Page 172 of 230
1 170 171 172 173 174 230

¿Por qué es tan importante la Teología para las universidades de Rusia?

América del sur/Colombia/19 Agosto 2017/Fuente: Semana

El país, que se ha caracterizado por ser potencia en Ciencia, Tecnología e Investigación, decidió aceptar esta rama del conocimiento como una especialidad científica en sus instituciones de educación superior.

Un hecho polémico tiene a la comunidad académica de Rusia en debate. El primero de junio de este año el sacerdote ortodoxo y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Ortodoxa de San Tijón, Pavel Hondzinsky, presentó en la institución la primera tesis doctoral en esta materia y reabrió la discusión entre Ciencia y Religión.

La comunidad científica, por su parte, en cabeza de Yuri Panchín, doctor en Biología e investigador de la Academia de Ciencias de Rusia apeló la decisión del comité evaluador de Teología ante el Ministerio de Educación y Ciencia argumentando que  el método científico de la Teología consta de un objeto específico, una única fuente, las experiencias personales de la fe y carece de operaciones racionales como las demás ciencias humanas. “La tesis contradice el trabajo de los laboratorios de investigación al llegar a conclusiones obtenidas por la ‘revelación religiosa’ sin ninguna comprobación”, dijo.  

Esta integración no es exclusiva del siglo XXI. Pues esta ciencia existe como disciplina científica en ese país desde el siglo XVIII cuando ingresó la Teología jesuita y se formaron las primeras facultades en Moscú y San Petersburgo, influenciadas por la teología occidental. En el siglo XIX y durante la Unión Soviética (URSS) la religión y los estudios teológicos fueron relegados para no influir en la ideología comunista.

Al caer la URSS, la religión volvió a reconocerse públicamente en el proceso de reconstrucción de identidad nacional rusa. Aunque la Constitución Política de Rusia en su artículo 9 declara que es un Estado laico, la mayoría de la población pertenece a la Iglesia Ortodoxa encabezada por el Patriarca Kirill.

Para Yekaterina S. Elbakyan, experta en Estudios Religiosos y profesora de la Academia de Trabajo y Relaciones Sociales de Moscú “La teología es una esfera separada del conocimiento, no una ciencia. La vinculación confesional de la teología imponen sobre ella ciertas restricciones para que se desarrolle como disciplina científica”.

Rusia tiene en la actualidad 51 institutos superiores de teología que están sometidos a un estricto control religioso y regulados por la Comisión Superior de Titulación. Galina Vdovina, PhD en Filosofía y miembro del Consejo Evaluador de las disertaciones en Teología afirmó en una entrevista concedida al periódico ruso Infox.ru que la Teología debe ser considerada como ciencia al tener un objeto de estudio definido por  unas normas y sistemas concretos que la diferencian del estudio de las religiones, lo que hace posible su ingreso a la academia.

Uno de los representantes de la Iglesia Ortodoxa en Colombia, el arzobispo metropolitano Jairo González Montoya afirma que aunque la reforma es importante, “lo común en Rusia es que solo los religiosos se preparan, forman o se dedican al estudio de la Teología, pero se han dado casos de excepción en donde laicos han sido grandes formadores y estudiosos de la teología, entre ellos Paul Evdokimov”.

El estado de la teología en Colombia
A diferencia de Rusia, en Colombia no ha surgido un debate de grandes proporciones entre Ciencia y Religión. El estudio teológico y de Ciencias Religiosas, de acuerdo con el arzobispo González, no es exclusivo de los religiosos. Muchos laicos se preparan y capacitan continuamente en estas disciplinas para “ejercer la docencia en el área. Otros no adscritos en ejercicio a la docencia, estudian teología para fundamentar un modelo de pensamiento investigativo”.

Por su parte, el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies) reporta 16 universidades que cuentan con programas de pregrado y posgrado con modalidad presencial, a distancia y virtual. Todos estos programas pertenecen a universidades privadas de orientación católica o cristiana (evangélica) entre las que se destacan la Pontificia Universidad Javeriana, la Universidad Santo Tomás y la Universidad Pontificia Bolivariana.

De acuerdo con un informe presentado por el Snies, el total de alumnos admitidos en 2016  en las facultades de Teología era de 991; de ellos, 599 entraban a primer semestre, convirtiéndose en una de las Ciencias Humanas menos estudiadas por los colombianos. Las tres universidades con mayor número de estudiantes son la Corporación Universitaria Adventista (133), la Universidad Católica de Oriente (131) y la Fundación Universitaria Seminario Teológico Internacional (101).

Imagen: https://semperreformandaperu.files.wordpress.com/2016/08/5585b28f888ae_stamg.jpg?w=630

Fuente: http://www.semana.com/educacion/articulo/rusia-teologia-en-las-universidades/536424

Comparte este contenido:

Israel: Académicos se oponen a la segregación de la educación por sexos

Asia/Israel/19 Agosto 2017/Fuente: Sputniknews

Destacados académicos israelíes se oponen a que el Consejo para la Educación Superior se pronuncie a favor de una segregación de los estudiantes según el sexo, así como a la segregación de los profesores según el sexo de sus alumnos.

La denuncia se produce después de que el pasado mes de mayo el Consejo para la Educación Superior aprobara la ampliación de la segregación de estudiantes y de profesores según su sexo hasta el año 2022, informa el diario Haaretz.

Esta decisión permite que en algunos centros universitarios los estudiantes acudan a clase en función de su sexo, e incluso se regula el sexo de los profesores para que no se dé el caso de que una profesora enseñe a estudiantes judíos ultraortodoxos varones, en contra de las leyes religiosas de la modestia.

Según el abogado Hagai Kalai, uno de los firmantes que presentado la petición, en la actualidad hay en Israel una veintena de centros de enseñanza superior que segregan a los estudiantes según el género y todo indica que esta tendencia se ha incrementado paulatinamente en los últimos años.

La mayoría de los profesores afectados por la tendencia son mujeres académicas a las que no se les permite estudiar o enseñar a estudiantes ultraortodoxos varones.

Una mujer en niqab
© AP PHOTO/ CLAUDE PARIS

Según Kalai, cientos de alumnas mujeres son «sacrificadas» cada año debido a esta práctica en los institutos de educación superior de Israel.

La petición señala que mientras se dice que se quiere proceder a la integración de los estudiantes ultraortodoxos varones, «para quienes no es correcto escuchar la voz de una mujer», se está sacrificando a las alumnas y a las profesoras mujeres, y esto se ha convertido en una «posición aceptable» dentro del mundo académico.

La doctora Yofi Tirosh, profesora en la facultad de Derecho de la Universidad de Tel Aviv, advierte que «si esta tendencia no se detiene, en el plazo de diez años veremos que un gran porcentaje de estudiantes en Israel estudian en función de la segregación sexual».

La Universidad de Bersheba, en el sur de Israel, uno de los centros más progresistas del país, se opuso a crear cursos en los que los estudiantes estén separados según su sexo, aunque otros muchos centros se disponen a segregar a los alumnos.

Imagen: http://www.cciu.org.uy/uploads/20141024094057.jpg

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/cultura/201708171071644283-israel-sexismo-universidad/

Comparte este contenido:

Historias Parecidas

Por: Manuel Navarro Weckmann

En un escrito reciente, a propósito de la intención y acciones por parte de la Secretaría de Educación Pública (SEP), mediante el cual se pretende la transformación de las Escuelas Normales en nuestro país, el Consejero Presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), Eduardo Backhoff Escudero, establece, a modo de comparación con las Instituciones de Educación Superior que forman a profesionales de la medicina, una serie de puntos específicos en donde, a su ver, las Escuelas Normales deberían de tomar en consideración para su mejora.

Coincido en algunos de sus comentarios, sobre todo en la falta de claridad por parte de la autoridad Educativa sobre la forma en que se implementarán dichos cambios para asegurar una verdadera transformación acorde a las necesidades tanto de las Instituciones Normalistas, como de las y los futuros docentes de las mismas y de su estudiantado, la necesaria rigurosidad para seleccionar a sus estudiantes, la gran cantidad de horas de práctica que se debe de realizar para poder lograr su formación profesional y por supuesto un examen de competencias que en el caso de las Instituciones Normalistas hace tiempo se vienen verificando.

Me parece que hay aspectos que podemos sumar a lo mencionado, como es el caso de un registro que se debería llevar de los estudiantes para permitir un seguimiento más puntual de desarrollo de sus competencias, la organización de la estructura jerárquica que está conformada exclusivamente por médicos no así en el caso del magisterio que estáimpregnada de otras profesiones y, la posibilidad de un atractivo salario y prestaciones que es en donde existe una diferencia muy importante para con las y los maestros nóveles.

Otro aspecto diferente, tiene que ver con los montos de asignación hacia los presupuestos que, en el caso de las Escuelas Normales, en donde, por poner un ejemplo, se ha asignado un “presupuesto para su fortalecimiento del orden de los dos mil millones de pesos para dos años para las 251 Normales del país, siendo que ese es un monto menor al presupuesto de cualquier Universidad de mediano tamaño y sólo para un año.

Por otra parte, me parece que un aspecto fundamental de comparación entre ambas carreras, tiene que venir desde el punto de vista de que, para el caso de la medicina, en ningún hospital y bajo ninguna circunstancia, se le expediría un título o se le permitiría generar una receta médica o iniciar una operación quirúrgica a alguien que no hubiera pasado por una institución especializada en la formación médica de una Institución de Educación Superior debidamente acreditada para ello, ni tampoco veo a la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, haciendo una convocatoria para que, a través de un examen, “cualquier egresado de una Licenciatura” pueda, con tan sólo presentar un examen, obtener una plaza como médico en el IMSS, en el ISSSTE, en el Seguro Popular o en cualquier instancia de este tipo. No veo al Secretario de Salud “quitando el monopolio” de la formación médica a las Escuelas de Medicina.

Cuando sobradamente el Gobierno Federal ha reiterado que “cualquiera puede ser maestro”, cuando se ha reducido la matrícula de las Escuelas Normales en casi un 70%, cuando se ha lastimado y abaratado la profesión del magisterio, cuando se ha desincentivado a la profesión con prestaciones menores que las que se tienen en la actualidad, poco se puede hablar del fortalecimento del normalismo en un escenario completamente hostil, adverso y de pleno desinterés gubernamental, a escasos meses de que culmine el sexenio.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/historias-parecidas/

Comparte este contenido:

República Dominicana: Cambios y desarrollo de la educación superior

República Dominicana / www.hoy.com.do / 16 de Agosto 2017

Por: Jesús de la Rosa

Así como de repente despertamos ante la realidad de un nuevo siglo y de un nuevo milenio caracterizado por los profundos cambios que se vienen dando en el escenario internacional y la aparición de un extraño fenómeno, el de la globalización, entendido éste como todo un proceso multidimensional que abarca, además de lo económico, aspectos vinculados a las finanzas, la ciencia, la tecnología, las comunicaciones, la educación, la cultura y la política, entre otros quehaceres, tal y como lo expresa el escritor nicaragüense Carlos Tünnermann, la globalización “es el resultado de la creciente interacción e interdependencia que se generan entre las distintas unidades constitutivas del llamado sistema global”.
El proceso de globalización al cual nos referimos en el párrafo anterior modificó el paradigma de las relaciones internacionales que había estado vigente entre países y naciones hasta finales del pasado siglo 20 y que confería a algunos de ellos el carácter de actores principales. En dicho proceso, las empresas transnacionales desempeñan roles protagónicos; los avances tecnológicos modifiquen la naturaleza de la actividad productiva; y los procesos en materia de tecnología y de comunicaciones configuran “la aldea planetaria” de la que tanto se habla. En la actualidad, existe toda una tendencia hacia la desmaterialización del proceso productivo, es decir, hacia la menor utilización de materia prima y la mayor incorporación de intangibles. Tal y como lo ha expuesto Carlos Tünnermann en la página 88 y siguientes de su libro La Educación Superior en el Umbral del siglo XXI “en la actualidad, se podría producir los mismos bienes que hace diez años con un tercio menos de las materias primas”.
Pero, el proceso de globalización al cual nos referimos no ha estado generando un incremento uniforme de progreso y desarrollo en todas las regiones del mundo. Mas bien, se observa una globalización que reserva y concentra las ventajas del desarrollo y del progreso en un sector relativamente reducido de la población mundial.
En nuestra humilde opinión, sostenemos que ha llegado el momento de que los dirigentes universitarios de las naciones pequeñas vayamos pensando en no depender tanto de las opiniones de los colegas de las grandes potencias a la hora de crear y difundir saberes. También, en la reafirmación de la autonomía como principio irrenunciable para que las instituciones de educación superior cumplan los fines que la sociedad le demanda.
¿Pueden las universidades y demás instituciones de educación superior desempeñar roles destacados en la solución de la problemática social que aquejan a los países en vía de desarrollo?
La UNESCO entiende que sí; en tanto que el Banco Mundial, y otras organizaciones internacionales consideran que no, que las universidades, especialmente las públicas, sólo son parte no solución a la problemática de la sociedad contemporánea. Es decir, la UNESCO las ven como parte de la solución, en tanto que el Banco Mundial y otras organizaciones las ven como parte del problema. Tanto el uno como el otro examinan la situación actual de las instituciones de educación superior, haciendo énfasis sobre su calidad, pertinencia y financiamiento.

Fuente:http://hoy.com.do/cambios-y-desarrollo-de-la-educacion-superior-3/

Comparte este contenido:

Costa Rica: OCDE recomienda que estudiantes de universidades públicas paguen mucho más.

Además, propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.

Centro América/Costa Rica/15.08.2017/Autor y Fuente:http://www.nacion.com

Un aumento «regulado pero sustancial» en las tarifas de las universidades públicas recomendó  la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como parte de las reformas para fortalecer la educación superior en el país.

También propuso que parte del presupuesto de becas se destine a estudiantes de bajos recursos de las universidades privadas.

Población universitaria estatal. (.)

Según  la organización, estos son algunos de los mecanismos que permitirán hacer la educacion superior pública más equitativa.

El informe «Revisión de políticas nacionales de educación en Costa Rica», que evalúa las prácticas del país en este ámbito como parte del proceso para ingresar a ese organismo, explica que el gasto dentro del sistema universitario público «no se asigna de forma equitativa».

El estudio, presentado la semana pasada, parte de que el 54% de los alumnos que están matriculados en las universidades públicas proviene de contextos acomodados, lo que sugiere que tienen capacidad de pago, y que solo un 7,5% forma parte del quintil 1 (el de más bajos ingresos).

Actualmente, por ejemplo, un alumno de la Universidad de Costa Rica (UCR) que no esté becado paga en promedio ¢15.000 por concepto de créditos. El tope de créditos que debe pagar es de 12, aunque lleve más. O sea, por semestre, ese alumno paga alrededor de ¢180.000 por el bloque completo, aunque eso varía según la carrera y el nivel.

Cabe destacar que el 56% (21.412) de los 38.000 alumnos de la UCR tenían, en el 2016, un tipo de beca socioeconómica, lo cual les reduce o exonera del pago de los créditos.

Ese porcentaje no incluye a los universitarios que reciben becas por «actividades universitarias» o por excelencia académica, a los que también se les exonera del pago de créditos, independientemente del nivel socioeconómico.

«La mayoría de los alumnos que se benefician de las universidades públicas son de contextos acomodados. Los estudiantes que pueden pagar educación secundaria privada tienen el doble de probabilidades de ingresar a las universidades públicas comparados con aquellos que asisten a la pública. Por el contrario, los estudiantes de universidades privadas casi no tiene acceso a becas, a pesar de hacer frente a montos mucho más elevados y muchos de ellos provienen de familias de bajos ingresos», explica el informe de la OCDE.

Según la OCDE, esas barreras financieras explican por qué la matrícula  de los alumnos de más bajos ingresos es tan baja en la educación superior pública.

«Se debe ofrecer becas y préstamos a estudiantes  que buscan programas de calidad, ya sea en universidades públicas o en privadas, reemplazando los actuales acuerdos  que canalizan principalmente el subsidio a estudiantes vía universidades públicas por medio de una matrícula subsidiada y por medio de becas. Deberá haber un aumento regulado pero sustancial de las tarifas de universidades públicas», explica el informe de la OCDE.

En el 2016, las cinco universidades públicas –UCR, Universidad Nacional (UNA), Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Universidad Nacional a Distacia (UNED) y la Universidad Técnica Nacional (UTN)– destinaron ¢41.533 millones para becas de tipo socioeconómico.

Posiciones

El rector de la UNA, Alberto Salom, dijo que le extraña que la OCDE pida que los alumnos paguen más cuando muchos de los 35 paises que pertenecen a la OCDE ofrecen la educación superior gratuita.

«Yo personalmente creo que podríamos aumentar un poco más el valor de los créditos para los que puedan pagar más, siempre y cuando todo lo que entre por concepto de crédito vaya al sistema de becas. Si los estudiantes están de acuerdo, no me tiembla el pulso para aumentar el valor del crédito, si los estudiantes pueden pagar», dijo Salom.

En la UNA, los alumnos pagan un promedio de ¢12.000 por el crédito, y el bloque completo por semestre les cuesta  menos de ¢150.000. De los 18.400 alumnos matriculados en el 2016, 7.675 tenían beca socioeconómica.

Para Salom, el informe de la OCDE es muy superficial, ya que mezcla las universidades privadas con las públicas, lo cual, según él, «distorsiona cualquier estadística».

«Tienen estadísticas sesgadas. Hacen sugerencias que muestran un enorme desconocimiento de nuestra realidad, incluida nuestra  autonomía. Tenemos un porcentaje mucho más alto de estudiantes provenientes de colegios públicos que de privados, y sacan una estadística en la que están haciendo una mezcla de los dos sistemas, público y privado, que no corresponde», indicó Salom.

Por su parte, el rector de la UCR, Henning Jensen, no está de acuerdo en aumentar las tarifas.

«Eso resultaría catastrófico porque provocaría mayor exclusión social. En la inequidad en el acceso a la educación superior, aquí hay que señalar que esa inequidad no es provocada por las universidades públicas, sino por la sociedad. Nosotros tenemos programas de admisión diferida y un programa con la población indígena y hemos fortalcedio los sistemas de becas para asegurar la retención del estudiantado», manifestó Jensen.

La OCDE destacó en su informe el recococimiento internacional de algunas universidades públicas, pero fue enfático en señalar que «el gasto público en la educación universitaria está aumentando de forma insostenible y no se asigna de forma equitativa»

El organismo propone priorizar los fondos dentro del presupuesto general de educación, con una reducción en el gasto universitario, en favor de la inversión en educación preescolar, primaria y secundaria.

«Costa Rica invierte muchos recursos en los estudiantes universitarios y poco en los más pequeños, pero, si usted ve los beneficios sociales de la inversión, los mayores resultados provendrán de invertir en las edades tempranas y no en la etapa universitaria», dijo Andreas Schleicher, director de Educación y Habilidades de la OCDE.

Para el 2017, el presupuesto del Fondo Especial para la Educación Superior (FEES) es de ¢478.570 millones. Según la OCDE, el presupuesto es muy superior a la mayoría de los países de la Organización y es usado por las universidades a su total discreción.

Fuente: http://www.nacion.com/nacional/educacion/OCDE-recomienda-estudiantes-universidades-publicas_0_1650634995.html

Imagen: http://www.nacion.com/nacional/educacion/Sistema-Admision-Universitaria-SAU-Foto_LNCIMA20170404_0118_5.jpg

Comparte este contenido:

Ajedrez en tablero de damas: educación y productividad, las piezas que no encajan

Por: Marcelo Norambuena

La productividad como problema público, y por ende factible de abordar desde lo político, es un tema que se ha instalado en la agenda mediática, siendo utilizado en mayor o menor grado por todos los sectores políticos como elemento programático –a veces más latente que manifiesto- , convirtiéndolo ineludiblemente en un tema país.

Pero ante cualquier intento retórico, si vamos a hablar de productividad, mejor partamos por el dato duro. El Informe 2016 de la Comisión Nacional de la Productividad señala que entre 1990 y 2000 la productividad de la economía chilena creció en promedio un 2,3% por año, mientras que en el período que va desde 2001 hasta 2015 sólo lo hizo en un 0,1%. Es decir, la fuerza laboral chilena no ha logrado aumentar su capacidad de producir más con los mismos recursos. La evidencia indica que la productividad se estancó en los últimos 10 años, mientras que diversos estudios señalan que este fenómeno es el principal factor que incide en la desaceleración de la economía. Esta situación ha generando sospechas de que Chile esté entrando en la llamada “trampa de los ingresos medios”, concepto que alude al fenómeno de estancamiento permanente observado en muchos países en vías de desarrollo, los cuales quedan a medio camino entre la pobreza y la prosperidad.

¿Qué ha ocurrido entonces con la fuerte inversión hecha en educación en los últimos 25 años? ¿Cómo es posible que la productividad se estancara, cuando entre 1990 y 2016 la cantidad de estudiantes en educación superior pasó de casi 250 mil a más de 1,2 millones? ¿No se supone que invirtiendo en capital humano, la productividad se incrementa?

Grandes preguntas, pero para avanzar en éstas, mejor volvamos a los datos. Aquí aprovecho de señalar los resultados del “Segundo estudio de Competencias Básicas de los trabajadores chilenos” elaborado en 2013: un 44% de la población adulta en Chile no entiende lo que lee, un 42% no es capaz de redactar documentos y un 51% no es capaz de realizar todas las operaciones matemáticas básicas. Aún peor, tales cifras son relativamente transversales a todos los niveles de educación. Y como si se tratara de un tiro de gracia, estos datos son prácticamente idénticos a los de la primera medición en 1998.

Estos resultados son un balde de agua fría al paradigma de potenciar la formación terciaria como estrategia para impulsar el desarrollo. En Chile existe una fuerte sobreestimación del impacto de la inversión en Educación Superior en el desarrollo económico del país –muy internalizada por la sociedad, los privados y el Estado-, alimentado por la convicción de que individuos con mayor capital humano serán más productivos, lo que repercutirá en un mejor desempeño global de la economía.

Estos resultados son un balde de agua fría al paradigma de potenciar la formación terciaria como estrategia para impulsar el desarrollo. En Chile existe una fuerte sobreestimación del impacto de la inversión en Educación Superior en el desarrollo económico del país –muy internalizada por la sociedad, los privados y el Estado-, alimentado por la convicción de que individuos con mayor capital humano serán más productivos, lo que repercutirá en un mejor desempeño global de la economía. En otras palabras, se trata de una lógica neoliberal en la que se atribuye al individuo el éxito o fracaso del desarrollo económico, lógica bajo el cual no es infrecuente enjuiciar a amplios sectores sociales respecto al desempeño de la economía. En honor a los resultados, nada perdemos escuchando otras opiniones.

El economista surcoreano Ha-Joon Chang comparte la idea de que el desarrollo de la economía de un país depende esencialmente en hacer que sus ciudadanos mejoren sus habilidades productivas, pero indica además que necesariamente debe existir una matriz productiva que de soporte: elemento minimizado (si no ausente) en el discurso técnico neoliberal chileno. La combinación de ambos factores facilita la mejora de capacidades para organizarse en emprendimientos innovadores con el fin de satisfacer la matriz productiva –que normalmente está dominada por grandes conglomerados-, generando así un proceso de transformación de ésta. Agrega además que la evidencia internacional sindica a la actividad manufacturera como el sector económico que realmente potencia el aprendizaje de los habitantes de un país. Sólo de este modo se producen cambios en la economía, no añadiendo mayor capital humano en función de la matriz productiva ya existente, sobre todo si ésta es de carácter extractivo y enfocado a las materias primas como lo es en Chile.

Complementando lo anterior, el cientista político estadounidense Ben Ross Schneider asocia la baja productividad de los países latinoamericanos –incluyendo a Chile-, a la existencia de grandes conglomerados familiares que monopolizan la economía, en el contexto de lo que denomina “Capitalismo Jerárquico”. Si bien no considera negativa la existencia de grandes conglomerados –es más, tienen una gran y positiva incidencia en la labor de expandir las operaciones productivas-, sí considera dañino el mudus operandi de los grupos latinoamericanos, más propensos a la manipulación del mercado (generalmente mediante prácticas corruptas) y al monopolio, que a la inversión en nuevas tecnologías y la innovación para mejorar su productividad. Esta dinámica provoca que las grandes empresas prefieran dedicarse a la explotación de materias primas (normalmente bajo “reglas del juego” convenientemente “acordadas” con el poder político), en lugar de investigar y desarrollar bienes de mayor valor agregado. Su consecuencia inmediata es la proliferación de puestos laborales de baja cualificación, mal remunerados y con largas e improductivas jornadas para paliar la “improductividad”, como si de un sarcasmo se tratara. Todo en contraste con los reducidos puestos laborales de mayor cualificación, especializados y de mejor paga, cuyos accesos no tienden a caracterizarse por la meritocracia precisamente.

Este fenómeno explicaría la crisis que viven los profesionales recién egresados en nuestro país –incluyendo aquellos que cuentan con postgrados-, dado que existe un “excesivo” número de ellos en un mercado caracterizado por la poca cantidad de plazas laborales que requieren alta cualificación. En otras palabras, el exceso de individuos altamente calificados en una matriz productiva de corte primario, sólo producirá altos niveles de desempleo y precariedad laboral entre éstos, no un mejor desempeño global de la economía.

Si nuestro objetivo es dar forma a una conexión entre la gigantesca inversión en educación ya hecha y el desarrollo real del país, entonces es imperativo cambiar las reglas del juego que dan forma al capitalismo jerárquico chileno. Son nuestros técnicos y profesionales -sobre todo los recién egresados y provenientes de los sectores más vulnerables-, quienes se están convirtiendo en los grandes perdedores de la expansión de la matrícula de educación superior y su desconexión con el sistema económico chileno, haciendo inevitable que vean sus legítimas aspiraciones frustrarse ante la cruda realidad de un país que no los necesita.

Fuente del Artículo:

http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2017/08/14/ajedrez-en-tablero-de-damas-educacion-y-productividad-las-piezas-que-no-encajan/

Comparte este contenido:

Entrevista a Xavier Sala-I-Marti: Educación, la clave del desarrollo industrial en Colombia

Xavier Sala-I-Martin, asesor de la dirección económica del WEF, explicó que no existe realmente una política industrial exitosa para todos los países por lo que cada país debe encontrar su método con la educación universal y de calidad como base.

El asesor de la dirección económica del WEF, Xavier Sala-I-Martin, destacó que el único elemento en común que tienen los países que en las últimas décadas lograron su progreso mediante una política industrial es que pusieron como base la educación universal y de calidad.

El experto explicó que cada país tiene características políticas, económicas y sociales que le diferencia de los demás y que hacen imposible que funcione con la misma efectividad una política industrial copiada de otro país como Taiwán, Singapur o Corea del Norte.

Sala-I-Martin agregó que en ese sentido, lo que debe hacer un país “es aprender de lo que se puede hacer y para eso hay que hacer una experimentación flexible: si empiezas a impulsar la minería y no funciona, pues abandonala no sigas con la minería 300 años después de que te diste cuenta que no funciona”.

Es decir que un país puede implementar una política industrial que beneficie a determinado sector, pero si esta no funciona el mismo Gobierno debe tener la capacidad para detener dicha política e iniciar el impulso de un nuevo sector productivo.

En ese sentido, el experto agregó que “en general los subsidios son una mala idea pero no descarto que en Colombia funcionen, eso habría que demostrarlo y para ello es necesario experimentar”.

Sin embargo, el experto resaltó que en cualquier caso se debe mantener el esfuerzo por garantizar la educación de calidad para toda su población, ya que todas las industrias tienen como componente principal el capital humano.

 “Esta homogeneización de la educación, esta reducción en la desigualdad permite que todos se puedan beneficiar del crecimiento económico, lo cual permite también la creación de fuerzas de facto que favorezcan la implementación de políticas y es lo que acaba siendo la base de todo éxito”, añadió Sala-I-Martin.

Estudios revelan que la tasa de retorno de inversión en la educación de un menor de edad es de US$6 por cada US$1 invertido.

El experto señaló que “mientras aprendemos hay que hacer una política de experimentación equilibrada y descubrir qué es lo que va a funcionar aquí pero ya tenemos que empezar a cambiar radicalmente el sistema educativo y garantizar la universalidad de la educación de calidad en Colombia”.

Sin embargo, el economista también advirtió que la educación debe basarse en “enseñar a sobrevivir a los cambios” ya que los avances tecnológicos han llevado a la modificación de la industria global y destruyen profesiones al tiempo que crean unas nuevas.

Para Sala-I-Martin se debe enseñar “técnicas que permitan sobrevivir, por ejemplo todos sabemos que la clave del éxito no es el coeficiente intelectual sino la capacidad de esforzarse para explotar el coeficiente intelectual. Los psicólogos dicen que esto es una técnica que se puede enseñar: la capacidad del esfuerzo y el sacrificio”.

Fuente de la Entrevista:

http://www.dinero.com/economia/articulo/colombia-necesita-educacion-para-mejorar-su-industria/248501

Comparte este contenido:
Page 172 of 230
1 170 171 172 173 174 230