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Sobre una educación glo-local

Uruguay / 30 de septiembre de 2018 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

La educación debe combinar los aspectos propios sin dejar de lado los que están a nivel mundial

En el “Libro Abierto: Propuestas para apoyar el acuerdo educativo” (www.eduy21.org), EDUY21 posiciona el cambio educativo en el marco de una cara tradición del país, que es la de proponer y avanzar en diversos planos del quehacer nacional aprendiendo del mundo. No se trata de un intento burdo o si se quiere ingenuo, de modelización o de replicación, sino de buscar múltiples referencias para fortalecernos con ideas, estrategias y evidencias sobre propuestas de avanzada social y educativa. Ciertamente nuestro país ha evidenciado, a lo largo de su historia, numerosos ejemplos de capacidad de anticiparse a los tiempos sustentado en una visión futurística, transformacional y de progreso individual y colectivo. La construcción del estado de protección social o bienestar es un buen ejemplo.
Las propuestas educativas reflejan miradas más o menos abiertas a lo global y lo local que de alguna manera son indicativas de la identidad de un país. Sin abstraernos de las historias, de sus contextos y circunstancias, lo que sí parecería ser claro es que las propuestas educativas más potentes son aquellas en que se buscan establecer sinergias entre expectativas, caminos y realidades globales y locales. Crecientemente la educación se asume como un fenómeno glo-local superando los falsos dilemas entre propuestas globalizantes y localistas. La educación es pues congeniar una mirada global, plural y propositiva, abierta al mundo, con aterrizajes locales que conecten con las expectativas y necesidades de diversos colectivos (Amadio, Opertti & Tedesco, 2015). Identificamos cuatro características fundamentales de una educación glo-local. La primera de ellas radica en asumir la disrupción planetaria como una formidable ventana de oportunidades para atreverse a forjar un nuevo ciclo de políticas sociales y educativas que puedan recrear la confianza y sostener una sociedad de oportunidades. A grandes rasgos, la disrupción implica una severa interpelación a nuestras maneras tradicionales de tomar decisiones individual y colectivamente en tanto personas, ciudadanos, emprendedores, trabajadores y miembros de la comunidad. Nadie y nada queda sin ser impactado por la disrupción. En particular, en educación, la disrupción cuestiona una visión de sistema educativo con espíritu insular, auto-referenciado, que ve el mundo con sospecha y amenaza, y hace alarde que “ya lo sabemos o lo hicimos”. La consecuencia nefasta es que nada o poco aprendemos de los otros.
Se trata de entender otras culturas y sensibilidades para ensanchar la mirada del mundo
Los sistemas educativos que se aferran a posicionamientos endógenos y se quedan en las zonas de confort del conformismo intelectual, de la intelectualidad orgánica y de lo políticamente correcto, empobrecen el debate intelectual y propositivo, y terminan por dañar las oportunidades de aprendizajes de los alumnos. Inversamente, los sistemas educativos que se atreven y son capaces de reinventarse a partir de miradas abiertas al mundo, sin por eso renegar de sus identidades y/o olvidando sus historias y progresos, logran mejorar las oportunidades para que todos los alumnos puedan aprender. Los ejemplos de varios países asiáticos son por lo demás ilustrativos de no dejar nunca de aprender desprendiéndose de prejuicios. Una segunda característica consiste en rearmar y fortalecer valores universales
que cruzan, enmarcan y protegen a diversidad de sociedades, afiliaciones y tradiciones. Frente a los embates populistas, xenófobos y de nacionalismos exacerbados, importa sobre manera que la educación abrigue una visión cosmopolita que resalte la libertad en su amplio sentido, y que promueva que las personas puedan expresarse sin restricciones o temores a represalias. Asimismo, el cosmopolitismo nos da elementos de referencia para entender mejor a los otros y a los diversos, superando etnocentrismos que se reflejan en los pensamientos, las ideas y los estilos de vida. Nuestro credo civilizatorio occidental se fortalece cuando se intersecta con otros credos compartiendo valores universales que no debieran ser objeto de transacciones o de filtros excesivamente mediados por las culturas nacionales. Como señala Steven Punker (2018), el compromiso con la razón y el cosmopolitismo son rasgos esenciales de las identidades de las personas y de las comunidades.
Una tercera característica pone en el tapete formar en un conjunto de conocimientos y competencias –esto es, responder a desafíos de diverso orden– que no reconocen fronteras y que son necesarios para desempeñarse proactiva y competentemente en la sociedad. Más allá de ideologías y de enfoques educativos, la alfabetización incluyendo lengua materna y extranjeras, matemáticas, programación, así como educación ciudadana, ambiental, financiera y recreativa, es la base para que el alumno pueda progresar cualquiera sea el contexto en que viva. Asimismo, una educación glo-local forma en maneras de pensar, actuar y trabajar que nos permite responder ante desafíos crecientemente inciertos y complejos, y que requieren altas capacidades cognitivas.
Más allá de ideologías y de enfoques educativos, la alfabetización incluyendo lengua materna y extranjeras, matemáticas, programación, así como educación ciudadana, ambiental, financiera y recreativa, es la base para que el alumno pueda progresar cualquiera sea el contexto en que viva.
Si las máquinas de aprendizaje pueden crecientemente descifrar nuestras emociones y aprender habilidades cognitivas que ya no son rutinarias o repetitivas, los seres humanos tenemos que profundizar en nuestras capacidades cognitivas, sostenidas por valores y emociones, para orientar, ordenar y complementarse con las máquinas. Una educación irrelevante a estos propósitos, es un seguro de vida a la pobreza y la marginalidad, y a ser duramente dominado por los algoritmos.
Una cuarta característica de una educación glo-local requiere repensar los contenidos educativos, así como las maneras de enseñar, aprender y evaluar, para que el alumno pueda asumir con determinación y capacidad de incidencia, su condición de ciudadano glo-local. Por un lado, se trata de entender otras culturas y sensibilidades para ensanchar la mirada del mundo desde su propia localización y entorno, así como para preparase para trabajar en ocupaciones y tareas hoy no existentes, y en empatía con otros residiendo a miles de kilómetros. Quizás las respuestas que en el futuro una niña o un niño puedan buscar a nivel local para responder a problemas, yace en dialogar con colegas que han tenido similares
desafíos en otros contextos.
EDUY21 afirma que una de las claves del cambio educativo radica en aprender de la diversidad de experiencias locales que lideran centros educativos, con el objetivo que los sectores más vulnerables de la población tengan posibilidades en la vida más allá de las restricciones de sus contextos. Dichos centros, públicos y privados, no ajustan las propuestas en función de un cúmulo de condicionamientos y de prejuicios sobre los “umbrales de aprendizaje” que podrían lograr determinados “perfiles
de alumnos” sino asumen con determinación y aterrizan localmente enfoques y estrategias que la experiencia mundial, incluyendo la local, señala como efectivas. Por ejemplo, una enseñanza basada en proyectos que motiva a docentes y alumnos a establecer conexiones entre temas y a responder a desafíos con ingenio y creatividad, puede ser encontrada en numerosos centros educativos a lo largo y ancho del
país. Claro, ésta no forma parte del cerno del sistema educativo nacional ya que el mimo no está orientado sustancialmente hacia esos fines.
En suma, una educación glo-local debe tener respuestas, únicas y propias, frente a la disrupción planetaria. Intentarse evadirse de esta situación, sería cometer un acto de suicidio colectivo como país. Como señala Yuval Noah Harari (2018), la gente necesita formarse para “combinar muchos bits de información en una imagen general del mundo”.
Fuente del Artículo:
https://www.elobservador.com.uy/nota/sobre-una-educacion-glo-local-2018921181640
ove/mahv
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Uruguay: Educación Siglo XXI

América del Sur / Uruguay/ 04.06.2018 / Fuente: www.elpais.com.uy.

Hace un par de semanas se presentó el Libro Abierto de Eduy21 con las bases para la reforma de nuestro sistema educativo. Ahora se intentará tener un amplio debate público, alcanzar un acuerdo previo a las elecciones y que el nuevo gobierno se comprometa a implementarla.

Más allá de la discusión de si las últimas administraciones han avanzado o no en materia educativa, lo que importa: los resultados, son desalentadores. Y por resultados no me refiero, en particular, a tasas de egreso. Las personas que pasan de año es una variable que el propio sistema puede manejar a su voluntad. Me refiero a evaluaciones externas de rendimiento diseñadas para medir la capacidad de las nuevas generaciones para ejercer la ciudadanía e insertarse en el mundo laboral.

Es realmente desalentador ver que la mitad de los uruguayos que entran al mercado de trabajo no está en condiciones de cumplir con tareas que requieran tomar decisiones complejas. Que son funcionalmente analfabetos: saben leer y escribir, pero no pueden procesar información para resolver un problema, ni hacerse preguntas relevantes para aprender en el proceso. Ante un mundo en el que el avance de la tecnología cuestiona al futuro del trabajo, nuestro sistema educativo deja a una de cada dos personas con capacidades fácilmente automatizables.

Con este panorama, si no hacemos algo ya, tendremos que resignarnos a que la calidad de vida de la mayoría de los uruguayos empeore. La principal conclusión de la auditoría externa que nos hizo la OCDE —a pedido de nuestro gobierno hace algunos años atrás y disponible en su página web— fue que la educación es el principal cuello de botella que impide al país soñar con niveles superiores de desarrollo.

Eduy21 pone foco en este drama para buscar «respuestas al impacto de la tecnología en las tareas», en las que «las oportunidades de trabajo van a estar crecientemente permeadas por la capacidad de responder a problemas que no pueden ser resueltos por las máquinas». En este marco, «los trabajadores tendrán más espacios y oportunidades para desarrollar (…) el pensamiento creativo, las habilidades de interactuar y la flexibilidad». Será fundamental «construir un ámbito de empatía y mantener un tipo de interacción amigable y productiva con los otros, así como desarrollar el pensamiento crítico, riguroso y creativo para buscar respuestas ingeniosas a órdenes de problemas que hoy no existen».

El Libro Abierto propone cambios concretos en el sistema educativo para poder formar en las competencias esenciales para el trabajo del futuro. Se plantea impulsar los instrumentos necesarios para que los alumnos puedan desarrollar «la capacidad de producir, integrar y compartir múltiples conocimientos que crucen áreas de aprendizaje y disciplinas, que esos conocimientos puedan ser aplicados a diversos contextos y que entre formación y trabajo medie una lógica de sucesivas idas y vueltas». Del mismo modo, «la convivencia, el respeto recíproco, el saber comunicarse y el poder trabajar con otros en armonía debe estar integrado naturalmente en el programa educativo».

Estos objetivos son inviables en el sistema educativo que tenemos. Eduy21 plantea eliminar «la separación entre el educador que transmite contenidos y el estudiante que los recibe», «la fragmentación de la educación» en primaria y secundaria, así como «las opciones de formación excluyentes entre humanidades y ciencias, y entre formación teórica y conocimiento aplicado». La alternativa propuesta es el «aprendizaje basado en proyectos», junto con tutorías personalizadas de apoyo a los aprendizajes, que naturalmente vienen luego de un período inicial de alfabetización.

El aprendizaje basado en proyectos expone al alumno a situaciones reales, para impulsarlo a desarrollar todos los recursos necesarios para resolver un problema que podría darse perfectamente en el ámbito laboral. Su consecución exige el aprendizaje de conceptos técnicos y el desarrollo de actitudes sustentado en valores. A través de la guía del equipo docente y la interacción con el resto de los alumnos, se desarrolla la capacidad de trabajar en equipo, la creatividad, la planificación, la cooperación, la comunicación no verbal, la escucha activa, así como todos los aspectos emocionales que afectan el comportamiento de la persona.

La idea es muy buena, pero parece utópica para la realidad de nuestro país. Seguramente, esa sea la percepción generalizada. Lo cierto es que no hay que viajar a un país del primer mundo para ver y analizar ejemplos exitosos. Alcanza con ir a Casava-lle. Desde comienzos de 2016, en el Centro Educativo Los Pinos funciona un liceo técnico con 71 estudiantes, con un modelo de aprendizaje basado exclusivamente en proyectos. Y ya existen evaluaciones —que me entregaron sin misterio— que permiten ilusionarse con los resultados, por más preliminares que sean. Por ejemplo, en pruebas estandarizadas que miden capacidad analítica se observa una mejora anual superior al 40% entre los alumnos que participan del programa. (El promedio de la clase mejora en medio desvío estándar, como se dice en la jerga). Afortunadamente, existen también algunos avances con experiencias parciales de aprendizaje basado en proyectos en otras instituciones públicas y privadas.

Claro que esta receta no funciona si las cosas no se hacen bien. No basta con tirar los ingredientes adentro de la olla y revolver. El equipo docente tiene que ponerle dedicación, profesionalismo y, esencialmente —como todo buen cocinero— pasión por lo que hace, que se tiene que compartir con los alumnos. Conseguir a los profesores es sin duda un enorme desafío. Un buen docente marca objetivos claros, ambiciosos y alcanzables, empuja hacia elevados estándares de comportamiento y maneja el aula velando para que ningún cerebro deje de trabajar.

Recientes investigaciones muestran que uno de los factores más relevantes para mejorar los resultados educativos es la calidad de los docentes. También existe evidencia internacional de que la formación docente,si se hace bien, es efectiva. A su vez, un apoyo profesional y permanente a los docentes en las instituciones, bajo el liderazgo de mentores especializados, también tiene un impacto significativo sobre los resultados educativos.

La ministra de Educación dijo que «no se hacen cambios en la educación sin los docentes», insinuando que los planteos de Eduy21 no tenían en cuenta a los docentes. Todo lo contrario. La propuesta se centra en la jerarquización y el apoyo al docente. Hasta ahora, el trabajo de los docentes ha sido minimizado en discusiones sobre cambios de programas y fundamentalmente sobre estructuras de poder, que son irrelevantes si no cambian la forma y la intensidad con la que los alumnos aprenden. Ese es el objetivo de Eduy21. Y para ello, lo que realmente importa son los docentes.

Fuente de la noticia: https://www.elpais.com.uy/opinion/columnistas/ignacio-munyo/educacion-siglo-xxi.html

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Uruguay: Seis herramientas para la transformación educativa

Uruguay / 20 de mayo de 2018 / Autor: Patricia Gamio / Fuente: Subrayado

Tras más de un año y medio de trabajo, el colectivo que se reunió preocupado por el futuro de la educación publicó su documento con propuestas

Después de más de un año y medio de trabajo, el colectivo Eduy21presenta este miércoles su Libro Abierto (propuestas para apoyar el acuerdo educativo), que pretende trascender el diagnóstico para arribar al plano de propuestas concretas y estrategias para llevar a cabo una reforma educativa que implique mejoras en un área claramente en problemas.

Eduy21 es una iniciativa ciudadana para la transformación del sistema educativo, integrada por expertos independientes o vinculados a diferentes partidos políticos, académicos y profesionales.

Entre sus referentes se encuentran los sociólogos Renato Opertti y Fernando Filgueiras, ambos de destacada trayectoria vinculados a la educación. Opertti respondió a Subrayado algunas preguntas sobre el Libro Abierto y -entre otras consideraciones- afirmó que la implementación de los proyectos va a implicar una discusión de asignación suplementaria de recursos.

En el Libro Abierto se plantean algunas ideas o ejes para el cambio educativo. Entre ellas se destacan:

1) Organización de la educación. Eduy21 impulsa una propuesta de educación “unitaria y progresiva” para una población estudiantil desde los 3 a los 18 años. Serían dos modalidades: educación básica (de 3 a 14 años), y media superior (de 15 a 18 años).

2) Diseño institucional. Propone centralizar y cohesionar los órganos encargados de la toma de decisiones en política educativa. Fortalecer potestades del Ministerio de Educación, colocar a los directores de los consejos desconcentrados como integrantes del Codicen y no exigir como requisito que esos cargos sean ocupados por docentes. Además, cada centro de educación tendrá la potestad y la responsabilidad de implementar con la debida autonomía su “vestido a medida” de proyecto curricular y pedagógico.

3) Aprendizajes. Propone que el marco curricular de 3 a 18 años se estructure en torno a un conjunto de competencias que formen en valores, determinación personal, conocimientos y capacidades y actitudes.

4) Formación de estudiante. Eduy21 propone que la educación básica y media superior forme cuatro bloques de competencias en un continuo de 3 a 18 años, incrementando la relación vinculante y sinérgica entre los niveles

5) Espacios educativos de formación. En el Libro Abierto se plantea que los alumnos se formen bajo métodos combinados en base a tiempos presenciales y tiempos en línea.

6) Modelo de formación docente. Ofrecer a los docentes de educación básica y de media superior un enfoque integrado de lo disciplinar y pedagógico.

7) Condiciones laborales. Eduy21 reconoce las importantes mejoras salariales registradas en los últimos años, pero señala que la mejora sustantiva y continua de las condiciones laborales debe ser de “alta prioridad”, a través de: mejoras salariales, beneficios sociales, incentivo a la estabilidad y permanencia en centros educativos, oportunidades de desarrollo profesional, etcétera.

Para comprender la dimensión y las características de la propuesta, Subrayado formuló algunas preguntas al sociólogo y magíster en investigación educativa, Renato Opertti. A continuación, la entrevista.

¿Cuáles son los cambios a nivel de estructura del sistema educativo mas importantes que se proponen en el Libro Abierto? ¿Y en cuanto al contenido de la currícula ?

Esencialmente los cambios de estructura del sistema educativo se resumen en cuatro:

(1) Dotar de iniciativa y responsabilidad política al Ministerio de Educación en la conducción de la educación como política pública

(2) Fortalecer al CODICEN como responsable de la implementación de la política educativa en su conjunto

(3)Conformar dos Consejos, de Educación Básica de 3 a 14 y de Media Superior de 15 a 18, como los brazos ejecutores del CODICEN en la implementación de la política

(4)Dotar al centro educativo de autonomía con contrapartidas, espacios y apoyos para que lidere la propuesta educativa en los niveles locales.

En cuanto al contenido de la currícula, se promoverá una educación unitaria y progresiva de 3 a 18, con dos tramos (Básica de 4 a 14, y Media Superior de 15 a 18), que propenda a desarrollar cuatro bloques de competencias y conocimientos para apoyar la vida individual y en sociedad, el ejercicio de la ciudadanía. el trabajo y la integración a la comunidad. Estos bloques son: (i) las alfabetizaciones fundamentales que son la base de todo aprendizaje; (ii) maneras de pensar, actuar y trabajar frente a desafíos complejos y cambiantes; (iii) autocuidado, autonomía y responsabilidad para desarrollar estilos de vida sostenibles, saludables y solidarios; (iv) ciudadanía global y local asumiendo que vivimos en un mundo de interdependencias.

¿De qué manera debe trabajarse en esta reforma para contar con el apoyo de actores fundamentales como docentes y estudiantes?

Se debe trabajar en clave de entender, dialogar e incorporar la diversidad de perspectivas y expectativas que abrigan docentes y estudiantes. Asimismo, compartirles claramente que todo lo que propone que haga el sistema educativo tiene como fin último apoyar al docente como el educador que guía y anima los aprendizajes, y al alumno como su protagonista y responsable.

¿Qué marcos de referencia -en sistemas educativos internacionales- tomaron para desarrollar este nuevo modelo?

Se estudiaron experiencias nacionales de variados orígenes así como a escala internacional de países de contextos diversos, de sociedades del sur y del norte que enfrentan los desafíos de democratizar las oportunidades, los procesos y los resultados de aprendizaje. No se intenta imitar otros modelos sino de aprender de los procesos de cambio de otro países.

Generalmente ocurre que estamos acostumbrados a escuchar diagnósticos y propuestas, pero no el «cómo» llevarlas a cabo.¿Qué plantea Eduy21 al respecto?

EDUY21 plantea concretamente seis instrumentos para implementar una propuesta de cambio sistémico, profundo y realizable. Estos son: (1) una nueva ley de educación; (2) un marco curricular de 3 a 18 años; (3) un nuevo estatuto docente; (4) la creación de un estatuto de centro educativo; (5) un sistema universitario de formación docente; y (6) un marco presupuestal alineado con la propuesta de cambio educativo.

El presupuesto actual de la educación ¿permite pensar en una reforma de estas dimensiones?

Estamos trabajando en la estimación de los costos que implicaría el cambio educativo propuesto. Entendemos que el mismo va implicar una discusión de asignación suplementaria así como de reasignación de recursos al interior de la educación y del Estado. Cantidad y calidad del gasto se alinean con el cambio educativo.

Descarga el Libro Abierto (Primera Versión) de EDUY 21 haciendo click en el siguiente enlace:

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Fuente de la Entrevista:

https://www.subrayado.com.uy/seis-herramientas-la-transformacion-educativa-n504175

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Uruguay: Integrantes de todos los partidos políticos coincidieron en reformar la enseñanza

América del sur/Uruguay/17 Mayo 2018/Fuente: El observador

Eduy21 presentó su Libro abierto con propuestas para la educación y convocó a políticos, empresarios y sindicalistas

A seis años del fracaso del último acuerdo educativo (2012), el movimiento ciudadano Eduy21 sentó las bases para que el sistema político vuelva a mostrarse dispuesto a negociar un nuevo pacto educativo, que se transforme en guía de una reforma educativa.

Este miércoles en el salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, Eduy21 – liderado por el exsubsecretario de Educación, Fernando Filgueira, el experto en Educación, Renato Opertti y el exdirector de Educación, Juan Pedro Mir, entre otros- presentó el «Libro Abierto: Propuesta para apoyar el cambio educativo», una propuesta integral de transformación educativa, que no está cerrada, sino abierta para discutirse entre los diversos actores políticos y sociales.

La voluntad del movimiento es que el próximo gobierno sea del color político que sea se comprometa a llevar a cabo una reforma educativa. Para ello pretenden discutir y terminar la propuesta en este año que queda antes de las elecciones internas, de forma de alcanzar un acuerdo educativo antes de 2020, que permita llegar al próximo gobierno con una guía acabada y consensuado del cambio. «En 2020 ya queremos empezar a llevar a cabo los cambios. No queremos recién ahí sentarnos a discutir», dijo Filgueira durante el evento.

La propuesta de Eduy21 plantea, entre otras cosas, implementar un marco curricular común desde los cuatro a l7 años, aprobar una nueva ley de Educación -que fortalezca la conducción política del Ministerio de Educación- crear un nuevo estatuto docente – que cambie las condiciones de trabajo de los educadores- y generar un nuevo estatuto de centro educativo, que les otorgue autonomía.

A la presentación de la propuesta de reforma que realizaron Opertti y Filgueira se sumaron las consideraciones de cada uno de los partidos políticos con representación parlamentaria, así como del movimiento sindical y de las cámaras empresariales. El común denominador de estas intervenciones fue la necesidad imperiosa de transformar la educación y la voluntad de sentarse a conversar y trabajar por un acuerdo, más allá de que pudieran existir divergencias y discrepancias con algunas concepciones y puntos de la propuesta del movimiento ciudadano.

Tal fue el caso de Gonzalo Abella, que habló en representación de Unidad Popular. «El marco conceptual del que parte Unidad Popular no es solamente diferente, sino antagónico al que plantea Eduy21», dijo. Sin embargo, manifestó que «aún así hay muchísimo terreno para pensar juntos». Entre otras cosas, cuestionó que en el Libro Abierto no hubiera referencia a la educación rural y que se pensara en el Plan Ceibal como plataforma para llevar a cabo la transformación.

Por su parte, el diputado del Frente Amplio, José Carlos Mahía, expresó que en la hoja de ruta del movimiento ciudadano existen propuestas que están en el programa del actual gobierno, tal como han mencionado algunas de las autoridades educativas. «Si acá estamos es porque no renunciamos a nuestra propuesta ideológica y porque no creemos en propuestas inertes. Estamos dispuestos a conversar», afirmó.

En tanto, Juan José Villanueva, que representó al Partido Colorado, sostuvo que los partidos políticos «tienen que comprometerse en la búsqueda de un acuerdo educativo» y manifestó la voluntad de su partido de trabajar junto a Eduy21. Mucho entusiasmo mostró el representante del Partido de la Gente, Claudio Hornos, quien manifestó que el documento del movimiento es «un excelente análisis y diagnóstico de lo se debe hacer para mejorar el actual estado ruinoso de la educación pública», por lo que afirmó debería convertirse en el acuerdo multipartidario para construir una política de estado en educación.

«Esta es una noche de celebración, de alegría, de resurrección de la esperanza de que puede haber un cambio de fondo en educación», dijo el senador Pablo Mieres, quien representó en el evento al Partido Independiente. El legislador manifestó que suscribe toda la propuesta de Eduy21 y señaló que ahora lo que falta es voluntad política.

Un sentimiento similar mostró Pablo Da Silveira, asesor en materia educativa del Partido Nacional. «Estamos asistiendo a la consolidación de una coalición para un cambio educativo y este es un paso esencial para que el cambio se produzca porque los grandes cambios los producen los estados de opinión pública», expresó.

La presentación se cerró con las palabras del historiador y miembro de Eduy21, Gerardo Caetano, quien afirmó que a diferencia de lo que ocurre en otros países, «el Uruguay (en educación) todavía tiene problemas con solución, pero no tenemos tiempos para perder». Más allá de esto, señaló que el movimiento tiene claro que el camino «no va a ser sencillo».

Las siete metas que se propone Eduy21:

Cobertura y asistencia universal entre los 4 y los 17 años en el sistema educativo formal, acceso universal a los 3 años de edad y cobertura cercana a la universalidad a los 18 años, hacia el año 2022.

Egreso universal de la educación media básica al 2024 y de la educación media superior al 2029, con una meta intermedia de 75% al 2024.

Mejora de los aprendizajes en las pruebas PISA al 2024, que se desagrega en una disminución a menos del 10% de los estudiantes en nivel insuficiente y en un aumento promedio en 25% de los puntajes en matemáticas, lenguaje y ciencias, respecto de la última medición.

Mejora de los aprendizajes en las pruebas TERCE al 2024, que permita disminuir el nivel de insuficiencia en lectura y matemática al 10% en tercero de escuela, entre otras cosas.

Trabajar con el sistema Aristas del Instituto de Evaluación Educativa (Ineed) para tener mediciones nacionales.

Incrementar el tiempo real de educación mediante una extensión del tiempo lectivo formal en calendario (200 días) y en jornada lectiva: al 2030, el 100% de la matrícula de educación básica de 4 a 14 años en tiempo extendido.

Disminuir la extra-edad en educación básica (4 a 14 años) a menos del 10% hacia el año 2024 y uso cada vez más marginal de la repetición.

Para lograr propone trabajar con ciertas herramientas: crear una nueva ley de educación, cambiar el estatuto docente, generar un estatuto de centro educativo e implementar un marco curricular común, entre otras herramientas.

Fuente: https://www.elobservador.com.uy/integrantes-todos-los-partidos-politicos-coincidieron-reformar-la-ensenanza-n1231823

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Uruguay, El presidente Tabaré Vázquez no aprueba en “Educación”

Uruguay / 18 de febrero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Visión Federal

Ya en la segunda mitad de su administración, el cumplimiento de las metas educativas dejan sabor a poco y las transformaciones son tímidas. Vázquez no ha logrado su prometido “cambio de ADN”. Las transformaciones son poco tangibles y lejos están de una reforma.

En el discurso presidencial del 1º de marzo, Vázquez se comprometió a «trabajar denodadamente» en la creación de un sistema integrado para la educación básica desde los tres a los catorce años. Además, se propuso para 2020 que el 100% de los jóvenes de hasta 17 años estén en el sistema educativo y el 75% termine el ciclo de enseñanza media.

Los datos expuestos por los técnicos de Eduy21 sobre las metas que se ha planteado el gobierno muestran que actualmente han finalizado la educación obligatoria (bachillerato) alrededor del 40 % de los jóvenes que cuentan con 21 a 23 años. El informe de Ineed (Instituto Nacional de Evaluación Educativa) indica que ese porcentaje de finalización, a lo largo de los últimos 30 años sólo aumentó en 9 puntos, o sea que se incrementó de 30 a 39%. El 2020 está cercano y nada parece indicar que pueda darse un incremento de esa envergadura, en un sistema que no ha tenido grandes cambios.

También se comprometió a crear un marco curricular común y establecer planes de excelencia en algunas asignaturas. Por otro lado, planteó fortalecer las comunidades educativas y la carrera docente en términos de formación, capacitación y salario y habló de hacer «una evaluación permanente de los resultados».

No menor fue la promesa de destinar en 2020 el 6% del PIB (Producto Interno Bruto) a la educación. En tanto, la ANEP (Administración Nacional de Educación Pública) sumó otras propuestas, como universalizar la educación entre los niños de tres años.

A pesar de tantas promesas, el 2015 encontró al gobierno enredado en un conflicto presupuestal con los sindicatos, que tuvo su punto cúlmine en el decreto de esencialidad. Esto tiró por tierra cualquier posibilidad de acción reformista.

El escenario no era el mejor en el gobierno de la educación, donde las diferencias entre el entonces subsecretario de Educación, Fernando Filgueira -ideólogo del «cambio de ADN»- y el presidente de la ANEP, Wilson Netto, supuso trabas para la puesta en marcha de las transformaciones. Las diferencias fueron tales que a fines de 2015 terminaron cobrándose la renuncia de Filgueira. Así, Vázquez perdía a su principal asesor en materia educativa y la reforma quedaba en entredicho.

El mayor contrapunto entre Netto y Filgueira fue la creación de un marco curricular común, que se convirtiera en la base de la reforma. Netto no estuvo de acuerdo. Seis meses después, en mayo de 2016, el Codicen (Consejo Directivo Central de la Administración Nacional de Educación Pública) decidió elaborar un marco curricular común, que presentó a fines de 2017, pero sin fecha clara de aplicación, según informó en aquel entonces el propio Netto.

En el marco del acto del 47º aniversario del Frente Amplio, la agrupación de gobierno se propuso tareas para «aprovechar a muerte» el 2018, señaló la vicepresidente Lucía Topolansky. A decir por el escenario educativo actual, son muchos los esfuerzos que se deberán hacer en los dos próximos años para alcanzar las metas educativas que se planteó el presidente. Esto teniendo en cuenta que el presupuesto de este año es el último en el que se pueden hacer incrementos presupuestales y los reclamos sindicales estarán a la orden del día.

Los técnicos de Eduy21 tienen en claro que para concretar las propuestas del presidente Vázquez faltan muchos elementos. El primero es precisamente salirse del concepto más tradicional de «reforma educativa».

Es necesario definir los lineamientos de todo el sistema educativo, de acuerdo al tipo de ciudadano y sociedad que queremos para el futuro, para luego permitir que la adecuación sea realizada por los profesionales de la educación, afirman en Eduy21.

Por ejemplo, hay diferentes maneras de aprender las figuras geométricas: la tradicional, o en un proyecto de jardinería, o realizando un mural o construyendo una maqueta. Si desde la educación no se asume decididamente a formar para abordar los desafíos que derivan de la cuarta revolución industrial, estamos hipotecando el desarrollo del país y dejando sin herramientas a los sectores más vulnerables, aseguran los técnicos.

En el Eduy21 tienen en claro que se necesita una secuencia de cambios estructurados que interactúen en pos de los objetivos de inclusión, excelencia e innovación, con plazos temporales claros y que abordaran al menos cinco dimensiones.

En primer lugar, un cambio de modelo curricular contenidista, prescriptivo y fragmentado a un marco curricular orientado por competencias. Luego, un cambio en las orientaciones pedagógicas y didácticas, superando el modelo de clase magistral y colocando al estudiante como productor de conocimientos. En tercer lugar, un cambio en los modelos de evaluación, buscando que estos muten de un modelo repetitivo y de pruebas rutinarias y punitivas a modelos de evaluación formativa y acreditación de saberes. Por último, un cambio en el modelo de gestión de centros y otro en el modelo de gobernanza del sistema educativo, fortaleciendo la capacidad rectora y liderazgo político del Ministerio de Educación.

Fuente de la Noticia:

http://visionfederal.com/index.php/claves-internacionales/6554-uruguay-el-presidente-tabare-vazquez-no-aprueba-en-educacion

Fuente de la Imagen:

http://www.busqueda.com.uy/nota/el-2018-sera-el-ano-de-la-educacion-para-vazquez-que-ya-ve-logros-muy-importantes

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Destino del país, educación y la cuarta revolución industrial (9)

Uruguay / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Renato Opertti / Fuente: El Observador

Aprendizajes potentes y progresivos de 3 a 18 años

En el artículo anterior señalábamos que el marco curricular es el instrumento por excelencia de la política educativa para implementar una propuesta de una educación de 3 a 18 años (3-18). Bajo el paraguas de un sistema educativo orientado a facilitar la progresión fluida y personalizada de los estudiantes y de sus aprendizajes, todos los centros que atienden respectivamente a poblaciones entre 3 y 14 años, y entre 15 y 18 años, podrán ser identificados como centros de educación básica y de jóvenes, y tener/guardar diversas denominaciones.
Todo centro educativo tendrá la posibilidad de inscribir su identidad histórica en nuevas formas de organizar la educación que responden a la necesidad de recrear las bases de sostenibilidad cultural, social y económica de nuestra sociedad. Se trata de entender y de apropiarse de la idea que el cambio que se propone no es un ajuste en los marginales del sistema educativo sino una ventana de oportunidades para que el país se prepare fehacientemente para un mundo en ebullición. El cambio anhelado tiene una proyección de similar envergadura a cuando por ejemplo el país, munido de pensamiento visionario, voluntad política y capacidad técnica, universalizó la educación primara o bien expandió los liceos al interior del país como canales de integración social y de democratización de oportunidades de aprendizaje.
La clave del cambio que propone Eduy21 radica en que la educación básica y de jóvenes, esto es, las nuevas formas de organizar la educación, compartirán espacios de formación comunes con el objetivo de asegurar unicidad, progresividad y concreción de los aprendizajes. Básicamente, se entiende por dichos espacios, denominados curriculares, la organización de los procesos de enseñanza y de aprendizaje que coadyuvan al logro del perfil de egreso para las edades de 3 a 18.
Los espacios curriculares cumplirán tres roles fundamentales: (i) contribuirán al desarrollo de los bloques de competencias mencionados en los artículos anteriores (ver cuadro); (ii) se inscribirán en los lineamientos de una educación personalizada que atiende al desarrollo integral del alumno en ambientes colectivos de aprendizajes ligados al mundo real y (iii) serán las palancas para la implementación de modos de aprendizaje donde el docente integra tiempos presenciales y en línea, en una propuesta unitaria de formación.
Las autoridades de la educación básica y de jóvenes elaborarán lineamientos curriculares de apoyo a los centros alineados con el marco curricular y su instrumentación. Los mismos sustituirán a los actuales planes de estudio vigentes estructurados por niveles – inicial, primaria, secundaria y técnico-profesional que esencialmente siguen un libreto propio de organización de los aprendizajes en base a contenidos fragmentados por áreas de aprendizaje y disciplinas.
Se propone que para cada uno de los cinco espacios curriculares se establezcan: (i) una serie de resultados e impactos esperados asociados al desarrollo de las competencias; (ii) la combinación de temas, áreas de aprendizajes, asignaturas y proyectos que permitan que el estudiante pueda participar de diversidad de experiencias de aprendizaje igualmente relevantes y necesarias para el desarrollo y la concreción de los conocimientos y de las competencias para la vida, la ciudadanía y el trabajo; (iii) los tiempos de instrucción, presenciales y en línea, no en relación a la valoración o tradición de la asignatura per se, sino a su contribución específica al desarrollo de conocimientos y competencias establecidos en el perfil de egreso 3-18; (iv) un rango amplio de estrategias de cómo enseñar y aprender que respondan a la singularidad de cada estudiante, a sus diversas capacidades y contextos; (v) banco de situaciones de aprendizaje y de la vida real que permitan al estudiante desarrollar y lograr un desempeño competente frente a desafíos que implican la movilización e integración de diversos saberes disciplinares; y (vi) criterios e instrumentos de evaluación que aseguren coherencia, equidad y justeza en las maneras de evaluar a los estudiantes.
En definitiva, la nueva forma de concebir la educación por grupos de edades se plasma en una organización de los aprendizajes, potentes y progresivos, que busca responder a la multiplicidad de desafíos y oportunidades de un mundo en ebullición. Prepararnos pues para ser protagonistas de nuestro presente y futuro como sociedad es lo que propone Eduy21.
Fuente del Artículo:
https://www.elobservador.com.uy/destino-del-pais-educacion-y-la-cuarta-revolucion-industrial-9-n1137808
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Uruguay: Eduy21 propone aplicar pruebas nacionales en primaria y educación media y difundir información de centros de estudio

Uruguay / 5 de noviembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: La Diaria

Ayer la asociación Eduy21 presentó el primero de varios documentos que han elaborado sus comisiones. “La evaluación de aprendizajes en una agenda de transformación educativa” era el tema, y el encargado de la exposición fue Pedro Ravela, ex director ejecutivo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineed). La presentación estuvo auspiciada por fundaciones de varios partidos políticos –la Liber Seregni del Frente Amplio, el Centro de Estudios del Partido Nacional (PN), Fundapro del Partido Colorado (PC), Rumbos del Partido Independiente (PI)– y por el Partido de la Gente. No obstante, no eran muchos los dirigentes políticos que concurrieron ayer a la sala de la Asociación de la Prensa Uruguaya, donde expuso Ravela. Estuvieron Pablo da Silveira, director del Centro de Estudios del PN, el integrante del Consejo Directivo Central (Codicen) electo por los docentes e integrante del PC Robert Silva, el senador del PI Pablo Mieres y el ex diputado Gonzalo Mujica. También estuvo el actual director del Ineed, Mariano Palamidessi.

Ravela planteó que en primer lugar es necesario “rediseñar y flexibilizar el régimen y normas de aprobación de los ciclos educativos”. Indicó que el actual sistema “presupone que todos aprendemos al mismo tiempo”, y cuestionó que un joven tenga que repetir todas las materias de un año por haber perdido sólo algunas. En ese sentido, planteó que debe existir cierto grado de “opcionalidad”: “Si bien todos los estudiantes deberían demostrar dominio de algunos saberes y competencias comunes a todos, cada estudiante debería poder optar por demostrar dominio en algunas áreas de su preferencia”, señala el documento publicado por Eduy21. También cuestionó que para el sistema actual, por ejemplo, “no tienen ningún valor” los logros de los estudiantes de Tala y su proyecto de robótica aplicado a combatir la leptospirosis, y aseguró que “no hay nada más aburrido y sin sentido” que los escritos, el método más generalizado de evaluación a nivel de educación secundaria. En ese sentido, aseguró que el sistema debe “romper con la rigidez” y tomar en cuenta para la evaluación de los aprendizajes los proyectos de los estudiantes, monografías y exhibiciones, y reconocer su desempeño en actividades por fuera del ámbito educativo formal.

En segundo lugar, Eduy21 propone que en áreas clave como matemática, lectura o escritura debe haber exámenes nacionales “que tengan consecuencias para los estudiantes”, aunque no sean el único elemento para su evaluación. Ravela explicó que a su entender debería haber una prueba en tercer año de primaria de tipo diagnóstica, y pruebas de egreso en sexto de escuela, en tercero y sexto de liceo. De esta forma, argumentó Ravela, “se garantizan ciertos aprendizajes comunes a todos”.

Por último, Ravela consideró que se debe apuntar a publicar información sobre el aprendizaje de los estudiantes en cada centro de estudio, no desde la mirada de la “competencia” entre centros, “sino con la mirada de la transparencia”. Puso como ejemplos a considerar la forma en que Australia y Brasil presentan la información sobre cada escuela o liceo, donde, además de publicar los resultados de los estudiantes en pruebas estandarizadas, se publica información sobre la composición del equipo docente de ese centro, la composición social de los estudiantes, las distintas ofertas educativas que hay en el centro y los logros que hayan obtenido los estudiantes en actividades extracurriculares. Ravela planteó que si bien actualmente hay datos de primaria y educación secundaria que se publican en el Monitor Educativo, consideró que se debe buscar hacer la información “más accesible a las familias”.

En diálogo

El politólogo Adolfo Garcé, la periodista y docente Carolina Porley y la docente e integrante de Eduy21 Virginia Piedra Cueva hicieron comentarios a la presentación de Ravela. Garcé, quien se consideró “gran hincha” de Eduy 21, se concentró en aquellas frases del documento presentado “que no van a ayudar” al momento de hacer la propuesta a otros colectivos. Por ejemplo, consideró que decir, como afirma el documento, que hay “muy poca evaluación formativa” en el sistema educativo, puede hacer que un profesor “deje de leer”. “Hay que cuidar infinitamente las palabras para no herir susceptibilidades, para buscar aliados en las aulas”, aseguró Garcé.

Porley se enfocó en explicar por qué hay “tanta dificultad para procesar cambios sostenidos en la educación” y, tras descartar motivos económicos o político– partidarios, opinó que las mayores trabas son las que involucran “aspectos culturales, culturas institucionales arraigadas o imaginarios colectivos”. Hizo notar que los discursos sobre educación “no logran conectar con el otro; son muy defensivos” entre sí, y alertó que antes de hacer propuestas de cambio “necesitamos gestores y hasta filósofos del cambio para, primero, entender por qué tanta resistencia”. En relación a Eduy21, opinó que la asociación no tiene asegurada la diversidad por el hecho de contar con el auspicio de los partidos políticos: “Que haya diversidad no nos asegura que se incluya a ese con el que no me puedo comunicar”, dijo, y planteó que por ejemplo debería haber representantes de la academia, en particular de los investigadores de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación.

Fuente de la Noticia:

https://ladiaria.com.uy/articulo/2017/11/eduy21-propone-aplicar-pruebas-nacionales-en-primaria-y-educacion-media-y-difundir-informacion-de-centros-de-estudio/

Fuente de la Imagen:

https://es-la.facebook.com/Eduy21-335014820223630/

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