y la responsabilidad de los Estados Miembros, que era la de “asegurar a todos el pleno e igual acceso a la educación”. La Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza, de 1960, planteó dos principios fundamentales sobre el derecho a la educación: la igualdad de posibilidades en la esfera de la enseñanza y la no discriminación. Esta Convención influyó en las otras convenciones sobre derechos humanos aprobadas ulteriormente por las Naciones Unidas, en lo relativo a las disposiciones en materia de derecho a la educación, señaló el Sr. Singh

La educación como bien público

El ex Relator Especial precisa que los Estados tienen la obligación y la responsabilidad de aplicar las normas y los principios internacionales y de tomar las medidas normativas para garantizar la plena realización del derecho a la educación y proteger a la educación como bien público.

“El derecho a la educación es un derecho transversal esencial para el ejercicio de los demás derechos humanos”, afirmó. “Su ‘función empoderante’, permite que los individuos puedan salir de la pobreza y los dota de competencias, aptitudes y valores positivos no solo para sí mismos, sino también para la sociedad en su conjunto.”

Proteger a la educación contra la privatización

Según el Sr. Singh, el auge de la privatización de la educación durante los últimos decenios constituye un motivo de gran preocupación, ya que es una amenaza para el concepto de educación como bien público. “La educación se está convirtiendo en algo comercial, lo que incrementa las desigualdades en el seno de la sociedad y ataca de manera frontal los principios y las normas del derecho a la educación. Debido a este fenómeno y a la propaganda falsa en favor de la privatización, el sistema educativo público se reduce, mientras que la privatización genera segregación social y desigualdades.”

“La privatización en el ámbito educativo es una amenaza para la agenda Educación 2030, ya que contradice los compromisos adoptados por los gobiernos de todo el mundo en aras de garantizar una educación de calidad gratuita, al menos hasta el segundo ciclo de enseñanza”, indica el Sr. Singh. “En los centros de enseñanza privada administrados por propietarios individuales y empresas, la posición económica de las personas determina el acceso a la educación, que exige a menudo gastos exorbitantes y no regulados.” Asimismo, insiste en el hecho de que toda discriminación basada en la situación económica o social está prohibida por la Convención de la UNESCO relativa a la Lucha contra la Discriminación en la Esfera de la Enseñanza, así como por las demás convenciones internaciones de los derechos humanos. Por otra parte, la Convención internacional sobre los Derechos del Niño añade la “posición económica” a los motivos de discriminación prohibidos para acceder a la educación. El ex relator Especial subraya la necesidad urgente de tomar medidas reglamentarias estrictas, acompañadas de sanciones contra las prácticas fraudulentas.

Preocupación sobre la utilización de dispositivos digitales en la educación

En cuanto a la utilización de las TIC en la educación y de los dispositivos digitales, el Sr. Singh reconoce que estos tienen muchas ventajas en términos de acceso a la información, pero también le preocupa la “brecha digital” y la desigualdad que pueden generar.

Haciendo hincapié en que se trata solo de herramientas que no deben ser autorizadas para sustituir a las pedagogías del aprendizaje directo y al contacto humano que es parte de la transmisión de la enseñanza, el Sr. Singh hace un llamamiento contra los riesgos múltiples vinculados a la utilización de las TIC y de los dispositivos digitales, fundamentalmente desde el punto de vista de la facultad humana de concentración y reflexión.

“Los dispositivos digitales en la educación representan otro punto de acceso comercial y desafortunadamente pueden ser utilizados también de forma negativa al incitar la visita de páginas pornográficas con el riesgo de abuso o explotación, de ciberacoso, así como de contenidos agresivos y violentos, etc, socavando de este modo la calidad del aprendizaje.”

Para el Sr. Singh, la justicia social y la equidad son dos principios claves del sistema de las Naciones Unidas para la paz y el desarrollo. “La justicia social y la equidad deberían estar en el primer puesto entre las acciones que llevan a cabo los Estados con miras a proteger y a promover el derecho a la educación, un derecho que debe ser ejercido plenamente por todos los ciudadanos por igual.”

Fuente: https://es.unesco.org/news/justicia-social-e-igualdad-principios-claves-que-deben-guiar-accion-favor-del-derecho-educacion

Comparte este contenido:

Escuelas de calidad vs. Escuelas con facilidades

Por: Pluma invitada

Hay dos tipos de escuelas que puede elegir un estudiante para lograr un grado académico. Las  escuelas de calidad o las escuelas con facilidades.

Mientras las instituciones sean solo valoradas por la cantidad  de sus alumnos y no por la calidad de sus egresados, la diferencia entre la capacidad del alumno obtenida y la competencia requerida para la vida será como resultado su peor inversión.

¿Que hace que parezca una escuela de calidad?

La gran mayoría considera que  las escuelas que en su apariencia cuentan con la infraestructura y gran cantidad de alumnado son instituciones que brindan calidad. Retomando el ejemplo de las reconocidas instituciones universitarias  por la forma en que ocupan los espacios de comunicación y se toma como referente para otros niveles e instituciones educativas. Están mala la apreciación que se hace como el resultado de los egresados, sin considerar aspectos relevantes de su identidad, pertinencia,  proyecto institucional, investigación y presencia social.

No se puede dictaminar  tampoco por el hecho de que sean públicas o privadas. Tanto la privada puede ser mala por el único interés de verlo como un negocio o la pública por el hecho de que los miembros de una escuela están resignados a no dar más de lo que se les paga o contar con un trabajo seguro.

¿Que hace de calidad una escuela? y ¿que de facilidades a otra? La respuesta depende de quien la considere en sus distintas perspectiva:

Para la autoridad educativa la escuela que logra los máximos indicadores, que si bien son administrados por el resultado de ingreso y egreso de su alumnado, con entrega de los informes de  programas y de infraestructura satisfactoria.

Para la sociedad y dependiendo del contexto pueden ser dos tipos:

  1.  Las que brinden facilidades o de estudio y aquellas que sean más permisivos con el logro educativo.
  2. Y por otro lado las que sus egresados se posicionan en otra instituciones o logran ser buenos ciudadanos.

Donde un sistema escolar con toda la infraestructura significa alumnos de excelencia y estar en sistemas de escolares de bajo recursos es estar en escuelas con poco y mal profesorado, limitadas instalaciones y directivos muy poco involucrados con el fortalecimiento escolar.

Dos posiciones que sí bien. Se pueden tomar para designar una escuela de calidad como:

  1. Aquella que cumple con lo solicitado por la autoridad educativa y ofrece facilidades con mayor indicadores de egreso.
  1. O si bien la menos popular quien cumple con los requisitos de la autoridad y los estudiantes logran significativos resultados para continuar estudiando y como ciudadanos, con notable inserción y aceptación de sus egresados en para continuidad de estudios o inserción laboral.

¿Por que no existe una escuela sin cumplir? Porque definitivamente no permanecerán los involucrados en esa institución.

Otro aspecto relevante es  la evaluación de organismos externos Certificadores que la gran mayoría de las instituciones educativas requieren en los procesos de admisión, control escolar que difícilmente aún con ello pueden asegurar que la calidad de los aprendizajes de sus alumnos y egresados responda en un beneficio directo de sus aprendizajes.

Y las evaluaciones estandarizados de desempeño académico, no son el único indicador ya que nos dice lo que sabe, pero no cuál es el resultado de sus habilidades socioemocionales y por ende su sentido de responsabilidad compromiso a su institución (disciplina).

Pero debemos de considerar también que hay escuelas que no necesariamente por su prestigio son las mejores ya que sus metodologías de enseñanza pueden ser demasiado estresantes para algunos y otras con diferente metodología tienen mejor resultado. Pero esta reflexión no es para estas escuelas con alumnos con el interés en superarse. Es para aquellos alumno que está aumentando en proporciones alarmantes que solo pretenden dar un cumplimiento al grado académico y cuentan lamentablemente con el respaldo de sus padres.

El problema se vuelve aún mayor cuando en el contexto (características del lugar) e idiosincrasia (la manera de comportarse antes ciertas situaciones) de padres y alumnos ven las instituciones como espacios de paso donde transitar en ellas solo es para cumplir con un grado más en su vida o de contacto  de vida social.

¿Que propicia que algunos alumnos elijan escuelas con facilidades que de calidad? Pueden ser tres las causas, que son:

  1. Hijos anarquistas, acostumbrados hacer prácticamente todo lo que quieren sin tener quien límite sus caprichos.
  1. Padres permisibles sin importar que tan equivocado este su hijo a minoran las consecuencias de sus actos y siempre pretenden estar bien con el sin importar lo que realmente sea bueno para ellos como menores de edad.
  1. La comodidad de padres e hijos de solo cumplir un requisito que aún consideran pesa por encima de las habilidades y competencias para emplearse.
  1. Las autoridades al exigir mayor permanencia de alumnos a las escuelas sin importar que se relaje los requerimientos evaluarlas para aprobar a los alumnos.
  1. Los directivos que consideran que tanto la exigencia de sus superiores, los padres de familia y el índice de deserción o conflictos de quejas de padres a la instancias educativas supervisoras se vuelva en su contra. O simplemente ante la carente capacidad de manejo de estad circunstancias.
  1. Los docentes que prefieren no batallar con los alumnos, padres, directivos, sistemas de control escolar para aprobar y regularizar a los alumnos por las complicaciones que implica confrontar a todos los actores.

La razón ante tal situación en un mundo donde existe tanta competitividad, desprestigio de labor docente por los gobiernos,  creencias antiguas de lo que es el mercado laboral pueden propiciar que estemos con una sociedad con un número masivo de egresados sin las competencias esperados para el presente y futuro.

¿Pero qué es lo que se demanda en el mercado tanto en el presente como futuro con el desarrollo de los egresados de una institución educativa? Es que el alumno tenga las habilidades personales en ser individuos que se sientan bien consigo mismo y con los demás y competencias técnicas de su campo de trabajo.

Lo cierto es que la formación de un individuo dependen tanto de su habilidades blandas (comunicación asertiva, resiliencia, trabajo colaborativo, etc), competencias para la vida, la disciplina y el orden son características que deben resaltarse de las escuelas de calidad donde los ambientes escolares están regulados por los reglamentos escolares aplicados para fortalecer y desarrollar un individuo pleno. Pero por lo contrario escuelas con desinterés en los aspectos disciplinarios y apegados a regular los ambientes escolares tienden a ser semilleros de individuos sin respecto, compromiso,  carente de todo manejo de sus emociones y trabajo colaborativo.

Las escuelas de calidad no son centros de selectividad si no de participación y voluntad por transformar la vida de los jóvenes en ciudadanos comprometidos y responsables del mundo. Es entonces que la exigencia de las escuelas es la exigencia para la vida.

Elegir una escuela de calidad o escuela con facilidades requiere de que las instituciones por pequeña o grande o privada o pública entreguen resultados más haya de los indicadores de ingreso y egreso, necesitan conocer el logro de sus educandos al concluir sus estudios.

En conclusión una escuela de calidad es brindar educación real y no simulada para tener ciudadanos libres e independientes.

Referencias

https://www.caracteristicas.co/buena-escuela/

https://observatorio.itesm.mx/edu-news/15-empresas-internacionales-que-no-exigen-licenciatura

https://www.elconfidencial.com/amp/alma-corazon-vida/2018-10-08/tan-eng-chye-universidad-singapur-mejor-asia_1625677/?__twitter_impression=true

https://www.elconfidencial.com/amp/alma-corazon-vida/2018-10-09/world-business-forum-tom-peters-madrid_1627667/?__twitter_impression=true

Fuente: http://www.educacionfutura.org/escuelas-de-calidad-vs-escuelas-con-facilidades/

Comparte este contenido:

22 de octubre: Día de la Educación Pública en Uruguay, ¿por qué se celebra hoy esta efeméride?

Por: notimérica.com.

La educación pública y de calidad permite formar a los jóvenes para poderles proporcionar un futuro seguro. Es por ello que cada 22 de octubre en Uruguay celebra el Día de la Educación Pública con el objetivo de recordar a la sociedad que se cumplan los derechos educativos de todos los estudiantes.

Desde que el niño comienza a aprender a leer hasta que realiza sus estudios universitarios o superiores es importante que pueda realizarlos de una manera pública con precios asequibles al bolsillo de todas las clases sociales, ya que de otra manera muchos estudiantes no los podrían llegar a realizar, lo que provoca discriminación y desigualdad.

El objetivo del Día de la Educación Pública en Uruguay es mostrar a la población los beneficios que tienen la enseñanza pública frente a la privada a la que solo pueden acceder unos pocos. Por tanto es un deber de las instituciones proporcionar una educación de calidad a los jóvenes del país.

El origen de este día se remonta al año 2008, cuando el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), y la Universidad de la República (UdelaR), decidieron establecer un día para generar confianza en la educación pública.

Fuente de la noticia: https://www.notimerica.com/sociedad/noticia-22-octubre-dia-educacion-publica-uruguay-celebra-hoy-efemeride-20181022002932.html

 

Comparte este contenido:

La educación pública universitaria en estado de coma

Colombia / 21 de octubre de 2018 / Autor: Miguel A. Herrera Zgaib / Fuente: Radio Macondo

En este último año, 2018, se incrementó la letanía de la Ley 30 de 1992, que estableció las bases para el estatuto que rige la educación superior en Colombia. Ley que volvió a la liza política, una vez que los estudiantes colombianos, organizados en la Mane impidieron la contra-reforma educativa, pero no tuvieron la fuerza y el consenso suficiente para darle curso, vía Congreso, a una reforma progresista a dicho estatuto.

Este estatuto ya había revelado un diseño financiero inapropiado, en materia de presupuesto para la educación superior, cuando estableció que el incremento de la financiación estatal quedaba atado al incremento anual del IPC, mientras que a partir de 1993, al mismo tiempo se producía un incremento exponencial en la demanda de estudiantes al Sistema Universitario Estatal, SUE, sin que los recursos tuvieran un aumento siquiera proporcional a la nueva población estudiantil in crescendo.

La ley 32 decía corresponder a los primeros años de la reforma del Estado autoritario y excluyente que fue creado en 1886, el que después de guerras intestinas, dirigidas por los señores de la tierra, se reproducía, con poquísimas reformas; ninguna apta para romperle el espinazo a los privilegios socio-económicos celosamente mantenidos desde la colonia por una intelectualidad en su gran mayoría obsecuente y sumisa.

Todo esto a pesar de lo sostenido por Darío Echandía, cancerbero de la reforma del 36, durante los años dorados de “la revolución en marcha” de Alfonso López Pumarejo, un avezado centenarista a quien la Nacional rinde homenaje en un espacio rebautizado con su nombre, que hace parte de las que fueran las residencias Uriel Gutiérrez, cuya parte posterior colapsó hace varios años, disimulada por un improvisado corral de latas de zinc.

Este grotesco cercamiento simboliza bien el abandono presupuestal de la principal universidad de la nación, que empezó llamándose Central, de acuerdo con la Ley de 18 de marzo de 1826, junto a su otras dos hermanas en el fugaz tiempo de la Gran Colombia, la de Quito y de Caracas, que aún conservan el nombre original que le dieron los próceres masones e ilustrados, Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander, removido de la plaza central de la Ciudad Blanca, para rebautizarla como Ché hasta nuestros días.

La joya de la corona de la educación pública, bajo el cobijo de la sentencia latina “omnium potentior est sapientia”, esto es, que “la sabiduría todo lo puede”, por el contrario, ha estado sometida por largos años a una sequía presupuestal regada por un rosario impenitente, despiadado de años de desidia y olvido gubernamental, que la tienen en literal estado de coma, jugándose sus restos.

Tal abandono y postración se encuentran probados de sobra, hasta el absurdo, para todo el que haga la experiencia de recorrer sus vías, principales y adyacentes, para descubrir con estupor, que la Nacho, como le decimos cariñosamente, es un “fractal negativo”, que copia la situación de la ciudad capital que la aloja.

Este recorrido digno de un camino de herradura, hasta la fecha no lo hizo, ni el atento presidente de Colombia, Iván Duque, formado en el exterior, bajo el generoso cobijo del BID, que paga en parte la riqueza social colombiana, y mucho menos la actual ministra de educación, María Victoria Angulo, salida de las canteras de la administración distrital.

Sin embargo, en el papel, y para la Ley que rige el gobierno antidemocrático de la Universidad Nacional, el presidente es quien encabeza el CSU, la instancia máxima del gobierno universitario, donde el (a) ministr@ del ramo, lo reemplaza casi de manera inveterada.

La saga incumplida de la igualdad social

La educación pública superior era, y pretende seguir siéndolo una de las ventanas para la promoción del principio liberal de la “igualdad de oportunidades”, tantas veces negado en la práctica, que primero exige para su materialización igualdad de condiciones básicas en términos de vida, condiciones que nunca ha ofrecido la maltrecha república nacida en 1819. Para el año 1993, los privilegiados, porque accedían a los pregrados, eran 159.218, que para el año 2016, ascendieron a 611.800.

Entonces, el presupuesto asignado a las universidades públicas era de 1,72 billones, mientras que para el 2016 se incrementó en 2,93 billones, cuando con una operación simple queda claro que la población estudiantil se triplico en 23 años, el presupuesto para la educación superior ni siquiera alcanzó a duplicarse. Un estudiante en 1992, recibía en promedio $10.825.890, mientras que uno que estudiaba en 2016, apenas le correspondía $ 4.785.338.

Tal y como lo recordó en una conversación histórica, Estanislao Zuleta hablándole a la guerrillerada de clase media y popular, al M-19 reunido en las montañas del Cauca, que preparaba con optimismo el frustrado diálogo nacional de aquel entonces, que la democracia requiere condiciones que la Colombia ni tiene ni obtiene.

Este aserto, la gran brecha de la desigualdad social, no sólo persiste, sino que se amplía. Lo recordó con cifras actualizadas el pasado martes, Alicia Puyana, economista formada en Praga, en interlocución directa con Ota Sick, y en Oxford, en las líneas principales, más sustanciosas, del discurso de aceptación de su ingreso como miembro de número de la Academia Colombiana de Economistas.

Esta realidad se reafirmó en la respuesta que le dio la otra académica, Consuelo Ahumada, para corroborar su decir, a la vez que resaltaba el tremendo drama de las minorías étnicas, que, en número superior a dos millones, prueban que la igualdad social es un “trágico sueño guajiro”.

Es lo que se establece 27 años después de que se inauguró el nuevo orden con optimismo circunspecto de los subalternos, de los trabajadores, de los pobres, de los excluidos, de la insurgencia subalterna. Era el promisorio debut de la nueva estructura constitucional sancionada en 1991, cuya arquitectura normativa definía al orden político de Colombia como un estado social de derecho, con una explícita participación ciudadana, y la protección efectiva de los derechos humanos fundamentales, que han hecho célebres millones de veces el socorrido derecho de amparo, la célebre tutela que por estos días quería suprimirse de un plumazo.

A la muerte de la Constitución de 1886, longeva hasta más no poder, en beneficio de los privilegios decimonónicos del bipartidismo forjado al calor de heroísmo y cálculo de los “patricios” que hicieron la guerra de independencia, al frente de sus peones, el ponente de la Ley 30 era el senador Ricardo Mosquera Mesa, probado antes como rector de la Nacional al final de la segunda mitad de la década del 80.

Ahora, en la crisis más severa en la existencia de la Universidad Nacional, de modo paradójico, le toca liderar su salvación en articulo mortis a una rectora, Dolly Montoya, esposa del rector citado, quien fuera activista estudiantil en el año 1971, como ella misma lo ha recordado, cuando enfrentaba la imposición del modelo Atcon, de reforma universitaria, y la financiación injerencista de los Estados Unidos.

Tal reforma, como la reforma agraria eran parte de la prueba dizque de la Alianza para el Progreso, apuntalada a comienzos de los años 60, por la visita de la pareja destruida por los tristes augurios del reino de Camelot. Aquella vez el anfitrión fue Alberto Lleras Camargo, primer secretario de la OEA, el denominado ministerio de colonias del hegemón estadounidense.

La reforma de la Nacho era prenda de garantía para espantar el fantasma del comunismo, cuya tormenta ya había barrido a la vecina Isla de Cuba, donde pronto se estableció la educación pública gratuita, y se alfabetizó a millones de analfabetos, a pocas millas, con brigadas de voluntarios movilizados de la ciudad al campo.

De la consulta anticorrupción a la defensa de la universidad pública

Cuando el nuevo orden de la participación, cuando la democracia, cuando la paz están detenidos, cuando no corrompido el orden constitucional de 1991, por el repetido incumplimiento de la promesa de promover de manera inmediata que la igualdad sea real y efectiva, y en cambio hacer la guerra de exterminio interno de insurgentes y disidentes, el conjunto de los colombianos, y de modo particular, las minorías, cada vez más excluidas, explotadas y oprimidas, se toman las calles a través del estudiantado universitario, y los demás grupos subalternos.

Unos y otros desfilaron, como multitud abigarrada, sin desmanes el pasado miércoles, en las grandes capitales, Bogotá y Medellín, y en las otras superando de acuerdo a cálculos conservadores el medio millón de personas. Todos reclaman el futuro en términos de presente a cumplirse, sin tretas ni engaños.

Así, los jóvenes de Colombia han tomado, cuando no arrebatado simbólicamente, cuando más lo necesita, la batuta de la mano de los mayores, expectantes ante el triunfo electoral de la reacción, la derecha y los tibios en sordina, pegados como lapa a las vetustas fórmulas bipartidistas ampliadas, que, en la sesión de la cámara, con los rectores a borde, apenas tuvo en el coro de representantes a 8 de ellos.

Estas minorías del país político siguen saboteando el tránsito de toda la nación envilecida y desplazada, por millones, de la guerra civil interna, regionalizada a la paz incluyente con las reformas exigidas. Prueba fehaciente de ello fue la actitud del presidente del senado, Macías, del CD, cabeza del bloque reaccionario, hoy dominante, quien descalificó la intervención de la estudiante Jennifer Pedraza, representante al CSU de la Universidad Nacional, para sabotear y cortar su intervención, durante el mismo día en que algo más de 50.000 personas llenaban las principales vías, y copaban la plaza de Bolívar.

El actual presidente y sus coequiperos, de manera descarada, vienen aplazando el avance real de los acuerdos propios de una paz incluyente, porque la paz de Santos, con todo, quedó encerrada en los postulados neoliberales, que le señalaron una suerte de muerte prematura a éstos, y a la educación pública superior, desangrando sus presupuestos; aplicándole el préstamo gota a gota.

En la comisión del presupuesto actual, la senadora Aída Abella se enteró que los anunciados $500.000 millones para la educación superior no serían ejecutados, entregados para la vigencia presente de 2018, donde las universidades públicas están estranguladas, empezando por la Universidad Nacional. El plan era que esto ocurriera para el año 2019, y con una orla de exigencias múltiples para su desembolso.

La denuncia pública de la senadora electa por la lista de la decencia, sobreviviente de la masacre de la UP, y sobre todo, la multitudinaria presencia estudiantil en las calles, hicieron que al día siguiente el gobierno de Duque/Uribe cambiara los planes y anunciara que dicha partida, sin afectar el presupuesto tendrá ejecución inmediata.

Hoy, más que nunca con el estudiantado movilizado quedó más que claro, que los acuerdos de paz de La Habana, en sus más de 400 páginas guardaron silencio sobre la suerte del SUE, y la educación pública estatal, porque en ellos no tuvo la comunidad universitaria una vocería real, una representación en las negociaciones.

Todo lo cual prueba que la disputa hegemónica de los subalternos, sociales e insurgentes, adolecía para entonces de una propuesta que encare el agujero negro de la reforma intelectual y moral, de la que es pieza maestra la reforma educativa integra, herencia abandonada, por una modernidad contrahecha como la de Colombia, “conducida” casi sin excepción por una intelectualidad cosmopolita, separada de los grupos y clases subalternas, con notables excepciones.

Saldando una deuda histórica

Tal divorcio histórico, entre intelectuales y pueblo que Jorge E. Gaitán, advirtió para los tiempos de la generación de los nuevos, se mantiene. A él han respondido los herederos del grito de Córdoba de 1918, cuando organizaron el paro nacional universitario del año 1971, que acordó un Plan Mínimo.

Era la respuesta a la reforma Patiño, que no pocos alaban, porque aclimató en últimas la universidad de entonces a los imperativos de la modernización capitalista, como antídoto al socialismo triunfante en la Cuba de entonces.

De nuevo, en 2011, el estudiantado en lucha recogió y amplió con lucidez las banderas de 1971, pero sucumbió ante un Congreso reaccionario, que impidió la prosperidad de una reforma progresiva de la Ley 30 de 1992, a la cual respondieron en el clímax del movimiento con un proyecto que quedó sepultado en los cajones del Congreso entonces controlado por el bloque en el poder del reformista neoliberal, Juan Manuel Santos.

Esta contra-reforma siguió, sin embargo, avanzando, a través de la asfixia al presupuesto de las universidades públicas, drenándolas con el “invento” del programa “ser pilo paga”, que utilizó a los pobres inteligentes y aprovechados, en número superior a 40.000, para subsidiar groseramente a la universidad privada de elite.

Ahora, siete años después, con renovadas banderas, y dos organizaciones estudiantiles nacionales, animadas por dos proyectos políticos de signo diverso, la responsabilidad con la reforma y la salvación de la universidad colombiana, experimentan su prueba de fuego en público y en privado.

En la plaza pública, ante una imponente movilización, se dieron dos indicios contraproducentes, el intento de impedir la intervención de Jennifer Pedraza, militante del proyecto organizativo de la OCE, del que es animador político el PDA/MOIR. Ella hablaba en nombre del estudiantado como representante electa ante el CSU, de la U. Nacional.

El segundo fue la censura, a posteriori, de la participación de Gustavo Petro, el candidato presidencial de la oposición, senador comprometido con la causa de la educación pública; a la que se sumó la imposibilidad que interviniera la senadora Angélica Lozano, de la Alianza Verde, que apenas le fue permitido subir a la tarima.

Después de la movilización del 10 de octubre, las 32 universidades están deliberando, y más de 10 han decretado como resultado, un paro hasta el 21 de octubre, al ser notificados de los $500.000 millones que entregará el gobierno nacional para paliar la crisis, cuando el funcionamiento de las universidades públicas requiere $ 4,5 billones para el año 2019.

Todas las universidades en paro, o en asamblea permanente han convocado a una mega manifestación nacional para el 17 de octubre. Las direcciones del movimiento estudiantil, y en particular, dos, la UNES, y la ACRES, tienen que rescatar la pluralidad, y corregir los errores del inmediato pasado, ahora cuando han vuelto a la calle con cientos de miles de estudiantes, profesores y padres de familia. Ellos que encarnan, la parte de los sin parte, tienen que convocar con el ejemplo, sin exclusiones.

Para mostrar la madurez del conjunto del movimiento estudiantil, y el empuje de la democracia subalterna. Y convencer a la gran mayoría de la nación que los respalda como respuesta a su efectiva pedagogía ciudadana, azotada como está, por demás, por las afujías producto la crisis del modelo minero energético y agro-exportador impuesto por la vulgata neoliberal.

El curso de este y los siguientes días nos probarán a todos si la intelectualidad joven corrige con audacia e ingenio propositivo el mundo de los mayores, y que está preparada para hacer las reformas urgentes, así como para convocar, si la negativa gubernamental se empecina en quemarle billones a la guerra, en vez de invertirlos en desmontar la desigualdad social, a una Constituyente Educativa.

Ella será el portal de entrada a la Constituyente Social que le de concreción a los acuerdos de paz, que la reacción y la derecha quieren “festinarse” impunemente, como si la nación colombiana aguantara otra guerra. Mientras hacen sonar en contravía de la paz los tambores a somatén.

Fuente del Artículo:

La educación pública universitaria en estado de coma

ove/mahv

Comparte este contenido:

Colombia: Cuatro profesores realizan huelga de hambre por crisis en las universidades públicas

Redacción: RCN Radio

En cuatro ciudades principales del paíse está llevando a cabo la huelga de hambre de algunos profesores universitarios, quienes decidieron expresar su rechazo a la falta de recursos en las instituciones públicas desde hace varios años.

La petición principal es que el Gobierno cree una mesa de trabajo para decidir la forma en la que el Estado se pueda poner al día con los recursos que necesitan las instituciones que son casi 19 billones de pesos.

Así mismo, consideran que en esa iniciativa deben existir representantes de los estudiantes, rectores, profesores y funcionarios de las 32 universidades públicas que tiene el país.

Nada han dicho tampoco sobre las urgencias y el clamor de apoyo por parte de algunas universidades para lograr la culminación del año. Por el contrario, todo parece indicar que volverá a insistirse en programas como Ser Pilo Paga endeudando ahora a los estudiantes y sus familias”, afirmaron los cuatro docentes por medio de un comunicado.

El texto añade que también se insistirá: «en el financiamiento a la demanda sin beneficio presupuestal con destino a la base de las IES públicas y se vuelve a persistir en políticas que se implementan para consumir el presupuesto ya escaso de la educación pública en favor de lo privado.

Más en: Tres universidades de Medellín también en paro indefinido

En Bogotá el profesor Atehortúa, de 62 años de edad, inició el ayuno indefinido y aunque sufre de hipertensión asegura “que es un acto de amor lo que estoy haciendo para los estudiantes y la educación de todo el país”.

Por tanto, hasta que no se cree la mesa de trabajo no suspenderán el ayuno al que se podrían unir con los días nuevos docentes.

“A diferencia de la escucha palpable en el Congreso, el Gobierno Nacional no entrega respuesta alguna a las peticiones presentadas por estudiantes y profesor”, indicaron.

Por el momento, el agua será la única fuente de alimentación e hidratación para los profesores que están en cada institución con una carpa y un sofá.

Fuente: https://www.rcnradio.com/estilo-de-vida/educacion/cuatro-profesores-realizan-huelga-de-hambre-por-crisis-en-las-universidad

 

Comparte este contenido:
Page 123 of 265
1 121 122 123 124 125 265