Page 13 of 213
1 11 12 13 14 15 213

Calidad de la formación docente en tiempos pandémicos

Por: Dinorah García Romero 

El Ministerio de Educación ha de tomar decisiones que recoloquen la calidad de la formación docente como prioridad continua; se ha de superar la improvisación en la formación docente.

La formación docente es un eje rector de la educación dominicana. En las últimas décadas, la calidad de la formación docente ha sido objeto de seguimiento sistemático, en la esfera nacional e internacional. Múltiples investigaciones han demostrado que los resultados de aprendizajes de los estudiantes están influidos por la incidencia de profesores altamente calificados. Estos docentes, además, trabajan dinamizados por una vocación educativa consistente. La COVID-19 ha convertido la educación en una experiencia dominada por la virtualidad, la televisión y la radio en la República Dominicana. Las modalidades educativas actuales les confieren una importancia especial a las pantallas, al trabajo por vía remota. Es una experiencia nueva que está concitando la atención de todos los sectores de la sociedad. El Ministerio de Educación de la República Dominicana le está dando centralidad a los procesos que se impulsan desde las vías señaladas. Estos procesos son absorbentes, por las dificultades de conectividad y la inexperiencia en el ámbito de la educación virtual y televisiva. El país, sin embargo, tiene experiencia interesante en educación a través de la radio.

En el contexto descrito, el impulso y cuidado de la calidad de la formación docente ha sido colocada en otra carpeta. Es necesario volver a tener como foco la formación altamente cualificada de los docentes del país, ahora con más razón en tiempos pandémicos. Los docentes necesitan formación sistemática para avanzar en la comprensión y apropiación del currículo. Requieren estudio y análisis; precisan de espacio para pensar su práctica. Una docencia al margen de un razonamiento lúcido no lleva a ningún resultado aceptable.  En septiembre de 2020, iniciaron la tarea educativa con una capacitación intensiva, que, por la prisa y el tipo de formación, le aportó lo básico para el lanzamiento del curso escolar 2020-2021. Después de iniciado el año escolar, el énfasis se ha puesto en la acción. Los procesos reflexivos y de internalización razonada de lo que se realiza carecen del espacio necesario y del acompañamiento requerido. Se refuerza una actuación educativa con dificultades para generar aprendizajes duraderos. Sin duda, la realidad provocada por la pandemia obliga a priorizar políticas educativas que garanticen enseñanza y aprendizajes efectivos desde las modalidades señaladas. Cualquiera que sea la modalidad educativa que se aplique puede concentrar la atención y aplazar el empeño por una formación docente.

Es tiempo oportuno para retomar con los docentes, con las organizaciones que le dan seguimiento a la educación y con la Asociación Dominicana de Profesores, el tema de la calidad de la formación de los profesores. Hay que trabajar en esta dirección; iniciar ya un proceso de consulta a los docentes que están en acción para que identifiquen y planteen las necesidades principales que están experimentando en el desarrollo de la experiencia. En esta consulta se ha de integrar el componente emocional de los docentes, por su impacto en la calidad de lo que realiza. El Ministerio de Educación, las Organizaciones veedoras y la ADP han de realizar sus análisis y valoraciones desde lo que acontece en los tres escenarios en los que se imparte docencia. Han de abstenerse de partir de lo que hacen otros países. Es necesario tener en cuenta las referencias internacionales porque amplía la visión, pero primero hay que aterrizar en lo que se realiza aquí y en lo que posibilita el contexto dominicano. Las capacitaciones intensivas no pueden sustituir procesos sistemáticos de formación que priorizan una docencia en la que los maestros se han de ir constituyendo como sujetos. Los docentes han de ir avanzando, desde una tarea irreflexiva y rutinaria, a una actuación consciente del sentido y del horizonte al que apunta la educación que ofrecen.

El tiempo pandémico en el que se desarrolla la actividad docente demanda análisis de los nuevos criterios e indicadores que se han de tener en cuenta para retomar la calidad de la formación docente. La nueva realidad en la que operan los maestros y los estudiantes puede generar cambios en el modo de concebir y de enfocar la calidad hoy. Los parámetros de ayer pueden estar distantes de los que rigen en estos momentos; por ello el Ministerio de Educación ha de tomar decisiones que recoloquen la calidad de la formación docente como prioridad continua; se ha de superar la improvisación en la formación docente.  La calidad de la formación de los educadores ha de tener un carácter sistémico. De este modo, en tiempos de pandemia o fuera de él, los aprendizajes significativos estarán asegurados.

Fuente: https://acento.com.do/opinion/calidad-de-la-formacion-docente-en-tiempos-pandemicos-8915673.html

Comparte este contenido:

Política educativa: 10 Asignaturas pendientes

 Sergio Martínez Dunstan

Llegó el anunciado relevo en la Secretaría de Educación Pública. Se abre una nueva etapa. Es insoslayable la crisis educativa aunada a la económica y sanitaria. Es conveniente diseñar y poner en marcha un Plan Emergente que priorice los escasos recursos en función de las necesidades. El diagnóstico sobre el cual se basó la Reforma Educativa 2019, cambió. El Plan Nacional de Desarrollo así como el Programa Sectorial de Educación requieren actualizarse. Es un contrasentido que la narrativa oficial lo reconozca pero se mantengan inmutables la estrategias para acometer tal situación.

Hoy más que antes, el derecho a una educación de calidad con equidad es una utopía más que una meta realistamente sustentada. Ciertos grupos poblacionales están en riego de hacerlo realidad. En contraparte, algunos cuentan con otros recursos culturales para afrontar los efectos de la pandemia. La igualdad sustantiva y el enfoque de derechos humanos, por ejemplo, resultan palabras huecas a estas alturas de la presente administración gubernamental. Tal presunción en los hechos, es difícil sostener.

El máximo logro de los aprendizajes, concepto legal de la excelencia educativa, es cuestionable cuando persisten las inequidades. Muchos niños mexicanos han dejado de asistir a la escuela y tampoco están tomando sus clase por televisión o en línea. Están condicionados a hacerse llegar de otros recursos para ser beneficiario de la a la educación. Hay tanta desigualdad. Las evaluaciones a gran escala dejaron de aplicarse y, por lo mismo, carecemos de información para estimar el rezago.

Por otra parte, las autoridades educativas federales han incumplido con el compromiso de contar con un modelo educativo que facilite la concreción curricular en el aula. Ahora, los maestros andan batallando al aplicar dos planes y programas de estudio simultáneamente más la incorporación de determinados contenidos que, según se ha dicho, corresponderán a ese que no se sabe bien a bien cuándo estará listo. Por lo pronto, está en el limbo.

Las dichosas evaluaciones diagnósticas a los maestros qué sustituirían las de permanencia en el marco del Servicio Profesional Docente brillan por su ausencia. Se ha malogrado la bondadosa finalidad de utilizar los resultados de las mismas para alimentar al Sistema de Formación, Actualización y Capacitación del Magisterio. No hay tales evaluaciones ni sistema alguno.

El fortalecimiento de las escuelas normales todavía está por verse. Máxime si las expectativas estuvieran puestas en el presupuesto asignado. Lo autorizado por el Congreso complica la existencia de las mismas. De su transformación mejor ni hablamos. Poco se sabe de la implementación operativa de la Estrategia Nacional de Mejora de las Normales. Y si el deseo se extendiera hacia las instituciones formadoras de docentes, peor aún.

El instrumento del Estado para que el personal que desempeña funciones docentes, dirección y supervisión, nombrado Sistema de Carrera de las Maestras y los Maestros, ha servido muy poco para accesar a una carrera justa y equitativa. El proceso de admisión, del dos mil veinte, quedó inconcluso. Sin darle solución a este problema, se han difundido las reglas para el año en curso. Por otra parte, los criterios excepcionales para la promoción se han convertido en acuerdos discrecionales entre la autoridad y el sindicato. O la promoción horizontal que arrancará este año porque la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, al parecer, recién le transfirió recursos. Y para el caso del reconocimiento (Becas – Comisión, Asesorías Técnicas Pedagógicas, Tutorías y Asesorías Técnicas) está sujeto a la puesta en marcha del Sistema de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas. La revalorización docente sólo se ha quedado en el papel y en el discurso, nada mas.

Es verdad que en ciertos tópicos han habido avances mas que en otros. Pero en todos los casos, han estado muy lejos de lo que se esperaba de la Reforma Educativa 2019. Se están violentando los preceptos constitucionales. Por ello, y frente a la nueva era que se asoma en la educación, y toda vez que se formalice la transición, sería menester de las autoridades designadas atiendan de manera prioritaria y en carácter de urgente las asignaturas pendientes. Sintéticamente, las expongo a continuación:

  1. El derecho a la educación de calidad con equidad en las circunstancias actuales.
  2. La excelencia educativa dado el inconmensurable rezago educativo.
  3. El modelo educativo para la Nueva Escuela Mexicana.
  4. El Sistema Integral de Formación, Actualización y Capacitación del Magisterio.
  5. El fortalecimiento de las escuelas normales y la UPN considerado el raquítico presupuesto asignado.
  6. El Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, en lo general.
  7. El proceso de admisión al servicio.
  8. El proceso de promoción vertical.
  9. El proceso de promoción horizontal.
  10. El reconocimiento y la revalorización del magisterio.

De lo anterior, sólo he aludido lo concerniente a educación básica y normal. Muy probablemente encontraríamos mas cuestiones irresueltas en la educación media superior y superior. En suma, hay tantas problemáticas por resolver en la política educativa actual.

Carpe diem quam minimun credula postero


Facebook: SergioDunstan

Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net

Fuente: https://profelandia.com/politica-educativa-10-asignaturas-pendientes/

Comparte este contenido:

La promoción horizontal de la USICAMM. Malas noticias para los maestros

 Abelardo Carro Nava

Desde la década de los noventa, cuando el auge por lograr la tan anhelada y prometida “calidad” educativa estaba en todo su esplendor dado el proceso “modernizador” que, supuestamente había impulsado Miguel de la Madrid Hurtado en el país, el gobierno Salinista, conjuntamente con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en manos de Elba Esther Gordillo, vendieron la idea al magisterio mexicano de que, a través de un estímulo o incentivo que se vería reflejado en su salario se conseguiría este propósito, pero, además, se estaría dando un paso importante en la revalorización del magisterio. Hecho que, como sabemos, quedó plasmado en el Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica (ANMEB).

De esta idea nació lo que muchos colegas conocemos como el Programa de Carrera Magisterial (PCM), cuyos propósitos consistían en estimular la calidad de la educación y establecer un medio claro de mejoramiento profesional, material y de la condición social del maestro por lo que, de esta forma, se estableció un mecanismo de promoción horizontal para el personal docente frente a grupo que enseñara en los ciclos de la educación básica con la intención de que esos profesores pudieran acceder, si es que así lo decidían, dentro de la misma función, a niveles salariales superiores con base en su preparación académica, la atención a los cursos de actualización, su desempeño profesional y su antigüedad en el servicio y en los niveles de la propia carrera magisterial (DOF, 1992).

Ahora bien, esa promoción horizontal estaba integrada por cinco niveles de estímulo denominados “A”, “B”, “C”, “D” y “E”, y que los profesores podrían lograr, siempre y cuando de manera voluntaria, se evaluaran conforme a los lineamientos establecidos para este objetivo. Los factores de evaluación, y su respectivo puntaje específico en cada una de las vertientes en las que podrían participar, eran: a) aprovechamiento escolar, b) formación continua, c) actividades cocurriculares, d) preparación profesional, e) antigüedad, f) gestión escolar, g) y apoyo educativo. El puntaje máximo (en cada vertiente) no rebasaba los 100 puntos, pero se destaca que el factor aprovechamiento escolar, consistente en el conjunto de logros de aprendizaje obtenidos por los alumnos en un grado o asignatura en un ciclo escolar, de acuerdo a los planes y programas de estudios oficiales vigentes, recibían el mayor puntaje.

Por lo que respecta a los niveles de promoción, se especificaba que éstos eran consecutivos y seriados, es decir, los docentes solo podrían acceder a un nivel inmediato superior por periodo de promoción, previo cumplimiento con la permanencia establecida. Por ello, si un maestro se encontraba ubicado en una Zona Urbana o Rural, debía permanecer en el nivel “A” 3 años, nivel “B” 3 años, nivel “C” 4 años, nivel “D” 4 años y nivel “E” indefinidamente. Pero, si se encontraba en una Zona de Bajo Desarrollo, los docentes deberían de permanecer en cada nivel un periodo de 2 años.

Como se sabe, con el paso de los años este programa se corrompió; quiero pensar que esto sucedió por la gran injerencia y participación que tenía el SNTE en los procesos de evaluación a partir de que, en muchas entidades federativas y en la propia Secretaría de Educación Pública (SEP), las estructuras educativas oficiales fueron cooptadas por esta organización sindical, pero también, porque el mismo gobierno no tuvo la capacidad de transparentar estos procesos y, mucho menos, de fortalecer la formación continua del profesorado mexicano. No obstante, lo anterior, mantengo firme la postura que he fijado desde hace tiempo con relación a que este programa, tal cual inició, tenía bondades que propiciaron la constante capacitación, actualización y profesionalización del magisterio. Claro, habría que checar los estudios que se han hecho sobre ello para entrar en otro tipo de diálogo, pero, desde mi experiencia, considero y sostengo esa postura que en diversos momentos y en diversos foros he expuesto.

Con la llegada de Peña Nieto a la Presidencia, y con la serie de “reformas estructurales” que, derivado del Pacto por México se aprobaron en las “Cámaras de Representantes”, el PCM desapareció y se vino un tremendo desaguisado. La Coordinación Nacional del Servicio Profesional Docente (CNSPD), el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y la SEP, se encargaron de “enrarecer” todo un proceso que, probablemente, perseguiría una mejora en la calidad de la educación que se brinda en México, así como también, un probable estímulo para los diversos actores que serían evaluados en su desempeño, pero también, para la obtención de un incentivo. La consigna fue clara, y ya sabemos de qué manera se desarrolló la evaluación del desempeño docente y, por consiguiente, la de los incentivos. Aún en varios estados de la República Mexicana se mantienen serios litigios para que les sea concedido el pago que les corresponde por haber obtenido el nivel K1.

Y bueno, una de las características que tuvo lo que se denominó Promoción en la Función por Incentivos en la Educación Básica durante el gobierno peñaniestista, fue aquella clasificación que tanto lastimó al magisterio: “idóneo y no idóneo” y que, en términos sencillos, no significó otra cosa más que el establecimiento de una serie de factores para la evaluación de los maestros y maestras denominados: a) no suficiente, b) suficiente, c) destacado, e d) incremento (ascenso en el programa en la función).

De esta forma, este “programa” contaba de 7 niveles de incentivos de carácter económico cuya vigencia era de hasta 4 años para cada uno y, según se dijo, se otorgaban de manera objetiva, equitativa y transparente, con irrestricto respeto a la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD) y al programa (SEP, 2015). Cabe mencionar que, en este “programa”, no había variación en cuanto al tiempo (4 años) que debería permanecer el docente una vez que obtuviera uno de los niveles señalados, no así en cuanto a los porcentajes de los incentivos que podía alcanzar un profesor puesto que mientras unos podían lograr 180% con relación a su salario, otros (ubicados en zonas de alta pobreza y alejadas de zonas urbanas), podrían alcanzar hasta un 222%.

Y bueno, para cerrar este punto, resta mencionar que el instrumento de evaluación (examen al profesor), fue el rubro que determinaba si es que el profesor se promovía o, por el contrario, recibiría el acompañamiento mediante algo que denominaron “tutoría”. Esto, sin soslayar la elaboración de un proyecto de enseñanza o de gestión (según fuera el caso) del que, poco o nada se sabe en cuanto a la retroalimentación que le pudieron hacer al profesor evaluado.

En fin, como dije: todo un tremendo caos y desaguisado.

Con el triunfo en las urnas de López Obrador, y su respectiva llegada a la Presidencia, se retomó aquella anhelada y prometida revalorización del magisterio. Consecuentemente, en las mismas “Cámaras de Representantes” se aprobó la reforma a la reforma educativa del 2013 y, como parece obvio, las leyes secundarias que de ella emanaron. Surgió la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM), así como también, la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) encargada, entre otras cosas, de desarrollar un programa de estímulos e incentivos que favorecieran el desempeño eficiente del servicio educativo para que, de esta forma, se contribuyera al reconocimiento escolar y social de la dignidad magisterial. Y bueno, después de algún tiempo en el que nada se sabía de este programa, recientemente la USICAMM lanzó el Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica, una copia mal hecha, o bien, una continuidad del Programa de Promoción en la Función por Incentivos en la Educación Básica implementado por el gobierno de Peña Nieto. Irrisoriamente, aunque la reforma educativa del 2013 fue cancelada, en los hechos, en el gobierno de López Obrador persisten muchos programas que su antecesor impulsó a través de sus Secretarios de Educación, Y es que mire usted, si hace un ejercicio comparativo, particularmente del que nos ocupa, podrá coincidir conmigo en varios rubros.

Comienzo por sus propósitos. Según del documento dado a conocer hace unos días se señala que, entre otros, este programa tiene la intención de mejorar las condiciones económicas, profesionales y sociales de las maestras y maestros a través del reconocimiento del personal docente… por su compromiso, responsabilidad y profesionalismo en la realización de la tarea educativa (USICAMM, 2021); algo así se señalaba en el del 2015, ya que éste se proponía mejorar las condiciones de vida y la valoración social de los participantes de la promoción en la función por incentivos que demuestren calidad en la prestación de sus servicios, compromiso en el desempeño de su labor educativa y vocación magisterial (SEP, 2015). En fin.

Por lo que respecta a la tabla de elementos multifactoriales que considera la promoción horizontal en este programa, se contempla: a) antigüedad, b) reconocimiento al buen desempeño, c) grado académico, d) desarrollo profesional, e) instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes, f) autoevaluación y exposición de la práctica educativa consistente en un instrumento de valoración de recursos personales y práctica educativa y entrevista por el colectivo docente. La suma de puntajes que pudieran obtenerse de la valoración al docente participante da un total de 330 puntos. Destaca que el elemento denominado instrumento de valoración de conocimientos y aptitudes reciba 120 puntos y la autoevaluación y exposición de la práctica educativa consistente en un instrumento de valoración de recursos personales 80 puntos. Dato curioso porque, si usted lee con detenimiento el documento que he referido, el primero rubro corresponde prácticamente a un examen de opción múltiple y, el segundo, a la elaboración de un proyecto de enseñanza, mismos que fueron aplicados durante el gobierno de Peña Nieto. Claro, hay mínimas diferencias, pero, su esencia, se mantiene. ¿Acaso no se ha ido la CNSPD de la USICAMM?,

Por lo que se refiere a los niveles del estímulo de carácter económico, este programa contiene 8, cuya permanencia mínima es de 4 años cada uno aplicables conforme a la normatividad vigente, es decir, al igual que en el PCM se señalaba que los niveles de promoción eran consecutivos y seriados, en éste para la promoción al segundo nivel y subsecuentes, los participantes deberán cubrir, al igual que se hizo en el programa del sexenio anterior, 4 años de permanencia en cada nivel y los demás requisitos. Ahora, el porcentaje específico para cada nivel varia conforme a éste puesto que, en un primer momento, se señala que se podrá alcanzar un máximo de 205%, con relación al salario, mientras que en las zonas de alta pobreza y marginación (esquema similar al aplicable durante el peñismo) se podría alcanzar un 247%. Esto, de conformidad con la DISPONIBILIDAD PRESUPUESTARIA y en términos de las disposiciones presupuestarias aplicables. Sí, leyó usted bien, este programa está sujeto a esa disponibilidad presupuestaria lo cual significa que, en caso de que los resultados sean favorables para un participante en el proceso, éste será colocado en una lista, denominémosla de prelación y, si las condiciones presupuestales lo permiten, podría ser beneficiado con el estímulo, pero, si no hubiera esas condiciones, simplemente no se le asignaría el mismo. ¿Menudo embrollo no cree?, ¿hablamos de una revalorización del magisterio?

Expuesto todo lo anterior resta mencionar que, una vez más, estamos ante un gobierno y una SEP que, en términos concretos, no sabe qué hacer para cumplir con sus respectivas funciones. Por un lado, el discurso pomposo que señala que todo ha cambiado y que ha comenzado una transformación del país, se derrumba cuando en los hechos se observa una continuidad entre gobiernos que poco o nada beneficia al magisterio. Si en verdad se pretende lanzar un programa que motive al profesorado a participar para su mejora profesional y económica, debería de iniciarse con un esquema de formación continua que verdaderamente fortalezca el quehacer docente. En todo caso, no estaría nada mal revisar los factores de evaluación o elementos multifactoriales para ajustarlos a la realidad que se vive en el terreno docente. No es posible que, al igual que en el sexenio anterior, un examen de opción múltiple esté mejor ponderado que el desarrollo profesional o los grados académicos, pero bueno, esa es otra historia. Lo que si tengo claro es que, en la SEP, el fantasma de Aurelio Nuño sigue presente.

Con negritas:

No sé si usted recuerde, pero con Peña Nieto el proceso de evaluación fue un caos porque, curiosamente, jamás se hizo público el procedimiento bajo el cual eran evaluados los maestros. Es decir, qué se evaluaba, cómo se evaluaba, quién evaluaba y quién evaluaba a los evaluadores, entre otras cuestiones, fue una gran incógnita. Creo, estamos ante la antesala de un nuevo desaguisado, pero, espero equivocarme, peor que el anterior.

Al tiempo.

Referencias:

DOF. (1992) Acuerdo Nacional para la Modernización de la Educación Básica. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/models/sep1/Resource/b490561c-5c33-4254-ad1c-aad33765928a/07104.pdf

SEP. (2015). Programa de Promoción en la Función por Incentivos en Educación Básica. Recuperado de: https://www.sep.gob.mx/work/appsite/VBReglamento_final_2015.pdf

SEP. (2021). Programa de Promoción Horizontal por Niveles con Incentivos en Educación Básica. Recuperado de: http://file-system.uscmm.gob.mx/2021-2022/compilacion/EB/Programa_promocion_horizontal_niveles_EB_2021.pdf

Cuadro comparativo de los distintos programas: PCM, PPFI y PPHNI

Carrera magisterial Promoción en Función por Incentivos CNSPD Promoción por Niveles USICAMM
Aprovechamiento escolar No suficiente Antigüedad
Formación continua Suficiente Reconocimiento al buen desempeño
Actividades cocurriculares Destacado Grado académico
Preparación profesional Incremento (ascenso en el Programa en la Función) Desarrollo profesional
Antigüedad Instrumento de evaluación
Gestión escolar Instrumento de valoración de recursos personales y práctica
Apoyo educativo Entrevista por el colectivo docente

Fuente: Elaboración propia

Fuente e Imagen: https://profelandia.com/la-promocion-horizontal-de-la-usicamm-malas-noticias-para-los-maestros/

Comparte este contenido:

¿Vale la pena ser docente?

Por: Educación 3.0

Los profesores no son respetados por muchos al mismo nivel que otros profesionales. ¡Y eso que en sus manos está la educación de las futuras generaciones! La docente Lissette Pino analiza las posibles razones.

¿Vale la pena ser docente? Esta es una pregunta que no me había cuestionado antes de empezar a impartir mi carrera. Como cualquier estudiante sin experiencia de campo, me encontraba completamente entusiasmada con los nuevos retos; y por supuesto, extremadamente orgullosa de decir que estaba estudiando para ser maestra.

Sin embargo, la reacción de mis conocidos no era la que esperaba, la mayoría con una cara de desconcierto acompañada de la frase “¿estás segura?”. Me pregunto si hubieran reaccionado así de haberles dicho que seguiría arquitectura o medicina.

Falta de interés por la docencia

Hace pocos días tuve la oportunidad de escuchar un podcast llamado Docentes en Peligro de Extinción en el que Nataniela Barreiro menciona algunos factores económicos, sociales y políticos de la falta de interés actual de los jóvenes por esta carrera. A pesar de que los datos mencionados en ese podcast revelan la problemática a nivel macro, me permitió reflexionar en los ‘micro factores’ que se desencadenan de esas raíces y crean este ciclo continuo y en aumento de la infravaloración de la docencia.

A pesar de que en la antigua Grecia los maestros eran las personas más respetadas y admiradas, actualmente muchos miembros de la comunidad consideran la educación como un viacrucis que te llevará a ‘limpiar mocos’ y que te falten en respeto toda tu vida, y en cierta medida es cierto; actualmente los docentes no somos respetados al mismo nivel que lo harían con un ejecutivo o un abogado.

De hecho, somos mismos maestros los que de tanto en cuanto soltamos comentarios sobre lo terrible que es estar en nuestros zapatos a estudiantes, amigos, familia. ¿Cómo esperamos que la sociedad respete nuestra carrera si nosotros mismos no la respetamos? La docencia debería ser considerada el fin último de la realización laboral, después de todo, hasta los más grandes científicos tuvieron un maestro. ¿Cómo es posible que en nuestras propias aulas desacreditemos todo lo que significa ser docente? Comenzar con nuestras propias voces permitirá que otros vean la importancia de nuestra área en la humanidad.

Docentes sin motivación

Otro factor decisivo en el desprestigio de la docencia es la contratación de personas que deciden ser maestros por el mero hecho de saber de un tema. Todos a lo largo de nuestra vida nos habremos topado con uno de ello: el típico docente que repite la misma clase año tras año, que tiene las mismas diapositivas desde que se inventó la piedra y que, por supuesto, no se le puede cuestionar nada porque son casi que Aristóteles resucitado.

Estas personas desacreditan todo por lo que los docentes con verdadera vocación luchan día con día, ser diferentes, innovadores, en busca de retar mentalmente a sus estudiantes para su crecimiento tanto personal como educativo. Estos mismos son los que suelen mostrar una ética pobre a la hora de calificar o buscar por cualquier medio resultados altos en pruebas estandarizadas, dando un mensaje claro a nuestros jóvenes: “El conocimiento no es importante, mientras obtengas una nota alta en un pedazo de papel”.

profesora en clase

Por último, algo que he podido ver de primera mano es la lucha de los profesores con vocación y ganas, pero sin el conocimiento pedagógico necesario para afrontar los desafíos de un mundo en constante cambio. A pesar de esta vocación innata, encontrará un límite tarde o temprano, lo cual desencadenará en una falta de motivación que se reflejará en las clases y la relación con los estudiantes.

Verdadera vocación

Es importante recalcar que el desconocimiento no es malo, querer mantenerse en él y entrar en una zona de confort al verse frustrado es lo que mata en realidad la verdadera vocación y perpetúa este círculo infinitivo del desprestigio social. Por lo tanto, es fundamental que todos los docentes, ya sean jóvenes o mayores busquen espacios de mejora continua, para que la pasión por enseñar no encuentre su tope y se resignen a ser uno de estos seres ya mencionados impartiendo una cátedra a estudiantes desmotivados.

Definitivamente es vital entender que los docentes con vocación real son escasos y como menciona Nataniela, somos ‘la resistencia’, una especie en peligro de extinción. Nosotros tenemos una responsabilidad enorme en nuestros hombros, el futuro de otro ser humano. Así como muchos padres primerizos temen ‘arruinarles la vida’ a sus hijos con sus decisiones; imagínense que puede hacer un mal docente con 100 niños y jóvenes a su cargo. La docencia es importante y debe ser reconocida como tal, a pesar de que no es una solución definitiva a toda la problemática que gira en torno al desprestigio social de nuestra carrera, defender y enorgullecernos de nuestra labor si es un primer paso para recuperar el respeto a nuestro esfuerzo diario.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/opinion/vale-la-pena-ser-docente/

Comparte este contenido:

Se inaugura centro nacional de desarrollo de profesorado de español y portugués en China

Asia/China/17-01-2021-Autor(a) y Fuente: Spanish. xinhuanet. com

La Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing inauguró este miércoles el Centro Nacional de Desarrollo de Profesores de Español y Portugués.

La nueva entidad tiene como objetivo proporcionar a los docentes de español y portugués de China una plataforma de intercambio a nivel nacional en la que se llevarán a cabo actividades como seminarios, talleres, conferencias e investigación conjunta entre distintas instituciones académicas, con el fin de mejorar la calidad pedagógica y promover el desarrollo profesional de los educadores.

El centro nace en el contexto del estrechamiento de los vínculos con los países de habla hispana y portuguesa y el consiguiente auge de la enseñanza del español en China, donde hay ya más de 100 universidades que imparten español como carrera y más de 40 que enseñan portugués. El 90 por ciento de estos programas se crearon después del año 2000, por lo que es necesario darle un apoyo sólido a este crecimiento acelerado en términos de profesorado, señaló Zhao Gang, vicerrector de la institución educativa.

Entre los asistentes al acto inaugural hubo decanos, catedráticos, profesores jóvenes y estudiantes graduados y activos, quienes opinaron, desde diferentes perspectivas y en modalidad presencial o telemática, sobre el desarrollo del profesorado de español y portugués de China.

Fuente: http://spanish.xinhuanet.com/2021-01/13/c_139664876.htm

Comparte este contenido:

Los márgenes de la formación docente

Por: Miguel Ángel Pérez Reynoso

“En los márgenes se escriben los cambios de todo sistema”. Esta frase con la que inicio puede que sea uno de los principios o de las ideas rectoras de  Tomas Kuhn, en su libro “La estructura de las revoluciones científicas”. En dicho libro Kuhn habla de una disputa entre el paradigma vigente y la pugna en contra del mismo, que viene desde los márgenes del paradigma o modelo en turno.

En el campo de la formación docente existe un paradigma predominante, pero ¿Qué podemos encontrar en los márgenes de dicho campo? Cabe decir, que en la formación de los docentes descansa la mayoría del funcionamiento del sistema educativo, el éxito o el fracaso de las reformas o los proyectos sexenales en educación tienen el sustento en la formación (inicial y continua). Y este mismo campo de la formación, es al que mayor esfuerzo y recursos se les destina de manera pública, debido a que la atención de los cerca de 25 millones de escolares de todos los grados y niveles educativos son atendidos desde están aquí.

En el centro del paradigma tenemos el núcleo del sistema, que para el caso de nuestro país, es un sistema sobradamente centralizado, con políticas normalizadoras para todos los estados del territorio nacional, con disposiciones únicas dictadas desde lo que había sido la DGESPE (Dirección General de Profesionales de la Educación) y que ahora, el nuevo organismo se encarga de lo mismo, centralizar las políticas nacionales y difundir directrices para todos por igual.

¿Qué hay en los márgenes del campo de la formación de docentes? Existen diversas manifestaciones e iniciativas que están en desacuerdo con las políticas nacionales hegemónicas, en donde desacatan en esta ultima su sentido autoritario y piramidal. Desde los márgenes se pugna por crear un sistema (el de la formación), más flexible y sobre todo adaptado a contextos específicos.

En los márgenes del sistema se tejen una serie de prácticas y concepciones pedagógicas que aunque (como su nombre lo dice) son de manera marginal tienden a conformar un modelo y una propuesta alternativa, la cual no está de acuerdo con la propuesta oficial, por su excesivo autoritarismo.

Sin embargo la formación en los márgenes, no es una formación marginal, goza de prestigio, de seguidores y de reconocimiento, por su carácter flexible le apuesta más a las prácticas innovadoras, a las propuestas basadas o sustentadas en la creatividad. No existen aquí autores estelares, debido a su propio carácter alternativo (lo que menos les interesa es el protagonismo de sus autores). Los componentes sólidos de las propuestas marginales o alternativas en formación docente son tres:

  1. Propuestas y acciones basados en la reflexión de las prácticas y en el diálogo informado entre pares o colegas.
  2. Iniciativas educativas basadas en intentos de cambio y de innovación, al lado de la comunidad en donde éstas realizan la tarea de educar.
  3. Se le da privilegio a las propuestas e iniciativas surgidas en colectivo mirando las necesidades de los entornos específicos, sobre todo de los barrios o las comunidades con un alto  nivel de necesidad de educadores y educadoras.

A los educadores que trabajan en los márgenes de la formación se les reivindica por su alto grado de compromiso, por su entrega y mística en el trabajo, por desligarse de los controles institucionales (tanto sindicales como oficiales), por su carácter contestatario, debido al fomento del pensamiento crítico y porque la propuesta que surge de ellos y ellas están basadas en la experiencia más que en textos dogmáticos o autores que trabajaron en contextos ajenos o lejanos al nuestro.

En los márgenes se escribe el cambio en el sistema, comencemos a voltear los ojos hacia allá para darnos cuenta qué es lo que viene.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/los-margenes-de-la-formacion-docente/

Comparte este contenido:

Perú: En un año, catedráticos sin maestría no podrán enseñar

Por: Milagros Berríos

En clase. Docentes deben contar, por lo menos, con el grado de Maestro para dedicarse a la formación en pregrado. Foto: Universidad de Piura.


Norma. En noviembre vencía plazo dado por Ley Universitaria, pero se amplió un año. El 30% aún no tendrían grado de Maestro.

Desde el 30 de noviembre del 2021, los docentes que no cuenten con el grado de maestro (maestría) ya no podrán enseñar en las universidades públicas ni privadas del país. Es decir, les queda un año para adecuarse a este requisito de la Ley Universitaria (2014).

El plazo original de esta exigencia vencía en noviembre pasado, cinco años después de la sentencia del Tribunal Constitucional que aclaraba la vigencia de este punto. No obstante, en mayo pasado, a través del decreto legislativo 1496, se amplió el periodo por un año más dada la crisis sanitaria a causa de la pandemia por COVID-19.

Según el artículo 82 de la Ley Universitaria, los docentes ordinarios y contratados tienen la obligación de contar con, al menos, el grado de maestro para la formación de los alumnos de pregrado; y el de doctor para dictar clases a nivel de doctorado.

Para cumplirlo, se fijó un periodo de 5 años que, al inicio, debía contarse desde julio del 2014. Sin embargo, y tras el fallo del TC, el periodo se computó desde noviembre del 2015.

Si vencido el plazo no cumple con el requisito, el catedrático será considerado en la categoría que le corresponda o concluirá su vínculo contractual.

Pero ¿cómo van los grados de los docentes? Hasta el 2019, el 32.6% de los puestos eran ocupados por bachilleres (incluyendo a licenciados), el 49.3% contaba con el grado de maestro, y el 18.1% el de doctor, según un informe de la Sunedu.

Al respecto, la Federación Nacional de Docentes Universitarios del Perú (Fendup) explica que la mayoría de doctorados se dicta en las capitales, por lo que la pandemia dificulta su acceso.

“El 2018 solicitamos un plazo prudencial de 5 años, pero no nos atendieron. Ahora la pandemia desordenó todo”, dice el dirigente Máximo Córdova, quien estima que un 30% aún no se habría adecuado.

Demandan homologación y beneficios

La Fendup evalúa medidas de fuerza en reclamo al Minedu por la falta de atención a sus demandas. Entre sus pedidos están la homologación del salario en base a la Ley Universitaria y la implementación de beneficios sociales como el subsidio de luto y sepelio a la par de los servidores públicos. También piden cambios en 42 puntos de la ley.

Los docentes extraordinarios pueden ejercer en cualquier nivel y de acuerdo al estatuto.

Comparte este contenido:
Page 13 of 213
1 11 12 13 14 15 213