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Nadia Calmet: ‘La educación es un arma para reducir las brechas sociales’

Fernando ‘Vocha’ Dávila

Actriz y profesora de danza ha escrito el libro infantil: ‘Cajón, cajita y quijada’. Afirma que es una reafirmación del orgullo nacional y a demás, vive orgullosa de ser una Afrodescendiente.

El arte no tiene color, lo que tiene es brillo. La literatura y la música son una combinación ideal si se trata de trasmitir el sentimiento por la tierra que te vio nacer y te ayudó a forjar una cultura propia. Nadia Calmet, conocida por representar a nuestra fantástica voleibolista Cecilia Tait, en la serie ‘Matadoras’, además de ser actriz, es una educadora qué mediante la danza y la escritura, reivindica lo nuestro y vive orgullosa de ser una afrodescendiente. A lanzado su libro infantil ‘Cajón, cajita y quijada’, aunque debe ser leído por todos los adultos de este bendito país.

Nadia, es una audacia publicar un libro de nuestra cultura, y encima para los pequeños

Tengo una política de vida: ‘Hay que hacer hoy, porque nos vamos a morir’.

Escribir es un acto de valentía

Crear, proponer, es un acto de resistencia. La gente normal va cumpliendo una rutina: pagar las cuentas de fin de mes y el sábado meterse una juerga.

¿Este libro es a pedido de la gente?

No hago este libro para que guste, sino para satisfacer la necesidad de comunicación. Presentar una herramienta para su descolonización mental.

Una vez Cecilia Tait me aseguró: ‘Sino hubiera logrado todo lo que alcancé, seguramente me tratarían como una negrita de m…’

Es verdad y eso ha pasado conmigo en el arte, me gritaban: ‘No hables tanto, baila nomás’. O comentarios sexista y discriminadores como: ‘Con ese cuerpo no necesitas trabajar’.

¿Cómo revertimos todo ello?

Como dijo Nelson Mandela: ‘La educación es un arma infalible para reducir las brechas sociales’,

¿A qué apuestas?

Educar a través del arte.

Escribir ‘Cajón, cajita y quijada’ es tu gran paso

He puesto un pensamiento filosófico, pero he sido criticado porque dicen que el niño no va a entender. Lo subestiman.

¿Qué lleva tu libro en su interior?

Es una reafirmación del orgullo peruano. Una necesidad de comunicar nuestra sabiduría ancestral y plasmarla en unas hojas.

Su libro será presentado en Lima, también en Chincha y Cañete
Su libro será presentado en Lima, también en Chincha y Cañete

¿Cómo te animaste a escribir para niños?

Deseo que ellos se conecten con las emociones. Tienen todo a flor de piel, reaccionan al instinto.

¿Y cómo lo lograrás?

Está teatralizado y un audio book para que puedan conectarse con la historia.

¿Para qué lo haces?

Lo afroperuano se ha reducido al espectáculo, entretenimiento, cuando en realidad tiene toda una fuente de inspiración y sabiduría.

Un Afrodescendiente es siempre orgulloso de sus orígenes

Es nuestra forma de resistencia y después de haber sufrido tanta violencia, nos llenamos de orgullo.

¿Eso significa?

Que el contrataque sea a través del arte y la paz

Sonríen todo el tiempo

La alegría ha sido como un mecanismo de defensa cultural. No hay nada más bello que responder un ataque con un acto de paz.

¿Cantar fue su escape?

Lo hacían recogiendo el algodón por horas y era como una medicina que se aplicaban.

Sabes, nos han hecho creer que un andino como yo no se lleva con Afrodescendiente como tú

Ese pensamiento es de Cristóbal Colón: Divide y vencerás. Eso nos han hecho creer por los siglos de los siglos.

¿Eso cambió?

El Yana Runa es la mezcla del afro y el andino y es maravillosa.

Un Afrodescendiente se ve con otro en la calle y siempre se saludan

Todos hemos venido en el mismo barco.

¿Alguna otra reflexión del tema?

De alguna manera todos somos ríos de la misma madre, del mar llamado África y soñamos ir allá.

¿Por qué?

Es conectar con la madre, porque nosotros fuimos robados de ella.

LEE: ‘En agosto nos vemos’: ¿de qué trata la novela inédita de García Márquez que se publicará el 2024?

Un cantante llamado ‘No recomendable’ afirma: ‘Escribes un poema y los poetas te dirán que así no se hace’

Lo estoy viviendo desde mi piel.

¿Cuándo nos presentas tu obra?

Este 23 de noviembre en la ‘Casa de la cultura criolla’ y en diciembre será presentado en Chincha y Cañete. Y lo pueden adquirir en Librería ‘Una Tribu’ en Miraflores y en ‘Bibliomichi’ en Callao Monumental.

Muchas gracias

A ustedes por la difusión.

https://trome.com/actualidad/cultura-afrodescendientes-nadia-calmet-la-educacion-es-un-arma-para-reducir-las-brechas-sociales-libro-cajon-cajita-y-quijada-imp-noticia/?ref=tr

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CII-OVE: Homenaje al nacimiento del maestro brasileño Paulo Freire. Les compartimos tres libros en(PDF)

Luz Palomino/CII-OVE/Periodista 

La educación es un pilar fundamental en el desarrollo de sociedades y la formación de individuos. A lo largo de la historia, han surgido pedagogos notables que han contribuido significativamente a la teoría y la práctica educativa. Uno de los nombres más influyentes en este campo es el de Paulo Freire, cuya pedagogía crítica ha dejado una huella perdurable en la educación a nivel mundial.

Hoy, 19 de septiembre, se cumplen 102 años del nacimiento en Recife, Brasil, del pedagogo y filósofo Paulo Freire, destacado defensor de la pedagogía crítica, conocido por su influyente trabajo “Pedagogía del oprimido”, que generalmente se considera uno de los textos fundamentales del movimiento de pedagogía crítica y su revolucionario método de enseñanza que introdujo a los analfabetos en la complejidad del conocimiento como primer paso para ensanchar el horizonte del mundo, recuperando la dignidad de la persona humana y construir la esperanza.

Freire proporcionó la autonomía como fundamento pedagógico en la escuela y su preocupación por los pobres, los desheredados de la cultura, los campesinos, que le ayudaría a forjar su perspectiva educativa para la alfabetización de adultos, cuyo principio básico era “la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra”.

Es una figura central en la pedagogía crítica y su trabajo ha influido en generaciones de educador@s comprometid@s con la justicia social, la equidad y la transformación de la educación y la sociedad. La pedagogía crítica de Freire sigue siendo relevante en la actualidad como un enfoque pedagógico que busca empoderar a l@s estudiantes para que sean crític@s, reflexiv@s y agentes de cambio en el mundo actual.

Su técnica pedagógica propone que l@s maestr@s observen cuidadosamente el universo de sus estudiantes, se adapten a su propio vocabulario y los incentiven a “salir de la cultura del silencio” para reconocerse como protagonistas de su propia cultura. Paulo Freire basó su pedagogía en una liberación del individuo a través de la educación, teniendo en cuenta el contexto económico, social, cultural e histórico de cada estudiante. Su pensamiento pedagógico sigue vigente y se manifiesta cuando afirma que la educación “es un proceso de conocimiento, formación política, manifestación ética, búsqueda de belleza, capacitación científica, técnica y humana.

Freire es reconocido como uno de los pedagogos más influyentes de América Latina. Promocionó una educación humanista orientada a integrar al individuo a la realidad nacional. Es autor de numerosas obras, entre las cuales se destacan “La educación como práctica de la libertad”, “Educación y cambio”, “Pedagogía de la esperanza”, “Cartas a quien pretende enseñar”, “La educación como práctica de la libertad”, “La importancia del acto de leer”, “Hacia una pedagogía de la pregunta”, “Pedagogía del oprimido”. Esta última fue base de su propuesta educativa, definiendo a la educación como un proceso destinado a la liberación y el desarrollo de la conciencia crítica. “La gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a sí mismo y liberar a los opresores”. “Todo acto educativo es un acto político”. Una educación igualitaria, justa e inclusiva es el legado histórico, político, reflexivo y de gran compromiso social que nos deja Paulo Freire.

Freire nos recuerda que la educación no solo se trata de transmitir información, sino de liberar el potencial humano y capacitar a las personas para cambiar sus vidas y el mundo que las rodea. Su legado es un llamado a la acción y un recordatorio de la importancia de la educación como fuerza motriz de la transformación social y la emancipación.

Les compartimos 3 libros que pueden descargar gratuitamente:

  • Pedagogía del Oprimido: Es una obra fundamental escrita por el pedagogo brasileño Paulo Freire y publicada en 1970. Este libro es un texto seminal en el campo de la educación y la pedagogía crítica. Descárgalo aquí: FreirePedagogiadelOprimido
  • Pedagogía de la Esperanza: Es una continuación de las ideas de Paulo Freire sobre la educación liberadora y la importancia de la esperanza en la lucha contra la opresión y la búsqueda de un mundo más justo. Freire aboga por una educación que empodere a las personas, fomente la reflexión crítica y promueva la acción transformadora, todo en el contexto de una pedagogía basada en la esperanza. Descárgalo aquí: Pedagogía de la esperanza
  • Educación como Práctica de la Libertad: Es una obra donde propone una forma de educación que empodera a las personas, fomenta la conciencia crítica y promueve la acción transformadora en la búsqueda de la libertad y la justicia social. Descárgalo aquí: La-Educación-como-Práctica-de-la-Libertad
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CII-OVE: Libros imprescindible para las y los docentes. Descarga gratuita.

Por: Luz Palomino/CII-OVE

Ofrecemos estos cuatros libros de lecturas imprescindibles para docentes relacionadas con el ámbito educativo: tendencias, aprendizaje y futuro de la educación, entre otros.

Los libros suponen una fuente de información y una herramienta de consulta básica. Recomendamos estos libros para docentes que quieran ampliar sus conocimientos y mejorar la experiencia educativa en clase.

Atrévete a leer, a imaginar y a soñar. Los libros te esperan con los brazos abiertos, listos para llevarte a lugares lejanos y tiempos remotos. ¡Empieza esta maravillosa aventura y descubre el poder de la lectura!

  1. Daniel Coleman: Inteligencia Emocional

«La inteligencia emocional» es un libro escrito por Daniel Goleman y publicado en 1995. El libro explora la importancia de las habilidades emocionales en el éxito personal y profesional y cómo estas habilidades pueden ser desarrolladas y mejoradas.

El resumen del libro «La inteligencia emocional» sería el siguiente:

El libro comienza explicando cómo la inteligencia emocional (IE) es un factor crucial en la vida de las personas, incluso más importante que el coeficiente intelectual (CI) tradicional. Goleman sostiene que la IE está compuesta por cinco componentes clave:

  1. Autoconciencia: La capacidad de reconocer y entender nuestras propias emociones, así como el impacto que tienen en nuestro comportamiento y decisiones.
  2. Autorregulación: La habilidad para manejar y controlar nuestras emociones, evitando reacciones impulsivas y destructivas.
  3. Motivación: La capacidad de establecer metas y mantener la determinación y el impulso para alcanzarlas, a pesar de los obstáculos.
  4. Empatía: La capacidad de comprender y sintonizar emocionalmente con los sentimientos y perspectivas de los demás.
  5. Habilidades sociales: La competencia para relacionarnos efectivamente con los demás, fomentar relaciones saludables y resolver conflictos.

Goleman proporciona ejemplos y estudios que respaldan la importancia de la IE en la vida diaria, incluyendo el ámbito laboral, las relaciones interpersonales y el bienestar general. Argumenta que aquellos que poseen un alto nivel de IE tienden a tener relaciones más satisfactorias y exitosas tanto en el trabajo como en su vida personal.

El libro también aborda la neuroplasticidad, la capacidad del cerebro para cambiar y desarrollarse a lo largo de la vida, lo que significa que la IE se puede aprender y mejorar a lo largo del tiempo. Goleman ofrece estrategias y técnicas para desarrollar la IE, como la práctica de la atención plena (mindfulness), la gestión del estrés y la mejora de las habilidades de comunicación y empatía.

Es un libro influyente que pone de relieve la importancia de las habilidades emocionales en nuestra vida y cómo podemos cultivar y mejorar nuestra inteligencia emocional para alcanzar el éxito personal y profesional.

Descárgalo aquí: La-Inteligencia-Emocional-Daniel-Goleman-1

  1. 2) La fábrica de cretinos digitales: Los peligros de las pantallas para nuestros hijos» es un libro escrito por Michel                  Desmurget.

Publicado en 2019. En este libro, Desmurget explora los impactos negativos que la exposición excesiva a las pantallas y el uso indiscriminado de dispositivos digitales tienen en el desarrollo cognitivo, emocional y social de los niños y adolescentes.

Michel Desmurget, un neurocientífico reconocido, recopila y analiza diversos estudios científicos que demuestran cómo el uso excesivo de pantallas, como teléfonos inteligentes, tabletas, computadoras y televisión, está afectando negativamente a las mentes jóvenes. El autor argumenta que la sobreexposición a las pantallas está generando una «fábrica de cretinos digitales», refiriéndose al impacto negativo en la inteligencia y el desarrollo cognitivo de los niños.

Desmurget presenta evidencia convincente de que el uso excesivo de pantallas durante la infancia y la adolescencia está asociado con una disminución en la atención, el rendimiento académico y la memoria. Además, advierte sobre los efectos negativos en la capacidad de los niños para desarrollar habilidades sociales y emocionales adecuadas, así como la posibilidad de aumentar los riesgos de problemas de salud mental.

El autor también destaca cómo las grandes compañías tecnológicas diseñan sus productos para captar la atención de los niños y mantenerlos adictos a las pantallas, con el fin de aumentar sus ganancias y tiempo de uso. Esto crea un círculo vicioso en el que los niños quedan atrapados en un comportamiento compulsivo y poco saludable frente a los dispositivos digitales.

A lo largo del libro, Desmurget proporciona recomendaciones para los padres y educadores sobre cómo manejar adecuadamente el acceso de los niños a las pantallas, promoviendo un uso equilibrado y saludable de la tecnología. También hace un llamado a la industria y a las autoridades para tomar medidas responsables y éticas para proteger a los niños de los efectos nocivos de la sobreexposición a las pantallas.

«La fábrica de cretinos digitales» es una obra que alerta sobre los peligros de un uso descontrolado de pantallas y la necesidad de tomar medidas para proteger el desarrollo saludable de los niños en la era digital. El libro ofrece una mirada crítica y fundamentada científicamente sobre el impacto negativo de la tecnología en la juventud y cómo podemos abordar este problema como sociedad.

Descárgalo aquí: La_fabrica_de_cretinos_digitales_Michel

  1. 3) Por qué la infancia» escrito por Francesco Tonucci.

también conocido como «Frato», un pedagogo y dibujante italiano. El ofrece una visión crítica y reflexiva sobre la infancia y la educación infantil en la sociedad contemporánea.

Francesco Tonucci cuestiona y analiza la forma en que la sociedad moderna y el sistema educativo tratan a los niños y la infancia en general. El autor argumenta que la infancia ha sido objeto de una especie de «robo», donde se les priva de su tiempo para jugar, explorar y aprender de manera natural. Tonucci sostiene que la educación tradicional y el enfoque académico excesivo están afectando negativamente el desarrollo infantil y su bienestar emocional.

El autor enfatiza la importancia del juego como una herramienta fundamental para que los niños aprendan y se desarrollen de manera integral. Destaca cómo el juego permite a los niños explorar el mundo, desarrollar su creatividad, solucionar problemas y fortalecer habilidades sociales.

Tonucci también critica la excesiva influencia de los adultos en la vida de los niños, destacando cómo a menudo se les trata como objetos de instrucción y control en lugar de ser considerados sujetos activos de su propio aprendizaje y desarrollo.

A través de anécdotas, investigaciones y reflexiones, el autor aborda temas como la importancia de los espacios públicos y los entornos urbanos amigables para los niños, la necesidad de una educación más centrada en sus necesidades y deseos, y la relevancia de escuchar y respetar las opiniones de los más jóvenes.

Tonucci aboga por una transformación en la manera en que se concibe y se trata la infancia en la sociedad, promoviendo un enfoque más respetuoso, participativo y lúdico en la educación de los niños.

El libro es un llamado a la reflexión sobre cómo se aborda la infancia en la sociedad moderna y cómo se puede mejorar la educación y el bienestar de los niños a través de un enfoque más respetuoso, lúdico y centrado en sus necesidades y deseos.

Descárgalo aquí: Por_que_la_infancia

  1. 4) Pedagogía y política de la esperanza:  Henry A. Giroux

Publicado en 1997, el libro es una recopilación de ensayos y artículos que Giroux ha escrito a lo largo de su carrera, abordando temas relacionados con la pedagogía crítica, la cultura popular, la política y la enseñanza.

Esta obra de Henry A. Giroux aborda la intersección entre la educación y la política, destacando la importancia de una pedagogía crítica que cuestione el statu quo y promueva una visión más democrática y liberadora de la enseñanza y el aprendizaje.

En el libro, Giroux critica el sistema educativo tradicional que, según él, reproduce las desigualdades sociales y fomenta una cultura de conformidad y obediencia en lugar de alentar el pensamiento crítico y la participación ciudadana. Argumenta que la pedagogía crítica debe enfocarse en empoderar a los estudiantes y ayudarles a comprender y cuestionar las estructuras de poder y dominación presentes en la sociedad.

Además, Giroux analiza la importancia de la cultura popular en la formación de identidades y valores en los jóvenes. Examina cómo los medios de comunicación y la cultura de masas influyen en la percepción del mundo por parte de los estudiantes y cómo esto puede tener un impacto en su desarrollo y comprensión del entorno social.

En el libro, Giroux también se adentra en temas relacionados con la globalización, la tecnología, el neoliberalismo y la crisis de la educación pública. Propone una visión humanista de la educación que valora la diversidad, la inclusión y el compromiso con la justicia social.

Es una antología crítica» una recopilación de ensayos en los que Henry A. Giroux aborda temas cruciales en el ámbito de la educación y la política, instando a una pedagogía crítica y comprometida con la transformación social y el empoderamiento de los estudiantes. Su trabajo invita a reflexionar sobre el papel de la educación en la formación de una sociedad más justa y democrática.

Descárgalo aquí: henry-giroux-pedagogia-y-politica-de-la-esperanza-1

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¿Por qué hemos dejado de leer?

Por: Mariana Sofía Jiménez Nájera

 

Existen muchas razones por las cuales dejamos de leer, sin embargo, el uso constante de la tecnología en nuestra vida diaria ha afectado nuestra capacidad de atención. Te invitamos a saber por qué y cómo regresar al hábito de la lectura.

Solía ser una persona que se consideraba lectora. Desde la primaria hasta terminar mi carrera profesional, para mí siempre fue normal acudir a la biblioteca y rentar un libro para leer en mi tiempo libre, ahí mismo leía la parte de atrás y si me interesaba lo llevaba conmigo. Sin importar reseñas negativas en internet o si a la mitad del libro lo encontraba aburrido, no dejaba de leer hasta que lo terminara.

Pero en los últimos años mi hobby por la lectura ha ido en declive, no leo las cantidades de novelas que leía anteriormente. Mientras que fui adquiriendo nuevas responsabilidades y pasatiempos, es entendible; pero ha sido algo que internamente me ha causado mucho ruido. Esto lo he externado a familiares, amigos y compañeros de trabajo, solo para darme cuenta que a la mayoría de ellos les pasaba lo mismo. Muchos estamos en el mismo dilema, y es aquí donde me pregunté: ¿por qué hemos dejado de leer?

La lectura en México

A pesar de que la gama de materiales de lectura se ha ampliado hacia lo digital, la lectura en México se ha reducido. Según datos del Inegi, en el 2023 el 68.5 % de los mexicanos mayores de 18 se consideran lectores, leyendo un promedio de 3.4 libros en el último año. Otro aspecto que llama la atención es que del porcentaje de lectores, tan solo 27.1 % logra comprender todo lo que lee.

La lectura y su comprensión en los mexicanos ha declinado en los últimos años.

Este último dato sobre la comprensión lectora es curioso, no solo es que no se lee, sino que no se está comprendiendo el contenido. Y dejando de lado la infinidad de razones por las que las y los mexicanos no leen (falta de estímulos para leer durante la infancia, falta de recursos económicos y tiempo, desinterés, entre muchos otros), hay una en específico que puede ser el caso para muchos de nosotros que ya no leemos con la regularidad de antes: el impacto de los dispositivos tecnológicos en nuestra capacidad de atención.

¿Culpamos a la tecnología?

Todos tenemos la elección de qué tanto utilizar nuestros dispositivos tecnológicos y podemos implementar medidas como temporizadores que cierran aplicaciones después de cierto tiempo o evitar revisar el celular frecuentemente. Nuestros dispositivos solo nos notifican, somos nosotros los que nos distraemos con dichos mensajes. Un estudio realizado por Maxi Heitmayer encontró que el 89 % de las interacciones con smartphones las inicia el usuario, mientras que el 11 % son interacciones impulsadas por notificaciones.

«La manía de nuestras vidas en línea revela lo siguiente: continuamos deslizando a través de nuestros celulares porque nunca estamos completamente satisfechos», comenta Andrew Sullivan en su artículo, el cual reflexiona sobre cómo la tecnología ha transformado nuestras vidas. Son tantos los mecanismos que se han inventado para tenernos enganchados como el infinite scroll o los algoritmos que están tan apegados a nuestros gustos, que no es sencillo dejar de ver nuestras pantallas. Según Electronics Hub, el promedio mundial de la cantidad de tiempo que una persona ve la pantalla de su celular al día es de seis horas con 37 minutos.

Además, la información que recibimos son artículos cortos o videos de máximo un minuto, que poco a poco se van apilando; ocasionando que perdamos la noción del tiempo y pensando que te darás un descanso de cinco minutos, cuando en realidad pasó media hora sin darte cuenta. Este tiempo se podría utilizar leyendo un libro o haciendo otra actividad.

Las interrupciones en las tecnologías nunca paran y no tienen horario, por lo que nuestro cerebro, el cual se está acostumbrando a la era digital, hace que nuestra atención se divida en intervalos mucho más cortos y evita que nos concentremos profundamente. No ayuda el hecho de que el multitasking es la normalidad hoy en día, y la lectura es una actividad que requiere nuestra total atención si se quiere tener una buena comprensión lectora.

Asimismo, no es sorpresa que con la saturación de información nuestra capacidad de atención se reduzca cada vez más. En su libro, Gloria Mark afirma que en el 2023, la capacidad de atención de las personas es de 75 segundos, donde las personas pueden poner su total atención en una pantalla por 47 segundos. Adicionalmente, al distraerse del trabajo activo, puede tomar hasta 25 minutos volver a concentrarse en lo que estaban trabajando originalmente.

Nuestra paciencia también se ha visto afectada, sobre todo en las nuevas generaciones. Por ejemplo, anteriormente para realizar un reporte escolar se debía acudir a la biblioteca, encontrar el libro del tema de tu interés, y leer hasta capítulos completos para obtener la información deseada. Ahora la información que buscamos está a nuestro alcance en cuestión de segundos y si no la encontramos en la primera página de Google, nos desesperamos. En consecuencia, es difícil leer libros si no te atrapan desde las primeras páginas, lo cual puede ser desmotivador para continuar leyendo y lo más fácil es cambiar de actividad. Los algoritmos en redes sociales son tan apegados a nuestras preferencias que engancharse es sumamente sencillo, en especial cuando consumimos pequeñas dosis de información que nos mantienen entretenidos y donde cambiar de tema es fácil cuando puedes deslizar hacia abajo.

La manera en la que leemos también ha cambiado, pero es más notorio cuando leemos de manera digital. Mientras que el scanning (escaneo) es una estrategia que ayuda a encontrar información rápidamente, esta impide la comprensión total de un texto; y es esta técnica la que se ha permeado en la manera en que se consume la información de forma digital. En este mundo sobresaturado de información, se quiere llegar al grano de lo que sea que consumamos, no tenemos tiempo de leer párrafos ornamentados o introducciones.

Otro factor que resalta, es que hoy en día el consumo de series de televisión y películas es más popular y hay muchísimas plataformas de streaming; para las personas es más cómodo gastar en un mes de suscripción de una plataforma con un catálogo infinito, a pagar un solo libro que es posible que no sea de su agrado y que rara vez vuelven a leer.

Algunos consejos para regresar al hábito de la lectura

Nuestro cerebro se ha adaptado al uso constante de la tecnología, por lo que nuestra atención está dividida y es más corta. Para leer, se requiere de un pensamiento profundo y concentración continua para absorber toda la información de manera consciente. Te propongo algunos consejos que te ayudarán a regresar al hábito de la lectura:

  • Lee cuentos cortos: Comenzar un libro largo puede ser abrumador. Hay cuentos que puedes terminarlos en una sola sesión, y estos pueden incentivar tu apetito por leer algo más extenso.
  • Aparta en tu agenda un espacio para la lectura: Puedes iniciar leyendo 15 minutos diarios e ir aumentando la cantidad de tiempo para acostumbrarte a leer de nuevo.
  • Empieza un diario de lectura: En un cuaderno, por cada sesión de lectura puedes apuntar lo que más te gustó, lo que comprendiste del texto o lo que quieras con respecto a tu libro. Esta también es una manera de entrenar la atención continua y confirmar tu comprensión lectora.
  • Comenta con seres queridos: Hacer actividades en conjunto puede ser un gran estímulo para motivarse mutuamente. Puedes hacer un círculo de lectura con seres queridos para hablar y reflexionar sobre un libro que todos quieran leer.

La lectura tiene muchos beneficios para nuestra mente y ayuda a expandir nuestro conocimiento e imaginación. La tecnología no es nuestro enemigo, incluso puede ser una excelente herramienta para comentar un texto o encontrar recomendaciones de libros; solo debemos ser conscientes de su uso responsable para el manejo del tiempo. Definitivamente al realizar este artículo soy más consciente del tiempo que utilizo mi celular, y que debo hacer un esfuerzo para hacer un espacio para la lectura; una actividad que era mi día a día durante mis años en la escuela y que quiero retomar e incorporar nuevamente a mi vida. Así que si tienes la misma inconformidad que yo, espero esta nota te ayude a regresar al hábito de la lectura. Y sobre todo, ¡agradezco tu atención por llegar hasta el final!

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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Descarga 12 libros de Gabriel García Márquez en PDF – Gratis

A pesar de los más de varios años transcurridos desde su muerte, el mundo no se ha olvidado de Gabo… ni lo hará nunca. Originario de Aracataca, Colombia, pueblo que camufló bajo la identidad del famoso Macondo de Cien años de soledad, Gabriel García Márquez (6 de marzo de 1927) es ya el mayor autor que ha dado la literatura hispanoamericana.

Estos 12 mejores libres de Gabriel García Márquez confirman la magia de la obra del padre del realismo mágico y ganador del Nobel que nos sedujo con su capacidad para definir un continente en un libro, fundir realidad con fantasía y convertir algunas de sus historias en eternas.

Y lo mejor de todo…. esta descarga es GRATIS…. Asi que te invitamos a poder descargar y inspirarte con este grade escritor latinoamericano. Si quiieres concoer un poco de Gabo, tambien puedes ver la nota en la parte final de articulo con detalles sobre el autor de tantos libros excelentes.

Gabriel García Márquez – Cien Años de Soledad.pdf

Gabriel García Márquez – Crónica de una Muerte Anunciada.pdf

Gabriel García Márquez – Doce cuentos peregrinos.pdf

Gabriel García Márquez – El Amor en los Tiempos del Cólera.pdf

Gabriel García Márquez – El otoño del patriarca.pdf

Gabriel García Márquez – El Coronel no tiene quien le escriba.pdf

Gabriel García Márquez – La candida Erendira.pdf

Gabriel García Márquez – La mala hora.pdf

​Gabriel García Márquez – Noticia de un secuestro.pdf

Gabriel García Márquez – Ojos de perro azul.pdf

Gabriel García Márquez – Relato de un náufrago.pdf

Gabriel García Márquez – Vivir para contarla.pdf

Breve biografia

Gabriel García Márquez nació en Aracataca (Magdalena), Colombia, el 6 de marzo de 1927. Hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez Iguarán. Fue criado por sus abuelos maternos: Tranquilina Iguarán Cortés y el coronel Nicolás Márquez, quien fue una figura esencial en su vida, su personalidad influyó en varios de sus personajes.

Asistió a la escuela secundaria en la Escuela Jesuita de San José en 1940. Gracias a una beca otorgada por el gobierno, fue a Bogotá, donde fue reubicado en el Liceo Nacional de Zipaquirá. Después de su graduación en 1947, estudió derecho y periodismo en la Universidad Nacional de Colombia, donde se dedicó especialmente a la lectura.

La riqueza de las tradiciones transmitidas por sus abuelos inspiró una buena parte de su trabajo. Su deseo de ser escritor creció y publicó su primera historia, «La tercera renuncia», el 13 de septiembre de 1947, en el periódico El Espectador.

Gabo se mudó a la Universidad Nacional de Cartagena y comenzó a trabajar como reportero para El Universal. En 1950, dejó de estudiar abogacía y se dedicó al periodismo, viajó a Barranquilla para trabajar como reportero y columnista del periódico «El Heraldo«, y participó activamente en las reuniones literarias del llamado «Grupo de Barranquilla».

En 1954, ingresó a la oficina editorial del periódico El Espectador. En 1955, publicó su primera novela «La Hojarasca». Se casaría con Mercedes Barcha en marzo de 1958. Tuvieron dos hijos: Rodrigo nació en Bogotá en 1959 y se convirtió en cineasta y Gonzalo nació en México tres años después, ahora diseñador gráfico en la capital mexicana.

Gabriel García Márquez vivió la mayor parte de su vida en la Ciudad de México, donde escribió «Cien años de soledad» que se publicó en junio de 1967 en Buenos Aires (Argentina). El éxito de esta novela fue rotundo, se tradujo a más de 24 idiomas ganando cuatro premios internacionales.

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En 1981, publicó «Crónica de Una Muerte Anunciada», una novela inspirada en un evento de la vida real que ocurrió durante su juventud. En este mismo año, se le otorgó la «Legión de Honor de Francia«. Regresó a Colombia donde encontró problemas porque el gobierno liberal de Julio César Turbay Ayala lo acusó de financiar el grupo guerrillero M-19. Huyó por asilo político en México.

En 1982 la Academia Sueca le otorga el «Premio Nobel de Literatura«, por sus novelas y cuentos. Fue el primer colombiano y el cuarto latinoamericano en ganar el Premio Nobel de Literatura. En 1985, publica «Amor en el tiempo del cólera», y continúo con su prolífera carrera de escritor.

En 1999, le diagnosticaron cáncer linfático. La primera parte de sus recuerdos llamada «Vivir para Contarla» se publicó en 2002, y en 2004 publicó la novela corta «Recuerdos de mis putas tristes».

Gabriel García Márquez murió el 17 de abril de 2014 en la Ciudad de México, a la edad de 87 años, en su residencia en el pueblo de Pedregal de San Ángel en la Ciudad de México.

Fuente: https://www.puro-geek.com/2021/02/14/descarga-12-libros-de-gabriel-garcia-marquez-en-pdf-gratis/

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Libro en PDF: Describir el escribir. cómo se aprende a escribir.

Daniel Cassany.
«¿Cómo escriben los escritores expertos? ¿Cómo se aprende a escribir?
Al sentarnos a la mesa y enfrentarnos al desafío de una hoja de papel en blanco, todos nos hemos preguntado alguna vez: ¿Cómo escriben los escritores expertos? ¿Cómo se aprende a escribir?
Este libro nos ofrece las herramientas imprescindibles para adquirir las habilidades básicas de todo buen escritor.»
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La educación que queremos | Leer o no leer (libros)

Por: Andrés García Barrios

 

Quienes nacimos en la segunda mitad del siglo XX, aunque honrábamos a los libros, no leíamos nada; las nuevas generaciones leen como hace mucho no se hacía, pero no leen libros.

El profesor Alejandro Gálvez Cancino, politólogo (poseedor de una biblioteca de unos 10,000 volúmenes), se queja de que sus alumnos de nivel universitario no quieren leer libros. Si va a dejarles una lectura de tarea, tiene que limitarse a algún capítulo suelto o a un artículo académico. Me explica que de esa forma los muchachos sólo tendrán una visión compendiada de los temas de estudio, pero no el desarrollo de pensamiento que da el seguir el argumento completo de un libro. Yo creo que tiene razón: hay ideas que se pueden conocer a través de ensayos de divulgación, otras propias de un texto académico y otras a las que sólo se accede recorriendo varios capítulos y vinculando mucha información.

Pero también creo que los libros se han ganado ese descrédito. El culto del libro ha convertido a éste en algo así como un objeto sacro, es decir divino pero intocable (y de alguna manera estremecedor y hasta aterrorizante). Lo que los jóvenes de otras épocas no nos atrevimos a hacer, parece que los de hoy están decididos a lograrlo: deshacerse de ese tormento. Quienes nacimos en la segunda mitad del siglo XX, aunque honrábamos a los libros, no leíamos nada; las nuevas generaciones leen como hace mucho no se hacía, pero no leen libros.

Si los libros son importantes, pero nadie los lee, o cada vez se leen menos, ¿tendremos que renunciar a su existencia? Creo que no, que los jóvenes pueden volver a ellos si empezamos a des-enseñarles lo que de forma equivocada todos hemos aprendido sobre lo que es un libro.

La joven escritora Carla Durán, también maestra, me cuenta que sus alumnos se escandalizan de que ella use un libro para sujetar una puerta que se azota. Ella les advierte “Tranquilos, sólo es un libro”. Y es que lo cierto es que los estudiantes se santiguan ante los sacros volúmenes, pero no los leen. Creo que el desparpajo de Carla es mucho más conveniente que la veneración que nos hace temer y temblar.

Todos sabemos ―pues lo hemos experimentado― que la escuela ha participado de forma fundamental en la sacralización de los libros, fomentando una idolatría de la expresión escrita que nos aleja de ésta (no es extraño que, a manera de irreverencia, casi de blasfemia, los jóvenes actuales redacten sus mensajes electrónicos ejerciendo un nuevo lenguaje, o al menos una nueva ortografía, logrando así apropiarse de lo que en realidad les pertenece).

Puede ser que la mejor forma de ayudar a nuestros estudiantes a quitarse el miedo a los libros es demostrarles que su contenido está vivo aún; y puede ser también que la mejor manera de demostrárselos sea ayudarlos a reconocer la vida que ellos mismos son capaces de expresar a través de la escritura.

Ningún conocimiento es ajeno a quienes lo reciben y lo transmiten. Ningún conocimiento ―ni aún el más objetivo y científico― se coloca por encima de los seres humanos ni convierte a nadie en un mero receptor. No somos el transporte en el que viajan los descubrimientos de los grandes genios ni las ideas de nadie. Todo conocimiento y toda intención de transmitirlo ―incluyendo la escritura― tienen siempre algo personal. Los estudiantes deben admitir que, al escribir, nunca podrán imitar los modelos normativos al grado de hacer desaparecer su propia personalidad; por el contrario, hay que mostrarles que ellos mismos podrán comprender y asimilar mejor las normas en la medida en que las utilicen para hacer más clara su propia expresión y se involucren en el texto llenándolo de sí mismos.

En la escuela que quiero, si algún estudiante cree que escribir bien es seguir modelos de perfección preexistentes, se le ayuda a entender que no hay modelos perfectos sino que todo modelo, si lo es de verdad, está vivo, es decir es orgánico y por lo tanto cambiante e imperfecto. Después se le muestra que la relación entre el modelo y él es siempre una relación entre semejantes, y que la condición de este tipo de relaciones es que ninguno de los dos someta su propia identidad a la del otro. Finalmente, se le muestra que en un texto, por más abigarrado y complejo que sea, siempre podemos encontrar a un otro y comprenderlo, tal como ocurre en toda conversación en la que los participantes hacen un verdadero esfuerzo por comunicarse.

Los autores de los libros que vale la pena leer siempre hacen un verdadero esfuerzo por comunicarse mediante su texto. Sin embargo, es importante aceptar que todos ellos ─por “consagrados” que estén como autores─ siempre sufren infinitas dificultades de expresión.  Los libros nunca son escritos en estado de pureza, pertenecen a la vida diaria, están llenos del día a día de las personas con todas sus dificultades a cuestas. Algunos se escriben a deshoras, sobre las rodillas, incluso en el camión, con prisa (¡el editor lo pide ya!) y nunca en estados de concentración absoluta. La misma Carla Durán me recuerda que Virginia Woolf lamentaba que sus contemporáneas no gozaban el lujo de encerrarse en su estudio a escribir, sino que tenían que hacerlo mientras se ocupaban de la casa, de los hijos, del marido (me parece que lo mismo describe nuestra Rosario Castellanos). Sin embargo, los varones de la época no dejaban de estar sujetos a presiones, aunque fueran las de sus propias neurosis, siempre presentes para atentar contra “la pureza” de su escritura. El día en que la noticia de que había estallado la Primera Guerra Mundial corrió por todo el mundo, la esposa del gran escritor alemán Thomas Mann se abstuvo de anunciársela a éste, pues temía su reacción si lo interrumpía mientras estaba escribiendo.

Mucho de lo que piensa el escritor es apenas una sensación antes de verterlo en palabras (estoy seguro de que a la mayoría les rige aquello que alguien expresó una vez: «Escribo para saber lo que he estado pensando»). Con la escritura, el texto va tomando cuerpo, va naciendo poco a poco; pero lo cierto es que el escritor debe recorrer muchos tramos desérticos antes de encontrar párrafos donde haya algo de vida. Después, durante la corrección, duda entre quitar lo que le sobra a su luminosa verdad o conservarlo como vía para llegar a ésta (vía que muchas veces es en efecto sombría).  El resultado suele ser una especie de penumbra.

Por eso es preciso que el lector no camine a ciegas, en espera obediente de que el texto lo guíe a cada momento. Debe, por el contrario, mantenerse lúcido e ir identificando el estilo del autor, a sabiendas de que éste procede de forma tentativa acercándose poco a poco a su hallazgo. Al autor hay que acompañarlo hasta que encuentre lo que está diciendo; sus palabras se van abriendo paso entre emociones que todavía no quieren o no logran expresarse. La práctica de la lectura es viva porque la escritura misma contiene las huellas de la vida con la que está hecha. Si el lector no tiene en cuenta esto (si nadie se lo ha mostrado), puede pensar que los tramos oscuros del texto se deben a su propia incapacidad de comprensión y no a una cualidad de lo que está escrito. Eso seguramente lo desanimará.

El texto también está vivo en el sentido de que puede fallar. Un texto tropieza con frecuencia, no sabe bien cómo decir las cosas. El autor que pretende escribir algo perfecto y terminado, sólo logrará unas cuantas palabras muertas. Es cierto que se puede desarrollar eso que se llama “oficio”, se puede dominar cada vez más el vínculo entre pensamiento y palabra, entre palabra pensada y escrita, pero de la imperfección de los textos no se puede dudar: el gran filósofo Soren Kierkegaard afirmaba que no solo había tenido problemas para comprender numerosos pasajes al leer a Hegel, sino que estaba seguro de que el propio Hegel había escrito cosas sin entenderlas.

También pasa que algunas lecturas que nos parecen complicadas de entrada, no lo son tanto. Eso me ocurrió hace muchos años cuando intenté leer la obra de Rainer María Rilke (considerado uno de los grandes líricos del siglo XX, al que muchos conocen por sus Cartas a un joven poeta). Creo que, deslumbrado por aquello de que era uno de los más grandes poetas, me le acerqué por primera vez pensando que me encontraría con algo complicado. Y así fue: lo leí y releí y no entendí nada; hice repetidos intentos por varios años, hasta que un día… ¡zas!, penetré en su significado. Me quedé consternado al descubrir que lo que Rilke decía era sumamente sencillo y que en realidad algo en mi me había engañado impidiéndome comprenderlo. Y no se trataba de que yo había madurado como lector; la mayoría de sus versos eran realmente nítidos, tan sencillos como los más sencillos que pueden leerse. Se trataba, sí, de una resistencia de mi parte, un obstáculo que yo mismo me había puesto.

Resistencia de mi parte y de parte de toda esa gente que cree que leer poesía es irremediablemente difícil, así como que leer libros es tan importante como imposible de hacerse: en realidad, lo que muchas veces pasa es que uno piensa que lo que va a leer es complicado y, debido a ello, la lectura se dificulta. Ocurre algo parecido a lo que le pasaba a aquella amiga mía que venía de Suecia y que hablaba un perfecto español, sin nada de acento extranjero, al grado de que al platicar con ella por teléfono no se notaba su procedencia. Sin embargo, se quejaba de que muchas personas, al toparse con ella ─con su alta estatura, su piel muy blanca y su pelo rubio─, respondían a sus preguntas con cosas como “no hablo inglés” o “perdón, no entiendo”, ante el azoro de mi amiga que no podía más que reclamarles: “¡Les estoy hablando en un perfecto español!”. Ellos seguían sin entender. Sí, así de grandes son los espejismos creados por nuestros prejuicios.

En materia de libros, y podemos decir que de textos en general, son muchos los espejismos. El ver al texto como algo frente a lo que se está en desventaja (es decir, el tener una percepción equivocada de nosotros mismos), nos hace tener también una percepción equivocada de lo que estamos leyendo. Terminaré este artículo con algunos ejemplos, además del ya mencionado de creer que algo es complicado cuando no lo es (por cierto, todavía peor ―¡el colmo de la confusión!― es pensar que si un texto nos parece sencillo es porque no lo estamos entendiendo:  “¿Qué? ―nos decimos― ¿Es así de simple y claro? No puede ser, seguramente estoy mal”).

Otra dificultad frecuente: el texto empieza de forma sencilla pero poco a poco se va complicando. Me echo la culpa a mí mismo: “¡Claro, no podía entenderlo todo!”. En realidad, como hemos visto, es el autor quien está buscando sus propias palabras.

Otro ejemplo: en las primeras páginas el autor asegura haber escrito un libro accesible a todos. Pero avanzamos y avanzamos y no entendemos nada. Eso me ha pasado varias veces con libros de divulgación que prometen ser accesibles a todo público; tras sentirme incapaz de entender ni siquiera lo que todo público entiende, he acabado concluyendo que más bien son los autores de esos libros los que no tienen claros los parámetros generales de lo que es la “sencillez”.

Un caso más: en el libro que estoy leyendo en estos días, el texto fluye con bastante claridad; sin embargo, el autor continuamente nos remite a conceptos que ha tratado muchas páginas atrás; dado que no recuerdo lo que dijo, ni dónde lo dijo, el texto se me va volviendo complicado. ¿Mi conclusión? No tengo de qué asustarme, no es que el texto no sea para mí: libros así son libros de estudio que uno debe releer completos o en fragmentos para poder asimilarlos.

Penúltimo: malas traducciones. Uno debe saber que ciertas dificultades de comprensión se deben a la traducción. Durante años intenté hincarle el diente al Tractatus logico-philosophicus del alemán Ludwig Wittgenstein. Llevaba la advertencia de que se trataba de un texto difícil, pero no esperaba que ya la primera frase resultaría un obstáculo insalvable: “El mundo es todo lo que es el caso”. ¿Qué quería decir con eso? Daba y daba vueltas a la frase y no entendía: ¿el caso?, ¿querrá decir lo que viene al caso? Muchos años después vine a caer en cuenta que era la traducción de mi libro la que complicaba las cosas y que en realidad la idea de Wittgenstein era mucho más clara: “El mundo es todo lo que acaece”, es decir, lo que sucede. Entendiéndolo así, uno podía al menos pasar al segundo renglón y comprender mejor: “El mundo no son las cosas sino los hechos”.

A mi último ejemplo le llamaré “falsos spoilers”. Cuando leí la obra teatral Kean, de Jean Paul Sartre, lo hice con el antecedente de que el protagonista se suicidaría al final. Aunque los diálogos eran los de una comedia filosófica, yo los leí todos como preámbulos de lo que ocurre en torno a alguien que va a quitarse la vida. En la penúltima página, Kean no se había matado: temblando de emoción concluí que su suicido sobrevendría en el último instante de manera sorpresiva, contradiciendo todo lo ocurrido antes (y revelándome a mí, “ávido de saber”, una de las claves de la filosofía existencialista). Pero en la obra Kean de Jean Paul Sartre el protagonista no se suicida. El final es otra cosa. El texto es, en efecto, una comedia. Yo había leído ─sin entender ni una palabra─ una obra completamente distinta.

Fuente de la información e imagen: https://observatorio.tec.mx

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