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Qatar por intercambios culturales y educativos con Paraguay

América del sur/Paraguay/13 Enero 2018/Fuente: Prensa Latina

Qatar tiene la intención de firmar con Paraguay un acuerdo bilateral de cooperación que contempla intercambios culturales y educativos, informó hoy la SNC.
Según la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), ese propósito lo expresó este lunes el encargado de negocios de la embajada de aquella nación aquí, Abdulrahman Ahmed Alsowaidi, al entrevistarse con el titular del organismo, Fernando Griffith.

Este le explicó al visitante los proyectos de la cartera a su cargo para 2018, que entre sus principales objetivos tiene fortalecer la identidad cultural mediante el acceso a museos, bibliotecas y espacios de esa esfera, señala una nota de la institución.

Alsowaidi indicó, agrega el texto, que la intención de Qatar es fortalecer los lazos diplomáticos en todos los sentidos, con un énfasis en educación y cultura.

Por su parte, la estatal Agencia de Información Paraguaya (IP) afirma que en agosto del año pasado se estrecharon aún más las relaciones con la aprobación del ingreso sin visa para ciudadanos paraguayos en aquel país de la península arábiga.

Además, se tuvo la noticia de la conformidad de exportación directa de productos cárnicos paraguayos a dicho mercado, cuando anteriormente la venta era realizada a través de agentes de bolsa de otras plazas, agrega la IP.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=143398&SEO=qatar-por-intercambios-culturales-y-educativos-con-paraguay
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Inocentadas universitarias

Por: Ignacio Mantilla

La fecha del 28 de diciembre, consagrada a los santos inocentes, se conmemora en casi todos los países iberoamericanos con diferentes tipos de bromas y principalmente con graciosos engaños, acompañados de la recurrente exclamación: ¡pásela por inocente!

Las universidades son un espacio donde habitualmente también se realizan muchas bromas, aunque no precisamente en esta fecha. Las más famosas en diversos países son las que nosotros llamamos “primiparadas”.

En la Universidad Nacional era común, por ejemplo, que un estudiante con varios semestres cursados se hiciera pasar por profesor el primer día de clases y se presentara ante el grupo de “primíparos” para darles a conocer y exigirles una bibliografía inexistente, que debía adquirirse de forma obligatoria al día siguiente. Recuerdo con gracia que dicho listado estaba construido con nombres de futbolistas famosos como autores de textos de matemáticas, por ejemplo: El cálculo de Franz Beckenbauer, Álgebra lineal de Johan Cruyff, Teoría avanzada del dibujo técnico de Michel Platini, entre otros.

Después iniciaba una falsa clase con conceptos avanzadísimos y absurdos, pero expuestos con tal seriedad y velocidad que, cuando por fin aparecía el verdadero profesor, ya los angustiados estudiantes habían llenado unas cinco páginas tomando apuntes a toda carrera y el pánico estaba presente en todos ellos. Con una gran carcajada, el impostor abandonaba el salón y el verdadero profesor iniciaba su clase, dando tranquilidad a todos los asistentes.

Pero esta práctica se hizo tan común que ya los nuevos estudiantes eran advertidos de las primiparadas que les iban a hacer. Fue esta la razón por la cual, en una ocasión, se presentó una joven profesora ante el grupo de sus estudiantes y ellos creyeron que se trataba de una primiparada, así que no le prestaron atención. Ella tuvo que abandonar el aula y regresar acompañada del director del departamento para que los incrédulos estudiantes tuvieran confianza, la aceptaran y le dejaran iniciar el curso.

Otras bromas que han venido desapareciendo son las monedas pegadas al piso, que los estudiantes que recién ingresan tratan de levantar infructuosamente, o el intercambio de los letreros que guían hacia los edificios, con el propósito de hacer extraviar a los primíparos.

En la Universidad de Mainz (Alemania) era costumbre recibir a los nuevos estudiantes en la Facultad de Matemáticas alterando el orden de los botones en el ascensor, de tal manera que cuando se querían dirigir al cuarto piso, al oprimir el número 4 terminaban en el segundo piso, donde funcionaba el Departamento de Psicología.

Es común también la descripción caricaturizada de los profesores y estudiantes, de acuerdo con las áreas del conocimiento a las que pertenecen. Hay una sana rivalidad entre algunos grupos y tanto los unos como los otros hacen chistes sobre sus colegas o compañeros. Por ejemplo, es conocida la rivalidad entre arquitectos e ingenieros, entre físicos y matemáticos, o entre abogados y politólogos.

Para no herir susceptibilidades, siendo matemático, y con el perdón de mis colegas, comparto con ustedes un cuento que nos describe sin favorecernos y que me lo contó hace muchos años un amigo físico. Es la siguiente:

Dos físicos experimentales ensayaban un globo que construyeron con mucha dedicación. Se dice que el globo se elevó en forma exitosa a tal punto que superó el recorrido previsto y tomó una dirección desconocida debido al fuerte viento que lo desvió. De la alegría inicial de los físicos por la velocidad y altura que alcanzó su original invento, pronto pasaron a la angustia que les causaba no saber qué lugar estaban sobrevolando.

De repente vieron a un hombre trabajando en un enorme cultivo y uno de los físicos le gritó desde el globo: “Señor, señor, por favor dígame qué lugar es este. ¿En dónde estamos?”. El hombre soltó su azadón y se quedó contemplándolos en silencio.

El globo se alejaba y en su desesperación el otro físico insistió: “Señor, por favor, mire que necesitamos saber dónde vamos a descender. Díganos, ¿dónde estamos?”. Finalmente, cuando ya casi no podía oírse, el campesino levantó la mano, señaló el globo y les dijo: “Ustedes están en un globo”.

Con una inocultable desilusión le dijo uno de los físicos a su compañero de aventura: “Oye, ese tipo debe ser matemático, ¿cierto?”. El otro respondió: “¿Por qué lo dices?”. Y entonces su interlocutor sustentó: “Fíjate que pensó largo rato la respuesta y es absolutamente correcta, pero no nos sirve para nada”.

La rivalidad, la preferencia o el gusto por una u otra área han hecho famosas muchas anécdotas, fruto de la realidad o de la ficción, pero que muestran la realidad del mundo universitario con humor, propiciando el diálogo, eludiendo la violencia y construyendo puentes de tolerancia para que también quepan las bromas y la risa.

Así, por ejemplo, existe una historia que me parece excelente para entender la rivalidad de dos excelentes universidades que están ubicadas en Boston:

En un supermercado de la ciudad estaba un joven de cabello largo con su carrito de mercado completamente lleno, pues acababa de recibir la mesada de su beca y quería comprar de una vez lo necesario para todo el mes, pero hacía la fila para pagar en una caja con un gigantesco aviso que decía: “Caja rápida, máximo 10 artículos”. Cuando finalmente le llegó su turno, lo interrogó la cajera: “Joven, ¿es usted estudiante?”. Y él respondió: “Sí, señora, ¿por qué?”. Y entonces la cajera exclamó en un tono suficientemente alto como para que todos oyeran: “Pues estudia usted en Harvard y no sabe contar o estudia usted en MIT y no sabe leer”.

El humor debe seguir siendo parte de la vida universitaria y los santos inocentes nos invitan a reír. ¡Felices fiestas!

Fuente: https://www.elespectador.com/opinion/inocentadas-universitarias-columna-731059

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México: Educación tangible y fundamental para fomentar la identidad

América del Norte/México/ 18.11.2017/ Fuente: yucatanalamano.com.

*Inauguran Foro Estatal de Educación Indígena

Al reconocer que la educación es la forma más tangible y fundamental para preservar nuestra identidad y cultura, el titular de la Secretaría de Educación de Campeche (SEDUC), Ricardo Medina Farfán, inauguró el Foro Estatal para la Conformación del Manual “Estrategias y dinámicas para el logro de los aprendizajes de los alumnos de Educación Inicial”, dirigido a 140 docentes de Educación Indígena de la entidad.

Durante este acto realizado en el Centro de Convenciones “Campeche XXI”, Medina Farfán destacó la importancia de esta actividad, así como la creación de este manual que –dijo- será una guía para el desempeño docente de las zonas rurales.

Ante docentes y acompañado del jefe del departamento de Educación Indígena, Luis Canul Tun, el secretario de Educación señaló que en este foro se abordaron dos aspectos fundamentales, siendo uno la educación inicial y otro más, la preservación de nuestra identidad, el cuidado y la proyección de la misma hacia las niñas y niños desde temprana edad.

En este sentido, Medina Farfán reafirmó la importancia de la educación inicial que permite atender las necesidades y desarrollar las capacidades motrices y cognitivas de los menores, ya que desde esta parte de la formación se puede consolidar un cimiento adecuado que definirá su vida y aprendizajes.

“Esa parte que ustedes realizan, atender a estos pequeños desde edad temprana, pero sobre todo propiciando la preservación de nuestra identidad; también tiene un gran valor que, si no lo hacemos desde pequeños, será difícil más adelante, y la única forma, la forma real de poder preservar esto, es precisamente desde el trabajo desde la educación”, refirió.

Por su parte, el jefe del departamento de Educación Indígena indicó que los 140 docentes participantes trabajaron en diversos talleres para lograr la conformación de este manual que les servirá como guía y les permitirá enriquecer su labor pedagógica en las aulas.

Cabe mencionar que en el marco de este foro se llevó a cabo la conferencia “Retos de la Educación Indígena en el marco del Nuevo Modelo Educativo”, por parte de la subdirectora de Educación Preescolar de la Dirección General de Educación Indígena, Norma Patricia Garduño Paredes.

Fuente de la noticia: http://yucatanalamano.com/campeche/educacion-tangible-y-fundamental-para-fomentar-la-identidad/

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Por un costumbrismo crítico

Por: Graziella Pogollotti

Formamos parte de un país que dispone de una brevísima e intensa historia. Nuestros primeros pobladores dejaron escasas huellas. Luego, fueron llegando los españoles que impusieron la inmigración forzosa de africanos. Nuestra demografía en los años que siguieron a la conquista se vio empobrecida por la partida de quienes se marcharon al continente, seducidos  por el espejismo del oro y la plata. Con el andar del tiempo, los que radicaron en la Isla y sembraron familia, se fueron acriollando. Se modificó el habla, cambiaron las costumbres y, por razones de clima y de recursos, las ciudades evolucionaron con perfil propio. La mentalidad, los estilos y expectativas de vida acentuaron diferencias entre los nacidos en Cuba y sus padres. Aparecían también las contradicciones entre el monopolio expoliador de la metrópoli y los intereses económicos de los lugareños.

La agudización de las contradicciones con España se une a la conciencia de nuestra singularidad para forjar paulatinamente el sueño de la nación.

Los rasgos característicos de nuestro perfil se precisaban al contemplarnos ante un espejo. Los escritores asumieron esa tarea, punto de partida para la conformación de un imaginario colectivo. Era la obsesión de Heredia en sitio tan distante como las cataratas del Niágara, y el desgarramiento de Gertrudis Gómez de Avellaneda al abandonar la tierra en que había nacido. Estaba en el descubrimiento de la peculiar luminosidad de nuestro paisaje.

Con extrema prodigalidad y riqueza, el costumbrismo se expandió a lo largo del siglo XIX. Para los contemporáneos, fue un modo de afirmar nuestra singularidad. La posteridad ha podido descubrir en esos textos el registro de un ambiente de época a través del testimonio de un vivir cotidiano que incluye una significativa franja de la sociedad. La mirada del observador recorre mercados, el vestuario y la conducta de las vendedoras de una repostería hecha al gusto de los paseantes, en las celebraciones tradicionales, en la vida de los salones y en los sitios dedicados a la recreación.

El costumbrista resulta a veces complaciente en exceso, al extremo de eludir en sus viñetas las zonas más oscuras de nuestra realidad. Podemos tropezar con la zona marginal representada por los curros del manglar, pero el acercamiento al drama social y humano de la esclavitud es mucho más cauteloso.

Los reformistas condenaron la trata negrera, pero no pudieron plantearle la abolición radical al sistema. Precursor de una ciencia en formación, en su prosa reflexiva José Antonio Saco intenta un análisis sociológico de las razones de algunos de los males que hemos arrastrado en nuestro devenir; la vagancia y los juegos de azar, que se sumergen y renacen como el irreductible marabú que inficiona nuestras tierras.

Desde la publicación de Contradanzas y latigazos, Reinaldo González no ha abandonado el estudio de Cecilia Valdés, clásico indiscutible de nuestra literatura, lectura imprescindible para todos los cubanos. Con esa novela, Cirilo Villaverde dio término al ambicioso empeño de toda una vida. Encontró maestros en los escritores europeos de su época, pero su intuición de artista lo condujo a entrecruzar la perspectiva sociológica con una penetrante capacidad de observación sicológica. En su voluntad de descubrir las interconexiones subyacentes en una realidad compleja, conduce al lector a un recorrido por la capital y por las zonas rurales. Atraviesa los estratos de la sociedad cubana, desde el comerciante español hasta el quehacer de ingenios y cafetales. Pasa junto a los mestizos que desempeñan oficios. Mira de soslayo a los estudiantes del seminario San Carlos. Describe la condición de los esclavos y advierte, con notable perspicacia, la marca de esta infame institución en víctimas y victimarios. El acercamiento abarcador a conflictos que atraviesan la sociedad se complementa con la sagaz visión del ámbito familiar de los Gamboa y la manifiesta ambigüedad latente en el vínculo entre Leonardo y su madre.

La literatura del siglo XX tomó otros rumbos, aunque nos dejó el perfil crítico del trepador Juan Criollo. No faltó, sin embargo, la crítica de costumbres. Se hizo a través del periodismo. La ejerció de manera ejemplar Emilio Roig, quien supo compartir su tarea en los campos de la investigación histórica y de animación cultural con una acción pública en favor de la cimentación de la conciencia ciudadana. En las modalidades de la convivencia cotidiana se manifiesta también el sueño martiano de preservar, ante todo, la dignidad suprema del hombre en lo que tiene de esencial, el respeto al otro.

En el aquí y el ahora del obligado quehacer de cada día, observamos la vulneración creciente de normas de conductas básicas para garantizar, en lo espiritual, una adecuada convivencia entre los seres humanos y, en el orden de la práctica concreta, un mejor funcionamiento de la sociedad. Desde la espontaneidad, se socavan los valores que sustentan un imaginario que subvierte los momentos esenciales para un presente en que germinan las semillas del porvenir. La prepotencia se expresa en la actitud del vendedor con el cliente, del funcionario que maltrata al demandante, de los poseedores de bienes adquiridos al margen de la ley y los exhiben sin recato ante quienes disponen apenas, con su trabajo honrado, de un salario depreciado. Las bocinas estentóreas perturban el descanso del vecindario. Los basurales tupen nuestras avejentadas alcantarillas, propician el derrame de aguas  negras y violan condiciones  de higiene indispensables para detener la propagación de epidemias. La coreografía de las fiestas de quince rinde culto a la ostentación y a la más ramplona cursilería.

Hay espacios en nuestra prensa para el registro crítico de fenómenos de nuestra realidad. Más allá de la observación del hecho aislado, se impone profundizar en las causas de las cosas y abordar el problema de manera integral. El funcionamiento de las instituciones tiene que ofrecer muestras de ejemplaridad en el cumplimiento de las normativas legales, eludir la persistente tendencia justificativa, actuar con prontitud y eficacia al responder a los demandantes, convertirse en modelo de trato respetuoso, aplicar sanciones requeridas en caso necesario, restaurar el estricto cumplimiento de la ley.

El pueblo trabajador es el mayor tesoro de la nación. Desde el siglo XIX los visitantes de otros países admiraron nuestro paisaje, pero reconocieron, sobre todo las cualidades del cubano cordial. Preservar esa virtud es compromiso esencial en este momento histórico.

Fuente: http://www.granma.cu/opinion/2017-09-03/por-un-costumbrismo-critico-03-09-2017-21-09-10

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La Universidad Nacional: su estadio y el fútbol

Por: Ignacio Mantilla

El pasado 13 de agosto, en la Ciudad Universitaria tuvo lugar la final del VII Torneo de Fútbol Masculino para egresados, Copa Sesquicentenario, que se disputó entre el equipo Gorditos y Bonitos, en representación de la Facultad de Ingeniería y que resultó ganador, y el conjunto Pete Deluxe, de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales. En la versión femenina de esta competencia resultó ganador el equipo Marea F.C., compuesto por egresadas de la Facultad de Ciencias Humanas, todas unas guerreras.

Si bien sólo hubo un vencedor formal en cada versión, la comunidad universitaria en su conjunto disfrutó con la puesta en práctica de este tipo de actividades deportivas, que no sólo ejercitan el cuerpo, sino que reactivan la relación entre quienes han dejado de verse desde su grado.

Entre los estudiantes, este mismo tipo de actividades se realizan durante todo el año, incluyendo otros deportes, como rugby, baloncesto, atletismo, taekwondo, ciclismo y natación.

El deporte, en particular el fútbol, ha sido una de las actividades físicas favoritas en los campus de la Universidad Nacional. Creo que todos quienes hemos tenido la fortuna de disponer de prados extensos para disfrutar del tiempo disponible entre una y otra clase hemos pateado allí un balón de fútbol.

Para muchas personas que ni siquiera han formado parte de la comunidad universitaria, la vecindad con un campus de la universidad les ha facilitado su uso para hacer ejercicio. Hay quienes incluso recuerdan cómo, desde niños, iban frecuentemente a jugar fútbol allí. Y ese atractivo no se pierde. Por eso en las tardes soleadas es frecuente encontrar grupos de estudiantes disputando algún “picado”.

Recordemos que en el estadio Alfonso López Pumarejo de la Ciudad Universitaria muchas generaciones de estudiantes y de ciudadanos bogotanos pudieron apreciar las mejores expresiones del fútbol universitario.

Los estudiantes provenientes de todo el país armaban sus equipos. Algunas veces se hacían torneos con programación institucional y otras de forma espontánea. Los competidores se convertían en figuras populares en sus facultades y tenían el compromiso de dejar en alto el nombre y defender el honor deportivo de su carrera.

Estas respetadas actividades se alternaban con asambleas estudiantiles y todas las otras actividades académicas y culturales propias de la universidad. Y es que el fútbol ha atrapado a personalidades de todas las disciplinas, profesiones y vocaciones. Así, por ejemplo, se sabe que Albert Camus, premio Nobel de Literatura y héroe de la resistencia francesa, amaba este deporte. Sus biógrafos señalan que Camus era un apasionado y furibundo aficionado del fútbol y que propiciaba su práctica en las barriadas pobres de Argelia. Otro ejemplo, ampliamente conocido, es el del gran físico danés Niels Bohr, quien obtuvo el Premio Nobel en 1922. Él y su hermano Harald fueron futbolistas profesionales destacados. Hay quienes afirman, con algo de sorna, que es el único futbolista que ha ganado un Premio Nobel. También hay otros que dicen que es el único nobel que hubiera podido vivir del fútbol.

El estadio Alfonso López de la Universidad Nacional se empezó a construir en septiembre de 1937 y se culminó en agosto de 1938, para la realización de los Juegos Bolivarianos, en el marco del cuarto centenario de Bogotá. La edificación fue bautizada por el presidente Eduardo Santos con ese nombre por ser López Pumarejo el mayor impulsor de la Universidad Nacional en la década del 30. Allí se escribió un capítulo clave de El Dorado, época en que varios de los equipos que compiten en el campeonato profesional de fútbol, como Independiente Santa Fe y Millonarios, tenían en sus nóminas a excepcionales jugadores extranjeros. No pocas veces, en el estadio de la Ciudad Universitaria, que compartía sede con el recién inaugurado estadio El Campín, jugadores como Alfredo Di Stéfano, Néstor Raúl Rossi y Adolfo Alfredo Pedernera hicieron gala de su gran técnica y juego.

A los estudiantes de los años 70, algunos de nuestros profesores nos contaban con nostalgia que a tan sólo algunos metros de su salón de clases podían ir a ver a sus ídolos, o incluso que algunos jugaron contra ellos, cuando hacían parte del equipo de fútbol de la universidad.

El presidente Alfonso López Pumarejo y muchos otros impulsores de la Ciudad Blanca, como Agustín Nieto Caballero, estuvieron influenciados por los desarrollos pedagógicos de pensadores como Ovidio Decroly, María Montessori y, por supuesto, del asesor Fritz Karsen, quienes les daban una gran importancia a la experiencia y la práctica para generar conocimiento, además de resaltar la actividad física. Fue tal vez por eso que el estadio, así como otros equipamientos para practicar deportes, tuvo un lugar privilegiado en este campus. Pero con seguridad, la arquitectura de la Ciudad Universitaria, en manos de Leopoldo Rother, reflejó el pensamiento de una generación que estaba decidida a impulsar la modernización del país en todos los campos.

Aunque el fútbol no despierta las mismas pasiones en todas las personas, hay que reconocer que los universitarios no escapamos a sus deleites y que todos tenemos nuestros “equipos del alma”. En mi caso, cómo no confesar mi interés por el éxito del Atlético Bucaramanga y cómo no reconocer que también hay equipos extranjeros de los cuales soy hincha. Así por ejemplo el Villarreal de España o el Mainz 05 de Alemania.

En la actualidad, la Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, que cumple 150 años de existencia, no sólo genera desarrollo científico, sino que también contribuye a la consolidación del deporte nacional. Para resaltar algunos ejemplos, cabe mencionar la disciplina de dos de nuestras estudiantes que lograron un cupo en los pasados Juegos de Río 2016: Diana Pineda, estudiante de Ingeniería Civil de la Facultad de Minas, y Estefanía Álvarez, estudiante de Estadística de la Facultad de Ciencias, ambas de la sede Medellín.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/la-universidad-nacional-su-estadio-y-el-futbol-columna-708851

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Nicaragua: Animan a los colegios privados a sembrar la identidad cultural

Centro América/Nicaragua/19 Agosto 2017/Fuente: tn8

En un espacio de aportes, reflexión e intercambio, se reunieron este miércoles los directores y subdirectores de los colegios privados de Managua con autoridades del Ministerio de Educación con la idea de instarlos a que desde esos centros se estimule la identidad cultural e idiosincrasia nicaragüense.

Desde el sistema público de educación están más de 2 mil niños y niñas agrupados en el Gran Coro nacional Rubén Darío con 25 orquestas sinfónicas y el año pasado con el apoyo del maestro Ronald Abud Vivas se formó el mega baile del Güegüense con 250 estudiantes.

«Nada mejor que hacer este intercambio en momentos en que realizamos la preparación para celebrar nuestras fiestas patrias, vamos a intercambiar para contribuir en que este país avance en rutas de prosperidad», expresó Salvador Vanegas, asesor presidencial en temas de educación.

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«Estamos intercambiando en un tema que fue un acuerdo, como es abordar un intercambio de experiencias de lo que debe ser la educación artística y con el programa de estudio que se pueda desarrollar el talento de nuestros niños, nuestros adolescentes, los jóvenes en diferentes expresiones artísticas a la vez de que se promueve el rescate de las tradiciones de nuestras danzas tradicionales, expresiones de música, teatro poesíam danza y pintura, entre otros y que en el caso de los colegios públicos estamos muy avanzados, uno con el maestro Ramón Rodríguez del Teatro Nacional Rubén Darío, con el compañero maestro Ronald Abud, con el historiador Wilmor López en la elaboración de una estrategia de arte, cultura, identidad y tradición que ha sido instruido por el presidente Daniel Ortega y por la compañera vicepresidente Rosario Murillo», expresó el asesor presidencial.

«Los directores de centros presentan sus experiencias para intercambiar directamente con Salvador Espinosa y Donald Aguirre, destacados artistas en la teoría del país, con quienes abordaremos para enriquecer la cultura y la educación del país. A partir de los acuerdos que tomemos hoy se seguirá fortaleciendo la ruta de arte cultura y tradición en un contexto interesante porque en la próxima semana se estará realizando en todo el país desde ya celebraciones en honor a la patria», sostuvo.

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Fuente: http://www.tn8.tv/nacionales/428361-animan-colegios-privados-nicaragua-sembrar-identidad-cultural/

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La Escuela de Ingeniería en la historia de la Universidad Nacional

Por: Ignacio Mantilla

Una de las seis escuelas que conformaron la Universidad Nacional desde su creación, hace 150 años, fue la Escuela de Ingeniería. Puede decirse que los orígenes de esta escuela son fácilmente rastreables en el Colegio Militar fundado por el general Tomás Cipriano de Mosquera en 1848; colegio que desapareció en 1854, al no encontrar respaldo del Estado. Aunque el general Mosquera, siete años después, en su segundo mandato, decretó la reapertura del Colegio Militar, solo hasta 1866 pudo entrar en funcionamiento, debido a la guerra civil en curso. Y fue este colegio, que concentraba la formación de ingenieros civiles en el país, el que dio origen a la escuela, una de las seis primeras que integraron en 1867 la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia.

La Escuela de Ingeniería tuvo como sede inicial el Convento de la Candelaria de Bogotá, que hoy alberga al Colegio Agustiniano en la calle 11, entre carreras 4ª y 5ª en el centro de la ciudad. Esta escuela de la universidad recibió en su primer año a 36 estudiantes de casi todos los estados de la Unión que fueron recibidos por los primeros diez profesores de ingeniería. La historia de esta escuela de la universidad es rica en aportes importantes para el país, tales como la construcción de carreteras, ferrocarriles, puentes y túneles. Obras que aportaron para que la Colombia de finales del siglo XIX fortaleciera, poco a poco, la producción industrial y su desarrollo económico.

Adicionalmente, la Escuela de Ingeniería formó a ingenieros e intelectuales de gran preponderancia para la vida económica y cultural de nuestra nación. Uno de aquellos ingenieros formados en sus aulas fue el muy reconocido Julio Garavito Armero, que por décadas se desempeñó como director del Observatorio Astronómico Nacional y desde donde realizó investigaciones en matemáticas y astronomía que le valieron para ser reconocido internacionalmente. Como muchos saben, en 1971 la Unión Astronómica Internacional exaltó su trabajo, bautizando un cráter ubicado en el lado oscuro de la Luna con el nombre de este ingeniero colombiano. De los alumnos de los primeros años de la escuela se destacan por su gran reconocimiento, entre otros, Ruperto Ferreira, posteriormente rector de la misma, cargo equivalente a lo que hoy sería decano de Facultad, quien por varios años asumió la responsabilidad como ministro de Hacienda, y Manuel Antonio Rueda, uno de los mayores impulsores del estudio de las matemáticas a finales del siglo XIX. A este último le debemos uno de los primeros esfuerzos en traducir, editar y publicar gran cantidad de textos matemáticos de fundamental importancia para su estudio en nuestro país.

A diferencia de la Escuela de Minas de Medellín, que desde comienzos del siglo XX formó parte de la Universidad Nacional y donde las matemáticas se estudiaban únicamente para su aplicación a la ingeniería, la Escuela de Ingeniería se desarrolló bajo un modelo francés donde los aspectos teóricos de la matemática se estudiaban con mayor dedicación y profundidad. Por su inclinación hacia el abordaje más extenso de las matemáticas, la escuela cambió de nombre en distintas ocasiones; así, por ejemplo, en 1886 pasó a llamarse Facultad de Ciencias Matemáticas. Después de la reapertura de la universidad, al terminar la Guerra de los Mil Días, cambió su nombre a Facultad de Matemáticas e Ingeniería, nombre que mantuvo hasta terminarse la primera mitad del siglo XX, cuando adoptó su nombre actual, Facultad de Ingeniería.

Los primeros cursos dictados en nuestra escuela demuestran la inclinación teórica de la Ingeniería Civil que allí se estudiaba. Así, el pénsum de la carrera para 1868 se componía de un primer año con estudios superiores de aritmética, álgebra, geometría, trigonometría rectilínea y esférica. El segundo año había que cursar las asignaturas de geometría práctica, topografía, geometría analítica y geometría descriptiva. En el tercero: cálculo diferencial e integral y mecánica. En el cuarto año: geodesia y maquinaria. Por último, en el quinto años los estudiantes tomaban cursos de arquitectura y construcción civil (caminos, puentes y trabajos hidráulicos, entre otros).

Pero fue gracias a la Escuela de Ingeniería, con su formación politécnica, que surgieron formalmente algunas disciplinas en nuestro país, entre las que podemos mencionar la química, la astronomía, la física, la arquitectura y la matemática. También debemos a nuestra Escuela de Ingeniería la influencia en la creación de instituciones de gran importancia nacional como la Sociedad Colombiana de Ingenieros en 1887, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Nariño en 1905 o la Escuela Colombiana de Ingeniería en 1972.

Hoy por hoy la Facultad de Ingeniería es una de las más grandes e importantes facultades de ingeniería del país y ofrece una formación de alta calidad a través de nueve programas de pregrado y 27 programas de posgrado entre los que se cuentan siete doctorados. La labor desarrollada ininterrumpidamente por esta antigua facultad es para nuestra universidad y, por supuesto, para todo el país de gran orgullo y valor. Es la facultad de la Universidad Nacional con mayor número de estudiantes y de egresados.

La Universidad Nacional, patrimonio de todos los colombianos, es como un cuerpo humano, compuesto de órganos que son indispensables para su funcionamiento. En el caso de la Facultad de Ingeniería se trata de un órgano vital que da a la institución su razón de ser.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/la-escuela-de-ingenieria-en-la-historia-de-la-universidad-nacional-columna-704294

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