Page 7 of 9
1 5 6 7 8 9

Educar es enseñar a pensar

Por: Vicente Berenguer

¿Qué significa educar? ¿Cuál es la función de los docentes dentro de la educación? Las respuestas a estas preguntas podrían en principio parecer obvias aunque si se reflexiona sobre cómo es el funcionamiento del actual sistema educativo la obviedad no es tanta.

Si atendemos a las bases de los modelos educativos de los distintos países, que salvo excepciones son prácticamente los mismos, vemos que estos están basados en unas series de premisas. Por ejemplo, advertimos que una de ellas es que la educación debe fundamentarse en la respuesta. Esto quiere decir que se transmiten una serie de conocimientos que el alumno debe incorporar. La persona, de este modo, irá adquiriendo una cultura y en definitiva unos contenidos que le serán supuestamente útiles a lo largo de la vida.

Conocer la tabla periódica de los elementos, el volcán más alto de Nicaragua o los ríos más importantes de China es algo muy recomendable y son materias que deben ser enseñadas por los sistemas educativos. El problema surge cuando el sistema basa por completo la educación de los ciudadanos en las respuestas y en la absoluta memorización de contenidos y no en la reflexión.

Tenemos una educación basada en la respuesta y no en la pregunta, y la respuesta es, como decimos, el principal pilar o premisa de nuestros modelos educativos. Se nos enseñan contenidos, los memorizamos para posteriormente olvidar muchos de ellos y sin embargo no se nos instruye desde la pregunta. Y es que la pregunta, al contrario de la respuesta, moviliza al pensamiento y lo expande, no lo constriñe, posibilitando así que el alumno reflexione y explore posibilidades. Con la respuesta todo viene dado, en cambio, mediante la pregunta, se activa nuestro pensar: no el pensar de los demás sino el mío propio.

Tenemos ya pistas de por qué la educación no se basa en el “arte” de la pregunta sino en las respuestas, pistas que nos conducen a la conclusión de que el sistema no busca ciudadanos reflexivos con pensamiento autónomo sino todo lo contrario: busca personas sin capacidad para la crítica ni el cuestionamiento. Porque pensar es también cuestionar: pensar es no aceptar intelectualmente cualquier idea por el hecho de formar parte de la tradición, la cultura, la política o la religión de una zona. Pensar es reflexionar sobre cualquier cuestión de forma autónoma, es poder realizar un análisis personal manteniendo la autonomía, y la autonomía y la libertad es algo que no gusta a los poderes fácticos, tanto es así que, como decimos, el que debería ser el pilar educativo -la pregunta- no lo es y en cambio aquello que son aspectos secundarios -como la memorización- pasan al primer plano.

No se nos enseña a hacer preguntas, no se nos instruye en el hacernos preguntas para nosotros mismos porque lo que se busca son justamente ciudadanos que no piensen, personas que no expandan sus mentes; justo al revés: se pretende construir seres simples mentalmente y sin capacidad de crítica. La misión de estos futuros adultos dentro de la sociedad no será pues el cuestionarse todo: el sistema económico, el tipo de organización social, la legislación, el reparto de la riqueza…no será esta nuestra función sino otra distinta, el aceptar todo aquello que se nos diga ya que los futuros adultos no podrán vislumbrar alternativas a lo fáctico debido a que no se les ha enseñado ya de jóvenes a preguntarse y a pensar sino a dejar de hacerlo. De esta forma el sistema logra “fabricar” una sociedad que no se cuestiona nada, consigue construir ciudadanos sumisos ya que desde pequeños se nos aparta del arte de la pregunta y por tanto del pensamiento.

Tenemos pues que desde el sistema no se busca fomentar el pensamiento sino lo contrario, que se deje de pensar; y partiendo de estas premisas, de las premisas de una educación no basada en el pensamiento sino en la mera memorización de contenidos el resultado no puede ser otro que unos ciudadanos sin capacidad de crítica y análisis, ciudadanos que no cuestionarán nada sino que sencillamente aceptarán lo que se les diga y también cualquier sistema social injusto.

Pero hemos convenido que educar -o mejor dicho la verdadera educación- no es simplemente el obligar a memorizar, es mucho más: es formar a individuos, en efecto, con capacidad crítica y reflexiva, personas que se hagan preguntas, que se cuestionen, ciudadanos creativos que puedan aportar soluciones y conclusiones propias…seres con autonomía que puedan realizar un examen de cualquier situación y también un autoexamen; en definitiva, seres capacitados y libres. Porque pensar, algo que cada vez es menos frecuente, nos hace libres: libres en cuanto a poder elaborar un pensamiento crítico y propio y libres en cuanto a poder desarrollar nuestras capacidades evitando convertirnos así en puros autómatas.

Será por tanto la responsabilidad y tarea del docente formar al alumno no en la memorización -que también será necesario pero nunca el fundamento- sino en la reflexión y en la creatividad, porque estas nos hacen libres. Deberá el maestro, sí, ser un amigo que colabore y busque la expansión de las mentes de sus alumnos y no su constreñimiento, ser un guía que fomente la creatividad y el cuestionamiento; en pocas palabras: alguien que enseñe a pensar y por tanto a ser libre.

Fuente: http://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2017/03/educar-en-ensenar-a-pensar/

Comparte este contenido:

Así pretenden Google, Apple y el resto de gigantes educar a la inteligencia artificial

22 de marzo de 2017 / Fuente: http://www.eldiario.es

Por: Marta Sofía Ruiz

Google, Amazon, Microsoft, Facebook, IBM, Apple y representantes del ámbito académico y la sociedad civil se han unido en Partnership for AI, una alianza para impulsar la inteligencia artificial y evitar que las máquinas acaben heredando lo peor de los humanos o perpetuando las desigualdades. ¿Serán capaces de ponerse de acuerdo en unas directrices verdaderamente útiles?

Aunque el desarrollo de la inteligencia artificial abre todo un mundo de posibilidades en áreas como la economía, la medicina o la ingeniería, permitir que los algoritmos aprendan y tomen decisiones por sí mismos también entraña riesgos. Ciberataques más sofisticados, algoritmos que realizan elecciones injustas o, en el caso más extremo, máquinas que se rebelan contra sus creadores son algunos de los riesgos más temibles.

Por ello, las mayores empresas y los más relevantes investigadores del sector se han unido en Partnership for AI,  una gran alianza que pretende establecer las bases éticas y definir las buenas prácticas que evitarán que se hagan realidad las predicciones más funestas. Su misión es conducir el avance imparable de la inteligencia artificial por la senda adecuada y con el bien común como primer objetivo.

Todos los grandes nombres están presentes: Google, Amazon, Microsoft, Facebook, IBM y, aunque su incorporación oficial al proyecto ha sido más tardía, también Apple. OpenAI, la iniciativa sin ánimo de lucro que impulsa Elon Musk, también forma parte. Así, los gigantes que llevan años invirtiendo en inteligencia artificial y convirtiéndola en la base de sus productos se sentarán a hablar de los límites, los riesgos y los conflictos éticos de aquello en lo que están trabajando.

“Esta es la primera vez en la que los seis grandes actores de la industria, los que están empujando los límites de la inteligencia artificial, se juntan para definir las buenas prácticas”, explica a  HojaDeRouter.com el investigador Subbarao Kambhampati, presidente de la  Asociación para el Avance de la Inteligencia Artificial (AAAI) y miembro de la junta de Partnership for AI.

Este catedrático comparte asiento en el máximo organismo de la institución con representantes de las grandes empresas y con un número equivalente de representantes del ámbito académico, las sociedades científicas y las organizaciones de derechos civiles. Seis asientos para los gigantes y seis para ellos.

La inteligencia artificial cambiará tanto la ciberseguridad como el cibercrimen.
La inteligencia artificial cambiará tanto la ciberseguridad como el cibercrimen

Jason Furman, que acaba de incorporarse al  Instituto Peterson tras ocho años como asesor económico del presidente Obama, también forma parte de la junta que dirige la alianza. Cree que la inteligencia artificial podría ser  uno de los avances más importantes para la economía y la sociedad en las últimas décadas, y por ello considera “clave contribuir a definir las mejores prácticas y políticas para asegurarse de que la inteligencia artificial trabaja al servicio del bien”.

UNA PREOCUPACIÓN COMÚN

“Hay mucho trabajo por hacer para descubrir cómo abordar asuntos como la ecuanimidad y la privacidad en los sistemas de inteligencia artificial”, señala Deirdre Mulligan, profesora de la Universidad de Berkeley y directora del Centro Berkeley de Derecho y Tecnología. También miembro de la junta de Partnership for AI, la experta recuerda que, “como cualquier tecnología, la inteligencia artificial podría ser usada incorrectamente por individuos u organizaciones con malas intenciones”.

La manipulación intencionada del ‘chatbot’ de Microsoft por parte de usuarios que querían amplificar su perspectiva racista y misógina es un ejemplo de ello”, detalla Mulligan. Sin embargo, el peligro no está solo en una posible manipulación intencionada: la inteligencia artificial también puede absorber los prejuicios de la sociedad y de sus creadores y acabar conduciendo a resultados injustos o indeseados. “ La búsqueda de imágenes de Google etiquetó a personas negras como gorilas”, recuerda la experta. «En ese caso, las etiquetas no fueron el resultado de una actitud racista, sino la suma de una base de datos de entrenamiento incompleta y de las limitaciones de los algoritmos de reconocimiento facial causadas por esos conjuntos de datos limitados».

Finalmente, tal y como explica esta profesora, la inteligencia artificial también puede incorporar prejuicios como resultado de cálculos complejos, que no obstante pueden ser sutiles y difíciles de identificar y de entender. Cuando las máquinas aprenden por sí mismas, sus creadores no siempre saben cómo ni por qué ha llegado a una determinada conclusión. Y eso puede terminar causando problemas, en ocasiones graves.

La alianza trabajará para que el público comprenda las ventajas de la inteligencia artificial.
La alianza trabajará para que el público comprenda las ventajas de la inteligencia artificial

Eric Sears, miembro de la  Fundación MacArthur y de la junta de Partnership for AI, también  ha hecho referencia a esos peligros, señalándolos como desafíos para la organización. “Entre los retos se incluye […] detectar y mitigar los sesgos de la máquina que puedan tener un impacto desproporcionado en grupos históricamente desfavorecidos» o « asegurarse de que los sistemas de inteligencia artificial se entienden y se puede vigilar que actúan de forma responsable”.

Por otra parte, la alianza trabajará para informar al público, desmentir algunos mitos y contrarrestar ciertos temores —las nuevas tecnologías siempre asustan y preocupan a una parte de la sociedad—. Asimismo, promoverán nuevos estudios sobre la materia y tratarán de difundir los ya existentes.

Pero al igual que saben cuáles son, al menos sobre el papel, sus objetivos, también tienen claro a qué cosas no se van a dedicar. La agrupación no busca funcionar como un ‘lobby’ que presione a los legisladores cuando vayan a aprobar medidas vinculadas con la inteligencia artificial. Tampoco creen que dicha normativa sea primordial. “No veo la necesidad de una legislación específica», opina el exasesor de Obama.

UNA ÉTICA DE CUMPLIMIENTO VOLUNTARIO

Mayoritariamente estadounidense, esta alianza por la inteligencia artificial está dando sus primeros pasos. Todavía «en su fase ‘startup'», según describe Sears, la agrupación comenzó su recorrido en septiembre de 2016 y desde entonces lleva trabajando para establecer la actual composición de la junta.

Por el momento solo han tenido una reunión —el 3 de febrero— y aún están definiendo su método de trabajo. Aún así, hay varias cosas que tienen claras. En primer lugar, que su labor principal consistirá en definir una serie de directrices éticas consensuadas. Por desgracia, serán de cumplimiento voluntario. La pertenencia a la organización no obliga a las empresas a seguir las pautas que se acuerden. Los miembros tampoco tendrán a su disposición, al menos de momento, mecanismos para hacer que los demás respeten lo pactado.

Se enfrentan además al reto de ser críticos con sus propias prácticas y al de actualizar constantemente sus recomendaciones.

IBM Watson es uno de los ejemplos que emplean inteligencia artificial.
IBM, Google o Facebook han centrado muchos de sus productos en la inteligencia artificial

A pesar de las limitaciones de esta joven alianza, la unión aporta algo claramente positivo. Al fundarla, industria, académicos y organizaciones del sector, sin dejar fuera a ningún actor clave, pronuncian un mensaje alto y claro: la inteligencia artificial, aunque llamada a revolucionar la sociedad y la economía, ha de tratarse con cuidado. Dejar decisiones que afectan a cada vez más facetas de nuestras vidas en manos de un algoritmo requiere de un trabajo previo cuidadoso y exhaustivo.

El objetivo final es que los rasgos menos positivos de sus creadores humanos no se encuentren en la inteligencia artificial, para conseguir que sea imparcial, lógica y ecuánime y asegurarse de que nadie pueda usarla con malas intenciones ni ella misma se acabe corrompiendo.

Los nombres de todos los gigantes de la tecnología figuran ya en la lista de miembros de la asociación. Ahora solo queda ver si son capaces de guiarse por los sanos principios que ellos mismos lleguen a acordar en el seno de esta organización. Del cariz que tomen sus avances depende en gran medida el futuro de la inteligencia artificial.

Fuente artículo: http://www.eldiario.es/hojaderouter/tecnologia/software/partnership_for_ai-google-apple-microsoft-IBM-Facebook-Amazon_0_612438914.html

Comparte este contenido:

Educar no es crear, sino ayudar a los niños a crearse a sí mismos

Por:  Ana Isabel Laguna

Educar no es crear intentando que los más pequeños sean como nosotros queramos, pues no estamos hablando de máquinas que no tienen voluntad propia.

Si evitamos que los niños se creen a sí mismos, los estaremos limitando. Tarde o temprano, reflejarán las consecuencias.

Enseñarles a pensar, a cómo ser, a creer en ciertas verdades sin cuestionarlas hará que no puedan hacer uso de una de las más valiosas capacidades: la autodeterminación.

Tú eres el protagonista de tu vida

La autodeterminación en los niños implica que, elijan lo que elijan, ellos serán siempre los protagonistas de su vida, porque es así como debe ser.

Aunque sean pequeños no tenemos por qué darles la fruta masticada. Los errores, equivocarse y el poder de la elección tienen que estar presentes desde ahora.

Es el momento ideal para enseñarles buenas prácticas, para que sepan gestionar sus emociones, aprender de todo lo que hacen y saber que, aunque se caigan, pueden volver a levantarse.

Sin embargo, los padres actuamos queriendo ser los protagonistas de la vida de nuestros hijos. Diciéndoles cómo deben pensar, actuar y decidir.

Cambiar una verdad absoluta por un desafío les permitirá a los más pequeños adquirir un montón de beneficios. Les ayudará a tomar decisiones, a reflexionar y a observar lo que ocurre.

Comenzarán a confiar en sus capacidades y, solo así, podrán ganar en seguridad y empezar a enfrentarse a sus grandes miedos.

Educar no es crear, sino permitir.

Educar no es crear, sino permitir que los niños labren su propio camino. Piensa que no hacerlo, a veces, se extiende incluso a etapas posteriores del crecimiento.

Pongamos por ejemplo a esos jóvenes que entran en la universidad con una falta de motivación patente porque sus padres les han obligado a estudiar determinada carrera.

¿Por qué no permiten que su hijo vuele? ¿Por qué no dejar que persiga lo que él quiere? Quizás esto sea fruto de los miedos e inseguridades de los progenitores.

Y es que el tiempo del que disponen los hijos se acorta, pues lo están perdiendo en lo que no les interesa. Por todo esto es necesario que desde pequeños les demos alas a su pensamiento, fomentemos la capacidad de crítica y evitemos, siempre, las respuestas y soluciones aprendidas y predeterminado.

¿Cómo podemos hacerlo?

  • Permitiendo que los niños lleven a cabo tareas que no les supongan un elevado estrés o ansiedad. De esta manera, podrán verse como competentes.
  • Dejar que vuelen solos, brindándoles un espacio de autonomía donde sientan que tienen el control para buscar sus propias soluciones.
  • Apoyarles siempre, estando ahí, pero sin condicionar lo que hacen. Haciéndoles saber que cuentan con tu amparo.

Es normal que eduquemos a nuestros hijos tal y como lo han hecho con nosotros. Sin embargo, es importante abrir los ojos para evitar cometer los mismos errores que una vez nos afectaron.

Ten siempre presente que educar no es crear, sino permitir que los más pequeños se creen a sí mismos para que puedan ser auténticos y únicos.

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/educar-no-crear-sino-ayudar-los-ninos-crearse-mismos/

Comparte este contenido:

María Jesús Comellas: “Hay que enseñar a manejar el riesgo”

15 de marzo de 2017 / Fuente: http://blog.tiching.com/

María Jesús Comellas

Ha publicado un libro llamado Educar no es tan difícil como creemos. ¿De verdad no lo es?
Creo que no. Estamos dando una imagen a las generaciones jóvenes de que tener criaturas es una cosa extraordinariamente complicada y nos ponemos delante de ellos con una fragilidad con la que difícilmente les transmitimos seguridad.

¿Y cómo debemos educar entonces?
Una de las ideas que intento que sean recurrentes en el libro es que las personas adultas deben acompañar a estas criaturas en la adaptación a la vida, en la toma de decisiones. Cada cual con la edad que le corresponde.

¿Están los niños y jóvenes sobreprotegidos?
Excesivamente, les sobreprotegemos de tal manera que no les dejamos crecer.. La principal razón son los miedos adultos. Miedo de que no atropellen a la criatura, no le hagan daño, etcétera. Es cierto que hay riesgos, pero en lugar de preparar mejor a las criaturas lo que hacemos es arroparlas y dejarlas dentro de una burbuja. Y les transmitimos miedo, desazón y desconfianza.

¿Qué consecuencias puede desencadenar esta sobreprotección?
Hay muchas más consecuencias de las que creemos. A menudo, cuando hacemos una mirada retrospectiva siempre encontramos, en el fondo, el factor falta de autonomía y exceso de sobreprotección.

¿Y cómo se genera esta situación?
Cuando la criatura tiene un par de años ya dice “yo soy mayor y puedo solo”. A los 4 o 5 años esas ansias de demostrar que puede solo ya se le pasaron y se deja ayudar. A los 8 años, “tú me lo haces”. Y a los 12, eres tú el culpable porque no lo has previsto.

¿Cómo podemos fomentar esta autonomía y promover la responsabilidad en los más pequeños?
Las familias deben ver que las criaturas quieren crecer, que el “riesgo cero” no existe y que lo que hay que hacer es enseñar a manejar el riesgo. Entonces, según las edades, hay muchas situaciones que el día a día nos ofrece. Es evidente que a los 4 años es un riesgo exagerado darle un cuchillo de punta, pero lo que no tiene sentido es que a los 12 años dejemos una reunión porque el adolescente tiene hambre. Entonces, aparte de participar en el colectivo, haciendo la compra, el reciclaje de residuos o lo que sea, deben ir asumiendo sus propias responsabilidades, como preparar su mochila.

¿Por qué resulta tan difícil dar esa responsabilidad a los niños?
Los adultos pensamos que no tenemos tiempo y que lo hacemos con más eficacia y más rápido. Pero si repartes responsabilidades, ganas tiempo porque no tienes que hacerlo tú todo. Y además es trampa decir que tú tienes más eficacia porque hace años que lo haces. Por tanto, deja espacio, y verás que a los 15 años tiene la misma eficacia que tú.

¿Cree que es necesario educar en la prevención de la violencia escolar?
Hay que educar, evidentemente, en las relaciones afectivas y de colaboración con los demás. El momento en que la criatura no soporta el fracaso y tiene que ser eficaz en todo, cualquier otra que pueda frenarle este espacio personal es rechazada.

¿Y cómo lo hacemos?
Hay que potenciar al máximo unas relaciones cambiantes entre el grupo que vayan haciendo emerger todo lo bueno que tiene cada persona y creen espacios de pertenencia. Entonces las dificultades relacionales disminuyen drásticamente. Como se ve, sí que se puede educar, y de hecho es imprescindible. No con el castigo, sino con una actuación cotidiana.

Este es un concepto que también aparece en su libro, donde afirma que no se deben utilizar los castigos, pero tampoco los premios, ¿qué se debe hacer entonces cuando existe una conducta disruptiva en clase?
La primera cosa que hago cuando hay una conducta que no es la apropiada es pensar qué hago yo como adulta. Cómo me relaciono yo con todo el grupo y con el individuo concreto. Muchas veces las criaturas que tienen estas conductas tratan de llamar la atención.

Pero, ¿cómo se educa sin castigar?
La sociedad punitiva no es educativa. La conducta punitiva del adulto lo que hace es contener y reprimir. Lo que no quiere decir que se deba dejar hacer a cualquiera lo que quiera. Eso tampoco es educativo. Ni para el sujeto ni para el grupo. Lo ideal es hablar del bien común, del clima del grupo y de unas pautas de relación que deben ser respetuosas para todos.

¿Y cómo se puede evitar consentir a los menores sin castigos?
Lo que es importante, desde primeras edades incluso, es que haya consecuencias de las decisiones que toma la persona. Cuando ven unas consecuencias no es la persona adulta la que decide lo que sucede, sino que es su decisión la que no ha contemplado qué es lo que puede pasar.

De esta manera, se sienten parte del proceso.
Eso es. Hay que hacerles partícipes y gestores de una situación de desconcierto que viven como injusta y que magnifican. Y así pueden ir entendiendo lo que se les pide y tomar decisiones alternativas.

Y, para acabar, ¿cree que se mandan muchos deberes a los niños actualmente?
Sí. En la escuela se está magnificando el aprendizaje cognitivo y teórico y se está secuestrando el tiempo familiar. El tiempo que no es escolar debe tener otras oportunidades educativas entre las que, a partir de los 4 o 5 años, debe estar sin duda participar en la organización familiar. O, lógicamente, actividades de complemento formativo y relación social, como deportes o teatro.

¿Son necesarios los deberes?
Lo único que yo aceptaría como complemento de lo escolar pasaría por incorporar el día a día al aula. Alguna cosa de lo que hacen en la escuela, pero que se relacione con el día a día. Que los alumnos y alumnas comprueben que es importante dominar unas ciertas competencias para, por ejemplo, hacer una compra más adecuada o poder tomar mejores decisiones.

Fuente entrevista: http://blog.tiching.com/mjesus-comellas-ensenar-manejar-riesgo/

Comparte este contenido:

Educar, combatir y revalorizar.

Por: Saturnino Acosta.

Así de sencillo, tres simples objetivos que por obvios se han obviado. Ayer comenzaron en el Congreso las comparecencias ante la Subcomisión de Educación y Deporte para alcanzar un Pacto de Estado Político y Social por la Educación. Esta subcomisión, además debería conformar una nueva ley que sustituya a la anterior y controvertida Lomce.

Será la primera vez que comparezcan más de 50 ponentes en cualquier subcomisión creada para oír a los distintos estamentos políticos, sociales y profesionales para cuestiones de esta índole, concretamente 82 comparecencias de las cuales hay que recordar como buen comienzo que 19 han sido consensuadas, nueve sindicatos docentes, tres patronales, cuatro de estudiantes y tres padres y madres. Como bien subyace del consenso, la piedra angular del próximo pacto, será principalmente el profesorado, la verdadera herramienta y el motor de cualquier ley y avance educativo no cómo exclusivo pero sí como principal artífice de la búsqueda de la ansiada excelencia educativa. Por fin algo de cordura.

Y es que no es tan complicado si dejamos la paja a un lado y nos centramos en lo obvio, si abandonamos el ideario políticos, algunos enmascarados en sociales, y los réditos electorales. ¿Y qué se necesita en la Educación del siglo XXI?, algunos lo tienen claro y lo dicen claro. Educar, combatir el fracaso escolar y revalorizar la profesión docente.

Con un cambio de modelo educativo hacia parámetros de calidad que valore el conocimiento, la adquisición de competencias, la exigencia, la evaluación y el esfuerzo partiendo de la individualidad y sin límites de desarrollo. Definir unos principios y contenidos básicos y comunes para todo el Estado que vertebren nuestro sistema educativo a nivel curricular, social así como para los cuerpos docentes. Una ley de financiación que alcance al menos el 6% del PIB, elevar la autonomía organizativa y pedagógica de los centros a través de sus claustros, un estatuto docente que revalorice al profesorado y la implantación del MIR educativo, y ahondar más en la convivencia escolar en todos los ámbitos.

Hemos tenido el mejor comienzo, esperemos tengamos el mejor final, suerte.

Fuente: http://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/opinion/educar-combatir-revalorizar_1000474.html

Imagen: http://q1n2o4dmimpdre0bd50wguvh-wpengine.netdna-ssl.com/wp-content/uploads/2016/10/educar-en-valores-consejos.jpg

Comparte este contenido:

Significado de Educar

Por: Significados.com

Qué es Educar:

Se conoce el término educar a la actividad que consiste en transmitir determinados conocimientos y padrones de comportamiento con el fin de garantizar la continuidad de la cultura de la sociedad. La palabra educar es de origen latín ducere que significa“guiar o conducir” en el conocimiento.

Educar consiste en enseñar a temprana edad valores, conocimientos, costumbres y formas de actuar, que permiten a un individuo vivir en sociedad. También, educar consiste en estimular, desenvolver y orientar aptitudes del individuo, de acuerdo con las ideas de una sociedad determinada.

En virtud de lo anterior, la educación se debe de llevar a cabo principalmente en los hogares, luego en las escuelas, las universidades, entre otras instituciones. Asimismo, las instituciones deben de contar con un plan de estudios en el cual contemple la orientación del individuo a su desarrollo e integración plena en la sociedad.

La educación con responsabilidad ambiental es un proceso que se lleva a cabo para crear conciencia, reconocer valores y crear habilidades que permitan apreciar la relación entre el hombre y el medio ambiente. La educación ambiental contribuye a lograr un uso racional de los recursos como prevención hacia el futuro y entender el desarrollo sustentable como un proceso de mejoramiento en la vida de los seres humanos.

Por otro lado, en el reino animal, educar es acostumbrar un animal a determinados comportamientos, por ejemplo: para que el perro acuda al llamado del dueño debe de ser llamado con voz clara y acompañada de un gesto, una vez cumplida la orden, el perro debe de ser recompensado. Asimismo, educar a un órgano del cuerpo para comportarse de una manera determinada.

Educar y formar

La gran mayoría de las veces, se usa indistintamente los términos formar y educar pero ambos poseen una diferencia. Formar, es de origen latín “formare”, es dedicarse a crear habilidades o virtudes que no poseía el individuo. En cambio, educar es guiar u orientar a un individuo para desarrollar facultades intelectuales y morales.

Un buen maestro es un buen educador y formador. Es un buen educador, cuando transmite al individuo conocimientos o valores y, es un buen formador, cuando logra modelar a una persona en determinadas habilidades tanto de su campo profesional como personal.

Educación en la Constitución

La educación es un derecho fundamental para promover la libertad y la autonomía personal, es por ello que la Constitución de cada país y los instrumentos normativos de las instituciones internacionales como la UNESCO y las Naciones Unidas estipulan como obligación del Estado promover la educación y garantizar el goce de la misma sin discriminación ni exclusión.

Fuente: https://www.significados.com/educar/

Comparte este contenido:

Argentina: No hay inclusión verdadera sin educación de calidad

Argentina / 01 de febrero de 2017 / Fuente: https://www.rosario3.com

El proyecto Educar 2050 trabaja para que la educación argentina sea calificada entre las cinco mejores del mundo. “La prioridad es hacer cumplir el derecho a aprender”, expresa Manuel Álvarez Tronge, presidente de la Asociación

El proyecto Educar 2050 nace en 2007 con una visión a largo plazo, como su nombre lo indica. Surge movido por la indignación de la pobreza en Argentina. “La educación es el mejor camino para combatirla”, expresa Manuel Álvarez Tronge, presidente de la entidad que tiene como bandera posicionar al país entre los líderes educativos.

La organización fue creada luego de un viaje a Chaco, en el momento en que las noticias hablaban de “el hambre en el país de la carne”, una situación crítica y desoladora de desnutrición infantil. “Cuando fuimos nos encontramos con la cruda realidad que relataban los medios. Los chicos morían de hambre y nos dimos cuenta que los maestros y directores de escuelas rurales eran los verdaderos líderes sociales con quienes se podía trabajar para paliar la situación. Estos maestros eran superhéroes, así fue que empezamos a trabajar con ellos”.

El proyecto comenzó trabajando en lo inmediato y urgente, proveyendo ayuda desde la provisión de alimentos “y consiguiéndoles una bici, una moto o camioneta para poder ir a las escuelas sin tener que caminar 12 km todos los días”, relata Manuel y continúa: “Empezamos a trabajar con escuelas los primeros años pero luego quisimos ir más allá de ese trabajo puntual a incidir en políticas pública. Cuando trabajás desde ese lugar tiene mucho más impacto, es un tsunami. La decisión de un ministro es mucho más fuerte que lo que podamos hacer las organizaciones sociales desde lo civil, por eso nos transformamos en los parlantes de los reclamos de las comunidades locales”.

Luego, quisieron seguir avanzando y se propusieron capacitar directores. “Capacitamos líderes para que luego influyan en otros, en este caso los maestros y padres. Se forma un círculo virtuoso muy fuerte para mejorar la educación de las escuelas”.

Para llegar al objetivo de estar entre los mejores países a nivel educativo, el proyecto trabaja con 4 vías de acción.

Trabajo de campo: «Es la que enseña la realidad en la que estamos viviendo. Estar cerca de los maestros, directores, niños nos aporta la información para luego ir a hablar con los políticos», relata Manuel.

Comunicación: «A la sociedad civil argentina hay que despabilarla para que reclame por que la educación sea prioridad», expresa Manuel y continúa: «Generalmente los ciudadanos reclaman por seguridad, por temas económicos, empleo, pero son cosas que vienen después de la educación».

Investigación: «Es la que brinda los fundamentos en los pedidos que hacemos. Tenemos muy buenos trabajos especialistas y eso nos da cierta garantía de calidad a lo que estamos pidiendo. Los temas tienen que ver con mediciones de educación, propuestas para trabajar en diferentes niveles educativos. Además, hacemos foros sobre calidad educativa, donde juntamos a diferentes expertos que debaten sobre estos temas», explica el presidente.

Articulación: «Hay muy buenos proyectos en Argentina y Latinoamérica de organizaciones e instituciones similares que trabajan en las mismas temáticas, entonces tratamos de reunirlas. Lo hacemos a través de REDUCA, una red internacional que abarca 14 países de la región. Nos juntamos para conversar y compartir experiencias, con lo que suma ser más.  En Argentina lo hicimos con una organización que se llama Primero Educación que reúne varias ONGs que están en temas educativos», cuenta Manuel.

Argentina tiene actualmente un 48 % de niños en edad escolar que están en la pobreza. “El único salvavidas es la educación. Es la que brinda a los chicos el talento necesario para que puedan aprender a aprender y pueda salir por sí mismo del agujero de la pobreza”, explica el presidente y concluye:  “No hay inclusión verdadera sin educación de calidad. El joven debe poder salir de la escuela con herramientas suficientes para poder desenvolverse en el mundo adulto. Que puedan desarrollar habilidades, ejercer un trabajo, que también es un derecho humano”.

Fuente noticia: https://www.rosario3.com/noticias/No-hay-inclusion-verdadera-sin-educacion-de-calidad-20170131-0020.html

Comparte este contenido:
Page 7 of 9
1 5 6 7 8 9