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«Vente al cole», la realidad de los niños en el Congo

África/República del Congo/29 Noviembre 2018/Fuente: El mirón de Soria

El Colegio Oficial de Médicos de Soria acogerá hasta el 30 de noviembre la exposición fotográfica realizada por Fundación Madrazo: “Vente al Cole”.

"Vente al cole", la realidad de los niños en el Congo

La exposición muestra la realidad de más de tres mil niños en República Democrática del Congo, donde gracias a la financiación de varias administraciones públicas españolas, Fundación Madrazo ha construido y equipado en los tres últimos años seis escuelas en diferentes aldeas del territorio de Chiherano (Umoja, Ishunda, Charubenga, M´wimbi, M´Punzi, Katudu).
Los proyectos han consistido en la construcción de aulas e infraestructuras básicas, el equipamiento del mobiliario necesario para llevar a cabo las labores docentes y dotar de material escolar a los alumnos/as, así como proporcionarles libros de textos y de apoyo al profesorado en las bibliotecas de dichas escuelas, asegurando con todo ello el Derecho a la Educación de los menores de la zona.
El objetivo general de estos proyectos es la mejora de la calidad de vida de la población mediante la formación y educación de los menores.
Esta exposición pretende remover las conciencias de la población castellanoleonesa y fomentar debates sobre temas como la solidaridad, la justicia social y la cooperación al desarrollo.

Fuente: https://elmirondesoria.es/soria/capital/vente-para-el-cole-la-realidad-de-los-ninos-en-el-congo

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La irritante levedad de la política con la educación infantil

Por: Jaume Martínez Bonafé

Tengo la sensación de una creciente pérdida de interés en el debate político por lo que pasa o pudiera pasar de alternativo en las escuelas.

Según una noticia de Europa Press del 11 de noviembre: “La presidenta de la Junta de Andalucía y candidata del PSOE-A a la reelección, Susana Díaz, ha anunciado este domingo en Córdoba que, si los socialistas logran la confianza mayoritaria de los andaluces el 2 de diciembre, en las elecciones autonómicas, ‘el Gobierno de Andalucía pondrá los libros, para la Educación Infantil ‘de tres a seis años, gratis en todos los colegios’. Defiende, además, la gratuidad porque: ’Son los más caros’ y que, además, son de un solo uso, pues los niños han de escribir y pintar en ellos, con lo que ya no sirven para el hermano pequeño, de modo que, ‘a veces hay que tirar de la pensión del abuelo’, que se ocupa de comprar esos libros, pero eso es algo que ya no tendrán que hacer,…”. Hasta aquí la noticia.

Debo reconocer que cuando no se ha alcanzado la gratuidad total de la escuela financiada con fondos públicos, esa ayudita será muy bien recibida por las famílias más necesitadas, aunque también lo será para quienes no lo necesiten, que ante la ley de la gratuidad los ricos son iguales que los pobres. En cualquier caso, las familias contentas y agradecidas por el gesto. Si la escuela pública fuera gratuita de verdad, si el conjunto de los gastos que genera el uso del derecho a la educación los asumiera el Estado, desde el salario de los maestros a la instalación de la pizarra virtual o la compra de cualquier material didáctico necesario, no estaríamos hablando de que a veces hay que tirar de la pensión del abuelo.

Pero lo que a mí me produce una cierta irritación es que, quienes se dedican a la actividad profesional de la política, en cargos tan importantes como la responsabilidad en el gobierno de una autonomía, parezcan olvidarse, ante la fuerza mediática de una medida como la anunciada, del enorme esfuerzo de tantas maestras a las que nunca se les ocurrirá pedir un libro de texto para la educación infantil y de las investigadoras, que en esa la misma comunidad autónoma, vienen denunciando el pernicioso efecto del libro de texto sobre las posibilidades y el esfuerzo docente en proyectos de innovación educativa.

Hubiera podido la candidata anunciar que esos millones de euros que dedicará a la gratuidad del texto escolar lo empleará en mejorar las condiciones materiales de las aulas de infantil, una inversión de mayor permanencia en el tiempo frente a esas fichas “de un solo uso”, como ella misma declara. Hubiera podido anunciar que ese dinero se dedicará a facilitar el intercambio de saberes docentes nacidos de la experimentación e investigación en el aula, o que lo dedicaría a apoyar y dar a conocer el trabajo por proyectos en las aulas de infantil –incompatible con el libro de texto-, o a financiar una revista pedagógica específica para esa importante etapa educativa, en la que se diera voz y autoría al maestro o la maestra. Un gran anuncio hubiera sido la inversión en la pareja pedagógica, como aprendimos de la experiencia de Reggio Emilia, o de un documentalista en la escuela que ayudara en la reflexión sobre el modo en que los niños y niñas van construyendo su aprendizaje. Son ejemplos de posibilidades alternativas del gasto público, aunque no dejo de reconocer mi impertinencia, ya que el listado de necesidades y reivindicaciones posibles corresponde a las maestros y las maestras de Andalucía y no a mí.

Sin embargo, mi atrevimiento al comentar la noticia tiene que ver, más allá del caso concreto de la citada candidata, con la sensación, no sé si compartida, de una creciente pérdida de interés en el debate político por lo que pasa o pudiera pasar de alternativo en las escuelas. Si la normalidad escolar se naturaliza y pierde interés crítico, el debate se reduce, en el supuesto ingenuo de que hubiera realmente debate, a los problemas de la financiación y el control ideológico. Pero en las escuelas hay maestros y maestras que se esfuerzan cada día por avanzar en la renovación pedagógica, investigando nuevas posibilidades y regalándose saberes en espacios horizontales de desarrollo profesional, y les vendría muy bien que quien tiene o quiere tener la responsabilidad de impulsar, apoyar, sostener, financiar y reconocer ese esfuerzo profesional estuviera a la misma altura en su particular espacio de responsabilidad política con la educación.

Volviendo al contenido de la noticia como pre-texto para la discusión, hay un par de cuestiones que vale la pena pensar críticamente. En la pedagogía implícita en los llamados libros de texto para la educación infantil se considera la lectura como el indicador básico de lo que supone progreso escolar, iniciando en el niño o a niña una primera fase de mentalización sobre la importancia del rendimiento y la productividad, en detrimento del placer. ¿Esto facilita el crecimiento en libertad, el desarrollo madurativo, el cultivo de la humanidad plena? Claro que no. Es otra pedagogía que necesariamente ha de alejarse del libro de texto como curriculum reglado para potenciar la relación, el descubrimiento espontáneo del trabajo con la incertidumbre de lo nuevo, la experimentación en un ambiente rico en posibilidades, con objetos provocadores, en espacios de una gran creatividad pensados para y por los niños y niñas. Y con familias que colaboran con las educadoras en el proyecto educativo de la escuela.

Se acercan periodos electorales y sería de agradecer que las candidaturas que apuestan por la mejora y transformación de la educación pública, nos expliquen lo mejor que puedan, qué medidas concretas son o no coherentes con esa posibilidad transformadora. ¿Se imaginan que la próxima candidata a presidir el gobierno anunciara que las escuelas de educación infantil dispondrán de una estructura en aulas unidas por una gran plaza central, lugar de encuentros, juegos, amistades y actividades? ¿Que las escuelas dispondrán de un taller de arte o atelier, con gran variedad de materiales, herramientas y recursos, usado para explorar, experimentar, expresar y crear pensamiento, que dispondrán de áreas verdes? ¿Un muro en el que exponer y documentar la actividad de niños y niñas, en una escuela donde los educadoras trabajan en pareja y diseñan los proyectos con las compañeras y con las familias?

¡Ah! Y no será necesario gastarse mucho dinero, dirá la candidata, porque muchos de los objetos y materiales de trabajo serán inventados por padres, madres y educadoras sin necesidad de recurrir al mercado.

Pues eso es algo de lo mucho que yo mismo me he encontrado ya en algunas escuelas infantiles. Quizá esa futura presidenta se habrá acercado a ellas y aprendido de su esforzado compromiso.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/27/la-irritante-levedad-de-la-politica-con-la-educacion-infantil/

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Boaventura de Sousa Santos: «Hay que unir las luchas contra el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado»

Por: Boaventura De Sousa Santos

El pensador portugués Boaventura de Sousa Santos dice que los maestros son alternativa contra la guerra del odio.

Boaventura de Sousa Santos sostiene que no es posible transformar una realidad desigual sin antes modificar la epistemología que impide pensar en alternativas posibles. «Hay que cambiar la epistemología para cambiar las cosas. Y en el medio cambiar la pedagogía», propone el sociólogo portugués, que esta semana fue distinguido con el título de Doctor Honoris Causa de la UNR. También participó del Encuentro de Red Sentipensante realizado en el Galpón de la Música, donde instó a unir las luchas por la emancipación frente a un capitalismo que se muestra unido al colonialismo y al patriarcado.

En diálogo con La Capital, el pensador asegura que asistimos «a un ciclo reaccionario muy fuerte», con un neofascismo «que parte de la idea de despolitizar la política». En este contexto, dice que no es casual el ataque de los gobiernos conservadores a los maestros, a quienes considera «la alternativa a la guerra ideológica del odio».

También advierte sobre el riesgo de que «la democracia empiece a ser un espectáculo dominado por el dinero» y «el Estado sea apropiado de una manera brutal por una promiscuidad muy grande entre el dinero y la política».

La emergencia de personajes como Bolsonaro ¿se entiende por ese lado?

—Bolsonaro es una expresión de ese proceso, pero hay otros. No quiero hablar demasiado de lo que pasa en la Argentina, pero lo que está pasando es que hay una ola conservadora y reaccionaria que piensa que el neoliberalismo es la única solución política. Y como es una solución única no tiene alternativa. Por eso los ricos tienen que ser ricos y pobres los pobres.

Frei Betto marcaba como un error de los gobiernos progresismos que hayan desmovilizado a las bases ¿Coincide?

—Hubo una separación muy fuerte y cuando llegaron al poder se entregaron completamente a la lógica del régimen. Dejaron de pensar en los problemas de la gente de la periferia, por ejemplo en la seguridad personal. Porque hay mucha violencia y la gente vive la violencia cotidiana en las periferias, donde el de las balas perdidas es un tema cotidiano. Y la izquierda no tuvo una respuesta para este tipo de inseguridad que estaba en la comunidad. Las abandonaron. Por otro lado, las clases populares fueron abandonadas también por la Iglesia Católica, que hasta los años 70 y 80 estuvo con una teología de la liberación muy fuerte. Juan Pablo II la prohibió porque era un anticomunista muy fuerte. Ese vacío de las comunidades de base de las periferias fue ocupado por las iglesias evangélicas y pentecostales, sobre todo de influencia gringa, con una teología de la prosperidad, donde los pobres sólo tienen que rezar, porque no son dignos de riqueza. O sea que la pobreza es un destino, no un problema social.

¿Qué rol debe cumplir la escuela en estos tiempos?

—Los maestros son cada vez más importantes en estos tiempos. Porque son la alternativa a la guerra ideológica del odio. Y no es coincidencia que todos los gobiernos conservadores elegidos en Europa o en este continente, sus blancos iniciales sean los maestros, las escuelas, las carreras o los planes de estudio. Yo pienso en una escuela que sea abierta a todos los problemas de nuestro tiempo, porque durante mucho tiempo fue excluyente. Y también despreció y desperdició mucho conocimiento válido, sobre todo en contextos interculturales, cuando jóvenes negros o indígenas llegaban a la escuela y no siempre tenían una enseñanza adecuada a sus inquietudes. Como cuando el profesor de historia considera como un gran héroe nacional a un militar que mató a indígenas o negros. Esto crea angustia. Por eso las escuelas tienen que ser más interculturales, abiertas a las diferencias.

—¿La misma crítica corre para el ámbito universitario?

—Absolutamente. Pienso que todavía más, porque la enseñanza media tiene un contacto más directo con todas estas diferencias. Y se piensa que los que llegan a la universidad son una élite. El manifiesto de los estudiantes de Córdoba de 1918 se dirige a los hombres (y mujeres) libres del continente. Pero no hay una palabra sobre los indígenas, se consideraba que no había en la Argentina. Es lo que yo llamo la sociología de las ausencias. Producimos invisibles. La universidad tiene que ser intercultural y descolonizada.

—¿Y qué opina de la formación universitaria «para el mercado»?

—Es la gran ilusión y la gran trampa de nuestro tiempo. Hay un cambio muy rápido en los perfiles profesionales y las universidades que quieran seguir adelante en esta crisis tienen que mantener una educación general muy fuerte. Una educación humanística que permita que la gente se pregunte sobre el destino y sentido de la vida colectiva. Y a qué sociedades vamos.

Las tres cabezas

Para el sociólogo portugués, la democracia «está muriendo democráticamente» y cita el ejemplo de lo sucedido recientemente en Brasil, con el ascenso de Jair Bolsonaro a la presidencia. Sumado esto a un mundo que se presenta «sin alternativas al neoliberalismo».

Ante eso, propone pensar una alternativa desde abajo, que involucre a las universidades, y convoca a organizar la resistencia contra un enemigo con tres cabezas: el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado. Porque advierte que mientras la dominación está unida, la resistencia está fragmentada.

—¿Las resistencias están muy divididas?

—La izquierda perdió a las clases populares que viven la violencia contra las mujeres, el racismo y un capitalismo grosero y agresivo. Donde la gente no es verdaderamente gente, como los refugiados en Europa. Hay dos masas de gente caminando para el centro: una de África a Europa y otra de Honduras y Nicaragua a los Estados Unidos, huyendo del hambre y el crimen. Estamos creando un mundo donde la dominación capitalista, patriarcal y colonial es más fuerte. Y donde las izquierdas y las fuerzas progresistas en general no tienen la capacidad de unirse. Siguen divididas, muy sectarias, pensando que el fascismo no está llegando. Acabo de escribir un libro, ya publicado en España, que se llama Izquierdas del mundo, ¡uníos! Porque lo que se hunde no es el socialismo sino la democracia, que está siendo vaciada desde la democracia. En 1932 Hitler subió al poder por elecciones, no fue un golpe. La democracia no se sabe defender de los antidemocráticos, sobre todo con toda esta manipulación de la opinión pública desde Facebook y WhatsApp. Y la democracia tiene que ser defendida porque el fascismo está muy cerca. Un fascismo de un tipo nuevo. Los militares de Brasil dicen que quieren una nueva democracia, sin comunistas y sin el PT. Hacia eso caminamos, hacia una democracia mutilada. No es una dictadura, no son militares, hay elecciones. Pero ciertas cosas no se dicen. En Inglaterra, también están así las cosas.

—No es tiempo entonces de dividir las luchas…

—No, hay que unirse. Hay gente que piensa que en América latina, y sobre todo en Brasil, la influencia imperial no es mucha. Y para mí es absolutamente decisiva.

—¿Cuál es su mirada sobre el empuje del feminismo?

—El feminismo tiene una importancia brutal si realmente sabe unir y traer otras luchas.

—¿Por ejemplo?

—La lucha anticapitalista. Puede ser una obviedad, pero nosotros teníamos un concepto para hablar de una sociedad alternativa. Se llamaba socialismo. Esa palabra fue exiliada de Europa en los años 70 y 80. Reapareció en el continente latinoamericano en el inicio del 2000, cuando se hablaba del socialismo del siglo XXI. Ahora desapareció —salvo en Venezuela— y reaparece en los Estados Unidos a través del senador demócrata Bernie Sanders. Y las mujeres latinas que fueron elegidas para el Congreso se dicen socialistas. Entonces ahora para los periódicos de los Estados Unidos el socialismo ya no es una palabra fea.

—¿Se considera socialista?

—Sí, pero de un socialismo que no es dogmático. Mi utopía sería un ecosocialismo feminista y antirracista. Ecosocialismo porque tenemos que tener otro modelo de desarrollo. No puede ser este modelo extractivista de la agricultura industrial que está produciendo un calentamiento brutal global. Y antirracista y feminista para unir las luchas.

Fuente: https://www.lacapital.com.ar/educacion/hay-que-unir-las-luchas-contra-el-capitalismo-el-colonialismo-y-el-patriarcado-n1704522.html

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La violencia machista y su abordaje en las aulas

Por: Saray Marqués

El 25-N es el Día Internacional contra la Violencia de Género. Muchos centros educativos trabajan durante todo el año en su prevención

De los estudios recientes sobre género en la adolescencia se suelen destacar aspectos poco alentadores: Un 25% de los chicos y un 22% de las chicas de 12 a 24 años está algo de acuerdo en que “el hombre que parece agresivo es más atractivo”, según un estudio del Centro Reina Sofía para la Infancia y la Juventud de 2015, y un 32% de los chicos y chicas de 14 a 19 años ve normal la existencia de celos dentro de la pareja, según otro estudio del mismo organismo de ese mismo año. Mientras, un 21,2% de los jóvenes de 15 a 29 cree que la violencia de género es un tema “muy politizado, que se exagera mucho” y un 27,4% la ve una conducta “normal” dentro de la pareja, según un barómetro del mismo organismo del año pasado.

Sin embargo, no se suele incidir tanto en otros apartados de esos mismos estudios. Así, María José Díaz Aguado ha probado en diferentes investigaciones a lo largo de esta década cómo los chicos y chicas que habían recibido algún tipo de formación en prevención de la violencia de género tenían un menor riesgo de sufrir o ejercer violencia en un futuro. De nuevo, la mirada clavada en el centro educativo.

El ‘Me too’ sí que sirve

Esther Roca es cofundadora del Grupo de Mujeres Sherezade: dialogando el feminismo. También es formadora de docentes. Para ella, el Me too ha sido un fenómeno “superpositivo 100%”: “Se han alzado muchas voces, cada vez más, y esto hace que en contextos educativos se vea atractivo trabajar sobre la violencia machista, antes silenciada bajo el discurso de “Qué exageradas, eso no pasa”. El Me too rompe con esta idea y genera un boom. Tenemos colegios que nos llaman sólo para estos temas, porque quieren acabar con la violencia y generar espacios de diálogo. El curso pasado formamos a 50 centros sólo en la Comunidad Valenciana. Y este estamos formando a otros tantos. Va a más”.

Roca propone que se vaya “Todos a una” en el camino hacia una convivencia feminista, en el posicionamiento activo contra la violencia, sin que nadie perciba que se está imponiendo el discurso dominante de nadie. Si, por ejemplo, se va a crear un Club de Valientes –una actuación que ha demostrado su eficacia para acabar con el acoso de primer y segundo orden, contra la víctima y contra quienes la protegen- se trata de reflexionar conjuntamente cómo llevarlo a cabo en las aulas, cómo se define valiente en función de la edad de los niños, que es un héroe y una heroína en base a los valores y sentimientos que generan respaldo unánime… Solo así se creará un contexto seguro en que si se da una violencia en esa esquina, en el patio o en el comedor siempre alguien alzará la voz por la persona víctima.

Sonia del Barrio es maestra en el CPI Soloarte IPI de Basauri. “Aquí las fechas concretas, como el 25N son casi anecdóticas, apenas importantes. Trabajamos en prevención de la violencia a diario, siempre, y cuando surgen estas fechas o viene alguien de fuera a hacer talleres se ve cómo los chavales ya tienen interiorizada una forma de hacer las cosas, de estar, y el discurso les sale solo”, sostiene. Entre otras iniciativas, allí funciona el club de valientes, pero no solo. Se transmite cómo los conflictos se resuelven mediante el diálogo y las medidas correctoras han de ser, ante todo, educativas. También es habitual la dinámica de coloquios, juntarse todos los niños y niñas y los profesores de todos los cursos para abordar un tema en base a la lectura previa de textos. Por ejemplo, uno acerca de cómo distinguir la violencia y lo que no lo es y otro de la autora Chimamanda Adichie, Todos deberíamos ser feministas. El objetivo es una reflexión global.

La convivencia en esta comunidad de aprendizaje, en un centro catalogado de medio social desfavorecido, ha mejorado mucho. Allí hace tiempo que se abordó el “No es no”, recuerda Del Barrio: “Desde chiquitines tienen muy interiorizado el “Si no me gusta, no me lo hagas”. La ley del silencio ya no existe, y los pequeños forman piña con la víctima de modo natural, sencillo y con mucha lógica. En seguida protegen al que ha sufrido violencia y le dicen al violento “Esto no nos gusta, no vamos a jugar contigo hasta que no te portes como te tienes que portar”. Y se lo llevan a casa. Saben discriminar las relaciones sanas y las que no lo son, reconocer la violencia aunque no lo verbalicen así. También vemos cómo las hijas hablan porque lo han aprendido, dicen cosas que sus madres no se habían atrevido a decir. Tenemos la dificultad de que solemos acoger alumnos nuevos durante el curso. De repente, uno llega de Marruecos en febrero, de Senegal en abril, pero los chavales tienen una forma de estar que hacen ellos solos la acogida. Además, estamos aprendiendo mucho de la trayectoria de los pequeños y nos está sirviendo para adaptarlo a etapas superiores. Poco a poco se van consiguiendo cosas también con los mayores”.

Aparte de por el respaldo de la comunidad científica, que lleva tiempo subrayando la contribución educativa y social de los clubes de valientes, de esos upstanders, de esa bystander intervention de personas que se posicionan siempre ante la violencia como clave para superar las violencias machistas, Esther Roca destaca esta iniciativa porque “la puedes aplicar desde mañana, a nivel de escuela, pero también a nivel de aula”. Otras, como el modelo dialógico de convivencia, pueden resultar más complejas y suponen involucrar al centro entero, pero esta se puede transferir fácilmente desde las primeras edades, lo que explica su buena acogida.

Frente a este ejemplo, puntualiza, existen otras actuaciones no basadas en evidencias que se suelen entremezclar con las que sí lo están en los programas de formación: “Al profesorado a veces se le venden bulos sobre cómo trabajar para eliminar la violencia machista desde el contexto educativo… Bulos que despistan, que quitan tiempo. Este boom conlleva este riesgo, que se cuelen desde la asesoría o desde la política educativa en los centros remedios sin un filtro previo, con la etiqueta de “creativo” o “innovador”, haciendo que lo que es efectivo al final no llegue”.

Las raíces machistas

Si para Roca “Las niñas y los niños son la fuerte esperanza de que otros contextos en que no tenemos estas premisas tan claras acaben transformándose de forma cada vez más generalizada”, la experta Marina Subirats invita a buscar las raíces del fenómeno, de ese insulto o esa agresión directa a una niña, en la transmisión de un determinado modelo masculino, también en la escuela. Ella lo ha recogido con respecto al interior, al aula, en Rosa y azul. La transmisión de modelos en la escuela mixta y al exterior, el patio, en Balones fuera. Reconstruir los espacios desde la coeducación. En el primero, de finales de los ochenta, refleja el desequilibrio en los intercambios verbales de niños y niñas en el aula (a favor de ellos), por ejemplo. Subirats lleva tiempo con la idea de repetir esta investigación para comprobar si algo ha cambiado, pero de momento no ha podido ser por falta de financiación.

Representadión de Violencia D.E.P. Género

En el segundo refleja cómo la batalla por el espacio también la ganan ellos. Los chicos se apoderan prácticamente de todo el patio jugando al fútbol, mientras que los más pequeños o las chicas se quedan relegados por los rincones, mirando. También en este caso, en un principio Subirats se topó con la negación, pero “en el momento en que el profesor empieza a mirar el patio se da cuenta de que sí es así”. “Yo creo que ahora por primera vez en muchos centros se va entendiendo que el patio incluye una valoración de símbolos masculinos y femeninos y se está trabajando con esta premisa [que difundía el libro hace 11 años]. En Andalucía, en el País Vasco o Cataluña tenemos escuelas que están remodelando sus patios…”, apunta.

Para Subirats son clave proyectos de coeducación como el que está llevando a cabo Skolae en Navarra, que defiende frente a la campaña en su contra: “Si consiguen que caiga será muy difícil que en otras zonas se apueste por proyectos coeducativos”. Sabe de lo que habla. Siendo directora del Instituto de la Mujer vio cómo una campaña de educación afectivo-sexual en las escuelas, realizada en colaboración con el colectivo Harimaguada, duraba mientras duraba el gobierno socialista.

También Amaia Ruiz, del CPEIP Virgen del Soto de Caparroso (Navarra), valora el programa Skolae, creciendo en igualdad y el Plan de Coeducación del Departamento de Educación de Navarra en que se inserta. Su centro no solo está dentro de este programa, sino que acaba de terminar un curso en que las “mujeres que mueven el mundo” han sido el eje transversal. Con 6º de primaria como grupo motor, recopilaron biografías de mujeres que no aparecían en el currículum para elaborar un libro de texto y recogieron, además, historias de aquellas “pioneras” del pueblo, Caparroso, -la primera alcaldesa, la primera directora del colegio-, para rendirles un homenaje.

El teatro como herramienta de transformación social

En el IES Rayuela de Móstoles llevan desde el curso 2013/14 valiéndose de las artes escénicas para abordar el fenómeno de la violencia de género. Empezó el jefe de estudios, Jaime Álvarez, y hoy otros compañeros han tomado el testigo. Con Violencia D.E.P. Género, Álvarez, un enamorado del teatro, decidió conectar con el alumnado: “Cuando un ponente venía a hablar sobre esto solía quedar todo en datos fríos y distantes. Me pareció que sería más eficaz presentarlo a través de una serie de escenas cotidianas de violencia de género teatralizadas”. El resultado fue muy potente y surgió una colaboración con el Ayuntamiento para representarlo ante centros educativos de la localidad en la semana contra la violencia de género. En total, unos 3.000 adolescentes desde 3º de ESO han presenciado la obra, a cargo de alumnos de 1º y 2º de bachillerato, y también del propio Álvarez. La catarsis que el espectáculo generaba era importante, y el propio Álvarez necesitó una pausa, pero afortunadamente había contagiado a otras compañeras y compañeros. Estos siguen trabajando, ahora en dramatizaciones con guion de los propios alumnos. Es el caso, entre otros, de José María Pallás, jefe del departamento de lengua, que explica cómo los alumnos del centro –el único de artes escénicas de la zona sur de la Comunidad de Madrid- protagonizaron el año pasado una performance durante la manifestación contra la violencia de género que este año volverán a repetir.

También trabajan sobre canciones, en este caso que se posicionen contra la violencia machista, y elaboran coreografías a partir de ellas. Algunos ejemplos son La puerta violeta, de Rozalén; Ella, de Bebe; María se bebe las calles, de Pasión Vega, o Que nadie, de Manuel Carrasco y Malú. “El grado de implicación y entrega de los alumnos es increíble. No hacen más que proponer mejoras. Demuestran mucha madurez respecto a un drama que desgraciadamente a algunos les ha pasado directa o indirectamente por encima”, reflexiona su profesor.

Del centro a la ciudad

“La alcaldía buscaba dar un giro a la política de igualdad en el ámbito educativo. Sobre todo a los talleres para desarrollar con el alumnado. Se repiten año tras año, pero parece que se necesitaba algo más”, comienza Jorge Antuña, director del Centro del Profesorado de Gijón. El resultado fue Otras miradas, un desarrollo de la Carta Local para la Igualdad de Mujeres y Hombres del Ayuntamiento de Gijón en 13 centros educativos (de primaria, secundaria, FP, 11 públicos, uno privado y uno concertado) con tres patas fundamentales: una intensa formación del profesorado, la formación del alumnado a su vez por este profesorado formado y la elaboración y desarrollo de un proyecto de Aprendizaje Servicio: “Se trataba de salir al barrio, a la comunidad, de colaborar y buscar alianzas con instituciones no solo educativas: la unión de comerciantes, la federación de asociaciones de vecinos, asociaciones y ONG diversas… para sensibilizar a la ciudadanía sobre igualdad”. Así, el curso pasado no era raro encontrarse en un establecimiento de hostelería un menú por los buenos tratos a cargo de niños y niñas de un colegio de la ciudad, o toparse en la marquesina del autobús con un cartel diseñado por alumnos de un instituto.

Los datos de la evaluación han sido positivos: “Reflejan cómo los alumnos han tomado más conciencia de la situación, están más implicados y lo van trasladando a su entorno”, señala Antuña, que entiende que “La desigualdad y la violencia no son un problema solo educativo, sino social, y desde el ámbito social se deben resolver. Toca salir de la escuela, abarcar el barrio, la ciudadanía, los agentes sociales… Era lo que buscábamos y lo hemos conseguido”.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/21/la-violencia-machista-y-su-abordaje-en-las-aulas/

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Escuelas en transición… ¿hacia dónde?

Por: Julio Rogero

La necesaria transformación ecosocial nos lleva a la necesidad de ir poniendo ya las nuevas bases en las que ha de ir fundamentándose esa gran transformación.

Vivimos insertos en un crisis civilizatoria y un cambio de época que lleva a los analistas sociales a hablar de la necesidad de ir pensando diferentes vías hacia lo que denominan postcapitalismo. Nadie sabe cómo será esa llamada sociedad postcapitalista. En el acercamiento a algunas de sus propuestas se abren diferentes escenarios en el tránsito a esa sociedad ignota, pero sí soñada por todos los utopistas. Van desde la acentuación máxima de las características de caótica brutalidad extrema de las desigualdades y exclusión de la humanidad sobrante, a la aparición de una sociedad socialista basada en la libertad autoorganizada, en la justicia social, en la equidad y en la fraternidad humana.

Otros posibles escenarios pasarían por el mantenimiento de un suavizado neoliberalismo autoritario, por el creciente capitalismo verde o por una aumentada intervención del Estado para frenar los riesgos de la cada vez más inevitable destrucción ecosocial y crear el escenario de una Green New Deal dudosamente viable.

En definitiva, nuestra pregunta sería si son posibles estas y otras transformaciones del capitalismo para ir más allá de él. Lo que parece cada vez más claro es que la necesaria transformación ecosocial, para salir de este sistema salvaje y sus resultados de muerte civilizatoria, nos lleva a la necesidad de ir poniendo ya las nuevas bases en las que ha de ir fundamentándose esa gran transformación. Es necesaria para caminar hacia una nueva sociedad postcapitalista, basada en un humanismo creciente, sustentada en toda la humanidad como sujeto histórico de estos cambios civilizatorios y en una relación radicalmente diferente entre nosotros, con la naturaleza y con la vida.

Por ello, cada subsistema del sistema mundo en que vivimos ha de ir moviéndose en esta dirección. Para que se avance en un equilibrio inestable y que ningún aspecto o dimensión del vivir quede al margen de esta necesaria gran transformación. Así podremos transitar hacia esa utopía, como “inédito viable” que nos decía Freire, de una sociedad basada en la dignidad humana, en los derechos humanos y en una democracia participativa creciente y autoorganizada.

El sistema educativo integrado, en una pequeña parte, en los procesos de esta gran transformación, se mueve lentamente también en esta dirección. Podemos preguntarnos si los cambios actuales y las innovaciones que se dan en su seno están sirviendo para mantener el sistema social actual o si están sirviendo para su transformación asentando procesos de transición real hacia el postcapitalismo. Hay dinámicas diversas que apuntan en la dirección de esas mutaciones, que ya se van plasmando en pequeños proyectos de cambio y renovación en muchos centros educativos.

Los actuales cambios van desde las escuelas que siguen asentando y sosteniendo como innovadoras posiciones xenófobas, clasistas, segregadoras acordes con esa sociedad, hoy todavía mayoritaria, coherentes con este capitalismo salvaje que acentúan la exclusión social de una creciente “humanidad sobrante”, el desprecio a los pobres-perdedores y la admiración y aspiración al éxito de los ricos (video que ponen a sus alumnos en un colegio religioso de Madrid). Así tenemos escuelas, sobre todo privadas y concertadas, que segregan sin pudor por causas económicas, de origen social, de género, de religión… Y lo grave es que las financiamos entre todos.

Nos encontramos con propuestas “innovadoras” de todo tipo que, queriendo cambiar algo, lo hacen de acuerdo con los modelos que el sistema dominante va perfilando para seguir sobreviviendo en estos tiempos de cambio de época. Unas escuelas asumen los nuevos modelos de gestión e innovación empresarial para ajustarse mejor a ese suavizado y camuflado neoliberalismo autoritario e hipercapitalista, basado en los cambios de la innovación y la creatividad que necesita para la obtención de resultados siempre más competitivos. Ahí tenemos muchos centros concertados que hacen suyas innovaciones que dan respuestas a las demandas de sus clientes y apuestan por metodologías como el trabajo en equipo, el trabajo por proyectos, la clase invertida, la gamificación, los espacios abiertos y tiempos flexibles, los equipos internivelares, proyectos empresariales de emprendimiento… Es lo que van a pedirles los departamentos de recursos humanos de las empresas en las que asentar su futuro laboral.

Otras escuelas, sin renunciar a lo anterior, tienen propuestas ecológicas de huertos escolares, salidas a la naturaleza, a granjas escuelas, proyectos de ecoescuelas… Cuando esto se propone al margen de otras perspectivas de compromiso ético y político más integral, le viene muy bien a determinados poderes que han optado por humanizar su propuesta de “capitalismo verde” para mostrar que combate los riesgos de todo tipo que produce su barbarie maquillada, sin cuestionar el propio sistema. Esta visión se está extendiendo por el sistema educativo, apoyado por diferentes administraciones, sobre todo, locales sin cuestionarse casi nada y sin proponer una visión pedagógica ecosocial global.

También hay otras que reclaman leyes educativas que faciliten los recursos necesarios para hacer viables las innovaciones escolares necesarias que hagan más humano, cercano, emotivo y atrayente el espacio y el tiempo escolar, casi siempre situados dentro de las políticas y cultura del llamado “capitalismo afectivo”. Son muchas de las escuela de todo tipo que utilizan hoy técnicas de inteligencia emocional, couching, mindfulness, incluso el Aprendizaje Servicio como herramienta de satisfacción personal de un falso compromiso-caridad con los demás sin cuestionar la sociedad vigente,… todo para promover una falsa felicidad del alumnado satisfaciendo siempre al poder.

En el otro lado, hay escuelas que apuntan a la construcción de una nueva educación y sociedad basadas en valores de cooperación, de capacidad de pensar pos sí mismo críticamente, de inclusión, respeto, convivencia positiva, compromiso ecosocial, apoyo y cuidado mutuo; escuelas públicas que viven la democracia, que luchan por la equidad, que acogen toda la diversidad, inclusivas, que practican el Aprendizaje Compromiso con los problemas de su sociedad para transformarla, pequeñas prácticas de transformación en el aprendizaje cooperativo, el diálogo, la toma de decisiones colectivas… Conocemos muchas escuelas, sobre todo, de titularidad pública que transitan ya, desde hace tiempo, en esta dirección, poniendo bases sólidas de otra forma de vivir la escuela y la educación.

En definitiva, la pregunta que se nos plantea, en toda esta gama de grises escolares entre los extremos del blanco y el negro, es si las escuelas que promueven determinadas innovaciones y cambios en sus formas de educar son puras adaptaciones a los procesos de cambio que el propio sistema capitalista demanda para sobrevivir, o son cambios que van en la dirección de transitar hacia una nueva sociedad, más allá del actual sistema productivo y financiero. Los que dicen, porque lo ven, que hay un boom innovador dentro del sistema educativo, constatan que la mayoría de ellas son las innovaciones que se dan en el marco del mercado de la educación de la enseñanza privada y concertada y su oferta a una clientela con recursos de consumo educativo que la demandan, para asegurar su estatus social y laboral. No va más allá de las necesidades de la pretensión de perpetuarse del propio sistema adaptado a la sociedad del rendimiento siempre creciente, que da respuesta a las aspiraciones individualistas y competitivas del clasemedianismo actual. No hay duda de que esta es la escuela que apoya el poder establecido hoy.

Muchas escuelas de titularidad pública también están entrando en esas dinámicas innovadoras que solo maquillan o modernizan la escuela del capitalismo. Ese es uno de sus grandes desafíos, hacer una escuela pública transformadora en que su renovación pedagógica profunda establezca la líneas básicas de sentido, que pongan las bases de una transición progresiva hacia una sociedad emancipada.

Lo que parece cada vez más claro es que la necesaria transformación ecosocial, para poder vivir todos con dignidad y para salir de este sistema salvaje y sus resultados de muerte civilizacional, nos lleva a ir poniendo ya las nuevas bases en las que se ha de ir fundamentando esa gran transformación. La educación y el sistema educativo lo necesitan para que sea coherente con esa posible nueva sociedad postcapitalista, basada en los valores y el sentido profundamente humanizador, sustentada en seres humanos cada vez más justos, iguales y fraternos, sujetos que comparten, se apoyan y cuidan entre sí y de la vida, para que la vida cuide de ellos.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/11/19/escuelas-en-transicion-hacia-donde/

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UA aboga por incluir a refugiados dentro de políticas educativas

África/22 Noviembre 2018/Fuente: Prensa Latina

Los gobiernos del continente deben diseñar políticas educativas que atiendan las necesidades de los niños y jóvenes desplazados por conflictos y calamidades naturales, destacó hoy la Unión Africana (UA).
Ello, en opinión del ente, es vital para fomentar el crecimiento, la paz y la estabilidad en la región.

Los mecanismos que promueven el aprendizaje de por vida entre los menores refugiados se requieren con miras a garantizar que sean parte de la estrategia socioeconómica de sus territorios anfitriones, aseguró la UA.

Así, la delegación de la Unión presente en el lanzamiento del informe de Monitoreo Global de la Educación de la Unesco en Nairobi, Kenya, destacó la necesidad de que los Estados miembros integren iniciativas en ese sentido, sobre todo aquellos con mayor afluencia de solicitantes de asilo.

El aprendizaje puede ser una herramienta para fomentar la armonía interétnica, clave para prevenir los conflictos responsables de la alta carga de refugiados en África, subrayó la UA.

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, al menos cuatro millones de personas bajo esa condición de entre cinco y 17 años no asistieron a la escuela en 2017 en todo el mundo.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=230502&SEO=ua-aboga-por-incluir-a-refugiados-dentro-de-politicas-educativas
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Nigeria promoverá enseñanza del karate en las escuelas

África/Nigeria/22 Noviembre 2018/Fuente: Prensa Latina

Autoridades deportivas de Nigeria anunciaron hoy aquí los nuevos programas para promover la enseñanza del karate en las escuelas.
El presidente de la Federación de Karate de este país, Silas Agara, explicó a la prensa que en estos momentos se trabaja en un proyecto para introducir en las instituciones secundarias y terciarias nuevos planes de estudio para el aprendizaje de ese milenario arte marcial.

La medida, explicó el funcionario, está encaminada a desarrollar ese deporte en el currículo académico de educación de Nigeria para despertar el interés de los jóvenes y adolescentes.

Puntualizó que en la misma medida en que se introduzca esa actividad en las escuelas, los estudiantes se interesarán mucho más y comenzarán a practicarla, lo cual permitirá en un futuro que puedan representar a África en competiciones internacionales.

Agara aseguró que la federación de karate se está preparando para ocupar un lugar destacado en el próximo Festival Nacional de Deportes y en otras fiestas deportivas internacionales, como los juegos de África y las olimpíadas.

Fuente: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=230515&SEO=nigeria-promovera-ensenanza-del-karate-en-las-escuelas
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