África/4 Marzo 2017/UNICEF
UNICEF exhorta a que se ponga en marcha un programa de seis puntos para garantizar la seguridad de los niños refugiados y migrantes
Los niños y las mujeres refugiados y migrantes son víctimas sistemáticas de la violencia sexual, la explotación, el abuso y la detención a lo largo de la ruta de la migración del Mediterráneo central que les lleva desde el norte de África hasta Italia, según advierte UNICEF en un nuevo informe.
“Una travesía mortal para los niños: La ruta de la migración del Mediterráneo central” ofrece una mirada en profundidad sobre los riesgos extremos que enfrentan los niños refugiados y migrantes cuando realizan el peligroso trayecto que les lleva desde África subsahariana hasta Libia y luego a Italia por mar. Tres cuartas partes de los niños refugiados y migrantes entrevistados en una encuesta dijeron que habían sufrido casos de violencia, hostigamiento o agresión a manos de adultos en algún momento del trayecto, y casi la mitad de las mujeres y los niños entrevistados denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual durante la migración, a menudo múltiples veces y en múltiples lugares.
El año pasado, al menos 4.579 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo desde Libia, o 1 de cada 40 de los que lo intentaron. Se calcula que al menos 700 de los que perdieron la vida eran niños.
“El Mediterráneo Central desde el Norte de África hasta Europa es una de las rutas migratorias más mortíferas y peligrosas del mundo para los niños y las mujeres”, dijo Afshan Khan, Directora Regional de UNICEF y Coordinadora Especial para la Crisis de los Refugiados y Migrantes en Europa. “La ruta está controlada principalmente por contrabandistas, traficantes y otras personas que intentan atrapar a niños y mujeres desesperados que simplemente buscan refugio o una vida mejor. Necesitamos proteger a los niños migrantes estableciendo pasajes seguros y legales y garantías que preserven su seguridad y mantengan a raya a los depredadores”.
Los datos recientes de una encuesta sobre mujeres y niños migrantes realizada en Libia a finales de 2016 revela el terrible nivel de abuso que se produce a lo largo de la ruta migratoria. En el momento de la encuesta había 256.000 migrantes registrados en Libia, entre ellos 30.803 mujeres y 23.102 niños, de los cuales una tercera parte no estaban acompañados. Se cree que las cifras reales, sin embargo, son al menos tres veces más elevadas.
La mayoría de los niños y las mujeres indicaron que habían tenido que pagar dinero a los contrabandistas al comienzo de su viaje; por ello, muchos tenían deudas que debían “pagar a medida que avanzaban” y eran vulnerables al abuso, el secuestro y la trata.
Las mujeres y los niños también informaron que en los centros de detención libios –administrados tanto por el Gobierno como por las milicias armadas– vivían hacinados en duras condiciones, sin alimentos nutritivos ni refugio adecuado.
“No se debe obligar a los niños a poner sus vidas en manos de contrabandistas simplemente porque no hay alternativas”, dijo Khan. “Tenemos que abordar a escala mundial las cuestiones que impulsan la migración y poner en marcha medidas más sólidas para proteger a los niños en tránsito por medio de un sistema de pasaje seguro y legal para los niños en movimiento, ya sean refugiados o migrantes”.
UNICEF ha elaborado el siguiente programa de acción de seis puntos para los niños desarraigados:
1. Proteger contra la explotación y la violencia a los niños refugiados y migrantes, en particular a los niños no acompañados.
2. Poner fin a la detención de los niños que solicitan la condición de refugiados o que migran, incorporando una gama de alternativas prácticas.
3. Mantener unidas a las familias como la mejor manera de proteger a los niños y dotarles de un estatuto legal.
4. Ofrecer aprendizaje a todos los refugiados y migrantes y darles acceso a servicios de salud de calidad y a otro tipo de servicios.
5. Impulsar medidas que aborden las causas subyacentes de los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes.
6. Promover medidas para luchar contra la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.
UNICEF insta a los gobiernos y a la Unión Europea a que aprueben y apoyen este programa de acción.
Desde el inicio de su intervención a finales de 2015, UNICEF ha seguido respondiendo a las necesidades de los niños que se encuentran en tránsito, atrapados o en busca de asilo en Europa. Esto incluye proporcionar a 182.500 niños refugiados y migrantes una amplia gama de servicios. La organización dedicada a la infancia también está ampliando su programa para el mediterráneo en Grecia e Italia, apoyando los esfuerzos de los gobiernos para mejorar la reunificación y los servicios de protección de la infancia.
A pesar de los desafíos operativos en Libia, UNICEF continúa sus esfuerzos junto con sus asociados para atender las necesidades humanitarias y de protección de los niños más vulnerables del país, incluidos los niños refugiados y migrantes, y trabaja estrechamente con los municipios con los cuales UNICEF firmó memorandos de cooperación en abril de 2015.
Fuente: https://www.unicef.org/spanish/media/media_94941.html