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Condición póstuma y educación

Por: Xavier Besalú

¿Podemos tirar por la borda, sin más, la escuela como institución y fiarlo todo a una plataforma sin nombre, sin normas, sin control, sin responsabilidad, que se dice neutra y sin afán de lucro?

Es posible –como se nos anuncia repetidamente en las redes sociales– que la escuela del futuro la estén no solo diseñando, sino también aplicando ya, al tiempo que nos venden sus bondades, las grandes empresas financieras y tecnológicas.

Se trata de una escuela completamente desinstitucionalizada, sin espacios físicos, ni paredes, ni aulas, ni patios; sin tiempos pautados y segmentados, sin horarios, sin cursos. Una plataforma en línea, disponible permanentemente, con un profesorado conectado y dispuesto sin límites, universal, abierta a todo el mundo y, a la vez, personalizada, atenta y sensible a la diversidad de intereses, talentos y esfuerzos.

Aparentemente al menos, la panacea, una respuesta oportuna y barata al declive de las instituciones, una justificación exculpatoria a tantas deserciones, a tantas formas alternativas de autoorganización, una lectura sesgada y puesta al día de la crítica al poder institucional y tecnológico formulada con vehemencia en los años 70 del siglo pasado.

No hay duda de que las instituciones producen sus propios demonios, pero sabemos también que esta forma de organización es un potente artefacto que libera de las ataduras comunitarias y familiares, que actúa a la vez como factor de individuación e independencia, como elemento de contraste con otras múltiples formas de vida presentes y pasadas, reales y virtuales, y como mecanismo de integración a un lenguaje común, a unas bases culturales que facilitan la comprensión y el entendimiento. ¿Podemos tirar por la borda, sin más, la escuela como institución y fiarlo todo a una plataforma sin nombre, sin normas, sin control, sin responsabilidad, que se dice neutra y sin afán de lucro?

Por otra parte, hemos constatado, al menos desde la II Guerra Mundial, que tener más información, gozar de mayores niveles de instrucción, en definitiva, que ser más cultos no es razón suficiente ni para ser más libres –¿cuántos de los más fanáticos fundamentalistas y terroristas son universitarios?–, ni moralmente mejores –¿hace falta recurrir de nuevo al ejemplo de la sociedad alemana en tiempos del nazismo?–, ni más progresistas y solidarios como pueblo. Pero esa desazonante realidad no debe ser impedimento para que nos preguntemos qué saberes, qué valores, qué prácticas culturales, qué formas metodológicas y organizativas, qué concepto y qué técnicas de seguimiento y evaluación necesitamos para revertir esa situación.

Desde la academia hemos contribuido irresponsablemente a confundir y mezclar el proyecto de modernización puesto en marcha por el capitalismo a finales del siglo XVIII, presentado como la forma de civilización humana por antonomasia, aquella que vale la pena difundir y expandir en nombre del humanismo y del progreso, bien por las buenas o bien por las malas (llámese colonialismo, imperialismo o subordinación), con la actitud ilustrada. Una actitud que se ha definido como de confianza en la razón crítica, en la capacidad de pensar y decidir por sí mismo, en la seguridad de que todo es susceptible de ser criticado, de que no hay nada sagrado e intocable más allá de la propia intimidad, lejos de la tutela de los dioses, de los reyes, de las supersticiones y de la magia, lejos de nuestros supuestos –bienintencionados o no– representantes; una actitud también de responsabilidad, de asunción de las propias decisiones y actuaciones, de búsqueda compartida de la verdad, sabiendo que es casi imposible ponernos de acuerdo sobre cual sería el bien deseable, pero comprometidos en evitar el mal y en buscar fórmulas provisionales, negociadas y revisables de vivir juntos personas no solo distintas, sino también desiguales, de confianza en la especie humana.

A principios del siglo XXI, el proyecto de modernización capitalista se ha fortalecido extraordinariamente revestido de neoliberalismo económico, dispuesto a prescindir de cualquier regulación externa, y de conservadurismo social, necesitado como está de contener la ira que provoca la acentuación de las desigualdades y de desviar la atención hacia los designados como culpables –siempre los últimos– y hacia problemas directamente inventados.

Y lo ha hecho sobre las cenizas de la actitud ilustrada, cercenando la crítica argumentada más allá de la verborrea y las expansiones irresponsables de las redes sociales, incrementando los niveles de autoritarismo y de despotismo con interpretaciones jurídicas interesadas y nuevas disposiciones siempre a favor de los poderosos. No vivimos ya en la condición postmoderna, tan en boga a finales del siglo pasado, aquella especie de liberación de las ataduras de un mundo que se quería homogéneo, de unas sociedades que condicionaban el presente a proyectos de futuro que nunca acababan de llegar, que predicaba un presente eterno y digno de ser vivido en plenitud y ensalzaba una diversidad personal y cultural.

Como ha escrito Marina Garcés, vivimos –o mejor: intentamos sobrevivir– en la época de la condición póstuma, en un tiempo en que todo parece acabarse: la historia, las ideologías, el progreso, los recursos naturales, el agua, el petróleo…, una experiencia vital casi terminal. También parece acabarse el capitalismo tal y como lo hemos conocido: no tenemos más que ver cómo nos venden las políticas de austeridad, como se justifica la laminación de cada uno de los pilares del Estado del bienestar, cómo se apuesta sin miramientos por la privatización –es decir, por la exclusión– en los servicios públicos. El propio planeta, exhausto, nos advierte de su finitud y esa misma conciencia ha llegado ya a nuestras propias condiciones de vida, a la revisión de lo que debe ser una vida humana digna, como una amenaza cierta: la condena a una precarización permanente, a un malestar vital difuso, a un tiempo sin presente y sin futuro.

¿Como afrontar desde la educación la ideología de la condición póstuma? Priorizando de nuevo la actitud ilustrada, es decir, combatiendo ese mantra que nos atenaza y que nos conduce al gregarismo y a la rendición; rechazando todas y cada una de las nuevas formas de autoritarismo, tanto en lo político, como en lo social, en lo religioso o en lo ético; dando un nuevo valor a las organizaciones y a las instituciones como formas de protección ante la fuerza de los poderosos y de avance hacia nuevos mecanismos de relación y de participación; desocultando los dogmas y las ideologías que enmascaran la realidad y dibujan terrenos de juego a medida de sus promotores. En esta lucha, los sistemas educativos universales y públicos deberían reivindicarse como un actor no solo necesario sino imprescindible. En esta lucha, el debate sobre lo que vale la pena ser enseñado y ser aprendido tampoco es baladí.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/01/12/condicion-postuma-educacion/

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España: Escuela para el futuro: crear un modelo educativo basado en un enfoque europeo

España / 15 de octubre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Zamora 24 Horas

El Servicio Español para la Internalización de la Educación selecciona el proyecto Erasmus+ de la Medalla Milagrosa que pretende aumentar la dimensión europea de este centro educativo de la capital zamorana.

A finales del curso pasado, el Colegio Medalla Milagrosa de Zamora recibía la noticia desde el Servicio Español para la Internalización de la Educación (SEPIE) de que su proyecto Erasmus+ había sido seleccionado. Desde entonces, son varios los profesores de este centro educativo los que están teniendo la oportunidad de conocer las nuevas metodologías que actualmente se están desarrollando en Europa, así como entrar en contacto con otras realidades educativas en países como Francia, Reino Unido, Irlanda, Finlandia, Islandia, o Suecia.

Dicho proyecto tiene una duración de 24 meses, y ya se han llevado a cabo tres movilidades: la primera tuvo lugar en el mes de julio, en Vichy (Francia), donde se realizó un curso de metodología y cultura francesa. En el mes de agosto se realizó la segunda formación, un intercambio de experiencias e ideas con otros profesores de diferentes nacionalidades en Leeds (Inglaterra). En estos días el destino es Finlandia, y durante esta semana una de las docentes del centro se encuentra conociendo la realidad educativa del país, visitando sus centros escolares y descubriendo la cultura finlandesa.

Estas experiencias, al igual que en los cursos anteriores, se compartirán posteriormente con todo el claustro, permitiendo dotar a este colegio de esa dimensión europea necesaria para formar a sus alumnos en un entorno plural y multicultural, adquiriendo a la vez las habilidades y destrezas necesarias que demanda la sociedad del siglo XXI.

Erasmus milagrosa programa

Fuente de la Noticia:

http://www.zamora24horas.com/texto-diario/mostrar/859812/escuela-futuro-crear-modelo-educativo-basado-enfoque-europeo

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Argentina: Rechazan la reforma educativa porteña

Argentina / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Redacción / Fuente: Plural Noticias

La reestructuración será gradualmente del el próximo año y plantea cambios en las calificaciones, enseñanza de contenidos y capacitación laboral el último año. “Es la adaptación a este cambio laboral del mundo que se pretende”, expresó Marrone.

 

 

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anunció esta semana la “Secundaria del Futuro”, proyecto para reformar la enseñanza en 17 escuelas de nivel medio. La propuesta plantea cambios en la modalidad de transmitir los temas, reemplazar las notas numéricas por un sistema de “créditos”, no se repetirá sino que se recuperarán los contenidos y desarrollar capacidades laborales en el último año, entre otras.

“No es la intensión del Gobierno poner en la Legislatura el debate sobre esta reforma. La idea es pasar sin mediar ninguno de los cambios de la educación”, afirmó Laura Marrone, Diputada de la Ciudad de Buenos Aires (FIT), quien indicó la invalidez de la reforma desde el punto de vista epistemológico y pedagógico.

En diálogo con FRECUENCIA ZERO, también señaló que el Ejecutivo tampoco pensó “instancias de debates con docentes y estudiantes, lo cual es violatorio de la Constitución, porque dice en su Artículo 24 que la toma decisiones en materia de cambios educativos tiene que ser consultada democráticamente”.

Por último, Marrone, integrante de la Comisión de Educación de la Legislatura porteña, relacionó la propuesta de la gestión de Horacio Rodríguez Larreta con la reforma laboral impulsada por el Gobierno de la Nación. “Es la adaptación a este cambio laboral del mundo que se pretende”, destacó.

 

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El futuro ya llegó… pero no a la escuela argentina

Agustina Blanco

¿Qué nos atrasa y dónde está el futuro de nuestra educación?

Un sistema de educación equitativo y de calidad debe garantizar inclusión y aprendizaje significativo para todos los niños y jóvenes, ya que solo de ese modo lograremos la verdadera justicia educativa en Argentina.

La sociedad del conocimiento y el desarrollo de Internet nos obligan a repensar el modelo pedagógico tradicional que hoy se ha vuelto obsoleto. Los saberes disciplinares, desconectados unos de otros, que la escuela tradicional intentó que los chicos incorporaran en gran medida a través de la memorización, ya no son apropiados en un mundo en que la información está al alcance de un click donde, de modo inmediato, accedemos a los saberes que la humanidad ha producido. Pedir a nuestras generaciones jóvenes que se sienten pasivamente por horas a recibir una lección expositiva de un maestro es obligarlos a aceptar una situación para ellos incomprensible, sin estímulo, y que, sin lugar a duda, van a resistir. Ellos no aprenden, el comportamiento se ve afectado, y los maestros sienten una enorme frustración.

Compartimos algunas preguntas fundamentales que nos hacemos para intentar colaborar en la reflexión y el diseño de políticas adecuadas para transitar hacia un cambio educativo, apropiado para el siglo XXI: ¿Cómo transitar hacia un modelo donde los estudiantes sean protagonistas en la construcción del conocimiento? ¿Cómo desarrollar a los maestros para que pasen a ser facilitadores en el proceso que lleva a los alumnos a aprender a aprender, a resolver problemas, a clasificar información, a trabajar de manera colaborativa y por proyectos? ¿Cómo convertir las aulas en verdaderos laboratorios de innovación? ¿Cómo transitar del modelo pedagógico homogéneo, donde los saberes los imparte el docente a todos sus alumnos por igual, a uno heterogéneo, que respete la diversidad de intereses, ritmos de aprendizaje, talentos, y sueños de cada alumno?

Debemos acordar como sociedad cuál es el nuevo rumbo, y cómo comenzar a transitarlo. Esperamos que este aporte, basado en los avances académicos sobre el tema, contribuya al debate constructivo y a dar luz a las políticas necesarias que un nuevo paradigma educativo requiere, en miras al desarrollo genuino de nuestros pequeños y jóvenes, que son, sin ninguna duda, nuestro recurso más valioso.

Fuente del articulo: https://inclusioncalidadeducativa.wordpress.com/2017/01/25/el-futuro-ya-llego-pero-no-a-la-escuela-argentina/

Fuente de la imagen: http://www.slgdigital.es/img-noticias/foto125_1.jpg

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Entrevista a Coral Regi Rodríguez: El cambio de modelo educativo es una propuesta que nace en la escuela pública

España/22 mayo 2017/Fuente:webdelmaestrocmf

Coral Regí Rodríguez Directora Escola Virolai de Barcelona sostiene que el debate no está en los recursos o si es pública o privada. El debate está en asumir que hay un cambio de paradigma y tú como institución educativa tienes que cambiar.

Compartimos la entrevista a Coral Regí publicada en el portal “Building Talent” con fines únicamente educativos – pastorales.

“La escuela no tiene que adaptarse al futuro, debe transformarlo”

Hace 12 años, Virolai arrancó la que sería una profunda evolución de su modelo educativo. Cuando el conocimiento “lectivo” apenas se cuestionaba, la institución propuso una revolución que situó al alumno en el centro y planteó a los maestros el reto de renovar sus metodologías para decidir que la mayor enseñanza sería aprender a aprender. ¡Descubre esta nueva entrevista Education Insights!

¿Cuál es la propuesta de transformación del modelo educativo que hace Escola Virolai?

Nuestra apuesta viene de un proceso que nace hace 12 años  y se basa en pasar de una escuela que enseña a una escuela que aprende, de una escuela centrada en los derechos y las formas de hacer de los profesores y los alumnos como objetos pasivos, a una escuela donde el alumno es el centro y es el protagonista de su proceso de aprendizaje. Hemos de enseñar a los alumnos a aprender a aprender. El alumno ha de ser consciente de sus estrategias de aprendizaje porque las necesitará durante toda la vida.

¿Cuál diría que son las bases imprescindibles para impulsar este cambio?

La escuela debe garantizar la educación en un marco valórico muy sólido, porque estamos delante de una generación que no tendrán apoyo exterior, sino que su estabilidad vendrá del interior. Antes la felicidad venía determinada por fases de la vida: acababas los estudios, tenías un título universitario, accedías a un trabajo para toda la vida, tenías una estructura familiar estándar, etc. y todo ello te aportaba una estabilidad personal. Yo iba haciendo las cosas que ‘tocaban’, con los reconocimientos externos que ello comportaba. Esto se ha acabado. El título universitario no sirve para encontrar trabajo, tendré que cambiar de trabajo muchas veces en la vida, posiblemente cambiaré de lugar de residencia otras tantas, las estructuras familiares han cambiado… Eso hace que necesites una estructura interior que te de seguridad para enfrentarte a todos estos cambios.

Por otra parte, es importante asegurar que se trabajan las competencias procedimentales. Garantizar que el alumno cuenta con estrategias para aprender durante toda su vida. Implica la comprensión lectora, la escrita, oral, capacidad de observación, razonamiento… Competencias que hemos de asegurar que se adquieran, y sobre todo, que los alumnos las podrán utilizar de manera autónoma durante toda su vida.

Otro de los pilares es velar porque no se pierdan las ganas de conocer y aprender. La educación en su afán de poner límites, ha creado marcos cerrados que hacen que los niños supriman su curiosidad natural. El método hasta ahora era: ‘ahora estudiaremos lengua y de lengua estudiaremos sólo esto y si te lo sabes bien aprobarás’. Eso tiene que cambiar. El niño tiene que darse cuenta que lo que se trabaja en la escuela no es útil para aprobar un examen, sino que lo es para su vida.

¿Cómo desarrolla la propuesta de Virolai en un marco educativo que poco tiene que ver con la flexibilidad que plantea este nuevo modelo?

La ley te da margen. No se trata de situarse al límite de la ley, sino de aprovechar al máximo el espacio que te entrega e ir más allá de lo que propone. La educación hoy necesita normas de mínimos, que den mucho margen para que las escuelas trabajen su propio proyecto educativo. De la misma manera digo que la ley debe ser exigente en lo que a rendición de cuentas se refiere. Por ejemplo, para nosotros, las pruebas de competencias básicas de 6º de Primaria y 4º de ESO son un indicador clave de la buena marcha del proyecto: nos muestra que nuestro sistema es tan bueno o mejor que el tradicional. Las escuelas tienen que ser organismos autónomos vivos y creativos, con unos mínimos legales pero con altas exigencias. Trabajamos con un bien común, la educación, y es nuestro deber hacer una rendición de cuentas a la sociedad.

Intentemos concretar el modelo ¿Cómo se plantean cuestiones básicas de todo sistema educativo como son las evaluaciones, por ejemplo?

Como parte de la red Escola Nova 21, uno de los retos que tenemos es buscar indicadores que sean más eficaces para valorar toda esta nueva propuesta de cambio. Garantizar que lo que estamos haciendo es eficiente y eficaz. Para ello, planteamos instrumentos de medición adaptados a nuestra realidad. Sin embargo, el sistema de evaluación de cara a las familias y las exigencias de evaluación legal son dos de los asuntos delicados, más que nada porque deben cerrar bien el círculo.

 ¿Y cómo lo estáis haciendo?

En Virolai hacemos pruebas –competenciales y de aplicación–, rúbricas –una herramienta que garantiza que el alumno sepa que se espera de él y le da protagonismo en el proceso–; portfolios –que permiten al alumno darse cuenta qué ha hecho bien y por qué, entrega conciencia del proceso de aprendizaje–; las insignias –relacionadas con el valor del feedback inmediato–, y gamificación.

Pero nuestra duda persiste ¿Cómo se traduce esta evaluación cualitativa en una escala tradicional?

Este ecosistema de evaluación tiene su equivalente formal/numérico para responder a las exigencias del Ministerio. Otro tema es qué se entrega a los padres: estamos trabajando en establecer modelos de comunicación con las familias que vayan más allá de un informe tradicional: evaluaciones mensuales compartidas con los padres, en el que todos los protagonistas del proceso educativo, incluido el alumno, participamos. En este enfoque es clave la evolución del papel del profesor. No limitar la entrega de información respecto a la evaluación, sino ayudar al alumno a descubrir y a hacerse responsable de su propio aprendizaje. Un maestro que acompaña en el proceso, no que dirige.

Sois una escuela concertada ¿Crees que es extrapolable vuestra experiencia a todos los tipos de instituciones?

El cambio de modelo educativo es una propuesta que nace en la escuela pública. El debate no está en los recursos o si es pública o privada. El debate está en asumir que hay un cambio de paradigma y tú como institución educativa tienes que cambiar. Es verdad que hay que mejorar procesos como son el “concurso de traslados” en las escuelas públicas, que hace que los derechos del profesor estén por encima de los derechos de la escuela y de los niños. Es una realidad perversa que no hace más que perjudicar al sistema, ya que una transformación sin estabilidad en la plantilla es muy difícil.

De la misma forma, las estructuras heredadas han de cuestionarse. Por ejemplo, las bibliotecas entendidas como hasta ahora no tienen ningún sentido. El conocimiento ya está al alcance ‘digital’ del alumno, por lo que la biblioteca ha de convertirse en un espacio para potenciar la experiencia de lectura, no en un lugar de consulta. Y esa es una evolución dolorosa para muchos maestros. ¡Implica un proceso de ‘duelo’ para muchos profesionales! Significa dejar atrás un modelo conocido y aventurarse en uno aún por descubrir. La transformación es dura, pero con un liderazgo y un proyecto consolidados es más fácil.

¿Qué instrumentos de seguimiento habéis diseñado para evaluar la buena marcha de los cambios que se impulsan en el modelo?

Para nosotros un indicador clave es que al menos el 70% de las prácticas del día a día están alineadas con los objetivos del plan. No pretendemos más porque siempre te encontrarás con un grupo de profesionales que se resisten al cambio, y evaluar que estamos desviados de los objetivos por ese 30%, que no es permeable, haría que la evolución se detuviese.

Entonces, ¿la transformación será siempre parcial?

No. Es una transformación por fases. Pasa mucho en la pública: que no se hace nada por la resistencia de ciertos profesionales. Nosotros trabajamos todas las nuevas propuestas con un grupo reducido de profesionales. A partir de ahí, los más proactivos lanzan el reto a otros profesores. Difundimos, evaluamos las prácticas y volvemos a empezar. En la primera rueda igual tienes sólo un 20% comprometido. En la segunda, igual pasas al 60% si ofreces una formación adecuada. ¡Y los conversos son los mejores!

Nos ha ido muy bien con proyectos de acompañamiento en el aula, tándems de profesores que colaboran para trabajar con los alumnos. Trabajando en equipo, el cambio no se ve como una amenaza, los miedos desaparecen y se descubre la oportunidad en la transformación, tanto para que los niños aprendan más como para que los profesionales mejoren su práctica.

 ¿Cuánto tiempo implica una transformación de este calado?

Llevamos trabajando en esto 12 años a través de 4 planes estratégicos. El primero centrado en la renovación docente, y a partir de ahí, el “Plan Estratégico de mejora de la educación competencial”, a continuación el “Plan Estratégico para una educación global y para todos”, y ahora, el “Plan Estratégico por una escuela que aprende, por una escuela que transforma”. Son la representación de una evolución natural que ha vivido nuestra institución. La escuela no tiene que adaptarse al futuro, debe transformarlo. Hemos de asumir la potencia de la educación para conseguir que el mundo sea diferente.

En la base de esta revolución tiene que estar el profesor. Si él o ella no creen, no funcionará. Yo como directora me he de asegurar que los docentes tengan la formación adecuada y que asumen el riesgo. Lo cierto es que el proceso de transformación del claustro es lento. No se trata de hacer un curso y ya somos una nueva escuela. No. El profesor debe asumir su cambio de rol y solo a partir de ahí veremos el nacimiento de una nueva escuela.

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/el-cambio-de-modelo-educativo-es-una-propuesta-que-nace-en-la-escuela-publica/

 

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La necesidad de ruptura en la escuela del futuro

Por: Asier Delgado

La institución escolar se enfrenta al desafío de reinventar objetivos, metodologías y miradas desde las que entender el mundo y a sí misma.

¿Qué te preocupa de la educación? Esta es la pregunta con la que se abrió, el pasado 26 de abril, la nueva sesión del ciclo Diálogos por la Educación”, organizado por la plataforma La Educación que nos une en el Ateneo de Madrid.

Un encuentro que pretendía, bajo el título “Saberes y otras formas de educar”, dar respuesta a qué saberes son necesarios hoy en la educación y cómo aprender y desaprender en la escuela.

En la mesa participaron Rafael Porlán, Catedrático de Didáctica de las Ciencias Experimentales y miembro de la Red IRES; Fernando Cembranos, psicólogo y sociólogo que trabaja en la cooperativa IC Iniciativas; José Ramón Gamo, especialista en neuropsiquiatría infantil, director pedagógico del centro de Atención a la Diversidad Educativa CADE y Marta Pascual, profesora de Formación Profesional y miembro de Ecologistas en Acción. Moderaba la mesa Raquel Ejerique, periodista de eldiario.es

Fernando Cembranos pondría su principal preocupación en la sumisión y ceguera que el sistema educativo genera ante la realidad que vivimos. “Hay un desplazamiento de mirar por la ventana a mirar por la pantalla”, aseguró, que provoca que “las páginas web, los contenidos audiovisuales o las redes sociales ocupen la escuela”.

De esta manera, se produce una invisibilización del territorio y se pone el foco en la tecnología.

Algo en lo que coincidiría Marta Pascual: “Dejar de mirar a la vida es una de las consecuencias de la hipervirtualización”. Para esta ecologista, además, se produce una colonización patriarcal de la vida escolar de manera que hay una mayor proporción de directores, o se olvida la historia de la infancia o se produce un vacía provocado por la desaparición de las mujeres.

José Ramón Gamo, por su parte, sitúa su principal preocupación en la desmotivación del profesorado ante el proceso de enseñanza-aprendizaje y su falta de confianza como agentes de transformación.

“Motivación, creatividad, curiosidad, interés… Tenemos un sistema que no favorece estas cuestiones”, aseguró, para, volviendo la mirada al uso de la tecnología, afirmar que “La tecnología no es relevante para un proceso de transformación. Es necesario conocer los dispositivos que procesan la información, pero no es un agente transformador”.

La necesidad de una transformación del sistema en la que Rafael Porlán también hizo hincapié. Una escuela que va a contracorriente de la hegemónica y sumisa; una escuela que debería basarse más en la liberación y el compromiso con un conocimiento diverso. “El conocimiento curricular lo único que hace es reproducir conocimiento disciplinar”.

Finalmente, Porlán afirmó que la escuela debería asumir el compromiso de un conocimiento diverso: “Con todo lo que ya sabemos de la escuela, del aprendizaje ¿Por qué la escuela no cambia? No hay cambios profundos y significativos. Hay un cambio superficial en el vocabulario, en la legislación, en la jerga política… Pero no hay una transformación del funcionamiento, gestión y participación de la escuela”.

Ante esta situación se trataba de responder a cómo hacemos posible los cambios en la escuela y ante la falta de voluntad desde las instituciones para hacerlo posible. Se afirmó la necesidad de “invertir la pirámide”, haciendo alusión a las palabras de Susan George.

Esta necesidad pasa por seguir construyendo espacios coordinados entre los diferentes agentes de la comunidad educativa: colectivos, plataformas, sindicatos, partidos y la ciudadanía en general que permitan generar cambios pedagógicos en la práctica educativa haciendo alusión a ejemplos como el de los Movimientos de transformación por la escuela pública en Andalucía o el de Redes por una nueva política educativa que ha generado el Documento de bases para una nueva ley de educación.

Una escuela más cercana al territorio en el que habita, que necesita además mejorar las condiciones de trabajo del personal docente, además de las prácticas pedagógicas. Una escuela, en palabras de Marta Pascual, que se pregunta cómo seguir vivos, que enfrenta verdades asumidas que vienen impuestas por el patriarcado en la que el feminismo se convierte en “una condición necesaria para la escuela para todos”.

Como señaló José Ramón Gamo “es necesaria la ruptura, y hoy no hay voluntad desde las instituciones”.

Finalmente, se hizo alusión a las diferentes plataformas que están trabajando experiencias de innovación y transformación en la escuela y que han generado documentos de referencia y reflexión para la práctica educativa como son las 99 preguntas y 99 experiencias para vivir en un mundo justo y sostenible elaborado por Ecologistas en Acción o La escuela que queremos de la Red IRES.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/05/11/la-necesidad-de-ruptura-en-la-escuela-del-futuro/

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Argentina: Escuelas Generativas, un camino hacia la innovación y la calidad educativa

América del Sur/Argentina/13 de septiembre de 2016/Fuente: agenciasanluis

El gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá, en conferencia de prensa presentó el protocolo de las Escuelas Generativas realizado por el Ministerio de Educación. Las instituciones son públicas, gratuitas y obligatorias. “Están dentro del sistema educativo según establece la Ley 1420, la diferencia es que son innovadoras y libres”, sostuvo el jefe de Estado.

El gobernador Alberto Rodríguez Saá se refirió a la Escuelas Generativas, como un camino hacia la innovación y la calidad educativa.

El primer mandatario puntano, en una conferencia de prensa brindada en el mediodía del viernes en Terrazas del Portezuelo, presentó el protocolo de las Escuelas Generativas. El Sporting Club Victoria se encuentra finalizando las obras para comenzar las clases el próximo 28 de septiembre; los clubes Alberdi y Jorge Newbery de Villa Mercedes también realizaron la rúbrica y en aproximadamente 15 días se llamará a licitación para iniciar las obras, mientras que con el Club Pringles de Villa Mercedes, el gobierno provincial firmará en el corto plazo para que también sea sede de una escuela generativa.

“El que quiera innovar, innova, y con el acuerdo de los padres, que estarán mucho más presentes. Parte de la crisis es lo que algunos llamaron la ruptura del contrato escolar, entre padres y sistema. Y esto es lo que se tratará, ese pacto, en las escuelas públicas, gratuitas y obligatorias”, señaló Rodríguez Saá.

Las Escuelas Generativas centran su proyecto educativo a partir de temáticas, problemáticas y/o actividades como por ejemplo el deporte, cultura, arte, naturaleza, calentamiento global, entre otros temas, para que sean vehículo y fundamento del proceso de aprendizaje que permitan potenciar el interés del alumno, la creatividad, la autonomía, la espontaneidad, la observación y la investigación. Estas instituciones educativas pueden abrirse en clubes, ONG, iglesias, parques, entre otros espacios. Sus límites son el respeto a los valores democráticos, republicanos y de la Puntanidad.

Combinan la innovación, el juego y la absoluta libertad para generar alternativas didácticas que se inician desde los intereses desde los estudiantes. A su vez, buscarán alentar el progreso en el aprendizaje de los estudiantes, como así también la calidad educativa. Son flexibles, personalizadas, creativas e innovadoras.

Cada una de las escuelas desarrollará su propio proyecto pedagógico y sus contenidos que se relacionarán directamente con la temática, problemática o actividad que el proyecto educativo haya elegido. Estarán abiertas los 365 días del año, a partir de las diferentes actividades que en ellas se realicen.

Los docentes de las escuelas acreditarán los saberes alcanzados por los alumnos. Asimismo, el funcionamiento de cada escuela surgirá de acuerdos entre padres y docentes. Los alumnos que deseen ingresar a las escuelas generativas deberán tener 3º grado del primario aprobado. Los estudiantes al finalizar cada ciclo recibirán certificados de nivel primario y secundario.

En referencia al espacio y mobiliario, deberá ser en lugares amigables, multifuncionales, abiertos, luminosos y aptos para implementar las actividades educativas previstas. En cuanto al equipo educativo que contendrá cada escuela en la planta funcional no deberá exceder bajo ninguna circunstancia 6 docentes cada 100 alumnos. El equipo pedagógico deberá acompañar al estudiante en todo el trayecto escolar hasta su egreso.

“Seguramente cuando se vea la obra y empiecen las clases el 28 de septiembre en el Sporting Club Victoria, creo que habrá un gran entusiasmo por estas escuelas y posiblemente otros clubes hagan lo mismo. El club está siendo una institución muy tradicional de la historia argentina y mundial, y si renace el club renace el barrio, las reglas de convivencia, las relaciones en socialización de los chicos, unido a la seguridad, la justicia social, la cultura y el deporte”, detalló Alberto Rodríguez Saá.

Finalmente, el gobernador invitó a la conferencia “Des-Construyendo la Escuela del Futuro” que dará Rosan Bosch, una diseñadora holandesa quien es referencia internacional en los espacios educativos e innovadores, el martes 13 de septiembre a las 19:00 en la Sala “Hugo del Carril” del Centro Cultural Puente Blanco.

“Bosch hablará sobre el mobiliario escolar y la arquitectura, hará notar que hay otros caminos muy buenos para innovar. Los invito a los arquitectos, docentes, directores, gremios, que miren vayan, vean y discutan”, concluyó el mandatario.

Fuente: http://agenciasanluis.com/notas/2016/09/09/escuelas-generativas-un-camino-hacia-la-innovacion-y-la-calidad-educativa/
Imagen: agenciasanluis.com/notas/wp-content/uploads/2016/09/NACION-630×420.jpg
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