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Los profesores no tienen la culpa de todo.

Una campaña de la Fundación Promaestro trata de poner en valor la figura de los docentes,Sólo el 8% de los profesores españoles considera que su trabajo es valorado por la sociedad, según la OCDE.

Por: Olga R Sanmartin.

Todo el mundo tiene una opinión sobre la educación y sobre lo que los profesores deberían hacer. Desde la madre metida a bloguera hasta el gurú que imparte charlas TED, pasando por los políticos que hacen y deshacen leyes educativas, todos tienen infalibles teorías pedagógicas. Que si «los profesores deberían aprender del modelo finlandés»; que si «los docentes deberían quejarse menos y trabajar más»; que si «el maestro debería saber adaptarse a cada niño»; que si «la escuela debería dejarse de experimentos y centrarse en lo básico: las Matemáticas, la Lengua y el Inglés»…

Hace tan sólo un par de décadas, los profesores eran figuras revestidas de autoridad y respetabilidad que nadie se atrevía a contestar. En la era de internet, donde la información es gratis y circula por todas partes, el docente no sólo es cuestionado sistemáticamente, sino que se le responsabiliza de todos los males. Si los niños no saben, es culpa del maestro; si no son felices, también.

En el Día Mundial del Maestro, la Fundación Promaestro ha rendido homenaje a los profesores en un vídeo en el que ironiza sobre la tendencia que tenemos a opinar sobre aquellas cosas que creemos que sabemos. «Los profesores deberían hacer…» es una frase que se oye a la puerta del colegio casi tanto como la de «cada niño es un mundo».

«Vivimos un momento en el que se habla más que nunca de educación y, sin embargo, la opinión de los docentes se nos presenta casi siempre en un segundo plano. Queremos que las personas que vean el vídeo, se muevan o no en el ámbito educativo, sean un poco más consciente de la presión que soportan los profesores y que se pregunten hasta qué punto su voz está siendo, en no pocas ocasiones,gravemente deslegitimada», expresa Jorge Úbeda, director de la Fundación Promaestro, una ONG creada para «impulsar una cultura que valore y reconozca justamente a los profesores».

Hasta Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación en funciones, ha salido este miércoles para pedir que «todos reflexionemos sobre la necesidad de que la sociedad en su conjunto reconozca el trabajo de nuestros maestros y profesores».

Los profesores pasan por una prolongada crisis de reputación. Según el CIS, la profesión docente está entre las 10 más valoradas por los españoles, pero sólo un 6,5% de la población animaría a su hijo a optar por esta carrera. El informe Talis de la OCDE apunta que el 95% de los profesores en España está satisfecho con su trabajo, pero sólo el 8% cree que su trabajo es valorado por la sociedad, cuando, en la media de los países, este porcentaje es del 31%.

A todo ello no ayudan los grupos de WhatsApp que han creado los padres para seguir en contacto después de clase y que a menudo sólo sirven para criticar al profesor. «Suelen ser una fuente de ruido que no beneficia en nada a la autonomía educativa de los alumnos y que genera tensiones y conflictos evitables entre los colegios y las familias», opina Úbeda, profesor asociado de Historia de la Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid.

Úbeda también cree que «las campañas antideberes», como la que ha lanzado la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), «vuelven a cargar las culpas sobre las espaldas de los docentes y hacen más grande la brecha existente entre los profesionales y las familias».

«En ningún caso hay estudio alguno que pruebe que los deberes sean nocivos», sostiene Úbeda. «¿Para cuándo las familias van a proponer un boicot a los horarios de tarde de sus empresas, o a las reuniones a deshora?», plantea.

¿Realmente era necesario crear una fundación para empoderar a los docentes? «Nuestra propuesta consiste en ayudar a que los profesores creen redes de conocimiento educativo que les ayuden en su ejercicio profesional y que les permitan reconocerse a sí mismos como los expertos profesionales en educación escolar que son», indica Úbeda. Para ello, organizan encuentros entre maestros en los que se intercambian prácticas y experiencia.

Fuente: http://www.elmundo.es/sociedad/2016/10/05/57f3ca3546163f57348b458c.html

Imagen: 

http://k.uecdn.es/html5/html5lib/v1.9.1-ue2/modules/KalturaSupport/thumbnail.php/p/108/uiconf_id/8704917/entry_id/0_btjolm1k/height/402?

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Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE 2016

11 de octubre de 2016/Fuente: mecd.gob

La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) presenta todos los años una extensa recopilación de estadísticas e indicadores del sistema educativo de los 35 Estados Miembros de esta Organización que agrupa a los países más desarrollados del mundo, además de otros países asociados. La publicación, denominada Education at a Glance. OECD Indicators (Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE) analiza la evolución de los diferentes sistemas educativos, su financiación y el impacto de la formación en el mercado de trabajo y en la economía.

Esta publicación corresponde al Informe español de la edición de Panorama de la Educación 2016: Indicadores de la OCDE y es un resumen del Informe Internacional que reproduce los datos de los indicadores más importantes para España en comparación con la media de los países de la OCDE y de los 22 países de la Unión Europea que pertenecen a esta Organización. En la mayoría de los indicadores, se ofrece la información, cuando está disponible, de una serie de países, seleccionados por el interés en la comparación con España. Estos países son los siguientes: Francia, Grecia, Italia y Portugal (mediterráneos), Alemania y Países Bajos (centroeuropeos), Finlandia, Noruega y Suecia (nórdicos), Brasil, Chile y México (latinoamericanos), Estados Unidos, Irlanda y Reino Unido (anglosajones) y Japón (asiático). La “simplificación” de las tablas y cuadros pretende facilitar la lectura y resaltar lo más relevante desde la perspectiva española. El Informe se divide en tres capítulos.

El primero lleva por título «La expansión de la educación y los resultados educativos». En él, se analizan los siguientes aspectos: la formación de la población adulta, su evolución y el contraste entre el nivel de educación alcanzado por la población joven, 25-34 años, y el de la población adulta en el rango de 55- 64 años; asociado a lo anterior, la movilidad educativa intergeneracional entre los hijos de 25 a 34 años y sus padres; la escolarización y los resultados de las etapas no obligatorias: la Educación Infantil en España en comparación con los países analizados y la importancia que tiene en los resultados educativos posteriores; las tasas de matriculación y de graduación, y su evolución por sexo y orientación del programa (generales o profesionales) en la segunda etapa de Educación Secundaria; evolución de las tasas de matriculación y graduación en Educación Terciaria en los países de la OCDE y particularmente en España, a través del estudio de la distribución por sexo y por campo educativo, con especial referencia al campo científico-tecnológico.

Se termina el capítulo con la movilidad internacional de los estudiantes en Educación Terciaria y su matrícula en los programas de ciclo corto, Grado, Máster, Doctorado y equivalentes. En el segundo capítulo, denominado «Educación, mercado laboral y financiación educativa», se estudia la educación y el empleo, con especial referencia a una de las principales preocupaciones del mundo actual: la transición de la enseñanza al mercado laboral, y la relación de las tasas de empleo con los diferentes niveles y campos de estudio de la Educación Terciaria; se relaciona el nivel de educación con las tasas de empleo, los salarios y las diferencias entre hombres y mujeres; se profundiza en los resultados sociales de la educación, salud y participación política, según el dominio por parte de los adultos de las competencias en comprensión lectora y en matemáticas; se analiza el gasto anual público y privado por alumno en instituciones educativas de Primaria a Terciaria y la variación de este gasto entre 2005 y 2013. Por último, se analiza la proporción de la riqueza nacional que se dedica a educación, o lo que es lo mismo, el gasto en educación en relación con el PIB y con el gasto público, tanto en España como en los países de la OCDE y de la UE22. PANORAMA DE LA EDUCACIÓN. INDICADORES DE LA OCDE 2016. INFORME ESPAÑOL 6 El tercero se titula «El entorno de los centros educativos y el aprendizaje».

En él, se analizan las horas de clase del alumnado de Primaria y primera etapa de Educación Secundaria (ESO en España), en comparación con las de otros países; se estudia la ratio alumnos/profesor, la media de alumnos por clase y el tamaño estimado de la clase, con la aportación al respecto de las conclusiones más importantes del estudio TALIS; las horas que los profesores dedican a impartir clase y el porcentaje de tiempo que estas suponen sobre sus horas totales de trabajo; los salarios del profesorado, como aspecto de especial relevancia en su vida laboral, que junto al tamaño de la clase y las horas de enseñanza, aportan las claves de la distribución de los recursos financieros asignados a la educación; la distribución del profesorado por edad y por sexo y, como novedad en la edición de este año, se analiza, a partir del estudio TALIS, la edad y el sexo de los directores de los centros educativos y las actividades de liderazgo en las que participan. La redacción y los análisis de este Informe español han sido realizados por el equipo del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, coordinado por Vicente Alcañiz Miñano e integrado por Joaquín Martín Muñoz, José María Gallego Alonso-Colmenares y Emilio Rodríguez Antúnez, con el apoyo técnico de Noelia Martínez García y del resto del personal del Instituto Nacional de Evaluación Educativa.

Descargar el informe:

 http://www.mecd.gob.es/dctm/inee/eag/panorama2016okkk.pdf?documentId=0901e72b82236f2b

Imagen: ep00.epimg.net/politica/imagenes/2016/09/14/actualidad/1473854823_735626_1473874080_noticia_normal.jpg

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Entrevista a Gabriela Ramos: Una reforma que apueste a la educación y no a la retorica.

América del Norte/México/04.10.2016/Autor: Maria de los Ángeles Luna Fuente:http://www.educacionyculturaaz.com/

En diciembre pasado, la maestra Gabriela Ramos, directora de gabinete de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estuvo en México para presentar los resultados del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés).
Desde París, la funcionaria conversó en exclusiva con az sobre los grandes retos que tenemos como país para recuperar tiempo y oportunidades en materia educativa. Convencida de que la información y la rendición de cuentas moverán voluntades, se refiere a aquellas políticas y estrategias que, de acuerdo a la experiencia de otras naciones emergentes, resultan cruciales para que México dé un salto cualitativo a partir de la reforma educativa recientemente aprobada en el Congreso de la Unión.

María de los Ángeles Luna (MAL): 2014 es un año crucial para consolidar las bases de la reforma educativa que se ha puesto en marcha en México; ¿cuál va a ser el gran reto de esta reforma durante los próximos meses?

Gabriela Ramos (GR): Estamos muy entusiasmados con la reforma y te lo digo muy en serio. Tiene todos los elementos de lo que se ha hecho para darle un empujón a los sistemas educativos de otros países, no es sólo una cuestión laboral, sino que también busca alinear incentivos para poner al alumno en el centro del aprendizaje y para que el niño mexicano salga bien preparado.

Es increíble que no hayamos tenido estándares y objetivos claros de lo que tiene que hacer cada uno de los que participan en el sistema educativo en México. Es muy difícil tratar de poner todo el esfuerzo, como profesor, director o administrador de una escuela si no tienes claridad respecto de lo que quieres que los niños sepan y de lo que esperas que los maestros hagan en este sentido, y éstos son los criterios y estándares que está elaborando el Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE).

La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha lanzado una consulta sobre el modelo educativo que es muy importante, ya que va a definir qué es lo que aprenden, cómo lo aprenden y cómo lo utilizan los alumnos; además, nos va a permitir identificar de qué manera van a utilizarse los activos con los que contamos.

Vamos a escuchar qué es lo que les sirve en su práctica escolar, vamos a ver de qué forma podemos apoyarlos. Es todo un enfoque integral que nos parece que está bien con la reforma. El reto está en la implementación, proceso que requiere de todos los participantes y de su compromiso con el cambio.

MAL: De acuerdo a la experiencia de otros países emergentes que también han implementado reformas educativas, ¿qué controles habría que establecer para evitar el retraso o la distorsión de las acciones encaminadas a la evaluación educativa en sus diversos niveles? En el pasado fuimos testigos de prácticas como la venta de exámenes para los docentes.

GR: Yo creo que es un conjunto de acciones que requieren de la concurrencia de la Federación y, en ciertos niveles, de los estados. No es únicamente dejarle a las autoridades de los estados administrar independientemente su sistema educativo como si fueran entes autónomos. Es un gran paso que los estándares que está definiendo el INEE sirvan como criterios de evaluación para todo el sistema educativo nacional, y los gobiernos estatales van a tener que rendir cuentas. Lo que va hacer que esto funcione es que los recursos del presupuesto que se asignen a la educación se canalicen de una forma que premie el resultado y que, además, apoyen la constitución de los objetivos de la reforma.

En todos los países en los que ha habido avances importantes hay una alineación de los incentivos presupuestales con los resultados que se obtienen y las necesidades que se tienen, pero esa redistribución de recursos tiene que estar acompañada de una rendición de cuentas muy sólida. Yo estaría esperando que también existiera este marco de rendición de cuentas, que con los criterios de evaluación del INEE sea más fácil ver quién da resultados y quién no.

No sólo va a ser cuestión de analizar los aspectos negativos, como la compra de exámenes, asignación de plazas, etcétera, algo que realmente preocupaba en el pasado. Esta reforma tiene una gran posibilidad, porque cuenta con un marco mucho más transparente, con sistemas de evaluación muy pertinentes, con recursos que se asignan de acuerdo a las necesidades y a los resultados.

La otra parte es a la que yo le apuesto más: cuando los maestros vean que son recompensados, que tienen una trayectoria de carrera con mayor certidumbre y que son premiados por sus méritos, van a saber que la reforma va en serio. Y no hay nada mejor para obtener resultados que alinear a la gente que tiene el compromiso y no desmotivarla con sistemas que no operan de una forma adecuada.

Entonces, si logramos esa coordinación de elementos, el que va a ser la diferencia, te lo aseguro, es el buen maestro; estamos hablando de los que ahora están ahí, que hacen el esfuerzo y que seguramente lo van a seguir haciendo. Hay otro grupo, maestros que están poco calificados pero que tienen las ganas de mejorar y te diría que necesitan de todo el apoyo, con capacitación pertinente, con acompañamiento y unas definiciones muy concretas de lo que se espera de ellos, y, finalmente, con el reclutamiento de los mejores para ser maestros o maestras.

MAL: Una reforma educativa implica el involucramiento de toda la sociedad y una nueva cultura alrededor del concepto “educación”; en este sentido, ¿qué tareas nos quedarían para generar ese cambio cultural y las políticas públicas que estimulen la participación de todos los agentes de cambio, en particular los padres, hacia un nuevo paradigma educativo?

GR: La educación nos compete a todos y tiene que ser una auténtica apuesta por la educación y no sólo retórica. Es un tema importantísimo y el papel que tienen los medios de comunicación es informar, poner a disposición de la sociedad estas preocupaciones, plantear los retos que implica educar a su público, eso puede ser la diferencia. Los padres de familia hacen la diferencia también.

En México tenemos que remontarnos a algo importante y muy pesado: hay algunos padres a los que no les importa la educación de sus hijos, pero también existe un elemento cultural porque en la medida en que el nivel educativo de los padres sea bajo, ellos mismos carecen de confianza para sentirse un elemento que pueda conducir este proceso, crea una barrera para asumirse como agente de cambio; entonces, es muy importante seguir educando, seguir diciendo que no importa el nivel que tengas, lo único que tienes que mantener es una gran preocupación porque tus hijos salgan mejor preparados.

¿Por qué muchos padres creen que la escuela que eligieron es la mejor para sus hijos? Aceptar que no es buena sería decir que no están desempeñando un buen papel. Entonces, es importante continuar educándolos y ahí la escuela actúa de forma fundamental porque los tiene que ir involucrando. Comprender que su participación como padre hace la diferencia. Alumnos y profesores deben exigir ese compromiso.

Pueden establecerse consejos de clase, en los que se reúnen autoridades, maestros, alumnos y padres de familia y los representantes, como se hace en otros sistemas, en los cuales de verdad el consejo es el que está determinando cuáles son los problemas, cuáles las soluciones y cómo avanzar en el proceso educativo, eso es fundamental.

MAL: ¿Conoce el dicho “lo que por la mañana la escuela construye, por la tarde la televisión lo destruye”?

GR: Aquí está presente el dilema del huevo o la gallina, qué fue primero, ver la televisión 15 horas o no lograr una capacidad crítica en las escuelas. El problema es justamente cómo salimos del círculo vicioso. Yo creo que la escuela tiene que aspirar a construir ciudadanos más críticos, más pensantes, más conscientes de la fuerza que pueden tener si se enfocan a cambiar las cosas. Lo que queremos es que los niños vayan a la escuela a enriquecerse, a aspirar a aprender más, a saber qué maravilla y qué delicia es el conocimiento y, en ese sentido, vas a tener una ciudadanía más crítica, más educada, más demandante.

MAL: En un México de hondas desigualdades y grandes diversidades, ¿cómo lograr la equidad y calidad de la educación?

GR: La escuela es el único instrumento que tienen las sociedades para erradicar las diferencias que los chicos encuentran en sus casas, si no lo hace la escuela no lo hará nadie. Lo que tiene que hacer la escuela es igualar al chico que viene de un hogar de bajos recursos con aquel que tiene acceso a bienes culturales (libros, música, obras artísticas), que vaya a la escuela y se equipare a cualquiera, porque son sociedades muy desiguales. En todos los países de la OCDE ha incrementado el nivel de desigualdad; si la escuela no cumple ese papel de ascensor social estamos en problemas.

MAL: En este proceso de mejorar calidad y equidad y frente al reto de evaluaciones internacionales como PISA, ¿qué debe atenderse primero? ¿A la escuela que carece de todo recurso material, a la que está con un buen nivel de aprendizaje, a las escuelas rurales antes que las urbanas? ¿Cómo se empieza?

GR: Lo que ha resultado verdaderamente increíble de las lecciones de los países que han participado en la prueba PISA, es que alcanzar calidad con equidad es posible y son sistemas distintos. Tenemos a Corea, un país centralista, cuyo gobierno controla todo, hasta el color de la hoja, y luego tenemos a Alemania, cuyas provincias deciden cómo van a llegar los recursos. Son países que tienen sistemas educativos muy diferentes, están organizados de manera distinta. Lo único que caracteriza a todas estas experiencias es que el esfuerzo principal se pone en acompañar a los chicos en desventaja, olvídate de las élites, olvídate de chicos que están bien capacitados o de las mejores escuelas. No tiene ningún sentido concentrarse en eso. Tienes que enfocarte en los chicos con problemas de aprendizaje o económicos.

Otro ejemplo de los sistemas que funcionan y que viene en línea con la creación de incentivos que ayudan a los más vulnerables es la no repetición de años escolares —México lo ha establecido— porque en el momento en que no puede reprobarse a un chico y mandarlo a repetir el año, una de dos, o al maestro no le importa y lo pasa, aunque al final de cuentas al chico le va a seguir yendo mal y será un problema mayor, o se establecen unos criterios, muy bien acotados, en los que el maestro tiene que hacerse responsable de que ese niño que tiene dificultades de aprendizaje reúna los requisitos para no ser reprobado.

Entonces, ¿qué hacer en México? Pues ir a las escuelas en desventaja. Hay otra parte de la reforma, también importante, que es la inversión en infraestructura.

Otra herramienta poderosísima, que es la más sencilla —sencilla de decir, difícil de implementar— pero que también resulta un hilo conductor en todas estas sociedades, es que ponen a los mejores maestros frente a las clases más difíciles. Yo diría que no es tanto cómo transformar todo, simplemente saber quiénes son tus mejores maestros, establecer remuneraciones y paquetes de acuerdo con el esfuerzo que tienen que hacer, pero ponerlos enfrente de las clases más difíciles, porque lo que nos sucede —a países como México, incluso a la misma Francia, con un nivel bastante desigual en sistema educativo— es que los mejores recursos se van a las escuelas más ricas. Los mejores maestros quieren trabajar en las zonas más lindas del país y se preguntan por qué los quieren mandar a las zonas donde están los árabes perdidos.

Enviar a los mejores maestros a las zonas con más desventajas, y premiarlos por hacerlo, eleva el aprendizaje.

Se ha demostrado en países como Polonia o Brasil, en los que ha tenido lugar un avance educativo espectacular, pues se colocan a los mejores elementos en la parte baja de la base y la elevas.

MAL: En cuanto a las metas y sus plazos, ¿alcanzan los tiempos para llegar algún día a las calificaciones promedio que tienen los países de la OCDE en materia educativa?

GR: Un trabajo como éste lleva mucho tiempo, pero no tiene que ser un cambio de una generación; yo te diría que hay transformaciones impresionantes. Polonia es un ejemplo muy importante, ahí cambiaron los incentivos a los maestros y la forma como los reclutaban y dieron un salto espectacular en los resultados de las dos últimas pruebas PISA. Lo interesante de este comparativo internacional es que puede verse lo que es posible hacer, en qué medida va a estar todo el sistema integrado, consolidado y operando en sus diversas dimensiones. Cuando hablé de 25 años, quise decir que si seguimos al ritmo de mejora que tuvimos en Matemáticas, nos iba a tomar 25 años llegar al promedio de la OCDE.

Por ello la construcción de este sistema tiene que ser en menos tiempo; hay arreglos que tienen que ver con la pertinencia de los cursos que se ofrecen, con la remuneración de los maestros, con hacer que las escuelas normales sean más productivas y tener un examen mediante el cual se elija a los mejores.

Con la experiencia de cómo han avanzado otros países en corto tiempo, vemos que existe la posibilidad de mejorar. La tendencia de México es por ese camino. Comparado con 2003, México fue uno de los países que más avance mostró en Matemáticas, materia alrededor de la cual hubo una serie de programas de apoyo —que incluyeron premiar a las escuelas que mostraron un trabajo relevante— “y aunque no había una coherencia entre ellos, los resultados fueron buenos. La reforma a la educación básica y a la currícula, los exámenes (ENLACE y Excale), todo eso ayudó a que México avanzara. El mensaje es que la mejoría no fue suficiente. Bien implementada, esta reforma nos puede dar mucho más.

El mejoramiento de la educación en nuestro país debe ser un esfuerzo nacional y en la medida en que todo mundo se comprometa con el aprendizaje podremos llegar a ser un país con un gran capital humano. Tenemos una ventana de oportunidad demográfica, seguimos siendo un país joven, pero en 30 años se nos acabará. Por eso, en este momento, la implementación de la reforma es la gran prueba de fuego.

Fuente: http://www.educacionyculturaaz.com/analisis/entrevista-a-gabriela-ramos-una-reforma-que-apueste-a-la-educacion-y-no-a-la-retorica

Imagen: http://www.educacionyculturaaz.com/wp-content/uploads/2014/01/Captura-de-pantalla-2014-01-28-a-las-12.23.30.png

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La paciencia del pacto educativo.

Para que el sistema educativo español mejore se necesita una estrategia a largo plazo con más inversión, universalización y políticas inclusivas.

Por: Octavio Medina.

La semana pasada el profesor Benito Arruñada publicaba una tribuna en la que criticaba la idea de un pacto educativo porque solo contribuiría a perpetuar los problemas que ya tenemos. El sistema educativo, en connivencia con los padres, decía Arruñada, forma a jóvenes inmaduros, poco autocríticos e incapaces de “posponer la gratificación” para esforzarse más. Todo esto, unido a la eliminación de castigos, reválidas o los cursos selectivos, habrían generado una falta tanto de actitud como de preparación entre la juventud de hoy.

No seremos nosotros los que discutamos que nuestro sistema educativo es mejorable (ni que el pacto no es una panacea). Pero si a los jóvenes les falta disciplina, a los argumentos del profesor Arruñada también. En 2013 la OCDE publicó el estudio OCDE, que evalúa los conocimientos y competencias en matemáticas y lectura de la población adulta en decenas de países. El patrón general es que las generaciones recientes obtienen mejores puntuaciones que las anteriores. Hay varios motivos. Uno de ellos es que las competencias decaen a medida que uno envejece. Pero otro motivo es la universalización de la educación en la segunda mitad del siglo XX. Los países pioneros como Estados Unidos tienen diferencias menores entre jóvenes y mayores que los países que expandieron sus sistemas educativos más tarde. Entre estos últimos se encuentra España, que en 1955 tenía una participación inferior al 10% en secundaria, comparada con el casi 80% de EEUU. De los 29 países participantes en PIAAC, España es el cuarto donde los jóvenes sacan más ventaja al grupo más mayor en lectura. Los jóvenes españoles de 16-24 años están más cerca de cerrar la brecha con la OCDE que cualquiera de las generaciones anteriores. No se deduce que estén peor preparados.

España es el cuarto país donde los jóvenes más aventajan a los mayores en nivel de lectura

También se critica que a las nuevas generaciones les falta actitud. Por ejemplo, no saben posponer las gratificaciones es decir, no son pacientes, lo cual les hace esforzarse poco en decisiones que les afectan a largo plazo. Es una hipótesis interesante, pero Arruñada no aporta datos. Afortunadamente el año pasado se publicó una investigación que analiza preferencias y actitudes en distintos países (para ver patrones por generación tendremos que esperar a que se publique la base de datos). Una vez más, la realidad es más aburrida que la teoría. A pesar de que no somos tan pacientes como anglosajones y escandinavos, los españoles estamos a la cabeza de los países del sur de Europa e incluso somos algo más pacientes que los japoneses. No hay evidencia pues de que seamos particularmente impacientes.

Arruñada achaca el supuesto declive del carácter a la eliminación de los castigos, las reválidas y los cursos selectivos, lo cual ha mermado la responsabilidad del alumno. Estamos de acuerdo en que el carácter llamémosle habilidades socioemocionales— es clave. No en vano predice resultados como la tasa de empleo, el salario o la graduación. La razón por la que se han eliminado reválidas y modelos selectivos (un proceso que lideraron países con excelentes resultados como Canadá, Holanda o los países nórdicos, por cierto) es porque no suelen ayudar a desarrollar esas actitudes que Arruñada añora. Sí que ayudan, en cambio, a perpetuar fenómenos como el de la repetición, política cara, ineficaz e injusta, en la cual España sí que es una anomalía. Si queremos desarrollar carácter, convendría mirar hacia iniciativas prometedoras como las clases de refuerzo y acompañamiento (con altas expectativas) o las sesiones de terapia cognitiva para adolescentes. Tienen además la ventaja de haber sido evaluadas rigurosamente en vez de estar basadas en anécdotas.

Los partidos tienden a enfocarse en políticas “impacientes” y dejan fuera la educación

El progreso de nuestro sistema educativo en las últimas décadas ha sido sustancial, y es consecuencia de una mezcla de inversión, universalización y políticas inclusivas. Aunque queda mucho por hacer, no vemos motivos que nos impidan seguir mejorando. Quizá el pesimismo se deba a que a diferencia de la salud donde el gran aumento de la longevidad deja poco que discutir, a la educación le ocurre la paradoja de que cuanto más mejora, más expectativas y preguntas sobre su efectividad genera. En cualquier caso, resulta extraño que el profesor Arruñada a la vez critique la idea de un pacto educativo y el aumento de la impaciencia. Un problema clave de economía política es que mientras los gobiernos deben rendir cuentas cada cuatro años, existen muchas políticas cuyos beneficios tardan décadas en verse. Por lo tanto, los partidos tienden a enfocarse en políticas “impacientes” y dejan fuera, entre otras, a la educación. Un pacto o compromiso por la educación, aunque sea de mínimos, es la clase de mecanismo que nos ayudaría a posponer la gratificación de invertir en políticas cortoplacistas.

Fuente: http://elpais.com/elpais/2016/09/20/opinion/1474381889_113772.html

Imagen: http://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2016/09/20/opinion/1474381889_113772_1474383826_noticia_normal_recorte1.jpg

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Lo que va a hacer el país nº 1 en matemáticas, Singapur, para seguir siendo el mejor

Singapur/29 septiembre 2016/Fuente: El Confidencial

Cuando estás en lo más alto, lo único que puedes hacer es bajar. Es lo que ha debido pensar la república asiática, que está introduciendo cambios para no perder su posición.

¿Qué haces cuando tu país aparece en el primer puesto en los ‘rankings’ internacionales, es inspiración para otras naciones y la OCDE alaba tus métodos? Muchos quizá se dormirían en los laurales basándose en la lógica de “si algo funciona, ¿para qué cambiarlo?”, pero los verdaderos innovadores no son así. Especialmente si en sus últimos análisis han sugerido que la situación no es todo lo buena que podría ser y que quizá los buenos resultados estén ocultando problemas que se agravarán con el paso del tiempo.

Es lo que ha ocurrido en Singapur, cuyos estudiantes de 15 años ocuparon el primer puesto en el ‘ranking’ de matemáticas y ciencias, muy por delante de sus vecinos y no digamos ya de países europeos como Reino Unido, en las evaluciones más recientes de PISA. Sin embargo, el trabajo del antiguo director de currículo, enseñanza y aprendizaje del Instituto Nacional de Educación de Singapur, Manu Kapur, ha señalado que quizá las buenas notas hagan quedar muy bien en los ‘rankings’, pero no sirvan de gran cosa a los estudiantes a la larga.

Enseñar no consiste solo en la nota final, sino en equipar a los estudiantes con habilidades para enfrentarse a la vida

“El aprendizaje y el rendimiento no siempre se pueden medir”, explicaba en la introducción de un ‘paper’ publicado en ‘Educational Psychologist’ en el que examinaba el fracaso y el éxito productivos, es decir, si de verdad lo que aprendían los estudiantes de Singapur servía para algo una vez se terminaba el examen. Y en muchos casos no era así: “Si uno ve la adquisición de conocimiento básico sin entendimiento profundo o la capacidad de transmitirlo como un problema, no es duro categorizar la instrucción directa como un éxito poco productivo”.

En otras palabras, como explica en un reportaje publicado en ‘Quartz’, los alumnos exitosos pueden sacar las mejores notas, pero ese conocimiento no se traslada al mundo real como debería. En muchos casos, añade, la obsesión por los exámenes provoca que se obtengan muy buenos resultados que harán figurar a dicha República en los mejores puestos en los exámenes internacionales, pero también, que muchos alumnos sufran un estrés innecesario (un tema que también se ha planteado en relación con los exámenes externos realizados en países como España) y de ahí al fracaso. Incluso aquellos que obtienen sobresalientes pueden no sacar provecho de lo aprendido.

El lado oscuro de la cultura del esfuerzo

Un nuevo vídeo publicado por el Ministerio de Educación de Singapur resume el problema que encuentran muchos estudiantes. Basado en hechos reales, en él, Shirley, una alumna de secundaria, se echa a llorar al ver que su calificación en un examen de matemáticas es de 10 sobre 100. Su profesora se presta a ayudarle de manera individual, y la joven parece empezar a entender el contenido de la asignatura. Hasta llega a explicar a un familiar que el motivo por el que llueve tanto es porque se encuentran en la estación del monzón.

Aquí es donde viene el giro de la historia: cuando vuelve a realizar el examen, no aprueba, sino que obtiene una puntuación de 40 sobre 100. Sin embargo, el mensaje que la profesora ha escrito junto al resultado es “¡bien hecho!” (“well done!”), reconociendo el esfuerzo realizado por la alumna. La conclusión del lacrimógeno spot es que “todo empieza con un profesor”. Pero este no solo tiene como objetivo reivindicar el trabajo de los docentes, sino también, como señala la página de Facebook del Ministerio, que “enseñar no consiste únicamente en centrarse en la nota final, sino en equipar a los estudiantes con habilidades para enfrentarse a los retos de la vida”.

El último estudiante de la clase sabe que ha quedado por detrás de todos sus compañeros porque lo ven en los ‘rankings’

Es fácil entender este anuncio, por lo tanto, como un tirón de orejas a profesores y padres singapurenses, uno de los grandes estandartes de la escuela del esfuerzo. (hay “una obsesión nacional con la educación”, como diría Andrés Oppenheimer, con sus pros y sus contras). De ahí que las autoridades educativas del país estén intentando cambiar la percepción que existe sobre los exámenes. El primer gran cambio se ha producido en la manera de evaluar a los alumnos. Como señalaba un artículo publicado en ‘Straits Times’, el sistema –que no se implantará hasta el año 2021– sustituirá las puntuaciones actuales por ocho niveles de capacidad, de manera muy similar a la actual división que existe en España (suspenso, aprobado, notable, sobresaliente).

El objetivo es minimizar la competición entre estudiantes que provoca el sistema actual, en el cual los estudiantes son listados en un ‘ranking’ que los compara a sus compañeros. A través de dicho sistema, el último estudiante de la clase sabe que ha quedado por detrás de todos sus compañeros, lo que según los detractores del sistema es el camino más corto para la desmotivación del mal alumno. Además, los alumnos de Singapur pueden escoger su escuela en función de sus notas, lo que provoca una presión aún mayor por obtener buenos registros.

La nueva reforma intenta, además, tener en cuenta las opciones secundarias de los estudiantes, de manera que la posibilidad de terminar en un centro que no se desea bajo ningún concepto se reduzcan. No obstante, muchos críticos del competitivo sistema educativo de Singapur han señalado que estos cambios son superficiales. Ante ello, el ministro Ng Chee Meng ha respondido que “es mejor que algunas cosas evolucionen poco a poco y no se revolucionen”.

El milagro del último medio siglo

Singapur suele aparecer siempre entre las listas de países-milagro, tanto en lo que se refiere a educación como a economía. Hace apenas medio siglo, los niveles de analfabetismo eran altísimos, pero las diferentes reformas llevadas a cabo le lanzaron a convertirse en uno de los grandes referentes mundiales en educación. Es un caso quizá semejante al de Estonia, un país que en apenas unas décadas pasó de no tener una red de teléfonos a convertirse en uno de los más innovadores del mundo. En ambos casos se construyó sobre la nada; también se trata de países muy pequeños (1.300.000 habitantes en Estonia, algo más de cinco en Singapur) donde resulta fácil implantar nuevas medidas.

Los exámenes miden nuestra habilidad para aplicar lo que sabemos, no nuestra capacidad para inventar o generar nuevo conocimiento

El método de las “matemáticas de Singapur” ha sido utilizado con frecuencia en países occidentales como EEUU, Reino Unido, Canadá o Israel. Este sistema, recogido en los innovadores libros de texto diseñados a principios de los ochenta (hasta entonces, Singapur los importaba), se centra ante todo en la resolución de problemas y los modelos de aprendizaje heurístico. Muchos de los padres estadounidenses que sacaban a sus hijos del colegio para que aprendiesen en casa utilizaban este sistema, que luego fue recogido por los currículos oficiales de otros países con ganas de darle un nuevo impulso a sus metodologías educativas.

Como señalamos en otro artículo, la OCDE señaló en su reciente informe ‘Critical Maths for Innovative Societies’ que Singapur debía ser la inspiración para otras naciones con problemas en rendimiento matemático. La metacognición, la capacidad para reflexionar sobre el propio proceso de aprendizaje, es clave. Otras características que diferencian el currículo educativo singaporense del de otros países es estudiar menos temas pero en mayor profundidad, el proceso de aprendizaje en tres fases (concreto, pictórico y abstracto) o la utilización de modelos visuales para comprender los contenidos matemáticos.

Una profesora utiliza una pizarra inteligente en una clase de guardería en Singapur. (Reuters/Edgar Su)
Una profesora utiliza una pizarra inteligente en una clase de guardería en Singapur. (Reuters/Edgar Su)

Desde luego, resulta paradójico que el país que en un día fue referente en el pensamiento abstracto esté recibiendo tantas críticas por aquellos que lo han analizado en profundidad. El Ministerio de Educación sigue señalando que su manera de abordar las matemáticas “tiene en cuenta la adquisición y aplicación de conceptos matemáticos en un amplio abanico de situaciones, incluyendo problemas del mundo real no rutinarios y no concluyentes”.

Kapur no está de acuerdo en dicho veredicto, como él mismo explica en un artículo publicado en ‘Today Online’ a propósito de las recientes reformas en el sistema de evaluación singaporense. Los exámenes estandarizados pueden dar una imagen más o menos aproximada de ciertas capacidades de los estudiantes, pero otras pasan desapercibidas. “Los exámenes miden nuestra habilidad para aplicar lo que sabemos, no nuestra capacidad para inventar o generar nuevo conocimiento”, explicaba.

La forma de realizar exámenes y ‘rankings’ en Singapur para evaluar al rendimiento se ha adoptado en muchos países occidentales

No es el único problema con esta forma de hacer exámenes. “Los tests estandarizados miden el rendimiento sin que tengan recursos como herramientas, expertos, trabajen con los demás, tengan retroalimentación, etc.”. Es decir, las condiciones en las que se trabaja en el mundo real. Por último, los exámenes se realizan en un momento muy determinado, por lo que dicen poco de la capacidad del estudiante para aplicar dicho conocimiento a largo plazo. Es una enmienda a las maneras de enseñar en Singapur, pero también puede aplicarse a los cada vez más habituales exámenes estandarizados que preocupan a los estudiantes de los países occidentales.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2016-09-20/singapur-examenes-matematicas-cambiar_1262171/

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Este es el modelo educativo que seduce a todo el mundo.

El docente Mike Thiruman cuenta cómo construyó Singapur uno de los sistemas educativos más exitosos.

Por: Sonia Perilla Santamaria.

En cinco décadas apenas, Singapur pasó de ser una de las naciones más pobres y subdesarrolladas del planeta a una próspera, industrializada y moderna, cuyo exitoso modelo educativo es, sin exagerar, la envidia de todo el mundo.
Desde hace años, sus estudiantes brillan en los primeros puestos de las pruebas internacionales de educación más exigentes, como las Pisa, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), en las que Colombia y los países latinoamericanos que hacen parte del organismo siguen mostrando pobres resultados.

Precisamente, a la decisión de ese país de apostarle, desde su independencia, en 1965, todo su futuro a la educación de la población, se debe a que hoy sea considerada una nación de avanzada y con bajos niveles de corrupción. No es gratuito que países como Colombia se interesen en su experiencia y busquen reproducirla de algún modo.

Para hablar del modelo educativo de su país, Mike Thiruman, psicólogo y presidente del Sindicato de Maestros de Singapur, vino recientemente a Colombia, donde participó en el Tercer Congreso para Directivos de Santillana.
Este hombre, de 47 años y que empezó su vida profesional como maestro de primaria, fue invitado por el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a formar parte del Grupo Técnico Asesor de la Iniciativa Global de Educación.

¿Cómo describiría el proceso que transformó la educación en Singapur en una de las mejores del mundo?

Pasamos por cuatro fases: una primera, de supervivencia; la segunda fue de eficiencia; la tercera, de formación de habilidades; y ahora estamos en la cuarta: los estudiantes y la educación en valores, incluido el desarrollo del talento de los estudiantes.

¿A qué se refiere con supervivencia?

Cuando logramos nuestra independencia, nos enfocamos en sobrevivir; no tenemos ningún recurso natural importante, y somos una población diversa y multilingüe. Fue una etapa difícil, que se prolongó hasta 1978; en ese periodo nacionalizamos el sistema educativo, y aunque el inglés no es nuestra lengua nativa, decidimos que sería el idioma de instrucción para los estudiantes. También construimos un currículo nacional, enfocado en ciencias y matemáticas. En 1978 hicimos una revisión del sistema educativo, con miras a lograr que los jóvenes permanecieran en la escuela.

¿Tuvieron problemas de deserción?

En esa primera etapa del país la economía estaba saliendo a flote, lo cual abrió muchas plazas de trabajo; no pocos estudiantes decidieron salir de los colegios para vincularse a las empresas, y eso en el largo plazo no era bueno para Singapur, pues no tenían las habilidades necesarias. Buscamos que cada niño estuviera enrolado en el sistema educativo al menos diez años, para que pudiera adquirir competencias básicas en comunicación y numéricas, esenciales para cualquiera trabajo. En 1994 volvimos a analizar el sistema; ya nos habíamos consolidado como nación, ahora podíamos tomar el riesgo de ser un poco más creativos. Seguimos enfocados en habilidades comunicativas y matemáticas, pero nos propusimos promover el desarrollo de la habilidad, del talento, de cada estudiante. Eso nos tomó hasta el 2006, más o menos…

¿Qué vino luego?

Nos dimos cuenta de que el mundo estaba cambiando con la tecnología, la globalización, y el mundo se volvía cada vez más pequeño. Nos planteamos cómo preparar a los estudiantes para competir en un mundo con esas condiciones, y coincidimos en que requerían una serie de habilidades para sobrevivir y ser exitosos en la vida, como las comunicativas, la creatividad, el pensamiento crítico, la curiosidad, la adaptabilidad. Eso es mucho más complicado de enseñar que un contenido; toma mucho tiempo desarrollar estas habilidades.

¿Qué papel cumplieron los profesores en todo ese proceso?

Sin importar qué tan bueno es el sistema educativo o qué tan avanzada es la tecnología, lo importante para todos nosotros siguen siendo las personas. Nos aseguramos de reclutar para nuestro equipo a personas muy competentes como docentes. El secreto del éxito de la educación de Singapur son los maestros. Punto.

¿Qué tipo de estudiantes, de ciudadanos, está formando Singapur?

La idea es que tras 12 años de colegio cada estudiante se convierta en una persona que contribuya activamente a la sociedad, en un ser humano confiable, autónomo y un ciudadano preocupado. Un contribuyente activo piensa en los demás, comparte lo que tiene, siempre.

¿Y qué buscan en los docentes de Singapur?

Para nosotros, los maestros son como un diamante, piedras preciosas con ciertas características importantes: en el centro está la ética en la educación y alrededor, la capacidad de hacer aprendizaje colaborativo, de transformar y transformarse, de ser un líder y un gestor de la sociedad y un profesional competente. Estas son las características de nuestros profesores. Si consideramos que son una gema, los valoramos, los cuidamos y estamos pendientes de que brillen en todo momento.

¿Qué clase de docentes necesita un país como Colombia para transformar la educación?

Necesita a los mejores. En Singapur sufrimos un poco el tema de los docentes cuando la economía estaba ya bien, pues el sector privado pagaba más que el público, y los buenos profesores emigraban para allá; la calidad en el sector oficial bajaba y los sueldos de sus maestros, también. Había que romper ese círculo. El reto de que las personas mejor preparadas sean maestros no es solo nuestro, es mundial. Ante eso teníamos que ser sensibles políticamente hablando, y aunque eso es difícil económicamente, les subimos los salarios a los docentes. Al tiempo, construimos un currículo para que los profesores que no estuvieran en el nivel alto que queríamos pudieran desarrollarlo en las aulas, en un estándar esperado.

El incremento salarial fue para todos, incluidos los maestros que no estaban en un buen nivel…

Sí. A esos docentes en particular, el Ministerio de Educación les dio mucho apoyo en materia de capacitación y entrenamiento, mientras íbamos reclutando a las mejores personas. El salario se les subió a todos, porque no podía haber disparidades si prestaban el mismo servicio. Tomó cuatro o cinco años, más o menos, hasta que cambió también la mentalidad de las personas que hacían parte de ese sistema. Luego, los padres también entraron en esa onda de que si el docente es bueno, invierto, pago. Y solamente eso se produce por el éxito que se evidencia en puntos de referencia internacionales, como las pruebas Pisa.

¿Los papás pagan? ¿Es pública, privada o mixta la educación en su país?

Desde el primer grado hasta el 12, todos los colegios son públicos y financiados por el Estado, y tanto los profesores como los directivos docentes son seleccionados por el Gobierno. Los padres de familia sí pagan un aporte, solo porque queremos que sientan que se les da valor a lo que están recibiendo. Muchas veces, cuando las cosas son completamente gratuitas, la gente no les da el debido valor.

¿Cómo lograr que las prácticas de aula sean atractivas y motivadoras y no aburran a los estudiantes?

Eso no solo pasa solo en Colombia, también es un fenómeno global. Mientras los espacios de trabajo se han transformado y adecuado a los cambios del mundo, los salones de clase siguen siendo los mismos. En general, los profesores no sabemos qué hay afuera; y si eso pasa, pues sigo haciendo lo mismo todo el tiempo. Tiende a pensarse que si tengo un trabajo que funciona, ¿por qué cambiar? Hay que entender que si el mundo se ha transformado, tenemos que cambiar el modo en que enseñamos, el cómo.

¿Qué sugiere a los docentes?

Partir del hecho de que quien más debe trabajar en el aula no es el profesor, sino el estudiante; su función no es acaparar todo el conocimiento y dárselo digerido al alumno. A los niños hay que enseñarles a resolver problemas de manera creativa, distinto a como lo hacen las demás personas. Hay que motivar eso en la clase recurriendo a imágenes, fotos, tecnología, contarles algo y pedirles que lo interpreten…

¿Qué características debería buscar Colombia en aquellos que aspiran a convertir en docentes?

Dos cosas: pasión por los estudiantes y por enseñarles y valorar al ser humano, y pasión por la asignatura, por la disciplina que imparte. Eso debe sentirse para proyectarse. Ese par de cosas no se pueden enseñar. Se tienen o no se tienen.

¿Cómo motivar a miles de profesores que ya hacen parte del sistema educativo pero carecen de esas características?

Colombia ya está revisando currículos, textos y estándares de aprendizaje. Lo primero que hay que hacer es establecer esos estándares. Si tengo que llegar allá, algunos pueden ir corriendo y otros, no; hay que ayudarlos en ese proceso con recursos digitales, guías para profesores, textos, y enseñarles a enseñar con creatividad cada asignatura. Hacerlo tan sencillo que cualquier maestro pueda incorporarlo a su práctica de aula. Cuando el docente ve que va siendo exitoso, se motiva, confía en lo que es capaz de hacer. Hay que asegurarse de que hagan un entrenamiento exitoso.

¿Cree que Colombia va por buen camino?

En la última década, el acceso a la educación ha aumentado de manera significativa en Colombia, y eso es muy bueno; ahora hay que mejorar la calidad de ese acceso, y en eso trabaja el Ministerio de Educación, en materia de textos, currículos, estándares, evaluación continua y entrenamiento docente. Esa es la forma de avanzar. Una vez que se hayan establecido los estándares, es más fácil seguir en este proceso de mejoramiento. Colectivamente, todos los colombianos deben enfocarse en esa meta; sé que hay interés de la sociedad. La idea está. Es un buen punto de partida. Definitivamente, debe ser la prioridad. La economía, la cultura, la unidad de los ciudadanos dependen de la educación.

¿Algún mensaje para los maestros colombianos?

La educación es buscar la verdad, es un concepto socrático. Así es como los profesores debemos vernos. Tengo que sentir que soy un maestro, y no por cuánto me paguen o por las condiciones que me rodeen, sino por quién soy yo. Entender que la docencia está en mi ADN, que mi trabajo no es transmitir conocimientos sino abrir la mente de los niños y los jóvenes y moldear estos destinos que estoy formando en el aula. Si nos concebimos a nosotros mismos como docentes que somos, no necesitamos más arandelas para motivarnos. Eso lo ve la gente, eso lo respeta la gente.

Fuente: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/entrevista-con-mike-thiruman-docente-de-singapur/16706184

Imagen: http://www.eltiempo.com/contenido/estilo-de-vida/educacion/IMAGEN/IMAGEN-16706331-2.jpg

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Maestros, de los mejores pagados en México: OCDE

Ciudad de México / 21 de septiembre de 2016 / Fuente: http://www.informador.com.mx/

Comparados con otros profesionistas, los docentes desde preescolar a nivel medio superior son los que más ganan

En México, los ingresos de los profesores son más altos que para el resto de profesionistas que cuentan con educación superior y por arriba del promedio de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El “Panorama de Educación 2016” realizado por la OCDE, señala que comparados con otros trabajadores con estudios de educación superior, los docentes mexicanos de preescolar y primaria ganan 35% más, los de secundaria 74% más, y los de media superior 2.5 veces más.

Según el estudio, los salarios de los maestros de preescolar a educación media superior en México tienden a ser competitivos en el contexto nacional, y a diferencia de la mayoría de los países de la OCDE, los sueldos reglamentarios de los docentes de tiempo completo en el país son más altos que los ingresos promedio de los trabajadores con educación superior.

Asimismo, indica que los profesores de preescolar y primaria con 15 años de experiencia ganan 35% más que los trabajadores con educación superior, y los maestros de secundaria ganan alrededor de 74% más, siendo éste el porcentaje más alto de la OCDE.

La relación de los salarios de los maestros de tiempo completo de nivel medio superior con 15 años de experiencia es mayor, porque perciben 2.5 veces más que los trabajadores con estudios de educación superior, nuevamente el más alto de los países de la OCDE, apunta.

El organismo indica que los maestros en México pasan un promedio de 14 años desde el inicio de su práctica docente hasta llegar a alcanzar el sueldo más alto (educación secundaria), mientras que el promedio de la OCDE es de 25 años.

La OCDE señala que México destina 17% del gasto público a educación, mientras que el promedio de los países miembros de la organización es del 11 por ciento.

El organismo reconoce que el gasto en educación público y privado en México ha ido en aumento desde 2005.

Fuente noticia: http://www.informador.com.mx/economia/2016/682195/6/maestros-de-los-mejores-pagados-en-mexico-ocde.htm

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