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¿Nuevo modelo educativo?

Manuel Navarro Weckmann

Cuando se presente el nuevo modelo educativo, el lunes 13 de marzo en Palacio Nacional, habrán pasado mil 533 días desde el inicio de la presente administración. Este sexenio cuenta con 2 mil 191 en total, de tal suerte que se dará a conocer una vez trascurrido 70% del tiempo disponible” Manuel Gil Antón

Finalmente, ya muy tarde en tiempos del sexenio y más preparando el campo para el 2018, este lunes pasado, la Secretaría de Educación Pública presentó a la sociedad mexicana tres documentos en los que se plantea el nuevo modelo educativo, situación que llega después de siete anuncios similares: en 2013 (20 de marzo), 2014 (12 de febrero), 2015 (13 de abril) con el Secretario Chuayffet, y en 2015 (27 de agosto), 2016 (7 de enero, 18 de marzo y 12 de abril) con el actual Secretario Nuño, de tal manera que por fin se devela la incertidumbre para poder analizarlo.

En el documento se habla de terminología de “avanzada” como “educación inclusiva” de la cual se habla ya en Inglaterra, en el Informe Warnock en 1974 y publicado en 1978, el de “aprender a aprender” utilizado en México ya en enero de 1974 por Guillermo Michel, o la terminología “Escuela al centro”, impulsada fuertemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial (BM), que se conoce en el mundo como Administración Escolar Descentralizada (AED), que es la transferencia de mayores decisiones hacia las escuelas, de los cuales existen más de 800 modelos tan sólo en los Estados Unidos y que en diversas partes del mundo se utiliza desde 1991.

Al interior del documento surgen varias inconsistencias como es el caso de que se advierte en la página 129 que “Los maestros que cuentan con conocimientos disciplinares y pedagógicos adecuados, las habilidades para aprender por sí mismos, y las actitudes y valores para comprender las múltiples necesidades y contextos de sus estudiantes, hacen una enorme diferencia en el éxito del aprendizaje de las niñas, niños y jóvenes y en la 142 se advierte que “por primera vez el sector de formación se abre a profesionistas con vocación docente, pero con una formación universitaria”, pero a lo largo del documento no se explica cómo se llevará a esos docentes de “vocación”, al conocimiento científico que debe de tener para la enseñanza de nuestras niñas y niños.

De igual manera se habla de que en las Escuelas Normales se deben de formar a los estudiantes para tener un dominio de contenidos, habilidades socioemocionales, bases pedagógicas y didácticas, diseñar ambientes de aprendizaje, aprender a aprender, el aprendizaje del inglés, nuevas tecnologías, inclusión, entre otras cosas, pero sin decir qué tipo de apoyos y montos habrá (como si se hace en infraestructura).

Como regularmente se conoce en el ámbito magisterial, el problema no son los modelos o programas que en el papel normalmente utilizan frases “bonitas” como “amor a México”, “vocación”, “generaciones futuras”, “verdaderos maestros” lo que en realidad se necesita es que los mejores perfiles ocupen los puestos de decisión de la política educativa y no, como ya se está haciendo costumbre… los amigos del Presidente.

Fuente del articulo: http://www.educacionfutura.org/nuevo-modelo-educativo/

Fuente de la imagen: http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2017/03/C60dM4OVoAQjZI0-300×225.jpg

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Desvelando el lado obscuro del nuevo modelo educativo: la imprecisión de sus fundamentos pedagógicos

Por: Marisol Silva Laya

Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE)

Universidad Iberoamericana Ciudad de México

nuño modelo educativoSon ya varias las críticas hechas al nuevo modelo educativo propuesto por la SEP. En acuciosas notas Roberto Rodríguez y Carlos Imaz han señalado las insuficiencias de interpretación (o de plano errores) en conceptos pedagógicos que serían pilares del nuevo modelo. Destacan, por ejemplo, las inconsistencias en el tratamiento de conceptos claves como “aprender a aprender” y “aprender a conocer”, así como el manejo desorientado de las competencias separadas de sus elementos constitutivos: los conocimientos, las habilidades, las actitudes y valores[1]. Por su parte, Olac Fuentes en un análisis global del modelo y de su propuesta curricular hace notar contradicciones fundamentales entre sus objetivos y la programación curricular de los mismos, que en el fondo refleja “una nueva versión del enciclopedismo”[2] tantas veces criticado.

En este texto me interesa atender otras contradicciones contenidas en dos de sus principales ejes “El planteamiento curricular” y ” La inclusión y la equidad” donde se supone precisan el sustento pedagógico del modelo. La primera tiene que ver con su base filosófica y su propuesta curricular, así como con el discurso para justificarla. Se afirma que éste se basa en una perspectiva humanista y se precisa que:

(…) la educación tiene la finalidad de realizar las facultades y el potencial de las personas para que éstas, a su vez, se encuentren en condiciones de participar activa y responsablemente en las grandes tareas que nos conciernen como sociedad. Por ello, es indispensable identificar los conocimientos, habilidades y competencias que los niños y adolescentes precisan para alcanzar su plena realización (p.39).

Como en torno a otros principios del modelo, se aprecia a simple vista un intento por recurrir a fórmulas difícilmente cuestionables debido a que refieren a aspiraciones de nuestra cultura. La educación humanista es una de ellas. ¿Quién podría cuestionar que la educación debiera tener entre sus fines el de formar “un ser que se posee a sí mismo por su inteligencia y su voluntad, capaz de envolver el mundo entero por su conocimiento y de entregarse libremente a los otros por amor? (J.J. Alvarez, retomando a Jacques Maritain)[3].nuño-osorio-convenio4

Sin embargo, al detenernos en el fraseo del modelo, salta a la vista un discurso forzado, desarticulado, pobre. ¿Cómo puede la educación realizar las facultades y el potencial de las personas? Dicho de ese modo se releva a la persona de su propia responsabilidad. El desarrollo de las facultades sólo puede hacerlo la persona misma, en libertad y aprovechando las oportunidades que le ofrece su entorno.

La segunda parte del párrafo citado materializa la formación humanista en la selección de ciertas competencias que son necesarias para la “plena realización” y “útiles para llevar a cabo las tareas que la sociedad requiere”. A pesar de la pretensión de poner en el centro la realización personal, de fondo lo que se percibe es una visión instrumental de la educación. Nada más lejos de las reflexiones de muchos filósofos de la educación, por ejemplo, Savater afirma que “la educación no es una simple preparación en destrezas laborales; no es simplemente amaestrar a los niños o jóvenes a que no hagan daño y para que trabajen y para que obedezcan. Sobre todo, es para cada uno de nosotros para, a lo largo de la vida, ir despertando y produciendo la mayor cantidad de libertad humana”[4].

Es imprescindible preguntarse ¿a qué humanismo se remiten los autores del texto que describe el nuevo modelo educativo? ¿Dónde están los elementos definitorios de una visión humanista en educación, dónde queda el cultivo de la libertad y cómo la escuela puede jugar un papel clave para ello?

Otro referente utilizado para explicar las bases pedagógicas del modelo son los desafíos de la sociedad del conocimiento. Éste resulta un apartado lleno de imprecisiones. Se confunde, la información con el conocimiento y se afirma que la característica central de la sociedad del conocimiento es el volumen de información que crece constantemente. Se establece que México debe participar de ese modelo social fundamentalmente aprendiendo a seleccionar y procesar tal información. Se afirma que:

Es necesario generar las condiciones para que las personas adquieran las habilidades del pensamiento cruciales para el manejo y procesamiento de la información, del uso responsable de las TIC, y de actitudes compatibles con la responsabilidad personal y social (pp.40-41).

Las aspiraciones del nuevo modelo refuerzan un papel pasivo, de consumo de información (como el que nos ha caracterizado hasta ahora). Sería deseable que el nuevo modelo educativo replanteara este papel e impulsara, desde la escuela, la participación decidida en la generación de los conocimientos que pueden ser valiosos en el ámbito global, pero también en el local, y que contribuirían a solucionar los problemas particulares que aquejan a nuestra sociedad.

Para estar a la altura de los desafíos de este modelo de sociedad, preconizan que la escuela debe atender prioritariamente “las capacidades de comprensión lectora, expresión escrita y verbal, entendimiento del mundo natural y social, razonamiento analítico y crítico, creatividad y, de manera destacada, la capacidad de aprender a aprender”. Una tarea que ciertamente debe asumir con toda profundidad la escuela, pero que no resulta nada novedosa. Pero, pareciera que los autores del texto temían que la declaración de objetivos resultara limitada, y rematan ese apartado haciendo mención de que la tarea educativa debe abocarse a la formación integral de los alumnos. Sostienen que “incluye, necesariamente, el desarrollo de habilidades socioemocionales, la incorporación adecuada del deporte, las artes y la cultura como elementos indispensables de su desarrollo personal y social” (p.42). Esta mezcla de dimensiones de distinta naturaleza no hace sino poner de manifiesto la poca comprensión que se tiene de principios educativos fundamentales. Una cosa es la definición y otra los medios para lograrlo. Esta cita mezcla ambas cosas. La formación integral busca no sólo impulsar el desarrollo cognitivo de la persona, sino todas sus dimensiones (corporal, afectiva, emocional, ética, estética, espiritual, relacional…). Hay para ellos varios medios, pensaría que para la dimensión corporal el deporte es uno magnífico, pero no el único.

Por otra parte, las orientaciones sobre los contenidos que debieran nutrir el currículo de la educación obligatoria (básica y media superior) ameritan un análisis más detenido, por razones de espacio sólo anoto algunos aspectos que llamaron mi atención:

  • Se toma como referente los cuatro pilares propuestos por la comisión de la UNESCO encabezada por Jacques Delors: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser. No abundaré en las observaciones que hizo Roberto Rodríguez acerca de la confusión sobre el primer pilar, el cual en reiteradas ocasiones es sustituido por “aprender a aprender”. Pero sí quiero llamar la atención sobre el hecho de que el segundo pilar (aprender a hacer) se reserva sólo para la educación media superior y se le relaciona las competencias profesionales de su marco curricular. Omito entrar a discutir si es preciso introducir este principio en la primaria, sólo me pregunto ¿qué pasará con la educación secundaria técnica, en cuya identidad este pilar resulta medular?
  • Se señala que el currículo de la educación media superior debe favorecer el ingreso al nivel superior. De esta manera pareciera que se refuerza el papel propedéutico del bachillerato y se deja de lado su potencial para formar para el trabajo.
  • En un intento por abarcar a toda la educación obligatoria, se delinean orientaciones pedagógicas que terminan por desdibujar la especificidad de cada uno de los niveles. Esto es particularmente notorio para el caso de la educación media superior que aparece como un apéndice, un satélite que se adecua al currículo nacional de la educación básica.

Por último, se establece que en el nuevo modelo educativo la inclusión y la equidad deben ser principios básicos y generales que conduzcan el funcionamiento del sistema educativo. Así se preconiza que estarán presentes en todos los elementos involucrados en el sistema a saber:

(…) normatividad, infraestructura, presupuesto, becas, valores y actitudes, planes, programas, métodos y materiales, ambiente escolar y prácticas educativas, gestión escolar, evaluación, capacitación, sistemas de información, maestros, directores, supervisores, padres y madres de familia (p. 66).

Por decreto, estos principios estarán presentes lo mismo en las cosas que en las personas, en la materia física y en la intangible, en las becas y en los valores, lo mismo en los sistemas de información que en los padres y madres de familia. Esto realmente resulta un absurdo. Se vacía de contenido y sentido a estos principios que forman parte medular del derecho a la educación.

En suma, la apresurada construcción y publicación del modelo educativo tenía como finalidad hacer notar que la reforma emprendida durante este sexenio también tenía una dimensión netamente educativa. “La reforma educativa es pedagógica” afirmó la Directora General de Desarrollo Curricular de la Subsecretaria de Educación Básica de la SEP[5]. Sin embargo, lo que nos entregan es un documento impresentable, lleno de imprecisiones, errores, mezcolanza de términos carentes de sustento, que de ninguna manera puede responder a las altas y legítimas expectativas que la sociedad mexicana tiene sobre su sistema educativo. En este contexto, la consulta sobre el modelo, el debate, el análisis y la construcción de un modelo legítimo es un imperativo. Evidentemente esto no se resuelven en dos meses mediante foros apresurados que corren el riesgo de legitimar un modelo que definitivamente no es relevante para el momento histórico que vive México.

[1] Roberto Rodríguez. “Aprender a aprender o aprender a conocer”, Educación Futura 04/08/2016 en http://www.educacionfutura.org/aprender-a-aprender-o-aprender-a-conocer/?platform=hootsuite / Carlos Imaz, El modelo educativo 2016 ¡es un esperpento!, La Jornada, 08/08/2016

[2] Olac Fuentes. “Es ´Dr. Jeckyll’ y ‘Mr. Hyde’ el nuevo modelo educativo”, La Jornada, 08/08/2016

[3] Álvarez, Juan Jesús. Una filosofía verdaderamente humanista para una educación personalista: la visión de Jacques Maritain, Comunicación y Hombre, núm. 3, 2007, pp. 51-60.

[4] Savater, Fernando (2006). Fabricar humanidad, Revista Prelac, pp. 26-29 en http://www.unesco.cl/revistaprelac/esp/

[5] Elisa Bonilla Distancia por Tiempos, 25/07/, en http://educacion.nexos.com.mx/?p=286

 

Fuente artículo: http://www.educacionfutura.org/desvelando-el-lado-obscuro-del-nuevo-modelo-educativo-la-imprecision-de-sus-fundamentos-pedagogicos/

 

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Nuevo Modelo Educativo es de «Beneficio Empresarial y no Común»: CNTE en Oaxaca.

Por: Pedro Matías. 

OAXACA, Oax. (apro).- La Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE-CNTE) rechazó de manera “rotunda” el Nuevo Modelo Educativo, producto de la “mal llamada” Reforma Educativa, porque representa un proyecto más de “beneficio empresarial y no común”.

En un comunicado, calificó el modelo como “una nueva falacia de Enrique Peña Nieto” y advirtió que se mantendrá “en resistencia a la Reforma Educativa, fortaleciendo nuestra educación alternativa y forjando la democratización del país”.

Tal fue la respuesta de la Coordinadora tras la presentación del Nuevo Modelo Educativo Siglo XXI, realizada ayer en la Ciudad de México por el presidente Peña Nieto y el secretario de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño Mayer, quienes dijeron que entrará en vigor en el ciclo 2018-2019.

La Sección 22 del CNTE advirtió que mientras el gobierno federal no considere las “verdaderas circunstancias” en que están las escuelas del país, principalmente de los estados del sur, en cuanto a infraestructura, planes, programas, condiciones sociales, políticas, económicas, orografía, respeto pleno a su vida comunitaria, lenguas originarias, así como usos y costumbres, “cualquier modelo educativo disfrazado de un discurso emotivo, será rechazado por la CNTE”.

 En el texto, consideró que “el vociferado nuevo modelo educativo representa un teatro mediático más, sustentado en una falacia de Enrique Peña Nieto y su títere en la SEP, Aurelio Nuño Mayer, que evidencia la política errónea con la que se conduce este gobierno al imponer medidas educativas para después enmendarlas a nombre de la educación del país”.

La disidencia magisterial insistió en que el Ejecutivo anunció un modelo “con ejes que buscan de fondo seguir favoreciendo intereses de grupos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), entre otros, para formar sujetos enajenados de su realidad y dominados por el sistema capitalista que abanderan”.

Según su opinión, los “discursos humanistas, de equidad e inclusión, resultan ser una farsa cuando el gobierno se olvida de atender las verdaderas necesidades de los pueblos del país y violenta a través de sus reformas todo tipo de vida digna de los mexicanos”.

La CNTE auguró que todo proyecto educativo “impuesto desde las grandes cúpulas gubernamentales, armado detrás de un escritorio, sin evidenciar, vivir y constatar el rezago, las necesidades y la pobreza que se teje día a día en nuestro país sin considerar la realidad en las escuelas públicas, está encaminado al fracaso”.

Por lo pronto, reiteró que en Oaxaca, los maestros adheridos a la CNTE repudian el Nuevo Modelo Educativo porque, dijo, representa nuevamente un discurso que promete sólo cambios de forma pero no de fondo en favor de la educación.

Y recalcó que mientras el proyecto educativo del gobierno de Peña Nieto sea “con miras a privatizar la educación de los niños, niñas y jóvenes del país, la Sección 22 seguirá luchando por la defensa de la educación pública, laica y gratuita, gestando proyectos alternativos como el PTEO, que cuiden, velen y garanticen el acceso de todos a una educación pública, laica y gratuita”.

Al final, aseguró que el anuncio del Nuevo Modelo “evidencia que la Reforma Educativa es una amenaza para la educación del país, porque impone medidas lesivas y autoritarias sin considerar a los verdaderos agentes involucrados en la mejora educativa”.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/478029/nuevo-modelo-educativo-beneficio-empresarial-comun-cnte-en-oaxaca

Fotografía: proceso

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Educar para la libertad, pero sin concesiones políticas

Por: Tatiana Coll

El nuevo plan para la educación ambiciosamente denominado Modelo educativo para la enseñanza obligatoria: educar para la libertad y la creatividad, fue presentado como siempre en un reluciente acto en Palacio Nacional, en presencia, también como siempre, de todos los poderes institucionales y fácticos. Lo primero que ha recogido la prensa, en general, de las palabras del responsable mayor de dicho modelo, el secretario de la SEP, es que en la ruta de implementación del nuevo modelo educativo no habrá concesiones políticas. Salta a la vista que un modelo que pretende educar para la libertad, pero que debe ser impuesto sin concesiones políticas (mensaje típico-críptico-priísta para los maestros democráticos), representa una aberrante contradicción. Para Aurelio Nuño Mayer y los aplaudidores del nuevo modelo, la libertad consiste entonces en aceptar e impulsar la propuesta. La libertad como ejercicio unilateral de acuerdo.

En consecuencia, la comprensión del corrupto líder magisterial, Díaz de la Torre, sobre la implementación de este nuevo modelo va por el mismo camino y amenaza con que el SNTE tampoco permitirá que las propuestas para la formación y desarrollo profesional docente se conviertan en campos de batalla ideológicos, económicos o políticos. Si entendemos bien, la posibilidad de educar para la libertad y la creatividad y como dijo el propio presidente Peña Nieto la educación para formar un individuo libre, responsable y comprometido, ciudadano, pero también (sic) con las mejores causas de la humanidad consiste en cerrar paso al disenso, a la reflexión crítica, al análisis de las condiciones reales económicas, políticas y sociales, así como de ignorar los diferentes debates teórico-ideológicos. El modelo es tan perfecto y rotundo que debe ser aceptado sin rechistar.

Una vez más podemos comprobar que el espacio educativo sigue siendo el preferido por el gobierno y sus acompañantes empresariales y partidistas, para desplegar todas las armas demagógicas y tratar de convencernos de su enorme patriotismo y preocupación por todos los mexicanos y mexicanas sin distinción. Una vez fracasadas sus reformas, sobre toda la energética y su consecuente gasolinazo, vuelve presuroso al terreno educativo donde todo puede ser grandilocuente retórica vacía.

He venido entrecomillando el término nuevo modelo con toda intención. En el documento del modelo educativo se establece el nuevo eje curricular que guiará el trabajo docente: desarrollar aprendizajes claves, aprender a lo largo de la vida, aprender a aprender, dejar de lado las formas memorísticas, en fin, una verdadera revolución educativa. Para algunos que llevamos años de trabajo dedicados a analizar los problemas educativos, y gozamos aún de buena memoria, resulta risible y lamentable que se presente con tanto boato el nuevo modelo que repite lo que viene diciéndose desde hace más de 20 o 30 años.

Baste traer a la memoria el muy conocido libro de Aprender a ser, coordinado por Edgar Faure, quien presidió la Comisión designada en la Conferencia General de la Unesco que en febrero de 1971 encomendó la tarea de estudiar la situación de la educación en el mundo y las posibles estrategias a desarrollar, a un grupo importante de personajes comprometidos con la educación. Además de proporcionar un detallado estudio comparativo entre los sistemas educativos de los países desarrollados y los subdesarrollados, despliega un número importante de análisis y propuestas, entre ellas, las más conocidas son: la escuela no debe estar separada de la vida; se debe combinar la teoría, la técnica y la práctica, el trabajo intelectual y el manual; los conocimientos se colocan en un circuito continuo de acción y retroacción con la vida cotidiana; eliminar los aprendizajes exageradamente teóricos y memorísticos, la expresión escrita repetitiva y convencional; se aísla arbitrariamente las humanidades de las ciencias; la enseñanza debe consagrar un menor esfuerzo a la distribución y almacenamiento del saber adquirido y prestar una mayor atención al aprendizaje de los métodos de adquisición: aprender a aprender (Alianza Editorial, 1973). Años después, 1994, Jacques Delors condensó en tres grandes frases paradigmáticas este sentido innovador. Pero de tanto repetir y repetir esta propuesta sin implementarla y hacerla realidad, se ha convertido en mera consigna vacía.

Esta vuelta a lo trillado se acompaña de lo que la burocracia educativa ha acuñado como autonomía curricular, totalmente contradictoria con toda la parafernalia estandarizadora, clasificadora y medidora que han puesto en marcha a rajatabla, también, mediante las evaluaciones a todos los procesos y actores del sistema educativo. No puede practicar ninguna autonomía curricular quien será sometido a estas pruebas constantes donde se marcan con precisión los indicadores y parámetros que deben ser cumplidos para sostener su empleo y funciones docentes. Si la inalcanzable meta sigue siendo el examen PISA, cada vez estaremos más lejos.

Para desarrollar verdaderamente una propuesta de educación autónoma en la currícula y la gestión escolar, una propuesta para la libertad y la creatividad, habría que cambiar totalmente las condiciones políticas, económicas y sociales que operan en el sistema educativo nacional. Pero es precisamente lo que no quieren ni siquiera discutir, las concesiones que no darán.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2017/03/16/opinion/019a1pol

Imagen: http://expansion.mx/nacional/2017/03/10/el-gobierno-de-mexico-detalla-su-plan-para-revolucionar-la-forma-de-ensenar?internal_source=RELATED_ARTICLE

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Modelo Educativo: ¿qué cambió?

Por: Pedro Flores

Preámbulo: A partir de este jueves y cada quince días, aparecerá mi columna “Universidad Crítica” en Educación Futura. Espero que pueda usted leer y comentar mis puntos de vista y opiniones, como quizás lo hizo en Campus-Milenio. Agradezco a este medio que durante más de diez años abrió un espacio para expresarme crítica y libremente. Ahora lo haré desde aquí.

El pasado lunes 13, se presentó la versión revisada del Nuevo Modelo Educativo. Palacio Nacional fue el escenario elegido por el actual gobierno para dar a conocer su propuesta filosófica y curricular. Como era de esperarse, fue un acto político, del cual voy a comentar algunos pormenores a reserva de revisar detalladamente los documentos y compararlos con la versión previa.

El interés por ver la presentación del Modelo Educativo tenía al menos dos propósitos. Por un lado, obviamente, informarme sobre la nueva propuesta y segundo, guardaba la ilusión de que los actuales servidores públicos, explicaran al ciudadano en qué había cambiado el modelo luego de la amplia consulta que se llevó a cabo el año pasado. De acuerdo con el informe del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), se registraron casi 300 mil comentarios por medio de seis estrategias: (1) foros organizados por la propia SEP, (2) Consejos Técnicos Escolares, (3) órganos académicos de los bachilleratos, (4) foros y documentos externos, (5) foros estatales y (6) una plataforma de consulta en línea que, sorprendentemente, acumuló tres quintas partes del total de registros.

Dado el cúmulo de información y la débil tradición de escuchar y respetar la voz de la gente, albergaba la esperanza de que el gobierno de Enrique Peña Nieto haría lucir sus propuestas explicando qué elementos del modelo educativo fueron incorporados a partir de la consulta, cuáles no y por qué. Esto no fue lo que vimos, en cambio, constatamos que el modelo mantuvo sus cinco ejes: (1) cambio pedagógico (dejar atrás la memorización), (2) escuela al centro, (3) formación de profesores, (4) equidad e inclusión y (5) una nueva gobernanza del sistema educativo.

También observamos al titular de la Secretaría de Educación Pública, Aurelio Nuño, utilizando anécdotas para justificar las acciones de cada eje. ¿Acaso su dependencia no genera la suficiente evidencia para sustentar y justificar las acciones públicas? ¿Por qué no le acercan sus asesores estudios e investigaciones sobre la efectividad de los programas de tutoría y de las comunidades de aprendizaje? Asumir que es más válido citar el nombre de la maestra Bernarda en esos actos que un estudio publicado en alguna revista científica es menospreciar la capacidad del ciudadano.

Luego del titular de la SEP, tomó la palabra Juan Díaz de la Torre, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Se acomodó a todos los públicos con su discurso (“no a la batalla ideológica”). Dejó claro que para él no hay contradicción entre una educación de calidad y los derechos laborales de sus representados.

Posteriormente, le tocó el turno a Sylvia Schmelkes, consejera presidente del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Del discurso de Schmelkes, me llamaron la atención dos cosas. Primero, resaltó la contribución técnica del INEE para sustentar las propuestas del modelo. Esto fue posible, según ella, gracias a la construcción de indicadores, la evaluación curricular y la emisión de directrices que ha hecho el Instituto.

Segundo, la titular del INEE sí hizo notar algunos cambios entre esta versión del modelo y la pasada. Por ejemplo, habló de que hay una mejor articulación entre la educación básica y la media superior y de que la educación bilingüe se reconoce en todos los niveles educativos. Con valor, enlistó también algunos “puntos luminosos” del modelo como haber  llegado a él por medio de un esfuerzo democrático y reconocer, por otro lado, a los maestros y directores como sujetos capaces de actuar de manera autónoma. ¿Compartirá ya la SEP esta visión? ¿Sirvieron los foros de consulta para mostrarle al secretario y a sus grupos afines que los mentores no son seres desconfiables a los que hay que someter por medio de la evaluación? Una rectificación explícita de la SEP en este sentido sería en verdad brillante y deseable.

Sabiendo el terreno político y mediático que pisaba, tomó la palabra Graco Ramírez, gobernador de Morelos y presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Después de hablar de “amarres corporativos” y “aristocracias sindicales” pasó a condenar a los “conservadores y populistas”. Graco tuvo para todos: alabó la reforma que “va, camina y empieza a dar frutos”, regañó niños, reconoció la actitud del sindicato porque, según él, ya no tolera comisionados y le dio coba al secretario Nuño diciendo que a pesar de tener una hermosa oficina, va a las escuelas y conoce a los maestros. Todos felices sonreían; pero, ¿cuántas plazas habrá disponibles en Morelos y en cada estado que no se han concursado? ¿Qué proporción de plazas y horas se han asignado de manera transparente? ¿Por qué se critica constantemente a los gobernadores de esconder los puestos públicos y de bloquear la reforma educativa? Para Graco fue más fácil disparar en todas direcciones que asumir su propia responsabilidad.

Después de un video testimonial y de las palabras de una estudiante de la Ciudad de México, vino la intervención del presidente Peña Nieto. Queriendo improvisar sin mucho éxito, nos regresó al pasado y a lo que ya sabíamos. Vasconcelos entró de nuevo en el discurso, PISA (Programa Internacional de Evaluación de los Estudiantes) fue utilizado para justificar el cambio curricular y repitió la consabida diferencia entre calidad y cobertura.

Sorprendió que, por un lado, Peña Nieto hablara de la importancia del “consenso social” y por otro, se mostrara muy orgulloso de la rápida aprobación de la reforma educativa. Recordó que en diciembre de 2012 se propuso y en febrero de 2013 ya había sido aprobada por casi todos los congresos de los estados. Utilizar la “aplanadora” priista y el fast track quizás sea rentable políticamente, pero suprime el debate público y parlamentario; así como el entendimiento a las posiciones contrarias del otro. Esto seguramente no es lo que consigna el “nuevo” modelo educativo, entonces, ¿qué cambió?.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/modelo-educativo-que-cambio/

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Analizando el modelo de educación de Finlandia.

Los niños finlandeses no comienzan la escuela hasta la edad de siete años, cuando están preparados para aprender.

Por: Ramiro Campos.

Finlandia inició la reforma de su sistema educativo hace unos cuarenta años. Hoy en día, el sistema escolar finlandés está entre las mejores naciones desarrolladas, según el Programa de Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA). El aspecto más interesante de su sistema educativo es que Finlandia logró su éxito al romper lo que se considera las normas de educación tradicionales.

Los niños finlandeses no comienzan la escuela hasta la edad de siete años, cuando están preparados para aprender, y la escolarización es obligatoria por sólo nueve años. Los días de escuela son más cortos y las clases son menos. La tarea es mínima. No hay pruebas normalizadas obligatorias. No hay clasificaciones, comparaciones o competencia entre estudiantes, escuelas o regiones.

Sin embargo, el 93% de los finlandeses se gradúan de las escuelas secundarias académicas o profesionales, esto es 17% más alto que en los Estados Unidos. El 66% va a la educación superior, la tasa más alta de la Unión Europea. Y Finlandia gasta un 30% menos por estudiante que los Estados Unidos.

¿Qué otros países pueden aprender de los logros de Finlandia?

Dar a los maestros cierto respeto es un punto básico, el maestro de escuela primaria es uno de los puestos más solicitados y los títulos más competitivos en Finlandia. Los programas de enseñanza aceptan sólo el 10% de los solicitantes y rechazan a miles de estudiantes anualmente. Los mejores y más brillantes candidatos tienen que pasar una serie de entrevistas y exámenes de la personalidad, diseñados para determinar su capacidad natural y unidad para enseñar. Además de los grados superiores y una disposición natural hacia la enseñanza, todos los maestros deben obtener una maestría. El requisito de un grado avanzado confiere esencialmente a los profesores finlandeses el mismo estatuto que un médico o abogado.

Debido a que sólo los estudiantes mas calificados son aceptados para la enseñanza en los programas universitarios, y los profesores están tan bien calificados y bien entrenados, son muy respetados y de confianza para los padres. Los padres tienen confianza en que los maestros harán lo que esté en el mejor interés de los niños. Los profesores, a su vez, son libres de innovar, libres de la burocracia o la regulación excesiva. Mirando puntos clave de este modelo de gestión educativa encontramos lo siguiente:

Los niños de Finlandia no comienzan la escuela hasta que cumplen siete

En Suecia, Dinamarca y Finlandia la escuela no comienza hasta que los niños tengan siete años. De hecho, a pesar del hecho de que los escolares ingleses empiezan a los cinco años de la mayoría de los niños en Europa comienzan la escuela más tarde. Según un estudio reciente de la Cambridge Primary Review: ‘La hipótesis de que una edad temprana de inicio es beneficioso para el logro posterior de los niños no está bien apoyada en la investigación y, por tanto, sigue abierto a la preguntas’.

Todos los maestros deben tener una maestría

Todos los maestros deben estar calificados al menos a nivel de maestría, con el grado totalmente subvencionado.

El sistema escolar está completamente financiado por el Estado

Las escuelas de Finlandia están financiadas con fondos públicos. No hay escuelas de gramática, escuelas privadas, escuelas religiosas o academias. También son dirigidas por expertos en educación en lugar de posiciones políticas y empresarias. Según una reciente encuesta de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE): ‘La igualdad es la palabra más importante en la educación finlandesa’.

El 96% de los profesores finlandeses está sindicalizados, según el New York Times. El salario inicial para los profesores es relativamente modesto, pero los profesores de secundaria con 15 años de experiencia representan el 102% de lo que otros graduados de la universidad finlandesa hacen .

Lo que sí nos queda de reflexión es que este modelo es digno de imitar para cualquier nación.

Fuente: http://laestrella.com.pa/opinion/columnistas/analizando-modelo-educacion-finlandia/23990241

Imagen: http://ichef.bbci.co.uk/news/ws/660/amz/worldservice/live/assets/images/2015/05/04/150504151709_fin2_624x351_gettyimages.jpg

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Nuevo modelo educativo: poder y simbolismo

Carlos Ornelas

Como lo discuten autores de varias perspectivas, el control de los símbolos es muy importante para el ejercicio del poder político. Los gobernantes sagaces utilizan parábolas para acrecentar la credibilidad de su acción y, en consecuencia, desplegar su autoridad con mayores márgenes de certidumbre.

Al comienzo del sexenio parecía que el presidente Peña Nieto era un maestro en fabricar y procesar símbolos políticos. Las alegorías que construyó en torno a la educación le funcionaron por un tiempo. En actos y piezas retóricas se notaba su afán de acrecentar ante la ciudadanía el valor de la Reforma Educativa. Propuso asuntos que inundaron la plaza pública, sus acciones protocolarias tenían como propósito —más o menos explícito— proteger a su proyecto de la crítica y conseguir que las enmiendas legales se coronaran en plazo breve.

En ciertos actos bien concertados, el simbolismo le ayudó a levantar la imagen de un presidente con una vocación de poder tan grande que, incluso, sería capaz de restaurar la república imperial priista. Eran los tiempos de ascensión.

Después de su discurso del 1 de diciembre de 2012, en el que anunció reformas estructurales, vino la presentación del Pacto por México, nada menos que en el Castillo de Chapultepec. El Presidente, escoltado por los líderes del Partido Acción Nacional y del Partido de la Revolución Democrática, la presencia del gabinete, los gobernadores, dirigentes de empresarios, trabajadores y representantes de organizaciones civiles, devinieron iconografías que reiteraban el emblema del poder.

Esas apariencias se replicaron el 10 de diciembre en el Museo Nacional de Antropología, cuando anunció que al día siguiente enviaría al Congreso una iniciativa de reforma constitucional y el 25 de febrero de 2013, al momento de firmar el decreto de enmienda a los artículos 3 y 73 de la Constitución.

Esas alegorías ponían al Presidente como el actor central, con cualidades superiores y don de mando, como un profeta armado, diría Maquiavelo, trama que encontró un referente empírico de contundencia: la detención de Elba Esther Gordillo.

Las acciones subsecuentes ya no tuvieron el fausto de las primeras. En parte porque el gobierno no utilizó contra la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación la misma energía que empleó contra la corriente de la señora Gordillo; eso le restó credibilidad. En parte porque quizá nadie del entorno cercano al Presidente pensó en la renovación de los símbolos. Las ceremonias eran reiterativas, formatos rígidos, ya sin la presencia de los líderes de partidos de oposición. El preciosismo de las primeras ceremonias se acartonó y la presencia del Presidente decayó.

Sospecho que el ritual de la presentación del nuevo modelo educativo será formal con el fin de significar la importancia de la reforma. La ceremonia será mañana en el Palacio Nacional. De nuevo, se reunirá a la República, quizá con algunas ausencias notables. No obstante, los bonos del Presidente van a la baja, ya no parece un profeta bien equipado; al contrario, es una pieza que muchos quieren cazar. Son tiempos de descenso en su popularidad.

La presentación del modelo se retrasó en demasía. El poder del Presidente es frágil y esa lasitud se le abonará al modelo; y, aunque quizá contenga elementos de valía, de antemano sus críticos ya lo descalificaron por completo.

Estoy convencido de que los símbolos del poder ya no serán tan efectivos como al comienzo del sexenio. Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixtlán y la ineficacia en la lucha contra la corrupción pintan a Peña Nieto como un presidente indeciso y tímido.

El modelo nace a destiempo y con un déficit de credibilidad. Sin embargo, es probable que ofrezca luces sobre lo que será posible hacer en el plazo breve.

Fuente del Artículo:

Nuevo modelo educativo: poder y simbolismo

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