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German state removes antisemitic school book

Alemania/Febrero de 2017/Autor: Benjamin Weinthal/Fuente: The Jerusalem Post

RESUMEN: El estado alemán de Turingia anunció el viernes que quitará un libro de la escuela con una ilustración antisemita que representa un personaje de videojuegos – junto con las palabras «Rothschild Bank» – consumir Europa. Un representante del Ministerio de Educación de Turingia dijo a la oficina de prensa de Thuringia que «como en muchos otros estados federales», Turingia quitará el libro y calificó la crítica de «justificada». La caricatura muestra un video de la figura de Pacman devorando a Europa, con la familia de bancos judíos nombrada junto a la caricatura. La propaganda de la era nazi promovió las teorías de la conspiración antijudía que los Rothschilds intentaban conquistar el mundo y destruir a la nación alemana. Los nazis produjeron una película antisemita: Los Rothschild en 1940. En 2014, Sabine Wölfle, socialdemócrata del estado de Baden-Württemberg, fue acusada de respaldar un video antisemita que publicó en su sitio web titulado: «El Poder de los Rothschild». El libro escolar ha estado en circulación desde 2012. El representante del Ministerio de Educación de Turingia declinó hacer comentarios sobre el número de libros en uso en el sistema educativo de Turingia publicado por Klett-Verlag.

The German state of Thuringia announced on Friday it will remove a school book with an antisemitic illustration depicting a video game character – alongside the words “Rothschild Bank” – consuming Europe.

A Thuringian Education Ministry representative told the MDR Thüringen news outlet that “like in many other federal states,” Thuringia will remove the book, and called criticism of the book “justified.”

The cartoon shows a video Pacman figure devouring Europe, with the Jewish banking family named next to the cartoon.

Nazi-era propaganda promoted the anti-Jewish conspiracy theories that the Rothschilds were attempting to conquer the world and destroy the German nation. The Nazis produced an antisemitic film The Rothschilds in 1940.

In 2014, Sabine Wölfle, a Social Democratic politician from the southern state of Baden-Württemberg, was accused of endorsing an antisemitic video that she posted on her website titled: “The Power of the Rothschilds.”

The schoolbook has been in circulation since 2012. The Thuringian Education Ministry representative declined to comment on the number of books in use in Thuringia’s educational system published by Klett-Verlag.

The Berlin-based publisher said it was halting all further deliveries of the book, calling the error “serious.”

It told Vice online magazine blogger Philipp Frohn that the “regrettable mistake” would be corrected in a future edition, which will not come out for several years.

“The message to pupils… is clear: The driving force behind the whole nasty affair is a bank. A Jewish bank,” he added.

The publishing house said no one noticed over the years “the antisemitic caricature and there was no feedback from teachers as well as students and parents.”

A spokesman for the German teachers union GEW praised the reaction of the publisher after the revelations surfaced. He added, however, that the company did not exert enough control over the quality of books. Examples of contemporary antisemitism in Germany’s education system have been widespread over the decades.

The GEW in Oldenburg published a call by a school teacher, widely viewed as an antisemite, for a complete boycott of Israel.

The Simon Wiesenthal Center included the GEW on its list of top 10 outbreaks of antisemitic/ anti-Israel incidents in 2016.

“Leaders of the German Teacher’s Union local in Oldenburg have called for a total boycott of Israel. In September, the Oldenburg GEW local published a pro-BDS article by Christoph Glanz, a public school teacher and fanatic opponent of the Jewish state,” the center said.

A Jerusalem Post query to Marlis Tepe, the national head of the GEW, was not returned.

The state of Lower Saxony, where Oldenburg is located, is considered ground-zero for the spread of anti-Jewish and anti-Israel educational material and activism.

Glanz launched new attacks against Jewish Israelis on his Facebook page as “outright racist Zionists” and excoriated “Zionist-interest representatives.”

He praised anti-Israel activist Felicia Langer, who left Israel and accepted German citizenship. Langer has compared Israel to Nazi Germany.

According to German civil service law, public teachers are required to remain politically neutral.

Lower Saxony was rocked by antisemitism and anti-Israel scandals at the HAWK University of Applied Sciences and Arts in Hildesheim and the University of Göttingen.

HAWK University held a seminar for more than 10 years that included material saying Israel harvested Palestinian organs and calling it an apartheid state.

The University of Göttingen has sought to discontinue the employment contract of a prominent scholar of antisemitism who has written extensively about right-wing extremism. It has also promoted a one-sided “Nakba” exhibit that seeks to undermine the existence of the Jewish state, according to critics.

The Social Democratic governor of Lower Saxony, Stephan Weil, has refused to meet with the Berlin office of the American Jewish Committee to discuss allegations of growing antisemitism in his state.

Tanja Meister, a spokeswoman for the Lower Saxony Culture Ministry, told the Post that she would soon respond to the criticism.

Fuente: http://www.jpost.com/Diaspora/German-school-textbook-with-Jewish-Pacman-cartoon-removed-480579

 

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España: Un documental reivindica la enseñanza religiosa en la escuela pública

España/04 febrero 2017/Fuente: La Vanguardia

Un documental promovido por el teólogo Ignacio Díaz y producido por Artur Méndiz, productor también del cortometraje ‘Timecode’, nominado al Oscar de Hollywood, critica que la asignatura de religión no se haya normalizado en la escuela pública en Cataluña a lo largo de los 40 años de democracia.

En Cataluña existe una «privatización ideológica de la escuela pública», ha afirmado a Efe el teólogo y profesor de religión Ignacio Díaz, que ha promovido el documental «Hem perdut l’oremus?» (¿Hemos perdido el oremus?).

 El cortometraje, de 30 minutos de duración, arranca afirmando que, según el Estatut d’Autonomia, «las familias tienen garantizado el derecho que les asiste de que sus hijos e hijas reciban la formación religiosa y moral según sus convicciones en las escuelas de titularidad pública».

Y se pregunta «¿por qué hay centros públicos en Cataluña en los que se niega el derecho a escoger la enseñanza religiosa para nuestros hijos?».

Preguntando a los directores de escuelas públicas si ofrecen la asignatura de religión, las respuestas que aparecen en el vídeo son «aquí no se da», «aquí no hacemos, es una escuela pública», «no, somos una escuela laica», «debe haber un mínimo de alumnos», «un niño solo sería como un bicho raro».

En el documental, que se proyecta on line subtitulado en cuatro idiomas -castellano, italiano, inglés y francés- intervienen el Arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol; el filósofo y teólogo Francesc Torralba; o la monja Montserrat del Pozo, referente mundial en innovación educativa, entre otros.

El arzobispo de Tarragona denuncia que algunos directores de centros «actúan con mala fe e imponen su religión» cuando le dicen a los padres que en su centro «no se ofrece esta asignatura», con lo que deja de impartirse.

El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, se pregunta si «es posible entender nuestra cultura sin comprender las respuestas que propone el cristianismo».

«El Románico, el Gótico e incluso el Modernismo están llenos de elementos religiosos de naturaleza cristiana, por no evocar el ejemplo paradigmático de Antoni Gaudí», se plantea el filósofo y teólogo Francesc Torralba.

Sobre la obra de Gaudí, Torralba plantea que «no es posible entenderla sin conocer el sustento religioso que conlleva».

«El laicismo se está convirtiendo en una actitud beligerante contra el universo religioso», que lo entiende como un «elemento negativo» para la sociedad, como «obstáculo a su progreso o avance científico e incluso fuente de problemas sociales», afirma el teólogo.

Las escuelas concertadas religiosas son «paradigma de innovación pedagógica», afirma en el vídeo la religiosa Montserrat del Pozo, que dirige la escuela Montserrat, referente de innovación pedagógica.

El documental también interpela al espectador preguntándose «¿por qué debe surgir el ideólogo de turno que pretende imponer las fiestas de invierno, por encima de las religiosas de Navidad, obviando su verdadera esencia?. ¿Es que pretenden que nos pongamos a adorar al dios del sol?».

El producción concluye que es necesario garantizar la formación religiosa para todo aquél que la pida, y que la práctica de la fe dependerá de una decisión personal.

En Cataluña «la religión aún es un tabú y se la relaciona con el franquismo», ha afirmado Ignacio Díaz, cuando en el resto de Europa, excepto en Francia, la enseñanza de la religión «está totalmente normalizada».

El proyecto ha contado con el apoyo de la Federación de Cristianos de Cataluña.

Fuente noticia: http://www.lavanguardia.com/vida/20170204/414003887607/un-documental-reivindica-la-ensenanza-religiosa-en-la-escuela-publica.html

Fuente imagen:http://www.zetaestaticos.com/aragon/img/noticias/1/039/1039574_1.jpg

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El acuerdo España-Vaticano sobre enseñanza de Religión tumba el currículo escolar extremeño

España/Febrero de 2017/Autor: José L. Aroca/Fuente: Extremadura

El acuerdo España-Santa Sede de 1979 que incluye la enseñanza de Religión en la escuela en las mismas condiciones que otras asignaturas es un tratado internacional que hay que respetar, y no se hace en el currículo educativo extremeño del año pasado según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), que considera “desproporcionada” la reducción a la mitad de las horas de clase, e inadmisible la desaparición en segundo de Bachillerato.

Es una decisión de la sala de Contencioso Administrativo de ese tribunal que da la razón a la Asociación de Padres de Extremadura Escuela Pública, Educación Integral (Apadex), en su recurso contra el nuevo currículo educativo regional contenido en el decreto 98/16 de 5 de julio del año pasado.

Ese decreto, que se aplica desde principios del presente curso, rebaja a la mitad (de dos a una) las horas semanales de clase de Religión en la Secundaria Obligatoria (ESO) y en primero de Bachillerato, y suprime la materia en segundo de este último nivel.

Fue una reacción del nuevo Gobierno regional socialista contra el decreto firmado por el anterior presidente José Antonio Monago aun después de perdidas las elecciones autonómicas de 2015, y que elevaba el horario de esa materia.

La Junta de Extremadura entiende que así cubría el mínimo de tiempo lectivo exigido por la normativa estatal, y que segundo de Bachillerato era un curso no incluido en los acuerdos España-Vaticano de oferta obligatoria (aunque luego los alumnos escojan otra asignatura) de la Religión católica.

“Desproporcionado y discriminatorio”

Los jueces del Tribunal Superior de Extremadura entienden que el núcleo del problema es la aplicación del Concordato España-Vaticano de 1979, del que se derivan las disposiciones posteriores de las leyes estatales LOE y Lomce, y el decreto del Ejecutivo de Monago de 2015.

Según ese tratado internacional la Religión se incluye entre las materias educativas llamadas específicas, que dependen de las comunidades autónomas pero cuyos criterios de evaluación decide el Gobierno estatal, de oferta obligatoria pero optativa para los alumnos, y los jueces en esta sentencia subrayan además que se trata de una asignatura ‘especial’ por razón de esa acuerdo entre dos Estados, materia que es además evaluable y cuenta para el acceso a las becas o a la Universidad.

Dado que el Concordato dice que debe impartirse en las mismas condiciones que otras materias, el TSJEx considera en esta sentencia “desproporcionada” la reducción en un 50% de su carga horaria, y discriminatorio el trato que recibe respecto a otras materias ya que en algunos casos “quien escoge religión hace una hora más”.

Por otro lado establece el tribunal que el segundo curso de Bachillerato debería ofrecer también como optativa la Religión.

Sentencia opuesta

Esta decisión judicial es opuesta a la que la misma sala tomó en septiembre pasado respecto al recurso en ese caso planteado por los obispos extremeños, pero que lo basaron en una vulneración de los derechos fundamentales, violación que los magistrados no estimaron al razonar que la Religión no se suprimía aunque sí es cierto que bajaba su peso.

Por si acaso los obispos tenían presentado otro recurso en la misma línea del ahora estimado de la asociación de padres Apadex, y además hay un tercero similar de una asociación de docentes.

La Junta ha dicho que acata esta segunda sentencia contraria pero que la recurrirá en casación al Tribunal Supremo, por lo que entiende que sus efectos prácticos de momento son nulos.

Según su portavoz Isabel Gil Rosiña, el Gobierno de Fernández Vara “no hizo un decreto contra la Religión, lo que hizo fue garantizarla y garantizar a la vez otros valores éticos y ciudadanos, que ayudan a formar los extremeños del futuro, a la vez que la enseñanza de la Filosofía. Garantizar la libertad de los padres y alumnos para optar por la Religión, o por otros valores”.

Fuente: http://www.eldiario.es/eldiarioex/educacion/Tribunal-Superior-regional-Junta-Religion_0_607539569.html

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Bolivia: Francisco Pifarré asume la dirección nacional de Fe y Alegría

Bolivia / www.elpaisonline.com / 1 de febrero de 2017.

El jesuita Francisco Pifarré, que hace 50 años llegó a Bolivia desde su natal Barcelona, España, fue posesionado este viernes como el nuevo director nacional del movimiento de educación popular “Fe y Alegría” en reemplazo del sacerdote Rafael García Mora.

“Es mucha felicidad que a uno le den este cargo, estar de director de Fe y Alegría, porque (esta institución) tiene mucha historia y está en los nueve departamentos en medio de varias culturas, pueblos y zonas suburbanas”, remarcó el flamante director.

Pifarré, que trabajó bastante tiempo con las comunidades indígenas, sobre todo con el mundo guaraní y quechua, asumió sus nuevas funciones con el desafío de continuar con el trabajo en pro de la educación y para que este sistema de la institución se adapta al mundo moderno.

“Vamos a continuar con esta Fe y Alegría que dio tanta vida educativa, cultural y humana a Bolivia, pero también vamos a mirar hacia adelante, hay caminos que se tienen que abrir en este mundo tan cambiante, Fe y Alegría está llamada a promover en Bolivia una educación nueva apta para este nuevo mundo que viene porque ya no sirve la educación de antes”, remarcó, en una entrevista con ANF.

Agregó que en esta realidad cambiante los jóvenes tienen que ser protagonistas de una nueva sociedad boliviana, donde no basta sólo el cambiar una política o una Constitución, sino hay que hacer que las nuevas generaciones sean partícipes de la realidad nacional y todo eso sólo se puede lograr con la educación.

Relación con el Gobierno

Pifarré sostuvo que mantendrá una relación con el Gobierno de la mejor forma que se pueda porque tanto Fe y Alegría como la administración del país promueven las mismas pautas de educación.

“Pautas de educación que son muy interesantes porque se trata de una educación comunitaria, intercultural, plurilingüe, plurireligiosa, técnico profesional, educación para el trabajo, educación para la vida boliviana”, expresó.

Asimismo dijo que hay mucha gente que cuestiona y discute al Gobierno, pero el Ejecutivo tiene algo que es indiscutible y precisamente es la plurinacionalidad y su apuesta por los pueblos marginados.

Los del Gobierno “apuestan por el pueblo y Fe y Alegría también, y queremos estar en la primera fila de esa apuesta”, apuntó.

Un desafío cumplido

El director saliente de Fe y Alegría, Rafael García, en su discurso de despedida del cargo, dijo que los siete años que estuvo al frente de esta institución educativa fue un desafío más en su vida y el mismo lo cumplió de la mejor manera posible trabajando de manera constante.

“En Fe y Alegría fue un desafío muy interesante, porque aunque siempre trabajé con sectores populares, nunca había abordado este trabajo desde el punto de vista de la educación, desde la relación con el Ministerio (de Eduhttp://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/nacional/item/243498-francisco-pifarre-asume-la-direccion-nacional-de-fe-y-alegriacación), con los profesores y los alumnos, entonces para mí fue un desafío muy interesante y siento que he podido aportar con mi trabajo”, señaló.

Fuente:http://www.elpaisonline.com/index.php/2013-01-15-14-16-26/nacional/item/243498-francisco-pifarre-asume-la-direccion-nacional-de-fe-y-alegria

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Reseña: Revista latinoamericana de investigación crítica (Año III No. 5 Julio-Diciembre de 2016)

Revista latinoamericana de investigación crítica
(Año III No. 5 Julio-Diciembre de 2016)

Carlos Fidel. Fabio Lozano. Gabriel Levita. Gabriela Robledo. Javier Romero Ocampo. Fabián Bustamante Olguín. Gulin Bonhomme. Ilya Espino. Isaac Ramírez Urra. Marlon D. Ochoa. Alba Carosio. Carlos A. La Serna. Roger Landa. Susana Mallo Reynal. Grupo de Trabajo CLACSO Integración Regional y Unidad Latinoamericana y Caribeña. Hans E. Offerdal. [Autores de Artículo]
…………………………………………………………………………
Revista Latinoamericana de Investigación Crítica.
ISBN 2409-1308
CLACSO.
Buenos Aires.
Diciembre de 2016
 

Introducción. Carlos Fidel

Tema central: Las religiones son un mundo en América Latina

Poder, religión y post-neoliberalismo. Fabio Lozano

Política y religión en el Senado argentino: el debate sobre el matrimonio para personas del mismo sexo en 2010. Gabriel Levita

Los dominicos y la construcción de una iglesia maya en Chiapas y Guatemala. Gabriela Robledo

Neoliberalismo, poder y religión en Chile. Javier Romero Ocampo y Fabián Bustamante Olguín

Tema central: Acervos de desiguladades en Centroamérica

Políticas educativas y profundización de las desigualdades en Haití. Gulin Bonhomme

Desigualdad educativa en Honduras: Un análisis comparativo por departamento y género. Ilya Espino

Proyección escolar en la juventud nicaragüense. Isaac Ramírez Urra

La globalización económica y la desigualdad en el desarrollo geográfico en Honduras (2001-2005). Marlon D. Ochoa

Otras temáticas

Contribuciones del pensamiento feminista al pensamiento social. Alba Carosio

Hacia un Estado jerárquico de mercado en la Argentina actual. Carlos La Serna

La crisis del capitalismo y los avances del ALBA-TCP (2004-2014). Roger Landa

Políticas alternativas sobre drogas: prevención o victimización en jóvenes. Susana Mallo

Aportes de coyuntura

Manifiesto por la integración regional y unidad latinoamericana y caribeña. Grupo de Trabajo CLACSO Integración regional y unidad latinoamericana y caribeña

Entrevistas

Hans Egil Offerdal: “El papa Francisco quiere una iglesia más humilde, con los pobres en primera fila”. Martin Granovsky

Sociedad y Artes

“Conozco la amplitud del tiempo”. Miguel Díaz Reynoso

Para descargar haga click aquí:
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Fuente de la Reseña:
http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1207&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1147
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La religión en la escuela. Por qué los laicistas se equivocan

Por: s

«Es justo y democrático permitir que los que no piensan o creen como nosotros también encuentren su opción ideológica en la escuela pública, que ha de ser la de todos (y no tengan, así, que recurrir a la privada)».

Parece que cuando no hay nada candente que tratar se vuelve al tema de la religión en la escuela. Mi estimado compañero Alfredo Aranda escribió el otro día sobre esto en este mismo diario. Yo mismo, y varias veces, he cometido el pecado de opinar sobre el asunto, por ejemplo aquí . No sé resistirme. Cada vez que veo cómo mis queridos amigos y colegas, tan de izquierdas (como yo), confraternizan rápidamente en el ataque a la enseñanza de la religión se me hincha la vena crítica. No puede ser que gente tan inteligente (y tan de izquierdas) esté tan rápidamente de acuerdo en algo – me digo – tan complejo y difícil de analizar. La cosa se agrava cuando escucho o leo sus argumentos y… me entran unas ganas irresistibles de abrazar la fe. ¡Y eso sí que no!  Así que, qué remedio, tendré que repetirme. ¡Señor, dame fuerzas!

El primer argumento de Aranda es que Dios no existe, sino que es, tan solo, el fruto del adoctrinamiento religioso en connivencia con el Estado. Pero esto no es un argumento, sino solo la confesión de la particular fe ideológica del autor. Digo fe porque la razón no basta para demostrar la inexistencia de Dios ni, mucho menos, los fundamentos del materialismo que sustenta la hipótesis de Alfredo. Además, esto es poco o nada relevante. Aún en el caso (para nada claro) de que el deísmo fuese racionalmente falso (y fuera, más bien, algún tipo de teísmo), un creyente diría que su fe ni se valida ni se invalida con la razón (y menos aún, con una razón sostenida en los dogmas, no mucho menos religiosos, del materialismo o el historicismo),.

En segundo lugar, que la religión confesional sea una asignatura no nos retrotrae, como se dice, a los tiempos del nacional-catolicismo. Esto es pura demagogia. Durante el franquismo la religión católica era materia obligatoria y el control ideológico de la Iglesia era casi absoluto. Ahora, la religión es una materia optativa que ocupa una hora (a lo sumo dos) a la semana y la Iglesia ha perdido todo control sobre la enseñanza pública. De hecho, la situación de la materia de religión en nuestro país es exactamente la misma que la que tiene en la mayoría de los países de nuestro entorno (en los que no existió el nacional-catolicismo).

En tercer lugar, intentar minusvalorar la religión como un asunto puramente cultural es otra simpleza. Si profesar una religión depende de dónde nace uno, lo mismo cabe decir del que profesa el laicismo. Todo, y no solo la religión (también la democracia, los derechos humanos, o el sistema métrico decimal), podría concebirse como algo que depende de la “geografía”. Y si, por el contrario,  creemos que con la razón se pueden trascender los límites de la propia cultura, exactamente lo mismo podemos decir con respecto a la fe. De hecho, el universalismo humanista (tan opuesto al “tribalismo culturalista”) es, en gran medida, una doctrina religiosa secularizada.

El primer argumento real que aparece en el artículo de Aranda es este: la fe, que es credulidad ciega, y que tiene que ver con creencias y dogmas no puede ser – se dice – parte del horario lectivo, y ha de circunscribirse al ámbito personal. Este es, de hecho, el principal argumento de los detractores de la materia de religión. Y depende de dos supuestos: (1) que hay materias absolutamente dogmáticas y no dogmáticas; y (2) que lo público ha de mantenerse alejado de todo dogma, pues estos pertenecen estrictamente al ámbito privado. Estos dos supuestos son falsos o, cuando menos, muy discutibles.

En primer lugar, todos los contenidos educativos tienen que ver, aunque no, desde luego, en el mismo grado, con creencias y dogmas: los humanísticos, los artísticos y los científicos. Ni el cientifista más iluminado (por la razón) podría mantener que la ciencia (por ejemplo) pueda construirse sin axiomas, postulados, supuestos, metáforas y visiones del mundo indemostrables y, por tanto, dogmáticas. No digamos de las humanidades o el arte. Un saber absolutamente crítico y libre de dogmatismo solo cabe encontrarlo (y de manera ideal) en la filosofía, aunque esta, y justo por eso, no llegue a ser nunca un saber, sino solo la pretensión de serlo…  Además, y de otra parte, la religión no es solo dogma. Los teólogos también existen. Y razonan. No es nada fácil encontrar intelectuales con el nivel de sutileza y rigor lógico de los grandes teólogos que jalonan la historia del pensamiento occidental (y oriental).

En cuanto al segundo de los argumentos, la idea de separar lo público (las leyes e instituciones del Estado) del ámbito privado de las creencias y valores personales me parece una abstracción filosófica casi imposible de defender. A mi juicio, lo público no se funda en universalidades ideológicamente asépticas (¿existen tales cosas?), sino en sistemas preponderantes de creencias, valores e ideales, bien impuestos por un solo grupo u hombre (como en los regímenes despóticos), o bien resultantes de una gestión más compleja de la pluralidad ideológica, tal como ocurre en los estados democráticos. No se entiende, en este sentido, que las instituciones tengan que mantenerse en un imposible plano neutral con respecto a los valores y creencias de aquellos a los que gobiernan y representan. Una cosa es que la escuela pública, u otras instituciones del Estado, no manifiesten su preferencia por determinadas opciones políticas, ideológicas o religiosas, y otra, muy distinta, que no representen y en cierto modo administren (de modo equilibrado) la pluralidad de valores, ideales y creencias de los ciudadanos a los que educan y gobiernan.

 Justamente el peligro de nuestras sociedades tan torcidamente modernas es haber relegado al ámbito privado las cosas que más importan: los valores y fines, el sentido de la vida individual y colectiva, la búsqueda de respuestas a los grandes interrogantes… Obviamente porque la ciencia, la única institución ideológica que el laicismo asocia típicamente a lo público, no puede responder a ninguna de esas inquietudes (ni, en general, a casi nada humanamente relevante). Y esto es, al contrario de lo que vulgarmente se piensa, lo que alimenta el fanatismo religioso. En la medida en que nuestros alumnos solo aprendan ciencia y tecnología (y cada vez menos arte, filosofía o incluso teología) buscarán en otro lugar, menos inmune al fanatismo que la escuela, la respuesta a las inquietudes humanas y espirituales que no puede aquietar la ciencia.

 Estoy convencido, en suma, que la religión confesional tiene su espacio en la escuela pública igual que otras muchas asignaturas más o menos “doctrinarias” (y todas, en algún grado, lo son). La institución escolar no debe aspirar a una imposible asepsia ideológica. Todo lo contrario: ha de ofrecer la mayor pluralidad de ideas y creencias posible (tanta, al menos, como la que hay en la sociedad a la que sirve y, en cierto modo, representa). La única condición es que, a la vez, se dote a los alumnos de las herramientas y hábitos para someter todas esas opciones ideológicas a la reflexión y el análisis crítico.

 Yo, al menos, creo mil veces preferible que mis alumnos católicos (o de la confesión que sean) reciban su formación religiosa en el instituto público en que trabajo —y junto al aula de filosofía (de manera que, a continuación, antes o después, podamos hablar y reflexionar libremente sobre lo divino y lo humano)— que en un templo alejado de ese foro, plural y crítico, que ha de ser, según yo lo veo, la escuela. Al “enemigo” dogmático (en la medida en que lo sea y lo haya) conviene, como a todo enemigo, tenerlo cerca…

 Con algunas cosas (accesorias) del artículo de Alfredo Aranda puedo estar más de acuerdo. Está bien, por ejemplo, que la inspección educativa pueda evaluar el trabajo de los profesores de religión. O que se exija más transparencia en los procesos de selección de ese mismo profesorado. Pero es obvio que han de ser las autoridades eclesiásticas quienes establezcan el currículo y elijan a los profesores, tal como son las autoridades científicas las que diseñan los programas de las materias de ciencias y escogen a quienes han de impartirlos.

 Por lo demás, y como ven, no coincidimos en nada. Como ya escribí en otra ocasión, prefiero la ilustración a secas (un movimiento, por cierto, que nunca fue antirreligioso) que el  despotismo ilustrado. Es justo y democrático permitir que los que no piensan o creen como nosotros también encuentren su opción ideológica en la escuela pública, que ha de ser la de todos (y no tengan, así, que recurrir a la privada). Y es bueno y necesario promover que la gente, una vez bien informada y formada en todas las opciones posibles, crea lo que le venga en gana y le parezca mejor. Siempre que a mí o a otros nos permitan, también, tratar de mostrarles las ventajas de fundar sus creencias en razones – y de buscar racionalmente lo infundado más allá de toda creencia, empezando por las científicas –.

Fuente: http://www.eldiario.es/eldiarioex/educacion/religion-escuela-laicistas-equivocan_0_603690494.html

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Education and religion around the world

31 de Diciembre de 2016. Fuente: PewResearch Center

Resumen: Basándose en encuestas realizadas en 151 países, un estudio analiza el logro educativo entre creyentes de las principales religiones monoteístas del planeta. ¿Existirá una relación entre educación y religión? Veamos que reseña el informe del estudio.

Jews are more highly educated than any other major religious group around the world, while Muslims and Hindus tend to have the fewest years of formal schooling, according to a Pew Research Center global demographic study that shows wide disparities in average educational levels among religious groups.

These gaps in educational attainment are partly a function of where religious groups are concentrated throughout the world. For instance, the vast majority of the world’s Jews live in the United States and Israel – two economically developed countries with high levels of education overall. And low levels of attainment among Hindus reflect the fact that 98% of Hindu adults live in the developing countries of India, Nepal and Bangladesh.

But there also are important differences in educational attainment among religious groups living in the same region, and even the same country. In sub-Saharan Africa, for example, Christians generally have higher average levels of education than Muslims. Some social scientists have attributed this gap primarily to historical factors, including missionary activity during colonial times. (For more on theories about religion’s impact on educational attainment, see Chapter 7.)

Drawing on census and survey data from 151 countries, the study also finds large gender gaps in educational attainment within some major world religions. For example, Muslim women around the globe have an average of 4.9 years of schooling, compared with 6.4 years among Muslim men. And formal education is especially low among Hindu women, who have 4.2 years of schooling on average, compared with 6.9 years among Hindu men.

Yet many of these disparities appear to be decreasing over time, as the religious groups with the lowest average levels of education – Muslims and Hindus – have made the biggest educational gains in recent generations, and as the gender gaps within some religions have diminished, according to Pew Research Center’s analysis.

At present, Jewish adults (ages 25 and older) have a global average of 13 years of formal schooling, compared with approximately nine years among Christians, eight years among Buddhists and six years among Muslims and Hindus. Religiously unaffiliated adults – those who describe their religion as atheist, agnostic or “nothing in particular” – have spent an average of nine years in school, a little less than Christian adults worldwide.1

But the number of years of schooling received by the average adult in all the religious groups studied has been rising in recent decades, with the greatest overall gains made by the groups that had lagged furthest behind.

For instance, the youngest Hindu adults in the study (those born between 1976 and 1985) have spent an average of 7.1 years in school, nearly double the amount of schooling received by the oldest Hindus in the study (those born between 1936 and 1955). The youngest Muslims have made similar gains, receiving approximately three more years of schooling, on average, than their counterparts born a few decades earlier, as have the youngest Buddhists, who acquired 2.5 more years of schooling.

Over the same time frame, by contrast, Christians gained an average of just one more year of schooling, and Jews recorded an average gain of less than half a year of additional schooling.

Meanwhile, the youngest generation of religiously unaffiliated adults – sometimes called religious “nones” – in the study has gained so much ground (2.9 more years of schooling than the oldest generation of religious “nones” analyzed) that it has surpassed Christians in average number of years of schooling worldwide (10.3 years among the youngest unaffiliated adults vs. 9.9 years among the youngest Christians).

Gender gaps also are narrowing somewhat. In the oldest generation, across all the major religious groups, men received more years of schooling, on average, than women. But the youngest generations of Christian, Buddhist and unaffiliated women have achieved parity with their male counterparts in average years of schooling. And among the youngest Jewish adults, Jewish women have spent nearly one more year in school, on average, than Jewish men.

These are among the key findings of Pew Research Center’s new demographic study. A prior study by researchers at an Austrian institute, the Wittgenstein Centre for Demography and Human Capital, looked at differences in educational attainment by age and gender.2 The new study is the first comprehensive examination of differences in educational levels by religion. Wittgenstein Centre researchers Michaela Potančoková and Marcin Stonawski collaborated with Pew Research Center researchers to compile and standardize this data.

Religions vary in educational attainment

About one-in-five adults globally – but twice as many Muslims and Hindus – have received no schooling at all

Despite recent gains by young adults, formal schooling is neither universal nor equal around the world. The global norm is barely more than a primary education – an average of about eight years of formal schooling for men and seven years for women.

At the high end of the spectrum, 14% of adults ages 25 and older (including 15% of men and 13% of women) have a university degree or some other kind of higher education, such as advanced vocational training after high school. But an even larger percentage – about one-in-five adults (19%) worldwide, or more than 680 million people – have no formal schooling at all.

Education levels vary a great deal by religion. About four-in-ten Hindus (41%) and more than one-third of Muslims (36%) in the study have no formal schooling. In other religious groups, the shares without any schooling range from 10% of Buddhists to 1% of Jews, while a majority of Jewish adults (61%) have post-secondary degrees.3

Hindus and Muslims have made big advances in educational attainment

The study finds the religious groups with the lowest levels of education are also the ones that have made the biggest gains in educational attainment in recent decades.

Over three recent generations, the share of Hindus with at least some formal schooling rose by 28 percentage points, from 43% among the oldest Hindus in the study to 71% among the youngest. Muslims, meanwhile, registered a 25-point increase, from 46% among the oldest Muslims to 72% among the youngest.

Christians, Buddhists and religious “nones” have made more modest gains in basic education, but they started from a higher base. Among the oldest generation in the study, large majorities of these three religious groups received at least some formal education; among the youngest Christians, Buddhists and religious “nones,” more than nine-in-ten have received at least some schooling.

The share of Jews with at least some schooling has remained virtually universal across generations at 99%.

Declining gender gaps in formal education

In this study, more women than men have no formal education: As of 2010, an estimated 432 million women (23% of all women ages 25 and older) and 250 million men (14% of all men) lacked any formal education.

In some religious groups, the gender gaps in acquiring any formal education are particularly large. For example, just over half of Hindu women (53%) have received no formal schooling, compared with 29% of Hindu men, a difference of 24 percentage points. Among Muslims worldwide, 43% of women and 30% of men have no formal schooling, a 13-point gap. In other religions, the gender differences in the shares with no formal schooling are smaller, ranging from 9 points among the religiously unaffiliated to just 1 point among Jews.

But Hindus have substantially narrowed the gender gap in primary schooling, as shares of Hindu women with no formal schooling decreased across the three generations studied. Among the oldest Hindus, 72% of women and 41% of men have no formal schooling. But among the youngest Hindus in the study, the gender gap is smaller, as 38% of women and 20% of men have no formal schooling.

Muslims also have reduced the gender gap across generations by 11 percentage points. But in the youngest generation, a 10-point difference remains: 33% of Muslim women and 23% of Muslim men have no formal schooling. Among religiously unaffiliated adults and Buddhists worldwide, meanwhile, the gender gap in the shares with no formal schooling has virtually disappeared.

Reversal of some gender gaps in higher education

Worldwide, among all adults in the study, slightly more men than women hold post-secondary degrees (15% vs. 13%). But across generations, women have been outpacing men in reaching higher levels of education. As a result, in the youngest generation, the share of women with post-secondary degrees is comparable to the share of men (17% each).

In the youngest generation of three faith groups – Jews, Christians and the religiously unaffiliated – the gender gap in higher education has actually reversed. The biggest reversal has happened among Jews. Among the oldest generation of Jews, more men (66%) than women (59%) hold post-secondary degrees. But among the youngest Jewish adults worldwide, 69% of women and 57% of men have such degrees. In other words, a 7-point gender gap in the oldest generation (with more men than women holding advanced degrees) is now a 12-point gender gap in the other direction, with more women than men in the youngest generation of Jews holding degrees. (See Chapter 6 for details.)

Christians and religiously unaffiliated people have experienced similar – although not as dramatic – reversals of the gender gap in post-secondary education. Among Christians, the gender gap among those in the oldest adult cohort – 21% of men with higher education vs. 17% of women – has flipped among the youngest so that more women than men now hold degrees (25% of women vs. 20% of men). Similarly, among religiously unaffiliated people, the 3-point gender gap in the oldest generation (with more men than women having higher education) is now a 3-point gap in the other direction in the youngest generation, with more women than men earning post-secondary degrees.

Meanwhile, the gender gap in higher education has narrowed for Buddhists (by 5 points) and Muslims (by 3 points). Among the youngest generations in those groups, roughly equal shares of women and men hold higher degrees – 19% each among Buddhists and 11% and 9% among Muslim men and women, respectively. The gender gap in post-secondary education among Hindus has held steady across generations. In the youngest cohort of Hindus, more men than women still have post-secondary degrees (17% of men vs. 11% of women).

Both religion and region matter for educational attainment

Within the world’s major religious groups, there are often large variations in educational attainment depending on the country or region of the world in which adherents live. Muslims in Europe, for example, have more years of schooling, on average, than Muslims in the Middle East. This is because education levels are affected by many factors other than religion, including socioeconomic conditions, government resources and migration policies, the presence or absence of armed conflict and the prevalence of child labor and marriage.

At the same time, this study finds that even under the same regional or national conditions, there often are differences in education attainment among those within religious groups. Here are some findings from this report that illustrate both the diversity within the same religious group across different regions of the world, and the diversity within the same region among religious groups:

  • There is a large and pervasive gap in educational attainment between Muslims and Christians in sub-Saharan Africa. By all attainment measures, Muslim adults in the region – both women and men – are far less educated than their Christian counterparts. For instance, Muslims are more than twice as likely as Christians in sub-Saharan Africa to have no formal schooling (65% vs. 30%). Moreover, despite growth in the share of adults with any formal schooling in recent decades, the Muslim-Christian attainment gap has widened across generations, largely because Muslims have not kept pace with educational gains made by Christians. (See Chapter 1 for more on the Muslim-Christian gap in sub-Saharan Africa, and Chapter 7 for a discussion of possible explanations.)
  • Also in sub-Saharan Africa, the Muslim gender gap in education has remained largely unchanged across generations – and even widened slightly by some measures of attainment analyzed in this study. Although the youngest Muslim women in this region are making educational gains compared with their elders, they are making them at a slightly slower rate than their male peers. This pattern differs from some other regions, where Muslim women are generally making educational gains at a faster pace than Muslim men, thus narrowing the gender gap. (See Chapter 1 for details.)
  • Christians have remained fairly stable at the global level in their overall educational attainment over three generations. But their attainment varies considerably by region. As the largest of the world’s major religious groups (numbering about 2.2 billion overall, including children, as of 2010), Christians also are the most widely dispersed faith group, with hundreds of millions of adherents in sub-Saharan Africa, the Asia-Pacific, Europe, North America and Latin America and the Caribbean. Christians in Europe and North America tend to be much more highly educated than those in sub-Saharan Africa, for instance, although African Christians are making rapid educational gains across generations. (See Chapter 2 for more detail on educational attainment among Christians.)
  • Jews also have remained stable in their already high levels of educational attainment over recent generations. But Jews, unlike Christians, are a much smaller and more localized population, with a large majority of all Jews worldwide living in just two countries – Israel and the United States – where educational attainment is relatively high overall. (Chapter 6 explores data on Jews in more detail.)
  • At the global level, religiously unaffiliated adults have 1.3 more years of schooling, on average, than religiously affiliated adults (8.8 versus 7.5). One possible reason for this is that unaffiliated people are disproportionately concentrated in countries with relatively high overall levels of educational attainment, while the religiously affiliated are more dispersed across countries with both high and low levels of attainment. However, the unaffiliated are not consistently better educated than their religiously affiliated compatriots when looked at country by country. In the 76 countries with data available on the youngest generation of unaffiliated adults (born 1976-1985), they have a similar number of years of schooling as their religiously affiliated peers in 33 countries; they are less educated in 27 countries, and they are more highly educated than the affiliated in 16 countries. (See sidebar in Chapter 3 for more details on the unaffiliated and secularization theory.)
  • Hindus in India, who make up a large majority of the country’s population (and more than 90% of the world’s Hindus), have relatively low levels of educational attainment – a nationwide average of 5.5 years of schooling. While they are more highly educated than Muslims in India (14% of the country’s population), they lag behind Christians (2.5% of India’s population). By contrast, fully 87% of Hindus living in North America hold post-secondary degrees – a higher share than any other major religious group in the region. (See Chapter 5 on Hindu educational attainment.)
  • Religious minorities often have more education, on average, than a country’s majority religious group, particularly when the minority group is largely foreign born and comes from a distant country. In these cases, immigrants often were explicitly selected under immigration policies that favor highly skilled applicants. In addition, it is often the well-educated who manage to overcome the financial and logistical challenges faced by those who wish to leave their homeland for a new, far-off country. For instance, in the U.S., where Christians make up the majority of the adult population, Hindus and Muslims are much more likely than Christians to have post-secondary degrees. And unlike Christians, large majorities of Hindus and Muslims were born outside the United States (87% of Hindus and 64% of Muslims compared with 14% of Christians, according to a 2014 Pew Research Center survey). 4

A note about this analysis

This report looks at average educational levels among adherents of five major world religions – Christianity, Islam, Hinduism, Buddhism and Judaism – as well as among the religiously unaffiliated.

Educational systems vary enormously around the world; this report does not attempt to analyze differences in educational quality, but focuses primarily on educational attainment in terms of number of years of schooling. It distinguishes among four broad levels of educational attainment: no formal schooling (less than one year of primary school), primary education (completion of at least one grade of primary school), some secondary education (but no degree beyond high school) and post-secondary education (completion of some kind of college, university or vocational degree beyond high school, also referred to in this report as “higher education”). For comparability across countries, these educational categories are based on the International Standard Classification of Education (ISCED 1997; see Methodology for more details).

To measure changes over recent generations, the report looks at three birth cohorts: the “oldest” (born 1936-1955), “middle” (born 1956-1975) and “youngest” (born 1976-1985). These generations roughly correspond, respectively, to people ages 55 to 74, 35 to 54 and 25 to 34 as of 2010, the most recent year for which detailed census data are available in many countries. Whenever this report refers to “adults,” it means people who were 25 or older in 2010 (or, in some cases, the most recent year for which data are available).

The report presents figures at the global and regional levels but also includes select country-level data as illustrations of larger trends. It includes data from 151 countries, collectively representing 95% of the 3.6 billion people around the world who were 25 or older in 2010. Analyses of change across generations include data from 130 countries with available data on all three birth cohorts, representing 87% of the world’s population in 2010 ages 25 to 74.

The approach in this report is primarily descriptive: It lays out the differences in educational levels among religious groups without attempting to explain the reasons for those differences. Chapter 7 outlines some of the ways that social scientists think religion may influence educational attainment.

In this study, the world is divided into six regions. It includes data from 35 countries in the Asia-Pacific region; 36 countries in Europe, including Russia; 30 countries in Latin America and the Caribbean, including Central America and Mexico; 12 countries in the Middle East-North Africa region; Canada and the United States in North America; and 36 countries in sub-Saharan Africa.

Countries with data on religion and educational attainment

Fuente: http://www.pewforum.org/2016/12/13/religion-and-education-around-the-world/

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