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Uruguay: Maestros se movilizaron contra la LUC porque «atenta contra la educación pública»

América del Sur/ Uruguay/ 19.07.2020/ Fuente: www.elpais.com.uy.

Maestros nucleados en la Federación Uruguaya de Magisterio y Trabajadores de Educación Primaria (FUM-TEP) se congregaron este miércoles de noche con pancartas y carteles frente a Torre Ejecutiva, para manifestarse en contra de algunos artículos del capítulo de educación de la ley de urgente consideración (LUC), que ya fue aprobada en el Parlamento el 8 de julio y promulgada por el Poder Ejecutivo el pasado viernes.

«A pesar de estar promulgada, para nosotros los ciudadanos tienen que saber que esta ley tiene artículos que claramente atentan contra la educación pública», destacó en diálogo con El País, Elbia Pereira, secretaria general de la FUM-TEP, que se encontraba en la manifestación. Consideró que durante el proceso de discusión de la ley no fueron «escuchados».

Con los cambios que incluye la LUC, ahora el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) pasa a concentrar el poder y desaparecen los llamados desconcentrados. Primaria, Secundaria, UTU y Formación Docente pasan a ser direcciones que reportan directamente al Codicen. Esto implica que dejará de haber representantes de los docentes en lo que hoy son los desconcentrados.

Movilización de FUM-TEP este miércoles frente a Torre Ejecutiva. Foto: Marcelo Bonjour

Movilización de FUM-TEP este miércoles frente a Torre Ejecutiva. Foto: Marcelo Bonjour

Al respecto, Pereira indico que este «desmantelamiento del Consejo» coloca «las decisiones en directores generales de los desconcentrados», y «deja en manos de una sola persona las decisiones».

Además, están en contra de que «los directores de los centros educativos van a ser los que tengan potestades para designar a sus maestros y a su personal no docente». También señaló que «para desempeñarse en algún centro educativo vas a tener el compromiso de afiliarte a una metodología de trabajo que surja de un proyecto que a esta altura no se sabe quién lo va a elaborar, de dónde va a venir el proyecto cuando nosotros históricamente ocupamos nuestros cargos a través de los concursos».

«Esto raya la discrecionalidad y el amiguismo y genera o va a generar conflictos internos a la hora de los centros escolares tener en las direcciones de los mismos esas potestades», agregó.

Por otro lado, denunció que hay «proveedores de las bandejas de alimentos a nivel del interior del país principalmente, que se les esté adeudando bandejas desde el mes de marzo». Además, «hay cientos de maestros que han realizado salas docentes y que aún no han podido cobrar sus haberes desde el mes de marzo a la fecha», dijo la dirigente sindical.

Fuente de la noticia: https://www.elpais.com.uy/informacion/sindicales/maestros-movilizaron-luc-atenta-educacion-publica.html

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Vino viejo en odres nuevos

Por: Manuel Gil Antón

Ahora resulta: como no habrá actividades presenciales en las instituciones de educación superior durante meses, en casi todas (públicas y privadas) se han organizado cursos y se recomiendan videos para formar docentes digitales. A toda prisa.

Incluso se considera que, en esa dimensión, la pandemia ha abierto la posibilidad de un gran avance: modernizar los procesos de enseñanza por medio de recursos tecnológicos. Dado que no hay remedio y la mayoría de los cursos serán a distancia, se abre la oportunidad de mejorar la actividad docente en nuestras universidades. Albricias.

Quizá sea un espejismo. Existen argumentos que ponen en cuestión esta expectativa, fincados en la misma lógica del antiguo adagio: Quod natura non dat, Salamantica non praestat. En este caso no se trata de pedir a la Universidad de Salamanca que otorgue lo que no da la naturaleza, sino de esperar que lo digital genere lo que en lo presencial está ausente: perspectiva pedagógica, capacidad de propiciar ambientes de aprendizaje, habilidades y respeto por la complejidad de la actividad docente.

Como cualquiera puede enseñar pues basta ostentar un certificado de estudios con los debidos sellos. Dado que “dar clases” es equivalente a repartir conocimientos como quien distribuye latas de atún, y se es mejor docente en la medida en que pasa el tiempo y se acumulan cursos sin que alguien reclame, el hecho de trasladar esta concepción a la más moderna computadora o al programa que salió ayer para retratar a un salón de clases en las pantallas, no producirá mejora alguna. Esta noción tan pobre de uno de los oficios más complejos que hay, así se transmita en quinta dimensión, alta definición y sonido envolvente vale lo mismo: casi nada.

¿Habrá algún momento en que las y los profesores de las universidades aceptemos que aunque (a veces) contemos con el dominio del contenido de nuestra especialidad, salvo excepciones no tenemos ni idea de cómo se consigue el dominio pedagógico del contenido que se propone aprender?

El menosprecio por la densidad intelectual que implica la docencia es muy grande, y lo más grave es que ni siquiera es percibido en nuestras instituciones. ¿Cuántos puntos se conceden, en la feria de las vanidades académicas, por ser responsable de un curso, en comparación con redactar un artículo, perdón, un peiper, en alguna revista reconocida por su alto impacto? Unos cuantos. A veces ni el 10%.

Las palabras nos descubren, nos desnudan: hay “carga” docente y se realiza investigación. Una es fardo y la otra real. ¿Sólo das clases? Qué pena. El compromiso con los y las estudiantes es mucho menor, por parte de quienes reciben pago por investigar, que con las comisiones dictaminadoras en la mayoría de los casos. Y tanto estos, como quienes forman parte de la academia por tiempo repleto, o van a dar una clase para luego ir al despacho o a la otra chamba, carecemos de la debida formación para la docencia.

¿Pensamos, acaso, cuál es el aprendizaje esperado en la sesión de mañana, y generamos una modalidad que permita valorar si se consiguió por parte de quienes están en nuestra lista? ¿Damos espacio para que ocurra el aprendizaje de manera colegiada, o le ponemos diez a quien repita mejor lo que decimos, dictamos o indicamos que es correcto? ¿Estamos frente a personas inteligentes en el salón, o nuestro público carece de rostro pues solo existe si es nuestro eco? Si no se aburren, ¿aprenden? En caso de ser amena nuestra perorata, ¿hacen suyo un tema para pensar por su cuenta? Misterio. Mas misterio irrelevante.

¿Algo cambiará porque usaremos computadoras con ZOOM? No. Lo que subyace no es asunto de forma: es de fondo. ¿Algún día estaremos dispuestos a reconocerlo? Ojalá.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/vino-viejo-en-odres-nuevos/

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Miquel Martínez Martín y Ana Marín Blanco: “Es el momento de repensar la escuela con mayor énfasis que nunca”

Por: educaweb

El profesorado requiere más formación práctica y recursos para desarrollar la educación virtual y emocional que necesita el alumnado, según los investigadores de la Universitat de Barcelona, Miquel Martínez y Ana Marín.

Miquel Martínez Martín (Barcelona, 1951) es catedrático de Teoría de la Educación y miembro del Grupo de Investigación GREM de la Universitat de Barcelona. Sus ámbitos de estudio e investigación son educación, democracia y ciudadanía; política y prospectiva de la educación; formación del profesorado; y política universitaria y educación superior.  Ha sido decano de la Facultad de Pedagogía, director del Instituto de Ciencias de la Educación y vicerrector de la Universitat de Barcelona. Fue codirector del Anuario de la Fundación Bofill sobre el Estado de la Educación en Cataluña entre 2010 y 2014 y ha ejercido como coordinador del Programa de Mejora e Innovación en la Formación de maestras del Consejo Interuniversitario de Catalunya entre 2013 y 2018. Entre sus últimas publicaciones destacan La educación, en teoría (2016) y Las paradojas de la innovación educativa (2019). Actualmente también participa como consultor y evaluador en organizaciones y administraciones educativas y de educación superior a nivel nacional e internacional.

Ana Marín Blanco (Vilanova i la Geltrú, 1983) es pedagoga, licenciada en Economía y colaboradora técnica del Programa de Mejora e Innovación de la Formación de Maestras. Ha ejercido como docente en los grados de Educación y Pedagogía de la Universitat de Barcelona y el último curso académico en la Professionhøjskolen Absalon de Dinamarca. También ha trabajado como técnica en la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica de Catalunya y ha participado en estudios de carácter socioeconómico. Su principal línea de investigación se centra en el análisis de los sistemas educativos internacionales. En 2015 publicó el informe TALES junto con Enric Prats y Amèlia Tey y es coautora de diferentes artículos, entre los cuales destaca «La mejora de la formación inicial de maestras: el Programa MIF» (2015), «La formación inicial de docentes: enfoques contrapuestos «(2017) y «Actualidad del pensamiento de Giner: el clima moral y la educación en valores» (2018).

Ambos han participado en la publicación Reptes de l’educació a Catalunya. Anuari 2018 de la Fundació Jaume Bofill, específicamente en el capítulo 9  titulado «De la formació inicial a la professió docent: la inducció a la docència».

¿Qué importancia tiene la formación del profesorado para el bienestar y desarrollo de un país? ¿Pueden aportar evidencias que justifiquen su postura?

Más de la que nos imaginamos. De su formación personal, cultural, académica y profesional dependerá la formación de los futuros ingenieros, médicos, economistas… y de la ciudadanía. Son los que podrán corregir las desigualdades derivadas de los diferentes capitales culturales y sociales de las familias. Es fundamental formar al profesorado para que pueda preparar a las generaciones futuras del país. Más en concreto, la OCDE (2005) afirmaba que la calidad del profesorado es la variable escolar que más influye en el rendimiento del alumno y sabemos que también es la que más puede motivar en el alumnado el interés por aprender, por saber más, estimular su curiosidad y superación personal.

Muchos países han apostado por la educación como elemento clave para el crecimiento de su nación. Es el ejemplo de Singapur o Corea del Sur, países que hace pocos años tenían un alto índice de pobreza y de analfabetismo y que ahora son potencias mundiales; o el caso de Finlandia, donde invirtieron en educación y en la formación del profesorado para recuperarse de los estragos de la II Guerra Mundial. Tanto en Singapur como en Finlandia la figura del profesorado es muy respetada y valorada por la sociedad.

Por tanto, ¿cómo valoran la formación del profesorado en nuestro país, en relación con otros?

Necesita mejorar. No tanto para podernos comparar con otros países como para hacerlo mejor. La formación en nuestro país necesita mas conocimiento práctico y más contacto y presencia de nuestros estudiantes en los centros.

El nivel de formación de nuestro profesorado es perfectamente comparable y en ocasiones superior al de otros países. En los últimos años se ha consolidado la formación del profesorado de educación infantil y primaria al pasar de una diplomatura a un grado y se ha reconocido y organizado la formación del profesorado de educación secundaria y formación profesional como una titulación de máster.

Sin embargo, el modelo formativo todavía precisa mejoras sustanciales. Necesitamos intensificar la formación que se recibe en las universidades con la formación en los centros educativos, con la realidad de las aulas, las escuelas y las familias hoy.

La universidad debe incorporar a la actividad docente e investigadora de sus departamentos profesorado de reconocida experiencia o en activo en centros educativos que haga más permeable el modelo formativo a la realidad educativa.

Por último, no podemos olvidar que la calidad de la formación del profesorado también depende de la calidad académica y personal de los que quieren ser docentes. Por ello conviene que la profesión docente resulte atractiva para los mejores estudiantes de las diferentes modalidades de Bachillerato y grados superiores de Formación Profesional.

¿El coronavirus ha añadido nuevos desafíos?

Si alguna vez se ha considerado que una de las dimensiones del docente es su carácter conservador, conviene ahora combinarla con un carácter innovador, más disruptivo y dispuesto al cambio, abierto a lo nuevo.

La incertidumbre de nuestra sociedad se ha visto ampliada con la pandemia. La necesidad urgente de adaptarnos a lo nuevo y reinventarnos en la docencia, en nuestras metodologías y prioridades educativas es algo que no nos dejará.

Los buenos docentes están acostumbrados a reinventarse- cada curso tiene nuevas cabezas pensantes y actuantes ante ellos-, pero ahora esta debe ser una característica de todo docente. Nadie puede quedarse rezagado, ni un solo alumno y alumna, y tampoco ningún docente.

Es el momento de repensar la escuela con mayor énfasis que nunca. ¿Cuáles son las auténticas prioridades educativas: los aprendizajes que señala el currículum? ¿La atención al desarrollo de la personalidad de los alumnos y alumnas, el trabajo con las familias para tejer alianzas que favorezcan el trabajo de la escuela y del profesorado, la formación en competencias digitales y el desarrollo de pensamiento crítico en momentos de posverdad y de populismos? En función de estas prioridades deberían establecerse las de la formación del profesorado.

«Los buenos docentes están acostumbrados a reinventarse, pero ahora esta debe ser una característica de todo docente. Nadie puede quedarse rezagado, ni un solo alumno y alumna, y tampoco ningún docente».

¿Cómo podría mejorar la formación inicial del profesorado y su acceso a la docencia?

Hay muchos elementos que podrían incorporarse para mejorar la formación inicial y el acceso a la profesión, pero no todos funcionan en todos los sistemas por igual, sino que depende de las características de cada sistema/país.

La UNESCO (2006) publicó un informe en el que destacaba 4 elementos esenciales para que los programas de preparación del profesorado fuesen más efectivos. Estos eran: altos estándares de entrada, fuerte componente pedagógico en los programas de formación, así como un contenido sólido de la materia y, por último, disponer de experiencias clínicas supervisadas en la formación inicial que estuviesen planificadas y conectadas con la teoría. Asimismo, la Comisión Europea en 2010 señaló otros elementos como condicionantes mínimos para asegurar el éxito de los programas de inducción: apoyo financiero para aplicar las medidas de apoyo al profesorado, una definición clara de los roles y responsabilidades, cooperación entre las diferentes fases y participantes del sistema, un entorno que favorezca el desarrollo profesional mutuo y colaborativo y disponer de profesionales implicados y competentes.

¿Qué es la inducción del profesorado novel y cómo se puede enfocar?

Existe un consenso generalizado en la definición de inducción, entendido como un programa de soporte al profesorado novel, de iniciación real en la docencia. Pero tanto, las definiciones oficiales como las formas que puede tomar y las maneras de organizarla pueden variar mucho.

La inducción, en algunos países, se dirige a los nuevos docentes que han finalizado la formación inicial, han obtenido la titulación correspondiente y también la correspondiente licencia o permiso para enseñar. En otros, la inducción está dirigida al nuevo profesorado que tiene la titulación requerida pero todavía no tiene una licencia para enseñar; en estos casos, se consideran candidatos «en prácticas» o «aprendices», y la fase de inducción puede acabar con una evaluación formal de sus habilidades docentes y una decisión sobre su entrada a la profesión. Hay países donde la inducción se dirige al profesorado que todavía no están cualificado y que no tiene licencia para enseñar; en estos casos, la división entre la formación inicial y la inducción es borrosa (Comisión Europea, 2010).

Nuestra posición es a favor de una iniciación a la docencia posterior a la titulación, con fines de evaluación formativa y acreditación docente para el ejercicio de la profesión.

¿Qué requisitos deberían cumplir los programas de formación continua para docentes?

Que formen parte de un programa de formación y desarrollo profesional de centro, y que respondan a un compromiso de centro sobre las necesidades formativas de sus docentes: formación en centro.

Obviamente deben existir también ofertas formativas a título personal sobre temas emergentes o de actualización de conocimientos, gamificación, neurociencia, psicología de la personalidad, educación democrática en valores… en los que docentes de un centro compartan experiencias y espacios formativos con docentes de otros centros.

La interacción entre docentes y el intercambio de experiencias, inquietudes y oportunidades pedagógicas es fundamental y se produce con mayor facilidad en las actividades de formación fuera del centro, pero la formación en centro genera pertenencia, fortalece proyectos educativos compartidos, favorece el liderazgo distribuido y la confianza activa de equipo. En cualquier caso, la dedicación a la formación continua debe ser contemplada como actividad laboral y en horarios que permitan conciliación personal y familiar.

¿Qué países son referentes en formación inicial del profesorado y por qué?  

Hay muchos países con elementos e iniciativas que son muy interesantes de analizar, pero a nivel global destacaríamos Finlandia. Este país ha creado un sistema que conecta los diferentes elementos que lo componen, con la finalidad de reducir la brecha existente entre la teoría (lo que el docente aprende en la universidad) y la práctica (lo que se encuentra en la realidad escolar). Otro modelo de referencia europeo sería Alemania: aparte de una formación inicial de 5 años (3 de grado y 2 de máster), han implementado un año y medio (3 semestres) de programa de inducción. Este incorpora elementos de desarrollo personal, profesional y social, y enfatiza el seguimiento y la formación del profesorado novel durante los primeros años de ejercicio, así como la evaluación del proceso.

¿Cómo podría un centro educativo o formativo mejorar la formación de su profesorado?

Estableciendo acuerdos de cooperación para desarrollar proyectos de innovación e investigación en centros en colaboración con las universidades; fomentando doctorados en programas de desarrollo e innovación en centros educativos en los que participen estudiantes becarios de doctorado y profesorado de los centros educativos semejantes a los «doctorados industriales».

En estos momentos de incertidumbre ¿qué priorizarían en la formación del profesorado?

Después de lo sucedido, el profesorado necesita en primer lugar más formación para poder llevar a cabo de manera eficiente las clases virtuales; pero no solo formación, sino también recursos. Las escuelas se han visto sin una plataforma adecuada. Pasar de una docencia presencial a una virtual es un cambio considerable no sólo para el profesorado sino también para el alumnado. La relación y la comunicación con el profesorado ha cambiado, así como la manera de trabajar con sus iguales. Y, en segundo lugar, esmerar sus competencias para el trabajo con familias y el acompañamiento personal de sus alumnos y alumnas.

¿Es suficiente la formación disciplinar- en contenidos de aprendizaje y conocimientos – y la formación en competencias profesionales docentes de nuestro profesorado?

Podemos sintetizar nuestra respuesta diciendo que necesitamos maestros y maestras que sean más profesores y profesoras y profesoras y profesores que sean mas maestros y maestras. En el profesorado de Educación Infantil y Primaria falta más formación en contenidos disciplinares y en el de secundaria más formación profesional para ser docente.

Bibliografía utilizada
  • Comisión Europea (2010). Developing coherent and system-wide induc­tion programmes for beginning teachers: a handbook for policymakers. Staff Working Document SEC (2010), 538 final.
  • Cooper, J.m. i Alvarado, A. (2006). «Preparation, recruitment, andre­tention of teachers». Education policy series, UNESCO. Recuperado de: http://www.unesco.org/iiep.
  • OCDE (2005). Attracting, Developing and Retaining Effective Teachers – Overview: Teachers Matter.

Fuente e Imagen: https://www.educaweb.com/noticia/2020/07/01/entrevista-miquel-martinez-ana-marin-19251/

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Entrevista a Albert Sangrà: “La mayor angustia de alumnos, familias y docentes es que desconocíamos lo que se nos venía encima”

Entrevista/09 Julio 2020/Autor: Nacho Meneses/elpais.com

El posible impacto de los rebrotes de coronavirus una vez iniciado el curso hace necesario avanzar a un modelo de escuela híbrida, bien diseñado y con los recursos suficientes

La crisis sanitaria provocada por la pandemia de covid-19 ha supuesto un verdadero terremoto para la educación de muchos países. En España, más de 10 millones de alumnos se vieron de la noche a la mañana empujados a un largo confinamiento que obligó a repensar, de urgencia, todo un sistema educativo, y la posibilidad de que surjan nuevos rebrotes de la enfermedad en el otoño obliga a considerar todos los escenarios posibles. Entre ellos, el de la escuela híbrida, que de una u otra manera combina periodos de enseñanza presencial y online, se erige como uno de los más probables. Pero ¿cómo debería ser esta educación mixta? ¿De qué manera es necesario prepararse? De ello hablamos con Albert Sangrà, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Pregunta. ¿Cómo debería ser un modelo híbrido presencial y online?

Respuesta. Hay a quien le gusta decir que los modelos híbridos son la solución a todo porque toman lo mejor de los dos mundos, el presencial y el virtual. Pero lo cierto es que eso depende de muchas cosas. Tenemos que prepararnos para modelos híbridos no programados, aquellos que, desgraciadamente, sean el resultado de un nuevo confinamiento general o parcial, o de la necesidad de no disponer de todo el espacio en las aulas, y tener que funcionar con grupos alternos, en los que unos días van unos y otros días van otros.

Si la escuela no puede ser presencial, ¿cómo actuamos? No podemos repetir lo que hemos hecho hasta ahora, porque entonces sí que demostraríamos ser incapaces de gestionar de forma adecuada nuestro sistema educativo. Si ya sabemos que esto puede suceder, vamos a establecer protocolos y mecanismos que nos permitan hacer frente a modelos híbridos no programados, que no sabemos cuándo van a suceder; son los que nos sacarán mejor las castañas del fuego.

P. Pero no todos los centros tienen los mismos recursos.

R. Los modelos han de ser lo suficientemente flexibles en su aplicación como para tener en cuenta la diversidad entre centros. Más que de muchas directrices, soy partidario de desarrollar unos modelos híbridos que permitan a los centros tener una cierta capacidad de actuación.

A los centros educativos se les está dando la responsabilidad de aplicarlo, pero no sé si se les proporciona la formación y las herramientas necesarias para hacerlo. Si no se hace, la sensación es que tenemos que volver a clase a cualquier precio, y en estos momentos ese precio es muy alto. Vamos a empezar el curso de manera presencial, pero nadie nos dice cuántas veces tendremos que dejar de hacerlo a lo largo del próximo año o de los dos próximos cursos.

P. ¿El modelo mixto es siempre preferible a un modelo puramente virtual?

R. Si nos encontramos en una situación en la que nos dicen que mañana no se puede ir a clase, tengo que tener una solución preparada, y si no puedo ir a la escuela, a lo mejor no es híbrida. Es necesario desarrollar una buena solución online, no un parche, como hemos intentado poner hasta ahora, con muy buena voluntad. Claro que tendríamos que dar un enorme reconocimiento a todos los profesores y profesoras, y a los directores y directoras de centros, que durante ese periodo han hecho lo posible (y más) para dar servicio a todos los alumnos y alumnas; pero eso no significa que fuera lo mejor: es lo que era posible y viable en esos momentos y condiciones.

Ahora es diferente, porque lo podemos ver venir. Por eso, si no nos preparamos para otra eventualidad semejante, es que somos tontos de remate. Hay que hablar de cómo tiene que ser una educación online de calidad, que nos permita alcanzar resultados parejos e incluso superiores a lo presencial. Cuando podamos, volveremos a hacerlo presencial y, a lo mejor, como hemos aprendido mucho al hacer lo otro, podremos pasar por periodos en los que digamos “mira, esto lo podéis hacer desde casa, en el entorno virtual”. Hibridizar eso nos resulta más fácil, porque sabemos hacerlo y porque vemos que tiene unos beneficios que antes desconocíamos y que ahora pueden dar un valor añadido.

El profesor Albert Sangrà.
El profesor Albert Sangrà. UOC

P. ¿No sería mejor comenzar el curso con un modelo ya híbrido establecido, sin esperar a ver si pasa algo?

R. Yo creo que sí, y por eso te hablo de un modelo híbrido no programado. Hay que diseñar las actividades que vayamos a realizar de manera que puedan ser reversibles, y que si sucede algo puedan continuarse de manera online. Eso significa diseñarlas muy bien, y dedicarles mucho más tiempo. Las familias y la sociedad a veces no se dan cuenta del tiempo que implica trabajar como docente; no es solo las horas físicas delante de los alumnos, sino todas aquellas de programación para que luego todo funcione como es debido. En un entorno online, eso es todavía más exigente y necesario.

Es imprescindible formar a nuestros estudiantes en este tipo de actividades, que a veces serán presenciales y a veces virtuales; sobre cómo funcionan y cómo pasar de un momento a otro. Debemos tener transiciones fluidas, y esto solo puede suceder si están ya diseñadas y si hemos formado a las personas para que sepan cómo actuar llegado el momento. La mayor angustia que estos días han sentido muchos alumnos, alumnas, docentes y familias, se ha debido a que desconocíamos lo que se nos venía encima. No sabíamos lo que iba a pasar después.

P. ¿Tenemos tiempo para formar a los docentes?

R. Lo primero que es necesario es un cambio de cultura, pero también hay que asumir que no va a suceder de un día para otro. Probablemente nos costará bastante la primera vez; pero si lo vamos trabajando, cada vez tendremos más facilidad. Yo doy por sentado que vamos a empezar el curso presencialmente, pero supongamos que tenemos un rebrote a mediados de octubre o principios de noviembre. Si en septiembre hemos empezado a formar a los estudiantes sobre lo que pueda venir, sobre cómo se tienen que preparar y cómo vamos a cambiar el tipo de actividades, cuando tengamos que migrar a un entorno completamente online, es posible que muchas cosas ya sepan hacerlas.

En estos entornos, es fundamental desarrollar al máximo la autonomía de trabajo personal. Es verdad que en edades más tempranas esto es más difícil, porque aún no se ha generado, pero hay que empezar a trabajar en ello. Para el curso próximo, la competencia básica de aprender a aprender tendría que trabajarse en todos los centros de España, porque eso permitirá a los alumnos organizarse y sacar más provecho de los momentos de no presencialidad.

P. La brecha digital no facilita la implantación de un modelo como este…

R. La situación actual ha puesto de manifiesto una serie de problemas del sistema educativo que ya vienen de antes, y que nadie puede esperar que lo solucionen ni la educación digital ni la híbrida. Las desigualdades sociales existen con y sin online, solo que de esta manera se ponen más de manifiesto y no se pueden esconder.

Tenemos que resolver un problema de recursos, empezando por la conexión a Internet de todo el mundo. El acceso a Internet tendría que ser un derecho universal, porque a través de él accedemos a la mayor parte de la información; es lo mismo que cuando se desarrollaron las bibliotecas populares en el siglo pasado, para que todo el mundo tuviera acceso a los libros y a la lectura. En este momento, garantizar el acceso a la alfabetización significa darles acceso a Internet para que puedan ser competentes digitales, con el criterio necesario para poder usar los dispositivos a su alcance, ya sean móviles, tabletas u ordenadores portátiles.

Las administraciones y gobiernos deberían de ocuparse de este aspecto tecnológico, porque sería su contribución para eliminar la brecha digital: esta existe solo si queremos que exista, y hasta ahora, los gobiernos no han puesto de su parte para eliminarla. Ahora nos damos cuenta de que, si no hubiera habido brecha digital, la situación vivida hubiera sido mucho más llevadera para todos. En algunas comunidades, como es el caso de Cataluña, el Gobierno ha facilitado ese acceso a través de paquetes de conectividad para las familias que no lo tenían, e incluso ha facilitado tabletas y computadoras en préstamo o dación. No significa un gasto excesivo para el erario público, y te resuelve un problema de brecha digital. No sé a qué estamos esperando.

P. ¿Qué otras necesidades hay?

R. Es necesario formar tanto a los alumnos como a los docentes, para que el uso de estos mecanismos digitales no sea una mera trasposición en el entorno digital de lo que hacemos en clase presencialmente. Y eso requiere un cierto tiempo. A veces me dicen: “Bueno, pero es que los alumnos de eso saben más que nosotros”. No, perdone. Sus alumnos saben usar más Instagram y TikTok, y si me apuran, en algún caso Tinder. Pero no saben utilizarlo con una finalidad de aprendizaje.

Por otro lado, tenemos de educar también a las familias, para que estas crezcan en su propia competencia digital ciudadana y que entiendan mejor el trabajo que hacen los alumnos en casa, y también la labor de los profesores. Hay un gran nivel de incomprensión sobre el trabajo escolar en entornos digitales, porque las familias, en general, tienen su propia imagen de lo que tiene que ser la escuela, que proviene de cuando ellos mismos iban a la escuela. Pero de eso hace 30 o 40 años, en los que han pasado muchas cosas, los métodos han cambiado y los contenidos no son exactamente los mismos.

Hay quien piensa que la docencia en línea requiere menos trabajo, pero es justo al revés. Y si alguien tiene que gestionar a la vez un entorno virtual y presencial, su carga de trabajo va a ser muy alta. Aquí valdría la pena empezar a introducir en los centros figuras docentes (profesionales de la educación) que sean asistentes de los profesores en esos entornos online. El concepto adecuado sería tender a escenarios de codocencia en los que nos distribuimos lo online y presencial a partes iguales. Hay multitud de mecanismos para poderlo hacer; muchísimos docentes que están en situación de interinaje, y que no tienen plaza en estos momentos; otros que están esperando oposiciones o haciendo sustituciones temporales; estudiantes en prácticas que también podrían ayudar… Si repensamos la organización de los centros escolares a partir de la idea de ese modelo híbrido no programado, lo haremos de otra manera, y la Administración ha de ayudar.

P. ¿Debemos adoptar un sistema de enseñanza basado en las competencias?

R. Sí, pero tengo que recordar que esto no es nuevo; el currículum por competencias hace años que está instalado y que teóricamente funciona. El gran problema que tenemos es que seguimos evaluando por contenidos, no por competencias. Una de las grandes asignaturas pendientes de nuestro sistema es cambiar el sistema de evaluación, porque parece que todo gira en torno a la evaluación; que lo más importante es si vamos a realizar exámenes o no, cuando en realidad lo verdaderamente relevante es que los estudiantes aprendan. Y luego ya veremos de qué forma disponemos de evidencias para saber lo que han aprendido.

Para basarse en competencias, yo recomendaría desarrollar metodologías globalizadas, tendentes hacia el aprendizaje por proyectos, basado en problemas y casos, que integren conocimientos de distintos campos disciplinarios. Se trata de romper un tanto la estructura en asignaturas por otra que nos permita adquirir las competencias, a la vez que desarrollamos conocimientos a partir de situaciones reales.

P. Si esta situación se prolonga mucho en el tiempo, ¿qué impacto podría llegar a tener en la socialización y el desarrollo de los estudiantes?

R. Es importante que la socialización sea presencial, si es posible. Pero si no puede ser, vamos a desarrollar mecanismos que nos permitan socializar en los entornos virtuales. Si me conecto en un entorno de forma síncrona, pero lo hago con seis alumnos en vez de con 30, más que dar una clase lo que tengo que intentar es que sea un espacio de socialización, que nos comprendamos, que nos entendamos y expliquemos lo que pensamos o lo que nos sucede. Después, los contenidos se pueden a aprender de otras maneras, no hace falta que siempre haya una persona que lo dicte. En estos modelos híbridos, el profesorado debería diseñar, y tener preparadas, actividades que sean tendentes a esta socialización.

P. Un modelo híbrido de esta naturaleza puede presentar serios problemas de conciliación a las familias…

R. Es un tema más delicado, ya que si hablamos de empresas no siempre puedes intervenir de la misma forma. Se podrían desarrollar ayudas para las familias que no puedan atender a su hijo, porque por ejemplo los dos trabajen fuera. Creo que una de las estrategias que se va a utilizar, de entrada, es reducir al máximo que estos alumnos tengan que quedarse en casa. En países europeos como Bélgica u Holanda, donde el índice de contagios no había superado un umbral determinado, se ha resuelto sin hacer confinamientos totales: los niños de las familias con ciertas dificultades han podido seguir yendo a la escuela, atendidos por un retén de maestros. Hay que ser muy creativos e imaginativos, para identificar todas las casuísticas que pueden darse, y a partir de ahí vehicular mecanismos que ayuden.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/economia/2020/07/08/actualidad/1594200109_228848.html

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La Nueva Escuela Mexicana y lo que la hace distinta de las reformas anteriores

Por: Miguel Ángel Pérez

El pasado viernes 3 de julio, fui invitado por los colegas de la Unidad 161 Zamora de la UPN, a un Panel sobre la Nueva Escuelas Mexicana y la formación de docentes en el marco de la realización de su Foro Internacional que organizan año con año. En esta ocasión y por cuestiones atribuidas a la pandemia se realizó dicho evento totalmente a distancia con el apoyo de las plataformas digitales. El panel en el que participé fue un dialogo informado al lado de los siguientes colegas: la Mtra. Leticia Torres Soto de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, Fidel Negrete Estrada Director de la Unidad 161 (Morelia) de la UPN, y Dany Becerra de la CNTE (Sección 18).

Quiero desarrollar en este espacio parte de mis intervenciones en dicho evento, dando las gracias de antemano, a la Unidad 162 Zamora de la Universidad Pedagógica Nacional, a su director y a la organizadora de este espacio por permitirme desarrollar estas ideas.

Inicio diciendo que la Nueva Escuela Mexicana (NEM) intenta desde su origen distanciarse de lo que fue la propuesta de Reforma Educativa del gobierno de Enrique Peña Nieto, para ello se buscó resolver el problema legal en la parte legislativa. Y para buscar las diferencias entre una y otra propuesta, habría que definir cuando menos tres coordenadas para hacerlo. Dichas coordenadas podrían ser las siguientes:

  1. Lo solidez en los contenidos de la propuesta.
  2. La pertinencia para responder a las necesidades educativas de la sociedad. Y
  3. El vínculo o la legitimidad con el resto de los actores y agentes educativos.

La propuesta educativa durante el sexenio de Enrique Peña Nieto (EPN), tuvo la distinción de que fue el dispositivo de evaluación sobre el cual giraron la mayoría de las acciones. La evaluación terminó secuestrando al sistema y dicho gobierno se vinculó con la OCDE orara cumplir con su lista de intenciones marcadas por aquel organismo. Pero el mayor desacierto del gobierno de EPN fue el violentarse con el magisterio, al utilizar a la evaluación de manera punitiva y como un recurso para castigar y excluir, y no para conocer y retroalimentar el propio desempeño académico de los y las educadores.

Sin embargo, el problema desde el origen de la Nueva Escuela Mexicana en el marco de la 4 T, es que, a sus creadores, les ha preocupado de manera obsesiva el ser diferentes a sus antecesores. La NEM, es uno de los proyectos o las iniciativas educativas oficiales menos documentadas, no existe el libro blanco de la propuesta (modelo reforma, acuerdo) o como le quieran llamar sus creadores, se ha generado mucha más literatura desde los espacios externos ms que desde la propia SEP.

La NEM efectivamente no se parece a la propuesta de reforma de EPN, lo primero fue hacer los ajustes legislativos, modificar la ley para que no aparezca el carácter obligatorio de la evaluación y lo lograron, pero hace falta muchas cosas más.

El gran acierto de la NEM es que tiene la mirada puesta en atender a los des-atendidos ancestralmente, a partir de los componentes de equidad, inclusión y justicia educativa, pero la NEM no camina porque existen problemas serios en dos planos:

Primero no existe un pleno consenso de la propuesta educativa en las esferas del gobierno y del grupo cercano al señor presidente. Las posiciones en el grupo en el poder se asumen encontradas.

Y Segundo, en aras de legitimar la propuesta a toda costa la los creadores y defensores de la NEM (con el titular de la SEP a la cabeza) se han encargado de negociar con todas las instancias, intentan quedar bien con todos, con dios y con el diablo para ganar apoyo, consenso, legitimidad y no siempre se puede. Las autoridades educativas dialogan por igual con la dirigencia de la CNTE, con la cúpula del SNTE y con el grupo de empresarios interesados desde hace algunos años en la intromisión estratégica en los asuntos educativos con Mexicanos Primero a la cabeza.

En otra pregunta se nos pedía en el panel mencionado ¿dar cuenta de qué le falta a la NEM para que camine? Y yo decía tres cosas:

  1. Mayor claridad en cuanto a los contemos programáticos de la propuesta (lo propiamente educativo).
  2. Mayor claridad en cuanto al diseño de la ruta de acción que se pretende seguir y las metas o los fines intermedios a los que se pretende llegar.
  3. Y como tercer punto, el ser más enérgicos en cuanto a la negociación que se tiene con la propuesta de desarrollo educativo de carácter sexenal. Parece que la actual cúpula de la SEP en aras de quedar bien con todos, no deja plenamente satisfechos a nadie, es necesario que la balanza se incline hacia algún lado.

Me parece que de manera segada en la actual coyuntura entramos en una fase importante en cuanto a las propuestas educativas que surgen desde la esfera de gobierno, dicho elemento consiste en el reconocimiento verdadero (no solo retórico) del carácter pluricultural, pluriétnico y plurisocial, de nuestro país; el gobierno de López Obrador es el primer en entender que eso que le llamamos México se compone de muchos Méxicos y a cada uno hay que atenderlo por separado.  Para ello entonces se requiere que el modelo nacional sea flexible y se atienda verdaderamente a los entornos especificas a los contextos regionales y sobre todo a las necesidades específicas de cada comunidad en concreto.

Por último, la relación de la NEM con la formación de docentes y con el magisterio en general, ahí dije que es importante recuperar el carácter profesional del magisterio, el arribo del siglo XXI y a partir de la frase de Manuel Castels, de que hemos pasado de una época de cambios a un cambio de época, nos exige pensar de mejor manera en el asunto de los docentes.

Parece que estamos ante el agotamiento del aparato de gobierno como generador de propuestas educativas, que se pueden sostener y es importante entones comenzar y gestar y generar propuestas dese los intersticios y los márgenes del sistema, se trata de recuperar el carácter de intelectual orgánico de los profesores y profesoras, como líderes de las comunidades y de las causas populares, pero para ello necesitamos contar con docentes que lean, que escriban que piensen, que se cuestiones y que revisen y sistematicen la práctica que realizan en el entorno de la comunidad en donde se encuentran.

La técnica está secuestrando al intelecto, por lo tanto, se requiere regresar a revisar al carácter profesional del magisterio, junto con su compromiso social. Pero también con propuestas, muchas prácticas educativas se realizan en los márgenes, pero en los mismos márgenes se pierden, se trata ahora de recuperar y sistematizar dichas experiencias para dialogar con el gobierno la conformación de un modelo de NEM desde la práctica y desde los saberes prácticos de los y las educadores.

Debido a que el Panel se llevó a cabo, en el marco de un foro nacional organizado por la Unidad Zamora de la UPN al final dije que habría que regresar a hacer efectivo el lema de nuestra universidad “Educar para transformar” hoy más vigente que nunca.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-nueva-escuela-mexicana-y-lo-que-la-hace-distinta-de-las-reformas-anteriores/

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¿Formación docente en y para la interculturalidad en Escuelas Normales no interculturales?

Por: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia

Reflexiones desde un Taller con docentes normalistas en la mixteca oaxaqueña

Velia Torres Corona

Investigación y Diálogo para la Autogestión Social AC de Oaxaca 

Miembro de la Red Temática de Investigación de Educación Rural (RIER)

El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el Campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.

Para construir este trabajo revisé los dos últimos estados del conocimiento publicados por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE, 2003, 2013), que abarcan estudios sobre la temática en los últimos veinte años. Se resaltan los aportes y ausencias de los textos analizados, sin pretender que por ello sea una revisión exhaustiva o descartar la existencia de otros estudios que también aborden el tema. Los estudios en torno a la formación docente en y para la diversidad, según Salinas y Avilés eran, en 2003, incipientes y restringidos a la mera descripción, con muy poco análisis y la mayoría de éstos realizados y consumidos por los propios formadores de docentes y con el objetivo de (re)orientar el trabajo docente. Sin embargo, entre éstos destaca el interés en “propuestas de formación situadas en contextos particulares con estrategias cultural y lingüísticamente pertinentes” (Salinas y Avilés, 2003, p. 180), así como en proyectos conformados por profesionistas indígenas y no indígenas.

Sin embargo los programas de formación docente para la diversidad cultural no son recientes y surgen desde 1960 para la capacitación y actualización docente, caracterizados, en muchos casos, “por carencias y vacíos, así como con una insuficiente preparación en este campo, la falta de dominio de contenidos y conocimientos básicos sobre los pueblos indígenas” (Von Groll, Keyser y Silva, 2013, p. 152), además de que muchas experiencias son generadas y organizadas desde el Estado, por lo que se singularizan por ser integracionistas y asistencialistas (Von Groll, Keyser y Silva, 2013).

Diez años después, dichos estudios se convierten en un campo emergente y consolidado dentro de una línea de investigación sobre Instituciones de Educación Superior. Uno de los elementos relacionados con este “cambio” fue la oficialización, pues pasa a formar parte de la política educativa mexicana, del modelo intercultural bilingüe para la población indígena y de la llamada “intercultural para todos” para el resto de la población (ver Jiménez Naranjo, 2009). Esta circunstancia trae como consecuencia la creación de la Coordinadora General de Educación Intercultural y Bilingüe y la apertura de las universidades interculturales, dirigidas explícitamente a la población indígena (Dietz, 2009). Mateos, Mendoza y Dietz (2013) reagrupan los estudios que analizan el enfoque intercultural en la educación superior mexicana en tres rubros: 1) Programas con perspectiva intercultural en universidades convencionales y preexistentes, 2) Visión intercultural en Escuelas Normales donde se forma al magisterio, y 3) Nuevas universidades interculturales.

Dado el poco espacio para discutir cada uno de estos rubros en este documento, y después de revisar y analizar los trabajos que se mencionan en el segundo, tema principal de nuestro interés, comentaré algunos puntos importantes que permiten situar la discusión y la reflexión. El primero es que en los estudios reportados hay todavía una ausencia generalizada de una construcción dialógica de los currículos y planes de estudio que incorporen el enfoque intercultural (Mateos, Mendoza y Dietz, 2013), pero, al mismo tiempo y como contrapartida, el interés y la preocupación de varias escuelas Normales Interculturales por forjar en ellas “la atención a la diversidad, promover el reconocimiento y valoración del contexto, construir conocimientos y estrategias de enseñanza adecuados a los procesos locales y regionales de los futuros maestros interculturales, desarrollar el liderazgo o empoderamiento de sus egresados y la difícil tarea de trabajar de forma transversal el enfoque intercultural” (Mateos, Mendoza y Dietz, 2013, p. 336). Otro punto que los estudios dejan entrever es el interés por incorporar el enfoque intercultural en Escuelas Normales no necesariamente interculturales, pero cuyos contextos y particularidades socioculturales y lingüísticas lo exigen.

Y, precisamente, la experiencia que comentaré a continuación se inscribe en este último punto, ya que un colectivo de docentes de tres Escuelas Normales (ER), no interculturales, en la mixteca oaxaqueña realizó un Taller denominado “Antropología educativa, interculturalidad y comunalidad” con el fin de poner en la mesa de debate la importancia de la formación docente en y para la diversidad lingüística y cultural entre las y los estudiantes normalistas, futuros maestras y maestros en Oaxaca.

El Taller se realizó en 2014 (de abril a junio, con un total de 36 horas) en las instalaciones de la Escuela Normal Rural Vanguardia (ENRUVA), ubicada en Tamazulapan del Progreso, en la mixteca oaxaqueña. A éste asistieron docentes de las tres normales ubicadas en la región mixteca del estado: la Escuela Normal Experimental de Huajuapan (ENEH) y Escuela Normal Experimental de Teposcolula (ENET) y la propia ENRUVA.

El Taller se inscribió en un proyecto más amplio de esta última, consistente en la construcción de un Trayecto Formativo con cursos optativos que dotaran de herramientas teórico-metodológicas a las y los estudiantes normalistas para el desarrollo de su práctica docente en el contexto lingüístico, étnico y sociocultural de Oaxaca (Torres, 2019). Así, el Dr. Bruno Baronnet y una servidora fuimos invitados a impartir dicho Taller, cuyo objetivo fue “proporcionar referentes teórico-metodológicos a los docentes, a través de la revisión, discusión y reflexión colectiva, para la puesta en práctica del Trayecto Formativo ‘La Educación en contextos de diversidad cultural’, formado por tres asignaturas optativas, del Programa de Licenciatura en Educación Primaria” (Documento interno, 2014).

La impartición del Taller constituyó una experiencia de formación docente intercultural, al problematizar en torno a la educación en contextos de diversidad (desde dónde y para qué de la educación) y discutir sobre la pertinencia lingüística y cultural de la misma en el contexto particular oaxaqueño. A partir de este Taller, pudimos identificar –desde las voces de los mismos profesores– algunas complejidades a las que se enfrentan los alumnos normalistas y los mismos docentes. A continuación, comento brevemente tres ejes que engloban algunas de éstas:

Eje 1 Formación teórica-metodológica para la interculturalidad. Dentro de este eje se concentraron aquellas preocupaciones sobre la falta de referentes teóricos y metodológicos, de los “formadores de formadores”, para abordar la diversidad lingüística y cultural en los contextos donde los alumnos normalistas se insertarán laboralmente. A lo largo de su experiencia docente, los profesores asistentes del Taller han estado trabajando diferentes proyectos en torno a la relación comunidad-escuela y a la diversidad lingüístico-cultural de los contextos escolares locales. Sin embargo, varios externaron su desconocimiento sobre “teoría y herramientas” para nombrar y “dar forma” a su práctica docente, con el fin de sistematizarla y volverla pertinente a las necesidades de sus estudiantes, así como el fomento de la participación comunitaria.

Eje 2 Complejidad lingüística. Un segundo eje temático fue el ámbito sociolingüístico, relacionado con el perfil de los estudiantes, sus contextos de origen y de trabajo. Entre los puntos señalados se encuentran el monolingüismo indígena de algunos contextos escolares y el desconocimiento de dicha lengua por los alumnos normalistas, lo que cuestiona a los docentes sobre el perfil lingüístico de egreso deseable de los estudiantes. Otro punto es el desconocimiento de métodos para la enseñanza de lenguas indígenas como L1 o L2 (dependiendo del contexto), pensando en el cumplimiento de la alfabetización en la lengua originaria de los estudiantes de primaria y el respeto y promoción de la diversidad lingüística desde la escuela.

Eje 3 Problematización sobre la identidad étnica. El último de los ejes gira en torno a una serie de reflexiones sobre la trayectoria personal de las y los docentes y su identificación comunitaria. Preguntas como ¿quién soy?, ¿con qué me identifico?, ¿qué es lo propio? fueron consideradas útiles para cuestionarse en cuanto docentes, y necesarias para comenzar un fortalecimiento de la autoestima. De igual forma, la identidad étnica y la autoidentificación comunitaria se posicionó como un elemento sustancial y de inicio para transformar la práctica docente de los formadores de formadores y, por ende, de los alumnos normalistas.

Estos tres ejes, derivados de la experiencia del Taller, así como la experiencia en la construcción del Trayecto Formativo permiten reflexionar, en un primer momento, en torno a dos temáticas relacionadas con la formación docente intercultural.

La primera tiene que ver con las Escuelas Normales en Oaxaca. Las tres EN participantes en el Taller no son “interculturales”; sin embargo, los hallazgos y complejidades reportadas nos cuestionan, necesariamente, sobre la exclusividad de programas lingüística y culturalmente pertinentes en instituciones nominalmente “indígenas” o “interculturales”, aun cuando el contexto local, el perfil de los alumnos o la planta docente nos remitan a una profunda diversidad lingüística, cultural y étnica. Ante este hecho, cabe preguntarse si la formación docente intercultural puede ser solamente el privilegio de Instituciones Educativas Superiores nominalmente interculturales, incluidas ahí las Normales.

Esta pregunta no es nueva, ya que el interés por el enfoque intercultural dentro de los procesos de formación docente de las EN “convencionales” está siendo una constante
–como tema de investigación, pero también dentro de las propuestas didácticas de diferentes actores educativos–, al menos dentro de los estudios reportados por Mateos, Mendoza y Dietz (2013) que ya mencioné. La segunda temática puede pensarse como una respuesta al cuestionamiento recién planteado.

El Taller “Antropología educativa, interculturalidad y comunalidad”, perteneciente al proyecto de construcción del Trayecto Formativo mencionado, se presentó como un ejercicio de encuentro y reflexión colectiva entre el grupo de docentes que asistió. Su esfuerzo en la organización y realización del mismo muestra la participación activa de éstos en la transformación de sus realidades inmediatas. A pesar de que los programas ofertados en las tres Normales no sean explícitamente interculturales, el grupo de docentes ha emprendido un proceso de interculturalización del currículo (Dietz, 2009) ante las complejidades del contexto oaxaqueño; esta adecuación se enmarca en una propuesta institucional, pero de fondo se erige como alternativa y propia, con lo que muestra ciertos márgenes de autonomía dentro de los programas y también una iniciativa posicionada y clara sobre el “ser docente”, desde dónde y para qué.

Para Baronnet, el control de los contenidos de los cursos y currículos de los programas en instituciones de educación superior, por parte de todos los actores sociales implicados (educativos y no) es un elemento necesario en la construcción de un currículo regional legítimo, “de acuerdo con la participación directa y el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas” (Baronnet, 2010, p. 270). El Taller y la propuesta de Trayecto Formativo en el que pude participar parece ser un intento por la búsqueda de dicha regionalización y legitimidad.

Referencias bibliográficas

Baronnet, B. (2010). De cara al currículum nacional: las escuelas normales indígenas en las políticas de formación docente en México. En S. Velasco Cruz y A. Jablonska Zaborowska (coords.) Construcción de políticas educativas interculturales en México: debates, tendencias, problemas, desafíos (pp. 245-272). México: UPN Ajusco.

Cházaro Arellano, E. H. (2006). Implementación del enfoque intercultural y atención del Bilingüismo en las Escuelas Normales, Ponencia presentada en el Congreso Nacional Nuevos Enfoques y Perspectivas (pp. 1-15), Puebla: UDLAP.

Dietz, G. (2009). Los actores indígenas ante la “interculturalización” de la educación superior en México: ¿empoderamiento o neoindigenismo?”, Revista Latinoamericana de Educación Inclusiva2(3), 55-75.

Dietz, G. (2011). Hacia una etnografía doblemente reflexiva: una propuesta desde la antropología de la interculturalidad, Revista de Antropología Iberoamericana1(6), 3-26.

Jiménez Naranjo, Y. (2009). Cultura comunitaria y escuela intercultural. Más allá de un contenido escolar, México: CGEIB.

Mateos Cortés, L. S., Mendoza Zuany, R. G., y D. Gunther (2013). Diversidad e interculturalidad en la Educación Superior convencional. En M. Bertely Busquets, D. Gunther, D., y M. G. Díaz Tepepa (coords.) Multiculturalismo y educación 2002-2011 (pp. 307-374). México: COMIE, ANUIES.

Salinas Sánchez, G., y Avilés Quezada, M. V. (2003). Formación de docentes en y para la diversidad. En M. Bertely Busquets (coord.) Educación, derechos sociales y equidad, Tomo 1 (pp. 165-186). México: COMIE.

Torres Corona, V, (2019). La construcción de un trayecto formativo intercultural y la vinculación comunitaria en la Mixteca: algunas reflexiones desde la Escuela Normal Rural Vanguardia de Tamazulapan, Oaxaca. En B. Baronnet y F. M. Bermúdez Urbina (coords). La vinculación comunitaria en la formación de profesionales indígenas en México (pp. 277-307). México: ANUIES.

Von Groll, M., Ulrike Keyser, O., y Castellón, E. (2013). Formación de maestros indígenas y no indígenas para la educación indígena e intercultural. En M. Bertely Busquets, G. Dietz y M. G. Díaz Tepepa (coords.) Multiculturalismo y educación 2002-2011 (pp. 151-183). México: COMIE, ANUIES.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/formacion-docente-en-y-para-la-interculturalidad-en-escuelas-normales-no-interculturales/

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