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Tiempos de tormentas para una comunicación audiovisual crítica

Por: Luz Palomino*

La revolución virtual-digital y la inteligencia artificial (AI) han irrumpido y se han popularizado usando el espectáculo y la farándula como vehículos de difusión, despertando novedosas formas de vivir lo colectivo, con particularidades que no estaban presentes en el reino de lo impreso o la televisión.  La era digital, cambió la “caja fija de los canales” por los dispositivos celulares móviles, la trama larga por la brevedad conceptual e interpretativa, elevó dramáticamente la fusión de colores, luces y sonidos en la construcción de narrativas, y simplificó la síntesis discursiva; brevedad y comprensión unidimensional de un contenido, cambiando el horizonte comunicacional.

La interrogante que surge, es si lo virtual-digital convertido en fenómeno narrativo de masas, logrará escapar a la banalidad del espectáculo, para adentrarse en los territorios de conciencia propia de una subjetividad reflexiva, que sea capaz de aproximarse a las desigualdades sociales más allá de imagen exógena, para despertar pensamiento crítico sobre atrocidades como las que ocurren hoy, con el genocidio palestino y la desigual guerra en el medio oriente, la explotación infantil en las minas africanas para extraer los minerales que requieren el brillo de la tecnología de punta, la tragedia de los osos polares ante el calentamiento global, o la denuncia respecto a los millones de seres humanos que hoy no tienen acceso al agua potable ni a la electricidad.

Harvey (2018) señala que la comprensión de la tecnología -y su uso cultural- son esenciales para entender las dinámicas del modo de producción y acumulación capitalista en cada momento histórico. Pero esto no esconde ni impide las resistencias, los intersticios en los cuales la palabra, el sonido, la imagen, la estética y las representaciones abren fisuras por donde dejar fluir otras formas alternativas, utópicas, contrahegemónicas de entender y situarse en el mundo.  Esto lo vemos en la narrativa venezolana en sus distintos momentos, unas veces como novela, otras como cuento, otras como historias de vida, otras como cotidianidad que confronta.

En este sentido, en siglo XX en Venezuela la novela como género literario se tornó contestaría de la pluma del socialdemócrata Rómulo Gallegos y el comunista Otero Silva, ahora se mostraba en las telenovelas con una crítica creativa que conectaba con el pueblo, y mostraba que la televisión también puede ser un espacio para resistir (Giroux, 1988). Ya para finales del siglo XX la telenovela venezolana se convirtió en una mercancía de exportación que promovía la imagen de una Venezuela saudita y de progreso material permanente.

Sin embargo, la crisis económica generada por los precios del petróleo de comienzos de los ochenta, el desembarco de la globalización neoliberal, dieron inicio a lo que Bonilla-Molina (2024) denomina como el gran periodo de crisis en Venezuela (1983-2024), aún no resuelto.

Precisamente en febrero de 1992 comienza a desarrollarse el internet en Venezuela. Poco a poco el tejido digital se va extendiendo del centro al oriente, occidente y sur del país. La idea de atomización y fragmentación social fue decantando en la necesidad de pertenecer a alguna tribu digital, con la cual compartir intereses, gustos e identidades. Fue el momento de la llegada de las redes sociales al país con Myspace (2000).

Actualmente, las redes sociales más usadas en Venezuela son WhatsApp (79,3% población), Facebook (43,8%), Instagram (33,4%), YouTube (25,9%), TikTok (22.1%) y X (5%), es decir por lo menos el 80% de la población tiene acceso a una red social. Esta realidad impacta en todos los ámbitos, especialmente en el político, social, económico y cultural.

En lo político, vimos como en las elecciones presidenciales de 2024 el gran difusor de contenidos fueron las redes sociales; la batalla electoral se libró más en las redes sociales que en las propias calles. Una vez concluidos los comicios y, a partir de las dudas surgidas por la precaria publicación de los resultados desagredados por mesa y centro de votación, el propio presidente de la República Nicolás Maduro culpó de toda la campaña de denuncias a las redes sociales, instando a sus seguidores a desinstalar WhatsApp, bloqueando X de Elon Musk, cuestionando el bloqueo que le hizo tik tok por el carácter de sus contenidos.

Con la llegada de ChatGPT (2022), Wall-e (2021) para elaborar imágenes y SORA (2024) de OpenAI para la edición de videos, además de toda la batería de IA para elaborar contenidos audiovisuales estamos entrando en una era en la cual “el verbo crea” y el ser humano dispone de una limitada capacidad de acción. Sin embargo, las imágenes y videos que se producen por esta vía, así como las narrativas parecieran ser producidas sin los giros y calidez humana, correctos pero carentes de la emocionalidad subjetiva de la creación humana. Esto está generando un sentimiento de vuelta a lo físico, a las imágenes concretas, a los diálogos cara a cara.

Rompiendo el mito de los adultos como próximos a los libros impresos y los más chicos apegados a lo digital, es más, se está dando un fenómeno que aquellos libros que son leídos en digital e impactan por su contenido, luego son comprados en físico, en libro impreso.  Es como si lo físico fuera una nueva identidad ante la vorágine de lo digital.

          Lo impreso parecía una muerte anunciada y, sin embargo, las estadísticas muestran, curiosamente, un aumento del papel gráfico, el destinado a la prensa, la impresión y libros, que aumenta respecto a 2021 un 11%. Estudios sobre el tema afirman que la forma de consumir cambió radicalmente en 2020 durante el confinamiento.

Los medios audiovisuales no son simple tecnología, o espacio para el desarrollo de técnicas de comunicación. Son un espacio en disputa entre dos formas de entender el mundo, la vida y la convivencia. Una que se relaciona con el otro y la otra como parte de una unidad indisoluble que es la humanidad, para lo cual la crítica transformadora y el pensamiento crítico son fundamentales. La otra que entiende a la tecnología como supremacía, como régimen de verdad (Sadin, 2020), que entiende el encuentro como circunstancial y efímero. Son dos formas de entender y relacionarse con la producción audiovisual, que en ningún caso son neutras. En Venezuela esta disputa ocurre en medio de una terrible situación material de vida de la población y de limitaciones para el ejercicio de la libertad, más allá de la dicotomía entre democracia y autoritarismo, encarnadas por dos facciones en disputa, que usan los medios para esconder sus reales intenciones de control y poder.

*Luz Dary Palomino Mayorga Licenciada en comunicación social. Esp. En Gerencia de los procesos educativos y en políticas públicas del cuidado. Maestrante en asesoramiento y desarrollo humano, y estudiante de la maestría en comunicación digital audiovisual. Profesora universitaria y directora del Centro internacional de investigación Otras Voces en Educación.

Lista de Referencias

Acosta C. (2007). Venezuela es una telenovela. Venezuela: Melvin

Sadin, Eric (2020). La inteligencia artificial o el desafío del siglo. Primera edición editorial caja negra.

Franco Berardi (2019). Futurabilidad: La era de la impotencia y el horizonte de la posibilidad. Caja negra.

Giroux, H (1988) Las resistencias y la reproducción, Ediciones siglo XXI. México

Tiempos de tormentas para una comunicación audiovisual crítica

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Podcast sobre el Derecho Humano a la Comunicación

Realizado por Luz Palomino 

En esta oportunidad conversaremos sobre el derecho humano a la comunicación, la libertad de expresión, el marco normativo convencional y constitucional de este derecho, la comunicación digital y sobre algunas formas actuales de censura vinculado a la realidad nacional y regional. 

Comienzo señalando que el derecho a la libertad de expresión es esencial para el desarrollo y fortalecimiento de la democracia y para el ejercicio pleno de los derechos humanos. El pleno reconocimiento de la libertad de expresión es una garantía fundamental para asegurar el estado de derecho y de las instituciones democráticas. Así ha sido reconocido en numerosas ocasiones por distintos sectores de la sociedad civil, organizaciones internacionales y por la mayor parte de los Estados. Es preciso señalar que este derecho forma parte de la tradición de lucha de los pueblos, a disponer de información de manera oportuna, completa y verdadera, así como a las posibilidades reales de colocar en circulación opiniones.  Esta dinámica se expresa en derechos individuales y colectivos, incluso ambos en tensión.

Este proceso tiene expresiones muy concretas en los marcos constitucionales como el norteamericano que replantea las tensiones entre las sociedades, el Estado nacional y sus gobiernos. Como lo plantea Analia Eliades en su artículo Libertad de Expresión, derecho a la información y derecho a la comunicación: apuntes actuales sobre sus bases constitucionales y pautas interpretativas. Esto se fundamenta en la interrogante “¿a quien o quienes le pertenece la información?”. La respuesta a esta interrogante varía según el paradigma institucional o liberal. La tradición jurídica de los Estados tiende a colocarle limitaciones al ejercicio de este derecho humano, mientras el liberal como lo reseña Owen Fiss en su artículo  Libertad de expresión y estructura social, donde coloca como lugar de enunciación del mismo a la ciudadanía, impulsando la noción de ampliación sistemática de sus formas, expresiones y de conceptualizaciones.

El caso Watergate marcó un hito en el desarrollo de la noción de derecho humano a la comunicación, pues colocó en tensión temas de seguridad ciudadana desde la perspectiva del Estado, versus acceso a la información gubernamental por parte de los ciudadanos, redimensionando el papel de la prensa en este tema. En la actualidad, mientras las normativas internacionales tienden a ampliar este derecho existe una percepción ciudadana sobre el ocultamiento sistemático de información. Reafirmamos que aún estamos muy lejos de aproximarnos a un punto ideal del derecho humano a la comunicación, entendida esta como dinámica bidireccional y de relación entre Estado y ciudadanos.

Entre sus normativas podemos destacar: La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece el derecho a la libertad de expresión en su artículo 13 en los siguientes términos:

  • Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito, en forma impresa, artística o por cualquier otro procedimiento de su elección.

Por su parte La Corte Interamericana ha destacado de manera consistente la importancia de este derecho al sostener:

  • La libertad de expresión es una piedra angular en la existencia misma de una sociedad democrática. Es indispensable para la formación de la opinión pública. Es también para que los partidos políticos, los sindicatos, las sociedades científicas y culturales, y en general, quien desee influir sobre la colectividad puedan desarrollarse plenamente. Es, en fin, condición para que la comunidad, a la hora de ejercer sus opiniones, esté suficientemente informada. Por ende, es posible afirmar que una sociedad que no está bien informada no es plenamente libre.

Estos acuerdos internacionales introducen definiciones y alcances en los marcos constitucionales, los códigos civiles, leyes orgánicas, leyes especiales, reglamentos y resoluciones gubernamentales. Pero no se trata de un fetichismo jurídico, se requiere educación ciudadana para su pleno ejercicio y marcos institucionales abiertos, transparentes y seguros para su ejercicio. 

En Venezuela las garantías para la libertad información, libertad de expresión, el derecho al acceso a la información pública, el derecho de honor y a la reputación, están consagrados en los artículos 51,57, 58, 60, 61 y 143 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Estas disposiciones se corresponden con los fundamentos en esta materia establecidas en los artículos 19 y 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

Pese a la progresividad de este marco normativo nacional, en los últimos 10 años las instituciones gubernamentales, legislativas y judiciales de Venezuela han diseñado y ejecutado de manera discrecional una serie de leyes y decretos que restringen estas garantías fundamentales, principalmente, el derecho al acceso a la información pública,  falta de transparencia en los datos oficiales y la información de primera línea en el plano gubernamental, las limitaciones para el acceso a insumos necesarios para el desarrollo de los medios de comunicación, la polarización política que impide crear las condiciones mínimas para la circulación de información y mecanismos explícitos de censura. En el país tiene un enorme desafío vinculado al derecho humano a la comunicación. 

En la actualidad las nuevas tecnologías ponen a prueba los límites cómodamente establecidos por la jurisprudencia para la libertad de expresión y sus continuas colisiones con otros derechos. Los límites y la imposibilidad jurídica de comprensión de estos fenómenos sociales, serán el punto de discusión en los próximos años. Si bien internet ha sido una herramienta liberadora en muchos sentidos, también es cierto que con ella las afectaciones y violaciones a los derechos humanos se replican e intensifican. La discriminación, los discursos de odio y el acoso son tan sólo algunos ejemplos de esto.

Esta nueva comunicación digital representa uno de los escenarios idóneos para el ejercicio del derecho fundamental a la libertad de expresión, es importante recordar que este derecho no es absoluto, y está sujeto a la responsabilidad por las opiniones expresadas cuando estas atenten contra los derechos de los demás, en particular la reputación, la protección de la seguridad nacional, el orden, la salud y la moral publica.

En el caso de Venezuela los medios y la información digital se ha venido desarrollando la práctica gubernamental de bloquear o limitar el acceso a páginas web críticas, mediante mecanismos tecnológicos en los servicios de internet que dependen del gobierno. Páginas web como aporre.org han visto disminuida hasta en un 75% las visitas a su sitio web, ante el impedimento ciudadano para acceder a la misma. La prohibición a los funcionarios gubernamentales a difundir estadísticas sin previa autorización (que casi nunca procede), del ministerio de planificación actúa como mecanismos de censura a la información pública. La polarización política actúa como mecanismo de censura, al referir de manera privilegiada la información que proviene de fuentes alineadas con la línea editorial de un medio, ya sea gubernamental u opositor. El desafío en Venezuela, es reconstruir el tejido jurídico, institucional y ciudadano que garantice el acceso efectivo y real al derecho humano a la comunicación.    

Sin duda, es posible generar una propuesta de regulación democrática y progresiva para llevar mayor calidad a las grandes plataformas de internet a través de instancias de diálogo participativo. Ha llegado el momento de unir esfuerzos para avanzar decididamente en este proceso y asegurar una protección eficaz de la libertad de expresión y un acceso a la información de calidad en la era digital.

Referentes bibliográficos: 

Eliades, A. Libertad de Expresión, derecho a la información y derecho a la comunicación: apuntes actuales sobre sus bases constitucionales y pautas interpretativas. https://perio.unlp.edu.ar/catedras/derechopd/wp-content/uploads/sites/103/2020/03/analia_eliades_-_libertad_de_expresion_informacion_y_comunicacion-1.pdf (Consultado el 20/08/2024)

Fiss, O. Libertad de expresión y estructura social. https://biblioteca.corteidh.or.cr/tablas/r29958.pdf (Consultado el 25/08/20249

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CII-OVE: 1 episodio del podcast hablando y escribiendo con destreza

CII-OVE/Luz Palomino/Periodista-Docente 

Les compartimos el primer episodio del podcast *hablando y escribiendo con destreza*, Dónde usamos la herramienta del podcast como estrategia educativa para mejorar la expresión oral y escrita, permitiendo nuevas formas de aprendizaje.
Comenta y comparte esta nueva iniciáticas del CII-OVE

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Importancia de la literatura infantil. Libros en PDF

Por: Luz Palomino/CII-OVE/Periodista 

«De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo…Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria.» Jorge Luis Borges

La literatura infantil juega un papel fundamental en el desarrollo social, emocional, lingüístico y cognitivo del niñ@ favoreciendo la imaginación, la creatividad y el desarrollo en general. Es una fuente de enriquecimiento personal, a través de la diversión y el placer. Es además un instrumento de comunicación y expresión mediante la cual l@s niñ@s se acercan al mundo que los rodea. Por esto el acercamiento a la literatura en la infancia constituye una práctica necesaria para impactar la vida de l@s niñ@s puesto que ell@s están abiert@s a nuevas experiencias, que por más sencillas que sean pueden transformar sus vidas.

La literatura no solo se establece como un método de entretenimiento en el cual se narran historias fantásticas que hacen volar la imaginación, esta también se convierte en un instrumento con el cual podemos transmitir conocimiento del entorno social en el que está inmers@ el/la niñ@, inculcar valores morales y ayudar en que el proceso de adaptación a muchas situaciones sea más fácil. También permite ver otras realidades y tratar temas que no son cotidianos como la muerte, el sexismo, el abuso y otros, es decir aporta al niñ@ un espectro importante de temas, lo que permite empoderarlos de conocimientos para que luego frente a situaciones similares logren anticipar y hasta poder resolverlas a favor de sí mism@s.

algunas de las razones por las que la literatura infantil es importante:

  1. Estimula el desarrollo del lenguaje: La lectura de libros infantiles expone a l@s niñ@s a una amplia variedad de vocabulario y estructuras gramaticales. Esto les ayuda a desarrollar sus habilidades lingüísticas, ampliar su vocabulario y mejorar su comprensión auditiva.
  2. Fomenta el amor por la lectura: Exponer a l@s niñ@s a los libros desde una edad temprana puede cultivar un amor por la lectura que los acompañará a lo largo de su vida. L@s niñ@s que disfrutan de la lectura a una edad temprana tienen más probabilidades de convertirse en lectores ávidos en el futuro.
  3. Desarrolla la imaginación y la creatividad: Los libros infantiles a menudo contienen historias imaginativas y personajes coloridos que estimulan la imaginación de l@s niñqs. Les permite explorar mundos ficticios y fomenta su creatividad.
  4. Mejora la comprensión emocional: Los libros infantiles a menudo tratan temas emocionales y sociales que permiten a l@s niñ@s explorar y comprender mejor sus propios sentimientos y los de los demás. Pueden aprender sobre empatía, amistad, resolución de conflictos y otras habilidades sociales importantes.
  5. Facilita el desarrollo cognitivo: La lectura de libros estimula la capacidad de concentración y atención de l@s niñ@s. También les ayuda a comprender conceptos abstractos, secuencias de eventos y causa-efecto, lo que contribuye a su desarrollo cognitivo.
  6. Fortalece el vínculo familiar: La lectura en voz alta es una actividad que fomenta la interacción familiar. Ayuda a fortalecer el vínculo emocional y proporciona un momento de calidad para compartir junt@s.
  7. Promueve la adquisición de habilidades de lectura: A medida que l@s niñ@s escuchan y participan en la lectura de libros, desarrollan habilidades prelectoras, como el reconocimiento de letras y palabras. Estas habilidades son fundamentales para el proceso de aprendizaje de la lectura.
  8. Estimula la curiosidad y el aprendizaje: Los libros infantiles a menudo abordan una variedad de temas y conceptos, lo que puede despertar la curiosidad de los niños y fomentar su deseo de aprender más sobre el mundo que les rodea.

La literatura infantil es esencial en el desarrollo de un niñ@, ya que contribuye al desarrollo de su lenguaje, imaginación, habilidades emocionales, cognitivas y sociales. Fomentar la lectura desde una edad temprana establece las bases para un aprendizaje a lo largo de toda la vida y enriquece la vida de l@s niñ@s de muchas maneras.

El desafío para los adultos es lograr que l@s niñ@s adquieran el hábito de la lectura, no que sea una obligación, sino que encuentren en ella una actividad divertida y placentera, que además tiene grandes provechos para su crecimiento. Este objetivo en primero lugar se logra con los ejemplos ya que l@s niñ@s siempre quieren imitar lo que hacen los adultos, sobre todo sus padres que son su modelo a seguir. Otra estrategia para incentivar el amor a la lectura, es escoger temas interesantes para l@s niñ@s con lenguaje adecuado para su edad.

A partir de la literatura infantil favorece una educación en la complejidad; que l@s niñ@s, como parte de  una sociedad globalizada, están expuestos a una importante deshumanización, en cuanto se da prioridad al “tener” más que al “ser”. La literatura infantil favorece el aprendizaje de las emociones, tan significativas para la convivencia …

Les compartimos algunos libros de literatura infantil que pueden descargar gratuitamente:

  • El Principito de Antoine de Saint-Exupéry: Un piloto se ha perdido en el desierto del Sahara después de sufrir una avería en su avión. Allí conoce a un pequeño príncipe que llegó de otro planeta. Descárgalo aquí:  El Principito
  • Este cuento narra las aventuras de Dorothy Gale, una niña huérfana que vive en la granja con sus tíos, y su perrito Totó. La historia está basada en una de las obras literarias infantiles más populares en todo el mundo: El maravilloso Mago de Oz, escrita por Lyman Frank Baum, y se desarrolla en Estados Unidos. Descárgalo aquí: ElMaravillosoMagoOz_Baum
  • El famoso cohete. Cuento contemporáneo de fantasía humorístico para niños realizado por el escritor irlandés Oscar Wilde en 1888. Narra la historia de una hermosa princesa rusa, prometida del príncipe, que llegaba desde Finlandia en un trineo con forma de cisne. Obra literaria que tiene entre sus valores de enseñanza la soberbia y la prepotencia. Descárgalo aquí: El Famoso Cohete
  • El árbol mágico. Cuento sobre un niño que encontró un árbol con una proclama de ser mágico. Descárgalo aquí: Larbre-magique-_El-árbol-mágico

 

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Podcast CII-OVE: 1 Capítulo de la novela Orquídeas en el Jardín de las Guacamayas

Escrita por Luis Bonilla Molina y narrada por Luz Palomino 

Una historia sobre el amor al poder. Cuando nada es lo que parece solo queda la esencia.

Los capítulos de la novela estarán disponible cada domingo en la página web: www.luisbonillamolina.62@gmail.com

 

 

Puedes leer este  1 Capitulo en:

Orquídeas en el jardín de las guacamayas (I, II, III y IV entregas)

 

 

 

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Comprensión Lectora y Escritura Académica en las Dinámicas Universitarias

Por: Luz Palomino/CII-OVE

“La lectura no es caminar en las palabras; es tomar el alma de ellas”

Paulo Freire

La comprensión lectora y la escritura académica en el mundo educativo son herramientas esénciales para el desarrollo integral de nuestro ser. Leer y escribir son experiencias que van más allá del ámbito escolar para generar conocimiento, imaginarios, narrativas, ideologías, entre otros; en pocas palabras, es tan importante que se considera una “[1]práctica social”. Estas dos habilidades comunicativas son actividades de suma importancia para el aprendizaje humano, profesional, comunitario y creativo; por ello, se hace necesario replantearlas desde la praxis cotidiana del que hacer educativo para enfocarlas con una visión más integradora, liberadora y emancipadora.

Desde esta perspectiva, la lectura y escritura reestructuran la conciencia, como un proceso propio del pensamiento. Es una actividad compleja que no se puede semejar sólo con la redacción, sino ante todo entenderla como un proceso cognitivo. Vásquez Rodríguez (2000) afirma que escribir “es poner a fuera nuestro pensamiento”, es “exponer nuestro yo”, en otras palabras, es hacer evidente nuestra subjetividad, pues la escritura refleja las estructuras de pensamiento que poseemos y a través de ella es posible reconocernos. En consecuencia, escribir es también una forma de diálogo, de encuentro donde emergen las diversidades y cada un@ de nosotr@s como parte de ellas.

La compresión lectora y escritura académica posibilitan la manera de problematizar críticamente la realidad y en consecuencia permite generar conciencia crítica. Es decir, cuanto del mundo que conozco es justo y cuanto injusto, pero sobre todo la lectura y escritura, desde una perspectiva crítica, abre puertas cognitivas respecto a las posibilidades de poder contribuir desde la propia praxis a transformar la realidad.

En Venezuela al igual que en otros países de América Latina, la lectura y la escritura se han convertido en objeto de interés debido a que estos procesos inciden directamente en el desempeño académico de los estudiantes y en temas tan sensibles en la vida de las instituciones como la calidad de los aprendizajes, la producción de conocimiento, las dificultades de comunicación, la repitencia y el abandono escolar, entre otros.

Para Carlino (2005): Las universidades enfrentan una seria problemática con respecto al desarrollo de competencias básicas de sus estudiantes, en especial las referidas a la lectura y la escritura. Sin el desarrollo de las habilidades para leer y escribir, el estudiante enfrenta barreras que le impiden acceder al conocimiento” (p.17).

No caben dudas que uno de los componentes transversales que debe trabajarse, es el que corresponde a los procesos de formación de las competencias en la lectura y escritura, el saber leer, escribir, comprender y reflexionar. Si bien abordar esta realidad demanda una visión sistémica de la formación escolar, alcanzar este propósito, incluso con carácter remedial, resulta primordial para la formación universitaria exitosa.

La  UNESCO en su informe presentado el 08 de septiembre del 2019 sobre la alfabetización en América Latina y el Caribe, menciono que “dos de cada  diez personas en América Latina no tienen los niveles mínimos de compresión de la lectura»

Destacando que estas practicas sociales forman parte de la trayectoria cultural, la cual evidencia cómo el individuo que se ha relacionado con las “artes”, con ese mundo letrado; pues como prácticas se mueve en la producción y el consumo.  Por una parte, la escritura es “una actividad concreta que consiste en construir, sobre un espacio propio, la página, un texto que tiene poder sobre la exterioridad” (De Certeau, 2007: 148); en otras palabras, escribir es producir, por ello esta práctica se mueve en el hacer; por otra parte, la lectura es una actividad donde se recibe lo que otro produce, se consume para luego producir, en palabras de Michel De Certeau 2007: “leer es peregrinar en un sistema impuesto” (p.181), donde el lector asume una postura de viajero, de cazador furtivo que va descubriendo poco a poco para poseer.

Al referirnos a la temática de la lectura y la escritura en la universidad, abordaremos un problema de vieja data, recurrentemente planteado, pero que hoy, a la luz de los vertiginosos avances de la ciencia y la tecnología, cobra una significación especial y una profunda relevancia dadas las implicaciones políticas, educativas y socioculturales que comporta.

Estudios realizados en las últimas décadas han demostrado que tanto la lectura como la escritura son un excelente medio para que los estudiantes adquieran habilidades de pensamiento que van mucho más allá del manejo correcto de la lengua y de las convenciones lingüísticas. La habilidad para hacer conexiones lógicas, para comparar y contrastar, para resolver problemas y para argumentar son sólo algunas de ellas.

Cassany (2010) plantea: “Que las investigaciones en este campo revelan que no existe certeza que se lea y comprenda a cabalidad, la información que circula en la actualidad, mediante diversos formatos” (p.34). Se evidencia de este planteamiento que la problemática de la comprensión lectora no es de un sector particular, sino por el contrario de todo el colectivo. Así, en Venezuela, Matos 2009, reflexiona en torno a la problemática de la lectura y la escritura en la universidad expresando: En nuestro contexto, se valora peyorativamente, pues se considera que esa es una actividad propia de los primeros niveles de la educación inicial y de la educación básica, así que nuestra meta es impartir el conocimiento específico de la ciencia a la que estamos adscritos. (p.10). De ahí que la autora recomienda que tanto la lectura como la escritura sean tratadas de manera interdisciplinar, con responsabilidad y compromiso de todos en la comprensión y producción textual.

Actualmente las universidades en general confrontan el problema de la formación de los estudiantes en las habilidades comunicativas de lectura y escritura que, si bien son básicas e innegablemente fundamentales para construir el conocimiento, cada vez son menos cultivadas, espacios donde muchas evidencias empíricas expresadas en quejas en relación con las deficiencias que presentan los estudiantes al momento de usar el código escrito.

Sin embargo, Bertoni (2001) considera que no es un problema que se observe solamente al principio de la carrera, sino durante ésta, lo que muestra una actitud de desenfado del mundo universitario, ante lo cual la autora señala que la universidad debería enseñar la producción de diversos textos académicos (cf. García, 2004; Martins, 2004; Morales, 2003; Serrón, 2002, entre otros). Ello implica una actitud remedial respecto al punto de partida qué en materia de lectura y escritura presentan muchos de los estudiantes universitarios al inicio de sus carreras.

Por otra parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en su estudio (2018), en el cual se enfatiza en el lenguaje, encontró que los resultados dados a conocer muestran que el 47% de los alumnos que están culminando el bachillerato no tienen capacidades para cumplir con los programa y prácticas que se exigen en la educación superior. Estos resultados demuestran que la apropiación adecuada de las competencias y habilidades en lectura y escritura se constituyen en un problema educativo bastante recurrente en escuelas, colegios y universidades, en distintas partes del mundo, no solo en la región latinoamericana y caribeña.

Esto preocupa especialmente, porque el uso del lenguaje, en sus expresiones de lectura y escritura, implica no solo la capacidad para aprender cosas, sino el empoderamiento ciudadano y la posibilidad cierta de que millones personas puedan contar con la garantía de la democratización del acceso a los distintos bienes y servicios, rompiendo con la tragedia de exclusiones asociadas a la apropiación cultural. Si hombres y mujeres logran mediante la lectura reflexiva y la escritura contextual, tener la posibilidad para exponer sus pensamientos por escrito estarán iniciando la ruptura paradigmática con la marginación.

Aprender a leer y escribir de manera comprensiva requiere el uso del lenguaje de manera más consciente, formal, deliberada y contextualizada, sin que ello implique quedarse anclado en las expresiones localistas o las malformaciones en el uso del lenguaje que se presentan en un territorio. Dada su complejidad, el aprendizaje de estas actividades llega a convertirse en un serio problema para educadores y educandos que son parte de una realidad y que no siempre cuentan con las herramientas conceptuales, metodológicas y experenciales para abordar el problema.

Esto nos alerta respecto al hecho que las estrategias pedagógicas a utilizar no pueden ser meramente métodos, sino que deben contener las características de los estudiantes, para lograr que las deficiencias en la comprensión lectora y en la construcción puedan ser superadas de manera contextual y asertiva. Las estrategias pedagógicas aprobadas de manera participativa procuran construir una ruta para superar las limitaciones en la lectura y escritura comprensiva para estudiantes que están iniciando el tránsito del bachillerato a la vida académica; también procuran contribuir a resolver uno de los problemas que caracteriza a lo que se denomina genéricamente como baja calidad de egreso de los profesionales universitarios.

Mi experiencia como docente me ha mostrado, de modo contundente, que las estrategias encaminadas al mejoramiento de los procesos de lectura y de escritura no pueden limitarse a la pura competencia lingüística ni al manejo adecuado de los códigos gramaticales. Es necesario recurrir también al manejo de las competencias semióticas, discursivas, cognitivas y comportacionales, para que el proceso de lectura y escritura se desarrolle a cabalidad.

Los estudiantes de educación universitaria necesitan desarrollar y consolidar los procesos de lectura y escritura, como alternativa para alcanzar un mayor acceso a las diferentes áreas del conocimiento y para perfeccionar su formación profesional. Adquirir adecuadas competencias de lectura y escritura académica les proporcionará herramientas indispensables para su cabal inserción en una sociedad pluralista y diversa. En consecuencia, desde la Universidad como tejido organizativo complejo y comunicacional, generador de conocimiento, es importante que se planifiquen y ejecuten acciones dirigidas a propiciar la lectura y la escritura en los estudiantes de una manera más vivencial.

Cabe destacar que la pandemia del COVID-19 implicó un impacto severo en los aprendizajes, la comprensión lectora y las habilidades de escritura. El sistema educativo presencial no había construido las condiciones para la transición al mundo virtual-digital, incluidas las dinámicas de lectura y escritura. Como lo señala Bonilla (2021.pag. 11) la pandemia significó una pérdida de la capacidad igualadora de la escuela-universidad, un nuevo modelo de privatización educativa y generó modelos de estratificación escolar hasta ahora desconocidos.

La escuela pública cumplía un papel igualador, intentando disminuir en los aprendizajes el impacto de las diferencias de origen social. Por ello, los libros de textos, pupitres, salones, canchas, laboratorios e instrumental pedagógico eran similares para todos y todas, independientemente si eran hijos e hijas de obreros, industriales o profesionales. Esto se quebró durante la pandemia, porque cada quien resolvió de manera diferenciada las condiciones materiales de aprendizaje.

El abandono de los Estados nacionales de su obligación de garantizar las condiciones mínimas de aprendizaje, en este caso signadas por la conexión a internet, dotación de equipos de conexión remota y acceso a plataformas, generó un nuevo modelo de privatización porque fueron las familias, estudiantes y docentes quienes tuvieron que adquirir y cubrir los costos de las condiciones mínimas para garantizar la continuidad del vínculo pedagógico, desentendiéndose los gobiernos de su obligación de garantizar igualdad de condiciones para los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Esta situación devino en una odiosa forma de estratificación escolar. Un primer nivel, el de aquellos estudiantes que tuvieron acceso permanente a equipos de conexión remota, internet, plataformas y familiares que les apoyaran en la transición de lo presencial a lo virtual. Un segundo nivel, quienes, teniendo computadores, planes de datos y plataformas privativas no contaron con apoyo para la transición a la virtualidad. Un tercer nivel, aquellos que no tuvieron acceso al mundo digital-virtual durante la pandemia y ocasionalmente recibieron materiales impresos, acceso a programas de televisión o radio, quienes comenzaron a forjarse la percepción de auto exclusión porque no tenían sus familias y ellos la capacidad de acompañar el impacto de la aceleración de la innovación en lo educativo. Un cuarto nivel, aquellos que no tuvieron ningún vínculo pedagógico durante la cuarentena.  Esto impacto de manera profunda en los aprendizajes pues hoy, al retorno a la presencialidad o modelos híbridos, cuando una docente le pide, por ejemplo, que traigan una tarea sobre los movimientos del corazón, los de la primera estratificación seguramente podrán hacerlo con una presentación dinámica en multimedia, mientras que los de la segunda acudirán a lugares como Wikipedia o el rincón del vago para copiar, los de la tercera lo harán en papel bond sintiéndose que están en desventaja y, los de la última estratificación agudizarán su auto percepción de exclusión. Estos son problemas aún tratados de manera precaria en el debate pedagógico actual.

Estos problemas impactan en los procesos de escritura, lectura y comprensión lectora. Las dinámicas cognitivas de la lectura reflexiva y comprensiva varían en el mundo presencial y el virtual. La imagen, sonido, color, gamas de luz, crean un entorno diferenciado al del libro impreso que ha sido poco trabajado en la esfera didáctica y que desafían la producción de conocimiento al respecto. No decimos que uno es mejor que el otro, sino que cada uno tiene unas características propias que demandan enfoques pedagógicos complementarios, aunque diferenciados.

La producción de texto a través del grafismo manual no es igual al que se genera mediante teclado, porque refieren a procesos de cognición distintos, aunque suelen ser tratados como similares. La posesión diferenciada de herramientas tecnológicas está convirtiendo al aula en un lugar de nuevas diversidades que demandan teoría, metódicas, técnicas y miradas múltiples de atención, para abordar el estudio de la comprensión lectora, por eso en esta investigación nos hemos centrado en los procesos de presencialidad centrados en el texto impreso.  Aunque este último problema detectado escapa a los límites de la investigación actual, es un elemento a ser indagado científicamente en el futuro, en el marco de la línea de investigación en la cual trabajo. Trabajos como el de Marielos Murillo Rojas (2022) comienzan a expresar esta preocupación, como un tema de agenda investigativa y pedagógica.

Referencias bibliográficas

https://www.unesco.org/es/articles/alfabetizacion-para-el-desarrollo consultado el 22-14-2022
Carlino, P. (2005). Escribir, leer y aprender en la universidad. Una introducción a la alfabetización académica. Buenos Aires: Fondo de Cultura Académica

Cassany, D. (1999) Construir la escritura. Barcelona: Paidó

Bonilla, L (2021)

Pandemia, derecho a la educación, aprendizajes y estallido de la burbuja educativa

Matos, M (2009) tesis en la web http://biblo.una.edu.ve/docu.7/bases/marc/texto/t35345.pdf

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Charlas con B y OVE presentan a Marianicer Figueroa: Conocimiento Libre y Ciencia Abierta. (Video)

Equipo OVE-Clacso Venezuela 

Las ciencias sociales en Venezuela han tenido un espectacular desarrollo en los últimos setenta años. Grandes maestros y maestras formaron a generaciones de cientific@s sociales en todos los campos y áreas del conocimiento.

Sin embargo, la instrumentalización de la investigación muchas veces invisibiliza la importante labor que se realiza.

En Charlas con B nos proponemos el ambicioso proyecto de abrir una ventana semanal para dar a conocer el trabajo científico que se realiza en Venezuela. No lo haremos a través de los decisores, ni de quienes gestionan los centros de investigación, sino dándole voz y rostro a los y las investigadores(as).

Nace este proyecto auspiciado por CLACSO-Venezuela y el portal “Otras Voces en Educación” (OVE), www.otrasvoceseneducacion.org.

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