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Análisis: La universidad popular, un proyecto de los intelectuales del siglo XX. España

En Galicia perviven dos de estas peculiares instituciones educativas, con distinta suerte: mientras en A Illa el modelo no se cuestiona, en Ourense el gobierno local de Jácome quiere reformularlo.

A finales de junio, las calles del casco histórico de Ourense retumbaron con gritos de protesta. «Por activa e por pasiva, ¡a UPO sempre viva!», rimaban los cientos de asistentes a la manifestación en defensa de la Universidade Popular de Ourense convocada por la plataforma ciudadana Non ao peche da UPO. «La reformulación de esta institución [por parte del Concello de Gonzalo Pérez Jácome] va a suponer que mucha gente sin recursos se quede sin acceso a formación», explican desde la plataforma.

Hay dos universidades populares en Galicia, la de Ourense ahora en riesgo y la que se mantiene en A Illa sin grandes sobresaltos. Son «el lugar donde se aprende de manera satisfactoria y divertida. Estudiar suele ir unido a exámenes y evaluaciones, mientras que en estas universidades uno se forma por placer», explica Cándido Abril, director de la Universidad Popular de Palencia. «Lo llamamos educación a lo largo de la vida, es decir, un elemento fundamental que nos acompaña siempre», añade.

Estos centros nacieron de la mano de intelectuales como Blasco Ibáñez, Carmen Conde o Machado, convencidos de que había que extender la educación a las clases obreras. La primera nació en el año 1901 en Oviedo y llegaron a ser aproximadamente 50 en España, pero su labor se vio paralizada por la dictadura. Con el regreso de la democracia, estas instituciones se han convertido en proyectos a cargo de los distintos gobiernos locales.

«La universidad popular es una oportunidad para aquellas personas que se hayan quedado fuera del sistema educativo», explica Montserrat Morales, coordinadora de la Federación Española de Universidades Populares (FEUP), que define estos centros como «un espacio de encuentro intergeneracional, en igualdad y que permite combatir la soledad no deseada».

Aunque nacieron con vocación de acabar con el analfabetismo —y todavía llevan a cabo programas que abordan esta problemática— hoy día el perfil de las personas que acuden a los cursos es muy variopinto. «La media está entre los 50 y 60 años, pero hay actividades para todas las edades», apunta Abril.

Gracias a su labor, no solo ayudan a la inserción laboral con actividades con certificado de profesionalización, sino que trabajan competencias básicas para desenvolverse en la vida y en la búsqueda de empleo, como la autoestima o el trabajo en equipo.

En la actualidad, España cuenta con alrededor de 400 universidades populares, dos de ellas en Galicia —en Ourense y A Illa de Arousa—, a las que pronto se les unirá una tercera en Santiago.

La experiencia en A Illa: «Participa gente de todo tipo, de jóvenes hasta muy mayores»

«Nuestra universidad popular no solo llega a la población de A Illa, sino a los alrededores. Viene gente de Vilagarcía, de Cambados, de Meis e incluso desde A Coruña», cuenta Rosa Viana, Concejala de Turismo, Cultura y Deporte del Concello de A Illa de Arousa. Como la mayoría de estos centros, la Universidad Popular de A Illa —y también la de Ourense— está gestionada y financiada por el propio municipio.

Quienes pasan por sus aulas pueden recibir educación transversal, como informática, igualdad de género u orientación laboral, e incluso módulos específicos como agricultura de proximidad y huertos urbanos o creación de empresas.

Esta iniciativa se enmarca dentro del trabajo para la recuperación de la memoria colectiva de las mujeres de la Escuela Paca Aguirre. Según Montserrat, el objetivo es «hacer acción feminista local para sacar del olvido a aquellas mujeres que aportaron cambios decisivos en ciertos oficios».

Fundada en 1910, por las aulas de la Universidad Popular de Ourense (UPO) han pasado miembros de la Xeración Nós como Ramón Otero Pedrayo o Vicente Risco. Después del paréntesis general durante el franquismo, volvió a abrir sus puertas hace 25 años.

Desde entonces, el número de alumnos que acuden a sus instalaciones ha ido subiendo hasta alcanzar los 3.000 este año, dejando a gente incluso en lista de espera. De hecho, la demanda alcanza tal nivel que existe un límite de elección de hasta cuatro cursos por persona.

Así lo explica Natalia Figueiras, portavoz de Non ao peche da UPO y profesora del centro. «Los convenios con academias de la ciudad desvirtúan la naturaleza de la universidad», apunta, y argumenta que «es un error creer que este formato suponía competencia desleal, pues la educación pública nunca se debe equiparar a la privada».

De momento, los más de 70 profesores que conforman la UPO se enfrentan al próximo curso con incertidumbre. «En circunstancias normales, en julio ya tendría que haber estado todo aprobado, pero por ahora ni si quiera se han hecho convocatorias», lamenta la portavoz.

Fuente: https://www.lavozdegalicia.es/noticia/educacion/2021/07/14/universidades-populares-espacios-encuentro-intergeneracional/00031626262609105272331.htm

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Feminismo, salud mental, antirracismo: qué nos están enseñando los Juegos Olímpicos de Tokio más allá del deporte

Alice Milliat, la mujer que inyectó feminismo al deporte olímpico

Que los Juegos Olímpicos no solo van de deporte es algo que está demostrando con creces la insólita edición que se celebra este año tras la suspensión por la pandemia. Todos los ojos del mundo miran a Tokio, donde casi 12.000 atletas buscan una medalla en sus respectivas disciplinas. Pero las olimpiadas están sirviendo también para poner en el centro cuestiones socialmente relevantes que trascienden la propia competición deportiva y que han originado conversaciones públicas sobre feminismo, salud mental, racismo o visibilidad LGTBI y que reflejan, en parte, cómo somos, qué discriminaciones siguen arraigadas y por dónde se están dando avances.

La retirada de Simone Biles en los Juegos abre otra grieta en el muro de silencio que estigmatiza la salud mental

El momento con más repercusión ocurrió el pasado 27 de julio, cuando la gimnasta estadounidense Simone Biles se retiró de la competición de equipos por su estado psicológico. La multicampeona olímpica ha regresado este miércoles y se ha llevado el bronce en barra de equilibrios pero, al margen del podio, deja otra impronta en estos juegos porque su gesto ha contribuido a agrietar el muro de silencio que estigmatiza y silencia la salud mental. «Esto no es simplemente salir y hacer lo que el mundo quiere que hagamos […] Es más importante la salud mental que el deporte ahora mismo», reivindicó.

Simone Biles en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. AFP7 / Europa Press

Visibilidad del machismo

Ya antes de la ceremonia inaugural era la capitana del equipo español de natación sincronizada, Ona Carbonell, la que denunciaba públicamente la imposibilidad de dar de mamar a su hijo Kai durante los Juegos Olímpicos y ponía el foco en uno de los principales problemas que las deportistas llevan años señalando: las dificultades para conciliar trabajo y maternidad. Es una constante en sus carreras de alto nivel, pero la desatención de los cuidados y el conflicto con el trabajo productivo es aún una ecuación pendiente en todos los ámbitos que sigue solucionándose mayoritariamente a costa de las mujeres de una forma soterrada e invisible.

A Tokio han llegado también denuncias relacionadas con el sexismo en las equipaciones. Fue el caso del equipo alemán de gimnasia artística, que decidió salir a competir con una prenda de cuerpo completo, algo que no suele ser habitual en la disciplina, como forma de reivindicar la libertad de que «cada mujer y todo el mundo pueda decidir lo que ponerse». Es un símbolo se ha convertido también la imagen de las tres chicas de 13 y 16 años en el podio de una de las pruebas de skate, que se ha estrenado este año como deporte olímpico. Una práctica tradicionalmente copada por hombres, pero al que cada vez y con más fuerza se suman chicas jóvenes que reivindican su lugar sobre el patín.

Pauline Schaefer, del equipo alemán de gimnasia artística, el pasado 25 de julio. Marijan Murat / Dpa

Es una realidad que el empuje feminista de los últimos años tiene su reflejo en las olimpiadas, y no solo por una cuestión de participación femenina, que alcanza el 49%. Las mujeres aún pelean por competir en igualdad de condiciones, pero hay avances. «Queda muchísimo, pero se ha logrado cierta visibilidad y conciencia de las discriminaciones e injusticias que vivimos. Se ha roto el silencio y creo que las propias deportistas ven que se cuentan más cosas, que no son igual de penalizadas que antes por hablar, y cuando una lo hace, anima a las demás», opina Pilar Calvo, secretaria general de la Asociación para Mujeres en el Deporte Profesional (AMDP).

«Somos negros»

Para la historia se queda el récord del mundo en triple salto femenino de la venezolana Yulimar Rojas y el bronce de la española Ana Peleteiro, pero también el abrazo en el que ambas, rivales en la pista y amigas fuera de ella, se fundieron al terminar, y la alegría de Peleteiro por el oro de Rojas. La gallega se ha convertido en una de las protagonistas de los juegos también por las palabras que pronunció después, en una entrevista junto a Ray Zapata, plata en gimnasia. «Somos de color pero representamos a España», empezó Zapata, momento en el que la triplista le interrumpió: «Somos negros, qué ‘de color’. De color son ellos, que cambian más de color que el sol», dijo en referencia a quienes enarbolan mensajes racistas.

Ana Peleteiro, del Equipo Español, bronce en la final de triple salto de atletismo, celebra la medalla junto a Yulimar Rojas (oro) durante los JJOO 2020 SportMedia / Europa Press

La participación de ambas ha hecho aflorar una evidencia: la diversidad racial que existe en España, y también ha sacado a la luz los prejuicios y episodios racistas que siguen enfrentando las personas no blancas y que la propia Peleteiro ha narrado en alguna ocasión. «En la gasolinera un señor me gritó: ‘Negra de mierda, vete a tu país’. Estoy en mi país, da mucha rabia», contó en 2020 en una entrevista con El País. Un discurso discriminatorio que formaciones como Vox no condenan, e incluso alientan, como ocurrió en la Asamblea de Madrid el pasado junio con el diputado de Unidas Podemos Serigne Mbaye. Tras la medalla lograda por Peleteiro y Zapata, las redes sociales han criticado que ni Pablo Casado ni el partido de extrema derecha les hayan felicitado inmediatamente por sus triunfos.

A estas imágenes se ha unido en los últimos días el gesto de la atleta estadounidense Raven Saunders, medallista de plata en lanzamiento de peso, que quiso mandar un mensaje en el podio para denunciar «la instersección en la que se encuentran todos los que están oprimidos». La olímpica, lesbiana y negra, cruzó los brazos sobre su cabeza en forma de «X», un gesto que será estudiado por el Comité Olímpico Internacional, puesto que no permite manifestaciones políticas durante la competición, y que ha recordado a muchos al icónico puño en alto del black power en México 68.

Raven Saunders (EEUU), medalla de plata durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. AFP7 / Europa Press

Primera atleta trans

Las palabras de Tom Daley, que se hizo con la medalla de oro en trampolín de 10 metros sincronizado también dieron la vuelta al mundo. «Creo que es una de las cosas de las que me siento enormemente orgulloso: soy gay y campeón olímpico», dijo en la rueda de prensa posterior, en la que compartió cómo en su infancia se sintió carente de referentes con su misma orientación sexual. «Cuando era joven me sentí solo, diferente, sentía que no encajaba… había algo en mí que nunca sería lo suficientemente bueno como la sociedad quería que fuese», dijo el británico, que, sin embargo, ha recibido críticas por ser padre por gestación subrogada.

Además, Tokio ha sido escenario de la participación por primera vez de una atleta trans en los Juegos Olímpicos, la neozelandesa Laurel Hubbard, en halterofilia. Esto es posible después de que el Comité Olímpico Internacional cambiara las reglas en 2015, cuando descartó obligar a las deportistas trans a someterse a operaciones genitales para poder competir en la categoría femenina, que era la normativa entonces vigente. Ahora lo que deben es cumplir con un nivel máximo de testosterona.

Su presencia ha sido duramente criticada por un sector del feminismo que aquí en España es contrario a la Ley Trans y a la autodeterminación de género por considerar que habría hombres que podrían declararse mujeres para lograr triunfos deportivos frente a las mujeres. Hubbard es una mujer trans que cumple con los criterios impuestos por el Comité Olímpico Internacional para competir y se da la circunstancia de que en esta ocasión ha sido descalificada tras hacer tres nulos seguidos. Para la Agrupación Deportiva Ibérica LGTBI+ (ADI), «suponer que las personas trans en el deporte son tramposas que fingen ser quienes son por interés competitivo» es «contrario a los valores del deporte» y «un prejuicio tránsfobo».

Además de Hubbard también compite Quinn, persona trans no binaria, con la selección femenina de fútbol. La asociación ha contabilizado hasta 179 deportistas LGTBI visibles en Tokio, el triple que en los anteriores Juegos Olímpicos, celebrados en Río de Janeiro, pero aún así, una cifra ínfima comparada con el total de participantes, casi 12.000, «un síntoma de la difícil situación de las personas LGTBI en el mundo del deporte», concluye.

Fuente: https://www.eldiario.es/sociedad/feminismo-salud-mental-antirracismo-ensenando-juegos-olimpicos-tokio-deporte_1_8191107.html

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Escrita por nosotras: la historia de la huelga feminista narrada desde las voces de sus protagonistas

El libro “La Huelga General Feminista ¡Va!: Historias de un proceso en curso”, son un conjunto de vivencias desde las huelgas feministas ocurridas en 2019 y 2020, así como el trabajo con otras organizaciones sociales feministas. Es ese contexto El Mostrador Braga conversó con Javiera Manzi, vocera de la Coordinadora Feminista 8M, Claudia Marchant, editora e integrante del comité editorial y Gabriela Curinao, directora de ANAMURI. Todas ellas han sido parte de las luchas sociales feministas, donde han escrito la historia desde sus territorios y vivencias personales y colectivas que han sido plasmadas en este libro.

El libro de la Coordinadora Feminista 8M lanzado el 17 de junio de este año a través de la editorial Tiempo Robado Editoras, es un trabajo conjunto con la Fundación Rosa Luxemburgo y otras  múltiples organizaciones feministas de todo Chile que fueron parte de los Encuentros Plurinacionales desde 2018 hasta el presente, con el objetivo de mostrar a la sociedad y a las autoridades las múltiples aristas que precarizan la vida de las niñas, mujeres y disidencias sexuales y de género.

Desde la educación sexista, la violencia hacia las mujeres y disidencias sexuales y de género, la vulneración de los derechos humanos, la precarización de las trabajadoras de casa particular, la feminización de los cuidados, la discriminación arbitraria a los pueblos indígenas, afrodescendientes y migrantes, entre todas las otras luchas que se mueven desde los feminismos.

La Huelga General Feminista ¡Va! es una recopilación de memoria de movilizaciones de las mujeres para buscar la justicia de género desde la historicidad patriarcal. Para la vocera de la Coordinadora Feminista 8M, Javiera Manzi, la huelga general feminista es “cuando ponemos la vida de niñas, disidencias, mujeres al centro de la política, estamos hablando de todas las formas que se organiza la vida. Es por eso que este libro fue desde el inicio un deseo por visibilizar y compartir esta experiencia (…) compartir este proceso de aprendizaje, compartirlo con nuestras compañeras de otras latitudes. Escribir esta historia y no esperar que sean otros quienes las escriben”

Este conjunto de historias, vivencias, experiencias de mujeres, disidencias, y organizaciones feministas, se recopilaron y se formó en un libro trabajado desde Tiempo Robado Editoras, donde la editora e integrante del comité editor del libro, Claudia Marchant, comentó que “hemos ido vinculando con los feminismo a lo largo de nuestro recorrido como editorial que sintoniza con estar al servicio de las luchas del presente (…) surgió la necesidad de hacer un libro herramienta con un trabajo gráfico y esperamos que continúe y podamos seguir trabajando al servicio de estas luchas”.

Así como el trabajo en conjunto de la editorial Tiempo Robado Editoras con la Coordinadora Feminista 8M, también se vinculan con múltiples organizaciones de todo el país, desde las diversidades sexuales, las federaciones estudiantiles, redes de mujeres migrantes, de derechos humanos y de los niños, niñas y adolescentes, entre otras más.

Con respecto a lo anterior, las organizaciones de la sociedad civil también conforman una parte importante de las narraciones e historias plasmadas en el libro, en esta ocasión, se conversó con la dirigenta y directora de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas, Gabriela Curinao donde enfatizó en la participaciones de los territorios en las movilizaciones sociales y en la lucha contra la desigualdad que han sufrido las mujeres desde el nacimiento.  “Este es un sistema racista, capitalista, extractivista, patriarcal que nos determina durante toda la vida antes de nacer durante todo el ciclo vital. Entonces criticamos y nos planteamos por qué, y desde ahí definimos qué es lo que queremos cambiar”.

El libro “La Huelga General Feminista ¡Va!:  Historias de un proceso en curso”, está disponible aquí 

También puedes escuchar la entrevista completa a continuación:

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UNESCO: Informar sobre la violencia contra las mujeres y las niñas (manual para periodistas)

UNESCO, junio 2021

En la era del cambio digital, democrático, social y político, la comunicación se ha convertido en un medio esencial para expresar ideas y desarrollar iniciativas revolucionarias, capaces de crear comunidades más fuertes, mejor informadas y más comprometidas que nunca. El surgimiento del periodismo ético se ha vuelto fundamental para las salas de prensa y es el pilar de las noticias periodísticas que favorecen el desarrollo de la sociedad.

Al comenzar estos cambios, la cuestión del género se vuelve inseparable del tema del progreso y del periodismo ético.

Abordar la violencia de género significa plantear un tema que le concierne a toda la humanidad. Reflexionar acerca de representaciones sesgadas, estereotipos, prejuicios y violencia contra las mujeres y las niñas significa involucrarse en el cambio para que, finalmente, los medios de comunicación cubran esta violencia de forma tal que refleje plenamente las preocupaciones de nuestras sociedades. Indudablemente, este es un objetivo ambicioso para un manual, pero dada la magnitud de este flagelo, se vuelve fundamental cubrir temas relacionados con la violencia de género, a fin de ayudar a los medios de comunicación a que comprendan mejor la escala y la consecuencia de ejercer esta violencia directamente sobre las personas implicadas: niñas, niños, mujeres, comunidad LGBTIi, mujeres periodistas, entre otras.

La violencia ejercida contra las mujeres y las niñas no conoce fronteras geográficas. Si bien el riesgo de padecer violencia es mayor para las mujeres pobres o marginadas, la violencia de género no es una característica específica de ninguna cultura, religión o clase social en particular. Más aún, esta violencia no siempre expresa la dominación masculina. En algunos casos, es ejercida por mujeres. La violencia de género tiene varias formas: agresión sexual, los llamados delitos por cuestiones de “honor”, infanticidio femenino, mutilación genital femenina (MGF), acoso sexual, matrimonios forzados o precoces, trata de personas, violencia en épocas de conflicto, entre otras.

Al ensamblar este manual, el análisis de los artículos periodísticos seleccionados y los informes de televisión y radio revelaron la necesidad imperiosa de ayudar a los medios de comunicación a mejorar la cobertura de temas tan cruciales e injustos como los hechos de violencia contra las mujeres y las niñas. A fin de brindar ejemplos concretos y estudios de casos, los temas cubiertos debieron ser cuidadosamente seleccionados. Este manual no pretende brindar un análisis exhaustivo y completo sobre el tema de la violencia, pero tiene el propósito de ayudar a los profesionales de la radio, la televisión, la prensa y las redes sociales a determinar qué canales de investigación e información serían relevantes y éticos. Por lo tanto, brinda recomendaciones y ejemplos de buenas prácticas a los profesionales que trabajan en los medios de comunicación y a todos aquellos que ya están involucrados en la ética periodística, a fin de ayudarlos a hacer las elecciones correctas en la cobertura mediática de los temas importantes de la Agenda del Desarrollo Sostenible para 2030.

En cuanto a alcanzar el Objetivo 5 del Desarrollo Sostenible (ODS), acerca de la igualdad de género, se ha logrado progresar. Sin embargo, las mujeres y las niñas continúan sufriendo hechos de discriminación y violencia, mientras que la cobertura mediática del tema no refleja la realidad ni la magnitud de este flagelo. Los medios de comunicación pueden crear las condiciones correctas para neutralizar esta violencia y combatirla a través de los artículos periodísticos y de adoptar un compromiso ciudadano. Por lo tanto, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desea publicar este manual para brindar a periodistas y a profesionales de los medios de comunicación las explicaciones, definiciones, datos estadísticos y, sobre todo, los recursos y los consejos necesarios para que, de ahora en más, estos temas sean considerados y tratados como violaciones a los derechos humanos.

Manual

Informar sobre la violencia contra las mujeres Manual para periodistas

 

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Académicas proponen miradas feministas a los cuidados

Cinco académicas cubanas se acercan a los cuidados en Cuba desde una mirada feminista. Las investigaciones, reunidas en un libro, apuestan por una ruta de cuidados en clave de equidad.

«Cuando comenzamos a trabajar en este libro, en 2018, no se hablaba de este tema. Pero hace un año y medio ha habido una explosión de acercamientos a los cuidados. La covid-19 acentuó la crisis global de la cual ha estado dando cuenta el feminismo, pues no se puede pensar la sostenibilidad de la vida sin el cuidado de la vida humana y natural», dijo la filósofa Georgina Alfonso al presentar el volumen, el 20 de mayo en La Habana.

Alfonso es coautora del libro Los cuidados en la ruta hacia la equidad en Cuba, junto a la economista Teresa Lara Junco y las sociólogas Magela Romero Almodóvar, Dayma Echevarría León y Clotilde Proveyer Cervantes.

El volumen se publica sin fines comerciales y contó con el apoyo del Instituto de Filosofía y su Grupo de Investigación «América Latina: Filosofía Social y Axiología» (Galfisa); el Departamento de Sociología y el Centro de Estudios de la Economía Cubana, de la Universidad de La Habana; la Red de Estudios sobre Cuidados y Oxfam en Cuba.

Para las autoras, la pandemia causada por la covid-19, junto a la crisis económica global, la reforma económica gubernamental y el bloqueo económico y financiero del gobierno de Estados Unidos hacia la nación del Caribe marcan la respuesta a los cuidados en el país.

«El libro es una referencia para el desarrollo del trabajo, políticas e investigaciones en el país. Busca contribuir a una mirada más integradora, desde la sostenibilidad de la vida, para que de verdad logremos un desarrollo próspero y sostenible·, dijo Teresa Lara durante la presentación a la prensa.

Los cuatro capítulos del libro presentan, respectivamente, una mirada de los cuidados desde la economía feminista; el análisis de brechas asociadas al trabajo de cuidados y sus desafíos para el modelo social cubano desde evidencias cuantitativas; un acercamiento a las percepciones de personas decisoras sobre las políticas sociales que tributan a los cuidados en Cuba y una sistematización sobre los estudios realizados en el país sobre este tema.

Según los estudios que resume el material, la equidad y la justicia han sido principios rectores de la política social en la nación del Caribe, con una preponderancia del Estado en programas de cuidados y de políticas de apoyo con prestaciones en servicios, en especie y monetarias, principalmente.

Sin embargo, las autoras reconocen la persistencia de un enfoque «familista», «maternalista» y «patriarcal», que refuerza la creencia de que los cuidados son responsabilidad fundamental de las familias y en particular de las mujeres que las integran.

Esta tesis está abalada por el análisis de estadísticas públicas relacionadas con el uso del tiempo, la división sexual del trabajo y la ocupación de las mujeres. En esta ecuación de corresponsabilidad quedan fuera la comunidad y el sector privado.

Las expertas confieren mucha importancia a los datos, pues a decir de Lara, «lo que no se cuenta, no se caracteriza y no se identifica, queda invisibilizado».

La economista feminista hace un recorrido por diversas brechas de género que existen en la sociedad cubana relacionadas con los cuidados y su repercusión en el empleo, la igualdad salarial de las mujeres y, por tanto, su autonomía económica y el desarrollo del país. Se basa en datos oficiales publicados en encuestas nacionales, el Censo de Población y Vivienda de 2012los anuarios de salud pública, entre otras publicaciones.

Durante la presentación, Lara resaltó la importancia de asumir una perspectiva de género en la economía y también en las estadísticas nacionales.

Refiriéndose al Censo de 2012, explicó que las mujeres que se dedican a los quehaceres del hogar están codificadas como «amas de casa», una mirada que naturaliza los cuidados.

«Nosotras las llamamos trabajadoras no remuneradas, porque asumimos el concepto de trabajo aprobado por la OIT desde 2013, que reconoce que el trabajo es mucho más que empleo», explicó Lara.

La visión abarcadora no solo incluye el concepto de trabajo. Las investigaciones también conectan con otras brechas y desigualdades desde un enfoque interseccional.

«No es lo mismo cómo se viven los cuidados en diferentes contextos y realidades. Son las mujeres rurales, por ejemplo, las que hoy muestran una situación más compleja. Por ello, cuando pensamos en los cuidados, no puede ser desde una agenda fragmentada, porque también se conectan con otras problemáticas como las violencias machistas y esto es importante en el momento de pensar políticas públicas», reflexionó Yohanka Valdés, investigadora social y consultora de Oxfam en Cuba.

El tercer estudio que se incluye en la compilación -realizado por las investigadoras Magela Romero Almodóvar, Dayma Echevarría León y Clotilde Proveyer Cervantes- se acerca a los imaginarios de personas decisoras en relación con los cuidados.

«Este análisis nos permite valorar el modo en que estas percepciones están atravesadas por una cultura patriarcal que todavía concibe los cuidados desde una perspectiva familista, que atribuye la responsabilidad fundamentalmente a las mujeres, con percepciones muy marcadas por una cultura machista que nos permea como sociedad», dijo Romero Almodóvar a la prensa.

La última de las investigaciones ofrece un panorama de los estudios sobre cuidados en Cuba. Las autoras encontraron alrededor de 250 publicaciones sobre el cuidado realizadas por especialistas de distintas universidades y centros de investigación en el país.

Estos estudios marcan los antecedentes en el camino hacia un sistema nacional de cuidados, por el que apuesta un grupo de especialistas e instituciones. En 2019 se realizó el Primer taller de estudios sobre cuidados, que tuvo su segunda edición en abril de 2021. Fruto de estos esfuerzos se creó la Red cubana de estudios sobre cuidados, que integra a más de 110 especialistas de todo el país y 45 instituciones.

Para Georgina Alfonso, el libro se suma a estos esfuerzos aportando una visión feminista, entendida como un posicionamiento crítico y activismo comprometido con la emancipación de las mujeres.

La filósofa feminista opina que, entre los desafíos que quedan por delante, están comprender la importancia de esa visión política; articular a diversos actores para hacer; extender el análisis de las estadísticas desde una visión de género y feminista y construir desde los territorios las respuestas a las necesidades de cuidados.

Fuente: https://rebelion.org/academicas-proponen-miradas-feministas-a-los-cuidados/l

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Libro: Políticas del cuidado. (descargable en pdf)

Karina Batthyány. [Autora]

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ISBN 978-987-722-831-1
CLACSO. Universidad Autónoma Metropolitana – Unidad Cuajimalpa.
Buenos Aires. Ciudad de México.
Abril de 2021

*Disponible sólo en versión digital

 

Karina Batthyány nos coloca ante una idea sencilla pero que implica una transformación cultural que avanza firmemente: la importancia del trabajo no remunerado dentro del hogar y el estatuto de las mujeres como trabajadoras por esas tareas, que arrastran un estigma histórico de desvalorización y naturalización. La pandemia del coronavirus puso en evidencia su valor fundamental para el funcionamiento de la sociedad y la economía. Para analizar la igualdad y el ejercicio de derechos puertas adentro de los hogares, Batthyány nos propone revisar el concepto de género, la división sexual del trabajo y el rol de la labor no remunerada en las sociedades capitalistas, con el propósito de avanzar juntos hacia la solución de una crisis de cuidados que toca a la sociedad como un todo.
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Mujeres al poder: dirigentas gremiales exigen el cupo femenino en la CGT y sus sindicatos. Argentina

Ellas conducen, son referentes gremiales y exigen el lugar que les corresponden tanto en las secretarías generales de sus sindicatos con también en la Confederación General del Trabajo (CGT), que a fin de año celebraría elecciones. La ley 25.674, que establece un mínimo de 30% de cupo femenino en las conducciones gremiales se promulgó hace 18 años y no se cumple.

Las luchas del feminismo en la Argentina que llenaron las calles por el #NiUnaMenos y el #8M exigiendo justicia y por todas las reivindicaciones de las mujeres y disidencias visibilizaron las desigualdades y las brechas entre hombres, mujeres y disidencias en todos los ámbitos: uno de ellos el laboral y sindical. Fue justamente un 8 de marzo de 2003, en el Día Internacional de la Mujer, que se promulgó la ley 25.674, que establece un mínimo de 30% de cupo femenino en las conducciones gremiales, pero ya pasaron 18 años de la entrada en vigencia de la normativa y hasta ahora son escasas las excepciones en las que se cumple.

«Hoy tenemos cada vez más claridad de las injusticias y desigualdades que existe aún con una ley vigente que no se cumple. Lamentablemente estamos llenos de ejemplos en los que al momento de la discusión de los lugares de poder son los hombres que toman esos puestos», remarcó la secretaria general de La Bancaria seccional Buenos Aires (que abarca 60 entidades bancarias de Ciudad, Gran Buenos Aires y parte de la Provincia), Alejandra Estoup, en diálogo con Gestión Sindical.

Alejandra Estoup, secretaria general de la Bancaria Buenos Aires
Alejandra Estoup, secretaria general de la Bancaria Buenos Aires, integra la Corriente Federal que conduce Sergio Palazzo

Muy pocos sindicatos cumplen la ley

Es que, según los último registros oficiales que maneja el Ministerio de Trabajo de acuerdo un relevamiento elaborado hace tres años en 26 organizaciones, solo se cumple con la ley de cupo en cuatro sindicatos. La ley establece un piso mínimo del 30 por ciento en las listas electorales internas de los gremios y un porcentaje de delegadas en las negociaciones colectivas de trabajo. Abarca a los sindicatos, uniones y confederaciones, por lo cual se tendrían que aplicar desde un gremio hasta la CGT.

La secretaria general del Sindicato de Viales, Graciela Aleñá, es una de las mujeres que tiene un cargo jerárquico en su sindicato. La dirigente gremial admite que falta mucha presencia de mujeres en los puestos de decisión y deja a la vista que no se cumple el cupo femenino en la mayoría de los sindicatos.

«Creo que tiene que ver con que la mayoría de los sindicatos son naturalmente hombres, sin embargo existen muchos en donde existe un gran porcentaje de mujeres y aún así sus dirigentes son hombres«, analizó Aleñá en diálogo con este medio.

En este sentido, la secretaria general de Viales hizo un llamado a que en estás elecciones se cumpla el cupo femenino en virtud de todo lo que lograron las mujeres en todos estos años de lucha y por sobre todo en defensa de los trabajadores.

«Primero hay que darle el lugar a las mujeres que venimos trabajando hace muchos años en el sindicalismo y también porque las mujeres tenemos un fuerza particular», agregó.

Graciela Aleñá, secretaria general del Sindicato de Viales
Graciela Aleñá, secretaria general del Sindicato de Viales, es referente dentro del moyanismo

Las dirigentas sostienen que la estructura sindical Argentina está atravesada como todos los aspectos de la vida por la cultura patriarcal. Coinciden que ser mujeres y dirigentas de sus gremios tiene el doble de esfuerzo que el que tiene un hombre. «Aún está estructurado que las mujeres deben ocuparse de los cuidados del hogar y los hijos, algo que nos sigue condicionando como mujeres ya que todo está pensando y amoldado al sistema patriarcales», sostuvo Alejandra Estoup de la Bancaria.

La deuda pendiente del cupo femenino en la CGT y los gremios

«¿Por qué no tenemos la misma participación que los hombres dentro del gremialismo?», se interroga Andrea Aranda, secretaria general del Sindicato de Choferes Particulares. «Es una deuda pendiente en el mundo del trabajo en donde debemos realizar una tarea de concientización entre los compañeros para que se respete esta conquista que tanto nos costó a las mujeres en el gremialismo», respondió Aranda en una entrevista a Gestión Sindical.

«Debemos hacer valer nuestros derechos y defender lo conseguido, se lo debemos a nuestras compañeras, pero sobre todo a la memoria de Eva Perón, que tanto hizo en pos de la igualdad entre los hombres y las mujeres de nuestra Patria», enfatizó la gremialista.

En este marco, la CGT tiene un desafío este año en la renovación de sus autoridades y es cumplir por primera vez el cupo de 30% de mujeres. Actualmente, solo dos mujeres encabezan secretarías del consejo directivo sobre 24 cargos en el Consejo Directivo de CGT ellas son: Sandra Maiorana, que dirige Salud y proviene de la Asociación de Médicos, y Noemí Ruiz, en Igualdad de Oportunidades y Género y es de la Asociación de Modelos Argentinas.

Andrea Aranda, secretaria general del Sindicato de Choferes Particulares
Andrea Aranda, secretaria general del Sindicato de Choferes Particulares, es una integrante importante del Frente Sindical que conducen Hugo y Pablo Moyano

«Es el momento oportuno para que se respete el cupo femenino»

Ante la falta del cumplimiento del cupo femenino, las mujeres del gremialismo comenzaron a trabajar sobre la paridad de género. «Esto fue el disparador para que nos empecemos a juntar compañeras de distintas Organizaciones Sindicales, nos impusimos una agenda de trabajo y logramos que se cumpla entre otras cuestiones el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la Violencia y el Acoso Laboral, que sirvió para volver a plantear en el seno de la CGT mayor igualdad dentro del Movimiento Obrero», detalló Aranda.

«Entendemos que ahora es el momento oportuno para que se cumpla y se respete el Cupo Femenino, creo personalmente que los dirigentes de la Confederación General del Trabajo han tomado conciencia y no pueden ignorar esta realidad», se esperanzó la dirigenta quien concuerda con Estoup y Aleñá en que las luchas feministas marcaron un precedente para que las mujeres trabajadoras ocupen los lugares de decisiones en todos los ámbitos y por supuesto que en el sindical también.

Actualmente, el consejo directivo de la CGT está integrado por dos secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña, y 35 miembros (25 en el secretariado) y 10 en otras funciones.

Mujeres al poder: aquellas que llegaron a las secretarías generales de sus gremios

Lo cierto es que no son muchas, entre ellas se encuentra Noemí Ruiz, que es secretaria general en el Sindicato de Modelos, Lorenza Benítez, del personal de la Unión Personal Auxiliar de Casas Particulares; Carla Gaudensi, de la Federación de Trabajadores de Prensa. La diputada nacional Vanesa Siley, jefa de uno los gremios judiciales; Andrea Aranda, en el Sindicato de Choferes Particulares, y Graciela Aleñá, del Sindicato de Trabajadores Viales y afines.

El reciente informe de Ministerio de Trabajo elaborad en 2018, indica que las mujeres están a cargo del 18% de secretarías, subsecretarías o prosecretarías de los sindicatos, de las cuales, el 74% corresponden a áreas de igualdad, género o servicios sociales. Lo que deja a las claras que espacios de definiciones y discusiones sobre el futuro de las trabajadoras y los trabajadores siguen siendo ocupados por hombres.

«Tenemos expectativas que se cumpla la ley este año y por sobre todo que las mujeres trabajadores tengamos los lugares de poder y decisión que nos corresponden para seguir luchando por los derechos de las trabajadoras y trabajadores», coincidieron las referentes sindicales.

Fuente: https://gestionsindical.com/cupo-femenino-en-la-cgt-y-sus-sindicatos/

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