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What does a University Education Cost in Canada?

Canadá/Octubre de 2017/Fuente: Macleans

Resumen:

La universidad es cara. Los estudiantes obtienen eso, pero ¿qué tan caro es exactamente? Cuando se trata de comparar compras entre escuelas, la matrícula es el número más fácil de considerar. Pero para muchos estudiantes, especialmente para aquellos que se alejan de casa, las tarifas escolares son solo una fracción del precio total. MÁS: crea una clasificación universitaria personalizada basada en lo que es más importante para ti Para determinar el precio real de una educación en Canadá, Maclean’s realizó una primera encuesta de 23,384 estudiantes de pregrado para averiguar cómo gastan su dinero y cómo ahorraron para una educación. Descubrimos que el costo promedio de un año de educación postsecundaria en Canadá es de $ 19,498.75. Pero para algunos estudiantes, la cantidad es significativamente más alta. Un estudiante de la Universidad de Toronto que vive fuera del campus puede esperar gastar $ 23,485 por año, el monto promedio más alto en nuestra encuesta. El segundo en la lista fue Ryerson en $ 23,066 seguido de la Universidad de Saint Mary en Halifax a $ 22,892. Mientras tanto, los estudiantes que viven en su hogar y asisten a Sherbrooke tuvieron los costos más bajos para una educación, con solo $ 4,284.

University is expensive. Students get that, but how expensive, exactly?  When it comes to comparison shopping between schools, tuition is the easiest number to consider. But for many students—particularly those who move away from home—school fees are only a fraction of the overall price tag.

To determine the real price of an education in Canada, Maclean’s undertook a first-ever survey of 23,384 undergraduate students to find out how they spend their money—and how they saved for an education. We found the average cost of a year of post-secondary education in Canada is $19,498.75. But for some students, the amount is significantly higher.

A University of Toronto student living off campus can expect to spend $23,485 each year, the highest average amount in our survey. Second on list was Ryerson at $23,066 followed by Saint Mary’s University in Halifax at $22,892. Meanwhile, students living at home and attending Sherbrooke had the lowest costs for an education, at just $4,284.

In most cases, rent is a bigger expense, but there are other costs to consider: books, booze, extracurriculars and groceries. There are also bus or plane tickets to visit Mom and Dad. Some of these costs seem insignificant, but they add up over the course of a school year.

Students routinely gripe about having to buy $100 textbooks written by their professors, but they don’t calculate how much they’re spending when they go out on a Thursday night (and in some cases Friday and Saturday, too). Come the end of the year, it’s a safe bet they’ll spend almost as much on drinks as they do on books.

Visits home will cost them even more. A typical student will spend up to $800 a year to sleep in their recently vacated childhood bedroom, whereas they’ll only fork out about $700 on books.

Given the amount of time students spend on campus, it’s inevitable that they will buy food occasionally, spending that amounts to roughly $25 a week. It doesn’t sound like much, but adds up to about $900 over the course of the school year. So what’s the real cost of going to university? You’d better sit down for this. Students living at home can get by spending about $9,300 a year, whereas students who move out should be prepared to spend upwards of $20,000 a year.

It shouldn’t surprise anyone that students living off campus face a bigger debt burden. Overall, Canadian students accumulate about $15,500 in debt.

Fuente: http://www.macleans.ca/education/what-does-a-university-education-cost-in-canada/

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México: Experto insta a evitar que la educación se vuelva una mercancía

México/16 de Octubre de 2017/El Deber

Se denunció que en el continente están proliferando las universidades privadas ante los recortes a los que se ha sometido a las ‘U’ estatales.

El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México Javier Mendoza Rojas dijo que es preciso evitar que la educación superior se vuelva una mercancía, a la que solo puedan acceder las minorías con mayores recursos.

El mexicano fue parte de un grupo de ponentes que brindó  una conferencia denominada  Financiamiento público de la educación superior y la investigación: la situación actual, más allá de la crisis financiera.

Esta actividad se realizó en el marco de la Cumbre Académica y del Conocimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), que se realizó en la capital de El Salvador.

Durante su intervención, Rojas aseguró que “el financiamiento de la educación superior y de la investigación ha sido durante las últimas décadas uno de los principales temas en la agenda de las universidades latinoamericanas y esto ha estado vinculado con la relevancia que han adquirido los modelos de financiamiento”.

Señaló que en América Latina se observa una tendencia de un
aumento en centros educativos superiores privados debido a la falta o recorte de presupuesto que han sufrido las universidades estatales, como en el caso de México, que para 2018 recortará el financiamiento a la educación pública.

Comentó que esta situación empuja a que la educación superior se vuelva una mercancía, a la que solo podrán acceder las personas que tengan un cierto nivel económico que les permita costearse su formación profesional.

El experto consideró que “es fundamental, más allá de las crisis económicas de los países, defender el financiamiento público de la educación superior, que los Estados se reposicionen con políticas que ayuden a contrarrestar los problemas económicos y garantizar una educación gratuita”.

Agregó que es prudente que los Estados latinoamericanos se unan en defensa de una educación superior pública y en la creación de sistemas de financiación que garanticen educación superior a las mayorías.

En la Cumbre Académica y del Conocimiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE) participan estudiantes, investigadores y profesores de Latinoamérica y Europa. El encuentro se estableció como reunión previa a la Cumbre Celac-UE que estaba prevista para los días 26 y 27 de octubre en El Salvador, pero quedó aplazada para fechas no definidas, debido a la crisis política que vive Venezuela y que causó desacuerdos.

Fuente: http://www.eldeber.com.bo/tendencias/Experto-latinoamericano-insta-a-evitar-que-la-educacion-se-vuelva-una-mercancia-20171009-0124.html

 

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Reforma educativa argentina: ¿Secundaria del futuro?

Por: Maylín Vidal 

 Aún no está en marcha pero la prueba piloto en Buenos Aires de la reforma educativa impulsada por el Gobierno argentino lleva a las calles a alumnos y profesores en una pelea que se avecina fuerte.
De un lado la ministra porteña de Educación, Soledad Acuña, ha reiterado que pese a las medidas de fuerza el proyecto seguirá adelante; del otro, estudiantes de secundaria tomaron incluso cerca de 30 colegios y están dispuestos a seguir la lucha.

La llamada reforma ‘Secundaria del futuro’ pretende, entre otras cosas, que la mitad del quinto y último año de estudios se haga en empresas y organizaciones, a modo de pasantía y elimina las notas, entre otros puntos.

La nuez del conflicto es que la iniciativa incluirá prácticas formativas no rentadas en empresas privadas que ocuparían el 50 por ciento de la carga horaria en este año de curso, subrayan los estudiantes y docentes.

Según lo previsto por el Gobierno, a partir del año venidero el proyecto llegará al menos a 16 escuelas de la ciudad y luego se extenderá a todas las instituciones. Aunque finalmente se logró destrabar la toma pacífica de varios de los colegios, en los que grupos estudiantiles pasaron día y noche dentro, la movilización se ha sentido en las calles de la capital argentina con varias marchas.

Para el secretario de la Asociación Docente de Buenos Aires, Jorge Adaro, se trata de una iniciativa ‘a la medida de las empresas. Genera una perversa promesa de empleo para los pibes (niños) que es falsa ya que al año siguiente el circuito vuelve a comenzar con nuevos estudiantes’.

Asimismo consideró que ‘es macabro que la hagan llamar Secundaria del futuro porque de hecho deja sin futuro a los estudiantes. Anula la posibilidad de ir a la Universidad y de formarse en materias que son centrales, y convierte a los jóvenes en mera mano de obra barata’.

Desde el Gobierno el ministro de Justicia, Germán Garavano, cuestionó la ocupación de los colegios porteños y calificó de ilegal esa medida de fuerza.

Hay otras maneras de manifestar una protesta y generar caminos de diálogo. La toma de los alumnos, la pérdida de días de clases, no es el camino, porque perjudica a miles de compañeros, subrayó.

En medio de esta situación, el jefe del bloque del Frente para la Victoria en la legislatura porteña, Carlos Tomada, junto a las parlamentarias Lorena Pokoik y Paula Penacca, y representantes de la Comisión de Educación, sostuvieron un encuentro con estudiantes, padres y docentes de las escuelas de nivel medio.

Los parlamentarios expresaron su apoyo para acompañar el pedido en la vía judicial y propusieron convocar en lo inmediato a una mesa de trabajo que elabore una propuesta de mecanismo participativo para que las familias y los estudiantes presenten al Ministerio de Educación porteño, reportó el portal El Parlamentario.

‘Le estamos proponiendo a la ministra evitar ese fracaso y que el próximo año nos podamos sentar todos los miembros de la comunidad educativa y aquellos que tenemos responsabilidades institucionales a consensuar una reforma que sea un primer paso firme hacia la escuela secundaria moderna, inclusiva y de excelencia’, aseguraron.

En declaraciones exclusivas a Prensa Latina el docente Ricky Weinmann, de la escuela Normal 10 de Belgrano y del Colegio Avellaneda de Palermo, significó que los objetivos principales de esta reforma conducen al ajuste financiero de la educación.

También a su puesta al servicio de las empresas, mediante la privatización de las funciones como impartiendo contenidos y actitudes acordes a la necesidad de mano de obra disciplinada, con conocimientos precarios adecuados a ellas.

En la década de 1990, explicó, se aplicó una reforma similar en todo el país con excepción de la ciudad de Buenos Aires, impulsada por la Ley Federal de Educación, con un resultado devastador.

El 60 por ciento de los alumnos porteños y el 50 de los que viven en la provincia de Buenos Aires, con un porcentaje mayor en los municipios cercanos a la capital como Vicente López y San Isidro, concurren a escuelas privadas. Las públicas quedaron en situación muy precaria, al igual que los docentes.

Hace tres años comenzó una reforma en la capital, que llamaron Nueva Escuela Secundaria (NES). Empobreció los contenidos, a la par que el gobierno actual disminuyó drásticamente o subejecutó el presupuesto educativo, manifestó Weinmann.

‘Incompleta, inaplicable, inconsulta e improvisada’ son las cuatro I de esta reforma que el estudiantado considera va totalmente en contra de la Educación.

Incompleta, dicen, porque no incluye la ley de Educación sexual integral sancionada hace 11 años. Inaplicable, porque no se adapta a la realidad de los colegios de la ciudad donde se caen los techos, no hay calefacción, ni mucho menos Wifi (acceso a internet inalámbrica).

Inconsulta porque, agregan, no se le está dando la oportunidad de participar a docentes, alumnos ni padres, infringiendo el artículo 24 de la Constitución Nacional y es improvisada porque en tan solo cinco meses se busca aplicarla con muy poca información, subrayan los estudiantes que están dispuestos a dar la pelea hasta echarla abajo.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=121347&SEO=reforma-educativa-argentina-secundaria-del-futuro
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Colombia: Ayudas estatales para financiar educación superior

Colombia / www.centropolismedellin.com / 11 de Octubre de 2017

La falta de recursos es sin duda alguna uno de los impedimentos más fuertes a la hora de continuar con la formación superior. Tome nota, le contamos algunas alternativas que existen para financiar sus estudios.

Por Víctor Vargas

El centro de Medellín asienta instituciones educativas de todos los niveles. A estas llegan a diario cerca de 130.000 estudiantes para forjar su futuro y disfrutar de grandes opciones en cuanto a accesibilidad, calidad y presupuesto.

Hasta ellos también llega el apoyo de la Alcaldía de Medellín a través de su Agencia de Educación Superior Sapiencia. Según María Clara Ramírez, directora general de esta entidad, la oferta del Fondo EPM (préstamos para el acceso y permanencia en la educación superior que se condonan una vez se cumplan con los requisitos establecidos) aplica en varias de las instituciones universitarias del centro como la Remington, la Corporación Universitaria Americana, la Universidad de Antioquia y la Autónoma Latinoamericana, entre otras.

“El Fondo EPM es para todas las comunas hasta el estrato cuatro y allí los aspirantes pueden escoger la institución y el programa preferido, incluso los programas de profesionalización si son tecnólogos”, explicó Ramírez.

La directora de Sapiencia invitó a los jóvenes a participar también del apoyo a la Educación Superior a través del Presupuesto Participativo (PP) que en el caso de los habitantes de la Comuna 10, Candelaria, tiene 648 beneficiarios por esta vía.

Además, algunos municipios del área metropolitana ofrecen apoyo a sus jóvenes, muchos de los cuáles han escogido las instituciones del Centro. Uno de esos municipios es Sabaneta que anualmente entrega 29 becas a sus mejores bachilleres y amplió recientemente estos estímulos a los jóvenes que “se destaquen en artes, cultura y deporte”, informó David Cadavid García, director de comunicaciones del municipio del sur del Valle de Aburrá.

Aunque no existe en el momento en la estructura de apoyo institucional a la educación superior un programa específico para el Centro, la directora general de Sapiencia señaló que “En la actualidad se trabaja en un proyecto para que la educación superior llene de vida al centro y ofrezca a los estudiantes valores agregados que aporten a su bienestar. Lo que viene es muy valioso y a la ciudad le va a gustar”, señaló enfatizando que por ahora, no podía entregar más información.

Recordó también que la presencia de instituciones educativas en el centro de las ciudades es una de las características de las urbes más importantes del mundo y a eso le quiere apostar la Alcaldía, que la educación en este sector sea un jalonador de la vida – de hecho ya lo es-, pero que se expanda con un oferta integral de bienestar para los estudiantes entre la que destaquen espacios culturales, de estudio y de acceso a las TIC.

La oferta educativa en el centro y sus dinámicas activan la vida del sector.

Este tipo de transformaciones serían un atractivo más para los grupos poblacionales académicos como los de la Americana. “Nuestra población cautiva trabaja en los juzgados, la Fiscalía, la Dian y como trabajan requieren espacios que les aporten bienestar en su espacio de formación como seguridad, accesibilidad, que tengan espacios para comer, quedarse un rato, es una dinámica muy particular del Centro”, expresó Camilo Andrés Echeverri, vicerrector general de la Corporación Universitaria Americana.

Y es que según el vicerrector, el que cerca de 130.000 estudiantes -en todas las modalidades y niveles-, lleguen diariamente al centro de la ciudad, es un atractivo irresistible para que más jóvenes se decidan por esta zona como la mejor oportunidad para su educación superior.

Fuente: https://www.centropolismedellin.com/ayudas-estatales-financiar-educacion-superior/

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Colombia “La U. Santiago de Cali cobra 4 millones por lo que el Sena hace gratis”

Dos estudiantes fueron suspendidos por 2 semestres por haber manifestado su inconformidad con las directivas por el aumento de las clases virtuales

América del Sur/Colombia/Las dosorillas/CaRLOS FELIPE ROJAS F.

Como fue de público conocimiento los estudiantes de la Universidad Santiago de Cali se manifestaron en contra de las asignaturas virtuales que por imposición de las autoridades de la institución se están viendo obligados a ver en desmedro de la calidad educativa que se merecen y desconociendo la importancia de las clases presenciales que suponen un diálogo profundo y crítico entre estudiantes y profesores para construir conocimiento.

Sin embargo, más allá de la discusión sobre si se está de acuerdo o no con la decisión tomada por la universidad, lo que no se puede tolerar de ninguna manera es que se trate de limitar irracionalmente el sagrado derecho a la libertad de expresión de quienes optaron por cuestionar legítimamente a la autoridad directiva de la manera más respetuosa y franca.

Como en los tiempos de la Inquisición la Universidad Santiago de Cali está persiguiendo a su estudiantado por medio de sanciones disciplinarias claramente injustas y amañadas por el simple hecho de manifestar opiniones críticas frente al manejo que se le está dando al alma máter en el tema de la calidad educativa; opiniones dadas, claro está, dentro del marco del respeto a pesar de la indignación que esas situaciones generan.

Los estudiantes Hernán Ospina y Angie Montilla fueron sancionados por la institución con la cancelación de sus matrículas durante dos semestres por la insólita razón de haber manifestado reclamaciones claramente inofensivas y respetuosas donde se expresa nada más que la inconformidad que sienten ante las decisiones tomadas por las directivas.

En cada uno de los fallos sancionatorios se tiene como única prueba contra ellos una nota periodística grabada por el noticiero Pazífico Noticias, donde los estudiantes perseguidos cuentan a los entrevistadores las arbitrariedades y problemáticas institucionales que los afectan.

Además, como si no fueran lo suficientemente despreciables tan injustas represalias, la representante de los estudiantes ante el Consejo de Facultad, Luisa Fernanda Cabal, traicionó al estudiantado votando a favor de los fallos que resolvieron cancelar la matrícula de Hernán y Angie sin ningún tipo de oposición o defensa a favor de sus representados.

En un país que optó en su Constitución del 91 por un modelo educativo más crítico, parece ser que la Universidad Santiago de Cali quiere, en palabras del Dr. Carlos Gaviria, alumnos pasivos, repetidores y sumisos.

Fuente: https://www.las2orillas.co/la-u-santiago-de-cali-cobra-4-millones-por-lo-que-el-sena-hace-gratis/

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Colombia: Universidades marchan contra recortes de presupuesto

Colombia/Octubre de 2017/Fuente: El Espectador

 

Instituciones de educación superior públicas y privadas se movilizarán este 4 de octubre en las principales ciudades del país para exigir más recursos. En Bogotá la marcha irá desde el Planetario, pasará por la 26 y llegará hasta el Ministerio de Educación.

El año pasado, el Ministro de Hacienda Mauricio Cárdenas hizo un llamado a la “austeridad inteligente” al radicar el Presupuesto General de la Nación para 2018. Como era de esperarse, el anuncio no cayó muy bien en los sectores educativos y de ciencia. Por eso se convocó para hoy 4 de octubre una movilización organizada por las 32 universidades públicas del país y algunas las universidades privadas.

De acuerdo con Andrés Felipe Salazar, secretario general de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) y representante estudiantil de la Universidad Nacional, sede Bogotá, las organizaciones estudiantiles no están satisfechas con la modificación que se aprobó al presupuesto para educación en el Congreso y que significó $1.9 billones más para el sector.

Sin embargo, el malestar no se debe al aumento, sino por la manera en cómo se va a repartir esa plata: $1 billón será para educación básica o primaria, y el resto se destinará a educación superior. La propuesta del Gobierno es que con ese dinero se financie el ICETEX. “Esa plata debería irse directamente al presupuesto de las universidades públicas, no a financiar una institución que genera deuda”, dice Salazar.

Otro de los puntos que más generan molestia es la restructuración del programa Ser Pilo Paga, que recibe recursos por $498.000 millones y que, hasta la fecha, ha beneficiado a 40.000 estudiantes de bajos recursos.

De acuerdo con el Director de Planeación Nacional, Luis Fernando Mejía, antes de la implementación del programa 1 de cada 3 ‘pilos’ de estratos 1, 2 y 3 podían acceder a universidades. Después, 2 de cada 3 pilos se volvieron universitarios. Con respecto a la calidad de la educación, dijo que el promedio de las Saber Pro era de 200 puntos, después de la implementación de Ser Pilo Paga fue 271 puntos. “Dos resultados fundamentales que demuestran la importancia de este programa”.

Según Amalfi Bocanegra, representante estudiantil ante el Consejo Superior de la Universidad Pedagógica, Ser Pilo Paga no cierra la brecha. De ese presupuesto las universidades públicas recibieron poco más de 17.000 millones. Lo que temen los estudiantes es que ese mecanismo de financiación ser convierta en una política de Estado, a la cual se le dé continuidad en el siguiente Gobierno, y que el dinero de este programa se vaya a financiar 40.000 cupos que quieren abrir con ‘Ser Pilo Paga’, la mayoría en universidades privadas, y no a entregar 480.000 cupos en universidades públicas –como exigen los marchantes–. A 2017, el programa Ser Pilo Paga cubre a cerca de 21.700 estudiantes.

Actualmente, el presupuesto para la ciencia es de $222 mil millones para 2018, un 41% menos que el año pasado, lo que ya volcó a científicos, profesores y médicos a las calles a modo de protesta el pasado abril. Sus reclamos se lo hicieron saber a través de una carta a César Ocampo, director de Colciencias y a Juan Manuel Santos.

En ella aseguraron que el recorte les parece incoherente con las aspiraciones de Colombia para entrar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde): “Sin ciencia y tecnología no hay desarrollo y sin innovación no habrá calidad de vida”.

Una de sus razones, era el dramático recorte para la ciencia e investigación en el país que proponía el Gobierno. Otra hacía referencia al recorte en el sector educativo: será 41.000 millones de pesos menos que el año pasado. No obstante, los recortes presupuestales no son novedad. Según el mismo Ministerio de Hacienda, entre 2014 y 2017, el sector agropecuario, de transporte, ciencia, tecnología, cultura, comunicaciones y minas y energía presentaron reducciones entre $100.000 millones y $700.000 millones.

Fuente: https://www.elespectador.com/noticias/educacion/universidades-marchan-contra-recortes-de-presupuesto-articulo-716439

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Entrevista a Adriana Puiggrós: “El mercado de la educación va hacia la desescolarización”

Argentina/05 octubre 2017/Fuente: Página12 

A partir de la figura de Sarmiento y los debates aún vigentes en torno de sus ideas, Puiggrós analiza los cambios del sistema educativo y sus principales actores. Advierte sobre el avance de la mercantilización de la educación en el país y sus consecuencias sobre el proceso de enseñanza y aprendizaje.

–¿Cuál es la actualidad de la disputa por la interpretación de Sarmiento? Su figura es reivindicada tanto por quienes defienden la educación pública como por sectores reaccionarios…

–Sarmiento es aún un significante fuerte de diversos problemas no resueltos de la sociedad argentina. En el propio Sarmiento había un conflicto que él nunca resolvió entre, por un lado, su mirada racista sobre la población americana y los inmigrantes del sur de Europa, y por otro lado, su idea de la educación común. A fines del siglo XIX, Sarmiento asume una defensa muy fuerte de la educación pública, obligatoria y gratuita, del papel principal del Estado, y de otro objetivo en el que fracasa, que es el de la educación laica –porque la Ley 1420, pese al mito instalado, no incluía a la educación laica, al contrario, habilitaba la enseñanza religiosa en el espacio escolar–. Por todo eso, Sarmiento se convierte en un símbolo de la educación pública argentina, de la educación para todos. Pero ¿qué pasa cuando asume como ministro de Educación Esteban Bullrich, se fotografía con la imagen de Sarmiento y habla de reivindicar su figura? ¿De cuál Sarmiento habla? Lo respondió el mismo Bullrich poco tiempo después, cuando dijo que hacía falta emprender una nueva campaña del desierto. Al Sarmiento que quieren reivindicar no es al que abre ideas y que piensa en modernizar la cultura argentina, sino al que simboliza la negatividad de la sociedad argentina. Por eso, cuando hoy se apela a su figura desde posturas decididamente discriminadoras, racistas respecto a los grupos aborígenes, desde posturas que buscan la desarticulación de la educación pública, tenemos que plantarnos y no dejar que le digan good bye a Sarmiento, y sí rescatar al Sarmiento de la educación pública y popular.

–Ese “adiós a Sarmiento” va asociado, según describe en el libro, a la creciente incidencia del neoliberalismo en el campo educativo: ¿cómo lo caracteriza?

–¿Qué diferencias observa entre ese proceso neoliberal de los 90 y la actualidad?

–Hoy en el campo de la educación están entrando directamente las corporaciones. Por ejemplo, el Gobierno de la Ciudad hizo un convenio con la Fundación Cimientos –que preside un miembro de la familia Blaquier, del Ingenio Ledesma–, que va a tener mucha vinculación con la nueva secundaria que están promoviendo. En Corrientes, hace muy poco, el Ministerio de Educación inauguró en una escuela secundaria las actividades de Gems, la organización de Sunny Varkey. Hay muchísimas fundaciones operando en el campo de la educación: con la máscara de la filantropía no sólo buscan evasión impositiva, sino fundamentalmente hacer negocios. Muchas están desde hace años, no es que llegaron a la Argentina cuando asumió Macri. Ahí nos cabe hacer una autocrítica a quienes participamos de los gobiernos kirchneristas, no alcanzamos a advertir el peligro que estas corporaciones implicaban para la educación pública. Tampoco nos imaginábamos que un nuevo gobierno iba a convocar expresamente a las empresas privadas, sobre todo a las internacionales, a invertir en la educación argentina. El modelo que están introduciendo es el de la internacionalización.

–¿Qué consecuencias tiene la inclusión de la educación entre los servicios comerciales?

– Desde fines de los 90 la OCDE viene exigiendo a los Estados miembros no pongan ningún tipo de barrera, ni nacional ni internacional, a la libre compra–venta de educación. Con lo cual, el concepto de educación pública queda destruido. Pero no es sólo un problema para la educación pública, sino también para la educación privada tradicional. Si vemos las modalidades hacia las cuales avanza el mercado libre de la educación, son modalidades que tienden a ser desescolarizadas. En lugar de educadores tienen líderes, animadores: las fundaciones los forman en pocos meses y después los ofrecen para “mejorar la calidad de la educación”. En algunos distritos del conurbano ya están en las escuelas. De esa manera, muestran que puede haber un educador que no es docente, que es contratado como monotributista y con un sueldo muy inferior. El gobierno bonaerense está haciendo un trabajo de convencimiento sobre las autoridades del sistema educativo para que permitan el ingreso de las fundaciones en las escuelas. Este es uno de los dos grandes reguladores del mercado: mostrar que se pueden bajar los salarios docentes, que se los puede contratar libremente, que la capacitación docente la puede hacer cualquier empresa privada, como de hecho ya se empezó a tercerizar. Además de que hace año y medio que el Gobierno no cumple con los acuerdos paritarios respecto de la formación docente. De los programas de postítulo sacaron los contenidos latinoamericanistas, están modificando los contenidos de derechos humanos y de educación sexual integral…

–¿Cuál sería el otro “regulador” del mercado?

–El más fuerte es la evaluación. Los pedagogos decimos que nos expropiaron la evaluación. La Argentina, Uruguay, Chile, Brasil, México, los grandes sistemas educativos latinoamericanos siempre incluyeron a la evaluación, es una tradición latinoamericana, pero como parte del proceso de enseñanza–aprendizaje. Ahora nos acusan de que no hay evaluación, y establecen que para hacerla es necesaria una evaluación externa internacional… Más allá de si un test como el PISA es bueno o malo, es preciso saber quién lo hace: es la empresa Pearson Education, un desprendimiento de la gran editorial Pearson, la que era dueña el diario conservador inglés The Financial Times. Este test producido por Pearson Education fue adoptado por la OCDE para aplicarlo en muchos países y Argentina paga para usarlo. La evaluación es el rubro más redituable en el comercio de la educación. Y el comercio de la educación está entre los cinco primeros rubros del comercio internacional. Ahí vemos un cambio enorme entre la idea liberal democrática de la educación pública, luego tomada y modificada por el nacionalismo popular, y la idea neoliberal que empieza como un control de los sistemas educativos para producir endeudamiento y después se va deslizando hacia un gran mercado libre. Y ahí hay un paso más, que es el de la desescolarización, que daña a la escuela como institución. En ese sentido digo que hay que reivindicar a Sarmiento. Lo central de estas experiencias desescolarizantes que se están multiplicando en todo el mundo es demostrar que no hace falta la institución escolar, que no hace falta compartir nada en la educación, que la educación puede ser individual y por vía de medios de comunicación.

–La idea de que la escuela es solo un instrumento de transmisión de conocimiento, dejando de lado su rol como espacio de socialización y construcción de una comunidad.

–Claro, porque lo que se saca o reduce es el aspecto humano, el docente, los compañeros de clase… En el momento en que la educación –pública o privada– se convierte en otro espacio del mercado desaparecen todos los elementos sociales y políticos del proceso educativo, desaparece la idea pedagógica de que la transmisión de la cultura a las nuevas generaciones implica un proceso de enseñanza–aprendizaje que enriquece a la cultura, desaparece esa vinculación fuerte entre educación y democracia.

–¿Hay alguna diferencia en la incidencia de la mercantilización entre los distintos niveles educativos?

–Creo que el proceso empezó por el nivel inicial y por la educación superior. En el nivel inicial porque todavía falta bastante para completar la obligatoriedad. Y en la educación superior ya hace tiempo que hay grandes iniciativas globales de comercialización. Un lugar central por donde entran las corporaciones en las universidades es el gran negocio de la tecnología. Por ejemplo, tenemos a Microsoft o a Google poniendo aulas informáticas en nuestras universidades públicas. Esto también está vinculado a normativas que vienen de los 90, que son disciplinadoras de docentes e investigadores, y obligan a la utilización de determinados equipos y tecnologías. Otra cuestión es que se volvió natural que las cuentas sueldo de las universidades públicas las manejen los grandes bancos. Salvo honrosas excepciones, como la Universidad de La Plata, a la que los bancos le ofrecieron planes de becas a cambio de manejar los sueldos, pero la universidad resolvió que los maneje el Banco Nación.

–¿Qué cambios en las subjetividades de la comunidad educativa se vinculan, y de alguna manera hacen posible, a la mercantilización?

–Creo que este es un punto central, hay cambios importantísimos en las subjetividades. Nuestros discursos, los de mi generación, creo que están fuera del imaginario y del universo de lenguaje de las generaciones más jóvenes, que piensan el mundo de otra manera. Y no es sólo la tecnología lo que cambió, cambiaron muchas más cosas. Hay una desarticulación de la cultura moderna que nos exige un esfuerzo intelectual al conjunto de los sectores que aspiramos a una sociedad más digna y democrática. Una categoría que usamos mucho, como la de inclusión, es un buen ejemplo del tipo de concepto que hay que deconstruir y problematizar. En general, el nacionalismo popular incluye, pero hoy lo que necesitamos es una inclusión que sea desarticuladora de la alienación de las nuevas subjetividades, una inclusión que pueda aportar al imaginario de esas nuevas subjetividades la idea de emancipación. La idea de emancipación quedó borrada, reprimida, y hoy necesitamos que emerja, pero de un modo distinto a como la pensábamos hace algunas décadas.

–¿Cómo fue cambiando, en el contexto de estos procesos, el lugar de los docentes?

–Cuando se dictan las leyes fundantes del sistema educativo argentino, en la década de 1880, se produce un pasaje entre quienes eran los legítimos transmisores del saber desde la época de la colonia y los primeros años de la independencia, básicamente los sacerdotes, a una figura que es un civil y que comienza siendo “un apóstol del saber”, alguien que conserva algo del orden religioso. De alguna manera, el discurso religioso pasa a ser moral. Pero un siglo después, hacia 1973, cuando se termina de constituir la más sólida organización gremial de los docentes –me refiero a Ctera–, se termina de asumir también la figura del docente como trabajador de la educación, y esto es bastante insoportable para algunos sectores conservadores –y también liberales– de la sociedad. El docente ya no es el depositario de la sagrada palabra de esos sectores. Ese lugar del docente como trabajador es especialmente molesto para el avance de las empresas sobre la educación. El docente resulta un obstáculo porque tiene palabra propia. Y no quiero decir que los docentes argentinos antes habían repetido siempre lo que decían los sectores conservadores, no es así, hubo otras corrientes de pensamiento, pero el perfil dominante, la figura instalada en el imaginario social era la del apóstol. Cuando se abandona esa figura, tenemos un docente con opinión que, además, lucha por sus derechos.

–¿Cómo interpreta, en ese sentido, la tensión entre el actual gobierno y los gremios docentes, expresada por ejemplo en la negativa oficial a convocar la paritaria nacional, en el llamado a “voluntarios” para suplir a los docentes en huelga, o en el rechazo a pensar la desaparición de Santiago Maldonado en el sistema educativo?

–La reacción oficial frente a la iniciativa de los maestros de llevar a las escuelas la discusión del caso Maldonado desnuda el carácter prejuicioso de quienes están en el Gobierno, y su desconocimiento de la escuela y de los docentes. Los principales funcionarios de este Gobierno se han formado en un circuito de escuelas primarias y secundarias de elite, universidades privadas en Argentina y posgrados en universidades privadas de Estados Unidos. Por eso desconocen cómo funciona la escuela pública. Desconocen, por ejemplo, que los derechos humanos se enseñan desde la época de Alfonsín. Es elemental, es una obligación que en ese espacio se piense el caso Maldonado, así como es una obligación de toda la sociedad preguntar ¿dónde está Santiago Maldonado? Y, por otro lado, creo que en particular entre los funcionarios de Educación hay también falta de formación para trabajar con jóvenes y adolescentes. Solamente con leer algo de bibliografía del siglo XX se debería entender que a los adolescentes no hay que provocarlos: en escuelas de la Ciudad de Buenos Aires donde no había centro de estudiantes ahora hay, a raíz del rechazo que provocó la propuesta inconsulta de la nueva escuela secundaria.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/66454-el-mercado-de-la-educacion-va-hacia-la-desescolarizacion

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