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Perú: Desempleo en Lima Metropolitana registra su nivel más bajo en ocho meses

Perú / www.gestion.pe / 18 de Octubre de 2017

Según el jefe del INEI, Aníbal Sánchez, en el trimestre móvil julio-agosto-setiembre del presente año, el empleo en Lima Metropolitana aumentó en 3.3%, lo que significó la creación de 157,800 nuevos empleos.

En el trimestre móvil julio-agosto-setiembre del presente año, la tasa de desempleo en Lima Metropolitana se ubicó en 6.4%, es decir que 336,200 personas buscan empleo de manera activa y se convirtió en la tasa más baja de los últimos ocho meses, reportó hoy el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Según el jefe del INEI, Aníbal Sánchez, en el trimestre móvil julio-agosto-setiembre del presente año, el empleo en Lima Metropolitana aumentó en 3.3%, lo que significó la creación de 157,800 nuevos empleos, en comparación con similar trimestre del año anterior. Según el Informe Técnico Situación del Mercado Laboral en Lima Metropolitana, la población ocupada alcanzó los 4’894,100 personas, y de este total, 2’646,400 (54.1%) son hombres y 2’247,700 (45.9%) son mujeres. Sube empleo femenino El empleo femenino aumentó en 5.2% (112 mil personas) manteniendo su tendencia creciente observada en los últimos meses y, el empleo masculino se incrementó en 1.8% (45,800 personas). Por edad En el trimestre de estudio, el empleo aumentó en mayor proporción en la población de 45 y más años de edad en 7.5% (90,000 personas) que son los que presentan la mayor experiencia laboral; seguido de la población menor de 25 años en 2.2% (20,600 personas) y entre la población de 25 a 44 años de edad en 1.8% (47,200 personas). Tipo de educación Según el INEI, el empleo aumentó principalmente en la población con educación secundaria que creció en 6.3% (138,100 personas), con este nivel educativo la población ocupada femenina se incrementó en 7.9% (72,600 personas) y la masculina en 5.1% (65,400 personas) que ingresaron en trabajar en las actividades de Servicios, Comercio y Manufactura. En este trimestre de análisis, la población con educación superior universitaria aumentó en 3% (36,600 personas) principalmente médico y profesionales afines; administradores y contadores; decoradoras y diseñadoras; así como profesoras de educación básica regular y, entre la población con educación superior no universitaria en 0.7% (6,700 personas) es el caso de las mujeres como técnicas en farmacia y enfermería; auxiliares de contabilidad y administración; mientras que los hombres se desempeñaron como técnicos de ingeniería mecánica y cocineros calificados. No obstante, disminuyó la población ocupada con educación primaria o menor nivel en 6.3% (23,500 personas), principalmente personas de servicio doméstico, de limpieza de oficina, hoteles y establecimientos. Sector Comercio Según ramas de actividad, la ocupación se incrementó en Comercio en 7% (67,200 personas) mayormente mujeres de dedicadas a la venta al por menor de alimentos y bebidas en almacenes especializados, así como a la venta al por menor en almacenes y en puestos de mercado y alrededores. También, aumentó el empleo en la actividad de Servicios en 3.8% (101,000 personas) principalmente en el rubro de restaurantes y hoteles, transporte (regular y no regular de pasajeros); en actividades de esparcimiento, cultura y deportes; agentes de seguros; trabajos vinculados al arreglo personal; así como en actividades médicas y odontológicas. Igualmente, se incrementó en Manufactura en 1.7% (11,600 personas) en su mayoría trabajadores dedicados a la confección de prendas de vestir y calzado; fabricación de muebles y productos metálicos. En cambio, disminuyó el empleo en Construcción 1% (3,800 personas) por la menor demanda de mano de obra para acabados y acondicionamiento de edificios; sin embargo, aumentó en 6% el personal dedicado a obras de ingeniería civil, como son los dedicados a la protección ribereña contra inundaciones, mejoramiento de vías, colegios, parques y servicios de recreación en los distritos), así como en la construcción de edificios. Empleo adecuado sube En el trimestre móvil julio-agosto-setiembre 2017, la población con empleo adecuado aumentó en 0.8%, es decir, 23,700 personas mejoraron su nivel de empleo; al compararlo con similar trimestre de 2016. Según rama de actividad, el empleo adecuado se incrementó en Servicios en 1.7% (30,200 personas) y en Comercio en 4.5% (21,000 personas). Por otro lado, la población subempleada aumentó en 8% debido al incremento del subempleo por horas (12.7%) y del subempleo por ingresos (5.6%).

Fuente: https://gestion.pe/empleo-management/inei-desempleo-lima-metropolitana-registra-su-nivel-mas-bajo-ocho-meses-2202485

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Uruguay: Unos 3.500 jóvenes participaron del “Yo Estudio y Trabajo”

Uruguay / 30 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.republica.com.uy

“En otras épocas este tipo de programas fue una forma irregular de ingreso al Estado”, señaló el director nacional de Empleo, Eduardo Pereyra, en el lanzamiento de la sexta edición del programa Yo Estudio y Trabajo.

Destacó que cada año el Estado brinda, mediante sorteo y a término, la posibilidad de una experiencia formal a jóvenes de 16 a 20 años. Ya han participado 3.500 estudiantes de todo el país.

“Se busca compatibilizar estudio y trabajo de manera formal para lograr desarrollar habilidades transversales que le permita al joven adaptarse a las condiciones competitivas que demanda el mercado laboral”, señaló Pereyra en la presentación de la sexta edición del programa Yo Estudio y Trabajo, realizada este martes 29 en Torre Ejecutiva.

Destacó que desde su inicio, “3.500 jóvenes uruguayos tuvieron una primera experiencia laboral de calidad, que les ayuda en su trayectoria laboral y educativa.” Repasó que el 50 % de los participantes tenía entre 15 y 17 años, el 51 % era del interior, y el 60 %, mujeres. Agregó que “el 50 % de los jóvenes no están con rezago educativo, o sea que están estudiando en el nivel que les corresponde por su edad”.

Del lanzamiento del programa que ofrece una  primera experiencia laboral a personas de entre 16 y 20 años, participaron, además de Pereyra, los ministros de Desarrollo Social, Marina Arismendi, y de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro, y la directora nacional de Educación, Rosita Ángelo.

Pereyra enfatizó que “en otras épocas este tipo de programas fue una forma irregular de ingreso al Estado”. En el mismo sentido, Murro afirmó que, “cuando se insiste en reducir y en eliminar el Estado, el gobierno ratifica que quiere un mejor Estado.”

Manifestó que este programa “ha llegado a 70 localidades de todo el país, donde los diversos organismos del Estado están presentes y han generado oportunidades a los jóvenes”.

Agregó que “se inscriben entre 20.000 y 30.000 chicos por año y se ofrecen 700 puestos”. Subrayó que se busca ampliar los cupos y por ello el Gobierno promueve que se incorporen más empresas y organismos públicos, y recordó que a partir de este año se sumaron el Parlamento y las intendencias de Canelones y Montevideo.

Por su parte, Arismendi afirmó que “los jóvenes están ávidos de este tipo de oportunidades”, lo que queda demostrado en los 7.000 que ya se inscribieron sin que se hubiera dado difusión al llamado. Resaltó que en este programa se cumple con todas las acciones afirmativas del Estado hacia jóvenes afrodescendientes, trans y con discapacidad.

Ángelo sostuvo que esta “no es una actividad en soledad, sino que es parte de un país que ha priorizado las políticas hacia los jóvenes, la educación y la innovación. Subrayó que todo esto es parte de “una agenda que tiene que ver con otras políticas públicas que han cumplido 10 años en los últimos días, como el Plan Ceibal y las agencias de Investigación e Innovación y de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento.

Fuente noticia: http://www.republica.com.uy/unos-3-500-jovenes-participaron-del-estudio-trabajo/

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Educación y empleo en el México del siglo XXI

30 de agosto de 2017 / Fuente: http://www.educacionfutura.org

Por: Eduardo Backhoff

En el futuro laboral del siglo XXI se vislumbran dos grandes cambios: un mayor número de procesos productivos automatizados y el uso intensivo de tecnologías digitales aplicadas a las profesiones. Bajo este escenario, se anticipa un desempleo en los estratos sociales más bajos, así como una demanda de especialistas altamente capacitados. Si bien este escenario laboral ya es una realidad en muchos países desarrollados, no es claro de qué manera impactará a los países en vías de desarrollo, que tienen características muy particulares, tanto en lo educativo como en lo laboral. Revisemos algunos indicadores de México:

La escolaridad en el país es de 9.2 grados escolares; es decir, el promedio de la población mexicana apenas cuenta con la secundaria terminada. Poco más de 36 millones de estudiantes componen la matrícula nacional. Mientras que la cobertura neta en primaria y en secundaria es casi universal, en educación media superior y superior es de 70 y de 27%, respectivamente. Asimismo, los aprendizajes que adquiere la población mexicana son insuficientes e inequitativos: en la prueba PISA (2015), 52% de los estudiantes de 15 años de edad lograron los aprendizajes suficientes en Ciencias, 43% en Matemáticas y 59% en Lectura. Adicionalmente, las brechas de aprendizaje de los estudiantes son abismales, considerando su nivel socioeconómico y ubicación geográfica.

La población mexicana padece condiciones de pobreza y vulnerabilidad social muy importantes. Aproximadamente, 10% de la población padece una condición de pobreza extrema, mientras que 20% no se encuentra en una condición de vulnerabilidad. La población ocupada en edad de trabajar en México es cercana a 94%; sin embargo, sus condiciones salariales son muy precarias: solo 6% de la población empleada gana más de 5 salarios mínimos (SM), 61% percibe entre 1 y 5 SM, 12% recibe menos de un salario mínimo o no tiene ingresos (del resto no se tiene información). El ingreso de los trabajadores mexicanos no solo es bajo, sino que ha decaído en los últimos años.

Así, de 2000 a 2015, la proporción de personas que ganaban hasta 3 SM aumentó de 24 a 30%, mientras que el SM perdió la mitad de su valor adquisitivo en las últimas cuatro décadas. Las precarias condiciones educativas y laborales de México limitan las posibilidades de aprovechar las ventajas de la globalización de la economía y de la modernidad digital. Si se anticipa una desocupación progresiva de la mano de obra no calificada y una demanda de empleos altamente sofisticados, debemos considerar con seriedad, primero, que la educación obligatoria cumpla cabalmente con su misión de proveer a todos los estudiantes mexicanos con los conocimientos, habilidades y competencias claves que les permitan transitar con éxito a la educación superior o bien al mundo laboral.

No es posible que sigan egresando estudiantes de educación media superior que no sepan comprender lo que leen, escribir lo que piensan, hablar inglés, ni utilizar las matemáticas básicas para resolver problemas de la vida real; tampoco que solo 3 de cada 10 jóvenes estudien carreras universitarias. Por otro lado, si se espera una demanda de profesionistas que dominen las habilidades digitales como la programación, la comunicación oral y escrita en dos o más idiomas, el pensamiento crítico y creativo y otras competencias llamadas del Siglo XXI, es imperante que las Instituciones de Educación Superior (IES) modifiquen su “genética educativa”, de tal manera que anticipen las necesidades de un mundo laboral globalizado, cambiante y cada vez más exigente; esto si se pretende que sus egresados ocupen puestos de alta responsabilidad profesional y no se les subemplee por carecer se dichas competencias.

Finalmente, las empresas mexicanas deberán hacer un gran esfuerzo por acercarse a las IES, ofrecer oportunidades para que los estudiantes aprendan dentro de las empresas, emplear estudiantes durante y al final de su entrenamiento in situ, permitir que sus empleados viajen y se capaciten continuamente y, sobre todo, ofrecer mejores salarios a aquellos trabajadores mejor formados y que se superan continuamente.

Las condiciones educativas y laborales de México imponen retos difíciles de superar, debido a que en el pasado cada sector ha trabajado de manera independiente. La globalización de la economía y las nuevas tecnologías de la información imponen nuevos escenarios que obligan a que ambos sectores visualicen los cambios por venir y se articulen para afrontarlos conjuntamente. De otra manera, México será un país de trabajadores de maquiladoras trasnacionales, cuyos empleos tienden a desaparecer.

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/educacion-y-empleo-en-el-mexico-del-siglo-xxi/

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República Dominicana: Desempleo y bajo gasto social inciden en poco bienestar de población

República Dominicana/01 de agosto de 2017/Autora: María Teresa Morel/ Fuente: http://www.elcaribe.com.do

Según datos oficiales, en el país el desempleo neto es de 14% y el desempleo relativo o empleo informal, de 57%

Mientras no haya una reducción significativa del desempleo y un aumento en el gasto social por encima del 10% del Producto Interno Bruto (PIB), el crecimiento económico que ha venido experimentando el país en los últimos años no se traducirá en una mejora de la calidad de vida de los dominicanos.

Así lo explica el economista Pavel Isa Contreras cuando analiza los pobres indicadores de desarrollo humano que exhibe el país en materia de educación, salud, vivienda, acceso a agua potable, entre otros, que mantienen rezagado al país cuando se le compara con otras naciones de la región.

El Índice de Desarrollo Humano es un indicador creado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que mide tres dimensiones para alcanzar un estándar de vida decente, como son el ingreso o poder adquisitivo de las personas, el nivel de estudios alcanzado y la esperanza de vida al nacer.

Isa Contreras, insiste en que existe una brecha entre el crecimiento económico y el empleo, ya que los sectores que están creciendo generan poco trabajo y los que genera, son de baja calidad, es decir, de baja remuneración.

“Si usted no tiene una caída en el desempleo, usted va a tener la misma oferta de fuerza de trabajo disponible y ansiosa por conseguir un trabajo, y si hay mucha gente ansiosa por encontrar un trabajo, usted va a tener una tendencia a la baja del salario”, argumenta.

Admite que el desempleo se ha reducido en los últimos tres años pero de manera lenta e insuficiente conforme al crecimiento económico experimentado.

Y aunque el Gobierno enarbola como logro la creación de 800 mil empleos en dos años, el economista plantea que 400 mil empleos al año, solo mantienen estática la tasa de desempleo. “Argumentar que se han generado 800 mil empleos en los últimos dos años es argumentar que las cosas se han quedado fundamentalmente en el mismo punto. Eso es llenarse la boca con cifras. No son cifras que son contundentes. Eso es lo que genera normalmente la economía para que no haya un aumento del desempleo”, dice.

Generar empleos de calidad

Indica que la respuesta a esta problemática está en estimular ciertos sectores económicos que generen empleos de calidad, en particular, la agricultura, la industria manufacturera o agroindustrial, y aquellos servicios con alto valor agregado como la exportación, el turismo de aventura o cultural, los ‘call center’ o los “back offices” (labores informáticas, comunicaciones, gestión de recursos humanos, contabilidad o finanzas), que suelen requerir una mano de obra más calificada a la que habría que pagarle mejores salarios.

Más gasto social= más impuestos

En otro orden, el economista plantea que un aumento del gasto social por encima del 10% para la provisión de servicios sociales fundamentales que impacten en el bienestar de la población, necesariamente está relacionado con un incremento de los ingresos fiscales. El problema radica, según Isa Contreras, en que actualmente, el Gobierno no tiene la suficiente credibilidad ni el liderazgo para negociar un aumento de las recaudaciones por los últimos escándalos de corrupción en que se ha visto envuelto.

“La gente está ávida de que el Estado provea bienes públicos fundamentales y esos bienes públicos los provee recaudando pero con el manejo del Estado que estamos viendo, la gente está totalmente incrédula y con toda razón”, dijo.

Sostiene que si el Gobierno no aumenta la provisión de servicios sociales de calidad, entonces no puede haber mejoría en indicadores como la mortalidad infantil, mortalidad materna, el acceso a agua potable, vivienda, entre otros.

“Todavía persisten viviendas de muy baja calidad en donde los vectores (mosquitos, moscas, cucarachas, ratas, etc) se reproducen y generan enfermedades”.

RD no aprovecha avance del PIB para mejorar la salud y la educación

El también economista y especialista en temas de desarrollo Miguel Ceara Hatton afirma que la República Dominicana es el séptimo país del mundo que más desaprovecha las oportunidades del avance en el PIB para mejorar la salud y educación.

En pocas palabras, especifica que en los últimos 25 años, 137 países, con los mismos recursos o menos, han logrado un mejor
desempeño en salud y educación que la República Dominicana.
Argumenta que si un país aumenta la riqueza por habitante y avanza en el “ranking” mundial, debería en el largo plazo mejorar la posición de bienestar, en especial en estos dos renglones.
Dice que la posición dominicana prácticamente no se ha movido en el largo plazo, “de hecho ha retrocedido acumulativamente una posición, estando mejor colocado en la década del noventa.

¿Adónde ha ido el crecimiento económico?

“Esta tendencia plantea serios cuestionamientos a la forma de cómo ha crecido la República Dominicana, que lleva a la paradoja de un avance sustancial en la posición mundial de la “riqueza por habitante”, siendo el país 18 que más lugares avanzó en el mundo en 25 años y al mismo tiempo retrocedió relativamente en salud y educación (ocupó la posición 111). Cabe preguntarse: ¿Adónde se ha ido ese crecimiento? ¿En qué se ha utilizado? ¿En corrupción? ¿En Odebrecht, en los Tucanos, en la Oisoe y en otros tantos destinos espurios?”, cuestiona. A su juicio, el crecimiento ha servido para cambiar cosas (edificios exclusivos y lujosos, hermosas avenidas, concentrar riqueza) pero no para mejorar las condiciones de vida de la gente.

Educación y salud
Isa afirma que si hubo un aumento del 4% del PIB en educación fue forzado por la movilización social. Mientras, el gasto en salud es menos del 2%

Debajo del promedio
Mientras el gasto social en América Latina ronda el 14% del PIB, en la República Dominicana se mantiene por debajo del 8% del PIB.

 Fuente de la Noticia:
http://www.elcaribe.com.do/2017/08/01/desempleo-gasto-social-inciden-poco-bienestar-poblacion/
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Entrevista a Carina Kaplan: Los jóvenes ante un mercado laboral selectivo y excluyente

Entrevista a Carina Kaplan, quien analiza cómo avanza un modelo de individualismo en la formación de la juventud.

Buscás trabajo o querés uno mejor? Si tenés entre 18 y 29 años, sos estudiante secundario, terciario o universitario, te invitamos a una Expo donde vas a encontrar oportunidades de inserción laboral y desarrollo profesional en las empresas más importantes del país. Te damos todas las herramientas para que te sigas potenciando». Con ese mensaje la Expo Empleo Joven porteña, realizada el martes y miércoles pasados, convocó a más de 200 mil jóvenes que fueron por una oportunidad laboral, aunque solo pudieron dejar un currículum. En esa escena de desencanto, el presidente Mauricio Macri inauguró la masiva muestra advirtiendo sobre «la velocidad con la que se están destruyendo los empleos tradicionales», a la vez que invitaba a los asistentes a «ser protagonistas de un empleo nuevo». En charla con La Capital, la doctora en educación Carina Kaplan analiza esa situación y manifiesta su preocupación por «los juicios de descalificación que interiorizan las y los jóvenes ante un mercado laboral selectivo y excluyente».

   »No nos tocó una época cualquiera. Cada uno de ustedes puede ser protagonista del empleo nuevo. El secreto de hoy es nunca dejar de capacitarse, siempre tener inquietudes». Parte del mensaje que el presidente de la Nación les dio a los miles de jóvenes que asistieron a la exposición. Y sobre el que continuó: «Lo que más te renueva y te hace sentir joven es el poder seguir aprendiendo cosas, y lo que te levanta la autoestima y te hace ser quien sos es tu trabajo. Eso te genera una seguridad en vos mismo que sino no la tendrías».

   Desde muy temprano la concurrencia de estudiantes que buscan un lugar en el mundo del trabajo se hizo presente en el ingreso a la Expo Empleo Joven montada en el predio de La Rural. La ilusión de ser tenidos en cuenta duró muy poco, apenas y en contadas ocasiones, pudieron dejar un currículum. La mayoría fue invitada a mandarlos por correo. Todo eso al tiempo que el presidente les hablaba de un futuro incierto. «Me preocupan especialmente los juicios de descalificación que interiorizan las y los jóvenes que, ante un mercado laboral selectivo y excluyente, y la consiguiente baja probabilidad objetiva de conseguir un empleo, tienden a atribuirse a sí mismos el fracaso», reflexiona la doctora en educación Carina Kaplan, investigadora de las Universidades de Buenos Aires (UBA) y Nacional de la Plata (Unlp), y del Conicet, al ser consultada sobre el mensaje que les llega a los jóvenes con estas experiencias.

   »El trabajo —continúa— es un ordenador de la vida personal y social. Construye lazo social y da un sentido a la existencia. Me pregunto, entonces, sobre qué soportes o amarras simbólico-subjetivas construyen una imagen y autoimagen de futuro estas y estos jóvenes que están atravesados por el desempleo y la precarización laboral».

Vivir en la incertidumbre

Los conceptos de Macri se unen a los pronunciados por su ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, en el Foro de Inversiones y Negocios, en septiembre del año pasado. En uno de los paneles organizados en ese Mini Davos, Bullrich expresó: «Debemos crear argentinos capaces de vivir en la incertidumbre y disfrutarla». Un mensaje que no pasa inadvertido, sin consecuencias, para las escuelas, sus docentes y estudiantes. «Una cosa es la incertidumbre propia de cualquier sociedad como la nuestra, y otra es la incertidumbre de los modelos de exclusión. Eso tiene que ver con el capitalismo salvaje. También las sociedades, en general, no están pensando que vaya a haber lugar y trabajo para todos. Y eso es algo que los jóvenes descifran», analiza Kaplan sobre esos discursos que define coherentes con un modelo de exclusión social.

   Pero la especialista también observa que esto demanda un doble trabajo para la institución escolar, a la que define como contracultural. Dice que la escuela está todo el tiempo generando prácticas contraculturales, pensando cómo sostener a los jóvenes en aquel mundo que les toca vivir, donde nadie los está esperando.

   Kaplan también avanza sobre la doble moral con la que se mira a los chicos y chicas: «A veces se critica a los jóvenes por la falta de «cultura del esfuerzo», pero sin oportunidades no hay esfuerzo posible. En realidad es un engaño, es una situación tramposa a la que se los somete: por un lado se les pide que se formen, que se eduquen, porque son «la promesa del futuro» pero luego, cuando quieren insertarse en lo social y en lo laboral, no tienen oportunidades. Y además, junto con ese discurso de que «no se esfuerzan» está el de que son «el mal de la sociedad», «los que producen la inseguridad». A los jóvenes habría que protegerlos dándoles trabajo y educación, sin embargo lo que se hace es un discurso contrario: se los estigmatiza y convierte en el mal de la sociedad».

   La pedagoga menciona que entre sus investigaciones, estudió qué caracteriza a los jóvenes en todas las épocas y lo que resulta es que son los más castigados por los procesos de exclusión laboral, cultural y social en general.

   No sólo estas dobles miradas afectan a la juventud, también golpean a la escuela, cuando se la responsabiliza de todo. «La escuela puede establecer ciertas formas culturales: abrir el abanico de lo simbólico pero no puede generar empleo». Al tiempo que se le demanda que «sea un refugio de lo social», pero luego cuando sus estudiantes se insertan en la sociedad, se esfuerzan por estudiar mientras trabajan, asumir una vida compleja, las oportunidades no son las esperadas. Y por si fuera poco —remarca la educadora— bajo un discurso meritocrático: «Llegan los mejores».

   Con la misma velocidad que Macri describe que se destruyen los trabajos más tradicionales, vuelve a circular en el campo de la educación aquel vocabulario propio de los 90: emprendedorismo, competencias, liderazgo, eficacia, entre otros tantos términos más emparentados con el mercado que con la pedagogía. «Creo que es una autoresponsabilización del individuo sobre su propio destino, algo así como «fabrícate a ti mismo»; y, en realidad, sin oportunidades sociales, culturales, materiales, simbólicas, la gente no se fabrica a sí misma. Se puede construir a partir de una estructura de posibilidades. Por eso lo que hay que discutir es esa desigualdad de base. Lo que promueven es una forma de individualización, de neodarwinismo social porque lo que están diciendo es que van a llegar los que tengan mejores «competencias», en un mercado que es desigual y excluyente».

Fuente: http://www.lacapital.com.ar/educacion/los-jovenes-un-mercado-laboral-selectivo-y-excluyente-n1408944.html

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Honduras: De cada 100 niños que trabajan, 61 están fuera del sistema educativo

Honduras / 21 de junio de 2017 / Fuente: http://www.radiohrn.hn/

Del total de menores que trabajan, unos 244 mil no estudian y 156 mil lo hacen a medio tiempo, en la medida en que sus ocupaciones laborales lo permiten.

En Honduras alrededor de 400 mil menores desarrollan quehaceres en distintos renglones productivos, lo que representa el 15 por ciento de la población en edades entre 5 y 17 años.

Y, de ese total, el 61 por ciento de los menores están totalmente fuera del proceso de enseñanza aprendizaje, de acuerdo con los informes recientes elaborados sobre dicho fenómeno.

Sólo el 39 por ciento de los niños desempeñan un trabajo específico y, al mismo tiempo, asisten a sus deberes escolares, pero se encuentran en una situación de desventaja en relación con sus pares que están dedicados por entero a la educación.

Los porcentajes referidos se traducirían así: Del total de menores que trabajan, unos 244 mil no estudian y 156 mil lo hacen a medio tiempo, en la medida en que sus ocupaciones laborales lo permiten.

El drama de los niños que se ven obligados a trabajar y abandonar su formación académica se presenta con más énfasis en las comunidades rurales que, casualmente, son las que presentan el mayor nivel de pobreza.

Se estima que de los 400 mil infantes que realizan actividades económicas, casi el 70 por ciento; es decir, alrededor de 280 mil menores viven en la zona rural.

Un elemento que se destaca cuando se revisa la situación de los niños y de los adolescentes hondureños es que más del 40 por ciento lo hace por debajo de la edad mínima permitida por las leyes vigentes; es decir, entre 5 y 13 años.

En su casi totalidad, son niños excluidos de las oportunidades que corresponden a su grupo poblacional y que están en alta fragilidad social y económica, objeto de las peores formas de explotación laboral.

Los rubros que presentan un mayor peso de mano de obra infantil son la agricultura, silvicultura, caza y pesca con un 50 por ciento; igual que el comercio, junto con hoteles y restaurantes, con un 24 por ciento.

Luego aparecen los servicios comunales, sociales y personales, la industria manufacturera, la construcción, el transporte y el almacenamiento y comunicaciones que tienen contratado un significativo porcentaje de la fuerza laboral infantil.

A estos renglones se suman la explotación de minas y canteras, los establecimientos financieros, seguros, bienes inmuebles, electricidad, gas y agua.

El trabajo infantil es un fenómeno que va en aumento, lo que quiere decir que es más elevado el número de menores que tienen obstaculizado su acceso y permanencia en la educación, a la vez que se desenvuelven en ambientes peligrosos que afectan su desarrollo moral, social, físico y psicológico.

Fuente noticia: http://www.radiohrn.hn/l/noticias/de-cada-100-ni%C3%B1os-que-trabajan-61-est%C3%A1n-fuera-del-sistema-educativo

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Récord de empleo en EEUU

Por: Jorge Castro

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló recientemente que el empleo ha adquirido un nivel récord en EE.UU. este año (y lo mismo ha ocurrido en el resto del mundo avanzado), con una pauta de 61% en la franja de 15 a 74 años de edad.

Ha quedado atrás el pico histórico de 2007 (60,8%), que se alcanzó inmediatamente antes de desatarse la crisis financiera internacional 2008/2009, que provocó la primera recesión global desde la década del 30 y creó 46 millones de desocupados en un año.

Agrega OCDE que dos tercios de los puestos de trabajo creados en los últimos siete años tienen un carácter profundamente polarizado. Mientras se han vaciado los del medio de la pirámide económica/social (-9,5 puntos porcentuales), han aumentado 7,6 puntos porcentuales los de la franja de arriba y 1,9 puntos los de abajo.

La polarización responde a causas estructurales: un tercio es obra de la destrucción de empleos industriales provocada por la revolución tecnológica (se han perdido 7,5 millones de puestos de trabajo manufactureros en EE.UU. entre 2001 y 2015) y otro tercio de las pérdidas se debieron al traslado de las operaciones de las transnacionales estadounidenses al mundo emergente (China/México en primer lugar).

Esta transferencia se realizó en la búsqueda de menores costos laborales (outsourcing) como ventaja competitiva crucial en la primera etapa de la globalización, ante todo para las actividades trabajo-intensivas.

La productividad norteamericana no cayó en los sectores de punta en los últimos 10 años (ha crecido 3,5% anual). Solo disminuyó a partir de 2004 en el promedio de la economía (pasó de 2,4% a 0,5% por año), como consecuencia del retraso de las unidades menos productivas, cuya eficacia aumentó 0,3% anual o menos.

La economía estadounidense se sumergió en un proceso depresivo a partir de 2009 (+2,1% anual entre 2009 y 2016); y no fue la obra ni de la caída de la productividad ni de la disminución de la fuerza de trabajo (los baby boomers comenzaron a retirarse a partir de 2010), sino de la drástica reducción experimentada por la tasa de inversión (12,5% del PBI en 2016); y esto sucedió a pesar del récord de rentabilidad de las transnacionales estadounidenses en este período, el mayor en 70 años.

Esta anomalía coincidió con el despliegue de la nueva revolución industrial, que utiliza menos materias primas, fuerza de trabajo y capital, y torna irrelevantes los costos laborales.

Esto ha revertido la tendencia decisiva de la primera fase de la globalización (1991/2008): la búsqueda de los menores costos laborales en el sistema mundial, fuera de EE.UU. El resultado fue que las cadenas globales de producción se extendieron extraordinariamente, y a través de ellas —dentro de ellas— se multiplicó el comercio internacional. Así fue como China se transformó en la primera exportadora del mundo y en la cabeza del intercambio global.

La eliminación de la relevancia de los costos laborales realizada por la nueva revolución industrial es parte de un proceso de reducción sistemática de los costos de producción. La voz de orden ahora de las transnacionales estadounidenses no es más invertir en China, sino en EE.UU. Es lo que se denomina “localización”.

No es solo la potencia retórica de Trump lo que fuerza a las transnacionales a invertir nuevamente en EE.UU. Lo que esclarece la mente de los ejecutivos norteamericanos es el brutal determinismo de los menores costos de producción provocados por la nueva revolución industrial.

La confianza en el capitalismo no es un fenómeno psicológico, sino un sistema de incentivos ineludible en términos de competitividad. Apple produce en China 80% de los equipos de iPhones que vende en el mundo; y ahora ha resuelto invertir más de US$1.000 millones en EE.UU., para crear 6 nuevas plantas industriales y 150.000 puestos de trabajo. “Nada torna a una persona más inteligente que la posibilidad de ser ejecutada en un plazo de dos semanas”, dice Oscar Wilde.

“Localización” es la expresión tecnocrática del reclamo de colocar a EE.UU. primero y hacerlo cada vez más grande. Boston Consulting Group (BCG) afirma que la nueva revolución industrial disminuiría 20%/40% los costos de producción estadounidenses en los próximos 5 años. Productividad y competitividad son ahora sinónimos absolutos en EE.UU.

La regla del capitalismo avanzado ha sido que el capital sustituye al trabajo para aumentar la productividad. Sucede que en el camino se ha apoderado del doble de ganancias que los trabajadores. La productividad aumentó 2,6% anual entre 1991 y 1996, mientras que la retribución laboral aumentó solo 1% por año.

Las transnacionales estadounidenses han sido las grandes ganadoras de la globalización, mientras que la nación americana —encabezada por los trabajadores industriales— ha sido inequívocamente la gran perdedora, tanto en lo económico como en lo social y cultural.

El “fenómeno Trump” nada tiene de casual.

Fuente:https://eju.tv/2017/06/record-de-empleo-en-eeuu/

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