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Latinoamérica, tierra de feminicidas

Por: Ilka Oliva Corado
La violencia emocional y física que vivimos las mujeres es el pan nuestro de todos los días en Latinoamérica. Todos los días nos acosan, nos insultan, nos golpean, sufrimos violaciones sexuales, nos torturan, nos desmiembran y nos dejan tiradas en cunetas y campos baldíos, como desperdicios en bolsas de basura. Nos desaparecen en fosas clandestinas. Todos los días las mujeres latinoamericanas enfrentamos el miedo y tenemos que vencerlo para salir de nuestras casas e ir a estudiar y trabajar. Pensar que está latente que ése sea el último día que veamos a nuestra familia, porque algo nos puede suceder en el camino. Niñas y adolescentes están en peligro constante debido a la vulnerabilidad de la edad y, a la amenaza que representa una sociedad enferma de patriarcado e insensible ante la violencia de género.

¿En qué momento nos convertimos en ésta porquería de población? ¿En qué momento nos deshumanizamos así? ¿Cómo llegamos a sobrepasar los límites del respeto y hemos ahondado las raíces del patriarcado y la misoginia que nos exterminan a pasos agigantados?

Los feminicidios son algo muy apartado de la violencia común. Son en específico misóginos y llevan intrínseco el odio hacia el género femenino. Muy de la mano van los transmicidios que llevan su fuerte dosis de homofobia, transfobia y lesbofobia agregada al odio hacia el género femenino; es alarmante la cantidad de asesinatos de personas transexuales que se dan en el continente y que al igual que los feminicidios quedan en absoluta impunidad. Y es que si nos va como nos va, a las mujeres transexuales la violencia del patriarcado y el machismo las invisibiliza aún más y en esa exclusión los abusos se multiplican, ajenos a nuestra insensibilidad como sociedad: podrida, patriarcal, misógina, fanática, carente de toda moral e inhumana.

Cada vez que nos enteramos de la desaparición de una niña lo que decimos es que tenía corta edad pero que se comportaba como una mujer vivida. Y con esto le restamos importancia a su desaparición. Si es adolescente o mujer, lo primero que decimos es que de seguro se fue a coger con el novio o el amante. Que de seguro era de cascos ligeros y que se fue huida con algún enamorado escondido que tenía. Que se fue por puta. Y todo el ataque es hacia su sexualidad, que dicho sea de paso tiene todo el derecho de disfrutar con libertad y no ser juzgada por eso. Si esa desaparición de por sí trágica, se convierte en la noticia de un feminicidio, entonces decimos que se lo tenía merecido por puta. -¿Desde cuándo ser puta es un delito? Todas las mujeres lo somos. Y vivir la sexualidad en plena libertad no es razón para ningún tipo de señalamiento y abuso, mucho menos para una violación y feminicidio.

Pero, ¿cómo llegamos a este nivel de violencia hacia la mujer?¿Dónde comienza? Desde el momento del nacimiento y cuando quien recibe a la criatura dice: “es una niña”. Y equivocadamente continuamos con los patrones patriarcales de los roles por género, y seguimos con las normas machistas y misóginas que rigen nuestra sociedad. Un papel primordial juega la iglesia en la violencia de género, la propaga, la apoya y la acredita.

La enorme irresponsabilidad de los medios de comunicación sensacionalistas que ayudan a propagar el machismo, la misoginia y el patriarcado. La pregunta es, ¿cuándo vamos a comenzar a cambiar los patrones y a erradicar el patriarcado y la cultura de la violencia de género? ¿Cuándo vamos a dejar de propagar y secundar el acoso callejero, la violencia emocional y física? ¿Los abusos sexuales y los feminicidios? ¿Cuándo vamos a dejar de castigar, señalar y desvalorizar a una mujer por vivir su sexualidad en plena libertad y con todo el derecho que tiene como ser humano?

¿Cuándo vamos a entender que cuando una mujer dice no es no y que no hay derecho a abusarla por eso?

¿Cuándo vamos a entender que una persona tiene derecho a elegir cómo vivir y no por eso tenemos el derecho a denigrarla, abusarla y asesinarla? Peor aún, solapar ese abuso amparados en religiones, patrones inhumanos y la doble moral.

¿En qué momento las mujeres vamos a dejar de atacarnos unas a otras, unas por santas y las otras por putas beneficiando con esto al patriarcado que nos oprime? ¿En qué momento vamos a dejar de ser esta porquería que infesta a Latinoamérica y nos vamos a convertir en seres humanos que se respetan unos a otros en la hermosa diversidad? ¿En qué momento hombres y mujeres vamos a dejar de ser machistas, misóginos y patriarcales? ¿En qué momento vamos a dejar de orar y dejarle todo a Dios y a exigir justicia por los abusos sexuales y feminicidios que se engavetan en absoluta impunidad?

¿Cuándo será el día en que nos liberemos del patriarcado y seamos por fin una sociedad que respeta las diferencias de género y de toda índole y que se acepte diversa? No esperemos a que la violencia, la tragedia y el dolor, nos toquen de cerca y se queden a habitar en nuestras vidas para siempre, empecemos hoy: erradiquemos la cultura de la violencia de género.

Fuente: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/10/08/latinoamerica-tierra-de-feminicidas/
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Estados Unidos: CIDH llama la atención sobre constantes desafíos que las niñas y las adolescentes enfrentan en la región

América del Norte/Estados Unidos/Octubre de 2016/Fuente: CIDH

En el Día Internacional de la Niña la CIDH recuerda que existen múltiples problemáticas en la región que dificultan a diario el ejercicio pleno de los derechos para las niñas y las adolescentes. La magnitud y las consecuencias de estas problemáticas en muchos casos siguen siendo poco analizadas y conocidas, insuficientemente atendidas, e incluso aceptadas como normales por la sociedad. La CIDH hace un llamado a los países de la región a que presten mayor atención a los diversos retos que enfrentan las niñas y las adolescentes. Para ello exhorta a los Estados a que fortalezcan la perspectiva de género en el funcionamiento de los Sistemas Nacionales de Proteccion de la Niñez y a que consulten directamente y de forma periódica a las niñas y a las adolescentes sobre su realidad y sus propuestas para mejorar sus circunstancias, empoderándolas y haciéndolas partícipes del diseño de políticas públicas para garantizar sus derechos.

El contexto en el cual crecen las niñas y las adolescentes en nuestra región está profundamente marcado por la violencia y la discriminación contra ellas. Un alarmante número de niñas y adolescentes son víctimas de abusos, acoso, violencia física, psicológica y sexual, explotación y negligencia, en muchos casos por parte de personas cercanas a ellas como familiares, vecinos, conocidos, profesores y compañeros. La violencia contra ellas y las dificultades en el ejercicio de sus derechos están íntimamente vinculadas con las condiciones de discriminación estructural hacia las mujeres y por los estereotipos de género presentes en todos los países del hemisferio.

La violencia sexual es una de las formas de violencia más graves debido a que atenta contra la dignidad de las niñas y las adolescentes e impacta de forma severa en su vida, integridad física, psicológica y en su desarrollo personal. Esta forma de violencia tiene efectos en la salud reproductiva y frecuentemente resulta en embarazos no deseados y de alto riesgo, en abortos ilegales e inseguros e incrementa el riesgo de enfermedades de transmisión sexual. Los niveles de prevalencia de la violencia sexual en la región son abrumadores, con países con algunas de las cifras más elevadas a nivel mundial, siendo las principales víctimas las niñas y las adolescentes, quienes representan un promedio de entre el 70% y el 80% de todos los casos de violencia sexual que son denunciados. Las cifras sin embargo no reflejan la magnitud de la problemática dado que existe un importante subregistro de los casos de violencia sexual contra las niñas y las adolescentes debido a la falta de denuncia a causa del estigma asociado con esta forma de violencia, por desconocimiento, por temores o engaños, por ser usualmente el agresor un familiar o una persona cercana o con una relación de superioridad con la víctima, o debido a presiones de los familiares. Existen además barreras estructurales para el acceso a la justicia para las niñas debido, entre otros motivos, a la carencia de servicios de asesoría legal gratuita para el tratamiento de sus casos, por el hecho que en algunos países se establecen limitaciones a quien puede interponer la denuncia, y por los plazos de prescripción de este tipo de delitos. Para la CIDH es motivo de profunda preocupación el reducido número de casos que son efectivamente investigados, enjuiciados y sentenciados, lo cual contribuye a que la violencia contra las niñas siga proliferando. Algunas legislaciones no han regulado correctamente algunos de los tipos penales, como por ejemplo el delito de trata con fines de explotación sexual, ni los protocolos de investigación de dichos delitos. Es fundamental además adaptar los procedimientos para no re-victimizar a las niñas y las adolescentes, así como facilitar el acceso a servicios integrales de apoyo que incluyan asesoría legal y la atención médica necesaria y adaptada. En lo tocante al acceso a los servicios médicos para las niñas y adolescentes víctimas de violencia sexual, la CIDH ha recibido información preocupante sobre la ausencia de protocolos adecuados para la interrupción legal de los embarazos resultado de violencia sexual en niñas, lo cual lleva a que se  desarrollen embarazos indeseados y de alto riesgo para la vida, especialmente cuando se trata de niñas de corta edad.

En el marco de las estrategias para enfrentar la violencia y la discriminación es fundamental empoderar a las niñas y a las adolescentes en el conocimiento y el ejercicio de sus derechos. Entre las medidas debe considerarse el acceso a una educación sexual de calidad adaptada a la edad, y a servicios de salud sexual y reproductiva accesibles para las adolescentes. Un alto número de adolescentes no cuentan con el acceso a la información y a los servicios en materia de salud sexual y reproductiva, de manera oportuna, adecuada, accesible y sostenible para que puedan evitar el embarazo precoz o no deseado, prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual, y ejercer su derecho a decidir si desean entrar en una relación de pareja y con quien. La iniciación temprana a la actividad sexual de las adolescentes sin una adecuada información sobre su salud sexual y reproductiva resulta en muchos casos en embarazos no deseados, con riesgos para la salud, o en abortos ilegales e inseguros. En los casos de embarazos, frecuentemente las presiones familiares y sociales empujan a las adolescentes a matrimonios o a uniones precoces con impactos en sus oportunidades de desarrollo personal, educativo, profesional, y de tomar decisiones importantes sobre sus vidas, lo cual las hace más vulnerables. Las niñas y las adolescentes embarazadas son todavía discriminadas en centros educativos y no se les permite asistir a clases durante su embarazo.

En la región, las niñas y las adolescentes provenientes de familias de muy escasos recursos económicos o de grupos tradicionalmente excluidos y discriminados todavía enfrentan dificultades en la vigencia de su derecho a la educación, acceden solo a los niveles educativos básicos o bien abandonan los estudios porque deben colaborar con las tareas en el hogar, en el cuidado de familiares o en la obtención de recursos económicos para la familia. Los problemas de acceso y permanencia en el sistema educativo en los diversos niveles perpetúan la situación de vulnerabilidad en el ejercicio de los derechos de las niñas, de las adolescentes y de las mujeres en la región, así como su dependencia de otros. El nivel educativo tiene una influencia determinante en las oportunidades de acceso a un empleo formal en el futuro, y por tanto al acceso de recursos económicos para llevar una vida digna, autónoma, y permitir el ejercicio de otros derechos.

Las niñas y las adolescentes son también víctimas de explotación laboral e inclusive de formas modernas de esclavitud. En la región, uno de los fenómenos preocupantes y que tiene todavía implantación y aceptación social es el trabajo doméstico de niñas y adolescentes. De acuerdo con la información recibida por la CIDH, existe un alto número de niñas realizando trabajo infantil para contribuir a la economía familiar, en particular como empleadas domésticas, lo cual les dificulta el ejercicio de una serie de derechos, entre ellos su derecho a la educación, a pesar que muchas familias envían a sus hijas como empleadas domésticas a las ciudades en la creencia que tendrán un mejor acceso a la educación. Esta condición también las expone a malos tratos, abusos, violencia, negligencia y explotación, facilitado todo ello por la vulnerabilidad producida por la distancia y la falta de contacto habitual con su familia y el limitado contacto con personas de confianza de la niña. Un porcentaje alto de víctimas de trata tienen como antecedente el trabajo doméstico desde temprana edad.

Las niñas y las adolescentes con discapacidad, o de grupos indígenas, afrodescendientes, migrantes, así como de grupos tradicionalmente excluidos y discriminados, enfrentan mayor discriminación y obstáculos para acceder al ejercicio de sus derechos, tales como la educación, la salud, la cultura, y la participación social, y suelen ser más vulnerables a ser víctimas de diversas formas de violencia y de explotación, sexual y laboral. Los motivos radican en pertenecer a grupos tradicionalmente excluidos y discriminados, respecto a los cuales el Estado no ha tomado medidas adecuadas para garantizar un efectivo goce y ejercicio de sus derechos en igualdad de condiciones y oportunidades.

La CIDH urge a los Estados a que pongan en marcha las medidas de todo tipo que sean necesarias para romper el círculo de tolerancia e impunidad hacia la violencia y discriminación contra las niñas y las adolescentes, que tome en consideración su empoderamiento, y refuerce los servicios locales de protección de la niñez que puedan identificar tempranamente los riesgos y las violaciones, y responder adecuadamente.

La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan a sus países de origen o residencia.

Fuente: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2016/147.asp

Imagen: http://www.oas.org/es/cidh/actividades/visitas.asp

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Entrevista a Filomena Peláez: «La educación en igualdad es el principio del fin de la violencia»

09 Octubre 2016/Fuente: eldiario/Autor: Álvaro López

España tiene un problema. Lo tendría de hecho aunque solo hubiese un asesinato por violencia de género en nuestro país. Pero las cifras siguen siendo alarmantemente altas pese a los avances en la legislación que lucha contra ella. Doce años han pasado desde que se puso en marcha la Ley Orgánica 1/2004 pero las cifras de mujeres muertas a manos de sus parejas apenas han descendido. Se mantienen en unos niveles similares desde entonces. Una catástrofe contra la mujer que muchos coinciden en señalar que empieza con el machismo implícito en la sociedad. No en vano la mayoría de puestos directivos lo ocupan hombres por más que la tendencia invite a pensar lo contrario.

Filomena Peláez es una de esas mujeres que ha logrado romper el «techo de cristal» gobernado por corbatas y acceder a la presidencia de la Subcomisión de Violencia de Género de la Abogacía Española. No solo eso, es también la primera mujer al frente del Colegio de Abogados de Badajoz, mérito que extiende a toda la comunidad autónoma extremeña. Mantiene una lucha incansable desde siempre por concienciar a la sociedad, formar e informar dentro de la Justicia sobre los avances que se necesitan para que no haya ni un solo asesinato en España por violencia de género. Su labor no pasa desapercibida pues es una voz más que autorizada para hablar sobre cómo poner punto y final a este grave problema.

Por ello ha sido una de las principales ponentes del IV Encuentro de abogados y abogadas de Violencia de Género, celebrado recientemente en Granada. Un foro pensado para debatir sobre la formación de los letrados en esta materia y sobre todo, para avanzar como parte activa en la lucha contra esta violencia pues es tarea de toda la sociedad. Nos atiende con las ideas claras, sin ocultar ningún tabú y demostrando que para lograr el objetivo hay que luchar juntos.

Cuarto año celebrando un encuentro que desearían no tener que celebrar pero ¿qué objetivo persigue el IV Encuentro de abogados y abogadas de Violencia de Género?

El cuarto congreso lo organizamos desde el Consejo General de la Abogacía con carácter anual para procurar información de calidad que es necesaria en este turno especializado de abogados y abogadas de violencia de género que cada colegio tiene habilitados porque así nos lo exige la ley orgánica 1/2004 y nosotros con la intención de ir buscando las cuestiones más novedosas, las últimas reformas, las cuestiones que la práctica nos lleva a modificarlas… Es por lo que hacemos estos encuentros. Es la cuarta edición que luego trae causa en cada colegio de lo que nosotros hablamos y definimos para formar sus propios congresos o encuentros anuales. Este encuentro se hace para abogados y abogadas en violencia de género pero está abierto puntualmente a fiscales, forenses, psicólogos, policías, magistrados e incluso hasta un pediatra tenemos este año. Está enfocado a la formación especializada de los letrados y letradas que luego van a tener que llevar la defensa de los intereses de las víctimas de la violencia de género.

Usted es la presidenta de la Subcomisión contra la Violencia sobre la mujer. ¿Qué funciones cumple?

En la Subcomisión tenemos como objetivo integrar y homogeneizar lo que cada colegio o consejo autonómico hacía por su cuenta. Lo que hemos conseguido desde las subcomisiones es un grupo de compañeros responsables de sus colegios en asuntos sobre la violencia de género, que son quienes luego tratan la formación de los letrados y letradas de los turnos de oficio de violencia de género.

Lo que hacemos es tener la representación de la práctica totalidad del Estado y mediante los perfiles que nosotros les hemos ido proporcionando, que en cada colegio puedan realizar estas formaciones ajustadas a su realidad. Tenemos incluso una guía de buenas prácticas en donde enseñamos al letrado cómo debe atender a una víctima de esta clase de violencia. La idea principal es homogeneizar la formación de todos los colegios de abogados para el turno de oficio de violencia de sobre la mujer.

La violencia de género en España es una preocupación constatable según los datos de denuncias y asesinatos ¿en qué punto estamos como país en la lucha frente a este problema?

Se está avanzando, claro, si hablamos de la ley de protección, que es una ley de 2003, si hablamos del consenso, de todas las Cortes (Senado y Congreso), la ley orgánica 1/2004… Del 2004 hasta el 2016 es verdad que se ha avanzado mucho. En estos quince últimos años ha dado un vuelco importante el tratamiento de la violencia sobre la mujer. De todas formas muchas cuestiones, y este año dentro de la gran cantidad de reformas penales que ha habido algunas de mucho calado en cuestiones como por ejemplo de la defensa de los menores para incluir a los menores como víctimas también dentro de esta violencia.

Sí que ha habido cambios importantes, el Estatuto de la Víctima del delito que para las víctimas de violencia de género tiene unas características especiales… Lo que ocurre es que coincidimos en el diagnóstico que no todo puede hacerse por vía judicial, ni mucho menos. Vemos que lamentablemente no acabamos con la violencia, ya que la cuestión fundamental es la educación desde la casa, el colegio y hasta la universidad.

La Justicia opera pero ¿cómo debe luchar el Estado contra esta violencia?

Entendemos que con voluntad no se consigue todo. No basta la voluntad. La voluntad la tenemos y en la voluntad estamos. Pues aunque nosotros trabajamos mucho en la formación de los abogados y abogadas, también exigimos la calidad de la formación del resto de intervinientes: jueces, fiscales y los juzgados que atienden la violencia sobre la mujer, la especialización de las audiencias provinciales, ahí no hay especialización aunque en la ley de 2004 así lo dice. Por eso nosotros sí que reivindicamos esa necesidad de especialización y formación.

Ahora tenemos la suerte y la fortuna, cosa que agradecemos, de que en noviembre el Observatorio del Consejo General del Poder Judicial de Violencia Doméstica nos va a dar a los abogados del turno de oficio un premio muy prestigioso, el premio del observatorio. Es un premio anual que se da a personas que han destacado por su labor o su trabajo.

Para nosotros eso no es para relajarnos, al contrario, es un handicap para seguir intentando formarnos mejor. Porque con voluntad no es suficiente. Hace falta el compromiso de todos. Debemos aglutinar los intereses de todos, para que cada uno desde su punto de vista, desde su trabajo, pongamos todo en común para de verdad avanzar. Pero claro, no nos pueden decir que el Estatuto de la Víctima tiene medidas individualizada para cada una de ellas y luego decir la propia ley que no está prevista dotación económica. Exigimos que lo que se está pidiendo en las reformas penales luego se pueda llevar a la práctica.

Una de las causas que se señalan para hablar de violencia contra la mujer es el machismo latente. ¿En qué medida cree que está instalado en nuestra sociedad?

El machismo es muy difícil. No se puede quitar en una generación, que desaparezcan tantos años de unas determinadas raíces culturales. Se va cambiando poco a poco, pero se va cambiando. Yo soy optimista por naturaleza pero hay que perseverar en ese cambio social. Sí, es verdad que hay mujeres machistas, pero hay mujeres machistas porque no lo hacen con la voluntad de voy a defender al hombre para que machaque física o psíquicamente, lo hace porque entiende que el horror que nos ha tocado a cada una no les ha permitido ver ese cambio social que es desde luego la educación en igualdad.

Así que sí, la sociedad todavía es machista. Lo vemos en los micromachismos. Son aquellas actitudes que se van introduciendo en la vida normal y que no se aprecian. Realmente se están afianzando conductas machistas que se consolidan con ellas. Nos falta mucho por avanzar ya que habiendo cambiado la sociedad, te encuentras a gente joven reproduciendo modelos del pasado.

Usted fue la primera mujer al frente del Colegio de Abogados de Badajoz. ¿Ha notado que la llegada de mujeres a puestos directivos está logrando luchar contra el machismo?

Somos muy pocas todavía. En el Consejo General de la Abogacía somos 102 miembros y de ellos, solo 12 somos mujeres. Eso sí, aunque solo somos 12 mujeres, somos mujeres con criterio, de hecho nuestra presidenta es una mujer (Victoria Ortega Benito), la primera mujer presidenta del Consejo. Tenemos más criterio porque sabemos cuándo tenemos que hablar. Somos más prácticas, más directas y bueno, verdaderamente tenemos cosas que decir por nuestra condición de mujeres. Aunque falta mucho, nosotras entre comillas somos privilegiadas.

Es importante que haya funcionarias públicas o nosotras, las mujeres que hemos llegado alto en el escalafón de la abogacía. Pero luego en el grueso de nuestros clientes, en la sociedad, falta mucho todavía para romper el techo de cristal. Basta ver que en la apertura del año judicial las togas eran todas con corbata. Todas eran hombres. Sin embargo hay datos positivos porque en la última promoción de fiscales, la mayoría eran mujeres.

Volviendo a la violencia contra la mujer, ¿siente que se ha avanzado en estos años sobre cómo ven los jóvenes la violencia de género?

Debería haber sido así y muchos de ellos seguro que sí pero lamentablemente hay un número importante de jóvenes que ese cambio no lo perciben. Reproducen las mismas conductas abominables de otros tiempos. Ahora las redes sociales hacen que el control pueda llegar a ser absoluto, en el mismo instante esa persona puede estar controlada. Eso antes no podía pasar pues no había redes que te ubicaran en lugar y forma. Se ha modificado en ese sentido pero lamentablemente lo que subyace ahí del control, de cosificación de la mujer, existe en una parte de la juventud. Otra por supuesto que no, que adquiere nuevos valores. Creo que en definitiva tiene mucho que ver con la educación en igualdad. Con la educación que reciben en casa. Siempre se dice que se predica con el ejemplo y es cierto.

Hasta el momento van más de 30 mujeres asesinadas por violencia contra la mujer en nuestro país en lo que va de año. ¿Cree que la sociedad es consciente de que la violencia contra la mujer es un problema real?

Creo que hay veces que noto hartazgo en parte de la sociedad. La gente se asombra o se horroriza cuando hay un asesinato pero inmediatamente va a otra cosa. Impresiona pero es muy evanescente el efecto que causa el asesinato de una mujer. Cuando hablas de denuncias, cuando empiezas a hablar de denuncias falsas que no son verdad, que no son tales, yo noto en la gente un cierto hartazgo en el que piensan que ya estamos otra vez con la violencia. No lo tienen interiorizado porque si la gente no entiende que ver una actitud violenta no se debe recriminar, mal vamos. La violencia es una patología de la sociedad. Es de quien la produce, la provoca, la soporta y la consiente. No podemos ser espectadores de la violencia de otro. Todo el mundo debe implicarse.

En lo personal, ¿es difícil no empatizar con las víctimas?

Tenemos muy claro los abogados y abogadas en violencia de género que nosotros tenemos la obligación de empatizar con la víctima porque ten en cuenta que en la forma en que se desarrolla nuestro trabajo no podemos no hacerlo. Pues cuando la Policía o la Guardia Civil nos llaman y acudimos, esa es la primera vez en que vemos a esa señora que probablemente esté en un momento de shock tremendo, pues es una cuestión brutal ya que no ha sido agredida por un extraño. Ha sido agredida por el padre de sus hijos o su compañero sentimental, por alguien que le importa o que ella quiere.

Por eso nosotros tenemos que ganarnos su confianza para que pueda contarnos y nosotros valorar en qué situación estamos. Si es habitual, si es puntual, si es violencia física o si es psíquica… Si nos conviene un juicio rápido de conformidad y una condena inmediata o nos conviene un cambio de procedimiento para poder contar con más pruebas. Entonces lo hacemos de forma casi instantánea, casi en minutos pues nos está esperando el fiscal, nos está esperando el juez para resolver. Nosotros tenemos que saber despertar la empatía de forma inmediata. Desde el respeto. El asesoramiento y la información sin agobiarla y con empatía para que esa mujer pueda confiar en un extraño.

¿Qué porcentaje hay de denuncias falsas?

Muy pocas. Son el 0,014% según los informes de la Fiscalía General del Estado.

Hablemos del maltratador. ¿Está la Justicia enfocada a reinsertarlo?

No. La Justicia está enfocada a castigar, entre comillas, o a rehabilitar como principio general de reinserción de la pena, sí. Pero sobre la rehabilitación, a mi juicio, nos queda mucho por andar. Hay medidas en las que el condenado consiente, se realizan cursos de rehabilitación… Pero tienen que consentir y muchas veces lo hacen porque les viene bien para determinado permiso, para que la Junta de Tratamiento le dé algún informe positivo, más que por estar rehabilitados. Hay mucho que batallar ahí todavía para que realmente les hagan cambiar la conducta que han tenido.

Entiendo que se ha avanzado poco en ese sentido.

Sí. Creo que sobre eso hay mucho que andar. Son muchos apartados y nos hemos enfocado mucho en el castigo y en la protección de la víctima pero nos falta esa última parte. Sobre la cuestión de la rehabilitación hay gente muy optimista y también muy pesimista pero yo creo que es un camino que hay que recorrer. Habrá que perfilarlo y amoldarlo. Es complicado porque es cambiar la mentalidad de personas que tienen determinados comportamientos. Eso no se hace en un curso de quince días.

¿Y los medios de comunicación? ¿Debemos aprender a tratar esta información?

Sobre eso se ha hablado mucho. Por una parte ha habido tratamientos pésimos porque cuando se dice que una mujer muere hay que decir que la mujer ha sido asesinada. No ha muerto porque sí. Hay que ser riguroso y es verdad que los medios de comunicación habéis hecho un esfuerzo importante. Cuando se matiza que el agresor estaba bien considerado por sus amigos o por la vecindad, se dulcifica. Al final también se culpabiliza a la víctima. No se debe estigmatizar más a la víctima por los epítetos que se ponen al agresor. O también cuando se dice por ejemplo que la víctima era ecuatoriana. No. La víctima era una mujer.

Muchas veces lo que ocurre es que se antepone la nacionalidad y no debería ser así porque no es una cuestión que dependa de un país sino que desgraciadamente es una lacra mundial. Hay que dar datos sin hastiar a la gente, datos concretos sobre la violencia. Pero no solo los medios de comunicación sino también en las series de televisión se deberían seguir para que pudiéramos reprocharlo porque si no, siempre queda como algo que no nos atañe.

En pleno 2016, las nuevas tecnologías está muy extendidas, ¿en qué medida afectan a este tipo de violencia?

No nos damos cuenta del daño que pueden inferir a la víctima las nuevas tecnologías. Antes era fácil porque no encontrábamos ni redes sociales, ni móvil, ni el control del GPS, ni las fotos en Facebook. Ahora, a través de eso, el control es absoluto.

Entonces hay que saber utilizar las nuevas tecnologías. Muchas veces ellas no son conscientes de cómo pueden ser controladas a través de las nuevas tecnologías. Por supuesto no darles nunca contraseñas a la pareja. Porque hay veces que las cuestiones no son voluntarias ya que ellos toman la consideración de que, como la mujer es una cosa suya, toman el control.

Eso pasa mucho en la gente joven y eso nos preocupa mucho porque creen que así les demuestran que les quieren. Pero no. Son dos personas independientes y la intimidad empieza por preservaos el uno del otro, cada uno con sus propios datos. Pero sí, es muy importante porque hace mucho daño.

Para terminar y obtener una hoja de ruta ¿cuáles son los principales desafíos que encara nuestra sociedad para luchar contra esta violencia?

Ya tenemos identificado que, más que el Código Penal o las leyes, la educación importa mucho. Todos coincidimos en que la educación en igualdad es el principio del fin de la violencia. La violencia extendida. Cuando la sociedad entienda que la violencia de género es una patología social y que no afecta solo a determinadas personas, habremos avanzado. Porque la sociedad ahora mismo lo ve y lo consiente.

Creo en la importancia de la educación en igualdad, de todos los partidos políticos, sin colores, porque hay cosas que son tan obvias que todo el mundo tiene que estar de acuerdo. Aquí no valen colores de ningún tipo ni intereses partidistas. Cuando eso se consiga de verdad instalar en casa, en el colegio, en el instituto o en la universidad, habremos conseguido mucho en la lucha contra la violencia. Mucho más que con las condenas o con los castigos.

Fuente de la entrevista: http://www.eldiario.es/andalucia/Filomena-Pelaez-educacion-principio-violencia_0_562393873.html

Fuente de la imagen:http://images.eldiario.es/fotos/Filomena-Pelaez-presidenta-Subcomision_EDIIMA20160924_0070_20.jp

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Violencia Cultural

Por: Soed Rossell de Ramirez

¿Cuánto hemos avanzado en realidad hoy en día con los derechos de evitar la violencia hacia la mujer? ¿De verdad las mujeres se respetan unas a otras? Sobre todo en estos momentos donde las redes sociales están llenas de violencia simbólica y subjetiva de mil formas, ¿cuantas niñas adolescentes exponen sus cuerpos y su ser por estas redes sociales y la sociedad lo acepta como algo normal? ¿Que es lo “normal”?

Dentro de esta sociedad de mercado, donde los estereotipos abundan para vender cualquier cosa basada en la mujer como objeto sexual. Y como estas formas de comunicación e información contribuyen dentro de la sociedad venezolana a denigrar el género femenino, aprenden a relacionarse con un lenguaje soez sin valores de respeto y cautela de ser violentadas de diferentes formas.

 Cuando se habla de violencia simbólica es un concepto instituido por el sociólogo francés Pierre Bourdieu en la década de los 70, que en ciencias sociales se utiliza para describir una relación social donde el «dominador» ejerce un modo de violencia indirecta y no físicamente directa contra los «dominados», los cuales no la evidencian o no son conscientes de dichas prácticas contra ellos, por lo cual son «cómplices de la dominación a la que están sometidos» (Bourdieu, 1994). Las prácticas de la violencia simbólica son parte de estrategias construidas socialmente en el contexto de esquemas asimétricos de poder, caracterizados por la reproducción de los roles sociales, estatus, género, posición social, categorías cognitivas, representación evidente de poder y/o estructuras mentales, puestas en juego de una en una o todas simultáneamente en su conjunto, como parte de una reproducción encubierta y sistemática.

La violencia subjetiva implica, en cambio, esas posiciones de poder más confusas ( sibilinas, subrepticias) en las que el patriarcado nos ha ubicado con frecuencia. Por su parte conviene distinguir la violencia directa como personal, tanto física como psicológica, de la violencia subjetiva que es más cultural e institucional (Marinas, 2012).

Hoy en día la mujer después de varias luchas para obtener sus derechos como género desempeña labores en muchas áreas que pueden ser desde lo económico hasta lo político. En cada uno de esos espacios existe de manera directa e indirecta este tipo de violencia. Y solo se conforma con la forma de “adaptación”, es decir que dejar pasar los chistes sexistas, por las mujeres en un entorno es algo aceptado porque es un derecho a expresarse, entonces dónde encontramos los derechos de las mujeres a ser respetadas y no violentadas a través de esa violencia simbólica y subjetiva. La violencia física contra las mujeres provoca un rechazo general, no así la violencia simbólica y subjetiva de la cual la física es su expresión. Se debe entender que este proceso de violencia esta sumergido dentro del sistema del patriarcado y llevado por la sociedad de consumo, las mujeres son expuestas y catalogadas como objetos sexuales a través de estas redes sociales y compitiendo entre ellas sin ningún tipo de respeto hacia su mismo género y hacia su entorno social viciado por estos antivalores. Más aún, el hombre las desea y percibe como presa fácil de esclavitud sexual.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=216628&titular=vejaciones-en-tiempos-de-redes-sociales-hacia-la-mujer-

Fuente de la imagen: http://www.minmujer.gob.ve/?q=articulos/mujer-y-derechos&page=1

 

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Argentina: #NiUnDiaMas Sin licencia por violencia de género para las trabajadoras de la educacion

www.ctera.org.ar/31-08-2016/

Así reclamaban en el recinto de las Legislatura Porteña compañeras y compañeros de UTE, quienes luego de algunas horas celebraron que por primera vez en el año hubiera un proyecto votado por unanimidad.

La Licencia Especial para la Trabajadora de la Educación de CABA, es un triunfo de la larga lucha que vienen llevando adelante compañeras y compañeros de UTE, como parte de la política gremial que colocó en agenda esta temática.

CTERA acompaña esta nueva conquista ,que en contextos difíciles como el que atraviesa el sector trabajador ,resulta alentador y fortalece para seguir, con la firme convicción de que el camino marcado tendrá matices, pero nos encontrara luchando.

Desde La Secretaría de Genero e Igualdad de Oportunidades de CTERA, se impulsa la incorporación de esta licencia en las normativas provinciales, entendiendo que es un derecho fundamental para la visibilización de este flagelo, la protección de compañeras victimas, y para el resguardo laboral de las mismas.

Fortalecidas por nuestra historia de lucha, reafirmamos el compromiso político de trabajar para que #NiUnaMenos sea una realidad.

Buenos Aires, viernes 26 de agosto de 2016

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Agencia de ONU pide a Africa invertir en niñas para lograr desarrollo sostenible

África/Kenia/28 de Agosto de 2016/Fuente: People Daily

El Fondo de Población de la ONU (Unfpa) exhortó hoy a los gobiernos africanos a invertir en las niñas con el fin de lograr el desarrollo sostenible.

La subdirectora ejecutiva de Unfpa, Natalia Kanem, dijo en un foro sobre población en Nairobi, capital de Kenia, que invertir en las niñas traerá beneficios económicos significativos a Africa.

«Sabemos, por ejemplo, que las niñas que terminan la escuela secundaria en Kenia pueden aportar 27.000 millones de dólares a la economía en el transcurso de su vida.

En Nigeria, si las mujeres jóvenes tuvieran los mismos niveles de empleo que los hombres jóvenes, el país tendría 13.900 millones de dólares adicionales al año», dijo Kanem en una discusión sobre la manera de aprovechar el bono demográfico de Africa.

La conferencia de un día contó con la participación de personas provenientes de toda Africa.

Kanem didjo que la situación de muchas niñas en Africa es particularmente difícil porque las niñas menores de 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el parto que las mujeres de más edad.

«Invertir en las niñas les permitirá gozar de sus derechos humanos y desarrollar todo su potencial», dijo.

Kanem señaló que en Africa, más niñas están terminando la escuela primaria, pero enfrentan el desafío de tener acceso a la educación secundaria y de completarla.

Kanem, también secretaria general asistente de la ONU, dijo que el matrimonio y el embarazo a temprana edad junto con la violencia de género y la discriminación con frecuencia constituyen el fin de la educación de las niñas adolescentes.

«Esto pone en situación de riesgo la salud de las niñas y destruye sus potenciales aportaciones a la sociedad», dijo Kanem.

La funcionaria exhortó a los gobiernos africanos a asegurarse de que las adolescentes no se casen durante la infancia para que puedan terminar su educación.

Fuente: http://spanish.peopledaily.com.cn/n3/2016/0826/c31618-9105892.html

Fuente de la imagen: http://noticias.habitafrica.org/la-fundacion-habitafrica-y-solidaridad-internacional-clausuran-manana-la-campana-africa-cuenta-en-badajoz-con-cine-y-tapas-africanas/

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Alerta de Género, una salida política

Rosario Herrera Guido

Contra la ceguera gubernamental,
la declaratoria de Alerta de Violencia de Género
debe llegar a todos los municipios del país
donde se haya cometido al menos un feminicidio.

Martha Lucía Micher Camarena
(Presidenta de la Comisión de Igualdad de Género,
H. Congreso de la Unión).

Humanas sin Violencia, A.C., el 19 de diciembre de 2014, presenta la solicitud de Alerta de Violencia de Género para Michoacán, porque “existe un fenómeno de violencia generalizado en la entidad, así como una falla sistémica en la procuración de justicia, que se dan en un contexto de violencia normalizada, caracterizada por actos de brutalidad, impunidad e ingobernabilidad […] como mujeres “apedreadas y calcinadas” (CIMACNOTICIAS, Periodismo con perspectiva de género, Anaiz Zamora Márquez. México, D.F., 08/04/2015).

Las académicas y los funcionarios del Grupo de Trabajo, se alimentaron de la información del gobierno local, realizaron cinco sesiones ordinarias, dos visitas, quince entrevistas a víctimas, familiares y organizaciones civiles, y a 46 empleados de atención de justicia, para elaborar sus conclusiones (CIMACNOTICIAS, Periodismo con perspectiva de género, Anaiz Zamora Márquez. México, D.F., 08/04/2015).

Una declaratoria de Alerta de Género contra las mujeres en el estado de Michoacán, que es admitida por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM), y que de conformidad con lo establecido en el Reglamento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, se conforma el Grupo de Trabajo Interinstitucional para el Estudio del alcance de la solicitud y seguimiento. Un grupo compuesto por el Lic. David Uribe, de la Comisión Nacional contra la Violencia hacia las Mujeres (CONAVIM), el Lic. Pedro Navarrete del Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), la Dra. Graciela Espinosa de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), la Mtra. Fabiola Alanís Sámano, como Secretaria de la Secretaría de Igualdad Sustantiva para las Mujeres de Michoacán y en calidad de representante del Gobernador del Estado de Michoacán, el Ing. Silvano Aureoles Conejo, la Dra. Ma. Eugenia Hernández de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), la Mtra. Rubí de María Gómez Campos de la UMSNH y la Dra. Miriam Núñez Vera de la Universidad Autónoma de Chapingo, Campus Morelia.

Después de que el gobierno de Michoacán reportó que de 2006 a 2014, se registraron 719 homicidios de mujeres, el 7 de abril de 2015, la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) y el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES), entregaron al gobernador del estado de Michoacán el Informe del Grupo de Trabajo, en el que se presentaron “9 Recomendaciones” para su inmediata atención: . A partir de la información recibida sobre la implementación de las propuestas contenidas en el informe, el 19 de febrero del 2016, el Grupo de Trabajo, determinó la declaratoria de Alerta de Violencia de Género en el Estado de Michoacán.

Una decisión que se tomó por el incumplimiento del gobierno del estado de Michoacán de garantizar la seguridad y derechos humanos de las mujeres, así como los prevalecientes índices de violencia de género y feminicidios, que de acuerdo a la Procuraduría General del Estado, se presentaron 90 mujeres asesinadas en 2015, y en lo que va del 2016, han sido asesinadas de manera violenta e impune 36 mujeres más. En el documento de 94 hojas, entregado el 13 de febrero de 2016 al INMUJERES, el Grupo de Trabajo observa que de enero de 2006 a diciembre de 2014 se registraron 719 muertes de mujeres, 712 homicidios dolosos y sólo 7 fueron catalogados como feminicidios. Y en el mismo periodo se reciben 5 mil 287 denuncias por delitos contra niñas y mujeres.

Por lo que el Grupo de Trabajo le propone al gobierno “9 Recomendaciones”: 1) adoptar las medidas necesarias para que se garantice la investigación de todos los casos y su resolución en un tiempo razonable; 2) diseñar y aplicar un “Modelo Único de Atención”, a cargo del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres por Razones de Género, asesorado por especialistas en el tema, elaborando protocolos de atención y capacitando a los servidores públicos; 3) la correcta aplicación de la NOM-046 sobre violencia familiar y sexual contra las mujeres, porque el personal médico no avisa sobre estos casos al Ministerio Público (MP); 4) campañas permanentes con enfoque multicultural y evaluación periódica de su impacto; 5) sistematizar y actualizar el Banco Estatal de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres, impulsando la interconexión de los sistemas de información pública, para publicar periódicamente las estadísticas generadas; 6) fortalecer las instancias judiciales con presupuesto, espacios y personal suficiente y capacitado en la atención y contención psicológica de las mujeres en situación de violencia, dándole énfasis en las agencias del MP; 7) como no existen órdenes de protección en los casos, se propone la elaboración y publicación de protocolos de actuación, un modelo de análisis de riesgo y la regulación de los refugios; 8) diseño de una estrategia educativa transversal en materia de Derechos Humanos para transformar patrones culturales, que enseñe a las niñas, niños y adolescentes a identificar la violencia, a fin de superarla y erradicarla y 9) cambios legislativos: elaborar y publicar reglamentos de las leyes (vigentes desde 2009), para la igualdad entre Mujeres y Hombres y la Ley para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en Michoacán(diciembre de 2009). Incluyendo la modificación de la Ley para la Atención y Prevención de la Violencia Familiar, para que se eliminen los procedimientos de conciliación, la reforma al Código Penal local, para dar penalidad específica al feminicidio y crear el tipo penal de acoso sexual, actualmente tipificado como “hostigamiento sexual”

Después de cuatro meses, sin mediar explicación alguna para la sociedad, las organizaciones civiles de mujeres, las académicas, las legisladoras y el Grupo de Trabajo, la Secretaría de Gobernación pretende la declaratoria sólo en algunos municipios, focalizando y atendiendo sólo a un sector sobre el problema generalizado de asesinatos de mujeres, sin tomar en cuenta el diagnóstico estatal de violencia, el contexto de pobreza, migración e inseguridad que existe en todo el estado y que contribuye a generar condiciones de violencia extrema en contra de las mujeres en los 113 municipios.

Después de todos los signos de los tiempos que se vienen mostrando a luz pública, con claridad meridiana, como las recientes declaraciones del Procurador Martín Godoy, ante las mujeres organizadas y ciudadan@s, en una reunión convocada por la Mtra. Fabiola Alanís Sámano, Secretaria de SEIMUJER, en la Casa de Gobierno, quien luego de deslindarse de opinar sobre la Alerta de Género, reconoce 700 feminicidios, pero toma algunos ejemplos para ir diciendo que se trata de hombres vestidos de mujer o de lupitas, de una mujer que murió de parto, etc., para concluir que el problema de fondo y la causa es un asunto de mala crianza en el hogar, que debe ser atendida por las mujeres organizadas; una lectura religiosa y piadosa —como le señalé—, pues antaño, la Iglesia leyó así la problemática social e impuso el Catecismo; para terminar aceptando mi recomendación: que se requiere una lectura multifactorial, para construir un fino instrumento que permita superar, frenar y abatir de manera sustancial la violencia de género y la violencia feminicida contra las mujeres en Michoacán. Como una lectura política, sobre el nivel de legalidad del gobierno, legitimidad y gobernabilidad; una interpretación de estos signos paralela a la infiltración de los estamentos del gobierno por el crimen organizado, que conduce a la corrupción, la impunidad y la descomposición moral de toda la sociedad, desgarrando el tejido social. Una lectura económica, en los términos de salarios mínimos para parias, que requieren despensas para entrar en el sistema clientelar de partidos electoreros, o las masas de pobres que son presas fáciles del crimen organizado. Una lectura cultural, que permita interpretar las consecuencias de que las mayorías no tienen acceso a la cultura, porque las instituciones del Estado han hecho de ella —como dice Octavio Paz— una caricatura, lo que produce el desarraigo, pérdida de mitos, leyendas, tradiciones y valores culturales, sin los que la dispersión y el éxodo son el destino fatídico de los pueblos. Una lectura que incluya la filosofía de los pueblos y las ciudades, en su dimensión ética, estética y política. Una lectura que contemple la vida espiritual, en las comunidades y las urbes, con respecto a los espectáculos de la incultura de la violencia y la sangre, cuya línea tan frágil es fácilmente franqueada hacia la violencia a los hermanos, padres, vecinos, compañeros de estudios y de trabajo, colegas, correligionarios de partido y hasta aficionados de algún deporte.

No es posible leer la decisión de la Secretaría de Gobernación y del gobernador Silvano Aureoles Conejo, al menos de manera hipotética, como política, pues con ella se negocia la seguridad de las mujeres, ya que nada asegura que al reducir la Alerta de Género a algunos municipios no va a haber “efecto cucaracha”; a menos que todas las feministas que en un momento solicitaron, firmaron y hasta clamaron a gritos por las calles la Alerta de Género en todo el Estado y que hoy se suman sin rubor a la Declaratoria Oficial, ya hayan fumigado a todas las inmortales cucarachas que se pueden colar de un municipio a otro.

Como advierte la Dra. Miriam Núñez Vera, integrante del Grupo de Trabajo: “Al torcer el mecanismo, con esta decisión, mostrarían que no les interesa verdaderamente la seguridad y la vida de las mujeres en el estado. Aunque lo más grave de esta errática actitud del gobierno federal y estatal, sería la falta de respeto a la Ley de Procedimiento para la Atención a la Solicitud de Alerta de Género”.

Tal vez por ello, el 8 de marzo, en el marco del Día Internacional de las Mujeres y la entrega de la Presea Princesa Eréndira 2016, el gobernador dijo que “la Ley por una Vida Libre de Violencia para las Mujeres en el Estado de Michoacán, ya tenía 10 años de vida y no había pasado nada”.

Fuente del articulo: http://michoacantrespuntocero.com/alerta-de-genero-una-salida-politica/

Fuente de la imagen: http://michoacantrespuntocero.com/wp-content/uploads/2014/02/no-mas-feminicidios-620×400.jpg

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