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Siria: La generación robada

Asia/Siria/14 de febrero de 2017/Fuente: noticiasdealava

Una guerra de casi 6 años, el éxodo y la pasividad de Europa están condenando a la miseria y a la muerte a millones de niños. El futuro de un país se diluye lentamente entre las ruinas de Siria y en los campamentos de refugiados.

No son solo casi seis años de guerra. Es la guerra “más brutal de la actualidad”. El conflicto sirio está siendo especialmente demoledor para los menores. Más de ocho millones de niños y niñas necesitan ayuda humanitaria desesperadamente. Y la necesitan hoy. La guerra, el éxodo y la indiferencia de las autoridades internacionales están poniendo en peligro toda una generación de una región.

¿Qué es mejor? ¿Quedarse en el infierno que se vive en Siria o jugarse la vida en el Mediterráneo y en campos de refugiados infames? Lorena Cobas, responsable de Emergencias de Unicef Comité Español, expone las preferencias de su organismo: “Lo mejor siempre es que los niños puedan estar con sus familias y en la medida de lo posible en su lugar de origen. Para esto es necesario que puedan estar seguros. Desde Unicef hacemos un llamamiento para que los civiles y especialmente los niños no sean objetivos en una guerra que no tiene nada que ver con ellos”.

La vida en Siria se ha recrudecido en los últimos meses. El 70% de la población no tiene acceso regular a agua potable. De hecho, el corte del suministro es utilizado como un arma de guerra. “Cuando no hay otra opción, lo que hacemos es llevar agua en camiones cisterna”, señala Cobas, “pero esto es una solución temporal y además es muy costosa. Lo importante es restaurar los sistemas de agua que han sido destruidos o establecer sistemas de agua fijos”.

Conseguir alimentos también es complicado. Desde Unicef se intenta fortalecer el poco comercio que hay. “Una de nuestras líneas de acción está siendo ayudar a productores locales”, explica la responsable, “les damos apoyo a las familias. En vez de dar un alimento, les damos un vale para que puedan comprar en estos comercios”.

Los constantes ataques indiscriminados también hacen que la educación sea una actividad de riesgo. Una de cada tres escuelas en Siria está destruida, dañada o siendo utilizada con fines militares, lo que deja a la mitad de los niños sirios, 2.700.000, fuera de la escuela. “Esto es muy grave”, se lamenta Lorena Cobas, “hemos diseñado un programa de autoaprendizaje para que ellos puedan seguir las clases desde su casa con un acompañamiento de su familia. No vamos a parar hasta que los niños puedan volver a la escuela. No se trata solo de aprender. Se trata de romper el ciclo de la pobreza llevando a los niños a la escuela”.

Se estima que ahora mismo la educación en Siria ha retrocedido dos décadas y que, si no se actúa con celeridad, las ayudas monetarias a largo plazo podrían ser de 10.700 millones de euros. Pero Cobas apunta además al aspecto más humano: “Los niños necesitan sentirse niños, tener una rutina, estudiar, estar con otros niños, jugar, recuperarse… Esos niños han visto niveles de violencia inimaginables para nosotros. Han visto matar gente, incluso a miembros de su familia. La única manera que tienen los niños de recuperarse emocionalmente es recuperar la normalidad, estudiar y que les permitan que el día de mañana puedan ser niños que no repliquen lo que están aprendiendo, que es a relacionarse en medio de una guerra. Tenemos que darles otras oportunidades y otra visión de la vida en sociedad”.

Para colmo de males, los niños son también víctimas al ser reclutados por grupos armados. Y cada vez lo hacen con niños más pequeños. En 2015 más de la mitad eran menores de 15 años: “Están reclutando niños de 7 años. Los utilizan de muchas maneras: como cocineros, porteadores o como primera línea de guerra en ataques”.

Con una generación de niños comprometida, Lorena Cobas admite que la única manera que ven para que se recupere el país es invertir en la infancia: “No podemos permitir que estos niños que no han perdido las ganas de recuperarse y de recuperar su país se pierdan. Hay que invertir en su educación y protección. Mientras no consigamos esto, seguiremos engordando este círculo vicioso. Educación, protección y que tengan lo más básico para vivir. De esta manera estos niños en el futuro podrían recuperar Siria”.

LOS NIÑOS REFUGIADOS Si en Siria los niños viven en un infierno, lo que encuentran otros muchos miles como refugiados es un limbo insoportable. Cada vez son más países en los que miles de niños pasan el invierno en la intemperie, sin escolarizar y a merced de redes de trata de personas. Es más, en los últimos meses se ha detectado que en los campos de refugiados incluso ha aumentado el número de matrimonios infantiles. Sara Collantes es una especialista en políticas de infancia de Unicef y conoce bien el drama: “Teniendo en cuenta que el matrimonio infantil ya existía en los países de origen de los niños que están en campos de refugiados de Europa, no es de extrañar que veamos este fenómeno en Europa. Las familias sienten que no tienen otra salida más que dejar que una niña se case con una persona adulta contra su voluntad. Es una manera para salir adelante y poder soportar la presión económica para sobrevivir. Creen también que incluso es una medida de protección para la niña”.

Lo que más duele al pasear la vista por los campos de refugiados es la pasividad de las autoridades europeas ante el sufrimiento de miles de niños y familias. “Se han destinados recursos, pero detectamos que hay una gran lentitud en la gestión de los mismos”, explica Collantes, “el sistema de asilo europeo no funciona correctamente. Los procesos son muy lentos, hay que eliminar las trabas burocráticas y los problemas de gestión de las solicitudes de asilo aportando más apoyos técnicos para que los recursos de primera llegada puedan gestionar hábilmente y con celeridad las solicitudes”.

Las exigencias son siempre hacia las instituciones, pero el ciudadano de a pie también puede ayudar a los niños refugiados. “Siempre está la vía de colaborar con las diferentes organizaciones que trabajan por los refugiados”, confirma Sara Collantes, “pero lo que también puede hacer la gente es seguir informándose de lo que está ocurriendo y pedir responsabilidades a sus representantes políticos. Hay muchas vías para hacer llegar la voz a distintas instancias a nivel local, autonómico o estatal y que quede claro que la ciudadanía quiere una solución urgente y duradera para proteger los derechos de los refugiados”.

Fuente: http://www.noticiasdealava.com/2017/02/07/mundo/la-generacion-robada

Imagen: static.noticiasdealava.com/images/2017/01/04/bin_22379036_con_11921253_19145_1.jpg

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Presidente chino pide mayores esfuerzos para alivio de pobreza

China/Febrero de 2017/Fuente: CCTV.com

El presidente de China, Xi Jinping, pidió hoy mayores esfuerzos para el alivio de la pobreza.

Xi subrayó la importancia de la precisión en el combate de la pobreza y señaló que esa tarea debe centrarse en personas e industrias específicas, y usar los instrumentos correctos para producir resultados.

El presidente hizo estas declaraciones durante una gira de inspección a la ciudad de Zhangjiakou, en la provincia septentrional china de Hebei, donde inspeccionó una aldea pobre, visitó y charló con familias pobres y discutió cómo podrían librarse de la pobreza.

«Combatir la pobreza es la tarea fundamental en la construcción de una sociedad modestamente acomodada de manera integral», dijo Xi.

El presidente pidió más esfuerzos para ayudar a las industrias de desarrollo deficiente a que puedan crecer de una manera sostenible, establecer mecanismos sostenibles para el alivio de la pobreza y crear fuerzas para que logren la prosperidad.

El alivio de pobreza es un aspecto importante en la agenda 2016-2020 de China, y el gobierno prometió sacar a todos de la pobreza para el año 2020. Para fines de 2015, China todavía tenía 55,75 millones de personas que vivían en la pobreza.

Desde el inicio de la reforma y apertura en 1978, el auge económico de China ha ayudado a sacar más de 700 millones de personas de la pobreza.

El alivio de la pobreza se está volviendo cada vez más difícil conforme avanza hacia su fin», dijo Xi.

El líder chino enfatizó la importancia de garantizar que todas las familias pobres tengan un programa para elevar sus ingresos y que cada persona pobre encuentre un camino para salir de la pobreza.

El presidente señaló que la reubicación es un enfoque complementario importante en el combate de la pobreza y subrayó el papel de la compensación ecológica, lo que no sólo ayudará a mejorar el ambiente ecológico, sino también a impulsar los ingresos.

Xi subrayó la importancia de la educación en la reducción de la pobreza y dijo que «garantizar que los hijos de las familias pobres disfruten de acceso a educación de alta calidad es una solución fundamental para la pobreza».

Durante la gira, Xi también inspeccionó una compañía de lácteos en Zhangjiakou, donde pidió mayores esfuerzos para crear una industria de lácteos competitiva a nivel mundial con productos seguros y de alta calidad.

Para garantizar la seguridad de los alimentos, deben adoptarse los estándares más rigurosos, la regulación más estricta, el castigo más severo y el mecanismo más serio de atribución de responsabilidades.

Xi también escuchó los informes de funcionarios sobre la economía local y declaró que la reducción de la capacidad de producción excesiva en el sector del hierro y el acero es crucial para que Hebei, una importante provincia productora de acero, mejore la estructura industrial y cree nuevos motores de crecimiento.

El presidente pidió esfuerzos para garantizar la eliminación de la capacidad de producción excesiva y la desaparición gradual de las «empresas zombis».

Durante el viaje, Xi también exhortó a que los Juegos Olímpicos de Invierno Beijing 2022 sean un evento «destacado, extraordinario y excelente».

La sede Zhangjiakou de Beijing 2022 es la mejor área natural para esquiar en el norte de China.

Fuente: http://espanol.cctv.com/2017/01/25/ARTI0bhafhV4deCrDH2UojiA170125.shtml

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No es pobreza, es exclusión social.

Por: Alieto Aldo Guadagni.

Uno de cada de tres habitantes es hoy pobre, esto es grave, pero esta gravedad aumenta cuando observamos que la mayoría de nuestros pobres son “excluidos”, ya que han sido expulsados permanentemente de la fuerza laboral del siglo XXI. Son pobres porque no tienen un empleo productivo y difícilmente lo tengan aunque la demanda laboral crezca en los próximos años. Nuestros pobres hoy son más que pobres transitorios, ya que en muchos casos son familias enteras, que por más de una generación han estado excluidas del nuevo y difícil mundo del trabajo de este siglo. Cuando la pobreza es coyuntural, si se pueden encontrar soluciones de corto plazo con planes sociales, pero cuando la pobreza es estructural como la que padecemos, son necesarias otras líneas de acción que apunten directamente a la raíz del flagelo de la pobreza con exclusión social.

La propuesta superadora se centra en la educacion, ya que de la pobreza no se sale con subsidios, que son útiles pero no alcanzan, el requisito mínimo es la escolarización completa de los adolescentes. En este siglo la graduación secundaria es imprescindible para poder acceder a buenos empleos. La escuela secundaria es esencial para que los jóvenes adquieran las competencias que les ofrezcan posibilidades de insertarse en el nuevo mundo laboral, caracterizado por acelerados avances tecnológicos. Si queremos que los jóvenes humildes tengan las mismas oportunidades que tienen los jóvenes de familias de niveles socioeconómicos más altos, para acceder a buenos empleos futuros, la escuela secundaria debe ser no solo inclusiva sino también de una calidad educativa que no dependa del nivel socioeconómico de las familias. Pero hoy nuestra escuela secundaria no es inclusiva ni de calidad. El bajo nivel educativo es hoy un pasaporte directo al desempleo y la pobreza, que entre aquellos que no concluyeron la secundaria es cuatro veces mayor a la pobreza de quienes concluyeron sus estudios secundarios.

Hoy existe una enorme desigualdad en la graduación secundaria entre las escuelas estatales y privadas. De cada 100 niños que ingresaron a primer grado en una escuela privada en nuestro país en 2004, se registraron 69 graduados secundarios en el 2015, pero esta proporción colapsa a apenas 30 en los mismos años en las escuelas estatales. En la CABA, con el nivel de ingreso por habitante más alto del país, la desigualdad es bien notoria, ya que en primer grado en las escuelas estatales había un 30 por ciento mas de alumnos que en las privadas en el 2004, sin embargo la graduación secundaria en las privadas en el 2015 era 57 por ciento mayor a la graduación estatal..Es evidente que estamos en presencia de un sistema escolar con dos niveles distintos y separados.

Como expresa Norberto Bobbio “la mayor parte de las desigualdades son sociales y por lo tanto eliminables”, aunque debe quedar claro que lograr este objetivo exige un formidable esfuerzo político con amplio apoyo de la sociedad. El principio básico de la justicia social es la vigencia de la igualdad de oportunidades para todos, más allá de las diferencias de origen económico, étnico, social o de genero. Nuestro Papa Francisco apunta en la misma dirección cuando afirma “Debemos decir no a la economía de la exclusión…estamos en la cultura del descarte”. Que la graduación secundaria de nuestros jóvenes dependa hoy crucialmente del nivel socioeconómico de las familias, es justamente eso: el descarte futuro de los jóvenes humildes. Nuestros adultos que hoy son pobres y excluidos no terminaron ayer la escuela secundaria, pero debemos lograr que mañana sus hijos se gradúen en escuelas secundarias de buen nivel educativo. Así podremos quebrar este círculo nefasto de la reproducción intergeneracional de la pobreza. La igualdad de oportunidades es esencial en una sociedad donde la justicia social no sea simple retórica. Sin inclusión educativa no podremos abatir una pobreza que hoy es laboralmente excluyente.

Es hora de cumplir la ley, ya que así como en 1884 la ley 1420 hizo obligatoria la escuela primaria, la ley 26206 hizo obligatoria la escuela secundaria en el 2006. Pero hay una gran diferencia entre ayer y hoy : la generación del ochenta asumió su responsabilidad y cumplió la ley y universalizó la escuela primaria, por el contrario los gobernantes de este siglo no cumplen este claro mandato legal y así consolidan la desigualdad social.

Fuente: http://www.clarin.com/opinion/pobreza-exclusion-social_0_HyQxza-rl.html

Imagen:  http://blogs.laverdad.es/elsaltodelgrillo/files/2015/06/pobrezayexclusion-ugt-ugt.png

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En Ecuador, el 47% de niñas denuncia violencia

América del Sur/Ecuador/29 de noviembre de 2016/Fuente: extra.ec/actualidad

Las niñas ecuatorianas expresan sus miedos, sueños y esperanzas en una recopilación de 2.000 cartas en las que hablan de su día a día y revelan sus inquietudes acerca de la violencia, el trabajo, la educación y la pobreza. La recopilación se publicó tras varios años de trabajo por la ONG Plan Internacional con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que se celebra este viernes 25 de noviembre, dijeron fuentes de esa entidad.

Se trata del “testimonio fiel de sus vidas” recogido en una publicación que “nos acerca a sus realidades”, señalaron. Según Plan Internacional, el libro, titulado ‘Cartas de Niñas’ ofrece información estadística sobre este grupo de población y revela que el 47 % de las menores denuncia la existencia de violencia en sus hogares, en la escuela y en el espacio público.

“Mi papi se pone enojado y le pega a mi mami y mis hermanos mayores le dicen que no le pegue y él se pone enojado y los coge y les pega para que no la defiendan”, cuenta Dilcia, de Loja, (sur) en una de las cartas.

Una adolescente confiesa los problemas que supone su temprano matrimonio. “Tengo 14 años y me casé por problemas familiares, algo que es muy difícil de afrontar. Te doy un consejo, no te cases porque eso no te lleva a ningún lado”, expone una joven de Guayaquil en otra de las cartas, de cuyo análisis se desprende que el 94 % de las participantes “ha tenido un caso de embarazo adolescente cercano”.

La recopilación, según la ONG, plantea importantes retos frente a la discriminación, el miedo, la violencia y las pocas oportunidades que las menores tienen para alcanzar su pleno desarrollo. Las niñas que escribieron las misivas, recopiladas en 16 de las 24 provincias de Ecuador, hablaron sobre sus sueños, pero también acerca de “las barreras que les impiden alcanzarlos”, entre ellas el embarazo adolescente, las dificultades para el acceso a una educación de calidad, la violencia o la pobreza.

El análisis de las ‘Cartas de Niñas’ indica también que el 42 % tiene miedo a ser retirada del sistema educativo. “Cuando yo era niña era tan feliz, jugaba, estudiaba y cuando terminé la escuela mi papá me dijo: ‘tú eres mujer, no vas a entrar al colegio’”, comenta Gissela, de Manabí. Sirena, una joven de Quito, relata que sus padres le tratan mal, a pesar de que se ocupa de las tareas del hogar. “Yo hago todo en mi casa: cocino, lavo, plancho y aun así parezco mal. Desearía mucho que me ayudaran”, comenta la menor, quien forma parte del 78 % de las protagonistas de este estudio que trabaja en el hogar.

Además, el 40 % de ellas habla de su situación de pobreza y su impacto en el desarrollo, como Barbie, de Loja, quien expone: “Yo tengo falta de dinero, mi padre trabaja pero no le alcanza para todo. Nosotros lo entendemos, no podemos reprocharle nada, si no tiene, ¿qué puede hacer?”

Fuente: http://www.extra.ec/actualidad/violencia-ninas-ecuador-cartasdeninas-maltrato-ME879592

Imagen:ww.extra.ec/documents/10157/0/768×511/0c40/768d432/none/5419931/AMCM/image_content_21724311_20161124180010.jpg

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Sí se puede: los de abajo como sujetos

Por Raul Zibechi

Cuando los de más  abajo, los jóvenes (varones y mujeres) pobres de las periferias, los ninguneados de siempre, toman las riendas de sus vidas y además lo hacen en colectivo, es porque algo muy profundo está cambiando. Un mundo nuevo comienza a despuntar cuando el intelectual, el dirigente, el estratega (en masculino), se disuelve por la potencia de lo colectivo que anuncia un vendaval político, social y cultural de largo aliento.

El viernes 19 de noviembre una multitud de más de 20 mil personas caminó la décima Marcha de la Gorra, en Córdoba (Argentina). Había que ver y sobre todo sentir a esos chicos danzando, cantando, gritando en la cabecera de la marcha, esos que día a día son golpeados, asesinados y desaparecidos por la policía provincial, una de las más letales del país. Una marcha que comenzó en 2007 exigiendo la derogación del Código de Faltas, hoy travestido en Código de Convivencia, que equipara las faltas con los delitos penales, una trampa jurídica del poder provincial para perseguir jóvenes peligrosos. O sea, pobres que viven en las periferias.

En Córdoba existe un Estado policial funcional a un capitalismo militarizado, que tiene en el extractivismo soyero y en la especulación inmobiliaria urbana sus núcleos de acumulación de capital. Los que no consumen sobran; no existen ni para el poder ni para los medios, son los culpables de la inseguridad y, como señala Giorgio Agamben, pueden ser asesinados sin que eso se considere delito. El Código de Faltas aprobado en 1994 es la pieza legal de este engranaje.

El año pasado fueron detenidas 73 mil personas, en su mayoría por portación de rostro, o sea, por su aspecto, por ser jóvenes de piel más oscura, llevar gorras y ropas sospechosas para los uniformados. Unos 200 chicos son detenidos cada día. Desde 2011, más de 150 fueron asesinados y varios miles golpeados y heridos. La figura legal que utiliza la policía es el merodeo, que puede ser confundido con pasear, caminar o circular. El 80 por ciento de los jóvenes de 18 a 25 años fueron detenidos alguna vez.

Lo peor es que el código otorga a la policía la potestad para detener, instruir y juzgar en cualquier punto de la tramitación del hecho. Impunidad es la palabra más adecuada. No les permiten salir de las periferias. La policía los detiene sistemáticamente en los puentes y en las salidas de los barrios y los persigue cada vez que retornan a sus casas.

La definición de Estado policial la sintetiza Huayna, militante de la Federación de Organizaciones de Base, en Barranca de Yaco, un barrio periférico de casas precarias levantadas sobre un basural. Llamamos a la ambulancia y viene la policía. Llamamos a los bomberos y viene la policía. Es el único servicio que tiene el Estado para nosotros.

Esos chicos que encabezan la marcha con los retratos de sus amigos asesinados, como Güere Pellico, de 18 años, fusilado por la espalda cuando volvía a su casa en moto, han recorrido un largo camino. Ahora son capaces de redactar un texto memorable, como la Carta abierta al Estado policial, la proclama que se leyó al finalizar la caminata.

No pretendo echar luz sobre la acción pública que, finalmente, es similar a las que protagonizan los abajos a lo largo y ancho del mundo. El punto central fue cómo los jóvenes pobres se convirtieron en sujetos.

Desde el ciclo de protestas 1997-2002, cuyo pico fue el levantamiento del 19 y 20 de diciembre de 2001, decenas de estudiantes universitarias y licenciadas (mayoría mujeres) trabajan en barrios pobres creando talleres de teatro, murga, revistas y radios comunitarias con base en la educación popular. Hacia 2007, relata la sicóloga comunitaria Lucrecia Cuello, los jóvenes de los barrios comenzaron a reunirse en grandes asambleas hasta de 300 integrantes. Ahí se produjo un hecho formidable.

Nos dijeron que las decisiones las querían tomar ellos, que querían salir a la calle y no sólo hacer talleres. Nos dijeron que los técnicos nos apartáramos a un lado y que luego nos volverían a llamar, explica Cuello. Se apartaron y esperaron. Pero, sobre todo, comprendieron que su lógica académica de trabajo reproducía el tutelaje colonial sobre los pobres, que siguen siendo subalternos en relación a las ONG y los partidos de izquierda. De esos encuentros nació el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos que convoca las Marchas de la Gorra.

Con el tiempo y la permanencia en los territorios, un puñado de licenciadas acompañaron a los jóvenes que desbordaron la educación popular gracias al encuentro que tuvieron entre ellos, que fue determinante para romper con el técnico y con el militante que va al territorio. Se trata de una explicación similar a la que ofrecen Huayna y otros militantes de la decena larga de organizaciones sociales que trabajan en las periferias. Nosotros por nosotros, sería la síntesis, aunque cada vez más se debería usar el femenino, ya que ellas empezaron a tallar fuerte en los años recientes.

Hasta ahí, en apretada síntesis, el relato de ese ponerse de pie que hizo posible la Marcha de Gorra, desde la doble mirada de las periferias y de los técnicos. Se agolpan las preguntas. ¿Estamos en condiciones de pensar, y de sentir, que los más pobres pueden ser sujetos? Los que nos decimos militantes, ¿aceptamos colocarnos a un lado para simplemente acompañar a los sujetos de abajo? ¿Sentimos realmente que pueden cambiar el mundo sin vanguardia política o intelectual?

Llegados a este punto, ¿cuál es el papel de los militantes, o como le llamemos a esa actitud de vida? Lo primero, comprender con la piel, hacer nuestros los dolores colectivos. Lo segundo, acompañar un proceso sin dirigirlo. Lo tercero, regocijarnos por ser aceptados como uno/una más. Lo cuarto, decir lo que pensamos cuando nos lo pidan y guardar silencio el resto del tiempo. Políticas de la ética y la humildad. De lo contrario, nuestra revolución se limitará a reproducir el colonialismo y el racismo.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/11/25/opinion/024a2pol

Imagen tomada de: http://tiempoyforma.com/img/publicaciones/chiapas-primer-lugar-de-pobreza-extrema-en-mexico-coneval.jpg

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Tailandia: Sou y Lam Yay, dos niños que mendigaban por 10 euros al día

Asia/ Tailandia/ 25 Noviembre 2016/ Autora: Ximena Hessling/ Fuente: La Región

Sou y Lam Yay son dos adolescentes de 14 años que mendigaban y vendían flores y caramelos en las calles de Tailandia, actividades con las que ganaban entre 10 y 20 euros al día para mantener a su familia y sus historias de vida reflejan la realidad de los millones de niños que son obligados a trabajar en el mundo.

Actualmente, ambos viven en la localidad de Poipet, en el norte de Camboya fronterizo con Tailandia, a un centro residencial, gestionado por la asociación Damnok Toek (Gota de agua), con el apoyo de la ONG española Manos Unidas, para la prevención, rehabilitación y reinserción social de menores en situaciones de vulnerabilidad.

Mientras está sentado en un columpio del centro, Sou, un sobrenombre propuesto por él mismo que significa «sonido», es un chico que asegura que se encuentra bien en este lugar, donde puede estudiar con el objetivo de llegar a ser médico en el futuro.

«Me gusta estar aquí porque estoy aprendiendo la lengua camboyana que nunca había estudiado hasta ahora, ya que solamente hablaba tailandés», explica durante un viaje de prensa a Camboya.

Sou nació en Tailandia porque sus padres se fueron a trabajar a ese país, donde aún permanecen.

Precisa que su abuela lo llevaba a pedir limosna y vender flores y golosinas en las calles de Tailandia y que obtenía unos 20 euros al día que utilizaban para comprar comida.

Recuerda que tenía cuatro hermanos, dos mujeres y dos varones. Una de ellas se ahogó y murió. Cuando vivía debajo de un puente con su abuela, un ladrón robó a su otra hermana y, desde entonces, no han podido encontrarla.

En cuanto a los dos hermanos, uno trabaja en un barco tailandés, mientras que el otro fue arrestado por la Policía cuando hacía lo mismo que él.

Lam Yay, un apodo en lengua tailandesa que significa longan, una fruta exótica y que le había puesto un conocido, es una jovencita que vive en el mismo centro residencial desde hace siete años, donde disfruta haciendo artesanías y estudiando para llegar a ser contable en un banco.

Desde lo alto de un tobogán en una zona de juegos infantiles, relata que su madre la llevaba a Tailandia para mendigar cuando era un bebé de pocos meses y que, a medida que fue creciendo, la sacaba a pedir limosna y la vigilaba para protegerla de la Policía.

De esta forma, ganaba entre 10 y 20 euros al día, un dinero que su madre empleaba para tratarse de un cáncer de útero y, a veces, para jugar a las cartas.

Sostiene que su madre iba y venía de Camboya a Tailandia hasta que un día, mientras la mujer estaba en una habitación de alquiler en el lado tailandés, Lam Yay, con tan solo 6 años, salió sola a mendigar porque conocía el camino y la Policía la detuvo.

Tras pasar seis meses en dos centros para personas indocumentadas, la pequeña llegó a las instalaciones de la ONG Damnok Toek, donde una persona conocida le comunicó que su madre había tratado de buscarla sin éxito y que había muerto a causa de su enfermedad.

Esta organización garantiza la atención de quinientos menores en situación de riesgo, de los que 150 específicamente participan en un programa de educación no formal.

Los jóvenes reciben una formación profesional para encontrar un trabajo digno y mejorar sus expectativas de futuro.

Poipet es un puente internacional entre Camboya y Tailandia, que recibe una masiva inmigración rural del interior de Camboya atraída por la construcción de casinos.

La mayor parte de sus habitantes vive bajo el umbral de la pobreza y tiene un bajo nivel académico, ya que el 70 por ciento de la población es analfabeta.

Los niños de las familias pobres son más vulnerables a la hora de ser reclutados para el trabajo forzado, que incluye la mendicidad, la servidumbre doméstica y la prostitución en Tailandia. En muchas ocasiones, los padres son cómplices de estas prácticas.

Fuente: http://www.laregion.es/articulo/mundo/sou-y-lam-yay-ninos-mendigaban-10-euros-dia-tailandia/20161120175036665406.html

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educación y pobreza: Una relación conflictiva

Autor: Bazdresch Parada, Miguel

Año: 2001

País/Ciudad: Argentina, Buenas Aires

Editorial: Clacso

Sinopsis:  Relación entre la educación y la pobreza es una relación construida. No es obvia o “natural”, no obstante la idea muy difundida acerca de que la educación es una de las formas privilegiadas de evitar y/o salir de la pobreza. Las ideas de pobreza y de educación son constructos asociados a supuestos e intenciones sociales que responden a los intereses de diversos grupos sociales específicos. El propósito de este artículo es dar cuenta de cómo se construye la relación educación y pobreza, específicamente en la investigación educativa, y de cuáles son las consecuencias prácticas de esa elaboración. La relación entre educación y pobreza (REP) está constituida en la cotidianidad por una idea ampliamente generalizada en el imaginario social de nuestra sociedad. Una expresión que resume ese imaginario es “La educación es una vía hacia una mejor manera de vivir”. Tal idea consiste en términos generales en estimar como un bien de gran importancia a la educación, en tanto base, medio sine qua non y forma privilegiada de conseguir una posición económica y social más elevada dentro del conjunto social. Vale aclarar que en esta idea se entiende “educación” como “escolarización”

Descargar aquí: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20101029064158/6ziccardi.pdf

 

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