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Diplomado en Tecnologías e Investigación Educativa en línea (sincrónico y asincrónico)

Centro Internacional de Investigación Otras Voces en Educación
Inscripciones abierta para el programa de tecnologías e investigación educativa que se desarrolla bajo la modalidad de diplomado de manera online. Está pensado para alcanzar 160 horas de formación en educación, comunicación, investigación, organización con herramientas digitales y virtuales. Va dirigido tanto a profesionales del ámbito educativo como a todas las personas que quieran adquirir y conocer los conocimientos principales de este sector. Además, de a todas las instituciones educativas que quieran formarse o especializarse en esta área de la investigación educativa.
La educación tiene el desafío de desarrollar competencias tales como el análisis crítico, la innovación y creatividad, el pensamiento científico, autoconocimiento y autocontrol, habilidades interpersonales, sociales y el trabajo en equipo; que nos permiten desenvolvernos adecuadamente en los cambios del siglo XXI, que transita por una transformación social y tecnológica profunda. Dominar el contexto tecnológico, así como el uso y aplicación de metodologías permitirá a l@s participantes integrar la tecnología en sus procesos de manera tal que podrán enfrentar trabajos y utilizar herramientas para desenvolverse en un mundo cada vez más incierto y desafiante.
Esta elaborado para comunidades, estudiantes y profesionales que desean acercarse a estas dinámicas de una manera amigable y práctica, tendrás la posibilidad de aprender haciendo, con ejercicios simuladores que te permita poder identificar los métodos a aplicar según el objeto de estudio, además de desarrollar estructuras científicas correspondientes que te permitan presentar trabajos de investigación dentro de las Ciencias Sociales, a la par, te brinda conocer las bondades de herramientas en el uso de tecnologías necesarias para tu formación.
Objetivo:
El programa busca contribuir en la capacidad de l@s docentes, investigador@s y/o estudiantes puedan participar en un contexto de cambio y transformación constante. Al finalizar el curso, l@s participantes de este programa valorarán y comprenderán el contexto transformador de las tecnologías conectadas con las diferentes metodologías de la investigación,  siendo capaz de integrar las tecnologías en el proceso de enseñanza-aprendizaje, conocer a través de la experimentación las herramientas y métodos de aprendizaje más significativos para el desarrollo de competencias vinculadas al pensamiento critico y creativo para la resolución de problemas en un mundo cada vez mas competitivo.
Una de las características del curso se basa en estudiar los principios de calidad educativa, atención a la diversidad y liderazgo. Sin olvidar, que en la actualidad las nuevas tecnologías han tenido un fuerte impacto en el ámbito educativo, eso ha generado la aplicación de la innovación en la formación del docente y en las instituciones educativas. Por último, con esta formación el/la participante podrá conocer los modelos de innovación e investigación actuales.
Certificado:
Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación, centro miembro de CLACSO y CLADE

Duración: tres meses (12 semanas) del 08 de julio al 23 de septiembre del 2023.

Descarga el programa aquí: tabla final

Encuentros: Asincrónicos y 12 encuentros sincrónicos con especialistas (tres hrs), los sábados  de 09:00 a las 12:00 hrs Panamá-Colombia/ 10:00-13:00 hrs Venezuela-Puerto Rico-Bolivia/11:00-14:00 Argentina-Brasil.

Inversión: Cuota solidaria para los gastos administrativo del portal, zoom, Redes sociales, entres otros

60 dólares EEUU. Financiados en dos cuotas

Pueden pagar a través de western unión, PayPal y transferencias bancarias.

Inscríbete aquí:  https://forms.gle/FVkKYaXfJA8RPrHi9

Saludos

Esp. Luz Palomino

Dra. Rose Mary Hernández

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Inscripciones Abiertas: Diplomado en Tecnologías e Investigación Educativa

Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación 

El programa de tecnologías e investigación educativa se desarrolla bajo la modalidad de diplomado. Está pensado para alcanzar en doscientas (200) horas de formación capacidades básicas deinvestigación, educación, comunicación, investigación y organización con herramientas digitales y virtuales.

Para comunidades estudiantes y profesionales que desean acercarse a estas dinámicas de una manera amigable y práctica, tendrás la posibilidad de aprender haciendo, con ejercicios simuladores que te permita poder identificar los métodos a aplicar según el objeto de estudio, además de desarrollar estructuras científicas correspondientes que te permitan presentar trabajos de investigación dentro de las Ciencias Sociales. A la par, te brinda conocer las bondades de herramientas en el uso de tecnologías necesarias para tu formación.

Los encuentros están organizados para viernes y sábados. Conectamos por zoom y son encuentros privados.

Duración: 24 de marzo al 14 de julio
*Certificado por Centro Internacional de Investigaciones Otras Voces en Educación por participación y aprobación.

*Semana n. 1. (24 y 25 de marzo)*
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Introducción a lo virtual
Sábado 2:00 a 4:00 p.m. Metodología Cuantitativa.

*Semana n. 2 (31 de marzo y 01 de abril)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Redes sociales
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Análisis de datos

*Semana n. 3 (14 y 15 de abril)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Redes sociales(cont)
Sábado 2:00 a 4:00 p.m. Método Etnográfico

*Semana n. 4 (21 y 22 de abril)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Contenidos digitales
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Categorización. Estructuración. Contrastacion de elementos emergentes

*Semana n. 5 (28 y 29 de abril)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Elaboración de sitio web de organizaciones, comunidades y para activistas comunitarios
Contenidos digitales (cont)
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Análisis crítico de discursos y construcción de teorías

*Semana n. 6 (05 y 06 de mayo)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Elaboración de sitio web de organizaciones, comunidades y para activistas comunitarios
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Método de IAP

*Semana n. 7 (12 y 13 de mayo)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Cómo conformar redes de difusión de contenidos
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Plan de Acción. Una intervención política-social para transformación en el contexto

*Semana n. 8 (19 y 20 de mayo)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Cómo conformar redes de difusión de contenidos
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Criterios para evaluar resultados desde la IAP

*Semana n. 9 (25 y 26 de mayo)*
Días de encuentro y horario
Viernes: 6:00 a 8:00 p.m
Cómo conformar redes de difusión de contenidos
Sábado 2:00 a 4:00 p.m
Método Historia de Vida

Junio. Destinado a elaborar y presentar alguna actividad referidas a alguno de los contenidos desarrollados en el diplomado

Julio. Viernes 14. Cierre grupal.

Para el proceso de inscripción escríbenos al correo: otrasvoceseneducacion1@gmail.com

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La Investigación Educativa y cómo integrarla a nuestro hacer cotidiano

Por: Arandi Hernández

Hagamos un breve ejercicio para activar nuestra imaginación. A continuación, leerá una preguntas y usted deberá responderlas imaginando a una persona:

¿Quién hace investigación educativa?, ¿por qué está haciendo investigación educativa?, ¿en qué nivel impactará la investigación educativa? Regresemos al presente.

La persona que usted imaginó, ¿era alguien interno o externo a su comunidad educativa?, ¿era un estudiante, docente, directivo?, ¿era una mujer o un hombre? Las intenciones de su investigación, ¿eran para investigar el rezago educativo en su comunidad? El nivel de impacto, ¿era para transformar su escuela, su comunidad o el sistema educativo? Y, por último, ¿hasta este momento ha buscado en internet qué significa investigación educativa?

Definamos para este artículo a qué nos referimos con investigación educativa. La investigación educativa es entendida como el proceso sistemático, iterativo y objetivo que lidera una persona de la comunidad educativa preocupada por la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje atendiendo una necesidad específica de su comunidad o una necesidad educativa en común con otras. Entender que toda persona interesada en la mejora de la comunidad educativa puede realizar investigación educativa, abre nuestro panorama para apropiarnos del hacer investigativo en nuestro propio contexto educativo. (Collay, M. 2016)

De acuerdo a las necesidades y transformaciones que estamos enfrentando día con día, nos toca asumir la tarea de siempre ir a la par de estos cambios, generando y ejecutando las estrategias necesarias para anticiparnos a los grandes retos que la vida social, cultural y económica trae consigo. Pero sabemos que para poder anticiparnos a dichos desafíos, es de vital importancia primero trazar la ruta que nos lleve a atender lo urgente.

Y aquí quiero proporcionar un ejemplo de lo que vivimos ahora mismo. La Nueva Escuela Mexicana nos ofrece un currículo deliberativo, que esencialmente nos propone ver a cada docente como la pieza clave para la transformación educativa, ya que él será quien haga la conexión y contextualización del currículo educativo para vincular la pertinencia del aprendizaje con las necesidades e intereses de los estudiantes, logrando una conexión entre aprendizaje, escuela y comunidad. Y esta propuesta nos abre, a su vez, una gran oportunidad de atender la necesidad de vincular la vida cotidiana del estudiante a su vida académica para cuidar la permanencia e interés de los estudiantes en su proceso de aprendizaje (García, R., 2019).

Regresemos a nuestra definición de investigación educativa: ¿puede imaginar los beneficios que entrañaría realizarla con miras a potenciar las prácticas educativas ya existentes y desarrollar las que son necesarias para desencadenar en cada comunidad educativa un proceso de mejora continua? Sin duda, generaría un impacto positivo en el proceso de aprendizaje y realización de cada estudiante.

¿Qué habilidades necesitan desarrollar nuestros estudiantes para atender las problemáticas humanitarias del presente y del futuro?, ¿cómo podemos saber lo que necesitamos como docentes, directores, supervisores, asesores técnico-pedagógicos, para desarrollar en cada estudiante estas habilidades?, ¿puede imaginarse a sí mismo liderando y siendo la pieza clave que conduzca a su comunidad educativa a la mejora constante? (Ehlers, D. 2020).

Una propuesta que nos plantea Radix Education para crear capacidad, desarrollar y brindar las herramientas necesarias de liderazgo e investigación educativa en cada persona interesada en la transformación de su comunidad educativa, es la Maestría en Liderazgo y Educación, dirigida a docentes, directivos, supervisores y asesores técnico-pedagógicos, para cumplir el objetivo de instalar en cada comunidad educativa líderes de cambio.

¿Puede imaginar la posibilidad de ser usted la pieza clave para la transformación de su comunidad? La Maestría en Liderazgo y Educación tiene como propósito desarrollar las habilidades de liderazgo, investigación, diseño, implementación y evaluación de proyectos educativos. Es una Maestría completamente en línea, con validez oficial federal antes la Secretaría de Educación Pública, en la cual con una dedicación de 1 hora diaria podrá cubrir todos los contenidos semanales, además de que ofrece becas de hasta el 80% para todos los docentes que la soliciten antes del 31 de julio de 2022.

Sin duda, cada miembro de la comunidad puede realizar investigación educativa. El primer paso es que se interese en descubrir y liderar el camino que conduzca a su comunidad educativa a ser el espacio que responda a las necesidades, intereses y pleno desarrollo de cada estudiante mexicano.

Acerca de la autora

Arandi es experta en desarrollo profesional docente desde la primera infancia hasta el nivel medio superior. Actualmente, es Directora del área de Investigación y Diseño Emergente de Radix Education y Coordinadora Académica de la Maestría en Liderazgo y Educación. Su objetivo profesional es guiar a cada persona del área educativa para que desarrolle las habilidades que serán esenciales para afrontar el futuro.

Referencias: 

  • Collay, M. (2016). Teaching is leading. On Being a Teacher: Readings from Educational Leadership (EL Essentials), 91-96.
  • García, R., (2019). La investigación Educativa y la Formación de Docentes para una Educación de Calidad. ACTA EDUCATIVA, Vol. 2 Núm. 2
  • Ehlers, D. (2020). Future Skills. The future of learning and higher education.
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Burocracia e investigación educativa

POR: JUAN CARLOS MIRANDA ARROYO

«La SEP no es un centro de investigación educativa, eso es cierto. Pero debe ser una institución que establezca vínculos orgánicos permanentes con especialistas y estudiosos de la educación.»

En una entrevista que Marx Arriaga, director general de materiales educativos de la Secretaría de Educación Pública (SEP), concedió a Erick Juárez Pineda, el funcionario “advirtió que los documentos que se trabajan no tienen una rigurosidad académica, pues «no son un centro de investigación o una universidad», esto al referirse a la propuesta curricular para la educación básica, cuya versión preliminar dio a conocer la propia SEP en enero pasado (ver Educación Futura, 23 de abril, 2022).

Arriaga debe saber que, aunque la SEP no es una institución dedicada a la investigación educativa, no está exenta del escrutinio de la comunidad académica ni del examen riguroso de especialistas y estudiosos de la educación. Además, como responsabilidad de gobierno, la SEP debiera de generar documentos con contenidos estructurados, sustentados o debidamente argumentados, a partir de los hallazgos reportados recientemente por la investigación en el campo educativo.

Por otra parte, la SEP necesita vincularse con grupos de investigadores y especialistas del ramo, tal como se hace en cualquier otra entidad gubernamental. Ahí hay un espacio y tiempo valiosos para concretar las retroalimentaciones mutuas. No veo por qué no hacerlo de esa manera.

El argumento utilizado por el funcionario, por lo tanto, para excusarse de la falta de rigor académico en la propuesta curricular, es insostenible.

“El funcionario detalló –dice Juárez Pineda- que, aunque la construcción del nuevo marco curricular le corresponde a la dirección que él encabeza, no es su responsabilidad establecer una propuesta de evaluación, pues «ellos solo crean y evalúan los materiales educativos»; sin embargo, señaló que esta tarea le toca a otras unidades como a la Dirección General de Desarrollo Curricular o a la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM)”.

Arriaga señaló, así mismo, que la dependencia a su cargo (materiales educativos) tiene el liderazgo del proyecto de reforma curricular para la educación básica. ¿Por qué entonces los documentos de referencia están firmados (en su versión preliminar) por la dirección de desarrollo curricular de la SEP? ¿No debería estar al frente de este proyecto, más bien y como líder, y ante los medios, la subsecretaría de educación básica?

La SEP no es un centro de investigación educativa, eso es cierto. Pero debe ser una institución que establezca vínculos orgánicos permanentes con especialistas y estudiosos de la educación. También, debiera de impulsar el desarrollo de estos grupos de trabajo, con recursos y diversos apoyos hacia dichas comunidades que realizan investigaciones o estudios educativos, independientemente de sus intereses académicos o líneas de investigación, es decir, tanto de corte teórico, filosófico o histórico, como aplicado.

Lamentablemente y por lo general, hay un vacío de la alta burocracia hacia las tareas de investigación educativa en México. Pienso que eso deberá cambiar. El intercambio entre burocracia y academia habrá que ser más intenso, creativo y propiciar condiciones adecuadas de trabajo, a efecto de generar nuevos conocimientos sobre lo educativo, y específicamente sobre la educación básica pública.

La cruda realidad indica que a las burocracias educativas, federales y estatales, (con funcionarios no especializados en educación), no les interesa generar nuevo conocimiento sobre lo educativo. Les obsesiona administrar, al más bajo costo, los procesos escolares. Contrario al interés académico, a este círculo gobernante de la educación le preocupa y se ocupa solo en rendir cuentas a sus jefes superiores, pero se desentiende de las necesidades del magisterio. Existe evidencia de que su prioridad es controlar y vigilar a las comunidades educativas (escuelas). Esa visión limitada y rígida de la realidad educativa, es una tragedia que no favorece el adecuado avance del sistema educativo nacional.

De manera institucional y a lo largo de la historia, las burocracias educativas no encuentran valor a los hallazgos de la investigación. ¿Cuántos convenios han realizado o firmado el gobierno federal y los gobiernos de los estados con las unidades UPN locales o con las Normales para desarrollar proyectos de investigación o producción editoriales, durante los últimos 20 años? La cifra está cercana a cero. ¿Pueden mostrar pruebas en contra?

La composición de las burocracias educativas (me refiero especialmente a quienes ocupan la cima de las instituciones) es de perfil político, administrativo y de profesiones afines (excepcionalmente se registran trayectorias académicas en esos escritorios), y no cuenta con orientación ni sensibilidad hacia la investigación educativa. Dicho esto en términos generales. Cuando hay algunas excepciones, las iniciativas para llevar a cabo investigaciones o estudios educativos, sin embargo, quedan desplazadas por otros proyectos de carácter administrativo.

Adicionalmente a la necesidad de establecer un diálogo con la comunidad académica, profesional o científica, las burocracias educativas también requieren de crear dispositivos de comunicación permanentes, institucionalizados, en condiciones de igualdad, para intercambiar ideas y propuestas con las maestras y los maestros, directivos escolares y asesores técnicos, que trabajan directamente en las escuelas, y que tienen a su cargo los procesos específicos y más relevantes de la educación pública en México.

Fuente de la información: https://profelandia.com

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México: necesario escuchar directamente la voz de niñas y niños en la investigación educativa

Por: Miriam Martínez

Académicos del departamento de Educación de la Universidad Iberoamericana, desarrollaron ponencia en el XVI Congreso Nacional de Investigación Educativa (CNIE) organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) sobre metodología que permitiera conocer experiencia directa de niños y niñas a raíz de investigación realizada en pandemia.

El Dr. Manuel López Pereyra, señaló la necesidad de partir todo proceso de investigación educativa considerando a la niña y el niño como personas activas y competentes y creadores, principios del método mosaico.

Así también con inspiración del enfoque Reggio Emilia, que introduce el arte como expresión de la primera infancia; poder escuchar la voz y experiencias directamente de los niños y las niñas a través de expresiones como dibujos, arte y fotografías.

Los niños y niñas tienen sus intereses, prioridades y preocupaciones, afirma la Maestra María del Pilar Gómez Vera. Lo anterior lo sustentaron con el proyecto Pedagogías diversas: la voz de las niñas y niños sobre la pandemia COVID-19.

Gómez Vera explicó que a través de expresiones como el dibujo, arte y fotografía, los niños fueron capaces de expresar sus intereses, historias, prioridades y preocupaciones durante el tiempo de estar en casa.

Posteriormente surgió un podcast con el mismo nombre del proyecto donde han continuado acompañados de diversas voces de especialistas para reflexionar sobre aprendizajes de las experiencias que dejó la pandemia y las habilidades que se requieren para escuchar de manera asertiva a las niñas y los niños.

Finalmente el Dr. Pereyra, destacó la importancia de entender cómo las familias, niñas, niños, cuidadores y docentes se encuentran en un contexto inédito dónde compaginan su profesión, el trabajo doméstico, las tareas escolares, la ansiedad, el estrés e incertidumbre de una pandemia; por lo anterior es neceario acompañarles escuchando su voz.

Fuente de la información e imagen: https://www.educacionfutura.org

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La gestión educativa fundamentada en evidencia científica

Por: Julio Leonardo Valeirón Ureña

La educación es un bien público y, como tal, no solo debe ser garantizado como derecho para todos, bajo la responsabilidad esencial del Estado y preservando los intereses colectivos de la sociedad, sino que, además, debe sustentarse en la evidencia científica.

Las ideas que a continuación expongo son el producto de nuestra particular experiencia y su reflexión, acompañado de la lectura de diversos autores sobre estos temas a lo largo de más de 30 años trabajando en el campo de la investigación educativa y psicosocial para tomar decisiones, tanto en el ámbito privado como público. Espero que puedan ser útiles.

Un principio y punto de partida el cual retomo de un artículo previo: una escuela, como un sistema educativo, que no se estudie profundamente tiene muy pocas probabilidades de cambiar para ser mejor.

Hay tres cuestiones importantes que quiero resaltar:

  1. Los seres humanos enfrentamos la realidad, sea esta social y/o natural, de manera permanente, situados en contextos particulares; y, en ese proceso, nos hacemos múltiples preguntas. Preguntas acerca de la realidad misma: sus causas y sus consecuencias; acerca de nosotros y nuestra relación con la realidad. Y como esas, muchas otras preguntas. Dichas cuestiones pueden ser y permanecer en el ámbito de lo concreto o, incluso, en la esfera de lo trascendente. Por supuesto, este proceso se enmarca en una realidad social y cultural, en la cual priman ideas, valores y actitudes muy variadas, en ocasiones incluso, contradictorias; pero como dice Parker Lichtenstein, “puede que sean implícitas, pero a veces, nos ponen a ver lo que queremos ver”.  De esa manera, participamos en un proceso de “construcción colectiva de dicha realidad”, tal y como nos plantearon hace ya mucho tiempo Peter Berger y Thomas Luckmann en su otrora controversial obra “La construcción social de la realidad”.
  2. En ese proceso histórico y permanente en que enfrentamos la realidad en su contexto y en su época, hemos construido diversas maneras de comprender la realidad. Así el sentido común o conocimiento ordinario, el conocimiento mítico – religioso, el conocimiento filosófico y el científico mismo se fueron desarrollando, permitiéndonos proporcionarle un marco a nuestra acción personal y colectiva, y a la búsqueda de explicaciones acerca de la realidad y los problemas enfrentados. Estas maneras de conocer nos sobreviven y, en ocasiones, se sobreponen una a la otra. Cuáles de estas perspectivas prima al momento de analizar una determinada realidad o tomar una decisión, es una cuestión importante. Se puede suponer que, dependiendo de la naturaleza de la realidad confrontada, haremos uso de una u otra forma de conocimientos de manera privilegiada.
  3. El conocimiento desarrollado deberá orientar, con más o menos posibilidad de éxito, nuestro accionar en la realidad.

Es decir: ENFRENTAMIENTO – DESARROLLO DEL CONOCIMIENTO – ACCIÓN son tres cuestiones dinámicas, que establecen entre sí una relación dialéctica en que una condiciona a la otra y viceversa.

Ejercicio profesional y conocimiento:

El estimado amigo Ramón Flores en su libro Formación de Directivos y Docentes: reflexiones y propuestas inicia el capítulo tercero que titula “El juego de la contracultura”, afirmando lo siguiente: “De todos los profesionales, ninguno es más influenciado por la cultura educativa en la que se educa que el docente. Pues este es el único profesional que desde niño ha visto a otros ejercer la profesión que eventualmente ejercerá. Por eso, al entrar en el aula el maestro lleva una visión del estudiante, del maestro, del centro educativo y de la educación. Y esa visión refleja parte de su formación profesional y parte de sus vivencias personales como estudiante”. De esta manera el docente, el director de centro, así como los técnicos y funcionarios del sistema educativo, señala Flores, laboran de “conformidad con lo que aprendieron” en su experiencia personal, “y ¿qué aprendieron?”: que la educación es una actividad marginal, que el currículo es material para impresionar a extranjeros, que el libro es un instrumento político y no un elemento fundamental para educación de calidad, que la educación pública es educación de pobres, que los pobres aprenden menos, que no existe  una correlación entre la promoción y el aprendizaje, que todos los niveles enseñan lo mismo, que el aprendizaje de los estudiantes no es la finalidad del sistema educativo, y que, finalmente, aprendieron que no hay que esforzarse demasiado”.

Puede ser que adquiramos determinados conocimientos en nuestra formación profesional, pero al mismo tiempo vamos teniendo diversas experiencias que nos permiten construir “nuestras propias teorías de las cosas”. Se habla incluso de “teorías implícitas” que se van construyendo históricamente, y que muchas veces, se anteponen al conocimiento teórico formal adquirido en nuestros años de educación formal y profesional.  Se esperaría que esas teorías implícitas puedan ser “sustituidas” a lo largo de la formación profesional, o por lo menos, relativizadas. Esto no siempre es así. Para un exhaustivo análisis del tema recomiendo el texto de J.I. Pozo et al (2006, 2009). Nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje. Las concepciones de profesores y alumnos.

Recordemos, como bien decía Ortega y Gasset: “Las creencias constituyen la base de nuestra vida”.

La gestión pública en nuestro país en el ámbito educativo, de manera general, se ha ido desarrollando de “espalda al conocimiento científico” y sustentándose en las ideas y experiencias personales. Los informes de investigación y evaluación de los procesos y resultados generalmente reposan en los anaqueles de las oficinas, sin ser estudiados y analizados a profundidad para la toma de decisiones. Desde los ámbitos que me ha tocado gestionar dichas acciones se han promovido encuentros, talleres, informes ejecutivos y otras estrategias, para acercar a quien toma decisiones políticas y/o técnicas, a la evidencia científica.

Podemos seguir ignorando lo que la realidad nos plantea, pero ¿hacia dónde esto nos conducirá?

A principios de los años 90, llevé a cabo otro estudio sobre el impacto del Programa radial “Aprendamos matemática por radio” que transmitía la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos, a través de Radio Educativa, a un grupo de centros educativos en las regionales de Santo Domingo (Regionales 10 y 15). Durante todo un año se hicieron observaciones de aula que proporcionaron valiosas informaciones cualitativas que permitieron, posteriormente, explicar las diferencias altamente significativas entre una muestra de escuelas que participaron en el programa en contraste con otro grupo de escuelas equivalentes, pero que no habían participado en el mismo. La enseñanza de la matemática a través de ese programa resultó altamente efectiva. Al año siguiente, “extrañamente”, no se siguió trasmitiendo dicho Programa.

Los estudios del Laboratorio Latinoamericano de Evaluación e Investigación de la Calidad de la Educación (LLECE), Primero, Segundo y Tercer estudio regional comparativo en tercero y sexto de primaria, mostraron que una de las variables que mejor explicaba los resultados de nuestros estudiantes era la percepción positiva que estos tenían del aula y la escuela, así como el número de horas efectivos en que los y las estudiantes son expuestos en el aula. Es decir, a mayor número de horas de trabajo en el aula en un ambiente positivo, mayores logros de aprendizaje alcanzados. Del segundo de estos estudios, incluso, se desarrollaron propuestas interesantes como “aportes para la enseñanza de la lectura, la matemática y las ciencias naturales”. No tuve evidencia de que los mismos fueran utilizados para el desarrollo de la capacitación docente.

Los estudios internacionales PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes) y ICCS (Estudio Internacional de Educación Cívica y Ciudadanía) muestran que nuestros estudiantes de 15 a 16.4 años, en el primero, y los del antiguo 8º de primaria en segundo caso, no logran alcanzar niveles significativos de aprendizaje en las áreas evaluadas. De igual manera sale a flote el incumplimiento del horario y el calendario escolar, entre otros factores.

Las tres evaluaciones diagnósticas llevadas a cabo por la Dirección de Evaluación y Control del Ministerio de Educación en 3º (2017) y 6º (2018) de primaria, y 3º (2019) de secundaria, han puesto de relieve el bajo porcentaje de estudiantes que alcanza el nivel satisfactorio en las áreas evaluadas. ¿Qué han significado estas recientes evaluaciones?

La evidencia aportada por el estudio sobre el dominio de la matemática que debe enseñar el maestro en el primer ciclo de básica (1º a 4º), realizado en el IDEICE (Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa) en el año 2014, puso de relieve que el 63.3% de los docentes que participaron en el mismo, obtuvo calificaciones por debajo de 65 puntos, que es el “puntaje de corte” para que un estudiante de primaria pueda “pasar la asignatura o de curso”, y que sólo una maestra dio muestra de dominio del contenido de dicha prueba. ¿Es posible esperar que los estudiantes alcancen mayores logros de aprendizajes que los de sus propios maestros? ¿Cuáles orientaciones se tomaron al respecto?

La evaluación del desempeño docente realizada por el IDEICE con la asesoría técnica de la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia y la cultura), mostró que el porcentaje de maestros de aula con resultados por encima de 90 puntos (categoría “destacado”) fue solo el 2.90%; categoría “competente”, 23.90% y el resto, el 73.20%, estuvo en las categorías “básico” e “insuficiente”. Cada docente de aula, como también cada Centro Educativo, pudo contar con un informe personalizado colgado en la web, donde se plasmaban las evidencias por indicadores de calidad. Tengo dudas de que dichos resultados generarán acciones importantes al respecto.

Los resultados en las Pruebas Nacionales, suspendidas desde el año pasado “por razones de la pandemia”, han mostrado año tras año, los bajos logros alcanzados por los estudiantes tanto en el nivel primario como secundario. Esa es una historia de muy larga data.

Todas esas informaciones reposan en informes técnicos, presentaciones, boletines que, de haber sido consideradas con detenimiento, es probable que los procesos de gestión escolar presentaran resultados distintos y nuestros estudiantes mostraran mejores logros de aprendizaje.

Por supuesto, el momento que vivimos generado por la pandemia por el coronavirus es algo excepcional, no esperado y al principio, incomprendido por todos. En ese entorno aún incierto, se hace más perentoria la necesidad de un liderazgo visionario al mismo tiempo que practicante, como bien señalaba Jaime Grinber (1999)[2]. Visionario por el ejercicio de una capacidad de visualización del futuro en medio de incertidumbres, pero practicante en el sentido de ejecutar las acciones necesarias que hagan posible la visión.

Resultan interesantes las cinco características que Grinber expone para el desarrollo de un liderazgo educativo efectivo:

  1. Ser un intelectual de visión crítica, con las habilidades y conocimientos necesarios para crear y facilitar espacios para la participación y el cambio.
  2. Contar con una serie de actitudes como base para el cambio y la transformación desde el aula y la escuela.
  3. Ser un indagador, cuestionador y problematizador de los diferentes actores educativos, respecto a las condiciones en que viven, al mismo tiempo que un buscador y formulador permanente de acciones alternativas, que procuren “desarrollar comunidades de aprendizaje”, donde se pueda experienciar la participación, la equidad, la diversidad y la justicia social.
  4. Un articulador, conceptualizador, creador y promotor de espacios y posibilidades para el cambio crítico y efectivo y, por último,
  5. Impulsor del trabajo en equipo y facilitador de las iniciativas de los diferentes actores educativos.

Estas cinco características planteadas por Grinber, deberán promover en los actores educativos la conciencia y la actitud, la necesidad y motivación hacia el cambio. Si no somos capaces de asumir ese liderazgo que traspase la frontera de lo particular, es muy poco lo que al final podamos conseguir.

La educación es un bien público y, como tal, no solo debe ser garantizado como derecho para todos, bajo la responsabilidad esencial del Estado y preservando los intereses colectivos de la sociedad, sino que, además debe sustentarse en la evidencia científica, dejando de lado las ideas personales, que por muy buenas que estas sean, no nos proporcionarán respuestas distintas a las que ya sabemos. Y es que esa es la función de la investigación científica, proporcionar respuestas distintas a las que son nuestras expectativas personales.

En ese sentido resulta interesante lo señalado por Rita Locatelli[3], a propósito de las diversas facetas de este principio de la educación como bien público:

Como planteamiento/visión: reafirmar una visión humanista de la educación en contraste con un enfoque más utilitario.

Como enfoque político: preservar el interés público y el desarrollo social/colectivo en contraste con una perspectiva individualista.

Como principio de gobernanza: reafirmar el papel del Estado como garante/custodio/encargado principal de la educación a la luz de la mayor participación de agentes no estatales a todas las escalas de la actividad educativa.

Debemos dejar de seguir trillando el camino de las buenas intenciones. Definitivamente eso no ha bastado y, mucho menos, ha sido sufiente.

[1] Revista de Gestión Educativa. Número 1, año 2014. Ministerio de Educación de la República Dominicana. Santo Domingo.

[2] Grinber, J. Liderazgo educativo, desafíos y posibilidades para el futuro de la educación. El papel del docente líder. En Liderazgo educativo DESAFIOS Y POSIBILIDADES PARA EL FUTURO DE LA EDUCACION. EL PAPEL DEL DOCENTE LIDER * por Jaime Grinberg – PDF Descargar libre (docplayer.es)

[3] Locatelli, R. (2018). La educación como bien público y común. Reformular la gobernanza de la educación en un contexto cambiante. En La educación como bien público y común. Reformular la gobernanza de la educación en un contexto cambiante (scielo.org.mx)

Fuente: https://acento.com.do/opinion/la-gestion-educativa-fundamentada-en-evidencia-cientifica-9005861.html

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Niños y niñas, capaces de hacer investigación sobre ellos mismos

Por: Pedro Rendón

Los niños y niñas son capaces de hacer investigación educativa sobre ellos mismos, por ellos mismos, y en calidad de ‘coinvestigadores’ pueden conseguir que alrededor de ellos se promuevan sus propias iniciativas, dijo la Dra. Heidi Fritz Macías, académica de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

El anterior fue uno de los hallazgos de Fritz en su investigación El proceso de amistad y la cultura de pares en el preescolar. Un estudio de caso donde los niños son coinvestigadores (con la cual se tituló del Doctorado Interinstitucional en Educación), en la que hizo uso del ‘método mosaico’; que consiste en el empleo de una diversidad de estrategias que permiten recuperar la voz de los niños/as, para escucharlos en su vida diaria, oír sus experiencias y ver su protagonismo como “expertos y ciudadanos activos en su realidad”.

Para no perder la riqueza del mundo en el que viven las niñas y niños (NN), desconocido para los adultos que hacen investigación educativa, quienes utilizan el método mosaico permiten a los infantes comunicarse y expresar lo que sienten y piensan, porque es más fácil preguntarles a ellas/os qué les interesa, qué les gusta y qué quieren aprender, “a estarlo tratando de identificar o interpretar nosotros como adultos”.

Después de escuchar “de viva voz” la experiencia de pequeños y pequeñas de tres y cuatro años de edad, como  protagonistas de su propia realidad, para entender cómo construyen el proceso de amistad, Fritz concluyó que ésta incluye seis elementos básicos -modelo explicativo desarrollado por ella en su investigación-: autenticidad, iniciativa, cooperación, diversión, complicidad y afectividad; que se dan en un contexto de confianza, respeto, empatía y resolución de problemas.

Para conocer el sentir, pensar y experiencias de las NN, no sólo de manera oral (entrevistas y conversaciones), la investigadora también se comunicó con ellos por medio de las herramientas de las que se disponen en el método mosaico: fotografías, videos, dibujos, sociogramas, esquemas, mapas y recorridos a sus lugares de interés, que los propios pequeños le proporcionaban y a través de los cuales le demostraron que “son capaces de hablar de su realidad y de su mundo”.

Al permitirles tener iniciativa, protagonismo y proponer soluciones a sus propias vidas, las NN se comienzan a involucrar en las situaciones cotidianas que los impactan y los impelen, lo que los hace personas muy situadas en su realidad, críticas y proactivasque, por ejemplo, en la investigación de la académica de la IBERO derivó en que las niñas y niños solicitaran a sus autoridades escolares que les llevarán a conocer una agencia de noticias -lo que ocurrió-, por el interés y gusto que les despertó usar grabadoras y cámaras para hacer entrevistas durante la investigación de Fritz.

Esta democratización y “emparejamiento de poderes” en la investigación educativa que usa el método mosaico implica respetar el derecho de todos los niños y niñas a participar en las decisiones que los involucran; ser bien tratados, protegidos y a que su estado emocional sea respetado; a saber para qué sirven los datos que se están recabando; a conocer los avances y los resultados de la investigación; a estar de acuerdo o no con la interpretación del investigador/a y a que la dé a conocer; y a decidir en qué momento quieren dejar de participar.

Niños/as constructores de cultura con capacidad de agencia

Al dar un contexto, previo a la participación de Fritz, el Dr. Marco Antonio Delgado Fuentes, docente de la Universidad de Derby (Reino Unido), dijo que en el giro posmoderno la investigación cualitativa en educación fue integrando las voces étnicas, las de las mujeres, las de la diversidad sexual y las de otros grupos que se fue entendiendo que formaban parte de la sociedad y que no habían estado propiamente representadas en la investigación; empero, en esta tendencia de la investigación cualitativa no se consideró a los niños y niñas (NN).

Sin embargo, los NN son capaces de construir cultura y tienen su propia cultura infantil. Y es que los NN hablan, intercambian opiniones y logran niveles de desarrollo más altos que cuando están solos; por eso es importante recuperar sus voces, lo que se logra con el método mosaico, un enfoque que busca destacar la voz de los niños, “pero no solamente como una forma de investigar a los niños sino, sobre todo, es una forma de investigar con los niños”, como sujetos activos que están realizando investigación.

En el enfoque posmoderno de Dahlberg y Moss se concibe a los niños como capaces de tener un pensamiento crítico, y cuando se les da la oportunidad, pueden construir cosas más allá de las expectativas que los adultos tienen cuando formulan su pensamiento acerca del preescolar, de la educación inicial (primaria), “pero que normalmente cuando estamos en ambientes muy prescriptivos, como la educación formal, lo que hacemos es que coartamos la posibilidad creativa de los niños; por lo menos en las escuelas”.

Las voces de los NN son cruciales, importantes y permiten tomar decisiones que han revolucionado la forma en la que se entiende cómo aprenden. Entonces, tener la posibilidad de escuchar lo que los niños están haciendo, es reconocer “que lo que podemos ofrecerles es mucho más amplio cuando lo hacemos junto con ellos”.

Es así que la sociología, la psicología y la etnografía han colaborado en la construcción de la imagen de un niño con capacidad de agencia, constructor de cultura, que comprende, interactúa y transforma el mundo en que habita. Esta noción está ya influyendo en la forma en la que se investiga a, y con los niños, en asuntos de sus vidas cotidianas, ya sea en las escuelas o en otros espacios.

En el método mosaico, los principios para trabajar con niños en el marco investigativo incluyen una variedad de métodos, para adaptarse a sus formas comunicativas, pues mientras los adultos siguen privilegiando el lenguaje, los niños, incluso quienes están en el periodo de adquisición del lenguaje, pueden comunicar cosas a través de dibujos, de fotografías, de representaciones de diversos tipos, y eso es lo que conforma precisamente al enfoque mosaico.

Es así que, concluyó Delgado: “La participación de los niños y familias en la investigación han generado nuevos temas en la construcción de una imagen de los niños activa, capaz y comprometida con sus compañeros. Existe ya cierta evidencia de que los servicios educativos, sociales y de salud pueden mejorarse y adaptarse a las necesidades de los niños”.

Fuente e imagen: IBERO

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