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Perú: En septiembre se iniciará concurso público de nombramiento de auxiliares de Educación 2021

América del Sur/Perú/27-08-2021/Autor(a) y Fuente: www.andina.pe

El Ministerio de Educación (Minedu) anunció que en el mes de septiembre próximo se dará inicio al proceso del concurso público de nombramiento de auxiliares de educación.

Este proceso dará la oportunidad a miles de licenciados y estudiantes de Educación de postular para incorporarse de manera permanente en las instituciones educativas públicas a fin de garantizar el servicio educativo y asegurar que los/las docentes cuenten con apoyo en las actividades formativas.

Para participar, los postulantes deben cumplir los requisitos generales y específicos de acuerdo al nivel o modalidad de la plaza a la que postulan. En el caso de los estudiantes de Educación, deberán acreditar haber culminado el sexto ciclo de estudios pedagógicos, como mínimo.
El Minedu publicará la relación de plazas vacantes el próximo 9 de setiembre en la siguiente página web. Con el nombramiento, los auxiliares de educación aptos podrán incorporarse a las instituciones y programas públicos de Educación Básica Regular en los niveles Inicial, Primaria y Secundaria, mientras que en la Educación Básica Especial lo podrán hacer en los niveles Inicial y Primaria.
El proceso de inscripción se efectuará durante la tercera y cuarta semana de setiembre de acuerdo a los cronogramas aprobados por cada Dirección Regional de Educación; mientras que el proceso de evaluación se realizará durante la primera y segunda semana de octubre.
La evaluación constará de dos criterios: el primero, la formación académica que se calificará con un máximo de 35 puntos, incluyendo los estudios superiores (25 puntos) y las capacitaciones (10 puntos); y el segundo criterio será la experiencia laboral con un máximo de 65 puntos, incluyendo la experiencia general (10 puntos), la experiencia en el cargo (50 puntos) y los méritos (5 puntos) como son las resoluciones de felicitación individual.
Para adjudicarse una plaza, los postulantes al concurso de nombramiento de auxiliares de educación deberán alcanzar un mínimo de 60 puntos en el puntaje final, el mismo que consiste en la suma de los dos criterios de evaluación y las bonificaciones de ley, en caso corresponda.
Para la inscripción, el postulante deberá presentar en la mesa de partes de la UGEL a la que desea postular, una solicitud que detalle la modalidad y el nivel al cual postula y su expediente con las copias de los documentos que acrediten el cumplimiento de los requisitos y los criterios de evaluación. Solo está permitida la postulación a una UGEL.
Con el objetivo de orientar sobre el proceso de nombramiento de auxiliares de educación y facilitar su postulación, el Minedu ha elaborado guías y recursos informativos que se encuentran a disposición de los interesados en el siguiente enlace.
 
El Minedu sigue implementando medidas para garantizar el servicio educativo y mejorar las condiciones laborales como eje primordial para la mejora de la calidad de educación.
Fuente e Imagen: https://www.andina.pe/agencia/noticia-en-setiembre-se-iniciara-concurso-publico-nombramiento-auxiliares-educacion-2021-859061.aspx
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Más ojos para la promoción horizontal

Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz

 

El juicio que alumnos y padres de familia realicen sobre la labor docente podría tener limitaciones al no poseer los elementos para hacer una valoración más técnica y específica…

Al menos desde el programa Carrera Magisterial, muchos han advertido sobre la desvinculación de la promoción horizontal a través de incentivos económicos con el desempeño cotidiano de los profesores de educación básica: se premia a quien responde bien un examen, asiste a cursos de actualización, tiene mayor antigüedad o grado académico o redacta un plan de clase bajo ciertos requisitos, sin que los factores anteriores necesariamente redunden en una mejor acción profesional.

Si de por sí es motivo de discusión que la suficiencia salarial dependa de la participación en programas compensatorios, lo es también el grado de relación de éstos con el desempeño profesional de los docentes.  El Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, vigente a partir de 2021, establece, como su primer objetivo general, propiciar que el desempeño de los docentes “esté enfocado a lograr […] el máximo logro del aprendizaje de los alumnos y su formación integral” (SEP, 2021, p. 9), mientras que, en la misma sintonía, en los objetivos específicos contempla “incentivar al magisterio para favorecer el logro de los mejores resultados educativos mediante su labor cotidiana” (SEP, 2021, p. 9). Vale la pena revisar en qué medida factores que son considerados, como antigüedad, grado académico, desarrollo profesional (formación, capacitación y actualización) o exámenes escritos de conocimientos y aptitudes, impactan en aquello que representa el propósito esencial del programa.

Dentro del programa de promoción horizontal actual destaca la inclusión del factor de evaluación denominado Reconocimiento al buen desempeño, que “consiste en la valoración [a través de una escala de percepción] que realizan las madres, padres de familia o tutores y los educandos de la labor cotidiana de los participantes para favorecer el máximo logro de aprendizaje” (SEP, 2021, p.17).  La idea, de entrada, no suena mal: suele decirse que “los alumnos, los propios docentes y las familias por lo general no se equivocan cuando distinguen a un buen profesor de un mal profesor” (Tenti, 2013, p. 137).

La opinión de un alumno o padre de familia parecería más apegada al desempeño real de un profesor que las respuestas a un examen escrito, su grado académico o su antigüedad. Sin embargo, la instrumentación de este factor de evaluación representará un reto importante: qué aristas de la labor docente pueden ser valoradas por alumnos y padres de familia, qué criterios determinarán la selección de informantes para evitar que las respuestas sean sesgadas, quién se encargará de la aplicación de las escalas de percepción, cómo evitar que éstas se conviertan en simples encuestas de satisfacción como si se tratara de un servicio empresarial, etc.

El juicio que alumnos y padres de familia realicen sobre la labor docente podría tener limitaciones al no poseer los elementos para hacer una valoración más técnica y específica. Emerge entonces la necesidad de complementarlo mediante otras perspectivas. En ese sentido, las funciones de las autoridades escolares, es decir, los directores y supervisores, pueden ser vinculadas a los procesos de valoración de los profesores. Se podría aprovechar que estos dos actores tienen un lugar privilegiado para analizar el desempeño de los maestros: ambas funciones implican el contacto permanente y directo con el docente en su labor cotidiana.

Si se considera que “la virtud (la calidad del docente) está en la ejecución y en la actuación, y no en el producto” (Tenti, 2013, p. 132) y que en la docencia “el virtuosismo práctico tiende a predominar sobre el saber codificado (o teórico metodológico)” (Tenti, 2013, p. 124) entonces resulta necesario crear mecanismos para atestiguar el acto profesional del maestro: valorar a aquel que quizá nunca leyó a Freire pero enseña a sus alumnos a preguntar más que a responder o a aquel que en el examen se equivocó en la pregunta sobre Vygotsky, pero en el aula practica el andamiaje con sus estudiantes. La inclusión de directivos y supervisores permitiría tener un acercamiento más nítido y contextualizado al desempeño del profesor, lo que no es posible mediante instrumentos como las pruebas escritas o las escalas de percepción de los padres de familia.

El involucramiento de directivos y supervisores en los procesos de evaluación docente se presenta en otras regiones. En Uruguay, por ejemplo, sus juicios influyen en el avance de los profesores en el sistema escalafonario: en el caso de los inspectores, emiten “juicios [que] deben considerar la capacidad técnico-pedagógica; la conducción del proceso de enseñanza aprendizaje; la planeación y el desarrollo del curso” (Martínez Rizo, 2016, p. 77), entre otros elementos, mientras que los directores realizan valoraciones sobre “la aptitud y preparación del maestro, su iniciativa, su disposición al trabajo colaborativo, su asiduidad y puntualidad, las relaciones humanas, el interés por los alumnos y su trato con ellos” (Martínez Rizo, 2016, p. 77). En otros países, como Cuba, Ecuador, Chile y Portugal, los directores y supervisores participan también en los procesos de evaluación de los docentes (Martínez Rizo, 2016).

En suma, se podría asumir (en espera de su implementación) que la incorporación de más agentes de evaluación, como los padres de familia y los alumnos, es un acierto en los procesos de promoción horizontal de los docentes de educación básica. No obstante, deben esquivarse los riesgos que esta práctica representaría: no se debe olvidar que, en el pasado, ejercicios de coevaluación para el otorgamiento de incentivos caían en la simulación. No se minimiza el valor de las escalas de percepción emitidas por padres y alumnos, pero su mirada debería ser complementada, pues ninguna ofrece un panorama completo, sobre todo si se trata de valorar algo tan complejo como el desempeño del profesor: surge entonces la conveniencia de involucrar a directivos y supervisores en la emisión de valoraciones más finas sobre aspectos profesionales y, así, vincular con mayor fuerza la evaluación por la promoción horizontal al desempeño cotidiano.


 

REFERENCIAS

Martínez Rizo, F. (2016). La evaluación de docentes de educación básica. Una revisión de la experiencia internacional. México: INEE.

SEP. (2021).  Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica. México: autor.

Tenti, E. (2013). Riqueza del oficio docente y miseria de su evaluación. En M. Poggi (coord.), Políticas docentes. Formación, trabajo y desarrollo profesional. UNESCO.

 

Fuente de la información:  http://proferogelio.blogspot.com/

 

 

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Marchas y contramarchas de la educación inclusiva en la Enseñanza Media: Evaluación del dispositivo Mandela. Uruguay

América del Sur/Uruguay/23-07-2021/Autor(a) y Fuente: oei.int

El documento se presentó a través de la plataforma Zoom

La Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) presentaron el Informe «Marchas y contramarchas de la educación inclusiva en la enseñanza media: Evaluación del dispositivo Mandela”, realizada por el Grupo de Estudios sobre Discapacidad (GEDIS) de la UdelaR, con el apoyo de la OEI. Este documento constituye un valioso aporte para continuar construyendo el camino de la educación inclusiva en los liceos del país.

La presentación estuvo dirigida a Inspectores, Directores y representantes de los centros educativos participantes de la investigación, así como a integrantes del equipo Mandela y de la Mesa de Educación Inclusiva del Consejo Directivo Central.

Durante la apertura, la directora general de Secundaria, licenciada Jenifer Cherro, destacó que “este tipo de actividades nos permiten reflexionar acerca de nuestras prácticas y también nos hacen ver, que el trabajo colaborativo y en equipo, es fundamental, y aquí se hace necesario reunir el esfuerzo conjunto y la mirada de todos, para aumentar la eficiencia cuyos destinatarios finales serán nuestros alumnos.

“Esta es una forma de empezar a soñar con una educación inclusiva de verdad, con todos y para todos. Transitemos por este camino hacia la justicia, para que haya una educación con todos y para todos”, resaltó.

Enmarcado en la política educativa de educación inclusiva de la Administración Nacional de Educación Pública, y en el paradigma social de la discapacidad, desde el año 2019 el dispositivo Mandela se desarrolla en algunos liceos de Secundaria, tales como el Liceo N° 1 de Artigas, Liceo N° 6 de Rivera, Liceo Fraile Muerto, Liceo Cebollatí, Liceo Shangrilá, Liceo Fray Marcos, Liceo N° 3 de Minas y Liceo N° 74 de Montevideo.

La evaluación tuvo como finalidad identificar los avances y las dificultades que quedan por resolver de este proceso, entre ellas la permanencia o no de las barreras que obturan la inclusión y sus consecuencias en la construcción de las trayectorias educativas de los estudiantes en situación de discapacidad.

Estos liceos trabajan a partir de la articulación formada por un equipo de seguimiento y apoyo desde la centralidad, conformado por la Inspección de asignatura, DPEE, DIE, CeR CERESO y Edytic; y de un equipo de trabajo en el territorio, integrado por la Inspección de Institutos, Dirección, tutores y equipo docente. Lo característico del dispositivo es proponer la reflexión colectiva del abordaje de los procesos de enseñanza y de aprendizaje en clave de educación inclusiva, a partir de la incorporación de la figura de un tutor con formación y experiencia en esta área.

Cabe destacar que el enfoque de la educación inclusiva parte del reconocimiento de la diversidad y heterogeneidad humana como natural del contexto educativo. En los últimos años se ha desarrollado bajo el mandato de los postulados de la Educación para todos, y supone un cambio al respecto del enfoque del paradigma anterior.

Fuente e Imagen: https://oei.int/oficinas/uruguay/noticias/marchas-y-contramarchas-de-la-educacion-inclusiva-en-la-ensenanza-media-evaluacion-del-dispositivo-mandela

 

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Reseña: Prácticas y condiciones institucionales para el desarrollo de la docencia

Por: Carlos A. Reyes

De: Mario Rueda Beltrán [coordinador]

La obra Prácticas y condiciones institucionales para el desarrollo de la docencia, de Rueda Beltrán, puede definirse como una mirada comparada de la docencia universitaria a través de sus sujetos, procesos y contenidos. Desde “el pueblo va a la universidad” de Alfaro Siqueiros hasta los pasillos valencianos de la península ibérica, Rueda Beltrán nos exhorta en compañía de un colectivo de autores, a pensar el desarrollo de la docencia universitaria en seis alma mater´s iberoamericanas, iniciando por la nacional autónoma de México hasta la máxima casa universitaria valenciana en España.

Las contrastantes búsquedas de respuestas a las incógnitas que encierra el desempeño docente en la universidad, dirá Rueda Beltrán, representan los puntos de partida para el análisis que cada colaborador ensaya en esta obra, sumando algunas inquietudes referentes de la docencia como profesión y su estatus social. Así, el análisis ofrecido en la obra, tiene como punto estructural y organizacional una gama de indicadores, para dar cuenta de las prácticas y condiciones institucionales definidas en esta controversial labor: la docencia.

Acerca de la metodología

La propuesta metodológica de Rueda Beltrán y compañía, se sustenta en tres escenarios: macro, meso y micro. Cada uno de estos escenarios propone revisar de manera sistemática, directrices institucionales gobernables en cada universidad, que van desde las políticas artificies de lógicas institucionales hasta la caracterización de un perfil profesional docente, configurado por cada universidad. De esta manera, se pasa de un nivel macro a un nivel micro, sin dejar de considerar la articulación metodológica por la que cada política pasa para poder obtener en el capital humano universitario, el objetivo planteado.

Nivel Macro: Las políticas y su influencia en la universidad

La universidad y su relación con las políticas nacionales e internacionales que se implementan e inciden en el desarrollo profesional del docente, retratan el proceder que el Estado tiene con esta institución, muy a pesar de la autonomía con la que gozan y se definen gran parte del gremio universitario. En los últimos años, dirá Rueda Beltrán, las políticas aplicadas a la universidad, particularmente a la docencia, ha incidido en los sujetos edificadores: el docente universitario.

Para el caso de México, por ejemplo, la profesionalización docente ha sido pauta para determinar los escenarios laborales y de desarrollo profesional del docente universitario; en este sentido España y Argentina, son dos casos que comparten esta lógica de perfeccionamiento a través de programas nacionales, donde la evaluación ha sido un tema central de estos programas. Por el contrario, Venezuela responde a una lógica de masificación y adhesión ideológica a la cumbre de una docencia universitaria revolucionaria, lógica que ha sido sustancial para entender no solo la profesión docente, sino también, la labor de la universidad como un acto de resistencia en sociedad.

Las políticas de carácter nacional que define en parte, el andamiaje formativo y de desarrollo profesional del docente universitario, son también respuestas a los marcos globales, entendiendo que cada país articula de manera distinta ese fin global compartido. Sin embargo, a pesar de la multiculturalidad política que eso puede representar, las políticas globales compartidas por zonas muy similares como lo es el cono sur, dirá Rueda Beltrán, suelen ser partícipes de un mismo encuadre regional. Así, las políticas nacionales son respuestas a las políticas internacionales, adoptadas y adaptadas a cada país, a cada sistema educativo y cada idea del docente universitario.

Nivel meso: Los planes y programas

Si bien, las políticas implican pensar en un plano global y generalizado de la universidad, las políticas sufren una sujeción particularizada por y para cada universidad a través de los planes y programas universitarios. Los casos revisados precisan en planes rectorales caracterizados de la transversalidad, con lo que los programas pueden ser propios de cada universidad, pero compartidos con otras universidades para ser desarrollados de acuerdo a sus fines establecidos. En este sentido, para los casos revisados, uno de los programas de mayor sentido en las universidades de análisis, ha sido el de la formación docente.

Si bien, la universidad en cada sistema educativo representa ser educación superior, históricamente ha sido una institución donde su concepción formativa de sus docentes ha carecido de un anclaje pedagógico y didáctico de formación. Se puede advertir que a diferencia de la Escuela Normal como institución de educación superior, la universidad no ha sido una institución que ocupe su labor en la formación de docentes de manera especial, más bien, ha transitado sobre arquetipos de perfeccionamiento de profesionales que se han dedicado a la docencia.

Como “programa salvacionista” a los de formación docente, se han desarrollado programas de evaluación, que han sido programas reduccionista a prácticas pedagógicas y didácticas, orientados a la lógica administrativa del docente universitario. Para el caso español como mexicano, estos programas han sido programas de desarrollo laboral para el docente, perdiendo su densidad evaluativa por un mecanismo de inclusión y exclusión según los indicadores de evaluación docente. Adicionalmente a estos programas, Rueda Beltrán señala los programas de tutorías y orientación vocacional, como procesos complementarios a la función docente universitario.

Ante este escenario los planes y programas, figuran como escenarios de realización de las políticas internacionales y nacionales. Aunque estos escenarios definen contenidos y no condiciones de realización de esos contenidos; las condiciones de relación laboral, la academia, el clima institucional, la infraestructura y el perfil profesional, son sustanciales para entender el éxito o fracaso de estas políticas. Las universidades retomadas, muy a pesar de su comparación y diferenciación, comparten gran parte de esta realidad.

Nivel micro: hablando entre docentes.

En la revisión de los casos universitarios, los docentes, vistos por sí mismos y por los otros (estudiantes), representa un espacio y tiempo de (re)conocimiento. Para Rueda Beltrán, conocer al docente universitario desde su perspectiva, es la mejor forma de conocer el proceder de la política educativa y de cada plan y programa aplicado en su devenir profesional. El análisis desarrollo, considera el perfil profesional como el primer determinante para definir el estatus social del docente. Al mismo tiempo, esto implica pensar en la ausencia de una idea formativa del docente universitario.

La ausencia de una idea formativa universitaria, conlleva a situar otras cuestiones de segundo orden, pero que son esenciales para comprender e interpretar al docente universitario de los casos universitarios. Aquí, los autores expresan la opinión de los sujetos que rodean la figura del docente universitario; las opiniones expresadas, son fuente de reflexiones acerca del docente universitario y de la idea de docencia de éste. La evaluación, por ejemplo, es un mecanismo determinante para el docente universitario, pues determina entre cosas, la forma en que es mirado por sus pares, pero también por los dicentes a su cargo, expresado la pluralidad de condiciones a las que el docente universitario se enfrenta.

El docente universitario: una lectura comparativa.

Los pocos pero necesarios análisis acerca de la docencia universitaria, dirá Rueda Beltrán, ayuda a conocer un campo minado del contraste profesional de la docencia, pues hablamos de un educador formador del profesional de la sociedad, que injustamente mira al docente universitario. Sin embargo, es necesario este tipo de revisionismo para trazar los caminos de la profesión docente universitaria. Considerar los múltiples elementos constituyentes de la docencia universitaria, conlleva a determinar las condiciones de este profesional.

De acuerdo con Rueda Beltrán, la diversidad de las universidades estudiadas, los contextos nacionales de cada una de ellas y sus características particulares, así como la variedad de estrategias y recursos empelados para su escrutinio, dificultan la formulación de conclusiones para cada una de las universidades en estudio. Aunque una cosa es clara y que no se debe de perder de vista, es el estatus profesional del docente universitario; en cada una de estas universidades, la imagen del docente se ve determinado por las condiciones espaciales y temporales de su actuar institucional y de las condiciones que definen su labor.

Los retos y desafíos institucionales que las universidades iberoamericanas enfrentan día a día en función de la docencia, es un tema permanente en las agendas rectorales. No obstante, el desarrollo de una idea formativa con el anclaje identitario y un modelo universitario, aun es distante. Los intentos de sistematización de las políticas de orden nacional o internacional, citan los autores, siguen siendo en un plano discursivo, sin que tales contenidos tengan una aplicación directa en los escenarios. Los planes y programas siguen siendo instrumentos de réplicas políticas, orientadas a la simplificación de la labor docente. Lo anterior, deriva en la percepción del docente universitario y su desarrollo profesional.

Finalmente, la docencia universitaria es un campo de diseminación emergente, donde sus procesos y por ende los sujetos productos de tales, están en una directriz poco innovadora, haciendo de la docencia una labor que requiere la transformación institucional. El actor de esta labor, es, igualmente un sujeto que responde a una lógica institucional conservadora y alineada a prácticas donde la inmediatez y la improvisación es parte de la cotidianeidad. Así, la universidad como institución, deberá asegurar los objetivos de sus artificies de una de sus funciones sustanciales: la docencia; de lo contrario, la docencia será una tarea en declive, que requería la restauración de sus valores, significados y sentido institucional.

Ficha técnica:

Autor(a): Mario Rueda Beltrán [coordinador].

Año: 2016.

Título: Prácticas y condiciones institucionales para el desarrollo de la docencia.

País: México.

Editorial: IISUE UNAM.

Enlace de acceso: https://www.iisue.unam.mx/publicaciones/libros/practicas-y-condiciones-institucionales-para-el-desarrollo-de-la-docencia

Fuente: El autor escribe para OVE

Imagen: https://www.iisue.unam.mx/publicaciones/libros/practicas-y-condiciones-institucionales-para-el-desarrollo-de-la-docencia

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De lo idóneo a lo atípico…

Por: Abelardo Carro Nava

Me quedo pensando en aquellos maestros que por diversas fallas en la plataforma no pudieron lograr su registro…

A mi mente vienen las diversas manifestaciones de rechazo e indignación magisterial que produjo la mal llamada reforma educativa de 2013. De la noche a la mañana, las maestras y maestros fueron catalogados como idóneos y no idóneos, dependiendo de los resultados de un concurso de oposición que no daba cuenta de lo que sucedía, o podía suceder, en un salón de clases.

Clasificar, con base en puntajes obtenidos en un examen fue el sello distintivo de la idoneidad del gobierno peñaniestista pues, según se dijo: “cualquiera podía ser maestro”. Pero no se trataba de cualquier maestro, sino de un “maestro idóneo” cuyo conocimiento y capacidad se demostraría a través de una prueba frente a un computador y no en una escuela.

Y qué decir de los días en lo que se aplicaba ese examen para lograr dicha idoneidad; muchas sedes fueron completamente cercadas por militares o policías porque, según se dijo, un grupo de “rijosos” no estaba de acuerdo en ser evaluado cuando ellos mismos evaluaban a sus alumnos y, por tal motivo, nada ni nadie podía impedir la transparencia en el Sistema Educativo. Quienes decidieron no ser evaluados fueron cesados; otros fueron reprimidos, denostados, descalificados, desacreditados.

¡Tú no eres idóneo! Se dijo hasta el hartazgo, y buena parte de la sociedad asumió tal hecho sin comprender que la idoneidad no se consigue únicamente con un examen sino mediante la demostración de las capacidades personales y profesionales con un grupo de alumnos a través del impacto que tienen en ellos la construcción de secuencias didácticas por parte de sus profesores.

También se dijo, “que todos los ingresos y promociones que no fueran otorgados conforme a la ley serían nulos”; error, hubo evidencia de que en las entidades federativas se repartían plazas brincándose las listas de prelación o bien, a quienes tenían un fuerte compadrazgo con la autoridad educativa en turno y/o la representación sindical de tal o cual estado.

El Sistema Educativo en este rubro convulsionó, y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) simple y llanamente: calló.

¿Qué pasó con las maestras y maestros que ingresaron al Sistema mediante esta normativa? Algunos, desempeñan sus labores en los centros de trabajo que les fueron asignados; otros, por el contrario, abandonaron el barco. Y en medio de todo esto un tema jamás adquirió la importancia debida: la polarización magisterial producto de la errada implementación de la mal llamada reforma educativa por funcionarios que solo pisaron una escuela para tomarse una fotografía. La autoridad jamás asumió una responsabilidad ante tale hechos y, mucho menos, por las irregularidades e inconsistencias detectadas, evidenciadas y documentadas.

Llegó el 2018 y el augurio se cumplió. Las elecciones favorecieron la puesta en marcha de un régimen que, según se dijo, era la esperanza de México. La mal llamada reforma educativa cayó y con ella el régimen punitivo en las evaluaciones. Poco cambió. Se constituyó la Unidad para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) con un propósito específico: regular los procesos de ingreso, promoción y reconocimiento de distintas figuras, pero, desde el inicio: falló. La ley que le confería facultades y/o atribuciones a la extinta Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), con ligeras modificaciones en el texto, mantuvo en la Ley General de la USICAMM las bases del modelo educativo neoliberal ampliamente criticado y rechazado.

Los procesos de ingreso comenzaron; la pandemia “alteró” uno de ellos, y ese órgano regulador no supo qué hacer con esto. Palos de ciego algunos le llamaron, y en parte esto es cierto. Bastaría con observar y analizar el comportamiento de la USICAMM a partir de estos sucesos. Modificación en los calendarios; falta de información y/o claridad en la asignación de nombramientos provisiones o definitivos; emisión de criterios excepcionales generadores de un estado de indefensión de los participantes; reposición de la aplicación de instrumentos de valoración mediante una plataforma inoperante e ineficiente; entre otras cuestiones.

Y luego, los procesos de promoción, un verdadero martirio para los docentes. Fallas constantes en la plataforma que anularon registros aunque se cumplieran con todos los requisitos; cambios constantes en los calendarios; criterios excepcionales generadores de un estado de indefensión de los trabajadores de la educación; guías de estudio publicadas días antes de la evaluación; aplicación de instrumentos de valoración con la misma plataforma inoperante e ineficiente; software de “avanzada” para el registro de conductas “atípicas” de los sustentantes; reporte de incidencias cuya valoración y respuesta o dictaminación corresponde únicamente a la autoridad evaluadora; procedimiento técnico para integrar los resultados ordenados y obtenidos de la aplicación del instrumento de valoración derivados la misma plataforma inoperante e ineficiente; resultados arbitrarios, discriminatorios y carentes de sentido puesto que muchos evaluados cumplieron con todos los requisitos, etcétera.

Y para variar, de manera muy específica, la cuestionable publicación de resultados del proceso de promoción vertical a categorías con funciones de dirección y supervisión de educación básica por la “evidencia” de comportamientos atípicos de parte de algunos sustentantes durante la aplicación de los instrumentos de valoración del Sistema de Apreciación de Conocimientos y Aptitudes que, de acuerdo al Oficio No. USICAMM/DGP/L002/047/2021 de fecha 5 de julio del año en curso, consisten en: Etapa I. instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes. Derivado del análisis a través de los algoritmos de reconocimientos facial, se identificaron 79 participantes que incurrieron en conductas atípicas durante la aplicación del instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes. En consecuencia, esos registros se encuentran en revisión. No forman parte de la lista de resultados. Etapa 3. Cuestionario de habilidades directivas. Se identificaron cadenas de repuesta 100% idénticas en el cuestionario de habilidades directivas, es decir, respuestas correctas e incorrectas exactamente iguales entre 5,787 participantes. En consecuencia, el instrumento fue cancelado para estos registros y solo se considerará el resto de los multifactores.

De nueva cuenta, la clasificación con un mensaje implícito: “ustedes fallaron, yo no; son los atípicos”. Ni un solo dejo de autocritica hacia el pésimo desempeño de este órgano desconcentrado denominado “Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros”.

De nueva cuenta, de la noche a la mañana, los trabajadores de la educación han sido catalogados como típicos y atípicos. Los medios de comunicación captaron la idea y enviaron el mensaje. “Cancela la SEP examen a maestros por trampa” fue el título de una nota que se difundió en el periódico Reforma el 6 de julio. El tribunal de la santa inquisición se congregó y acusó de herejía a los culpables, repito, sin un dejo de autocrítica y reconocimiento de sus propios fallos.

Los tiempos no han cambiado y yo… yo me quedo pensando en aquellos maestros que por diversas fallas en la plataforma no pudieron lograr su registro y, mucho menos, ser parte del proceso de aplicación de instrumentos aun cuando cumplieron con todos los requisitos, siendo el más importante, el reconocimiento de sus alumnos, padres de familia y compañeros de trabajo.

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/de-lo-idoneo-a-lo-atipico/

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Los destinos del INEE

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

¿Qué era lo perfectible en el desempeño del INEE?

El 15 de mayo pasado se cumplieron dos años de la publicación, en el Diario Oficial de la Federación, del decreto mediante el cual se modificó el texto del artículo tercero constitucional. Mismo que hoy es vigente. Con ello se marcó el inicio, prácticamente, de la Reforma Educativa encabezada por el gobierno de la 4T.

En esa misma fecha, se dio fin, de manera formal, al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Es importante subrayar que el INEE fue un organismo constitucional autónomo a partir de 2013, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, sin embargo, el Instituto tuvo su origen sectorial en 2002, durante el gobierno de Vicente Fox.

Debido a la importancia de este cambio en las políticas educativas mexicanas, he considerado de interés escuchar a algunas y algunos de los actores que estuvieron cerca de este complejo proceso y del mencionado organismo público.

El pasado 4 de julio concerté una entrevista con la Dra. Arcelia Martínez Bordón, ex funcionaria de dicho organismo (INEE), a propósito del balance y destino que tuvo éste y debido a una publicación reciente sobre el tema, de la hoy investigadora universitaria (1).

Inicialmente las preguntas que le envié por escrito a la Dra. Martínez Bordón fueron las siguientes: ¿Cuáles fueron los aspectos perfectibles del INEE a los que te refieres en el texto de Nexos? Si mal no recuerdo, formaste parte de la RED-MMI ¿Estuviste de acuerdo, en ese momento, con la decisión de desaparecer al INEE y crear el Centro o la Comisión MejorEdu, tal como se aprecia en la iniciativa ingresada por la oposición (PRI, PAN, PRD y MC) en 2019? ¿Cuál sería tu crítica o autocrítica al desempeño del INEE durante el periodo 2013-2019?

Éstas son sus respuestas:

Arce Martínez Bordón: “Nunca estuve de acuerdo con la desaparición del INEE, porque conocía lo que éste hacía, desde antes de trabajar ahí, y luego, con más profundidad, durante los años que estuve a cargo de la Dirección General de Directrices para la Mejora de la Educación. El Instituto comenzó generando indicadores y las pruebas muestrales de aprendizajes de estudiantes. Para 2019 ya se evaluaban distintos procesos, componentes y resultados del sistema educativo nacional.

Es muy importante evaluar aprendizajes – la evaluación de estos constituye el “termómetro” para medir la temperatura del sistema-, pero también se necesita mirar (evaluar) la actuación y compromiso del Estado mexicano para garantizar el derecho a una educación de calidad. Evaluar qué políticas echa a andar; qué tan congruente es el planteamiento (de las distintas intervenciones de gobierno); qué presupuesto les asigna a dichas intervenciones. Una línea de política en un programa sectorial NO se convierte en automático en una intervención… y aún si se le asigna presupuesto, éste a veces no es suficiente o no se entrega a tiempo.

También es importante evaluar qué pasa en las escuelas. Cómo es el clima del aula, qué procesos y recursos están disponibles para el aprendizaje, cómo trabajan los consejos escolares, si participan las madres y padres, si los viernes de Consejo Técnico Escolar se utilizan para una planeación colectiva o no. Esto, desde la mirada de los propios actores, con miras a mejorar su trabajo cotidiano.

Todo esto ya lo estaba haciendo el INEE autónomo. Si revisas el trabajo que se hacía en la última etapa del Instituto podrás ver el despliegue de variados ejercicios de evaluación, que no todo mundo conocía, desafortunadamente. El ojo mediático estuvo puesto en la evaluación docente, de la que por cierto el INEE no era el único responsable.

A mí me tocó participar y dirigir varias de las evaluaciones de políticas… una actividad que considero fundamental para saber si el Estado mexicano está cumpliendo con su parte. Las directrices iban orientadas a recomendar a la autoridad educativa federal y del ámbito local cursos de acción para mejorar y garantizar el derecho a una educación de calidad. Las directrices le decían a la autoridad los déficits, qué faltaba (no es que ésta no lo supiera, pero tener un órgano autónomo que te observa y te dice ok, en esto vas bien en esto, pero te falta todo esto… qué vas hacer, a qué te comprometes… tenía el potencial de hacer la diferencia). La evaluación de políticas y las directrices, en este sentido, potenciaban la exigencia y rendición de cuentas del sistema educativo.

Sobre esto último, estoy convencida de que se necesitan contrapesos. La autoridad educativa no puede ser juez y parte. Hoy quedan el CONEVAL -que hace evaluación de programas, pero no de políticas, ni de aprendizajes, ni de escuelas- y también están las organizaciones de la sociedad civil (OSC) y las y los académicos. A nosotros nos corresponde seguir evaluando al sistema educativo.

Sin duda, el INEE era un órgano de vanguardia, reconocido a nivel regional, por generar investigación y evaluación muy valiosa para entender los alcances y retos del sistema educativo nacional.

En sus 17 años de existencia tenía un mapa muy completo -un diagnóstico- de lo que se necesitaba mejorar. Pero una cosa es tener dicho mapa, tener el diagnóstico, e incluso propuestas para la mejora, y otro muy distinto es lograr que la autoridad educativa tome esa información para su planeación y programación educativas. Tender puentes entre la investigación y la toma de decisiones no es una tarea sencilla.

¿Qué era lo perfectible en el desempeño del INEE?

Creo que había cosas que se podían y debían mejorar, incluida la comunicación de lo que se hacía. El INEE no hacía solo la evaluación docente… éste es el primer punto. Había un órgano, la Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), de la SEP, que se encargaba de elaborar, con el Centro Nacional de Evaluación de la Educación Superior, A.C. (CENEVAL), los instrumentos de evaluación y coordinaba la logística de evaluación en los estados, con las áreas respectivas.

Al INEE le tocaba mirar dichos instrumentos y validarlos… y también supervisar los operativos de evaluación, y armar, junto con la autoridad, los calendarios de la evaluación.

De hecho, el INEE paró, en 2016, la evaluación docente, cuando en 2015 fue claro que había malestar entre los docentes por el primer ejercicio de evaluación docente realizado en noviembre, con prisas, con áreas estatales de evaluación muy disímiles en términos de capacidades locales, etcétera. Pero ya era tarde… aunque se planteó una nueva evaluación del desempeño, y el ejercicio con carácter obligatorio se reanudó hasta 2017, las y los docentes ya estaban muy enojados por cómo se había dado el proceso… y el chivo expiatorio fue el INEE.

¿Qué podría haber hecho distinto al INEE? Hablar más con docentes, ir quizá más lento en toda la planeación de la evaluación. Pero no era tan fácil no cumplir con la ley. Es un tema muy difícil. El INEE era otro actor más. Seguro que faltó mucha más cercanía con el gremio docente… aunque se buscaba, el INEE estaba rebasado con todas sus nuevas atribuciones. Tenía que evaluar aprendizajes, escuelas, currículo, apoyar la evaluación docente, evaluar políticas, emitir directrices, coordinar la política nacional de evaluación educativa, abrir oficinas en todo el país y apoyar la creación de capacidades locales en materia de evaluación. Hizo un gran trabajo en ello.

La Red “Educación y Derechos” (RED), en 2019, integrada por académicos, no quería que desapareciera el INEE. Nosotros enviamos una propuesta alternativa de reforma al Artículo Tercero constitucional, porque la propuesta del presidente López Obrador, la enviada el 12 de diciembre de 2018 al Congreso, tenía muchas áreas de oportunidad.

Proponía, entre otras cosas, cancelar al INEE. Nos parecía una barbaridad. Al final nos parecía menos grave que algo de esa institución quedara. No parecía viable que hubiera un órgano autónomo: el presidente estaba dispuesto a cumplir su promesa de campaña de desaparecer al INEE, sin importar el trabajo que hubiera hecho. El presidente de la República supo capitalizar políticamente el enojo de varios maestros. No había poder humano que lo hiciera cambiar de opinión. Al final nos parecía que era una batalla perdida. En nuestra propuesta hablábamos de la necesidad de contar con un órgano que siguiera evaluando y que contara con autonomía técnica. Lo que quedó al final, ya en la reforma de 2019, fue lo que los diputados y senadores lograron negociar con la CNTE.”

Hasta aquí el registro de las respuestas de la Dra. Martínez Bordón.

Al final, la propuesta de la RED-MMI fue retomada y transformada por legisladores de los partidos políticos PRI, PAN, PRD y MC, en su condición de fracciones parlamentarias de oposición al bloque de Morena y aliados políticos; este último fue el que defendió las posiciones del presidente López Obrador y de la 4T en materia educativa, en las cámaras. En la iniciativa de la oposición quedó plasmada la negociación mediante la cual, entre otras cuestiones, se acordó la desaparición o reconversión del INEE.

Fuente consultada:

(1) Arcelia Martínez Bordón. “Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE)”, Nexos, 1 de julio, 2021.

jcmqro3@yahoo.com

@jcma23


Publicado en SDPnoticias

Fuente: https://profelandia.com/los-destinos-del-inee/

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España: Los alumnos urgen una EBAU única en el país «sin las desventajas de Asturias»

Europa/España/09-07-2021/Autor(a) y Fuente: www.elcomercio.es

Piden homogeneizar temarios y tasas. «Es el colmo que haya regiones en las que puedan presentarse hasta con suspensos», indican.

«¡Silvia, ya pasó. ¡Llegó el verano, aunque esté nublado!». Manuel Molina y Tania Centeno, que superaron la EBAU en junio, esperaban a que su amiga acabase ayer la fase obligatoria de la prueba extraordinaria de julio de acceso a la Universidad. Era el segundo día de exámenes y ‘tocaba’ el de lengua extranjera y el de la troncal de la modalidad de Bachillerato cursada. En su caso, Inglés y Matemáticas Aplicadas a Ciencias Sociales. Silvia Jurado, del IES Calderón de la Barca, salía contenta. Inglés, con dos textos a elegir sobre gérmenes y la emoción de sentirse mal, le había parecido «fácil» y sobre el de Matemáticas también la impresión también era buena.

Sin embargo, aún seguía pensando en el de Historia de España del día anterior. «Es que es tan extenso, que había cuestiones que ni me había dado tiempo a repasar bien». Las preguntas que se podían elegir abarcaban desde los rasgos fundamentales del reino de Tartesos hasta las actuaciones impulsadas por Adolfo Suárez para la reforma del régimen franquista. Es la asignatura sobre la que más quejas hay en los últimos años. En otras comunidades, insisten, no es tan amplio y creen que están en desvantaja. «En Murcia les piden rellenar un texto con ‘palabritas’, unir conceptos con flechas…», decía ayer Sergio Sánchez en el campus de El Milán de Oviedo, algo a lo que también aludían en Gijón.

También advierten de las diferencias en Latín entre Asturias y León. «Aquí tienes que empollártelo todo y allí llevan el diccionario con la gramática». Y que haya hasta ocho comunidades que permitan acceder con alguna materia suspensa (País Vasco, Navarra, Cataluña, Comunidad valenciana, Baleares, La Rioja, Canarias y Extremadura) les parece «el colmo». Por eso y aun reconociendo la flexibilidad por la covid, insisten en una prueba homogénea en todo el país e igualdad también las tasas, como solicitaba Alberto Freije, del IES Rosario de Acuña.

Acceso a mejores plazas

En ambos campus, la opinión era la misma: «Si tienen menos temario o más facilidades, obtienen mejor nota y, por tanto, optan a universidades de prestigio». señalaba Ahmed Lahcene.

Hoy seguirán los exámenes de la fase para subir nota. Comenzaron ayer por la tarde. A Historia de la Filosofía se presentará hoy Yoana Plamenova, que quiere estudiar Psicología y ha cursado el Bachillerato nocturno en el IES Calderón de la Barca. Como muchos compañeros, asegura que «ha sido un curso muy complicado». «Tardamos en organizarnos: la digitalización, la comunicación por Teams, los confinamientos…». A lo que otros añaden «el miedo a no dar el temario y llegar a la EBAU y, sobre todo, a enfermar».

Plamenova sostiene que no solo la EBAU debería de cambiar. Junto a su amiga Ángeles Daniela Giménez aboga por incluir cuestiones prácticas en la formación de Secundaria, como «primeros auxilios, aprender a hacer trámites económicos y que no haya por qué cursar todas las asignaturas. «Si uno quiere estudiar Filología Hispánica, para qué insistir en matemáticas y hacerle repetir?».

Fuente: https://www.elcomercio.es/asturias/universidad/asturias-ebau-alumnos-prueba-unica-20210708210250-nt.html

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