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Académicos de cuatro países intercambian en Cuba sobre la lengua

Centro América/Cuba/22 Enero 2017/Fuente y Autor: PrensaLatina
Expertos de México, Panamá, España y Cuba asistieron aquí al Seminario Enseñanza de la Lengua, gramática, escritura, oralidad y uso de los diccionarios, organizado por la Universidad de la occidental provincia de Matanzas.

El debate se desarrolló en tres comisiones que sesionaron en la sede de la mencionada casa de altos estudios matancera (UMCC), ubicada a 100 kilómetros al este de La Habana.

Participaron Ignacio Bosque Muñoz y Ana María González Mafud, miembros de número de las Academias de la Lengua de España y de Cuba, respectivamente.

Bosque Muñoz declaró al semanario local Girón que ‘más que nueva gramática, creo que era necesario una nueva actitud hacia la forma de enseñarla’.

‘No es sólo etiquetar de manera rutinaria las unidades como a veces se hace, sino reflexionar sobre la lengua y tenerla como un bien personal’, subrayó a la fuente.

Al foro asistieron académicos de las universidades españolas de Castilla la Mancha, Alcalá, Complutense de Madrid y Valencia; Nacional Autónoma de México; Academia Panameña de la lengua, y de diversas enseñanzas de la provincia sede.

Bárbara Fierro, presidenta de la cátedra de Lectura y Escritura de la UMCC, dijo que a fines de año será la primera graduación de Maestría en Didáctica de las Humanidades, ‘título que elevará el nivel científico de los profesores del territorio.

El Seminario conmemoró los 90 años de la Academia Cubana de la Lengua, y el aniversario 45 de la educación superior en la demarcación de la Universidad de Matanzas.

Fuente de la noticia: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=58247&SEO=academicos-de-cuatro-paises-intercambian-en-cuba-sobre-la-lengua
Fuente de la imagen:http://www.purezayemocion.com/fotos/1/cuba-dos.jpg
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El docente y su lenguaje.

Caso Escuela Básica Concentrada N 467. San Rafael de la Colonia.

Por: Dirvia Tahis Montilla Gómez.

El empleo de expresiones propias, frases y la poca atención en la pronunciación de las letras y vocales dentro su entorno social han generado en ellos limitantes comunicacionales, de igual forma, esto viene afectando su forma de escribir e incluso utiliza expresiones que no formar parte del lenguaje formal, en este sentido, la difusión de conocimiento de forma errónea propias de un emisor que proporciona un mensaje sin una codificación de forma correcta utilizando las técnicas adecuadas y formales del lenguaje. Convierte al docente un actor con debilidades que afecta esta intrínsecamente su desempeño en el espacio educativo.

Ante tal situación, es evidente proporcionar en ellos una acción que los sitúa en la competencia comunicativa del lenguaje oral y escrito, aunado a esto, se entiende como la capacidad de los hablantes no sólo para producir oraciones gramaticales bien formadas, sino la capacidad para comunicarse entre sí: se trata de la cabida de generar actos de habla con sentido dentro de determinadas situaciones reales. Sin embargo, la competencia lingüística es un saber universal, cuya capacidad está posibilitada por el hablante en el proceso de socialización.

ANALISIS DE LOS ELEMENTOS TEÓRICOS

La acción comunicativa no tiene como propósito un pensamiento único, sino que las convicciones compartidas vinculan a los participantes en términos de reciprocidad, en este sentido, Habermas (1993), se refiere a como “El concepto de acción comunicativa, fuerza u obliga a considerar a los actores como hablantes y oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo, y se entablan, recíprocamente a este respecto, pretensiones de validez que pueden ser aceptadas o ponerse en tela de juicio”(p.493). Para el autor citado sostiene a su vez que; el primer elemento el enunciado que hace es verdadero, como segundo se tiene la acción pretendida es correcta y por último la intención manifiesta del hablante es, en efecto, la que el hablante expresa. Aunado a esto, se apoya en la reciprocidad de la acción y su orientación al entendimiento. Es por ello que, en la acción comunicativa, ineludiblemente se llega a un saber común, fundado en ese acuerdo, aun cuando las conclusiones y decisiones a las que cada uno de los actores llegue sean diferentes.

Ahora bien, Echeverría (2003), cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal que bien se puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como declaración, juicio, afirmación, pedido y promesa que incluye la oferta. En consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable e incluso podría no producir efecto alguno. Es por ello, que Stein (2007) “Una acción que, además de naturaleza informativa, tendría una naturaleza comunicativa, dado que el sentido que resulta de la interacción humana es lo que posibilita que en un momento determinado podamos hablar de comunicación” (p.62). Al respecto, la comprensión, de cada persona y la interpretación de lo que significa ser humano, lo concebimos en seres lingüísticos, donde las actividades giran en función del mismo; dicho de otro modo, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la comunicación; de tal manera, que pone como eje principal de estudio a las conversaciones, las cuales constituyen y establecen nuestra particular forma de ser.

En ese mismo contexto, el lenguaje es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia. El lenguaje es generativo, nos permite hablar «sobre» las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, crea realidades. El idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.

Al respecto, los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.

Por otra parte, es de gran relevancia conocer y utilizar los actos lingüísticos para generar resultados, sea en sociedad o equipos de gestión, es decir, estos requieren de un marco o contexto de interrelación permanente, de dinamismo, ya que comprender cada acto lingüístico como un hecho aislado que genera un movimiento secuencial que solo ocurre al analizar el proceso. A su vez, este elemento es diferente de lo que pasa en el suceder, en esa dinámica en la que todo ocurre a espacios hasta llegar a ser simultáneos. De este modo, el pedir y el prometer como la acción estratégica que se utiliza en el lenguaje para establecer un vehículo que combine el abordaje del conocimiento académico con la praxis de una sociedad cada día más exigente en el entorno a sus demandas en búsqueda de obtención de respuestas en los compas del conocimiento.

Teoría de la Escritura

Para Mosterín (1993) expone que si queremos comunicarnos por escrito unos con otros, si queremos leer y escribir, hemos de aceptar todos el someternos a una normativa común, a una ortografía. Cualquier ortografía, por mala que sea, es preferible a la ausencia de norma común, pues la comunidad del código es una condición imprescindible de la comunicación. En este sentido, es necesario revisar el uso correcto de la escritura como pilar fundamental en el proceso de comunicación.

Ahora bien, sostiene Mosterín (ob.cit), el argumento de la necesidad y de la urgencia: como la ortografía no es perfecta, es necesaria su reforma, que es urgente por dos motivos. Primero, porque “la explosión demográfica del mundo hispanohablante plantea unos problemas pedagógicos-sociales tremendos, que esta reforma puede contribuir a solucionar.” (págs. 229-230). Y segundo, porque “El mundo hispanohablante tiene dos problemas de alfabetización: 1) lograr que la totalidad de la población aprenda a leer y escribir en el plazo más breve posible y con los medios más económicos posibles, y 2) lograr que la totalidad de la población escriba bien, prácticamente sin faltas, de modo que nadie tenga que sentirse inferior ni discriminado por el uso que haga de la escritura.” (pág. 230).

Al respecto, este aporte propuesto por el autor conlleva a empezar desde el docente en el sistema educativo venezolano. Sin embargo, sostiene que la autoridad entre ellos ante la propuestas reformistas de la Academia Argentina, de la de El Salvador y de la de Uruguay al II Congreso de Academias (Madrid, 1956); de la propuesta de la Academia Cubana al III Congreso de Academias (Bogotá, 1960); y de la propuesta de la Academia Filipina al IV Congreso de Academias (Buenos Aires, 1964). De este género son las palabras de J. Casares citadas por Mosterín (1993: 245): “no es lícito considerar como una invitación al desorden ortográfico el intento de señalar los defectos e incongruencias del sistema vigente, a fin de procurar una prudente revisión que lo haga más lógico y sencillo y, por tanto, más asequible a todo el mundo”. Pero de todos los argumentos de autoridad aducidos por Mosterín, el primero y más relevante es el de Andrés Bello “quien en 1823 propuso una reforma racional de la ortografía española, reforma que fue adoptada por el gobierno chileno, que había llamado a Bello para organizar la enseñanza en el país.” (pág. 238). En todo caso, conviene destacar cómo Mosterín sitúa este argumento con precisión calificándolo estrictamente cuando dice a continuación que “La ortografía reformada de Bello estuvo vigente en Chile entre

1844 y 1927, en que se volvió a la ortografía académica, a fin de restablecer la unidad de la ortografía española.” (pág. 238, el destacado en cursiva es nuestro).

En resumidas cuentas, Mosterín (ob.cit) en el cual su escudo argumental en el silogismo siguiente: “casi todas las escrituras actuales tendrán que ser sometidas más tarde o más temprano a una reforma ortográfica con criterios uniformes. Parece oportuno empezar por el español, pues su ortografía necesita ser reformada (por las mencionadas razones sociales, pedagógicas y comunicativas), pero esa reforma se presenta como especialmente fácil y factible en su caso, dado que su escritura no está tan alejada de la lengua como la escritura de otros idiomas de comparable importancia.”

En este orden de idea, para Martínez de Sousa citado por Alcoba (2006) en cual se suma a la propuesta de Mosterín, y recuerda sus principales argumentos y el sentido de la reforma: “Las razones que amparan una propuesta de simplificación y reforma de nuestro sistema ortográfico aparecen, pues, claras: a) introducir coherencia y lógica interna en el sistema; b) rescatar del analfabetismo, en corto tiempo y al menor coste posible, a los millones de hispanohablantes que aún no tienen acceso a los bienes de la cultura; c) facilitar la escritura, con la menor cantidad posible de faltas, a todos, cualquiera que sea su condición social.

En este sentido, la reforma de la ortografía debería consistir en lo siguiente: a) cada fonema (sonido) debe representarse con un grafema (letra) y sólo uno; b) todo grafema que no represente sonido debe desaparecer de la escritura; c) en la grafía de las palabras deben prevalecer el uso y el fonetismo sobre la etimología, especialmente cuando ésta no está bien establecida o se opone al genio del español. La mayor dificultad del escribiente actual radica precisamente en el hecho de que existe inadecuación entre lo pronunciado y lo escrito. Una vez acomodado lo uno a lo otro, el sistema ortográfico será coherente y habrán desaparecido muchas de las causas por las que se cometen faltas de ortografía incluso por personas formadas.”

Más recientemente, García citado por Alcoba (2006) se incorpora a la propuesta, con algunos ejemplos: “Cuando hace un par de años lanzó Gabriel García Márquez su heterodoxo y jocundo discurso contra la ortografía conservadora, no hablaba en el vacío, ni incurría en la mera boutade, como creyeron algunos. Pues esa reforma ortográfica espera al español, antes o después. Uno no cree que su prodigiosa unidad se base en la ortografía solamente; la cultura agraria y, como tal, arcaizante, en la que viven muchos millones de hispanohablantes, es responsable, al menos en igual medida, de la cohesión idiomática.

 Ahora bien, ante esta diversidad de argumentos, es opinable que la cohesión idiomática del español se deba a la cultura agraria en las que se encuentran sumergidos los pobladores en determinados regiones o espacios geográficos.

Para Alcoba (2006), la escritura es un problema fundamental de los seres humanos es por eso, que ocurre Principio Fonémico:

Este principio exige que haya una letra y sólo una para representar cada fonema de la lengua y que un fonema y sólo uno corresponda a cada letra. Dicho en otras palabras, a su vez postula una biyección (o correspondencia biunívoca) entre el conjunto de los fonemas y el de las letras de tal modo que a cada secuencia de fonemas corresponda unívocamente una secuencia de letras (lo que facilita al máximo la escritura) y a cada secuencia de letras corresponda unívocamente una secuencia de fonemas. (pág. 168).

A su vez este autor hace hincapié en las restricción transdialectal: en el cual distingue dos niveles de escritura: la escritura dialectal, que refleja exactamente la estructura fonémica del dialecto en cuestión, y la escritura oficial o estándar, que representa un compromiso entre todas las posibles escrituras dialectales. La escritura dialectal es perfectamente admisible en cartas, peticiones y otros escritos privados y su empleo no debiera ser considerado nunca como una falta. A su vez, la escritura oficial o estándar es la única que debiera emplearse en los documentos oficiales, en los diarios y revistas, en los libros y publicaciones de todo tipo, etc., así como en la enseñanza.

En este sentido, expone Alcoba (ob.cit) lo siguiente;

Una de las razones que pueden justificar que un hablante se desvíe del principio fonémico a la hora de escribir consiste en que el hablante esté dispuesto a complicarse ligeramente la vida (toda desviación del principio fonémico estricto es una complicación suplementaria) en aras de una más fácil, eficaz y barata intercomunicación entre todos los hablantes de los diversos dialectos de su lengua. A esto es a lo que llamamos la restricción transdialectal del principio fonémico. (págs. 174-175).

A su vez Alcoba (2006), brinda un bosquejo en la restricción morfémica: que

consiste en “el desviarse del principio fonémico para unificar la representación gráfica

del    mismo     morfema     está    justificado     en    algunos     casos     (como    los           morfemas

 gramaticales [moler / muelo, nadar / natación] más frecuentes) y es discutible o defendible en todos.” (pág. 181).

En este sentido, a continuación se muestran lo expuesto por el grupo foco.

HALLAZGO

Durante el desarrollo de la investigación los actores participantes enfrentan situaciones complejas como se mencionan a continuación;

Descripción

  • El docente emplea un lenguaje escrito emitiendo un mensaje no claro y preciso.

 Existe confusión a la hora de escribir de forma correcta una palabra.

 A su vez no utilizan la gramática para expresar de forma escrita y oral las

 ideas dentro de su jornada de trabajo, en tal sentido, ocasiona en los receptores una distorsión del mensaje.

Fuente: Montilla (2015).

NUDOS CRÍTICOS E INTERROGANTES

Ahora bien, la incógnita que se desea despejar es: ¿Cómo incide el lenguaje oral y escrito empleado por el docente en su sitio de trabajo?

CONTRIBUCCIONES A LOS CAMBIOS EN LA PRÁCTICA EDUCATIVA.

Descripción

Realizar  un  plan  de  acción  en  los  docentes  para  adiestrarlos  ante  las

diversas técnicas del uso correcto del lenguaje escrito.

Proporciona en los actores educativos el uso de palabras y expresiones de

  • forma correcta que garantice el ejercicio durante el proceso de enseñanza – aprendizaje.
  • Una entidad cuyos docentes manejen las técnicas adecuadas de la comunicación escrita.

Fuente: Montilla (2015).

CONTRIBUCIONES AL DEBATE EN LAS CIENCIAS EDUCATIVAS

Un docente capaz de utilizar el lenguaje oral y escrito dentro de su contexto sin alterar su significado estableciendo el uso comunicacional para alcanzar el éxito dentro y fuera de la institución. En este sentido, Echeverría (2003) que el acto lingüístico básico es la declaración, y todo es una declaración. Hablar es declarar. Cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal que bien puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como declaración, como juicio, como afirmación, como pedido y como promesa que incluye la oferta. En consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable. Incluso podría no producir efecto alguno.

En resumidas cuentas, la intención de cada persona al momento de emitir un mensaje y la interpretación por parte del receptor nos conlleva a reflejarnos como seres lingüísticos, por lo tanto, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la comunicación oral o escrita, es nuestro deber emplear el uso correcto de las expresiones para establecer un mensaje claro y preciso.

Referencias

Alcoba, S. (2006): “Ortografía y DRAE. Algunos hitos en la fijación léxica y ortográfica de las palabras”, en Español Actual. En prensa disponible en es http://www.ucm.es/info/especulo/numero34/refoorto.html

Habermas, J. (1993). Teoría de la Acción Comunicativa. Tomo 1. Buenos Aires: Editorial Taurus

Habermas, J (2002). Teoría de la acción comunicativa. Tomo I. México, Editorial Taurus: páginas 187-188.

Méndez, A (2015). Proyecto de Tesis Doctoral la Acción comunicativa en la Extensión Universitaria, Caracas – Venezuela.

Montilla, D (2015).  Proyecto de Tesis Doctoral El Director en la Gestión Escolar, Caracas – Venezuela.

Montilla, D (2010). Acciones gerenciales dirigidas a los directivos para la optimización del proceso organizativo en las escuelas bolivarianas del sector nº 4   municipio Guanare, estado portuguesa Venezuela.

Morales, O (2002). El proceso de lectura desde la perspectiva de los lectores. proyecto de investigación por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico y Tecnológico (CDCHT) de la Universidad de Los Andes

Vergara, L. (2011). Habermas y la Teoría de la Acción Comunicativa, Primera Revista Electrónica en América Latina Especializada en Comunicación www.razonypalabra.org.mx

Imagen: https://manuelreyesweb.files.wordpress.com/2016/06/luis-miguel2.jpg?w=648

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La accion comunicativa del liderazgo como herramienta de los procesos administrativos en la gerencia empresarial.

Por : Alonso Jose  Mendez Hernandez.

La presente investigación tiene un enfoque documental, siendo su temática La  acción comunicativa del liderazgo como herramientas de los procesos administrativos en la gerencia empresarial. De esta manera, la competencia comunicativa es aquella capacidad de los hablantes no sólo para producir oraciones gramaticales bien formadas, sino la capacidad para comunicarse entre sí: se trata de la cabida de generar actos de habla con sentido dentro de determinadas situaciones reales. Sin embargo, la competencia lingüística es un saber universal, cuyo aforo está posibilitado por la internacionalización de las normas públicas del lenguaje llevado a cabo por el hablante en el proceso de socialización. Todo acto de habla posee necesariamente una dimensión interactiva en el que los individuos hablan entre sí.

En este orden de idea, Echeverría expone que la forma tradicional  en que se concibe el lenguaje como algo fundamentalmente pasivo y descriptivo, sin embargo, la manera en que actúan los seres humanos, dando  forma a la comunicación y la utilización de éste como un instrumento al servicio de la conciencia que permite; expresar, transmitir y comunicar,  lo que percibe en el complejo mundo que nos rodea.

En este sentido, el gerente en la actualidad el liderazgo y la innovación en los procesos en el gestor son de gran relevancia, para Román,  De Pelekais y Pelekais citado por Montilla (2015).  La gerencia y la innovación deben estar estrechamente ligadas a la hora de fusionar los recursos organizacionales para así, ciertamente reorientarlos hacia la contextualizada exigida y vivida por la organización. En tal sentido,  el innovador debe ser visto como una estrategia necesaria e ineludible a la hora de guiar, administrar y gerenciar las organizaciones modernas. Al equivocarse como producto de la innovación, se profundiza el aprendizaje colectivo institucional a la vez que se le da apertura al surgimiento de nuevos lineamientos estratégicos reorientarlos al abordaje el cambio. Sin embargo, Rojas y Colmenares (2010), sostiene que  las personas encargadas de estar al frente de las organizaciones y liderar las actividades que las mantengan, multipliquen, potencien y conlleven al éxito, necesitan anticiparse a los cambios, aprovechar las características diferenciadoras de las empresas, adelantarse a las necesidades de los clientes, liderar en tecnologías, hacer evolucionar a las organizaciones, con una visión clara de sus responsabilidades, potenciando lo que se sabe hacer y rectificando frente a las equivocaciones.

Ahora bien, Odreman (2002) señala que “los procesos organizacionales se combinan con un  conjunto de enfoques desde la mejora continua, reingeniería, planificación estratégica, entre otras” (p.19), pero más allá de estos enfoques y la base teórica que la sustenta, el rol y las competencias de un gerente se pone a prueba en el momento de promover, planear, inducir y ejecutar el cambio organizacional en forma efectiva, es allí donde la gerencia forma parte de los éxitos y progresos de las instituciones educativas.

La presente investigación, busca esbozar, desde el ámbito del paradigma crítico, la acción comunicativa llevada a cabo en la acción comunicativa del liderazgo como herramientas de los procesos administrativos en la gerencia empresarial.

Antecedentes de la investigación

Para Vielma (2011), en su investigación titulada El Control Administrativo: Factor importante para el logro de la Competitividad en la Empresa Agrícola, Lo anterior conduce a la obtención de una ventaja competitiva en relación a los demás productores, se logra una mayor utilidad, y por ende una mayor competitividad. Esto requiere de la aplicación de métodos de control administrativo, los cuales forman parte de un sistema de información para determinar la estrategia competitiva. El control es una herramienta intrínsecamente informativa, que facilita el proceso administrativo y la toma de decisiones internas y externas por parte de los diferentes usuarios del mismo.

Dentro de esta perspectiva, es en el proceso de análisis de flujos de información de cada una de las actividades del proceso productivo, donde las herramientas de control facilitan la minimización en costos como la diferenciación para lograr una clara ventaja competitiva Con la ejecución de este trabajo de investigación, pretendemos destacar la importancia del control administrativo en la formulación, mejoramiento y evaluación de las políticas de una unidad de producción para minimizar los costos de producción. La intención es generar conocimiento del hecho de que el control administrativo debe ser comprendido por todos aquellos que utilizan u obtienen sus resultados, que la acción se oriente a lograr que el mismo anticipe e informe los desvíos a tiempo para emprender la acción correctiva antes de que ocurran desvíos más graves, con la suficiente flexibilidad para que sea compatible con los cambios del ambiente organizacional y económico, para evitar gastos de mantenimiento del sistema de control. Además de ello, despertar en el recurso humano que dirige o labora en la unidad de producción a comprometerse con el mejoramiento continuo, de tal manera que a través del tiempo se logre la productividad y con ello se consiga un liderazgo en costos, por constituir los mismos uno de los factores de gran importancia al momento de competir.

En este sentido, esta investigación de descriptiva plantea aspectos como la revisión de investigaciones anteriores relacionadas con el tema, en este caso el proceso productivo de la papa en la zona andina. Asimismo precisiones sobre el concepto de competitividad en el sector agrícola; seguidamente se establecen las principales características del sistema productivo de la papa en el estado, así como una breve descripción del área de estudio. Finalmente se presenta el resumen de resultados, relacionados con la información General, situación administrativa, comercialización del producto y asistencia al productor, para luego proceder a establecer las conclusiones y algunas recomendaciones que pudiesen ayudar al momento de fijar las políticas y estrategias relacionadas con el sector agrícola en la zona. El planteamiento se puede resumir en la necesidad de determinar una estrategia competitiva, con base en un sistema de información que permita la aplicación de métodos de control administrativo para lograr la minimización de los costos de producción. Lo anterior permite la obtención de unas ventajas competitiva por el manejo de precios diferenciales, mayor rentabilidad y manejo del mercado y de los costos

Para Milla y Sottile (2012). En su trabajo de investigación titulado Valorar un Plan Administrativo en el Departamento de Contabilidad Estadal de la Dirección Regional de Salud del estado Portuguesa. La indagación se realizó bajo la modalidad de trabajo de aplicación denominado; Valorar un Plan Administrativo en el Departamento de Contabilidad Estadal de la Dirección Regional de Salud del estado Portuguesa. El mismos estuvo esquematizado de la siguiente manera; la Problematización, marco teórico, metodología donde se estableció la población en un total de ocho (08) trabajadores del departamento contable, la  validez fue mediante el Juicio de experto donde evaluaron coherencia, pertinencia, claridad. En este orden de idea, para la confiabilidad del instrumento utilizó la escala de Liker, empleándose de la manera siguiente, totalmente de acuerdo, en acuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo y totalmente en desacuerdo.

En este sentido, aplicó la propuesta estructurada en tres fases la primera consistió en presentar un cronograma de funciones a los trabajadores del departamento de contabilidad estadal, seguidamente la segunda fase consistió en  la división del trabajo y la tercera en la elaboración de indicadores de gestión como mecanismo de evaluación del proceso administrativo llevado a cabo en esta unidad contable, en este sentido,

Las investigadoras antes citadas, concluyeron que la participación de los empleados de este departamento en su totalidad y consolidó el interés en el desarrollo de las actividades en función del proceso administrativo y su evaluación como mecanismo para alcanzar los objetivos previsto en la organización.

Así mismo, Vidal y Contreras (2012). En su trabajo de investigación realizado Aplicar un Manual de Procedimientos Administrativos para la reorganización del  Ambulatorio Fe y Alegría en el Municipio Guanare. El tipo de investigación se enmarco dentro de la modalidad de proyecto de Aplicación, sustentado en un trabajo de campo de carácter descriptivo. La población la constituyo un grupo de (05) funcionarios del Área administrativa, la muestra la represento el total de la población, por ser un grupo pequeño y finito, las variables manejadas fueron: organización y procedimientos, es preciso enfatizar que para la recolección de información se utilizo la técnica de la encuesta, con el diseño de un instrumento tipo escala de likert, cuestionario de doce (12) ítems, los datos fueron recaudados manualmente y la información obtenida presentada en cuadros de gráficos barras indicando el porcentaje de cada ítems con sus respectivos análisis.

En este orden de ideas, los investigadores obtuvieron que los empleados en su mayoría no tienen sus funciones definidas de acuerdo al cargo que ocupan, teniendo esto como resultado ineficiencia, retardo, desconocimiento de la responsabilidad funcional de cada quien, por tal motivo se concluye que existió la necesidad de elaborar, ejecutar y evaluar la propuesta presentada con la finalidad de organizar, las acciones que se llevan a cabo en esta área administrativa y esta propuesta esta a cabalidad en las funciones de cada uno de los procedimientos realizados de acuerdo al cargo que ocupan.

Los antecedentes antes citados, permite enfocar la presente investigación en el desarrollo de los procesos administrativos y su importancia para la gerencia empresarial en los últimos tiempos, en este sentido, es necesario indagar sobre los conceptos que construyen el titulo de esta investigación para confrontar las posturas ideológicas de autores referente a la temática.

A continuación se sugiere un sustento teórico.

La acción comunicativa no tiene como propósito un pensamiento único, sino que las convicciones compartidas vinculan a los participantes en términos de reciprocidad, en este sentido, para Habermas (1993), se refiere a  como “El concepto de acción comunicativa, fuerza u obliga a considerar a los actores como hablantes y oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el mundo social y en el mundo subjetivo, y se entablan, recíprocamente a este respecto, pretensiones de validez que pueden ser aceptadas o ponerse en tela de juicio”(p.493).

En este sentido, Habermas (ob.cit),  sostiene a su vez que; el primer elemento el enunciado que hace es verdadero, como segundo se tiene la acción pretendida es correcta y por último la intención manifiesta del hablante es, en efecto, la que el  hablante expresa. Aunado a esto, se apoya en la reciprocidad de la acción y su orientación al entendimiento. Es por ello que, en la acción comunicativa, ineludiblemente se llega a un saber común, fundado en ese acuerdo, aun cuando las conclusiones y decisiones a las que cada uno de los actores llegue sean diferentes.

Dentro de esta perspectiva, se interpreta entonces de forma estrictamente como las acciones que permiten a los actores dilucidar de una nueva manera su contexto. Y sobre esa interpretación cada uno puede tomar sus decisiones. Al respecto, el concepto de acción comunicativa implica una relación seria y profunda de la fuerza de como los hablantes y oyentes que se refieren al mundo.

De este modo, Pasquali (2005), sostiene que la acción comunicativa surge del Emisor-Medio de Comunicación-Perceptor. Ello sirve como base para sustentar que el avance tecnológico de los medios de comunicación no han sido el motor impulsor causante de problemas comunicacionales que existían previamente, pero sí que han venido a ampliar la capacidad inherente del ser humano de comunicarse, pero no a «engrendarla» (p.36). Bajo esta concepción, el eje vertebral de la dialéctica de del autor se ubica en  pilares de Kant para aproximarse al origen propio de la comunicación, los mismo se dividen en categorías como; la Cantidad, la Cualidad, de la Relación y de la Modalidad, teniendo en cuenta, no obstante, que cuando al ser humano se le representa algo, el primer paso que se produce es su ubicación en espacio y tiempo.

Cabe señalar que,  Pasquali (ob. cit.), considera que la comunicación es la relación comunitaria humana consistente en la emisión-recepción de mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad, siendo por ello, un agente esencial de convivencia y un elemento determinante de las formas que asume la sociabilidad del hombre. En efecto, Ambos consideran indispensable la interacción que refleja Pasquali, la reciprocidad Habermas entre los actores o transmisores-receptores de acción comunicativa.

Creo que es evidente, que los autores antes citados establecen de entrada la validez de las diferencias entre los actores de la comunicación, así como la necesidad de confrontar sus propios valores y pretensiones. No obstante, para Paoli (1994), La comunicación es establecer la conciencia profunda del mutuo respeto, y dar respeto es dar valor. Al reconocer lo que de verdaderamente valioso tiene el ser humano. Estas razones, permite que la comunicación implica entonces considerarse recíprocamente valiosos en tanto seres humanos. Por supuesto, con respecto y un mensaje claro, con este enfoque es necesario velar una comunicación que alcance las expectativas en el accionar de la era de la diplomacia digital.

Ahora bien, Echeverría (ob.cit),  cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal que bien se puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como declaración, juicio, afirmación, pedido y promesa que incluye la oferta. En consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable e incluso podría no producir efecto alguno.

Es por ello, que Stein (2007) “Una acción que, además de naturaleza informativa, tendría una naturaleza comunicativa, dado que el sentido que resulta de la interacción humana es lo que posibilita que en un momento determinado podamos hablar de comunicación” (p.62). Al  respecto, la  comprensión, de cada persona  y  la interpretación de lo que significa ser humano, lo concebimos en seres lingüísticos, donde las  actividades giran en función del mismo; dicho de otro modo, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la comunicación; de tal manera, que pone como eje principal  de estudio a las conversaciones, las cuales constituyen y establecen nuestra particular forma de ser.

En ese mismo contexto, el lenguaje  es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia. El lenguaje es generativo,  nos permite hablar «sobre» las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, crea realidades. El idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.

Sin embargo, los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.

Dentro de esta perspectiva, el concepto de lenguaje descriptivo y generativo será bien simple conocer anticipadamente de cuales conversaciones se generará acción y de cuales se obtendrá una descripción que con lleve a una acción estratégica. Así la ontología sostiene que el lenguaje genera realidad. Desde el punto de vista del hablante, el lenguaje es una posibilidad y el hombre otra con aptitud para utilizar el habla como herramienta para generar acción, y de acuerdo a las distinciones que ese hombre tenga sobre el lenguaje es que alineará su hablar hacia la consecución de su propósito  con mayor o menor efectividad.

Cabe señalar que, esto representa que el hombre en su progreso aparece en el lenguaje y a su vez el lenguaje es producto de la evolución del mismo. Sin Embargo, la capacidad creativa del hombre parece razonable considerarlo creador del lenguaje – acción que luego evoluciona junto con él. Es por eso, que al  interpretarse que el lenguaje permite al hombre extrapolar su manera de crear, potenciándola, ya que al suceder fuera de él puede observarla depositando sus ideas en un espacio diferente del que ejerce para pensarlas, y ese lugar de interacción es el lenguaje. El hombre se observa en el lenguaje que propicia una  acción comunicativa.

Es por eso, que la postura de imaginar el lenguaje como un todo responsable de las acciones dentro del campo social, es indispensable pero desplaza a otros elementos que al ser utilizados producen un resultado más cercano de la realidad. Cabe destacar que, es de gran relevancia considerar lo expuesto por Bourdieu, Arent y Levinás, a continuación se refleja la postura de estos autores:

BOURDIEU ARENDT LEVINAS
Plantea que los campos como «universos sociales relativamente autónomos» Son campos de fuerzas, en los que se desarrollan los conflictos específicos entre los agentes involucrados. La educación, la burocracia, los intelectuales, el religioso, el científico, el del arte.

Expone el capital simbólico es una propiedad cualquiera, fuerza física, valor guerrero, que, percibida por unos agentes sociales dotados de las categorías de percepción y de valoración que permiten percibirla, conocerla y reconocerla, se vuelve simbólicamente eficiente, como una verdadera fuerza mágica: una propiedad que, porque responde a unas «expectativas colectivas», socialmente constituidas, a unas creencias, ejerce una especie de acción a distancia, sin contacto físico.

Resaltar su «arquitectura teórica» básica.

Establece tres dimensiones básicas de la Condición Humana: labor, trabajo y acción. Tales dimensiones son propias de todo individuo en toda sociedad, por detención u omisión.

Labor como la dimensión ligada a la necesidad, al ciclo de repetición de la naturaleza, esto es, la labor produce todo lo necesario para mantener vivo al organismo humano y a la especie.

Trabajo, a diferencia de la labor, es productivo: sus resultados están destinados no tanto a ser consumidos como a ser usados -tienen un cierto carácter duradero-. Frente a la característica repetición del laborar, el trabajo como fabricación produce la pura variedad inagotable de cosas, por tanto con una existencia relativamente estable, que constituyen el mundo en que vivimos, el artificio humano

Acción hace referencia a la libertad. Así, frente a la circularidad de la labor y la proyectabilidad del trabajo, la acción se distingue por su constitutiva libertad, por su carácter invariablemente impredecible.

Yo en relación al Otro, en su dimensión de temporalidad y trascendencia; no es el hecho de un sujeto aislado y único sino que es la trascendencia en la apertura hacia los otros, en una perspectiva diacrónica. Estas conferencias tienen el objetivo de salir del aislamiento de existir del existencialismo, cambiando el ámbito del saber. Si podemos transmitir la existencia por la palabra, pero no podemos compartirla en el ámbito del saber ¿qué tipo de comunicación con el ser puede hacernos salir de la soledad? Nunca más un ser para la muerte sino un ser para el Otro.

Fuente: Méndez (2015).

Ahora bien, los actos lingüísticos como los juicios, afirmaciones y pedidos, representa la subjetividad que tiene el ser un humano en su medio ambiente, es  por eso, que al citar a  Bourdieu, en que  plantea los campos como «universos sociales relativamente autónomos» Son campos de fuerzas, en los que se desarrollan los conflictos específicos entre los agentes involucrados. La educación, la burocracia, los intelectuales, el religioso, el científico, el del arte. Estos elementos conforman campos específicos, estructurados y característicos en los que se enfrentan diversas visiones que luchan por imponerse. Es decir, que las acciones de todo ser humano no se encuentra únicamente en su forma de hablar o expresar sus ideas, es necesario reformar el entorno social donde se desenvuelve el individuo ante las características de grupo social.

En este orden de idea, destacar el «capital simbólico»: es una propiedad cualquiera, fuerza física, valor guerrero, percibida por unos agentes sociales dotados de las categorías de valoración, permiten conocerla y reconocerla, asumiendo así unas «expectativas colectivas», socialmente constituidas, a unas creencias, donde se ejerce una especie de acción a distancia, sin contacto físico.  Es decir, que nuestra sociedad actual al considerar los elementos del entorno y las características o comportamientos de una región o espacio territorial reconoce una existencia real, sino un valor efectivo que se basa en el reconocimiento por parte de los demás de un poder a ese valor.

Dentro de esta perspectiva, para que ocurra ese reconocimiento se debe iniciar de  un consenso social sobre el valor del valor, por así decirlo. Gran parte de la obra de Bourdieu se ha dedicado al descubrimiento o revelación de los mecanismos que se dedican a la constitución de esos elementos que configuran el capital simbólico en cada campo social. Así cuando habla de una «teoría de la violencia simbólica», la califica como «una teoría de la producción de la creencia, de la labor de socialización necesaria para producir unos agentes dotados de esquemas de percepción y de valoración que les permitirán percibir las conminaciones inscritas en una situación o en un discurso y obedecerlas» (La economía de los bienes simbólicos).

Al respecto, para que un valor sea percibido como tal, se generan toda una serie de acciones cuya función es la construcción de la creencia que perciba, reconociéndolo, el valor. Sólo así puede funcionar el concepto de capital simbólico. Dentro de este marco, es comprensible que Bourdieu se haya dedicado al análisis de los campos en los que es especialmente señalada la configuración de los valores simbólicos: el estado, la burocracia, la iglesia, el mundo académico.

Dentro de su sistema conceptual, el habitus es otra presencia constante. La sociedad no existe una vivencia independiente de la sociedad misma y sus reglas; las experiencias están mediatizadas por las configuraciones de los diferentes campos. Si el campo es el marco, el habitus es el efecto del marco, su interiorización: también  cumple una función que, en otra filosofía, se confía a la conciencia trascendente: es un cuerpo socializado, un cuerpo estructurado, un cuerpo que se ha incorporado a las estructuras inmanentes de un mundo o de un sector particular de este mundo, de un campo, y que estructura la percepción de este mundo y también la acción en este mundo.

El punto de vista subjetivo considera que la realidad es obra en construcción, el mundo social humano construye prácticas organizadas de la vida cotidiana o del saber ordinario, así se dice que el hombre está hecho de representaciones y voluntades y el mundo es producto de las decisiones, acciones y actos de conocimiento del individuo, sin embargo no se explica porqué y con qué principios el hombre lleva a cabo el trabajo de producción de la realidad, además concibe a las estructuras sociales como sólo una agregación de estrategias y actos de clasificación individuales.

Para Arendt establece tres dimensiones básicas de la Condición Humana: labor, trabajo y acción. Según la posición de este filosofo conlleva a determinar que los actos lingüísticos es una parte de acciones en que se encuentra sujeto los seres humanos, es por eso, que al considerar las dimensiones  propias de todo individuo en toda sociedad, por detención u omisión. Igualmente, describe las dimensiones propias de la Condición Humana en tanto que Antropología Filosófica, es decir, los fundamentos filosóficos básicos que hacen caracterizar nuestra especie como plenamente humana.

En este orden de idea, Arendt define la labor como la dimensión ligada a la necesidad, al ciclo de repetición de la naturaleza, esto es, la labor produce todo lo necesario para mantener vivo al organismo humano y a la especie. Se caracteriza por no dejar nada tras de sí: sus productos están destinados a ser consumidos y desparecen casi tan rápidamente como se han producido. De este modo, laborar y consumir no son más que dos etapas del siempre repetitivo ciclo de la vida biológica. Pertenece asimismo a la labor su no visibilidad y su carácter apolítico. Tal dimensión caracteriza una actividad propia; en este caso, la del uniforme y cíclico «animal laborans«. Cabe señalar que, las  determinaciones de las acciones humanas conllevan a una sociedad a determinar su pensamiento y forma de pensar ante los hechos o situaciones propias de sus actividades, así mismo, no solo los actos lingüísticos  deben mostrar un espejo de un determinado grupo social.

Así pues, otra dimensión de la condición humana: el trabajo, a diferencia de la labor, es productivo: sus resultados están destinados no tanto a ser consumidos como a ser usados tienen un cierto carácter duradero-. Frente a la característica repetición del laborar, el trabajo como fabricación produce la pura variedad inagotable de cosas, por tanto con una existencia relativamente estable, que constituyen el mundo en que vivimos, el artificio humano. Esta misma estabilidad, durabilidad de los productos del trabajo es lo que posibilita la objetividad. Sólo por haber erigido un mundo relativamente independiente de objetos a partir de la naturaleza y por haber construido este ambiente artificial, podemos considerar la naturaleza como algo objetivo.

Finalmente, la tercera y última dimensión de la Condición Humana: la acción hace referencia a la libertad. Así, frente a la circularidad de la labor y la proyectabilidad del trabajo, la acción se distingue por su constitutiva libertad, por su carácter invariablemente impredecible. Las acciones en el mundo, a pesar de tener un comienzo determinado, nunca tienen un fin predecible y menos aún unas consecuencias cerradas.

En este sentido, la acción para hacer del mundo artificial fabricado cuya estabilidad perdure y sobreviva al siempre cambiante movimiento de las vidas humanas, en tanto trascienda la simple funcionalidad de los bienes de consumo y la utilidad de los objetos de uso. Una posición muy marcada

En síntesis, gracias a la acción y a la palabra que el mundo se revela como un espacio en el que es posible la vida en su sentido no biológico. La acción no tiene sentido en la soledad de uno mismo, al contrario, su verdadera naturaleza obliga a ser interpersonal e inédito en un mundo ya preestablecido de otras relaciones humanas. Es decir, que el lenguaje debe ser acompañado por acciones para que exista un verdadero reconocimiento del otro como ser humano ante sus diferentes manifestaciones en su entorno social.

En esta perspectiva, al citar a Lévinas prefiere pensar en la filosofía como “sabiduría que nace del amor” en vez de “Amor a la sabiduría” (significado etimológico de filosofía). Deriva el principio de su ética de la experiencia del encuentro con el Otro. El encuentro cara a cara es la relación inevitable en la que la cercanía y la distancia de la otra persona logran sentirse y tener un efecto. Es por eso, el rostro en el que se presenta el Otro no niega ni viola al Mismo (quien también es un Otro). Los dos interlocutores permanecen al mismo nivel, terrenales y reales. Para Lévinas el tener el rostro del Otro frente a uno mismo genera un sentimiento de compromiso. Ya que se tienen noción de la existencia del Otro forma parte del Mismo y sus experiencias, por eso nace la necesidad de prever por el Otro.

A su vez, la revelación del rostro hace que se reconozca la trascendencia y heteronomia del Otro. Así pues, se distingue dos actitudes frente a la Biblia: la del fiel judío que lee el versículo basándose en la tradición, y la del filósofo fenomenológico que lo lee buscando una justificación, una razón. En la segunda se da una profunda relación entre la religión y la filosofía, que se explica porque la Biblia para Lévinas es esencial al pensamiento, pues enseña que el hombre es el ser que ama a su prójimo. En este sentido, la tesis de que la tradición hebrea es, en su dimensión talmúdica, un ejercicio reflexivo de comprensión de la realidad y, por lo tanto, actividad filosófica.

En este orden de idea, la ontología contemporánea que piensa el ser en su relación con el hombre, «acercarse a la idea del ser en general en su impersonalidad para analizar la noción de presente y la posición en la que, en el se impersonal, surge, como efecto de la hipóstasis, un ser, un sujeto, que la fatiga y la pereza, que muestran la diferencia entre el existente y la existencia. Presenta, también, la relación del hombre con el mundo mediante las intenciones o deseos y mediante el conocimiento o luz, que es lo que permite entrever un más allá del ser. El hombre, en su relación con el mundo, es capaz de separarse de él, de alejarse: esto es el exotismo en sentido etimológico.

Sin embargo, se puede percibir la existencia sin existente como una existencia impersonal y anónima, cuya expresión es la noche o falta de luz, que genera el horror que despoja a la conciencia de su subjetividad misma. En este horror a la noche se revela no la angustia ante la nada, como propone Heidegger, sino el miedo del ser, de la necesidad de asumir por siempre la carga de la propia existencia.

De ahí que Lévinas describe esta experiencia de la noche o del ser como la densidad de un vacío, el murmullo del silencio de la existencia al existente. En esta noche del ser, la conciencia del sujeto pensante se presenta como la ruptura del insomnio del ser anónimo, como el advenimiento o posición de un sustantivo, al que Lévinas denomina hipóstasis o subjetivización del sujeto.

A partir de aquí estudia las dimensiones de esta sustantivación: la conciencia, el aquí, el sueño y el lugar, el presente y el tiempo, el yo, la posición y la libertad. Gracias a este análisis de la posición del existente, Lévinas concluye que el existente domina la existencia, pero la existencia tiene un peso sobre el existente; que la aparición de un existente es la aparición de un sustantivo en el seno de la existencia impersonal; que al buscar la hipóstasis, se ha encontrado la conciencia; y que el existente que se tiene que ocupar de sí mismo está sumido en una absoluta soledad. La separación del ser impersonal explica que lo propio del hombre sea la identidad, el encadenamiento a sí mismo y la imposibilidad de deshacerse de esto.

Para concluir los actos lingüísticos desde la óptica de Bourdieu,  la realidad es una obra en construcción, el mundo social humano se construye con una prácticas organizadas de la vida cotidiana o del saber ordinario, así se dice que el hombre está hecho de representaciones y voluntades y el mundo es producto de las decisiones, acciones y actos de conocimiento del individuo, sin embargo no se explica porqué y con qué principios el hombre lleva a cabo el trabajo de producción de la realidad, además concibe a las estructuras sociales como sólo una agregación de estrategias y actos de clasificación individuales.

Aunado a esto,  el filósofo ante citado se basa en acciones y actos del conocimiento y no en el lenguaje como de forma directa. Es decir, esto es un complemento  de las actividades en los seres humanos.  Así mismo, Arent las acciones en los diferentes elementos El Habla (acción) es el lugar común que permite entender ese escenario que nos separa a la vez que nos une que es el mundo.

Para Senge, el liderazgo implica aprender a moldear el futuro. Existe el liderazgo cuando las personas dejan de ser víctimas de las circunstancias y participan activamente en la creación de nuevas circunstancias. El liderazgo implica crear un ámbito en el cual los seres humanos continuamente profundizan su comprensión de la realidad y se vuelven más capaces de participar en el acontecer mundial, por lo que en realidad tiene que ver es con la creación de nuevas realidades.

¿El líder nace o se hace?

Senge plantea que en la noción de liderazgo debe mantenerse una disciplina de la visión compartida, en la que los principios del dominio personal en el mundo de la aspiración colectiva y del compromiso compartido se consideran elementos determinantes; dentro de ella, el dominio personal es la disciplina que consiste en aclarar continuamente nuestra visión personal, concentrar las energías y ver la realidad cada vez con mayor precisión. Por otra parte, sostiene que «el afán y la capacidad de aprender de una organización no pueden ser mayores que las de sus miembros, por ello, el dominio personal es piedra angular y cimiento de la organización inteligente».

No existe, por lo tanto, una apreciación estricta de que el gerente nazca, ya que en el marco de una política de visión compartida todos tienen características y/o cualidades para desarrollar el liderazgo, importando en este caso la orientación de consenso que permita tomar decisiones orientadas hacia el objetivo común.

Tipos de Liderazgo.

Sostiene que hay una disciplina de la visión compartida, que introduce los principios del dominio personal en el mundo de la aspiración colectiva y del compromiso compartido, elementos que condicionan la adopción de esquemas de liderazgo basados en la concertación, el diálogo y la interrelación entre todos los cuadros presentes en la organización. El dominio personal no es más que la disciplina de «aclarar y ahondar continuamente en nuestra visión personal, concentrar las energías, desarrollar paciencia y ver la realidad cada vez con mayor precisión… comienza por aclarar las cosas que de veras nos interesan, para poner nuestra vida al servicio de nuestras mayores aspiraciones”, sin dejar de lado la evaluación de los compromisos recíprocos entre el individuo y la organización.

Ante este panorama, los esquemas tradicionales de liderazgo deben ser repensados integralmente, por cuanto no se adaptan a estas nuevas condiciones al estar basados en la idea del liderazgo individual, con muy poca o ninguna vinculación con la toma de decisiones por consenso.

Así mismo, los procesos administrativo como planificar, organizar, dirigir y controlar las actividades de los miembros de la organización y el empleo de todos los demás recursos organizacionales, con el propósito de alcanzar las metas establecidas para la organización. Este proceso es una forma sistemática de hacer las cosas. Se habla de la administración como un  paso para subrayar el hecho de que todos los miembros que forman parte de un consejo comunal, logren trabajar de manera organizada para alcanzar así las metas prevista en cada periodo de gestión.

 Conclusión

En resumidas la comunicación de un gerente es de gran relevancia en el desempeño de sus funciones, sin embargo, viene hacer un instrumento para difundir sus pensamientos, la comunicación juega un papel de gran relevancia en las acciones que se generan al utilizar el lenguaje, como sostiene Echeverría el acto lingüístico básico es la declaración, y todo es una declaración. Hablar es declarar. Cada vez que el hombre habla, declara algo, y lo sostiene a un punto tal que bien puede decirse que hay un sólo acto lingüístico, la declaración, con cinco maneras de manifestarse: como declaración, como juicio, como afirmación, como pedido y como promesa que incluye la oferta.

En consecuencia, el hecho de hablar en sí mismo, es más una posibilidad de acción que su certeza, y no necesariamente producirá un determinado efecto en el mundo, ya que éste para ocurrir dependerá, en principio, del contexto en el que ese hablar suceda y de quién sea el que hable. Incluso podría no producir efecto alguno.

La  comprensión, de cada persona  y a la interpretación de lo que significa ser humano, lo concebimos  en seres lingüísticos, donde las  actividades giran en función del mismo; por lo tanto, el lenguaje nos permite intercambiar emociones a través de la comunicación; de tal manera, que pone como eje principal  de estudio a las conversaciones, las cuales constituyen y establecen nuestra particular forma de ser.

Es por ello  que, si se pretende saber cómo somos, y porque somos de este modo, sustraemos parte de esa información, del análisis de las conversaciones. Es importante dejar claro que, las conversaciones son la clave para discernir en el alma humana. Por lo tanto, ubicar en el centro de la mirada a las conversaciones, involucra situar tanto al lenguaje como a las emociones, puesto que toda conversación, articula lenguaje y emoción.

La ontología del lenguaje, nos lleva a hacer referencia a nuestra comprensión genérica, a nuestra vida diaria y al trabajo, ya que todos ellos, se sustentan en una manera particular de interpretar el fenómeno humano.

El lenguaje  es sobre otras cosas lo que hace de los seres humanos el tipo particular de seres que somos. Somos seres que vivimos en el lenguaje. Somos seres sociales. No hay lugar fuera del lenguaje desde el cual podamos observar nuestra existencia. El lenguaje es generativo,  nos permite hablar «sobre» las cosas: hace que ellas sucedan. Por lo tanto, el lenguaje es acción, crea realidades. El idioma que hablemos, siempre ejecutamos el mismo número restringido de actos lingüísticos: los seres humanos, al hablar, hacemos declaraciones, afirmaciones, promesas, pedidos, ofertas. Estas acciones son universales. No sólo actuamos de acuerdo con cómo somos también somos según actuamos. La acción genera ser. Uno deviene de acuerdo con lo que hace.

Sin embargo, los seres humanos se crean a sí mismos en el lenguaje y a través de él. Al decir lo que decimos, al decirlo de un modo y no de otro, o no diciendo cosa alguna, abrimos o cerramos posibilidades para nosotros mismos y, muchas veces, para otros. Cuando hablamos modelamos el futuro. A partir de lo que dijimos o se nos dijo, a partir de lo que callamos, a partir de lo que escuchamos o no escuchamos de otros, nuestra realidad futura se moldea en un sentido o en otro. Pero además de intervenir en la creación de futuro, los seres humanos modelamos nuestra identidad y la del mundo que vivimos a través del lenguaje.

En este sentido, el concepto de lenguaje descriptivo y generativo será bien simple conocer anticipadamente de cuales conversaciones se generará acción y de cuales se obtendrá una descripción. A modo de ejemplo sobre una conversación de queja se obtendrá una descripción sobre lo que sucede y no le gusta al hablante, y si se transforma en una conversación de propuesta se obtendrá una posibilidad de cambiar eso que no le gusta. Así la ontología sostiene que el lenguaje genera realidad. Desde el punto de vista del hablante, el lenguaje es una posibilidad y el hombre otra con aptitud para utilizar el habla como herramienta para generar acción, y de acuerdo a las distinciones que ese hombre tenga sobre el lenguaje es que alineará su hablar hacia la consecución de su propósito  con mayor o menor efectividad.

Cabe señalar que, esto representa que el hombre en su progreso aparece en el lenguaje y a su vez el lenguaje es producto de la evolución del hombre. Legitimando la capacidad creativa del hombre parece razonable considerarlo creador del lenguaje que luego evoluciona junto con él. Puede interpretarse que el lenguaje permite al hombre extrapolar su manera de crear, potenciándola, ya que al suceder fuera de él puede observarla depositando sus ideas en un espacio diferente del que ejerce para pensarlas, y ese lugar de interacción es el lenguaje. El hombre se observa en el lenguaje.

De este modo, será el lenguaje, como fenómeno social, una herramienta al servicio de la efectividad de lo que se quiera lograr o crear grupalmente o en equipo. La coordinación de acciones en funcionamiento será testigo de lo que pueda permitir el lenguaje como generador de acción común en ese equipo.

En relación con lo anterior, el espacio para que ese lenguaje tenga donde ocurrir, determinará la capacidad de creación de resultados en una proporción equivalente al tamaño de la relación. Dicho de otro modo a mayor relación mayor capacidad de acción coordinada, vale decir que, según dice Elena Espinal, el tamaño de la relación influirá directamente en el tamaño del resultado factible de lograr. El lenguaje se identifica en relación con otros seres, o sea que existe porque en su momento hubo un otro con quién hacer, con quién coordinar acciones, alguien a quién expresarle algo. Es, y ha sido, la herramienta para crecer, para bajar del árbol, para evolucionar.

Por otra parte conocer y utilizar los actos lingüísticos para generar resultados, sea en sociedad o equipos de gestión, requiere de un marco o contexto de interrelación permanente, de dinamismo, ya que comprender cada acto lingüístico como un hecho aislado genera un movimiento secuencial que solo ocurre al analizar el proceso. Diferente es lo que pasa en el suceder, en esa dinámica en la que todo ocurre a espacios que bien hasta pueden ser simultáneos. Es poco alentador esperar o exigir a otro que analice, responda o piense en la parte del proceso destinada a ello o en el momento en que a cada uno le toque; muy por el contrario eso ocurre caóticamente, de un modo vital, irreverente, admirable.

En otro orden de ideas, La complejidad en la gerencia moderna induce al hombre a buscar nuevos horizontes que vallan más allá de lo tradicional,  como la capacidad de ver nuevas posibilidades y hacer algo al respecto. Cuando una persona va más allá del análisis de un problema e intenta poner en práctica una solución se producen cambios. Para Aguirre (2005), la creatividad es el proceso de presentar un problema a la mente con claridad (ya sea imaginándolo, visualizándolo, suponiéndolo, meditando, entre otros),  luego de originar o inventar una idea, concepto, noción o esquema según líneas nuevas o no convencionales. De allí, surge la  creatividad; al ver un problema, tener una idea, hacer algo sobre ella, tener resultados positivos.

Es importante destacar, que los gerentes que propicien los cambios dentro de sus organizaciones caracterizando una estructura definida sobre un esquema de tendencia horizontal, dinámica y mucho más flexible, el cual brinda a estos profesionales lo  necesario para crear una redistribución del poder, la autoridad y las responsabilidades entre los miembros de una organización, todo ello implica implementar una nueva concepción de manejar el poder y sobre todo como usarlo.

En este sentido, comenta Andazora (2008), un gerente no sobredimensiona el poder, no le envanece, actitud que le ayuda a manejarse con facilidad e inspirar seguridad en sus subordinados. Tampoco olvida que los logros alcanzados se deben en gran medida a la colaboración de todas las personas que se desempeñan en su organización. Por lo tanto, cabe señalar, que el gerente con una mentalidad formada sobre estos cambios actúa valorando y respetando su equipo de trabajo, lo cual lo expresa con las siguientes acciones: promoviendo y estimulando la participación de carácter  social y comunitario, sustentada en la promoción de cambios organizativos a través de una gerencia más abierta, funcional y con estructuras planas, que permita planificar  todo lo referente al proceso administrativos, considerando la empresa como centro del quehacer.

 REFERENCIAS

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Brasil: El idioma más difícil del mundo se habla en Latinoamérica y tardaría 10 años en aprenderlo

América del sur/Brasil/Noviembre 2016/Noticias/https://actualidad.rt.com/

«El idioma más difícil del mundo es sin lugar a dudas el pirahán», afirma Rolf Theil, profesor de lingüística de la Universidad de Oslo. Por encima de otros miles de idiomas que se hablan en el planeta, Theil ha elegido a este idioma que hablan unos 350 nativos de una región cercana al río Maici, en la Amazonía brasileña, informa el portal Science Nordic.

Un idioma de otro mundo

El pirahán es un idioma cuya pronunciación es muy especial, un dialecto donde la entonación es muy importante. Por ejemplo, las palabras ‘amigo’ y ‘enemigo’ son las mismas, pero se diferencian aplicando una melodía distinta.

Foto ilustrativa

Puede ser hablado, cantado e incluso silbado. De hecho, está basado en un conjunto de sonidos emitidos bajo silbidos que se transmiten a distancias considerables. Esto permite a los nativos orientarse de mejor forma al cruzar la espesa selva o los ríos y se convierte en una considerable ventaja para comunicarse bajo las torrenciales lluvias amazónicas.

¿Podríamos aprenderlo?

Este difícil idioma únicamente utiliza verbos en tiempo pasado y futuro, pero pueden ser expresados ¡hasta en 65.000 diferentes formas! Además, no cuenta con sustantivos en su forma singular o plural. El contexto de la frase dirá si está hablando de una persona o de varias.

Foto ilustrativa

El pirahán solo tiene tres vocales y ocho consonantes, pero muchos sonidos específicos adquieren el significado de palabras enteras. Su transliteración puede ser detectada muchas veces de forma intuitiva, pero si se desconoce determinadas reglas del dialecto sería imposible transmitir una idea.

Los especialistas consideran que por su complejidad, el aprendizaje de este idioma le tomaría unos 10 años a una persona con una memoria promedio. Los expertos han encontrado un buen parecido entre muchos términos del pirahán con el inglés y el portugués. Sin embargo, una gran cantidad de estas palabras tienen un significado diferente, lo que dificulta aún más su aprendizaje.

Descargar Vídeo aquí:

https://youtu.be/F7tiTMLaN_I

Fuente:

https://actualidad.rt.com/actualidad/224045-pirahan-idioma-dificil-mundo-hablar-latinoamerica

Fuente imagen:

 

https://lh3.googleusercontent.com/26lDG_ysVTFAz__TJ675yqJ4g654wS_3bZeZVtoB7jNLU5i5tmtCocUPIeo5q_XBZdHdoQ=s85

 

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La evolución del lenguaje: una perspectiva biolingüística. Entrevista a Noam Chomsky

América del Norte/Estados Unidos/22 Octubre 2016/Autor: C.J Polychroniou/Fuente: Truthout

En la búsqueda científica hacia la comprensión del ser humano, el lenguaje resulta crucial, y lo es por tanto para desvelar los misterios de la naturaleza humana. En la siguiente entrevista a Noam Chomsky, el académico que por sí solo revolucionó la lingüística moderna, se trata la evolución del lenguaje y se expone una perspectiva biolingüística (la idea de que el lenguaje humano representa el estadio del algún componente de la mente). Este es un planteamiento que todavía desconcierta a muchos no expertos, muchos de los cuales han intentado refutar la teoría sobre el lenguaje desarrollada por Chomsky sin comprenderla realmente.

El periodista y escritor reaccionario Tom Wolfe ha sido el último en hacerlo con la publicación de su nuevo y ridículo libro The Kingdom of Speech (El reino del habla), en el que intenta desmontar las teorías de Charles Darwin y Noam Chomsky con comentarios sarcásticos e ignorantes, atacando sus personalidades y expresando un profundo odio a la izquierda. De hecho, este libro tan publicitado no solo demuestra una ignorancia tremenda sobre la evolución en general y el campo de la lingüística en particular, sino que también pretende dar una imagen maléfica de Noam Chomsky (por motivo de sus constantes e implacables denuncias sobre los crímenes de los EE. UU. en el ejercicio de su política exterior y otros desafíos al statu quo). [La entrevista la realizó C. J. Polychroniou, un politólogo y economista que ha enseñado y trabajado en universidades y centros de estudio de Europa y los EE. UU.]

C. J. Polychroniou: Noam, en un libro publicado recientemente junto con Robert C. Berwick [¿Por qué solo nosotros?: Evolución y lenguaje, Kairós (2016)], abordas la cuestión de la evolución del lenguaje desde una perspectiva que sitúa a la misma en tanto que parte del mundo biológico. Ese fue también el tema de tu discurso en la conferencia internacional de Física celebrada este mes en Italia, y parece que la comunidad científica muestra un mayor reconocimiento y una comprensión más sutil de tu teoría sobre la adquisición del lenguaje que la mayor parte de los investigadores sociales, los cuales parecen tener importantes reservas en relación a la biología y la idea de la naturaleza humana en general. En realidad, ¿no es cierto que la cuestión de la habilidad específica del ser humano para adquirir cualquier idioma ha sido un asunto de especial interés para la comunidad científica moderna desde los tiempos de Galileo?

Noam Chomsky: Sí que es cierto. Al término de la revolución científica moderna, Galileo y los científicos y filósofos del monasterio de Port-Royal plantearon un desafío para aquellos que se hacen preguntas sobre la naturaleza del lenguaje humano; un desafío que tan solo había sido reconocido hasta que se retomó a mediados del siglo XX para convertirse en la principal preocupación de buena parte del estudio sobre el lenguaje. Para resumir, me referiré a él como el Desafío de Galileo. A estos grandes padres de la ciencia moderna les asombraba que el lenguaje permitiese al ser humano (cito textualmente) construir “con 25 o 30 sonidos, una variedad infinita de expresiones que, a pesar de que no se parezcan en absoluto a lo que pasa por nuestro pensamiento, consiguen desvelar todos los secretos de nuestras mentes y hace inteligible para los demás lo que imaginamos y todos los diversos movimientos de nuestra alma”.

Podemos ver ya que el Desafío de Galileo requiere ciertas reservas, pero es algo muy real y debería, en mi opinión, ser reconocido como uno de las perspectivas más profundas en la rica historia de la investigación científica sobre el lenguaje y la mente de los últimos 2.500 años.

Pero el Desafío no se había abandonado totalmente. Para Descartes, en torno a la misma época, la capacidad humana para usar el lenguaje de manera ilimitada y apropiada constituía el fundamento primario de su postulado que concibe la mente como un principio creativo. Años más tarde, se da cierto reconocimiento del lenguaje como actividad creativa que implica “un uso infinito de unos medios finitos”, según lo formuló Wilhelm von Humboldt, y proporciona “señales audibles para el pensamiento”, en las palabras del lingüista William Dwight Whitney, hace un siglo. También ha habido cierta conciencia sobre el carácter único y propio de esta capacidad humana (la característica más sorprendente de este curioso organismo y la base de sus notables hazañas). Pero, al respecto, poco era lo que se decía.

Pero, ¿por qué motivo no es hasta bien entrado el siglo XX que se retoma la perspectiva del lenguaje como una capacidad propia de la especie humana?

Hay una buena razón por la que este planteamiento se debilita hasta mediados del siglo XX: no había las herramientas intelectuales que permitiesen formular el problema de manera suficientemente clara como para abordarlo con seriedad. Esta situación cambia con el trabajo de Alan Turing y otros grandes matemáticos que establecieron la teoría general de la computabilidad sobre una base sólida, mostrando cómo un objeto finito como el cerebro puede generar una variedad infinita de expresiones. Después, se hizo posible, por primera vez, tratar al menos parte del Desafío de Galileo de manera directa (a pesar de que, desgraciadamente, toda la historia anterior, como los avances de Galileo y Descartes en el campo de la filosofía del lenguaje o la Gramática de Port-Royal de Antoine Arnauld y Claude Lancelot, les era desconocida).

Con estas herramientas intelectuales al alcance, se hace posible formular lo que podríamos llamar la Propiedad básica del ser humano: la facultad del lenguaje proporciona medios para construir una variedad infinita de expresiones estructuradas, cada una de las cuales posee una interpretación semántica que expresa un pensamiento y se puede exteriorizar de modo sensorial. El conjunto infinito de objetos interpretados semánticamente constituye lo que se ha dado en llamar el “lenguaje del pensamiento”: el sistema cognitivo que recibe expresiones lingüísticas que pasan al razonamiento, la deducción, la previsión y otros procesos mentales y que, al exteriorizarse, pueden ser empleadas para la comunicación y otras interacciones sociales. En mayor medida, el uso del lenguaje es interno (pensar en lenguaje).

¿Podrías desarrollar el concepto de lenguaje interno?

Ahora sabemos que, aunque el habla es la forma común de exteriorización senso-motriz, también puede ser un símbolo o una sensación física, lo cual implica reformular ligeramente el Desafío de Galileo. Este requisito fundamental tiene que ver con el modo en que el desafío está expuesto, que es en términos de producción de expresiones. Formulado así, el Desafío pasa por alto algunos conceptos básicos. La producción, como la percepción, accede al lenguaje interno, pero no se puede identificar con él. Debemos distinguir el sistema interno de conocimiento de las acciones que acceden a él. La teoría de la computabilidad nos permite establecer esa distinción, que es sustancial y común en otros ámbitos.

Piensa, por ejemplo, en la competencia aritmética humana. Cuando se trata de estudiarla, se distingue normalmente ente el sistema interno de razonamiento y las acciones que acceden a él, como la multiplicación de números en nuestra mente, una acción que implica diversos factores que van más allá del pensamiento intrínseco, como los límites de la memoria. Lo mismo sucede con el lenguaje. La producción y la percepción acceden al lenguaje interno pero conllevan otros factores, como la memoria a corto plazo. Estas ideas empezaron a estudiarse con atención en los primeros momentos en que se tomó el Desafío de Galileo, ahora reformulado con el lenguaje interno en el centro de la cuestión, en tanto que sistema cognitivo al que acceden la producción y percepción reales.

¿Significa esto que hemos resuelto el misterio del lenguaje interno? El propio concepto todavía es cuestionado en algunos ámbitos, a pesar de que, aparentemente, haya una amplia aprobación por parte de la mayoría de la comunidad científica.

Se han dado importantes progresos en entender la naturaleza del lenguaje interno, pero su uso libremente creativo todavía es un misterio. Y ello no sorprende. En un estudio reciente y vanguardista que trata casos más simples de acción voluntaria, dos grandes estudiosos de la neurociencia, Emilio Bizzi y Robert Ajemian, mantienen que hemos empezado a conocer algunas cosas sobre la marioneta y los hilos, pero el titiritero permanece envuelto en misterio. Esto es todavía más cierto cuando se trata de actos tan creativos y de uso diario como el lenguaje; la única capacidad humana que ha asombrado a los fundadores de la ciencia moderna.

A la hora de formular la Propiedad Básica, asumimos que la facultad del lenguaje es compartida entre los humanos. Esta es una idea que parece estar sólidamente asentada. No se conocen diferentes grupos en la capacidad lingüística y las variaciones a nivel individual son marginales. De manera general, las variaciones genéticas entre humanos son bastante escasas, lo cual no resulta sorprendente si tenemos en cuenta los recientes y comunes orígenes de los mismos.

La tarea fundamental del estudio sobre el lenguaje es determinar la naturaleza de la Propiedad Básica: el legado genético que subyace a la capacidad lingüística. En la medida en que se consiga comprender sus propiedades, podremos investigar los lenguajes internos particulares, todos ellos ejemplos de la Propiedad Básica, del mismo modo que cada sistema visual individual es un ejemplo de la facultad humana de la visión. Podemos estudiar cómo se adquieren y se emplean los lenguajes internos, cómo se desarrolla el lenguaje, sus fundamentos genéticos y los modos en que operan en el cerebro humano. Este programa general de investigación se ha llamado Programa biolingüístico. La teoría de la facultad lingüística sobre base genética se llama Gramática Universal y la teoría del lenguaje individual se llama Gramática Generativa.

Pero los idiomas varían enormemente de unos a otros. ¿Cuál es la relación entre la Gramática Generativa y la Gramática Universal?

Las lenguas parecen extremadamente complejas y radicalmente diferentes entre ellas. De hecho, hace 60 años, existía la creencia entre lingüistas profesionales de que los idiomas podrían variar de manera arbitraria y cada uno debe ser estudiado sin prejuicios. La misma visión se tenía en aquella época sobre los organismos en general. Muchos biólogos estarían de acuerdo con la conclusión del biólogo molecular Gunther Stent de que la variabilidad de organismos es tan libre como para constituir casi “una infinitud de particulares que deben tratarse caso por caso”. Cuando la comprensión es mínima, tendemos a ver una variedad y complejidad extremas.

No obstante, se ha aprendido mucho desde entonces. Desde el punto de vista de la biología, se reconoce ahora que la variedad de formas de vida es limitada, tanto que la hipótesis de un “genoma universal” ya ha dado serios avances. Mi impresión es que la lingüística ha seguido un camino similar, y defenderé esa postura científica con respecto al estudio del lenguaje en nuestros días.

La Propiedad Básica concibe el idioma como un sistema computacional, por lo que cabe esperar que se observen las condiciones generales para la eficiencia computacional. Un sistema así consiste en una serie de elementos atómicos y reglas para la creación de elementos más complejos. Para la creación del lenguaje del pensamiento, los elementos atómicos son como las palabras, pero no son palabras; para cada idioma, este elemento es el léxico. Comúnmente, las unidades léxicas son percibidas como productos culturales, que varían enormemente con la experiencia y que se vinculan con entidades exteriores a la mente (objetos que están completamente fuera de nuestro cerebro, como un árbol al otro lado de una ventana). Esta premisa se puede observar en el título de algunas obras básicas, como el influyente estudio de W. V. Quine Palabra y objeto. Si lo examinamos con mayor cuidado, descubriremos una imagen muy diferente y que plantea numerosos misterios. Pero dejemos eso por un momento, y hablemos del proceso computacional.

Evidentemente, trataremos de encontrar el proceso computacional más simple y coherente con la información relativa al lenguaje, por motivos que son implícitos dado el objetivo fundamental de la investigación científica. Hace tiempo que se reconoce que la simplicidad en la teoría conduce directamente a una mayor profundidad explicativa. Una versión más concreta de esta búsqueda de la comprensión la encontramos gracias a una conocida máxima de Galileo que ha servido de guía para la ciencia desde los tiempos modernos: la naturaleza es simple y es tarea de los científicos demostrarlo, desde el movimiento de los planetas, hasta el vuelo de un águila, el funcionamiento interno de una célula o el desarrollo del lenguaje en el cerebro de un niño. Pero la lingüística posee una motivación adicional propia para tratar de buscar la teoría más simple. Esta ciencia debe enfrentarse al problema de la adaptabilidad evolutiva. No se sabe mucho sobre la evolución del humano moderno, pero los pocos hechos que están consolidados, y otros que se han dado a conocer recientemente, son muy sugerentes y se ajustan a la conclusión de que la facultad del lenguaje es casi óptima para un sistema computacional, lo cual es el objetivo al que deberíamos aspirar, sobre la base de fundamentos puramente metodológicos.

¿Existía el lenguaje antes de la aparición del Homo sapiens?

Una realidad que parece completamente consolidada es, como ya he dicho, que la facultad del lenguaje es una capacidad propia de la especie humana que se muestra invariable en diferentes grupos humanos (y, además, atendiendo a sus características esenciales, única en el ser humano). Se desprende de ello que esta facultad apenas ha evolucionado desde que los grupos humanos se separaron unos de otros. Estudios en torno a la genómica publicados recientemente sitúan ese momento no mucho después de la aparición del humano anatómicamente moderno, hace 200.000 años aproximadamente, quizás 50.000 años más tarde, cuando el grupo San de África se separó de otros humanos. Algunas pruebas indican que podría incluso haber sido algo antes. No existe indicio de algo similar al lenguaje humano o de actividades simbólicas antes de la aparición de los seres humanos modernos, el Homo sapiens sapiens. Esto nos lleva a pensar que la facultad del lenguaje aparece junto con el ser humano moderno, o no mucho después (un momento muy breve en la historia de la evolución). Y por consiguiente, la Propiedad Básica debería ser de gran sencillez. Esta conclusión se adapta a los descubrimientos llevados a cabo en los últimos años en torno a la naturaleza del lenguaje, lo cual supone una convergencia bien recibida.

Los descubrimientos sobre la temprana separación de los pueblos San son altamente sugerentes, ya que estos poseen lenguajes exteriorizados que son significativamente diferentes. A pesar de las pequeñas excepciones, sus idiomas son el mismo lenguaje con chasquidos fonéticos y correspondientes adaptaciones en el tracto vocal. La explicación más plausible para estos hechos, tal como ha sido expuesta y desarrollada por el lingüista holandés Riny Huijbregts, es que la tenencia del lenguaje interno es anterior a la separación de estos grupos, que a su vez precedió a la exteriorización, la cual se dio de manera diferente en los distintos grupos. La exteriorización parece estar asociada a las primeras señales de comportamiento simbólico, según los estudios arqueológicos, tras la separación. Si tenemos en cuenta todas estas observaciones, parece que nos acercamos a un punto en la búsqueda de la comprensión en el que las razones de la evolución del lenguaje se puedan exponer de maneras que hasta hace poco tiempo eran inimaginables.

¿Cuándo se hacen evidentes las propiedades universales del lenguaje?

Las propiedades universales del lenguaje comenzaron a evidenciarse tan pronto como se empezó a avanzar en la construcción de las gramáticas generativas, incluidas aquellas que eran muy simples pero nunca se habían advertido y que son bastante sorprendentes (un fenómeno común en la historia de las ciencias naturales). Una de estas propiedades es su dependencia estructural: las reglas que producen el lenguaje del pensamiento atienden solamente a propiedades estructurales y no adopta propiedades de la señal exteriorizada, ni siquiera propiedades muy sencillas como el orden lineal.

Para mostrarlo, pensemos en la oración “los pájaros que vuelan instintivamente nadan”. Tiene un significado ambiguo: el adverbio instintivamente puede estar vinculado al verbo anterior (vuelan instintivamente) o al siguiente (instintivamente nadan). Supongamos ahora que extraemos el adverbio de la frase y formamos la oración “instintivamente, los pájaros que vuelan nadan”. Así se resuelve la ambigüedad: el adverbio se interpreta vinculándolo con el verbo nadar, más lejano teniendo en cuenta el orden lineal, pero más cercano estructuralmente, y no con el verbo volar, que es más cercano según el orden lineal pero más lejano en términos de estructura. La única interpretación posible (los pájaros nadan) es la antinatural, pero no importa. Las normas se aplican necesariamente, independientemente del significado o del hecho. Lo que resulta asombroso es que las normas pasan por encima del simple cálculo de distancia lineal y siguen un cálculo mucho más complejo de distancia estructural.

La dependencia estructural está presente en todos los idiomas, lo cual es algo muy sorprendente. Además, se sabe sin necesidad de pruebas de peso, ya que se muestra evidente como en el caso que acabo de emplear y muchos otros. Algunos experimentos muestran que los niños pueden entender el carácter estructuralmente dependiente del lenguaje tan pronto como se puede comprobar, en torno a los tres años de edad, y no cometer errores (sin, por supuesto, que se les haya enseñado). Podemos estar seguros, por lo tanto, de que la dependencia estructural se deriva de los principios de la Gramática Universal que se encuentran en las propias raíces de la facultad humana del lenguaje. Existen indicios que soportan la teoría de que la dependencia estructural es un verdadero universal lingüístico, primariamente vinculado al diseño del lenguaje. Un estudio realizado en Milán hace una década por Andrea Moro mostró que los idiomas inventados que observan el principio de la dependencia estructural provocan la activación normal de las áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje, mientras que otros sistemas más simples que emplean el orden lineal, sin mantener el principio estructural, causan una activación más difusa, lo cual indica que los sujetos de estudio trataban esos idiomas como rompecabezas y no como lenguaje. Resultados similares se desprendieron del estudio realizado por Neil Smith y Ianthi Tsimpli en torno a un sujeto deficiente a nivel cognitivo pero especialmente dotado a nivel lingüístico. También dieron en señalar una interesante observación que supone que las personas con capacidades cognitivas medias pueden resolver un problema si se les presenta como un rompecabezas, pero no si se les presenta como un idioma, presumiblemente activando la facultad del lenguaje.

La única conclusión posible, por lo tanto, es que la dependencia estructural es una característica propia de la facultad del lenguaje; un elemento de la Propiedad Básica. ¿Pero por qué es así? Solo hay una respuesta posible y, afortunadamente, es la respuesta que buscamos por razones generales: las operaciones computacionales del lenguaje son las más simples posible. De nuevo, ese es el resultado que esperamos obtener sobre una base metodológica y a la luz de las pruebas sobre la evolución del lenguaje que ya hemos mencionado.

¿Qué sucede con la llamada doctrina representacional del lenguaje? ¿Qué la hace una mala idea para aplicarla al lenguaje humano?

Como ya he dicho, el punto de vista convencional es que los elementos atómicos del lenguaje son productos culturales y que los más básicos (aquellos que se emplean para referirse al mundo) están asociados a entidades exteriores a la mente. Esta doctrina representacional fue adoptada casi universalmente en los tiempos modernos y parece servir asimismo para la comunicación animal: la llamada de un mono, por ejemplo, está asociada a eventos físicos específicos. Pero es rotundamente falsa para el caso del lenguaje humano, tal como se reconoció ya en la Grecia clásica.

Para mostrarlo, tomemos el primer caso de discusión en la filosofía pre-socrática, el problema de Heráclito: ¿Cómo se puede cruzar dos veces el mismo río? En otras palabras, ¿por qué dos apariencias se entienden como dos estadios del mismo río? Los filósofos contemporáneos sugirieron que el problema se soluciona si entendemos el río como un objeto de cuatro dimensiones. Pero así, sólo se conseguía reformular el problema: ¿por qué este objeto y no otro diferente, o ninguno?

Cuando atendemos a esta cuestión, abundan los enigmas. Supongamos que invertimos el curso del río. Todavía es el mismo río. Imaginemos que el producto que fluye es un 95% arsénico por culpa de las fugas de una empresa situada río arriba. Todavía es el mismo río. Lo mismo contestaríamos si imaginásemos otros cambios radicales del objeto. Por otro lado, con cambios sutiles ya dejaría de ser un río. Si en sus márgenes se construyen unas barreras y se emplea para el tránsito de petroleros, ya no es un río, sino un canal. Si su superficie sufriese un cambio y se endureciese, si se pintase una línea en medio y se emplease para ir a la ciudad cada día, entonces sería una autovía y no un río. Bien pensado, descubrimos que lo que constituye un río depende de construcciones y acciones mentales. Lo mismo sucede incluso, de forma general, con los conceptos más elementales: árbol, agua, casa, persona, Londres… o, de hecho, cualquier de las palabras básicas del lenguaje humano. Radicalmente, y a diferencia de los animales, los elementos del lenguaje y el pensamiento humano contradicen la doctrina representacional.

Además, el intricado conocimiento de los medios de, incluso, las palabras más simples (dejemos otras aparte) se adquieren prácticamente sin experiencia. En los periodos álgidos de la adquisición del lenguaje, los niños aprenden sobre una palabra cada hora, esto es, una representación. Debe ser, por lo tanto, que el rico significado de incluso las palabras más elementales es substancialmente innato. El origen evolutivo de tales conceptos es un completo misterio, uno que quizás no se pueda resolver con los medios disponibles hoy en día.

Por lo tanto, debemos diferenciar el habla del lenguaje, ¿no es cierto?

Volviendo al Desafío de Galileo, debe reformularse para distinguir lenguaje y habla, para distinguir la producción del conocimiento interno (este, siendo un sistema computacional interno que produce un lenguaje del pensamiento; un sistema que puede ser sorprendentemente simple y confirmaría lo que sugieren los estudios evolutivos). Un segundo proceso elaboraría las estructuras del lenguaje a uno u otro sistema sensorial o motor para su exteriorización. Estos procesos parecen ser el centro de gravedad de la complejidad y variedad del comportamiento lingüístico y su mutabilidad a lo largo del tiempo.

Existen ideas recientes muy sugerentes sobre el fundamento neuronal de las operaciones del sistema computacional y sus posibles orígenes evolutivos. El origen de los átomos de la computación, no obstante, es todavía un misterio, al igual que una cuestión principal que ocupó a aquellos que formularon el Desafío de Galileo: la cuestión cartesiana de cómo el lenguaje puede ser empleado de su forma creativa normal, de un modo apropiado para determinadas situaciones pero no provocado por ellas, de formas que se incitan pero no se imponen, en términos cartesianos. Este misterio se aplicaría incluso para las formas más simples de movimiento voluntario, como hemos dicho anteriormente.

Han sido muchos los avances en el estudio del lenguaje desde que empezó el programa biolingüístico. Es justo decir, en mi opinión, que se ha avanzado más en el estudio de la naturaleza del lenguaje y de una variedad muy amplia de lenguajes tipológicamente distintos, que en los 2.500 años de historia de estudio sobre el lenguaje. Pero, como sucede a menudo con las ciencias, cuanto más aprendemos, más descubrimos lo que ignoramos. Y más desconcertante parece.

Traducción: José Manuel Sío Docampo

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=217797&titular=la-evoluci%F3n-del-lenguaje:-una-perspectiva-bioling%FC%EDstica-

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Los daños de la inmersión lingüística

Sonia Sierra

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dictó el 15 de diciembre 2015 una sentencia por la que condena a la Generalitat de Cataluña a indemnizar a una niña con 3.000 euros por haber sido escolarizada sólo en catalán pese a haber obtenido el reconocimiento de los tribunales a recibir la enseñanza también en español.

Como suele ocurrir, cuando la sentencia llega, el alumno ya ha acabado su escolarización, en este caso, el ciclo de Educación Infantil.

Los padres reclamaron, tal y como reconoce la Ley de Política Lingüística, que su hija pudiera recibir educación en su lengua materna y el colegio les ofreció «atención individualizada» en español pese a que esta práctica no sustituye a la enseñanza en la lengua pedida, como señalan varias sentencias.

Para aquellas personas que no estén familiarizadas con el tema, esa «atención individualizada» con la que según los defensores de la inmersión se garantizan los derechos de los castellanohablantes, consiste en que el alumno está en clase con todo el material en catalán y cuando el docente acaba su explicación, se dirige a él y se la repite en español. Por supuesto, no hay ningún tipo de argumento didáctico ni pedagógico para defender semejante horror.

El caso que ahora nos ocupa se remonta al curso 2008-09 y los padres han tenido que esperar seis años a que se haya hecho justicia porque en todo lo que respecta al tema de la lengua, la Generalitat recurre y recurre, sometiendo a los progenitores a un calvario judicial que, paradójicamente, es pagado con el dinero de los impuestos de todos los ciudadanos, incluidos el de los demandantes.

Que una administración utilice el dinero público para pleitear contra personas cuyo único delito es pretender una educación mejor para sus hijos resulta escalofriante además de una auténtica aberración.

Por si todo esto fuera poco, los docentes llamados a reclamar reconocieron que la consejería de Enseñanza faltó a la verdad en un informe que aportó al tribunal en 2012 en el que decía que la alumna sí había recibido educación en español. Algo así sería inadmisible en la mayoría de democracias de nuestro entorno.

La cifra de 3.000 euros viene del cálculo de las horas, 6,5 horas por semana, de clase que la alumna no recibió en su lengua materna a razón de 7,36 euros la hora, según precio de mercado pero, además, también se le indemniza con227,50 euros como «perjuicio adicional» por el retraso en el aprendizaje en el que había incurrido la alumnas y otros 227,50 por «el sobreesfuerzo innecesario que de forma ilegal se ha obligado a realizar a la alumna».

Estos dos puntos son los que me parecen más interesantes de toda la sentencia porque ratifican lo que muchas personas venimos denunciando desde hace tiempo, que la inmersión perjudica a la mayoría de los alumnos, en concreto a ese más del 50% que tiene el español como lengua materna.

Las cifras son elocuentes: los castellanohablantes presentan el doble de fracaso escolar que los catalanes y la desventaja se mantiene incluso cuando distraemos los datos socioeconómicos de la familia.

Pero, además de esto, hay un daño más sutil y difícil de cuantificar y es el de aquellos alumnos que, sin llegar a ser fracaso escolar, han visto disminuidas sus notas, aunque sea ligeramente, por tener que realizar sus exámenes o presentar en una lengua que no es la suya materna porque resulta evidente que es con la que mejor nos expresamos.

Esto se nota especialmente cuando de hablar se trata, en un sistema educativo como el nuestro que carece claramente de una formación en expresión oral. Si pensamos en acontecimientos importantes en la vida académica por lo que en ellos se juega como puede ser la redacción y posterior presentación del trabajo de investigación de 2º de bachillerato o los exámenes de acceso a la universidad, resulta evidente que hay unos alumnos que parten desde una posición más favorable que otros porque unos lo hacen en su lengua materna y otros no.

Pondré un ejemplo claro. Cuando se evalúa una exposición oral, se tienen en cuenta aspectos como la corrección fonética por lo que un alumno que de forma natural pronuncia la «s» sonora o sabe distinguir entre la «o» o la «e» abierta y cerrada ya que son sonidos propios de su lengua, parte con ventaja sobre los castellanohablantes porque en español no existen.

Se podría alegar que los alumnos han estado escolarizados siempre en catalán y que por ese motivo para ellos también son sonidos «naturales», pero basta hablar con cualquier profesor de catalán de cualquier instituto de la periferia para que quede claro que esto no es así.

Esperemos que esta sentencia favorable a esos padres que han luchado contra el poder para reivindicar una mejor educación para su hija vaya más allá de la victoria moral y se abra la puerta a un debate sereno y riguroso que permita que en Cataluña todos los alumnos puedan gozar de un sistema educativo más justo e igualitario.

Fuente del articulo: http://www.economiadigital.es/es/notices/2015/01/los-danos-de-la-inmersion-linguistica-65123.php

Fuente de la imagen: http://cronicaglobal.elespanol.com/es/img2/2014/06/20140614rigau1-4140.jpg

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Estrategias educativas más o menos originales.

América del Sur/Argentina/Fuente:http://www.lanacion.com.ar/

Por: Graciela Melgarejo

Nunca se sabe cuándo va a asaltarnos una duda lingüística porque ¿cuándo se termina de aprender la propia lengua? En la casa de quien esto escribe, se nos contaba siempre a los más chicos una anécdota sobre una tía española -o quizá fuera una vecina- que, cada vez que el hijo se portaba mal, le decía: «¡Mira que te *degollo!» Gracias a ese cuento burlón, aprendimos temprano que el verbo degollar es irregular y se conjuga como el verbo contar.

Por supuesto, no era ésa la única estrategia educativa familiar, pero es cierto que, al recibir una de las últimas comunicaciones de Fundéu, el recuerdo volvió fresco, risueño y pimpante a la memoria. Es que Fundéu dice que «el verbo degollar es irregular y se conjuga como el verbo contar, de modo que lo adecuado es degüella, no degolla».

Para una mejor explicación, Fundéu se remite al Diccionario panhispánico de dudas: «degollar, que significa cortar la garganta o el cuello a una persona o animal’, es un verbo irregular. Así, algunas de sus formas de imperativo y del presente de indicativo y subjuntivo presentan el diptongo ue, escrito con diéresis en la u, en vez de la o (degüelloy no degollo). Esto sucede porque la o de esas formas, que era una vocal breve y tónica en latín, dio como resultado un diptongo en su evolución al castellano». En el ejemplo anterior, lo correcto es: «El Estado Islámico degüella a 9 islamistas y lapida a otro por violación en Siria».

En cambio, en el papel, dron (plural drones) es la entrada correspondiente a la adaptación del sustantivo inglés drone (zángano’), para referirse a una aeronave no tripulada’. De manera que esta duda ya está resuelta, y lo estará más cuando la 23» edición estétambién en línea.

Con respecto a otra consulta de lectores de Línea directa sobre la palabra francesaballottage también de uso frecuente en tiempos de elecciones- hace bastante que RAE la castellanizó como balotaje. Ahora bien, para muchos hispanohablantes esta adaptación suena «muy» del español de España y se niegan a utilizarla. Respetemos el libre albedrío, pero respetemos también la ortografía: si vamos a usar la palabra francesa, escribamos entonces ballottage en bastardilla o cursiva o itálica, porque ésa es la regla en español para las palabras extranjeras que no están castellanizadas.

Como dice también el DPD, «no son admisibles grafías híbridas como *ballotaje o *balottage, que no son ni francesas ni españolas», aunque la recomendación final es usar la expresión española segunda vuelta, esa misma que conocemos desde siempre.

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1821670-estrategias-educativas-mas-o-menos-originales

Imagen: https://www.understood.org/~/media/cc1408db6f0a41ae9bb7f00758c9ec15.jpg?h=662&la=es-MX&mh=662&mw=1178&w=1176

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