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Por difícil que sea un niño, nunca dejes de hablarle con amor

Por: Jennifer Delgado.

 

No somos plenamente conscientes del impacto de las palabras, pero lo cierto es que estas moldean nuestro mundo desde una edad muy temprana. De hecho, los consejos y regaños de los padres y maestros que escuchamos en la infancia a menudo se convierten en una voz interior que nos acompañan durante toda la vida adulta.

El enorme impacto de las palabras negativas

Investigadores del Brookhaven National Laboratory analizaron cómo impacta en las personas el uso sistemático de palabras negativas. Los resultados, publicados en la revista Emotion, desvelan que escuchar la palabra “no” durante tan solo un segundo estimula la producción de cortisol, la hormona del estrés, que en niveles elevados en los niños puede llegar a afectar el funcionamiento cerebral.

También apreciaron que cuando las personas realizaban una lista de palabras negativas, en muy poco tiempo su estado de ánimo empeoraba y comenzaban a aparecer pensamientos automáticos negativos. Por si fuera poco, el efecto de las palabras negativas se amplifica aún más cuando las escuchamos y somos nosotros los receptores directos.

En realidad, estos resultados no deben asombrarnos ya que a ese tipo de palabras les conferimos un significado negativo que activa la amígdala, nuestro centro de mando emocional, con el objetivo de valorar el nivel de riesgo que representa para nosotros ese discurso. Eso significa que si un niño está expuesto continuamente a palabras de valencia negativa que puedan parecer amenazantes, es probable que viva en un estado de estrés continuo.

Las etiquetas negativas pueden acompañar a los niños durante toda su vida

Aún peor es cuando las palabras negativas se convierten en etiquetas. De hecho, muchos padres tienden a reprender los malos comportamientos de sus hijos colocándoles etiquetas negativas como: eres malo, perezoso, malcriado, tonto….

Esas palabras no etiquetan un comportamiento sino la personalidad del niño, por lo que pueden terminar convirtiéndose en una profecía que se autocumple. El estudio clásico realizado por los psicólogos Rosenthal y Jacobson demostró sin lugar a dudas las terribles consecuencias del efecto Pigmalión.

etiquetas negativas niños

En práctica, si los maestros pensaban que un niño era listo, este tenía más probabilidades de obtener buenas calificaciones, pero si creían que un estudiante era poco dotado, aunque en realidad no fuera así, este terminaba obteniendo malas puntuaciones ya que le daban menos oportunidades para participar en clase y corregir sus errores, por lo que al final el niño terminaba pensando que realmente no era capaz.

El problema es que, en cierto punto, a fuerza de escuchar continuamente los mismos calificativos, el niño termina aceptándolos e incorporándolos a su identidad. De esa manera, si los padres le dicen continuamente que es perezoso, terminará siéndolo ya que pensará que no tiene sentido esforzarse o que no puede hacerlo. Por tanto, las etiquetas negativas siempre son limitantes.

Por otra parte, el uso de etiquetas negativas y adjetivos descalificadores terminarán convirtiéndose en la manera de comunicarse del niño, quien también los usará con sus coetáneos e incluso con los adultos. Aprenderá a comunicarse desde la negatividad, lo cual le creará bastantes problemas en sus relaciones interpersonales.

Educar en un entorno comunicativo positivo

Por muy malo que haya sido el comportamiento y por muy difícil que resulte la etapa del desarrollo por la que está atravesando tu hijo, es importante que te asegures de crear un entorno comunicativo positivo. Eso no significa que debas excusar sus malos comportamientos, pero puedes disciplinar desde el amor y el respeto, sin recurrir a etiquetas negativas o descalificaciones que afecten su autoestima.

Un buen punto de partida consiste en asegurarte de que sepa que, aunque en ocasiones le regañes y tengas que recurrir al castigo, le amas incondicionalmente. El niño debe tener claro que estás castigando sus malos comportamientos, no a él como persona. Desarrollar una comunicación más positiva en el hogar, será beneficioso para todos.

Fuente del artículo:  https://www.etapainfantil.com/por-dificil-sea-nino-nunca-dejes-hablarle-amor

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Niñas grandes, mujeres enormes. Pioneras de la literatura infantil feminista

Por: Antònia Justícia Barcelona.

Recomendaciones de Literatura Infantil y Juvenil

En la ciencia, en el deporte, en el arte, escritoras, cocineras, del derecho y del revés… Desde hace un par de años las editoriales han explotado hasta la saciedad la corriente feminista que se instaló en la literatura infantil y juvenil dando a conocer las historias extraordinarias de mujeres tanto o más extraordinarias que a lo largo de la historia han contribuido con su tesón, valentía, inteligencia y humor a hacer de este un mundo mejor. Pero todo tiene un origen, una mano que prende la mecha que, imparable, nos ha conducido al enorme, atractivo, incalculable y valioso volumen de libros que hoy en día habla a nuestras niñas y niños de mujeres con mayúscula. Mª Isabel Sánchez Vegara, Elena Favilli y Francesca Cavallo son en buena parte responsables.

 

La creativa Mª Isabel Sánchez Vegara, autora de la colección Pequeña & Grande de Alba

La creativa Mª Isabel Sánchez Vegara, autora de la colección Pequeña & Grande de Alba (Archivo)
 

Todo comenzó buscando un par de libros para regalar a sus sobrinas recién nacidas. De eso hace ya ocho años. “Y me di cuenta de que seguíamos igual que cuando yo era pequeña, que teníamos muy pocos referentes femeninos en la literatura infantil”. “¿Cómo podía ser que habiendo mujeres tan potentes, tan increíbles, la gran mayoría de cuentos siguieran todavía dedicados a personajes o héroes masculinos, cuando hay heroínas mujeres y además de verdad?”. Así que decidió crearlos. Con un primer cuento sobre la vida de Coco Chanel y una presentación sobre lo que tenía en mente, la creativa Mª Isabel Sánchez Vegara se presentó un día en la editorial Alba. De ese encuentro salió Pequeña & Grande, “una colección que celebra la vida de las mujeres”, en palabras de su creadora.

Algunos de los libros de Pequeña & Grande en formato de 7 y 4 años

Algunos de los libros de Pequeña & Grande en formato de 7 y 4 años (Anna Belil, montaje)
 

“Sin pretender ser la Chimamanda infantil, quería hacer algo divertido, sencillo, que se entendiera”. Coco Chanel es el primer personaje de esta colección que nace en 2014 y que a día de hoy lleva publicados ya 23 títulos. Frida KahloDian FosseyGloria Fuertes,Carmen AmayaAnne Frank… son algunos de los nombres que a los que están dedicados. Cada título, una vida, y con una ilustradora diferente: Katie WilsonSveta Dorosheva Cinta Arribas… Un proyecto editorial que apenas seis meses de su andadura ya vendía los derechos a la inglesa Quarto, que hizo viajar a Pequeña & Grande a Inglaterra, Estados Unidos, Australia… Actualmente ya se han vendido más de dos millones de copias de la colección.

 

 

Mientras Pequeña & Grande iniciaba su andadura, otros proyectos de similar filosofía hacian lo propio en otros países. La colecciónAntiprincesas en Argentina de la mano de la editorial Chirimboteproponía la recuperación para el público infantil de mujeres libres e independientes, grandes artistas latinoamericanas como Juana AzurduyVioleta Parra o la propia Frida Khalo.

Imagen de la colección Antiprincesas de la editorial argentina Chirimbote

Imagen de la colección Antiprincesas de la editorial argentina Chirimbote (Archivo)

Y el proyecto de crofunding de las italianas Elena Favilli Francesca Cavallo, ‘ Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes ’, la mecha definitiva, el fenómeno editorial cuyo primer volumen vendió en apenas meses un millón de copias en todo el mundo (ver reportaje), marcando la senda que muchas otras editoriales seguirían y creando a día de hoy en las librerías una categoría que antes no existía: la de biografías de mujeres para niñas. “Somos todos hijos de nuestro tiempo”, señala Vergara, para quien sólo era cuestión de tiempo que florecieran este tipo de libros.

 

 

 

Ilustraciones del libro 'Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes'
Ilustraciones del libro ‘Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes’ (Ilustraciones que acompañaron el artículo publicado en marzo del 2018 en Cultura/s)
 

El éxito de Pequeña & Grande, ideada para niños a partir de siete años, hizo que se pensara en un público de menos edad, a partir de 4-5 años, para los que nació el mismo concepto de libro pero en cartoné y pequeño formato, con pocas y precisas frases, que hacen de esta una versión adorable. Y desde las pasadas navidades Pequeña & Grande tiene una deriva nueva, un hermano, Pequeño & Grande, dedicado a personajes masculinos. También han tenido que ver en ello los sobrinos de Sánchez Vegara, “que me lo pidieron”. “Para mi la colección va de gente increíble, que creyeron en sí mismos, que muestra la diversidad y el hecho de que todos somos únicos”, concluye.

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¿A quién benefician los encapuchados en las protestas?

Por: Julián De Zuburía.

Los encapuchados no representan a los estudiantes universitarios. Sin embargo, rectores, profesores y alumnos no han respondido con suficientes mecanismos para aislarlos. El pedagogo Julián De Zubiría propone algunas estrategias para la defensa de las universidades oficiales.

Las protestas son justas y necesarias en una democracia si son masivas, argumentadas y pacíficas. En este sentido, hay que reconocer que los estudiantes nos dieron, entre octubre y diciembre del año anterior, una gran lección al garantizar que se cumpliera a cabalidad con esas condiciones en las gigantescas manifestaciones que convocaron en defensa de la educación oficial.

Los estudiantes crearon mecanismos excepcionales de protección de la fuerza pública y expulsaron a los encapuchados de sus marchas. Lograron, de esta manera, establecer un estilo de protesta más creativo, simbólico y masivo. Por eso, por primera vez, la población respaldó masivamente sus luchas.

Los diversos sondeos de opinión señalaron que entre un 92 y un 94 por ciento de los colombianos estábamos de acuerdo, ya que consideramos justas sus causas y muy bien argumentados sus motivos. Bastaba ver un debate televisivo para darnos cuenta de que estábamos ante la presencia de un movimiento estudiantil más maduro, reflexivo y propositivo que el que habíamos encontrando en las décadas anteriores.

La consecuencia inmediata de esas protestas estudiantiles las conoce la nación: por primera vez en la historia, se sentaron a dialogar y a resolver los problemas educativos el equipo del Ministerio de Educación (MEN), los profesores y los líderes de estudiantes. Al final, el gobierno cedió a las presiones y se comprometió a transferir 5,9 billones adicionales para la educación superior y la ciencia, algo que marcará un hito en la defensa de la educación oficial del país. Las próximas generaciones tendrán que agradecerles por su lucha.

Sin embargo, fueron diferentes las imágenes que nos mostraron los medios masivos de comunicación del paro nacional realizado el pasado 25 de abril. Allí vimos grupúsculos aislados de estudiantes lanzando piedras a un pequeño grupo de policías arrinconados en la Plaza de Bolívar y otros pintando las paredes y la puerta de la catedral. En total no eran más de 50 jóvenes, pero ellos sembraron el caos e impidieron que los oradores se expresaran ante unas 10.000 personas que se aglutinaban para protestar contra el Plan de Desarrollo.

Los encapuchados no representan a los estudiantes, ni defienden los intereses de las universidades públicas. Nunca han generado ningún impacto positivo para la educación; por el contrario, sus refriegas con la fuerza pública han conducido al cierre de las universidades oficiales, a la pérdida de servicios complementarios y a la detención de algunos de los estudiantes que observan un grotesco espectáculo en el que un pequeñísimo grupo de estudiantes lanza piedras y “papas bomba” a la fuerza pública, mientras que otros observan el enfrentamiento como si se tratara de un juego rutinario.

Un país que ha convivido con las masacres, las desapariciones y los desplazados, es probable que, por tradición, se haya acostumbrado a las pedreas en sus universidades oficiales. No obstante, no hay que olvidar que en ellas se tendrían que lanzar ideas, hipótesis, investigaciones y propuestas, ¡y no explosivos! Absolutamente todas tendrían que ser territorios de paz, de diálogo y de rechazo a la violencia, venga de donde venga. El pensamiento crítico y la formación de mejores ciudadanos, dos de las prioridades actuales de formación en las universidades, son la antítesis de las pedreas entre estudiantes y fuerza pública.

Lo que hay que entender es que los encapuchados tienen una agenda propia y que defienden intereses anarquistas. Su objetivo es generar caos, desorden y refriega con la fuerza pública y lo logran muy fácilmente al actuar de manera aislada y violenta. La pregunta es sencilla y directa: ¿A quién benefician con sus actos vandálicos los pequeños grupos de encapuchados que de tiempo atrás hemos visto en las universidades oficiales y que en esta ocasión hacían presencia en una marcha de docentes, estudiantes y trabajadores, que consideran que el Plan de Desarrollo trae muchos elementos excesivamente favorables al capital, pero muy perjudiciales para la pensión, los impuestos y el bienestar social de los trabajadores?

Y la respuesta, tan sencilla como directa: Las consecuencias de su vandalismo son contrarias a la causa que dicen proteger ya que, con sus actos, deslegitiman la protesta social y hacen que la población termine rechazando las marchas y las protestas, por el caos que generan.

En el caso del 25 de abril, a los pocos minutos de iniciada la pedrea, la marcha se había dispersado totalmente, no fue posible escuchar a los convocantes y en los medios de comunicación estaba totalmente anulado el motivo de la protesta. Sólo se hablaba de los encapuchados violentos que cometieron actos vandálicos en la Plaza de Bolívar. Al mismo tiempo, el presidente de FENALCO pedía exigir pólizas a los manifestantes, mientras muy pocas voces salían a defender la necesidad que existe en las democracias de recurrir a diversos mecanismos de protesta pacífica y masiva.

En múltiples ocasiones se han divulgado fotos y vídeos que permiten pensar que podría haber oscuros móviles de personas interesadas en deslegitimar la protesta apoyando actos vandálicos y de infiltrados interesados en generar anarquía y desorden en las marchas. Ojalá estas múltiples denuncias fueran investigadas por la Fiscalía.

Coloquialmente se afirma que “los extremos se tocan”. Este popular y sabio dicho explica por qué terminan actuando casi igual los grupos de extrema izquierda y extrema derecha. Los actos anárquicos de ambos terminan dándole la razón a quienes piden que se debilite la educación oficial y que los recursos sean transferidos al sector privado, bajo el supuesto de que allí se utilizarán mejor.

Necesitamos aislar, entre todos, a los violentos y fanáticos, y defender una protesta masiva, reflexiva y pacífica, como corresponde en las democracias.

La fuerza pública debería poder ingresar a los campos, siempre y cuando el Consejo Superior de las universidades así lo permita. De lo contrario, violaría la autonomía universitaria y podría escalar el conflicto, como lo ha reconocido el propio Consejo de Estado al condenar a la Policía al pago de gigantescas indemnizaciones después de que el ingreso intempestivo a las universidades oficiales ha conducido a asesinatos en el Alma Mater.

A pesar de ello, hay que invitar a los rectores a que utilicen este mecanismo cuando las circunstancias excepcionales lo ameriten. De lo contrario, los perjudicados son los hijos y las hijas de los sectores de menores ingresos que requieren de las universidades oficiales para continuar con sus estudios y aumentar, gracias a ello, sus posibilidades de movilidad en la sociedad.

Aun así, una solución más sencilla y directa es la instalación de cámaras en las afueras de los lugares en los que suelen presentarse los enfrentamientos con la fuerza pública. Con buenas y diversas cámaras, hoy es relativamente fácil identificar a los protagonistas de los enfrentamientos, así tapen sus caras con capuchas.

En conclusión, lo que tienen que entender los estudiantes es que quienes se encapuchan y lanzan piedras, contribuyen a la estigmatización y a la mala imagen de las universidades públicas. Con sus actos anarquistas, ellos terminan defendiendo a quienes quieren cerrarlas.

Es por lo tanto imprescindible que los promotores de las pedreas sean rechazados por los estudiantes y profesores. Para lograrlo, propongo debates y una votación general en todas las universidades oficiales sobre la vigencia y pertinencia de lanzar piedras a la fuerza pública en pleno siglo XXI, después de lo que hemos avanzado en la consolidación de la paz, luchando precisamente contra quienes han querido hacerla trizas.

Se trataría de analizar qué les han dejado a las universidades oficiales las pedreas que de manera recurrente se han sucedido en sus espacios aledaños. Hay que evaluar la experiencia y debatir su pertinencia. Al fin y al cabo, en los espacios universitarios se debería rechazar todo tipo de violencia en la sociedad, iniciando por la que se presenta en sus propios campus.

A la Fiscalía hay que exigirle investigación sobre la posible participación de personas infiltradas en los campos universitarios para deslegitimar a las protestas; a los rectores hay que pedirles que convoquen los Consejos Superiores en circunstancias excepcionales para autorizar el ingreso de la fuerza pública a las instalaciones; a la policía hay que convocarla a llenar de cámaras los espacios aledaños a las universidades.

A todos los docentes y estudiantes universitarios hay que invitarlos a rechazar la presencia de encapuchados en las marchas estudiantiles y de garantizar la protección de la fuerza pública en las movilizaciones. La paz la construiremos entre todos y las universidades tienen que ir en la punta para ejemplificar lo que significa para la vida, la democracia, la educación y el diálogo, la culminación exitosa del proceso de paz con la guerrilla más antigua del mundo.

Fuente del artículo: https://www.semana.com/educacion/articulo/a-quien-benefician-los-encapuchados-en-las-protestas/612666

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La literatura infantil en creole y wayuu reivindica a las minorías

Por: Fanuel Díaz.

‘Wal descubre a los bucaneros’ y ‘Narraciones indígenas’ son dos novedosas propuestas en librerías.

La literatura infantil consolida un espacio de representación social. Como muchos discursos culturales, y a pesar de que esta literatura apela a una minoría (los niños), sus formas de construir la realidad se apoyan en ideologías dominantes. Muchos estereotipos se replican a través de la literatura para niños: el prototipo tradicional de familia, la supremacía racial, la cultura patriarcal, el antropocentrismo y el mundo adultocéntrico son algunos de los modelos que perpetúan la cultura normalizada.

Apostar por libros que rompan ciertos esquemas puede generar importantes transformaciones, especialmente porque los libros se convierten en espacios subversivos y abren posibilidades para que la diversidad se instale como un modelo mucho más realista y humano. La literatura, en este caso, debe darle visibilidad a las minorías, como una forma de asegurar una sociedad inclusiva y plural.

¿Qué sucede cuando una sociedad echa tierra a sus raíces? Desconocer los orígenes, definitivamente, debilita la identidad y aleja las posibilidades de encontrarnos en esos viajes necesarios hacia la semilla. Hoy en día Colombia es un país diverso, no solo por su maravillosa e imponente naturaleza sino por su cultura multiforme y mestiza.

Los grupos étnicos en Colombia conforman un 13 por ciento de la población, entre los que cuentan los pueblos indígenas y las comunidades afrodescendientes, principalmente. Los aportes culturales de estos enclaves por la riqueza de su literatura oral son innegables, además de todo el patrimonio inmaterial que poco a poco ha formado parte de ese heterogéneo rostro del país.

La colección ‘Narraciones indígenas’ conforma un mosaico interesante de tres etnias que representan tres importantes ecosistemas: la sierra, la selva, el desierto. La recuperación de la voz ancestral en estas ediciones bilingües marcan un hito sobresaliente en la reciente edición de libros para niños en el país. Un trabajo documentado, que cuenta con el apoyo de compiladores, antropólogos y lingüistas, encuentra en estas páginas un entorno visual deslumbrante como una forma de acoplar el mundo de las palabras y la calidad cromática de estos pueblos, cuya cosmogonía guarda un incalculable tesoro: animales míticos, leyendas, explicaciones no científicas, lugares del imaginario ancestral, seres fantasmagóricos, sonidos y visiones del entorno.

La literatura, en este caso, debe darle visibilidad a las minorías, como una forma de asegurar una sociedad inclusiva y plural.

Apostar hoy en día por esta recuperación ofrece la continuidad de un legado para que nuevas generaciones de colombianos tengan fuentes disponibles para abrevar sobre sus orígenes, para acercarse a un universo cultural más amplio desde una visión interior, porque los informantes son oriundos de las comunidades. Esto implica asegurar un espacio dentro de la literatura infantil nacional para las minorías.

Libro Wal descubre a los bucaneros

Carátula de ‘Wal descubre a los bucaneros’

Una mirada raizal

En geografías más lejanas, quizás por tratarse de islas, se ha conformado lentamente una cultura minoritaria que se conoce como raizal y que tiene rasgos muy particulares del Caribe. El uso de una lengua propia, el creole, la sobrevivencia a un pasado de esclavitud, la presencia de piratas y bucaneros, la influencia de la cultura protestante y elementos comunes con tradiciones españolas e inglesas sin duda confluyen en este variopinto crisol. Así lo testifica Wal, el pequeño protagonista de una maravillosa aventura por el pasado de las islas de San Andrés y Providencia.

‘Wal descubre a los bucaneros’, escrito por Ignacio Barrera y Edna Morales, se plantea como un viaje de conocimiento de un niño que va preguntando a su abuela por hechos curiosos que sirven como pretexto para recorrer la historia de estas islas, acompañados de Lizzy, una lagartija azul endémica de este territorio.

La literatura tiene muchos propósitos, además de contribuir con el enriquecimiento del vocabulario, de nutrir el imaginario inquieto, también puede construir puentes entre los seres humanos

Nuevamente, un libro que ayudará a entender a muchos lectores estos procesos lentos de poblamiento y mestizaje. Junto con las ilustraciones de Eduardo Rico, el lector podrá realizar un recorrido por pasajes remotos y lugares exuberantes.

La literatura tiene muchos propósitos, además de contribuir con el enriquecimiento del vocabulario, de nutrir el imaginario inquieto y asegurar travesías inolvidables, también puede construir puentes entre los seres humanos. Por eso, libros de esta naturaleza no solo ofrecen representatividad a las minorías sino que también contribuyen a mirar al otro con respeto y admiración.

Si queremos construir sociedades más inclusivas, si queremos despejar estereotipos y darle voz a los que carecen de escaños poderosos y convencionales, no hay mejor vehículo que la literatura que hermana los hombres y ayuda a entender que el mundo es muy amplio, complejo y diverso. Los libros para niños, justamente, ofrecen esta posibilidad porque exponen a los lectores a una visión poliédrica desde temprana edad, de manera que en un futuro tengan una conciencia ancha del mundo y una mejor comprensión de todos los seres que habitamos en él.

Fuente de la reseña: https://m.eltiempo.com/cultura/musica-y-libros/libros-infantiles-escritos-en-creole-wayuu-y-otras-lenguas-341588?fbclid=IwAR0q506RhdHY9jF3bpT3QhKh63giYHPce7-4tbSer2q3zs8Kjca-j62VQ60

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Cómo convertirse en un docente transformador y seguir siéndolo siempre

Por: Camila Londoño.

“Los maestros más transformadores que conozco tienen una profunda comprensión de cómo su función trasciende más allá de cualquier tema que estén enseñando. Dichos maestros tienen el impacto más duradero en sus estudiantes mucho después de la graduación”.

Cuidado y esfuerzo: dos cosas que según el profesor David Cutler, son indispensables en el oficio de enseñar. En un artículo de Edutopia, Cutler explica que si bien la experiencia en esta labor es importante, de nada sirve ésta si los docentes, a lo largo del tiempo, no se perfeccionan de una forma continua. Esto, según él, es una cualidad fundamental de los maestros transformadores. De la mano con esto hay otras claves necesarias para llegar a ser un profesor transformador y no dejar de serlo con el paso del tiempo. Cutler comaparte alguna de estas claves que están centradas en el esfuerzo, la constancia y que apuntan a la mejora:

1. Compartir

“Como primer paso, trabaja para reconocer que, sin importar cuánto tiempo hayas estado en el aula, siempre habrá alguien que sea más efectivo en una determinada faceta de la enseñanza”, dice Cutler. Esto significa, aprender de los demás, nutrirse con ideas y compartir las propias experiencias para recibir apoyo o retroalimentación.


2. Un mentor

Es crucial encontrar y confiar en un mentor que sea de confianza. “Como nuevo maestro, pasé incontables horas conversando con colegas sobre las mejores prácticas y en las que temía haberme quedado corto. Ni una sola vez me juzgaron, ni sugirieron que todo lo que había hecho (o lo que no había hecho, en ciertos casos) estaba más allá de la solución”, cuenta David en el artículo. Contrario a esto, encontró profesores que siempre ofrecían consejos. El objetivo, además de encontrar un mentor, es valorar lo que ellos tienen para decir u ofrecer pues como dice este profesor, “nadie tiene el monopolio de las buenas ideas”.


3. Observación

Observar a otros profesores en acción es otra prioridad en este desafío. David, ha obtenido grandes beneficios al hacerlo. Por ejemplo, implementó el humor de un profesor de inglés para motivar más a sus estudiantes. Y también se ha sentido inspirado por una profesora de francés, quien mantiene un equilibrio perfecto entre la firmeza y el cariño por sus estudiantes.


4. Cambios

Cuando David se siente cómodo en una rutina, intenta ver la manera de cambiarla y para ello, observa a sus colegas. “Es ciertamente más fácil enseñar los mismos libros y contenidos cada año, pero también es increíblemente aburrido, lo que puede llevar al agotamiento”, comenta el profesor. En ese sentido, los cambios son buenos para él, y también para sus alumnos. Y en la misión de querer ser un docente transformador, es indispensable renovarse de manera constante.


5. La utilidad de lo que enseñas

En línea con cambiar las cosas, David siempre está buscando nuevas formas de darle una utilidad a todo lo que enseño. ¿Qué significa esto? Mostrarle a los estudiantes la manera de aplicar el aprendizaje en el mundo real.


6. Más allá de la enseñanza

“Para motivar a mis alumnos hacia el éxito, me esfuerzo por demostrar que me preocupo por ellos más allá del aula”, cuenta David. ¿Cómo lo hace? Acompañándolos en viajes, eventos extracurriculares, aconsejando a distintos grupos fuera del aula, entre muchas otras cosas. “Los maestros más transformadores que conozco tienen una profunda comprensión de cómo su función trasciende más allá de cualquier tema que estén enseñando. Dichos maestros tienen el impacto más duradero en sus estudiantes mucho después de la graduación”, agrega.

Fuente del artículo: https://eligeeducar.cl/convertirse-docente-transformador-seguir-siendolo-siempre

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España: Mantienen la huelga de profesores al acabar sin acuerdo la mediación

Europa/ España/ 13.05.2019/ Fuente: www.lavanguardia.com.

Los sindicatos de educación que han convocado la huelga de profesorado del 16 de mayo mantienen la convocatoria de paro, tras acabar sin acuerdo la mediación que han mantenido este viernes en la sede de Trabajo con personal del departamento de Educación.

Tras la reunión, el portavoz del sindicato Ustec, Ramon Font, ha denunciado que el departamento de Educación «llega a la mesa sin ninguna propuesta» por lo que «parece que no quieran llegar a ningún acuerdo».

Asimismo, Font ha lamentado el «perfil negociador bajo» del personal que ha enviado Educación a la mesa, que se ha «limitado a una administrativa y a un abogado del departamento», lo que «denota falta total de respeto hacia el comité de huelga».

CCOO ha coincidido en denunciar que «lo que debía ser un intento de acuerdo para mejorar la educación pública y evitar la huelga» se ha convertido en un «trámite porque Educación no ha enviado a nadie con capacidad negociadora».

Este sindicato ha denunciado la «pasividad absoluta» de Educación y que «no se haya podido llegar ni a un acuerdo de servicios mínimos por la voluntad de la administración de imponer sus criterios y decretar servicios mínimos del 50 %».

Los sindicatos han anunciado que la mesa sectorial de personal docente no universitario volverá a reunirse en una mediación con el departamento de Trabajo el próximo lunes 13 de mayo.

Para retirar la convocatoria de huelga en primaria y secundaria, los sindicatos sitúan como medida «irrenunciable» el «restablecimiento en el curso 2019-20 del horario lectivo anterior a los recortes para todo el personal», que es de 18 horas en secundaria y 23 en primaria.

En una convocatoria conjunta, los sindicatos USTEC-Stes, CCOO, UGT, ASPEC-SPS, y las intersindicales IAC y CSC han llamado a la huelga a los docentes el próximo 16 de mayo.

Fuente de la noticia: https://www.lavanguardia.com/vida/20190510/462148612563/mantienen-la-huelga-de-profesores-al-acabar-sin-acuerdo-la-mediacion.html

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“La pedagogía de los superhéroes es muy útil para educar a nuestros hijos”

Por: Nacho Meneses. 

 

Quizá les conozcan. Ella, con el rostro coronado por una tiara, proviene de la legendaria raza de las amazonas; él, con una más que reconocible capa azul, de otro planeta que ya no existe en una galaxia muy lejana. En una vida, protegen desinteresadamente a la humanidad frente a las mil caras del mal; en otra, pasan desapercibidos, como si en verdad fueran personas normales. Y en ambas, su moral es intachable: empatía, sacrificio, generosidad, preocupación por los demás. Valores dignos de imitación que cualquier padre quiere inculcar a sus hijos y que protagonizan De Platón a Batman, del filósofo y profesor de la Universidad de Córdoba José Carlos Ruiz.

“Hay que educar en el pensamiento crítico desde pequeños, para que sean capaces de extraer conclusiones por sí solos, para que desarrollen una personalidad fuerte y una buena dosis de autoestima y confianza en sí mismos”, sostiene Ruiz. Aristóteles, Cicerón, Locke, Kant, Sócrates, Hume y Platón se unen así a Superman, Wonder Woman, Batman, Spiderman y el Capitán América en la lucha diaria de los padres por conseguir inculcar en sus hijos una personalidad sana y equilibrada. Herramientas para que “aprendan a ponerse en el lugar del otro, empatizar con él y desarrollar un concepto de ciudadanía que les ayude a defender lo que es bueno para el grupo”: objetivos como la lucha contra el cambio climático o el reciclaje, por ejemplo.

De la filosofía, Ruiz extrae ese pensamiento crítico que intenta explicar el porqué de lo que nos rodea, y convertirlo en consejos para educar a los pequeños. De los superhéroes, más que sus poderes sobrenaturales, interesan los superpoderes humanos que poseen, una serie de cualidades y virtudes humanas que pueden ser enseñadas y aprendidas. Así, tras ver la película (o leer el cómic), “los padres pueden extraer una o varias enseñanzas y seguir hablando con ellos, no tanto de la historia que acaban de ver como de aquello que pueden aplicar en casa”.

“La pedagogía de los superhéroes es muy útil para educar a nuestros hijos. Toma el caso de Wonder Woman: utilizando el instrumento del lazo de la verdad, consigue vencer al mal. Pero, además, es que ella cree en la redención, y usa su oratoria (como Sócrates) para conseguir que los malos se conviertan en buenos. Utiliza el diálogo para intentar convencerlos, en una especie de arte de la persuasión”. De Batman destaca su humanidad (no es sobrehumano, y puede morir en cualquier momento) y el poder de conseguir cualquier objetivo por medio de la persistencia. Como Platón, él también tiene su caverna, de la que sale convertido en el murciélago de Gotham. De Spiderman, su curiosidad y el concepto de la responsabilidad como un deber para con los demás, no consigo mismo; del Capitán América, su compromiso y ejemplaridad, etc.

Es fácil dejarse llevar por el mensaje que transmite Ruiz, que vuelve recurrentemente al concepto de equilibrio en la educación de nuestros hijos. Cualquier proceso educativo, dice, tiene que buscar un equilibrio entre el rol social y la faceta individual productiva. “Los hijos tienen que formar parte de esa vida social y comprometerse con el otro. Necesitamos que aprendan a pensar en el otro, no solo en ellos mismos”.

“Antes, los profesores, los padres, la sociedad, todos eran quienes guiaban el proceso educativo. Ahora, el centro es el niño. Antes, el alumno tenía que seguir al profesor; ahora es este quien sigue a aquel, porque lo importante es extraer de él sus potencialidades; hemos pasado de un extremo al otro y sería recomendable recuperar el equilibrio”, sostiene Ruiz. Sucede, por ejemplo, con el trabajo por proyectos, partiendo de lo que le motiva al niño. “Pero, a medida que vamos creciendo, esos procesos motivacionales ya no son tan fuertes. Es estimulante hacerlo de vez en cuando pero no siempre, porque si no, le estás quitando al niño su capacidad de resiliencia, el aprender algo simplemente por deber, porque hay que hacerlo”.

De igual forma, Ruiz argumenta que no se debe premiar siempre a los niños por hacer algo que es parte de sus obligaciones. “Siempre estamos dándoles un estímulo, un premio. Pero luego llegarán a un puesto de trabajo y, al no estar motivados, lo dejarán. La tasa de abandono en puestos de trabajo ha crecido mucho entre los jóvenes”.

¿Y si hacen algo mal? “Locke nos recuerda, respecto al castigo, que hay un concepto interesante que tiene ya 300 años. Para él, lo más importante era captar la atención de la persona que estás educando de una manera positiva. Es más educativo recompensar al niño cuando hace algo bueno, porque entonces querrá volver a hacerlo. Luego, añado yo, hay que ir quitándole poco a poco esa recompensa para que aprenda lo que es el deber”.

En un momento de la conversación, Ruiz reflexiona sobre lo que llama “la profesionalización de la paternidad”, porque se tiende siempre a enfocar el proceso educativo “a la obtención de resultados cuantificables. Que las actividades extraescolares, por ejemplo, puedan ser evaluadas en todo momento. Estamos abandonando el tiempo de contemplación y de ocio con ellos, la faceta del deleite, por un tiempo en el que siempre se busca que haya un resultado”. Una actitud que se ve incluso desde antes de que nazca el hijo. “Hay muchas personas que intentan sobreestimular el feto, le ponen música, etc., para intentar que salga con un proceso de aprendizaje ya iniciado”. No es que esté mal, sostiene, pero tampoco hay que obsesionarse.

Si queremos que nuestros hijos sean felices necesitaremos, eso sí, que entiendan qué es y qué no es la felicidad: “Se ha convertido en un instrumento de tortura”, asegura, “porque nos enseñan que la felicidad es algo instantáneo y fácil de adquirir, que se compra. Es una felicidad consumible: el teléfono más moderno, el siguiente viaje, las nuevas zapatillas… Es una felicidad postiza que nos convierte en drogodependientes emocionales. Es cansino y agotador, porque la felicidad no es un sentimiento, sino una forma de ver la vida que no es identificable, sino subjetiva”.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/05/10/mamas_papas/1557480226_318342.html

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