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Ecuador: Ministro de Educación: Existen nuevos desafíos relacionados con aspectos de calidad educativa

Ecuador / 14 de junio de 2017 / Fuente: http://www.ecuadorinmediato.com

Comentó que se necesita un conjunto de estrategias para promover la lectura

El Ministro de Educación, Fander Falconí, se refirió a los primeros días de gestión en esta cartera de Estado. «Hay enormes logros, estos están aparejados con un aumento de las coberturas educativas, pero también existes nuevos desafíos relacionados con los aspectos de calidad educativa».

Acotó que en los diez años de gobierno, “ha habido una transformación evidente en el sistema educativo y un reconocimiento social. He estado en varias provincias y la primera impresión que uno tiene al hablar con la comunidad es el reconocimiento realizado en estos años”.

Acerca de mantener el Bachillerato Unificado o regresar a la especialización, comentó que “no quiero modificar los aspectos de curriculum sin previamente hacer una evaluación de su desempeño y dejar que funcione. Tenemos una malla curricular flexible y por lo tanto hay que dejar que funcione”.

Aseguró que van a potenciar las capacidades junto con los profesores. “Quiero retomar las palabras del Presidente Lenín Moreno quien habló de diálogo con los actores, de hacer políticas con los actores e indudablemente los aspectos de capacitación van a ser reforzados y retroalimentados con la comunidad educativa”.

Sobre la reapertura de escuelas unidocentes en los sectores rurales, señaló que el Presidente Moreno le encargó que se evalúen todos los aspectos sobre infraestructura. “Vamos a tener un diagnóstico en firme y acciones, si es el caso, correctivas, antes de iniciar el ciclo de la Sierra”.

Agregó que el transporte no es un problema generalizado. “Hay que recordar que el país avanzó mucho en lo que se llama una micro planificación en el sector de la salud y el educativo. La lógica era bajar al territorio con servicios educativos de calidad. Tenemos distribución zonal, una organización a través de distritos”.

En cuanto a la campaña de lectura, llamada “YO LEO”, el Ministro Falconí mencionó que “en el Ecuador leemos muy poco. El promedio, de acuerdo a los datos de la UNESCO, leemos medio libro por año por persona. En Colombia se leen 19 libros por año, por persona; y en los países ricos, entre 40 y 45 libros”.

Señaló que se necesita un conjunto de estrategias para promover la lectura. “El lanzamiento de la campaña “YO LEO” tuvo un enorme éxito en el país. Tuvo la presentación en la provincia de Santa Elena y luego en todos los establecimientos educativos”.

Finalmente, manifestó que el Plan Nacional de Lectura implica “formar lectores, capacitar a los maestros en temas de lectura, reorganizar o crear centros de lecturas a nivel nacional, formar club de lectura, desarrollar líneas de texto, promover actividades alrededor de la lectura”.

Fuente noticia: http://www.ecuadorinmediato.com/index.php?module=Noticias&func=news_user_view&id=2818821407

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Las bibliotecas infantiles del mundo que sorprenden…

Asia/África/Europa/América, 3 de junio de 2017.  Fuente y autor: elesapiens.com

Como nos cuenta Amanda Lonergan – una escritora infantil- en su blog, “hoy las bibliotecas tienen que competir con videojuegos, escaladas, combate con láser, centros científicos, mundos de Harry Potter y Peppa Pig”. Los niños deberían querer ir a las bibliotecas una y más veces, pero ¿cómo pueden evitar estos espacios ser aburridos y redundantes?

Presentamos la selección de Bibliotecas Infantiles de Elesapiens, inspiradores espacios que han conseguido crear una nueva relación entre los libros y los niños.

My Tree House Library, Singapur


Ubicada en el sótano de la Biblioteca Nacional de Singapur, My Tree House (Mi Casa en el Árbol) es la primera biblioteca ecológica para niños del mundo. Esto significa que se ha construido sólo con materiales reciclables, incluyendo 3000 botellas de plástico reciclado recogidas en las escuelas públicas. Estas botellas simulan la copa del árbol al tiempo que cumplen la función de la lámpara.

La Biblioteca de Muyinga, Burundi

Diseñada por BC Architects, esta biblioteca forma parte de una futura escuela de inserción para niños sordos. Construida con materiales de origen local como madera, bloques de barro o cuerda, la biblioteca incluye una increíble hamaca hecha a mano donde los niños pueden leer y dejar que su imaginación vuele.

Librería de la Escuela de la Fundación Stephen Perse, Saffron Walden, RU

La Fundación Stephen Rerse quería crear un espacio de aprendizaje innovador específicamente para la lectura y la narración de cuentos. El diseño está inspirado en libros, letras y palabras de gran tamaño, e incluye el “Árbol del Conocimiento”, un espacio multifuncional que integra tecnologías interactivas.

 

Biblioteca de Brentwood, Tennessee, EEUU

Un increíble mundo de fantasía da la bienvenida a los visitantes de la zona infantil de la Biblioteca Brentwood. Libros de gran tamaño, árboles enrraizados y un montón de rincones acogedores y llenos de sorpresas donde los niños pueden perderse mientras disfrutan de la lectura.

Biblioteca Pública de Hjørring, Dinamarca

Bosch & Fjord son los diseñadores de esta biblioteca en la que han creado esta interesante estructura de espacios conectados a través de una larga cinta roja que atraviesa las diferentes áreas. El concepto de esta biblioteca busca fomentar el juego, las sorpresas y sobre todo ser un lugar para estar.

Biblioteca de Soneva Kiri, Isla de Koh Kood, Tailandia

La Biblioteca Soneva Kiri es el país de maravillas para niños en los árboles. Como parte de un complejo hotelero en la isla Koh Kood, este espacio ha sido construido principalmente con bambú y ofrece experiencias significativas basadas en la ecología, el entretenimiento y la educación para niños.

Librería Poplar, Beijin

Diseñado por Sako Architects, Poplar es más bien una librería y no una biblioteca, pero su diseño es tan fascinante que no hemos podido resistir la tentación de incluirla en nuestra selección.

El espacio se compone de una sala de eventos en el primer piso y la tienda de libros en el segundo piso, ambos conectados con cintas multicolores que corren a través de las diferentes áreas y crean espacios que fomentan la curiosidad de los niños.

Las fotografías y referencias proceden de: https://amandalonergan.wordpress.com/tag/brentwood-library/ • http://www.americanconstructors.us/projects/brentwood-library/ https://emsalcove.wordpress.com/2012/02/12/library-love-brentwood-library/http://professionalbooknerd.tumblr.com/post/97513661856/littledallilasbookshelf-brentwood-libraryhttp://runefjord.dk/portfolio/hjoerring-hovedbibliotek/ http://www.lammhultsbiblioteksdesign.com/projects/projects/denmark/hjorring/hjorring-public-libraryhttp://www.librarybuildings.info/denmark/hjorring-library-metropolhttp://www.chadwickdryerclarke.co.uk/knowledge_tree.html#https://www.architecture.com/FindAnArchitect/ArchitectPractices/ChadwickDryerClarkeLtd/Projects/storytellingspace-138740.aspxhttp://www.archdaily.com/467129/library-of-muyinga-bc-architectshttp://architectism.com/wonderful-poplar-library-by-sako-architects/http://www.sako.co.jp/main/en/pj-pop1.html • https://www.nccs.gov.sg/climatechallenge/issue06/ask-dr-green.html

Fuente: https://www.elesapiens.com/blog/las-bibliotecas-infantiles-mas-sorprendentes-del-mundo/?platform=hootsuit

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Colombia: Ciencuenta años de “Cien Años de Soledad”

Colombia/01 junio 2017/Fuente: aikaeducacion

Conmemoramos el aniversario del libro «Cien Años de Soledad» de Gabriel García Márquez uniendo una selección de los principales fragmentos y frases con la descripción de la historia actual de Colombia.

Qué mejor forma de recordar esta obra culmen del boom latinoamericano que haciendo una lectura comparada con los acontecimientos que vive la “Macondo”, esa Colombia que inspiró como motivación para alcanzar la paz. En memoria de Márquez y su libro.

Sin embargo, antes de llegar al verso final ya había comprendido que no saldría jamás de ese cuarto, pues estaba previsto que la ciudad de los espejos (o los espejismos) sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos, y que todo lo escrito en ellos era irrepetible desde siempre y para siempre porque las estirpes condenadas a cien años de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la tierra.

La historia de “Cien años de soledad” es la historia de una familia de varias generaciones. Es la ficción totalizante, en palabras de Vargas Llosa, de una familia que nos conmovió de lo mítico a lo fantástico. Es la historia de un pueblo, de una casa, de siete generaciones. De José Arcadio a Aureliano.

Hoy, Colombia es nuestra Macondo “Se sintió olvidado, no con el olvido remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte”.

Dónde nuestra historia si la recordamos, “Extraviado en la soledad de su inmenso poder, empezó a perder el rumbo”.

Pero siempre existe una esperanza, “Lo esencial es no perder la orientación”.

Y a pesar de todo lo que en ella pasa, “Tratando de que ella lo quisiera terminó por quererla”.

Y hoy tenemos que llorarla, llorarla de alegría porque “El llanto más antiguo de la historia del hombre es el llanto de amor”.

Y esta historia que estamos cambiando nos enseñó que “Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra”.

Por tal motivo, tenemos que “Cuídate el corazón…te estás pudriendo vivo”. Si olvidamos, o recordamos y no hacemos memoria de lo que somos.

Con esta obra tenemos que aprender que “Así continuaron viviendo en una realidad escurridiza y momentáneamente capturada por las palabras, pero que había de fugarse sin remedio cuando olvidaran los valores de la letra escrita”… “Porque la soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos”.

Pero Colombia, tras “Cien años de soledad”, ha visto llover, calmado la enfermedad y ha construido una nueva generación en esta larga historia de Macondo donde “con temeridad atroz, con orgullo ciego, con tenacidad insensata, lo buscó sin ningún sólo instante de desaliento” hemos buscado La Paz y la estamos construyendo. Hoy tenemos que soñar con que miles de mariposas amarillas vuelen libres para que pueblen de nuevos sueños y esperanzas cada rincón de nuestra patria, aunque hemos sido arrasados por el viento y nos hayan desterrado de la memoria, hemos descifrado los pergaminos dejando allí lo irrepetible, ya que estamos viviendo hoy nuestra segunda oportunidad.

Fuente: http://www.aikaeducacion.com/lecturas/50-100-anos-soledad/

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Entrevista a Agustín Squella: Nada puede hacerse con directivos y profesores que no leen

01 junio 2017/Fuente: webdelmaestrocmf

El abogado Agustín Squella indica que el problema es que nada puede hacerse en tal sentido con directivos educacionales y profesores que tampoco leen y que están muchas veces en la moda perversa de reducir la educación a capacitación, esto es, a mero precalentamiento laboral, como si todo el sentido de la educación se agotara en la posibilidad que ella brinda de conseguir puestos de trabajo y como si todo el sentido del trabajo se agotara a su turno en conseguir cada vez mayores ingresos personales y en incrementar la riqueza del país en que vivimos.

Compartimos con fines únicamente educativos – pastorales  la entrevista hecha a Agustín Squella realizada por “Juan Andrés Guzmán” y publicada en el Blog “Juegos de Mate”.

NADA PUEDE HACERSE CON DIRECTIVOS Y PROFESORES QUE NO LEEN

A fines del año pasado el abogado Agustín Squella recibió el premio nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2009 y ocupó su discurso de agradecimiento para hacer una súplica por la lectura. Squella es profesor de Filosofía del Derecho en las universidades de Valparaíso y Diego Portales y está muy consciente de que la lectura es uno de los puntos más débiles de la educación chilena.

En esa área la Concertación deja como herencia un sistema que no sólo fracasa sino que tampoco parece haberse encaminado hacia una solución. Peor aún a Squella le parece que nos dirigimos alegremente hacia un desastre sin que nadie tenga muy claro todo lo que las personas pierden cuando apenas logran leer a tropezones.

Aquí hay una muestra de esa gran pérdida. El año pasado se realizó una prueba nacional para medir cómo escribían los niños de 4to básico. Casi un 40 por ciento se ubicó en el “nivel inicial” lo que implica que recién están aprendiendo a escribir. Según un informe del ministerio este “nivel inicial” queda bien graficado en un texto escrito por una niña llamada Sara a quien se le pide que redacte una carta a su director para pedirle permiso para ir con su curso de paseo a un acuario. Esto es lo que la niña de 10 años escribió:

“Querido dictor quiero disile que es el mejor dictor por eso nuestro curso juntaron dinero para que nosotros y usted fueramos al acurios para que bieramos alos tiburones y a las mantarallas y los peses y las pirañas y nadar con los delfines. Se despide la alubna Sara”.

La corrección de ese desastre requiere cirugía mayor. El gobierno de Piñera pretendía hacerle frente con el proyecto de crear 50 liceos de excelencia. Pero tras el terremoto es probable que su tarea sea reconstruir.

¿Qué piensa sobre la profundidad de la crisis de la lecto- escritura en Chile? A veces parece que el analfabetismo hubiera vuelto, a pesar de que las cifras dicen que no.

-En Chile se escribe mal porque se lee poco. Y como somos pobres de palabras, lo somos también de pensamiento. La crisis, por tanto, es honda, aunque tampoco es únicamente local. Una de las señales más visibles de nuestro carácter nacional isleño y sin muchos horizontes, atrapados como estamos entre la cordillera y el mar, consiste en creer que los males son solamente nuestros. Vea usted lo que pasa con la delincuencia, un fenómeno inseparable de cualquier forma de vida en sociedad y que algunos líderes de opinión se empecinan en presentar como si se tratara del copihue, es decir, de un producto exclusivamente autóctono. Chile tiene, proporcionalmente a su número de habitantes, una población penal muy superior a la de todos los países de América Latina, incluido en México, pero todos, o casi todos, se compran el cuento de la impunidad y la puerta giratoria.

Los jóvenes, que no leen, tampoco escriben, y cuando escriben lo hacen con esa jerigonza de palabras alteradas, cortadas, sustituidas por símbolos matemáticos u otros francamente incomprensibles, etc., aunque lo peor es que algunos adultos, con el pretexto pueril de sintonizar con las nuevas generaciones, empiezan a escribir igual en sus blogs, correos electrónicos y otras formas de aparente comunicación de que disponemos en la red. Esos adultos creen absurdamente que desarrollar proximidad con los jóvenes pasa por hablar y escribir tan mal como lo hacen éstos.

“La delincuencia es un fenómeno inseparable de cualquier sociedad, pero algunos líderes de opinión se empecinan en presentarla como si se tratara del copihue, es decir, de un producto autóctono”.

¿Qué país se está construyendo si el 40 por ciento de los niños de 4to básico aún no aprenden a expresarse?

-Si bien los países no se “construyen”, lo cierto es que vamos por mal camino, aunque lo peor es que vamos alegremente por ese mal camino. En materia de lenguaje vamos a terminar hablando tan pobremente y mal como los personajes de los realities televisivos, aunque, igual que éstos, estaremos sacudidos por la emoción y lloraremos a la primera de cambio.

Leer tiene un rol importante en la creación de ciudadanos críticos y creativos. ¿Le parece que en el debate que cada cierto tiempo se levanta en torno a la educación, hay claridad sobre lo que están en riesgo cuando un niño no consigue leer?

-Creo que hay poca claridad, especialmente porque los padres, los maestros, los directivos educacionales, y posiblemente hasta las propias autoridades públicas del sector, leen poco y mal. Sería bueno encuestar en esos cuatro colectivos cuáles son los libros leídos por cada uno de los actores en el último año. No quiero fastidiar al nuevo Presidente, pero en una reciente entrevista, preguntado por cuáles son sus escritores favoritos, respondió “Los cuatro evangelistas”. No pongo en duda la sinceridad de su respuesta, pero estoy seguro de que él podría nombrar otros autores, antiguos, modernos y contemporáneos, que vale la pena leer para mejorar nuestro lenguaje y, de paso, nuestra comprensión del mundo y de la complejidad de las cosas y de las personas.

La falta de crítica en el país y el temor a ésta, así como la aun mayor falta de autocrítica y el también mayor temor a ésta, tienen mucho que ver con el hecho de que más heredamos que formamos nuestras ideas y convicciones. Y como los padres con recursos quieren que sus hijos hereden sus ideas y convicciones y no que se formen autónomamente las propias, ya desde el jardín infantil, y ni qué decir del colegio y la universidad, los matriculan en establecimientos que aseguren la transmisión de esa herencia. Educación a la medida, la llamo yo. Lo cual resulta bastante ingenuo, a decir verdad, aunque es causa de que los jóvenes víctimas de ese tutelaje pasen los 30 sin tener ideas propias que defender.

“Lo peor de la educación hoy es creer que se trata de un juego y, por añadidura, de algo fácil, divertido y que se consigue sin esfuerzo. La lógica del parvulario, donde los niños van a aprender jugando, ha contaminado a toda la educación”.

¿Le parece que el nuevo gobierno tiene claridad sobre lo central que es la educación para que en Chile haya democracia?

– A mí me gustaría, de entrada, que el nuevo gobierno explicitara un compromiso firme con la democracia, y propiciara el mejoramiento de la que tenemos. ¿Cómo? Impulsando la reforma del sistema binominal de elecciones, la reforma de los partidos políticos, la participación en nuestras elecciones presidenciales de los chilenos que viven en el extranjero, la inscripción electoral automática y el voto voluntario (¿u obligatorio?) y la modificación de los altísimos y absurdos quorums que se exigen para la reforma de determinados capítulos de la Constitución (2/3 de los senadores y diputados en ejercicio) y de la leyes orgánicas constitucionales (incluida la LOCE), que es de 4/7 de los senadores y diputados.

Mejorar la educación es sin duda bueno para le democracia, porque ésta demanda ciudadanos bien formados, críticos y autocríticos, dotados del suficiente carácter para exponer y defender sus puntos de vista y, a la vez, de la necesaria flexibilidad para llegar a acuerdos y compromisos que permitan y faciliten la vida en común.

Cuando representantes del nuevo gobierno hablan de “democracia de los acuerdos” están empleando una expresión redundante, puesto que decir “democracia” es decir “acuerdos”. La democracia es encuentro, diálogo y debate entre puntos de vista e intereses distintos, y aun opuestos, y búsqueda pacífica de una posición que todos puedan compartir. Y cuando el acuerdo se hace imposible, opera la regla de la mayoría, ésa que tanto irrita a los enemigos de la democracia, porque -dicen- se trata de una regla puramente cuantitativa. Pero ya indicaba Norberto Bobbio, con toda razón, que es mejor contar cabezas que cortarlas.

¿Cree que tras el terremoto habrá espacio para esos temas que la derecha ha atacado siempre como “temas que no le importan a la gente”?

Espero que no, pero me temo que la reconstrucción postergará reformas constitucionales y legales pendientes para mejorar nuestra democracia. Se apelará, una vez más, como se hizo durante 15 años por la derecha antes de dar sus votos para eliminar a los senadores designados, a los así llamados “problemas de la gente”. La reconstrucción es compatible con mejorar nuestra democracia, y en esta mejora -es preciso recordarlo- coincidieron en su momento los 4 candidatos presidenciales. Por lo demás, modificar ciertos quorums para la reforma de la Constitución y de las leyes orgánicas constitucionales, así como modificar el sistema binominal de elecciones, no cuesta dinero. Algo de dinero costará la inscripción automática en los registros electorales, pero nada en comparación con el beneficio ciudadano que ella significaría.

Antes del terremoto Joaquín Lavín insistía en que la prioridad del nuevo gobierno sería implementar 50 liceos de alta calidad ¿Ve ahí una solución al problema del lenguaje en ámbito escolar?

-La calidad no tendría que concentrarse ni en uno, dos, diez, veinte ni cincuenta establecimientos. La calidad es exigible a todos, por igual, aun sabiendo que no todos la alcanzarán en la misma medida, por lo cual hay que focalizarse allí donde más cueste alcanzar aceptables niveles de calidad.

¿En qué área concentraría usted el esfuerzo público para revertir la crisis de lectura y escritura?

-Hay que poner a leer a los niños y jóvenes, en colegios, liceos y universidades, y ponerlos a leer libros. Libros bien escogidos, por cierto, haciéndoles ver que no se lee para ser culto ni tampoco para conseguir placer -aunque leer también sea motivo de placer y nos haga más cultos-, sino para adquirir el lenguaje necesario que permite pensar, tener ideas y expresarlas, captar las ideas de los otros, debatir, y comprender mejor el mundo que nos rodea.

El problema es que nada puede hacerse en tal sentido con directivos educacionales y profesores que tampoco leen y que están muchas veces en la moda perversa de reducir la educación a capacitación, esto es, a mero precalentamiento laboral, como si todo el sentido de la educación se agotara en la posibilidad que ella brinda de conseguir puestos de trabajo y como si todo el sentido del trabajo se agotara a su turno en conseguir cada vez mayores ingresos personales y en incrementar la riqueza del país en que vivimos.

“Hoy muchos profesores y directivos educacionales están en la moda perversa de reducir la educación a capacitación, esto es, a mero precalentamiento laboral, como si todo el sentido de la educación se agotara en la posibilidad que ella brinda de conseguir puestos de trabajo”.

Algunos investigadores atribuyen el desastre actual a la falta de estándares en la formación de los profesores. Se critica que las casi 60 universidades e institutos que ofrecen la carrera de pedagogía forman profesores a la pinta de cada cual y que el resultado es que muchos profesores de básica no conocen las materias que deben enseñar. ¿Le parece que la fijación de estándares podría ayudar a resolver el problema de lecto-escritura?

-La formación de profesores es todo un problema, agudizado porque el área de educación no es prioritaria en ninguna universidad que yo conozca, salvo quizás en las muy pocas, no más de dos, que se definen como instituciones de ciencias de la educación, pero que igual acaban incursionando en otros ámbitos muy distintos, como si concentrarse sólo en aquellas ciencias las empobreciera en el contexto de instituciones de educación superior más complejas o que pretenden serlo.

La fijación de estándares, pero sobre todo su adecuada implementación y supervisión, es una de las medidas que deberían adoptarse para mejorar la formación de profesores, la cual tiene también pocas probabilidades de mejorar si no mejora sustancialmente la calidad y vocación de quienes optan a carreras de pedagogía.

Hace un tiempo le preguntamos al astrónomo chileno Mario Hamuy qué era lo peor de la educación chilena y él puso el énfasis en el lenguaje. Dijo: “Los alumnos tienen dificultades para leer y para expresar ideas. No se les enseña a pensar y eso es tal vez lo más grave. Fíjese en los noticiarios, cuando entrevistan gente de la calle: se nota que les cuesta mucho expresarse y rápidamente terminan llorando: los dominan las emociones porque no pueden decir lo que les pasa, entonces se frustran y lloran. Mientras menos recursos tiene la gente más llora y yo creo que tiene que ver con no conocer las palabras necesarias y tener la habilidad de elaborar información. No pueden decir qué les ocurre y por qué. Eso frustra.” ¿Qué es lo peor de nuestro sistema educacional para usted?

-Estoy de acuerdo con Hamuy, aunque el fenómeno de llorar o reír por cualquier cosa es producto de esa sobrevaloración de las emociones que se ha instalado incluso en el mundo intelectual. La gente cree que hay que emocionarse fuertemente, ante cualquier estímulo, en cualquier circunstancia, y, lo que es peor, considera que expresar emociones sin ningún control, con total incontinencia, es señal de vida interior, superioridad moral o algo así. Tampoco se trata de un fenómeno puramente local, pero la incontinencia emocional, alentada por superficiales libros de autoayuda, energías positivas, vida después de la vida, testimonios desgarradores de tragedias personales y cosas así, es algo hoy muy visible y difícil de tolerar, al menos para mí.

Lo peor de la educación hoy es creer que se trata de un juego y, por añadidura, de algo fácil, divertido y que se consigue sin esfuerzo. Hay toda una conspiración contra la dificultad en materia educacional. La lógica del parvulario, donde los niños van a aprender jugando, ha contaminado a la educación básica, media y hasta la universitaria. Nadie quiere oír ya de esfuerzo, autoexigencia ni disciplina. Si hay un derecho a la educación -que lo hay-, muchos creen que hay también un derecho a aprobar las asignaturas y pasar de curso. Lo más descarado a ese respecto fue un pintado que leí hace algunos años en un recinto universitario español: “Aprobar es un derecho humano”. Y lo peor de todo es que los adultos, incluidos los profesores, somos cómplices de ese malentendido o permanecemos pusilánimes o acobardados ante él.

DOS TERREMOTOS EN UNO

¿Qué explicación le da a la ola de saqueos? ¿Nuestro sistema educativo tendrá algo que ver o lo que ocurrió esa noche fue expresión de un instinto que no se doma con educación?

Los malos instintos, como por su lado las virtudes, no son patrimonio de los chilenos. Pillaje y solidaridad no son comportamientos que caractericen a ningún pueblo o nación en particular, sino que son propios y comunes a todo el género humano. Hay una naturaleza que todos los humanos compartimos, en la que anidan malos instintos, y una cultura, mediada por la educación, que nos permite desarrollar ciertas conductas virtuosas.

Entonces, nada más erróneo que sostener que los saqueos sacaron a relucir lo peor de los chilenos, y que luego, con la Teletón, apareció lo mejor de lo nuestro. Simplemente dicho, vivir en sociedad, aquí como en cualquier parte, supone siempre relaciones de intercambio (las más), de colaboración (algo menos), de solidaridad (siempre escasas) y ciertamente de conflicto (bastante frecuentes).

“En materia de lenguaje vamos a terminar hablando tan poco y mal como los personajes de los realities televisivos, e igual que éstos, estaremos sacudidos por la emoción y lloraremos a la primera de cambio”.

En Constitución entrevisté al dueño de un supermercado que fue saqueado. Días después la policía había allanó a otro empresario de la zona que fue visto saqueando en una camioneta. Cuando le pregunté al saqueado qué pensaba decirle al saqueador, del cual era, además, amigo, éste me dijo: “hay que mirar para adelante, no quedarse en el pasado”. Le pregunté si le parecía que haciendo eso se reconstruía Chile con bases sólidas. Y él me pidió que no lo involucrara en más problemas. ¿Cuáles son las bases sobre las que debemos construir?

-No estoy por condenar todo acto de saqueo, ni menos por fusilar en el acto a los que lo ejecutan, puesto que las motivaciones y situaciones pueden ser de hecho muy distintas, aunque en el caso que usted menciona me parece que la persona afectada actuó mal al desistirse de denunciar la situación. Tenía frente a sí a un poderoso sin excusa alguna para hacer lo que hizo.

Por otra parte, lo que hay que reconstruir es la parte importante del país que se vio afectada por un cataclismo sin precedentes en nuestra historia, por su intensidad (cerca de 9 grados), por su duración (2 minutos y medio) y por su extensión (800 kilómetros donde viven casi dos tercios de la población de Chile). Y todo eso seguido de maremotos no sólo en la zona del epicentro del sismo, sino también en la Isla Juan Fernández. Este no fue, como antes, el terremoto de Valparaíso, de Concepción o de Valdivia. Este fue el terremoto de Chile, una variable que no parecen considerar aquellos analistas que con poca serenidad y algo de oportunismo quieren hacernos creer ahora que lo que teníamos era un país de cartón piedra y que a voz en cuello empezaron a exigir, al día siguiente del desastre, información completa sobre los efectos de éste, inmediata y completa atención de las víctimas, y aclaración y ejecución también inmediatas de todas las responsabilidades, públicas y privadas, por tales efectos.

En otro orden de cosas, no dudo de la competencia del nuevo gobierno para las tareas de reconstrucción, sobre todo si en ello contará con el apoyo de todos, incluida la oposición política a él, pero no le reconozco a ningún gobierno, del color u orientación que sea, el derecho a tomar en sus manos alguna suerte de reconstrucción humana o moral del país.

Humberto Gianni reclama en la última edición del The Clinic que no se condena con la misma severidad al saqueador que al que construye edificios con paredes rellenas de papel. ¿Qué le parece eso? Gianini también se muestra escandalizado de que la solidaridad se grite en televisión, que se haya vuelto espectáculo… ¿Qué piensa respecto a que la prueba de lo solidarios que somos esté en el hecho de que doblamos la meta de la Teletón?

-Los chilenos somos razonablemente solidarios, y está bien que así sea, aunque nuestros actos de solidaridad no borran los de aprovechamiento ni menos los redimen. Simplemente, ambos tipos de actos coexisten en situaciones como las que hemos vivido, de manera que lo primero que hay que hacer es restablecer el orden, como se hizo, porque esa es la base social mínima para coexistir en paz y evitar la guerra de todos contra todos o que progresivamente nos transformemos en lobos o verdugos de nuestros semejantes. Pero Giannini tiene razón cuando dice lo que dice. También defrauda a sus semejantes aquel que construye mal. También saquea el comerciante que luego de una catástrofe de la naturaleza vende sus productos a tres o cuatro veces su valor. Y aquellos que por las malas construcciones ponen ahora la culpa del lado de los fiscalizadores y no de los ingenieros y constructores son a veces los mismos que en tiempos de normalidad claman al cielo cada vez que el Estado trata de regular o fiscalizar una determinada actividad privada. Tal me parece una absoluta incoherencia y una abierta inmoralidad.

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SÚPLICA POR LA LECTURA

Extracto del discurso de agradecimiento de Agustín Squella al recibir el Premio Nacional de Humanidades 2009

“Pero de alguien que recibe un Premio Nacional se espera algo más que aceptar y agradecer. Se espera, tal vez, algún tipo de mensaje, recomendación o advertencia, aunque debo admitir que nada de eso concuerda con mi carácter.

Sin embargo, en una ocasión como ésta siento el deber de interceder por la lectura, más aún, por las palabras, y, en definitiva, por el propio pensamiento, y ello porque pensamos con palabras y porque las palabras se capturan oyéndolas, pero, sobre todo, leyéndolas.

Ser pobres de palabras es ser pobres de pensamiento. Con las palabras pensamos, con las palabras percibimos, con las palabras nombramos, con las palabras recordamos, con las palabras distinguimos, con las palabras relacionamos, con las palabras nos divertimos. Perder palabras es perder las cosas que ellas designan, de manera que cuando nuestro lenguaje se empobrece, lo que se empobrece es la propia realidad y la comprensión que tenemos de ella. Quien dispone de una mayor cantidad de palabras percibe más de la realidad y es también capaz de dar mejor cuenta de ésta.

La educadora Mabel Condemarín ejemplificaba más o menos de la siguiente manera: de dos personas puestas frente a una gran cantidad y diversidad de árboles, una de ellas exclama “¡Qué lindo bosque!”, mientras la otra dice “¡Qué lindos eucaliptos, boldos, peumos y quillayes!”.

¿Cuál de esas dos personas percibe y transmite más realidad? Ciertamente la segunda, puesto que dispone de las palabras que nombran cada una de las especies que tiene a la vista. En consecuencia, y al revés de lo que suele decirse, aquí es el bosque el que no deja ver los árboles.

¿Qué digo yo a los jóvenes que estudian conmigo? Les digo: vean los árboles, cada uno de los árboles, pero para verlos, para reparar en ellos, como también para pronunciarlos, necesitamos conocer las palabras que los nombran. Palabras que son actos, puesto que también hacemos cosas con las palabras, de manera que éstas permiten no sólo notar, comprender y describir el mundo, sino intervenirlo y transformarlo.

A leer, pues –instigo a los jóvenes-, para que no sean sujetos de pocas palabras, sino de muchas, y para que consigan colmar el cofre de su lenguaje, de modo que la cubierta de ese cofre no cierre de puro rebosante de palabras que él se encuentra, cuál si se tratara de un tesoro que desparrama su voluptuosa abundancia desde un arca que no es suficiente para contenerlo.”

Este contenido ha sido publicado originalmente por Juegos de Mate en la siguiente dirección: juegosdematenoticias.blogspot.cl

Fuente: http://webdelmaestrocmf.com/portal/nada-puede-hacerse-directivos-profesores-no-leen/

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‘First literary dates’. Crecer como lectores

Por: Jaume Carbonell

El aula se convierte en un restaurante donde se ofrecen menús con lecturas muy diversas. El proceso lector que se genera entre el alumnado de distintos cursos acaba grabándose y editándose.

“Los alumnos de 1º de Bachillerato del Instituto Manuel Vázquez Montalbán te invitan a una merienda para la grabación del programa FIRST LITERARY DATES. Sé puntual y ven con un libro y con esta invitación. ¡¡No faltes!!”.

La cita tiene lugar el 24 de abril a las cuatro de la tarde. Esta  segunda grabación se inspira en el programa televisivo que emite la cadena de televisión Cuatro, “First dates”, en que se organizan citas a ciegas para encontrar parejas. Aunque en este caso se organizan meriendas para que los lectores, alumnos de la ESO, comenten las lecturas que han ido haciendo voluntariamente a lo largo del curso, al margen de las clases. A los setenta alumnos de distintos cursos de ESO que se apuntan se les asigna un “tutor” de Bachillerato para hacerles el seguimiento.

El proyecto, pensado y dirigido por la profesora de lengua castellana Rosalía Delgado, empieza a principio de curso con la organización de diversos menús: asiático, vegetariano, hipercalórico, alta cocina, afrodisíaco, infantil, delicatessen, italiano, catalán… Allí están, distribuidos en los entrantes, segundos platos y postres, libros de autores tan diversos como K. Follet, G. García Márquez, F. Kafka, B. Pérez Galdós, G. Flaubert, E. Lindo, J. Marsé, S. Collins o E. Salgari.

Cada grupo de alumnos de Bachillerato se hace cargo de unos de los restaurantes; debe leer varios libros del menú y tomar nota de algunos aspectos para luego hacer una puesta en común en clase y decorar el menú con motivos relacionados con la temática. Estos mismos alumnos se encargan de la difusión entre los alumnos de ESO: elaboran booktrailers de los libros leídos, cuelgan los menús y colocan carteles de promoción en las aulas. El alumno que quiera participar el programa debe leer al menos un libro de uno de los menús -aunque en la práctica se aceptó alguno que no estuviera- para tener un encuentro con otro lector que conocería el día del encuentro para comentar su lectura  mientras sería grabado para elaborar un programa de televisión.

El aula está debidamente decorada, con la merienda a punto. Los bachilleres se distribuyen los cargos: organizadores, camareros, cámaras y presentadores para las dos mesas, en turnos de media hora. El lenguaje audiovisual y el buen uso de las tecnologías también forman parte del proyecto y se trabaja en las clases. A todos los participantes se les entrega un punto de lectura con una leyenda: “Los libros abren tus ojos”; “Hay grandes libros en el mundo y grandes mundos en los libros”.

Ariadna, de 1º de Bachillerato, que acaba de dejar la cámara, me cuenta con todo lujo de detalles el libro que eligió entre los segundos platos del menú vegetariano: El lenguaje de las flores, de Vanessa Diffenbaugh. En los entrantes se incluía, entre otros, El hombre que plantaba árboles, de Jean Giono y, entre los postres, El viejo que leía novelas de amor, de Luis Sepúlveda. “Lo que te aporta es darte cuenta de que hay otras maneras de aprender para que te guste y te atrape la lectura. De entrada, el título no me atraía pero al final el libro me gustó mucho, porque es otra manera de entrar en la asignatura”.

Carlota, otra compañera de curso, valora el contraste de opiniones que la experiencia genera y la oportunidad que brinda de familiarizarse con otras lecturas. “Antes solo leía novelas de amor, y ahora he entrado en otros temas como la historia, la filosofía, el feminismo y la liberación de la mujer”. Leyó media docena de títulos -entre ellos Ética para amador y Rebelión en la Granja– de los distintos platos y algún otro que incorporó por su cuenta.

Por su parte, Marc, optó por Un saco de canicas, una novela de la época nazi. “Yo no suelo leer pero he encontrado divertido la interacción con los alumnos de ESO: te engancha más a la lectura y te das cuenta de que no es tan aburrido”. El cuarto testimonio de 1º de Bachillerato es Juan que solo eligió el manga del menú asiático Shigatsu wea kimi no uso, del que me hace un preciso resumen, poniendo el énfasis en la parte musical. “Escucho mucha música y me ha gustado compartirla con niños de otros cursos a los que también les encanta. Aunque no me gusta mucho leer -es aficionado a los cómics y mangas– me ha ayudado a leer más y cuando cojo un libro lo tomo con más interés”.

Juan recomendó a su hermano Dani, que ahora cursa la ESO, este mismo manga. “Mi hermano me lo vendió muy bien y me interesó porque pone un ejemplo de superación. He aprendido que hay que tener paciencia, porque al principio te puede parecer aburrido pero el final es muy emocionante, te hace reaccionar y te ayuda a ver las relaciones  entre lo que va ocurriendo. Aunque ya leía, ahora voy a leer más”. En todos los casos se les hacen tres grabaciones: una al principio para preguntarles el porqué de la elección del libro; otra a la mitad para que expliquen qué les está pareciendo y, una tercera, a modo de conclusión y valoración final.

A Lorena, otra alumna de la ESO, le ha tocado emocionalmente la lectura de Cuando los gatos se sientan tan solos, de Mariasun Landa. “Me he identificado mucho con la historia que cuenta, sobre todo la ruptura y la reconciliación final de la mujer y el hombre protagonistas, porque mis padres, tras separarse dos veces, han vuelto a vivir juntos. También me identifico con los gatos porque, como ellos también a mí me gusta ser independiente. Yo quería leer Bajo la misma estrella pero al no encontrarlo me recomendaron este. Llevaba un tiempo sin leer -desde verano aproximadamente- y pienso que ahora voy a leer más porque te cultivas y aprendes cosas. Mis libros preferidos son los de amor”.

La última voz de la ESO es la de Xavi, que escogió Los juegos del hambre, un segundo plato del menú hipercalórico. “Es un libro de aventura, acción y suspense que recomiendo, porque te mantiene en constante tensión. El final es cerrado pero te queda el gusanillo de saber qué otras cosas podrían pasar, y te invita a seguir con los otros dos libros de la saga. Por curiosidad también he visto la película para ver si es fiel al libro. Es más superficial y menos tranquila y completa”.  Xavi sostiene que este proyecto te ofrece la oportunidad de acercarte a lecturas de otros géneros hasta ahora desconocidos y a no juzgar los libros por las apariencias externas, por la portada o el título.

Rosalía, la profesora que ha revolucionado la lectura con este proyecto, lleva dos años en este instituto, un centro de Sant Adrià del Besós (Barcelona) muy implicado en varios proyectos de innovación, algo que se adivina muy pronto al ver la vida que respiran las paredes de los pasillos. Está relacionada con el GREAL, un grupo de investigación sobre la enseñanza de la lengua (este curso el instituto participa en una investigación sobre la mejora de la escritura en textos argumentativos en catalán), y forma parte de un grupo de trabajo del ICE de la UAB.

“Una noche estaba en casa relajada viendo el programa  ‘First dates’, conducido por Carlos Sobera,  y me pregunté: ¿Por qué no cambiar las citas de amor por citas de libros? Me di cuenta que la opcionalidad -lo de elaborar menús para la libre elección- es básica para formar lectores”. Y a partir de aquí vino todo lo demás, tratando de imprimir un carácter atractivo e informal con las proyecciones y las meriendas. “Uno de los objetivos del proyecto es que pierdan el miedo y los complejos: todo el mundo puede hablar de libros aunque no tenga la etiqueta de lector. Que los libros circulen entre ellos y que generen conversación.

Uno de los factores de mayor motivación  es la relación interniveles: los vínculos que se establecen entre ellos y que les ayuda a no estar solos; y el tener referentes de alumnos de cursos superiores les ayuda a dignificar lo que hacen. También es importante visibilizar a los que leen, que se sientan protagonistas y reconocidos, darles prestigio”. Esta profesora sostiene que aunque no suelen leer los clásicos tradicionales leen mangas, best sellers y otras obras vinculadas a videojuegos. “Leen bastante en Internet, donde consultan aquello que les interesa, y eso es interesante. No tienen conciencia de que esto es leer y adquieren una cierta competencia lectora que hay que trabajar, diversificar y ampliar a diversos géneros.”

Pronto llegarán a la última fase de la experiencia: la edición del programa con todas las grabaciones recogidas, con citas, fragmentos de conversaciones, imágenes… Porque el alumnado se responsabiliza de todo el proceso, tratando siempre de integrar la lectura con la oralidad, mediante conversaciones informales. Para ello Rosalía ha establecido un amplio y exigente listado de criterios de valoración, aunque es consciente que en muchos casos se quedarán a mitad de camino. Y ya será un éxito. Algunos tienen que ver con aspectos relacionados con el contenido, como el intercambio informal de experiencias personales de lectura y de reflexión sobre la lectura, los libros y la literatura; otros con la estructura del programa y otros se refieren al tono, ritmo, coherencia, sonido e imagen, entre otros tantos.

Estas citas de amor con los libros no han dejado indiferentes a los alumnos de 1º de Bachillerato y de la ESO que han tenido el privilegio de participar en esta aventura que algo ha removido en sus cabezas y corazones y que, sin duda, les ha ayudado a crecer como lectores. Es posible que, a partir de ahora, cuando pasen por delante de la gran imagen de Manuel Vázquez Montalbán pegada en uno de los pasillo de entrada se fijen más en la gran cantidad y variedad de obras que llegó a escribir este prolífico escritor y traten de acercarse a otros géneros, como algunos alumnos y alumnas ya han empezado a hacer.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/pedagogiasxxi/2017/05/09/first-literary-dates-crecer-como-lectores/

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La lectura literaria libre

26 de abril de 2017 / Fuente: http://compartirpalabramaestra.org

Por: Mauricio Mora Rodríguez

¿Por qué no dejar que los estudiantes escojan los libros que quieran leer?

Uno de los problemas con los que me he encontrado, como profesor de literatura, es la necesidad de ‘imponer’ un libro. Ya en otro texto (“Sacar a Don Quijote del salón”) había hablado sobre el tratamiento que se da a los clásicos en la mayoría de los salones de clase. Ahora quisiera, desde mi experiencia, referirme a la alternativa siempre interesante de la ‘literatura libre’.

Dejar de proponer (léase ‘imponer’) un libro y permitir que sea el mismo estudiante quien lo escoja, es una bella muestra de confianza por parte del docente y así lo entienden los jóvenes. Por eso creo que es una experiencia que preferiblemente dará resultado si se hace con grupos que el profesor haya tenido algún proceso.

Es importante que el profesor no deje solos a sus estudiantes en la escogencia de la obra: la motivación es importante, el docente puede reseñar varios buenos libros o visitar con sus estudiantes una biblioteca o una librería para que ellos puedan repasar los estantes e identificarse con algunos libros o autores, puede aprovechar para aclarar el concepto de literatura y diferenciarlo de la superación personal y otras clases de libros; también podría advertir acerca de los inconvenientes del consumo de literatura “light”, de todos modos respetará la elección de los estudiantes. Algo que creo pertinente es llevar un registro de los libros escogidos, acaso para consultar sobre ellos en sus tiempos libres o solamente para estar enterado de lo que ellos leen.

A partir de la elección el docente puede escoger de qué manera va a conseguir que los estudiantes transmitan aquellas emociones y pensamientos que los libros despiertan en ellos, una forma es pedirles que escriban semanalmente acerca de lo que han leído y cómo lo relacionan con su vida diaria, con otro libro que hayan leído o con una película; en algunas ocasiones pueden hacer hora de lectura, reflexión y escritura en medio de la clase o que en parejas los estudiantes intercambien pareceres sobre los textos que están leyendo de manera que se enriquezcan unas historias con otras.

En este punto es comprensible que muchos docentes tengan algunas dudas frente a la efectividad de este sistema; algunos me han preguntado cómo hago para saber que el libro que están leyendo los estudiantes no lo conocían antes, mi respuesta es que no tengo ningún problema con que los estudiantes relean un texto, el éxito no se mide en la cantidad de libros que lean sino en el impacto que producen en ellos, además ya lo dijo Borges: “para un mismo lector el mismo libro cambia, cabe agregar, ya que cambiamos, ya que somos … el río de Heráclito, quien dijo que el hombre de ayer no es el hombre de hoy y el de hoy no será el de mañana”

Otra cuestión, incluso planteada por los mismos estudiantes, es cómo evaluar un libro que el docente no ha leído como si en cada bitácora y en cada lectura de ellas frente a la clase los estudiantes no estuvieran siendo evaluados, cosas como estas ocurren porque tenemos demasiado cerrado el concepto de ‘evaluación’ muchos de mis estudiantes se alcanzaron a preocupar porque no les hice una ‘evaluación final’ del libro.

¿Fracasa el experimento porque un estudiante se cansó de su libro en la mitad o porque no lo terminó? No, se acogen a los derechos del lector que Daniel Pennac acuñó tan brillantemente, de todos modos el proceso de buscar, encontrar y desilusionarnos nos ha ocurrido a todos los que hemos tratado de acercarnos al bello ejercicio de leer.

Dejar de proponer (léase ‘imponer’) un libro y dejar que sea el mismo estudiante el que lo escoja es una bella muestra de confianza por parte del docente y así lo entienden los jóvenes.

La literatura libre es una gran alternativa, que aunque requiere un poco más de dedicación del docente,  es ampliamente satisfactoria porque se encamina a formar lectores independientes, curiosos y maduros.

Adendo: Muy mal el MEN aumentando a 70 el puntaje mínimo para el examen de ingreso a la carrera docente, considerando que es la única eliminatoria y que un examen escrito no puede reflejar la idoneidad de un docente.

Fuente artículo: http://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-lectura-literaria-libre

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Cuando leer no mola.

El 40% de la población española no lee nunca un libro. Nada: ni las cincuenta sombras, ni la ley de la atracción, ni un libro de recetas para el táper del curro. Así lo atestigua el último informe que publica el  gremio de editores de España. Jamás. Nunca. Ni en el día del libro, ni en la consulta del médico, ni en el tren, ni en la hamaca una larga tarde de verano.

Por: Inma Martin Alegre.

Grito en el cielo, vestiduras rasgadas. El cómo puede ser, así nos va, qué desastre de sociedad da para un artículo, sin duda. Una denuncia, un lamento escrito desde alguien que pertenece a lo que el citado informe califica como núcleo duro de lectores: los que, al contrario que los primeros, leen diariamente, «como un hábito consustancial en su vida».

Dicho comentario indignado lo leerán, probablemente, personas de usos similares al del articulista, es decir, ese grupo lector que según el informe consume, además de libros, otros productos culturales como el cine, el teatro o las exposiciones de arte. Un contenido que consultan y conocen a través de, por ejemplo, revistas culturales online, en las que también se refleja la opinión de los colaboradores.

Así el artículo de invectiva contra la lectura es publicado en uno de estos medios y sus lectores y lectoras habituales lo leen y se indignan. Y twittean. Se inicia la discusión: no es solo leer o no, atención, es el «qué» se lee. Que si el canon, que si el bestseller, que si odio a Ken Follet con toda mi alma o que el laberinto de los libros perdidos me da jaqueca.

Todas estas personas comparten un punto de partida común en su análisis: leer es más que un hábito. Y no son pocos. El núcleo de lectores habituales no solo está creciendo, sino que también lo hace en su actividad: los que leen son más y leen más libros (12 libros al año de media).

Pero las previstas discusiones y vehemencias respecto a la noticia hacen sospechar que, para estos, la lectura es más que un disfrute: contiene, en términos del sociólogo Pierre Bourdieu, un capital simbólico. Esto es, el hábito de la lectura genera una imagen de prestigio, de cultura y conocimiento respecto a los otros individuos con los que uno se relaciona. Además de ser un lector habitual, hay que parecerlo.

Marilyn Monroe James Joyce literatura

Marylin Monroe leyendo el Ulises de James Joyce.

 ¿Por qué, por qué por el fútbol me abandonas?

Y por la Play, y por las cañas, el cine, y por supuesto, la series de TV. Dejando a un lado a los letraheridos y sus discusiones, queda aún ese flagrante 40% de negadores de páginas. Es evidente que, para estos, la lectura no solo no es un entretenimiento sino que tampoco aporta un valor simbólico importante. Al contrario, leer carga con connotaciones negativas. El propio lenguaje las recoge. Rata de biblioteca,bookworm (gusano de libros), son calificativos que retratan al lector mustio y miope escondido entre volúmenes polvorientos. Existe un imaginario compartido por parte de la sociedad que transmite que leer es aburrido y que no sirve.

El sistema educativo tampoco ha ayudado mucho. Cuánto daño hicieron las lecturas obligatorias… Leer el Quijote o la Regenta a edad intempestiva los hizo enemigos de muchos. Hicieron falta años para volver a estas obras con la bandera blanca alzada.

¿Cómo fomentar la lectura?

El fomento de la lectura es todo un reto. Y para ello se hace gala de la misma creatividad que nos vende otros artículos: desde lemas como el #readingissexy, que muestra celebrities (guapas) de todos los tiempos libro en mano, para romper con la imagen del empollón granuloso, a campañas creativas para que los niños y niñas se desarrollen el hábito.

Loable es también el trabajo de las bibliotecas municipales, pequeños templos de amor a las páginas. Se olvida a menudo la función discreta pero esencial de los señores y señoras bibliotecarios: echen un vistazo a sus recomendaciones, una buena manera de leer cosas de calidad de hoy, ayer y siempre sin necesidad de suplementos culturales.

Finalmente, como tantas otras cosas, todo empieza por contagio: familias lectoras, amigos lectores. Lavarse los dientes, leer un libro antes de acostarse. La lectura, además, es un hábito que se vuelve más complejo con su práctica constante: la última lectura se alimenta de las previas, se complejiza y se vuelve más idiosincrática con la edad. Hay una reconfortante sensación de libertad en la elección del próximo libro. Y un vértigo, también, porque en lugar de esa obra se deja de leer otra. El clarividente Borges ya apuntó la importancia de nuestras elecciones literarias: «somos lo que leemos, y nuestro cerebro se transforma literalmente a través de los textos que introducimos en nuestra mente».

Por último, y parafraseando a otro grande, la lectura ha de ser un acto de amor. Italo Calvino así lo propone en su maravilloso ensayo Por qué leer los clásicos:

«Si no salta la chispa, no hay nada que hacer: no se leen los clásicos por deber o por respeto, sino solo por amor.»

Fuente: https://lemiaunoir.com/cuando-leer-no-mola/

Imagen: 

https://lemiaunoir.com/wp-content/uploads/2017/02/xpd6dkui-yg-pj-accetturo.jpg

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