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Reino Unido enseña a niños de 6 años a tocar sus partes privadas en lecciones de educación sexual

Más de 240 escuelas primarias británicas han introducido por adelantado estas clases como parte del programa de educación ‘Todo sobre mí’.

Numerosos padres del condado de Warwickshire (Inglaterra, Reino Unido) están indignados debido a que más de 240 escuelas primarias introdujeron lecciones para que niños de 6 a 10 años se «toquen» o «estimulen» como parte de un programa de educación sexual.

Varios responsables de esos menores enfatizan que no deberían estar expuestos a temas de adultos como la masturbación y algunos sacaron a sus hijos del colegio al empezar la lección.

Algunos usuarios de Twitter se preguntaron: «¿Es esto cierto? Esto es vergonzoso y como padre, protestaré en contra. Absolutamente asqueroso«.

Un manual oficial de enseñanza que difundió el diario The Daily Mail el pasado 22 de septiembre instruye cómo enseñar a los niños «las reglas de la autoestimulación» como parte del nuevo programa ‘All About Me’ (‘Todo sobre mí’, en español).

Esta región británica se ha adelantado a la hora de enseñar estos contenidos, que se impartirán en todo Reino Unido el próximo septiembre y los padres no podrán retirar a sus hijos de esas clases.

En la sección ‘Tocándome a mí mismo’ se aconseja a los maestros que indiquen a los colegiales que «a muchas personas les gusta hacerse cosquillas o acariciarse porque podría ser agradable» y esas maniobras incluirían palpar sus «partes privadas».

Imagen ilustrativa

A los niños se les enseña que se trata de algo «muy normal» a pesar de que «algunas personas» puedan decir que es algo «sucio», pero se les advierte que no se pueden tocar en público, sino cuando están «solos en el baño, la ducha o en la cama«.

Muchos políticos y líderes religiosos estiman que estas lecciones no son adecuadas. El diputado conservador David Davies, «como muchos otros padres», insistió en que estaría «furioso» por el hecho de que estas enseñanzas «sexualicen a niños de muy corta edad».

El consultor educativo Jonny Hunt, uno de los autores del programa, detalló que también se mencionan estos contenidos en los primeros años para ofrecer «información sobre tocamientos seguros y apropiados» y subrayó: «No importa lo incómodo que resulte a los adultos, los niños de todas las edades se autoestimularán de vez en cuando».

Fuente de la Información: https://actualidad.rt.com/actualidad/327975-educacion-sexual-reino-unido-autoestimulacion-ninos

 

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Francia: Paloma Mora crea primera serie de animación sobre educación sexual

Europa/Francia/19 Septiembre 2019/La Vanguardia

La primera serie infantil de animación en el mundo que aborda la sexualidad de manera educativa, «Sex symbols», presentada en el foro Cartoon Forum de Toulouse, ha sido creada por la valenciana Paloma Mora y quiere ayudar a los niños que empiezan a interesarse por el sexo y no encuentran respuestas adaptadas a su edad.

El punto de partida del proyecto, todavía inacabado, fue la falta de contenido adecuado para los niños de 9 a 14 años, el mismo público al que este se dirige, ya que «no existe ninguna serie que trate el tema con un enfoque didáctico», cuenta a Efe Paloma Mora.

«Vimos que, a partir de los 9 años, empiezan a investigar sobre sexualidad y en internet solo encuentran pornografía», añade.

Según Mora, esto provoca una confusión en la mente de los preadolescentes que lleva a identificar la sexualidad con el modelo de sumisión de la mujer frente al hombre perpetuado por la industria pornográfica.

Los guionistas contactaron con médicos especialistas en educación sexual y planificación familiar para documentarse sobre las relaciones que tienen los jóvenes hoy en día y los problemas a los que se enfrentan.

Los métodos contraceptivos, las erecciones o los cambios de un cuerpo de niño a uno de adulto centran algunas de sus dudas más frecuentes y protagonizan por separado cada capítulo donde son los propios órganos los encargados de explicárselas.

La serie buscaba dar voz a una figura distinta a la paterna. Y, además de informar, quiere entretener: «Cuenta historias en forma de comedia y de manera natural, que es el lenguaje perfecto para llegar a los jóvenes», explica Mora, valenciana de 49 años.

El capítulo piloto tiene como protagonistas a los ovarios, que explican el fenómeno de la menstruación de forma didáctica y en clave de humor.

Además de los órganos, «Sex symbols» tiene cuatro protagonistas fijos que exploran los diferentes temas a través de sus vivencias personales, cada uno con un carácter y unos atributos físicos distintivos que permitan a los niños verse reflejados.

El perfil de niño sabelotodo, el introvertido o la intelectual protagonizarán cada capítulo, de unos 7 minutos de duración.

«Tratándose de un tema como éste, que todavía resulta tabú para las televisiones, era necesario un capítulo piloto para mostrar el estilo, los personajes, pero también para que deje de tratarse como un asunto delicado», añadió Mora.

El proyecto, producido por TV On Producciones, costará 1,8 millones de euros (1,98 millones de dólares) y ya dispone de la mitad de la financiación, toda española.

El objetivo de Mora es finalizar la serie a lo largo de 2020 y su presentación en el Cartoon Forum tuvo como objetivo intentar conseguir el presupuesto restante.

Ese encuentro, inaugurado este martes, es el más importante de la animación para televisión en Europa y celebra hasta el jueves su 30 aniversario.

Encabeza el foro Francia, que presenta 25 producciones, mientras que España, uno de los países con mayor representación, propone cinco series.

El 2D sigue liderando las producciones del Cartoon Forum, pero en cuanto a formato, el «transmedia», mediante el que la historia se despliega a través de distintas plataformas, sigue ganando terreno, y varios de los proyectos presentados se podrán ver además de en televisión, en teléfonos móviles, tabletas o videojuegos.

Las series seleccionadas para el evento, un total de 85, suman más 500 horas de emisión y van dirigidas en su mayoría a niños de 6 a 11 años, mientras que las de animación para adultos rondan el 10 %.

Esta edición acoge a unos 1.000 profesionales del sector, entre productores, inversores y canales de televisión de 24 países diferentes, que se dan cita en Toulouse para promover la colaboración y la coproducción.

Fuente: https://www.lavanguardia.com/vida/20190918/47461220977/valenciana-paloma-mora-crea-primera-serie-de-animacion-sobre-educacion-sexual.html

Imagen tomada: http://mm.servidornoticias.com/photos/t_600_315/0e2/15779141w.jpg

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Estos son los riesgos de no querer asumir la educación sexual de nuestros hijos

Por: Olga Carmona

Si no lo haces, aprenderá de Internet o del listillo de su grupo de amigos, ¿te atreves?

¿Sabe usted lo que es el gagging y el “porno de venganza”? En un par de líneas se lo voy a resumir: nuevas formas de maltratar a las mujeres a través, en este caso, de una sexualidad distorsionada y profundamente machista.

El gagging consiste básicamente en llegar a generar arcadas y casi el vómito a una mujer mediante una felación, y ese estado físico tan desagradable previo a vomitar produce placer en quien lo está provocando. El porno de venganza, ni es porno, ni es venganza. Es castigo a las mujeres por salirse del rol pasivo que la sociedad nos ha otorgado y ser sexualmente activas. Consiste en difundir fotos y vídeos íntimos a fin de humillar, atentar contra su dignidad e incluso como últimamente hemos visto, contra su vida.

Mónica Alario Gavilán, investigadora de la Universidad Juan Carlos (URJC). indica que la media de edad en la que se consume por primera vez pornografía a través de internet es de 11 años, un acceso a la sexualidad por lo tanto desposeído de cualquier afectividad y donde se cosifica a la mujer.  La pornografía, hecha mayoritariamente por hombres y para hombres, es el machismo sin filtros, donde todo vale puesto que es el lugar más allá del límite, donde es posible hacer realidad las fantasías más misóginas y ejercer el dominio absoluto sobre el otro, en cuerpo y alma.

La sociedad lo consume y lo interioriza como “normal” y por supuesto, después lo demanda, como si esa fuera la realidad, como si las mujeres deseásemos ser violadas, humilladas, abusadas, usadas, simulando la actitud que replica a la de una muñeca. Se nos ha otorgado la voz, pero pasiva. Ellos ostentan la activa. En el sexo… también. Cito solamente algunos de los síntomas de una sociedad que ha normalizado el maltrato y el machismo también o sobre todo en la esfera de la sexualidad, porque como decía Gail Dines, “en el porno, el hombre hace el odio a la mujer”.

Nuestros hijos e hijas tienen acceso a la red, a través de los móviles, tablets, etc., son consumidores de YouTube, siguen a los “influencers”. Y no importa si tú has logrado tenerlos a una presunta distancia de seguridad de todo esto, sus colegas se lo van a contar o a mostrar. No podemos caer en la ingenuidad de pensar que podemos salvarles de todo y de todos.

La industria del porno mueve ingentes cantidades de dinero y no está dispuesta a quedarse sin clientes. Por ejemplo, una agencia de seguridad llamada Check Point ha descubierto que en 60 aplicaciones de Google Play aparecen anuncios de contenido pornográfico.

Algunos investigadores ya le han puesto nombre a este fenómeno de proporciones generacionales: La Triple A Engine: Accesibilidad – Asequibilidad- Anonimato.

No queda más alternativa que educar, educar mientras se pueda, mientras nos escuchen y seamos referentes confiables para ellos. Crear vínculos sólidos, de confianza y respeto mutuo, que funcionen como amplificadores de nuestra influencia educativa y les sirvan de escudo protector.

Educamos en tiempos difíciles, donde no tenemos referentes a los que acudir, ni estudios longitudinales que arrojen algo de luz sobre las nuevas demandas que la sociedad actual nos plantea. Nuestros hijos e hijas viven en un mundo digitalizado, veloz y sin filtros. Por ello, es más urgente, más imprescindible que nunca educar en una sexualidad libre, sana y realista, desprovista de los dicotómicos roles de siempre “macho-puta”, del maltrato y humillación que propone el porno, pero también realista, genuina, que de una vez y para siempre elimine la idea de sexo idílico y perfecto, principesco y virginal donde todo fluye sin problemas arrullado por música de violines.

Hay que hablar a nuestros hijos de que la sexualidad no es genitalidad, es afecto, es confianza, es comunicación y es respeto para el otro y para uno mismo.

Decirles que tampoco es un “regalo” que ellas tienen reservado al mejor postor, ni un mérito o trofeo para ellos que también son presa de una masculinidad torpe, competitiva y machista que les condiciona a no salirse del patrón sin el riesgo de ser “sospechosos de poca hombría”.

Tenemos una responsabilidad ineludible para con nuestros hijos e hijas. Pero, para poder transmitir una visión de la sexualidad sana y equilibrada para con ambos géneros, primero tendremos que revisar cuántas de esas creencias tóxicas nos corren por las venas, porque fuimos educados como si fueran verdades incuestionables. No se trata de lo que les dices, sino de lo que realmente crees porque eso es lo que vas a transmitir en todo momento y sin darte, muchas veces, ni cuenta: con comentarios aparentemente inocuos, con juicios de valor acerca de otros u otras y su forma de vivir la sexualidad, con pequeñas ironías o chistes… :

El papá que se siente orgulloso de que su hijo sea un machito…pero le preocupa que su “princesa” se acueste con más de uno o dos…

La mamá que “sacraliza” el sexo y transmite a la hija que “no se lo dé” a nadie que “no lo merezca”.

El silencio incómodo que se produce cuando alguno de nuestros hijos hace preguntas explícitas, demandando información de la que cree la fuente más fidedigna.

Los comentarios machistas sobre la ropa, el maquillaje, la hora de llegada, el número de amigos, o el “no, si a mí no me importa, pero qué van a pensar de ti”.

El “debes hacerte respetar” como si el respeto estuviera localizado entre las piernas.

Y desde luego puedes y debes decirle a tu hija y también a tu hijo:

Puedes y debes elegir cómo, cuándo, dónde, con quién y de qué manera. Puedes tomar la iniciativa.

Puedes negarte.

Puedes cambiar de opinión en cualquier momento.

Eres dueño de tu sexualidad, no de la de los demás. Ese es el lugar donde se ubica el respeto.

Resulta curioso comprobar lo obsesivos que podemos llegar a ser los padres a la hora de educar en aspectos como los modales, la higiene, la comida, las calificaciones académicas… dando todo tipo de explicaciones una y otra vez, mientras que por este tema, muchos pasan de puntillas o a lo sumo les hablan del sexo en términos “reproductivos”, aludiendo a la parte de utilidad biológica y esquilmándole al placer su función, por vergüenza.

Si tú no asumes la educación sexual de tus hijos, te los educará internet o el amigo listillo del grupo.

No se trata de censura moral, sino de salud mental y desarrollo sexo-afectivo, porque desligar la afectividad del sexo es tan contraproducente como encerrarlo en la caja de lo que “no se habla” de lo que “no existe”, desvirtuarlo hacia alguno de sus enfermizos extremos, o dejar que te lo eduque una sociedad enferma dispuesta a mercantilizarlo todo, que necesita nuevos “clientes” para poder seguir vendiendo su basura y muy interesada en seguir perpetuando la lacra del machismo, la violencia y la dominación de unos por otros.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/03/mamas_papas/1559559053_821599.html

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Toda educación es política

Por: Carolina Dome.

 

Toda práctica educativa toma decisiones sobre los procesos de desarrollo infantil. La escuela dirige y genera procesos psicológicos que se confunden muchas veces con el desarrollo espontáneo, con lo esperable en ciertos momentos de la niñez y de la adolescencia. Las teorías psicoeducativas de raigambre socio-histórico-cultural pusieron foco en el dominio crecientemente abstracto o descontextualizado de los conocimientos que produce la escuela, construyendo nuevas formas de desarrollo. Pero también la educación impacta en las vivencias estudiantiles, donde lo afectivo e intelectual funcionan en unidad; a través de la interiorización de actividades intersubjetivas mediadas por complejos sistemas de signos, bajo determinadas a-simetrías con el mundo adulto. Tal fue el planteo de Vygotsky al postular a la vivencia como nueva unidad de análisis psicológica.

Esta idea invita a superar la dicotomía razón-emoción, extendida en el proyecto escolar moderno y a reconocer que lo educativo produce subjetividad, moldeando las prácticas humanas. Estrictamente, siguiendo las ideas de Silvia Bleichmar, la producción de subjetividad es un concepto sociológico: hace al modo en que las sociedades determinan las formas con las cuales se constituyen sujetos plausibles de integrarse a sistemas que le otorgan un lugar. Por ejemplo, ideales como la humanización y la homogeneización constituyeron los ejes de la educación moderna que buscó producir un sujeto histórico determinado: el ciudadano. Ideales que hoy enfrentan contradicciones, crisis y fracasos, bajo condiciones de restricción de los estatutos de ciudadanía.

Aun así, la escuela es un lugar de filiación histórica y es el primer lugar para una filiación que no es la familiar. Según Silvia Bleichmar, es un organizador simbólico, donde se redefine la relación del sujeto con la sociedad y se crean articuladores que producen nuevas formas de simbolización, diferentes a las producidas en las familias de origen. Y ese es el acierto de plantear una Educación Sexual Integral desde una perspectiva de derechos: la sexualidad deja de ser algo que se tramita exclusivamente en el seno de la familia (donde suele ser un tabú) y puede inscribirse en una red más amplia de simbolizaciones, para que lo sublimado a través del saber y del pensamiento genere condiciones para el desarrollo de prácticas de cuidado y promoción de derechos.

Contra eso atentó la campaña antiderechos “con mis hijos no te metas”: contra el lugar de la escuela como ordenador simbólico intersubjetivo, garante de una distribución más democrática del poder-saber acerca de la sexualidad. Su ataque denuncia a la “ideología de género” por predisponer a los sujetos a la homosexualidad, a la sexualización infantil y cuando no, al libertinaje. El sujeto histórico que produce su discurso es más bien un objeto, una propiedad de sus padres.

Pero ese no es único obstáculo para al desarrollo de la ESI: existe una postura más sutil y más extendida que la religiosa, impregnada en la tradición positivista que fundó al Estado y a la escuela argentina. La misma se traduce en la reclusión de la ESI en el terreno de la biología (única materia donde se la suele incluir), con sus contenidos reducidos a “la reproducción humana” y sus objetivos estrechados a metas higienistas, estrictamente preventivas. Su sujeto histórico es el sujeto disciplinado y se sustenta en una concepción biopolítica de la escuela.

Ambas posturas ocultan el rol escolar en la producción de subjetividad. Porque lo escolar, explícita o implícitamente, participa en la producción de las subjetividades sexuadas y en la construcción de las relaciones de género, a través de disposiciones que son apropiadas de forma singular-vivencial por les estudiantes.

Al respecto, vale la distinción señalada por Silvia Bleichmar: la producción de subjetividad es diferente a la constitución del psiquismo. Esa última tiene sus leyes propias, independientes de los enunciados sociales respecto del yo. En otras palabras, el aparato psíquico implica ciertas reglas que exceden la producción de subjetividad, por ejemplo, la represión; que hace al modo en que se constituye el sujeto psíquico. –Luego resta la pregunta por la articulación entre ambas nociones, por el modo en que la escuela interviene o no en los modos de reacomodación del psiquismo, y la inversa, de qué manera las premisas de la constitución psíquica producen la posibilidad de subjetivación–.

Pero lo central es advertir esa distinción fundamental. Porque es que la constitución del sujeto psíquico, y no lo que produce la escuela, la que creará y alojará las marcas de la identidad de género y de la orientación sexual. La ESI no producirá un tipo particular de individuos sexuados, sino que les otorgará un lugar. Y en lo que sí puede participar es en la producción de un nuevo sujeto histórico, a construir. Y para dicha construcción es nuevamente útil la idea de Bleichmar, de pensar la estructuración del sujeto ético, distinto al sujeto disciplinado del proyecto escolar positivista. La escuela participa en esa estructuración a través de la construcción de legalidades que se diferencian de “poner límites”, de acentuar lo preventivo, de advertir peligrosidad en las conductas estudiantiles. Legalidades que, a diferencia, habilitan la participación, la inclusión y la simbolización, regulándolas. Construcción de nuevas legalidades acerca de las relaciones con otras personas, que son habilitantes de una ética de reconocimiento del semejante. Sin una ética de reconocimiento, no hay posibilidad de pensar al semejante como sujeto. Y sin pensar al semejante como sujeto, no hay posibilidad de propiciar las conductas de cuidado.

Toda educación es sexual

Así se tituló un libro de Graciela Morgade (1999) y la frase continúa vigente. Porque por acción u omisión, la escuela siempre dice algo sobre la sexualidad humana. Desde una mirada relacional, la perspectiva de género en la escuela va mucho más allá de los contenidos acerca de la sexualidad (lineamientos ESI), e implica una revisión que va desde el diseño de materiales de trabajo y programas sexistas hasta el desarrollo de políticas de igualdad de trato y oportunidades, en pos de eliminar las representaciones, imágenes y discursos que reafirman los estereotipos de género. A través de los libros de texto, de las prácticas establecidas, de las formas de relación, etc. se perpetúan formas de vivir y de actuar como mujeres y como varones según lo establecido culturalmente. La reproducción de estereotipos de género a través de actividades diferenciadas no sólo segrega en forma binaria a los grupos (sexismo), sino que distribuye recompensas desiguales que inferiorizan a las mujeres (machismo), a la par que invisibiliza otras identidades sexo-genéricas. Tal es el caso de una de mis pacientes cuyo género está indefinido y todos los días, al llegar a su escuela debe decidir en que fila debe formarse, si en la de niñas o en la de niños, porque se sigue ordenando a les estudiantes según el sexo biológico, en un verdadero acto performativo. La escuela genera así una situación paradojal entre “dejarla elegir” e imponerle opciones que no son tales.

Algunos aspectos se están empezando a cuestionar y existen propuestas psicopedagógicas que buscan cambios. Por ejemplo, se propone realizar clases mixtas de Educación Física en todos los niveles educativos (que aún no existen en muchas escuelas secundarias) y algunos colegios de vanguardia avanzaron en el concepto de co-educación, que ameritaría un artículo propio.

Pero existen efectos aún más profundos. La escuela, en forma contradictoria, silencia, pero a la vez es un espacio de performance de los cuerpos sexuados, tal como afirma Judith Butler y se ve en el caso de mi paciente. La distribución de los cuerpos en el espacio del aula y del patio, las normas de vestimenta y apariencia aceptables y no aceptables, el uso del cuerpo en clase y en los recreos, los permisos y sanciones sobre ciertas emociones, la mirada, el uso de la voz, etc. construyen normas corporales, indefectiblemente atravesadas por las lógicas de sexuación modernas que la escuela históricamente dispuso. Según López Louro (1999), la norma corporal es asumida, apropiada –y no estrictamente “seguida”– por el sujeto que se forma en virtud de haber atravesado ese proceso de asumir un sexo en la hegemonía del imperativo que habilita ciertas identificaciones sexuadas y desalienta otras (López Louro, 1999). Se pone de manifiesto que les estudiantes aprenden a aceptar o a resistir la cultura oficial de la escuela, donde no sólo aprenden conductas y conocimientos, sino un conjunto de actitudes y prácticas que se entraman con la construcción de sus identidades. La performatividad escolar de los géneros forma parte del curriculum oculto, en el sentido propuesto por Jackson (1968); en eso que la escuela crea de forma implícita, a veces sin proponérselo, y se sostiene en la invisibilización-naturalización producida en el discurso, en la percepción y en las acciones de agentes educativos, de dimensiones del proyecto escolar moderno basado en el disciplinamiento y control del desarrollo de los sujetos.

Las perspectivas docentes

En el marco de proyectos de investigación UBACyT con sitio en la Facultad de Psicología de la UBA; dirigidos por la Prof. Mg. Cristina Erausquin, realicé entrevistas y cuestionarios con 40 docentes de escuelas de nivel medio, preguntando por situaciones-problema de desigualdad de género en sus contextos de trabajo. El objetivo fue identificar qué es lo que reconocen como desigualdad de género y abrir hipótesis sobre los niveles de visibilidad y acción ante la problemática. Al respecto, y en forma resumida, fue posible identificar tres posiciones principales:

Una de ellas fue conformada por docentes que afirmaron no haber visto ninguna situación de desigualdad de género en la escuela. Ejemplo: «De todos los colegios en los que me desempeñé, en ninguno observé ni presencié un caso con tales características. Por lo general las desigualdades se observan por los niveles sociales y económicos de los alumnos. Incluso por características fisiológicas. Por género, no”. Sin embargo, un dato sobresaliente es que se trata de docentes cuya antigüedad es mayor a 10 años (algunos acumulan más de 20 años), y es difícil sostener que en todo ese tiempo no haya ocurrido ninguna situación de desigualdad de género en su práctica, lo que abre hipótesis sobre la invisibilidad del problema en el discurso escolar, sobre un no-reconocimiento de situaciones y problemas ya visibilizados en el discurso público, afuera de la escuela.

La segunda postura, conformada por la mayoría, se basa en relatos con situaciones concretas, eventos disruptivos en los que la desigualdad las más de las veces constituye una forma de violencia explícita. Ejemplo: “En una ocasión el reto fue tocarle las tetas a una compañera, pero el desafiado se negó y en otra fue «apoyar» a otra compañera y el desafiado aceptó y la apoyó (-..) El nene dijo que era un desafío igual a cualquier otro. Una de los temas que se trabajo fue la cosificación de las compañeras”. En esos casos, las situaciones son reconocidas y explicitadas, a la par que se enuncian acciones para su superación. Pero no aparecen vinculadas a condiciones estructurales de desventaja y desigualdad de los géneros no masculinos, de carácter continúo y/o permanente en la escena social-educativa, ni sobre el rol performativo de la escuela de dichas condiciones.

En cambio, la tercera postura tiene características destacadas. En algunos casos, se incluye una lectura de carácter estructural y/o sistémico sobre la desigualdad, por ejemplo: “han sido infinidades de situaciones que uno vive respecto a la desigualdad de género. Desde las diferencias de oportunidades por ser mujeres hasta el poco lugar para intervenir desde nuestro rol en instituciones”. También fue señalada la dificultad de las mujeres de construir el denominado “oficio del alumno”: “he podido apreciar la dificultad real de alumnas que tienen hijos y que no finalizan su trayecto formativo por cuanto transitan por configuraciones familiares en las que el cuidado de los niños está asignado únicamente a las mujeres. En algunos casos, además, aportan el relato de sus parejas señalando, explícitamente, que no las acompañarán por cuanto decidieron estudiar”. Y en algunos casos se describen formas de desigualdad de mayor invisibilidad en el discurso público, como por ejemplo los micromachismos: «se suele desvalorizar a las niñas ante la resolución de situaciones lúdicas, en particular, en los juegos de equipos, en los que suelen participar de manera más activas los varones que las mujeres, como por ejemplo, no suelen pasarles la pelota, o bien, ellos son los que intentan convertir un gol o un tanto, sin observar si hay una compañera que esté mejor ubicada para poder concretarlo»…

Las desigualdades de género son un problema de preocupación para la gran mayoría de los docentes, aunque se advierten diferentes profundidades en la visibilidad del problema y su inserción en la dimensión institucional. Las situaciones son detectadas desde una perspectiva sensible, atenta y de reconocimiento de la desigualdad, pero son menos los relatos que contienen una interrogación, revisión y/o cuestionamiento de la matriz performativa de los géneros o bien, de las disposiciones que actúan en el sostenimiento de las desigualdades. La propuesta investigativa y de análisis es avanzar en la re-visiblización de lo invisible, que parece habitar en lo institucional y produce violencia a la libertad y a la diversidad. El análisis implica tener conciencia de que hay tiempo por delante. De que hay futuro.

Carolina Dome es docente e investigadora UBA.

Bibliografía:

Lopes Louro, Guacira (1999). “Pedagogías de la sexualidad”, en O corpo educado. Pedagogías da sexualidade. Belo Horizonte: Autentica.

Morgade, G. (coord.) (1999) Toda educación es sexual. Hacia una educación sexuada justa. Ediciones Crujía. Buenos Aires.

Vigotsky, L (1996). La crisis de los siete años. En Segarte A (comp). Psicología del Desarrollo, selección de lecturas. Tomo I. Editorial Félix Varela. La Habana.

Bleichmar, Silvia: Entre la producción de subjetividad y la constitución del psiquismo. Disponible en: http://www.silviableichmar.com/articulos/articulo8.htm

Fuente del artículo: https://www.pagina12.com.ar/217773-toda-educacion-es-politica

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#YaNoNosCallamosMás

Por: Mariana Iglesias.

 

La conducta de Humberto Cristian Aldana estaba orientada a la selección de especiales víctimas, elegidas a través del interrogatorio sobre la vinculación familiar, la existencia de abusos previos y la inexperiencia sexual propia de la corta edad de sus elegidas, aprovechando del contexto familiar un particular estado de vulnerabilidad». Los fundamentos de la sentencia que condenó al músico a 22 años de prisión por abuso sexual y corrupción de menores se conocieron el martes. Un día después, la Justicia condenó al periodista Lucas Carrasco a 9 años de prisión por abuso sexual de una joven en el marco de una relación consentida. «Sé que no soy la persona más amable del mundo… pude haber destratado a alguien… ser un irrespetuoso… pero no soy un violador», se defendió Carrasco. La Justicia opinó lo contrario. Una idea similar usó Plácido Domingo para defenderse de las denuncias de acoso sexual: «Pensé que todas mis interacciones y relaciones siempre fueron bienvenidas y aceptadas». Esta semana aparecieron más mujeres que aseguran haber sido abusadas por el tenor, son más de 20. Este jueves las Actrices Argentinas acompañaron otra denuncia por acoso sexual. #YaNoNosCallamosMás. Las voces de las mujeres se escuchan cada día más fuerte.

 La educación que incomoda 

El martes 10 el Episcopado presentó un documento contra la IDEOLOGIA DE GENERO Y EL ABORTO. FOTOS MARTIN BONETTO

Tras la condena contra Carrasco, los abogados de Sofía Otero repartieron un comunicado en el que pedían que el fallo fuera «acompañado de la implementación de la ley de Educación Sexual Integral (ESI)». ¿Por qué? Porque en las clases de Educación Sexual también se aprende que el cuerpo no debe ser violado. Justo esta semana el Arzobispado presentó un documento para oponerse a lo que llaman la «ideología de género» que -dicen- «contamina» la educación sexual. Justo estos días se conocieron más testimonios de las víctimas del Próvolo: los chicos sordomudos eran violados por los curas hasta que se desmayaban.

Fuente del artículo: https://www.clarin.com/opinion/-yanonoscallamosmas_0_4cEMmme.html

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España: Agresiones sexuales

Por: El País

El aumento de delitos contra libertad sexual entre menores obliga a reforzar las medidas educativas y de prevención.

Los datos sobre agresiones sexuales que ofrece la Fiscalía General del Estado nos sitúan ante la evidencia de que, pese a los esfuerzos que se hacen en el ámbito educativo y de prevención social, los delitos contra la libertad sexual siguen aumentando. El número de delitos denunciados creció en 2018 un 23,2%, confirmando así la línea ascendente de los últimos años. El informe constata además la emergencia de tendencias muy preocupantes. La principal es el aumento de las agresiones sexuales entre menores. Aunque en números absolutos son cifras relativamente bajas —648 casos— lo relevante es la tendencia, con un incremento del 43% con respecto al año anterior. Es de presumir que, al tratarse de una edad con menos recursos que la adulta, el número de denuncias no refleje fielmente la realidad y el fenómeno sea mayor de lo que esas cifras indican.

Este dato debe relacionarse con otro también inquietante: el aumento de las violaciones en grupo. La progresión de ejemplos excede el efecto contagio que pudiera haber tenido el caso de La Manada, tanto en la comisión de delitos similares como en la mayor sensibilidad social para denunciarlos. Todo indica que se extienden entre algunos jóvenes patrones de conducta sexual violenta, muy alejados de los valores que promueve el sistema educativo. Los expertos señalan el fácil acceso de los menores a la pornografía que se difunde por Internet como la principal causa. Así lo cree también la Fiscalía.

Sendos estudios realizados en las Universidades de Salamanca y de las islas Baleares muestran el alto grado de exposición de los niños y adolescentes a la pornografía, hasta el punto de que para muchos es la primera imagen que se hacen de las relaciones sexuales. Según estos estudios, el 63% de los chicos y el 30% de las chicas presenciaron pornografía online. El promedio de edad a la que los menores llegan a la pornografía es de 14 años, pero uno de cada cuatro la ha consumido antes de los 13.

Se trata además de un nuevo tipo de pornografía, de formas cada vez más violentas, basada en prácticas de dominación que incluyen relaciones con pequeños y la violación. Este tipo de contenidos, que a veces tienen una difusión viral, familiariza a los niños con prácticas de riesgo y presenta como normales conductas basadas en la agresividad, la satisfacción inmediata de los deseos y la simplificación de las relaciones interpersonales.

Estos datos plantean la necesidad de reforzar los programas de educación sexual para contrarrestar esta nociva influencia y de emprender medidas de prevención. Debe estudiarse si el uso de cámaras en lugares de ocio y centros educativos puede ayudar a prevenir, pero lo fundamental es que las familias tomen conciencia de estos peligros y ejerzan su responsabilidad en la vigilancia de los contenidos que sus hijos consumen en Internet.

Fuente e imagen: https://elpais.com/elpais/2019/09/10/opinion/1568133796_923535.html

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La educación sexual y afectiva llegará a 300 centros públicos catalanes.

Europa/España/El País

El Departamento de Educación pone en marcha un programa piloto para alumnos de colegios e institutos.

Unos 300 colegios e institutos públicos catalanes estrenarán a partir de octubre un programa piloto sobre educación sexual y afectiva, según informan fuentes de la conselleria de Educación de la Generalitat de Cataluña. El programa se denomina “Coeduca’t” y prevé llegar a todos los centros públicos catalanes en tres años, durante el curso 2021-2022. Este proyecto se implementará desde 3º de Primaria hasta el 4º curso de la Educación Secundaria Obligatoria. El Departamento de educación asegura que los contenidos programados, aún por detallar, se impartirán en tutorías en grupo e individuales. Además, los centros podrán realizar actividades extraescolares que apliquen el enfoque afectivo-sexual, las cuales se adaptarán a las necesidades de cada etapa educativa.

La iniciativa se incorporará a las aulas a través de los equipos directivos y el proyecto educativo de cada centro y contará con una persona referente en las escuelas e institutos encargada de su correcta ejecución. La conselleria asegura que creará un nuevo perfil profesional para dar formación con perspectiva de género. Educación también ha explicado que formará a los docentes para impartir este nuevo programa, y que trabajará con las universidades para que también se incluya en las facultades. La Generalitat ha explicado que el piloto se ejecutará en tres fases hasta llegar al curso 21-22.

La educación sexual no está regulada a nivel estatal. La LOMCE, la ley educativa vigente, no la contempla en ninguno de sus apartados. Isabel Celaá, ministra de Educación en funciones, aseguró durante el invierno pasado que el Gobierno trabajaba para incluirla en el currículo de una futura ley educativa. A nivel autonómico, Cataluña no es la primera comunidad en impartir iniciativas educativas en materia de educación afectivo-sexual. En 2018, la Comunidad Foral de Navarra creó Skolae: un programa dirigido a todas las etapas educativas, Infantil inclusive, que implementa la educación sexual de forma transversal a través de todas las asignaturas escolares. Skolae también se está instaurando a lo largo de tres años, como ocurrirá en el caso catalán.

Fuente e imagen: https://elpais.com/ccaa/2019/09/12/catalunya/1568306474_808728.html

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