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El feminicidio es un crimen de lesa humanidad

Por: Ricardo Lagos

La violencia contra las mujeres es una profunda injusticia mundial. Es un gran obstáculo para cumplir los derechos humanos de las mujeres y niñas y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible

La equidad de género y los derechos de las mujeres son fundamentales para garantizar un futuro mejor para todos y todas. Son valores que subyacen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) adoptados por todos los Estados miembros de las Naciones Unidas. No obstante, hay una impactante desconexión entre las declaraciones realizadas por los líderes de Nueva York y Ginebra y la vida –o muerte– en las calles en mi región, particularmente en América Latina.

Mi región alberga a 14 de los 25 países con más altas tasas de feminicidio en el mundo, es decir, de mujeres o niñas asesinadas por razón de género. En América Latina y el Caribe, 12 mujeres y niñas son asesinadas cada día. Sin embargo, el 98% de los casos no llegan a proceso judicial. Estas estadísticas alarmantes deberían avergonzarnos e instarnos a exigir acciones por parte de los líderes para salvar vidas y proteger los derechos y la dignidad de las mujeres y niñas.

Los asesinatos por razón de género son la culminación de una serie de actos violentos. En general, las personas no son conscientes de la cadena de eventos que llevan al feminicidio. En América Latina, tenemos una cultura de alta tolerancia hacia la violencia contra las mujeres y niñas. Se ha normalizado la violencia. Es vista como parte de la vida de las mujeres, especialmente de las que pertenecen a comunidades social y económicamente desfavorecidas con bajos niveles de educación y desarrollo.

La violencia contra las mujeres es una profunda injusticia mundial. Es un gran obstáculo para cumplir los derechos humanos de las mujeres y niñas y alcanzar los ODS. Actualmente, ningún país está en condiciones de alcanzar la equidad de género dentro del plazo estipulado, ni en el mundo desarrollado ni en los países en desarrollo. Es una conclusión devastadora acerca de nuestras prioridades globales, que demuestra que debemos hacer más.

La Iniciativa Spotlight para eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas es un paso en la dirección correcta. Esta iniciativa global impulsada por la ONU y la Unión Europea apunta a erradicar el feminicidio en cinco países de la región: Argentina, El Salvador, Guatemala, Honduras y México.

En Argentina, la Iniciativa está apoyando la creación de Redes de Adolescentes y Jóvenes por la Igualdad. Estas redes promueven métodos de prevención comunitarios que instan a los jóvenes a reflexionar sobre roles de género y masculinidad nociva, y plantean soluciones comunitarias para erradicar los feminicidios. La Iniciativa también brinda capacitación a periodistas sobre eliminación de los estereotipos de género en la cobertura de noticias sobre violencia contra las mujeres y niñas.

En Guatemala, la Iniciativa está apoyando a la sociedad civil para que abogue por la investigación de las amenazas contra los defensores de los derechos humanos de las mujeres. En El Salvador, la Iniciativa Spotlight está permitiendo el acceso a oportunidades económicas para sobrevivientes de violencia, y en México, está ayudando a garantizar que el sistema judicial tenga las herramientas correctas y los enfoques adecuados para identificar los feminicidios y llevar adelante las causas judiciales correspondientes.

Este es un avance importante, pero no es suficiente. ¿Qué podemos hacer en otros países latinoamericanos donde la violencia misógina y la discriminación continúan prevaleciendo? ¿Cómo podemos cambiar las actitudes y políticas para proteger mejor a las mujeres en todos los niveles de la sociedad? Necesitamos que los líderes tradicionales, religiosos y políticos aborden este grave abuso de los derechos humanos, así como las personalidades notables del mundo empresarial y académico que pueden tener una influencia social considerable.

Tenemos que ponerle fin a la impunidad y fortalecer el sistema judicial para investigar, enjuiciar y sancionar a los responsables e invertir en el acceso de las mujeres a los servicios de justicia. Sobre todo, debemos invertir en servicios centrados en las sobrevivientes que alienten a las mujeres y niñas a hablar y buscar apoyo si están experimentando abuso.

Cuando introduje las reformas de bienestar y protección social como presidente de Chile a inicios de la década del 2000, aprendí rápidamente que el recurso más importante para las víctimas de violencia de género era contar con refugios donde pudieran albergarse y estar seguras, lejos de sus abusadores. Garantizar que las mujeres puedan acceder a estos servicios sin correr el riesgo de empobrecimiento era un elemento crucial de dichas reformas, y continúa siendo una prioridad actualmente en toda la región. Esto significa que diferentes sectores como salud, servicios sociales, la policía y el sistema judicial deben trabajar en forma conjunta y no en silos.

Debemos invertir en prevención de la violencia contra las mujeres. Hay cada vez más evidencia global que demuestra que la prevención es posible si se asignan los recursos necesarios y hay voluntad política.

Como hombres, debemos promover representaciones positivas de lo masculino. Tenemos que darles un buen ejemplo a nuestros hijos. Esto incluye desafiar las mentalidades tóxicas machistas que promueven la aceptación de la violencia contra las mujeres, en nuestras escuelas, en los lugares de trabajo, en las instituciones religiosas y en nuestros hogares.

También es clave que apoyemos y escuchemos a las sobrevivientes y a las organizaciones y los movimientos feministas. Deben tener voz y voto a la hora de analizar estrategias, soluciones y decisiones. Es inspirador el ejemplo de Irinea Buendía, cuya hija, Mariana Lima, fue asesinada por su marido en México. La búsqueda de justicia de esta valiente madre durante seis años sentó un precedente clave en materia de procesamiento de feminicidios en México.

Son dignas de imitar las iniciativas de promoción y litigio del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio —una alianza de 49 organizaciones de derechos humanos de México— que ha mejorado la rendición de cuentas y ha aumentado el acceso a la justicia en casos de feminicidio a lo largo de México y América Latina.

El movimiento #NiUnaMenos de Argentina ha tenido un éxito notable así como los múltiples grupos de mujeres que abogan incansablemente por el empoderamiento de las mujeres y la equidad. Tenemos que hacer más para garantizar que reciban financiamiento y apoyo suficiente que les permita continuar este importante trabajo.

No podemos abordar este problema o imaginar un mundo mejor y más justo sin ellas.

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/08/06/planeta_futuro/1565107246_365654.html

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Podcast-Feminismo: Voces constructoras de resistencias

Redacción: OVE

Esta nueva entrega de podcast, realizado por Rose Mary Hernández invita a que repensemos un poco nuestro compromiso con el Feminismo, voz donde nos reconocemos las mujeres, constructoras de resistencias desde laconciencia de nuestro ser en el mundo y, que con el tiempo se le han sumado otros colectivos y comunidades que no quieren seguir siendo invisibles, maltratadas, discriminadas, apartadas, burladas, que tienen muchas vidas en una sola vida y aun así no se sienten vivas ni vivos.

Fuente: https://anchor.fm/otras-voces-en-educacion/episodes/Feminismo-Voces-constructoras-de-resistencias-e4s83j

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Colombia: Rajados en equidad: Apenas la tercera parte de los rectores son mujeres

América del sur/Colombia/18 Julio 2019/Fuente: Semana

A pesar de que ellas componen la gran mayoría de los profesores de los colegios, muy pocas tienen la posibilidad de ser las jefes. Los maestros preferirían más capacitación, por encima de aumentar su salario. Resultados de la encuesta Talis 2018.

Según la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (Talis, por sus siglas en inglés), el 89 por ciento de los maestros en Colombia piensan que la prioridad en política pública educativa debería ser invertir en su formación continua. 

Este estudio internacional, realizado cada tres años por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), lo presentaron 2.398 docentes y 141 rectores nacionales el año pasado. Era la primera vez que el país participaba en este análisis, quizás el insumo más grande a nivel mundial sobre el estado de la docencia en el mundo.

Esta es la voz de los maestros. Nos permite aterrizar en los establecimientos educativos y saber cómo mejorar las prácticas de aula y la políticas públicas”, dijo María Figueroa, directora del Icfes, entidad que encabezó el Talis en el país, en el evento de presentación de los resultados en Colombia.

Sorprendentemente, contrario a lo que pasó con las últimas pruebas Pisa, a los educadores colombianos les fue bastante bien en diversos temas, como el nivel de autoconfianza, la pertinencia de su formación inicial y la relación con sus estudiantes.

84 por ciento de los docentes aprendieron pedagogía en su formación inicial (más que el 79 por ciento promedio en los países de la Ocde), 98 por ciento cree que controla bien la disciplina en el aula (frente a 85 por ciento en promedio de la Ocde) y 96 por ciento de los docentes dicen llevarse bien con sus estudiantes.

Esto es llamativo pues Colombia es de los países donde los docentes reciben mayor porcentaje de estudiantes de condiciones socioeconómicas vulnerables. Alrededor de 76% de los docentes de Colombia reportan que trabajan en escuela con una alta concentración de estudiantes vulnerables, frente a un 20% de promedio en toda la encuesta.

 “En escuelas con estas características existen ciertos desafíos en mantener el orden en el aula y existe mayor probabilidad de que haya comportamientos disruptivos dentro del aula. Eso representa ciertos desafíos para el contexto colombiano”, señaló Pablo Fraser, analista de primera infancia y establecimientos escolares de la Ocde.

Por otro lado, hay temas donde todavía le falta mejorar al país, como la equidad de género. A pesar de que la mayoría de profesores son mujeres, solo 37 por ciento de los rectores son del género femenino. En el resto del mundo el desequilibrio es similar, aunque menos pronunciado.

También el país debe invertir más en formación docente. Aunque 9 de cada 10 dice haber realizado algún tipo de capacitación el año pasado, seguimos por debajo del promedio internacional (94 por ciento) y solo 59 por ciento lo hace mediante cursos y seminarios. “La mayoría de profesores se forma a través de libros. Muy pocos en cursos formales”, agregó Figueroa.

Lo interesante en este sentido es que a la gran mayoría de maestros les interesa mucho aumentar sus conocimientos asistiendo a cursos de formación continua. Si pudieran decidir en qué invertir los recursos públicos del sector educativo, 89 por ciento lo haría en esto. Eso comparado a un 81 por ciento que prioriza aumentar los sueldos.

“Esto, sumado a que 90 por ciento de los profesores ya participan en actividades de formación continua,  quiere decir que hay un profesor interesado en su desarrollo, en saber más y aprender más”, indicó Fraser.

En cuanto al tipo de formación que requieren, los maestros colombianos son muy claros en que necesitan más educación en el uso pedagógico de tecnologías de la información (34 por ciento), en enseñar en escenarios multiculturales (45 por ciento) y en educar estudiantes con necesidades especiales de aprendizaje (55 por ciento).

Este último llama la atención pues, después de Brasil, Colombia es el país donde más reportan esta necesidad. Eso podría tener que ver con el decreto 1421, que desde 2017 obliga a todas las escuelas públicas y privadas a recibir a cualquier menor con una discapacidad y adaptar el currículo y las evaluaciones a sus necesidades particulares.

Esto implica una alta demanda de tiempo para el maestro y una gran necesidad de maestros de apoyo. El 68 por ciento de los directores reportan que la calidad en su escuela  se ve obstaculizada por la escasez de docentes capacitados para enseñar a estudiantes con necesidades educativas especiales (en comparación con 32 por ciento en promedio en los 48 países que presentaron la encuesta).

Sobre esto, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, expresó: “Los maestros en esta encuesta nos piden que los apoyemos más desde el gobierno con formación para integrar al aula a todos los niños. Para esto, en septiembre tendremos el Foro Mundial de Inclusión de la Unesco en Cali y vamos a socializar una política que hemos venido desarrollando sobre formación de docentes inclusivos, instituciones educativas inclusivas y lineamientos curriculares inclusivos”.

Poco tiempo de enseñanza

Otro resultado importante es el tiempo de clase que emplean los profesores efectivamente enseñando. Este ha bajado en los últimos tres años en casi todos los países encuestados. Es decir que los maestros pasan cada vez más tiempo de clase en labores administrativas y controlando la disciplina de los estudiantes y menos educando en su materia.

En Colombia no hay comparativo histórico, por ser la primera medición, pero el porcentaje de tiempo de clase enseñando es bastante bajo: 75 por ciento, frente a un 78 por ciento en el promedio mundial y un 85 por ciento en los sistemas más exitosos, como Singapur, Japón o Estonia.

Una posible explicación es que los docentes están mucho tiempo de la semana en el aula y poco tiempo planeando la clase. “En sistemas donde el horario de trabajo es muy intensivo, es decir, donde la gran parte del horario semanal el profesor se dedica a estar en clase, no va a tener suficiente tiempo para planificar. Significa que va a perder tiempo en su instrucción. La planificación es fundamental para maximizar el tiempo dentro del aula”, explica Fraser.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/encuesta-talis-2018-apenas-la-tercera-parte-de-los-rectores-son-mujeres/623518

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Nicaragua apuesta por políticas de protección a niños y jóvenes

Centro América/Nicaragua/18 Julio 2019/Fuente: Prensa Latina

El Gobierno de Nicaragua prepara estrategias para brindar seguridad y garantizar la vida de niños y jóvenes, anunció hoy la vicepresidenta Rosario Murillo.
En su alocución diaria por el Canal 4 de la televisión nacional, Murillo explicó que se valora seguir una serie de pasos para que esos grupos sociales sean protegidos por las leyes del país ante toda circunstancia.

‘Estamos trabajando las estrategias para la protección de la seguridad y la vida de los niños, jóvenes y estudiantes. Una estrategia nacional que estamos ya consultando y que nos va a permitir establecer todos los programas de atención, de alerta temprana, para el cuido de la vida de la niñez y la adolescencia, la juventud y la familia’, dijo la vicemandataria.

En la misma línea, el Gobierno nica busca como ampliar el cuerpo legal que brinda protección a la mujer, y el protagonismo de grupos sociales en la dinámica nacional, agregó la también coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía.

‘A la par también estamos consultando la estrategia de promoción del protagonismo y protección de la vida de las mujeres nicaragüenses’, apuntó.

Desde la llegada del sandinismo al poder en 2007 son varias las políticas emprendidas para garantizar los derechos de los menores, en especial su acceso a la educación y la atención médica gratuitas.

En cuanto a la mujer Nicaragua es uno de los países que más ha avanzado en la equidad de género en los últimos 12 años, evolución reconocida por organismos internacionales.

De hecho un reporte del Foro Económico Mundial publicado a finales de 2018 ubica a la nación centroamericana entre los cinco países que más han reducido las brechas entre hombres y mujeres.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=291042&SEO=nicaragua-apuesta-por-politicas-de-proteccion-a-ninos-y-jovenes
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La Ley Micaela: Tomarse en serio la educación para la equidad de género

 

Por: Isabel C. Jaramillo Sierra.

 

El 9 de abril de 2017 fue encontrado por las autoridades argentinas el cuerpo sin vida de Micaela García. La joven de 21 años era activista del movimiento “Ni Una Menos”, que ha reunido a las mujeres argentinas en torno a la causa del feminicidio y más recientemente del aborto. Su asesinato se le atribuye a un violador serial que fue juzgado y condenado a nueve años de prisión pero dejado en libertad antes de terminar de cumplir su condena.

El cuerpo sin vida de Micaela fue encontrado varios días después de su desaparecimiento. El dolor que causó su muerte entre sus familiares y amigos, y entre sus compañeras del movimiento, fue procesado a través de una propuesta para transformar las actitudes y conocimientos de los funcionarios públicos en materia de género. La Ley Micaela fue aprobada por el Congreso argentino en diciembre de 2018 como parte de un paquete de 12 leyes encaminadas a lograr mayor equidad de género.

Es verdad que no es del todo novedoso que un Congreso ordene que se “eduque”. En el caso colombiano, varias leyes recientes sobre equidad de género han tenido elementos “educativos”. La ley 581 de 2000, ley de cuotas, por ejemplo, incluía la posibilidad de que se evaluara qué tan adecuados eran los textos escolares en materia de perspectiva de género y se impidiera la circulación de aquellos que obraran en contra del propósito de la equidad de género. La Corte Constitucional declaró inconstitucional esta manera de intervenir en la educación. La ley 1257 de 2008, ley de violencia de género, adoptó otra perspectiva: ordenó al Ministerio de Educación Nacional hacerse cargo de vigilar que en las instituciones educativas, incluyendo las universidades, enseñaran a los estudiantes nociones básicas de derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos y equidad de género. Como profesora de universidad y madre de hijas que atienden el colegio, no he visto que esta orden tanga mucho impacto. El Ministerio de Educación tampoco ha rendido cuentas al respecto. La obligación consignada en la ley es vaga y general al punto que casi parecería imposible obligar su cumplimiento por medio de acciones legales. La ley 1761 de 2015, ley Rosa Elvira Cely, por su parte, ordenó también que se incluyera el tema de perspectiva de género en los currículos en todos los niveles de educación y que se capacitara a los funcionarios públicos relacionados con el tema de atención, protección y prevención de la violencia de género, en materia de derecho internacional humanitario, derechos humanos y perspectiva de género. No es claro qué pasó con la orden perentoria que se le dio al Ministerio de Educación de cumplir el mandato en seis meses, pero ciertamente después de 3 años de aprobada la ley no es claro que se estén realizando las acciones de capacitación necesarias.

La ley Micaela es innovadora en varios sentidos que merecen nuestra atención. En primer lugar, la ley fue entendida como respuesta directa a la terrible situación de la muerte de una activista. Es verdad que el derecho argentino ya cuenta con leyes que desde 2012 castigan duramente el causarle la muerte a una mujer por ser mujer. Pero en lugar de exigir solamente que dichas leyes se cumplieran, ignorando el contexto que las hace ineficaces, se tomó en cuenta el aprendizaje de las activistas de Ciudad Juárez y la lección de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su sentencia Campo Algodonero. En este caso, que involucró el desaparecimiento y muerte de más de 500 mujeres por razones que aún hoy no se conocen cabalmente, la Corte Interamericana encontró que a la raíz del problema está la ineficacia estatal para investigar estos delitos y que en buena parte dicha ineficacia se vincula a los estereotipos de los funcionarios públicos sobre las razones por las que las mujeres dejan sus hogares y sobre el valor de la vida de las mujeres jóvenes. Así, señaló la Corte, no basta con tener leyes que sancionen el delito si los funcionarios no son capaces de prevenir, investigar y sancionarlo porque no pueden “ver” el peligro y el daño que se causa a las mujeres.

En segundo lugar, la ley se dedicó solamente al tema de la capacitación y fue más allá de los funcionarios que podrían estar principalmente involucrados para ordenar que TODOS los funcionarios de la rama ejecutiva sean capacitados. Esto hace que el tema del cambio de actitudes y adquisición de conocimientos nuevos reciba la importancia que se merece y no aparezca como una adenda o detalle adicional, como una buena intención que sería bueno que se diera pero no es tan importante. En tercer lugar, la ley recibió el apoyo de más de veinte académicas. Estas son mujeres que han venido trabajando desde distintas instituciones (El Observatorio de Género de La Ciudad de Buenos Aires, la Universidad de Buenos Aires, la Defensoría Pública, entre otras) en identificar fallas en el funcionamiento del estado y maneras de resolverlas. El apoyo de las académicas fue reconocido por las congresistas de manera explícita en su motivación para la ley y muestra un respeto mutuo en el trabajo necesario para adelantar las reformas que se necesitan. Es difícil realmente pensar que cambios en el nivel de la educación van a llevarse a cabo sin involucrar a las Universidades y cuerpos dedicados a la capacitación en distintas entidades públicas. En cuarto lugar, la ley establece que se apropiarán los recursos para la capacitación y, lo que es más importante, ordena que se cree una página web en la que los ciudadanos puedan consultar el nivel de cumplimiento de la ley por parte de cada una de las instituciones. De manera que no solamente se crearon obligaciones ciertas con recursos asignados, sino que se ordenó entregar a los ciudadanos la vigilancia de un tema que le concierne directamente. Finalmente, debe resaltarse la gestión decidida y el compromiso claro de las congresistas argentinas que hacen parte de la “Multipartidaria” con la agenda de la equidad de género. Este grupo de congresistas fue responsable de la aprobación en la Cámara de Representantes (Cámara de Diputados) de la ley que despenalizaba el aborto. Ahora está trabajando para que la ley llegue a ser aprobada también por el Senado. Tomar riesgos en un tema tan importante como es el del aborto muestra su fuerza, convicción y capacidad estratégica. Sería realmente “grande”, con dicen los argentinos, que nuestra propia bancada de mujeres lograra acuerdos similares para avanzar con paso cierto y sin titubeos en los temas de importancia para todos.

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Entrevista a Marcela Junguito: «El empoderamiento de las mujeres tiene que empezar desde la infancia»

Entrevista/Autor y fuente: Semana

La rectora del Gimnasio Femenino, Marcela Junguito, explica que aún hay muchos sesgos inconscientes en la forma cómo educan a las mujeres. La educación del siglo XXI tiene que hacer más énfasis en que se animen a explorar, a estudiar ciencias exactas y a ser líderes de su comunidad.

La equidad de género es una necesidad cada vez más apremiante en cada sector de la sociedad. Pero desde la escuela no se está propiciando los espacios  suficientes para que las mujeres sean líderes y y lleguen adonde tradicionalmente han estado sub-representadas, opina Marcela Junguito, rectora del Gimnasio Femenino.

Esta institución de educación acaba de lanzar un libro sobre “La educación de la mujer en el siglo XXI”, que aborda el problema de cómo empoderar a las mujeres desde su etapa escolar.

SEMANA Educación habló con la rectora sobre las estrategias que deben implementar las instituciones de educación para empoderar a sus estudiantes y enfrentarse a un mundo laboral desigual.

SEMANA Educación: ¿Por qué quisieron hacer un libro sobre la educación de la mujer en el siglo XXI?

Marcela Junguito: La idea es aterrizar en la práctica el discurso del empoderamiento de las mujeres desde la edad escolar. Si hay un tema que se esté discutiendo mucho en este momento es ese, y la importancia de la representación femenina en todos los ámbitos. Lo que quisimos con el libro es aterrizar eso en la práctica, qué significa desde el colegio. Somos unos convencidos de que el empoderamiento de las mujeres tiene que empezar desde la infancia, desde su relación con su entorno, con sus profesores, con su proceso de aprendizaje. Que ellas puedan romper la brecha de los sueños, que quiere decir que le enseñamos a los niños a soñar muy en grande y a las niñas no tanto…

S.E.: ¿Cómo es eso?

M.J.: Aún hoy en el siglo XXI, el espectro de posibilidades profesionales que se le presentan a las niñas de manera consciente o inconsciente es muy limitado. Todavía las estamos encaminando a ciertas carreras, a escoger un poco desde el temor, de buscar lo seguro, las carreras que dan cierta estabilidad. Eso tiene que ver con la educación de las mujeres, que está muy centrada en la protección. Lo cual no es malo en sí, pero no les estamos permitiendo explorar, arriesgarse y equivocarse. Si queremos mujeres representando en todos los sectores, pues las tenemos que animar a estudiar cualquier carreras y a equivocarse, también, y saber que eso es parte de la vida, que no es tan grave.

S.E.: ¿Es decir que no se todavía se están educando a las niñas y a los niños con enfoques distintos?

 

M.J.: Pues es que todavía hay muchos sesgos. Un profesor entra a un salón de clases y tiene sesgos subconscientes. En el campo deportivo los hay todos. Todavía no estamos educando a las niñas con la mentalidad de que ellas pueden ser deportistas profesionales. Las educamos pensando que el deporte es algo complementario, marginal. No existe en nuestro imaginario colectivo que una niña pueda dedicarse a eso y seguir siendo femenina. Por eso tenemos tan poquitas mujeres en deportes. Ninguna niña quiere que la señalen.

S.E.: Ya que habla de eso, en Colombia también son pocas las niñas que escogen una carrera en Ciencia, Tecnología, Ingeniería o Matemáticas (STEM). ¿Por qué cree que es así?

M.J.: Pues por lo mismo, porque hay muchos sesgos. Creemos que las mujeres son mejores para las humanidades. Hemos asumido que en ellas son más naturales las habilidades sociales y comunicativas, y las invitamos a seguirlas desarrollando. Hay un libro muy interesante que creo que se llama Pink brain, blue brain sobre las diferencias entre los cerebros de niñas y niños y habla de cómo las diferencias son muy chiquitas cuando nacen. Pero las potenciamos culturalmente. Me explico: las niñas, en promedio, aprenden a hablar más rápido que los niños. Eso inmediatamente condiciona el tipo de juegos que les hacen los papás y los juguetes que les regalan. A las niñas les regalan muñecas, que son juegos que estimulan esas habilidades comunicativas. Mientras, a los niños se les anima a ser superhéroes, exploradores, a armar cosas. Y ese tipo de juguetes son muy limitados para las niñas. Ahí la pregunta es qué pasaría realmente si educamos a los niños y niñas igual. De pronto se nos quitaría la idea de que las diferencias entre ambos son enormes.

S.E.: Ustedes hablar de promover que las mujeres sean líderes desde el colegio. Incluso tienen una clase de Liderazgo en su programa curricular. Pero ¿cómo se enseña a las niñas a que sean líderes en un mundo mixto, cuando están aprendiendo en un contexto exclusivamente femenino?

M.J.: La gente históricamente asocia los colegios femeninos con colegios tradicionales, que buscan es proteger en lugar de exponer. Pero en las últimas décadas ha cambiado radicalmente el discurso de los colegios femeninos en todo el mundo. Hemos encontrado que, sin darnos cuenta, estábamos potenciando esa posibilidad de que las mujeres ocupen desde muy pequeñas roles de líderes. La enorme ventaja de colegios de niñas es que no hay sesgos de género. Nadie opina que una niña debería estar más en ballet y no en fútbol. Es un escenario ideal para que ellas crezcan en esa libertad de expresión. Ahora, este enfoque lo puede adoptar cualquier colegio. Sería muy interesante un colegio mixto con esta apuesta de empoderar a las mujeres.

S.E.: ¿Cómo ve el panorama del empoderamiento femenino en el país?

M.J: Nos falta mucho. A nosotros Aequales, una empresa que trabaja con temas de desigualdad de género, nos presentó el panorama actual de la equidad en las empresas del país y casi nos vamos de para atrás. A uno le daba la impresión de que las cosas están mucho mejor que antes, que ya la desigualdad de género era tema superado. Pero de 2004 a 2019 no ha cambiado nada la proporción de inequidad. Eso demuestra que si no se hace algo intencionadamente para cambiar el panorama, planes, proyectos, programas, etc. el mundo no va a cambiar solo. Dándole tiempo no vamos a llegar a la equidad.

Imagen tomada de: https://static.iris.net.co/semana/upload/images/2019/5/14/615280_1.jpg

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-ensenar-a-las-ninas-a-ser-lideres-en-el-colegio/615282

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Equidad de género: 24 planteles de educación superior firman compromiso y definen políticas

Por: Carlos Said.

Las entidades apuntarán a que al menos 40% de las integrantes de los órganos superiores sean académicas. De acuerdo a un balance, hoy en 47% de las universidades tradicionales, las mujeres han aumentado su participación en la toma de decisiones.

Las movilizaciones feministas pusieron sobre el debate la desigualdad de género en la educación superior, lo que hizo que autoridades e instituciones reforzaran su trabajo para fomentar la inclusión de mujeres. Una de esas acciones la lideró el Ministerio de Educación (Mineduc), que en marzo propuso a los rectores firmar un compromiso para avanzar en equidad de género.

Y ese llamado tuvo frutos, pues ya son 24 las instituciones de educación superior que firmaron el pacto, entre ellas nueve universidades, como la U. Católica, U. de La Frontera y U. de Tarapacá. Se unen 15 centros de formación técnica e institutos profesionales, como el IP Arcos, IP La Araucana y el CFT Estatal de Valparaíso.

El compromiso exige a estos planteles construir políticas de equidad, con metas y acciones. Entre las medidas que deberán cumplir está que al menos 40% de los integrantes de los órganos superiores sean mujeres. Al mismo tiempo, apuntan a que en las elecciones de rectores compita al menos una mujer. Otro punto es favorecer el ingreso de investigadoras al claustro académico.

Además, se exige que la carrera académica contemple plazos especiales de ascenso en la jerarquía para las profesoras que sean madres. Del mismo modo, los foros o seminarios deberán contar con expositoras mujeres cuando participen cuatro o más expertos. Las instituciones tendrán entre dos y tres años para cumplir con todo esto.

Diferencias enormes

La ministra de Educación, Marcela Cubillos, explica que el país “necesita más mujeres en los órganos directivos de las instituciones de educación superior, y valoramos este compromiso que están asumiendo universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica, porque es un primer paso hacia ese objetivo”.

Por su parte, el Mineduc se compromete a seguir y visibilizar el nivel de cumplimiento a través de la creación de un Observatorio de Equidad de Género, lanzado hace unos días.

Actualmente, la presencia de mujeres en cargos de toma de decisión de los planteleses ínfimo: según el observatorio, hay solo 30 mujeres dirigiendo universidades, CFT e IP, mientras que 120 hombres figuran en esos mismos cargos. Hay 46 instituciones que no tienen ninguna vicerrectora, 33 tienen solo una vicerrectora, 12 tienen dos de estas autoridades cada una y solo cinco planteles tienen tres vicerrectoras cada uno. Y a nivel académico, hay 55 instituciones donde menos del 40% de la planta de profesores está compuesta por mujeres.

Sesión de rectores

El Consejo de Rectores (Cruch) también está avanzando en el tema. De hecho, en la sesión que tendrán los rectores hoy en Talca, la Comisión de Igualdad de Género de ese organismo evaluará las medidas que se han tomado en las 29 universidades que lo integran, y que suman 350 mil estudiantes.

Según los datos de la comisión, a los que tuvo acceso La Tercera, 39% de los planteles ha hecho diagnósticos sobre la desigualdad en sus instituciones, el 28% está en proceso de hacerlo, 11% lo está diseñando y 22% no ha iniciado esa revisión.

Además, el 61% de las universidades ya tiene unidades o direcciones de equidad de género. El 72% cuenta con protocolos para atender situaciones de violencia; más de la mitad tiene información estadística desagregada por sexo y  47% registra un aumento en la participación de las mujeres en la toma de decisiones.

Antonia Santos, presidenta de esa comisión y académica de la U. Arturo Prat, valora el avance que muestra el Cruch, pero destacó que se han observado dificultades a la hora de aplicar los protocolos. “Nos hemos dado cuenta de que existe una diversidad muy grande, por lo que se decidió realizar una sesión con las personas que están recibiendo las denuncias, para tener una visión unánime sobre cómo deben ser los procedimientos, pues no son tan eficaces como nosotros pensábamos: hay problemas de procesos que son muy largos, sanciones que no llegan o investigaciones que no culminan”, describe.

Fuente del artículo: https://www.latercera.com/nacional/noticia/equidad-genero-24-planteles-educacion-superior-firman-compromiso-la-inclusion/629199/

 

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