Un 36,9% de los ocupados graduados superiores están empleados en ocupaciones de baja cualificación.
El 13,2% de las titulaciones de grado en las universidades públicas presenciales españolas han tenido en el curso 2019-2020 un 50% o menos de la ocupación y un 11,4% adicional ha tenido una tasa entre el 51% y el 75%; es decir, que una de cada cuatro titulaciones deja de cubrir el 25% o más de las plazas ofertadas con matriculados de nuevo ingreso por preinscripción.
Así lo destaca la Fundación CYD, que ha presentado este jueves el Informe CYD 2019, la XVI edición de su informe anual sobre la contribución de las universidades españolas al desarrollo. El acto, transmitido por streaming, ha contado con la participación de la presidenta de la Fundación CYD, Ana Botín; el presidente de la CRUE, José Carlos Gómez Villamandos; el presidente del Comité Ejecutivo de la Fundación CYD, Javier Monzón; y el presidente de la Conferencia de Consejos Sociales, Antonio Abril.
Según pone de manifiesto el informe, en el curso 2019-2020 existían en España 87 universidades activas (50 públicas y 37 privadas). Desde 1998, año de la creación de la última universidad pública, las privadas han ido aumentado su número, creándose algo más del 50% de las actualmente existentes, así como la tasa de participación en el conjunto de estudiantes matriculados.
Tras seis años consecutivos con variaciones anuales negativas en el número de matriculados en grado para el conjunto del sistema universitario español, en el curso 2018-2019 ha ascendido ligeramente (cerca de 3.000 estudiantes) hasta alcanzar los 1.290.455 alumnos. Sin embargo, contrasta la evolución negativa (por séptimo año consecutivo) de los matriculados de Grado en las universidades públicas frente a la variación positiva en las privadas.
En el caso del máster oficial, también por séptimo año consecutivo, aunque se registra un incremento de alumnos en los dos tipos de universidades, el crecimiento de las públicas es inferior al de las privadas.
Otro dato que aporta el informe es que, según información de las universidades que participan en U-Multirank (que brinda una clasificación internacional de las instituciones de educación superior y del cual Fundación CYD forma parte de su Consorcio), los programas ofrecidos de forma completamente online en la universidad española (antes de la pandemia) suponían únicamente un 2,76% de la oferta total y un 1,29% en las universidades europeas.
Sobrecualificación
Los datos que recoge el Informe CYD 2019 indican que se mantiene la tendencia de sobrecualificación, es decir, un alto nivel de graduados ocupando puestos de trabajo que no requiere dicha titulación (sobrecualificación) y un elevado nivel de titulados superiores con un nivel de competencias reducido en comparación con el resto de los países de la OCDE (sobretitulación).
La sobrecualificación se expresa, según Eurostat, por el hecho de que un 36,9% de los ocupados graduados superiores están empleados en ocupaciones de baja cualificación, el porcentaje más elevado de todos los países de la UE. Todo ello se desarrolla en un contexto en que, en perspectiva europea, el 38,6% de la población española de 25 a 64 años se encuentra en posesión de una titulación de nivel superior, más de 5 puntos porcentuales por encima del dato de la UE-28. Sin embargo, también se detecta que el 38,7% de los españoles solo tiene, como máximo, estudios obligatorios, lo que sitúa al país en el lugar 26 de la UE-28. Además, solo el 22,7% dispone de estudios secundarios postobligatorios no terciarios, el porcentaje más reducido de la UE-28.
Si se relacionan estos datos con los indicadores de inserción laboral de los graduados superiores, España era en 2019 el tercer país de la UE con una tasa de empleo más baja, el segundo con mayor tasa de paro, más del doble que la europea (8,1% frente a 3,7%) y el decimocuarto, de los 34 países de la OCDE con datos, según la prima salarial de los graduados superiores en relación a los ocupados con estudios postobligatorios no terciarios (Bachillerato y ciclos formativos de grado superior).
Financiación
Por otro lado, el gasto total anual en educación superior por estudiante a dedicación completa era en España en 2016 un 19% inferior al del promedio de la OCDE. Además, el gasto en educación superior por alumno disminuyó en España de 2010 a 2016 casi un 15% frente al continuo ascenso experimentado por la OCDE. El indicador español de gasto público en educación superior sobre gasto público total era el undécimo más reducido de la OCDE.
Atendiendo, específicamente, a los presupuestos liquidados de las 47 universidades públicas españolas presenciales, los ingresos totales (9.363 millones de euros en 2018) siguen siendo un 9,9% inferiores a los datos del 2009, lo que da idea de la pérdida de recursos del sistema universitario público.
Por otro lado, entre los cursos 2007-2008 y 2017-2018, España ha sido uno de los países (según datos de la OCDE publicados en Education at a Glance 2019) que más incrementó los precios de las matrículas en las universidades públicas. Dicho aumento se llevó a cabo en buena parte de las comunidades autónomas, aunque de manera muy desigual, existiendo en el territorio español una gran disparidad a nivel regional de los precios públicos universitarios, como consecuencia de la descentralización de las competencias de fijación y variación de precios en la educación superior.
Internacionalización
En términos de presencia de estudiantes internacionales con matrícula ordinaria en el sistema universitario español, solo el 1,2% de los matriculados en Grado eran extranjeros en 2017, mientras que el promedio de los países de la OCDE se situaba en un 4,4%. En el máster, el dato de España del 10,3% se quedaba más cerca del promedio de la OCDE (12,7%), superando a 9 países de los 29 considerados.
Además, según los resultados de U-Multirank en 2020, en la dimensión de orientación internacional destaca el indicador de movilidad de estudiantes, con una presencia de universidades españolas en grupos de muy buen y buen rendimiento, un 49,1% mayor que la de las instituciones de educación superior mundiales y europeas.
Sin embargo, los resultados obtenidos en el resto de los indicadores (titulaciones de grado y máster en idioma extranjero, profesorado extranjero y publicaciones en colaboración con instituciones extranjeras) muestran que el grado de internacionalización de las universidades españolas está por debajo del resto de instituciones de educación superior analizada por el U-Multirank de Europa y del mundo.
Fuente: https://cincodias.elpais.com/cincodias/2020/12/17/fortunas/1608208838_074561.html