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Educadores responden a planes para aumentar educación ortodoxa en colegios rusos

Rusia/29 diciembre 2016/Fuente: Global Voices

Además de memorizar las capitales del mundo y fechas importantes de la historia, algunos legisladores en Rusia quieren que los estudiantes puedan identificar diferentes tipos de campanas de iglesia y que puedan recorrer el calendario ortodoxo ruso. El 29 de noviembre, el periódico Kommersant informó que había recibido planes para una materia que el Ministerio de Educación estaba revisando y que aumentaría significativamente la cantidad de horas de clase dedicadas al estudio de ortodoxia rusa para alumnos de kindergarten a undécimo grado. Los miembros del ministerio, según Kommersant, estaban listos para votar la medida sin una discusión o deliberación formal.

Aunque los legisladores en educación confirmaron luego que el curso no será obligatorio a nivel estatal, la perspectiva generó varias respuestas interesantes de educadores y plantearon preguntas acerca de la cercana relación entre la Iglesia Ortodoxa Rusa y el gobierno. El curso propuesto fue diseñado para reemplazar completamente el currículum de religión existente, y deja a los padres sin control de la educación religiosa de sus hijos. Actualmente, el estudio de religión en los colegios públicos de Rusia es parte del currículum de las “Bases de Cultura Religiosa y Ética Secular” (ORKSE), que se enseña a alumnos de cuarto año de primaria. A los padres se les da a elegir entre uno de muchos módulos para completar el programa electivo de 34 horas, que incluye ética secular, cultura religiosa mundial, ortodoxia rusa, judaísmo, islam y budismo.

El plan propuesto buscaba un cambio drástico a la cantidad de horas que se dedican al material religioso —sugería que 350 horas al año, o hasta dos clases a la semana, sería “óptimo” para los grados del quinto al noveno. Los temas propuestos incluían “Entendimiento cristiano ortodoxo del significado de la vida humana” e “Interpretaciones distorsionadas de textos bíblicos en la literatura de sectas destructivas”.

En los 25 años transcurridos desde la caída de la Unión Soviética, Rusia ha luchado para encontrar un equilbrio entre reformular sanamente la cultura religiosa —un aspecto importante de la vida de la Rusia Imperial antes de que la religión estuviera prohibida en la URSS— y mantener una separación entre iglesia y estado. En el 2007, diez destacados científicos enviaron una carta al presidente Vladimir Putin denunciando un aumento de religiosidad en los colegios rusos. La actual controversia es una extensión de este debate sobre el lugar de la religión en la educación pública y no es la primera vez este año que esos planes han sido remitidos al ministerio. En junio, la jefa de la Academia Rusa de Educación, Lyudmila Verbitskaya, que alguna vez sugirió que los alumnos estudiaran ortodoxia rusa en vez de las novelas de Leon Tolstoy o Fédor Dostoyevsky, exigió la revisión de otro curso de ortodoxia rusa, aunque luego se archivó.

Los educadores responden

Maestros y educadores no estuvieron precisamente contentos con la más reciente propuesta. Olga Sapukhina, profesora de matemáticas y programación en Moscú, escribió en su página de Facebook: “¿De qué se trata? ¿Al menos es ético? No hay suficiente tiempo para la ciencia, sigue la discusión sobre el rol de temas como astronomía y diseño técnico que han retirado el currículum, ¿y vamos a introducir ortodoxia rusa? ¿Es que no hay otra cosa que aprender en el colegio? ¿Los alumnos saben todo lo demás a la perfección?”

Por su parte, el Liceo Europeo en Moscú apoyó la opinión de su directora, Irina Bogantseva, que también se mostró contraria a los planes en comentarios en el foro de discusión pública “La pregunta”.

Ciertamente, Bogantseva y Sapukhina no están solas: después de conocerse el plan del curso, surgió una petición en change.org que ya tiene más de 100,000 firmas. La petición, titulada “Prohibir la enseñanza de ‘Bases de cultura ortodoxa rusa’ y cualquier otro tema que imponga puntos de vista religiosos a los niños en los colegios rusos” hace un llamado al presidente Vladimir Putin para que aborde el asunto directamente.

En efecto, los legisladores en educación no se deciden a que la educación religiosa se asigne bajo mandato desde arriba. Comentando sobre la perspectiva de que la educación religiosa obligatoria se extienda más allá del ámbito de ORKSE, Vyacheslav Nikonov, jefe de la Comisión de Educación de la Duma Estatal, destacó que las decisiones sobre la profundización de la educación religiosa no se deben hacer a nivel federal: “Creo que, en cualquier caso, la elección de estudiar o no estudiar la cultura de la ortodoxia rusa debe estar en los padres y los alumnos”.

Después de conocerse los planes, la ministra de Educación rusa, Olga Vasilieva, emitió un comunicado que afirmaba que, después de todo, el curso no sería obligatorio. “Para que esta opción sea tomada en cuenta o se promueva, enfatizo que los expertos deben haberse reunido para discutir, es decir, el voto en ausencia en este asunto es inapropiado”, manifestó, haciendo referencia al voto propuesto para el plan que nunca se dio.

En vista de que Vasiliyeva parecía desacreditar el proceso de revisión del plan del curso, el contenido de los propios planes parecía escapar a su crítica. Dados sus antecedentes, no debería sorprender. La designación de Vasiliyeva al Ministerio de Educación planteó muchas dudas este mismo año cuando se supo que tenía vínculos cercanos con la Iglesia Ortodoxa Rusa (y tiene opiniones controvertidas sobre el legado de Joseph Stalin). En agosto, la Iglesia Ortodoxa Rusa emitió un comunicado en su sitio web referido a la designación de Vasiliyeva, y declaró: “El Señor te ha dotado generosamente de talento, del que has hecho uso satisfactoriamente en las muchas etapas de tu servicio”.

Aun así, el curso propuesto fue popular entre algunos usuarios de medios sociales, que sostuvieron que enseñar ortodoxia rusa es importante para la preservación de la cultura rusa.

 

Estamos perdiendo nuestra identidad nacional, ¿se han dado cuenta? ¡Ellos no! Que enseñen bases de ortodoxia rusa en los colegios puede ser la última oportunidad.

La libertad de religión está protegida según el artículo 14 de la Constitución rusa. Aunque una encuesta del 2008 del Centro de Investigación Pew determinó que 72 por ciento de los ciudadanos rusos se identifican como ortodoxos rusos, Rusia alberga a una significativa minoría musulmana —14 millones de personas, o 10 por ciento de la población se identifica como musulmana.

En la región de Tataristán de Rusia, más del 50 por ciento de la población es musulmana, lo que potencialmente plantea un problema para la implementación de un curso obligatorio que respalda a la ortodoxia rusa como parte fundamental de la identidad nacional rusa. Ahmed Makhmetov, que trabaja para la Administración Clerical Islámica en el óblast de Saratov en el suroeste de Rusia, se sintió desconcertado por la noticia: “Se le prohíbe a una colegiala usar un pañuelo en la cabeza porque tenenos una educación de tipo secular, ¿y estudiar ortodoxia rusa es mucho más normal?”, escribió en su página de Facebook.

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente:https://es.globalvoices.org/2016/12/27/educadores-responden-a-planes-para-aumentar-educacion-ortodoxa-en-colegios-rusos/

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La educación Budista, un éxito en los colegios públicos australianos

Australia/29 diciembre 2016/Fuente: Insurgencia Magisterial

Brian White, presidente del Consejo Budista de Nueva Gales del Sur (Australia) ha declarado que, tan sólo en ese estado, más de tres mil alumnos de la enseñanza pública ya están estudiando budismo y el número no deja de crecer.

“Está causado por varias cosas: El creciente conocimiento de la sociedad sobre la concentración meditativa y lo beneficiosa que puede ser, y el reconocimiento de que incluso los niños de seis o siete años pueden hacer meditación durante unos minutos y beneficiarse de ello”, explica. “Pero el budismo en sí también tiene la buena fama de ser un estilo de vida pacífico y práctico”.

Según White, el consejo, que se dedica a formar a profesores que enseñen las escrituras budistas, ya tenía setenta miembros trabajando como voluntarios en Nueva Gales del Sur, pero tuvieron que reclutar a sesenta más. “Tenemos colegios en lista de espera y nos están contactando todo el tiempo diciéndonos que necesitan profesores de budismo en sus clases”, dice.

Uno de los centros con mayor demanda es el colegio público Byron Bay, donde más de 150 niños estudian budismo. Más del 25 por ciento del alumnado. Emily Coleling, coordinadora, ya ha hecho llegar una circular a los padres por si quieren presentarse como voluntarios para formarse y enseñar. “Creo que tal vez Northern Rivers sea una región de mentalidad abierta, y el budismo es una religión que se está expandiendo rápidamente”.

“Me parece desafortunado que haya gente que de la espalda al cristianismo por cualquier razón, pero el budismo parece ofrecerles algo. Muchos de los niños salen de una clase de budismo y se meten en la siguiente, así que para ellos el budismo es una posibilidad más. Después puede que vayan a clase de religión bahaí o cristiana, o a ética, y así podrán elegir por sí mismos. Eso es señal de que los padres también son de mentalidad abierta”, explica.

Anna Halafoff, veterana profesora de Sociología de la Religión en la Universidad de Deakin, dice que según las cifras del censo de 2011, el budismo es la segunda religión en Australia, tras el cristianismo: “Hay un número significativo de personas que se han convertido al budismo y que practican lo que algunos expertos llaman budistas de mesita de noche; personas que no dirían que son budistas pero les interesa la meditación y leen los libros del Dalai Lama. Pienso que el budismo ha ganado popularidad en Australia y creo que en parte tiene que ver con la imagen pública que ofrece Su Santidad, quien tiene una reputación muy positiva en este país”.

Según Halafoff, otro factor para despertar interés en el Dharma es la insatisfacción con las principales religiones occidentales: “Sabemos que hoy en día la gente tiende a tener una visión más individual de la religión; a la gente le gusta poder elegir y combinar cosas diferentes. Hay muchas cosas por las que la gente podría estar distanciándose del cristianismo, sintiéndose atraídos por otros grupos religiosos, pero puede que también alejándose de cualquier religión”.

La normativa sobre educación religiosa en los colegios públicos australianos puede variar de un estado a otro. A principios de 2016, en Victoria se eliminó cualquier educación espiritual. Sin embargo, Cecilia Mitra, presidenta de la Federación de Consejos Budistas Australianos, explica que la demanda en Nueva Gales del Sur podría verse reflejada en el resto del país, dado que es una cobertura que el gobierno ya ofrece. “Hay mucho interés en el estudio del budismo. Sin embargo, la Educación Religiosa Especial, que consiste en un taller de media hora a la semana a decisión del director, apenas tiene representación budista en toda la zona occidental de Australia. Los directores no se están molestando en contactar con los centros budistas y, en mi opinión, el estudio de distintas religiones es algo muy importante en las escuelas”.

Fuente:http://insurgenciamagisterial.com/la-educacion-budista-un-exito-en-los-colegios-publicos-australianos/

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Nueva Zelanda: Religious education not reflecting society

Nueva Zelanda/Diciembre de 2016/Fuente: Otago Daily Times

RESUMEN: En la culminación de una batalla de cuatro años, el padre Jeff McClintock solicitó permiso para presentar una apelación ante la Corte Suprema de Nueva Zelanda en octubre. Su caso impugnó el derecho de la escuela de su hijo a impartir clases de instrucción religiosa cristiana durante la jornada escolar, a la luz de la Ley de Declaración de Derechos que protege la libertad de religión y creencias. Se desestimó por no haber «asunto de importancia pública» en juego o «apariencia de error judicial» si no se concedía el recurso.

In  the culmination of a four-year battle, parent Jeff McClintock sought permission to bring an appeal to the Supreme Court of New Zealand in October. His case contested the right of his child’s school to hold Christian religious instruction classes during the school day, in the light of the Bill of Rights Act which protects freedom of religion and belief. It was dismissed on grounds of there being no «matter of public importance» at stake or «any appearance of a miscarriage of justice» if the appeal were not granted.

The legislation upon which current practices are based is 52 years old.

The issue of religion in education has long been ducked by government and by most educationalists. But immigration has brought a great increase in religious diversity – particularly to New Zealand’s cities where the majority of children live.

Here’s the problem. The Churches Education Commission (CEC) has a legal right to promote Christian beliefs in state primary schools under Section 78 of the 1964 Education Act, if boards of trustees are agreeable. Legislators in the early 1960s rightly assumed religious instruction by church volunteers would meet the approval of the vast majority of parents. At a time when about 90% of the population affiliated to Christianity, Bible in Schools had «social legitimacy». It met a social need. It is much harder to make a case for the social legitimacy of Christian instruction in state schools today.

In order to reconcile religious instruction with the secular education system established by the 1877 Education Act, the idea of school closure was introduced into this legislation. At any time of the school day a classroom could be deemed to be legally «closed» (while actually open) for religious instruction. This arguably has had at least two unforeseen and unintended consequences. Firstly, the separation of religion from the secular curriculum appears to prevent young people in state schools from learning about religions and beliefs.

Teachers and principals interviewed felt the subject of religion was «best avoided» by class teachers, in case of inadvertent indoctrination or causing offence. Some felt the subject was taboo, illegal, or irrelevant in a secular school.

Few made the distinction between religious instruction into a belief, and religious education about a variety of religious world-views. This distinction had not been made clear during teachers’ training or professional development. This means young people are not being given the opportunity to develop religious literacy: they learn to tolerate but not to understand the diverse beliefs making up New Zealand society.

Secondly, that the school was legally closed for Bible in Schools appeared, to a large degree, to allow educationalists to sidestep responsibility for monitoring CEC programmes and resources.

Representatives at the ministry and the NZEI stated they could not be held responsible for an activity outside the curriculum. Some teachers and principals argued they had no responsibility to provide information to parents about Bible in Schools because the school was closed for that lesson.

Because the programme is outside the curriculum, the Education Review Office does not check that parents are consulted frequently or that programmes are appropriate.

Constraints surrounding informed consent, opting-out and complaint processes for parents are numerous. Contrary to the judges’ statement in the McClintock case, my PhD research argues these are issues of public importance and matters of justice are at stake.

It appears religion in state primary schools has been insulated from international developments in religious education. From the 1960s, educationalists in many other plural liberal democracies have been developing appropriate ways to teach about religious diversity at every age of schooling. Immigration policy in New Zealand has created a religiously plural society. Education policy and practice does not adequately reflect this. It’s time for a review of legislation and practice and a debate about religions and beliefs as part of the curriculum.

Fuente: https://www.odt.co.nz/opinion/religious-education-not-reflecting-nz-society

Imagen de archivo

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Nueva Zelanda: Secular Education Network appeals bible battle to UN committee

Nueva Zelanda/Diciembre de 2016/Fuente: Stuff

RESUMEN: Bajo la Ley de Educación, las escuelas primarias pueden cerrar por hasta una hora cada semana para clases de instrucción religiosa. Un grupo que lucha contra las clases bíblicas en las escuelas primarias está presionando para que las Naciones Unidas examinen la discriminación religiosa en Nueva Zelanda. La Secular Education Network cree que las clases tienen un impacto negativo en los estudiantes no cristianos, y no tienen lugar en un marco de educación secular. Eso es discutido por la Comisión de Educación de Iglesias – el mayor proveedor de instrucción religiosa en el país – que dice que la prohibición de las clases bíblicas sería una violación de los derechos humanos.

A group fighting against bible classes in primary schools is pushing for the United Nations to examine religious discrimination in New Zealand.

The Secular Education Network believes the classes have a negative impact on non-Christian students, and have no place in a secular education framework.

That is disputed by the Churches Education Commission – the largest provider of religious instruction in the country – which says that banning bible classes would be a breach of human rights.

Now, the network wants the issue taken up by the UN Committee on Economic, Social and Cultural Rights.

The committee will be reviewing New Zealand’s human rights record next year, along with the UN Committee on the Elimination of Racial Discrimination, and the Human Rights Commission is currently collecting submissions.

Under the Education Act, teaching in primary schools must be entirely secular. However they’re permitted to close for up to one hour a week, for the purpose of religious instruction.

Around 40 per cent of New Zealand primary schools engage in some form of religious instruction, while the rest are entirely secular.

Karl Le Quesne, head of early learning and student achievement at the Ministry of Education, says any religious programme must be approved by a school’s board of trustees.

«Schools may not discriminate against their students on the grounds of their religious belief or lack of it,» he said.

The network’s David Hines is concerned that while that may be the law, the reality is that students still experience discrimination in the classroom.

«When kids don’t attend the religious instruction class they, in many cases, get bullied by other kids,» he said.

«That scares a lot of kids and their parents, so they don’t complain about it.»

The commission’s Tracy Kirkley is disappointed by reports of students feeling ostracised, and insists that is not the intention of religious instruction.

«It’s a concern if kids are feeling that way,» she said.

«We’re obviously concerned about that, and that’s certainly something that we would not in any way encourage.»

Kirkley believes banning religious instruction would be a step in the wrong direction, and said the commission will make its own submission to the UN committee.

«To us it’s about maintaining and protecting the freedoms we enjoy in this country,» she said.

«There are mechanisms for people to choose whether their kids are in programmes, that’s the whole point of a democracy.»

But scrapping religious instruction entirely is exactly what Hines would like to see, especially given the changing demographics of New Zealand.

«If the present slide goes on, the non-religious people could well outnumber the number of Christians by the next census,» he said.

Kirkley concedes his point, and acknowledges that requests for religious instruction classes have dropped over the past few years.

«The face of New Zealand society has become a lot more diverse and multicultural, we totally understand that,» she said.

However Kirkley said the commission will continue offering religious instruction as long as there is demand from schools.

Submissions to the UN committee close in August 2017.

Fuente: http://www.stuff.co.nz/national/education/87627929/secular-education-network-appeals-bible-battle-to-un-committee

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Israel: Mano a mano: educación con respeto mutuo

Israel/15 diciembre 2016/Fuente: Nuevo Mundo Israelita

Las escuelas Mano a Mano (Yad VeYad) son seis centros educativos únicos ubicados en Israel, donde estudian juntos cientos de niños judíos, musulmanes y cristianos. En ellos se les enseña en ambos idiomas (hebreo y árabe), se les instruye acerca la historia de sus pueblos de origen y, sobre todo, la característica fundamental de estos institutos es que se exalta que todos los seres humanos poseen el mismo valor, pueden vivir juntos y respetarse dejando a un lado diferencias religiosas, sociales y geográficas

El sistema educativo de Israel está compuesto por cinco tipos de escuelas: estatales, estatales religiosas judías en lengua hebrea, estatales árabes musulmanas o cristianas, estatales drusas en lengua árabe y colegios privados.

Para estudiar en cualquiera de ellas no existe ningún tipo de limitación, pero debido a las distintas tendencias culturales los niños árabes (cristianos o musulmanes) rara vez se ven en escuelas judías y viceversa. La diferencia radica tanto en la lengua en la cual se imparte la enseñanza como en el pensum, la historia y los días feriados que cada uno conmemora.

El proyecto Mano a Mano

Mano a Mano es un proyecto de educación integrada árabe-judía, fundado en Jerusalén en 1998, que actualmente cuenta con seis escuelas en todo Israel, ubicadas en Jerusalén, Tel Aviv, Haifa, la Galilea, Kfar Saba y Tira-Wadi Ara. Su misión es formar una sociedad fuerte, inclusiva y compartida, gracias a la educación bilingüe.

Actualmente, más de 1550 estudiantes judíos y árabes, y más de 3000 miembros de las respectivas comunidades, integran estos centros educativos donde se les imparte desde muy pequeños la tolerancia, el respeto y la convivencia en armonía entre musulmanes, cristianos, judíos y drusos.

El plan de estudios es particular, ya el calendario escolar reconoce las distintas festividades religiosas judías, así como las musulmanas y cristianas. Estas escuelas se sustentan con fondos públicos y donaciones privadas, y reciben a niños de todos los estratos sociales.

Los alumnos estudian juntos, y se les enseñan las distintas culturas, historias y religiones del país: se estudian la Torá y el Corán, y se conmemoran tanto Yom Haatzmaut como la Nakba.

La proyección de Mano a Mano es que durante los próximos diez años se funde una red de 10 a 15 escuelas más, apoyadas por las comunidades, en las cuales más de 20.000 ciudadanos judíos y árabes estén involucrados.

La sede de Jerusalén

Fue la primera escuela del proyecto, y se inició en 1998 con 20 alumnos alojados en un aula provisional. Actualmente cuenta con 677 estudiantes del Este y Oeste de Jerusalén.

El grupo es étnica y religiosamente diverso. Este núcleo es el único de la red que abarca desde preescolar hasta secundaria, y se imparten actividades de diálogo, artes expresivas, voluntariado y estudios cívicos.

Sede de Tel Aviv-Yafo

Es una de las sedes más recientes: fue construida en 2013 por una comunidad de judíos y árabes que buscaban crear una educación compartida en Yafo, el suburbio antiguo de Tel Aviv.

Originalmente se logró la aprobación municipal para el funcionamiento del preescolar, el cual atendería a 35 niños. Desde entonces el crecimiento ha sido acelerado, y actualmente 233 niños estudian en este centro desde preescolar hasta segundo grado, con muchas familias en lista de espera.

La escuela está ubicada en un edificio dotado por el municipio de Tel Aviv-Yafo, y es operada conjuntamente por el ayuntamiento y el Ministerio de Educación.

Actualmente, más de 1550 estudiantes judíos y árabes, y más de 3000 miembros de las respectivas comunidades, integran estos centros educativos donde se les imparte desde muy pequeños la tolerancia, el respeto y la convivencia en armonía entre musulmanes, cristianos, judíos y drusos

Sede de Haifa

Haifa se ha caracterizado siempre por ser una ciudad de gran convivencia entre judíos, árabes y otras minorías; no obstante, hasta hace poco el sistema educativo no lo reflejaba. Por esta razón, en 2011 Mano a Mano empezó a trabajar con los habitantes locales para desarrollar una comunidad compartida. Durante estos cinco años se han realizado actividades y programas de cuidado infantil para 12 niños judíos y árabes.

Fue en este 2016 cuando se dio apertura al primer grado, y se tiene el objetivo de implementar en los siguientes años hasta el sexto grado de primaria. Actualmente, 113 niños entre preescolar y primer grado asisten a esta sede.

Sede de la Galilea

Comenzó en 1998, cuando una masa crítica de padres árabes y judíos decidieron que querían un tipo diferente de educación para sus hijos en que prevaleciera un deseo en común: “que crecieran juntos”. Está ubicada en la región de Misgav, cerca del pueblo árabe de Sajnim.

Como en todas las escuelas Mano a Mano, las clases son impartidas por maestros judíos y árabes, y todos los estudiantes aprenden tanto el hebreo como el árabe. Actualmente tiene 207 alumnos entre primero y sexto grado. La literatura, el arte y la tecnología son parte de un nuevo plan llamado “Proyecto de Libros Aumentados”, donde se enseña acerca del medio ambiente y la vida sustentable.

Preescolar de Tira-Kfar Saba

Inició sus clases en septiembre de 2015, y gracias al esfuerzo de los padres se espera convertirlo en una escuela completa en los próximos años.

Cuenta con 45 estudiantes y, aunque la cifra es baja con respecto a las demás sedes de Mano a Mano, en un año se han logrado muchos adelantos. La escuela es privada y funciona con los auspicios de Beit Berl y de la Fundación Berl Katznelson.

Sede de Wadi Ara

Inaugurado en 2004, este núcleo se encuentra en la ciudad árabe de Kfar Kara, en el valle del Wadi Ara. Se inició con 105 estudiantes, desde preescolar hasta tercer grado. Sin embargo, cada año la escuela ha logrado añadir un nivel, y hoy en día cuenta con 270 estudiantes hasta el sexto grado.

Esta sede fue fundada gracias al esfuerzo de un comité de padres judíos y árabes, que buscaban la esperanza en una región con una larga historia de conflicto y violencia, quienes unidos hicieron presión ante el Ministerio de Educación hasta que la escuela recibió aprobación oficial. Es la única escuela Mano a Mano ubicada dentro de un pueblo árabe.

Los árabes en Israel

La población de Israel está constituida mayormente por judíos. Sin embargo, el país alberga una gran gama de culturas, nacionalidades y religiones.

Actualmente, el 20% de los ciudadanos israelíes son árabes, en su mayoría musulmanes, quienes mantienen su idiosincrasia; según estudios de proyección, sobre la base de sus tasas de natalidad, en el año 2025 este grupo representará una cuarta parte de la población total de Israel.

Desde la creación del Estado israelí en 1948, se ha tratado de integrar a este grupo en todos los ámbitos. Muestra de ello es la ley promulgada en 1952 que les otorgó formalmente la ciudadanía, con lo que legalmente adquirieron sus derechos y obligaciones como cualquier otro israelí.

Las autoridades de Israel catalogan a los ciudadanos árabes en cuatro grupos: tres de orden religioso (musulmanes, cristianos y drusos), y un cuarto relacionado con su modo de vida (beduinos).

El porcentaje más alto de los árabes corresponde a los musulmanes, de los cuales el 42% son niños menores de 15 años.

Los árabes israelíes participan en todos los ámbitos de la vida nacional, poseen sus propios partidos políticos y representación en el parlamento (Knesset). En los medios de comunicación, la literatura, el teatro y sobre todo el sistema escolar se mantiene el uso de la lengua árabe, que es el segundo idioma oficial de Israel.

Actualmente, el idioma árabe se enseña en 600 escuelas de esa comunidad, y las asignaturas impartidas abarcan la gramática, sintaxis, expresión, lectura y estudio de la literatura árabe clásica y moderna, lectura de periódicos y el conocimiento del mundo musulmán.

Fuente:http://nmidigital.com/mano-mano-educacion-con-respeto-mutuo/

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Bélgica: estudiantes optan por clases de religión

Europa/Bélgica/19 Noviembre 2016/Gadiumpress

De acuerdo con materia del diario L’Osservatore Romano, la nueva disciplina «Educación a la filosofía y a la ciudadanía» no registró en Bélgica un elevado número de participantes entre los niños de las escuelas primarias.

La materia fue incluida al currículo escolar desde el pasado 1° de octubre y substituye, para quien lo desee, a la segunda hora de enseñanza religiosa, prevista por una ley de 1958 que disciplina la materia.

A partir de este año escolar los padres podrían escoger si sus hijos deben frecuentar la clásica segunda hora llamada de «clase de religión», pero que, en verdad es una clase de historia de las religiones, o si la substituirán por la nueva enseñanza propuesta por el Ministerio de Educación.

El nuevo curso de filosofía a la ciudadanía recibió una fuerte campaña promocional por parte de asociaciones laicas del país.
Las comunidades religiosas se alarmaron, protestaron y exhortan a los padres a no ser negligentes con la enseñanza religiosa.

El apelo parece haber dado resultado: solamente 8% de los estudiantes belgas pidieron participar de las nuevas lecciones a ser dadas en las clases de «Educación a la filosofía y a la ciudadanía».

Según Mons. Guy Harpigny, Obispo de Tournai y responsable por los cursos de religión católica, la hora de religión ayuda «a desarrollar de manera esencial preguntas de sentido, a partir de las diversas tradiciones religiosas; contribuye a derribar los discursos radicales; acompaña a los estudiantes a abrirse a la dimensión espiritual de la existencia y a trabajar activamente para el encuentro con el otro», informa L’Osservatore Romano. (JSG)

Fuente: es.gaudiumpress.org, en el enlace http://es.gaudiumpress.org/content/83567#ixzz4QNyxBG40

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Sindicatos promueven una reunión con el Ministerio de Educación para tratar la situación de los profesores de Religión

Europa/España/Noviembre 2016/Noticia/http://www.lainformacion.com/

En Andalucía, según han precisado a Europa Press fuentes sindicales, se respetan por el momento las horas de contrato recogidas, si bien ya se constató una «cierta repercusión» de la implantación del segundo idioma (Francés) en las horas de Religión a impartir.

Y es que muchos de los centros que, a petición de la Junta y en aras de su autonomía, habían decidido mantener los 90 minutos de impartición horaria de la asignatura tomaron esta decisión supeditándola a la no implantación del segundo idioma. Así, los sindicatos temían que ello pudiera incidir negativamente en el currículum no solo de esta materia, sino de más asignaturas.

Las centrales sindicales pretenden reunirse con el departamento que encabeza Íñigo Méndez de Vigo, que reedita sus responsabilidades como ministro del ramo, para tratar la situación laboral de los docentes de la materia que dependen directamente de la administración central de cara al curso académico, algo que hasta ahora les había sido denegado por la provisionalidad del Gobierno en funciones.

En cuanto al conflicto laboral que se mantiene con el Estado, los andaluces deben ponerse de acuerdo con otras comunidades cuyo profesorado de Religión en Secundaria también depende del Ministerio: Cantabria, Aragón y Canarias.

La situación actual es la de una prórroga de sus actuales condiciones laborales, ya que aunque se produjo una reducción de la asignatura en el marco de las acciones propiciadas por la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) se ha mantenido el mismo contrato –jornadas y nóminas– para estos profesionales.

Fuente :

http://www.lainformacion.com/educacion/ensenanza-y-aprendizaje/profesores/Sindicatos-Ministerio-Educacion-profesores-Religion_0_969804334.html

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/yRQq2D6hwIrxRNMVw_y_KRgfGNqYEcZ4hf09raCdFk3IzOUISG0ld0JfGhgi0PlfhnDhZw=s85

 

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