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Entrevista a Carmen Juares: «Los trabajadores de Glovo en huelga exigen cosas tan básicas como lo es el acceso a un lavabo o el tener acceso a agua»

Por: Ricard Jiménez

Incumpliendo la ley que entraba en vigor el pasado 12 de agosto, la ‘Ley Rider’, solamente el 20% de la plantilla de Glovo es asalariada, pero en la empresa esto no significa tener un trabajo digno, ni siquiera bajo los mínimos que contempla la legislación laboral española. A raíz de esta situación, el pasado fin de semana los riders asalariados de los seis ‘supermercados’ Glovo en Barcelona secundaron una huelga y la app de la compañía quedó bloqueada.

Sobre esta huelga, sobre las condiciones de estos trabajadores y su futuro hemos hablado con Carmen Juares, secretaria de ‘Noves Realitats del Treball’ i ESS de CCOO en Cataluña.

¿Cuáles fueron las acciones y en qué consistió la huelga que se llevó a cabo este pasado fin de semana en Barcelona por parte de los trabajadores de los ‘supermercados’ de Glovo?

Empezamos con una movilización el viernes. Nos reunimos en cada centro de trabajo, aquí en Barcelona, que son 6 centros, y de allí salimos hacia las oficinas de Glovo, donde nos manifestamos unas dos horas, más o menos.

Posteriormente, cada piquete volvió a la tienda donde trabaja cada uno y luego los compañeros de Comisiones, en la tienda que nos tocaba estar acompañando, estuvimos el viernes, el sábado y el domingo haciendo piquetes informativos desde las 6 de la mañana hasta las 10 o 12 de la noche.

¿Durante la celebración de la huelga Glovo ha intentado boicotearla? El otro día saltaba la noticia de que se había tratado de, incluso, sustituir a los trabajadores…

Sí, el viernes. Cuando el viernes por la tarde, que fue el primer día de huelga en la empresa, esta intentó hacer los pedidos de los trabajadores que estaban en huelga a través de falsos autónomos porque Glovo, aunque la ley, la llamada ‘Ley Rider’, haya entrado en vigor el día 12 de agosto, no la está cumpliendo, continúa trabajando con falsos autónomos.

Y fue con estos trabajadores, con sus autónomos, que intentó sacar los pedidos de los trabajadores que estaban en huelga. Claro, nosotros que estábamos haciendo el piquete intentamos informar a los trabajadores y a las personas que estaban dentro de la tienda. Les advertimos de que esto no lo podían hacer porque estaban vulnerando el derecho a huelga de las personas trabajadoras.

Al ver que la empresa hacía caso omiso de lo que estábamos diciendo desde el piquete de huelga nos pusimos en contacto con la Inspección de Trabajo, explicamos la situación y de seguida se personaron dos inspectoras, que estuvieron dentro de la tienda prácticamente casi 3 horas y después también estuvieron fuera, viendo cómo se estaba desarrollando todo.

Esto contribuyó a que la empresa viera que está acción que estaban llevando a cabo, pues, no es legal, porque están vulnerando el derecho a huelga de las personas trabajadoras. Entonces, después, el sábado por la mañana, enseguida intentaron seguir con lo mismo, sacando pedidos con falsos autónomos, pero solamente salieron dos pedidos de las 6 tiendas y logramos reconducir la situación gracias a los piquetes informativos, tanto hablando con los trabajadores falsos autónomos, como con la empresa. Ya el resto del sábado y el domingo pudimos realizar la huelga sin ningún imprevisto de este tipo.

¿Cuál es la situación de los trabajadores de estos ‘supermercados’ de Glovo, a los que no incumbe la ‘Ley Rider’?

Está bien diferenciar cada una de las situaciones porque la llamada ‘Ley Rider’ entró en vigor el día 12 de agosto, pero estos trabajadores llevan dos años trabajando como asalariados en estos ‘supermercados’. Hay contratos de personas que llevan dos años, año y medio, un año, por lo tanto, a ellos la aplicación de la ‘Ley Rider’ no les afecta en el reconocimiento de su labor.

Por otro lado, cabe destacar que los Riders todavía continúan trabajando como falsos autónomos y que Glovo ha hecho caso omiso de la ley.

Sin embargo, he leído que estos contratos de los trabajadores de los ‘supermercados’ son externalizados e incluso se han producido declaraciones en las que estos afirmaban que la empresa se lava las manos.

Exacto, entonces, ¿cuál es la situación de estos trabajadores? Son contratados a través de empresas de trabajo temporal, con una ETT, que a su vez esta empresa de trabajo temporal cede estos trabajadores a otra empresa y esta empresa los cede a otra empresa, que en este caso es Glovo.

Como consecuencia, a partir de este entramado de empresas, lo único que hace es alejar a Glovo de la relación laboral con estos trabajadores y de las obligaciones que tiene Glovo de cara a estos trabajadores.

En este sentido, nosotros hemos puesto una denuncia, desde el sindicato, a la Inspección de Trabajo, porque entendemos que aquí se da una situación de cesión ilegal de trabajadores y que estamos hablando de que estos trabajadores tendrían que tener un contrato indefinido, no temporal, como el que tienen ahora, y directamente por la empresa Glovo.

¿Hay más reivindicaciones por parte de los trabajadores?

Estamos acompañando a los trabajadores en este proceso de huelgas porque, además de reclamar la contratación directa a través del Glovo, están reclamando cosas tan básicas como es el acceso a un lavabo, el tener acceso a coger agua de una fuente, de un grifo y llenar una botella, un lugar de descanso mientras esperan los pedidos.

Hasta ahora, estos trabajadores esperan en la calle a recibir los pedidos en frente del almacén o supermercado, o como se les quiera llamar, o en una parada de autobús, o en un banco de la calle. Claro, se esperan ellos, pero también su vehículo, ya sea bicicleta, moto o patinete. Esto genera con los vecinos del norte del barrio una conflictividad porque, claro, los y las vecinas no lo entienden, pero estos trabajadores no están allí porque quieren, están allí porque la empresa les obliga a estar en frente del centro de trabajo que tienen adscrito en su contrato, pero además. No habilita un espacio adecuado para que ellos puedan esperar entre pedido y pedido.

Pero… Esto tan básico ya está recogido para que el trabajador pueda defenderse, ¿no?

Está recogido en la misma ‘Ley de Prevención de Riesgos Laborales’, pero lo que hace la empresa es establecer una relación laboral que es totalmente fraudulenta y que no respeta ni los Derechos Laborales. Por eso hemos puesto la denuncia en Inspección de Trabajo, por estas condiciones, y así intentar sentarnos a negociar con la empresa, pero ahora, a día de hoy, la empresa no se ha puesto en contacto con el Comité de Huelga.

¿Cuál ha sido el alcance de la huelga? ¿Qué seguimiento ha tenido?

Estamos contentos porque la huelga tuvo un seguimiento del 100 por 100, conseguimos que no se sacarán pedidos de la tienda, excepto por lo que pasó el viernes, pero con la actuación de Inspección de Trabajo se pudo reconducir y ahora estamos esperando que la empresa se siente a negociar y que tenga una actitud más flexible y con mayor voluntad de abrir vías de negociación, porque la actitud que tuvo durante las dos mediaciones que se tuvieron antes de la huelga, tuvieron una actitud totalmente inflexible, con una nula voluntad.

Si la empresa no cambia esta actitud inflexible, ¿se esperan, tanto en Barcelona como a nivel nacional, nuevas acciones?

Si la empresa continúa manteniendo esta misma actitud, sin ánimos de negociar, continuaremos con las dos jornadas de huelga que tenemos convocada para esta semana y para la semana siguiente, pero ahora los trabajadores han dejado claro a la empresa que ellos lo que quieren es trabajar, pero que lo quieren hacer en condiciones dignas y si la empresa no está dispuesta a abrir una vía negociación, pues continuaremos con las jornadas de huelga que tenemos convocadas.

Fuente de la información e imagen:  https://nuevarevolucion.es

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México: Trabajadores de la UACM emplazan a huelga por respeto a derechos laborales

Fuente de la información: La izquierda diario

Trabajadores integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México se manifestaron en las oficinas del gobierno de la CDMX para exigir aumento salarial y respeto al CCT, emplazando a huelga para este viernes 9 de julio.


Este miércoles integrantes del Sindicato Único de Trabajadores de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México(SUTUACM) se manifestaron frente al Palacio de gobierno de la CDMX por el cumplimiento del Contrato Colectivo de Trabajo, aumento salarial y por el respeto a los derechos laborales.

En el mitin, profesores de asignatura despedidos asumieron como propias las demandas del sindicato y así mismo exigieron reinstalación y basificación.

Durante la acción, los trabajadores lanzaron consignas contra la rectora de la UACM, Tania Rodriguez, quien se ha negado a escuchar los reclamos de las y los trabajadores.

Finalmente, las y los trabajadores hicieron un emplazamiento a huelga para este viernes 9 de julio a las 12:00 horas.

Ante los ataques del gobierno y la rectoría es necesario que el SUTUACM impulse la unidad y defienda los derechos de todos los trabajadores, incluyendo a las y los docentes de asignatura despedidos.

Fuente de la información e imagen:  https://www.laizquierdadiario.mx

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Comité de Paro convoca movilizaciones para el 25 y 26 de mayo en Colombia

Seguirán dialogando con el Gobierno, pero no abandonarán el pliego de demandas que presentaron al Ejecutivo en 2019 y no fueron atendidas.

El Comité Nacional de Paro (CNP) presentó este viernes la agenda para fortalecer la lucha contra las políticas neoliberales del presidente colombiano Iván Duque, convocando a la población a movilizarse en todo el país los días 25 y 26 de mayo.

El Comité emitió un comunicado con las conclusiones de la reunión sostenida con representantes del Gobierno, reiterando que «el Paro Nacional se mantiene y debemos fortalecerlo y ampliarlo con apoyo práctico a todos los puntos y sitios de resistencia».

Además, destacaron que seguirán unidos ante «la actitud guerrerista del Gobierno de Iván Duque que ha desplegado una ofensiva represiva y de muerte que ha aumentado el número de muertos, heridos y desaparecidos y atropellado los derechos humanos de los participantes en el paro».

Según la agenda presentada, el 24 y 25 de mayo se realizarán plantones a las 14H00 (hora local) en la plaza de Bolívar en Bogotá (capital), mientra que el mismo día 25 se convoca a plantones y movilizaciones en todo el país para respaldar y ganar la moción de censura al ministro de Defensa, Diego Molano.

Para el 26 de mayo prevén la toma de capitales de los departamentos con grandes movilizaciones de los trabajadores y sectores populares «en lucha para doblegar la actitud prepotente del Gobierno de Iván Duque de negarse a negociar con el CNP y asumir una actitud de dilación e interés de dividir y liquidar el Paro Nacional».

Asimismo, el Comité hará una caravana de solidaridad con Cali y el pueblo valluno el 25 y 26 de mayo, mientras que para el 28 de mayo, al cumplirse un mes del Paro Nacional, «vamos a preparar y realizar actividades educativas, culturales y de movilización en todo el país».

Por su parte, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Francisco Maltés, declaró a medios locales que continuarán dialogando con el Ejecutivo nacional mas no abandonarán los paros y los bloqueos.

Poco antes de ingresar a la reunión prevista para este viernes con los delegados del Gobierno para el diálogo, el líder sindical expresó que existen “unos puntos de coincidencia (…) y vamos a ver si los podemos desarrollar hoy”.

Enfatizó que no volverán a “caer en la trampa de ceder y levantarnos para que no se cumplan los compromisos, como nos lo hicieron el año pasado, cuando el Gobierno nacional nos tuvo un mes sentados y no definió nada”, recalcó.

Las organizaciones que forman parte del Comité también demandan que se revise la política interna de respeto a los derechos humanos al interior del Ejército y la Policía.

Insisten en que las fuerzas de seguridad catalogan los manifestantes como vándalos vinculados a grupos armados ilegales, y se refieren a ellos empleando un lenguaje de guerra. Denuncian que esa práctica está en la base de la represión sistemática que ejercen contra ellos.

Según una comunicación difundida a través de la red social Twitter por el secretario general del Senado colombiano, Gregorio Eljach, el debate de la moción de censura al ministro de Defensa, Diego Molano, está programado para el lunes 24 de mayo, a las 14H00 hora local, con motivo de las graves agresiones de la fuerza pública en el marco de las manifestaciones que estremecen a ese país.

Fuente: https://www.telesurtv.net/news/comite-nacional-paro-colombia-anuncia-continuaran-protestas-20210521-0016.html

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1968, el mayo francés y la Educación, hoy

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

Así, el poder cuestionado, por sus autoritarismos, no pudo contener ni controlar la fuerza rebelde y contestataria de las y los estudiantes…

Con la firma de David Dusster, el sitio en internet del diario La Vanguardia publicó, en diciembre de 2020, un texto que lleva por título: “El mayo de 1968 en diez claves” (1), en el cual presenta una síntesis de la revuelta social escenificada en la capital parisina, que este mes cumple 53 años. Se trata de hechos, ideas, debates, movilizaciones y resistencias de hace más de medio siglo, y que hoy en día se mantienen vigentes.

Dusster describe a la revuelta estudiantil y de trabajadores en mayo de 1968, así: “El 3 de mayo los estudiantes de la Universidad de Nanterre, que acababa de ser clausurada, se trasladaron a la Sorbona (una protesta contra la guerra del Vietnam fue el detonante. La detención de un universitario espoleó la revuelta. Empezaron las reivindicaciones y las ocupaciones del centro docente). La policía intervino. Hubo 600 detenidos. Se levantaron barricadas. Dos semanas después había diez millones de obreros que secundaban la huelga general convocada por los sindicatos en una paralización sin precedentes en la Francia de las postguerras. La República francesa temblaba. No funcionaban los trenes, ni las fábricas, ni los aeropuertos. Prácticamente ningún coche circulaba en París. La televisión y la radio públicas secundaban la huelga. Hasta el Festival de Cannes de cine se interrumpió. Pese a que la calma regresó en junio, nada volvería a ser igual.”

Hace tres años, el 23 de mayo de 2018, escribí lo siguiente en este generoso espacio a propósito de la conmemoración de estas fechas: Me pregunto, después de 50 años de revueltas callejeras, de consignas ingeniosas e irreverentes, de construcciones y “deconstrucciones”, (como diría Jacques Derrida); de rupturas y quiebres protagonizados por estudiantes y trabajadores:

¿Qué hemos aprendido, como sociedad, durante estas cinco décadas de lucha, resistencias y generación de conciencias críticas desde los espacios educativos?

¿Cómo se han transformado las relaciones políticas, económicas, sociales y culturales durante este lapso? ¿Cuál es el estado de cuenta o cómo se encuentra la factura del “autoritarismo” ejercido por los gobiernos y padecido por las y los gobernados? ¿Qué avances se han logrado en materia de educación cívica y ética al paso de este tiempo y el transcurrir de esas historias? ¿Cómo se han “normalizado” o “institucionalizado” los movimientos sociales durante estas cinco décadas? ¿Los estudiantes de educación media y superior, hoy, están de “Vuelta a la normalidad” en México y en el mundo?

Así, entre 1967 y 1968 (las movilizaciones más potentes se llevaron a cabo en mayo de este último año), los estudiantes de las escuelas superiores francesas (Nanterre, Nantes y la Sorbona), registraron protestas en las calles de París contra los actos de represión de las autoridades, contra el “estado de cosas” y para cambiar las “rigideces del poder”.

Fueron movimientos sociales de raíz antiautoritaria, en un inicio, que marcaron la pauta, no de manera lineal, a otras expresiones sociales durante ese mismo año en diferentes ciudades del mundo. Expresiones vivas de una sociedad que mostraba sus contradicciones y decadencia debido a los usos y abusos del poder político; así como a los usos y conflictos del poder que se producían en diversos ámbitos de la vida pública, no solamente en las relaciones interpersonales. Así, el poder cuestionado, por sus autoritarismos, no pudo contener ni controlar la fuerza rebelde y contestataria de las y los estudiantes, y trabajadores urbanos, tanto en escuelas como en fábricas e instituciones del Estado.

“El ensayo general revolucionario más influyente y menos exitoso ocurrió en Francia, y sobre todo en París, entre mayo y junio de 1968. Una revuelta que no perseguía llegar al poder sino cambiar a la sociedad, un movimiento para reivindicar más libertades en la esfera privada que cuestionó la esfera pública. Nadie lo intuyó, nadie pudo detenerlo.”, señala Dusster.

Joaquín Estefanía, citado por Dusster, en su libro Revoluciones. Cincuenta años de rebeldía, afirma sobre el 68 francés lo siguiente: “Mayo del 68 acuñó muchas causas diferentes como el ecologismo, la libertad sexual, la educación igualitaria o el feminismo; y todas fueron impulsadas como nunca antes. El mayo francés transformó ideas y valores morales, no cambió el poder ni el sistema. Fue una eclosión de libertades y causas. Los derechos civiles, el antinuclearismo, la revolución sexual, el antibelicismo tuvieron cobijo bajo un paraguas que reclamaba una nueva moral y una nueva sexualidad.”

Dusster escribió: “El espíritu de Mayo del 68 servía contra todas las discriminaciones. El historiador Pascal Ory lo describe en el semanario L’Express como el acontecimiento que hizo que se pasara de una izquierda generalista a unos izquierdismos especializados.”

¿Qué podemos recuperar de las lecciones del mayo francés y de los movimientos estudiantiles más allá de las reivindicaciones antiautoritarias?

¿Cuáles son las fibras ideológicas y programáticas que en política hoy tienen vigencia? ¿Cómo se reciclan, hoy, estos movimientos sociales? ¿Las consignas irreverentes, subversivas y de resistencia ante los abusos del poder siguen presentes? ¿De qué manera se han alimentado los movimientos sociales, reivindicatorios e independientes de los partidos políticos en México, a partir de las enseñanzas de los movimientos estudiantiles de 1968 y de las revueltas que les sucedieron?

Son algunas de las preguntas que me planteo y que sugiero echar a andar o reanudar, en estos tiempos de pandemia y post pandemia, cuando las demandas sociales por una educación pública podrían dirigirse hacia el cambio (equidad, derecho a la educación, inclusión, gratuidad, respeto a los derechos humanos y al entorno natural, diversidad, enfoque de género, no a la criminalización del aborto, acceso a la justicia sin impunidad, etc.); y cuando dichas demandas se convierten en ejes posibles para la discusión pública, con sentido crítico, durante esta tercera década del siglo XXI.

Fuente consultada:

(1) David Dusster, “El mayo de 1968 en diez claves”. Diario La Vanguardia, diciembre de 2020.

https://www.lavanguardia.com/internacional/20180506/443237104279/mayo-68-francia-revolucion.html

Fuente: 1968, el mayo francés y la Educación, hoy | Profelandia

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Sindicatos de Costa Rica piden continuidad de clases en línea

Tras el anuncio de la suspensión del curso lectivo 2021 por la pandemia, sindicatos de Educación expresaron su rechazo.

Ante el anuncio del Ministerio de Educación Pública (MEP), de Costa Rica, de la suspensión del curso lectivo 2021 a partir del lunes, los diferentes sindicatos de Educación iniciaron un paro de labores este miércoles como homenaje a los docentes que han muerto de la Covid-19 y para exigir que las clases sigan en línea.

Gilberth Díaz, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC) dijo al respecto: «Llamamos a los compañeros para que el miércoles no se presenten a escuelas ni trabajen de forma virtual».

«Mantenemos el movimiento», indicó. La decisión la realizan porque buscan el «respeto a la vida y que no era necesario que murieran 54 de sus compañeros» para que se les escuchara. Además, por lo 947 funcionarios que se han contagiado, de acuerdo con sus cifras.

«Es un homenaje para esos compañeros», dijo Gilberto Cascante, presidente de la Asociación Nacional de Educadores (Ande).

«Pedíamos de manera responsable que siguiera el curso lectivo. Nos parece incoherente que suspenda ahora de manera abrupta cuanto podíamos continuar con una modalidad virtual», indicó Cascante.

Además, indicaron que las medidas de reorganización de curso lectivo no les fueron consultadas y por esto ahora harán un análisis legal para ver implicaciones y afectaciones.

Los convocantes a la protesta reclaman, asimismo, la vacunación inmediata del personal educativo de «primera línea» durante el mes de suspensión de las clases, así como testeo masivo en los centros educativos para evitar contagios de Covid-19.

Otra de las demandas de los cuatro sindicatos del sector educacional es convocar a una mesa de trabajo para definir el futuro del curso lectivo 2021, en medio de la actual crisis, la cual, explican, no parece resolverse en un mes.

Exigen, de igual manera que la ministra de Educación, Guiselle Cruz y el presidente, Carlos Alvarado definan «una hoja de ruta» con acciones concretas para «cerrar la brecha tecnológica que tiene por fuera de la educación a más de 500.000 estudiantes».

Los sindicatos expresan que se mantendrán en protesta, hasta que se establezca un diálogo con el gobierno.

 

Sin embargo, la respuesta del gobierno fue declarar que los docentes que abandonen este miércoles sus labores para participar en la «Jornada por la vida», serán sancionados con la rebaja del día en sus salarios.

«El movimiento convocado por los sindicatos magisteriales para el miércoles 19 de mayo es ilegal y contradictorio a los planteamientos en la Junta Paritaria celebrada la semana pasada», dijo el Ministerio de Educación.
Fuente: https://www.telesurtv.net/news/costa-rica-huelga-educativa-20210519-0015.html

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Entrevista a Stephen Campbell: «Los trabajadores han comprendido que el golpe de Estado en Myanmar dará aún más poder a la patronal»

Por: Philippe Alcoy

Entrevista con Stephen Campbell, experto en la clase obrera de Myanmar, que nos habla de los procesos de organización y lucha de los trabajadores de ese país antes del golpe de Estado, y de su papel en la resistencia.

En los últimos días hemos reflejado en la Red Internacional La Izquierda Diario el importante movimiento de resistencia al golpe de Estado en Myanmar, en el que la clase obrera está desempeñando un papel destacado. Para saber más sobre el desarrollo tan particular de este «nuevo proletariado», sus luchas y experiencias, y también sus condiciones de vida, preguntamos a Stephen Campbell, profesor adjunto de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur. Durante los últimos diez años, Campbell ha llevado a cabo una investigación etnográfica sobre las condiciones de trabajo y las luchas por el empleo de los trabajadores inmigrantes en Tailandia y Myanmar, y más recientemente, ha investigado las condiciones de trabajo y las luchas de los trabajadores de una zona industrial en las afueras de Yangon, la antigua capital de Myanmar. También es autor de Border Capitalism, Disrupted: Precarity and Struggle in a Southeast Asian Industrial Zone (2018).

Révolution Permanente (RP): En los últimos días hemos visto imágenes de numerosas columnas de trabajadores en las calles desafiando el golpe militar. Podría considerarse una «sorpresa», pero en los últimos años la clase obrera de Myanmar ha llevado a cabo varias huelgas y luchas por sus derechos, contra el acoso patronal, por los salarios. ¿Qué puede decirnos de este proceso de huelgas y luchas obreras?

Stephen Campbell (SC): En realidad, las trabajadoras de Myanmar, especialmente las de las fábricas de confección textiles, que son en su mayoría mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años, se han estado organizando continuamente durante la última década, e incluso antes. Esta dedicada labor de organización ha dado lugar a una sólida red entre los trabajadores industriales de las distintas zonas industriales de Yangon.

Aunque ha habido ciertos momentos destacados de oleadas de huelgas en la última década, las huelgas de fábrica en las zonas industriales de los alrededores de Yangon han sido acontecimientos recurrentes. Sin embargo, no todas las huelgas son cubiertas por los medios de comunicación. De hecho, debido a la frecuencia con que los empleadores de las fábricas violan la legislación laboral y pagan por debajo del salario mínimo, en muchos casos las huelgas han sido necesarias para que los trabajadores conquisten el mínimo legal en salarios y condiciones de trabajo. Por ello, muchos trabajadores han adquirido una gran experiencia en la organización de centros de trabajo y en las huelgas. Y a partir de estas luchas, se han vuelto bastante militantes y muy capaces de emprender acciones colectivas.

Como estas zonas industriales están en los alrededores de Yangon, es relativamente fácil para estos trabajadores llegar al centro de la ciudad. Desde el golpe de Estado, los trabajadores de las fábricas de ropa han dejado claro en sus cánticos de protesta y en las entrevistas que esperan que el gobierno militar restrinja sus derechos legales y limite el espacio para la organización de los trabajadores. Si eso ocurriera, tendría un impacto perjudicial en sus ya precarios medios de vida. Por otra parte, la participación colectiva de los trabajadores en las protestas antigolpistas y en la campaña de desobediencia civil está muy basada en sus preocupaciones materiales inmediatas. Así que, por esta razón, y dado lo organizados que ya estaban estos trabajadores, no creo que sea una sorpresa que hayan asumido un papel tan destacado en las protestas antigolpistas y en la campaña de desobediencia civil.

RP: ¿Por qué crees que la clase obrera está al frente de la lucha contra el golpe?

SC: Como ya mencioné, muchos trabajadores de las zonas industriales de los alrededores de Yangon ya estaban muy organizados, pero también se encontraban en una situación muy precaria. Las condiciones han empeorado aún más desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, durante la cual los empresarios la utilizaron como pretexto para despedir a los trabajadores sindicalizados, y la policía se ha puesto del lado de los empresarios para disolver las huelgas y detener a los organizadores de los trabajadores. Y con el golpe de estado, los trabajadores han reconocido claramente que el gobierno militar implicará una contracción del espacio para la organización, lo que dará a los empresarios aún más poder para bajar los salarios y violar las leyes laborales.

Uno de los organizadores de trabajadores más destacados en las protestas antigolpistas, Moe Sandar Myint, declaró recientemente en una entrevista: «Los trabajadores están preparados para esta lucha. Sabemos que la situación sólo se deteriorará bajo la dictadura militar, así que lucharemos como uno solo, unidos, hasta el final». Así que, para muchos trabajadores, esta lucha no es simplemente sobre Aung San Suu Kyi y la Liga Nacional para la Democracia (LND) Es una lucha basada en sus preocupaciones materiales inmediatas y, en muchos sentidos, apunta más allá del simple regreso de la LND al gobierno, ya que la situación de los trabajadores bajo la LND era también muy precaria y muy restrictiva.

RP: Myanmar es uno de los países de más rápido crecimiento de la región. Muchas empresas multinacionales invirtieron en el país. ¿Cuáles fueron las consecuencias de estas transformaciones económicas en la estructura social de Myanmar? ¿Cómo surgió esta «nueva» clase trabajadora? ¿Y cuáles son las condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera en Myanmar?

SC: Antes de 2011, muchas marcas de ropa occidentales no estaban dispuestas a abastecerse en Myanmar debido al estigma asociado a las prácticas laborales tan poco liberales del régimen militar. Sin embargo, tras las elecciones de 2010 y el cambio a un gobierno casi civil a principios de 2011, la narrativa dominante ha sido que el país está experimentando una «transición» a la democracia liberal. Y con la introducción de nuevas leyes laborales en 2011 y 2012, las marcas de ropa occidentales dejaron de estar estigmatizadas por abastecerse en Myanmar. Además, Myanmar tiene uno de los salarios más bajas de Asia.

Al mismo tiempo, bajo la llamada transición política y bajo los años precedentes de gobierno militar, un gran número de habitantes de las zonas rurales han sido expulsados de las mismas. Esto se ha debido al aumento del endeudamiento y a la pérdida de tierras agrícolas, que en muchos casos fueron simplemente tomadas por oficiales militares o sus compinches comerciales. Y en 2008, hubo un gran ciclón en el delta.

Todo ello provocó una gran migración de residentes rurales a las zonas industriales de los alrededores de Yangon. Como la especulación inmobiliaria y la migración urbana a gran escala elevaron el coste de la vivienda, muchos de estos nuevos residentes urbanos se trasladaron a asentamientos ilegales informales. En la actualidad, hay cientos de miles de personas que viven en estos asentamientos en las afueras de Yangon. En algunos casos, los antiguos habitantes de las zonas rurales emigraron a Tailandia o a otros países de la región en busca de empleo.

Mientras esto ocurría, sobre todo en la última década, las agencias de desarrollo extranjeras y los consultores de Myanmar dijeron que esta migración interna es lo mejor que puede ocurrir porque el empleo asalariado urbano es ostensiblemente más «productivo» que los medios de vida agrícolas. Sin embargo, el efecto fue una creciente población migrante que se encuentra en una situación muy precaria y sin una red de seguridad social efectiva. Muchas fábricas, especialmente las que producen para el mercado nacional, no pagan ni siquiera el salario mínimo. E incluso las fábricas de ropa que producen para la exportación suelen infringir las leyes de protección laboral.

RP: La industria de la confección es uno de los sectores económicos más importantes para las exportaciones de Myanmar. Se han producido muchas luchas en la industria de la confección, donde el 90% de los trabajadores son mujeres. ¿Cuál es el papel de las mujeres en la huelga y la organización de la clase obrera en el país?

SC: Las fábricas de confección, textiles, calzado y accesorios que producen para la exportación, situadas en las distintas zonas industriales de los alrededores de Yangon, empleaban a cerca de un millón de personas (al menos antes del inicio de la pandemia de Covid-19) y restringen la contratación casi exclusivamente a mujeres jóvenes, entre los 18 y los 25 años aproximadamente. Incluso las mujeres de 25 años pueden tener dificultades para conseguir empleo en estas fábricas. Una de las consecuencias de esto es que estas mujeres suelen ser la única persona de su hogar con un empleo asalariado relativamente estable. Así, sus familias suelen depender, al menos en parte, del salario de estas mujeres.

En Myanmar y en otros países con grandes sectores de la confección se suele decir que estas fábricas prefieren contratar a mujeres jóvenes porque se considera que son menos propensas a organizarse, a hacer huelga o a causar problemas al empleador. Sin embargo, es evidente que no es así. De hecho, como muchas de estas mujeres jóvenes mantienen a sus familias, tienen una motivación añadida para organizarse colectivamente y obtener salarios más altos. En estas condiciones, ha habido muchas mujeres impresionantes que han desarrollado sus habilidades organizativas, su liderazgo y su confianza a través de la participación directa en la organización del lugar de trabajo.

RP: Durante mucho tiempo bajo el régimen militar la organización legal de los trabajadores era imposible. Pero desde 2011 los trabajadores aprovecharon la oportunidad de la apertura del régimen para crear nuevos sindicatos, confederaciones, etc. Y a veces, las huelgas y reivindicaciones de los trabajadores son muy «radicales». Por ejemplo, durante la pandemia del Civid-19 y la crisis económica, lucharon para preservar los puestos de trabajo, para proteger a los representantes sindicales que fueron despedidos y se negaron a aceptar las indemnizaciones por despido. ¿Cómo se explica esta conciencia? ¿Hay corrientes políticas o ideológicas, movimientos políticos históricos que influyen en el movimiento obrero actual? En caso afirmativo, ¿cuáles?

Aunque no era legalmente posible que los trabajadores establecieran sindicatos bajo el régimen militar, había muchos casos de organización informal de trabajadores, al menos eso es lo que me han dicho los trabajadores más antiguos que estaban empleados antes de 2010. En 2011 y 2012, el nuevo gobierno casi civil introdujo nuevas leyes laborales que permitieron a los trabajadores formar sindicatos legales y negociar colectivamente. Sin embargo, desde entonces, la mayoría de los centros de trabajo han seguido infringiendo diversas leyes y a menudo han pagado a los trabajadores por debajo del salario mínimo legal. Al mismo tiempo, muchos trabajadores han considerado que los funcionarios de relaciones laborales del gobierno son parciales con respecto a los empleadores o directamente corruptos. Y la policía se ha puesto a menudo del lado de los empresarios para disolver las huelgas y detener a los líderes de las mismas.

En consecuencia, muchos trabajadores han visto claramente que no pueden depender de la legislación laboral existente ni de las instituciones gubernamentales para resolver sus problemas inmediatos de subsistencia. Por eso, cuando los organizadores de un centro de trabajo empiezan a dirigirse a sus compañeros, muchos se han mostrado deseosos de participar en la acción colectiva.

Al mismo tiempo, también existe una rica tradición de oposición en Myanmar. Incluso antes de la vuelta al régimen casi civil en 2011, muchos trabajadores llevaban a cabo luchas colectivas informales en su lugar de trabajo. También es relevante señalar que Myanmar tiene una rica tradición de izquierda. Aunque el Partido Comunista de Birmania se derrumbó de hecho hace más de tres décadas (al mismo tiempo que calló el llamado periodo socialista), muchos activistas laborales están bien versados en el pensamiento de izquierdas y en la historia izquierdista del país. Y algunos estudiantes radicales más jóvenes se han acercado en la última década a los trabajadores de las fábricas, y han apoyado bibliotecas para los trabajadores con literatura de izquierda, o han creado revistas para los trabajadores de las fábricas con temas de izquierda.

Así pues, las corrientes explícitamente izquierdistas están presentes entre los trabajadores de las fábricas. Sin embargo, para la mayoría de los trabajadores su política «radical» -como su voluntad militante de hacer huelga o de enfrentarse a la policía- ha surgido de sus propias luchas durante la última década.

RP: Parece que la patronal, el Estado, los gobiernos (ayudados por organizaciones internacionales como la OIT) intentan imponer leyes que limiten las huelgas y los conflictos duros, pero también utilizan la represión policial y judicial contra los trabajadores en huelga. ¿Qué puede decirnos sobre las respuestas del Estado y la patronal al activismo obrero?

SC: Bueno, he dicho que incluso bajo el régimen militar, antes de la introducción de las nuevas leyes laborales en 2011 y 2012, había habido organización en el lugar de trabajo y huelgas de los trabajadores. Luego, con el cambio a un gobierno casi civil tras las elecciones de 2010. La OIT ayudó al nuevo gobierno a redactar estas nuevas leyes laborales. En aquel momento, un asesor de la OIT explicó que las nuevas leyes pretendían «evitar las huelgas» canalizando las quejas de los trabajadores hacia mecanismos institucionales. Sin embargo, como muchos trabajadores descubrieron, los nuevos mecanismos solían estar sesgados a favor de los empresarios, o los funcionarios eran simplemente corruptos.

Por ello, muchos trabajadores han optado por la huelga en lugar de presentar denuncias sobre violaciones de la legislación laboral ante los mediadores del gobierno, o antes de hacerlo. Y como la policía también suele ponerse del lado de la patronal, los trabajadores que han ido a la huelga se han enfrentado a la detención y a la violencia policial. Y esta era la situación bajo el gobierno «liberal» de la LND. Así que, con el golpe militar, muchos trabajadores han expresado su preocupación por que el espacio para organizarse se reduzca aún más.

RP: Por ahora, parece que los trabajadores están luchando contra el golpe y Suu Kiy parece ser muy popular entre el pueblo de Myanmar. Pero bajo los gobiernos de la LND la explotación y la represión contra la clase obrera fueron muy duras. Desde el punto de vista de la clase obrera, parece que el proyecto «liberal democrático» no es realmente una alternativa que pueda mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, ni garantizarles los derechos políticos, nacionales (minorías étnicas), económicos y sindicales. Esto significa que los trabajadores deben ir más allá de los objetivos políticos de Suu Kiy y su partido. ¿Qué puede decir sobre la independencia política de clase de los trabajadores de Myanmar en este momento de lucha contra el golpe militar?

SC: Sí, por un lado, durante la última década bajo el gobierno casi civil, ha habido relativamente más espacio para que los trabajadores se organicen. Han podido formar sindicatos legales y muchas huelgas han tenido éxito. Al mismo tiempo, como he mencionado, los trabajadores siguieron encontrando barreras incluso para cobrar el salario mínimo y mejorar sus condiciones de trabajo. Ahora, como podemos ver en las protestas, las imágenes de Aung San Suu Kyi y los llamamientos a su liberación han sido muy destacados. Sin embargo, la gente ha expresado más ampliamente su rechazo al gobierno militar. Y muchos manifestantes reclaman la abolición de la Constitución de 2008, redactada por los militares, que consagra el papel de éstos en el gobierno, así como un acuerdo democrático verdaderamente federal, lo que contribuiría en cierta medida a resolver las históricas demandas de las minorías étnicas contra la dominación del gobierno central.

Así que, en cierto modo, la escala y el impulso de las protestas y de la campaña de desobediencia civil, que es básicamente una huelga general, ha abierto el espacio para pensar en objetivos políticos de mayor alcance. Y en la medida en que este movimiento tenga éxito, gran parte del mérito corresponde a los trabajadores que estuvieron en primera línea al inicio de las protestas poco después del golpe. Y pase lo que pase a partir de ahora, estos trabajadores han demostrado que son una fuerza política importante en sí mismos y no un simple banco de votos para la LND.

RP: ¿Cree que la situación en Myanmar puede influir en el movimiento obrero de los demás países de la región del sudeste asiático?

La campaña de desobediencia civil en Myanmar ya ha motivado un resurgimiento del movimiento de protesta pro-democracia en la vecina Tailandia. Y a Myanmar se le ha pedido que se una a la Milk Tea Alliance, que es una coalición informal en línea de activistas prodemocráticos de Hong Kong, Taiwán, Tailandia y Myanmar. Por supuesto,quienes participan en estos movimientos suelen ser trabajadores de una u otra forma. Pero no tengo claro si las acciones de los trabajadores de Myanmar motivarán a la gente de otros países de la región a expresar una política explícitamente obrera o a adoptar la huelga general como táctica de lucha hacia un acuerdo político democrático a favor de los trabajadores.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Los-trabajadores-han-comprendido-que-el-golpe-de-Estado-en-Myanmar-dara-aun-mas-poder-a-la-patronal

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«Konecta interpreta torticeramente la desconvocatoria de Huelga de sus sindicatos»

Por: Tercera Información

Han utilizado la interpretación del acuerdo llevándola al terreno del conflicto, denegando a muchas personas el teletrabajo con un escrito mencionando que su reclamación no es posible por el acuerdo firmado con la RLT. Siendo contradictorio a lo que hemos acordado.

La Confederación General del Trabajo (CGT) mediante este comunicado traslada la postura de los sindicatos del Grupo Konecta, empresa de call centers controlada por el fondo de capital riesgo Intermediate Capital Group (ICG), con más de 18000 personas en plantilla y con conflictos constantes desde desde la llegada de la pandemia. Cabe resaltar que el accioncita mayoritario de Konecta es el mismo que controla DomusVi –principal empresa del sector de las residencias de mayores en España y la tercera de Europa-. Los sindicatos de Konecta manifestamos:

1º- Nos sentimos engañados por la empresa, ya que están haciendo interpretaciones torticeras del acuerdo alcanzado el pasado 8 de enero de 2021 por el que se desconvocó la huelga nacional convocada de manera indefinida para todos los lunes, mientras Grupo Konecta nos garantizara el teletrabajo como manera de prevención urgente ante la pandemia por Covid_19.

Han utilizado la interpretación del acuerdo llevándola al terreno del conflicto, denegando a muchas personas el teletrabajo con un escrito mencionando que su reclamación no es posible por el acuerdo firmado con la RLT. Siendo contradictorio a lo que hemos acordado.

2º- No solamente no se ha dado teletrabajo en tiempo y forma acordado y firmado en el acuerdo, si no que ahora la desescalada la están disfrazando de formaciones, porque  estas, implican quedarse trabajando presencialmente hasta que se obtengan los resultados previstos por la empresa.

3º- A los sindicatos que formamos este comité de desescalada, no nos han informado cual es el tiempo de duración previsto de estas campañas que se están desescalando de manera encubierta y fraudulenta, ni cuáles son los objetivos a cumplir, ni tampoco tenemos constancia de que la responsable del Servicio de Prevención de Riesgos  Laborales del Grupo Konecta, (desaparecida en todo momento desde el minuto cero de este conflicto) haga una valoración previa de los compañeros y compañeras que han sido llamados a reincorporarse a estas formaciones, sobre si son o no personal de riesgo.

Además, una empresa del calibre de Konecta, que no puede dar estas formaciones de manera no presencial, dice muy poco de su capacidad de respuesta ante la pandemia y por consiguiente de su poca preparación tecnológica, más aún, tratándose de una formación de 1 mes.

4º- Hemos solicitado en innumerables ocasiones a la empresa, que nos facilite el dato del personal que está voluntariamente en la plataforma, el censo del personal teletrabajando, si lo está haciendo con equipo propio o de la empresa y tampoco nos están facilitando estos números.

5º- Y de las mascarillas ¿qué decir? … Konecta nos da mascarillas, sí, pero de tela (reutilizable). Dicen que son de 50 lavados pero no nos lo creemos, por supuesto, cuando el comité de desescalada hemos pedido que sean las homologadas FFP2, pero la empresa no quiere gastar dinero en la salud de los trabajadores del Grupo Konecta, como siempre.

Nos sentimos engañados/as. La empresa en cada reunión, donde informan al Comité de desescalada, hace su particular juego de trileros a la hora de interpretar a su conveniencia el acuerdo firmado. No podemos consentir que Grupo Konecta se siga riendo de la vida de la plantilla y de sus familias, mientras nos vamos acercando a la fecha señalada del 15 de marzo y mientras estamos sufriendo las peores consecuencias de la tercera ola de la pandemia. Exigimos el cumplimiento del acuerdo firmado.

Fuente e Imagen: https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/15/02/2021/konecta-interpreta-torticeramente-la-desconvocatoria-de-huelga-de-sus-sindicatos/

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