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Nuevas aproximaciones al fortalecimiento de capacidades de los funcionarios de la administración forestal pública

01 de febrero de 2017 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

Los programas de fortalecimiento de capacidades de los funcionarios de la administración forestal pública (hombres y mujeres) tienen su especificidad y es el punto de partida. No se trata únicamente de capacitarlos para el cumplimiento de las políticas públicas forestales o en los procedimientos administrativos para el ejercicio de derechos de los ciudadanos (hombres y mujeres) que siendo aspectos muy importantes y necesarios el fortalecimiento de capacidades va mucho más allá que eso.

Lo primero es que los funcionarios reconozcan, aunque parezca obvio decirlo, que el fortalecimiento de sus capacidades tiene un público objetivo referido a los usuarios forestales (hombres y mujeres) con la finalidad de poder servirlos con los más altos estándares de calidad. Lo segundo es que el fortalecimiento de capacidades de los funcionarios tiene un sentido, un propósito, una razón profunda de ser y que subyace en todo lo que luego crean, piensen, sientan, digan o hagan. Ello refiere al reconocimiento de su gran paradigma motivador que en este caso está vinculado a los bosques (visto de una manera integral biofísica y sociocultural) y su relación con el desarrollo sostenible.

No basta una mirada de recurso o de producto, sino que requiere reconocer la trascendencia del rol que desempeñan con mirada amplia en la cual confluyen la gestión territorial y las estrechas interrelaciones entre naturaleza y sociedad.

¿Por qué el sentido profundo se antepone a las políticas públicas forestales y que se supone es lo que debe guiar a todo funcionario público? Porque reconocer el motivo trascendental permite tener una mirada más crítica del propio marco político y normativo y antes que quedarse solo en repetir la norma lo que se trata es desarrollar una actitud crítica, vigilante, de coherencia y pertinencia para reconocer si las políticas públicas están dando cuenta de la complejidad de la realidad y si cualquier acción que realice la administración pública forestal contribuye a la equidad, justicia y sostenibilidad. Ello porque se ha verificado casos donde la aplicación ciega y acrítica de la realidad se ha traducido en daños ambientales o injusticias sociales y eso es algo que no hay que repetir. No se trata por tanto de desconocer el Estado de Derecho sino por el contrario enriquecerlo.

Es frecuente escuchar la afirmación “lo que pasa es que no se puede normar sobre cada situación específica y por ello las normas son genéricas”. Con esta aproximación se está normando para los promedios pero eso ya no es suficiente. Se requiere también desarrollar gestión forestal sobre las especificidades sean ecológicas o socioculturales. Obviamente eso requiere ciencia y evidencias y no solo supuestos o el seguidismo de viejas costumbres o prácticas. Esto significa administrar con sentido de responsabilidad. Esta predisposición de ajuste y sincronía permanente con la realidad diversa tiene el propósito de mejora continua.

Por ello el fortalecimiento de capacidades de los funcionarios forestales no descansa en una lógica transferencista o repetitiva de contenidos. Existe demasiada información que es imposible que un funcionario pueda asimilarlo todo y esto no se resuelve ni siquiera con la especialización o la estructura de dependencias especializadas. Importa por tanto que los funcionarios tengan la capacidad de gestionar el conocimiento y gestionar su propia capacidad de aprendizaje permanente.

Un programa de fortalecimiento de capacidades de los funcionarios forestales debe tomar en cuenta los siguientes aspectos a desarrollar:

  • Capacidad para reconocer sistemas y las diferentes interacciones con otros sistemas más allá de miradas disciplinarias. Esto implica un enfoque de mirada de la complejidad.
  • Capacidad para saber reconocer pautas, patrones, interrelaciones, interdependencias
  • Infinita curiosidad e inquietud para ver más allá de lo evidente.
  • Capacidad de asombrarse y maravillarse sobre todo aquello que pareciendo obvio encierra nuevas posibilidades cuando lo escudriñas con nuevas miradas.
  • Capacidad para gestionar razones y emociones. Está demostrado que mucho del aprendizaje descansa en lo emocional.
  • Cultura orientada a la búsqueda de las múltiples posibilidades y no quedarse solo en lo conocido o instituido.
  • Cultura orientada a la generación de soluciones creativas pero sin perder el gran sentido y criterios fundamentales de sostenibilidad.
  • Cultura orientada a la invitación permanente al usuario forestal para que despliegue su capacidad imaginativa y creadora de soluciones pero, de igual manera, sin perder principios de sostenibilidad.
  • Predisposición a la investigación en acción de manera permanente.
  • Capacidad de sistematización para la capitalización de los nuevos conocimientos y aprendizajes.

Interesa mucho que los funcionarios participantes de programas de fortalecimiento de capacidades sepan gestionar la comunicación tanto en sus dimensiones verbales como no verbales. Por ejemplo con relación a la gestión de la palabra tenemos dos situaciones: Una que implica la economía de la palabra que refiere a saber expresar con pocas palabras el sentido, espíritu o contenido de algo que se desea compartir o reflexionar. Interesa reconocer cuáles son las palabras núcleo o significativas que se desea compartir para que se conviertan en inspiradoras, catalizadoras y evocadoras. La otra situación implica la licencia para usar sinónimos, énfasis y refuerzos que favorezcan el diálogo, la participación y la generación de propuestas y posibilidades. Aquí también ingresa el hecho de saber usar historias, leyendas, cuentos, metáforas para ilustrar una o más ideas fuerza que se desea compartir. Pero no solo importan los contenidos sino también el lenguaje del cuerpo que acompaña el discurso. Esta coherencia comunicacional es central para favorecer el proceso dialógico.

Un aspecto que no hay que descuidar es el uso de la imagen que se manifiesta a través de fotografías, esquemas, diagramas, dibujos, caricaturas tanto los de significación directa como indirecta, por ejemplo el uso de símiles o metáforas gráficas. Es conocido que una imagen poderosa ahorra palabras y tienen gran impacto comunicacional. No hay que desperdiciar este inmenso potencial de comunicación y aprendizaje.

Un aspecto que no hay subestimar refiere al ejercicio de lo lúdico. No solo nos remite a nuestro niño interior sino que los juegos tienen la virtud de mostrar nuestro universo psíquico: somos como jugamos. Ello tiene un gran potencial para la reflexión y el aprendizaje con la virtud de combinar cuerpo, mente y palabra.

Finalmente no podemos dejar de mencionar el carácter motivacional del fortalecimiento de capacidades. Participar en un proceso de fortalecimiento de capacidades no debe asociarse únicamente a lo racional, a lo estático y muchas veces a lo aburrido. Debe estar más bien asociado a la posibilidad de enriquecerse racional y emocionalmente, a la comprensión de los grandes objetivos de la gestión forestal y lograr un involucramiento activo y entusiasta. Eso significa darle un carácter altamente emotivo al fortalecimiento de capacidades. Reconocer que se es parte de objetivos trascendentales, de una gran apuesta para la gestión de paisajes, de comunión entre la naturaleza y la sociedad, de contribuir a la generación de la riqueza material y espiritual, de comulgar con la sostenibilidad.

Sintetizando entonces podemos decir que el programa de fortalecimiento de capacidades de los funcionarios forestales debe estar orientado a entender en profundidad lo que implica ser servidor público y reforzar el compromiso con la gestión de paisajes forestales para el desarrollo sostenible.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-nuevas-aproximaciones-al-fortalecimiento-de-capacidades-de-los-funcionarios-de-la-administracion-forestal-publica/

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Las universidades, su huella de carbono y la verdadera modernidad.

Por: Juan Palomar Verea.

Las universidades, como centros neurálgicos de la educación, tienen una primordial obligación respecto al medio ambiente: reducir al mínimo su huella de carbono, y a través de ello, colaborar a la salud pública y a la formación de todos sus alumnos, empleados, maestros, comunidad en general. A estas alturas todos sabemos que el reducir dicha huella (el impacto global sobre la atmósfera terrestre) es vital para la vida en el planeta.

¿Cómo hacerlo por la vía de los hechos? Una de las principales vías es limitar al máximo uno de los factores del funcionamiento universitario que posiblemente es el más perjudicial para el entorno: los desplazamientos automotores de su comunidad. Entre más lejanos y dispersos sean los planteles e instalaciones académicas mayor es el gasto en combustible y tiempo para acceder cotidianamente a ellos (en transporte público o privado).

La Universidad de Guadalajara, por ejemplo, ha seguido una política de alejar algunas de sus instalaciones de las áreas céntricas y mejor comunicadas de la ciudad. Para que un alumno (o cualquier ciudadano), por ejemplo, pueda consultar un libro que ocupa en la Biblioteca Pública del Estado (manejada por la U de G) debe, en la gran mayoría de los casos, imprimir una significativa huella de carbono en perjuicio del medio ambiente, e invertir mucho tiempo de traslado. O no ir (poca afluencia).

Esta práctica de abandonar las áreas consolidadas tapatías colabora además activamente para restarle vitalidad y viabilidad al centro. Teodoro González de León, no lo olvidemos, señalaba que el principio del desastre del centro de México fue el traslado de la comunidad universitaria de la Unam hacia el lejano campus del Pedregal.

El Iteso, por su parte, tuvo un inicio prometedor, hacia 1957, cuando comenzó a crear una red de planteles, cuatro o cinco, en el centro de la ciudad. El espejismo de los campus a la manera norteamericana, del Tec de Monterrey y de la Unam, fomentó la plusvalización de los lejanos terrenos donados por don José Aguilar, y sus áreas colindantes, a través de la creación, hacia 1962, del actual campus al sur de la mancha urbana. Queda la especulación, aún vigente: ¿qué sería haber continuado con el sistema céntrico, como la Universidad de Salamanca, la Sorbona y tantas otras? ¿Qué sería hacerlo ahora?

Ambas universidades hacen esfuerzos por mejorar sus efectos perjudiciales sobre el medio ambiente. La U de G acaba de anunciar que adquirió 29 vehículos eléctricos y 9 híbridos para integrarlos en su flotilla compuesta de centenares vehículos convencionales. El Iteso, por su parte, ha convertido su campus en un admirable jardín botánico y trata sus propias aguas residuales. Además ha prohibido el unicel, y está haciendo la lucha por cancelar el uso de los popotes y las botellas de PET, junto con el fomento a las prácticas del transporte compartido y la bicicleta.

Habría, además de estos loables esfuerzos, que profundizar drásticamente en otras medidas. La U de G, por ejemplo, podría regresar una parte significativa de la biblioteca del Estado (no un pedacito) a la Casa de la Cultura Jalisciense del Agua Azul. Podría, en vez de continuar alejando sus instalaciones, desarrollar en las inmediaciones del citado parque, estratégicamente situadas en el corazón metropolitano y que ofrecen grandes oportunidades, un gran distrito universitario (ya hay otro pie de cría: el Teatro Diana). Otra oportunidad: restaurar integralmente el Jardín Botánico (conforme a la ilustración original del proyecto del siglo XVIII que se acompaña) y que es parte integral, clínica y educativa del frontero Hospital Civil, manejado por la propia U de G.

O el Iteso, por ejemplo. Bien podría descentralizar su campus, ya pletórico y congestionadísimo de coches, a la manera como muy meritoriamente lo empezó a hacer con gran éxito y aceptación de su comunidad y del público en general, con la Casa Iteso-Clavijero, instaurada hace más de diez años en la Casa González Luna de Luis Barragán. Bien se habla de los beneficios ambientales de las aproximadamente 40 hectáreas del campus-jardín con el que cuenta. Pero nunca se habla de la incalculable y mayúscula huella de carbono (y del altísimo desperdicio de tiempo y desgaste humano), que ha representado históricamente, y representa hoy, el cotidiano traslado de los miles de integrantes de su comunidad hasta dicho campus. Porque, paradójicamente, entre más queda el campus rodeado de desarrollo urbano, más complicado, tardado y contaminante es llegar a él: más se aleja en términos reales. Esto se aplica a todos los centros educativos periféricos (el Tec, etcétera).

Las universidades tienen una indeclinable y esencial obligación cívica. Una de las primeras es impulsar la sustentabilidad (en todos los sentidos) de sus ciudades, de sus comunidades. Los tiempos y las circunstancias cambian: es más que hora de que los centros educativos replanteen su papel en la urbe, de que se superen esquemas obsoletos y dañinos, de que apuesten por una verdadera modernidad.

Fuente: http://opinion.informador.com.mx/Columnas/2017/01/20/las-universidades-su-huella-de-carbono-y-la-verdadera-modernidad/

Imagen: http://ep00.epimg.net/ccaa/imagenes/2013/08/06/valencia/1375814820_020515_1375815150_noticia_normal.jpg

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Bullying: el gran enemigo de la educación ambiental

Por: Carlos Ruperto Fermín

En un Mundo donde los ancianos ya no tienen la fuerza para cambiar el pasado, y donde los adultos se sienten los únicos dueños del tiempo presente, los niños y adolescentes realmente pueden vivir un hermoso futuro ecológico, si permiten que la conciencia ambiental sea el destino y el latido de todos sus corazones.

La carta astral de la maravillosa Madre Tierra, nos dice que un toro puede ser una pluma volando en el desierto, y que una pluma puede ser un toro galopando en la jungla. Cada vez que caemos en el sumidero o superamos los obstáculos, estamos demostrando que el peso de la vida se mide por el poder del cuerpo, por la astucia de la mente y por el valor del alma.

Sin embargo, nuestra inseguridad va fortaleciendo la desconfianza en el entorno, y la presión social nos obliga a luchar con la mandíbula ensangrentada, para no cederles el terreno a los enemigos foráneos, que predican el vigor del mestizaje biológico.

Vivimos en la época de la insatisfacción personal. Tenemos la fortuna de poseer un par de ojos, que inmortalizan el color del arcoíris. Tenemos la fortuna de poseer un par de piernas, que caminan por las calles de la esperanza. Y tenemos la fortuna de poseer un corazón de piedra, que rompe el silencio con cada gemido de dolor por las noches.

No se justifica tanta violencia en los hogares, en las familias, en las oficinas, y en las aulas de clases.

Un ciego regalaría su último segundo de vida, para volver a ver el sol del amanecer. Un sordomudo regalaría su último suspiro de vida, para escuchar el dulce amor de los pájaros. Y un enfermo regalaría su último recuerdo de vida, para recuperar la paz de una bienaventurada salud.

Estamos bendecidos por la Pachamama y santificados por el Cosmos. No importa si tenemos una discapacidad física o una deficiencia mental, porque la diferencia entre gozar la vida y vencer a la muerte, depende de la actitud positiva o negativa que adoptamos frente a los problemas cotidianos.

Pero la suciedad de la Sociedad Moderna que impregna al siglo XXI, no se cansa de ensuciar el termómetro natural de un resplandeciente planeta Tierra, que rebuzna con la ferocidad de un infernal animal llamado Ser Humano, quien en apenas nueve meses puede convertir el éxtasis del orgasmo, en un fenómeno multicultural lleno de ignorancia existencial.

Ese legendario estigma antropológico es conocido como «Bullying», el diablito anglosajón con dimorfismo sexual, que destruye la relación armónica entre la Humanidad y el Medio Ambiente. Un diablito uniformado que representa la putrefacción moral de su agresiva idiosincrasia, en la que convive diariamente junto a sus abuelos, a sus padres y a sus hijos.

Vemos que la clásica cobardía humana no permite cometer el infanticidio, por lo que la sobrepoblación global obliga a que millones de angelitos no deseados, sean felizmente procreados por obra y gracia de un hipocrático Espíritu Santo, que con un cuchillo romperá el anzuelo y con una nalgada aquietará el llanto.

Usamos los dones de la Naturaleza a nuestra propia conveniencia, y después de recibir la primera gracia salvadora del bautismo, nos transformamos en máquinas pecadoras al servicio de la envidia, de la corrupción, de la venganza y del mal.

No es casualidad que la marca de la bestia, todavía se refleja en el Taman Shud de la playa de Somerton, porque después de asesinar a la piñata en la tradicional fiesta de cumpleaños, jamás imaginamos que por cada palazo lleno de algarabía, nacería un nuevo trastorno psicológico en la razón del niño.

Por eso el hiperactivo acoso escolar, que se define en inglés con la famosa denominación de Bullying, es la consecuencia del prematuro maltrato que recibe gran parte de la juventud desde sus casas, donde solamente existen gritos, empujones, golpes, correazos, escupitajos, rabietas y traiciones.

Las locuras en la cama que simbolizaron el mejor de los nidos ecológicos, no pudieron evitar que los niños se adentraran en un sistema educativo primario, que fructifica el primitivo instinto de sobrevivir en cuatro paredes de resentimiento.

Entre los libros, los cuadernos, los pizarrones y los lápices, se esconden las drogas, las lágrimas, los cigarrillos, la cerveza y las pistolas, que van degollando el porvenir de los más inocentes jóvenes latinoamericanos.

La historia se sigue escribiendo con cenizas de flores envejecidas, porque aplicar la educación ambiental en las escuelas resulta una verdadera ridiculez, cuando sabemos que las cicatrices y los moretones que marcan para siempre la vida de los estudiantes, no se pueden evadir por la espalda y por las faldas de los peores profesores.

Quienes sufrimos del trágico Bullying por un glorioso cuarto de siglo, podemos afirmar que la educación ambiental es un contenido teórico y práctico, virtualmente imposible de proyectar en los liceos, mientras la mayoría de los muchachos se encuentran confundidos, y solo piensan en las cadenas del miedo, de la depresión, de la incomprensión, del fracaso y del potencial suicidio.

El desarrollo de la ecología va de la mano con la salud mental. Si tenemos una generación de jóvenes insanos que anhelan incendiar la escuela, robar el mejor de los smartphones, vomitar saliva para contemplar la belleza, compartir estupideces en las redes sociales, consentir penetraciones sin métodos anticonceptivos, y jugar videojuegos bélicos para olvidar la desatención familiar, pues será muy difícil que el conservacionismo se apodere de sus cinco sentidos.

La adicción al Bullying es una inyección letal para la Madre Tierra. Los alumnos arrancan el ciclo académico en los centros educativos públicos y privados, como una liviana pluma en el más cálido de los desiertos, pero a medida que pasan los años cargados de triptongos y ecuaciones, la pluma empieza a ser tan manoteada y fastidiada como el tosco toro de la jungla.

Si un niño se atreve a reciclar los desechos de su desayuno en la escuela, seguro que el resto de los alumnos le romperán sus cristalinos cuatro ojos. Si un niño se atreve a ahorrar el agua potable de la escuela, seguro que el resto de los mamíferos lo azotarán en el humillante patio trasero. Y si un niño se atreve a apagar la bombilla incandescente de la biblioteca, seguro que el resto de los delincuentes le devolverán el favor en la asquerosa sala sanitaria.

Lo peor de la desgraciada locomotora, es que cuando el niño les diga a sus padres que lo humillaron por reciclar, seguro que sus padres le gritarán y le cerrarán la boca. Cuando el niño les diga a sus padres que lo humillaron por ahorrar el agua potable, seguro que sus padres le partirán el hocico y lo encerrarán en la jaula. Y cuando el niño les diga a sus padres que lo humillaron por ahorrar la energía eléctrica, seguro que sus padres ya estarán viendo la televisión o durmiendo.

La pluma resiste el abuso con las eternas pesadillas, pero el toro se cansa con los cuernos de madrugada.

He allí el peligro que representa el Bullying para la comunidad latinoamericana. Jugamos con fuego cada vez que repetimos las mismas aburridas clases de Matemáticas, Geografía y Química, mientras sabemos que el dealer está negociando el polvito en el pasillo, que la fulana está siendo pisoteada con tinieblas en el comedor, que al patito feo le revientan el acné con el espejo retrovisor, y que la excelentísima junta directiva escolar siempre recibe su dinerito en los bolsillos.

Categorizar el arrebato del Bullying como la cosa más «normal» del Mundo, como una simple etapa de la pubertad, y como un castigo necesario para reforzar la conducta de los jóvenes, va aumentando la impunidad en contra de las víctimas, va acelerando la perversión mediática de los victimarios, y va consolidando la triste indiferencia ciudadana hacia la educación ambiental, que emerge como la única homeopatía capaz de extirpar el cáncer maligno de la gente.

No obstante, existen muchachos latinoamericanos muy valientes que NO se doblegan ante la adversidad, y que con mucho esfuerzo han cosechado experiencias ecológicas dignas de presentar a la colectividad.

Por ejemplo, tenemos a la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura en Paraguay, que convirtió la basura de las calles de Asunción en una oportunidad de rescate social para muchísimos niños humildes, quienes sin ya nada que perder por todos los malos tragos de la pobreza extrema, se atrevieron a confiar ciegamente en el lenguaje universal de la música, y ahora tienen un sagrado pan de oro bajo los brazos de Santa Cecilia.

La mayoría de esos niños humildes paraguayos, vivían presos en las garras del analfabetismo. No sabían escribir la palabra Bullying ni en Inglés ni en Español. No tenían un espectacular Iphone colgando en la cintura del pantalón, y no bailaban las canciones de reguetón en sus populares perfiles de Facebook.

Pese a vivir en las adyacencias del vertedero de basura Cateura, que producía un foco de permanente contaminación ambiental, las neuronas de los jóvenes paraguayos NO se contaminaron mentalmente, por lo que aprendieron a tocar instrumentos como el violín, el contrabajo, la guitarra, la flauta y las trompetas, que se fabricaron gracias a la creatividad de reutilizar los residuos sólidos del mencionado vertedero.

El resultado de mezclar la filantropía en zonas rurales con el ejercicio de la educación ambiental, se tradujo en una exitosa orquesta infantil con talento paraguayo, que nos invita a emular esa bonita hazaña en nuestros pueblos latinoamericanos.

Aunque todos sabemos que la dinamita del Bullying, sigue estallando con violencia en los colegios de América Latina, es más inteligente cambiar las balas de la guerra por el pacifismo del arte, por el cariño de una mascota rescatada de la carretera, y por un rojizo beso en la tierna mejilla.

El Bullying es como la maleza del campo, crece hasta que se corta la raíz.

Por eso, el primer paso para eliminar el círculo vicioso del acoso escolar, es reconocer que estamos sufriendo en un lugar donde deberíamos aprender con alegría, por lo que alzar la voz y denunciar las agresiones físicas y verbales que afectan nuestra integridad emocional, es la única decisión responsable que podrá liberarnos del conflicto.

Denunciar para que escuchen nuestro reclamo, volver a denunciar para que nos ayuden, y denunciar otra vez para exigir soluciones. No dudes en comunicarte con tus padres, maestros, vecinos, amigos, policías y presbíteros, que te brindarán el apoyo y la solidaridad que tanto necesitas para salir de la oscuridad.

La culpa no recae en la débil pluma, ni tampoco sobresale del fuerte toro. Simplemente estamos viviendo la tempestad de una grave anarquía social, en la que todos quieren comprar la cruz de Jesucristo, al menor precio de venta al consumidor.

Recordemos que el 26 de enero se celebra el Día Mundial de la Educación Ambiental, una fecha oculta en el limbo de las poblaciones y de sus habitantes, que niegan la relevancia de su anual festejo.

Necesitamos voluntad de cambio en los salvajes vientos hispanos. Una alerta roja de altísimo voltaje, que despierte el interés en preservar el bien común, y que restituya los recursos naturales de la Tierra.

Te aseguramos que hay promesa de salvación debajo de la almohada, y soñaremos con el mismo cielo azulado que ayer casi perdimos.

Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/a240013.html

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Andorra: Educación, cultura y medio ambiente en 2017

Europa, Andorra.  15 de enero de 2017. Fuente: La Vanguardia

Más allá de los retos que plantea 2017 con la vista puesta fuera de las fronteras, dentro de Andorra varios ejes afrontan la consolidación durante el año que empieza.  Andorra encara un nuevo año, 365 días que pueden considerarse clave para consolidar definitivamente la apertura del país hacia el exterior. La entrada en vigor de la ley de intercambio automático de información en materia fiscal, el pasado 1 de enero, es un ejemplo, recién empezado 2017, del esfuerzo que está realizando el país para lograr definitivamente el visto bueno de Europa y de los altos organismos mundiales en relación a la transparencia del sector bancario y del país en general.

El intercambio automático es, sin ninguna duda, un gran reto, pero la banca hace ya años que está trabajando en ello con el objetivo de mantener su notoriedad y su liquidez. El intercambio automático es un paso agigantado hacia la apertura del país, como también lo es el Acuerdo de Asociación que se negocia con la Unión Europea para que Andorra pueda acceder a su mercado interior. Los próximos 365 días también serán clave para el desarrollo del acuerdo.

La educación, y especialmente el sistema educativo andorrano, en su proceso de renovación para convertirse en un modelo pionero, es uno de esos ejes, pero también la apuesta por el medio ambiente, con proyectos como la cogeneración y el fomento del vehículo eléctrico.

En el ámbito cultural, destaca la inauguración inminente del Museo Thyssen, que traerá al país obras de renombre, procedentes de la colección personal de la baronesa. Y en el de las comunicaciones, este 2017 tiene que ser el año de la construcción del helipuerto nacional, indispensable para mantener al país conectado con el exterior. En definitiva, retos hay muchos. Ahora quedan 365 días para gestionarlos y completarlos de la mejor manera posible.

Fuente noticia: http://www.lavanguardia.com/economia/20170112/413294625025/andorra-2017-retos.html

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Mientras los países trabajan para proteger sus mares, el Promotor de los Océanos de ONU Ambiente Lewis Pugh llama a preservar la Antártida

Fuente PNUMA 7 1 de Enero de 2017

El pasado mes de abril el mundo añadió una superficie sin precedentes de 3.6 millones de kilómetros cuadrados, un territorio más grande que la India, a las áreas marinas protegidas, AMP. Con esta medida más de 5% de los océanos y mares del mundo quedó bajo protección.

El Convenio sobre Diversidad Biológica, que se reúne esta semana en México, ha instado al mundo a que proteja al menos 10% de sus áreas costeras y marinas para 2020. Este objetivo, que forma parte de las Metas de Aichi para la Biodiversidad, ha sido superado a nivel mundial para las zonas marinas bajo jurisdicción nacional.
Según las últimas cifras del informe Planeta protegido, la reciente creación y ampliación de cinco «mega AMP» en Chile, Palau, Hawái, las islas Pitcairn y Santa Helena en el Atlántico sur, situaron el total mundial en 12.7%.

«El establecimiento de tantas nuevas áreas protegidas es una extraordinaria noticia y debe dar a los que luchan incansablemente para conservar los océanos y mares del mundo un enorme sentido de logro», dijo Erik Solheim, Director Ejecutivo de ONU Ambiente.

«Sin embargo, debemos recordar que las Metas de Aichi para la Biodiversidad también demandan a los países que concentren sus esfuerzos de conservación en las áreas de mayor biodiversidad. No se trata sólo del tamaño del área bajo protección, sino también de dónde están ubicadas esas zonas y de lo robusta que es realmente esa protección».

El Promotor de los Océanos de ONU Ambiente y nadador Lewis Pugh participó desde la Antártida en una conferencia en vivo con los delegados reunidos en la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad en Cancún, México, y anunció su campaña Antártida 2020. La iniciativa busca asegurar AMP adicionales en áreas antárticas vulnerables, que abarcan cerca de siete millones de kilómetros cuadrados, aproximadamente el equivalente al tamaño de Australia.

«Hemos entrado en una era de incertidumbre, en la que muchos logros de conservación se encuentran en riesgo. Es el momento de aprovechar nuestro éxito reciente en el Mar de Ross. Con el apoyo del público, creo que podremos lograr el más ambicioso plan de protección del océano en la historia», dijo Pugh desde el helado mar de Bellingshausen, en la Antártida, donde nada en las aguas congeladas como forma de atraer la atención del mundo hacia la protección del océano.

En octubre, después de cinco años de negociaciones incentivadas por la «diplomacia Speedo» de Pugh, 1.57 millones de kilómetros cuadrados del Mar de Ross, un área más grande que el Reino Unido, Francia, Alemania e Italia juntos, fue declarada área protegida.

La Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad en Cancún también ha visto anuncios espectaculares, liderados por la promesa de México de preservar otros 650.000 kilómetros cuadrados de tierra y mar y proteger casi una cuarta parte de sus aguas territoriales. Este compromiso incluye la creación de la Reserva de la Biosfera del Caribe Mexicano que cubre 57.000 kilómetros cuadrados, la mayor reserva de la historia de la nación.

«Como presidente de la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad, México quiere enviar una señal clara sobre la urgencia de alcanzar las Metas de Aichi con acciones sin precedentes para preservar los ecosistemas marinos y terrestres», dijo Rafael Pacchiano Alamán, Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.

«México ha superado su compromiso de alcanzar los objetivos de Aichi para las áreas marinas y está en camino de seguir incrementando sus áreas protegidas».

Otros compromisos alcanzados en Cancún incluyeron el compromiso de Camboya de duplicar sus áreas protegidas, que ahora cubrirán alrededor de un tercio de la superficie total del país. Los Emiratos Árabes Unidos han manifestado su intención de declarar 18 nuevas áreas protegidas, incluyendo cuatro marinas.

Actualmente, hay 14.859 AMP repartidas en 18.5 millones de kilómetros cuadrados de mar y océano, según las nuevas cifras publicadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el Centro Mundial de Monitoreo de la Conservación de ONU Ambiente, que recopila datos sobre las áreas protegidas del mundo.

Sin embargo, las dos organizaciones han advertido que no todos los ecosistemas y áreas ricas en biodiversidad están igualmente representados, ni todas las áreas protegidas son manejadas eficaz o equitativamente. Según el informe Planeta protegido 2016 publicado en septiembre, sólo un tercio de las ecoregiones marinas del mundo tiene más de 10% de sus áreas protegidas.

Los océanos del mundo son nuestra mayor fuente de proteínas, en tanto que más de tres mil millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para subsistir. Cuando se manejan correctamente, las áreas marinas protegidas pueden aumentar la abundancia de peces y la biodiversidad.

Los estudios demuestran que las AMP efectivas, donde la pesca está prohibida, tienen el doble de especies de peces grandes, cinco veces más biomasa de peces grandes y 14 veces más la cantidad de biomasa de tiburón que las áreas donde sí se permite la pesca.

Citas adicionales

«Acojo con beneplácito el liderazgo que México y los Países Megadiversos Afines han mostrado en la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad en Cancún, México, extendiendo el alcance de las áreas protegidas y esperamos que la misma ambición se cumpla con los otros objetivos», manifestó Braulio Ferreira de Souza Dias, Secretario Ejecutivo del Convenio sobre la Diversidad Biológica.

«La UICN celebra este importante hito en la protección de los mares del mundo. Las áreas marinas protegidas son cruciales para el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria mundial, así como para ayudar a conservar la rica diversidad de vida en este planeta», dijo el Director General de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Inger Andersen.

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Informe mundial sobre ciencias sociales

Cambios ambientales globales
Heide Hackmann [Directora]
…………………………………………………………………………
Secretaría Ejecutiva.
ISBN 978-92-3-104254-6
CLACSO. UNESCO.
París.
Noviembre de 2016

Hay que dejar de ver los temas ambientales como asuntos periféricos o como cuestiones que ejercen un impacto externo en las sociedades; por el contrario, el cambio ambiental está interrelacionado con otras muchas crisis, riesgos y vulnerabilidades a las que se enfrentan las sociedades de hoy. Estas han comprenderse conjuntamente para poder abordarlas en conjunto. Las dimensiones social, económica y ambiental del desarrollo sostenible son una sola y misma agenda. El agua, los bosques, las ciudades, la agricultura, el transporte, la vivienda, la energía; en cada uno de estos procesos de la sociedad contemporánea los aspectos ambientales están entrelazados con los valores, creencias y comportamientos del ser humano. Damos forma a nuestro medio ambiente como él nos da forma a nosotros.
Descargar: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/se/20161207044933/InformeMundialSobreCienciasSociales.pdf
Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/libro_detalle.php?id_libro=1200&pageNum_rs_libros=0&totalRows_rs_libros=1139
Imagen: www.clacso.org.ar/clacso/novedades_editoriales/img_tapas/1200_Tapa.jpg
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El reto del desarrollo de capacidades en la perspectiva del buen vivir o el desarrollo sostenible

09 de diciembre de 2016 / Fuente: http://pcnpost.com/

Por: Rodrigo Arce Rojas

Separar el mundo entre “capacitadores y capacitados” nos podría lleva a pensar que unos son los que tienen los conocimientos, habilidades y destrezas y los otros son los que lo necesitan. De primera instancia podríamos pensar que esto es así pero antes de legitimar expresiones ligeras debemos profundizar al respecto.

Habría que reconocer que todas las personas tienen diversos, grados de conocimientos, aptitudes, y destrezas y esto vale tanto para los “capacitadores” como para los “capacitados”. Estos elementos de aprendizaje son adquiridos vía espacios y modalidades formales, informales y no formales en el que la cotidianeidad laboral, familiar o social tiene un lugar importante. Estos procesos se ven favorecidos cuando las oportunidades que brindan las experiencias avanzan hacia procesos más sistemáticos de reflexión, verbalización y socialización.

Tan importante como aprender haciendo es hacer aprendiendo es decir encontrando nuevos elementos que permitan un mejor entendimiento de la realidad y la generación de propuestas de cambio positivo. Solo así podremos superar posturas polarizadas cuando lo que se trata es de reconocer un amplio espectro de posibilidades de aprendizaje. En esta misma dirección podremos avanzar hacia culturales organizacionales que aprenden.

Si reconocemos el desarrollo de capacidades como un sistema tenemos que reconocer cuáles son sus componentes. Primero aclarar que desarrollo de capacidades no es sinónimo de capacitación. El desarrollo de capacidades considera a la capacitación como uno de sus componentes pero se incorporan además otros elementos como la asistencia técnica, la asesoría, la información, comunicación y acompañamiento. Este último término no hay que entenderlo en el sentido de compañía física únicamente si no la posibilidad de convivir y aprender sobre la práctica.

El desarrollo de capacidades pone en valor las experiencias, saberes, preguntas, inquietudes y dudas de cada uno de los actores presentes en el proceso interactivo de construcción conjunta. Por eso es importante señalar que el proceso de desarrollo de capacidades pasa por saber gestionar nuestros propios aprendizajes a partir de nuestra experiencia vital. Entonces, figurativamente podemos decir que cada persona es una escuela caminante como podríamos hablar de organizaciones escuela si es que así se lo proponen sus miembros.

Incorporar un enfoque de sistemas al proceso de desarrollo de capacidades implica consecuencia. Eso implica que te amplía la posibilidad que no te quedes únicamente en las estrechas posibilidades desde tu condición de actor, de tu referente político administrativo o de tu interés económico. Necesitas mirar el todo, sus articulaciones y sus interacciones. Solo así es posible incorporar enfoques sistémicos, perspectiva de gestión de cuencas y de ecología de paisajes, reconocerse parte de un sistema mayor (que puede ser el país o humanidad según sea el caso).

Ahora bien, hablar de desarrollo de capacidades está en función del grado de acercamiento a grandes campos o categorías de conocimiento. Como en la práctica no todos comparten la cercanía y la familiaridad con esos campos de conocimiento, entonces tenemos que reconocer que las personas tendrán mayores o menores capacidades específicas según su experiencia vital. Es posible por ejemplo que un campesino no conozca de leyes o un especialista en derecho no conozca de técnicas para combatir las plagas de los cultivos de manera orgánica.

Siendo todos parte de un mismo sistema cultural entonces reconocemos que todos necesitamos desarrollar nuestras capacidades en aquellas categorías temáticas que incrementen el potencial de bienestar de las personas y con repercusiones en el colectivo. Vista así las cosas podríamos pensar en un sistema en que tanto “capacitadores y capacitados” aportan al todo. Ahora es posible superar la dicotomía “capacitadores y capacitados” porque en la práctica estos roles pueden y deben ser intercambiables y entramos más bien a los procesos de interaprendizaje.

Aceptada la pertinencia del desarrollo de capacidades pasamos entonces a explorar aspectos ligados a sus grandes objetivos. Esto es absolutamente pertinente en tanto tenemos que tener una articulación muy clara entre el desarrollo de personas, desarrollo institucional, desarrollo comunal, desarrollo regional, desarrollo nacional y buen vivir/desarrollo sostenible en general. Tenemos que delimitar claramente cuál es el alcance de nuestro proceso de desarrollo de capacidades porque de eso depende de cómo vamos a organizar los contenidos, estructuras, procesos y metodologías. Esto no quita reconocer que podemos desarrollar programas de capacidades que articulen la jerarquía aludida de objetivos.

Otra entrada para analizar el desarrollo de capacidades es si contribuyen al desarrollo de personas, al desarrollo institucional o al desarrollo de capacidades para que la persona aludida pueda desempeñarse mejor en su centro laboral u organizativo, en el caso de servidores públicos por ejemplo el objetivo puede ser planteado en términos de brindar al ciudadano o ciudadana servicios públicos de calidad, pero también podría ser planteado en términos de cómo el desarrollo de capacidades contribuye a fortalecer democracia, institucionalidad, gobernabilidad, gobernanza o la gestión del buen vivir o el desarrollo sostenible.

En la práctica estos objetivos no son excluyentes porque el desarrollo personal debe llevar al desarrollo institucional y un buen desarrollo institucional implica también una mejor gestión de los talentos humanos y el cumplimiento de los objetivos institucionales. No obstante, reconocer estas articulaciones, otra vez es menester señalar con claridad cuáles son los alcances que le puedes atribuir al programa de desarrollo de capacidades justamente para saber sobre qué se debe rendir cuentas.

Una vieja discusión refiere a una dicotomía entre atender la demanda de desarrollo de capacidades de los actores y atender las necesidades de desarrollo de capacidades del ámbito organizacional o institucional en el que se inscribe el programa de desarrollo de capacidades. Reconocer que esta tensión tiene origen en una serie de premisas que se han generado y aún subsisten en el mundo del desarrollo. Por ejemplo las tensiones entre gobierno de arriba hacia abajo o gobierno desde abajo hacia arriba, gobernantes y gobernados, administradores y administrados.

En esta misma lógica, es importante reconocer cuáles son los alcances de procesos participativos de diseño, gestión y seguimiento de procesos de desarrollo de capacidades. En esta dinámica los procesos participativos significan un proceso de diálogo y negociación en lo que los actores involucrados llegan a acuerdos sobre las características del proceso de desarrollo de capacidades.

La pertinencia del factor participación en el proceso de desarrollo de capacidades radica en que en sociedades sociodiversas y pluriculturales como las nuestras donde ingresan al sistema significados, emociones, valores, creencias, visiones, perspectivas, intereses, relaciones de poder, derechos, historias, entre otros elementos, es necesario administrar toda esta energía cultural para que el programa de desarrollo de capacidades resultante sea producto de un proceso negociado, esto es un proceso en que las partes han deliberado y han tomado decisiones sobre los objetivos, alcances y características del proceso. Esto implica reconocer que los procesos de desarrollo de capacidades no significan legitimar las asimetrías e inequidades o generar nuevas dinámicas de conflictividad. No es problema que existan diferencias o intereses, el tema es cómo los actores se organizan para procesar esas diferencias. Como resultado de estos procesos dialogados y negociados de desarrollo de capacidades éste se ubica en una perspectiva transformativa guiada por principios de justicia, equidad y sustentabilidad.

También es importante reconocer que la alta diversidad cultural no se refiere únicamente a grupos en tanto esta diversidad alcanza al interior de los grupos. Un grupo o sector no es una entidad absolutamente homogénea y por tanto es importante considerar perspectivas de interculturalidad e intraculturalidad. Cada grupo con su particular forma de aprender y de valorar procesos más sistemáticos de desarrollo de capacidades.

Como se ha mencionado la información forma parte del desarrollo de capacidades. Este es un tema especialmente importante en sociedades donde prima una cultura oral y limitaciones para el acceso a las posibilidades que ofrecen las tecnologías de información y comunicación. Con la cantidad de información que existe y con el proceso impresionante de ampliación cotidiana de la información es importante no caer en la angustia de tener y dominar toda la información, eso ahora es imposible. Lo que interesa en el fondo es desarrollar la capacidad de aprender a aprender. Pero además es importante entrar a la arena del desarrollo de capacidades con la suficiente humildad como para ser capaz de deconstruir y desaprender, apertura necesaria justamente para volver aprender y así consolidar un esquema espiralado pero ascendente de aprendizaje. Significa también que soy capaz de entrar en el proceso con la predisposición para resignificar o resemantizar mis creencias, convicciones y discursos.

Con relación a la información como componente del desarrollo de capacidades encontramos diversos comportamientos: los que producen información y los que consumen información. Otra forma de plantearlo es los que buscan la información y los que se contentan con la información que les llega sin esfuerzo o con el mínimo esfuerzo. Otra tipología señala a los que almacenan la información y los que usan la información. Otros dan un salto cualitativo y producen conocimientos a partir de la información con la que disponen o la que buscan y obtienen. Lo importante es caer en cuenta que las personas que saben gestionar mejor la información tienen mejores posibilidades para desarrollar sus capacidades. Aquí no estamos hablando únicamente de información digitalizada sino de toda fuente de información en el que también reconoce la cultura oral.

La efectividad de los procesos de fortalecimiento de capacidades no se mide solo por cuánto se ha aprendido sino también por la medida en que se aplica, en la medida en la que se recrea innovadoramente nuevas alternativas. El proceso de desarrollo de capacidades no es completo si es que no acompañado de indicadores que midan el cambio sea a nivel de desempeño o a nivel de impacto.

Los procesos de desarrollo de capacidades no pueden ser planteados serios, acartonados o aburridos por ello la importancia de una visión ontológica, de considerar la persona en su integralidad como cuerpo, como mente, como corazón, como espíritu, como fisiología y como palabra. Es por ello que aspectos emocionales también tienen lugar. Es importante que sean concebidos como procesos dinámicos, flexibles en la que la diversidad sea una de sus principales características.

Mucho de nuestro proceso formativo actual tiene que ver con prepararse para lo previsible y para lo imprevisible. Nos debemos preparar aún para procesos que todavía no están claramente definidos, para problemas que aún no existen. Gran reto de ir ganando certidumbres temporales para procesos inciertos.

Todos podemos y debemos ser sujetos de desarrollo de capacidades en esta suerte de roles intercambiables entre los actores, unas veces aprendiendo entre pares otras veces aprendiendo de los diversos y entre los diversos. El desarrollo de capacidades es un derecho y una obligación lo que reconstruye su sentido de corresponsabilidad en la gestión de buen vivir o el desarrollo sostenible. Es la posibilidad de desplegar todo el conjunto de facultades y potencialidades de las personas para que en base al diálogo y la creatividad puedan generar procesos de armonía social y de convivencia con la naturaleza y el cosmos.

Fuente artículo: http://pcnpost.com/rodrigo-arce-el-reto-del-desarrollo-de-capacidades-en-la-perspectiva-del-buen-vivir-o-el-desarrollo-sostenible/

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