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EU Launches Legal Action Against Hungary Over Higher Education Law

Abril de 2017/Fuente: Radio Free Europe

Resumen: La Comisión Europea ha iniciado una acción legal contra Hungría sobre una ley de educación superior que podría conducir al cierre de la Universidad Central Europea (CEU), con sede en Budapest. La comisión dijo en una declaración el 26 de abril que la ley húngara de educación superior aprobada a principios de abril «no era compatible con las libertades fundamentales del mercado interno … sino también con el derecho a la libertad académica». El CEU, fundado en 1991 por el multimillonario estadounidense George Soros, se ha convertido en un punto central del debate político en Hungría. El primer ministro Viktor Orban ha acusado desde hace mucho tiempo a Soros, nacido en Hungría, de interferir en los asuntos internos de Hungría y ha estado imponiendo restricciones a las organizaciones conectadas con Soros.

The European Commission has launched legal action against Hungary over a law on higher education which could lead to the closure of the Budapest-based Central European University (CEU).

The commission said in a statement on April 26 that the Hungarian Higher Education Law passed earlier in April was «not compatible with the fundamental internal market freedoms … but also with the right of academic freedom.»

The CEU, which was founded in 1991 by U.S. billionaire George Soros, has become a focal point of political debate in Hungary.

Prime Minister Viktor Orban has long accused Hungarian-born Soros of interfering in Hungary’s internal affairs and has been placing restrictions on organizations connected to Soros.

«We have decided to take legal action on the higher education law by sending a letter formal notice to the Hungarian government on the basis of an in-depth legal assessment,» European Commission Vice President Valdis Dombrovskis told a news conference in Brussels.

The Hungarian legislation was passed by parliament on April 4 and signed by President Janos Ader on April 10.

The measure requires foreign universities in Hungary to have a campus there and to provide similar courses in their country of origin.

The CEU, which has more than 1,400 students from more than 100 countries, could be forced by the law to stop accepting students next year and shutter its doors in 2021.

International Criticism

The Hungarian government’s move has prompted international criticism and triggered a wave of demonstrations in Hungary.

Orban’s government has one month to respond to the commission’s letter, which details Brussels’ legal concerns.

The letter could be the first step in infringement proceedings — a process undertaken by the commission to bring an end to the infringement of EU laws and ensure that they are correctly applied in EU member states.

«The commission will take its next steps in light of the answer received from the Hungarian government,» Dombrovskis said.

The commission’s announcement of legal action came just hours before Orban spoke at a plenary session of the European Parliament focusing on fundamental rights in Hungary.

Hungarian Prime Minister Viktor Orban addresses a plenary session at the European Parliament on the situation in Hungary

Hungarian Prime Minister Viktor Orban addresses a plenary session at the European Parliament on the situation in Hungary

Speaking in that debate, Orban criticized both the CEU and Soros — calling Soros «an American financial speculator» who is «attacking Hungary» and has «destroyed the lives of millions of Europeans with his financial speculation.»

Orban also called Soros «an open enemy of the euro» currency.

Orban did not comment on the legal action launched by the European Commission.

But he briefly mentioned the controversial Hungarian education law, calling it «a minor amendment» that concerns 28 foreign universities in Hungary.

He said the legislation will introduce «uniform rules applying to them,» close loopholes, introduce transparency, and «end privileges that these foreign universities have enjoyed over European ones.»

Orban concluded that it was his «job and duty to ensure that European and Hungarian universities enjoy a level playing field and are not at a disadvantage compared to non-EU universities, no matter how big and powerful their owner might be.»

The United States has criticized the fast-track adoption of the law.

Overtures To Moscow

Orban, who rose to popularity in the early 1990s as an anti-Soviet politician, has been advocating closer ties with Russia.

He has met with President Vladimir Putin several times since coming to power in 2010. The last such meeting occurred when Putin visited Budapest in February.

Hungary was also the first EU country the Russian leader visited in 2015 after Russia’s illegal annexation of Crimea in March 2014.

Orban has defended his overtures to Moscow, saying Hungary needs cheap energy from Russia. But critics say the Hungarian leader is increasingly inspired by Putin’s authoritarian style of government.

The Hungarian government also has a draft bill in the works that would place restrictions on civic organizations that receive foreign support.

The bill resembles Russia’s so-called «foreign agent» law, introduced in 2012, which stigmatizes or even allows the closure of NGOs that receive funds from abroad and engage in political activity if the Justice Ministry considers the activity harmful to national interests.

Fuente: https://www.rferl.org/a/hungary-eu-action-orban-ceu-univestiry-/28453293.html

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De nuevo con la elección escolar: o cuando la diferencia se confunde con la desigualdad

Por: Aina Tarabini

No se trata de hacer centros idénticos como si se tratara de una cadena de montaje. No se trata de prohibir a las familias la elección escolar. Se trata de crear un contexto en el que todas las escuelas sean comparables en términos de calidad y equidad.

Marzo es el mes en que habitualmente los centros educativos, públicos y concertados, realizan jornadas de puertas abiertas para las familias que buscan escuela para el próximo curso escolar. Marzo es también el mes en que los miedos, las esperanzas, las ansiedades, las búsquedas de meses atrás (a veces, incluso, años) se plasman en la configuración de una ‘lista de prioridades’ y en la ‘elección’ de un colegio específico para hijos e hijas. Marzo es también el mes en el que a menudo se publican ránkings de colegios y en que numerosos centros educativos despliegan sus estrategias comerciales.

Comerciales, sí. Porque en un contexto de casi-mercado educativo como el que caracteriza el contexto español, el ‘juego’ de oferta, demanda y elección de centro se convierte en una estrategia comercial como cualquier otra. Como aquel que se compra unos zapatos. Ni más ni menos. Los consumidores de zapatos buscan, comparan y compran en función de la oferta disponible (no todo el mundo tiene la misma oferta al alcance), de su capital económico (no todos los zapatos cuestan lo mismo), de sus gustos (no a todo el mundo le gusta el mismo modelo), de sus necesidades específicas (algunos los necesitan planos, otros altos, otros con plantillas) y así sucesivamente. A su vez, los vendedores de zapatos lanzan ofertas, hacen campañas de marketing, bajan precios cuando es necesario y suma y sigue. Así funciona el mercado.

Sorprendentemente el ejemplo de los zapatos funciona perfectamente para entender el proceso de elección escolar. Aunque escoger una escuela no tiene las mismas implicaciones personales ni sociales que comprarse unos zapatos, el marco regulador de la elección escolar en nuestro país parece convertir esta cuestión -fundamental no sólo para el bienestar individual sino también y sobre todo para la cohesión social- en una cuestión mercantil más. Y es que un contexto de mercado conlleva y fomenta procesos de competencia y competición entre familias y escuelas. Las escuelas luchan para mostrarse ‘mejores’ que las otras, para resaltar su valor añadido, sea en términos de proyectos, instalaciones, resultados académicos, adquisición de valores, etc. Y las familias luchan para acceder a aquellas escuelas consideradas ‘mejores’.

El juego de mercado está servido. Porque efectivamente las familias (sobre todo aquellas con más capital cultural) saben que no escogen entre escuelas diferentes sino entre escuelas eminentemente desiguales. Desiguales en oportunidades y condiciones para el aprendizaje y el desarrollo integral de sus hijos e hijas. Y ahí es donde radica la trampa de numerosos discursos públicos y privados en este campo. En tratar como sinónimos ‘diferencia’ y ‘desigualdad’ cuando son conceptos intrínsecamente diferentes, con implicaciones personales y sociales claves. Hablamos de escuelas desiguales porque unas son gratuitas y otras cobran cuotas a pesar de recibir subvenciones públicas; porque unas concentran a toda la matrícula viva que llega durante el curso (es decir, al alumnado que por cuestiones migratorias -sean internas o externas- llega una vez empezado el curso y se tiene que escolarizar), mientras otras tienen el ‘privilegio’ de gozar de un alumnado prácticamente idéntico durante toda la etapa escolar; porque unas tienen pantallas digitales en todas las aulas y otras no tienen ni siquiera una; porque unas tienen un profesorado estable y cohesionado, mientras otras tienen una plantilla docente que no deja de cambiar año tras año. Esta es la realidad de las escuelas de nuestro país. Una realidad que genera fracturas claves entre el sector público y el privado-concertado, pero también dentro del mismo sector público. Una realidad que marca todo el proceso de elección escolar.

De este modo, los discursos que enfatizan las virtudes de la competencia para aumentar la calidad, los que defienden las virtudes de una autonomía escolar que permita reforzar la especificidad y, por tanto, la diferencia entre los centros y los que ensalzan el derecho ilimitado de las familias de escoger el centro educativo que quieren para sus hijos e hijas olvidan al menos una cuestión fundamental: la educación no es sólo un bien privado sino que es fundamentalmente un bien público y, como tal, debe estar al alcance de todos los ciudadanos en las mismas condiciones. Utilizando las palabras de Juan Manuel Escudero, si no queremos que el derecho a la diferencia se convierta en una diferencia de derechos es fundamental equiparar las condiciones de escolarización de los centros educativos (instalaciones, precios, proyectos, profesorado, composición social) para que todo el mundo tenga derecho a una buena educación. Para que la cooperación, y no la competición, sea lo que marca las relaciones entre escuelas y familias en el juego de la elección escolar. No se trata de hacer centros idénticos como si se tratara de una cadena de montaje.

No se trata de prohibir a las familias la elección escolar. Se trata de crear un contexto en que todas las escuelas sean equiparables en términos de calidad y equidad y en el que, por tanto, todas la familias puedan ejercer su derecho a la elección con las mismas condiciones y oportunidades. Un contexto en el que la lucha contra la desigualdad sea la base para garantizar un verdadero derecho a la diferencia que no entre en contradicción con la propia lógica del derecho a la educación, de todos y para todos, centros, familias y sobre todo alumnado.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/21/de-nuevo-con-la-eleccion-escolar-o-cuando-la-diferencia-se-confunde-con-la-desigualdad/

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La reivindicación de los sujetos populares y la educación de jóvenes y adultos en América Latina

Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticas del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

El estado de las sociedades latinoamericanas en el marco de un mundo cada vez más interconectado, pero a la vez más desigual es muestra del posicionamiento de la democracia como significante vacío al que diversos sectores recurren como fuente de legitimación de sus proyectos. Así, los movimientos políticos que han contado con un amplio apoyo popular muestran cadenas equivalenciales diversas coaligadas en torno a liderazgos de rasgos populistas. Así, las centrales obreras en Brasil llegaron a converger con el liderazgo de Luis Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores; las clases medias pauperizadas y los sectores de trabajadores del Estado, entre ellos los docentes se aglutinaron en torno a la propuesta de los Kirchner en Argentina. La larga tradición aymara de autogobierno ha sido la base de la refundación de Bolivia en clave plurinacional con la llegada al poder de Evo Morales.

Estas experiencias han sido representativas de los movimientos político-sociales surgidos como respuesta ante las crisis generadas por las políticas neoliberales de ajuste, así como del retorno de la democracia en los contextos postdictadura. Estos liderazgos populistas se entienden en el marco de la frontera política trazada entre el conjunto de la población agraviada por las crisis padecidas entre las décadas de 1990 y 2000 y las desprestigiadas clases políticas que impulsaron las políticas emanadas del Consenso de Washington. Sin embargo, la tensión sigue presente y la vulneración de la democracia como expresión de la voluntad popular se encuentra amenazada. La propia fragilidad de las experiencias neopopulistas, que basaron sus programas redistributivos en un repunte favorable que experimentaron las exportaciones en el mercado internacional, revelaron su vulnerabilidad a partir de la crisis financiera de 2008.

A partir de entonces, se han posicionado los llamados golpes blandos de Estado, que vulneran la democracia a través de mecanismos legales con los que se han destituido a gobiernos representativos, elegidos democráticamente. Tales son los casos recientes de Honduras en 2009, Paraguay en 2012 y de Brasil en 2016. La confluencia del predominio del capital financiero internacional con los intereses de las oligarquías nacionales conforma las condiciones de producción de este contexto de vulnerabilidad de los regímenes elegidos democráticamente y de las políticas redistributivas que se basaron en lógicas compensatorias.

Dicho contexto plantea la necesidad de radicalizar el vínculo democrático en las experiencias basadas en liderazgos populistas. La reivindicación de las luchas populares va más allá de demandar una efectiva representación. Por el contrario, debe apuntar a conducir un proyecto de nación incluyente, que retome las revolucionarias ideas de Simón Rodríguez en torno a fundar el proyecto de instrucción pública como medio de cohesión sobre la base de los actores subalternos. Este horizonte apunta a revertir la dicotomía civilización/barbarie instalada por la tradición sarmientina que creó dualidades jerárquicas como la de ciudad/campo, dualidades basadas en la imposición de una cultura occidental sobre las diversas culturas populares. El normalismo como dispositivo de formación de un sujeto destinado a ejercer una labor de disciplinamiento en la escuela también creó una tendencia a la homogeneización. Dicha tendencia se recicla en el presente con el énfasis otorgado a las pruebas estandarizadas nacionales e internacionales, que miden el logro de aprendizajes en función de indicadores, lo cual resulta en un reduccionismo del acto educativo.

La tensión que se produce entre el reconocimiento de las culturas populares y una educación enfocada en los requerimientos del mercado, repercute en la orientación que se imprime a los sectores subalternos del sistema educativo, como lo son los adultos en condición de rezago o analfabetismo. Su misma condición es evidencia de las desigualdades intrínsecas del sistema educativo. Asimismo, es muestra de la necesidad de ampliar los espacios de socialización por fuera de la escuela para llevarlos a los lugares en que estos sujetos se desempeñan, ya sea en sus distintos contextos laborales o en función de los requerimientos de desarrollo de sus referentes regionales. En ese sentido, se mantiene la disputa por el proyecto de educación pública, tras las reformas descentralizadoras de la década de 1990 que fragmentaron el sistema educativo en sus niveles locales, con consecuencias en el acceso equitativo a una educación gratuita y de calidad, ya que la descentralización administrativa no se tradujo en una descentralización de la dotación de recursos y en cambio afloraron las desigualdades regionales junto con las políticas de subvención a la oferta privada.[i]

En este marco, en América Latina hacia 2015 la tasa de alfabetización de las personas de 15 a 24 años fue de 98.2%, de 98.4% en mujeres y 98% en hombres.[ii] Sin embargo, esta disminución en el analfabetismo se ha debido más por la ampliación de la escolarización en el nivel primaria que por la acción de políticas exprofeso para la alfabetización de adultos.[iii] Este problema se relaciona con el hecho de que el sistema educativo “no elimina las desigualdades, sino que las recicla y traslada a otros momentos del proceso de escolarización”[iv]. En esa lógica se inscriben los programas gubernamentales enfocados a la reducción del analfabetismo en la población mayor de 15 años. Uno de los más sobresalientes es el Plan Iberoamericano de Alfabetización y Educación Básica de Personas Jóvenes y Adultas (PIA), cuyo objetivo es cubrir a un universo de 34 millones de adultos analfabetos. Otro es el programa cubano “Yo sí puedo” creado en 2003 y que opera en 12 países latinoamericanos, entre los que se encuentran Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Venezuela. Mientras que en México el Modelo de Educación para la Vida y el Trabajo (MEVyT), dirigido a personas mayores de 15 años que no concluyeron sus estudios elementales, atiende cada año a 12,000 personas en sus 3 módulos básicos del nivel inicial.[v]

Sin embargo, en la mayoría de estos programas los alfabetizadores son voluntarios,[vi] lo cual indica que en América Latina la Educación para Jóvenes y Adultos (EPJA)  experimentó un reflujo hacia un enfoque compensatorio. Esto se relaciona con el hecho de que los programas que atienden a la EPJA se enmarcan en la política de discriminación positiva, que despliega distintos programas de acuerdo a las diferentes necesidades para obtener resultados equiparables en cuanto al logro de aprendizajes significativos. Estructuralmente, esta política genera una segregación que perpetúa las desigualdades generacionales y tiene su raíz en una escuela homogénea con respecto al servicio que los educandos reciben, que no reconoce la diversidad social y cultural. En este filtro del acceso a la escolarización influye la educabilidad, como factor que predispone a amoldarse al requerimiento de ser alumno. Este requerimiento tiene en mente a un alumno idealizado, con el consiguiente problema de demandar a los maestros la formación prescriptiva de ese sujeto que inevitablemente debe amoldarse a una cultura occidentalizada, ajena a su historicidad. A la vez, se genera una fragmentación en la diversidad de modalidades que integran el sistema educativo, creándose un archipiélago de circuitos educativos inconexos.[vii] En cambio, sigue siendo necesaria una concepción de escuela entendida como un espacio democrático que debe asociarse a la justicia social y a la igualdad de oportunidades.[viii]

A pesar del horizonte de equidad que se persigue a través de los distintos informes y encuentros internacionales, no se asume que la inequidad educacional en el caso de América Latina ha ido en aumento. Tal situación obedece a las políticas neoliberales que enfatizan el rendimiento de la inversión desvinculado del bienestar social y sólo comprometido con las ganancias. En consecuencia, los organismos internacionales pese a que plantean metas loables no asumen que las políticas neoliberales son parte de la causa del problema, siendo difícil avanzar en muchas materias educativas, si no se modifica la lógica neoliberal que se ha impuesto en las últimas décadas en la región.

En el caso del campo de la EPJA convive la necesidad de matizar los índices de escolaridad, que ocultan importantes rezagos al interior, con un desplazamiento en el sentido economicista que se le ha otorgado a la EPJA, así también se advierte la importancia de recuperar su sentido más integral de formación a lo largo de la vida. Esta recuperación  emergente es una oportunidad para revitalizar el sentido inicial de la EPJA en el marco del derecho a la educación, que consiste en promover y preservar el acervo cultural que representa el patrimonio intangible que se encuentra en los “saberes, hábitos comunitarios, herencias artísticas y técnicas”.[ix] Dicho patrimonio se refiere a una comunidad en movimiento de la que son parte los sujetos de la EPJA, como portadores de tal acervo que, al formar parte de la tradición oral quedan invisibilizados para la ciudad letrada[x] en tanto que el analfabetismo persiste como una barrera que separa ambas culturas. El acercamiento entre las esferas orales y letradas se sitúa como un itinerario más en el campo de la EPJA.

[i] Stubrin, F. (2006). “Protesta magisterial y reformas educativas en América Latina” en Cadernos de Sociologia e Política. V. 9, p. 112.

[ii] CEPALSTAT (2016). América Latina y el Caribe: perfil socio regional demográfico. Consultado en: < http://estadisticas.cepal.org/cepalstat/Perfil_Regional_Social.html?idioma=spanish>

[iii] UNESCO (2015). América Latina y el Caribe Revisión Regional 2015 de la Educación para Todos. Santiago. pp. 200

[iv] Blanco, E. (2012) “El reciclaje de la desigualdad: exclusiones educativas en América Latina”. En Puchet, Martín; Rojas, Mariano; Salazar, Rodrigo; Valenti, Giovanna; Valdés Ugalde, Francisco (Coords.) América Latina en los albores del siglo XXI. 2. Aspectos políticos y sociales. México, FLACSO.

[v] CEPAL (2010). Panorama social de América Latina 2010. Capítulo 2: “La educación frente a la reproducción inter-generacional de la desigualdad y la exclusión, situación y desafíos en América Latina”.

[vi] Infante, M., Letelier, M. (2013). La alfabetización de personas jóvenes y adultas

en América Latina y el Caribe: análisis de los principales programas. Santiago, CEPAL. Pp. 38

[vii] Blanco, “El reciclaje…” Op. Cit.

[viii] Rivero, J. (2000). “Reforma y desigualdad educativa en América Latina”. Revista Iberoamericana de Educación Número 23 ¿Equidad en la Educación? mayo – agosto.

[ix] Rojas, M. (2009). “La responsabilidad cultural de la universidad pública” en Latinoamérica. Revista de Estudios Latinoamericanos, UNAM, México, núm. 48, enero-junio, pp. 9-27.

[x] Rama, A. (1998). La Ciudad Letrada. Montevideo, Arca.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/la-reivindicacion-de-los-sujetos-populares-y-la-educacion-de-jovenes-y-adultos-en-america-latina/

Fuente de la imagen:http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/07/Conape-educacion-superior-cantidad-otorgada_ELFIMA20130108_0007_1-e1437072590638.jpg

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La Educación es más que un logo corporativo

Henry Giroux

Cualquiera que pase algo de tiempo en el campus de un college en esto días no puede desconocer como la educación superior está cambiando. Atadas por el dinero y definidas crecientemente en el lenguaje de la cultura corporativa, muchas universidades parecen estar menos interesadas en el alto aprendizaje que en convertirse en escaparates licenciado por corporaciones de grandes nombres – ventas de espacio, edificios, y sillas para donantes corporativos ricos.

Los presidentes de los College, son ahora llamados C.E.O. y son menos conocidos por su liderazgo intelectual que por su rol como forjadores de fondos y su habilidad para construir puentes entre el mundo académico y el de los negocios. Los avezados capitalistas ahora friegan los College y universidades en la búsqueda de grandes beneficios hechos a través de acuerdos de licencia, el control de derechos de propiedad intelectual, y la inversión de compañías derivadas de la universidad. En el tiempo del dinero y las ganancias, los sujetos académicos ganan estatura casi exclusivamente por su contravalor en el mercado. Esto se suma a los intentos de la administración Bush por privatizar la educación superior cortando los programas sociales, saqueando los servicios públicos y empujando a los estados al borde de un desastre financiero.

Mientras, la educación superior se convierte cada vez más en un privilegio que en un derecho. Muchos estudiantes de la clase trabajadora encuentran financieramente imposible ingresar a los college, o a causa de los costos que aumentan permanentemente tienen que abandonar. Aquellos estudiantes que tienen recursos para permanecer en la escuela sienten cada vez más las presiones del mercado laboral y deben apurarse por tomar cursos y recibir credenciales profesionales en negocios, ocasionando perjuicios a las ciencias naturales y las humanidades. No debe sorprender, que los estudiantes sean llamados “clientes”, y que las facultades son menos recompensadas por sus becas que por su habilidad de asegurar sus fondo y becas de fundaciones, corporaciones y otras fuentes externas. O que antes de ser reconocidas por su enseñanza crítica inventiva y rigurosa investigación, sean valoradas como operadoras multinacionales, aún cuando la mayoría cortan cada vez más el contrato de empleados. Los presidentes de algunas universidades discuten incluso acerca del llamar a los profesores “empresarios académicos”.

En tanto, la línea entre las instituciones de educación superior orientadas al lucro o no colapsa, la tensión entre los valores democráticos y los intereses de mercado mancha, y la distinción entre educación y entrenamiento para el trabajo se rompe. Tampoco debe sorprender, que se ha convertido en más difícil para la opinión pública reconocer que los problemas que enfrenta la educación superior tienen menos que ver con la administración corporativa , y la eficiencia, que con la erosión de los ideales democráticos.

Por fortuna, hay una larga tradición en la historia Americana que rechaza la noción de que la educación superior debe ser tratada como la marca de un producto o simplemente como entrenamiento para la fuerza de trabajo de las corporaciones. En esta visión más noble, que se extiende desde Thomas Jefferson y Horace Mann a W.E.B. Du Bois y Jonh Dewey, la educación superior fue siempre defendida tanto como un bien público como una esfera autónoma donde los estudiantes para la ciudadanía activa, el valor cívico, y el desarrollo de una sociedad democrática sustantiva. Si la educación superior enfrentará el desafío del nuevo milenio, las universidades y los college necesitan reclamar su legado y redefinirse como sitio de aprendizaje crítico y activa participación en la vida cívica.

Esta visión de la educación como ideal cívico, sugiere respeto de los educadores, tanto maestros como profesores, ofreciendo a los estudiantes el conocimiento necesario para aprender cómo gobernar en oposición a cómo ser gobernado, expandiendo las fronteras de su imaginación, y permitiendo la promesa de un orden democrático social vibrante.

Considerar la educación como un intento democrático comienza con el reconocimiento que la educación superior es más que una oportunidad de inversión, la ciudadanía es más que consumir, el aprender es más que prepararse para el trabajo, y la democracia es más que tomar decisiones en el centro comercial local. La educación superior es un logro democrático ganado con dificultad y es tiempo de que los padres, las facultades, los estudiantes, y los ciudadanos preocupados se ocupen de ella como un bien público más que como un mero campo de entrenamiento para los intereses, valores y beneficios corporativos.

Al corazón de tal lucha está la noción de una militancia utópica en que la esperanza se convierte en la precondición tanto para pensamiento alternativo y acciones con responsabilidad y coraje. La democracia está en crisis en todo el mundo, y uno de los caminos para conducirnos en esta es a través de un modo de educación que no tome sólo lugar en la educación pública y superior, sino también a través de anhelos utópicos en los cuales podamos vislumbrar comunidades organizadas alrededor del valor en vez del miedo, compartir las necesidades humanas antes que los valores amorales del mercado, y principios morales que nos lleven a no sólo tener esperanza sino a actuar para eliminar el sufrimiento y explotación humanas mientras expandimos los derechos democráticos, identidades y relaciones sociales.

Translated by: Pablo Aiello

Fuente del Artículo:

https://www.henryagiroux.com/HigherEd_CorpLogo_Spanish.htm

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Una fotografía pedagógica destinada al mercado

Adriana Puiggrós

El gobierno nacional ha puesto en marcha una evaluación de carácter obligatorio que alcanzaría cerca de un millón y medio de alumnos de primaria y secundaria de todas las escuelas del país. Se trata de un operativo denominado “Aprender”, elaborado bajo los lineamientos de una empresa líder en el negocio de la evaluación internacional (primer rubro mundial del mercado de la educación).

Fue diseñado con una estructura vertical en cuya cúspide está el ministro de Educación de la Nación, continúa una enredada burocracia y en la base quedan los “aplicadores”. Estos últimos son los docentes a los que se ha quitado toda posibilidad de opinar en todas las fases del operativo y que deben ser desconocidos por los alumnos. En las guías producidas por el Ministerio se indican medidas que imponen un clima signado por fuertes indicaciones disciplinarias.

El Ministerio informa que los resultados serán un insumo fundamental para el conjunto de las políticas educativas y orientaciones pedagógicas, lo cual es especialmente preocupante, dado que el “Aprender”, adolece de graves faltas desde los puntos de vista técnico y pedagógico, y de una explícita orientación política que invalida su pretendida cientificidad. El hecho es que funcionarios involucrados en el análisis y uso de los resultados (el “Aprender” aclara que sólo una parte será de difusión pública, y otra de acceso restringido) han anticipado su veredicto sobre delicados temas que aborda la prueba: el ministro Esteban Bullrich ha sido el más explícito, vinculando a los alumnos que provienen de sectores populares con la violencia y, con su frase más famosa, anunciando una nueva “Campaña al Desierto”.

El ex ministro de educación de la CABA por el PRO, Mariano Narodowski, expresa muy bien las ideas del gobierno sosteniendo que las escuelas y los docentes son dispositivos caducos cuya desaparición es segura: deberíamos acostumbrarnos a un futuro en el que el problema será qué grado de desigualdad producirán las intervenciones en los genes destinadas a modelar la inteligencia, procedimiento al que quedará reducida la educación.

Estos preconceptos sociales (porque no son ni siquiera hipótesis) son antiquísimos, aunque adornados con un lenguaje Siglo XXI. Toman como sujeto (mejor dicho objeto) a un supuesto alumno universal, que es introducido en una situación artificial y atemorizante, y se le toma un examen que juega el papel de una fotografía. Pero la educación es un proceso y no un instante de chicos iluminados o amedrentados. Las respuestas por SI o por No del cuestionario estilo “múltiple choice”(que contiene unos ítems incisivos respecto al trabajo de los docentes y otros desorientadores de los alumnos) no es posible que reflejen de manera objetiva cómo se desarrolla la educación en el país.

Por el contrario, es altamente probable que se usen para justificar un resultado previsto, que sería rankings de escuelas, maestros y alumnos destinados a ordenar y regular el mercado educativo, tal como se hace con productos de perfumerías, bebidas o automóviles. Es una política educativa muy lamentable. En una evaluación educativa científica y socialmente adecuada, el núcleo es la participación de los docentes y alumnos, no como aplicadores y objetos de la aplicación, sino como sujetos activos de la revisión conjunta del proceso que transitan juntos.

Ese fue el criterio acordado entre los gremios y el gobierno, hasta el año pasado. Ahora no solamente no se cumple con lo pactado (que tiene fuerza de ley) sino que tampoco convoca el gobierno a la reunión colectiva de trabajo. En definitiva, el operativo “Aprender” obtendrá una foto de chicos desasosegados frente a docentes transformados en “aplicadores”. Siguiendo la línea de análisis de los funcionarios oficiales, será una radiografía del Ser de distintos sectores sociales: “así son”, dirá la prueba, tomando como definitiva una situación ficticia y traumática.

La película de largometraje en que debe consistir una buena evaluación no será tomada porque obligaría a mostrar los resultados de anteriores Operativos Nacionales de Evaluación e incluso algunos internacionales, en los cuales la educación argentina no está tan mal como el gobierno querría.

Fuente del articulo: http://www.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-312151-2016-10-19.html

Fuente de la imagen: Foto de Archivo

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Mejorando los Sistemas Educativos, ¿qué hemos aprendido?

World Bank Group/19 de julio de 2016/Por: Alberto Rodríguez

El Instituto Nacional de Evaluación Educativa presenta el informe elaborado por Alberto Rodríguez, quien funge como Director del Departamento de Educación para Europa y Asia Central, a continuación el referido texto:

http://www.mecd.gob.es/dctm/inee/documentos-de-trabajo/albertorodriguezbancomundialpresentacion14mayo.pdf?documentId=0901e72b81962f24

El propósito del presente informe es ofrecer respuestas a través de un estudio estadístico de ¿para qué necesitamos una buena educación?; partiendo de tres lecciones aprendidas:

• Parte 1: Los retos de la educación secundaria.
• Parte 2: La importancia de las habilidades
socio-emocionales.
• Parte 3: Los sistemas fuertemente acoplados.

El informe demanda la necesidad de formar individuos con pensamiento crítico, fomentar la participación ciudadana en sociedad, desarrollar valores que fortalezcan el capital social y democrático de los países y, promover la felicidad de los individuos.

Tomado de: http://www.mecd.gob.es/dctm/inee/documentos-de-trabajo/albertorodriguezbancomundialpresentacion14mayo.pdf?documentId=0901e72b81962f24

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Entrevista a Marcos Arruda: «La economía se ha agigantado tanto que ha sofocado el sentido original de la educación»

03 Julio 2016/Fuente: el diario.es/Autor:

Marcos Arruda es un economista y educador brasileño.  Uno de los promotores del Foro Social Mundial que se celebró por primera vez en 2001 en Porto Alegre, Arruda estuvo en Barcelona durante el Foro Social Catalán y las Jornadas de Economía Social y Solidaria. Seguidor de los aprendizajes de Paulo Freire, el educador participó en proyectos de alfabetización y, cuando estuvo en el exilio, coincidió con Freire, con quien trabajó en las reformas educativas de Mozambique y Guinea Bissau.

El lema del foro es que otro mundo es posible.  ¿Cuál es el papel de la educación en la construcción de este mundo?

La educación tiene un papel central, porque otro mundo posible será un mundo donde el centro no es el dinero, ni el capital, ni la acumulación de riquezas materiales.  El centro es y será el ser humano y todos sus potenciales a desarrollar.  Por eso siempre insisto en la idea de que incluso una economía solidaria no es un fin en sí, es un medio para el gran objetivo, que es el desarrollo integral del ser humano, persona y comunidad.  Este es el gran objetivo y es un objetivo móvil, porque el desarrollo es lo que hacemos a lo largo de toda la vida.  Lo importante, entonces, y ahí entra la educación con su papel fundamental, es ayudar a las personas desde pequeñas hasta adultas a construirse y empoderarse como sujetos de su propio desarrollo.  En la economía solidaria lo llamamos autogestión del propio desarrollo, reducir al máximo la dependencia de otros y de instituciones para desarrollarse.  Y siempre que digo desarrollarse lo descompongo en persona, comunidad, pueblo, humanidad y todo el planeta.  Todo esto es el desarrollarse, somos individuos sociales, no podemos pensar como personas aisladas, individuos absolutos y abstractos fuera de la realidad, fuera de los contextos sociales e históricos.  Somos seres-relación.  Es ese ser humano el que queremos construir y estamos construyendo en la educación liberadora.

¿Considera que la educación formal educa en la economía del capital?

Educa en la economía ante todo, porque educa de una forma funcional, para la función que se desarrollará en la sociedad.  El jueves en un debate sobre la universidad, comentábamos que se ha perdido el abordaje del origen de las universidades, el de formación universal del ser humano, que es una dimensión a la vez humanística y biocéntrica, porque hay que ir más allá del ser humano y ver la vida, donde el ser humano es un detalle.  La universidad ha perdido estas dimensiones para reducirse a las carreras, a las funciones y la división del trabajo en la sociedad.  Y peor aún, forma para competir, porque cada uno entra en un espacio competitivo de ser el mejor y liquidar a los que son menos buenos según los criterios de la sociedad dominante, del mercado.  Es un universo de la escasez y de la competición, en el que el otro sólo cuenta como adversario o enemigo que tienes que vencer o subyugar o eliminar.  En vez de eso debemos potenciar una educación para la cooperación, para la solidaridad, para el apoyo mutuo, en la que descubrimos que por el hecho de ser seres interrelacionados, somos de forma insoslayable, seres-relación tanto entre los humanos como con toda la naturaleza y el cosmos.  La única manera inteligente de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza es cooperando.

Las investigaciones científicas muestran que hemos evolucionado a partir de elementos cooperativos, que se juntan, que se agregan, que colaboran, que se componen en unas totalidades más complejas, que dependen de la armonía de lo diverso y no de la competición de cada elemento contra el otro por ser el mejor.  Estos son los fundamentos de otra educación, una educación para la cooperación, la solidaridad y la autoevolución, que yo llamo autodesarrollo, porque es consciente.  La evolución es el movimiento de la vida, y nosotros ya recibimos de la naturaleza este mandato de ser los líderes de nuestra propia evolución.  Estamos siendo malos líderes, y la educación liberadora viene para volvernos buenos líderes de la evolución de la vida, porque nuestra actuación en el planeta influye en el resto de la vida del planeta y lo que estamos haciendo es cada vez más invisibilizar la propia vida en el planeta.

Desde un punto de vista más práctico, tenemos unas escuelas, unas universidades, todo un sistema educativo. ¿Es posible transformar esto o la propuesta es construir un sistema educativo en paralelo?

Trabajo mucho con José Pacheco, un profesor portugués que creó una escuela en el norte de Portugal, cerca de Oporto, que se llama Escola da Ponte.  Era una escuela municipal y desde que se hizo director fue transformando la escuela poco a poco.  La primera cosa que firmó como director fue una especie de decreto que decía «Firmo este decreto con el objetivo de decir que desde ahora la escuela ya no tiene director.  Firmado, el director José Pacheco».  Se suicidó como director y creó toda una dinámica de gestión colectiva, incluyendo a los alumnos, a los profesores y a los trabajadores en un esfuerzo colectivo de repensar la escuela. Hoy esta escuela tiene más de 30 años y ha podido hacer frente a todos los choques con el sistema escolar dominante, siendo una escuela municipal, obligada a seguir los esquemas del ministerio de educación.  Ahora este hombre se ha jubilado y se ha ido a Brasil.  Está viviendo en el interior de São Paulo con un proyecto social de un empresario consciente, principalmente para niños con problemas.  Fue invitado por la mujer de este empresario, ahora viuda, a esta escuela, una escuela innovadora.  Él, sin embargo, con esta visión liberadora sabe que no existe trasplante de una escuela a otra, de un modelo a otro. Se debe recrear en la realidad de las personas, y del país y del municipio donde se encuentra.  Así que están recreando una escuela antigua y atrayendo gente de muchos lugares.  Pero al mismo tiempo José Pacheco viaja por Brasil y es uno de los inspiradores de los Românticos Conspiradores, una red de personas que militan por la transformación de la educación.  Tiene una propuesta muy radical, que dice que la escuela que nosotros conocemos debe implosionar.  Es una propuesta realmente revolucionaria de cambio de paradigma y no puede esperar.  No podemos intentar evolucionar a otro modelo, porque corremos el riesgo de que el mundo se acabe antes de llegar a él.  Debemos hacer un cambio ahora.

¿Qué tipo de cambios implica?

Principalmente dejar de tomar como referencia la transmisión del saber acumulado.  En la educación liberadora hablamos de tres tareas educativas.  La primera, transmitir al estudiante el conocimiento acumulado por la humanidad a lo largo de su historia, con toda la selección que hay que hacer porque nadie puede ni transmitir ni recibir todo este conocimiento.  Esta es la tarea que la escuela actual está reducida a hacer.  La segunda tarea es capacitar a los y las estudiantes para volverse críticos con este conocimiento, ponerlo en cuestión, plantear dudas, poner este conocimiento acumulado a una prueba de realidad, que es mi vida, mi conocimiento, que es único, porque mi experiencia de vida es única.  Se trata de desarrollar una conciencia crítica y de plantear preguntas sobre el conocimiento acumulado y sobre la realidad.  Y la tercera tarea es desarrollar sus capacidades de crear nuevos conocimientos, a partir de su propia praxis, práctica repensada, reflejada, metabolizada y sistematizada por cada uno.  Estas tres tareas implican una escuela que ya no tiene como principal tarea transmitir el conocimiento sino ayudar a los niños y jóvenes a aprender a ser investigadores.

¿Investigadores?

El eje central de la nueva escuela es investigar, preguntar a la realidad, pedirle respuestas y conocer, convivir, compartir.  Con la percepción de la ciencia física y exacta que no existe nunca una observación que no sea una intervención. Debes ponerte como sujeto de una relación de diálogo con el objeto de investigación, que ya no es más de «he venido a observar, tomo notas, me voy y ya lo conozco».  Esto no existe.  Conozco conviviendo, dialogando, interactuando.  Con la revolución que ha hecho en esa escuela, ya no hay paredes ni aulas, sino salas de investigación.  Los niños ya no tienen profesores, tienen guías que les ayudan a hacer investigación, y tienes los ordenadores y la sociedad ahí fuera.  Hay tanto investigación en internet, como en los libros, como en el barrio, en la ciudad, en la Vila das Aves, que es donde se encuentra la escuela.  En Brasil está consiguiendo también hacer una serie de contactos con municipios y, aunque no todos prosperan, algunos tienen escuelas totalmente transformadas por la influencia del José Pacheco.  Así que realmente creo que es posible crear una nueva escuela sobre los escombros y las cenizas de la vieja escuela.  Pero realmente hace falta un cambio radical, profundo, de paradigma de la enseñanza y de la educación.

Habla de la importancia de investigar el mundo.  ¿Por qué la escuela o la universidad viven de espaldas a la realidad?

La universidad es aún peor.  Debería estar en la cima de la formación para la vida y le da la espalda. ¿Cuando se sube la universidad a la ola de la economía solidaria?  Después de que la economía solidaria se haya convertido en un fenómeno global.  ¿Por qué ha esperado todo este tiempo?  Porque no hace investigación, porque no se ha dado cuenta de que esta economía tal y como existe es inviable, es insostenible, y es necesario que la universidad lidere el pensar una nueva economía para una nueva sociedad.  ¿Qué nueva economía?  La universidad se podría haber anticipado si hiciera investigación en esta línea de tres etapas. ¿Qué aprendo de la economía que ha existido hasta hoy?  Que es inviable, insostenible y deshumanizante y que vive de crisis.  Segundo, ¿cuáles son los factores que generan insostenibilidad en esta economía?  ¿Por qué no sirve al ser humano sino que lo enajena en los bienes materiales y en la competición contra el otro, que debería ser un colaborador?  Esto está en la cultura, y por lo tanto he de entender que para pensar otra economía he de pensar la cultura, los paradigmas, los valores, lo que condiciona mi manera de ser y de relacionarme.  Con esta percepción puedo hacer la tercera pregunta como investigador: ¿Qué otra economía necesitamos que sea natural, que ayude a la humanidad a seguir evolucionando, y no se estanque ni se enajene en la tecnología y la riqueza material?  No habiendo hecho estas tareas, la universidad está a remolque de la realidad, no está cumpliendo su papel.

Este modelo educativo no es reciente, tiene muchos años.  ¿Por qué no llega a las instituciones educativas?

La economía se ha agigantado hasta tal punto que ha eclipsado las otras dimensiones de la existencia humana.  En mercantilizar el ser humano y todo lo que tiene que ver con él, lo ha transformado todo en objeto del mercado, de compra y venta.  El ser humano, la vida, los biomas y ecosistemas, se han convertido en instrumentos de acumulación de capital, que es lo contrario de lo que deberían ser.  Esta hipertrofia de la economía ha sofocado el sentido original de la propia educación y ha instrumentalizado la educación para formar seres competitivos para la economía. Seres capaces de investigar para desarrollar tecnologías para la acumulación de beneficios, cuando este no era el sentido de la tecnología, pero como está mercantilizada sólo produce lo que da dinero.  La educación mercantilizada produce empleados del beneficio y del capital y e sto ha sofocado y desvirtuado el sentido profundo de la educación.

¿Y qué papel juega la globalización? ¿ Estamos aprendiendo las mismas cosas en todo el mundo?

Cada vez más hay una uniformización de las formas de pensar y actuar de la propia cultura del capital. ¿ Pero qué se está globalizando?  El capital, el dinero, la capacidad de invertir se está globalizando, ya que a través de internet puedes invertir en una empresa en Rusia, China o Guatemala para hacer beneficios.  Se ha globalizado el capital industrial y puedes sacar tu fábrica de un barrio de Barcelona y llevarla a la Guinea Ecuatorial, donde también hablan castellano, porque allí tienes una mano de obra 10 o 20 veces más baratas y tu beneficio se multiplicará.  Entonces estás privando a los catalanes de puestos de trabajo rentables para garantizar su vida, pero eso no implica ni una mínima preocupación por el empresario.  No tiene ninguna fidelidad a Catalunya o a Barcelona, sino a su beneficio. ¿ Y por qué un gobierno como el de aquí no les dice que no pueden irse porque son una empresa de Barcelona?  Porque el gobierno es local y la empresa, en el capitalismo, es la única que tiene el poder de ser totalmente libre.  Los ciudadanos no lo son.  El gobierno no lo es, porque está dentro de un sistema político que llamo  corporatocracia Es la corporación la que es prioritaria.  La economía no se planifica a nivel local, municipal, estatal, quien se planifica es la empresa, con un horizonte de 10, 20, 50 años.  Nosotros no tenemos ese derecho, el horizonte que prevalece en el ámbito gubernamental son 4 o 5 años de mandato de un gobierno.  Está todo mal.  Todo esto está mal.  Entonces la economía solidaria viene y dice que para hacer una economía racional, adecuada a las necesidades de la población, se debe reconstruir de abajo a arriba.  Lo que importa es la familia y la comunidad en la que vive el ser humano.  Promueve, en primer lugar, la libertad de cada persona de desarrollarse lo más plenamente posible.  ¿Quién ayudará a esa persona a capacitarse para ello?  Una educación liberadora, centrada en el ser humano integral, y no en el ser humano mercantil.

¿Este modelo mercantilizado busca ciudadanos que aprendan cada vez menos?

El sistema quiere que las personas aprendan a pensar de forma limitada, en segmentos, y no globalmente.  Es una educación exponencialmente especializante.  Lo sabrás todo sobre un insecto que vive en el cedro, y serás el único, el dominador de ese conocimiento.  Pero el insecto vive en el cedro, que es un universo de vida que alberga millones de seres que están vivos y que hacen vivir el cedro.  Hay un tema que es la simbiosis, la relación con el contexto, pero dirá que no, que sólo sabe sobre el insecto.  Es como un economista francés que debatía con nosotros en Uruguay y cuando llegamos al tema del desempleo dijo que no lo debatiría porque no era economía sino sociología y por tanto no era su área. ¿Pero qué quiere decir esto? ¿El sujeto de la economía no es de su área? ¿Para qué sirve la economía, pues? ¿Con quién puede funcionar?  Pues resulta que él no tenía como discutirlo, estaba fuera de su conocimiento.  Éste es el tipo de formación que la escuela actual da a las personas.  En nuestro abordaje no, es universalista, universitaria, integral, buscando entender cada aspecto y dimensión del ser humano, incluida la dimensión espiritual, para que todo ser humano sea capaz de conocerse y desarrollarse plenamente en todas las dimensiones.

Fuente de la entrevista: http://www.eldiario.es/catalunya/educacion/Marcos-Arruda-agigantado-original-educacion_0_249525055.html

Fuente de la imagen: http://images.eldiario.es/catalunyaplural/Marcos-Arruda-Social-Catalan-FSCat_EDIIMA20140414_0012_5.jpg

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