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OVE Entrevista a Laura García Tuñón “Es necesaria la autonomía de las organizaciones sociales y sindicales respecto a los gobiernos”

Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para Otras Voces en educación

 

En los tiempos turbulentos de la Argentina post dictadura, la voz y praxis de Laura García Tuñón nos muestra un Sur insumiso y rebelde que se resiste a la hegemonía neoliberal. La conocimos entre tejidos de resistencias anticapitalistas y hoy continúa siendo una arquitecta de alternativas.

En México, el fallecido amigo Sergio Quiroz del Instituto McLaren nos decía que cuando se estableciera una coordinación continental de las resistencias educativas, Laura tendría que formar parte de ella. Le hemos seguido los pasos y los encuentros han reforzado la enorme valoración que de ella tenía Sergio.

En la actualidad forma parte del colectivo Grupo de Contacto internacional (GCI), un espacio horizontal de diálogo y encuentro entre educadores populares, pedagogos críticos y dirigentes gremiales del magisterio nuestro americano.

Laura García Tuñón, es trabajadora de la educación jubilada de escuelas primarias de la Ciudad de Bs As, Argentina. Fue diputada porteña (MC), parte de la comisión directiva del sindicato docente UTE- CTERA y de la Central de Trabajadores de la Argentina de la ciudad (CTA A) de la ciudad de Bs As. Militante por la educación popular y feminista. Forma parte del equipo de Coordinación del ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadorxs Populares), experiencia que desde hace más de 10 años construyo, colaboro y asesoro a distintos colectivos y movimientos que toman la educación en sus manos desde la educación popular. Su perspectiva nos pareció importante para los lectores y colaboradores del portal Otras Voces en educación, y a continuación le dejamos el diálogo que sostuvimos con ella

 

Laura, cuéntanos un poco tu historia de vida y como llegaste al sindicalismo magisterial y a las educaciones populares

Nací en la Ciudad de La Plata, provincia de Buenos Aires, en una familia numerosa de clase media. Soy la 6º de 9 hermanos. Perdí a mi padre a los 13 años, lo que hizo que nos mudáramos de casa a la Ciudad de Bs As y que mi madre tuviera que salir a trabajar.

A los pocos años, se instauró la dictadura militar, que desapareció a amigos, que persiguió e implantó el terror y que despidió a mis hermanos y a mi madre de su trabajo por tener tío preso político.

La dictadura militar nos tocó bastante de cerca, cambiando nuestras vidas. Y fue justamente eso lo que hizo que me convirtiera en militante.  En el último año de la dictadura, con 23 años y con mis tres pequeños hijos nacidos, recién pude conseguir mi primer cargo como maestra de grado de una escuela primaria estatal, ya que estaba en una especie de lista negra o roja, que me impedía trabajar.

Me afilié al sindicato de maestros ese mismo día. Y también comencé a militar en el PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores), siguiendo los pasos de mi tío, que ya vivía exiliado en España.

En 1983 llamaron a elecciones y viví toda la efervescencia de la apertura democrática. Iba a casi todos los actos de campaña, que se hacían en el obelisco, en el centro de Bs As y que está a dos cuadras de la escuela en donde trabajaba. Un poco para ver qué decían y repartir volantes del PRT y otro poco para sentirme cerca de nuestro pueblo movilizado.

Ya en democracia me metí de lleno a participar de la vida sindical, siendo delegada de mi escuela y luego representante del distrito escolar. Y en paralelo a reconstruir el PRT que había sido diezmado en la dictadura, recibir a los compañeros y compañeras que salían de las cárceles.

Participé activamente de la 1º Marcha de la Resistencia, organizada por las Madres de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos. Aún conservo un dibujo de la marcha de un alumnito de 1º grado que también había ido porque su papá estaba desaparecido, y lo dibujó en su cuaderno. Y a la vez me dedicaba a criar a mis hijas e hijo, con mucha ayuda de la abuela.

Fueron años de mucho agite y construcción, pero también de muchas defecciones de los gobernantes, que traicionaron la voluntad popular, perpetuando el sistema económico y el modelo productivo de los militares, el hambre y la desocupación.

En el sindicato, al participar en una agrupación de izquierda, me enfrenté a la conducción. Al ser joven, eso lo vivía con alegría y fortaleza.

Siempre fui delegada de mi escuela. El sindicato se amplió y unificó con otros sectores de trabajadores y trabajadoras de educación secundaria y superior, incorporando a los y las docentes de todos los niveles, que lo hizo crecer y abrirse a distintas experiencias.

Como mis estudios de maestra fueron durante la dictadura, tuve que buscar otras perspectivas educativas, formación y saberes en distintas experiencias. A leer y  entender a los distintos pedagogos de la educación popular como Freire y Fals Borda,   intenté llevarlas sus ideas a la escuela y a la vida sindical, que no estaba muy abierta a esas ideas, más preocupados por la lucha gremial y no pedagógica.

Siempre traté de elegir escuelas en donde pudiera trabajar con sectores vulnerables. Fui cambiando de escuelas, siendo suplente, hasta que logré ser maestra titular en una escuela de una de los barrios carenciados más grandes de la Ciudad.

Participé fuertemente de la Carpa Blanca de los maestros, que estuvo instalada en la Plaza frente al Congreso Nacional, 1003 días, desde el 2 de abril de 1997 hasta el 30 de diciembre de 1999.

La Carpa Blanca fue una herramienta de lucha sindical, ante la cantidad de paros provinciales que no alcanzaban a lograr el éxito. El sindicato Nacional CTERA, ideó la instalación de esa carpa en donde distintos grupos de maestros, maestras y profesores, dormían, vivían y ayunaban exigiendo presupuesto para la educación y la derogación de la Ley Federal de Educación que había destruido el sistema educativo nacional.

Los docentes venían de distintas provincias y ayunaban entre 15 y 25 días, sólo consumiendo líquidos como forma de protesta. La carpa se transformó en el correr de los días en un espacio de lucha para distintos sectores. Se hacían festivales inmensos con artistas reconocidos y partidos de fútbol.

Nos visitaban artistas internacionales que venían a apoyar nuestro reclamo. Llegaban denuncias por violencia institucional de todo el país. Pero lo más emotivo eran las visitas de los pibes y pibas de las escuelas y las clases públicas.

Toda esa lucha terminó con una Ley de Incentivo docente, en donde el gobierno nacional hasta el día de hoy paga una parte del salario, ya que, por las reformas educativas, cada provincia se hace cargo de la educación, presupuesto y salarios docentes. No conseguimos hasta 2006 que se derogara la ley de educación.

Yo participé activamente ayunando 3 veces y siendo parte de los equipos de colaboración de la Carpa. Y a la vez siendo delegada distrital, recorriendo las escuelas y armando asambleas quincenalmente.

A partir de esa militancia formé parte de la conducción del sindicato, haciéndome cargo de la Secretaría de Educación y Estadísticas. Y luego de la secretaría de formación de la Central de los Trabajadores de la Argentina de la Capital.

Es allí en donde me conecto mucho más con la Educación Popular, participando de los Forum Sociales Mundiales de Porto Alegre y a los Forum de Educación. Construyendo iniciativas de educación popular con los movimientos sociales y de formación de militantes, delegados y delegadas promovidas por la CTERA de ese entonces.

Me alejé de la conducción del sindicato docente por diferencia políticas, ya que no acordaba con la falta de autonomía frente al gobierno de Kirchner. Estoy convencida de la necesidad de autonomía que deben tener las organizaciones sociales y sindicales respecto a los gobiernos de turno, por más que sean del signo político de ellos. Y esa falta de autonomía, justamente fue uno de los problemas que vivieron y vive el sindicalismo en con los gobiernos progresistas.

Cuando se abren desde la CTA Bachilleratos Populares y jardines comunitarios populares, fui aportando con debates y asesoramientos a las organizaciones en pensar en una educación emancipatoria en manos de los movimientos sociales y los sindicatos.

En 2009, fui elegida diputada de la Ciudad de Bs As. Continuaba militando en la CTA y conformamos un partido político con las organizaciones sociales y sindicales como instrumento electoral. Como diputada intenté aportar en la legalidad de los Bachilleratos Populares en su reconocimiento, en el sostenimiento de los jardines  comunitarios y en la defensa de la educación pública y de los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Desde ese lugar institucional construimos muchas jornadas, seminarios y aportes a la experiencia de los movimientos que toman en sus manos la educación, a la par de seguir formándonos colectivamente en las concepciones de la educación popular.

Actualmente soy parte de la coordinación del ENDYEP (Encuentro entre Docentes y Educadores Populares), que se conformó en 2015 con un conjunto de organizaciones sociales que toman en sus manos a la educación, educadores y educadoras populares, docentes de distintos niveles y docentes de Institutos de Formación Docente.

Aspirábamos a desatar los nudos y evidenciar las tensiones que existen entre los espacios formales de educación, que brinda el Estado, y los espacios de educación popular, autogestivos, que están en manos de los movimientos sociales como una apuesta no solo a la integración, sino a la transformación.

Lo pensamos como espacio de resistencia y de lucha frente a las reformas educativas, para generar el diálogo entre docentes y los educadores y educadoras populares y para contribuir en la construcción de una educación pública emancipadora desde la concepción de la educación popular y la pedagogía crítica. Propiciamos y alentamos actualmente además, a la Formación Docente en Clave de Educación Popular a través de cátedras abiertas, especializaciones y seminarios con educadores y educadoras populares internacionales y de Argentina.

Laura ¿Cuáles consideras que son los elementos más significativos de la crisis educativa en Argentina?

El sistema educativo argentino se caracteriza por contener a casi el 96 % de la población en edad escolar, siendo obligatoria la educación en el nivel inicial, primario y secundario.

Es decir, desde los 4 años hasta los 17/18 años de edad. Pero el 45% de los y las estudiantes, no llega a terminar la escuela secundaria por diferentes causas. Por ello, una enorme población de jóvenes y adultos, vive sin finalizar sus estudios y con mayores dificultades para conseguir la inserción laboral.

Hoy nos encontramos con una infinidad de trabajadores y trabajadoras de la Educación que todos los días se esfuerzan y lo ponen todo para intentar cambiarles la vida a sus estudiantes. Como también tenemos docentes que sólo van a enseñar lo que el currículum impuesto les marca, como un mero trabajo de oficina.

A su vez, por fuera del sistema educativo formal, existen más de 100 Bachilleratos Populares autogestionados y experiencias de educación popular en barrios vulnerables de todo el país, a cargo de educadores y educadoras populares.

La crisis la podemos observar en que la mayoría de los docentes piensa que lo que enseñan no le interesa a nadie. Los estudiantes piensan que lo que aprenden no les sirve y los padres que sus hijos e hijas no aprenden nada.

La comunidad educativa argentina está enfrentando una serie de reformas que destruyen la concepción de la educación como práctica y derecho social y cultural, pero fundamentalmente como concepción política de transformación política y social.

El ajuste, el achique presupuestario y la destrucción de los estatutos del docente y los derechos laborales, son algunas de sus expresiones más urgentes e inmediatas.

Con estas reformas, están reactualizando uno de los aparatos ideológicos del Estado, la escuela. Hoy ya no se piensa a la escuela como único espacio de control social, ya que los avances del capitalismo a través de las innovaciones tecnológicas, colocan en juego a otros escenarios, como las redes sociales y las conexiones de comunicación.

Por eso se piensa a las escuelas como formadoras para ese escenario mundial y local, manejado por las tecnologías y un mundo en donde la concepción del trabajo se pone en cuestión.

Justificándose en los cambios del tiempo y modificando los sentidos tradicionales de la educación, adecuándola a los nuevos criterios productivistas de la globalización, construyendo una nueva idea de capital humano. Pero para ello, también necesitan un debilitamiento de las organizaciones sindicales.

Todo esto continúa con la desigualdad educativa y la profundización de la crisis educativa. Crisis porque no le da respuestas al mundo tecnocrático globalizado y mucho menos a nuestro pueblo.

Pero principalmente está en crisis porque propone un modelo educativo que profundiza un modelo de país para el capital concentrado, con mayor exclusión y desigualdad para nuestro pueblo. Porque no tiene en cuenta a los y las estudiantes ni a los trabajadores y trabajadoras de la educación.

Esta crisis la puedo enumerar en estas situaciones:

  • Desigualdad: Ya no sólo es entre la educación estatal y la privada, sino entre las escuelas de educación estatal, por la segmentación de la población. Encontrando escuelas estatales en las ciudades o zonas céntricas, a las que acceden los estudiantes de clase media y escuelas de las periferias con la poblaciones vulnerables, en donde casi 1 hora de clases se destina a la asistencia alimentaria. Con sobrepoblación en las aulas y falta de condiciones materiales e inmateriales como libros y útiles, conexión a internet y computadoras.
  • Cambios en la escuela secundaria: vacíos de contenidos pedagógicos y de conocimientos, para responder a las directivas de los organismos internacionales, en donde lo que prevalece es la formación para la adaptación, la transmisión y la adecuación. La pregunta es adecuado y adaptado a qué concepción.
  • Formación docente desarticulada: cada provincia tiene sistemas distintos de formación docente. Algunas lo dictan en las Universidades. Otras provincias en Institutos Terciarios. Si bien hay un Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD), el gobierno anterior, cerró institutos, lo desfinanció y le quitó responsabilidades. Intentó transferir todos los Institutos a las Universidades. A su vez no recupera ni reconoce los saberes sobre el enseñar y el aprender acumulados por las instituciones de formación y los sujetos que las habitan. Desconoce el valor que la Formación docente ha tenido históricamente en nuestro país como garante del derecho a la educación.
  • Sistema de Evaluación: en la Argentina desde su creación se aplican las pruebas PISA. Además de esas pruebas, se aplican pruebas estandarizadas nacionales a los y las estudiantes de primaria y secundaria. El gobierno neoliberal de Mauricio Macri instauró también pruebas estandarizadas de medición de los aprendizajes a los y las estudiantes de formación docente y a los docentes. En muchas escuelas del país fomentan que los maestros enseñen para “aprobar” las pruebas PISA y nacionales, pasando muchos meses del año en este objetivo.
  • Currículum: totalmente alejado de las necesidades e intereses de los y las estudiantes. Construido por técnicos en cada ministerio de educación provinciales con ninguna participación de los docentes.
  • Educación de los pueblos originarios: Si bien existe la educación bilingüe, sigue siendo la población más abandonada, en donde se continúa hoy negando su cultura, su lengua y costumbres.
  • Mercantilización de la educación: se utilizan una serie de plataformas educativas en distintas provincias y niveles. Se promocionan y dan puntaje para la carrera docente cursos de capacitación privados. Se promueve la meritocracia y la articulación educación/trabajo es sólo vista desde las empresas.
  • Condiciones laborales: existen estatutos laborales diferentes por provincia. En todo el país el salario docente es muy bajo. En algunas, apenas llega al salario a superar la línea de indigencia. En otras no cubre la canasta familiar. Esto hace que existan docente con sobrecarga de trabajo para llegar a tener un salario que le sirva para vivir. A su vez en varias provincias han cambiado la forma de designación de los y las docentes, lo que hace peligrar la libertad de cátedra por la injerencia del gobierno de cada provincia en las designaciones.
  • Representación sindical: La fragmentación es lo que rige en el sindicalismo docente. La CTERA es el sindicato más poderos y fuerte en la Argentina, teniendo un sindicato de base en cada una de las 24 provincias. Cuenta con alrededor de 500.000 afiliados de todo el país, teniendo representación en todas las ramas y sectores, sobre los 954.000 docentes que trabajan en el país. Pero existen además otros 4 sindicatos nacionales. Pero todos ellos cada día están más alejado de sus afiliados, no debatiendo ni formando en cuestiones pedagógicas ni discutiendo una educación emancipatoria. En algunos territorios, como la Ciudad de Buenos Aires, se armaron 17 sindicatos, que representan a los casi 100 mil trabajadores de la educación. A lo largo de los años y en las diferentes gestiones de gobierno, los sindicatos fueron fragmentándose y conformándose en nuevos sindicatos. La mayoría de estas conformaciones obedecieron a injerencias de los distintos gobiernos. Por supuesto, no hay mayor pluralidad y participación de las bases docentes ante ese número de sindicatos.
  • El constante menoscabo, desprecio y cuestionamiento a la tarea de enseñar. Los trabajadores y trabajadoras de la educación son impugnados por los gobernantes y por los medios de comunicación, responsabilizándolos de todos los males de la educación, siendo sospechados todo el tiempo de su mal desempeño

 

Laura, ¿consideras que la formación docente se corresponde a los actuales retos que enfrentan los y las docentes? ¿Cuáles deberían ser las reelaboraciones en materia de formación inicial y continua de les educadores?

Estoy convencida de que la formación docente en Argentina, a pesar de los esfuerzos de muchos de sus docentes, no logra resolver los desafíos de formación que requieren los y las trabajadores de la educación y tampoco los chicas y chicas que asisten a las escuelas de todos sus niveles.

Los Institutos de Formación Docente y Universidades, siguen siendo instituciones piramidales, jerárquicas, poco democráticas y excesivamente disciplinares.

Además de estar bastante alejadas de las escuelas en donde los estudiantes van a desempeñarse en el futuro. En su mayoría, tienen pocos trayectos de investigación educativa y casi nulo trabajo colectivo de los y las docentes que trabajan en ellas. Muchas veces por tener demasiadas horas de trabajo en diversas instituciones y con demasiados cursos y estudiantes a cargo.

Si a todo esto le sumamos, una imposibilidad de pensar en otra escuela, podemos ver la actual crisis educativa. Imposibilidad de pensar en una escuela emancipadora. De pensar en otra forma de aprender y enseñar diferente de la que ellos mismo aprendieron o vivieron.

En donde sufrieron la imposición de competencias a lo largo de su escolarización que destruyeron sus capacidades. Capacidades para ser investigadores, artistas, deportistas, artesanos, cocineros, pedagogos o creativos. De divertirse con el aprender.

Para reconfigurar la formación docente creo que tenemos que recuperar la pedagogía. Como siempre nos enseña el Maestro y educador popular argentino Nano Balbo, “si los docentes no somos capaces de retomar el debate pedagógico para que la educación sea nombrada con lenguaje pedagógico, estamos perdidos.

Es la pedagogía la que le da sentido e identidad a mi práctica. Si entrego el saber pedagógico, habré dejado de ser un trabajador para pasar a ser un empleado. Porque voy a perder el control sobre mi trabajo.  Entonces enseño lo que otros decidieron. Por ello intentan sustituirnos por facilitadores, acompañantes y no docentes, destruyendo nuestra autoridad como trabajadores y trabajadoras de la educación”.

Para ello como parte del colectivo del ENDYEP, creemos que es fundamental que la formación docente entre otras cosas asuma las concepciones de la educación popular y de la pedagogía crítica.

Por ello, en 2016 hicimos con más de 500 estudiantes, educadores y docentes, el 1º Encuentro Internacional entre Docentes y Educadorxs Populares en un Instituto de Formación Docente, en donde el eje fue: “La Formación Docente en clave de Educación Popular”.

El objetivo fue reflexionar sobre los desafíos de la Formación Docente en el marco de la Educación Popular, intercambiar prácticas educativas y sus contextos en torno a la Formación Docente, y propiciar espacios genuinos de construcción colectiva del conocimiento propia de la Educación Popular.

Allí partimos de pensar a la formación como un proceso continuo de transformación subjetiva, de desarrollo pedagógico, técnico, político, social y ético. Esto nos remitía a la construcción, al desarrollo, a la transformación, en oposición a la capacitación, instrumentación y asimilación, que nos lleva a la reproducción acrítica de formatos y prácticas.

La formación docente en clave de educación popular, requiere de un trabajo sobre uno mismo, de un trabajo de re-flexión. De volver sobre nuestras ideas, creencias, sentimientos y categorías desde las cuales interpretamos nuestras experiencias.

Resulta necesario enfatizar el carácter político y ético de la tarea de enseñar. Si los docentes en el aula somos autómatas, que repetimos libretos, difícilmente despertemos curiosidad. Necesitamos recuperar la alegría del trabajo, el compromiso con la tarea, la esperanza, el deseo de educar y la confianza en que esto es viable, que no hay destinos sociales prefijados. Nuestra tarea requiere pasión, requiere estar maravillados con el conocimiento y acompañar a otros a que se incorporen en él.

Pensar el aula no sólo como un lugar, no sólo como un espacio físico donde se transmite contenidos. Sino como escena, como espacio de interacciones, lugar de encuentros y desencuentros, lugar de emergencia del individuo y la sociedad, y a su vez, producto de ellos.

Espacio de poder, de producción, de comunicación y de conocimiento. Donde el contexto social, al igual que el contexto educativo no es algo definitivo, inmodificable, pre-existente, en el que la acción social y educativa se inserta, sino que es creado por la propia praxis a través de la concreción de patrones de conductas colectivas.

Pensarnos como formadores y no como capacitadores, y mucho menos como los “iluminadores”. Por eso es necesario concebir a la educación, y a la formación docente como parte del sistema educativo. Como un proceso social que permite a todos incorporarse a las tradiciones, historias y mundos culturales que favorezcan la construcción de los proyectos de vida individual y colectiva y no reducirla a una cuestión técnica de desenvolvimiento de competencias y habilidades.

 

¿Qué ha significado la crisis del COVID-19 para el magisterio argentino? ¿Considera que el COVID-19 y las medidas que se adoptaron en materia educativa afectan al derecho a la educación?

El calendario escolar en Argentina siempre es desde los primeros días de marzo hasta fines de noviembre o diciembre, según el nivel o provincia. Por lo cual la pandemia y el aislamiento nos tomaron al comienzo del año escolar, con apenas dos semanas de clases en inicial, primaria y secundaria.

No habían comenzado aún las clases en formación docente ni en la Universidad cuando el 13 de marzo se suspendieron las clases presenciales.

Los primeros días, hasta el día 20 de marzo, en donde se decreta nacionalmente el aislamiento social obligatorio, los y las docentes, tenían que asistir a las escuelas y armar materiales para entregar a los chicos. Como así también ayudar en el reparto de los alimentos que habitualmente se consumen en las escuelas.

A partir del 20, comenzaron las clases en las casas. Esto hizo que la inmensa mayoría de docentes comenzara a trabajar contra reloj en pensar cómo hacer sus clases virtuales. En conseguir los contactos de cada familia, y las formas de comunicarse con ellos.

Desde los ministerios provinciales, poca información les llegaba. Sólo que debían continuar con sus clases. Las autoridades no tuvieron en cuenta, por ejemplo, que muchísimas familias, aún en las grandes ciudades como Buenos Aires, sólo contaban con un teléfono celular y poca carga de internet para que hicieran las tareas todos sus niños y niñas.

Desconocían que la inmensa mayoría de los docentes no cuentan con formación en TICs y muchísimo menos en clases y plataformas virtuales. Y que inclusive, muchos docentes no cuentan con internet, salvo en sus teléfonos, al igual que las familias de sus alumnos. Y algunos con viejas computadoras.

A lo largo de estos 2 meses de clases desde las casas, lo trabajadores y trabajadoras de la educación, han visto recargadas sus tareas. Lo que prevalece es el malestar docente.

No sólo trabajan más horas y en horarios que no son los habituales, sino que a su vez deben encargarse de que sus propios hijos e hijas sigan con sus clases. Y si a esto le sumamos que a lo largo de estos días, las autoridades han cambiado varias veces las directivas sobre cómo dictar las clases, qué plataformas usar o por qué medios hacerles llegar las actividades a los y las alumnos, el cansancio y estrés que esto les ha ocasionado, es enorme.

Muchos han tenido que aprender rápidamente a utilizar algunas plataformas que jamás habían visto ni usado. Otros y otras comentan que para poder conectarse con tranquilidad y para tener conectividad, lo hacen a las dos o tres de la madrugada.

Se les exige, además de pensar cómo dar sus clases, contactarse con cada familia para ver cómo les llega a los chicos esa información. Si no responden, tienen que llamarlos y averiguar los motivos. Se les exige llevar un registro sistemático y una valoración del proceso pedagógico desarrollado en forma remota e informar a las familias y a las y los estudiantes sobre la misma. Hacer planillas administrativas.

Además de todas estas tareas, como acción de compromiso militante, algunas y algunos, van a la escuela cada quince días a entregarles las canastas alimentarias a las familias para paliar el hambre existente.

Por otro lado, en algunas provincias se les advierte que al regreso a las escuelas, se evaluará lo realizado en la cuarentena. Esto crea incertidumbres tanto en docentes como en las familias, ya que no se sabe qué evaluarán, cómo realizarán este seguimiento pedagógico sin haber garantizado los recursos mínimos. Cómo evaluarán sin tener en cuenta las condiciones en las que viven los sectores más vulnerables.

Claramente estas medidas educativas no garantizan el derecho a la educación de la mitad de la población escolar en la Argentina, que vive bajo la línea de pobreza.

La falta de insumos básicos como computadoras, conectividad, libros y en muchos caso útiles escolares que casi siempre son provistas por las escuelas. La falta de espacios para realizar las actividades escolares, ya que muchísimas familias conviven hacinadas sin acceso al agua y en pequeñas casas precarias.

La casi imposibilidad de acompañar y ayudar a los niños y niñas por parte las madres y padres, que apenas saben leer. Y la grave crisis económica, que ocasiona que la preocupación mayor de las familias es procurar un plato de comida, haciendo largas filas diarias en los comedores comunitarios, claramente nos muestra que el COVID no sólo perpetuará sino que profundizará la desigualdad y exclusión educativa.

Y por eso, tenemos que seguir exigiendo condiciones para todos y todas. Pero además tenemos que velar por la salud mental y afectiva de los estudiantes. Cuando esto termine, habrá que antes de volver a las matemáticas y las distintas materias, saber que los niños y niñas necesitarán correr, ensuciarse y reír. Reencontrarse con sus amigos, jugar, empujarse y pelear con ellos. Hablar, dibujar, llorar y gritar lo que tienen guardado en sus corazones. Necesitarán contar lo que sintieron y ser escuchados por otros que no son su familia con los que estuvieron mucho tiempo.

Tanto encierro, noticias de enfermedad y muerte no será gratis para ellos. Y si no somos capaces, en cada escuela de poder abrazarlos y entenderlos, dejarlos volver a ser niños libres, sueltos y autónomos y rescatar la pedagogía de la ternura, de la escucha y la paciencia, los condenaremos a tapar y esconder debajo de la alfombra lo que les pasó. Les enseñaremos que no hay que detenerse para sentir y pensar cómo seguir. Les enseñaremos que la enfermedad del aislamiento y la negación, llegó para quedarse.

A partir de su experiencia docente y gremial cuales serían algunas de las propuestas alternativas en la actual coyuntura del magisterio americano

Cuando el mundo salga de esta crisis, estaremos frente a un cambio mundial cultural, económico y social. Y seguramente, va a cambiar la forma de trabajar, con más teletrabajo y con condiciones de mayor flexibilidad, que habrá que poner en discusión. Y la educación no estará ajena a estos cambios.

Pero esto no nació con el coronavirus. La crisis y fragilidad ya eran parte del capitalismo y el modelo neoliberal, y como siempre, la sufríamos y seguiremos sufriendo la clase trabajadora y el pueblo.

Ante esto, tenemos el desafío de construir otra escuela y otra educación para nuestro pueblo. No basta denunciar un modelo que es profundamente injusto. Tenemos que sumar a la protesta la propuesta. La denuncia tiene que ir acompañada de un anuncio.

A pesar de la crisis en la que vivimos, creo que se abren condiciones para pensar en otra educación. En otra forma de construir conocimientos y en otra manera de pensar una escuela que le sirva a nuestro pueblo y deje de dar respuesta al mundo globalizado. Que nos permita construir otro mundo.

Estamos en condiciones porque a pesar del malestar y agobio que produce este aislamiento y el trabajo desde nuestras casas, también nos ha hecho repensar en lo que hacemos a diario. Ha hecho que las familias vuelvan a valorar y comprender que no es fácil y sencillo el trabajo de los maestros, maestras y profesores.

Pero también, es momento de que las organizaciones sindicales hagan una seria autocrítica. Que puedan pensar que no sólo las reivindicaciones del magisterio son el salario y las condiciones laborales. Que puedan imaginar y construir otro modelo sindical pedagógico y una educación emancipatoria, también son parte de las acciones sindicales.

Que no sólo los males los trae el COVID o los gobiernos con sus políticas. Que tienen que ser parte de la construcción de herramientas horizontales y democráticas para pensar en otra escuela y en otra educación. Que tienen que abrazar a la docencia para hacerlas parte de una propuesta político-pedagógica alternativa.

Por ello, los educadores y educadoras y las organizaciones sindicales tenemos una gran oportunidad y un gran desafío. Podemos y somos capaces de producir un despertar distinto. Es momento de armar más redes virtuales, hasta que podamos hacerlas presenciales, de debate y reflexión. Desde abajo. Desde los colectivos de las escuelas y espacios educativos de cada rincón de nuestro país.

De construir de conjunto para abrazar nuevos conocimientos que nos permitan interpelarnos y pensar en el para qué educar, el cómo hacerlo, para quiénes, en dónde y en qué escuela queremos y necesitamos.

Que no intente maquillar una escuela que no nos sirve. Que genere el diálogo de saberes con aquellos a los que pretendemos educar. Que incluya las concepciones de vivir el mundo del movimiento feminista, de los movimientos ambientales y de los pueblos originarios.

Que rescate las experiencias históricas y actuales de la pedagogía crítica y de la educación popular latinoamericana y argentina para pensar en otra sociedad.

Es hora de devolvernos nuestra identidad como educadores y educadoras, capaces de construir una escuela que parta de los intereses de los sectores populares, de una sociedad distinta, con una concepción del mundo con y desde su mirada.

Una educación que se vincule con el planeta, los bienes comunes y la naturaleza con respeto, cuidado y complementariedad, sin depredarla.

Es hora de recuperar la pedagogía. Es hora de que pensemos en los desafíos del siglo XXI, no para estar a la moda sino para pensarlos desde otros paradigmas del conocimiento. Es hora de construir desde nuestras utopías.

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Perú: Fortalecerán la educación digital de escolares y docentes en el país

América del sur/Perú/21 Mayo 2020/https://www.eleconomistaamerica.pe/

La Fundación Telefónica/Movistar y el Ministerio de Educación (Minedu) firmaron un convenio de cooperación interinstitucional con el objetivo de implementar proyectos educativos digitales que fortalezcan la educación básica regular y la educación básica especial en escuelas de nivel primario y en hospitales en el marco del Currículo Nacional, lo cual incluye la formación y capacitación docente en competencias digitales.

Esta alianza estratégica también incluye la colaboración de herramientas de educación digital, recursos pedagógicos y capacitación docente en el marco del proyecto «Aprendo en Casa» que lanzó el Ministerio de Educación como parte de las medidas adoptadas por la situación de emergencia originada por el Covid-19.

De este modo, la Fundación Telefónica/Movistar pone a disposición los proyectos de su programa «Educación digital» que incluye herramientas, apps y contenidos educativos, así como plataformas de aprendizaje digital para facilitar actividades pedagógicas alineadas al currículo nacional del Ministerio de Educación.

«Desde hace más de 20 años, la Fundación Telefónica/Movistar viene contribuyendo con el desarrollo educativo del país. Hoy, con la firma de esta alianza con el Minedu, reafirmamos nuestro compromiso con la educación peruana y llegaremos a beneficiar a más de 790 MIL niñas, niños y profesores de escuelas urbanas y rurales, así como entornos hospitalarios e inclusivos de 21 regiones del Perú», señaló Pedro Cortez, Presidente de Fundación Telefónica/Movistar y Presidente Ejecutivo de Telefónica del Perú.

«Las actuales circunstancias nos exige ser un país con mayor unidad y debemos trabajar de forma coordinada entre sector público y privado para cerrar la brecha digital. Debemos acelerar la transformación digital con oportunidad para todos» enfatizó Pedro Cortez.

«Educación digital» para escolares y profesores

Recordemos que la Fundación Telefónica/Movistar y La Caixa Foundation desarrollan en Latinoamérica un relevante programa de Educación Digital que lleva educación con tecnología a niñas, niños y profesores de escuelas urbanas y rurales, hospitales, y entornos inclusivos de diversas regiones del país.

Los proyectos de educación digital incluyen la formación permanente a docentes, la creación y uso de recursos y experiencias educativas, y la promoción de buenas prácticas pedagógicas. Con ello, se busca acortar la brecha educativa y tecnológica, empoderar a los maestros en el uso de metodologías innovadoras, mejorar los aprendizajes de niñas y niños, así como promover clases dinámicas con el uso de la tecnología.

En 2020, el programa de educación digital beneficiará a más de 790 mil escolares y profesores de 21 regiones del país: Amazonas, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cajamarca, Callao, Cusco, Huancavelica, Huánuco, Ica, Junín, Lambayeque, La Libertad, Lima, Loreto, Madre de Dios, Piura, Puno, San Martín y Tacna.

Entre los proyectos más sobresalientes del programa de «Educación Digital» encontramos:

Educared: Comunidad para docentes que, desde el año 2002, ofrece una amplia oferta formativa gratuita y tutorizada. Presenta eventos sobre educación e innovación, espacios de diálogo con expertos, recursos educativos, publicaciones, cursos y talleres virtuales y presenciales, difunde buenas prácticas pedagógicas, fomenta la creación y uso compartido de recursos y experiencias didácticas. (educared.fundaciontelefonica.com.pe).

Aula Digital: Es un proyecto integral que contribuye a mejorar los aprendizajes de los niños de primaria en Matemática, Ciencias, Comunicación y habilidades para la vida, aprovechando la tecnología. Este proyecto educativo incorpora la formación y acompañamiento permanente a docentes, la implementación tecnológica a escuelas, y el uso de plataformas con contenidos educativos digitales.

Oráculo Matemágico: Videojuego enfocado en mejorar las habilidades matemáticas del estudiante del quinto de primaria y segundo de secundaria a través de un juego de cartas intercambiables. Este juego fue realizado en conjunto con la Pontificia Universidad Católica del Perú(PUCP) https://educared.fundaciontelefonica.com.pe/juego-oraculo-matemagico/

Rutas de formación docente: Este proyecto está conformado por una comunidad de aprendizaje virtual para docentes de escuelas públicas que quieran incluir las nuevas tecnologías como parte de su plan pedagógico. Al empoderar a los docentes con metodologías innovadoras, se fomenta el uso de clases dinámicas con el uso de tecnología entre los escolares.

Fuente: https://www.eleconomistaamerica.pe/empresas-eAm-peru/noticias/10553213/05/20/Fortaleceran-la-educacion-digital-de-escolares-y-docentes-en-el-pais.html

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OVE entrevista a Prudenciano Moreno Moreno: “La educación es principalmente socialización”

Entrevista realizada por Luis Miguel Alvarado Dorry en exclusiva para Otras Voces en Educación.

Conocimos a Prudenciano Moreno Moreno a partir de sus diversos textos en donde devela la mercantilización de la educación por parte de las corporaciones internacionales como el FMI, BM, BID, OCDE, entre otros, asimismo sobre el modelo por competencias impuestos por estos organismos, el cual, va deshumanizando a las sociedades.

En un grupo de WhatsApp en la que coincidimos con él, tuvimos fuertes debates con respecto al movimiento Fridays for future que encabeza Greta Thumberg; lo sorprendente de nuestro estimado amigo y mentor Prudenciano es que, cerca de imponer sus argumentos, permitió el diálogo de tal manera que fuimos construyendo nuestras propias conclusiones al respecto.

Es Profesor de Educación Primaria egresado de la Escuela Normal Rural “Plutarco E. Calles” de El Quinto, Sonora; es licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana, México; es magister en Estudios Latinoamericanos por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y Doctor en Economía de la Educación por la Facultad de Economía-UNAM.

Docente-Investigador invitado temporal en diversas universidades de México, las que resaltamos a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana- Unidad Iztapalapa (UAM-I) DCSH, Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), Universidad Autónoma de Sinaloa, Universidad Autónoma de Querétaro, Universidad Autónoma de Puebla, Escuela Normal del Estado de Sinaloa, Escuela Normal Superior del Estado de México y la Universidad Autónoma de Baja California.

Sus reconocimientos son diversos, los que destacamos son: el Premio Nacional de Tesis en Economía (1980) por el Colegio Nacional de Economistas, México D.F.; Premio de Investigación en Administración Pública (1992) por el Instituto Nacional de Administración Pública. México, D.F.; Miembro del Sistema Nacional de Investigadores del CONACYT desde 1989 al 2016 y Miembro Promep. 2013-2015.

La persistente utopía de nuestro querido amigo es que, las pedagogías de la modernidad basadas en los modelos técnicos instrumentales, del rendimiento productivo y competitivo, deben evolucionar hacia modelos holonómicos humanistas y transpersonales.

 

Prudenciano, cuéntenos un poco su historia de vida, ¿Cómo llegó a la educación crítica y contestataria y, a la lucha gremial?

A la educación crítica llegué porque estudié en una Escuela Normal Rural llamada Plutarco Elías Calles, localizada en el distrito del quinto municipio de Etchojoa, Sonora, México, en ese mismo lugar estudié la secundaria tres años y cuatro años en la escuela normal.

En la época en la que estudié, que fue a finales de los años 60’s y mediados de los 70’s, había un ambiente muy revolucionario en el sentido de la herencia que había dejado el Gral. Lázaro Cárdenas, con la fundación de las escuelas normales, las cuales, les había impreso su carácter socialista.

Entonces, de allí tomé la inquietud de la izquierda para formarme como un maestro de escuela primaria rural, dentro de un ambiente socialista revolucionario forjado en los años 60’s y 70’s, pero con la herencia de los años 30’ hasta 1940 que dejó la educación socialista en el país.

 

¿Cuáles considera que son los elementos más significativos de la crisis educativa en la CDMX, en el país y en toda América Latina?

Considero que los elementos más significativos de la crisis educativa, tanto a nivel regional como nacional y mundial, es principalmente la deshumanización; el sistema educativo se encuentra en un proceso paulatino de deshumanización, puesto que los grandes ideales que en otra época le dieron vida, ya no existen.

Esos grandes ideales eran los movimientos de izquierdas, tanto el socialismo como el comunismo, pero, a partir de la caída del bloque socialista y su reemplazo por la globalización económica, esos ideales dejaron de tener sentido, sin embargo, no fueron reemplazados por otros, sino que llegó la oleada tecnológica económica mundial, la alienación de la globalización y, simple y sencillamente, se perdió todo tipo de ideales dado que, los organismos financieros de la globalización, se hicieron cargo del manejo de los sistemas educativos generándose un modelo educativo técnico-funcional llamado modelo de educación por competencias, con evaluaciones estandarizadas y con uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC), pero sin absolutamente ningún ideal social, ni humano, ni ético y ni estético.

En este sentido, se fue construyendo un mundo muy frío y muy calculador, que se refleja en una educación sin ideales de ningún tipo como es la que tenemos hasta hoy.

 

Prudenciano ¿La relación entre los gobiernos y los gremios en la CDMX y en el país es fluida? ¿Por qué?

La relación entre el gobierno y sindicatos, se pensaba que con el gobierno de la 4ª Transformación iba a ser muy fluida, sin embargo, ha habido muchos problemas, primordialmente, el financiamiento no se ha conseguido como se pensaba; la interacción entre sindicatos y gobiernos tampoco se ha conseguido como se pensaba, entonces, se puede decir que, hasta ahorita, hay un impasse en esta relación que esperemos se resuelva pasando la pandemia del virus y pueda volver a ser efectiva ese anhelo de un gobierno diferente que tenga otra lógica distinta, porque los cambios que se han visto hasta ahorita en educación son muy mínimos.

Como pedagogo crítico y profesor de la UPN ¿considera que la formación de les futuros docentes se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI?

Estamos ahí en una formación muy atrasada, como les decía, desafortunadamente el gobierno no ha hecho los cambios que la educación se merece salvo algunas cuestiones legales y de plazas, no ha incidido en el modelo pedagógico, por lo que tenemos un modelo pedagógico por competencias todavía cuando ya no debería estar, únicamente se quitó la evaluación estandarizada, pero aún hace falta definir elementos de corte humanístico y elementos de corte teórico que están ocurriendo en el mundo cambios importantes que, aún, todavía no han llegado a la formación docente en el país.

Por lo tanto, se puede decir que, el modelo educativo, es una tarea pendiente del gobierno y que aún no ha cumplido con las expectativas que levantó.

 

Prudenciano ¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Considera que las medidas educativas tomadas en el contexto de la pandemia afectan al derecho a la educación?

Desafortunadamente es cierto que la pandemia modificó las relaciones y todo lo que ha significado es que, lo que era presencial, se ha convertido en virtual, una educación bastante negativa puesto que tan solo es un consuelo, en buena parte es una simulación porque educación no es únicamente transmisión de contenidos, la educación es principalmente socialización.

En este sentido, educación es también debates colectivos, análisis, reflexiones y sentir grupal, todo esto hoy se ha perdido, entonces, considero que se está perdiendo o se perdió ya todo el semestre, posiblemente todo el año y que, la educación por vía tecnológica, es un rotundo fracaso.

 En su libro “La política educativa de la globalización” hace una lectura y analogía de la metáfora de la película “Matrix” con nuestras realidades, en este sentido ¿cuál es la radiografía de las sociedades en el confinamiento obligatorio y la ponderación de las competencias en las virtualidades?

Matrix es una excelente metáfora del dominio global de instituciones anónimas que, en este caso, se puede hacer la semejanza con el Banco Mundial (BM), la Organización para la cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el Fondo Monetario Internacional (FMI), los organismos del Tratado de Libre Comercio (TLC) y todos los demás organismos tendientes a la dominación económica global, es decir, la educación sigue siendo dominada por instituciones anónimas, son lo que algunos autores les llaman los péndulos.

Éstos péndulos, son las estructuras económicas, políticas y sociales anónimas que gobiernan el mundo y, esos organismos, son los que dictan las políticas educativas internacionales y son impuestas a países, gobiernos y sociedades por igual en todo el mundo. Entonces, esa relación es un reto romperla y tendría que ser el objetivo de una educación liberadora de este siglo XXI.

 

Amigo Prudenciano, por último, desde las pedagogías críticas y, a partir de sus experiencias docentes y sociales ¿cuáles serían algunas de las propuestas que considere importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Debe de haber ya, en México, una línea formativa de corte internacional que vaya sustituyendo al modelo de educación por competencias y vaya poniendo ejes formativos más profundos, con ejes formativos más profundos me estoy refiriendo a dos grandes campos:

Primero, todo modelo formativo se da en un paradigma cognitivo, los modelos pedagógicos de la primera, segunda y tercera modernidad, fueron modelos que se dieron dentro del paradigma cognitivo del materialismo científico.

Segundo, este paradigma ha venido cambiando desde 1989 hasta la actualidad, lo que se llama la cuarta modernidad que se calcula de 1989 hasta el año 2100 y, este paradigma cognitivo ya no es el materialismo científico, es el paradigma de la conciencia, de la conciencia universal o de la conciencia global y todas las implicaciones que este paradigma tiene al priorizar la conciencia sobre el materialismo científico. Entonces, hay una gran cantidad de autores y corrientes que se han venido diseñando en esta cuarta modernidad y que, aún, la educación no se ha percatado de la importancia de esta corriente.

Por lo tanto, en el campo concreto de las corrientes pedagógicas, propondría que, el modelo educativo y la formación de docentes, estuviera basado entonces, en esta línea del nuevo paradigma cognitivo de la conciencia y, en el ámbito pedagógico que estuviese basado en la teoría de la complejidad de Edgar Morin, en la epistemología del Sur de Boaventura de Sousa Santos, en la corriente crítica de la modernidad encabezada por el sociólogo francés Alain Touraine y también en la metodología pedagógica de la enseñanza situada históricamente que maneja la pedagoga Frida Díaz Barriga, esto no sería exclusivamente sino que sería unas de las corrientes pedagógicas más importantes que hay para darle contenido pedagógico al siglo XXI, sin embargo, existen también otras corrientes que tendrían que estar tomadas en cuenta y ser discutidas con el conjunto del profesorado, pero quiero señalar esas cuatro como un ejemplo de lo que tendríamos que hacer en cuanto a formación docente y modelos educativos basados en otras corrientes teóricas y epistemológicas para el siglo XXI.

Muchas gracias y saludos a las y los lectores y, a los y las que conforman el equipo de Otras Voces en Educación.

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A propósito del día del maestro y la maestra

Por: Fernando David García Culebro

 

En México y en muchos países del mundo, en el marco de la emergencia sanitaria, las fechas conmemorativas son celebradas de manera diferente este año. Las mañanitas del día del niño (el 30 de abril), fueron virtuales y las felicitaciones de sus maestros y maestras llegaron a las y los niños por mensajes de texto o videos a través de un teléfono móvil. De igual manera, el primero de mayo (día de las y los trabajadores), las voces que demandan los derechos de salarios justos,  tratos dignos y jornadas razonables, se oyeron en podcast, ya no fue en las calles como en otros años.

Recientemente en la celebración del día de las madres en México, el tradicional mariachi no se escuchó como en años anteriores, las escuelas no realizaron los eventos que cada 10 de mayo realizaban y la mayoría permaneció en su casa para recibir la visita de sus familiares cercanos. Algunos se atrevieron a darles el abrazo, otros no, para mantener la sana distancia.

Llegó el día del maestro y también fue diferente. Algunos extrañaron el abrazo de sus camaradas al comenzar la marcha que en muchos estados de la república mexicana se ha venido realizando en esta fecha.

Sin embargo, tal vez todo esto, durante la pandemia, nos permita vivir de otro modo cada día. Revalorar el justo significado de cada momento y de nuestras acciones.

Preguntarnos por ejemplo: ¿qué ha significado para cada docente su propia labor?, ¿Cuál ha sido el valor que éste le ha dado? Como dice Marcela Chavarría:

El valor intrínseco del magisterio y la valentía de ejercerlo son dos aspectos que hoy llaman a la reflexión; sobre todo cuando gran parte de la propia vida transcurre en el trabajo […] Si todo obrero corre riesgos cuando usa los materiales con que trabaja, ¿cuáles corre el maestro y la maestra si su materia prima‟ son la inteligencia, la libertad, la afectividad y la trascendencia de otros seres como él o ella? (Citado en Bermúdez, 2011)

-¿Qué te preocupa, si eres maestro y tu trabajo está bajo sombra? – trabajas cinco horas diarias y tienes libre sábado y domingo, con vacaciones pagadas. Estos fueron algunos de los comentarios que recibí en mi primer año de servicio en el ámbito educativo. En ese entonces, guardé silencio, no supe qué responder, lejos estaba de comprender la enorme tarea de los y las docentes.

El presente artículo reúne las voces de muchos compañeros y compañeras, que amablemente respondieron a la siguiente pregunta ¿qué ha significado para ti ser maestro/a?

Ser maestro, para mí ha significado: La materialización de un sueño imposible. Las condiciones de pobreza de mi infancia no mostraban la esperanza de, ni siquiera terminar la primaria. Por ello, Ser maestro, para mí ha significado: la oportunidad de compartir con otros lo que he aprendido y en ese acto colaborar en la construcción de las nuevas sociedades. La oportunidad de viajar y conocer parte del país y conocer a muchos educadores valiosos. La oportunidad de estar aprendiendo continuamente mientras comparto con los demás. La oportunidad de una vida distinta a la de mi infancia, para mi familia. La oportunidad de conocer a muchos niños y jóvenes que se entusiasman aprendiendo. (Seín A. Laparra Méndez)

 

Ser maestra ha sido la mejor decisión de mi vida. Ya que a través de ésta noble labor he contribuido a transformar la mente y el corazón de los niños. Siendo agente de cambio y motivación debido a que todos los días a través de nuestro trabajo inyectamos a nuestros alumnos ese deseo de aprender. Y al mismo tiempo, ser docente significa aprender algo nuevo de nuestros alumnos, porque también ellos nos enseñan a ver la vida desde su panorama, nos enseñan a divertirnos, construir y reconstruir el conocimiento. Ser profesora es lo mejor que me ha pasado puesto que todos los días ríes, aprendes y aunque a veces las actividades planeadas no resultan como uno esperaba, al final de la jornada uno se queda con la satisfacción de ver cómo la mente y la actitud de nuestros alumnos van cambiando. Confiando en que un día no muy lejano ellos se convertirán en aquello que ahora de niños están soñando: doctores, maestros, arquitectos… ¡Y entonces harán de éste mundo algo mejor! (Matilde Sántiz)

 

Ser maestra ha significado para mí: Vida, Fuerza, Amor, Esperanza, Felicidad. Vida porque el ser maestra me motiva día a día a vivir y dar lo mejor de mí, porque me ha permitido ser de ayuda para la vida de muchos corazoncitos. Fuerza porque me ha dado fortaleza para sobrellevar las situaciones adversas de la vida. Amor, porque en medio de toda la pedagogía, los programas, el plan de clase, las tareas, los contenidos y las batallas de la vida. El AMOR es el sentimiento que he recibido de muchos alumnitos y de muchas personas. El ser maestra significa eso, porque no solo he dado clases, sino que he dado amor y prueba de ello es que también lo he recibido en abundancia. Esperanza porque sé que en mis manos día a día, ciclo a ciclo escolar se forman seres humanos de los cuales son la esperanza para el futuro. Significa esperanza porque anhelo que lo que he dado como maestra y ser humano a mis alumnos se vea reflejado en sus vidas, significa esperanza porque deseo con el paso de los años ver a mis alumnos ser exitosos. Felicidad. Porque no hay lugar más lindo y alegre que un salón de clases, significa felicidad porque es ahí donde se vacían los corazones, es ahí donde se olvidan penas, es ahí siendo maestra, siendo niña, siendo amiga, siendo compañera donde la felicidad se comparte y se demuestra día con día. (Nancy Bautista)

 

Ser maestro no es únicamente llegar al salón y dar una clase o simplemente entretener a los niños. Es una responsabilidad más allá de un título, es más que poseer conocimientos, está más allá de mi credo, religión o corriente política. Porque eso es solo lo que soy como individuo, pero ser maestro es una tarea compleja que no solo se redunda al espacio de cuatro paredes o al aire libre. Es una gran responsabilidad que implica conocer inquietudes, problemas en el hogar: económicos, de salud, violencia, desintegración familiar, etc. los cuales, tal vez no podemos solucionar pero si dar esa muestra de afecto y motivación. Con ello, uno se siente parte de la vida de los niños y no solo un individuo más que integra ese grupo superficial. Ser maestro no es solo llenar un cerebrito de conocimientos, si no rebosar de afecto a corazones, porque en muchos casos, llegan niños careciendo de ello. Ser maestro es entender que no es por ética profesional el hacer bien tu trabajo. Es por ética personal, porque lo que hagas como maestro marcará la diferencia si tienes una nueva generación de personas frustradas o seres que tienen valores, respeto hacia sus semejantes y al medio ambiente. (Alberto Oropeza)

 

Para mí ser docente significa muchas cosas, es reinventarse cada día, es pensar para el otro, es ver más que el ahora, es construir y reconstruir los pensamientos con un grupo en los cuales me encuentro presente en ese momento, es abrir tanto el pensamiento como los sentimientos de ese colectivo del que se es parte, es superar los límites que se tienen como sujetos individuales para formar nuevos sujetos sociales en caminados para la ayuda mutua, es descubrir grandes diversidades presentes en un mismo lugar, es sentir a cada alumno como parte de nuestro propio ser, ser docente es todo eso y más. Ser docente es un pensamiento de vida, para la vida y por la vida. (Rubí A. Pérez)

 

Ser maestra ha significado para mí, poner en práctica mi vocación de servir a los demás con el corazón abierto a facilitar y guiar a los futuros profesionistas. Ser el puerto seguro a donde puedan llegar. Ser ejemplo y aprendiz de mis alumnos, abriéndoles espacios donde se sientan confiados y libres, aprendiendo a hacerle frente a la vida. (Alejandra Ramos)

 

Ser maestro para mí ha sido una oportunidad para desarrollarme profesionalmente, da lugar para realizar aquello por lo que tanto luché y quiero en la vida, que es trabajar con
y por personitas de las cuales he aprendido mucho y seguiré aprendiendo. De igual manera, el ser docente ha sido una motivación permanente para ser mejor profesional; pero aún más, ser mejor persona, porque nadie puede enseñar lo que no posee. Trabajar con niños que requieren mucha atención y sobre todo cariño, permite darles ese amor y cobijo en sus corazones que tanto necesitan. En muchas ocasiones ellos reflejan episodios de nuestras vidas y es nuestro deber brindarles la oportunidad para superar las adversidades, los docentes debemos ser el ejemplo vivo para salir adelante con base en el estudio y el amor hacia lo que se hace. Sin lugar a dudas el  Ser maestro es un estilo de vida. (Rafael Oropeza)

 

Ser maestra ha significado, ser una persona más realista, más perseverante, más empático, más sensible. Me ha enseñado  que la educación de nuestros alumnos se lleva en el corazón, cada logro de ellos lo festejas y cada dificultad que ellos enfrentan la asumes como propia. En lo particular ser maestra me ha enseñado día a día que los niños y su educación son la base de nuestra sociedad y  nosotros como maestros tenemos total acceso a ser partícipes a ese proceso. Si bien construyes o bien destruyes. (Lorena Liévano)

 

Ser maestro ha significado un gran reto en mi vida, debido a que enseñar no es solo dar clases, sino a preparar niños para el futuro, lo que me ha llevado a ser mejor persona. Asimismo, a sonreír con las aventuras, travesuras, espontaneidad de los niños y ser más sensible ante muchas situaciones de la vida. Me ha motivado a ser ejemplo para mis alumnos dentro y fuera de la escuela. Esto ha implicado cuidar aspectos de mi vida personal y laboral, esforzándome a entregarlo todo para el bien de los niños. (Aníbal Avendaño)

 

No es que se hayan elegido a docentes con un mismo perfil o afinidad; ni que sean de un mismo lugar o nivel educativo, sino todo lo contrario, se eligieron personas de diferente procedencia y contexto laboral, no obstante es evidente, que en la mayoría de los comentarios, los y las docentes no ven el hecho educativo como un acto que responda únicamente a la transmisión o construcción de conocimientos, sino que además, incluye la atención de emociones, necesidades e intereses de cada estudiante.

En ese sentido, la escuela es un espacio de humanización, socialización, encuentro, construcción, innovación, identificación y descubrimiento de uno mismo a través de los otros y las otras. Pero sobre todo, para muchos niños y niñas, el aula y el regazo del docente son un refugio que mitiga sus pesares.

Hoy más que antes, la clase presencial cobra importancia y quedan al descubierto las necesidades que las clases en línea serán incapaces de satisfacer.
En palabras de Jurjo Torres: “La escuela pública presencial es la única institución que tenemos hoy para enseñarnos a vivir juntos […] con los que son diferentes a nosotros”[1], porque ahí es el lugar de encuentro de la diversidad, en ese espacio asisten niños, niñas, maestros, administrativos y directivos; padres y madres de familia de diferentes barrios, condición económica, política, religión, etc. Y es el sitio donde se desarrolla la empatía, se valora la diversidad, el trabajo en equipo, la ayuda mutua, pero sobre todo, se propicia el diálogo y la escucha activa.

Por ello, mi mensaje a las escuelas formadoras de docentes es que no únicamente deben poner importancia en los conocimientos que las y los futuros maestros van a adquirir o construir, sino también cultivar la paciencia, confianza, estabilidad emocional, humildad, pensamiento creativo, pensamiento crítico, etcétera y un largo etcétera.

Porque la escuela no es un banco de conocimientos, el ser humano, no solo es razón, también es emoción, y en él y ella, convergen sentimientos y diferentes estados de ánimo.

Los mismos docentes durante su labor pasan por situaciones emocionales muy difíciles y están en las aulas intentando olvidar sus dificultades y de hecho muchas veces lo logran solucionando problemas de otros, aunque los suyos queden postergados.

La labor de los y las docentes no se limita a un horario y espacio, los maestros y las maestras cuando no están en la escuela, también trabajan, elaboran materiales, realizan planeaciones, inventan problemas para ser resueltos en clases, pero sobre todo, la mayor parte del tiempo se la pasan pensando en sus alumnos/as.

La vida en la docencia tiene muchas vicisitudes, y aun con todo ello, muchos no quieren jubilarse y los que lo hacen, extrañan su vida en las escuelas.

Pensando en el día del maestro y la maestra hice la siguiente pregunta a compañeros/as jubilados/as que conozco: ¿Qué es lo que más extrañas del trabajo docente?

 

Lo que más extraño es la convivencia, anhelo estar frente a grupo, transmitir mi experiencia, escuchar el bullicio, las quejas y sobre todo, las ocurrencias que de pronto
surgen en cada niño(a). Recuerdo una muy chistosa estaba aplicando un examen en primer año (cuando ellos empiezan a descubrir el mundo del saber) me dice una nena: “maestra Marichuy con V de vaca o B de burro se escribe buautemoc”, le pregunté ¿qué quieres escribir mamita? “el nombre de mi escuela” me respondió. Y así tantas anécdotas, un día les platiqué que me dan terror las ratas y los hámsters. Después a un niño que ahora es todo un muchacho se le ocurrió llevar uno en una cajita de regalo y me dice: “maestrita chula te traje este regalo, pero ábrelo”. ¡Jesús cuando vi la ratita!, salí llorando y aterrorizada, mi amiga Daly me abrazó y entró al salón a hablarle al niño, después él me pidió disculpas. Me siento muy satisfecha de todo lo que pude dar reconozco que quizás no fui tan amorosa, estricta sí, pero en el fondo de mí, amé a cada grupo porque eran totalmente diferentes. (María de Jesús Utrilla)

Extraño la sonrisa de los niños, sus ocurrencias. Ayudarles en sus penas como el abandono de sus padres o castigos exagerados y poder darles un poquito de cariño. Extraño sus saludos afectuosos, más en la calle cuando me encuentran. La ternura de la mirada de los de primero, al inicio de ciclo, verlos crecer y hacerse adultos. Extraño a mis compañeros que siempre fueron fieles hermanos en los triunfos pero también en las derrotas. Extraño mi mesa, mi silla, el pizarrón, etc. (Arturo Amílcar Morales)

Extraño mucho el cariño de los niños, el respeto de los padres de familia por mi entrega en el trabajo, el compañerismo de los camaradas de la escuela y la zona, todos esos, son grandes recuerdos, pero hay que aceptar y adaptarse a la nueva etapa, estuve bastante inestable ante el cambio, pero ya me estoy creando nuevas actividades donde pueda estar cerca de mis padres que ya están viejitos. (Ciro Cancino)

La vida del maestro y la maestra, también es extrañar, al comienzo, en escuelas alejadas de su hogar, extrañan su familia y es el primer sentimiento con el que tienen que lidiar al empezar su servicio docente. Después extrañan la escuela que han dejado, al iniciar de nuevo en otra parte, extrañan a sus alumnos/as que se han ido, sus compañeros que ya se han despedido.

Los/as docentes jubilados/as tiene muchas historias, experiencias, saberes y anécdotas para compartir. “Tal vez el recuerdo de esos días en las escuelas, avivan el presente y la utopía que hoy desentume nuestro cuerpo y nos hace caminar” me dice mi maestro de primaria -Jesús García- enterrando su mirada en las montañas de Chiapas. Y precisamente, Jesús García Borraz es la persona que me enseñó a leer y escribir, así que, inevitablemente él es parte de este texto, como lo son todos los que fueron mis maestros. Porque en ellos encontré el valor de educar. Y los reconozco ¿saben por qué?, porque fueron capaces no solo de llegar a mis pensamientos sino también a mi corazón. A decir de Vasconcelos los grandes maestros […] “son aquellos que en momentos de regocijo y de triunfos nos viene a nuestra mente”. En lo personal, eso me sucede a menudo, por ello, “gracias a cada uno de nuestros maestros, que traspasaron el aula para seguir orientándonos, dejando huellas en la piel de nuestra memoria y encendiendo la luz de nuestro corazón” (Bermúdez, 2011).

He conocido personas que sus días han transcurrido en las escuelas, cuando le pregunté a una de ellas – ¿Por qué no se ha jubilado?- Me respondió con acento filosófico – “porque el día que lo haga, moriré de depresión”…

Tal vez muera su cuerpo algún día, pero jamás morirán sus historias, sus enseñanzas, las semillas que sembró en otros y otras, que ya han germinado y echado raíz en otras partes.

Sin embargo, no puedo pasar por alto y perderme en el romanticismo, olvidando “a quienes hacen de la docencia una rutina sin brillo ni vida, intentan reproducir textos, repetir programas, realizar lo mismo día a día” (Bermúdez, 2011). Viven pendientes del tiempo, sobre todo durante la jornada laboral. Esperan a la hora de salida y a los días viernes con desesperación, reciben el lunes sin ilusión y transcurren sus días sin amor a lo que hacen.

Muchas veces, me hice las siguientes preguntas: ¿nacemos para ser maestros? ¿Hay algo predestinado?, hoy, mi respuesta es que no. Que todos tenemos la oportunidad de enamorarnos de nuestra labor. Porque la manera de hacer docencia es una construcción social, no algo que nos fue dado de manera natural. En nuestra subjetividad y el currículum oculto se esconden las respuesta de lo que hacemos en nuestra práctica educativa.

Hoy es un buen día para pensar la maravillosa dicha de ser maestro/a y “descubrir la riqueza de la vida humana, encontrar la plenitud personal en el servicio al mejoramiento ajeno y hacer de ésta una meta, un reto y una misión de vida” (Bermúdez, 2011). Escuchar nuestra voz interior que nos invita a amar y a enseñar.

A decir de Fernando Savater: “un maestro, un director desmotivado, perdido sin compromiso, aunque tenga los máximos títulos universitarios, vagará como alma en pena por escuelas dotadas, con salones de clase, de computación admirables, polideportivos fastuosos, sin conseguir con ello darle valor a la educación” (Citado en Bermúdez, 2011).

A partir de la entrada de las políticas neoliberales en México han existido campañas de desprestigio al magisterio, evidenciando la feroz intención de hacer creer a la sociedad que hay una crisis educativa y que los responsables de esa crisis son los maestros/as. En lugar de motivarlos, muchos gobiernos han pretendido todo lo contrario, como lo muestra el documental “de panzaso”[2] impulsado por “Mexicanos primero” y coordinada por Carlos Loret de Mola, en el periodo de gobierno de Enrique Peña nieto, previo a la reforma educativa promovida por ese gobierno represor y privatizador.

Y justamente por esa embestida neoliberal que ha golpeado cruelmente al magisterio, también se han reavivado energías, luchas y vínculos entre maestras y maestros, para defenderse unidos. Así, durante las últimas décadas han surgido algunos proyectos alternativos de educación en México y los y las docentes han comenzado rutas diferentes en su labor pedagógica, porque han quedado al desnudo las perversas intenciones de los proyectos educativos orientados por los organismos internacionales como la OCDE, el FMI y el Banco Mundial.

El panorama actual en la educación, presenta nuevos desafíos e invita a los y las docentes a reinventarse y a repensar la práctica educativa. Lo que acontece en el mundo es un llamado al despertar social. No podemos “volver a la normalidad”, no solo porque esa normalidad no era buena, sino porque ya no será posible. Los imaginarios sociales están siendo transformados en este periodo de confinamiento preventivo, se están generando cambios inimaginables que nos obligan a repensar el hecho educativo de manera urgente.

Los movimientos sociales y los proyectos alternativos en educación hoy tienen la difícil tarea de responder a esta dura ofensiva y no hablo del coronavirus, sino de todo lo que trajo consigo esa crisis sanitaria.

Por ello, hoy más que nunca, los y las maestras continúan siendo la clave de la transformación en la escuela para la vida. Y es necesaria como dice Zeichner: “una reacción contra la visión de los profesores como técnicos que sólo se dedican a transmitir lo que otros, desde el exterior de las aulas” diseñan y hasta comercializan, mientras que los y las docentes son meros participantes pasivos, seguidores de guías y manuales. Por el contrario es menester un cambio que implique reconocer que los y las maestras son “profesionales que tienen que desempeñar un papel activo en la formulación de los […] fines de su trabajo, tanto como en la de los medios: el reconocimiento de que la enseñanza ha de volver a ponerse en manos de los profesores” (Zeichner, 1993).

En consideración de los comentarios de los y las maestras antes mencionadas/os, como Nilda Bermudez señala: “es imprescindible contar con maestros que comprendan la necesidad de conocer los problemas de sus alumnos, comprometidos con ellos y luchen por lograr la comunicación educativa con los educandos y sus familias para obtener resultados significativos tanto individuales como colectivos”, además, es menester, pensar los problemas de la escuela en comunidad, no encerrados en el individualismo, porque lo que le acontece al compañero o compañera del salón de alado, tiene alguna o mucha relación con lo que le sucede a los otros.

Sin embargo, es imprescindible también que las autoridades educativas comprendan y confíen en las capacidades de los y las docentes, porque cuando se habla de capacitar a las y los maestros podemos contemplar una falta generalizada de respeto hacia el conocimiento práctico de los y las profesoras en el ámbito de la investigación educativa. Otras pruebas tangibles han sido las reformas “que han tratado de definir una base de conocimientos para la enseñanza prescindiendo de la voz del magisterio” (Zeichner, 1993).

Aprender a ser docente, no es algo que solo se dé en las escuelas formadoras de maestros, se aprende todos los días, sobre todo cuando somos capaces de reflexionar sobre nuestra práctica educativa y transformarla. Hay tres actitudes que Dewey considera necesarias para la acción reflexiva:

En primer lugar la apertura intelectual se refiere al deseo activo de atender a más de un punto de vista, a prestar plena atención a las posibilidades alternativas y a reconocer la posibilidad de errores, incluso en nuestras más caras creencias. Los maestros intelectualmente abiertos examinan de manera constante los fundamentos que subyacen a lo que se toma como natural y correcto, y se preocupan por descubrir pruebas contradictorias. Los maestros reflexivos se preguntan constantemente por qué hacen lo que hacen en clases. (citado en Zeichner, 1993)

En ese sentido, nuestra tarea exige seriedad y un gusto esencial por mejorarla para el servicio de los demás, por ello implica amarla y disfrutarla.

Hoy es un buen día para pensar en todo lo que ha significado ser maestro/a. Pensarnos, no solo de manera individual, sino colectiva. Lo que la comunidad escolar espera de nosotros y también, lo que nosotros esperamos de esa comunidad.

Revalorar al magisterio, es tarea de autoridades educativas, de las y los propios maestros y de la sociedad en general.

La confianza de un país en sus maestros/as es clave para enfrentar los retos educativos del presente y del mañana. Recordar y retomar a José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet y a Rafael Ramírez Castañeda, entre otros, le quedaría muy bien al sistema educativo mexicano.

 

Palabras clave:  Revalorización del magisterio, Jubilados, Formación docente,  Añoranzas, Amor, Valor de educar,  Significado de ser maestro. 

 

Referencias:

Bermúdez, N. E. (2011). El valor del maestro en el acto de educar. Vinculando.
Jurjo Torres Santomé. (07 de 05 de 2020). Conferencia de Jurjo Torres Santomé, CINPECER – CSIIE Sección XVIII CNTE. Recuperado el 07 de 05 de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=WW0ioNEASH8
Mexicanos Primero. (13 de Octubre de 2012). De Panzaso. Recuperado el 02 de Mayo de 2020, de https://www.youtube.com/watch?v=i4BbdUds90s&feature=youtu.be
Zeichner, K. (1993). El maestro como profesional reflexivo. Cuadernos de pedagogía, 220.

[1] https://www.youtube.com/watch?v=WW0ioNEASH8
[2] https://www.youtube.com/watch?v=i4BbdUds90s&feature=youtu.be

Fuente: El autor escribe para OVE

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OVE entrevista a José Cambra: «Los llamados reglamentos de disciplina son un obstáculo para que los centros educativos puedan cumplir su misión de constructores de ciudadanía»

Por: Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina entrevistan en exclusiva para Otras Voces en educación

Enérgico, sonriente, bonachón José Cambra fue a nuestro encuentro para realizar la entrevista. En la década de los ochenta habíamos escuchado de José Cambra y sus “andanzas” rebeldes por Panamá, Centroamérica y todo el continente. Pero por esas cosas raras de la vida no coincidíamos en espacios, cuando entrabamos a un lugar él ya había salido con otro rumbo.

En el marco de la gira 2016 de denuncia al inminente Apagón Pedagógico Global que ahora se expresa de manera nítida, el compañero Diógenes Sánchez de la ASOPROF hizo posible el encuentro. Y en solo minutos ya estábamos recordando anécdotas comunes y pensando proyectos.

Actualmente José Cambra dirige la Maestría en Ciencias Sociales con Énfasis en Políticas Educativas Contemporáneas de la Facultad de Humanidades, en la Universidad de Panamá y, es uno de los dirigentes más destacados de la Asociación de Profesores de Panamá. Por ello consideramos importante que nuestros lectores y colaboradores conocieran su perspectiva.

 

José, cuéntanos un poco tu historia de vida, ¿Cómo llegaste a la educación crítica y contestataria, a la lucha gremial?

Desde muy joven, siendo estudiante de secundaria. Me vincule a principios de la década de los 70, al trabajo con las comunidades cristianas de base y el movimiento campesino, que tenía como animador, en una de las provincias de Panamá, al padre Héctor Gallego, posteriormente asesinado en 1971. Eran tiempos del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM (1969), tiempos de la naciente teología de la liberación, y así entré en contacto con el discurso pedagógico de Paulo Freire.

Fui militante y dirigente estudiantil en la universidad. Cuando en la década de los ochenta del pasado siglo, entré a trabajar como docente de filosofía e historia en la educación secundaria, siempre entendí que esta profesión debería servir para que los estudiantes y docentes pensaran por cabeza propia.

Pase de ser dirigente estudiantil a serlo en el movimiento magisterial, siempre propugnando, además de las justas demandas salariales, de condiciones laborales y de mejora de la infraestructura escolar, el romper esa mentalidad verticalista con la cual el sistema induce al docente a ser represor de sus estudiantes, a considerar a padres y madres de familia como adversarios, para impedir así que los centros educativos sean una fuerza mancomunada de todos sus componentes.

En la actualidad, el gremio al cual pertenezco, la Asociación de Profesores de la República de Panamá, pertenece a la Red Mesoamericana de Educación Popular Alforja, donde cada año se envía a un grupo de dirigentes de primera línea para su formación. También, acabamos de ingresar a la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación (CLADE).

 

¿Cuáles son los elementos relevantes de la crisis del sistema educativo panameño?

 La Ley Orgánica de Educación, en su reforma de 1995, estableció que el presupuesto asignado anualmente a educación, debía corresponder al 6% del PIB del año anterior. Ningún gobierno ha cumplido con lo preceptuado, evidenciándose un grave deterioro de la infraestructura escolar, carencias extraordinarias tanto en laboratorios como en talleres, hacinamiento antipedagógico de estudiantes en las aulas.

A eso se añade de manera dramática, una seria deficiencia en la capacitación ofrecida año tras año a los docentes en servicio, que incide en que se mantenga un contenido desactualizado en las materias, más bien correspondiente a la primera y

segunda revolución industrial, y poco que ver con la tercera y la cuarta en curso.

Otro elemento relevante de la crisis del sistema educativo tiene que ver con el ambiente escolar. La falta de capacitación en metodologías interactivas y en innovaciones tecnológicas, hace que el alumnado se límite a estudiar para pasar las materias, no para aprender, derivado de clases que no lo entusiasman.

Los llamados reglamentos de disciplina que violentan los derechos humanos de los educandos, sobre todo en lo relacionado con señas de identidad juvenil, son un obstáculo importante para que los centros educativos puedan cumplir su misión de constructores de ciudadanía.

 

¿La relación entre el gobierno y los gremios en Panamá es fluida? ¿Por qué?

En los últimos seis años, el movimiento magisterial ha tenido una beligerancia de primer orden. Ha protagonizado dos huelgas, que le han permitido un logro único en el continente americano, 3 aumentos salariales por un total de un poco más de $900 en ese período.

Cada inicio de año escolar se han dado paros y movilizaciones de padres de familia, estudiantes y docentes en los centros escolares, demandando mejoras y nombramientos.

En correspondencia con esa correlación de fuerzas, existe una mesa permanente de negociación entre gremios y Ministerio de Educación.

 

¿Consideras que la formación de los y las futuras maestras(os) se corresponde a las necesidades del país y los desafíos pedagógicos del siglo XXI?

Para nada corresponde, es una (de)formación centrada en aspectos burocráticos como el planeamiento individual, en vez de la construcción de intervenciones pedagógicas innovadoras de manera colectiva.

Tampoco se oferta formación en dinámicas de grupo participativas, como tampoco actualizaciones por especialidades.

 

 ¿Qué ha significado el Coronavirus en lo educativo? ¿Consideras que las medidas educativas tomadas en el marco de la pandemia afectan al derecho a la educación?

 El primer fallecido por el coronavirus en el país, fue el director del centro educativo más grande de Panamá, el colegio secundario Monseñor Francisco Beckmann.

Producto de la confirmación de esa noticia, al día siguiente los acudientes no enviaron sus hijos a las aulas en la mayoría de las regiones escolares, los docentes se reunieron en escuelas y colegios suspendiendo labores, lo que posteriormente fue oficializado por la Ministra de Educación.

La brecha social preexistente, afloró con toda fuerza gracias a la pandemia. El hambre entró a centenares de miles de hogares, producto de la suspensión de labores de las empresas, potenciando la brecha digital que corre paralela a la brecha social.

Los docentes no habían sido capacitados en aprendizajes en espacios virtuales, el propio Ministerio de Educación no tenía un portal preparado, ni siquiera conocía la data de estudiantes que contaban o no contaban en sus hogares con wi-fi y dispositivo electrónico.

Se produjo el temido Apagón Pedagógico, sin un programa que esté dotando a los estudiantes de conectividad y dispositivos.

Lo que se ha logrado, por petición de los gremios, es que el Ministerio de Educación, al mes de suspendidas las clases, iniciará cursos virtuales para docentes en manejo de plataformas educativas.

 

¿Cuáles consideras que son las propuestas más importantes para iniciar un proceso de transformación radical del sistema educativo?

Lograr que cada centro educativo sea un espacio de contrapoder. Para ello hay que profundizar la capacitación alternativa de los docentes, hay que propiciar el resurgir del movimiento estudiantil organizado, hay que establecer lazos de cercanía con cada padre y madre de familia, para que los centros escolares sean espacio de empoderamiento ciudadano y cuna de mejores prácticas pedagógicas por alternativas e innovadoras.

Hay que apelar a tener espacios en el horario escolar, en donde los docentes socialicen buenas prácticas pedagógicas y revisen las que afectan los aprendizajes, apoyándose en la mirada y opinión de sus estudiantes.

Para concluir quiero agradecer a los colegas del portal “Otras Voces en educación” por esta oportunidad y por el maravilloso trabajo de comunicación alternativa que realizan.

 

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Libro: Justicia social. La dimensión olvidada de la formación docente

Por: ResearchGate.

 

En América Latina existe una larga historia de injusticias, por esta razón es que presentamos este libro. Consideramos importante la conversación entre el mundo anglosajón y el hispanoportugués. Un diálogo que debería ser cada vez más abierto y permanente. Este libro compila un conjunto de textos que abordan la temática de la Justicia Social como un eje vertebral para la formación docente. Colaboran en esta obra académicos de Estados Unidos, Brasil y Chile. La invitación en torno a esta lectura es a reflexionar y discutir lo que es posible transformar, especialmente, al interior de nuestras facultades de educación. Creemos que el llamado a debatir sobre el concepto de Justicia Social en la formación del profesorado avanza en la línea de los cambios profundos que necesita el mundo de hoy.

Fuente de la reseña: https://www.researchgate.net/publication/337560543_JUSTICIA_SOCIAL_LA_DIMENSION_OLVIDADA_DE_LA_FORMACION_DOCENTE

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Perú: SUTEP y la educación en el país de las promesas rotas

SUTEP / 11-05-2020

  • Inversión en educación pública no rompe barrera del 3% desde hace más de 30 años
  •   Virus de la corrupción ha hecho más daño que el coronavirus

Desde hace tres décadas la inversión en educación pública en el Perú no encuentra las reformas políticas necesarias para romper la barrera del 3 por ciento. Muchas de las causas, que impiden cambios sustanciales en un sector tan importante como el de la salud y la alimentación, residen en las malas decisiones de sus gobernantes y autoridades.

Según cifras del Banco Mundial, en el 2018, nuestro país invirtió 14,6% del PBI per cápita por alumno de secundaria cada año. Es decir, 1013 dólares, que equivale a 3 431 soles anuales, lo que no llega ni a un promedio de S/ 290 mensuales. En la región, el país que más invierte en sus estudiantes es Brasil. El gigante sudamericano da alrededor de 40% del PBI per cápita. Es decir, invierte por cada alumno de secundaria cada, 3 520 dólares, que en soles suman S/ 11 924. Una diferencia abismal entre ambas realidades. Nuestro vecino sureño, Chile, invierte 2 862 dólares por año en cada estudiante de secundaria, esto es S/ 9600, tres veces más comparado a Perú.

 

 

Con estas cifras no buscamos solo comparar de forma negativa. Lo que se busca es dar un pequeño panorama sobre cuál es nuestra situación respecto a referentes latinoamericanos, para concientizar a nuestras autoridades sobre la necesidad de invertir en educación ya que es el único camino para salir del subdesarrollo y acabar con la pobreza y la desigualdad.

En setiembre del 2018, a unos meses de haber asumido el máximo cargo del país, y tras el fiasco de gobierno de su antecesor PPK, Martín Vizcarra, dijo: “Si queremos mejorar nuestro país, debemos tener mejores estudiantes, pero sobre todo mejores ciudadanos, contar con una mejor infraestructura educativa y más oportunidades para los estudiantes”. A dos años de esas palabras aún no vemos actos significativos.

 

 

Es momento que se tome en serio la educación, en recientes declaraciones el mandatario reconoció que todo el aparato de enseñanza, pública y privada, no retornará a las aulas este año. Con esto, la educación por internet será la única forma de enseñanza en el país pero no estamos ni cerca de estar listos para ofrecer un servicio educativo de estas característica que sea mínimamente inclusivo ni de la calidad deseada. Con mayor urgencia necesitamos el aumento de la inversión para afrontar la crisis acarreada por décadas.

La crisis de la educación no ha llegado con el Covid-19, este virus solo la ha evidenciado, y es producto de políticas neoliberales privatistas que solo promueven la corrupción y la entrega de nuestros recursos naturales sin que eso signifique mejoras en la calidad de servicios que brinda el Estado. Otro ejemplo es la salud.

¡Educación de calidad para todos los niños del Perú!

¡Sutep luchando también está enseñando!

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