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Chile: Mala educación

Por: Álvaro Pezoa  / Dario la Tercera

El presupuesto de la nación para 2018 enviado al Congreso por el gobierno incluye una insólita sorpresa: no reajusta, como estaba comprometido, el aporte estipulado para los colegios particulares subvencionados que se hayan acogido a la posibilidad de convertirse en fundaciones. Con ello el Ejecutivo no solo desconoce de hecho una promesa, sino que daña abiertamente a los establecimientos educacionales afectados, dejándolos imprevistamente con menos recursos de los que contaban para su funcionamiento. ¿Ahorro presupuestario, ideologización, desprolijidad de gestión? Todo puede ser viniendo de donde proviene. En cualquier caso, con toda la gravedad que posee el asunto, llega a ser anecdótico comparado con el enorme despropósito que significa el conjunto de la reforma educacional impulsada por la actual administración.

Chile necesita imperiosamente contar con una educación de calidad al alcance de todos. Ese es el gran desafío. Y requiere transitar a ese objetivo respetando la libertad de sus habitantes, en este caso tanto la de enseñanza como la de elección de los padres. La reforma va justo en sentido contrario. El acento en la calidad ha desaparecido, para ser reemplazado por la gratuidad. La mal llamada “ley de inclusión” (no a la selección, no al copago y gratuidad) conduce más bien a la exclusión, al tiempo que coarta la libertad de enseñanza y la de los padres para elegir la educación de sus hijos. En síntesis, un franco retroceso. Simultáneamente se ha gastado tiempo, energía y recursos en hacer cambios en la educación universitaria, por la sencilla razón de que sus estudiantes protestan, alteran las calles y sufragan, descuidando comparativamente los tres ámbitos realmente cruciales para encaminar al país a una mayor equidad e igualdad de oportunidades: la educación preescolar, la escolar y la técnico-profesional. Existe sobrada evidencia de que las etapas iniciales del proceso educativo son las más determinantes para el desarrollo de las personas. Casi con seguridad quien no reciba una educación de calidad en los primeros años de su vida escolar no tendrá opción de entrar a la educación superior, por mucha gratuidad de que disponga.

Con todo, la desorientación de las radicales modificaciones en curso no queda solo ahí. De una parte, el énfasis se ha puesto en las estructuras jurídicas, administrativas y las fuentes de financiamiento, cuando la auténtica búsqueda de calidad obliga a focalizarse en el liderazgo de los directores de las escuelas y liceos, en la preparación y motivación de los profesores y en aquello que ocurre en el aula (metodologías innovadoras y atractivas que faciliten el aprendizaje e involucren a los educandos en ese proceso).

De otra, nada se ha avanzado en orden a preparar a la población para el impacto en el mundo del trabajo que comportará la automatización y la robótica, fenómeno que se prevé generará alto desempleo y demandará cualidades y conocimientos distintos que los actuales para posibilitar la inserción laboral y la productividad de amplios sectores de la nación. 

Resulta altamente preocupante que la sociedad chilena se encuentre transitando hacia tan mala educación. Será uno de los “legados” más onerosos que heredará Bachelet 2.0 a la patria.

Fuente: http://www.latercera.com/voces/mala-educacion/

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México: En 60 días estará listo el Sistema Nacional de Educación Media Superior: subsecretario

México / 24 de septiembre de 2017 / Autor: Notimex / Fuente: Publimetro

El subsecretario de Educación Pública, dijo que que se necesita continuar con el trabajo en ámbitos prioritarios para los jóvenes, como reducir el abandono escolar

El subsecretario de Educación Pública, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, anunció que en breve quedará listo el Sistema Nacional de Educación Media Superior, en el que concurrirán 33 diferentes subsistemas que se encargarán de acordar las transformaciones en este nivel de bachillerato.

Explicó que este sistema es resultado de un decreto presidencial, derivado de la Ley General de Educación, e informó que están por recibir los comentarios de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal.

«Nosotros estamos esperando que en los próximos 60 días, a más tardar, este concluido este proceso y publicado en el Diario Oficial», indicó en entrevista con Notimex.

El funcionario de la Secretaría de Educacion Pública (SEP) indicó que entre los principales cambios que se requieren está una coordinación más intensa.

«El nuevo modelo y la reforma de la educación, es un paso en esa dirección, pero necesitamos instancias de interlocución, como el Sistema Nacional de la Educación Media Superior, que pueden servir para lograr este propósito”.

Agregó que se necesita continuar con el trabajo en ámbitos prioritarios para los jóvenes, como son aumentar la cobertura, reducir el abandono escolar, mejorar los aprendizajes y, sobre todo, garantizar que se produzca una transición tersa de la educación media superior a la superior, entre otros asuntos.

Indicó que las propuestas que presenten organismos como la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) se analizarán para ver cómo se pueden incorporar algunas de las recomendaciones que expresen.

Tuirán Gutiérrez explicó que otro punto importante es llegar a los acuerdos entre todas las instituciones, pues recordó que la mayoría de las universidades son autónomas y son las que deciden que transformaciones incorporar.

Confió que en el ciclo escolar 2017-2018 se concrete un programa de orientación vocacional, con objetivos y propósitos claros, que incluya la reducción de la brecha de género en la elección de carrera, con el fin de que lo que estudien los jóvenes, sobre todo las mujeres, los ayuden en lograr trabajos mejor remunerados y un desarrollo profesional más estable.

Se analiza la forma de encaminar a los jóvenes, sobre todo a las mujeres, hacia el estudio de carreras científicas o tecnológicas, para lo cual, dijo, se necesita que los docentes sean capacitados para que los estudiantes reciban más y mejor información sobre profesiones como ingeniería y matemáticas, entre otras, y que los estudiantes tengan mejor y mayor información sobre las opciones.

Fuente de la Noticia:

https://www.publimetro.com.mx/mx/noticias/2017/09/18/en-60-dias-estara-listo-el-sistema-nacional-de-educacion-media-superior-subsecretario.html

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Lo malo casi no se cuenta: el Quinto Informe educativo de Peña Nieto

México / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Rogelio Javier Alonso Ruiz / Fuente: Educación Futura

El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, rindió un mensaje con motivo de su quinto informe de gobierno. Tal evento, desarrollado en Palacio Nacional, reunió a gran cantidad de personajes que no se cansaron de aplaudir los innumerables logros que el mandatario expuso en su discurso. El informe, plagado de logros y escaso de errores y desafíos, presentaba un México radicalmente diferente al de la realidad cotidiana a la que se enfrentan millones de mexicanos. En materia educativa, la línea fue la misma: se presentó, aunque mediante aseveraciones superficiales, un sistema educativo con mejoras sustanciales en temas torales, tales como la calidad, la cobertura y la infraestructura. Sin embargo, la realidad educativa mexicana dista mucho de la prosperidad que tanto presume el jefe del poder ejecutivo en sus palabras.

Uno de los logros que el presidente Peña enfatizó en su discurso fue el aumento en la cobertura de Educación Media Superior (de 66 a 82% en cuatro años, en cuanto a tasa bruta) y Superior (de 32 a 37%). El mandatario, para no quitar brillo a tales logros, prefirió omitir que, siguiendo otro criterio de cálculo de cobertura más fidedigno (tasa neta), ésta bajaría en Media Superior de 82% a 57%. Asimismo, el jefe del ejecutivo prefirió no abordar en su discurso a un nivel educativo que tiene problemas serios de cobertura: en cuanto a la atención a alumnos de 3, 4 y 5 años, es decir, los que están en edad de asistir a escuelas preescolares, se tenía un porcentaje de atención de 70% de la población durante el ciclo escolar 2012-2013, logrando un insípido avance de 2.3% para el ciclo escolar 2015-2016. Lo anterior, significa que en la actualidad uno de cada cuatro infantes en edad de recibir educación preescolar, no tienen la oportunidad de hacerlo ya que no existe la suficiente cobertura para brindar este servicio.

El presidente hizo alusión a la implementación de la Estrategia de Fortalecimiento y Transformación de las Escuelas Normales; si bien mencionó sus propósitos principales (actualización pedagógica y profesionalización de profesores) no dio mayores detalles de las acciones que se han emprendido a raíz de tal estrategia ni de los beneficios que han reportado las mismas. Sin embargo, el supuesto fortalecimiento está en entredicho: Peña no mencionó que durante los primeros cinco años de su mandato, se ha marcado una tendencia de debilitamiento de las Escuelas Normales, pues la matrícula nacional ha pasado de 131,025 alumnos en el ciclo escolar 2012-2013 a 93,766 en el ciclo 2016-2017 (es decir, una disminución de más de una cuarta parte). Cabe mencionar también la disminución de docentes normalistas: de 18,253 profesores a 15,373 en el periodo señalado anteriormente. A estas cifras se suma la desaparición de 29 Escuelas Normales durante los cuatro primeros años del mandato de Peña.  La crisis normalista sin duda se agudizará en los próximos años, pues la matrícula de ingreso ha tenido un desplome de 2012 a 2016: ha ido de 35,853 a 25,209 alumnos, es decir, la matrícula de ingreso ha tenido una disminución de casi una tercera parte. ¿Estas cifras es lo que el presidente entiende por transformación y fortalecimiento de las Normales?

El presidente destacó orgulloso que durante lo que va de su sexenio se han invertido más de 80 mil millones de pesos en el mejoramiento de la infraestructura educativa, monto que, según el mandatario, es superior a lo que se invirtió en total en los dos periodos presidenciales anteriores. Lo anterior hace suponer un cambio radical en las condiciones físicas de las escuelas, sin embargo, tales cifras ocultan datos alarmantes en términos de infraestructura educativa elemental: según el estudio Infraestructura, mobiliario y materiales de apoyo educativo en las escuelas primarias. ECEA 2014 (INEE, 2016), ni siquiera la mitad de las escuelas primarias cuentan con los servicios básicos de agua, luz y drenaje (45%) o sus alumnos tienen acceso a una computadora que funciona (43%); tres de cada 10 planteles no dispone de tazas sanitarias suficientes para sus alumnos y casi uno de cada tres profesores (31%) de cuarto, quinto y sexto grados percibe que el tamaño de su salón es inadecuado para la cantidad de estudiantes que atiende. Además, sólo el 41% de las escuelas indígenas tienen agua todos los días de la semana y 62% electricidad durante el mismo periodo; por si fuera poco, de este tipo de instituciones educativas, una de cada cien tiene techo de cartón.

El jefe del poder ejecutivo se refirió a la aplicación la Ley General del Servicio Profesional Docente como uno de los logros más destacados de su labor, haciendo notar que a partir de su implementación se tomó, según sus palabras, al mérito como única vía de ingreso, permanencia y promoción de los docentes. La evaluación docente, supuestamente validadora del mérito, tiene múltiples fallas que han sido señaladas por diversos expertos: desde problemas de relevancia del contenido, hasta la ausencia de la observación directa del profesor y la omisión de evidencias de desempeño. Según la Encuesta de satisfacción de los docentes que participaron en la evaluación del desempeño. Entrevistas con actores educativos. Ciclo escolar 2015-2016 (INEE, 2016, pp. 20 y 30), la opinión mayoritaria de los docentes en torno a los instrumentos de evaluación (examen, 31%; expediente de evidencias, 44%) apunta hacia una escasa pertinencia de los mismos para demostrar y someter a valoración su desempeño profesional. Las falles de la evaluación docente han llegado al grado de que el mismo Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) ha descalificado los procesos evaluativos de personal docente con funciones de Asesoría Técnica Pedagógica, aludiendo a errores en el diseño de los instrumentos utilizados, derivando en una insuficiencia de la validez de los resultados generados.

Sin ofrecer mayores detalles, Peña Nieto señaló que los programas de formación continua de los profesores son cada vez mejores a partir de la implementación de la Ley General del Servicio Profesional Docente. No obstante lo anterior, el documento La Educación Obligatoria en México. Informe 2017 (INEE, 2017), señala que los procesos de tutoría a los maestros de nuevo ingreso fueron desastrosos: casi la mitad de los tutorados (44%) no recibió al menos una sesión de tutoría, mientras que ni siquiera un tercio de los tutores del ciclo escolar 2014-2015 afirmaron haber obtenido incentivos económicos por haber ejercido tal función. Según el documento Los docentes en México. Informe 2015 (INEE, 2015), en 2013, el presupuesto otorgado al Sistema Nacional de Formación Continua se tradujo en un raquítico promedio de 363.91 pesos para las actividades formativas de cada docente de Educación Básica. La publicación anterior también menciona que, derivado de la escases de recursos asignados al sistema en cuestión, cada Centro de Maestros (instituciones especializadas en la capacitación docente) “atendía a 267 escuelas […], y para hacerlo, 83% del conjunto total contaban con un equipo conformado por no más de diez personas” (INEE, p.117).

Asimismo, el mandatario anunció una medida purificadora en el ámbito educativo: mediante una auditoría al FONE se detectaron y cancelaron 40 mil plazas de la nómina magisterial, lo que representa un ahorro de casi cinco mil millones de pesos anuales. Sin embargo, al presidente Peña “se le olvidó” mencionar también, en términos de pulcritud de manejo de los recursos públicos, que los desvíos no tienen únicamente como destino los bolsillos de profesores, sino también los de diversos funcionarios de su gobierno, tal como quedó demostrado en una investigación periodística reciente en la que se da a conocer un fraude multimillonario (tres mil millones de pesos) que implica a universidades públicas en complicidad con algunas secretarías y dependencias del gobierno federal.

Durante su discurso, el presidente no escatimó en elogios para el Nuevo Modelo Educativo al cual, incluso, lo catalogó como la base para una auténtica “revolución pedagógica”. Sin embargo, olvidó decir que en materia pedagógica, precisamente, los postulados que se establecen en tal documento tienen varios años, e incluso décadas, en la cultura magisterial: aprender a aprender, aprendizajes significativos, aprendizaje social, evaluación formativa, etc. Así pues, es evidente que el documento referido no representa ninguna innovación, como lo suponen los spots y discursos oficiales, en cuanto a la manera en que los docentes y alumnos realizan, respectivamente, las tareas de enseñanza y aprendizaje. El presidente no señaló, por ejemplo, que los principios pedagógicos del Modelo Educativo son esencialmente idénticos a los del Plan de Estudios 2011 e, incluso, a las orientaciones pedagógicas del Plan y Programas de Estudio de 1993.

Sin dar mayores detalles, el presidente anunció que se han dado pasos significativos en la profesionalización del magisterio. Por lo visto, la lógica del presidente supone que la profesionalización radica únicamente en la actualización y capacitación de los profesores, sin embargo, ésta abarca otro elemento fundamental (Torres, 1998): el económico. Durante el actual sexenio, el poder adquisitivo de los docentes va en un declive sostenido, pues sus aumentos salariales anuales son cada vez más raquíticos (del 4.9% en 2009 al 3.08% en 2017) de tal suerte que el último, el más bajo en mucho tiempo, ni siquiera representa la mitad del porcentaje de inflación que se ha dado en el presente año. Por tal motivo, resulta risible y hasta cínico que el mandatario, aun cuando se ha encargado de golpear la economía del magisterio, haya tenido el atrevimiento de reconocer y aplaudir a los maestros mexicanos.

Por lo visto, el presidente no tiene mucho que presumir en cuanto a logros educativos. En su quinto informe no le ha quedado más que presentar verdades a medias, aspiraciones y estadísticas descontextualizadas. En lo que va de su sexenio, temas importantes como la calidad, la cobertura y la infraestructura educativas, así como la formación y la profesionalización docente, no han tenido las mejoras sustanciales que se esperaban. Por tal motivo, es entendible que se tengan que gastar cantidades exorbitantes en promocionar la obra educativa: por ejemplo, para promocionar las bondades de la Reforma Educativa se han gastado 900 millones de pesos en los últimos tres años. Al igual que los spots oficiales, los discursos del presidente  no van más allá de enunciados superficiales carentes de un sustento de peso y presentan un México diametralmente opuesto al que conocemos millones de mexicanos.

*Rogelio Javier Alonso Ruiz. Docente colimense de Educación Primaria (Esc. Prim. Distribuidores Nissan No. 61 T.V.) y de Educación Superior (Instituto Superior de Educación Normal del Estado de Colima). Licenciado en Educación Primaria y Maestro en Pedagogía. 

Twitter: @proferoger85

REFERENCIAS

INEE. Encuesta de satisfacción de los docentes que participaron en la evaluación del desempeño. Entrevistas con actores educativos. Ciclo escolar 2015-2016. México: INEE, 2016.

INEE. Infraestructura, mobiliario y materiales de apoyo educativo en las escuelas primarias. ECEA 2014. México: INEE, 2016.

INEE. La Educación Obligatoria en México. Informe 2017. México: INEE, 2017.

INEE. Los docentes en México. Informe 2015. México: INEE, 2015.

SEP. Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. México: SEP, 2017.

SEP. Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, principales cifras 2012-2013. México: SEP, 2013.

SEP. Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, principales cifras 2015-2016. México: SEP, 2017.

TORRES, Jurjo. El curriculum oculto. Madrid: Morata, 1998.

Fuente del Artículo:

Lo malo casi no se cuenta: el Quinto Informe educativo de Peña Nieto

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Lo efímero del Nuevo Modelo Educativo

México / 3 de septiembre de 2017 / Autor: Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia / Fuente: Educación Futura

La historia reciente en México parece mostrar que en cada periodo presidencial se repite la creación y presentación de una propuesta educativa que invariablemente anuncia que en el mediano y largo plazo se harán posibles los avances educativos que el país demanda, y aunque, no parece ser suficientemente claro qué es lo que el país demanda, la población no deja de tener esperanza en que la educación posibilita una mejor calidad de vida. Con ello entramos a un círculo, no precisamente virtuoso, donde los avances siguen siendo insuficientes al carecer de una visión crítica e histórica.

Un punto central en el documento oficial del Nuevo Modelo Educativo es el perfil de egreso del estudiante, mismo que muestra once fines, con metas específicas para cada uno de ellos y para cada uno de los niveles educativos desde el preescolar hasta la educación media superior.

Entre los fines y ámbitos se enmarcan contenidos que corresponden a las siguientes temáticas:

  • Lenguaje y comunicación.
  • Pensamiento matemático.
  • Exploración y comprensión del mundo natural y social.
  • Pensamiento crítico y solución de problemas.
  • Habilidades socioemocionales y proyecto de vida.
  • Colaboración y trabajo en equipo.
  • Convivencia y ciudadanía.
  • Apreciación y expresión artística.
  • Cuidado del medio ambiente.
  • Habilidades digitales.

Esta temática no presenta mucha novedad si la comparamos con la propuesta curricular de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), que se enfocaba en:

  • Elaboración de proyectos didácticos.
  • Situaciones problemáticas orientadas a la indagación y la formulación de argumentos que validen los resultados.
  • Procedimientos formativos basados en el diálogo, la reflexión crítica, los proyectos de trabajo, el desarrollo del juicio ético, la participación.
  • Secuencias didácticas relacionadas con el arte, el lenguaje, además del entorno natural y social (SEP, 2011).

La RIEB integraba un enfoque socio-cultural y cognitivo basado en una epistemología de pensamiento crítico y científico (SEP, 2011). Fue resultado de un proceso que inició en 1993 y se consolidó a finales de 2006 mediante acuerdos entre los sectores interesados.

El nuevo modelo educativo es sin duda resultado de la sistematización de diversas perspectivas sociales propuestas por el CIDE (2016), sin embargo, el momento en que se presenta e intenta poner en operación no parece estar en su favor. Por un lado, surge de un mandato autoimpuesto a través del artículo transitorio número 12 de la versión 2013 de la Ley General de Educación (Diario Oficial de la Federación, 2013) que a la letra dice: “a efecto de dar cumplimiento a la obligación de garantizar la calidad en la educación, las autoridades educativas deberán proveer lo necesario para revisar el modelo educativo en su conjunto, los planes y programas, los materiales y métodos educativos”. Por otro lado, se anuncia como respuesta a los problemas detectados al inicio del periodo gubernamental, con los tiempos políticos operando en contra, después del cuarto año del sexenio, en el ocaso del actual gobierno federal.

Aunque se llega a aceptar que los cambios de un modelo educativo, cualquiera que sea, implican una visión de largo plazo, no parece considerarse la necesidad de un proceso de apropiación cultural por parte de los docentes y la sociedad, mismo que requiere mayor tiempo y cuidado, lo cual seguramente va más allá de los tiempos sexenales.

El hecho es que los modelos educativos siguen más vinculados a las necesidades y oportunidades de los gobiernos de turno que a lo propiamente educativo. Se proponen verticalmente versiones recicladas que no aportan mayor espacio a la construcción desde la escuela. Una muestra está en el asunto de la autonomía que, aunque es un concepto usado en el discurso y normativa oficial desde hace bastantes años, no deja de ser en la práctica un intento pobre. Está reducida a que la escuela y su director tengan ahora la “oportunidad” de gestionar recursos materiales y económicos, poniendo así en evidencia la carencia de recursos que enfrenta la propia Secretaría de Educación para cumplir con los mandatos constitucionales y limitando el tiempo del director para dar un seguimiento creciente a los procesos educativos de su escuela.

El actual modelo educativo, como anteriores modelos, no deja de ser un documento general, con poca posibilidad de efectividad, pero aún más frágil a diferencia de otros por el tiempo en que se promulga, a menos de dos años de terminarse el sexenio 2012-2018, y con poca posibilidad de continuidad por parte del partido en el poder.

De esta manera se puede afirmar que la relación entre gobierno, escuela y sociedad, sigue sin encontrar un carácter verdaderamente constructivo. Los mecanismos para concertar siguen sin ser relevantes y la verticalidad no deja de estar presente. Incluso, lo que se llegó a pensar como un buen medio para el desarrollo de los centros educativos y su vínculo con su contexto cercano, los llamados Consejos de Participación Social, siguen siendo una posibilidad latente. Por otra parte, lo que podría ser un espacio de crecimiento de la autonomía escolar, como son los Consejos Técnicos Escolares, no dejan de ser un espacio de trabajo mensual dedicado a seguir puntualmente lineamientos preestablecidos por autoridades a nivel federal, dando poco margen de acción a directores y docentes para decidir de manera más autónoma y con base en su experiencia y las necesidades del contexto donde se ubica su escuela.

Las escuelas de educación básica continúan siendo asumidas por las autoridades como un elemento operario de las decisiones centrales sin mayor margen de autoría por parte de quienes integran las comunidades escolares (docentes, directivos, padres de familia, etc.). Ante esto cabe preguntarse, ¿qué se puede esperar de este Nuevo Modelo Educativo? ¿cuál es la autoría que le imprimirán los maestros? ¿o se trata más de lo mismo? ¿será sólo un problema de confianza en los subalternos o será también que los intereses políticos y económicos atados a lo educativo no quieren ser trastocados? ¿no es tiempo ya de dar paso a lo propiamente educativo sin estructuraciones apresuradas?

Referencias

CIDE (2016). Consulta sobre el modelo educativo. Disponible en línea en: https://www.cideconsultamodedu2016.info/

Diario Oficial de la Federación (2013). Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Educación. Disponible en línea en: http://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5313841&fecha=11/09/2013

SEP (2011). Plan de estudios 2011. Educación básica. Disponible en línea en: https://www.gob.mx/sep/documentos/plan-de-estudios-educacion-basica-en-mexico-2011

SEP (2017). Modelo educativo para la educación obligatoria (2017). Disponible en línea en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/198738/Modelo_Educativo_para_la_Educacio_n_Obligatoria.pdf

Fuente del Artículo:

Lo efímero del Nuevo Modelo Educativo

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El Nuevo Modelo Educativo en México ¿una revolución educativa?

México / 27 de agosto de 2017 / Autor: José Antonio Cabello Gil / Fuente: e-consulta

Sus ejes no son nuevos. Hace un siglo John Dewey y William H. Kilpatrik lo plantearon

Recientemente la Secretaría de Educación Pública lanzó el Nuevo Modelo Educativo (NME). Lo ha hecho con bombo y platillo, destinando una gran cantidad de recursos, tanto para su elaboración como para su divulgación. Quiero pensar que también para su implementación y evaluación.

Muchas cosas pueden decirse de este NME. Un primer punto tiene que ver con el hecho de que las ideas fuerza (aprendizajes clave, aprender a aprender, localismo, crítica a la memorización, habilidades socioemocionales, entre otras) que están contenidas en el modelo no son nuevas. Si bien son presentadas como un novedoso hito en el sistema educativo nacional, como “una auténtica revolución en la educación” (Secretaría de Educación Pública, 2017, pág. 7), hay que decir que esto dista mucho de ser así. En efecto, las ideas fuerza contenidas en el NME tiene al menos un siglo de haberse presentado, tanto en el ámbito de las ideas como en el de la política pública, por lo que en lo absoluto se puede hablar de originalidad.

Ya en las primeras décadas del siglo pasado, Dewey y Kilpatrick plantearon los mismos temas que traza el NME. Sus ideas, por ejemplo, respecto a la centralidad que debe tener el estudiante versus el contenido académico fueron presentadas en 1902 y constituyeron fuerte influencia en la política educativa del momento. Igualmente Dewey es identificado como fundador y promotor de la filosofía del pragmatismo, que identifica la verdad con lo útil y privilegia la experiencia y la práctica, por encima del conocimiento teórico.

William Heart Kilpatrick, discípulo de Dewey, fue quien llevó a sus últimas consecuencias los planteamientos de su maestro, haciéndolo a través de promover el Método por Proyectos. En 1925, Kilpatrick afirmaba que había que privilegiar el método y los aspectos formales del aprendizaje, más que los contenidos, ya que estos cambian rápidamente (¡dicho en 1925!). Son estas ideas de Kilpatrick, inspiradas en Dewey, las mismas que se plantean en el NME.

Estos planteamientos constituyen antecedente y fundamento de muchas de las teorías educativas que inspiraron la política educativa de muchos países en el mundo durante el siglo XX. Nos referimos, por ejemplo, a planteamientos como el de la educación por competencias, el aprendizaje colaborativo, la educación por proyectos, aprendizaje por descubrimiento, constructivismo, estilos de aprendizaje, inteligencias múltiples, entre otros.

Así como las ideas no son nuevas, tampoco lo son las críticas que han generado. Ya en 1935 podemos encontrar en José Vasconcelos una fuerte crítica a este tipo de planteamientos. En su obra De Robinson a Odiseo (Vasconcelos, 2009), el primer Secretario de Educación Pública del México postrevolucionario, hace una fuerte crítica a los planteamientos de Dewey, a la educación por proyectos, a la crítica que se hace desde entonces al uso de la memoria, el implícito desprecio por el libro, la primacía de lo práctico sobre lo teórico, a la supuesta conveniencia de propiciar que el alumno descubra y construya conocimiento, entre otros temas que se pueden identificar claramente en el NME.

Vasconcelos afirma que cuando se pregona la necesidad de un desarrollo integral y armónico de las distintas facultades del niño, ¿no parece, por ejemplo, absurdo que en el taller se le adiestre para el trabajo, lo que le asegura una serie de reflejos encaminados al empleo útil de su cuerpo, pero, en cambio, al proscribirse los ejercicios de retención por la memoria de trozos literarios o poéticos se le priva de la aptitud para la técnica espiritual, única que puede facilitarle el aprovechamiento de la cultura que interesa al espíritu? (Vasconcelos, 2009, pág. 23)

E insiste: ¿Por qué, entre tanto experimento no se hace el de poner al niño, luego de aprender las primeras letras, en contacto con las obras de Platón o de Homero y Esquilo, del Dante o de Calderón y Shakespeare? (Vasconcelos, 2009, pág. 24)

Igualmente en 2008, en el gobierno de Felipe Calderón, se hacía referencia al concepto de competencias en diversos documentos, entre ellos el Acuerdo 444 por el que se establecen las competencias que constituyen el marco curricular común del Sistema Nacional de Bachillerato. Ahí se definen a las competencias genéricas como aquellas que “…les permiten comprender el mundo e influir en él; les capacitan para continuar aprendiendo de forma autónoma a lo largo de sus vidas, y para desarrollar relaciones armónicas con quienes les rodean.” (Secretaría de Educación Pública, 2008, pág. 2) Entre esto propuesto hace casi 10 años y lo que propone el NME no hay mayor diferencia.

Sobre la supuesta originalidad de los conceptos que encontramos en el NME, puede verse también que ya en 1989, en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se planteaba en el Plan de Modernización Educativa la idea de privilegiar el “aprender a aprender”, o la idea de “articular niveles educativos”, la “equidad”, entre otros puntos que vemos en la presente propuesta de la SEP. Por ello, insistimos: no hay planteamiento novedoso ni original en el NME que el actual gobierno federal nos propone.

Recientemente un destacado investigador educativo de la UNAM, Ángel Díaz Barriga, analizaba el NME y justamente afirmaba varias cosas respecto a esto: que la propuesta de la SEP no es novedosa, que constituye más bien un “replanteamiento” o “reiteración” de ideas previas, que es un exceso hablar del NME como una “revolución educativa”, así como que más bien representa un “planteamiento forzoso”. (Díaz Barriga, 2017)

Por otro lado hay que decir que el planteamiento de la SEP en el que compara la educación antes y después del NME, establece una contraposición que no tiene una lógica clara. En efecto, no guarda paridad ni relación el oponer la rigidez y verticalidad del sistema educativo al concepto de calidad. Hacerlo implicaría afirmar que cuando en su momento se promovieron sistemas “rígidos”, estos eran de mala calidad por el solo hecho de ser rígidos. Es decir, implicaría afirmar que todos los sistemas rígidos son en sí mismos de mala calidad por ese hecho específico. En otras palabras, tendríamos que concluir que toda la educación ofrecida por el Estado previo a esta reforma era mala por rígida. Tal afirmación implica una enorme inexactitud, así como una tremenda injusticia.

Muchas cosas más se pueden decir del NME, particularmente las relativas al planteamiento curricular que contiene y que pareciera no ser precisamente el más conveniente para el país. Pero de eso, hablaremos en otro momento.

Bibliografía

Díaz Barriga, Á. (julio de 2017). Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación. UNAM.(UNAM, Ed.) Recuperado el 24 de julio de 2017, de https://www.youtube.com/watch?v=lOoIxjjvqNw

Vasconcelos, J. (2009). De Robinson a Odiseo. México, D. F.: Trillas.

Fuente del Artículo:

http://www.e-consulta.com/opinion/2017-08-18/el-nuevo-modelo-educativo-en-mexico-una-revolucion-educativa

Fuente de la Imagen:

https://www.google.com.mx/search?tbs=sbi:AMhZZitLkamBcGcv2yJvvrfY5ImTiQeZg3UhdLZP45WOyV2YDt_1WENdTd5JuJOqkM8t6YZ2u5nhAvG6xHJSSiZbpG4htsUFSOVHo2WZfSGGJwuL-w22pP407J7hTuwmC6unqTcyKxm51M5ry0hS8xAXxw91O9i06AdJb16cdjIOd3-kcv6qMpN2XoGjYrdS9-f4SpuLQfsRudIl79E4ubxOqT21TBwG0xCGKg21nZHxiZn5GkGeTlIT6YSF8Vz_19jTE0l_10kHos40m-PjNy3P_1yA4wqLuVlEKTi1glM0qPUud_1WZbhfsZTF7yVygLfeh2VsTF6XW4gaJZgXZQgGEpvrs2kEr6EBb9g&bih=869&biw=1280&ved=0ahUKEwjtj_6V1u7VAhVBYiYKHXFNACQQiBwICQ

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México: Nuño olvidó la educación rural, dicen académicos, y 10.3 millones de menores habitan en el campo

México/12 junio 2017/Fuente: sinembargo

La “verdadera revolución educativa” que traerá el Nuevo Modelo Educativo, como lo definió el Secretario de Educación Pública Aurelio Nuño Mayer, parece no incluir a la educación rural.

Académicos y expertos criticaron que este nuevo modelo sigue sin contemplar de manera correcta la diversidad del país y opta por incluir a todos los grupos en uno solo, generando un “currículum único”.

Según el Inegi, el 26.4 por ciento (10.3 millones) de los niños y adolescentes de menos de 17 años del país viven en zonas rurales.  Sin embargo, los expertos señalan que en el proyecto impulsado por el Gobierno federal los habitantes del campo serán capacitados para vivir y desarrollarse en una sociedad globalizada.

 “Hay cada vez más educación para las zonas rurales, pero cada vez menos educación rural”, sostiene Benjamín Berlanga Gallardo, profesor de la Universidad Campesina Indígena en Red de Puebla.

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Frente a la implementación en México del Nuevo Modelo Educativo desarrollado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y que forma parte de la Reforma Educativa, investigadores criticaron que a pesar de lo vanguardista que se presentó el plan, guarda una similitud con el que llegó a sustituir: la exclusión de la educación rural.

Benjamín Berlanga Gallardo, profesor de la Universidad Campesina Indígena en Red de Puebla, aseguró que actualmente debe retomarse la educación rural, entendiéndola como la vía para recuperar lo campesino y la idea de serlo. Sin embargo, este concepto se enfrenta a la instauración del Nuevo Sistema Educativo.

Para el académico, la educación rural se trata de un proyecto de resistencia, aunado o ligado a las luchas campesinas y de los indígenas.

Criticó que el Nuevo Modelo federal no toma en cuenta a la educación rural, porque desde la década de los años 80 se cree que las vidas de los campesinos son vidas que no merecen la pena ser lloradas o que socialmente no merecen la pena vivirse; que a esa propuesta le hace falta definir desde qué valores, desde qué idea de ser sujeto, desde qué idea de ser ser humano se desarrollará.

“Desaparecen en la conceptualización de la política pública los campesinos y las campesinas; y lo que hay es una inmensa operación de igualación de la educación para todas y todos los mexicanos”, dijo.

Y lanzó una paradoja: “hay cada vez más educación para las zonas rurales, pero cada vez menos educación rural”. Esto porque hay cada vez más cobertura educativa en las zonas rurales, tanto en educación básica como en bachillerato, pero hay una renuncia explícita a la educación rural, de un “ser sujeto” desde lo campesino y desde lo rural.

Pidió dejar de pensar la educación rural como un problema de cobertura, de infraestructura y de rezago y verla como una educación que tenga que ver con lo campesino y aseguró que una oferta de educación para este sector no la habría hasta que no se construya otro tipo de país, en el que la vida de los habitantes del campo cuente.

De acuerdo con los último datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México hay 39.2 millones de niños, niñas y adolescentes, de estos el 26.4 por ciento (10.3 millones) viven en zonas rurales.

Mientras que de casi 4 millones de niñas, niños y adolescentes indígenas (3-17 años), poco más de 1.8 millones hablan alguna lengua indígena, de los cuales más de 1.4 millones habitan en localidades rurales, aproximadamente 312 mil habitan en localidades semiurbanas, y más de 100 mil, en localidades urbanas; todos ellos con derecho a recibir educación en su lengua.

Una niña de la comunidad de Maruata, aprovecha la tarde para estudiar. Ella estudia en una de zonas marginadas de la Sierra Costa de Michoacan. Foto: Cuartoscuro

Lesvia Rosas Carrasco, investigadora independiente y miembro de la Red de Investigación en Educación Rural, aseguró que los altos niveles de desigualdad que hay en el país se reflejan en el sistema educativo, cuando es la educación la que debe contribuir a revertir la desigualdad.

Criticó también que el Nuevo Modelo Educativo trata de manera genérica a la población rural, indígena, afrodescendiente y migrante y los engloba en una categoría de grupos marginados y vulnerables.

El problema, dijo la investigadora, es que ese método “acumula déficits marcados que propician el abandono escolar, que tienen menos oportunidades de desarrollar al máximo su potencial”.

El Nuevo Modelo, sostuvo, se desarrollaría bajo una idea de globalización y por lo tanto, quienes estudien ahí están capacitados para vivir y desarrollarse sólo en ese tipo de sociedad.

“Posiblemente, debido a ese enfoque, es que en el documento no se hace una distinción entre el medio rural y el medio urbano, no hay una definición de población rural o de lo rural, de las condiciones de vida y las características de los niños y jóvenes que habitan esas zonas, de lo que para ellos significa la escuela a la que actualmente asisten, del papel que le corresponde desempeñar a la educación en esas zonas o para esa población, y tampoco se defienda escuela rural”.

Este modelo, dijo, al igual que el que fue elaborado hace 100 años sigue sin poder reflejar la diversidad que caracteriza al país. Aunque en el documento se reconoce la diversidad de escuelas (y de manera reiterada) no hay un capítulo en el que se analice la situación de cada una de ellas.

“Si se piensa en la población rural como deficitaria; y en las escuelas rurales, multigrado, indígenas, de jornaleros agrícolas, para migrantes, telesecundarias y telebachillerato también como deficitarias ante otra modalidad educativa, difícilmente por muchos apoyos que se les hagan llegar lograrán desarrollar todo su potencial, que es uno de los propósitos del Nuevo Modelo Educativo”, señaló.

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En su apartado “Inclusión y Equidad”, el Nuevo Modelo señala que en términos generales, los estudiantes en situación de desventaja económica y social enfrentan grandes obstáculos en sus trayectorias educativas y no desarrollan los aprendizajes más relevantes para su vida actual y futura, siendo las poblaciones indígenas, migrantes, rurales, afrodescendientes y con discapacidad son las más afectadas por estos rezagos.

El documento luego abunda en el tema de la cobertura, que en efecto, ha aumentado, aunque el reto ahora está en la educación media superior, superior y preescolar, particularmente en los niveles de ingreso más bajos y los grupos tradicionalmente excluidos.

El documento agrega que “las desigualdades se manifiestan en el propio aprovechamiento de las niñas, niños y jóvenes, así como en la discriminación que viven cotidianamente al interior del sistema educativo. De manera crónica, las personas que provienen de los estratos de menores ingresos, los estudiantes de turnos vespertinos, los hablantes de lenguas indígenas, los habitantes urbanos que residen en zonas marginadas, quienes forman parte de comunidades indígenas, los residentes de las localidades rurales y las poblaciones de regiones menos desarrolladas, obtienen resultados más bajos, acumulan déficits marcados que propician el abandono escolar y con ello tienen menos posibilidades de desarrollar al máximo su potencial”.

Se propone una educación de calidad para todos, pero en el apartado que corresponde a la atención de población indígena y a hijos de jornales agrícolas migrantes se aborda sobre la educación intercultural y bilingüe y la creación de Consejos Escolares de Participación Social.

El objetivo del plan es garantizar el acceso a una educación de calidad a todos los niños y jóvenes; que se aborte el modelo de memorizar y se abra paso al inglés, a aprender a aprender, que es una propuesta que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) implementó en su bachillerato desde 1971.

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Fuente: http://www.sinembargo.mx/11-06-2017/3231714

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Una noble labor.

Por: Juan Carlos Lastiri.

Quizá muchos de nuestros más gratos recuerdos que tenemos como personas se han dado en el contexto de nuestra educación. En las aulas suceden tantas cosas que marcan nuestras vidas; tal vez, conocimos a la mujer con la que hoy compartimos vida; vivimos una experiencia de terror al pasar a dar un tema; bailamos por primera vez para nuestros padres y, por qué no, tuvimos consejos de nuestros maestros que nos dieron fuerza para seguir hacia el futuro.

La noble labor de educar moldea la vida de quien la lleva y se vuelve parte de la experiencia humana toda vez que es un proceso necesario para poder integrarnos productivamente a la sociedad que servimos. Pero realizar esta tarea no es un tema sencillo para ningún país, aunque el nuestro ha dado un paso muy importante para hacer que la educación cumpla el cometido de brindar más y mejores oportunidades a los jóvenes mexicanos.

Durante esta administración el modelo educativo ha sufrido una transformación que sin duda, es la tarea de mayor trascendencia que ha impulsado esta administración, y estoy cierto que este cambio no se hubiera realizado sin el apoyo y decidido compromiso de las maestras y maestros de México así como del esfuerzo de alumnos y los padres de familia. La llamada Reforma Educativa va más allá de sólo una evaluación ya que considera una responsabilidad de la autoridad educativa asegurar la debida capacitación y la debida formación para que las maestras y maestros puedan presentar sus exámenes, y cuando no los acrediten, tengan la debida capacitación nuevamente para que vuelvan a acreditar los conocimientos, y eso nos asegure que estén debidamente formados.

El nuevo modelo educativo reconoce que los maestros son clave en el proceso de enseñanza-aprendizaje y por lo mismo impulsa también la formación y capacitación de los docentes, a través de esto se iniciarán nuevos proyectos como el  Programa Aprende 2.0, que inicia el próximo ciclo escolar y en su primera fase contará con tres mil escuelas, para apoyar la educación digital tanto de los maestros como de los alumnos. Este nuevo modelo educativo entiende el gran esfuerzo que hacen las maestras y los maestros para cambiar, mejorar y buscar la excelencia, por lo que incluye una política para fortalecer su salario en función del mérito. Por ello, quienes obtienen una calificación destacada en la evaluación tienen un incremento del 35 por ciento sobre el sueldo base y a lo largo de los años, estos incrementos pueden llegar, incluso, hasta un 180 por ciento sobre su salario base.

Se editarán nuevos libros de texto que se harán acordes con el nuevo modelo educativo y con esto se va a recuperar algo que se había perdido: el Libro del Maestro, que permite ayudar a los docentes sobre cómo educar a las niñas y niños. Además, en estos días, se ha dado a conocer el lanzamiento del Premio Nacional de Innovación Educativa Jaime Torres Bodet, que se otorgará a las maestras y maestros que en forma destacada impulsen prácticas pedagógicas que logren mejorar el aprendizaje de los alumnos. Los docentes que en el futuro obtengan este Premio habrán de ser reconocidos por su visión y compromiso para impulsar esta noble misión.

El cambio de modelo educativo en México era impostergable en un mundo globalizado donde la competencia es intensa y se requiere competir y ganar con quien sea, en donde sea y en cualquier lugar. Llevar a cabo la tarea no ha iniciado de manera fácil pero la historia nos dice que las maestras y los maestros de México han logrado las hazañas que se han propuesto. Eso nos los dice la historia y también la experiencia. Los cambios permiten reforzar los incentivos de quienes nos educan, porque, a donde vayamos, encontraremos historias de maestros que han decidido cambiar su vida por ser forjadores de la vida futura de México, de nuestra historia y ser los artífices del cambio en base al conocimiento que hoy demandamos todos los mexicanos. Felicidades a todos los maestros de nuestro país que día a día engrandecen esta noble labor, muchas veces llena de sacrificios pero, también, llena de satisfacciones.

Fuente: http://www.e-consulta.com/opinion/2017-05-17/una-noble-labor

Imagen: http://ngnoticias.com/wp-content/uploads/2017/05/JUAN-CARLOS-LASTIRI-QUIR%C3%93S-680x365_c.jpg

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