Por: Ana Lilia Cortés Rodríguez. Estudiante de quinto semestre, Licenciatura en Administración Educativa, Universidad Pedagógica Nacional Ajusco, Ciudad de México. 20/12/2017
Qué pequeños somos ante eventos espectaculares que nos da la naturaleza-, pensaba por la tarde de ese 19 de septiembre, cuando la luz del sol se apagaba. Tenía angustia de saber qué sucedía en el exterior de la Ciudad de México después de escuchar que había varios edificios derrumbados por el temblor. Sin embargo, la falta de luz en la zona sur de la CDMX, me impedía estar enterada por completo de los acontecimientos en esos momentos.
Sólo dos minutos bastaron para que el temblor cambiara la vida de los ciudadanos de los estados de Guerrero, Hidalgo, Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Morelos y la Ciudad de México, además de los estados de Oaxaca y Chiapas que ya habían sufrido el temblor del 07 de septiembre del año en curso. Muchas personas perdieron un familiar, su hogar y para muchos niñas y niños su centro escolar.
Tener una escuela digna y segura conlleva al bienestar de los alumnos y docentes. Las autoridades educativas suspendieron las clases en todas las escuelas de los estados afectados por el sismo del 19 de septiembre del 2017. Argumentaron que se debía tener un dictamen por parte de un Director Responsable de Obra (DRO) que certificara que la escuela estuviera en las mejores condiciones de estructura.
Después de esta inesperada contingencia, la vida y rutina escolar de muchos niños, padres de familia y docentes, ha cambiado. En las siguientes líneas, se da cuenta de algunos de los problemas que persisten a raíz del temblor, en especial, de tres escuelas ubicadas en la zona sur de la CDMX, todas del nivel básico (preescolar, primaria y secundaria).
¡Precaución! Listones amarillos en escuelas aptas para un regreso seguro a clases
En las partes altas (Tlalcoligia, Volcanes, Cantera) de la delegación de Tlalpan, la mayoría de las escuelas del nivel básico (preescolar, primaria y secundaria), a simple vista, no sufrieron daños estructurales. Al recorrer la zona, se puede apreciar que la secundaria “Técnica 105”, exhibe en la entrada, un documento firmado por el DRO, comunicando que se pueden ocupar las instalaciones sin ningún problema.
Una madre de familia y su hijo, quien cursa el primer año de secundaria, hablan sobre la situación de la escuela. Ella platica que nunca asistió a una junta para saber la situación de la secundaria, sólo esperó que la escuela saliera en las listas de la SEP (Secretaria de Educación Pública), donde informaron que, a partir del 09 de octubre, regresaba a sus clases con normalidad.
El adolescente cuenta que la secundaria tiene tres edificios. Dos de éstos son de dos niveles y uno es de tres pisos, éste se encuentra dañado por el sismo e incluso tiene las bandas amarillas de “precaución”. Por lo tanto, las autoridades de la secundaria tomaron la decisión de reubicar a los alumnos en salones donde se realizaban los talleres y actividades escolares.
Tanto la madre de familia como el adolescente, dicen desconocer qué procederán a hacer con el edificio que pone en peligro a toda la comunidad estudiantil y docente.
Como en muchos otros casos, a pesar del mal estado de la secundaria técnica 105, las declaraciones del Secretario de Educación Pública sobre los peritajes en estructura siempre son favorables ante los medios de comunicación:
“Nuño detalló que en la Ciudad de México hay 3 mil 296 escuelas públicas de educación básica: 4,529 obtuvieron dictamen estructural favorable, mil 233 escuelas tienen daño y no podrán reiniciar actividades; 120 mil 372 estudiantes serán reubicados” (Televisa.news, 2017).
Peritajes costosos para las escuelas privadas
Al indagar por la zona y con algunos familiares, las escuelas privadas, fueron las primeras en reiniciar sus clases. Claro está, la SEP les exigió contratar por su cuenta un DRO para que les expidiera el documento que avalara que la escuela se encontraba en condiciones favorables para su regreso a clases.
Así lo manifestó el Secretario de Educación Pública, el día 24 de septiembre a los medios de comunicación:
“…Aurelio Nuño, dijo que todas las escuelas de la entidad deben tener un dictamen de seguridad estructural para poder regresar a clases. Asimismo, las escuelas privadas tendrán que realizar por su cuenta el mencionado dictamen para poder seguir operando”(La Razón, 2017).
El testimonio de una madre de familia en una escuela privada, es el siguiente:
La directora del plantel se hizo responsable de contratar su DRO, y estar pendiente del peritaje el sábado 23 y domingo 24 de septiembre. Una vez obtenido el documento por el DRO, el día lunes 25 de septiembre se presentó a la oficina especializada para entregar toda la documentación y así, esperar a que saliera el nombre de la escuela en las listas publicadas por la SEP. El día 01 de octubre, la directora de la escuela envió un correo a los padres de familia en el que les informaba que los alumnos regresaban a clases oficiales el 03 de octubre del año en curso.
Como en este caso, algunas escuelas privadas ubicadas en la zona sur de la CDMX, pagaron por su cuenta su DRO, y pudieron reanudar de manera rápida, el ciclo escolar.
Y en las públicas…los presupuestos vienen de rodillas
Otra madre de familia platica sobre los sucesos ocurridos en el jardín de niños Atenea en la delegación Tlalpan.
La señora cuenta que después del sismo no tuvo noticia sobre qué sucedería con la escuela. Tres semanas después al suceso, pegaron una cartulina en la puerta del kínder en donde comunicaban que habría una junta para informar sobre los resultados del DRO.
La directora comunica a los padres de familia que el jardín de niños está en condiciones de regresar a sus actividades escolares. Solamente el DRO propuso hacer una petición por escrito a las autoridades educativas para solicitar una protección especial (película protectora) a los vidrios de todos los salones del kínder.