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¿Educar para seleccionar o educar para incluir?

España / 7 de octubre de 2018 / Autor: Salvador Rodríguez Ojaos / Fuente: El Blog de Salvaroj

«Estamos en un contexto de incertidumbre y no se puede decir qué será del día de mañana, excepto si nos consideramos profetas. Pero si el futuro es incierto, significa que lo peor tampoco es seguro, y que dependerá también, al menos en parte, de lo que hagamos o no hagamos en el presente para orientar su trayectoria.» Robert Castel

Cuando hablamos del futuro, de cómo será la sociedad de aquí a unos años, solemos tener una visión negativa, en ocasiones apocalíptica. Pero lo cierto es que esa incertidumbre, el hecho de que no sepamos cómo va a ser, nos debería dar esperanza para conseguir que sea un futuro esperanzador. Y nuestras decisiones y actuaciones presentes van a condicionar que sea así o no.

Es por esto que ha llegado el momento de escoger cuál debe ser el propósito de la escuela: seguir seleccionando y excluyendo o formar e incluir. Nuestra decisión va a tener, sin duda, una enorme influencia en cómo serán los tiempos venideros.

Nuestra sociedad es enormemente competitiva y en un momento de descuido, en una mala decisión, puedes quedar fuera de juego. Bauman lo compara con una especie de cruel juego de las sillas, en el que si no estás atento y aprovechas tus oportunidades puedes quedar fuera del sistema. Y esa exclusión no debe nunca iniciarse en la escuela.

La escuela (el sistema educativo) debería perseguir que cada persona pueda desarrollar al máximo su potencial, sea este cual sea, para que se desarrolle como individuo y participe activa y responsablemente de la sociedad en la que vive. En cambio, el sistema educativo actual promueve la competición entre individuos, el enfrentamiento entre rivales (como si de una competición deportiva se tratase). Tienes que ser mejor que los demás para tener mejores oportunidades.

Pero en realidad es cuando trabajamos con otros, cuando colaboramos, cuando nos convertimos en verdaderamente competitivos, porque la suma de individualidades tiene un efecto amplificador en los resultados que se obtienen. Y este es un valor, una habilidad, cada vez más importante en el mundo actual.

Más que educar para ser competitivos, debemos educar para ser competentes… y eso implica no dejar a nadie abandonado a su suerte por el camino de la educación.

Fuente del Artículo:

http://www.salvarojeducacion.com/2018/09/educar-para-seleccionar-o-educar-para.html

ove/mahv

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Costa Rica: Cantidad de estudiantes que abandonan el sistema educativo se redujo un 50% en diez años

Costa Rica / 9 de septiembre de 2018 / Autor: Karla Pérez González / Fuente: El Mundo

  • Si comparamos, en 2008, desertaron de las aulas 60.371, mientras que para 2017 la cifra pasó a 29.061.
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Kenia: La historia de la escuela de Reggae para discapacitados (+Videos)

Kenia / 29 de julio de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Do the Reggae

EN KENIA, HAY EN TORNO A UN 90% DE PERSONAS EN EDAD ESCOLAR CON DISCAPACIDAD QUE NO RECIBE NINGÚN TIPO DE EDUCACIÓN ADAPTADA.

POR ESA RAZÓN, UN MÚSICO DE REGGAE LLAMADO BABA GURSTON HA CREADO UNA ESCUELA PARA PERSONAS QUE, COMO ÉL, SUFREN ALGÚN TIPO DE DISCAPACIDAD.

 

 

En la mayoría de las comunidades rurales de Kenia, donde residen más de la mitad de los más de cuatro millones de personas con discapacidades que existen en ese país, las diversas discapacidades se viven como una condena o incluso una maldición. Recordad que esta zona del planeta es muy dada a seguir creyendo en la brujería y las supersticiones. En todo caso, allí la discapacidad es casi siempre sinónimo de marginalidad. Es decir, un número desproporcionado de personas con necesidades especiales no pueden acceder a una educación adecuada.

Tristemente, eso conlleva a un bucle de marginalidad y rechazo que se extiende a través del sistema educativo. En realidad, apenas el 2% de los 750.000 jóvenes con discapacidad en edad escolar en Kenia reciben una formación adaptada a sus necesidades. Luego hay un 6% que al menos está escolarizado, aunque no están inscritos en programas que se adapten a sus necesidades. Esto supone que alrededor del 90% de los menores con discapacidad permanecen fuera del sistema educativo. Además, entre el profesorado, solo el 1% ha recibido formación para atender a alumnos con necesidades especiales múltiples.

Sigamos aportando cifras. De todos los escolarizados, sólo un 20% de los alumnos con diversidad funcional concluyen su formación secundaria y son muy pocos los que llegan a poder cursar estudios superiores. Por todo ello, El gobierno keniata ha tratado de cambiar el rumbo a esta situación aumentando las ayudas mensuales a los padres que matriculan a sus hijos con discapacidad hasta los 2.040 chelines (20 euros). Pero este dinero apenas alcanza para hacer frente a los gastos de transporte y más cuando la mayoría de los niños viven en entornos hostiles. Es decir, este colectivo sigue siendo un gran olvidado y con pocas oportunidades de avanzar.

Kabondo es una comunidad humilde, bendecida con una tierra fértil, pero en la que tampoco sobra dinero para enviar a los chicos al colegio. Allí, Baba Gurston creó una escuela inclusiva de 83 alumnos, donde 15 tienen algún tipo de discapacidad. De no ser por esta escuela, donde todo se aprende con música, los chicos de Kabondo no podrían haber ido al colegio. En esa zona la pelea por la educación es diaria. Hay que convencer a las familias, una por una, para que dejen a sus hijos ir a la escuela. De hecho, son muchos los casos en los que niños con discapacidades son encerrados para que nadie les pueda ver. Es decir, Baba Gurston le está posibilitando otro futuro a todos esos niños a través de lemas como ‘la discapacidad no es incapacidad’.

Al propio Baba no le dejaron ir a la escuela hasta los diez años. Una discapacidad genética le impedía realizar grandes distancias: sus brazos eran más largos que sus piernas. Con 17 años marchó a Kibera, uno de los mayores slums de África. De la mano del Kibera Creative Arts puso en marcha un grupo en el que los bailarines con algún tipo de discapacidad eran las estrellas. Fue su primer éxito. Más tarde, se convirtió en un reconocido cantante en la escena reggae keniana. Y ahora sus canciones suenan en Ruanda, Tanzania, Uganda o Etiopía.

 

 

Fuente de la Noticia:

https://www.dothereggae.com/portal/la-historia-de-la-escuela-de-reggae-para-discapacitados/

ove/mahv

 

 

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Elitismo educativo: ¿Escuela pública o privada?

Autor: José Serur

En una ecléctica y, de principio, medio sospechosa cena, a la que fui amablemente invitado en un excéntrico piso de la calle de Ámsterdam en la colonia Condesa, conocí a un grupo de educadores de México y de otras partes del mundo que en realidad no tenía ni la menor idea que encontraría. Mis anfitriones, viejos colegas universitarios, habían dispuesto con absoluto detalle una mesa redonda de tal forma que todos pudiéramos interactuar magistralmente. La suntuosa mesa estaba pletórica de deliciosos y delicados platillos mexicanos que, a la vista de los comensales, sin duda aseguraba una espléndida cena de gran deleite gastronómico.

En cuanto a los invitados (20 personas), puedo decirles que eran una mezcla casi surrealista entre intelectuales mexicanos, algunos empresarios, un distinguido funcionario de la Secretaría de Educación Pública, y un exótico grupo de extranjeros de muy diversos orígenes, en su mayoría académicos de bachillerato y universitarios, procedentes de Hamburgo (Alemania), París (Francia), Hertzelia (Israel), y una inimaginable pareja de Denver, Colorado, que recién había llegado a México para asistir en los próximos días a un congreso sobre “Desarrollo de Tecnologías y su impacto en la Educación” y que, de primera impresión, he de confesar que me pareció un tema insufriblemente aburrido. Sin embargo, ante mi incredulidad al momento de presentarse cada asistente, la velada prometía una plática interesante y mucha diversión. Como es de imaginarse, en un encuentro como estos, la conversación siempre comienza haciendo alusión a trivialidades climáticas, seguido del automático tema referente al “problema de la inseguridad” en México ‒aseverando uno de los presentes que “¡nuestro país estaba al nivel de Irak y Siria!”‒, la victoria del “TRI” ante Alemania, el “mentado muro fronterizo” del repudiado Trump y su nuevo amiguito Kim Jong-Un.

Así, ya roto el protocolo, entre chalupas poblanas, yendo y viniendo de un tema a otro, se destacó la participación de uno de los honorables invitados y que refería a las sistemáticas transformaciones en la educación pública que se han obligado a implementar muchos países desarrollados, en virtud de los tiempos modernos, considerando que la educación más que enfocarse en las ocupaciones prácticas y tecnocráticas, debe poner atención en el desarrollo de las potencialidades psíquicas y cognitivas de cada joven, y la felicidad como único objetivo importante, aunque en México nos parezca sorprendente. Asimismo, comentaban que en sus países ser maestro es la profesión más valorada, respetada y casi venerada por la sociedad. Los académicos universitarios se encuentran en el pico de la pirámide del reconocimiento social; el aprendizaje y el conocimiento son de las políticas de Estado más esenciales; y qué decir de las prestaciones económicas que les permiten vidas muy dignas a los ciudadanos. Como padres de familia de cualquier sector socioeconómico, sin duda prefieren la educación pública por su calidad y alto nivel competitivo, razón por la cual se pugnan por asegurar un lugar. Como dijo uno de los invitados, “es más, en Israel ni siquiera existen escuelas y bachilleres privados, todos los jóvenes son educados por el sistema público sin excepciones”.

De pronto, el académico alemán que estaba sentado a unos lugares continuos del mío, preguntó en voz alta y en tono de inocente duda si “alguno de nosotros teníamos a nuestros hijos estudiando en una escuela pública del sistema mexicano”. Los rostros de los presentes se transformaron cual exorcismo y se hizo un silencio sepulcral. Bajé la cuchara con sopa de hongos que empezaban a convertirse en alucinógenos por lo que vi venir, de modo que para no regarla, instintivamente giré mi vista al alto funcionario de la SEP, quien sólo desvió la mirada como harían la mayoría de los políticos mexicanos de elevado rango y que, desde luego, me atrevería asegurar que ninguno inscribirá a sus hijos en escuelas públicas, porque en México estamos lejos de poner el ejemplo.

Nuestro incrédulo amigo alemán sorprendido ante la falta de alguna respuesta positiva, reaccionó con extrañeza al no comprender cuál era la razón de que nadie de los ahí presentes, mexicanos, teníamos a nuestros hijos en las escuelas públicas, a lo que contestamos con la frase típica de que “su nivel académico es muy bajo”, “la mala calidad de los maestros”, y frases necias como esas. El académico con cierta incomodidad en su rostro interrumpió y comentó lo siguiente: ”Ahora entiendo. En México hay educación de primera clase y otra de segunda clase, la de primera es para quienes pueden pagarla y la segunda para aquellos que no pueden. Vaya, en conclusión, la educación es un tema de estatus y clases sociales” (…). He de confesar que me quedé helado, y luego añadió que en la mayoría de los países europeos resultaría inimaginable una situación de esas dimensiones, algo que ni siquiera la misma sociedad permitiría. ”Si le dieran la mejor educación a los que menos tienen quizás México tendría otro destino”, concluyó al final. Mi amigo alemán no volvió a abrir la boca en toda la cena. En la incomodidad del momento de pronto recordé una conferencia sobre “la adolescencia”, organizada por una ONG para padres de familia y a la que había ido unos meses antes en un centro educativo privado, donde los asistentes al presentarse con el público debíamos mencionar en cuál colegio estaban inscritos nuestros hijos, a lo que todos, sin excepción, mencionaron diversos nombres de escuelas particulares, y ante tanta pedantería (incluyéndome por supuesto) por un instante pensé en tono irónico hacer la broma intencionada de que mis hijas estudiaban en la Escuela Benito Juárez en el horario nocturno, y me imaginé claramente cómo las miradas de vergüenza social se clavaban en mí, condenado a la exclusión. Luego, reconocí que ¡jamás hubiera sido una opción para ellas!, por lo que asumo que yo también participo de esa complicidad arrogante al formar parte de una clase privilegiada.

Pero analicemos el problema, ¿por qué en México una selecta minoría tiene la oportunidad de recibir una formación de alta calidad académica, mientras que gran parte de la población es víctima de una educación masiva mediocre? ¿Por qué rechazamos de manera automática la educación pública y damos tanta importancia al estatus? En México la calidad de la educación siempre ha sido desigual y fragmentada, de manera que elegir una escuela para nuestros hijos se orienta a lo que económicamente la familia es capaz de pagar. Pareciera, absurdamente, que entre mayor prestigio o cara sea una institución, mayor nivel educativo nos ofrecerá.

Quizás, querido lector, opinar sobre el tema educativo resulta algo trillado, pero necesitamos comprender bien la importancia de la calidad de la educación, y cuáles son los patrones de socialización que nos han impuesto, cuáles los diversos contextos de relación entre dominados y dominantes, que sólo acentúan la desintegración social.

Hemos escuchado como cliché que la educación es base fundamental del progreso, la igualdad, el bienestar, la libertad, la identidad e integridad del ser humano, para la convivencia en sociedad. La mayoría de los pensadores y los filósofos a través de los siglos han abarcado ampliamente la problemática de la educación de las masas, y los sociólogos más reconocidos en la actualidad reconocen que la escuela es el espacio clave y absoluto de la integración social y la amalgama de las clases sociales, así como de los valores de ética y moralidad cívica de una sociedad preocupada por la cooperación y el concepto del bien común. Aquí quizás se encuentra el principio del quiebre social de nuestro país, pues por más que usemos la misma camiseta verde en el Ángel de la Independencia cuando gana “nuestra” Selección, somos una sociedad elitista llena de racismo y resentimiento. Produce un escalofrío inquietante pensar que exista una absoluta desintegración social sólo por el hecho de ser pobre, sólo por haber nacido “morenito”. Aun cuando vivamos en una sociedad con diversos matices y diferencias culturales que, precisamente son las que enriquecen una sociedad, es intolerable una condena social automática por parte de la gente y el mismo gobierno, el cual divide y segrega dejando a la deriva, desprotegido y vulnerable, a quien menos tiene.

Por las razones que sean, muchos de nosotros tenemos un estatus al que no estamos dispuestos a renunciar. Y aquí no juzgo a nadie. Todos queremos darle lo mejor a nuestros hijos. En México, quizás, lo grave no son las diferencias, porque eso es parte fundamental de los grupos sociales y los seres humanos; ése no es el verdadero motivo de desigualdad, opresión, ni la falta de libertades y oportunidades, sino que el gobierno sea incapaz de dar una educación “de calidad”. En nuestra sociedad encontramos muchos méxicos, muchas realidades heterogéneas, muchos estilos de vida, y así con esas características, tenemos un gobierno que sólo gobierna para unos cuantos.

Con todo lo expuesto hasta ahora, pareciera que nacer siendo mexicano y pobre, estás condenado a la tragedia. ¿Por qué México si es de las primeras economías del mundo, junto con Francia, Alemania, Japón, y generamos una cantidad brutal de dinero, no puede garantizarle a nuestros hijos (por el simple hecho de nacer mexicanos) una educación y salud gratuita y de calidad? La educación de calidad no debe estar en manos de quienes sólo tienden a ocupar posiciones privilegiadas ni mucho menos en las lógicas del mercado. De ahí que el futuro de la educación en México dependa en que ésta sea incluyente; es una realidad que las brechas sociales no van a desaparecer, pero la educación pública debería ser un contrapeso para aminorar el elitismo, la exclusividad, y la desigualdad, imperantes en nuestro país. ¿Queremos cambiar la perspectiva? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a involucrarnos en este gran desafío social?

Fuente: https://www.enlacejudio.com/2018/07/11/elitismo-educativo-escuela-publica-o-privada/

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Paraguay: Más de 25.700 jóvenes dejaron la escuela porque no quieren estudiar

Autor: Última Hora

La causa por la cual 25.730 jóvenes de 13 a 17 años no asisten a la escuela es que, literalmente, “no quieren estudiar”, de acuerdo con datos de la Encuesta Permanente de Hogares (2017), difundidos por la organización Investigación para el Desarrollo (ID). La cifra se desprende de un total de 106.596 jóvenes que están fuera del sistema educativo en todo el país.

La necesidad de trabajar y la situación económica de las familias en pobreza y pobreza extrema siguen siendo las causas principales. Pero por detrás de estas se ubica el desinterés que muestran los alumnos en la actualidad.

Para Rodolfo Elías, de ID, más que cargar con el peso de la culpa a los jóvenes, lo que debe hacerse es analizar el porqué pierden el interés en sus estudios los más de 25.000. Es más bien el sistema el que expulsa a los jóvenes, sostiene el investigador.

Del total que no tiene interés en continuar con sus estudios, 19.158 son hombres y 6.572, mujeres.

Rezago. Una de las posibles causas para el abandono por desinterés podría ser el atraso de años escolares que presentan los jóvenes. La repitencia o la sobreedad son los casos más comunes que destacan los expertos. “Son condiciones que la escuela produce, el rezago o factores como la indisciplina que le asignan al alumno”, considera Elías.

“Han sufrido los estudiantes un proceso de exclusión educativa que finalmente se traduce en el abandono de la escuela”, remarca.

Desde la dirección general de Protección de la Niñez y Adolescencia del Ministerio del Trabajo, indican que por cada grado que abandona el chico, tiene un 10% menos de oportunidades que el resto en un futuro cercano.

Por esta razón es que desde esta entidad estatal buscan fomentar el fin del trabajo infantil, que tiene a otros 12.735 chicos fuera de las aulas.

Alternativas. Tanto desde el MEC como de diversos sectores, la mejor manera de afrontar la exclusión escolar es analizando propuestas para dar diferentes opciones a los jóvenes.

El ministro de Educación, Raúl Aguilera, tiene entre sus ideas ofrecer mallas curriculares diferentes, dependiendo del contexto de cada comunidad. Actualmente, se plantea un currículum único en el sistema educativo.

En ese orden, Rodolfo Elías coincide. Explica que ya hay opciones como la educación agrícola, que puede ser una oferta para más estudiantes en el país.

Aguilera incluso plantea que la modalidad de Educación Media Abierta (EMA) se reproduzca también en la escolar básica. Este módulo permite que alumnos participen de la escuela a través de la educación a distancia.

Opiniones

“Debe tenerse en cuenta el contexto”
“Además de la cuestión meramente escolar, para estudiar las razones de la exclusión debe tenerse en cuenta el contexto de cada estudiante, de su comunidad. La situación socioeconómica de las familias es siempre fundamental en estos aspectos. En cuanto a lo escolar, deben definirse cuáles son las barreras internas que excluyen en la institución educativa”. Rodolfo Elías, investigador

“Tiene que ser una capacitación para la vida”
«La falta de visión de futuro de los jóvenes es un tema de alta relevancia pues afecta el estado anímico de los mismos, implica una disminución sustantiva de sus posibilidades de autonomía y su inserción en la sociedad… La formación no debe cerrarse en el academicismo, sino tiene que ser una capacitación para la vida, asumida como proyecto de superación constante”. Raúl Aguilera, ministro.

“No solo estudian; trabajan y se cansan”
«En mi comunidad, San Carlos de Caazapá, los secundarios no solo son estudiantes, también son trabajadores y mantienen a sus familias. Caminan kilómetros para llegar al colegio y muchos dejaron porque llegar al colegio es mucha batalla y ya salían del trabajo cansados. Cuando no pueden aprobar una materia, siempre es una opción dedicarse de lleno al trabajo“. María Silvero,estudiante

Cómo frenar el desinterés de los chicos
La falta de visión de muchos de los chicos, y de sus familias, pensando que la formación básica recibida en la escuela ya es suficiente para desenvolverse con herramientas muy elementales ante los procesos de empleabilidad sin mayores exigencias, podría ser uno de los factores del desinterés de los jóvenes hacia el estudio, a criterio del ministro de Educación, Raúl Aguilera.

“Otra causa podría ser su creencia de que no cuentan con suficientes fuerzas para enfrentar los desafíos del empeño y la disciplina requeridos en una formación en el contexto de la educación formal”. Considera que también es posible que la propuesta de formación no sea suficientemente atractiva para los jóvenes de la actualidad, o que no cuenten con locales cercanos para su formación, o, incluso, que los espacios de socialización entre sus pares no sean suficientes.

El especialista en Educación, encargado de dirigir actualmente la cartera, destaca que es necesario revisar la propuesta de formación ofrecida actualmente y analizar cómo se puede mejorar sustancialmente las posibilidades y oportunidades de empleo para ellos y, así, minimizar los efectos sicológicos, sociales, económicos y morales de la ausencia de formación. A nivel ministerial, sostiene que para frenar esta cifra de desinterés de los jóvenes hacia el estudio, se debe generar la demanda estudiantil hacia la educación formal.

“Por un lado, las expectativas juveniles a largo plazo deben ser potenciadas desde la formación básica, con un desarrollo integral de competencias lectoras, escritoras, de cálculo, de investigación, etc. Será necesario, también, involucrar a las familias en un proceso de forjar motivaciones cercanas y afectivas a los jóvenes para tener una visión más desafiante para sus vidas. Las instituciones educativas deben estar en condiciones”, observa Aguilera.

Revisión de la reforma educativa
Dirigentes sindicales, docentes agrícolas y profesores investigadores participaron en la última semana de un encuentro de la Red Estrado, conformada por líderes educadores de toda la región. En el encuentro se definieron algunas líneas de trabajo que pueden servir para la revisión de la reforma educativa, que ya anunció el Gobierno entrante. Además, plantean que la exclusión educativa puede tratarse en el contexto de este análisis.

“El debate sobre la reforma tiene que darse de manera amplia y con participación de todos los sectores posibles”, recomendaron los educadores durante el encuentro, que tuvo lugar en la CUT-A.

Fuente: https://www.ultimahora.com/mas-25700-jovenes-dejaron-la-escuela-porque-no-quieren-estudiar-n1300799.html

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Todos a la Escuela: tras «el reino de la poesía insigne»

Por: Francisco Ocaranza Bosio

En el año 2000, durante la realización del Foro Mundial sobre la Educación en Dakar, Senegal, 164 países se comprometieron a reducir a cero la marginalización del sistema de educación primaria universal para el año 2015.

La meta no se cumplió, aunque sí se redujo la brecha. De los casi 100 millones de niños de entre 6 y 11 años que se encontraban fuera del sistema, hoy quedan alrededor de 61 millones fuera del mismo.

Podemos alegrarnos por lo logrado o llorar por lo mucho que queda por hacer. La verdad sea dicha, ninguno de estos comportamientos es aceptable.

El desafío sigue siendo la inclusión, y los medios utilizados para lograr la reducción de la brecha deben servir para orientar y guiar la toma de futuras decisiones de corte político en materia de incorporación de niños al sistema escolar, mientras que la gran cantidad de los que permanecen fuera del mismo no pueden ser considerados una masa informe, sin rostro, ni historia personal o futuro posible.

Podemos alegrarnos por lo logrado o llorar por lo mucho que queda por hacer. La verdad sea dicha, ninguno de estos comportamientos es aceptable
La región de África subsahariana encabeza la proporción de niños excluidos, con 34 millones, poco más del 50% del total mundial. Ésta es seguida por Asia meridional, con unos 11 millones.

Entre estas dos zonas, pueden identificarse seis países que representan más de un tercio de los niños fuera del sistema: Nigeria 8.7 millones, Pakistán 5.6, India 2.9, Sudán 2.7, Etiopía 2.1, e Indonesia 2.0. Es de suponer que estas cifras se abultarían si se contara con datos relativos a Afganistán y Somalia.

De los niños que actualmente no forman parte de aquél, pueden distinguirse tres grupos de acuerdo al tipo de relación que los vincula: quienes han sido parte del sistema pero lo han abandonado (23% según cifras de 2014), los que se espera se integren en el futuro (34%), y finalmente los que se presume nunca serán parte de él (43%).

La región de África subsahariana encabeza la proporción de niños excluidos, con 34 millones, poco más del 50% del total mundial
Este último grupo representa el desafío más grande para los Estados, en tanto se encuentra conformado por unos 25 millones (15 millones de hombres y 10 millones de mujeres).

El revés de la trama lo constituyen 17 países que sí han conseguido dar grandes avances en el desafío asumido en Dakar, los que han pasado de tener 27 millones de niños alejados del sistema en el 2000, a solo 4 millones en 2012, lo que representa una reducción de 86% en poco más de un decenio. Lo anterior gracias a:

1. La eliminación de derechos de matrícula y rebaja del pago de arancel (Burundi que tomó esta decisión en 2004 pasó de escolarizar al 54% de los niños a un 94% en 2010).

2. El aumento del gasto en educación, con el fin de contratar más y mejores profesores y personal, adquirir material didáctico y construir escuelas (Ghana duplicó su gasto nacional en educación, pasando de un 4.2% en 1999 a un 8.5% en 2011, con lo cual la matrícula de primaria aumentó un 70%, de 2.4 a 4.1 millones en igual tiempo).

3. La transferencia directa de recursos económicos con fines sociales, de modo de permitir a las familias de escasos recursos poder enviar a sus hijos a la escuela (en el 2000 Nicaragua comenzó un programa llamado Red de Protección Social, mediante el cual se hacen dos inyecciones de dinero a las familias que califican para ello, así, entre los años 1998 y 2009, la tasa de niños que nunca había ido a la primaria descendió de 17 % a 7%).

Fancycrave | Pexels (CCO)
Fancycrave | Pexels (CCO)

4. La atención a los grupos sociales minoritarios (étnicos y lingüísticos) permanentemente postergados de la atención escolar (en Guatemala, se amplió el programa de educación bilingüe a 15 idiomas, se elaboró material didáctico apropiado, y capacitó a sus profesores. Como consecuencia, del 38% de los niños pertenecientes a la etnia Q’eqchi’ que nunca habían pisado una escuela primaria en el 2000, solo el 3% no lo hacía en 2011).

5. La superación de los conflictos armados. En 2014 había 21.5 millones de niños fuera de las aulas (el 35% del total del mundo), a lo largo y ancho de 32 países que se encontraban inmersos en aquellos (en Rwanda, mediante la articulación de un programa de incorporación de niños -huérfanos mayormente- a la escuela, la tasa de quienes nunca había asistido bajó de 18% en el 2000 a 9% en 2010).

6. La pertinencia de los programas de estudio (en Vietnam el plan de estudios comenzó a enfatizar el desarrollo de competencias básicas para la vida adecuadas a su propio contexto sociocultural, de forma que entre los años 2000 y 2010 han logrado descender la cifra de niños que no iba a la escuela, de un 3.8% a un 1.7%).

Cómo hacer oídos sordos a las palabras Gabriela Mistral, quien en 1917 nos hiciera ver que: “La pedagogía tiene su ápice, como toda ciencia, en la belleza perfecta. Ésta, la escuela, es, por sobre todo, el reino de la belleza. Éste es el reino de la poesía insigne. Hasta el que no cree cantar, aquí está cantando sin saberlo”.

Fuente: https://www.biobiochile.cl/noticias/opinion/tu-voz/2018/06/12/todos-a-la-escuela-tras-el-reino-de-la-poesia-insigne.shtml

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Nigeria: Las amenazas del ejército no nos disuadirán de defender los derechos humanos

Nigeria/09 de Junio de 2018/Amnistía Internacional

El ejército nigeriano recurre cada vez más a las amenazas, la intimidación y la difamación para desacreditar el trabajo que lleva a cabo Amnistía Internacional para documentar sus violaciones de derechos humanos, ha manifestado la organización hoy.

El 24 de mayo de 2018, Amnistía Internacional publicó un informe, “They Betrayed Us” (“Nos han traicionado”), en el que documentaba la prevalencia de la violencia sexual contra las mujeres y las niñas afectadas por el hambre que se encuentran recluidas en campos satélite bajo el control de militares y milicias nigerianos. El ejército nigeriano respondió organizando campañas de difamación y amenazando con “tomar medidas contra Amnistía Internacional”.

“En vez de tomar medidas para abordar los problemas planteados en ese informe, como investigar las incontables denuncias de violación y otros crímenes de guerra, el ejército nigeriano ha vuelto a su acostumbrada táctica hostil de negar y amenazar»

“Amnistía Internacional siempre comparte las conclusiones de sus investigaciones con el ejercito nigeriano antes de publicarlas. Formulamos preguntas detalladas para asegurarnos de que el ejército ofrece su versión de los hechos, pero en todos los casos ha ignorado por completo estos intentos de diálogo o nos ha remitido a otras instituciones del Estado con el fin evidente de eludir nuestras preguntas.”

El Senado de la Asamblea Nacional decidió ayer investigar lo denunciado en el informe de Amnistía Internacional, gesto que la organización ha acogido con satisfacción en tanto que representa una señal de esperanza para las víctimas que piden justicia.

El trabajo de Amnistía Internacional en Nigeria no consiste únicamente en documentar violaciones de derechos humanos cometidas por el ejército. La organización ha publicado también informes sobre los múltiples y terribles abusos perpetrados por el grupo armado Boko Haram y sobre las violaciones de derechos humanos cometidas por la policía nigeriana. Sus equipos de investigación han documentado también los violentos desalojos forzosos llevados a cabo por el gobierno del estado de Lagos y han trabajado con las comunidades expuestas a desalojo forzoso del estado de Kaduna y de la Unidad Territorial de la Capital Federal, en ambos casos apoyando el derecho a una vivienda adecuada. La organización ha puesto también de relieve la contaminación que están causando las empresas petroleras en el delta del Níger, y lleva decenios pidiendo que se rindan cuentas por la devastación ambiental resultante.

De acuerdo con la práctica habitual, en los informes de Amnistía Internacional sobre violaciones de derechos humanos en Nigeria se piden investigaciones sobre lo que se denuncia en ellos, pero, en vez de llevarlas a cabo, el ejército ha respondido reiteradamente con campañas de difamación y con intimidaciones y amenazas.

Por ejemplo, el 20 de marzo de 2017, manifestantes patrocinados irrumpieron con un ataúd en la oficina de Amnistía Internacional en Abuya y comenzaron a corear lemas contra la organización como “Amnistía Internacional apoya a Boko Haram” y “Sois malignos; marchaos ya de Nigeria”. Los manifestantes, algunos de los cuales procedían de campos para personas internamente desplazadas instalados fuera de Abuya, dijeron que recibían 1.400 nairas nigerianos al día de agentes de los patrocinadores de la manifestación con los que se habían encontrado en la zona de Unity Fountain de Abuya.

“Estas tácticas de distracción son un vergonzoso intento de evitar investigar las violaciones de derechos humanos expuestas por Amnistía. Las declaraciones del ejército nigeriano muestran claramente que no ha leído nuestros informes»

El 23 de mayo de 2018, la víspera de la presentación del informe “They Betrayed Us”, se llevaron cabo campañas preventivas de difamación en los medios de comunicación y manifestaciones organizadas con el fin evidente de intimidar y hostigar a Amnistía.

Un portavoz del ejército nigeriano reiteró también unas afirmaciones anteriores en las que se acusaba a Amnistía Internacional de estar interesada en prolongar la lucha contra Boko Haram. Al contrario, la organización ha puesto sistemáticamente de relieve cómo el costo del conflicto en toda Nigeria menoscaba aún más el acceso a los servicios sociales, de salud y educativos del país y ha advertido de que la impunidad de los abusos cometidos por todos los bandos perpetúa una espiral mortal del violencia.

“Estas tácticas de distracción son un vergonzoso intento de evitar investigar las violaciones de derechos humanos expuestas por Amnistía. Las declaraciones del ejército nigeriano muestran claramente que no ha leído nuestros informes», ha señalado Osai Ojigho.

“Por ejemplo, aunque nuestro reciente informe está basado en remotos campos satélites de lugares como Bama y Banki, el ejercito llevó a los periodistas a otros campos, situados en Maiduguri, para intentar demostrar que no teníamos razón.”

Amnistía Internacional es una organización de derechos humanos, no una fiscalía: su función consiste en pedir a los gobiernos que cumplan con su obligación de respetar y proteger los derechos humanos y garantizar que cualquier persona cuyos derechos hayan sido violados puede interponer un recurso efectivo.

Por este motivo, la organización continúa pidiendo al gobierno nigeriano que utilice su autoridad y sus recursos para investigar todas las denuncias de abusos y violaciones de derechos humanos, incluidas la violaciones, la tortura, las detenciones arbitrarias y los homicidios ilegítimos; garantizar reparaciones a las víctimas; hacer rendir cuentas a los responsables, y garantizar que no se repiten esos abusos y violaciones.

“Por mucho que haga el ejército, no vamos a quedarnos en silencio. Ante los intentos de eludir la responsabilidad y difamar a nuestra organización, continuaremos alzando la voz cuandoquiera y dondequiera que veamos cometer injusticias, abusos sexuales y discriminación contra las mujeres o cualquier otra violación de los derechos humanos en Nigeria”, ha afirmado Osai Ojigho.

Fuente: https://www.amnesty.org/es/latest/news/2018/06/nigeria-threats-from-the-military-wont-deter-us-from-defending-human-rights/

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