Chile / www.diarioconcepcion.cl / 28 de Junio de 2017
En ninguno de los tres proyectos presentados se ha considerado una visión sobre el cambiante y amenazante futuro que se nos viene encima, con modernizaciones profundas en los procesos productivos, educativos y de relaciones sociales.
El Consejo Nacional de Educación (CNED) entregó, hace pocos días, información sobre la Educación Superior (ES) y su evolución desde 2005 a 2017, con cifras que muestran el aumento de la cobertura, pero con disminuciones mínimas los últimos años. Muestra también que aún tenemos una pirámide invertida, al tener más universitarios que técnicos cuando en todo el mundo es precisamente al revés, y es lo que los legisladores, colocando los incentivos correctos, debieran corregir.
Estas cifras son publicadas cuando se está legislando el futuro de la ES en Chile, con dos proyectos en el Parlamento, uno sobre el sector en su conjunto y el otro, específico sobre las universidades estatales.
Recordemos que hace varios meses se presentó un sólo proyecto de Educación Superior, el cual no dejó contento a nadie, lo que llevó al Gobierno a separar este tema en los dos proyectos ya señalados.
Nuevamente, la presentación de estos dos proyectos ha dejado a muy pocos contentos, y esos pocos serían algunas de las Ues estatales que tienen algunas prebendas de recursos; no así la Universidad de Chile, que con la excusa de la autonomía universitaria, arremete injustificadamente contra la nueva organización corporativa que se propone, la cual pretende representar a los verdaderos dueños, todos los chilenos, pero en la medida que no se politice esos nombramientos o elecciones.
Pirámide invertida
Sobre calidad y futuro del sector, poco o nada en estos proyectos, y menos corregir lo de la pirámide invertida que tenemos actualmente o entender la relación de la ES con la inversión en Investigación, Desarrollo e Innovación que en Chile es muy baja.
En ninguno de los tres proyectos presentados, aun cuando se contrató especialmente a muchos asesores, se ha considerado una visión sobre el cambiante y amenazante futuro que se nos viene encima, con modernizaciones profundas en los procesos productivos, educativos y de relaciones sociales, en que ya estamos advertidos que desaparecerá no menos del 40% de los trabajos y profesiones de algunos sectores, así como se crearán nuevos trabajos que hoy ni pensamos.
Varios de esos asesores, enquistados en el Mineduc, luego abandonaron el Gobierno dejando botada la legislación de la ES, con un nivel de irresponsabilidad impresionante.
Desgraciadamente, la legislación se ha ido definiendo por algunos inescrupulosos que buscan más los votos para salir reelectos que realizar un trabajo de excelencia. Estamos en manos de algunos que no le han trabajado un peso a nadie, sin experiencia y que obnubilaron a una clase política que se ha dejado chantajear con su destino en las próximas elecciones.
De muestra unos botones, la eliminación del CAE sin tener una alternativa de cómo reemplazarlo, sin saber cuánto cuesta y como se financiaría el reemplazo de ese crédito; el Estado, metido hasta la cocina, limitando el valor de los aranceles y la cantidad de carreras y número de estudiantes que debe tener cada Universidad, con la ilusa mentalidad que todo lo estatal es bueno, cuando en Chile es exactamente lo contrario mientras no se cambie la actitud de trabajar en gran parte de nuestro sector estatal; la burocracia fiscal actual de un Estado no modernizado ahogará a las IES y arrasará con su autonomía.
Es delirante, los años sesenta de regreso de mano de jóvenes sin experiencia pero que hablan de corrido.
Ideología primero
El mundo es de los excelentes y rápidos y más rápidos, no de algunos irresponsables que hoy están legislando en Chile sobre este y otros temas de extrema importancia.
Por motivos exclusivamente ideológicos y de índole electorero se sesionó, hace unos días, en la Cámara de Diputados durante 23 horas para despachar el proyecto sobre el sector de EducaciónSuperior. Todos sabemos que transcurrido un cierto número de horas en reuniones, el rendimiento y la calidad de los aportes, se va a cero.
Imaginen el camello que se está legislando en la desprestigiada Cámara.
Durante meses nada hicieron y de repente les entra el pánico para legislar. Eso es irresponsabilidad y no se merecen seguir en el Parlamento.
Ya la embarraron con el Transantiago dilapidando miles de millones de dólares, con la reforma tributaria que recaudó menos que el año anterior por el bajo crecimiento económico y ahora nos dicen que se debe esperar que esté en régimen y, además, se niegan descentralizar el país, única forma
real para que Chile sea desarrollado.
Por otro lado, la justicia que deja libre a cuanto maleante pillan, y que en lo político sólo procesa a los de un lado y que es el lado que ya perdió en el terreno de las ideas pero que siguen tratando de resucitar la RDA.
Se necesita, urgentemente, implementar un sistema de gestión de calidad de la política dada la tremenda importancia que tiene esta actividad para el país. Sugiero, una vez más, que se adapte en Chile el Informe Nolan del Reino Unido, que tiene siete principios básicos de calidad a cumplir por quienes actúan en el Estado.
La aprobación de la clase política desde hace años es de un dígito, y están legislando sin considerar la opinión ni las propuestas de profesionales expertos e inteligentes.
Debemos ir a votar y elegir a los mejores, siempre que acepten implementar el Informe Nolan o algo parecido en el país y, no a los populistas o manipuladores que sólo perifonean y nada serio proponen.
Es una irresponsabilidad si no votamos.
Fuente: http://www.diarioconcepcion.cl/politica/2017/06/27/irresponsabilidad-de-politicos-frente-a-la-educacion-superior.html