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Libro: Política de sexos (PDF)

Autora:  Sylviane Agacinski

Fecha de la edición: 1998

ISBN: 84-306-0321-2

Sinopsis: En 1996 un grupo de mujeres francesas firmaron un manifiesto a favor de la paridad, de la igualdad de representación en la Asamblea Nacional. Sylviane Agacinski, filósofa, feminista y militante socialista, apuesta por la paridad en política y por una nueva postura filosófica. En su teoría pone en duda la jerarquía de los sexos y el predominio de los valores masculinos, a la vez que critica el feminismo más radical. Esta toma de posición política defiende, en definitiva, el carácter mixto de la humanidad y propugna el entendimiento, dentro del reconocimiento de las diferencias, entre ambos sexos.

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Entrevista: Somos marea, las luchas feministas.

Por: 

Conversamos con Natalia Martínez sobre la metáfora de las olas del feminismo en Argentina y el mundo. La doctora en ciencia política, investigadora asistente del CONICET e investigadora del área FemGeS (Feminismos, Género y Sexualidades) del Centro de Investigaciones María Saleme de Burnichón de la Facultad de Filosofía y Humanidades realiza un repaso por la historia de los feminismos.

Por Redacción La tinta

Para ella, la metáfora de las olas del feminismo, si bien ordena, al mismo tiempo, hay que mantenerla siempre abierta. En la historia de los feminismos y hacia el interior del movimiento, hay límites difusos, porosos, siempre hubo tensiones, contradicciones y debates que van y vuelven como la marea.

“La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos”. 
Olympe de Gouges (1748-1793)

“No deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”.
Mary Wollstonecraft (1759-1797)

—¿Por qué se habla de las olas del feminismo y cuáles fueron las principales demandas de cada una?

Las feministas “de la primera ola” no se reconocieron así, fueron las feministas “de la segunda ola” las que comenzaron a nombrarse como tal, como un reconocimiento al legado de las primeras. Se reconocieron a sí mismas como parte de una historia, pero, a su vez, distintas a las de la primera ola. Como referencia, se suele citar a los ’60 en Estados Unidos: un artículo, en el New York Times del año 1968, se tituló “La segunda ola feminista”, es decir, el término ya circulaba en ese momento. Hay otra referencia también, menos conocida. Una activista irlandesa, Frances Power Cobbe, a fines del siglo XIX, ya habló de las olas del movimiento de mujeres. Dijo que la articulación de las distintas luchas, al igual que las olas, comenzaban separadas, pero terminaban acoplándose unas a otras, se iban sumando y la ola se iba haciendo cada vez más grande.

Luego, con la complejidad de las demandas y las agendas de los feminismos, lamentablemente, la referencia a “las olas” en los feminismos comenzó a tomar un cariz progresivo. Es decir, se instaló la noción de que las olas sucesivas eran superadoras de las precedentes, que cada ola era mejor que la anterior. Las olas venían a mostrar un cambio que excedía los límites de la anterior. Ahora, afortunadamente, comenzaron a aparecer lecturas revisionistas sobre este sentido progresista de la metáfora, porque uniformiza períodos históricos que son re distintos y opaca los conflictos, la variedad y diversidad que hubo en cada ola. Se termina contando un cuentito que dice: “La primer ola hizo tal cosa, la segunda, tal otra…” y así, cuando, en realidad, en todas las olas hubo de todo.


A mí me gusta la referencia a las olas del feminismo, pero entiendo que las olas van y vienen, como la marea, las olas nunca se van, sino que se mezclan y una nunca sabe cuál es cuál. Por ejemplo, creo que seguimos muy enganchadas, pensando, luchando y saliendo a la calle por problemas que escribieron y dieron cuenta las feministas de la primera ola.


Y, en relación a las demandas y agendas de cada ola, se suele englobar a las sufragistas como la primera ola, pero también hay una referencia anterior que se encuentra en la Revolución Francesa con Olympe de Gouges que escribió la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana (1791) en respuesta a la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789). Los jacobinos la guillotinaron en 1793. En la misma época, en 1792, en Inglaterra, Mary Wollstonecraftescribió un hermoso libro llamado Vindicación de los derechos de la mujer, fue la primera publicación que realizó una reflexión sistemática sobre la opresión femenina. Ella le discute a Rousseau que el maravilloso discurso de la ciudadanía, la igualdad y la libertad se caía a pedazos cuando había que pensar en la mujer.

Olympe de Gouges y Mary Wollstonecraft son individualidades. A mediados del siglo XIX, se comienza a ver más lo colectivo con la Declaración de Séneca Falls (1848) en el estado de New York. Tiene 12 puntos que hacen explícitas las demandas del período: inclusión de derechos civiles, acceso a la educación, al trabajo rentado, a la salud y, como aspiración última, los derechos políticos. Esta primera ola estadounidense estuvo muy vinculada con la lucha antiesclavista.

Para la segunda ola, las limitaciones que tuvo esta primera ola pasaron por creer que se iba a encontrar la igualdad en la ley, sin llegar a reconocer la importancia de la cultura o de la propia sexualidad, sin llegar a comprender los efectos de las diferencias raciales o de clase entre las mujeres, diferencias que hacían que la opresión fuese vivida de una manera muy distinta. Por eso, la primera ola suele caracterizarse como protagonizada por mujeres de clase media alta, blancas y educadas. Aunque eso no fue del todo así. Las increíbles declaraciones de Sojourner Truth en la Convención de mujeres de Akron, Ohio, donde interpela a lxs presentes con la pregunta: “Acaso no soy yo una mujer”, es una referencia ineludible de esa primera ola también.

Las feministas de la segunda ola son las feministas de los sesenta, en particular, reconociendo a las yanquis, aunque todas estuvieron muy inspiradas en la obra de Simone de Beauvoir, referente del feminismo francés quien escribió su obra más conocida en el ’49 (El segundo sexo). La segunda ola fue enorme, con múltiples activismos y grandes obras que han terminado siendo nuestras “clásicas”, obras increíbles -pensemos en La política sexual de Kate Millet, Dialéctica del sexo de Shulamith Firestone o Enemigo Principal de Christine Delphy-. Pero, lamentablemente, las referencias que pasaron con la tercera ola, en general, terminaron simplificándolas, reconociendo, por un lado, al “feminismo de la igualdad” y englobando ahí a las radicales, liberales, socialistas y marxistas, y, por otro lado, al “feminismo de la diferencia”, también conocido como “feminismo cultural” en EE.UU. El primero (de la igualdad) aspirando a la igualdad con los varones (por vías muy diferentes entre sí) y el segundo, a la valoración social y cultural de las diferencias que serían propias de las mujeres.

Pero, si te detenés a analizar las obras y los activismos del período, te das cuenta, rápidamente, que las fronteras no son tan nítidas (entre esos dos feminismos). Las demandas, en general, las unificaban y los análisis abrían múltiples aspectos, algunos complementarios entre sí y otros contrapuestos. Por ejemplo, si se reconocía que el rol principal de las mujeres en nuestras sociedades era su identificación como “madres” y que trabajaban de forma gratuita, invisibilizadas, en condiciones precarias, explotadas. Para cambiar esta situación: ¿se pedía al Estado reconocimiento público, licencias y beneficios sociales por maternidad? ¿o una repartición equitativa de la crianza y el cuidado de hijes entre padres y madres, o guarderías públicas? Ambas propuestas salieron de la mano de esas feministas y ambas dan cuenta de los diferentes planteamientos entre feministas de la igualdad y de la diferencia. Son planteamientos contrapuestos entre sí, que parten de premisas muy diferentes, pero que, sin embargo, conviven en sus efectos, digo, en las prácticas políticas que posibilitaron.

Y la tercera ola que, a grandes rasgos, aparece a mediados de los ’80 y llega a nuestros días, comenzó a partir de las críticas que se hicieron a esos feminismos. Se plantea que la atención se focalizó demasiado en la opresión de las mujeres por sus múltiples causas, pero no vieron que, en esta equiparación de la opresión, terminaron invisibilizando las diferencias al interior de las mujeres. Las críticas las hacen, sobre todo, feministas lesbianas, negras, feministas chicanas. Y son críticas que vienen de la mano de la crítica poscolonial y posestructuralista que ya se estaba dando en gran parte del pensamiento político y filosófico del período. Una crítica centrada en la mirada esencialista que se había filtrado cuando se definía “la opresión común” de las mujeres. ¿Quiénes eran las que definían esa opresión? ¿qué experiencias, de qué mujeres era la opresión que se privilegiaba en las perspectivas feministas?

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

“La liberación de las mujeres deberá ser encarada por ellas mismas en una lucha que arrastrará todos los vestigios anacrónicos de una vida cotidiana deshumanizada y sin alicientes. La acción revolucionaria de las mujeres, su ingreso a la historia, significará la ‘humanización de la humanidad’, por eso es la revolución más profunda, auténtica y necesaria para la realización de la especie humana”. 
(Mirta Henault, Las mujeres dicen basta, 1972)

“Somos el grito de las que ya no tienen voz”. 
(Movilización Ni Una Menos)

—¿En qué contextos históricos se fueron situando las olas del feminismo en Argentina? ¿Cuáles fueron los principales debates que han generado diferencias al interior del movimiento feminista argentino?


—En la Argentina, la primera ola se suele ubicar a principios del siglo XX, aunque también se reconoce que, antes de eso, hubo producciones literarias y algunas organizaciones femeninas, no “feministas”, que tenían sus revistas como La Camelia o el Álbum de señoritas de Juana Manso. Pero la organización colectiva y la identificación con el “feminismo”, con esa palabra, se da recién en 1900.


Aunque, antes de esto, se suele englobar, dentro de nuestra primera ola, a las anarquistas que escribieron el periódico La Voz de la Mujer -entre 1896 y 1897-. Pero, en realidad, las anarquistas estaban en la vereda de en frente de las feministas porque, para ellas, el feminismo era burgués y contrario a sus objetivos. Propugnaron la emancipación de las mujeres desde una concepción anarquista más que feminista. No les interesaba el sufragio ni cualquier otro “derecho” porque la ley era un instrumento de la burguesía. De todas formas, el feminismo argentino se ha nutrido de esa tradición, en la actualidad, está muy presente en sus orgas. Por ejemplo, el lema: “Ni dios ni patrón ni marido” viene de las anarquistas. Ellas pensaban que las mujeres obreras eran “doblemente esclavas” por su explotación en las fábricas y en el hogar como madres y esposas. Muchas de ellas pasaron a la historia del feminismo, pero, en ese momento, el feminismo estaba representado, más bien, por socialistas como Elvira López. Ella formaba parte del Partido Socialista, junto a su hermana Ernestina y otras referentes como Alicia Moreau, y fueron las que participaron en el primer Consejo Nacional de la Mujer, en alianza con las matronas, mujeres de la alta sociedad que hacían caridad desde el Estado. Desde este sector, el feminismo era un movimiento que aspiraba a la “elevación de la mujer”, en particular, desde la educación. Decían que no aspiraban a la igualdad con los varones, porque eso era imposible. Había diferencias naturales, centradas en la posibilidad de gestar, sobre todo, y en el lugar “natural” de las mujeres en el cuidado del hogar, que impedían que las mujeres hicieran lo mismo que los varones en la sociedad.

Los límites -y la potencialidad- de este primer feminismo, quizás, tengan que ver con esta visión gradualista que le imprimió el propio ideario socialista. Las transformaciones más importantes llegarían de la mano de reformas graduales, muchas de las cuales fueron posibilitadas por su militancia. Lo interesante de nuestra historia es que, a la par de este ideario, las anarquistas clamaban por la destrucción del hogar y el amor libre.

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Después de esta primera ola, que podríamos decir que termina en el ’47 cuando accedemos al sufragio, los feminismos se sostienen y diversifican. El peronismo las va a unir, aunque como opositoras. Desde el socialismo, el comunismo e incluso el anarquismo, las feministas van a salir juntas en contra del peronismo. Lo vieron, y algunas lo vivieron, como una dictadura. Pensemos que algunas fueron detenidas y otras exiliadas por el gobierno peronista. En ese sentido, el feminismo de ese período fue muy gorila -recordemos a Victoria Ocampo como una de sus principales referentes-. Por otra parte, para muchas mujeres que entraron a la política de la mano del peronismo, el feminismo era oligárquico e, incluso, imperialista. Era una moda que venía de EE.UU. Esta concepción también afectó a las feministas comunistas. Les costó mucho que sus partidos apoyaran su feminismo.

Nuestra segunda ola, que se suele ubicar en los 70’s, mantuvo bastante esta tensión, de hecho, se hizo más fuerte. Aparecen agrupaciones feministas antes de la dictadura. En 1970, la Unión Feminista Argentina (UFA) y el Movimiento de Liberación Femenina, luego Movimiento de Liberación Feminista (MLF), se formaron con activistas de clase media alta, intelectuales que viajaban y trajeron libros del feminismo radical de EE.UU sobre todo. Los traducen, los leen acá y comienzan a organizarse. La UFA replica los grupos de “consciousness raising”, que acá se traducen como “grupos de autoconcienciación”. Se juntaban de 8 a 10 mujeres a hablar de sus problemas cotidianos, para, entre todas, visibilizar su dimensión “común”, lo común de la opresión femenina.

Otros grupos también se arman desde las izquierdas, como la editorial Nueva Mujer que viene de Palabra Obrera(publicaron el libro: Las mujeres dicen basta), y, después, otra agrupación que se llamaba Muchacha que era del Partido Socialista de los Trabajadores. Todas estas grupas tienen diferencias, discusiones y rupturas en torno a un gran debate del momento: la relación entre la política y el feminismo. Así, se habla de la “doble militancia” (las que venían de partidos políticos y también eran feministas) y del “feminismo puro”. Esta división veía, en la política, una práctica patriarcal y criticaba fuertemente la jerarquía de los partidos y su injerencia en una agenda que aspiraba a ser “puramente feminista”. De todos modos, todas están cerca y se van a acompañar en un montón de iniciativas. El terrorismo de Estado tuvo sus efectos desmovilizadores en estas agrupaciones, pero, en algunas, las reuniones se van a mantener como grupos de estudio.


Ya después, en los ochenta, reaparecen algunas grupas y se arman muchas nuevas, con demandas específicas al Estado. En un clima que veía que la democracia iba a solucionar todos nuestros problemas, las feministas irrumpieron participando en política desde una concepción muy diferente a la que se tenía en los ’70.


Se multiplican los frentes con activistas peronistas, de las izquierdas y las feministas de antes (el MLF pasa a llamarse Organización Feminista Argentina OFA). Una demanda importante fue la patria potestad compartida, se hace una comisión en 1980 y, en el ’83, se forma el Tribunal Contra la Violencia hacia la MujerLa mítica Multisectorial de la Mujer encuentra a feministas, políticas, sindicalistas, amas de casa y a las Madres de Plaza de Mayo. Luego, todas ellas son las que van a organizar el primer Encuentro Nacional de Mujeres en el ’86, inspirado a nivel internacional por los procesos que se fueron abriendo desde la primera Conferencia Internacional de la Mujer que se hizo en el ’75 y la segunda que se hizo en el ’85. También por los Encuentros Feministas Latinoamericanos y del Caribe (EFLAC) que comenzaron a hacerse desde 1981. Todos estos eventos tuvieron mucha influencia en los feminismos latinoamericanos y en Argentina también.

Nuestra tercera ola empezaría a verse en los noventas, con un fuerte quiebre tras el 2001. O, quizás, el 2001 fue la precuela de nuestra cuarta ola. Todavía faltan análisis que den cuenta de cuáles fueron los ejes principales de nuestra tercera ola y si llegamos a estar ahora en presencia de una cuarta. A modo de hipótesis, algunas aproximaciones dicen que la irrupción de lo popular en los feminismos marcaría una cuarta ola, pero esto ya sucedió en el 2001.

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Recordemos que, en los 90’s, uno de los ejes del gobierno neoliberal fue recortar la gestión pública y tercerizar las políticas sociales desde las ONG’s. En ese período, se multiplicaron las ONG’s feministas con financiamiento de organismos internacionales que sostuvieron políticas públicas dirigidas a las mujeres. Esto fortaleció y amplió la agenda de los feminismos. Se organizaron un montón de redes, se financiaron muchos eventos que conectaron a los feminismos en la región. Muchas demandas llegaron al Estado, incluso, de la mano de feministas que se comprometieron en la gestión de gobierno. Pero muchas fueron críticas de este proceso. Sostuvieron la necesidad de autonomía frente al Estado y los financiamientos internacionales porque llegaron a tener mucha injerencia en las agendas feministas y en la propia militancia. Criticaron que, en las ONG’s, el activismo se transforme en un trabajo rentado y que sus “directoras” tomen la voz por todo el movimiento sin mediar instancias de representación democráticas. Este proceso se dio en toda la región y llegó a ser un eje de discusión que opuso a los feminismos entre sí y los desmovilizó bastante. En otro punto, habilitó un cierto cuidado y una llamada de atención, tanto para pensar el modo en que los feminismos se vinculaban con el Estado así como sobre los modos en que se gestionaban sus recursos y se organizaban sus activismos.


Y la crisis del 2001 fue un sismo para todo el país y para los feminismos también. En particular, en el Encuentro Nacional de Mujeres 2003, que se hizo en Rosario, se llenó de organizaciones populares, de mujeres piqueteras y se hicieron visibles las diferencias de clases y las prioridades entre los feminismos. Frente a la disputa entre autónomas e institucionalizadas de los noventa, apareció la potencia de lo que se venía nombrando como “movimiento amplio de mujeres” y la necesidad de que el feminismo abriera su agenda a los problemas estructurales que estaban afectando al país. Fue un proceso que no sólo afectó a los feminismos, sino a muchos movimientos sociales.


En este sentido, los gobiernos de Néstor y Cristina, y el modo en que se abrieron e implicaron en la agenda de los movimientos sociales, también afectó a los feminismos. En particular, desde su vínculo con el movimiento de Derechos Humanos. Desde entonces, se han producido grandes cambios, otras sensibilidades y articulaciones entre activismos -políticos, populares, barriales, sexuales, académicos, institucionales- y se ha fortalecido un montón la movilización feminista en las calles. Aunque no se puede negar la masificación increíble que se generó desde el 2015 con el #Ni Una Menos y, más recientemente, con la reactivación de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, se trata de un proceso que es necesario comprender desde sus condiciones de posibilidad.

Los feminismos tienen más de un siglo de historia en nuestro país. En este marco, hablar de una cuarta ola, quizás, tenga sentido para entender una nueva dimensión que está dada por el increíble ingreso de pibas, pibes muy jóvenes, al feminismo, un ingreso que no sólo retoma lo que ya estaba sucediendo en los feminismos, sino que le imprime una potencia y vertiginosidad muy particular. Las redes sociales son un aspecto central (quizás, también, un límite). Pero también lo es la pregnancia, la facilidad con la que se reconocen como feministas, como si ya no hubiera necesidad de recorrer todas las olas porque ya las llevan puestas y van para adelante. Y acá, aunque se me pone la piel de gallina con todo esto que está pasando, no dejo de ver que hay un riesgo, porque, por ahí, lo difícil es habitar al feminismo en toda su complejidad, reconociendo sus antecedentes, su pluralidad constitutiva y, al mismo tiempo, hacer frente a sus múltiples implicancias, que no sólo afecta a las mujeres, ni siquiera a “las mujeres, tortas, travas y trans”.

Abre un horizonte emancipatorio radical y, acá, no me refiero a la UCR ni a las feministas radicales yanquis. Digo “radical” en el sentido de una transformación de toda la sociedad, desde la raíz, en lo personal y en lo político. De eso se trata cuando se dice que: “La revolución será feminista o no será”. No es soplar y hacer botella. El feminismo nos atraviesa desde todas las fibras, a su tiempo, y requiere una atención y un cuidado especial. De ahí es que creo que está bueno prestar especial atención a todas sus olas, aprender de sus vaivenes. Si la marea feminista nos alcanzó, será momento de zambullirse y disfrutar.

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(Imagen: Colectivo Manifiesto)

*Por Redacción La tinta / Imagen de portada: Eloisa Molina para La tinta.

Fuente: https://latinta.com.ar/2019/02/somos-marea-las-luchas-feministas/

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Igualdad de Género es tema de consulta pública de la ONU

Por: redclade.org.

Hasta el 28 de febrero, activistas, especialistas y personas interesadas en la temática podrán participar en la consulta, que tiene miras a recoger aportes para la agenda de debates de un foro internacional sobre el tema, que se realizará en Túnez en abril

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la ONU Mujeres y el Ministerio de la Mujer, Familia, Infancia y Ancianos del gobierno de Túnez lanzaron una consulta en línea para que la sociedad civil pueda contribuir con la construcción de la agenda de debates del Foro de Túnez sobre la Igualdad de Género. El evento se realizará en abril de este año en Túnez.

Para participar, basta con acceder a la página de la consulta y enviar sus aportes sobre el tema hasta el 28 de febrero. La consulta está dividida en cuatro temas centrales:

  1. Beijing hacia Beijing +25 (balance del estado de cumplimiento de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, un año antes del aniversario de 25 años de la adopción de este compromiso internacional por la igualdad de género);
  2. Igualdad de género para la transformación de la gobernanza local;
  3. Mujeres, paz y seguridad;
  4. Innovación, tecnología y fortalecimiento económico de las mujeres.

La síntesis de este debate será la base para definir los ejes centrales de la agenda del Foro de Túnez sobre la Igualdad de Género, e irá reflejar el diálogo entre activistas, sociedad civil y gobiernos de todo el mundo, respecto a la temática. “Esta es una oportunidad para que todos los interesados en el futuro de la igualdad de género puedan ayudar a construir este foro”, dicen las organizaciones que coordinan la iniciativa.

Fuente de la noticia: https://redclade.org/noticias/igualdad-de-genero-es-tema-de-consulta-publica-de-la-onu/

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Argentina: 8M: ¡Las y los docentes paramos y nos movilizamos!

Redacción: La Izquierda Diario

El próximo 8 de marzo se llevará a cabo una nueva movilización de mujeres en muchos países. Este hecho fue impulsado hace más de 100 años por miles de mujeres que frente a la explotación y opresión del sistema capitalista vigente, salieron a las calles, hicieron huelgas, llevando las luchas hasta las últimas consecuencias.

La historia nos demuestra que todo derecho ganado fue gracias a la organización y la pelea de miles de trabajadores, mujeres, jóvenes y estudiantes que son víctimas de políticas de ajuste y precarización laboral, como la lucha de los chalecos amarillos en Francia, la de docentes y estudiantes de Buenos Aires, que evitaron el cierre de las escuelas nocturnas, etc.

Aquí en Jujuy, estudiantes y docentes fueron condenados por la justicia de Morales por enfrentar el cierre de los CEIJA y defender el derecho elemental a la educación, en este caso de jóvenes trabajadores/as.

Por otro lado, sabemos que en la docencia provincial, sobre todo en los niveles Inicial y Primario la gran mayoría somos mujeres y las que menos cobramos en el sistema educativo ya que nuestros sueldos son los más bajos, colocando a muchas bajo la línea de pobreza, obligadas a trabajar en situaciones de precariedad, en doble turno, para tratar de equiparar los índices de inflación y los tarifazos, pues muchas somos sostén de familias. Pero a esto se suma, luego de la jornada laboral, continuamos en casa con las tareas domésticas, trabajo que no es reconocido y es invisibilizado como tal. El Estado capitalista y sus empresarios “ahorran” al no reconocerlo.

Estas jornadas laborales extenuantes, traen aparejadas enfermedades crónicas como el estrés y otras derivadas de la misma. A esto se suman, maltrato laboral y el control por parte del gobierno que no sólo vulnera derechos sino que genera persecución, colocándonos en listas negras si participamos en paros y movilizaciones para enfrentar los ataques.

En este sentido debemos exigir a los sindicatos, que tomen en sus manos la reivindicación por un salario que se equipare a la canasta familiar y a los índices de inflación, como así también se ponga en pie una secretaria de género, de la mano a la pelea por extensión de la licencia por maternidad por 6 meses como la otorgan otras provincias, creación de jardines maternales en lugares de trabajo y la lucha por la implementación efectiva de la ESI.

También, el gremio debe pronunciarse a favor de la legalización del aborto, legal, seguro y gratuito en un contexto donde la muerte de mujeres por abortos clandestinos se ha transformado en la principal causa de muerte materna. También debemos exigir la implementación efectiva de la ILE, (Interrupción Legal del Embarazo) ya que en lo que va del año han ocurrido dos hechos horrorosos donde como consecuencia de la injerencia del Estado y la Iglesia, se vulneró el derecho de dos niñas violadas que fueron torturadas y obligadas a parir.

La pelea que da la agrupación 9 de Abril 

Es un gran desafío para el próximo 8M convertir el Paro Internacional de las mujeres en un hecho resonante en alianza con todos los sectores en lucha, por lo que es necesario que los sindicatos se organicen y movilicen a las cientos de mujeres que conformamos la docencia. Desde nuestra agrupación propusimos en asambleas de ADEP, CeDEMS y ADIUNJU no sólo adherir al Paro Internacional por el 
8M, sino también que los sindicatos pongan todos sus recursos a disposición de que se garantice la movilidad de todos/as los/as docentes que quieran participar de la marcha. Esto fue votado por asamblea y es muy importante que se haga efectivo.

Ante las políticas de ajuste y endeudamiento con el FMI, más que nunca hay que salir a las calles para pararles la mano a estos gobiernos que sólo benefician a unos pocos.

NO AL PAGO AL FMI

BASTA DE PRECARIZACIÓN LABORAL

SALARIO IGUAL A LA CANASTA FAMILIAR

BASTA DE VIOLENCIA MACHISTA HACIA LAS MUJERES, PRESUPUESTO REAL CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

CUMPLIMIENTO EFECTIVO DE LA ILE, POR LOS DERECHOS DE LAS INFANCIAS, NIÑAS NO MADRES

ABORTO LEGAL, SEGURO Y GRATUITO

APLICACIÓN DE LA ESI EN TODAS LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS, CON PERSPECTIVA CIENTÍFICA Y DE GÉNERO

SEPARACIÓN DE LA IGLESIA DEL ESTADO

Te invitamos a movilizar junto a la agrupación docente 9 de abril y Pan y Rosas, este viernes 8 de marzo, desde Plaza Belgrano, 17hs.

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/8M-Las-y-los-docentes-paramos-y-nos-movilizamos

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Christina Dalcher: ‘VOZ’, el nuevo Gilead que pone un bozal de 100 palabras a las mujeres

Redacción: El Diario

La escritora y lingüista Christina Dalcher publica una distopía ambientada en una nación fundamentalista que controla las mujeres a través de un brazalete que cuenta sus palabras.

Aunque lo comparan con El cuento de la criada, la autora insiste en que su libro trata sobre el valor de un lenguaje que damos por sentado y qué pasaría si nos lo quitaran

Margaret Atwood escribió El cuento de la criada con una banda sonora de estallidos provocados por las fuerzas aéreas de la Alemania Oriental. Cada vez que visitaba los países del otro lado del Telón de Acero, tenía la sensación de convertirse en objeto de espionaje y le invadía la necesidad de mantener la boca cerrada. Era 1984. La autora canadiense se inspiró en el tablero político del Berlín que la acogió para crear Gilead y, en aquel momento, parecía imposible encontrar un escenario más apropiado.

Sin embargo, llegó 2016 y con él la elección del actual presidente de Estados Unidos. La república teocrática y feudal que trataba a las mujeres como vasijas sin derechos recuperó su vigencia treinta años después y un productor televisivo la convirtió en la serie de éxito que es actualmente.

Ha llegado un momento en el que no está muy claro qué inspira a quién. ¿Es Donald Trump el acicate de la adaptación de El cuento de la criada? A veces parece que son los propios políticos quienes toman ideas de estas ficciones aterradoras para lanzar según qué discursos. En el caso deVOZ (Roca Editorial), de Christina Dalcher, es una mezcla de ambas.

Portada de VOX

En medio del auge del populismo sexista de Trump, pero antes del despertar del Me Too y el renacer de la novela de Atwood, la escritora y lingüista empezó a crear una nación en la que a las mujeres solo se les permitiese pronunciar 100 palabras al día.

«Me gustó esta hipótesis porque es una opresión muy verosímil, solo tenemos que retrotraernos a los años 50 para encontrar esa cultura doméstica y del silencio en el seno del hogar», cuenta Dalcher a eldiario.es.

Aún así, entre una distopía feminista y un thriller sobre el lenguaje, a la escritora le gustaría quedarse con la segunda etiqueta. «Soy mujer y tengo una opinión sobre la igualdad. Pero lo primero de todo y lo que soy en esencia, es lingüista. Así que es un poco lo opuesto: hay feminismo en mi libro sobre lingüística», asegura. El amor de la autora por el lenguaje y la aterradora posibilidad de perderlo, es el verdadero motor del libro.

Lo cataliza a través de la figura de Jane, madre de cuatro hijos que se ve obligada a renunciar a su carrera como investigadora sobre la afasia o la pérdida del lenguaje. Dalcher se sitúa en el mismo extremo que Atwood para presentar un Estados Unidos controlado por una cúpula fundamentalista que confina a las mujeres en las casas y las controla a través de un brazalete que cuenta sus palabras. El bolígrafo y el papel son elementos prohibidos, y la lengua de signos es punible. No tienen más opción de comunicarse que dosificando ese centenar de vocablos.

«El número 100 es completamente arbitrario. Pero es que, como media, las personas hablamos 16.000 palabras al día (en inglés)», explica la autora. «Es como dar un vaso de agua a un hombre que acaba de cruzar el desierto. No sacia tu sed. 100 es casi más diabólico que no poder hablar en absoluto».

Además de la protagonista, hay dos hijos que plantean algunas cuestiones espinosas. La primera es Sonya, la pequeña de la familia, que con seis años crece privada de un derecho fundamental: la libre expresión. Dalcher se inspiró en el caso real de Genie, una niña salvaje que en 1973, a los 14 años, fue rescatada de una infancia de abusos y encierro en la que no pudo adquirir ninguna aptitud comunicativa.

«En mi mente, el verdadero horror viene de pensar en la próxima generación. ¿Qué pasará con estas niñas que no están aprendiendo el idioma a tiempo?». Un límite de 100 palabras para alguien que ya puede hablar «no le quita la facultad de idioma, ni le quita la capacidad de pensar, de racionalizar ni de procesar información», expresa. En cambio, «cuando las mujeres mayores mueran y queden las jóvenes, ¿que será de ellas aparte de convertirse en mascotas del poder?».

La escritora y lingüista Christina Dalcher
La escritora y lingüista Christina Dalcher

La otra figura controvertida toma forma en el hijo mayor, Steven, interceptado por los poderosos para convertirse en un esbirro de los fundamentalistas. Los defiende con vehemencia e incluso fantasea con la dictadura machista a la que piensa someter a su prometida con apenas 17 años. Dalcher, para este caso, se fijó en las juventudes que se siguen afiliando a formaciones con ideas extremistas y neonazis, aún más en la llamada «era de la desinformación».

Da igual cuántos libros alerten al respecto, porque «tú y yo leemos distopías como 1984Farenheit 451 o Brave New World. Pero, ¿crees que os chavales que ondean las banderas con esvásticas también las leen? En absoluto. Son movimientos difíciles de parar, a veces ni siquiera los vemos venir, por eso uno de los mensajes de Voz es que tenemos que seguir prestando atención y no bajar la guardia», dice como reflexión.

En relación al lenguaje como herramienta del feminismo para implantar un cambio en la sociedad, Christina Dalcher se muestra escéptica. «Mi especialidad no es la sociolinguistica, pero sin duda hay muchos estudios que analizan la relación entre el lenguaje, el poder y las relaciones de género entre hombres y mujeres. Sin embargo, creo que también hay muchos tipos de feministas», comienza. «En los últimos años las mujeres han expresado en alto lo que opinan, y eso es buenísimo, pero también es inevitable que otra persona, en otro lugar, te rebata. En eso consiste el lenguaje».

Por último, aunque se declara seguidora de Atwood y de su manuscrito original (no así de la serie), duda que Voz sea visto como una reinterpretación moderna de El cuento de la criada«Me encantaría que el lector se lleve algo de lo valioso que es el lenguaje y cómo lo damos por sentado. No hablo solo de la libertad de expresión o el derecho a salir y manifestarse. Me gustaría que los lectores reflexionen sobre cuánto dependemos de nuestra facultad del habla y qué nos pasaría si nos la quitaran».

Fuente: https://www.eldiario.es/cultura/libros/VOX-nuevo-Gilead-palabras-mujeres_0_865463688.html

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Los 17 objetivos de la ONU para cambiar nuestro mundo

Redacción: La Hora Digital/13-02-2019

En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible. Se trata de un ambicioso plan, asumido por todos los países de las Naciones Unidas, para que los países y sus sociedades emprendan un nuevo camino con el que mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás. La Agenda cuenta con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, que incluyen desde la eliminación de la pobreza hasta el combate al cambio climático, la educación, la igualdad de la mujer, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades.

La agenda 2030 gira entorno a cinco ejes centrales: PLANETA, PERSONAS, PROSPERIDAD, PAZ Y ALIANZAS –denominadas en inglés, las 5 P: Planet, People, Prosperity, Peace, Partnership- .

La Agenda 2030 está integrada por 17 objetivos de desarrollo sostenible y 169 metas. Suponen un nuevo reto de la comunidad internacional para lograr erradicar la pobreza, extender el acceso a los derechos humanos, lograr un desarrollo económico global sostenible y respetuoso con el planeta y los recursos que ofrece.

Los nuevos objetivos beben de la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), suscritos en el año 2000 por la comunidad internacional con límite temporal en 2015. Los ODS asumen las tareas por finalizar relativas a los ODM y resultan más ambiciosos, participativos y, sobre todo, universales.

Son más ambiciosos porque tratan de dar solución a los mayores problemas de la población internacional con un fin claro, la erradicación de la pobreza -cuando los ODM simplemente su mitigación-. Además, incluyen un fuerte componente medioambiental –con hasta seis objetivos relacionados- que plantea el cuidado del planeta como límite para el desarrollo y la prosperidad económica, y se pone al servicio de la mejora del bienestar y la calidad de vida y la expansión de la libertad.

EL GOBIERNO SE SINCRONIZA CON LA AGENDA 2030

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto con los ministros y ministras tiñen sus perfiles en redes sociales con los colores de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Una acción que pretende implicar a la ciudadanía utilizando el hashtag #Soy2030 y cambiando su imagen en las distintas redes y aplicaciones de mensajería instantánea por el logo 2030.

LOS 17 OBJETIVOS:

Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo

Pese a que la tasa de pobreza mundial se ha reducido a la mitad desde el año 2000, en las regiones en desarrollo aún una de cada diez personas, y sus familias, sigue subsistiendo con 1,90 dólares diarios y hay millones más que ganan poco más que esta cantidad diaria. Se han logrado avances significativos en muchos países del Asia oriental y sudoriental, pero casi el 42% de la población del África Subsahariana continúa viviendo por debajo del umbral de la pobreza.

Objetivo 2: Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible

El sector alimentario y el sector agrícola ofrecen soluciones claves para el desarrollo y son vitales para la eliminación del hambre y la pobreza. Gestionadas de forma adecuada, la agricultura, la silvicultura y la acuicultura pueden suministrar comida nutritiva a todo el planeta, así como generar ingresos decentes, apoyar el desarrollo centrado en las personas del campo y proteger el medio ambiente.

Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades

Para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible es fundamental garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal.

Sin embargo, en muchas regiones se enfrentan a graves riesgos para la salud, como altas tasas de mortalidad materna y neonatal, la propagación de enfermedades infecciosas y no transmisibles y una mala salud reproductiva. En las últimas décadas, se han obtenido grandes avances en relación con el aumento de la esperanza de vida y la reducción de algunas de las causas de muerte más comunes relacionadas con la mortalidad infantil y materna, pero para lograr la meta de este Objetivo, que establece que en 2030 haya menos de 70 fallecimientos, se deberá mejorar la asistencia cualificada en los partos. Asimismo, para alcanzar el objetivo de reducir las muertes prematuras por enfermedades no transmisibles en un tercio para 2030 se requerirá aplicar tecnologías más eficaces de combustibles limpios para cocinar y educación sobre los riesgos del tabaco.

Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos

La educación es la base para mejorar nuestra vida y el desarrollo sostenible. Además de mejorar la calidad de vida de las personas, el acceso a la educación inclusiva y equitativa puede ayudar abastecer a la población local con las herramientas necesarias para desarrollar soluciones innovadoras a los problemas más grandes del mundo.

En la actualidad, más de 265 millones de niños y niñas no están escolarizados y el 22% de estos están en edad de asistir a la escuela primaria. Asimismo, los niños que asisten a la escuela carecen de los conocimientos básicos de lectura y aritmética. En la última decada, se han producido importantes avances con relación a la mejora de su acceso a todos los niveles y con el aumento en las tasas de escolarización, sobre todo, en el caso de las mujeres y las niñas. También se ha mejorado en gran medida el nivel mínimo de alfabetización. Sin embargo, es necesario redoblar los esfuerzos para conseguir mayores avances para alcanzar los objetivos de la educación universal. Por ejemplo, el mundo ha alcanzado la igualdad entre niños y niñas en la educación primaria, pero pocos países han logrado sus objetivos en todos los niveles educativos.

Objetivo 5: Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas

Si bien entre 2000 y 2015 se produjeron avances a nivel mundial con relación a la igualdad entre los géneros gracias a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (incluida la igualdad de acceso a la enseñanza primaria), las mujeres y las niñas siguen sufriendo la discriminación y la violencia en todos los lugares del mundo.

La igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental, sino la base necesaria para conseguir un mundo pacífico, próspero y sostenible. Lamentablemente, en la actualidad, 1 de cada 5 mujeres y niñas entre 15 y 49 años de edad afirmaron haber experimentado violencia física o sexual, o ambas, en manos de su pareja en los 12 meses anteriores a ser preguntadas sobre este asunto. Además, 49 países no tienen leyes que protejan a las mujeres de la violencia doméstica. Asimimso, aunque se ha avanzado a la hora de proteger a las mujeres y niñas de prácticas nocivas como el matrimonio infantil y la mutilación genital femenina (MGF), que ha disminuido en un 30% en la última década, aún queda mucho trabajo por hacer para acabar con esas prácticas.

Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos

El agua libre de impurezas y accesible para todos es parte esencial del mundo en que queremos vivir. Hay suficiente agua dulce en el planeta para lograr este sueño. Sin embargo, actualmente el reparto del agua no es el adecuado y para el año 2050 se espera que al menos un 25% de la población mundial viva en un país afectado por escasez crónica y reiterada de agua dulce. La sequía afecta a algunos de los países más pobres del mundo, recrudece el hambre y la desnutrición.

Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para todos

La energía es fundamental para casi todos los grandes desafíos y oportunidades a los que hace frente el mundo actualmente. Ya sea para el empleo, la seguridad, el cambio climático, la producción de alimentos o para aumentar los ingresos. El acceso universal a la energía es esencial.

Trabajar para alcanzar las metas de este objetivo es especialmente importante ya que afecta directamente en la consecución de otros objetivos de desarrollo sostenible. Es vital apoyar nuevas iniciativas económicas y laborales que aseguren el acceso universal a los servicios de energía modernos, mejoren el rendimiento energético y aumenten el uso de fuentes renovables para crear comunidades más sostenibles e inclusivas y para la resiliencia ante problemas ambientales como el cambio climático.

Objetivo 8: Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos

Aproximadamente la mitad de la población mundial todavía vive con el equivalente a unos 2 dólares estadounidenses diarios, con una tasa mundial de desempleo del 5.7%, y en muchos lugares el hecho de tener un empleo no garantiza la capacidad para escapar de la pobreza. Debemos reflexionar sobre este progreso lento y desigual, y revisar nuestras políticas económicas y sociales destinadas a erradicar la pobreza.

Objetivo 9: Industria, innovación e infraestructuras

Desde hace tiempo se reconoce que para conseguir una economía robusta se necesitan inversiones en infraestructura (transporte, regadío, energía, tecnología de la información y las comunicaciones). Estas son fundamentales para lograr un desarrollo sostenible, empoderar a las sociedades de numerosos países, fomentar una mayor estabilidad social y conseguir ciudades más resistentes al cambio climático.

Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países

La comunidad internacional ha logrado grandes avances sacando a las personas de la pobreza. Las naciones más vulnerables —los países menos adelantados, los países en desarrollo sin litoral y los pequeños Estados insulares en desarrollo— continúan avanzando en el ámbito de la reducción de la pobreza. Sin embargo, siguen existiendo desigualdades y grandes disparidades en el acceso a los servicios sanitarios y educativos y a otros bienes productivos.

Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles

Las ciudades son hervideros de ideas, comercio, cultura, ciencia, productividad, desarrollo social y mucho más. En el mejor de los casos, las ciudades han permitido a las personas progresar social y económicamente. En los últimos decenios, el mundo ha experimentado un crecimiento urbano sin precedentes. En 2015, cerca de 4000 millones de personas vivía en ciudades y se prevé que ese número aumente hasta unos 5000 millones para 2030. Se necesita mejorar, por tanto, la planificación y la gestión urbanas para que los espacios urbanos del mundo sean más inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.

Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

El consumo y la producción sostenible consisten en fomentar el uso eficiente de los recursos y la energía, la construcción de infraestructuras que no dañen el medio ambiente, la mejora del acceso a los servicios básicos y la creación de empleos ecológicos, justamente remunerados y con buenas condiciones laborales. Todo ello se traduce en una mejor calidad de vida para todos y, además, ayuda a lograr planes generales de desarrollo, que rebajen costos económicos, ambientales y sociales, que aumenten la competitividad y que reduzcan la pobreza.

Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

El cambio climático afecta a todos los países en todos los continentes, produciendo un impacto negativo en su economía, la vida de las personas y las comunidades. En un futuro se prevé que las consecuencias serán peores. Los patrones climáticos están cambiando, los niveles del mar están aumentando, los eventos climáticos son cada vez más extremos y las emisiones del gas de efecto invernadero están ahora en los niveles más altos de la historia. Si no actuamos, la temperatura media de la superficie del mundo podría aumentar unos 3 grados centígrados este siglo. Las personas más pobres y vulnerables serán los más perjudicados.

Objetivo 14: Conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible

Los océanos del mundo —su temperatura, química, corrientes y vida— mueven sistemas que hacen que la Tierra sea habitable para la humanidad. Nuestras precipitaciones, el agua potable, el clima, el tiempo, las costas, gran parte de nuestros alimentos e incluso el oxígeno del aire que respiramos provienen, en última instancia del mar y son regulados por este. Históricamente, los océanos y los mares han sido cauces vitales del comercio y el transporte.

Objetivo 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras y detener la pérdida de biodiversidad

El 30.7% de la superficie terrestre está cubierta por bosques y estos, además de proporcionar seguridad alimentaria y refugio, son fundamentales para combatir el cambio climático, pues protegen la diversidad biológica y las viviendas de la población indígena. Al proteger los bosques, también podremos fortalecer la gestión de los recursos naturales y aumentar la productividad de la tierra.

Actualmente, 13 millones de hectáreas de bosque desaparecen cada año y la degradación persistente de las zonas áridas está provocando además la desertificación de 3600 millones de hectáreas. Aunque un 15% de la tierra se encuentra actualmente bajo protección, la biodiversidad aún está en riesgo. La deforestación y la desertificación, provocadas por las actividades humanas y el cambio climático, suponen grandes retos para el desarrollo sostenible y han afectado la vida y los medios de vida de millones de personas en la lucha contra la pobreza.

Objetivo 16: Promover sociedades, justas, pacíficas e inclusivas

Las amenazas de homicidio intencional, la violencia contra los niños, la trata de personas y la violencia sexual, son temas importantes que debe ser abordados para crear sociedades pacíficas e inclusivas. Allanan el camino para la provisión de acceso a la justicia para todos y para la construcción de instituciones efectivas y responsables en todos los niveles.

Si bien los casos de homicidios y trata de personas han experimentado un progreso significativo en la última década, todavía hay miles de personas en mayor riesgo de homicidio intencional en América Latina, el África subsahariana y Asia. Las violaciones de los derechos del niño a través de la agresión y la violencia sexual siguen asolando a muchos países en todo el mundo, especialmente porque la falta de información y la falta de datos agravan el problema.

Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible

Un programa exitoso de desarrollo sostenible requiere alianzas entre los gobiernos, el sector privado y la sociedad civil. Estas alianzas inclusivas construidas sobre principios y valores, una visión compartida, y metas compartidas, que colocan a la gente y al planeta en el centro, son necesarias a nivel global, regional, nacional y local.

Se han realizado progresos en relación a las alianzas para el financiamiento, especialmente con un aumento de la ayuda dirigida a los refugiados en los países donantes. Sin embargo, se requieren más alianzas para la prestación de servicios fijos masivos, que son aún en la actualidad de costo muy elevado. También hay una falta de censos de población y vivienda, necesarios para obtener datos desglosados que sirvan de base para la implementación de políticas y programas de desarrollo.

Fuente: https://lahoradigital.com/noticia/18115/politica/los-17-objetivos-de-la-onu-para-cambiar-nuestro-mundo.html

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“Todos, niños y niñas, trabajan juntos en la ciencia: soldar o investigar no es una cuestión de sexo”

Por: Ana Camarero. 

Mari Paz Zorzano, especializada en la exploración planetaria en Marte, explica que la vida del científico no compensa económicamente, lo importante es la vocación

Una pantalla gigante cubre la pared del escenario del salón de actos. Sobre el mismo espacio en el que se representan obras de teatro, danzas alternativas o se realizan presentaciones científicas o literarias, un ordenador muestra en su pantalla la aplicación que permitirá conectar con el Centro de Astrobiología-Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (CSIC-INTA), asociado al NASA Astrobiology Institute, situado en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz. En poco minutos, alumnos de los cursos de 4º, 5º y 6º de Primaria a 4º de la ESO, pertenecientes al Colegio Trilema de Soria, van a despejar todas sus dudas sobre la existencia de vida en otros planetas, aplicación de tecnologías punteras en próximas misiones a Marte o la Luna o sobre cómo es la profesión de investigador/a o científico/a. La encargada de ayudarles a descifrar todas estas incógnitas es la astrofísica Mari Paz Zorzano, especializada en la exploración planetaria en Marte.

Tras los primeros sonidos de la llamada telefónica, que permitirá iniciar una jornada apasionante, el silencio inunda el auditorio. Con su imagen proyectada en la pantalla, Mari Paz Zorzano felicita a los alumnos del centro porque, pese a su juventud, se muestran muy interesados en conocer el espacio. Las preguntas surgen de manera espontánea. Quieren saber… ¿si en algún momento se planteó abandonar la carrera?, ¿si compensa económicamente trabajar tanto?, ¿cómo descubrió que esa era su verdadera vocación? o ¿cuáles son las últimas investigaciones sobre la existencia de vida en Marte?

Con tranquilidad, esta experta en la exploración planetaria en Marte contesta una a una cada una las preguntas. Zorzano les explica que antes de dirigir sus estudios hacia la Física, las matemáticas eran su otra gran pasión. “Cuando era como vosotros, me gustaban mucho las matemáticas, porque veía que si las entendías, todo salía muy fácil. La física está muy conectada con esta materia. En los exámenes lo pasaba mal, porque me ponía muy nerviosa, pero luego superé los miedos y lo conseguí. A todos nos puede pasar que iniciemos un proyecto y pensemos que no vamos a poder, pero hay que ser tenaces”, explica Zorzano a los alumnos. Asimismo, la científica comenta que la vida del científico no compensa económicamente pero que, como en tantos otros oficios en los que se trabaja mucho y no se gana acorde con el esfuerzo que se desarrolla, lo importante es la vocación. “De hecho, muchos de vuestros profesores ejercen por vocación. No porque ganen mucho, ni porque vayan a conseguir ser famosos, sino porque están satisfechos con la labor que realizan”, agrega.

En el turno de pregunta-respuesta al que los alumnos del Colegio Trilema Soria someten a esta científica española, reconoce que su trabajo le procura momentos muy gratificantes pero también recuerda que, “a veces, sufrimos épocas de mucho estrés por falta de personal para llevar a cabo los proyectos en los que trabajamos o porque las cosas no salen como esperábamos”. Pero, pese a estos inconvenientes, les anima a que siempre finalicen aquello en lo que se comprometan.

Como no podía ser de otro modo, una de las preguntas más repetida se centra en la existencia o no de vida en Marte. Mari Paz Zorzano expone que los investigadores creen que “Marte fue habitable hace mucho tiempo y que, quizás, pueda haber algunas zonas que sean habitables ahora”.

La participación de Mari Paz Zorzano se enmarca dentro del programa Acerca la Ciencia y la Astrofísica al alumnado. Tres jornadas durante las cuales, los alumnos de distintos niveles educativos, coordinados por Francisco Ferrer –profesor de Física- con la implicación de todo el claustro de profesores de Trilema Soria, han fabricado cinco globos sonda que se han lanzado desde Borobia (Soria). El objetivo final: recopilar datos sobre la humedad, la calidad del aire, la temperatura e incluso los niveles de radioactividad, que utilizará la Administración Espacial Europea (ESA). Un trabajo en el que han participado David Cuartielles, cofundador de Arduino –una plataforma de creación de electrónica de código abierto, la cual está basada en hardware y software libre, flexible y fácil de utilizar-, el investigador Andrés Sabas y un equipo de soporte desde México. Los alumnos también han fabricado algunos de sus componentes con materiales reciclados y han participado en la preparación de los paracaídas, las microcámaras y los drones necesarios para el lanzamiento de pico satélites.

Antes de finalizar su intervención con los estudiantes de Primaria, Mari Paz Zorzano les recuerda que hoy lunes se celebra el Día de la Niña y la Mujer en la Ciencia y manifiesta su satisfacción de ver “niños y niñas, chicos y chicas trabajar juntos en este tipo de proyectos”. Además, reconoce que la Unión Europea tiene cierta preocupación porque las estudiantes no se animan a formarse en disciplinas relacionadas con ingenierías y ciencias. Por ello, Zorzano anima a todos, niños y niñas, “a trabajar juntos en la Ciencia, porque soldar, conectar o investigar no es una cuestión de sexo”.

Paco, como es conocido Francisco Ferrer en el centro educativo soriano y la persona que ha acompañado a los estudiantes durante su aventura científica, explica que esta práctica ha formado parte del trabajo por proyectos que llevan a cabo a lo largo del curso. En ocasiones, tal y como apunta, “los trabajos son simulados. Soñamos, pero los trabajos quedan dentro de las aulas. En esta ocasión, este proyecto nos ha permitido soñar e implementar la idea”. Este profesor de Física expone que este proyecto conjuga dos cosas a destacar: “la primera es que está hecho por alumnos y alumnas. Es muy interesante porque cuando hablamos de tecnología a alto nivel, parece que nos refiriéramos a un grupo de privilegiados, pero esta vez la tecnología ha entrado en las aulas. La segunda es que hemos trabajado en tutorías verticales, los grupos de trabajo, aparte de ser interdisciplinares, mezclan distintas edades”. En relación con el aprendizaje, Paco se pregunta “si debe ser la edad la que limite los conocimiento que enseñamos o si deben ser las situaciones a las que exponemos a nuestros alumnos las que les motiven a dar lo mejor de sí mismos”.

Coincidiendo con el día que se celebra hoy, el coordinador del proyecto recuerda que “algo que hace muy bien la Ciencia, desde hace algunos años, es que no distingue. Durante la videoconferencia había estudiantes de distintas edades, nacionalidades y sexos, y todos tenían en común su pasión por la Ciencia. No hace falta ser una persona que cumple con el estereotipo de estudiante avocado a estudiar una materia de ciencias. Sino que también hay estudiantes que, siendo brillantes en diseño artístico, han contribuido al proyecto de igual manera que aquel alumno que realiza cálculos geniales. Esto es bueno porque demuestra que la Ciencia requiere trabajo en equipo”.

Un equipo de alumnos, integrado por niños y niñas, que tras el lanzamiento de los globos han conseguido ser científicos por un día y participar en un proyecto científico y tecnológico pionero en las escuelas de Europa… Ahora, toca esperar para saber los resultados.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2019/02/11/mamas_papas/1549873328_249440.html

 

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