La Defensoría del Pueblo de la Ciudad convocó a la comunidad educativa de las escuelas tomadas para debatir el estado de situación y en especial escuchar la voz de los y las estudiantes. Representantes de 23 escuelas secundarias acompañados por numerosos padres y madres presentaron sus reclamos y críticas hacia la reforma educativa denominada “la escuela secundaria del futuro” enviada a las escuelas sin previos consensos ni consultas con docentes padres o alumnos.
Además del análisis crítico de los contenidos de la propuesta educativa, y de postular el más amplio rechazo, hubo coincidencia general en reclamar el cese de todo tipo de persecución, evidenciada en la presencia intimidatoria de personal policial en las escuelas, y la anulación del protocolo de denuncia en comisarías y fiscalías enviado a las escuelas a través de la línea ministerial y hoy negado por las más altas autoridades. Otra de las cuestiones presentadas con profunda convicción por los estudiantes es la necesidad de incluir en las escuelas un plan de capacitación en educación sexual integral tanto para docentes como para alumnos y alumnas y un “protocolo de prevención y asistencia en violencia de género”.
Las y los jóvenes delegados hicieron relatos conmovedores acerca de situaciones atravesadas por compañeras víctimas de acoso o abuso que no tuvieron la atención o el seguimiento adecuados. Denunciaron también la presencia de posibles redes de trata en las inmediaciones de varios establecimientos educativos que es preciso investigar con celeridad.
Desde la Defensoría del Pueblo se realizan múltiples acciones para la prevención de la violencia de género y la protección de sus víctimas. Además del seguimiento de reclamos en materia de inseguridad y las cuestiones puntuales de infraestructura escolar ampliamente monitoreadas.
Frente al reclamo de los y las estudiantes por la temática de violencia de género insistiremos con el tratamiento legislativo del proyecto presentado por el Defensor Alejandro Amor en la legislatura porteña sobre la creación de Asesorías especializadas en educación sexual violencia y género, para las escuelas primarias y secundarias, proyecto basado en ideas de destacadas especialistas en la temática como la Asociación Argentina de Educadoras y Educadores Sexuales AAES y en distintas iniciativas parlamentarias. El Consejo de los derechos de niñas niños y adolescentes y los equipos de Asistencia Socio Educativa del Ministerio de Educación tienen que escuchar con atención estos reclamos. La eficacia de los dispositivos existentes ha sido puesta en duda por la realidad que viven los y las adolescentes. Y el cumplimiento de la ley de Educación sexual integral y otras normas basadas en los tratados internacionales de derechos humanos es un reclamo de la comunidad. Por si fuera poco hay un mandato legal a cumplir por el conjunto de funcionarios del Estado, claramente expresado en el artículo 24 de la Constitución porteña de 1996, cuando dice que la ciudad garantiza un sistema educativo que “Contempla la perspectiva de género. Incorpora programas en materia de derechos humanos y educación sexual.”
Desde la Defensoría del Pueblo seguiremos insistiendo en construir las mesas de diálogo y de trabajo que hagan falta para rediseñar los procedimientos o protocolos demandados y encontrar canales para discutir una reforma basada en los intereses reales de la comunidad educativa, de sus verdaderos protagonistas.
En Adasevci, un pueblo con un campo de refugiados en la frontera de Serbia con Croacia, cientos de personas protestaron contra la matrícula de alumnos inmigrantes en el colegio. Miles de refugiados de Afganistán e Irak, han quedado estancados en Serbia desde que Hungría, Croacia y otros países en la ruta de los Balcanes cerraron sus fronteras.
Muchos de ellos inicialmente se negaron a ir a los campamentos, temiendo la expulsión. Pero a medida que pasó el tiempo y no pudieron continuar, muchos se registraron y un número cada vez mayor está pidiendo asilo en Serbia.
Para Ivan Miskovic, portavoz del Comisariado Serbio para los Refugiados “Todos debemos intentar ayudarlos a superar su trauma e integrarlos en la vida escolar normal. Somos conscientes de que estos niños están aquí de paso, pero deben ir a la escuela aunque sea por unos pocos meses. Es muy importante que se unan a los otros niños en las escuelas.También es una buena oportunidad para que nuestros niños tengan una experiencia con culturas diferentes”.
En la mayor parte de los pueblos no ha habido problemas de integración. Los profesores describen a los alumnos refugiados como especialmente dispuestos a aprender.
Según datos de la ACNUR, hay 4.200 reugiados en 18 centros de Serbia. La mitad de ellos son menores de edad.
El uso del teléfono inteligente en las escuelas lleva muchos años generando polémica. En algunos lugares se valora la prohibición completa, mientras que en otros únicamente se trata la posibilidad de prohibir su uso en todo el recinto educativo. Y en Francia, el ministro de Educación Jean-Michel Blanquer ha desatado el debate público en torno a este problema planteando la posibilidad de que a los estudiantes se les obligue a depositar sus smartphone en ‘cajas seguras’ antes de entrar en clase.
En el teléfono inteligente, no sólo los alumnos sino todos los usuarios de los mismos almacenamos información privada. Y el problema de estos dispositivos en los colegios está relacionado también con la privacidad, pero más bien por la posibilidad de captar imágenes por parte de estos dispositivos. No sólo esto genera debate en torno a su prohibición, sino también el hecho de que los dispositivos móviles pueden provocar distracciones y falta de atención a los profesores. Sea como fuere, lo que se busca es una solución al problema de los móviles en el colegio, y Francia plantea una nueva posibilidad.
Francia propone una nueva opción: móviles en el colegio sí, pero ‘guardados en cajas’
El ministro francés ha propuesto que los alumnos puedan llevar los móviles a clase, pero que tengan la obligación de dejar los dispositivos en ‘cajas’ antes de entrar en clase. Estas ‘cajas’ bien podrían ser taquillas, o cualquier otro sistema seguro para su propietario, y que al mismo tiempo garantice que el dispositivo no se utiliza en clase. Porque, evidentemente, los estudiantes y padres protestan en lugares en que ya se han prohibido dispositivos móviles porque no pueden contactar o ser contactados cuando salen del colegio. Pero de esta forma, además, se impide que puedan ser robados cuando, por ejemplo, los alumnos están en la hora de recreo.
Ahora bien, ya han surgido los primeros que se han posicionado en contra de esta propuesta. Y señalan que es imposible conseguir que todos los móviles se guarden en una ‘caja segura’ en el caso de escuelas secundarias, por ejemplo, con 600 alumnos. Es algo que complica el acceso y la salida del centro educativo, explican, y podría generar otro tipo de problemas. Sea como fuere, por el momento sigue siendo una propuesta para un polémico tema que se debate también en España.
África / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Lola Hierro / Fuente: El País
Hay 264 millones de menores sin escolarizar en el mundo y dos tercios viven en países de abundantes recursos naturales. Su explotación genera conflictos que afectan a la educación. Un informe lo analiza
A primeros de septiembre, ciudades y pueblos se llenan desde bien temprano de niños somnolientos y nerviosos que se enfrentan a su primer día de curso. Una imagen tan habitual para algunos no lo es en absoluto para muchos, muchísimos otros. En los últimos años se ha avanzado en la escolarización de los menores —entre 2000 y 2015 el acceso a la escuela primaria llegó al 90% de los niños— pero todavía quedan 264 millones sin escolarizar en todo el mundo. Y dos tercios de ellos viven en países ricos en recursos naturales, pero que paradójicamente ocupan los últimos puestos de desarrollo y tienen presupuestos en educación inferiores al 3% de su PIB.
Para llamar la atención sobre esta realidad tan chirriante, la ONG Entreculturas ha lanzado la campaña Escuelas en peligro de extinción y, con ella, un informe titulado Educación en zona de conflicto que analiza minuciosamente las relaciones entre el derecho a la educación, la explotación de recursos naturales, la paz y el desarrollo sostenible.
«La fuerte presión sobre los recursos minerales, fósiles, pesqueros, forestales, agrícolas o hídricos y la lucha por su control generan, además de degradación ambiental, tensión, conflictos, violencia y desplazamientos forzosos», resume el estudio, que describe cómo los civiles que viven en estas áreas explotadas ven vulnerados sus derechos. Sobre todo, el de la educación. Los datos hablan por sí solos: el 87% de las personas desplazadas en el mundo en la última década proceden de zonas de explotación minera y petrolera.
Y de eso sabe Hombeline Bahati, coordinadora de un proyecto de mejora de medios de vida con el Servicio Jesuita al Refugiado. Trabaja en Masisi, en la castigada región de Kivu norte, en la República Democrática del Congo (RDC). Un país con abundantes recursos minerales que lleva 20 años sumido en un conflicto sin visos de acabar. Oro, el tantalio que hace funcionar los teléfonos móviles… RDC es una mina y todos quieren beneficiarse de ella.
«Existen problemas tribales por el acceso a la tierra, porque con la crisis de los noventa de Ruanda, los hutus se desplazaron a Masisi y siguen ahí, y no hay sitio para todos», explica Bahati, en Madrid para dar visibilidad a su trabajo. Luego, desde que llegaron los blancos a ayudar y descubrieron la riqueza de nuestras montañas; empezaron a explotar la tierra y entonces ya no fue solo para cultivarla, sino para obtener mayores beneficios. Ahí entraron el Gobierno, las milicias, las grandes empresas extractivas… ya fue una lucha de todos contra todos», describe.
Solo en Masisi se aglutinan 11 campos de refugiados y Bahati trabaja en siete. Se estima que en ellos viven —o malviven— unas 36.000 personas. «A través de la formación en diferentes oficios, estas personas pueden ser autónomas. Son familias que tuvieron que irse a otros pueblos o a campos de refugiados para estar más tranquilos porque sufrían los enfrentamientos entre guerrillas o entre estas y el ejército regular».
Es un círculo vicioso: a menor educación, más conflictos, y a más conflictos, menor educación. Y la particularidad de que la contienda tenga que ver directa o indirectamente con la explotación de los recursos de un país solo empeora las cosas. Según el informe, es un agravante para los niños y niñas en edad escolar: «Diez de los países con indicadores educativos más bajos son ricos en recursos naturales. Ocho de ellos están siendo o han sido asolados por conflictos. De los 40 conflictos que se han producido entre el año 1999 y el año 2013 han conllevado ataques recurrentes a la educación, más de la mitad han estado vinculados directa o indirectamente con los recursos naturales», enumera. Y además, durante los últimos 60 años, entre cuatro y seis de cada 10 conflictos armados tuvieron un vínculo con la explotación de recursos naturales. La mayoría fueron en África subsahariana, pero también en América Latina y Asia.
La razón fundamental es que estas contiendas se prolongan más tiempo, llevan asociados mayores niveles de violencia, especialmente contra las mujeres, y son más difíciles de superar. El riesgo de resurgimiento es mucho más alto, en parte porque los procesos de paz y reconciliación no suelen abordar la gobernanza y gestión de los recursos naturales.
El 87% de las personas desplazadas en el mundo en la última década proceden de zonas de explotación minera y petrolera
En Masisi, Bahati es testigo a diario de cómo esto afecta a la educación de los niños: «Cuando hay un conflicto no funciona nada, y tampoco los colegios. Llegan familias desplazadas con sus hijos a una nueva comunidad y las escuelas de la zona no tienen plazas para todos, se desbordan, así que los menores no pueden acceder a la educación o acceden a una de muy mala calidad», describe.
Otras guerras menos visibles
Hay conflictos armados más violentos a primera vista, como por ejemplo el de RD Congo. En ellos se atacan escuelas, se asesina, se producen desplazamientos forzados de comunidades enteras y una importante degradación medioambiental. Pero existen otros de menor escala que afectan a millones de personas de pequeñas comunidades locales y tienen su origen en el acaparamiento de tierras que luego explotarán grandes empresas (cultivos intensivos de soja, por ejemplo, en América Latina) o en la lucha por recursos decrecientes (agua, tierras, pastos, pesca…).
Se calcula que hay activos más de 2.000 conflictos medioambientales, una cifra que ha aumentado en los últimos años en paralelo a los asesinatos de ecologistas, que a menudo ejercen también el liderazgo educativo en sus comunidades. Uno de los más sonados fue el de Berta Cáceres, pero no el único. Estos crímenes aumentaron un 59% entre 2004 y 2015, con 185 asesinatos en 16 países, según el último informe de Global Witness.
En los conflictos armados relacionados con los recursos naturales son frecuentes los ataques a la educación. Desde los ataques a escuelas y a profesores, la destrucción de aulas, el reclutamiento de niñas y niñas como soldados, hasta la violencia contra mujeres y niñas, estudiantes y docentes. En el caso de la República Democrática del Congo, por ejemplo, desde 2013 han sido destruidas más de 500 escuelas y más de 200.000 escolares se han visto afectados.
En los conflictos medioambientales, los impactos no son tan visibles, en parte porque los ataques directos a escuelas, profesores y estudiantes son menos frecuentes, pero también son muy dañinos y vulneran el derecho a la educación de milones de menores. La apropiación de tierras por parte de empresas desplaza a la población que las habitaba o trabajaba, con la consiguiente pérdida de oportunidades educativas para los afectados. En Kenia hay 30.000 escuelas en riesgo de desaparición por este fenómeno. El 83% no cuenta con un título jurídico de propiedad, por lo que sus efectivos propietarios no pueden defenderse.
Una cuestión de género
De entre todos los perjudicados por este tipo de contiendas, las mujeres y niñas tienen un problema añadido. La educación las empodera para enfrentarse a diversas discriminaciones. Pero si no tienen la oportunidad de formarse, serán más proclives a sufrir otros abusos. Es el caso del matrimonio infantil o el acceso a la salud o al empleo. Sin olvidar a que en los lugares donde existen conflictos por los recursos naturales se producen a menudo violaciones masivas de mujeres como arma de guerra. Además de las secuelas físicas y psicológicas, estas quedan estigmatizadas de por vida y marginadas, por lo que acaban por destruir el tejido social de las comunidades.
Bahati lo describe desde su experiencia. Explica que los desplazados pierden el acceso a la tierra, ya no tienen donde cultivar y por tanto dejan de ganar dinero. «Como mucho pueden realizar alguna actividad económica informal, y si les sobra algo del poco dinero que ganan para destinarlo a la educación, van a privilegiar a los niños varones», cuenta Bahati. «El que las niñas estén en los campos sin hacer nada las lleva a la esclavitud sexual: en mis campos sucede mucho», asegura la congoleña. «Por menos de medio dólar, los padres las prostituyen».
En República Democrática del Congo, desde 2013 han sido destruidas más de 500 escuelas y se han visto afectados más de 200.000 escolares
Más guerra, peor alimentación y peor educación
Como se mencionaba antes, una buena parte de las personas más pobres del mundo vive en países ricos en recursos naturales. Y también de los hambrientos. Esa combinación de pobreza y hambre dificulta el acceso a la educación y al aprendizaje efectivo: un niño con hambre o con carencias nutricionales no va a rendir adecuadamente en el colegio. Y, sin embargo, la educación es fundamental para salir del círculo de la pobreza.
Igual ocurre con los problemas de salud: afectan al derecho a la educación porque favorecen el absentismo, el abandono o las dificultades de aprendizaje. Otras consecuencias sobre la salud son la contaminación generada por las industrias mineras o de hidrocarburos, la destrucción de infraestructuras sanitarias y la propagación de enfermedades.
Medidas realistas
Dos niñas hacen los deberes en el campo, en Etiopía.
Con esta campaña, Entreculturas hace un llamamiento a los Gobiernos de países donde existen conflictos relacionados con los recursos naturales. Les exhortan a que recaben el consentimiento libre, previo e informado de las poblaciones locales y que respeten sus derechos fundamentales, sobre todo el derecho a la vida, a la alimentación adecuada, a la salud y a la educación. Sobre esta última, el informe recalca que es imprescindible que se refuercen los medios y la financiación actuales para paliar los déficits existentes. Un ejemplo positivo, en opinión de los investigadores, es el de Etiopía, donde la pobreza se ha reducido a la mitad desde 1995, cuando empezó a aplicar programas educativos más eficaces.
En el caso de las comunidades indígenas, se hace especial hincapié en la inversión en una educación bilingüe, en un refuerzo del enfoque multicultural y de la orientación de la educación hacia el empoderamiento para la defensa de los derechos referidos a su estilo de vida, a la propiedad de la tierra y a la gestión de sus recursos.
Por otra parte, los autores consideran necesario incorporar la cuestión de la gobernanza de los recursos naturales en los procesos de paz y reconciliación por parte de los Gobiernos en los países en conflicto, de los actores que desempeñan un papel de mediación y de las organizaciones sociales que contribuyen a la restauración de la paz.
Pese a todo, Hombeline Bahati sabe que ni Masisi ni Kivu serán una tierra pacífica a corto plazo. Por eso pide adoptar medidas realistas para conseguir que la población sobreviva de la manera más digna posible y con acceso a los mejores recursos, también dentro de las circunstancias. No se puede acabar la guerra de un día para otro, pero sí se puede sensibilizar a las comunidades locales sobre la importancia de la educación. Ella, nacida en esa tierra indómita, va notando cambios. «La sensibilización es muy importante, cada vez más padres entienden que es fundamental que sus hijos e hijas se formen. El aumento de la demanda se observa en que también hay cada vez más universidades y centros de formación profesional. Antes eran para unos pocos privilegiados, pero en los últimos años se ha normalizado el acceso», asegura.
“La educación física es la educación del futuro porque el sedentarismo está fagocitando a los chicos”, aseguró el kinesiólogo Emilio Massabeu, con amplia trayectoria en el campo de la Educación Física y especialista en motricidad. Massabeu tomó ese término que se usa en la biología para señalar el fenómeno por medio del cual una célula fagocita o asimila a otra para consumirla o destruirla.
Massabeu fue uno de los disertantes del Congreso de la Accesibilidad de la Actividad Física y el Deporte como Medio de Inclusión y Promoción Social en el ámbito juvenil que se realizó en el Espacio Duam de esta ciudad.
“Hay licenciaturas, doctorados, maestrías, y las clases siguen en un nivel bajo. La actividad física está llegando a todos los niveles de prevención de las patologías. Es que el mundo se está quedando quieto, porque hace cien años que nos están ganando las enfermedades hipocinéticas, que son las enfermedades del no moverse”, remarcó.
Sostuvo que las horas semanales de Educación Física en las escuelas no alcanzan. “Los alemanes dicen que los chicos tienen que tener de 40 a 45 minutos de actividad física diaria. Al chico le ganan mucho la pantalla, la televisión, la computadora, la tablet”, enfatizó.
Por eso destacó la importancia de la actividad física y del trabajo muscular en la infancia para generar hábitos que queden para toda la vida. En este sentido tuvo una postura crítica hacia muchos de sus colegas docentes: “Tienen que ponerse las pilas y trabajar más los educadores”, apuntó.
Precisó que en la Argentina hay más de 160 institutos “que no han sido cambiados en los últimos tiempos”. “La práctica de la actividad física no está en el nivel de la ciencia que hay en todo el mundo. Hay un cúmulo de un marco teórico pero las prácticas siguen siendo de la década del 70”, explicó.
Expresó su preocupación por “la poca actitud de trabajo que tiene la gente de la educación. Sufro y lo padezco. Hay una desidia muy grande. La actitud de un profesor parado dando clases, uno se da cuenta cómo está trabajando”.
“El mundo se está quedando quieto, porque hace cien años que nos están ganando las enfermedades hipocinéticas, que son las enfermedades del no moverse”.“Los alemanes dicen que los chicos tienen que tener de 40 a 45 minutos de actividad física diaria. Al chico le gana mucho la pantalla, la televisión, la computadora, la tablet”.“Sufro y padezco la poca actitud de trabajo que tiene la gente de la educación. La actitud de un profesor parado dando clases, uno se da cuenta cómo está trabajando”.Emilio Massabeu. Profesor de Educación Física, licenciado en Kinesiología y especialista en motricidad
Derribando mitos
El especialista desmitificó algunas viejas creencias como, por ejemplo, la que dice que la natación “es el deporte más completo, pero es el que más deformación postural tiene”.
“Como el primer Tarzán de Hollywood, Johnny Weissmuller, era asmático, se pensaba que curaba el asma pero tampoco es así porque el cloro produce rinitis crónica. La natación altera la postura. El agua es buena cuando la persona flota por eso en Buenos Aires ganaron espacio los flotarios. Pero en la pileta de natación cuando uno se mueve con una desviación, el agua sigue favoreciendo esa desviación”, explicó.
Recomendó a los adultos la movilidad articular, que es la “higiene” de las articulaciones. “Activa la sinovial, la capacidad respiratoria, porque si no hay aire no hay nada, y después la fuerza, porque una buena fuerza muscular resuelve la pérdida de masa muscular por envejecimiento”.
Massabeu fue crítico de la cantidad de horas semanales de Educación Física que se da en las escuelas. “No alcanzan”, precisó el especialista.
Criticó a adultos que hacen actividades físicas extremas
“El deporte que se agenda es adicto”, sostuvo el licenciado en kinesiología Emilio Massabeu durante su disertación en el Congreso de la Accesibilidad de la Actividad Física y el Deporte que se realizó en esta ciudad.
El especialista en psicomotricidad y uno de los grandes conocedores de la motricidad infantil se mostró crítico de las actividades físicas extremas que realizan las personas adultas.
“La competencia responde a un deseo de querer ganar. Yo pregono la práctica de movimiento por el placer de moverse porque se liberan endorfinas. El que se juega de a ratitos, ese es deporte recreativo”, señaló Massabeu.
Precisó que las personas que “corren cuatro o cinco maratones anuales y toman energizantes (como Red Bull) para mantenerse despiertos, eso no tiene nada que ver con el deporte saludable”.
Aclaró que los deportes saludables “son de baja y mediana intensidad. Cualquier otra cosa afecta el sistema inmune”.
Y aconsejó: “Si el hombre hoy está estresado por trabajar, por la actividad social, por la familia y encima corre una carrera de 42 kilómetros, que vaya al psiquiatra”.
“Habría que hacer jugar a los chicos sin los padres”
Emilio Massabeu también se refirió a la exigencia que ejercen los padres sobre sus hijos en competencia. “No todos los chicos tienen la suerte de ser huérfanos”, sostuvo con ironía el especialista.
“Cuando el deporte infantil se juega con los padres se despelota la vistosidad del juego. El que quiera crear una escuela de deportes para chicos primero que haga una para los padres, para hacerles ver que lo importante no es ganar”, explicó el kinesiólogo.
Por su experiencia, Massabeu comentó: “Había chicos que los domingos hacían la fiebre del estrés, no los lunes cuando iban a la escuela, que es algo común por alguna prueba, algún examen, sino porque eran los capitanes del equipo y, como no querían tener esa presión, afiebraban”.
Por último, sostuvo: “Habría que hacer jugar a los chicos sin la presencia de sus padres porque son imbancables”.
Fuente de la reseña: https://www.lmneuquen.com/la-educacion-fisica-es-la-educacion-del-futuro-n564144
Fuente de la imagen: https://media.lmneuquen.com/adjuntos/195/imagenes/002/698/0002698407.jp
Centro América/Puerto Rico/15 Septiembre 2017/Fuente:metro /Autor:Metro Puerto Rico
Hoy dieron inicio las vistas públicas como parte de la Resolución del Senado 250, para investigar el estatus del inventario de todas las escuelas en desuso y que son administradas por el Departamento de Educación de Puerto Rico.
La misma de la autoría del senador Abel Nazario, presidente de la Comisión de Educación y Reforma Universitaria cuyo propósito es que el Departamento de Obras Públicas realice un inventario de las escuelas abandonadas alrededor de la Isla y poder contabilizar y tomar acción sobre las mismas.
“Debe haber miles de familias viviendo en edificios que eran escuelas abandonadas y propiedades del Estado. El propósito no es sacarlas es identificar los terrenos y poder legalizar sus situaciones para que se queden en esos hogares”expresó Abel Nazario.
Tras una Orden Ejecutiva del Gobernador, Ricardo Rosselló Nevares, para crear un subcomité evaluador de traspaso de planteles escolares en desuso al amparo de la Ley 26-2017, el Senado se movilizó para comenzar a ejecutar la misma.
Dicha ley dispone que el Departamento de Educación debe realizar anualmente un inventario de todas la facilidades escolares que ya no se usen y pase ese inventario al Departamento de Obras Púbicas para que se puedan disponer de estas propiedades como entienda beneficien la País.
La licenciada Mira Estefan y José Torres depusieron en representación del Departamento de Obras Públicas, ambos coincidieron en que la falta de recursos tecnológicos y entrega del listado por el Departamento de Educación hace difícil el identificar que propiedades son del Estado y si se puede disponer de ellas.
“Creo que mientras tengamos el problema de falta de información y falta de tecnología, son muchas las agencias de Gobierno que tienen miles de propiedades pero nadie saben donde están, porque no tenemos las herramientas para saberlo mientras no invirtamos en tecnología para monitorear y registrar esas propiedades” señaló el senador José R. Nadal Power.
También depuso ante la comisión de Educación y Reforma del Senado, el licenciado y Luis Lebrón director de la división legal de la Autoridad de Edificios Públicos, quien lamentó que “mi agencia tiene que pagar para entrar al sistema Caribe, que no está actualizado para poder levantar una catástrofe o registro de mis propiedades algo sencillo que ahora no se puede hacer”ante cuestionamientos de la senadora Migdalia Padilla.
Durante su exposición Juan Hernández, en representación de la OMEP presentó una lista de más de 300 escuelas en desuso ya identificadas.
Las agencias establecieron estar comprometidas y en dirección a seguir identificando las escuelas en desuso que sobrepasan mas de 500, para que la Comisión pueda culminar su investigación y poder legislar para que se dispongan de las mismas y así sacarle provecho o utilizarlas para otros propósitos, que sirvan bien al País.
Fuente de la noticia: https://www.metro.pr/pr/noticias/2017/09/13/arranca-investigacion-estatus-escuelas-abandonadas.html
Fuente de la imagen: https://media.metrolatam.com/2017/05/09/escuelas-1200×600.jp
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
El porcentaje de niños de entre seis y 15 años que no van a la escuela ha descendido únicamente un 1,3 por ciento en la última década, pasando del 12,8 por ciento de 2007 al 11,5 por ciento actual, según ha informado este miércoles el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). En su informe, el organismo ha resaltado que «los niveles de pobreza generalizados, los conflictos prolongados y la complejidad de las emergencias humanitarias han causado que esta tasa se estanque». En 2007 había 135 millones de niños sin escolarizar, en comparación con los 123 millones de niños en la actualidad.
Por ello, UNICEF ha pedido una mayor inversión para hacer frente a los motivos por las que los niños más vulnerables siguen sin acudir a la escuela.
«Las inversiones centradas en aumentar el número de escuelas y de profesores para responder al aumento de la población no son suficientes», ha dicho la jefa de educación de UNICEF, Jo Bourne.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
«Este enfoque, el habitual, no devolverá a la escuela a los niños más vulnerables ni les ayudará a alcanzar todo su potencial mientras sigan atrapados en la pobreza, la privación y la inseguridad», ha argumentado.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
Así, Bourne ha sostenido que «los gobiernos y la comunidad global deben dirigir sus inversiones a la eliminación de los factores que impiden en primer lugar que los niños vayan a la escuela», añadiendo que «esto implica hacer escuelas seguras y mejorar la enseñanza y el aprendizaje».
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
UNICEF ha alertado de que los niños que viven en los países más pobres del mundo y en zonas en conflicto son los más afectados por la falta de escolarización. Del total, el 40 por ciento vive en los países menos desarrollados y el 20 por ciento en zonas en conflicto.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
En este sentido, el organismo ha resaltado que «la guerra continúa amenazando y revirtiendo los logros en educación», detallando que los conflictos en Irak y Siria han causado que 3,4 millones de niños más abandonen su educación, lo cual sitúa en 16 millones el número de niños sin escolarizar en Oriente Próximo y el Norte de África, un nivel similar al registrado en 2007.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
Sin embargo, UNICEF ha destacado que el 75 por ciento de los niños en edad de cursar educación primaria y primer ciclo de secundaria que están sin escolarizar residen en África Subsahariana y el sur de Asia, debido a los altos niveles de pobreza, el rápido aumento de poblaciones y las emergencias recurrentes en estas zonas.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
Pese a ello, el organismo ha reconocido que se han producido algunos avances, destacando los casos de Etiopía y Níger, donde ha habido «grandes progresos» en las tasas de matriculación durante la última década, con incrementos del 15 y el 19 por ciento, respectivamente.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
FALTA DE FONDOS UNICEF ha indicado además que la falta de fondos para educación en emergencia está teniendo un impacto negativo sobre las tasas de escolarización en las zonas en conflicto, destacando que menos del 2,7 por ciento de los fondos se destinan a educación.
Así, ha manifestado que en los primeros seis meses de este año UNICEF sólo ha recibido el doce por ciento de los fondos necesarios para dar educación a los niños en situación de crisis.
«Se necesita urgentemente más financiación para abordar el número creciente y la complejidad de las crisis, y para dar a los niños la estabilidad y oportunidades que merecen», ha dicho UNICEF.
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
En este sentido, Bourne ha explicado que «el aprendizaje proporciona a los niños afectados por emergencias alivio a corto plazo, pero también es fundamental invertir en el futuro desarrollo de las sociedades a largo plazo».
El porcentaje de niños que no van a la escuela ha descendido sólo un 1,3% en la última década, según UNICEF
«La inversión en educación no responde todavía a la realidad de un mundo inestable. Para lograrlo, debemos garantizar una financiación de la educación mayor y prevista, en emergencias impredecibles», ha apostillado.
OtrasVocesenEducacion.org existe gracias al esfuerzo voluntario e independiente de un pequeño grupo de docentes que decidimos soñar con un espacio abierto de intercambio y debate.
¡Ayúdanos a mantener abiertas las puertas de esta aula!