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Israel crea en Gaza un “cementerio” para la infancia

Por: Sara Plaza Casares

 

Un “cementerio de niños”. Así describía Gaza este lunes la directora regional del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para Oriente Próximo y el Norte de África, Adele Jodr. Jodr añadía que el genocidio en Franja de Gaza se ha convertido en una “guerra contra los niños”. “Probablemente todos los niños quedarán traumatizados porque han pasado por algo que ningún niño debería pasar”,destacaba Jodr durante un acto celebrado en Tokio.

Según las cifras oficiales, ya hay más de 37.300 palestinos y palestinas asesinadas por el ejército israelí desde el pasado 7 de octubre. 15.700 son niños y niñas, esto es, el 42%. UNICEF añade que 17.000 infantes se han quedado huérfanos. “Siempre que hay un ataque hay niños muertos porque Gaza tiene una población muy joven concentrada en una zona muy pequeño”, expresaba la portavoz de UNICEF.

Netanyahu esta usando diferentes “armas” en este genocidio. Una de ellas es el bloqueo de bienes de primera necesidad, lo que desemboca en un elevado riesgo de desnutrición

El gobierno de Benjamin Netanyahu esta usando diferentes “armas” en este genocidio, según denuncian las organizaciones en defensa del pueblo palestino. Una de ellas es el bloqueo de bienes de primera necesidad, lo que desemboca en un elevado riesgo de desnutrición. Según los datos que maneja la UNRWA más de 50.000 niños y niñas se encuentran en riesgo agudo de desnutrición. Hablan de niveles de hambre “desesperados”.

El pasado jueves, el comisario general de esta agencia, Philippe Lazzarini, alertaba: la infancia de la Franja de Gaza se convertirá “en una generación perdida fácilmente susceptible de caer presa de la explotación” si no se da una tregua.

Mientras, las autoridades gazatíes alertan de que el enclave se dirige rápidamente hacia una hambruba. “El espectro del hambre amenaza las vidas de los civiles” a causa del bloqueo a la entrada de ayuda en medio de la ofensiva militar lanzada por Israel. “Exigimos una intervención internacional inmediata y urgente para detener este crimen”, ha manifestado la oficina de prensa gubernamental, antes de recalcar que Israel y Estados Unidos “insisten en meter a 2,4 millones de civiles en el túnel del hambre y perpetuar su política de hambruna contra niños y enfermos, evitando la entrada de alimentos y medicinas de forma peligrosa”.

Ataques contra la red sanitaria

A los bombardeos y la hambruna se une el ataque constante contra los puestos sanitarios. Muchos de los niños y niñas, avisaba desde Tokio la responsable de UNICEF han sufrido heridas graves e incluso la pérdida de algún miembro. “Si hubieran estado en un lugar normal, donde hubiera un hospital normal, un hospital equipado con los suministros y el material médico suficiente podrían haberse salvado”, expresaba Adele Jodr.

Según la OMS en lo que va de año se han registrado al menos 520 ataques a la misión médica. En Gaza, este organismo ha reportado más de 400 ataques contra el personal sanitario

Según la Organización Mundial de la Salud en lo que va de año se han registrado al menos 520 ataques a la misión médica. En Gaza, este organismo “ha reportado más de 400 ataques contra el personal sanitario, instalaciones médicas y ambulancias desde el 7 de octubre de 2023. La mitad de los hospitales de Gaza están inoperativos”, explicaba este martes en el Congreso de los diputados de España la directora general de Médicos Sin Fronteras, Marta Cañas. Esta entidad organizaba este martes la jornada ‘La acción humanitaria y la protección a la misión médica: un compromiso parlamentario’, en la sala Ernest Lluch. Han demandando más compromiso y un mayor liderazgo internacional para acabar con los ataques a los hospitales, al personal sanitario y a los civiles.

En este acto, la enfermera pediátrica Ruth Conde, que ha participado en una misión en Gaza, se mostraba tajante: “Nos hemos enfrentado al miedo. Por primera vez he sentido que no hay ningún derecho o ley que me proteja, ni a mis compañeros ni, lo más importante, a nuestros pacientes. Al no respetar las normas más básicas y elementales de cuidado y protección de la población civil, estamos creando un precedente aterrador”. Médicos Sin Fronteras alerta: las políticas antiterroristas están criminalizando a toda la población.

Netanyahu, cuestionado

Mientras, crece la presión para que Israel acepte el alto al fuego propuesto por el presidente de EE UU, Joe Biden. Según una encuesta realizada por el Instituto Político del Pueblo Judío, un 60% de la población israelí aceptaría este alto al fuego a cambio de la liberación de los rehenes de Hamas. La encuesta muestra también que tres de cada cuatro israelíes tienen muy poca confianza en el actual primer ministro de Israel.

Netanyahu ve cada vez más cuestionada su política de masacre y se ha visto abocado a disolver el gabinete de guerra montado tras el 7 de octubre, después de la renuncia del líder centrista Benny Gantz y el ‘número dos’ de su partido, Gadi Eisenkot, alegando discrepancias con la gestión del primer ministro.

Una protesta celebrada el pasado lunes frente al parlamento se saldó con nueve detenidos y tres heridos a causa de la represión por parte de las fuerzas de seguridad israelíes

Una protesta celebrada el pasado lunes frente al parlamento se saldó con nueve detenidos y tres heridos a causa de la represión por parte de las fuerzas de seguridad israelíes. Los manifestantes pedían la convocatoria de elecciones anticipadas y un acuerdo para la liberación de los rehenes.

Fuente de la información e imagen:  El Salto

Foto: Una mujer palestina lleva el cuerpo de un niño frente al hospital Al Najjar en Rafah, el 19 de diciembre de 2023. (Mohamed Zaanoun / Activestills)

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Raúl Zibechi: “Gaza es el fin de la humanidad. Hay un proyecto de exterminio de los pueblos molestos”

Por: Berta Camprubí

Raul Zibechi (Montevideo, 1952) empieza a ser lo que algunas comunidades llaman un mayor, un pensador que tiene una mirada global, situada en América Latina, con experiencia y con ya bastante camino recorrido. Un mayor que, además, cada vez le da más importancia a la espiritualidad y a los cuidados. Le gusta volver a los sitios —a Chiapas, al Wallmapu, al Cauca…— cada cierto tiempo, para ver como avanzan o retroceden o se transforman los procesos de lucha, las comunidades organizadas, los pueblos resilientes y los territorios vivos. Es de los que te saca el patriarcado y el machismo en cualquier respuesta sin necesidad de que se lo nombres a propósito, algo poco frecuente en varones blancos relativamente privilegiados. Y está en Barcelona solo un par de días, para presentar el libro Veus per una transició ecosocial (Pol·len Edicions, 2024) en el que ha colaborado con un artículo sobre la descolonización de la transición ecosocial, básicamente un llamado a no pretender que esa transición sea liderada por los Estados, sino por los pueblos y los procesos. Conversamos en Ona Llibres una tarde de lluvia agradecida.

Hoy tenemos un problema de brújulas, los instrumentos para saber dónde estamos y cómo se mueven los vientos y las olas están fallando, incluso en la meteorología que es una ciencia crítica

Te gusta leer el mundo desde sus procesos de resistencia, en términos de construcción de comunidad, de construcción de autonomías: ¿cómo ves al mundo desde esos términos en este momento?
Lo veo en el borde del precipicio, lo veo a un hilo de la destrucción de la humanidad y en ese sentido, toda la mirada se apoya en dos pies: en un pie, las guerras que van escalando, Ucrania, Israel contra Palestina, pero también Yemen, Afganistán, Siria… y las guerras no declaradas como la de México —¡350.000 muertos!— o Colombia. Y en el otro pie, este caos climático y un futuro que no sabemos cómo va a ser, porque el caos no es solo climático, es social, es geopolítico, es un caos cultural. Los valores que existían antes, en los periodos de los Estados del bienestar o los Estados que ordenaron un poco las sociedades, hoy están totalmente fuera de control y ahí es cuando nos cuesta más poder interpretar lo que está sucediendo. Hoy tenemos un problema de brújulas, los instrumentos para saber dónde estamos y cómo se mueven los vientos y las olas están fallando, incluso en la meteorología que es una ciencia crítica.

Los territorios que más conoces son los de Abya Yala, ¿cómo ves procesos de resistencia como el zapatismo o las luchas indígenas en Colombia ante el auge de la violencia del narco?
No sé si se podría decir que están en crisis, pero enfrentan graves obstáculos. No solo por el narco, también por los progresismos. López Obrador ha militarizado México, Boric ha mandado más soldados al Wallmapu que Pinochet, el progresismo muchas veces encierra los procesos de resistencia. En el Cauca, con Gustavo Petro y Francia Márquez, se logró la entrega de tierras ancestrales, pero no siempre es para construir. Esos procesos están viendo también mucha división interna. Y ya entrando en la violencia del narco: el narco es también extractivismo, es capitalismo, es patriarcado.

Con el auge de consumo de fentanilo en Estados Unidos, la cocaína se consume menos en el norte y las rutas se están yendo más hacia Asia y hacia Europa, pasando por Brasil y también por Argentina y Uruguay

También es colonial la cocaína, que se consume principalmente en el norte global, mientras la hoja de coca se cultiva solo en Colombia, Perú y Bolivia.
Sí, sin duda, el narco es colonial: colonialismo y patriarcado trabajan juntos porque son inseparables, María Galindo suele decir “no se puede ser antipatriarcal sin ser anticolonial y viceversa”. Actualmente el colonialismo, ahora un neocolonialismo, de la mano del extractivismo, de la acumulación por despojo, está cambiando las geografías. En el caso del narco, las principales rutas ya no van hacia el norte, lo explica Petro y en eso tiene razón, con el auge de consumo de fentanilo en Estados Unidos, la cocaína se consume menos y las rutas se están yendo más hacia Asia y hacia Europa, pasando por Brasil y también por Argentina y Uruguay. Y sí, la contaminación y la violencia se quedan en los territorios del Sur y la droga se va. Aun así, es importante remarcar, que a la vez siguen surgiendo nuevos procesos de autonomía en diferentes lugares, en la Amazonía peruana, los wampis, los achuares, ya se han constituido nueve gobiernos autónomos en pocos años.

A nivel de política institucional en América Latina, se ha profundizado en la alternancia entre progresismo y conservadurismo —más o menos ultra—. Reina la inestabilidad. Te voy a nombrar algunas situaciones y nos comentas brevemente cómo las ves desde tu punto de vista. La primera, la vuelta de Lula al Palacio de Planalto después de cuatro años de Bolsonaro.
Horrible. Quiero decir, Lula no es peor que Bolsonaro, pero el Lula actual comparado con los primeros gobiernos de Lula está varios escalones más abajo, no está haciendo nada interesante.

Siguen surgiendo nuevos procesos de autonomía en diferentes lugares, en la Amazonía peruana, los wampis, los achuares, ya se han constituido nueve gobiernos autónomos en pocos años

Creó el Ministerio de los Pueblos Indígenas.
Para domesticarlos, con Sonia Guajajara. Porque los pueblos indígenas fueron la principal resistencia a Bolsonaro. Pero con Lula sigue avanzando el extractivismo, el capitalismo e incluso João Pedro Stédile, líder del MST, que siempre ha sido lulista, decía el otro día que no se ha avanzado nada en reforma agraria, que es una vergüenza.

Luego en Perú tenemos a un presidente electo en prisión preventiva desde diciembre de 2022.
Primero hay que tener en cuenta que Pedro Castillo nunca fue de izquierdas, nunca fue progresista, fue estalinista, aliado con la peor izquierda del Perú, hizo un Gobierno corrupto, inestable, con bandazos de un lado para otro. Y quien lo derrota es la vieja oligarquía tradicional peruana, con un saldo de por lo menos 50 muertos. Dina Boluarte es un monstruo, sin duda, pero Castillo quizás no tomó las mejores decisiones.

Recientemente fue reelegido Nayib Bukele en El Salvador, con cárceles llenas de jóvenes en un país que se proclama ahora como el más seguro de América. ¿A costa de qué?
A costa de liberar territorios para el extractivismo. Está haciendo acuerdos con empresas mineras y de otro tipo para fomentar el despojo. No le preocupa tanto la seguridad de la gente sino los intereses económicos y financieros con empresas que llegan a extraer recursos. Entonces solo por ser joven y tener tatuajes te vas a la cárcel y ahora, a pesar de que estaba prohibido en la Constitución, se reelige como presidente cinco años más, es un régimen militar.

Milei es hijo de un periodo grande de mal gobierno progresista. Y es hijo de un periodo de deterioro de las condiciones de vida de los sectores populares

Milei en Argentina: ¿cómo pudo pasar?
Milei es hijo de un periodo grande de mal gobierno progresista. Y es hijo de un periodo de deterioro de las condiciones de vida de los sectores populares, de una inflación del 100% y de un 50% de la población en la pobreza. Entonces por un lado está este empobrecimiento, falta de horizontes. Y por otro lado, la base social dura de Milei son varones de menos de 25 años que reaccionaron ante el empoderamiento de las mujeres de su misma edad. Su propuesta es profundamente patriarcal, violentamente machista y también es una reacción de un sector de las clases medias que están hartas de los pobres y de que el Estado apoye a los pobres con subsidios.

Ante tanta inestabilidad en América Latina, proyectos como Unasur han quedado atrás: ¿hay alguna iniciativa de integración latinoamericana que esté funcionando y que pudiera tener un rol a nivel global ante una posible transición ecosocial?
En América Latina un proyecto de integración no ha funcionado en gran parte por la lógica colonial, porque cada nación tiene que competir con las otras por sus intereses, por sus exportaciones. Hoy los Estados sobreviven con el extractivismo, con la acumulación por despojo. Los únicos sujetos capaces de protagonizar una transición ecosocial, o en quiénes podríamos fijarnos, son los pueblos originarios, campesinos, negros y algunas periferias urbanas. Ellos son claramente los que tienen la menor huella ambiental.

Hay que mirar a los pueblos como los sujetos de esa transición hacia un mundo sostenible, básicamente porque ellos para vivir necesitan el agua limpia, necesitan sus territorios libres de minería

Los Estados no tienen ninguna propuesta, entonces?
No. De ninguna manera. Fíjate que el proyecto de Petro es una alianza con el Pentágono para proteger la Amazonía, eso es otro delirio porque el Pentágono es la institución con la huella ambiental más grande del mundo. Ahí hay un enorme déficit de los Estados que además siguen vendiendo petróleo. Ahora viene un debate muy fuerte en Brasil porque Lula quiere permitir la explotación petrolífera en la Amazonia y eso perjudica a los pueblos. El Estado-Nación es un gran consumidor, un gran depredador, necesariamente precisa del extractivismo para implementar su propio sostenimiento. La matriz colonial del Estado en América Latina lo ha llevado a ser el protector de la minería, de los monocultivos. Creo que hay que mirar a los pueblos como los sujetos de esa transición hacia un mundo sostenible, básicamente porque ellos para vivir necesitan el agua limpia, necesitan sus territorios libres de minería. Y se está avanzando en eso, por ejemplo ahora en Colombia se han creado los Territorios Agroecológicos por parte de organizaciones campesinas vinculadas al Congreso de los Pueblos. Eso es muy importante porque el Estado no tiene más remedio que sancionarlos en el marco de los acuerdos de paz, y si se van implementando, vamos dando saltos adelante. Pero insisto, los sujetos son los pueblos, no los Gobiernos, no los Estados. No podemos creer que a través del poder estatal se pueden cambiar las cosas, uno de los problemas de esta transición es que el Estado ya no es una herramienta de transformación positiva.

¿Lo fue en algún momento?
En algún momento jugó a ser un árbitro entre clases. En Europa con los Estados del bienestar sobre todo, en América Latina con Estados del bienestar más restringidos, pero lo fue.¿Estás de acuerdo con los postulados del decrecimiento?
Hace más de 30 años que se habla de decrecimiento, en principio no estoy en desacuerdo, el problema es otro: cuando creamos una propuesta que es buena, ¿quién se encarga de hacerla?

Hay que tomar conciencia de que el decrecimiento, como toda la transición, son procesos de conflicto social y si olvidamos eso estamos haciéndole juego al capitalismo verde

En una hipotética instalación de políticas públicas para poner en marcha el decrecimiento, ¿crees que todos los países deberían decrecer del mismo modo o a la misma velocidad? ¿Hay una mirada anticolonial del decrecimiento?
Los primeros que tienen que decrecer son las grandes empresas petroleras y mineras, el 1% más rico, que es el que tiene la principal huella, y los ejércitos. ¿Quién mide los impactos de las bombas en Gaza sobre el medio ambiente? Hay que tomar conciencia de que el decrecimiento, como toda la transición, son procesos de conflicto social y si olvidamos eso estamos haciéndole juego al capitalismo verde.

Habría que empezar por aquellos sectores sociales, países, naciones que más contaminan. Si le pides a una comunidad amazónica que tiene un carro para 200 personas que decrezca igual que Barcelona, estás cometiendo una injusticia ambiental brutal. Hay que ser muy precisos. El decrecimiento llevado desde esa lógica, sería una política anticapitalista y anticolonial, me parece a mí.En Europa se expanden las extremas derechas. Decías que en América Latina difícilmente puede funcionar una política de integración. ¿En la Unión Europea sí está funcionando? ¿Cuál es la función de la UE desde tu punto de vista? 
La Unión Europea se creó para ejercer un poder que no estuviera subordinado a los Estados Unidos, ese fue el inicio del euro. Hoy ese proyecto está perdido, Europa está subordinada a los Estados Unidos, sin capacidad de tener una política internacional mínimamente autónoma y ahora en una situación de crisis, de falta de futuro, irrumpe esta nueva política que se le llama extrema derecha, que yo discrepo. Hoy en día derecha e izquierda se parecen mucho. La energía hay que ponerla en otra cosa y no en las campañas electorales.

Europa está subordinada a EE UU, sin una política internacional mínimamente autónoma y ahora en una situación de crisis, de falta de futuro, irrumpe esta nueva política que se le llama extrema derecha

Aquí en el Estado español los colectivos de personas migrantes organizados saben bien qué partidos —efectivamente de izquierda y de derecha— votaron a favor del Pacto Europeo de Migración y Asiloehicieron campaña para votar en las europeas en esa clave.
Votar pueden votar, no tengo problema, pero si no nos organizamos, si no hay una fuerza de base, no estamos haciendo nada.

Por último, la situación en Gaza nos trae a los colectivos organizados en contra de la guerra, del racismo, del fascismo, una grave sensación de desesperanza, ¿qué ves tú en Gaza? ¿A donde deberíamos mirar para poner en práctica un poco de esperanza activa?
Creo que Gaza es el fin de la humanidad. Gaza nos deja claro que el 1% de la población está dispuesto a eliminar pueblos enteros para seguir estando en el poder. No es que los israelíes sean malos —que en general lo son— sino que hay un proyecto de exterminio de los pueblos molestos. Que son palestinos, que son yemeníes, que son zapatistas, nasas, mapuches… Ese es el proyecto, y es un proyecto colonial. La mayor esperanza está en que los pueblos son tan potentes, tan fuertes, que los de arriba necesitan atacarlos para destruirlos y eliminarlos de la faz de la tierra. Los de arriba tienen cierto miedo a los de abajo, esa es la esperanza.

Fuente de la información e imagen: El Salto

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Palestina y las voces que han visibilizado el genocidio

Por: Karen Campos Rodríguez

“Palestina Libre desde el Río hasta el Mar” -Organización para la Liberación de Palestina-

“Hemos visto cómo un coro cada vez mayor de voces, incluidas, voces que antes apoyaban a Israel se desvían a otra dirección. Eso nos preocupa porque no creemos que contribuya a la seguridad o vitalidad de Israel a largo plazo…”. Jake Sullivan – Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca-

De acuerdo con la publicación del 23 de mayo en RT ver [1], El Asesor de Seguridad estadunidense, Jake Sullivan expresó que el reconocimiento de Palestina como Estado por parte de naciones como España, Irlanda y Noruega, no es conveniente por razones de seguridad de Israel, ya que, las decisiones se deben hacer mediante negociaciones y no por decisión unilateral.

Lo anterior expuesto, es sin duda, una postura arbitraria y antidemocrática en el contexto internacional que distingue a Estados Unidos por su política, intervencionista, injerencista y colonialista.

Desde hace décadas, la Sociedad Internacional ha atestiguado el desplazamiento forzado y los crímenes de lesa humanidad a los que se ha enfrentado el Estado Palestino en un contexto de silencio y la complicidad por parte de Occidente ante un salvajismo estrepitoso del sionismo israelí, en una era en la que resulta inconcebible la figura del genocidio.

Bajo la justificación de la legítima defensa, el sionismo israelí emprendió desde octubre de 2023 una “contraofensiva” contra Hamás derivada de la operación “Tormenta de Al-Aasa”, misma que ha sido el resultado de las constantes violaciones al Derecho Internacional en la Franja de Gaza en un inicio.

Sin embargo, ante los bombardeos incesantes, la sociedad civil global ha quedado conmocionada ante el catastrófico escenario de violencia e incertidumbre, ya que pareciera que los colonos israelíes buscan el exterminio de la población palestina.

La legítima defensa está reconocida en el artículo 51 de la Carta de la Organización Naciones Unidas (ONU).

De acuerdo con Vázquez (1998) los elementos de validez de la legítima defensa son:

“a) Amenaza de un daño grave, inminente e irreparable.

  1. b) Que no haya medio de escapar a tal amenaza si no es con un recurso a los propios medios de defensa.
  2. c) Que la reacción defensiva sea proporcional al daño cuya amenaza se cierne sobre el sujeto.
  3. d) Que la acción de la legítima defensa sea de carácter provisional, tendiente a evitar un daño, y sin pretender imponer un castigo”.

La escalada israelí orquestada por el primer ministro y genocida Benjamín Netanyahu, en complicidad con Occidente, principalmente por su aliado, Estados Unidos encabezado por Joe Biden y su gabinete, han emprendido un genocidio sin precedentes en la zona de la Franja de Gaza y Rafah.

Justo el pasado 15 de mayo, se conmemoró el 76 aniversario de la Nakba de Palestina de 1948, en el cual se recordó la ocupación forzada por parte de Israel en medio de un nuevo genocidio por parte del sionismo israelí y la Guerra de Netanyahu, cuyos antecedentes remontan casi a finales de la Primera Guerra Mundial (1917), ya que ante el ascenso militar alemán en la Gran Bretaña que les llevaría a la capitulación, el ministro de asuntos exteriores británico Arthur James Balfour, buscó aliarse a lxs judíos sionistas que buscaban la creación de un Estado.

Esta alianza además de ayudarles militarmente a combatir con Alemania y el Imperio Turco-Otomano, este último con mandato en Palestina, después de que al finalizar la Primera Guerra Mundial la Sociedad de Naciones, impusiera la administración del territorio al Reino Unido como coste de la Guerra, buscaban emprender una estrategia geopolítica a través del Canal de Suez, el cual representa hasta nuestros días, una de las vías fluviales más importantes del mundo, cuya conexión une a Europa con el Océano Índico, así como con Estados de Asía-Pacífico y el Mar Arábigo.

A cambio, Balfour se comprometió con los sionistas a favorecerles al establecimiento de un asentamiento en territorio palestino, por lo que con la redacción de la Carta de Balfour se asentaron las bases jurídicas de lo que hoy es geográfica y políticamente Israel, en un acto de imposición e ilegitimidad.

De acuerdo con el documento: –La Cuestión del Palestina y la Asamblea General- de la Organización de las Naciones Unidas, “en la resolución 181 (II), la Asamblea General decidió dividir a Palestina en dos Estados, uno árabe y otro judío, con régimen internacional especial para Jerusalén”.

“Después de la Guerra de la Guerra de 1948, la Asamblea General, en su resolución 194 (III) de 1949, estableció la Comisión de Conciliación de las Naciones Unidas para Palestina para ayudar a las partes a alcanzar una solución definitiva reafirmando al mismo tiempo los derechos de lxs refugiados palestinxs al regreso y a la restitución”. En la resolución 3236 (XXIX) se refirmaron los derechos inalienables de lxs palestinxs a la libre determinación, la independencia, la soberanía nacionales y el derecho de regresar a sus hogares”.

Pareciera una falacia lo anteriormente expuesto por la Asamblea General ante un concierto de naciones, hoy, con pronunciamientos sin acciones, discursos pueriles vacíos y de doble moral, así como la nula credibilidad de la ONU ante un genocidio de proporciones descomunales, ya que, ante la mirada internacional, a Palestina se le ha violentado de la manera más atroz y flagrante, violando toda jurisprudencia, el Derecho Internacional y el Estatuto de Roma principalmente.

Es importante mencionar que actualmente Palestina se encuentra en calidad de observador permanente en Naciones Unidas. Asimismo, hay que precisar que no tiene ejército debido a los acuerdos de Oslo en los que les negaron el derecho, por lo que es sionismo se han impuesto con el control del espacio aéreo y marítimo, violando así también, el Derecho Aeronáutico y el Derecho Marítimo Internacional, situación que les ha posicionado en desventaja debido a la superioridad armamentista y tecnológica del sionismo israelí, por eso es que sólo se puede contextualizar esta masacre como la guerra de Netanyahu y genocidio.

En estos momentos es importante revisar el preámbulo del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, así como el contenido de los artículos 1 al 8 para cuestionarse a quién le favorecen los lineamientos de la justicia internacional.

Es importante destacar, que de acuerdo con el Derecho Internacional y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional [2] lo siguiente:

Artículo 5. crímenes de la competencia de la corte 1. a) el crimen de genocidio; b) los crímenes de lesa humanidad; c) los crímenes de guerra; d) el crimen de agresión.

Artículo 8.  la Corte tendrá competencia respecto de los crímenes de guerra en particular cuando se cometan como parte de un plan o política o como parte de la comisión en gran escala de tales crímenes. 2. a los efectos del presente estatuto, se entiende por “crímenes de guerra”: i) el homicidio intencional; i) la tortura o los tratos inhumanos.

De acuerdo con Vázquez (1998), “En relación con los crímenes de guerra debemos mencionar dos instrumentos convencionales importantes; la Convención para la prevención y la Sanción del delito de genocidio y la convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra”.

En medio de un genocidio discursos sobran y las acciones son escasas o nulas por parte de los Estados, salvo aquellos que se han atrevido a romper relaciones diplomáticas con Israel o a unirse a la denuncia ante la Corte Internacional de Justicia impuesta por Sudáfrica por las incesantes violaciones a la jurisprudencia internacional, evidenciando así la fragilidad de los organismos internacionales pertenecientes a la estructura de la ONU, cuyo impacto recae de acuerdo a las cifras oficiales proporcionadas por medios de información como Palestina hoy 2.0, (quienes en distintas ocasiones han sido silenciadxs en las redes sociales) con base en la última información del 13 de mayo de 2024 lo siguiente:

“Resumen del GENOCIDIO EN Gaza [3]:

-220 días de genocidio.

-3.123 masacres cometidas por el ejército de ocupación.

-45.091 entre asesinados y desaparecidos.

-10.000 desparecidos.

-35.091 asesinados que llegaron a los hospitales.

-15.103 niños asesinados.

-31 niños muertos por hambre.

-9.961 mujeres asesinadas.

-492 asesinados del personal médico.

-69 asesinados de la Defensa Civil.

-143 periodistas asesinados.

-7 fosas comunes hechas por Israel en hospitales de Gaza.

-520 cuerpos encontrados en fosas comunes.

-78.827 heridos.

-11.000 heridos necesitan ser trasladados a otros países para recibir tratamiento

-17.000 niños viven sin sus padres o uno de ellos.

-11.000 heridos con necesidad de viajar para recibir tratamiento.

-10.000 pacientes con cáncer enfrentan el riesgo de muerte.

-1.095.000 pacientes con enfermedades infecciosas.

-20.000 casos de infección por hepatitis viral.

-60.000 mujeres embarazadas en riesgo.

-350.000 pacientes con enfermedades crónicas sin control y tratamiento adecuado.

-5.000 secuestrados por Israel de Gaza.

-310 secuestrados de personal de salud.

-20 periodistas secuestrados.

-2 millones de desplazados.

-103 escuelas y universidades quedaron completamente destruidas.

-311 escuelas y universidades parcialmente destruidas.

-247 mezquitas completamente destruidas.

-326 mezquitas parcialmente destruidas.

-3 Iglesias atacadas y destruidas.

-86.000 viviendas quedaron completamente destruidas.

-294.000 viviendas parcialmente destruidas.

-75.000 toneladas de explosivos arrojados por Israel.

-33 Hospitales fuera de servicio.

-55 centros de salud fuera de servicio.

-160 instituciones de salud fueron parcialmente atacadas.

-126 ambulancias destruidas.

-206 sitios arqueológicos y patrimoniales destruidos”.

¿Acaso esto no es genocidio?

Por todo lo anterior, como Internacionalista, me uno a las jornadas de protesta civil a nivel internacional, pronunciándome con repudio hacia el genocidio perpetrado por el Estado ilegítimo de Israel y sus cómplices hacia nuestras y nuestros hermanxs palestinxs.

Expreso mi solidaridad, apoyo y alteridad a lxs estudiantes y docentes que a nivel internacional han alzado la voz de quienes han callado con bombas, ante una ola de represiones en el ejercicio de su derecho a la libre manifestación, por parte de quienes ostentan en sus dobles discursos la libertad, la democracia, la paz, seguridad y fraternidad internacionales.

En estos momentos la resistencia son las voces invisibilizadas, continuando con la exigencia a nuestros gobiernos del rompimiento de relaciones diplomáticas con Israel, así como el boicot comercial de sus cómplices comerciales.

El genocidio que Netanyahu emprendió con premeditación, alevosía y ventaja, ha tenido consecuencias catastróficas, la más dolorosa, las niñeces y civiles asesinadxs, mientras, los sobrevivientes han quedado con secuelas físicas y psicológicas irreparables, sin hogar, sin familia y sin ayuda humanitaria, ya que los sionistas han dejado sin alimentos, agua potable y servicio médico a familias palestinas en Gaza y Rafah, siendo esta última ciudad, la que protagonizó uno de los ataques más desgarradores en un campo de refugiados.

Palestina Libre por el Apartheid, el desplazamiento forzado, los crímenes de lesa humanidad, el genocidio y las violaciones a la jurisprudencia internacional.

Palestina Libre por lxs que ya no están.

Palestina Libre por quienes están resistiendo con miedo, hambre, sin hogar, sin acceso a la salud ya la educación.

Palestina Libre para que se haga justicia y se aplique el peso de las leyes internacionales a lxs criminales de guerra.

Palestina Libre por la autodeterminación y el retorno a sus territorios.

Palestina Libre por la lucha de sociedad civil que son la voz de Palestina.

Palestina Libre por un Estado que no tan sólo sea reconocido, sino que sea libre y soberano.

Palestina Libre por el cese al fuego inmediato.

Referencias:

France 24. 25 años después de los Acuerdos de Oslo, el conflicto palestino-israelí sigue sin resolverse. https://www.france24.com/es/20180913-acuerdos-oslo-conflicto-palestino-israeli

Lastchan, T. (15/11/2023). “Desde el Río hasta el Mar”, el eslogan de la discordia. DW. https://www.dw.com/es/desde-el-r%C3%ADo-hasta-el-mar-disputa-por-el-eslogan-propalestino/a-67412000

Naciones Unidas. La cuestión de Palestina y la Asamblea General. https://www.un.org/unispal/es/data-collection/general-assembly/#:~:text=La%20Cuesti%C3%B3n%20de%20Palestina%20y%20la%20Asamblea%20General&text=La%20cuesti%C3%B3n%20de%20Palestina%20se,r%C3%A9gimen%20internacional%20especial%20para%20Jerusal%C3%A9n.

Vázquez, S. (1998) Derecho Internacional Público. Páginas|392,415.

[1] https://actualidad.rt.com/actualidad/510437-eeuu-preocupado-creciente-aislamiento-israel

[2] https://www.un.org/spanish/law/icc/statute/spanish/rome_statute(s).pdf

[3] https://www.facebook.com/profile.php?id=61555823877181

Fuente e Imagen: La autora escribe para OVE

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“El infierno es el mismo, ya sea aquí, en Rafah o en la ciudad de Gaza”

Por: Amira Hass | Heba Farouk Mahfouz

Según informes palestinos, 22 palestinos, incluidos ocho niños y bebés, fueron asesinados por bombas y proyectiles israelíes en el este de Rafah en la noche del lunes 6 al martes 7 de mayo. En su web, la agencia de noticias Wafa publicó un vídeo que muestra a las madres llorando despidiéndose por última vez de sus hijos, que estaban envueltos en una tela blanco.

En Israel, el bombardeo se presentó como una respuesta a los disparos de cohetes desde la Franja de Gaza, que mataron a cuatro soldados israelíes e hirieron a diez. Las y los habitantes de Rafah no consideraron que el bombardeo fuera una respuesta a la muerte de los soldados o que estaba dirigido a la fuente de los disparos de mortero. Se trataba de una venganza y la preparación de una invasión terrestre israelí.

El bombardeo también se percibió como una orden dada a las personas que allí residen para que abandonaran sus hogares, el mismo mensaje de los folletos lanzados por los aviones israelíes sobre la zona o los mensajes de voz y texto enviados a los teléfonos por números desconocidos. El término muy neutral de evacuación no refleja ni una mínima fracción del miedo, la rabia y el agotamiento que sienten los habitantes de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza.

Un nuevo éxodo que las y los habitantes de Gaza comenzaron el lunes, a pie, en carros, minibuses, coches sobrecargados y bicicletas cargadas de colchones, mantas y escasas cantidades de ropa y comida. Las personas evacuadas abandonaron los barrios del este de Rafah para viajar a regiones desconocidas al norte o al oeste. Pueden dirigirse hacia el norte, hacia las ruinas de Jan Yunis, o hacia la franja costera de tierras agrícolas de Muwasi, que no tiene instalaciones de agua o alcantarillado, pero que Israel insiste en calificar como una zona humanitaria.

El lunes 6 de mayo por la noche, después del espectacular anuncio de Ismaëll Haniyeh, líder de Hamás, de que su organización había aceptado la propuesta de alto el fuego [negociada en Egipto], ¿se darían la vuelta las decenas de miles de habitantes de Gaza que huyen? ¿Se detendría el movimiento de fuga? [Los informes del martes por la mañana ilustraron la enorme decepción de las poblaciones desplazadas.]

En todo caso, lo que es cierto es que la declaración de Haniyeh y la contradeclaración de Israel, según la cual Hamás está engañando, aumentaron la confusión, la falta de información y la dificultad de decidir qué hacer. La vida en Rafah está subyugada a esta situación, con el telón de fondo de las frecuentes declaraciones de los israelíes de que también invadirían Rafah. Lo que se suma al habitual horror, desesperación y agotamiento, así como a la conciencia de que cualquiera puede ser asesinado en cualquier momento, puede perder un brazo o una pierna, o enterrar a un niño de 6 años.

Al-Jneineh, es uno de los barrios al este de Rafah que fue bombardeado el domingo y del que el ejército israelí ordenó a sus habitantes que se fueran. Varios de mis amigos y sus familias viven allí. La mayoría de ellos tuvieron que abandonar la ciudad de Gaza y el campo de refugiados de Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, hace unos seis meses. Otros eligieron vivir allí hace 20 o 30 años.

Los árboles y la vegetación de la zona fueron sustituidos gradualmente por casas de hormigón de todos los tamaños. Las y los jóvenes del campo de refugiados de Shabura [cerca de Rafah] trabajaron duro, ahorraron un centavo tras otro y se endeudaron para poder comprar un terreno y construir una casa para salir de las estrechas callejuelas y las casas superpobladas de un campo de refugiados sin rayos de sol.

Hoy en día, a los habitantes de al-Jneineh se les unen sus familiares, que han sido desarraigados por segunda, tercera o incluso cuarta vez. En los últimos siete meses, desde el comienzo de la guerra, han tenido un poco de suerte, aunque en al-Jneineh, como en otros barrios de Rafah, los ataques aéreos han destruido casas y matado a personas que residían allí.

Los habitantes de al-Jneineh aún lograron quedarse en sus casas en lugar de vivir en tiendas de campaña, y tenían todo lo necesario para la casa, como mantas, ropa, colchones y utensilios de cocina. Nunca tuvieron que esperar en colas de 300 a 400 personas para usar los baños, como es el caso de las escuelas convertidas en refugios. Para ellos, este número oscila entre 10 y 30 personas, dependiendo del tamaño de la familia.

¿También se convertirán en una estadística, incluida en las cifras de los habitantes de Gaza que han perdido sus casas, esta semana? ¿Encontrarán una tienda? ¿Deberán dormir afuera?

Sus padres eran niños cuando fueron expulsados de sus pueblos o de Majdal, ahora Ashkelon, o de Isdud (Ashdod) en las regiones que se convirtieron en el Estado de Israel. Algunos de estos refugiados siguen vivos. No han olvidado que fueron desarraigados y perdieron su casa. Necesitan cuidados especiales y esperan morir para no ser una carga para sus hijos y nietos.

Las familias de dos amigos, Dalia y Yakub, viven a 200 o 300 metros una de la otra. El lunes, Dalia dijo que estaban “dentro del mapa”, lo que significa que su casa abarrotada, donde se quedaron sus hijos y la familia amplia de su marido, estaba dentro de la zona a evacuar. Así que tuvieron que empaquetar lo poco que tenían y huir.

Yakub dijo el lunes que su casa, donde viven cuatro familias, no estaba en el mapa y que estaba esperando a ver qué pasaba. Añadió que no creía que la casa de Dalia estuviera en el mapa, por lo que Dalia y su familia no tendrían que huir. O no todavía.

Pero el único hospital de Rafah, Yousef al-Najjar, está en el mapa. Yakub se pregunta si toas y todos los pacientes, la gente desplazada que se aloja allí y el personal médico tendrán que irse, y si todos la gente que permanezcan será asesinada y enterrada en una fosa común.

Dalia dice que no está segura de que Yakub tenga razón al decir que la casa de los padres donde se encuentra está fuera del mapa, y de todos modos nadie entiende realmente el mapa. No saben qué hacer, si hacer el equipaje, qué llevar y cómo transportar a la abuela de la familia.

“Estamos a 500 metros”, dice Dalia, hablando de la zona donde se evacua a la gente. ¿Qué es 500 metros? Cuando hay disparos de proyectiles o bombardeos, los fragmentos de proyectiles nos alcanzan. No sabemos a dónde ir. Pensamos en ir al centro de la banda, pero no hay un camión para llevarnos. Ya no sabemos lo que podemos hacer.”¡

Nuestra conversación telefónica ha sido interrumpida, pero en un mensaje de voz Dalia explica que la recepción de los teléfonos móviles es muy mala y que escuchan constantemente bombardeos y disparos de artillería. En la noche del lunes al martes, mientras el ejército israelí ocupaba el lado palestino del punto de paso de Rafah, los disparos de artillería y los incesantes bombardeos no permitieron a la familia dormir ni un momento, escribe.

Nuestro amigo común Saleh, que fue trasladado hace unos seis meses del campo de refugiados de Shati, no podía soportar la incertidumbre y el miedo constante de una invasión terrestre israelí. Hace dos meses se mudó a un barrio al norte de Khan Younès, donde había relativamente pocas casas.

“No quería que nos pasara lo que sucedió la primera vez que nos echaron, cuando huimos de casa en medio de la noche dejando todo atrás, incluidas las mantas y los colchones”, dijo.

Al principio, su esposa tenía miedo de instalarse en su cabaña de vacaciones porque los baños no estaban en la casa. Temía que los operadores de drones israelíes decidieran que cualquiera que estuviera fuera de la cabaña, por la noche, fuera un activista de Hamás y que la mataran. Pero los temores de una invasión de Rafah tienen ahora más importancia que el ataque de un dron.

La cuestión no es que estemos vivos. Esto no es vida. Las calles están llenas de aguas residuales y basura. No tenemos agua en la cabaña ”, dijo Saleh. [Los controles israelíes sobre los convoyes humanitarios han dado lugar a la confiscación de las tabletas de cloro utilizadas para la desinfección y purificación del agua, lo que tiene implicaciones sanitarias desastrosas.]

Incluso para alguien que todavía recibe un salario, no es posible sacar dinero de un banco y hay que gastar casi una cuarta parte de la suma en gastos de cambio. Una botella de gas cuesta 400 shekels [108 dólares]. Nosotros no trabajamos. Los niños no van a la escuela. Sólo existimos, y en cualquier momento, cualquiera puede ser asesinado. El infierno es el mismo, ya sea aquí, en Rafah o en Gaza City”.

Artículo publicado en Haaretz (8/05/2024) traducción al francés: A l’Encontre)


Tres habitantes de Gaza describen la vida en Rafah

Heba Farouk Mahfouz

Mohamed Khaled, 22 años:

La seguridad solo viene de Dios. Los israelíes han anunciado los sectores en los que iban a entrar. Actualmente estoy al lado de estas áreas, así que cuando llegue nuestro turno, tendremos que irnos, si todavía estamos vivos para entonces.

Ya no encontramos un lugar a donde ir. Ya no hay a dónde ir. La gente está dispersa, cada uno yendo en una dirección. Los bombardeos son constantes, lo juro. No es fácil irse. El transporte es extremadamente caro para nosotros. Rezo para que mañana pueda encontrar un lugar al que ir.

Mohamed, 32 años [pide anonimato]:

Estoy en Mawasi [zona junto al mar creada por los ocupantes], Rafah. Hay bombardeos a nuestro alrededor. Hace una hora, el ejército evacuó un edificio frente a nuestra casa. Los israelíes llamaron a los lugareños por teléfono, les preguntaron cuántas personas había dentro y cuáles eran sus nombres. Luego pidieron a los habitantes, por su seguridad, que se movieran a una distancia de 5 kilómetros. Soy de la ciudad de Gaza y me han trasladado a la fuerza tres veces al interior de Gaza. Una vez estuve en casa de mi hermana y hubo un ataque aéreo. Mi madre y yo fuimos heridos, así como mi hermana y su marido. Entonces fuimos al hospital al-Shifa, pero también hubo ataques, así que nos dirigimos a la ciudad central de Deir al-Balah, pero fue evacuada, así que vinimos a Rafah, donde nuevamente bombardearon, y ahora estamos en Mawasi.

Hace una semana, mis hermanas fueron a Egipto y uno de sus maridos las acompañó. Mi otro cuñado fue rechazado porque es sirio, así que estoy aquí con él y mi madre. Mi madre fue inscrita en la lista para irse, pero se negó a dejarme atrás. Mi nombre fue rechazado porque se confundió con otro nombre… Nos alojamos en una casa con otras cuatro familias, es decir, 34 personas en total. Es una casa, pero no es muy grande. Tenemos tiendas de campaña para refugiarnos dentro de la casa, porque la mayoría de sus partes no tienen techo.

Un trabajador médico de 42 años en Rafah:

Están evacuando las partes orientales. No tengo miedo, me entrego en manos de Dios. Si no hay acuerdo hasta el viernes, tendré que dejar Rafah. Hay [drones] por todas partes en Rafah. Esto es muy peligroso en general. Iré a Deir al-Balah. Mi amigo tiene un terreno donde hay agua. Nos quejamos ante Dios. Casi una cuarta parte de las personas que a mi alrededor, viviendo en tiendas de campaña, se han ido. ¡Es el éxodo! No hay un lugar seguro. Y ahora el hospital Abu Youssef al-Najjar ya no está en servicio. Si alguien está herido, solo le puede salvar Dios.

(Entrevistas publicadas en el Washington Post (8/05/2024) traducción al francés: A l’Encontre)

https://alencontre.org/moyenorient/palestine/lenfer-est-le-meme-que-ce-soit-ici-a-rafah-ou-a-gaza-city.html

Traducción: Faustino Eguberri para viento sur

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Declaración sobre Gaza de la Campaña Mundial sobre Educación

Hasta el 27 de febrero se habían reportado 29 878 palestinos muertos y 70 215 heridos, siendo la gran mayoría mujeres y niños.
De los 2,2 millones de habitantes de Gaza, más de 1,9 millones han sido desplazados, entre ellos muchos que han huido varias veces. Actualmente hay 1,5 millones de palestinos refugiados en Rafah, de los cuales 610 000 son niños que no tienen adónde ir.
Aproximadamente 378 escuelas han sido destruidas o dañadas. El Ministerio de Educación palestino ha reportado la muerte de más de 4 327 estudiantes, 231 maestros y 94 profesores. Todas o parte de las 12 universidades de Gaza han sido bombardeadas y en su mayoría destruidas.
Miles de niños se han quedado huérfanos y cientos de miles de niños necesitan ahora apoyo en materia de salud mental.
Por tanto, la Campaña Mundial sobre Educación pide:
• Exigir un alto el fuego inmediato en Gaza.
• Exigir el restablecimiento inmediato y completo del acceso a alimentos, agua, electricidad y medicinas para los ciudadanos de Gaza.
• Insistir en que los donantes restablezcan urgentemente la financiación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).
• Exigir a todas las partes que se adhieran al principio de que las instituciones educativas deben ser un espacio protegido para que los estudiantes aprendan y desarrollen su potencial, incluso durante la guerra.
• Apoyar el derecho de los palestinos a regresar inmediatamente al norte de Gaza, sobre todo para los niños y jóvenes que necesitan volver a sus escuelas y colegios para acceder a su derecho a la
educación.

Otras resoluciones:
1. Que la CME envíe una carta al fiscal de la Corte Penal Internacional para animarle a considerar, de forma total y rápida, si se han cometido crímenes de guerra y/o crímenes contra la humanidad durante la guerra.

2. Emprender una consulta completa con las organizaciones miembro para desarrollar una respuesta política global a la guerra de Gaza y a la recuperación.

Declaración sobre Gaza de la Campaña Mundial sobre Educación

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Israel y Gaza: guerra de la información y periodistas en el punto de mira

La FIP cifra en casi un centenar el número de reporteros asesinados este año en todo el mundo. Tres cuartas partes de ellos han muerto cubriendo el asedio en la Franja

Al menos, sesenta y tres periodistas y trabajadores de los medios han muerto en Oriente Medio desde que empezara la última guerra de Gaza, hace poco más de dos meses.

Son algo más que un daño colateral. En buena parte, si no en la mayoría de los casos, esos periodistas –todos palestinos– no fueron bajas casuales de la guerra, como otras víctimas civiles palestinas, sino objetivo preciso y predeterminado de los ataques de Israel.

Varios más han desaparecido y un número impreciso resultó herido. Son cifras que surgen de un meticuloso recuento de la Federación Internacional de Periodistas (FIP/IFJ, International Federation of Journalists).

A esa siniestra estadística, debemos sumar los nombres de tres periodistas muertos en Líbano, entre ellos Issam Abdallah, de la agencia Reuters. El 13 de octubre se encontraba con otros seis colegas –de la cadena Al Jazeera y de la agencia francesa AFP– cuando dos impactos de las fuerzas israelíes los alcanzaron de lleno. Estaban en Alma Al-Chaab,una localidad situada a poco más de un kilómetro de la frontera líbanoisraelí. Resultado del bombardeo repentino: un muerto (el mismo Issam Abadallah) y seis heridos, entre ellos la fotorreportera libanesa Christina Assi, a quien después los médicos tuvieron que amputar una pierna.

“Amnistía Internacional ha investigado directamente en Líbano, donde hemos interrogado a nueve testigos de la escena: los propios periodistas afectados y otras personas que se encontraban en las inmediaciones”, ha declarado Marija Ristic, coautora del informe de Amnistía Internacional, quien insiste en decir que, a la vista de los vídeos disponibles (57 exactamente), “se ve claramente a los periodistas vistiendo chalecos con la palabra press, lo mismo que alguno de sus vehículos”.

Las fuerzas israelíes tuvieron tiempo para comprobar que se trataba de un grupo de periodistas

Según ha declarado Ristic al diario La Libre Belgique, “las imágenes y las grabaciones sonoras señalan que varios helicópteros y un dron israelí sobrevolaron el grupo durante 46 minutos antes del ataque”.

De modo que las fuerzas israelíes tuvieron tiempo para comprobar que se trataba de un grupo de periodistas. Otro elemento que destaca el citado informe es que hubo dos disparos de obús distanciados entre sí 37 segundos. “No se dispara contra alguien dos veces si no lo consideras un objetivo”, apunta Marija Ristic. No hay error posible, según ella, que define el ataque como “dos lanzamientos deliberados”.

Tres investigaciones, la mencionada de Amnistía Internacional, así como otras de la agencia AFP y del colectivo Airwars explican con claridad cómo sucedió y el origen israelí de los dos obuses. No había ningún objetivo militar posible en el entorno. Ni casas cercanas. Y los choques militares de ese día por allí acontecieron a un kilómetro y medio de distancia.

En este punto, antes de continuar la lectura, invito al lector a repasar el vídeo de Airwars que recrea las circunstancias.

Es sólo un ejemplo de la estrategia bélica de Israel contra los periodistas. En ese diario belga ya citado, Anthony Bellanger, secretario general de la FIP, lo analiza así:

“Incluso durante la guerra de Irak, que produjo numerosas víctimas entre el colectivo de la prensa, no pudimos ver esa manera de apuntar tan sistemáticamente [a los periodistas]. Empezó a ser así desde 2011, durante la guerra de Siria y con el desarrollo de las redes sociales, cuando Facebook, Twitter y otras redes similares, dieron acceso múltiple a la ciudadanía. Todo cambió. Desde entonces, los autócratas y los beligerantes quieren asumir por sí mismos la comunicación vía las redes sociales. No les gusta que haya otras fuentes en su lugar”.

En otros conflictos, los periodistas y la población pueden –en determinadas circunstancias– huir del frente de batalla. Eso no es posible en Gaza, donde desaparecen día a día los suministros y las reservas de agua, electricidad, medicinas y alimentos.

El estado de Israel –y al sur Egipto, no lo olvidemos– controla las puertas para entrar y salir. El secretario general de la FIP resume así el valor de la información y el riesgo diario que corren los periodistas palestinos en Gaza:

“Todos los civiles, incluidos los periodistas, están enjaulados en una cárcel a cielo abierto que se va transformando en una fosa común”.

Y además, ningún reportero del exterior ha sido autorizado a trabajar allí.

Todos los civiles, incluidos los periodistas, están enjaulados en una cárcel a cielo abierto

Así que la cobertura informativa sólo es posible para los mismos periodistas que son –a la vez– víctimas fáciles del conflicto armado. Una parte ha muerto en –digamos– acciones bélicas normales. Porque se encontraban en el momento y lugar no deseados, mientras ejercían su oficio. En otros casos, bastantes, hay más que indicios que apuntan hacia la responsabilidad israelí por medio de ataques intencionados, contra ellos y contra sus oficinas y domicilios familiares. Anthony Bellanger pone varios ejemplos que se refieren a ese modus operandi deliberado. Lo precisan las imágenes de Al Jazeera en el ataque contra la oficina de la AFP en Gaza.

“Se ve cómo un proyectil atraviesa la oficina destruyéndolo todo, pero sin afectar al resto del edificio. Israel utiliza la inteligencia artificial para identificar a los miembros de Hamás. Funciona igual para los periodistas. Cualquiera que cuente lo que pasa es [para los responsables] un enemigo potencial, fácilmente identificable”, concluye Bellanger.

En menor medida, lo que sucede en Gaza acontece en cierto modo en Cisjordania. Israel controla esa parte de Palestina con mano de hierro, aún más desde el 7 de octubre.

En territorio israelí, los corresponsales acreditados saben que en cualquier momento su acreditación puede ser cancelada y que entonces dispondrán de un plazo breve para salir del país. En algunas ocasiones, las autoridades israelíes utilizan simples pretextos administrativos, según Anthony Bellanger, quien subraya que llevar un chaleco con la mención press puede también convertir al periodista en un objetivo claro. “Un riesgo doble –reitera Bellanger– porque se asume [el peligro de] situarse en la zona y simultáneamente el de ponerse en el punto de mira” [con el uso de un chaleco en el que está escrito press].

En Gaza, la estadística de víctimas mortales de la guerra se aproxima a las veinte mil, la mayoría mujeres y menores de dieciocho años. Los gazatíes que sobreviven lo hacen en condiciones humanitarias execrables, lo más cerca que pueden de la (cerrada) frontera con Egipto. El 85% de los palestinos de Gaza está desplazado de su lugar de origen en un territorio reducido y estrecho, convertido en un gran trampa mortífera.

Ahora, no hay negociaciones para liberar más rehenes, mientras el Consejo de Seguridad de la ONU debate de nuevo la situación, tras el veto estadounidense favorable a Israel.

Los reporteros palestinos que siguen vivos y continúan ejerciendo su oficio de periodistas ayudan a mantener informada a la opinión pública del planeta. Son los ojos que nos ayudan a ser conscientes de cómo la inmensa prisión a cielo abierto (Gaza) se va convirtiendo día a día en un gran cementerio.

La FIP cifra en casi un centenar el número de periodistas asesinados este año en todo el mundo. Tres cuartas partes de ellos eran periodistas y reporteros que vivían y trabajaban en Gaza. Quienes sobreviven allí, siguen en el punto de mira de Israel.

Fuente de la información e imagen:  https://ctxt.es/es

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