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Ciudad de México mantendrá atención a rezago educativo de adultos

México/10 de Abril de 2017/20 Minutos

En la Ciudad de México el principal reto en materia de educación para los adultos es generar las condiciones que les permitan retomar sus estudios y, para ello, la Secretaría de Educación local asume como su prioridad el combate al rezago educativo, sostuvo su titular Mauricio Rodríguez Alonso. Y no sólo atender el rezago educativo, destacó, sino también entusiasmar a la sociedad para reincorporarse a la escuela, «pues de otro modo tendremos un gran porcentaje de población sin preparación que se convierte en mano de obra poco calificada, lo que disminuye sus posibilidades de superación laboral. “Ello, como sociedad, genera un déficit en desarrollo humano», de ahí la importancia de ver esta tarea sin bandera política ni colores, planteó. El secretario de Educación capitalino sostuvo que pese a que en la Ciudad de México el analfabetismo es apenas de 1.4 por ciento, según el intercensal del INEGI 2015, la principal problemática que se enfrenta es el rezago, es decir las personas que a pesar de saber leer y escribir no concluyen la primaria, secundaria o bachillerato. De acuerdo con el funcionario, en la Ciudad de México 106 mil 219 personas están en condición de analfabetismo, 447 mil no han concluido su primaria, un millón 166 mil no han concluido sus estudios de secundaria y un millón 750 mil no han concluido su educación media superior. En ese sentido, indicó, la tarea de las instituciones es vincular a las personas con los servicios educativos, de manera que les permitan retomar sus estudios al entusiasmarlas y romper con el paradigma de que sólo se puede estudiar en las etapas formales establecidas, y que no importa la edad para volver a la escuela. «Ese sería el reto fundamental, entusiasmarlos, generar la posibilidad de que no solo acaben la primaria, sino que tengan el entusiasmo de seguir a la secundaria y a la media superior «, resaltó Rodríguez Alonso. Recordó que 2016 se convirtió en el mejor año de la educación para adultos en la capital del país, pues 61 por ciento de las personas con rezago educativo fueron atendidas.

Fuente: http://www.20minutos.com.mx/noticia/207474/0/ciudad-de-mexico-mantendra-atencion-a-rezago-educativo-de-adultos/#xtor=AD-1&xts=513356

 

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Nicaragua trabaja por una educación para la emancipación.

De esa manera se da cumplimiento a uno de los deseos del General Augusto C. Sandino para la patria.

Centro América/Nicaragua/28.02.2017/Autor y Fuente: http://www.lavozdelsandinismo.com/

De acuerdo con el presidente del Consejo Nacional de Universidades (CNU) y asesor presidencial para temas educativos, Telémaco Talavera, el Gobierno Sandinista continúa con los esfuerzos en aras de impulsar la educación para la emancipación, tal como lo deseó Augusto C. Sandino.

A propósito de la cercanía del aniversario 83 del tránsito a la inmortalidad del General de Hombres y Mujeres Libres (21 de febrero), el compañero Talavera subrayó que, a pesar del tiempo, sus sueños se están cumpliendo.

“El Frente Sandinista de Liberación Nacional y el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional están haciendo realidad la visión de Sandino”, comentó Talavera.

También recordó que el General Sandino luchó por una patria donde prevalecieran la paz, la dignidad, la armonía y la creatividad. Igualmente aseguró que ese nuevo modelo de sociedad es el que impulsan el Presidente de la República, Comandante Daniel Ortega, y la Compañera Vicepresidenta, Rosario Murillo.

En cuanto a la educación para la emancipación, el presidente del CNU recordó que se trata de transformar el sistema con el impulso de más de 20 rutas educativas relacionadas con la alfabetización y la enseñanza preescolar, primaria, secundaria, técnica y superior en Nicaragua.

Fuente: http://www.lavozdelsandinismo.com/nicaragua/2017-02-19/nicaragua-trabaja-por-una-educacion-para-la-emancipacion/

Imagen: http://www.lavozdelsandinismo.com/wp-estaticos/2016/11/tel%C3%A9maco-talavera.jpg

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España suspende en cooperación internacional en educación

España/13 de Febrero de 2017/educaweb

Nadie duda del valor de la educación para el desarrollo de las personas y los pueblos y, sin embargo, no todos están dispuestos a colaborar para que los niños y niñas menos afortunados tengan las mismas oportunidades de alcanzar sus sueños. La distancia entre la lógica del discurso y la de los hechos es una de las conclusiones que se recogen en el informeLa Ayuda en Educación a Examen, elaborado por dos ONG jesuitas, Entreculturas y Alboan, y un centro universitario de formación, la Fundación ETEA para el Desarrollo y la Cooperación.

El estudio también revela que la cooperación en educación no constituye una prioridad para la clase política, hecho que se aprecia si se observa la evolución de las ayudas públicas en la materia. En el caso español, la cooperación en educación ha descendido en un 90% entre 2008 y 2015, pasando de 354 millones de euros a 34.

Esta tendencia se mantiene en la educación básica (educación infantil, primaria y alfabetización de jóvenes y adultos), que se redujo un 81% entre 2008 y 2011 y que ha continuado bajando hasta 2015, cuando no llegaba a los 5 millones de euros. De hecho, los autores de la investigación denuncian que esta cantidad supone únicamente el 0,7% de la ayuda bilateral, cuando «lo comprometido es destinar el 8% de la Ayuda Oficial al Desarrollo bilateral española».

La educación tampoco supone una prioridad a escala internacional. Los autores de informe se hacen eco de unas cifras de la UNESCO que indican que hacen falta 22.000 millones de dólares si se quiere lograr un primer ciclo de enseñanza secundaria de calidad para 2030; y 39.000, si se aspira a la universalización de la educación secundaria, como se recoge en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS4) acordado por Naciones Unidas.

Con estas cifras, no extraña que la primera recomendación del estudio inste a los responsables públicos a defender un discurso nacional e internacional en el que la educación ocupe un lugar prioritario en la nueva agenda de desarrollo. La segunda recomendación concreta algo más y exige un pacto educativo que garantice la mejora de la calidad de sistema educativo, atienda los retos del ODS4 y establezca indicadores de evaluación.

Un giro en la política de cooperación

«Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas» en 2030. Esta es la formulación exacta del ODS4 que, según los promotores de la investigación, supone un cambio de enfoque que requerirá nuevas políticas de cooperación en educación. Dicho giro consiste, según los autores, en la asunción de un punto de vista más integral, que atiende los diversos ciclos y etapas vitales de las personas, y una concepción de la calidad que pone el acento en el aprendizaje, la equidad y la inclusión. Ahora bien, advierten, centrarse en el aprendizaje y la calidad no debe implicar desatender todo lo relativo al acceso y la escolarización, todavía pendientes en muchos puntos del planeta.

De hecho, La Ayuda en Educación a Examen presta una atención especial a América Latina, a quien España ha tratado de modo preferente. Otros retos que el informe menciona residen, por ejemplo, en la necesidad de tener en cuenta la diversidad y complejidad de cada país, buscar formas de gestionar, evaluar y compartir el conocimiento, reflexionar sobre el papel de los actores privados en el ámbito educativo y apostar por proyectos estratégicos a largo plazo, entre otros.  Mientras tanto, en el mundo todavía quedan 57 millones de niños sin escolarizar, más de la mitad en el África subsahariana; y 103 millones de jóvenes no alcanzan un nivel mínimo de alfabetización, más del 60% de los cuales son mujeres.

Fuente: http://www.educaweb.com/noticia/2017/02/06/espana-suspende-cooperacion-internacional-educacion-11798/

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Educación y desarrollo

*Rosalía Nalleli Pérez-Estrada

Cuando se piensa en la educación para el desarrollo no puede uno evitar pensar en la propuesta inicial que se hacía en los años 50´s cuando se invitaba a considerar a la educación en sus diferentes vertientes:  formal, no formal e informal  y  pensar en cómo ha ido evolucionando y que entre sus objetivos se encuentra el que se logre a ciudadanos que estén informados, que creen conciencia y que participen en sus comunidades contribuyendo con sus fortalezas para que el proceso educativo siga evolucionando constantemente.

La propuesta intentó adaptarse en los diversos contextos y niveles educativos  pero ha faltado profundizar en algunos de sus factores importantes, como buscar explicar la realidad mediante la investigación  aplicada y que esta sea un fenómeno total, de mayoría;  que tenga el mismo impacto de repetitividad como lo tienen el rumor y el caos que se generan en las redes sociales, por gente sin escrúpulos que busca un beneficio directo.

Otra manera de saber que hace falta profundizar en los objetivos para actualizarlos y cumplirlos, es cuando descubrimos que todavía el pensamiento crítico permanece, en algunos contextos,  en su etapa arcaica de pensamiento criticón, y que falta dar un paso gigante para poder analizar, reflexionar y actuar ante cualquier situación que genera incertidumbre. Todavía existen millones de personas que repiten rumores sin cerciorarse de su veracidad porque es más fácil repetir que dedicar tiempo a la indagación mediante la lectura.  Por otro lado, a pesar de que esta educación busca también que exista la igualdad y que se eviten las diferencias sociales,  y que el proceso educativo busque reforzar los conocimientos, las actitudes y los valores que llevan al ciudadano a  convivir y a insertarse de mejor manera en el ámbito laboral,  reforzando las competencias cognitivas, procedimentales y actitudinales para lograr la movilidad social, aún predomina el discurso abierto, poco concreto o asertivo, que lleva a la discusión e incluso a veces hasta a la guerra. Prueba de esto es la publicación reciente de la UNESCO,  del 2015 en el que muestra que aún hace falta que se atiendan aspectos como una mayor inversión educativa que en armas, pues reporta que el gasto militar mundial es el mismo desde el año 2000, y son 1742,000 millones de dólares que se invierten en EEUU y que muchos países dedican gran parte de su PIB a gastos militares que a su educación.

Otro aspecto que no se ha logrado completar en esta educación para el desarrollo es la atención a grupos vulnerables, sugiriendo que se atiendan aspectos de género, pero retomando nuevamente el escrito de la UNESCO, este presenta que la mayoría de las personas viviendo en pobreza extrema son mujeres. Menciona también, que ocupan menos del 20% de los escaños parlamentarios del mundo entero y que tienen menores oportunidades de empleo, con empleos precarios y no cuentan con ninguna protección frente a conmociones de tipo económico. Todo esto se suma a la discriminación contra la mujer en materia de salarios y de desarrollo profesional, Con estos resultados, se pierde el saber ser que proponen seguir considerando,  para que se atiendan en todo el planeta los valores y actitudes relacionados con la solidaridad, la justicia social, la búsqueda de vías de acción para alcanzar el desarrollo humano  y lograr así la posibilidad de una ciudadanía global, donde exista Justicia, equidad y  ordenamiento en  los derechos humanos, pero seguimos inmersos en una brutalidad que asusta, al leer encabezados de periódicos sensacionalistas que prefieren vender que informar.

Si esto continua así, se seguirán repitiendo  patrones del que manda y obedece sin que haya propuesta, pues jamás se logrará profundizar en una educación que verdaderamente desarrolle en todos los aspectos propuestos, y será mucho más difícil lograr resultados positivos, que atiendan problemáticas que se han repetido tras varias generaciones;  por lo que se hace necesario revisar y trabajar en el curriculum desde educación básica y en todos los niveles,  que haga que se respeten sus propuestas iniciales y se les de atención, pero además que se incluyan aspectos urgentes del siglo XXI, como son desarrollar el liderazgo, la toma de decisiones, la inteligencia emocional, la inteligencia financiera, el emprendimiento o el aprendizaje de una lengua extranjera.  Mientras tanto, los que amamos la docencia, debemos de dar nuestro mayor esfuerzo, rebelándonos y trabajando mejor y el doble, mediante la motivación y la actualización constante, en un diálogo que mueva conciencias y que genere actitudes; para lograr mejores resultados en los que si confían en nosotros: los alumnos.

*Directora de Universidad Santander, Campus Tlaxcala. Profesora por asignatura, de la Universidad Politécnica de Tlaxcala. rosalia_na@hotmail.com

Referencias:

UNESCO. (2015), Replantear la Educación ¿hacia un bien común mundial? UNESCO. Ediciones

En la Web:

http://www.aecid.es/ES/la-aecid/educaci%C3%B3n-y-sensibilizaci%C3%B3n-para-el-desarrollo/%C2%BFqu%C3%A9-es-la-educaci%C3%B3n-para-el-desarrollo

http://www.educacionsinfronteras.org/es/13311

wwww. educacionfutura.org/wp-content/uploads/2015/09/patio-escuela-e1449680141778.jpg

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Education and religion around the world

31 de Diciembre de 2016. Fuente: PewResearch Center

Resumen: Basándose en encuestas realizadas en 151 países, un estudio analiza el logro educativo entre creyentes de las principales religiones monoteístas del planeta. ¿Existirá una relación entre educación y religión? Veamos que reseña el informe del estudio.

Jews are more highly educated than any other major religious group around the world, while Muslims and Hindus tend to have the fewest years of formal schooling, according to a Pew Research Center global demographic study that shows wide disparities in average educational levels among religious groups.

These gaps in educational attainment are partly a function of where religious groups are concentrated throughout the world. For instance, the vast majority of the world’s Jews live in the United States and Israel – two economically developed countries with high levels of education overall. And low levels of attainment among Hindus reflect the fact that 98% of Hindu adults live in the developing countries of India, Nepal and Bangladesh.

But there also are important differences in educational attainment among religious groups living in the same region, and even the same country. In sub-Saharan Africa, for example, Christians generally have higher average levels of education than Muslims. Some social scientists have attributed this gap primarily to historical factors, including missionary activity during colonial times. (For more on theories about religion’s impact on educational attainment, see Chapter 7.)

Drawing on census and survey data from 151 countries, the study also finds large gender gaps in educational attainment within some major world religions. For example, Muslim women around the globe have an average of 4.9 years of schooling, compared with 6.4 years among Muslim men. And formal education is especially low among Hindu women, who have 4.2 years of schooling on average, compared with 6.9 years among Hindu men.

Yet many of these disparities appear to be decreasing over time, as the religious groups with the lowest average levels of education – Muslims and Hindus – have made the biggest educational gains in recent generations, and as the gender gaps within some religions have diminished, according to Pew Research Center’s analysis.

At present, Jewish adults (ages 25 and older) have a global average of 13 years of formal schooling, compared with approximately nine years among Christians, eight years among Buddhists and six years among Muslims and Hindus. Religiously unaffiliated adults – those who describe their religion as atheist, agnostic or “nothing in particular” – have spent an average of nine years in school, a little less than Christian adults worldwide.1

But the number of years of schooling received by the average adult in all the religious groups studied has been rising in recent decades, with the greatest overall gains made by the groups that had lagged furthest behind.

For instance, the youngest Hindu adults in the study (those born between 1976 and 1985) have spent an average of 7.1 years in school, nearly double the amount of schooling received by the oldest Hindus in the study (those born between 1936 and 1955). The youngest Muslims have made similar gains, receiving approximately three more years of schooling, on average, than their counterparts born a few decades earlier, as have the youngest Buddhists, who acquired 2.5 more years of schooling.

Over the same time frame, by contrast, Christians gained an average of just one more year of schooling, and Jews recorded an average gain of less than half a year of additional schooling.

Meanwhile, the youngest generation of religiously unaffiliated adults – sometimes called religious “nones” – in the study has gained so much ground (2.9 more years of schooling than the oldest generation of religious “nones” analyzed) that it has surpassed Christians in average number of years of schooling worldwide (10.3 years among the youngest unaffiliated adults vs. 9.9 years among the youngest Christians).

Gender gaps also are narrowing somewhat. In the oldest generation, across all the major religious groups, men received more years of schooling, on average, than women. But the youngest generations of Christian, Buddhist and unaffiliated women have achieved parity with their male counterparts in average years of schooling. And among the youngest Jewish adults, Jewish women have spent nearly one more year in school, on average, than Jewish men.

These are among the key findings of Pew Research Center’s new demographic study. A prior study by researchers at an Austrian institute, the Wittgenstein Centre for Demography and Human Capital, looked at differences in educational attainment by age and gender.2 The new study is the first comprehensive examination of differences in educational levels by religion. Wittgenstein Centre researchers Michaela Potančoková and Marcin Stonawski collaborated with Pew Research Center researchers to compile and standardize this data.

Religions vary in educational attainment

About one-in-five adults globally – but twice as many Muslims and Hindus – have received no schooling at all

Despite recent gains by young adults, formal schooling is neither universal nor equal around the world. The global norm is barely more than a primary education – an average of about eight years of formal schooling for men and seven years for women.

At the high end of the spectrum, 14% of adults ages 25 and older (including 15% of men and 13% of women) have a university degree or some other kind of higher education, such as advanced vocational training after high school. But an even larger percentage – about one-in-five adults (19%) worldwide, or more than 680 million people – have no formal schooling at all.

Education levels vary a great deal by religion. About four-in-ten Hindus (41%) and more than one-third of Muslims (36%) in the study have no formal schooling. In other religious groups, the shares without any schooling range from 10% of Buddhists to 1% of Jews, while a majority of Jewish adults (61%) have post-secondary degrees.3

Hindus and Muslims have made big advances in educational attainment

The study finds the religious groups with the lowest levels of education are also the ones that have made the biggest gains in educational attainment in recent decades.

Over three recent generations, the share of Hindus with at least some formal schooling rose by 28 percentage points, from 43% among the oldest Hindus in the study to 71% among the youngest. Muslims, meanwhile, registered a 25-point increase, from 46% among the oldest Muslims to 72% among the youngest.

Christians, Buddhists and religious “nones” have made more modest gains in basic education, but they started from a higher base. Among the oldest generation in the study, large majorities of these three religious groups received at least some formal education; among the youngest Christians, Buddhists and religious “nones,” more than nine-in-ten have received at least some schooling.

The share of Jews with at least some schooling has remained virtually universal across generations at 99%.

Declining gender gaps in formal education

In this study, more women than men have no formal education: As of 2010, an estimated 432 million women (23% of all women ages 25 and older) and 250 million men (14% of all men) lacked any formal education.

In some religious groups, the gender gaps in acquiring any formal education are particularly large. For example, just over half of Hindu women (53%) have received no formal schooling, compared with 29% of Hindu men, a difference of 24 percentage points. Among Muslims worldwide, 43% of women and 30% of men have no formal schooling, a 13-point gap. In other religions, the gender differences in the shares with no formal schooling are smaller, ranging from 9 points among the religiously unaffiliated to just 1 point among Jews.

But Hindus have substantially narrowed the gender gap in primary schooling, as shares of Hindu women with no formal schooling decreased across the three generations studied. Among the oldest Hindus, 72% of women and 41% of men have no formal schooling. But among the youngest Hindus in the study, the gender gap is smaller, as 38% of women and 20% of men have no formal schooling.

Muslims also have reduced the gender gap across generations by 11 percentage points. But in the youngest generation, a 10-point difference remains: 33% of Muslim women and 23% of Muslim men have no formal schooling. Among religiously unaffiliated adults and Buddhists worldwide, meanwhile, the gender gap in the shares with no formal schooling has virtually disappeared.

Reversal of some gender gaps in higher education

Worldwide, among all adults in the study, slightly more men than women hold post-secondary degrees (15% vs. 13%). But across generations, women have been outpacing men in reaching higher levels of education. As a result, in the youngest generation, the share of women with post-secondary degrees is comparable to the share of men (17% each).

In the youngest generation of three faith groups – Jews, Christians and the religiously unaffiliated – the gender gap in higher education has actually reversed. The biggest reversal has happened among Jews. Among the oldest generation of Jews, more men (66%) than women (59%) hold post-secondary degrees. But among the youngest Jewish adults worldwide, 69% of women and 57% of men have such degrees. In other words, a 7-point gender gap in the oldest generation (with more men than women holding advanced degrees) is now a 12-point gender gap in the other direction, with more women than men in the youngest generation of Jews holding degrees. (See Chapter 6 for details.)

Christians and religiously unaffiliated people have experienced similar – although not as dramatic – reversals of the gender gap in post-secondary education. Among Christians, the gender gap among those in the oldest adult cohort – 21% of men with higher education vs. 17% of women – has flipped among the youngest so that more women than men now hold degrees (25% of women vs. 20% of men). Similarly, among religiously unaffiliated people, the 3-point gender gap in the oldest generation (with more men than women having higher education) is now a 3-point gap in the other direction in the youngest generation, with more women than men earning post-secondary degrees.

Meanwhile, the gender gap in higher education has narrowed for Buddhists (by 5 points) and Muslims (by 3 points). Among the youngest generations in those groups, roughly equal shares of women and men hold higher degrees – 19% each among Buddhists and 11% and 9% among Muslim men and women, respectively. The gender gap in post-secondary education among Hindus has held steady across generations. In the youngest cohort of Hindus, more men than women still have post-secondary degrees (17% of men vs. 11% of women).

Both religion and region matter for educational attainment

Within the world’s major religious groups, there are often large variations in educational attainment depending on the country or region of the world in which adherents live. Muslims in Europe, for example, have more years of schooling, on average, than Muslims in the Middle East. This is because education levels are affected by many factors other than religion, including socioeconomic conditions, government resources and migration policies, the presence or absence of armed conflict and the prevalence of child labor and marriage.

At the same time, this study finds that even under the same regional or national conditions, there often are differences in education attainment among those within religious groups. Here are some findings from this report that illustrate both the diversity within the same religious group across different regions of the world, and the diversity within the same region among religious groups:

  • There is a large and pervasive gap in educational attainment between Muslims and Christians in sub-Saharan Africa. By all attainment measures, Muslim adults in the region – both women and men – are far less educated than their Christian counterparts. For instance, Muslims are more than twice as likely as Christians in sub-Saharan Africa to have no formal schooling (65% vs. 30%). Moreover, despite growth in the share of adults with any formal schooling in recent decades, the Muslim-Christian attainment gap has widened across generations, largely because Muslims have not kept pace with educational gains made by Christians. (See Chapter 1 for more on the Muslim-Christian gap in sub-Saharan Africa, and Chapter 7 for a discussion of possible explanations.)
  • Also in sub-Saharan Africa, the Muslim gender gap in education has remained largely unchanged across generations – and even widened slightly by some measures of attainment analyzed in this study. Although the youngest Muslim women in this region are making educational gains compared with their elders, they are making them at a slightly slower rate than their male peers. This pattern differs from some other regions, where Muslim women are generally making educational gains at a faster pace than Muslim men, thus narrowing the gender gap. (See Chapter 1 for details.)
  • Christians have remained fairly stable at the global level in their overall educational attainment over three generations. But their attainment varies considerably by region. As the largest of the world’s major religious groups (numbering about 2.2 billion overall, including children, as of 2010), Christians also are the most widely dispersed faith group, with hundreds of millions of adherents in sub-Saharan Africa, the Asia-Pacific, Europe, North America and Latin America and the Caribbean. Christians in Europe and North America tend to be much more highly educated than those in sub-Saharan Africa, for instance, although African Christians are making rapid educational gains across generations. (See Chapter 2 for more detail on educational attainment among Christians.)
  • Jews also have remained stable in their already high levels of educational attainment over recent generations. But Jews, unlike Christians, are a much smaller and more localized population, with a large majority of all Jews worldwide living in just two countries – Israel and the United States – where educational attainment is relatively high overall. (Chapter 6 explores data on Jews in more detail.)
  • At the global level, religiously unaffiliated adults have 1.3 more years of schooling, on average, than religiously affiliated adults (8.8 versus 7.5). One possible reason for this is that unaffiliated people are disproportionately concentrated in countries with relatively high overall levels of educational attainment, while the religiously affiliated are more dispersed across countries with both high and low levels of attainment. However, the unaffiliated are not consistently better educated than their religiously affiliated compatriots when looked at country by country. In the 76 countries with data available on the youngest generation of unaffiliated adults (born 1976-1985), they have a similar number of years of schooling as their religiously affiliated peers in 33 countries; they are less educated in 27 countries, and they are more highly educated than the affiliated in 16 countries. (See sidebar in Chapter 3 for more details on the unaffiliated and secularization theory.)
  • Hindus in India, who make up a large majority of the country’s population (and more than 90% of the world’s Hindus), have relatively low levels of educational attainment – a nationwide average of 5.5 years of schooling. While they are more highly educated than Muslims in India (14% of the country’s population), they lag behind Christians (2.5% of India’s population). By contrast, fully 87% of Hindus living in North America hold post-secondary degrees – a higher share than any other major religious group in the region. (See Chapter 5 on Hindu educational attainment.)
  • Religious minorities often have more education, on average, than a country’s majority religious group, particularly when the minority group is largely foreign born and comes from a distant country. In these cases, immigrants often were explicitly selected under immigration policies that favor highly skilled applicants. In addition, it is often the well-educated who manage to overcome the financial and logistical challenges faced by those who wish to leave their homeland for a new, far-off country. For instance, in the U.S., where Christians make up the majority of the adult population, Hindus and Muslims are much more likely than Christians to have post-secondary degrees. And unlike Christians, large majorities of Hindus and Muslims were born outside the United States (87% of Hindus and 64% of Muslims compared with 14% of Christians, according to a 2014 Pew Research Center survey). 4

A note about this analysis

This report looks at average educational levels among adherents of five major world religions – Christianity, Islam, Hinduism, Buddhism and Judaism – as well as among the religiously unaffiliated.

Educational systems vary enormously around the world; this report does not attempt to analyze differences in educational quality, but focuses primarily on educational attainment in terms of number of years of schooling. It distinguishes among four broad levels of educational attainment: no formal schooling (less than one year of primary school), primary education (completion of at least one grade of primary school), some secondary education (but no degree beyond high school) and post-secondary education (completion of some kind of college, university or vocational degree beyond high school, also referred to in this report as “higher education”). For comparability across countries, these educational categories are based on the International Standard Classification of Education (ISCED 1997; see Methodology for more details).

To measure changes over recent generations, the report looks at three birth cohorts: the “oldest” (born 1936-1955), “middle” (born 1956-1975) and “youngest” (born 1976-1985). These generations roughly correspond, respectively, to people ages 55 to 74, 35 to 54 and 25 to 34 as of 2010, the most recent year for which detailed census data are available in many countries. Whenever this report refers to “adults,” it means people who were 25 or older in 2010 (or, in some cases, the most recent year for which data are available).

The report presents figures at the global and regional levels but also includes select country-level data as illustrations of larger trends. It includes data from 151 countries, collectively representing 95% of the 3.6 billion people around the world who were 25 or older in 2010. Analyses of change across generations include data from 130 countries with available data on all three birth cohorts, representing 87% of the world’s population in 2010 ages 25 to 74.

The approach in this report is primarily descriptive: It lays out the differences in educational levels among religious groups without attempting to explain the reasons for those differences. Chapter 7 outlines some of the ways that social scientists think religion may influence educational attainment.

In this study, the world is divided into six regions. It includes data from 35 countries in the Asia-Pacific region; 36 countries in Europe, including Russia; 30 countries in Latin America and the Caribbean, including Central America and Mexico; 12 countries in the Middle East-North Africa region; Canada and the United States in North America; and 36 countries in sub-Saharan Africa.

Countries with data on religion and educational attainment

Fuente: http://www.pewforum.org/2016/12/13/religion-and-education-around-the-world/

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México ocupa el ultimo lugar en educación según la OCDE.

América del Norte/México/13.12.2016/Autor y Fuente: http://www.cdnoticias.com.mx/

En México, las tasas de matriculación en educación media superior y el porcentaje de población que ha alcanzado dicho nivel educativo ha aumentado, pero los niveles aún son bajos comparados con otros países de la OCDE y países asociados.

De 2005 a 2012 la población de 25 a 34 años en México que habían alcanzado la educación media superior aumentó en 8 puntos porcentuales, de 38% a 46%. No obstante, este porcentaje es mucho menor que el promedio de la OCDE de 83%. Sólo uno de tres adultos de 25 a 64 años de edad terminó ese nivel de educación.

México está aumentando el nivel de adolescentes de 15 a 19 años que están en educación: del48% al 54% entre 2005 y 2013. A pesar de este aumento, en 2013 México fue uno de sólo dos países de la OCDE y asociados (el segundo fue Colombia) donde menos de 60% de los jóvenes de 15 a 19 años estaban inscritos en el sistema educativo.

Los adultos con niveles educativos más altos tienen más probabilidades de estar empleados que los adultos con menos educación. Además, los ingresos relativos de los graduados aumentan con el nivel educativo, y esto sucede en México aún más que en la mayoría de los países de la OCDE.

Sin tomar en cuenta el grupo de edad, las tasas de empleo son de 5 a 9 puntos porcentuales más altas para los adultos con educación terciaria que para los adultos con sólo educación me media superior, quienes, a su vez, tienen tasas de empleo de 6 a 12 puntos porcentuales más altas que las de aquellos cuyo nivel más alto de logro educativo es menor que la educación media superior.

Fuente: http://www.cdnoticias.com.mx/articulos/mexico-ocupa-ultimo-lugar-educacion-segun-la-ocde

Imagen: http://www.cdnoticias.com.mx/contenido/uploads/2016/12/06/educacion-mexico-3.jpg

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México tiene la inversión más baja en educación por alumno: UNAM

México/14 de Noviembre de 2016/Alcaldes

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers, afirmó que México tiene el gasto por alumno más bajo de todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pese a que una educación de alta calidad necesita de un financiamiento sostenible.

Por ejemplo, en 2013 Luxemburgo y Suiza invirtieron 21 mil 320 y 19 mil 52 dólares, respectivamente, para brindar desde educación primaria hasta superior a sus alumnos; en tanto, México destinó tres mil 387 dólares, que representan apenas la tercera parte del gasto promedio por estudiante de los países miembros de la OCDE, que fue de 10 mil 493 dólares.

Al participar en el foro Tijuana Innovadora, el rector planteó la necesidad de ampliar la cobertura en educación superior, pues actualmente sólo se atiende a una tercera parte de la población en edad de cursar estos estudios.

Graue señaló que la educación promueve el desarrollo social, pues a mayor nivel educativo, las personas obtienen mejores ingresos. Además, favorece la seguridad y permite que haya más posibilidades de tener un futuro más equitativo y justo.

Sin embargo, dijo el rector, el panorama es poco alentador, pues en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2017, instituciones educativas como el Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y diversas universidades estatales han sufrido recortes.

Sobre el escenario de la investigación en México, dijo que también es complicado, pues el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) sufrió una disminución del 23.2 por ciento y hay compromisos que no puede dejar de atender, como preservar y promover el crecimiento del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), las becas a estudiantes de programas reconocidos, las cátedras Conacyt, así como la contratación de jóvenes investigadores.

Ante empresarios y emprendedores de Tijuana, Baja California y San Diego, California, Graue Wiechers insistió en la necesidad de impulsar la investigación encaminada a resolver los complejos problemas de la sociedad, los cuales deben ser atendidos de manera multidisciplinaria, además de impulsar la innovación y la obtención de patentes.

Finalmente, expuso que menos del 10 por ciento de las patentes que se otorgan en el país son para investigadores nacionales, mientras que en otras naciones como la India o Brasil los científicos obtienen el 22 y 18 por ciento, respectivamente.

Fuente: http://www.alcaldesdemexico.com/notas-principales/mexico-tiene-la-inversion-mas-baja-en-educacion-por-alumno-unam/

 

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