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Operación casa por casa en Bulgaria para escolarizar a los niños gitanos

Bulgaria / 15 de octubre de 2017 / Autor: AFP / Fuente: Eco Diario

«Vamos a inscribirle en el colegio, a no ser que su padre nos diga que volvamos a Alemania», responde la madre de Orlin Marinov, de 10 años, a un equipo que recorre Bulgaria para escolarizar a los niños gitanos.

Unos 130.000 niños que viven en Bulgaria no van al colegio porque sus padres no los inscriben, según el ministerio de Educación. Casi todos son gitanos, una minoría pobre y marginada que representa el 9% de la población búlgara y que, según los expertos, quedó abandonada a su suerte desde la caída del comunismo en 1989.

El gobierno del conservador Boiko Borisov se ha propuesto atajar el problema.

Este país, el más pobre de la Unión Europea (UE) y con escasez de mano de obra debido a la emigración, ha decidido «actuar con todo su poder y recursos» contra esta lacra, afirma el vice primer ministro Tomislav Donchev.

Con este objetivo ha movilizado a más de 1.100 equipos integrados por profesores, asistentes sociales, oenegés y policías para contactar con las decenas de miles de familias afectadas.

En el barrio gitano de Plovdiv (sur), la tarea es ardua. De las siete direcciones visitadas en una mañana, sólo han conseguido ver a Orlin Marinov. Los otros niños están en Alemania o Bélgica, aseguran los vecinos.

A veces «los niños que buscamos pueden hallarse justo a nuestro lado. Los padres desconfían de los desconocidos», explica a la AFP Teodora Krumova, vicepresidenta de la oenegé Almalipe implicada en la escolarización de los niños gitanos.

– Embarazos precoces –

Según el instituto de la población, 22% de los gitanos son analfabetos y apenas el 9% ha terminado los estudios secundarios exigidos por la ley.

Para cambiar las cosas se necesita «una integración lingüística precoz de los niños cuya lengua materna no es el búlgaro», recuerda el sociólogo Alexey Pamporov.

Pero muchos de los que comienzan el curso lo dejan para encargarse de tareas familiares. «Las niñas se ocupan de sus hermanos y hermanas pequeños, los niños van a trabajar con sus padres», explica.

Además, a falta de educación sexual, hay muchos embarazos precoces. Para luchar contra este problema, las autoridades mezclan los incentivos y las sanciones.

«Si las familias no cooperan, se prevén multas y suspensión de los subsidios», advierte Donchev.

El otro vice primer ministro, el nacionalista Krasimir Karakachanov, va más lejos. «Las bodas entre menores, la no escolarización deben considerarse un delito». Y «se les quitará los niños a las familias que los obliguen a mendigar o a robar», amenaza.

En el terreno, las comisiones insisten más bien en los beneficios de la escolarización: recuerdan que si un alumno no termina los estudios básicos no podrá pasar el permiso de conducir y hacen hincapié en los casos de éxito.

Hay varios ejemplos, como el de Marcel Iliev, de 19 años, un alumno de origen gitano que ha conseguido una beca de tres años para estudiar en Inglaterra. «Los estudios son el camino hacia el éxito y permiten salir de la pobreza», asegura él a la AFP.

La campaña es complicada. De las 150.000 direcciones inspeccionadas a mediados de octubre, sólo 12.146 han sido inscritos, según el ministerio de Educación.

Krumova cree que se acabará convenciendo a todas las familias pero duda de que se llegue a los que viven «en la miseria más profunda».

Además, la calidad de los colegios de los barrios gitanos deja que desear.

«No enseñan nada a nuestros hijos. Mi sobrina acaba la escuela primaria sin saber escribir su nombre», asegura indignado Raitcho Krastev, un habitante de Plovdiv.

Fuente de la Noticia:

http://ecodiario.eleconomista.es/internacional/noticias/8670491/10/17/Operacion-casa-por-casa-en-Bulgaria-para-escolarizar-a-los-ninos-gitanos.html

Fuente de la Imagen:

http://cadenaser.com/ser/2017/08/30/sociedad/1504103419_741607.html

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Crece escolarización de mujeres afganas

Afganistán/ 10 de octubre de 2017/Fuente: http://www.economiaynegocios.cl

El Ministerio de Educación de Afganistán reveló ayer que 39 por ciento de 9,2 millones de estudiantes del país son mujeres.

No obstante tres a cinco millones de niños, en su mayoría niñas, todavía son incapaces de asistir a la escuela.

De las menores que acceden a la educación, gran parte de ellas debe abandonarla porque son obligadas a contraer matrimonio a temprana edad.

Para revertir esa situación el país ofrece a niñas de entre 10 y 15 años un programa de aprendizaje acelerado, que les permite completar su formación primaria.

Adicionalmente, alrededor de 3 mil mujeres de 10 a 30 años han recibido apoyo para completar su formación secundaria.

Fuente de la Noticia:

http://www.economiaynegocios.cl/noticias/noticias.asp?id=405462

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Libro: Ingenuos, ignorantes, inocentes (de la educación informal a la escuela autoorganizada)

Chile / 1 de octubre de 2017 / Autor: Carlos Calvo Muñoz / Fuente: JUNJI

Este libro nace como un crítica constructiva a la escolarización. Su autor es el académico chileno, director del Doctorado en Educación de la Universidad de La Serena y profesor de Filosofía, Carlos Calvo.

El libro es una invitación a reflexionar sobre la educación y la escolarización, es decir, aquello que genera que más temprano que tarde los estudiantes aprendan que no pueden aprender. Se trata de una crítica constructiva a la educación formal, un cuestionamiento al paradigma que sustenta el modelo escolar vigente.

Link de descarga:

http://www.junji.cl/wp-content/uploads/2017/09/Libro-Carlos-Calvo.pdf

Fuente:

http://www.junji.cl/2017/09/21/ingenuos-ignorantes-inocentes/

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Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Por: Pablo Gentili

Privatización, desinversión y precarización educativa

El avance del derecho a la educación en Latinoamérica no está exento de contramarchas. Los contextos políticos van marcando momentos más propicios para esos avances, y otros, en los que se pone en cuestión el acceso universal a bienes comunes, como son el conocimiento, la cultura y la educación. El gobierno de Mauricio Macri ha tomado decisiones y ha orientado un conjunto de acciones que poco contribuyen a ampliar las oportunidades educativas de los argentinos más pobres. Se inicia un ciclo regresivo en el campo social, con impactos negativos en el sistema escolar. Las brechas educativas tienden a ampliarse en un país donde la pobreza aumenta y la desigualdad se vuelve aún más estructural.

La ampliación del acceso a la educación es un hecho visible en la mayoría de los países del mundo. El fenómeno es, en parte, resultado de la mayor demanda social de educación de las familias y, en parte, de las políticas educativas que amplían la oferta y desarrollan iniciativas para la efectiva escolarización de niños y niñas. En general, estas políticas se desarrollan bajo la guía de los marcos normativos nacionales e internacionales que comprometen a los Estados con la educación y los obligan a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y a promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.

Luego de varios años en los que América Latina transitó un ciclo virtuoso en el que se ampliaron derechos y se cerraron brechas sociales, la región parece haber ingresado en una etapa marcada por el cuestionamiento a los fundamentos de un conjunto de políticas que ampliaron oportunidades y derechos a las poblaciones más pobres. El ciclo político iniciado en Argentina a fines de 2015, parece inscribirse en esta matriz. Aunque el proceso tiene contradicciones y enfrenta resistencias, las reformas y las decisiones que, en materia de política pública, ha llevado a cabo el gobierno de Mauricio Macri desde el inicio de su mandato, articuladas con un poderoso frente de actores económicos, mediáticos y judiciales, avanza con impactos regresivos en el campo social. En el sistema educativo, este ciclo ya ha puesto en evidencia esta regresividad, con efectos negativos en la garantía del derecho a una educación de calidad para amplios sectores de la población argentina.

La Campaña Argentina por el Derecho a la Educación se propuso relevar y analizar las políticas educativas en curso, a un año y medio de iniciado este nuevo ciclo político en el país. El objetivo fue reconocer y valorar evidencias y datos que nos permitieran perfilar mejor la tendencia señalada, e identificar, en qué medida y a través de qué mecanismos, se está operando el estrechamiento de los derechos educativos en Argentina. Toda la evidencia recopilada fue sistematizada y publicada en un informe recientemente difundido, cuyos aspectos principales sintetizamos aquí.

Agravamiento del contexto social de escolarización

Una dimensión clave para perfilar qué está pasando con el derecho a la educación en Argentina es caracterizar lo que denominamos como el contexto social de la escolarización. Las actividades educativas que se desarrollan en las escuelas están siempre marcadas por la realidad social de las comunidades y sus familias. Sabemos que es posible educar en cualquier contexto, que el hecho de enseñar y aprender se puede desplegar aún en las realidades más difíciles; pero también conocemos los obstáculos y déficits que acarrean las condiciones de pobreza para los procesos educativos. Por eso, una buena política educativa debe estar siempre acompañada y potenciada por adecuadas políticas económicas, de empleo y de redistribución de los ingresos, que mejoren las condiciones de vida de las familias de los estudiantes.

Sobre el contexto social en el que se desenvuelve el proceso de escolarización en la Argentina actual, debe apuntarse el negativo impacto que están teniendo diversas decisiones de política económica en las condiciones de vida de la población. La transferencia de ingresos hacia los sectores más concentrados(por la vía de la reducción de impuestos a sectores exportadores e internacionalizados), la tendencia al incremento de la desocupación y la pobreza, así como la pérdida de poder adquisitivo de los ingresos que perciben los segmentos de hogares más vulnerables, agravan la situación social que enmarca las trayectorias educativas de los estudiantes. Este proceso ha impactado negativamente en los ingresos que perciben los segmentos más desaventajados de la población: el salario mínimo registró una caída del 5,7% en 2016; la Asignación Universal por Hijo (transferencias de ingresos percibidas por las madres en los hogares vulnerables), experimentó una contracción de 6,9% en 2016; por su parte, la jubilación mínima exhibió también la misma tendencia aunque con una pérdida mayor de poder adquisitivo: tras haber crecido 6,9% en 2015, en 2016 tuvo una caída real del 7,0% (Grafico 1).

Gráfico 1. Variación del poder adquisitivo del Salario Mínimo Vital y Móvil, de la AsignaciónUniversal por Hijo (AUH) y de la jubilación mínima en 2015 y en 2016

Argentina: el derecho a la educación en cuestión
 Fuente: elaboración propia sobre la base de CIFRA (2017)

Nuevas formas de privatización

El agravamiento económico, social y laboral del último año y medio es un dato significativo para el derecho a la educación, ya que habla de una de las principales variables del afuera de la escuela, que impactan en la enseñanza y en los aprendizajes. Otro aspecto que pone en jaque al sistema educativo, pero desde su mismo interior, son los ensayos parciales, sutiles y novedosos de privatización de la educación que se están desarrollando en Argentina. En un reciente estudio sobre la privatización de la educación en América Latina que fuera comentado en este mismo blog (Contrapuntos, 02/06/2017), Verger, Moschetti y Fontdevilla, analizan las diferentes estrategias a través de las que avanzan los intereses mercantiles en la educación latinoamericana. En ese texto, se alerta sobre formas novedosas o poco visibilizadas de privatización de la educación tales como ciertas alianzas público-privadas, la contratación de servicios externos por parte de los sistemas educativos o las iniciativas educativas sostenidas en las lógicas del management empresarial. La Argentina está siendo un laboratorio avanzado de algunas de estas dinámicas.

La alianza que la gestión gubernamental actual ha establecido con el programa de co-docentes de Enseñá por Argentina (franquicia local de Teach for America), está incorporando a las aulas como docentes a jóvenes talentosos con una breve capacitación docente y un estipendio que equivale a un tercio del salario que perciben los maestros. Otra alianza del mismo tenor, haciendo un uso poco responsable del voluntariado, fue ensayada por el gobierno de la Provincia de Buenos Aires (alineado políticamente con el gobierno nacional) al convocar a vecinos como voluntarios para reemplazar a los docentes y así romper la huelga de maestros que reclamaban una razonable recomposición salarial, luego de un año con más de 40% de inflación.

Otro eje de privatización que se está ensayando consiste en traspasar a privados parte de las acciones propias del gobierno de la educación, como son la producción y difusión de información y estadísticas educativas. A pocos meses de que la nueva gestión de gobierno desmantelara virtualmente el área del Ministerio de Educación y Deportes encargada de relevar y difundir las estadísticas educativas de todo el país, el ministro de la cartera firmó un convenio con un grupo de empresarios y especialistas en educación agrupados en un “observatorio de la educación” cuyas funciones serán las de sistematizar y dar difusión a los datos e indicadores que permiten conocer la situación del sistema educativo argentino. El debilitamiento de una de las áreas técnicas más importantes de la cartera educativa y el traspaso de parte de sus funciones a un consorcio particular, ponen sobre la mesa un vector de privatización que, como de costumbre, se alimenta de un debilitamiento inducido de las capacidades del Estado.

Competencia para la mejora

Otra modalidad en que las lógicas del mercado están ingresando al sistema educativo es la implementación de evaluaciones en todas las escuelas. Desde el año 2016, el principal operativo de evaluación educativa del país comenzó a denominarse Aprender. Esta evaluación fue aplicada en octubre de 2016 en escuelas primarias y secundarias de todo el país con una modalidad censal para los estudiantes de los últimos años de estudio. Que un operativo de este tipo sea censal, significa que releva o aspira a relevar a todos los estudiantes que asisten a esos años de estudio. En el caso de Aprender 2016, la iniciativa se frustró ya que esperaba censar a 1,2 millones de estudiantes, pero omitió a 350 mil, la mayor parte de los cuales (290 mil) son de escuelas estatales (Gráfico 2).

Gráfico 2. Alcance de la evaluación Aprender en los últimos años de estudio de los niveles primario y secundario. Total país y para el sector estatal. Año 2016

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Fuente: elaboración propia a partir de Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, 2016 (informe Aprender)

Pero más allá de la importante omisión de alumnos de escuelas públicas por parte de la evaluación Aprender, no se comprende por qué este operativo se repetirá todos los años y de manera censal. Si esta iniciativa se propone ofrecer mayor conocimiento sobre la realidad del sistema educativo con el objetivo de implementar políticas para su mejora, hay que decir que no es necesario realizarla con periodicidad anual y régimen censal, ya que se reconoce que los ciclos de diseño, implementación y evaluación de las políticas educativas llevan más de un año (por lo menos dos y hasta tres años). Sobre este criterio es que la más reconocida evaluación internacional, PISA, se realiza trienalmente. En cuanto al carácter censal, debe destacarse que tanto su costo como los problemas que tiene este mega operativo, desaconsejan su uso; una muestra de escuelas, con un buen nivel de desagregación, no sólo es mucho más económico y controlable en su implementación, sino que arroja resultados pertinentes de las distintas realidades educativas de las escuelas, que son muchas y variables, pero que una muestra adecuada puede capturar. Por eso, reiterar evaluaciones estandarizadas todos los años y hacerlo en todas las escuelas del país, como se está haciendo en Argentina, entraña un objetivo claro: que sus resultados se utilicen para conformar rankings de escuelas. Sobre este terreno peligroso está avanzando nuestro país. Hace poco, las autoridades educativas nacionales, indicaron a los directores de las escuelas que difundieran los resultados obtenidos por sus alumnos en la evaluación, una acción que propende hacia la competencia entre escuelas a partir de que cada institución, haga publicidad sobre su “calidad educativa” con estos puntajes. Estas prácticas no sólo comprometen a las instituciones con mayores dificultades con una pérdida de reputación, que profundiza la pérdida de matrícula y de capacidades para la mejora (una “presión negativa”), sino que también incentivan prácticas de manipulación de los operativos y de sus condiciones en las propias instituciones como, por ejemplo, el rechazo de algunas escuelas a inscribir alumnos repetidores o el desarrollo de acciones sutiles para desentenderse de los “estudiantes problema”, hecho que atenta contra el ejercicio del derecho a la educación. Las lógicas del mercado pueden ser eficaces y eficientes para la actividad comercial pero no dan los mismos resultados en los sistemas educativos.

¿Incapacidades de gestión?

A esta riesgosa orientación general de las políticas educativas, se debe añadir también las dificultades que se advierten en la ejecución de las propias políticas. Un caso a resaltar refiere a la educación inicial, un nivel de enseñanza que está en el centro del debate educativo en la región. Expandir y mejorar la oferta de la educación de la infancia está siendo uno de los objetivos prioritarios en muchos países. Argentina no es un caso aparte. La actual gestión ha enfocado su política para el nivel inicial en la provisión de oferta, esto es, en la construcción de jardines de infantes o de nuevas aulas. Tanto los anuncios oficiales como el presupuesto aprobado para el año 2017, destacan la construcción o ampliación de jardines de infantes por un total de $ 5.592 millones de pesos (unos U$D 330 millones de dólares), cifra equivalente al 3,5% de todo lo presupuestado por el Estado nacional para educación en 2017. Sin embargo, hasta la primera semana del mes junio (cerca de la mitad del año), se informaba que habían sido ejecutados $ 506 millones de pesos, sólo el 9% del total presupuestado para el sector, la más baja ejecución de las 19 partidas del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación. El dato contrasta marcadamente con los niveles de ejecución que se advierten en otras áreas ya que, la ejecución global del presupuesto del Estado Nacional, para la misma fecha, era de 46% y para el Ministerio de Educación y Deportes de la Nación, de 36%. Incluso, para el conjunto de las obras del Estado nacional que implican construcciones, un tipo de inversión de capital de una naturaleza comparable con la construcción de jardines, se advierte una ejecución del 31%, cifra muy superior a la de los jardines (Gráfico 3). Otro dato significativo es que, del total de 268 jardines que tienen obra prevista en el presupuesto 2017, 215, es decir un 80% del total, no registran aún ejecución presupuestaria alguna hacia mitad de año.

Gráfico 3. Porcentaje de ejecución presupuestaria del Estado nacionalal 07/06/2017 para diferentes partidas presupuestarias

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Fuente: elaboración propia sobre la base de set de datos sobre ejecución presupuestaria, Sec. de Hacienda.

Nota: el análisis de la ejecución presupuestaria se realiza considerando el criterio de lo devengado.

Otra área clave donde se advierten déficits severos es en el Plan Nacional de Educación Digital, iniciativa que se propone entregar netbooks a todos los estudiantes que ingresan a la educación secundaria (unos 600 mil por año). En el año 2016, el propio gobierno admitió que pudo entregar sólo 350 mil equipos a los estudiantes, menos de un 60% del total esperado. Si bien se anunció que el déficit se saldaría en 2017, a junio del corriente año sólo se ha ejecutado el 15% de los fondos anuales asignados para el programa. Por otra parte, el presupuesto asignado a este importante programa ministerial ya ha sido recortado en un 14% respecto de lo que había aprobado el Congreso de la Nación ($ 1.000 millones de pesos sobre $ 7.200 millones) y la licitación de equipos que se dio a conocer, consigna la compra de sólo 450 mil netbooks, la mitad de las 850.000 que se deberían adquirir para saldar el déficit de 2016 y cumplir con las necesidades de los nuevos estudiantes de 2017.

Los problemas de gestión reflejados en la subejecución de partidas presupuestarias asignadas, tanto para la construcción de escuelas infantiles como para el Plan Digital, marcan el pulso de una conducción educativa que se ha mostrado sagaz para comunicar y marcar agenda en medios y redes sociales, pero que no ha tenido la misma eficacia para apalancar las decisiones que mejoran la realidad cotidiana de la educación. La pregunta obligada es, hasta dónde la subejecución presupuestaria es una expresión de la incapacidad de gestión o, hasta dónde, el modo velado a través del que avanza el recorte de los recursos públicos destinados a la educación.

Las múltiples ausencias del Estado

Las ausencias del Estado nacional respecto a sus responsabilidades con la educación están reñidas con las normativas, nacionales e internacionales, que obligan a los gobiernos a implementar políticas que garanticen el derecho a la educación. En Argentina, esta situación se ha expresado en el último año y medio en la supresión, debilitamiento y/o ahogo presupuestario de políticas y programas estratégicos para la inclusión educativa. Un ejemplo es la marginación y minimización a que fue sometido el Programa de Educación y Memoria, iniciativa destinada a promover la conciencia sobre los crímenes de lesa humanidad y el terrorismo de Estado. En el mismo sentido, hay que mencionar la derivación de una importante cantidad de recursos destinados a la construcción de escuelas rurales, para ser aplicados en el oneroso operativo de evaluación censal que es bandera política de la actual gestión. Por su parte, las políticas para la educación de la primera infancia (hasta los dos años de edad) brillan por su ausencia en la agenda de acciones acometidas por la actual gestión, en abierta contradicción con la Ley de Educación Nacional que considera a este primer ciclo del sistema educativo, como parte de la educación inicial. Por último, en esta breve enumeración sobre las doloras ausencias de las políticas educativas, hay que mencionar la inexistencia de políticas de desarrollo de la modalidad de educación intercultural bilingüe, contrariando el mandato no sólo de las normativas educativas sino de la propia Constitución Nacional que establece el derecho a la identidad, la cultura y la educación de los “pueblos indígenas argentinos”.

Este listado no podría estar completo si no se mencionara que, a comienzos de 2017, el gobierno nacional se desentendió por completo de la responsabilidad de convocar a las representaciones gremiales de los docentes para un diálogo paritario sobre formación, condiciones de trabajo y salario. Esta responsabilidad, establecida explícitamente en el artículo 10 de la Ley de Financiamiento Educativo, tiene como fundamento alcanzar condiciones más homogéneas para el ejercicio de la enseñanza en todo el país. En una nación de organización federal, que exhibe desigualdades históricas entres sus regiones y provincias, la labor del Estado central es crucial para elevar las condiciones de la enseñanza en todo el territorio. El diálogo paritario que no se concretó este año, por primera vez desde que se instaurara por primera vez en 2008, está teniendo un impacto severo en los salarios de los docentes, luego de un 2016 en el que Argentina tuvo un índice de inflación del 41%. Como caso testigo, puede tomarse el de la provincia de Buenos Aires, jurisdicción que congrega al 40% de los docentes del país, dónde el incremento nominal del salario docente sólo superó la mitad del poder adquisitivo perdido en el año 2016 (gráfico 4).

Gráfico 4. Incremento salarial del docente de la Provincia de Buenos Aires e inflación del año anterior al aumento. Años 2014 a 2017

Argentina: el derecho a la educación en cuestión
Fuente: elaboración propia sobre la base de Informe Indicativo de Salarios Docentes del Ministerio de Educación y Deportes de la Nación e índice de inflación del Congreso (para 2013 y 2014), cifras divulgadas por el ex Ministro de Hacienda Pratt Gay (para 2015) e INDEC Gestión Macri (para 2016).

Nota 1: el aumento salarial se construyó a partir de un promedio del salario bruto anual para el cargo de maestro con 10 años de antigüedad en la provincia de Buenos Aires.* Nota 2: el aumento salarial 2017 corresponde al 24% ofrecido por la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires hacia fines del mes de junio, cuatro meses después de la propuesta inicial del 18% ofrecida en el mes de marzo.

Financiamiento educativo: más recursos a deuda que a educación

Todo lo señalado vuelve a poner en el centro el debate la cuestión del financiamiento de la educación. La estructura y distribución de los presupuestos públicos son un aspecto central para valorar las políticas que se propone implementar una gestión de gobierno, ya que permite identificar las prioridades a partir de la asignación de los recursos. Al respecto, el presupuesto educativo del Estado nacional argentino para 2017 es, en términos reales, un 7% inferior al de 2016. Otra forma de ver la pérdida de jerarquía presupuestaria de la educación es a través de su participación en el presupuesto total: 7,4% en 2015; 7,8% en 2016; y 6,8% en 2017. La variación interanual de este indicador da cuenta de una pérdida presupuestaria equivalente al 13%, desde el 7,8% de participación de los recursos educativos en 2016 al 6,8% presupuestado para 2017 (Gráfico 5).

Gráfico 5. Participación del presupuesto educativo en el presupuesto nacional.Años 2015, 2016 y 2017

Argentina: el derecho a la educación en cuestión

Fuente: elaboración propia en base a leyes de presupuesto 2015, 2016 y 2017

Probablemente, el rasgo más expresivo del presupuesto 2017 es que el Estado nacional vuelve a gastar más en deuda que en educación. Mientras que la relación deuda/educación había sido de 1,04 en 2015 (por cada peso gastado en deuda se habían destinado $1,04 a educación) y de 0,85 en 2016 (se gastó menos en deuda que en educación), esta relación es de 1,55 en 2017 (Gráfico 6). Esto significa que se transferirá a los acreedores del Estado nacional un 55% más que los recursos que se invertirán en educación.

Gráfico 6. Distribución de fondos del Estado nacional presupuestados para deuda y para educación; relación entre deuda y educación. Años 2015, 2016 y 2017

Argentina: el derecho a la educación en cuestión
 Fuente: elaboración propia sobre la base de Oficina Nacional de Presupuesto.

La Campaña Argentina por el Derecho a la Educación, CADE, viene expresando su preocupación por las decisiones oficiales que están debilitando el derecho a la educación en Argentina. La pérdida de presencia del Estado nacional en la conducción de la política educativa del país; las iniciativas de privatización y comercialización de la educación que están en curso y; la reducción sistemática de los recursos destinados a financiar la educación, abren una etapa que puede ser crítica para el sistema educativo, en particular, para el sector de la escuela pública.

Informe completo de la CADE aquí: https://drive.google.com/file/d/0ByFBpf0I-wMJeEdvLUhoREU5eU0/view 

Fuente: https://elpais.com/elpais/2017/09/27/contrapuntos/1506477786_010901.html

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La precocidad, clave de la alfabetización.

En momentos en que el éxodo masivo de refugiados trastorna la
escolarización de decenas de miles de niños, la especialista en educación Helen Abadzi –
cuyos trabajos contribuyeron a que el dominio de la lectura desde el inicio de la primaria sea
hoy una prioridad internacional de primer orden– aboga con fervor por una “vacunación” precoz de
los niños contra el analfabetismo, antes de los 18 años.

Por:Unesco.

Cada 8 de septiembre, con motivo del Día Internacional de la Alfabetización, recuerdo a las mujeres iletradas de mi infancia. Hace unas pocas décadas, en mi Grecia natal la pobreza y los conflictos étnicos eran profundos y causaban a la educación los mismos problemas que hoy.

En el decenio de 1930, cuando era raro que las niñas del campo fueran a la escuela, mis dos tías contrataron en Atenas a una joven campesina. Como eran maestras, le enseñaron concienzudamente a leer la ortografía griega, que es relativamente coherente. María aprendió las letras, pero nunca supo distinguir otra cosa que palabras aisladas. Terminó renunciando. Cuidó a niños que estudiaron, pero se fue iletrada de este mundo, cumplidos los 90 años.

Los conflictos étnicos y los desplazamientos privaron a mi tía paterna de escolaridad. Su familia huyó de Turquía a Grecia en 1922, sus padres murieron, y ella nunca fue a la escuela. Con cuarenta años cumplidos, aprendió los rudimentos de la lectura de su hija, que era docente. Vivió la mitad de su vida en una gran ciudad, rodeada de inscripciones. Cuando tenía 97 años examiné sus conocimientos y comprobé que solo reconocía las mayúsculas con muchas vacilaciones. A lo sumo podía leer el nombre de las líneas de autobús.

Sofía, que me crió, alcanzó un nivel muy diferente. Huida de Turquía también en 1922, comenzó la escuela primaria antes de acabar huérfana y sin hogar. Ella fue quien me ayudó cuando aprendí a leer. Leía nuestros manuales escolares con voz vacilante, haciéndonos reír. Pero como lograba leer frases enteras, continuó practicando y mejorando. Al final de su vida, se ponía las gafas, abría el periódico y le leía las noticias a mi madre.

Dislexia adulta

© Radu Dumitrescu

Muchos años después, siendo especialista en educación del Banco Mundial, examiné varios proyectos de alfabetización de adultos con el fin de evaluarlos. A pesar de los esfuerzos de gobiernos y ONG en materia de alfabetización de adultos en los años 1980 y 1990, las situaciones descritas en los informes me recordaron imágenes de mi niñez. En Bangladesh, después de haber estudiado un año entero, los estudiantes apenas balbuceaban. En Burkina Faso, al final de la formación, los adultos se detenían en cada palabra y les costaba descifrar incluso su propia escritura. Sin embargo, todos aquellos que habían ido a clase en la infancia, aunque fuera brevemente, leían con facilidad, igual que Sofía. El contraste era sorprendente.

No sólo leen con dificultad los adultos que no han estudiado. Los extranjeros educados que aprenden un idioma cuyo alfabeto es diferente del propio experimentan los mismos problemas. Un investigador o un trabajador humanitario “occidental” que haya vivido durante décadas en Etiopía o Bangladesh y hable el idioma local con fluidez quizá lo lea toda su vida como un niño de primer grado. Se enfrenta a una maraña de letras que debe desentrañar una a una. Puede que la lectura le resulte demasiado tediosa y entonces la evita.

Estos hechos ilustran un fenómeno singular que puede denominarse “dislexia del adulto neoalfabetizado”. Al parecer, se hace significativo a los 19 años y probablemente nos afecta a todos. Los estudiantes universitarios que deben aprender un nuevo alfabeto después de los 18 años leen lentamente y durante décadas tienen dificultades para descifrar un texto. Varios estudios cognitivos y neurocientíficos muestran dificultades de lectura persistentes entre los adultos. La dislexia de los adultos puede explicar en parte los malos resultados de los programas de alfabetización de adultos en todo el mundo. Pero ha pasado desapercibida. Los educadores atribuyen estos fracasos a problemas sociales, falta de motivación de los alumnos o a defectos de organización. Sin duda, estos factores deben tomarse en cuenta, pero los resultados son igual de decepcionantes en alumnos tenaces. Y como esta extraña dislexia permanece invisible, es poca la investigación directa que se le ha dedicado.

Pero, ¿qué es una lectura fluida?, y ¿por qué es importante? Percibida como un banal rito de paso de la niñez, requiere no obstante cambios cerebrales específicos.

“Vacunar” contra el analfabetismo a los niños

La lectura es el resultado del aprendizaje perceptivo; durante los primeros milisegundos, está desconectada de toda comprensión. Con la práctica, el cerebro aprende a reunir y descifrar al mismo tiempo el contorno de las letras. Lo hace más eficazmente cuando ha aprendido los símbolos por separado, insistiendo en las analogías formales. La práctica combina unidades pequeñas en unidades más grandes. Aprender algunos alfabetos y sistemas ortográficos requiere más tiempo que otros. Pero en todas las culturas, de Francia a China, el hombre utiliza las mismas estructuras cerebrales para leer.

En un primer momento, el alumno descodifica las letras por separado mediante un esfuerzo consciente. Después de docenas de horas de ejercicio, este tratamiento migra a una parte del cerebro que reconoce las palabras como si se tratara de rostros. A continuación, basta un vistazo para descifrar una secuencia de letras, como si fueran los rasgos de un rostro. Al mismo tiempo, la lectura se convierte en fácil, automática. No podemos ya dejar de leer, del mismo modo que no podemos dejar de reconocer los rostros de las personas que conocemos. La velocidad así alcanzada es de 45 a 60 palabras por minuto.

Con el aprendizaje perceptivo, el hombre puede aprender a reconocer una huella, la notación musical, los números, las ecuaciones matemáticas, las constelaciones o los signos tempranos del tiempo que va a hacer. Y puesto que esa función visual se adquiere y se ejerce con regularidad, permanece en la memoria. Podemos pues “inmunizar” a los niños contra el analfabetismo.

Curiosamente, no es necesario conocer un idioma o su escritura para poder leerlo de corrido. Con fines religiosos, millones de niños de todo el mundo aprenden a leer textos en un idioma que les es desconocido y cuya escritura difiere de la de su lengua nacional. El aprendizaje es mucho más fácil cuando existe correspondencia entre las letras y los fonemas, como en español o hindi, a diferencia del inglés o el jemer, cuyas ortografías no son coherentes. Pero para comprender un texto tiene que haber fluidez: las presiones de la memoria a corto plazo requieren velocidad. Un adulto educado lee de 250 a 350 palabras por minuto.

Los niños que abandonan la escuela después de haber adquirido esa automaticidad son capaces de leer las inscripciones presentes por su entorno y de ejercitarse lo suficiente como para mantener y mejorar sus habilidades de lectura. Tal fue el caso de Sofía, mi ama de llaves. Pero si salen de la escuela sin ser capaces de leer con fluidez, el descifrar letra por letra se hace demasiado tedioso. Como María y mi tía paterna, pueden pasar ante un cartel o el nombre de una calle sin poder leerlos.

Por desgracia, esta capacidad de automatizar la lectura de un gran número de símbolos tiene una vida limitada. Algunos circuitos neuronales subyacentes a la percepción tienen períodos sensibles y experimentan en la adolescencia una desaceleración gradual. Si el proceso de automatización se interrumpe durante varios años, el niño puede perder un tiempo valioso que ya no podrá volver a recuperar.

La fluidez debe adquirirse antes de los 18 años

El desplazamiento masivo de refugiados en el siglo XXI ha provocado una grave crisis de analfabetismo. Muchos niños han visto sus estudios interrumpidos en una edad crucial. Trasplantados de Siria a Grecia y a Alemania, tal vez nunca automatizarán el conocimiento perceptivamente exigente de los caracteres árabes. Para algunos, la ruptura, sin duda, será definitiva. Y el exilio no es la única amenaza que pesa sobre la alfabetización de los niños. Los países de bajos ingresos han ampliado sus sistemas escolares sin saber bien cómo enseñar a los desfavorecidos, produciendo una generación de analfabetos escolarizados. Esta situación se ve agravada por el uso del inglés o del francés, de ortografía compleja. Por lo que un gran número de estudiantes africanos son capaces, a lo sumo, de descifrar algunas letras o palabras en ambos idiomas. Algunos asistirán de adultos a clases de alfabetización, pero según el Banco Mundial es probable que sea demasiado tarde para que puedan adquirir los automatismos necesarios.

Estas realidades neurológicas también tienen implicaciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible(link is external). Según el ODS 4.6, de aquí al año 2030 los gobiernos deben garantizar que todos los jóvenes y una considerable proporción de hombres y mujeres adultos puedan leer, escribir y contar. Para facilitar el aprendizaje y apoyar a los maestros en su tarea, debe existir una implicación de la investigación neurocognoscitiva.

Activar la función del aprendizaje perceptivo no requiere actividades pedagógicas especialmente elaboradas. Los docentes deben enseñar las analogías grafofonológicas y multiplicar, debidamente comentados, los ejercicios en clase. El ejercicio práctico ayuda a vincular las unidades pequeñas a las grandes, las palabras y las frases. Es esencial usar libros voluminosos o una gran cantidad de libros para facilitar el desarrollo de la competencia de reconocimiento “facial”. Los libros deben estar impresos en letras grandes y espaciadas para satisfacer las necesidades visuales del cerebro. La escritura apoya la lectura, debemos pues adquirir vocabulario para comprender los textos. Como el proceso de lectura es universal, de 45 a 60 palabras pueden ser el criterio aproximativo del automatismo en casi todos los idiomas y alfabetos. Para que el niño aprenda por los textos el placer de la lectura esta velocidad debe alcanzarse a fines del segundo grado.

Los donantes y los gobiernos reciben una gran cantidad de consejos confusos en materia de lectura. Los métodos tradicionales de aprendizaje letra por letra, más adaptados al funcionamiento del cerebro, se han sustituido por un enfoque global de las actividades del lenguaje que refleja los puntos de vista de la clase media. Esto puede tener graves consecuencias para los pobres. Los alumnos de lenguas gráficamente coherentes pueden desde el primer año progresar en lectura lo suficiente como para resistir a las interrupciones ulteriores de la escolaridad. Esto era posible con los antiguos silabarios. Pero la introducción de métodos “modernos” ralentiza este proceso y expone a los escolares a los imponderables de la vida, así como al riesgo de convertirse en analfabetos funcionales.

El Día Internacional de la Alfabetización nos recuerda que debemos asegurar la automaticidad desde la infancia. Como esta función tiene un límite temporal, es preciso que a los 18 años a más tardar todos los niños lean con soltura en uno o más alfabetos. En el futuro, puede que la investigación biomédica mitigue este fenómeno neurológico, pero de aquí a 2030 el objetivo es claro. Las guerras y los desplazamientos de poblaciones parecen ser inherentes a la evolución humana, y la comunidad educativa debería estar dispuesta para afrontar estos fenómenos. Los gobiernos y los donantes deben aplicar las investigaciones existentes para la adquisición de la automatización desde el primer año de escuela. Así, si una emergencia llegara a interrumpir el proceso educativo, los adultos tendrán un futuro similar al de Sofía, y no al de María.

Fuente: http://es.unesco.org/courier/2017-julio-septiembre/precocidad-clave-alfabetizacion

Imagen: http://es.unesco.org/sites/default/files/styles/img_688x358/public/courier/photos/cou_02_17_news_literacy_02.jpg?itok=NXEOjsDm

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Aulas cada vez más vacías.

La población escolarizable en la Región de Murcia disminuirá un 12,6 % en 2029.

Por:laopiniondemurcia.

El número de personas en edad escolarizable en España, es decir, de hasta 24 años, se reducirá una media del 12,2 % hasta 2029, una variación será negativa en todas las comunidades -con una caída del 12,6 % en Murcia, de los 421.227 de 2015 a los 368.293 alumnos- y solo positiva en Ceuta y Melilla.

En toda España, se va a pasar de los 11,5 millones de personas en edad escolarizable que había en 2015 a los 10,1 millones dentro de 12 años, según alerta el Consejo Escolar del Estado en su «Informe 2016 sobre el estado del sistema educativo».

«Un bajísimo nivel de fecundidad continuado en los últimos más de treinta años ha tenido como consecuencia un descenso muy acentuado del tamaño de las generaciones que están en las edades escolares», explica la profesora titular de Geografía Humana de la Universidad de Navarra, Dolores López.

Recuerda que la importante llegada de inmigrantes entre el final del pasado siglo y la primera década de este aportó «algunos efectivos a estos grupos», aunque se ralentizó a partir de la crisis económica.

López destaca que la relación entre demografía y sistema educativo «varía mucho», sobre todo en función de si la educación es obligatoria.

Así, una sociedad con educación obligatoria en el tramo 6-16 años (como en España) mira el tamaño de las generaciones que se van a ir incorporando a esas edades y puede tener una idea de «la demanda futura».

En cuanto a las consecuencias de la disminución de alumnos asociada a la llegada a las edades escolares de generaciones pequeñas, esta experta señala que disminuye el ratio alumno/aula y ello «no siempre es negativo».

Pero si baja mucho el número de alumnos en un lugar concreto puede disminuir el número de aulas por nivel y cuando la disminución es muy importante «puede poner en peligro la subsistencia del centro educativo», afirma López, que comenta que en muchos ámbitos rurales o barrios muy envejecidos esto está pasando.

El análisis realizado en su informe por el Consejo Escolar se basa en la evolución de la población en edad escolarizable entre 2015 y 2029 con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Si en ese periodo la población de todas las edades se reducirá un 2,1 %, el peso de las personas escolarizables con relación a la población total disminuiría alrededor de 2,6 puntos porcentuales, al pasar de un 24,8 % en 2015 a un 22,2 % en 2029.

Los mayores descensos se producirán en Canarias (17,7 %), Comunidad Valenciana (16,9 %) y Extremadura (16,6 %).

Y las menores bajadas en Baleares (6,1) Aragón (7,6 %) y Madrid (8,2 %).

Y si se analiza un horizonte hasta 2064, disminuirá en casi setecientas mil el número de personas entre 5 y 24 años, recalca Dolores López.

«Esa disminución variará enormemente de unas comunidades a otras, de las zonas rurales a las urbanas e incluso entre barrios de una misma ciudad. Por lo tanto, en algunos lugares se cerrarán colegios y en otros habrá que abrirlos», asevera.

Y aunque la enseñanza universitaria no sea obligatoria, «si hay una generación llena en la que muchos de ellos quieren estudiar en la universidad, el factor demográfico importa», según López.

Respecto al sentido o no de abrir nuevas universidades cuando está bajando la natalidad, Dolores López subraya que en los últimos años se ha producido una importante internacionalización de los universitarios tanto en los centros públicos como privados.

«Al disminuir la población residente en España demandante de estudios universitarios, cada vez cobra más importancia la calidad de las universidades y su capacidad para atraer a talento más allá de nuestras fronteras», concluye.

Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/comunidad/2017/07/09/poblacion-escolarizable-murcia-disminuira-12/843983.html

Imagen: http://fotos00.laopiniondemurcia.es/2017/07/09/328×206/fotosantiguas040004406.jpg

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Leer, escribir, hablar y escuchar.

Reconociendo los avances, claramente puede decirse que la eficiencia de la escuela para producir una alfabetización crítica de la población es manifiestamente mejorable.

Por: F. Javier Merchán Iglesias.

Hay un gran consenso entre los docentes a la hora de señalar a la lectura comprensiva, la expresión oral y escrita o el cálculo y razonamiento, como los principales problemas que dificultan la adquisición de conocimiento por parte de los alumnos. A este respecto, por cierto, también hay consenso en considerar que las denominadas pruebas Escala, que desde hace varios años realiza por estas fechas la Consejería de Educación para comprobar el nivel de competencia del alumnado, son perfectamente prescindibles: no nos dicen nada que no sepamos y realmente contribuyen poco a la solución de los problemas que se pretenden detectar. Su persistencia no se justifica por su utilidad.

El caso es que, al margen ahora de la supuesta virtualidad de las pruebas, sin necesidad de ellas, los docentes saben que las deficiencias en estos recursos instrumentales son la pieza clave que explica el fracaso académico de muchos alumnos y la ralentización del logro en la adquisición de conocimientos, y saben que en este asunto estamos lejos de alcanzar las metas deseables y esperables. Reconociendo los avances producidos en los últimos cincuenta años, claramente puede decirse que la eficiencia de la escuela para producir una alfabetización crítica de la población, es manifiestamente mejorable.

Entre otros objetivos, la sociedad encomienda al sistema educativo promover en los alumnos la capacidad de razonamiento, así como la adquisición de conocimientos que ayuden a entender y discernir sobre el mundo social y material. Para ello resulta imprescindible el manejo de los códigos de la comunicación con los que se expresa y transmite la cultura, es decir, entender lo que se lee, explicar lo que se quiere decir, entender lo que se oye y razonar sobre lo que queremos saber; sin ese dominio, es mucho más difícil el ejercicio de la ciudadanía y la adquisición de conocimiento.

Se dice que el actual modo de vida de los jóvenes es un pesado hándicap para formar en habilidades que requieren una disposición muy diferente. Sin embargo, habiendo mucho de cierto en ello, tal cosa no puede ser una excusa o justificación, pues hoy el encargo de la sociedad es el de alfabetizar a esos niños y jóvenes, no a los de hace 50 años.

Ahora bien, no es menos cierto que la actual estructura de la escolarización, con sus horarios rígidos, asignaturas cerradas, gestión muy burocratizada, exámenes convencionales… lejos de aportar la solución, está convirtiéndose en parte del problema. Siendo el conocimiento un asunto complejo, la institución escolar tiende a simplificarlo. Transmitiendo a los alumnos la idea de que saber consiste meramente en reproducir lo que otros saben, el texto no se lee, se copia; las ideas no se escriben, se imprime lo que otro ha escrito. Si miramos los libros de texto y buena parte de las rutinas que se practican en el aula, las llamadas actividades no consisten realmente en pensar sobre una pregunta o problema, sino en buscar la página en la que se encuentra la respuesta. Generalmente los alumnos no estudian, es decir, no trabajan sobre un problema de conocimiento, sino que preparan exámenes. Y los exámenes, ya se sabe, no son exactamente un recurso para dar cuenta del conocimiento que se tiene sobre un asunto, sino para reproducir lo más fielmente posible lo que el profesor les dijo o lo que consta en los apuntes tomados de internet o en las páginas del libro de texto. En realidad, cuando, por ejemplo, se pregunta por las causas de la revolución industrial, la pregunta es dime las cuatro causas de la revolución industrial que te dije ayer. De esta forma, leer, escribir, hablar, escuchar y pensar, son tareas que acaban siendo prácticamente actividades extraescolares.

Se habla mucho del fracaso escolar refiriéndose al rendimiento de los alumnos, pero quizás sea más importante pensar sobre el fracaso de un sistema que en los albores del siglo XXI funciona de la misma forma que en el siglo XIX. Contengamos la irrefrenable tendencia a señalar culpables -generalmente, se dice, los docentes-. Vale más analizar los problemas y tomar nota de las múltiples experiencias que se vienen sucediendo en España y en otros países. A este respecto tanto en los medios de comunicación generales como en los profesionales se viene dando cuenta de tendencias prometedoras que, inequívocamente, pasan por cambios significativos en la estructura actual de la escolarización. Cambios de calado que no pueden producirse de la noche a la mañana pero que son viables si se establecen objetivos y estrategias. Para estos cambios es necesario apelar a la política, a la política educativa y a otras, pues, por sí solas, las escuelas y los profesores carecen de los recursos que requiere su reforma. Esperemos, por cierto, que el pacto educativo no sea el parto de los montes.

Fuente: http://www.diariodesevilla.es/opinion/tribuna/Leer-escribir-hablar-escuchar_0_1147985303.html

Imagen: https://image.slidesharecdn.com/expolineamientoscurriculares-120426145451-phpapp01/95/expo-lineamientos-curriculares-14-728.jpg?cb=1335452219

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