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Más de cincuenta académicos se comprometen a no participar en eventos sin mujeres

Europa/España/24 Mayo 2018/Fuente: El diario 

Economistas, sociólogos y politólogos firman el manifiesto ‘No sin mujeres’: no acudirán a convocatorias, congresos o jornadas de más de dos ponentes en las que no haya al menos una mujer en calidad de experta

Entre los firmantes se encuentran varios miembros de think thank, como Ignacio Conde-Ruiz, economistas como Juan Torres, y politólogos como Pablo Simón

Más de 50 economistas y académicos han firmado un manifiesto en el que se comprometen a no participar en ningún evento o mesa redonda en la que no haya representación femenina. Bajo el nombre ‘No sin mujeres’, estos –de momento– 56 expertos instan a cumplir la Ley de Igualdad: no acudirán a convocatorias, congresos o jornadas de más de dos ponentes en las que no haya al menos una mujer en calidad de experta.

Entre los firmantes se encuentran varios miembros de think thank con mucha presencia en medios de comunicación y eventos, como Ignacio Conde-Ruiz, de la Federación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), Emilio Ontiveros, de Analistas Financieros Internacionales (AFI), y Rafael Domenech, del centro de estudios del BBVA.

Economistas como Juan Torres, de la Universidad de Sevilla, Alain Cuenca, de la Universidad de Alcalá de Henares, o Borja Suárez, de la Universidad Autónoma de Madrid firman el manifiesto. También sociólogos y politólogos, como Pau Marí-Klose, Sebastián Lavezzolo, Octavio Salazar o Pablo Simón suscriben este ‘No sin mujeres’.

La inciativa está abierta a más interesados y, de hecho, esta lista de firmantes se irá ampliando. Cuentan también con una cuenta en Twitter: @No_Sin_Mujeres.

Fuente: https://www.eldiario.es/economia/cincuenta-academicos_0_772022886.html

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Luces y sombras de la situación femenina global

Por: Paulino Betancourt Figueroa

A veces ni siquiera las mostramos a la luz. Si nacen, no las enviamos a la escuela. Y si van a la escuela a menudo se retrasan ante sus hermanos. Entonces no les permitimos trabajar, pero aun cuando lo hacen, estamos dispuestos a pagarles menos de lo que reconocemos a los hombres por el mismo trabajo. Una vez que logran ingresar al mundo laboral, incluso con una excelente capacitación y calificaciones importantes, apenas llegan a la cima, tanto en empresas como en universidades. Esta es la realidad que enfrentan millones de mujeres alrededor del mundo.

En las últimas décadas la situación ha mejorado en general, pero todavía en el 2018, no hemos construido un mundo en igualdad de condiciones para las mujeres. A nivel mundial, hay regiones donde la discriminación contra la mujer tiene implicaciones dramáticas. Bien sea el caso de China o India, donde por diferentes razones, la política de un solo hijo en China y la estructura social de la familia en la India, ha generado desequilibrios demográficos insostenibles. Como dice Mónica Das Gupta: “… en los últimos años se ha dado un cambio de tendencia, entre los nacidos en 2010 en China y el noroeste de la India donde había 100 mujeres por cada 120 hombres”, mientras la proporción en América Latina es más igualitaria, de 100 mujeres por cada 105 hombres, aproximadamente.

Por lo tanto, en algunas regiones del mundo, el camino de las mujeres ha estado obstaculizado desde su nacimiento. Aunque la universalidad de la educación ha estado entre los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas y pese a décadas de compromisos e inversiones, como los del movimiento global “Educación para Todos”, promovido en el 2000, entre otros por Unicef, Unesco y el Banco Mundial. Mucho se ha hecho sobre el seguimiento mundial de la educación en el 2016 de la Unesco, pudiendo hablarse de “progresos genuinos en la igualdad de género en la educación primaria y secundaria”. Sin embargo, queda mucho por hacer: según un artículo publicado en el 2015 sobre “Género y Educación” por las investigadoras sociales Supriya Baily, de la Universidad George Mason y Halla Holmarsdottir, de la Universidad de Oslo: “el problema existe incluso en los países más ricos y avanzados, donde las mujeres todavía se sienten poco alentadas a emprender estudios científicos, que se encuentran entre los que garantizan las mejores oportunidades de empleo”.

Y no se trata solo del acceso a la educación primaria, a menudo denegada especialmente en África. Las desigualdades de género, en resumen, siguen siendo un problema a escala mundial, incluso si adquieren matices diferentes en contextos sociales, económicos y culturales. Tal vez debido a esta diversidad, es difícil tomar medidas efectivas a escala mundial para facilitar la transición a una significativa igualdad de género.

¿Y sobre nosotros? Mirando el contexto de la ciencia y la universidad, para un país que no brilla por el reconocimiento y su aplicación, el panorama es mucho más alentador de lo que cabría esperar. Como se puede ver en la infografía, en comparación con Colombia, México, Argentina o Brasil, Venezuela es el único país donde el número de mujeres que ha recibido doctorado es más alto que el de los hombres. E incluso en términos de la desigualdad salarial del personal académico, nos encontramos en una situación mucho más igualitaria que los demás países.

Si miramos los valores absolutos, en las universidades venezolanas, las mujeres aún son menos del 30 por ciento entre la plantilla profesoral, mientras que han superado el 50 por ciento entre los Titulares. Pero este es quizás también un efecto de su entrada más reciente en la carrera académica. Vale la pena indicar que en la actualidad las aulas en nuestras universidades muestran un mayor número de estudiantes femeninas en carreras científicas e ingenieriles.

Solo con el paso de los años podremos ver si la brecha se reduce. Una mayor igualdad de género se puede lograr con una combinación de voluntad política y estrategias basadas en elementos concretos. Las mujeres y los hombres del futuro se beneficiarán de una sociedad más justa.

 Fuente: http://efectococuyo.com/opinion/luces-y-sombras-de-la-situacion-femenina-global

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Aprendizaje-servicio, personas refugiadas y Formación Profesional Básica, claves para el éxito

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

Muchas ganas es lo que hay que poner para que algunas iniciativas se pongan en marcha y continúen hasta el final previsto. También, a veces, es cuestión de la suerte juntar a determinadas personas en un momento muy concreto.
Este ha sido el caso en la pequeña iniciativa (por la escala) del proyecto de aprendizaje-servicio que han puesto en marcha, de la mano, el centro privado concertado de FP Nelson, en el barrio de Moncloa, en Madrid, y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Nos acercamos a la última de las tres sesiones que han tenido el alumnado del Nelson con las migrantes y refugiadas de CEAR, todas ellas en muy diferentes etapas de su periplo como migrantes en España. Provenientes de muy diferentes países y realidades.

Un cúmulo de buenas casualidades

Por un lado tenemos a Ana Soriano, técnica de Educación para el Desarrollo de CEAR Madrid que desde hace tiempo está empeñada en conseguir una mayor incidencia en centros educativos con la que alcanzar una “transformación de imaginarios sobre ese ‘otro’ que tememos”, en sus palabras, “generar un impacto social que a su vez genere convivencia intercultural en positivo”. Desde hace años, la Comisión organiza charlas en colegios e institutos. Generalmente a petición de estos, durante una o dos horas, para un grupo clase, más o menos. Pero es necesario conseguir más tiempo y a más gente si se quiere hacer una auténtica incidencia, si se pretende enseñar en este lado del mundo cuál es la realidad a la que se enfrentan cientos de miles de personas.

Por el otro tenemos a Bárbara Álvarez, orientadora (entre otras muchas cosas) en el Nelson. Lleva poco tiempo pero ha llegado con ganas de cambiar e innovar la metodología y el impacto con sus alumnos. Ha intentado y propuesto muy diferentes tipos de trabajos y en sus clases se vuelve loca para plantearles retos a unos chicos (el centro ofrece enseñanzas relacionadas con la informática y está copado prácticamente al 100% por chicos) que vienen muy desgastados de la ESO. Además, uno de sus intereses es el trabajo de la parte social con su alumnado.

Con estos mimbres, Bárbara contactó con Ana en junio del año pasado para ver si era posible, y cómo, una colaboración entre el Nelson y CEAR. La oportunidad apareció clara: dar los talleres habituales de CEAR relacionados con rumores y medios de comuncación y con género y migración y asilo y, además, montar un proyecto de aprendizaje servicio para que los chicos del Nelson pudieran enseñar algunas claves sobre la informática a los participantes de CEAR. Por un lado, aquellos comprenderían de primera mano de qué hablamos cuando hablamos de personas refugiadas, y por el otro, estos podrían mejorar algunas de las competencias informáticas para así tener mejores oportunidades a la hora de encontrar un trabajo en España. Condición indispensable para tener algún futuro.

Cuatro sesiones y una evaluación

Ni Bárbara ni Ana reniegan de las dificultades que encontraron en los primeros momentos del proyecto. Aunque tenían pensado hacerlo principalmente en uno de los segundos de la FP Básica del centro, pronto chocaron con la realidad de una clase en la que faltaba cohesión entre el alumnado y surgían muchas reticencias con algunos de los temas tratados.

Por eso decidieron llevar el proyecto de aprendizaje-servicio al curso de 1º de FPB, más cohesionado y más receptivo.

A estas conclusiones llegaron después de dos talleres, el de rumores y el de género (a los que siguieron dos sesiones más sobre activismo), que se desarrollaron en dos sesiones distintas. Ahí ya vieron algunas de las dificultades, principalmente en lo relacionado con las relaciones y la igualdad de género.

Entonces llegó la primera sesión, pensada para rebajar los nervios y las tensiones. Consistió en un desayuno en el Nelson para que sus alumnos pudieran conocer a las personas refugiadas con las que tendrían que trabajar en las sesiones siguientes. Durante una hora hablaron e intercambiaron, principalmente, los intereses de cada cual, sobre todo en relación a lo que unos necesitaban aprender de los otros.

Tras esta toma de contacto se siguieron tres sesiones más, tres martes diferentes, en las que, a trompicones, los participantes de CEAR han pasado por las manos de los chicos del Nelson, que han tenido que hacer de profesores.
A trompicones porque la situación de las personas participantes de CEAR es muy diversa. Hay quien en este tiempo consiguió trabajo y estuvo en una o dos sesiones; personas que difícilmente tienen trabajo y los desplazamientos en transporte son un problema; otras que viven en los centros de acogida, en muchos casos a varios kilómetros de distancia.

Tanto Ana como Bárbara son conscientes de este problema con la asistencia. Pero si algo han aprendido ellas después de meses de duro trabajo y de organización de todo lo necesario, es que están obligadas a ser muy flexibles con sus planteamientos, para cambiarlos a última hora. En tiempo récord. “Hay que ser flexibles, afirma Bárbara. Como tenemos experiencia, podemos organizar las cosas sobre la marcha. La flexibilidad me la da la experiencia.”

Y a estas dificultades se une una de las principales: algunas y algunos participantes de CEAR prácticamente no hablan español, o no lo hacen en absoluto. “Teníamos que repetir muchas veces, pero nos hemos acabado entendiendo”, explica Pablo, uno de los alumnos del Nelson sobre tu trabajo con Oleg, de CEAR. La mímica y los traductores de internet también han ayudado a salvar algunas barreras.

Las necesidades formativas de algunos de los participantes han hecho que los chicos del Nelson hayan tenido que estudiar para prepararse las clases. Muchas de ellas relacionadas con la ofimática, algo que ellos mismos utilizan poco, como los procesadores de texto, las hojas de cálculo o los programas de bases de datos.

Han hecho de todo. Desde buscar programas para mejorar la mecanografía, pasando por la edición de fotografía y vídeo y, sobre todo, la puesta a punto del Curriculum Vitae, la creación y gestión de correos electrónicos o la apertura de perfiles en portales de búsqueda de empleo. Mano a mano alumnos-profesores y personas refugiadas. Y más. Incluso han llegado a consultar qué trámites son necesarios en España para hacerse autónomo porque alguno de los participantes tenía este como uno de sus objetivos.

Bárbara, entre el orgullo y la sorpresa, explica cómo “sus chicos” pasaron de ver la iniciativa como un castigo que les obligaba a “salir de su zona de confort” al hecho de que han tomado la iniciativa en varios momentos para alcanzar las expectativas de las y los participantes de CEAR: “Ha sido maravilloso verles a ellos, solos. Yo no les dije lo que tenían que hacer”.

Las sesiones de formación duraron 2 horas cada una. Y han sido desiguales, entre otras cosas, por la dispersión de las personas de CEAR. Una duración que todos los colectivos aumentarían pero que las horas de clase y el currículo oficial no han permitido alargar.

A las personas que iban de CEAR les pareció, desde siempre, poco tiempo para aprender todo lo que querían. Para los alumnos del Nelson, después de la experiencia, también ha sabido a poco. “Yo, comenta Pablo, lo pondría alguna sesión más, sobre todo porque cuanto más enseñamos nosotros más aprendemos también”.

Aprender más allá del currículo

Esta es para Bárbara, una de las claves del proyecto de aprendizaje servicio. Su alumnado ha estado muy dispuesto desde el primer momento a realizar un esfuerzo extra para poder estar a la altura de lo que las personas refugiadas esperaban de ellos. Han estudiado fuera de su horario lectivo cómo poder atender a sus demandas. Se han esforzado mucho en hacerse entender y en enseñar a otras personas.

Y no solo han mejorado sus conocimientos académicos. La otra pata está relacionada con la vivencia de conocer a personas de diferentes edades, sexos y condiciones que han tenido que huir de sus países de origen y han acabado en España.

Persecuciones por razones ideológicas o de género. Huidas de zonas de conflicto por miedo a morir en una guerra en sus casa. Gracias a la cercanía de estas personas saben mirar de otra manera lo que se dice en los medios de comunicación sobre ellas y ellos.

También han cambiado su mirada, por ejemplo, en relación a cuestiones de género cuando han conocido a una joven de su edad, venida de Afganistán, y han sabido que ella no ha podido ir a la escuela porque los talibanes prohíben la educación de niñas y mujeres jóvenes. “Me ha gustado mucho porque he aprendido sobre su vida”, comenta Pablo sobre la experiencia.

“Trabajar, explica Ana, con una chica joven, que no ha podido ir al colegio en su país, que ha tenido que hacer todo desde cero, con unas ganas de superación personal increíbles… eso puede resultar inspirador para estos chicos. Y que le den un poco la vuelta a esos estereotipos de género que tienen”.

“Lo vieron, conectaron con algo con lo que no habían conectado. Fue solo el desayunar y jugar -comenta Bárbara en la sesión de evaluación del trabajo con Ana-. Aunque solo hubiéramos hecho el desayuno, tiene mucho valor personal impresionante”.

Pero es que, además de esto, explica Bárbara, “hemos visto que se ha reducido el absentismo”. En las sesiones con CEAR no ha faltado ningún alumno sin una causa justificada. Incluso uno de ellos que no se comprometió con el proyecto no ha dejado de asistir a las sesiones. “Han tenido un compromiso y responsabilidad que normalmente no tienen. Ya no te digo de los contenidos curriculares”, comenta Bárbara durante la evaluación con Ana. “ Muchos de ellos se vieron mejor en autoestima, por ejemplo, porque les gustaba ser importantes para alguien y que alguien les necesitara, que es algo a lo que no están acostumbrados”.

“Lo que me gustó, comenta Ana, es que a los chicos les gustara. Intenté trasmitírselo a las personas participantes de CEAR en la primera sesión, para que se comprometieran porque vuestros chavales se lo estaban trabajando mucho”.

El aprendizaje no solo ha sido para los chicos del Nelson. Desde CEAR también se llevan cosas de la experiencia. “Una participante nos ha dicho que lo que ha aprendido no se va a quedar en ella, que en su casa todo el mundo va a aprender”, comenta Ana. Se lo han dicho al chaval que la enseñó. “”hora entienden todo lo que hemos estado trabajando”.

También Ana y Bárbara se llevan aprendizajes. “Esta pequeña experiencia nos sirve para hacerlo mucho mejor”, comenta Ana.

“La valoración, continúa, es que ha servido de test, hemos visto lo que funciona y lo que no, sabemos en qué tendremos que incidir más en la próxima: animar más a la participación y la asistencia, trabajar más con las compañeras de empleo de CEAR para hacer seguimiento y que pueda haber más gente y en lugar de tres sesiones, que sean 4 intercalando contenidos; y en la medida de lo posible haciendo un intercambio más allá de aprender informática”.

“El espíritu de centro veo que puede aumentar porque hay más gente mirando a lo social, que es lo que empezamos a transmitir”. Esta es una de las otras lecturas que hace Bárbara. Cómo el proyecto, aunque pequeño, ha llamado la atención de otros compañeros del claustro, que se han acercado a las clases con CEAR para ver qué estaba ocurriendo. También alumnado de otros ciclos formativos, incluso del inicial curso de FP Básica que finalmente no hizo el proyecto.

Y en el futuro, “la idea, comenta Ana, es replicarlo”. Y hacerlo más cerca de los centros de acogida de CEAR en donde explica Soriano “tienen trabajo mucho más comunitario, muy relacional, no solo con centros escolares sino con servicios del barrio”. Lo primero, hacer un diagnóstico de necesidades para cruzarlo con la oferta formativa de Leganés, Getafe y Carabanchel, en donde se encuentran los centros de acogida de Madrid. La idea, dice Ana, es que “no sea una propuesta de CEAR para los centros, si no de estos con CEAR, para la comunidad; romper los muros de los centros escolares”.

Y no solo desde la Comisión de Ayuda al Refugiado están por la labor de volver a hacerlo. “Me gustaría repetir alguna experiencia parecida”, cierra Pablo.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2018/05/17/aprendizaje-servicio-personas-refugiadas-y-formacion-profesional-basica-claves-para-el-exito/

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Asturias incluye una asignatura de Igualdad de Género en los institutos de Educación Secundaria

La consejería desarrolla el currículum de una materia de libre configuración para los alumnos de tercero. Aborda desde los estereotipos a la legislación, la violencia sexual o el papel de la mujer en la historia

Europa/España/.lavozdeasturias.es/ SUSANA D. MACHARGO 

Junto con Matemáticas, Biología y Geología o Lengua Castellana y Literatura, los alumnos asturianos de tercero de Secundaria podrán estudiar la asignatura de Igualdad de Género. Las tres primeras son materias troncales. Igualdad de Género, con una hora a la semana, será de libre configuración. Esto quiere decir que los institutos podrán elegir si la implantan o no. Para promover su extensión, lo que ha hecho la Consejería de Educación del Principado ha sido desarrollar el currículum, es decir, justificar primero la necesidad de impartirla y después recomendar una serie de contenidos, de criterios de evaluación y unos estándares de aprendizaje evaluables. Los 12 folios que han resultado de ese trabajo están ya a disposición de los equipos directivos, que podrán incluirla en la oferta educativa de su centro a partir del mes de septiembre. El objetivo es aportar un grano de arena más en el camino hacia la igualdad efectiva, promoviendo la reflexión y la actitud crítica en alumnos con 14 y 15 años. Tendrán que analizar de los estereotipos que se atribuye a hombres y mujeres y a las diferentes relaciones afectivas y sexuales, estudiar la normativa vigente y conocer cómo es la violencia ejercida sobre las mujeres y las niñas en todas sus expresiones, desde la de género a la trata de personas o la esclavitud .

Justificación

La memoria de esa asignatura de Igualdad de Género señala que el Principado «incorpora como uno de los valores sustantivos de su modelo educativo el desarrollo del principio de igualdad de trato y no discriminación por cualquier condición o circunstancia personal o social, la prevención de la violencia de género o la potenciación de la igualdad de oportunidades». Además, el fomento del aprendizaje de los valores que sustentan el respeto y la igualdad efectiva, la prevención de la violencia de género, la identificación y rechazo de estereotipos y prejuicios sexistas ya aparecen en la Ley Integral contra la Violencia de Género, en vigor desde el año 2004. Con estos antecedentes, la consejería considera necesario garantizar el desarrollo integral de los alumnos, lo que implica recopilar en una asignatura unos elementos que ya están dispersos dentro de la educación en las aulas.

El primero de todos lleva por nombre La socialización de género. En este apartado se habla de los estereotipos y se enseña a identificarlos, se describen consecuencias prácticas derivadas de la interiorización de esos modelos, se valora los tipos de familia existentes, las actividades de ocio y hombres y mujeres o la importancia de que todos tengan las mismas oportunidades. El lenguaje sexista también ocupa una parte importante. La intención es que los estudiantes puedan reconocerlo y entender la importancia que tiene el lenguaje no sexista para avanzar hacia la igualdad. De manera práctica, se propone, por ejemplo, realizar intervenciones orales y trabajos con lenguaje inclusivo.

Las Relaciones afectivas y sexuales configura el segundo bloque de la asignatura. El primer paso consiste en reconocer las situaciones de desigualdad en la expresión de las emociones y de los afectos y proponer alternativas desde el respeto. Los docentes podrían ilustrar este capítulo con casos reales del entorno del aula o sacadas de noticias de los medios de comunicación. La meta es que diferencien los diferentes tipos de relación, de la amistad a la pareja pasando por la mera atracción, y que detecten relaciones negativas con rasgos de dependencia. Aquí es donde se pretende que valoren la tolerancia y el respeto mutuo y que rechacen los malos tratos y desarrollen actitudes solidarias a las víctimas. También muestra diferentes modelos de sexualidad basados en la desigualdad y el abuso. Destaca la importancia de valorar la voluntariedad, de aparcar los condicionamientos y prejuicios y de reconocer el derecho de las personas a elegir su preferencia sexual. En ese contexto, una parte del trabajo consiste en enseñar a resolver situaciones de conflicto desde el diálogo y la empatía.

El siguiente paso es La igualdad de género. Bajo ese epígrafe se describe el marco normativo vigente pero también se bucea en la historia para conocer los hitos en el camino hacia la igualdad efectiva y los personajes más relevantes. El programa considera interesante ver los diferentes contextos culturales que existen en la actualidad, incluso en lugares donde las mujeres sufren graves carencias en sus derechos fundamentales. En cuanto a la historia, también propone identificar el papel femenino en la cultura, la ciencia el arte o el deporte y buscar episodios ilustrativos de discriminación. En este bloque se analizan los espacios que tradicionalmente se asigna a cada género para demostrar que son discriminatorios.

La violencia ejercida sobre mujeres y niñas. Ese es el nombre que recibe el último apartado de la asignatura. Los alumnos tienen que reconocer los diferentes tipos de violencia ejercidos sobre las mujeres y relacionar esos actos con la desigualdad y la discriminación presentes en la sociedad. Propone como herramienta de trabajo los sucesos reales recogidos por los medios de comunicación. La prevención también es importante, así que identifica las señales de alerta, para detectar y denunciar casos de violencia y malos tratos. Uno de los trabajos podría ser elaborar en cualquier soporte -gráfico, escrito o audiovisual-  un trabajo para exhibir en público en el que se recojan mensajes de denuncia de la violencia, de solidaridad con las víctimas y propuestas para erradicar esta lacra.

https://www.lavozdeasturias.es/noticia/asturias/2018/05/10/asturias-incluye-asignatura-igualdad-genero-institutos/00031525969810778719484.htmFuente:

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Todos somos parte de «la manada»

Por: Octavio Salazar

Todos nosotros, varones que desde que nacemos somos educados para el privilegio, formamos parte de ese orden que nos ofrece tantos dividendos.
Es por tanto responsabilidad nuestra desvincularnos de la manada, iniciar un proceso de reconstrucción personal y convertirnos en agentes para la igualdad.

Desde el pasado jueves ya se ha dicho prácticamente todo con relación al injustificable y vergonzante fallo del caso de ‘la manada’. Hemos compartido en las calles y en las redes sociales el estupor y la indignación. Se hicieron análisis de urgencia, pero también, posteriormente, lecturas mucho más reposadas sobre lo que inicialmente nos pareció una barbaridad y, después, leídos los más de trescientos folios, se confirmó como una auténtica provocación que ha suscitado malestar incluso entre quienes en otras ocasiones no se han posicionado precisamente a favor de las vindicaciones feministas.

Se han hecho muchos y certeros diagnósticos, y también propuestas como las que, no sé si en un alarde de oportunismo, se hacía desde el Gobierno para revisar la tipificación de los delitos contra la libertad sexual. No seré yo quien ponga en duda dicha necesidad, pero no creo que la redacción de la norma sea el meollo de un asunto en el que, en definitiva, se nos ha vuelto a demostrar con toda su crudeza que la cultura machista está bien presente y recorre transversalmente todos los ámbitos de nuestra convivencia, incluidos aquellos que supone que existen para garantizar nuestros derechos fundamentales.

A lo que habría que sumar, por supuesto, que no creo que el recurso al Derecho Penal sea la mejor herramienta en una sociedad democrática avanzada. Más bien las políticas sancionadoras son la expresión más rotunda del fracaso de unas reglas del juego que deberían basarse en la exquisita garantía de la dignidad de todas y de todos, además de que suelen ser el recurso más obvio para quienes no tienen más programa político que jugar de manera populista con las emociones de la ciudadanía.

Pienso que seguiremos equivocando el diagnóstico y, por lo tanto, errando las propuestas transformadoras si no ponemos el foco justamente en un modelo de construcción de lo masculino que se proyecta en todo nuestro orden de convivencia y que, por supuesto, tiene una de sus más terribles expresiones en cómo desde la virilidad hegemónica se conciben a las mujeres, a sus cuerpos y, por supuesto, a su sexualidad. Estos mandatos de género, que por ejemplo ha estudiado tan bien la antropóloga Rita Segato, se traducen en una serie de poderes que los hombres entendemos como derechos naturales que traducimos en prácticas, con frecuencia violentas, que van desde lo más privado hasta los niveles más institucionales de la vida pública.

Ser un hombre de verdad ha significado durante siglos, y me temo que todavía hoy lo continúa siendo para muchos de mis iguales, ejercer dominio, devaluar a las mujeres y a lo femenino e interpretar nuestros deseos como derechos que alimentan nuestro lugar privilegiado.

La suma de estos factores confluye con frecuencia en una sexualidad entendida como una pulsión irrefrenable, en la que el dominio de la más débil y vulnerable nos erotiza al máximo, de forma que en muchos casos se proyecta en el cuerpo de “la otra” toda el ansia de poder que parece dar sentido a nuestra existencia. Todo ello, además, vivido con frecuencia en ceremonias colectivas mediante las cuales se refuerza nuestra identidad precaria.

De esta manera, las fratrías viriles acaban otorgándonos el certificado supremo de virilidad. Es justamente ese concepto de lo masculino, que tiene una de sus más extremas expresiones en lo que la teoría feminista viene denominando desde hace años “cultura de la violación”, el que en la actualidad se prorroga en la pornografía que habitualmente consumen nuestros jóvenes, en las redes sociales que generan espacios de inseguridad para ellas y de complicidad dominante para nosotros y, en general, en una cultura que continúa insistiendo en que ellas están permanentemente a nuestra disposición.

Y en todos los sentidos: para cuidarnos, para amarnos, para darnos placer, para hacernos padres, para sostener nuestra vida privada. Así se culmina la definición social de las mujeres como seres para otros y cuya credibilidad queda siempre en entredicho frente la omnipotente del varón que dicta las reglas. Obediencia, sumisión y silencio frente a poder, autoridad y palabra. El círculo perfecto del patriarcado.

Es justamente ese corazón de las violencias que ejercemos los hombres y que sufren las mujeres el que deberíamos dinamitar, como sugiere Virginie Despentes, si efectivamente queremos poner las bases para que la convivencia democrática garantice que mujeres y hombres actuemos como seres autónomos y equivalentes.

Ello pasa urgentemente por la revisión de una virilidad que se traduce en poder, también desde el punto de vista sexual, y que es alimentada por una cultura del ocio y del placer en la que de nuevo ellas son las perdedoras, así como por la superación de un orden cultural que continúa alimentando energúmenos como los de la Manada y jueces que a estas alturas no se han enterado de que administrar justicia sin perspectiva de género es equivalente a adoptar un fallo injusto. Y no nos engañemos: todos nosotros, varones que desde que nacemos somos educados para el privilegio, formamos parte de ese orden que nos ofrece tantos dividendos.

Es por tanto responsabilidad singularmente nuestra desvincularnos de la manada, iniciar un proceso de reconstrucción personal y convertirnos en agentes para la igualdad. Una tarea que debería empezar por tomar conciencia de que nuestro silencio nos hace cómplices y de que, si no queremos que nos confundan con acosadores, violadores o puteros, deberíamos dar un paso al frente para dejar bien claro que estamos luchando contra el macho machista que llevamos dentro.

O, lo que es lo mismo, por la efectividad de una democracia en la que ellas dejen de sentir miedo, tanto en lo privado como en lo público, y disfruten de las mismas oportunidades que durante siglos entendimos exclusivas de nosotros.

Esa es, y no tanto la reforma puntual del Código Penal, la transformación pendiente en sociedades como la nuestra. La revolución emancipadora que hace tres siglos lleva reclamando el feminismo.

*Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=241054&titular=todos-somos-parte-de-%22la-manada%22-

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Glosario de términos relacionados al enfoque de igualdad de género

Recopilación elaborada por Raquel Asencios – Save the Children – 2018

Análisis de Género
Es un proceso a través del cual se recoge, analiza e interpreta datos e información sobre las situaciones, roles, responsabilidades, necesidades y oportunidades específicas de niñas, niños, mujeres y hombres adultas/os para identificar y entender la razón de las diferencias entre los grupos y conocer cómo los problemas afectan a las mujeres y hombres de manera diferenciada. La información resultante hará visible las desigualdades entre mujeres y hombres que serán necesarias de abordar cuando constituyan brechas injustas para ambos1
.
Brecha de género:
El término brecha de género se refiere a cualquier disparidad entre la condición o posición de los hombres y las mujeres y la sociedad. Suele usarse para referirse a la diferencia entre los ingresos de hombres y mujeres, por ej. «brecha salarial de género.» Sin embargo, puede haber brechas de género en muchos ámbitos, tal como la participación económica y oportunidad, acceso a educación, salud y esperanza de vida, empoderamiento político2
.
Derechos humanos
Comúnmente se entiende que los derechos humanos son los derechos inherentes a los seres humanos. El concepto de derechos humanos reconoce que a cada ser humano le corresponde disfrutar de sus derechos humanos sin distinción de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de otra índole, origen nacional o social, propiedad, nacimiento u otra condición. Los derechos humanos están garantizados legalmente por el derecho de los derechos humanos, que protege a las personas y los grupos contra las acciones que interfieren con las libertades fundamentales y la dignidad humana. Están expresados en tratados, derecho internacional consuetudinario, conjuntos de principios y otras fuentes de derecho. El derecho de los derechos humanos adjudica una obligación a los Estados de actuar de cierta manera y les prohíbe realizar determinadas actividades. Todos los derechos humanos y los instrumentos correspondientes se aplican de igual manera a hombres y mujeres. Además, la CEDAW ha precisado y complementado algunos de ellos desde la perspectiva de los derechos de las mujeres3
.
Derechos Sexuales
Los derechos sexuales abarcan derechos humanos ya reconocidos en el derecho internacional, documentos  internacionales de derechos humanos y otros documentos consensuados. Incluyen el derechos de todas las personas, libre de coerción, discriminación y violencia, a: el nivel más alto posible de salud en relación a la
sexualidad, incluido el acceso a servicios asistenciales de salud sexual y reproductiva; buscar, recibir e impartir información sobre la sexualidad; educación sexual; respeto por la integridad física; elegir pareja; decidir tener una vida sexual activa o no; relaciones sexuales consentidas; matrimonio consentido; optar por tener hijas/os o no, y cuándo; y procurar una vida sexual segura y placentera4

Derechos Reproductivos
Los derechos reproductivos descansan en el reconocimiento del derecho básico de todas las parejas y personas de decidir libre y responsablemente la cantidad de hijas/os que tendrán, en qué momento y su espaciamiento, y de tener la información y los medios para hacerlo, y el derecho de lograr el nivel más alto de salud sexual y reproductiva. También incluyen el derecho de tomar todas las decisiones acerca de la reproducción libre de discriminación, coerción y violencia5
.
Desigualdades de Género
Diferencias entre los hombres y las mujeres que favorecen sistemáticamente a uno de los grupos. A su vez, esas desigualdades pueden crear inequidades entre los hombres y las mujeres en el acceso a recursos tales como la salud, la educación, el trabajo, la participación política, entre otros.

Discriminación por razón de género
La discriminación por razón de género se define como: «Toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil o en cualquier otra esfera6
.
Discriminación contra las niñas y las mujeres
La discriminación contra las niñas y las mujeres significa tratar directa o indirectamente a las niñas y las mujeres de forma diferente que a los niños y los hombres, de modo que les impida disfrutar de sus derechos. La discriminación puede ser directa o indirecta. La discriminación directa contra niñas y mujeres generalmente es más fácil de reconocer ya que es bastante obvia. Por ejemplo, en algunos países, las mujeres no pueden poseer tierra legalmente; se les prohíbe tener ciertos trabajos; o las costumbres de una comunidad pueden no permitir que las niñas continúen con sus estudios a nivel terciario. La discriminación indirecta contra niñas y mujeres puede ser difícil de reconocer. Se refiere a situaciones que pueden parecer justas pero en las que, en realidad, el tratamiento de niñas y mujeres es desigual. Por ejemplo, un trabajo de oficial de policía puede tener un requisito de altura y peso mínimos difícil de cumplir para las mujeres. Como resultado, las mujeres no pueden ser oficiales de policía
.
Educación Sexual Integral
Es el espacio sistemático de enseñanza aprendizaje que promueve valores, conocimientos, actitudes y habilidades para la toma de decisiones conscientes y críticas con relación al cuidado del propio cuerpo, las relaciones interpersonales, el ejercicio de la sexualidad. Tiene como finalidad principal que los estudiantes vivan su sexualidad de manera saludable, integral y responsable en el contexto de relaciones interpersonales democráticas, equitativas y respetuosas. La ESI toma en cuenta las particularidades de cada etapa del desarrollo y considera las dimensiones biológica-reproductiva, socio-afectiva, ética y moral
.
Embarazo en adolescentes
El embarazo en adolescentes (> 10 a 19 años) es un problema global que ocurre en países de altos, medios y bajos ingresos. A nivel mundial, los embarazos en adolescentes son más probables de ocurrir en comunidades marginadas, con niveles de pobreza y falta de educación y de oportunidades de empleo. Las complicaciones durante el embarazo y el parto son las principales causas de muerte para adolescentes entre 15 y 19 años en el mundo

Empoderamiento
Es un proceso de transformación de las relaciones de poder, que permite a aquellas/os que les son negados, ampliar sus aspiraciones, fortalecer su voz y ejercer su capacidad de decidir. El empoderamiento también es un resultado, por ejemplo, cuando las mujeres y niñas tienen mayor influencia y control sobre sus vidas

Enfoque de Derechos Humanos
El enfoque de derechos humanos se fundamenta en el respeto a la dignidad de toda persona, quien es titular de derechos por su sola condición de ser humano. Para este enfoque, el ser humano es el centro de las diversas esferas de acción del Estado; en consecuencia, las mujeres tienen los mismos derechos y responsabilidades que los hombres y no es admisible ninguna diferenciación ni objetiva ni razonable relativa al ejercicio de derechos y goce de oportunidades.

Enfoque de Igualdad de Género
El enfoque de género es una forma de mirar la realidad identificando los roles y tareas que realizan los hombres y las mujeres en una sociedad, así como las asimetrías, relaciones de poder e inequidades que se producen entre ellos. Permite conocer y explicar las causas que producen esas asimetrías y desigualdades, y a formular medidas (políticas, mecanismos, acciones afirmativas, normas, etc.) que contribuyan a superar las brechas sociales de género. El enfoque de género al observar de manera crítica las relaciones que las culturas y sociedades construyen entre hombres y mujeres, permite la formulación de planteamientos para modificar las relaciones de desigualdad, erradicar toda forma de violencia basada en género, asegurar a las mujeres su acceso a recursos y servicios de salud y educación, fortalecer su participación política y ciudadana, entre otros aspectos.

– La igualdad desde el enfoque de género: reconoce que la Igualdad no sólo se orienta al acceso a oportunidades, sino también al goce efectivo de los derechos humanos. El desarrollo con igualdad de género implica desmontar la cultura, los valores y los roles tradicionales de género que reproducen y mantienen la subordinación de las mujeres. Las relaciones sociales se entienden como relaciones de poder en todos los ámbitos: económico, social, político y cultural. Esclarecer la forma en que estas
relaciones perpetúan la subordinación y la exclusión de las mujeres limitando su autonomía, ayuda a comprender su influencia en el funcionamiento del sistema social y económico. Desde el enfoque de género es necesario considerar el empoderamiento y autonomía de las mujeres, la división sexual del trabajo, la independencia económica, una vida libre de violencia, el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y hombres, la corresponsabilidad familiar de mujeres y hombres, la conciliación de la vida familiar y laboral y la paridad en la participación de la mujer en la toma de decisiones

Enfoque de Género Sensible
Para SC se da cuando las diferentes necesidades, habilidades y oportunidades de niños y niñas, mujeres y hombres, son identificadas, consideradas y tomadas en cuenta en la programación. Save the Children cree que todo nuestro trabajo debe ser sensible al género como estándar mínimo

Enfoque de Género Transformativo
Para SC se da cuando al usar un enfoque sensible al género se trabaja, además, con actores claves para identificar, abordar y transformar positivamente las causas de las desigualdades de género entre mujeres y hombres, niñas y niños. Save the Children hace esfuerzos por utilizar el enfoque de género transformativo, donde sea posible, a través de sus programas, acciones de abogacía y organización.

Enfoque interseccional
Es el que analiza la convergencia de diferentes tipos de discriminaciones por razones de raza, condición social y económica: Mujer adolescente, afro descendiente, con primaria incompleta, madre de un hijo, sin trabajo remunerado y sufriendo violencia de parte de su pareja

Equidad de género
Es la justicia en el tratamiento de varones y mujeres de acuerdo a sus respectivas necesidades. Implica el tratamiento diferencial para corregir desigualdades de origen a través de medidas no necesariamente iguales, pero conducentes a la igualdad en términos de derechos, obligaciones, beneficios y oportunidades. La equidad de género es un concepto que se refiere a la distribución justa entre varones y mujeres de las oportunidades, recursos y beneficios, para alcanzar su pleno desarrollo y la vigencia de sus derechos humanos. La equidad de género supone el reconocimiento de las diferencias, y la garantía de la igualdad en el ejercicio de los derechos

Estereotipos de género que llevan a prejuicios a razón del género
Los estereotipos de género son generalizaciones simplistas de los atributos de género, las diferencias y los roles de las mujeres y los hombres. Las características estereotipificadas sobre los hombres los describen como competitivos, codiciosos, autónomos, independientes, beligerantes, interesados en los bienes prvados. Los estereotipos paralelos sobre las mujeres las representan como cooperadoras, acogedoras, atentas, comunicativas, orientadas al grupo, interesadas en los bienes públicos. Con frecuencia los estereotipos se usan para justificar la discriminación de género más ampliamente y pueden reflejarse y reforzarse con las teorías tradicionales y las modernas, las leyes y las prácticas institucionales. Los mensajes que refuerzan los estereotipos de género y la idea que las mujeres son inferiores vienen en una variedad de
«envases» —desde canciones y anuncios publicitarios hasta proverbios tradicionales.

Expresión de género
Se entiende por expresión de género la forma en la que expresamos nuestro género: a través de la vestimenta, el comportamiento, los intereses y las afinidades. Depende de cómo es percibida por la sociedad: como femenina, masculina y andrógina (la combinación de ambos).

Género
El género se refiere a los roles, comportamientos, actividades, y atributos que una sociedad determinada en una época determinada considera apropiados para hombres y mujeres. Además de los atributos sociales y las oportunidades asociadas con la condición de ser hombre y mujer, y las relaciones entre mujeres y hombres, y niñas y niños, el género también se refiere a las relaciones entre mujeres y las relaciones entre hombres. Estos atributos, oportunidades y relaciones son construidos socialmente y aprendidos a través del proceso de socialización. Son específicas al contexto/época y son cambiantes. El género determina qué se espera, qué se permite y qué se valora en una mujer o en un hombre en un contexto determinado. En la mayoría de las sociedades hay diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres en cuanto a las responsabilidades asignadas, las actividades realizadas, el acceso y el control de los recursos, así como las oportunidades de adopción de decisiones. El género es parte de un contexto sociocultural más amplio, como lo son otros criterios importantes de análisis sociocultural, incluida la clase, raza, nivel de pobreza, grupo
étnico, orientación sexual, edad, etc17.

Heteronormatividad:
La heteronormatividad es una expresión utilizada para describir o identificar una norma social relacionada con el comportamiento heterosexual estandarizado, cuando se lo considera la única forma social válida de comportamiento y quien no siga esta postura social y cultural se encontrará en desventaja con respecto al resto de la sociedad. Este concepto constituye el fundamento de los argumentos discriminatorios y prejuiciosos contra la comunidad LGBT, principalmente en lo que atañe a las familias y la expresión pública

Homofobia
La homofobia es el temor, la ansiedad, el miedo al homoerotismo, hacia el deseo y el placer erótico con personas del mismo sexo

Identidad
Alude al sentido de mismidad y continuidad a través del tiempo y los diversos cambios experimentados. Se desarrolla desde el nacimiento y, por lo general, se consolida hacia el final de la adolescencia y continúa su desarrollo a lo largo del ciclo vital. El logro de la identidad supone la posibilidad de sentir que seguimos siendo “la misma persona” frente a diversas situaciones que enfrentamos y que exigen de nosotros comportamientos disímiles. Es la conciencia de que una persona tiene que ser ella misma y distinta de los demás. Involucra la noción de singularidad, que hace única y diferente a cada persona, y alude, a la vez, a lo que se comparte con otros, lo que permite ubicar a una persona como parte de un grupo de referencia. La identidad se construye a través de un proceso de diferenciación de la persona con respecto a los otros y de un proceso de integración que permite la pertenencia e identificación con un grupo. La identidad es tanto una construcción personal como una construcción social.

Identidad de género
La identidad de género se refiere a la experiencia de género innata, profundamente interna e individual de una persona, que puede o no corresponder con la fisiología de la persona o su sexo al nacer. Incluye tanto el sentir personal del cuerpo, que puede implicar, si así lo decide, la modificación de la apariencia o función física por medios quirúrgicos, médicos u otros, así como otras expresiones de género que incluyen la vestimenta, la forma de hablar y los gestos.

Igualdad de Género
Es la igual valoración de los diferentes comportamientos, aspiraciones y necesidades de los hombres y las mujeres. En una situación de igualdad real, los derechos, responsabilidades y oportunidades de los varones y mujeres no dependen de su naturaleza biológica y por lo tanto tienen las mismas condiciones y posibilidades para ejercer sus derechos y ampliar sus capacidades y oportunidades de desarrollo personal, contribuyendo al desarrollo social y beneficiándose de sus resultados. La Igualdad entre mujeres y hombres es un principio jurídico universal reconocido en convenios internacionales. El principio hace referencia a los derechos y responsabilidades que como seres humanos tenemos todas las personas, lo que implica dar las mismas condiciones, trato y oportunidades sin distinción de clase, sexo, edad, creencias, etnia o cultura. Para SC, además, la igualdad de género supone la ausencia de discriminación en base al sexo o género. La igualdad de género es cuando un sexo no es rutinariamente privilegiado o priorizado sobre otro y, todas las personas son reconocidas, respetadas y valoradas por sus capacidades y potencialidades como individuos y
miembros de la sociedad.

Masculinidad
Masculinidad se refiere al significado social de la hombría, que se construye y define social, histórica y políticamente, en lugar de estar determinada biológicamente. Hay muchas definiciones construidas socialmente sobre qué es ser hombre. Pueden cambiar con el transcurso del tiempo y dependiendo del lugar. El término se relaciona con las nociones e ideales percibidos acerca de cómo los hombres deben comportarse o se espera que se comporten en un contexto determinado. Las masculinidades no son solo acerca de los hombres; las mujeres también materializan y producen el significado y las prácticas de la masculinidad.

Matrimonio infantil, precoz y forzado
Es cualquier tipo de matrimonio o unión informal donde una o ambas partes tienen menos de 18 años de edad. El matrimonio infantil pasa en muchos países, culturas y religiones. Se produce por serias desigualdades de género, pobreza, tradiciones e inseguridad. El matrimonio infantil puede manifestarse de diferentes maneras de
una comunidad a otra.

Mutilación genital femenina
Es un procedimiento que intencionalmente altera y causa daño a los órganos genitales femeninos por razones no médicas. Este procedimiento no tiene beneficios de salud y puede causar hemorragias severas, problemas para orinar, infecciones y/o complicaciones durante el parto y alto riesgo de muerte para recién nacidos/as. La MGF es mayoritariamente llevada a cabo en niñas durante la infancia hasta los 15 años de edad. Se considera una violación a los derechos humanos de las niñas y mujeres.

No discriminación
Toda persona, sin distinción, tiene derecho a disfrutar de todos los derechos humanos, incluido el derecho a la igualdad de trato ante la ley y el derecho a ser protegido contra la discriminación por diversos motivos como sexo, etnia, color, identidad de género, orientación sexual, religión, idioma, nacimiento, origen nacional o social o de otra índole.

Normas de género
Las normas de género son ideas sobre cómo deben ser y actuar los hombres y las mujeres. Interiorizadas desde una edad temprana, las normas de género crean un ciclo de vida de socialización y estereotipación de género. Dicho de otra manera, las normas de género son pautas y expectativas a las que generalmente se ajusta la identidad de género, dentro de un rango que define a una sociedad, cultura y comunidad en particular en ese momento. En la mayoría de las sociedades estas son construidas alrededor de cuatro categorías tradicionales niñas, niños, mujeres y hombres.

Orientación Sexual
La orientación sexual se refiere a la capacidad de cada persona de sentir una profunda atracción emocional, afectiva y sexual por otras personas de diferente sexo/género o del mismo sexo/género o más de un sexo/género, y de entablar relaciones íntimas y sexuales con ellas. No es una elección voluntaria que una persona hace en un momento y luego la cambia. Es más bien, el resultado de la compleja interacción de muchas circunstancias a lo largo de la vida (aspectos biológicos, cognitivos y del entorno). Se reconoce más comúnmente a tres orientaciones sexuales predominantes: hacia el mismo sexo/género (homosexualidad), hacia el sexo/género opuesto (heterosexualidad) o hacia ambos sexos/géneros (bisexualidad).

Patriarcado
Este término se refiere a una forma tradicional de organización social que suele ser la base de la desigualdad de género. Según este tipo de sistema social, se le confiere más importancia a los hombres o a lo que se considera masculino, que a las mujeres o a lo que se considera femenino. Tradicionalmente, las sociedades han sido organizadas de tal manera que la propiedad, la residencia, y la descendencia, así como la adopción de decisiones con respecto a la mayoría de las áreas de la vida, han sido dominio de los hombres. Los fundamentos para este fenómeno suelen invocar razones biológicas (las mujeres por naturaleza son más aptas para ser cuidadoras por ejemplo) y continúan sustentando muchos tipos de discriminación de género.

Roles de Género
Los roles de género se refieren a las normas sociales y de conducta que, dentro de una cultura específica, son ampliamente aceptadas como socialmente apropiadas para las personas de un sexo específico. Suelen determinar las responsabilidades y tareas tradicionalmente asignadas a hombres, mujeres, niños y niñas (véase división sexual del trabajo). A menudo los roles de género están condicionados por la estructura del hogar, el acceso a los recursos, impactos específicos de la economía mundial, una situación de conflicto o desastre, y otros factores relevantes localmente tales como las condiciones ecológicas. Al igual que el género, los roles de género pueden transformarse con el transcurso del tiempo, especialmente con el empoderamiento de las mujeres y la transformación de las masculinidades.

Sexo
Es el conjunto de características físicas, biológicas, anatómicas y fisiológicas que vienen desde el nacimiento y que distinguen a hombres y mujeres.

Sexualidad
La sexualidad es un aspecto fundamental de la condición humana, presente a lo largo de la vida y abarca el sexo, las identidades y roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se vivencia y se expresa por medio de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, funciones y relaciones. Si bien la sexualidad puede incluir todas estas dimensiones, no todas ellas se vivencian o expresan siempre. La sexualidad recibe la influencia de la interacción de factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales,
éticos, legales, históricos, así como religiosos y espirituales. Vivir la sexualidad de manera integral, permite construir relaciones personales democráticas, equitativas y respetuosas.

Salud sexual
La salud sexual es un estado general de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad; y no la mera ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. La salud sexual requiere un enfoque positivo y respetuoso a la sexualidad y a las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Para alcanzar y mantener la salud sexual, deben respetarse, protegerse y satisfacerse los derechos sexuales de todas las personas

Transversalización del enfoque de Igualdad de Género
Es una estrategia metológica que valora las implicancias que tiene para hombres y mujeres cualquier acción planificada e implementada en todas las áreas y niveles de programación y políticas. Buscar beneficiar a hombres y mujeres de manera equitativa con medidas que impulsen la reducción de las desigualdades y la redistribución del poder.

Violencia basada en Género (VBG)
La VBG es un término genérico para cualquier acto perjudicial incurrido en contra de la voluntad de una persona, y que está basado en diferencias socialmente adjudicadas (género) entre mujeres y hombres. La naturaleza y el alcance de los distintos tipos de VG varían entre las culturas, países y regiones. Algunos ejemplos son la violencia sexual, incluida la explotación/el abuso sexual y la prostitución forzada; violencia doméstica; trata de personas; matrimonio forzado/precoz; prácticas tradicionales perjudiciales tales como mutilación genital femenina; asesinatos por honor; y herencia de viudez35. Hay diferentes tipos de violencia que incluyen (pero no se limitan a) la violencia física, verbal, sexual, psicológica y socioeconómica. Dado que por razones sociales y culturales existen relaciones asimétricas de poder favorables a los
hombres, la violencia mayormente ha sido dirigida en contra de las mujeres, y también, aunque en menor medida, contra hombres considerados más débiles, los cuales se alejan del estereotipo hegemónico del hombre heterosexual36. Respecto a esto último, nos referimos, por ejemplo, a la violencia homofóbica contra hombres homosexuales, por no seguir la norma de género bajo la cual se supone que ellos deben vivir. Sin embargo, no sólo son violentados hombres con orientación homosexual, sino todo aquel cuyos rasgos físicos o comportamientos no se sujete estrictamente a lo que se espera de un “verdadero hombre”. Así, los llamados hombres “afeminados” o “amanerados” son víctimas de la burla, de la humillación y de la violencia física. Por ejemplo, el “bullying escolar” tiene un alto componente de violencia homofóbica.

Violencia Sexual
Es todo acto sexual o el intento de realizar un acto sexual en contra de la voluntad de una de las partes. Se incluyen los comentarios o insinuaciones sexuales no deseadas o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la persona, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo. Abarca el sexo bajo imposición de cualquier tipo, es decir el uso de fuerza física, las tentativas de obtener sexo bajo presión, la agresión mediante los órganos sexuales, el acoso sexual incluyendo la humillación sexual, el acoso en la calle usando palabras y/o miradas obscenas, también el restregar los órganos sexuales ante el cuerpo de una mujer aprovechando la aglomeración en el transporte público, el matrimonio o convivencia forzados, entre los que se cuenta el matrimonio infantil, la prostitución forzada y comercialización de mujeres, el aborto forzado, el impedimento de ejercer el derecho a hacer uso de la anticoncepción o a adoptar medidas de protección contra enfermedades de transmisión sexual, y los actos de violencia que afecten la integridad sexual de las mujeres, tales como la MGF y los exámenes para comprobar la virginidad.

Fuente: https://www.savethechildren.org.co/sites/savethechildren.org.co/files/resources/Glosario%20de%20terminos%20relacionados%20al%20enfoque%20de%20igualdad%20de%20genero.pdf

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Entrevista: Una docente incita a las niñas a estudiar ciencias y tecnología

Por: Unesco/02-05-2018

Les presentamos a Wesley van Oort-Strang. Sra. Wesley es profesora de Ciencias y Tecnología en el instituto Grotius, en Delft, Países Bajos (miembro de la Red de Escuelas Asociadas de la UNESCO) y del Instituto de Formación de Docentes de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Rotterdam. Enseña estudios técnicos, matemáticas e informática, y ha puesto en marcha actividades extraescolares tales como programación de robots, ebanistería y metalurgia.

¿Qué le motivó a convertirse en una docente del ámbito de las ciencias y la tecnología?

Cuando terminé mis estudios universitarios en diseño de productos, no quise trabajar en un medio en el que predominaran los hombres. Me gustaban las asignaturas como matemáticas, tecnología, diseño y las relacionadas con las TIC, por ello decidí convertirme en docente. Me hace feliz servir de ejemplo a los estudiantes porque ellos representan el futuro.

Hoy conmemoramos el Día Internacional de las Niñas en las TIC 2018. ¿Por qué cree usted que es importante dotar a las niñas de competencias digitales?

Es muy importante desarrollar competencias tales como el dominio de los medios de comunicación y de las TIC de cara al siglo XXI, ser capaz de pensar de manera creativa, de calcular y de tener un espíritu crítico. Nuestro modo de comunicar se vuelve cada vez más digital. Al dotar a los educandos de hoy día, en particular a las niñas, de competencias digitales, hacemos que saquen provecho de éstas durante toda la vida. Las niñas podrán adquirir las capacidades necesarias para aspirar al empleo con el que siempre han soñado y podrán diseñar así su propio futuro.

Según el informe de la UNESCO “Descifrar las claves” las mujeres sólo representan el 35% de los estudiantes de la enseñanza superior inscritos en el ámbito de las carreras vinculadas con las STEM, y sólo el 3% de los que obtienen un diploma en el ámbito de las TIC. En pocos años, habrá en Europa 7 millones de empleos nuevos vinculados con las STEM y necesitaremos todos los talentos a nuestro alcance. Según su propia experiencia, ¿qué podría motivar e incitar a las niñas para que cursen estudios vinculados con las STEM y las TIC, y qué puede favorizar una presencia más equilibrada de ambos sexos en estos ámbitos?

¡Hay mucho por hacer! Al crear mayor cantidad de modelos acerca de las funciones desempeñadas por las mujeres, se puede estimular a las niñas para que se inscriban en estos ámbitos. Cambiar los comportamientos, en particular la percepción que los hombres tienen de lo que una mujer puede hacer, puede abrirle el camino a la próxima generación de niñas y de mujeres en el ámbito de las STEM. Asimismo, permitir que las mujeres obtengan la misma remuneración que los hombres es una etapa importante en pos de la igualdad de oportunidades. Los docentes desempeñan también un papel importante con miras a alentar a sus alumnos, incluso cuando las cosas se vuelven difíciles. Enseñar materias vinculadas con las STEM puede incitarlas a implicarse en el estudio de estas disciplinas y a tomar conciencia de que estas no están reservadas exclusivamente a los hombres.

Las docentes pueden tener una incidencia positiva en la educación de las niñas y los niños. ¿Usted considera que representa un ejemplo para sus alumnas?, y de responder afirmativamente, ¿qué desearía mostrar a sus alumnas desde la perspectiva de una mujer que enseña las STEM?

Creo que es muy importante que las niñas y los niños aprendan que también las mujeres enseñan las materias vinculadas con las STEM. Los docentes deben ser el reflejo de la sociedad futura en que vivirán los educandos. No siempre tengo conciencia de esto porque a mí me parece natural, pero sí me considero un ejemplo para mis alumnas. Sé que es muy importante motivar y estimular a las niñas para que se impliquen en las materias STEM.

Usted ha puesto en marcha una actividad de programación de robots para sus alumnos. ¿Participan por igual niñas y niños? Y si no es el caso, ¿cómo logra estimular la participación y el rendimiento de las niñas?

En las actividades vinculadas con la robótica, las niñas y los niños participan de manera diferente. Las niñas tienen tendencia a no mostrar mucho interés, mientras que a los niños les gusta desde el principio. No obstante, uno de los aspectos que las niñas y los niños tienen en común es la creatividad. Como docente, me esfuerzo en darles a mis alumnos el tiempo y espacio necesarios para que desarrollen su creatividad. También velo por que los planes escolares y extraescolares hayan sido diseñados para estimular a las niñas. Muy a menudo, las niñas tienden a pensar que la robótica es muy difícil para ellas y que es muy probable que fracasen. Es importante mostrarles que también pueden hacerlo, ya que una vez que lo logran, terminan por sorprenderse a sí misma de lo mucho que les gusta.

La formación de los docentes puede resultar de utilidad para superar los prejuicios de género. ¿Cómo consigue en su trabajo de formadora de docentes que los futuros docentes estimulen a las niñas a realizar estudios en el ámbito de las STEM? ¿De qué métodos pedagógicos se vale y cuáles considera más eficaces para incitar a las niñas a efectuar este tipo de estudios?

Lo primero que debemos lograr como docentes es sensibilizar sobre las cuestiones relativas a la brecha entre sexos en estos ámbitos específicos de la enseñanza. La manera en que se enseñaban las materias STEM en el pasado, hacía que las niñas no las encontraran interesantes. He introducido métodos de enseñanza novedosos, entre los que figuran la ludificación (aprendizaje mediante juegos) y “Escape the Classroom” (hacer frente a los desafíos vinculados con esta materia) para interesar a ambos sexos. Cada educando debe divertirse aprendiendo, ya que esto lo ayudará a memorizar y hará que el aprendizaje se vuelva más interesante. La manera en que se imparten las materias STEM puede generar grandes diferencias en la participación e implicación de las niñas.

¿Qué consejo le daría a las niñas y las mujeres jóvenes que tengan ganas de continuar sus estudios y estudiar carreras en el ámbito de las STEM y de las TIC?

Nada es imposible. No siempre resulta fácil, en particular en los puestos de trabajo, pero si su sueño es estudiar en el ámbito de las STEM y las TIC y convertirse en ingeniera o codificadora, persevere y lo logrará. ¡Solo anímense!

*Fuente: https://es.unesco.org/news/docente-incita-ninas-estudiar-ciencias-y-tecnologia

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