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14 frases que demuestran que Mafalda ya sabía lo importante que es la educación de los niños

Por: Pilar Fonseca
Periodista especializada en maternidad, infancia y crianza

Es y será siempre la niña más sabia de la historia de la humanidad y por supuesto, su padre tiene mucha culpa de ello. Hablamos de Mafalda y reunimos algunas de las frases más certeras sobre lo importante que es la educación de nuestros hijos e hijas.

Educar es uno de los actos más importantes en los que nos empeñamos como madres y padres, no siempre es fácil pero siempre es necesario para que nuestros hijos sean personas completas cuando lleguen a la edad adulta.

A veces es más fácil encontrar ejemplos e inspiración fuera de lo más habitual o convencional y en eso Mafalda era y es toda una experta.

Las frases que ponía Quino en su boca, en sus historias, sus aventuras y sus relaciones con sus amigos, siguen estando de total actualidad.

Hemos reunido estas frases relacionadas con la importancia de la educación por su potente fuerza inspiradora, por lo que dicen y por cómo lo dicen. Frases e ideas perfectas para comentar con nuestras hijas e hijos para conocer cómo las interpretan ellas y para explicarlas y entenderlas juntos.

¿Por qué importa la educación?

Tenemos claro que la educación es esencial para empoderar a las personas en cualquier época y en cualquier sociedad.

A través de la educación se promueve la igualdad, se estimula el crecimiento económico de un país o una región, se mejora en términos globales la salud en una población y además, se fomenta y promueve la cohesión social.

mafalda

La educación es un pilar fundamental para el progreso y el bienestar de cualquier sociedad. Mafalda lo tenía muy claro:

  • “La educación es la vacuna contra la violencia y la ignorancia”
  • “El problema de las mentes cerradas es que siempre tienen la boca abierta”
  • De tanto ahorrar en educación, nos hemos hecho millonarios en ignorancia.
  • ¡Orquestas! ¡Si en lugar de tropas el mundo estuviera lleno de orquestas sería una maravilla!
  • ¿No sería hermoso el mundo si las bibliotecas fuesen más importantes que los bancos?

Lo complicado que es educar bien

Aprender a educar es un proceso continuo y desafiante que implica una combinación de conocimientos, habilidades, intuición y experiencia y eso también lo sabía Mafalda en el siglo pasado:

  • Educar es más difícil que enseñar, porque para enseñar usted precisa saber, pero para educar se precisa ser.
  • Pensá que esta buena gente antes de educarnos a nosotros no educó nunca a nadie.
diez libros que debes leer si tu hijo tiene altas capacidades

Educar, aprender, crear, imaginar, respetar

Educar y respetar son dos acciones o actitudes que están estrechamente relacionadas.

La educación debe promover valores de respeto, tolerancia y consideración hacia los demás para que los individuos de cualquier edad sepan ser respetuosos y empáticos y puedan convivir en una sociedad diversa y multicultural.

Sí, sobre eso también sabía mucho Mafalda:

  • ¿No es increíble todo lo que puede tener dentro un lápiz?
  • De vez en cuando conviene sacar a pasear un poco el instinto.
  • A mí me gustan las personas que dicen lo que piensan, pero sobre todo me gustan las personas que piensan lo que dicen.
  • Tu vida irá hacia adelante cuando te apartes de las personas que te llevan hacia atrás.

La dura misión de educar en igualdad de género

Educar para promover la igualdad de género y combatir la discriminación y desigualdades basadas en el género es por lo que apostaba Quino a través de las tiras de Mafalda, en la Argentina de los años 60′.

Educar en la igualdad de género, en la idea de que todos los individuos tienen que tener las mismas oportunidades y los mismos derechos, independientemente de si son hombres o mujeres.

Mafalda nos mostraba el ejemplo de su madre para hacer ver al lector lo importante que es educar en la igualdad:

  • ¡Ánimo, mamá, que el día que la tierra sea del que la trabaja serás dueña de una polvareda que no te cuento!
  • Lo malo es que la mujer en vez de jugar un papel, ha jugado un trapo en la historia de la humanidad.
  • Fregar, planchar. Cocinar y todo eso… no quiere decir fregarse la vida, plancharse las inquietudes, freírse la personalidad y todo eso.

https://www.serpadres.es/educacion/45766.html

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Mafalda y la escuela.

 Por: Rogelio Javier Alonso Ruiz*

La maestra, señalando un pizarrón repleto de letras, repetía, una y otra vez, “mi mamá me mima”. Después de un momento, Mafalda se acercó a ella para felicitarla por tener una madre excepcional. La niña volvió a su butaca y, desde ahí, con seriedad, le dijo: “y ahora, por favor, enséñenos cosas realmente importantes”, provocando que en el rostro de la docente se dibujara una mirada notoriamente desconcertada. Así como ésta, diversas anécdotas en la vida escolar de la niña invitan, a través de un humor cargado de una aguda mirada social, a repensar los medios y los fines educativos.  

El pasado 30 de septiembre, en su natal provincia de Mendoza, Argentina, murió a los 88 años Joaquín Salvador Lavado Tejón, mejor conocido como Quino, caricaturista creador de Mafalda, la niña de las tiras cómicas que, con su curiosidad infantil, reflexionaba sobre diversos asuntos de la vida humana. Uno de los temas que el humorista argentino tocó en sus producciones fue la educación, transmitiendo mensajes que, si bien simples, destacan por su potencia y vigencia más allá de los años y la geografía.

La obra de Quino dibuja a una escuela alejada de los intereses infantiles, enajenada en la transmisión de conocimientos desarticulados e inertes para los educandos: su sentido es difícil de encontrar por los alumnos, convirtiendo la asistencia a las aulas en una experiencia muchas veces desagradable. La de Mafalda es una escuela que trata de negar a los niños su esencia para convertirlos en consumidores de saberes.  Así pues, cuando la pequeña va camino a su escuela, se da cuenta que ha mojado sus zapatos con lo que inicialmente parecería una gran fuga de agua pero que, posteriormente, descubre eran las lágrimas de todos los niños que, metros adelante, lloraban desconsoladamente al tener que ingresar al plantel. La escena invita a preguntarnos si hacemos lo suficiente por propiciar que nuestros alumnos sean felices al interior de los muros de las escuelas.

Las aventuras de Mafalda frecuentemente la motivaban a reflexionar sobre la pertinencia de los conocimientos que adquiría en la escuela. No sólo eso, también le preocupaba la abrumadora cantidad de aprendizajes que tendría que asimilar: en una ocasión, tomando un listón para medir el perímetro de su propia cabeza, la niña se preguntaba “¿cabrá aquí todo lo que en la escuela me van a meter en la cabeza?”. Tal como lo advertía Mafalda desde hace algunas décadas, el enciclopedismo no se ha ido de las aulas. Qué pregunta tan profunda y vigente de una inocente niña, sobre todo a la luz de un currículo que en tiempos recientes ha demostrado su saturación y fragmentación, que ha propiciado dificultad para afianzar aprendizajes elementales que incluso son difíciles de distinguir entre el complejo pajar de exigencias. El de Mafalda es un llamado a la mesura en cuanto a las expectativas académicas que se ponen sobre los hombros de las escuelas.

La crítica de Quino se centra en muchas ocasiones en aquellos conocimientos intrascendentes desde la perspectiva del niño, que cobran relevancia sólo en la mente de los profesores.  Así pues, Manolito, el compañero de Mafalda, en una ocasión se ve tan satisfecho por haber escrito “América” sin “h”, pero no advierte que en su trabajo escolar dibujó al revés el mapa del continente. ¿Cuántas veces la escuela se preocupa, por ejemplo, porque sus alumnos sepan escribir justicia con “j”, aunque no los haga conscientes de situaciones de despojo y de afectación a sus derechos, ni los prepare para propiciar o exigir dignidad y bienestar colectivo? ¿Cuántas veces la escuela se conforma con conocimientos huecos y descafeinados? ¿Cuántas veces es suficiente, volviendo con Manolito, saber escribir correctamente América, pero no entender América?

Mafalda, con una singular inocencia, también cuestionaba la infraestructura educativa. Un día, cuando su maestra abrió la puerta de su salón para que el grupo saliera al recreo, la niña observó la pintura descarapelada del techo del pórtico, el tubo del desagüe minado, muros erosionados y agrietados. Ante este lamentable paisaje, la pequeña advirtió: “es notable cómo los decoradores del Ministerio de Educación han logrado darle el mismo estilo a toda la escuela”. ¿Cuántos niños, décadas más tarde, se estarán preguntando lo mismo en las escuelas a las que asisten? Qué reflexión tan oportuna de una pequeña, sobre todo cuando para regresar a clases después de la pandemia, uno de las preocupaciones es que no exista agua potable en los planteles. Es pues el mensaje de Mafalda un llamado de atención ante la incongruencia de aquellos que en los discursos ensalzan el poder transformador de la educación, pero simultáneamente permiten la existencia de escuelas en condiciones por demás indignas.

La desconexión entre la escuela y los niños se muestra de manera contundente en una de las tantas tiras de Quino: ante la invitación de la maestra para que aquellos que tuvieran preguntas levantaran la mano, Manolito lo hace de inmediato y, cuando la profesora le cuestiona qué es lo que no ha entendido, responde sin dudar: “desde marzo hasta ahora, ¡nada!”. ¿Será que el alumno no entiende a la escuela o que la escuela no entiende al alumno? El escandaloso problema de abandono escolar de nuestros tiempos hace pensar que es la escuela la que se aleja de las necesidades de sus estudiantes.

Como se observa, el mensaje de Quino sobre la realidad educativa invita a no perder de vista elementos que, si bien parecerían simples, son fundamentales para hacer de la escuela un lugar mejor. Destaca el llamado por permitir que los niños sean niños, que sean felices y que encuentren experiencias de aprendizaje placenteras. Además, hacer de la escuela un lugar digno materialmente. El humorista argentino también llama a replantear el acontecer pedagógico: erradicar el enciclopedismo, para, en lugar de la pesada carga de conocimientos que se busca verter sobre la cabeza de los estudiantes, se incluyan de manera mesurada aprendizajes con sentido para la vida. Las tiras cómicas de Quino son un material valioso para la autocrítica del acontecer educativo: a más de medio siglo que Mafalda asistía a estudiar, ¿cuántas de sus exigencias se habrán cumplido en la escuela de hoy?

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Profesor colimense. Director de educación primaria (Esc. Prim. Adolfo López Mateos T.M.) y docente de educación superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Fuente e imagen: https://proferogelio.blogspot.com/2020/10/mafalda-y-la-escuela.html?m=1

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Quino y su siembra

Por: Atilio Borón

Quino abrió sus alas y voló, dejando tras sí una estela de luminosas enseñanzas. Durante nueve años, en su tira de Mafalda y sus amigos, retrató con maestría la vida cotidiana y los estereotipos de la sociedad argentina de los sesentas y comienzos de los setentas, cuestionados por la niña rebelde, crítica, de oportunos e incisivos comentarios. Luego, cuando en plena dictadura Mafalda tuvo que ser puesta a buen recaudo para que no desapareciera como tantas otras argentinas, su creador amplió el foco de su análisis social y descargó toda su finísima ironía para exponer y denunciar las injusticias de este mundo. El recuerdo que ha dejado impreso entre quienes tuvimos la fortuna de disfrutar de su humor político es imborrable y, me atrevería a decir, casi universal. Digo “casi” porque ignoro si en Asia y África se conocen sus viñetas, aunque creo que en Japón sí. Lo que queda fuera de toda duda es que Quino, con su lápiz y plumín, contribuyó a crear una conciencia crítica con más eficacia y alcance que cientos de sesudos escritos. Fue un incansable sembrador de ideas “incorrectas”, es decir, contestatarias; no conforme con eso fue también un empecinado cultor de utopías. Su sutil burla a las dictaduras, sus hampones y sus beneficiarios y su crítica a la prepotencia de ricos y poderosos, dentro del país y en el terreno internacional, penetró en la conciencia de millones de personas y cambió, para bien, su forma de ver el mundo. Su obra, demostró por enésima vez, la eficacia del humor como instrumento de crítica social ante el cual las clases dominantes se quedan sin respuestas. Sólo atinan a recurrir al “entretenimiento” y tratar de estupidizar a las masas, embotar su cerebro, desconectar sus neuronas, fomentar su ignorancia y pasividad. Todo al revés de lo que hacía el ilustre mendocino, que en la gran mayoría de las veces interpelaba nuestras conciencias sin decir una sola palabra, o hablando en voz baja, como musitando sus dibujos que por eso mismo rugían con voz atronadora. Los ejemplos seleccionados para acompañar esta despedida son elocuentes. Quino, se nos ha ido, pero su inmenso legado permanece entre nosotros como alimento de futuras generaciones y como un acicate en la inconclusa tarea de entender el mundo … y cambiarlo, de una vez por todas. Antes de que sea demasiado tarde.

Fuente e imagen: https://atilioboron.com.ar/quino-y-su-siembra/

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Quino, dibujante de sonrisas, maestro de la vida

América del sur/Argentina/prensa-latina.cu

El mundo llora hoy a Quino, un dibujante de sonrisas, padre de los hispanohablantes que lo siguieron a lo largo de seis décadas con su Mafalda, ese personaje de infinito ingenio, quien planteó nuevos dilemas y profundas reflexiones.
En este malogrado 2020 donde no hay un ser humano en el planeta que no cuente los días para que acabe, se va uno de los más grandes dibujantes del mundo hispano Joaquín Lavado (Quino), un hombre sinigual, marcado por la justicia social, quien con su pincel dejó a mediante su filosofía y enseñanzas cientos de llamados de atención por un mundo mejor. 

A Quino lo conocí el 9 de noviembre de 2017. Una multitud se abalanzó sobre él durante una presentación de su Mafalda en guaraní, organizada por la embajada paraguaya en Buenos Aires.

Era la primera vez que su ingeniosa niña hablaba en una lengua originaria y Quino estaba feliz.

Aunque su salud ya se encontraba algo débil, en una repleta sala del Centro de Altos Estudios Universitarios (CAEU) de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), entre aplausos, escuchaba atento los ingeniosos diálogos de Mafalda y sus amigos en una lengua ancestral.

Quizás hacía una profunda reflexión en ese momento de cuán lejos llegó con su lápiz a través de una ingeniosa niña, llena de simpatía, comprometida ante el mundo y que odiaba la sopa. Desde su asiento escuchaba atento varios de los fragmentos de su obra en guaraní y sonreía.

Fue en uno de los últimos actos en vivo que se le vio al padre de Mafalda, esa filósofa urbana que tantas verdades enseña, con reflexiones que parecieran haberse escrito ahora mismo.

Con su Mafalda, traducida a más de 25 idiomas, Quino dio voz a toda una generación, retrató un momento especial en la historia latinoamericana de la década de 1960 y 1970 cuando miles de jóvenes trataban de cambiar y mejorar el mundo.

A través de Mafalda, se hizo eco de esas aspiraciones y se constituyó en un icono.

La tira latinoamericana más vendida a nivel internacional, supo romper los estereotipos y con su vitalidad calar hondo en una América marcada por momentos muy duro de su historia y en una Argentina, por ejemplo, en la que incluso burló la censura de la dictadura.

Pero Quino fue mucho más que Mafalda, fue también Felipe, Manolito, Susanita, Guille y Libertad, fue Argentina y América Latina, esa que hoy deja huérfana por su partida el genial creador de viñetas, el padre de muchos que despiden con dolor al maestro de la vida.

Fuente e imagen tomadas de: https://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=400230&SEO=quino-dibujante-de-sonrisas-maestro-de-la-vida-foto
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Mundo: La historia de Mafalda, la niña crítica

Mundo/26-03-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

PENSAMIENTO. “Lo ideal sería tener el corazón en la cabeza y el cerebro en el pecho. Así pensaríamos con amor y amaríamos con sabiduría”

En estos días de cuarentena, es el momento de enterarte un poco de la vida de esta chica.

Mafalda, aquella pequeña crítica, inteligente, fanática de los Beatles y del pájaro loco, tiene una genial historia. El portal web culturizando.com te presenta el curioso origen y un recorrido cronológico a través de la niña de caricaturas más famosa del mundo.

En 1963

La empresa Mansfield encarga a Joaquín Salvador Lavado (Quino) una historieta sobre una familia para promocionar una nueva línea de electrodomésticos. Finalmente, la campaña no se realizó, por lo que las ocho tiras que dibujó quedaron guardadas en un cajón.

Al año siguiente, el secretario de redacción de ‘Primera Plana’, le pidió una historieta y Quino rescató sus viejas tiras y dibujó unas cuantas nuevas. El 29 de septiembre de 1964 se publicó la primera de ellas; fue en aquel momento que nació ‘Mafalda’.

Continúan publicándose semanalmente, pero a principios del 65, por diferencias de criterio con ‘Primera Plana’, se llevó a Mafalda al diario argentino El Mundo, reapareciendo 10 días después.

En 1966, Mafalda comenzó a traspasar las fronteras, al publicarse en varios diarios de Uruguay. En 1968 empiezan a editar su primer libro en Europa.En 1969 aparece en Italia la primera obra que recopila sus tiras, con el título ‘Mafalda, la contestataria’, y con un prólogo sin firma, pero que escribió Umberto Eco.

Quino no sospechó que un día el escritor Julio Cortázar llegaría a decir: “No tiene importancia lo que yo pienso de Mafalda. Lo importante es lo que Mafalda piensa de mí”.

En 1970, en España, se lanzó el primer libro de Mafalda y la censura del Gobierno franquista obligó a los editores a ponerle una franja en la tapa que dice “Para adultos”.

En 1972, en Finlandia se publican tres libros de Mafalda, aunque sin mayor éxito. En 1973 aparecen los primeros textos en Francia y en Alemania.

El 25 de junio de 1973, el semanario Siete Días publicó la última tira. Según dijo Quino: “Se le han agotado las ideas”. El ilustrador entonces se traslada a Milán, desde donde continuó realizando tiras cómicas.

En campaña mundial

En 1977, a pedido de Unicef, Quino ilustró con Mafalda y los personajes de su tira la edición internacional de la Campaña Mundial de la Declaración de los Derechos del Niño. Dos años más tarde se editó, en Francia, el primer libro de Mafalda a color.

En el 87, Quino volvió a dibujar una ‘tira’ completa con el personaje, a pedido de Joan Manuel Serrat, para su disco sobre poemas de Mario Benedetti, ‘El Sur también existe’, que, por distintas razones, finalmente no se utilizó. En abril de ese mismo año, Quino dibujó a Mafalda diciendo: «¡Sí a la democracia! ¡Sí a la justicia! ¡Sí a la libertad! ¡Sí a la vida!» después del fallido golpe de estado contra el Gobierno de Alfonsín.

En Estados Unidos

En 1986 apareció por primera vez en Estados Unidos.

En 1988 volvió a dibujar a Mafalda junto a Libertad, para un cartel del Ministerio de Relaciones Exteriores de la Argentina, en conmemoración del Día Universal de los Derechos Humanos.

En 1990, en Taiwán, se publicaron ediciones piratas de Mafalda en chino.

En 1992, se hizo en Madrid una gran exposición de 1.200 m2, titulada ‘El Mundo de Mafalda’, organizada por la Sociedad Estatal Quinto Centenario, que también difunció un libro con el mismo título.

El 28 de noviembre de 1995 se inauguró en Buenos Aires la ‘Plaza Mafalda’.En 2008, la empresa Subterráneos de Buenos Aires efectuó dos murales de su personaje Mafalda, en la estación Perú.

Como un homenaje a Quino, el 30 de agosto de 2009 fue colocada una estatua de Mafalda en San Telmo (Buenos Aires). Los diez únicos libros de la serie continúan reimprimiéndose una y otra vez en el planeta. (PT)

El problema es que hay más gente interesada que gente interesante”.

Mafalda

Antecedentes de Quino

El 29 de septiembre de 1964, ‘Mafalda’ debutó oficialmente como tira cómica, sin embargo, el personaje en sí había sido creado en 1962.  Su autor, conocido mundialmente como Quino, responde al nombre de Joaquín Salvador Lavado Tejón, nacido en Mendoza, Argentina, el 17 de julio de 1932. Aunque se inició como dibujante en 1954, el éxito comenzó a sonreírle en 1962, cuando publicó su primer libro de recopilación de chistes gráficos titulado ‘Mundo Quino’, y creó la historieta ‘Mafalda’.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/noticia/1102312857/la-historia-de-mafalda-la-nina-critica

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9 tiras cómicas de Mafalda para reflexionar sobre el rol docente

Por Camila Londoño

En 1964 se conoció la primera tira cómica de Mafalda. Han pasado años desde entonces y sin embargo, las reflexiones de esta niña tan particular, siguen estando tan vigentes como la primera vez.

 
Diminuta, irreverente, con una inteligencia y sagacidad inmune a los razonamientos adultos. Así es Mafalda, la pequeña niña que junto a Miguelito, Susanita, Manolito, Guille, Libertad y Felipe ha sabido cuestionarlo todo, absolutamente todo. Mafalda salió a la luz por primera vez el 29 de septiembre de 1964. Su creador, el argentino y humorista gráfico Joaquín Salvador Lavado, mejor conocido como Quino, no sospechaba entonces que las reflexiones y críticas que pondría en la boca de este personaje sin filtro, impactarían tanto al mundo. El surgimiento de Mafalda se dio de una forma inesperada después de que Quino en el 62, fuera invitado por su amigo Miguel Brascó a realizar una tira cómica (protagonizada por una familia similar a la de Mafalda), pensada para promocionar la marca de electrodomésticos

Mansfield.

Han pasado muchos años desde que Quino dibujó a Mafalda por última vez, sin embargo, sus discursos siguen tan vigentes como el primer día. Política, economía, salud, igualdad de género, familia y por supuesto, educación, son algunos de los temas que Mafalda suele abordar en su universo infantil que es tan único como ella.

Con respecto a la educación, valdría la pena recalcar que la tira cómica de Mafalda tiene una amplia concepción del tema y no está limitada únicamente a la escolaridad propiamente dicha. Sin embargo, existen claras reflexiones con respecto al sistema educativo tradicional, la desvinculación de la escuela con la realidad del alumno, al sentido de la escuela, a la practicidad de los contenidos escolares, al rol pasivo del estudiante en los procesos de aprendizaje e incluso reflexiones con respecto al papel de los medios como nuevas plataformas de transmisión de saberes, entre muchas otras cosas. Las reflexiones en las siguientes tiras cómicas, son el ejemplo de los cuestionamientos de esta niña que preocupada por la humanidad, se rebela contra los mayores sin pensarlo dos veces y nos invita a pensar sobre las prácticas y el quehacer pedagógico, además del rol docente:

1. El monitoreo constante del aprendizaje es tanto o más importante que el contenido que se enseña

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


2. Un gran aprendizaje debe encontrar un lugar en la cotidianidad

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


3. Enseñar a leer va más allá de la decodificación de una consonante con una vocal

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


4. Contextualizar la enseñanza, ¡sí importa!

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


5. Una buena educación es aquella que logra desplegar todas las potencialidades de nuestros estudiantes. Es mucho más que transmisión de contenidos

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


6. Siempre existe una mejor forma de enseñar…

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


7. Reconocer los logros de nuestros estudiantes puede cambiar su actitud frente al aprendizaje

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


8. Profundizar en las respuestas de nuestros alumnos nos permite conocer su comprensión real sobre ciertos aprendizajes

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen


9. ¿Estamos logrando que todos los niños aprendan y disfruten del proceso?

QUINO. (1999) Todo Mafalda. Barcelona. Lumen

Fuente: http://www.eligeeducar.cl/9-tiras-comicas-mafalda-reflexionar-rol-docente?utm_content=buffer7a3d3&utm_medium=social&utm_source=twitter.com&utm_campaign=buffer

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