En España se han promulgado importantes y muy adecuadas leyes cuyo objetivo esencial es el logro de la igualdad entre hombres y mujeres: desde el artículo 14 de la Constitución, que excluye toda discriminación por razón de sexo, hasta la Ley Orgánica integral contra la violencia de género, de 2004; la Ley Orgánica sobre la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, de 2007; la misma Ley de reforma educativa, LOMLOE, de 2020, y la Ley de igualdad de trato y no discriminación, también de 2020.
Pero, aún siendo estas disposiciones legales muy importantes como expresiones institucionalmente vinculantes del valor superior de la igualdad constitucional, no dejan de existir brechas importantes. Así nos lo han manifestado las y los jóvenes participantes en Equilibres, la investigación acción participativa que hemos desarrollado en la Liga Española de la Educación y la Cultura Popular. Todos ellos ponen distancias entre la igualdad formal establecida por las leyes y la igualdad real, muchas veces degradada o inexistente, que constituyen auténticas derogaciones prácticas y singulares que, en ocasiones, experimentan prioritariamente muchas mujeres en sus vidas cotidianas. Por eso es tan importante que la igualdad cívica que consideramos una conquista democrática para mujeres y hombres supere sus aspectos de igualdad formal de oportunidades proclamada, para convertirse en igualdad real de resultados, es decir, la igualdad palpable y efectiva en todos los planos y momentos de la vida de todas las personas; la igualdad en todas sus expresiones y circunstancias civiles, políticas, sociales, económicas, laborales, educativas, culturales, en el espacio de lo público y en el de la vida privada.
Equilibres se ha centrado en la promoción de los buenos tratos y las masculinidades alternativas al viejo patriarcado, así como a la prevención y erradicación de una endémica violencia de género que para ello requiere actuaciones de sensibilización y educación más potentes de las que hasta ahora se vienen practicando. Se trata de un relato, y también un retrato, construido con la participación de 1.000 chicas y chicos de 14 a 25 años, en el que se reflejan sus opiniones, creencias, miedos y esperanzas sobre cuestiones que afectan y condicionan mucho a sus vidas personales y sociales, como los cuidados, los privilegios de unos y las desventajas de otras, en los ámbitos familiares, públicos y relaciones de pareja, sus vivencias reales y percepciones sobre lo que entienden como alcance efectivo de la igualdad y los obstáculos derogatorios o infranqueables para la misma derivados del patriarcado sistémico y del machismo activo en muchas conductas, las agresiones sexuales, la prostitución, etc.
Resulta evidente para las chicas y chicos participantes que, frente a sus aspiraciones y proyectos de igualdad se erigen dos poderosas figuras paradigmáticas que obstaculizan sistemáticamente su realización. Hablamos, hablan, del patriarcado y del machismo. Y, de un modo más preciso, hablamos del patriarcado fundamentalista, aquel que hoy con sus sofismas, falsas noticias y propagandas pretende legitimar habitualmente la inferioridad de la mujer, ignorar la violencia de género, degradar las conquistas de igualdad y libertad de la mujer como despreciable “ideología de género”, impedir la educación afectivo-sexual tratando de imponer su rancio dogmatismo, condenar la libertad de decidir, y otras censuras extraídas de las teorías que alimentan su vuelta al pasado, al mundo de sus retrotopías. Ahora, cuando no hace muchos años las legislaciones y la conciencia social han comenzado a abordar la necesidad de eliminar la gran asimetría en el estatus y en el ejercicio de todo tipo de derechos históricamente existentes entre hombres y mujeres.
Hoy queda claro que una de las claves más importantes de todas las batallas que culturalmente vive la moderna sociedad es la que se refiere a la conquista plena de la ciudadanía democrática igual por parte de la mitad del género humano, es decir, por y para todas las mujeres. Y esto lo saben o intuyen los jóvenes de ambos sexos, como se aprecia claramente en esta investigación participada con ellos y ellas.
El otro gran obstáculo que impide o boicotea los avances del principio de igualdad sobre el terreno de la realidad de las relaciones sociales entre sexos es el machismo, un adversario endémico, a veces íntimo y muchas veces disfrazado. Se trata frecuentemente de un comportamiento irracional frente al movimiento igualitario de liberación femenina, amparado, promovido y normalizado por diferentes orientaciones y partidos ultraconservadores, populistas y autoritarios que articulan sus doctrinas religiosas y políticas fundamentalistas en orden de combate cultural frente a las conquistas de derechos democráticos de las mujeres. El machismo como característica típica de lo que, según Umberto Eco, cabría denominar como “Ur-fascismo” o “Fascismo eterno”, una expresión cultural reiterativa que, sin ser exactamente la creación partidaria de Mussolini en el primer tercio del siglo XX, proyecta también hoy alguna de sus manifestaciones más rotundas: “La voluntad de poder en cuestiones sexuales”. ”Este es el origen del machismo, que implica desdén hacia las mujeres y una condena intolerante de las costumbres sexuales no conformistas” (Umberto Eco, Contra el fascismo. Lumen, 2018).
Equilibres es principalmente un proyecto ideado y realizado en términos coeducativos, queriendo así poner de relieve en la Liga de la Educación la extraordinaria importancia que la coeducación tiene para abrir caminos y hacer realidad la igualdad entre hombres y mujeres. Creemos firmemente que su implantación generalizada es un importante objetivo y que de hecho está recogido en la reforma educativa regulada por la Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, Lomloe, donde queda reflejado que “con el fin de favorecer la igualdad de derechos y oportunidades y fomentar la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, los centros sostenidos parcial o totalmente con fondos públicos desarrollarán el principio de coeducación en todas las etapas educativas”.
Las enseñanzas y aprendizajes de estos jóvenes han quedado plasmadas en la Criaturas del Más Acá: Guía Ilustrada de seres abominables y sus patri-arcadas, una especie de animalario fantástico en el que hemos querido reflejar, desde la Liga, esos comportamientos aún tan presentes en el rango de edad que construirá la sociedad que viene, y con la que esperamos poder contribuir a su desaparición.
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