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6 iniciativas que promueven el papel de la mujer en las ciencias

España / 17 de septiembre de 2017 / Autor: Pablo Espeso / Fuente: Educación 3.0

¿Por qué no hay tantas mujeres en las ciencias como hombres? Muchos están intentando buscar respuestas a esta pregunta, situada como una de las grandes preocupaciones de la sociedad actual y con mucha literatura al respecto. A pesar de que hay estudios que aseguran que las mujeres son mejores en las ciencias que los hombres, se sabe que existe algún momento en el que pierden el interés por las carreras científicas, incluyendo por supuesto las matemáticas. Un estudio de Microsoft afirma que esto se da a partir de los 11 años, con especial impacto alrededor de los 15.

Sin embargo, son muchas —y cada vez más— las iniciativas de menor o mayor escala que buscan promover el papel de la mujer en las ciencias, en sus diferentes ámbitos: la tan reconocida STEM (Science, Technology, Engineering, Math, o su versión STEAM que añade las Arts), el mundo de la informática y la programación o, en general, todo lo relacionado con las ciencias tanto teóricas como experimentales. A continuación os mostramos algunas de las mejores iniciativas mundiales nacidas para acercar a las mujeres a las ciencias.

La Ciencia es cosa de chicas¡La ciencia es cosa de chicas!

Estamos ante un proyecto europeo Horizonte 2020 realizado entre los años 2013 y 2015 como una estrategia para la igualdad de género en la investigación y la innovación. ¡La ciencia es cosa de chicas! proporciona contenido como perfiles, cuestionarios, concursos o diversos tipos de actividades para promover la ciencia tanto entre jóvenes como no tan jóvenes, y muestra diferentes relatos realizados por trabajadoras de varios sectores sobre cómo son sus trabajos en la ciencia. En la actualidad, este proyecto se mantiene vigente a través de Hypatia, una nueva iniciativa para emponderar a jóvenes (13-18 años) en la importancia del papel de las mujeres en la ciencia.

Girls who codeGirls who code

Una de las iniciativas más exitosas en los últimos años en el terreno de la tecnología y el papel de las mujeres es Girls who code. Su fundadora, Reshma Saujani, lleva desde 2010 trabajando en esta iniciativa cuyo objetivo es el de mostrar el mundo de la programación informática a las mujeres jóvenes. Para ello, además de todo su contenido online disponible gratuitamente a través de su página web, también realizan diferentes talleres, campamentos y actividades físicas por todo Estados Unidos, que permiten a las estudiantes conocer de primera mano las posibilidades del mundo de la programación.

Girls in TechGirls in Tech

Otra iniciativa para acercar la tecnología en general y la programación en particular a las mujeres es Girls in Tech, con un fuerte crecimiento en los últimos años y con un equipo de profesionales afincado en España que están moviendo diferentes actividades a lo largo de la península. Porque precisamente las actividades son clave: eventos y campañas que realizan a lo largo de todo el mundo, con especial énfasis en la asistencia a grandes eventos de programación en todo el mundo —también en España— para demostrar que las mujeres también pueden estar en el mundo de la tecnología. Su bloges de obligada visita para conocer sus últimas iniciativas.

Día Internacional de la Mujer y la Niña en la CienciaDía Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU) llevan ya varios años moviendo el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra cada 11 de febrero. Una jornada con la que “poner fin a los prejuicios” y acercar las ciencias a las mujeres de todas las edades. A través de esta página web también publican multitud de recursos (documentos, vídeos y todo tipo de materiales) con los que celebrar este día a través de acciones especiales para cualquier día del año, y no solo el 11 de febrero.

Girls 4 ScienceGirls 4 Science

Esta organización sin ánimo de lucro nace en Chicago, Estados Unidos, y tiene un ámbito local pero mucho que mostrar. Girls 4 Science enseña lo que es la ciencia y las materias STEM a niñas de entre 10 y 18 años a través de diferentes campamentos y actividades en la propia ciudad de Chicago. Ya han conseguido que más de 500 niñas asistan, y su trabajo continúa con nuevos talleres para los próximos meses.

Girls in STEMGirls in STEM

En esta ocasión desde la Universidad de Columbia, Estados Unidos, ponen en marcha la iniciativa Girls in STEM con la que, en colaboración con expertos de diferentes materias, realizan actividades y talleres con una selección de jóvenes para mostrarles cada respectivo campo, y de esta forma mostrarles en qué consiste la ciencia en esta nueva era de la tecnología. Las actividades comenzaron en 2016 con un pequeño taller de 25 chicas y se han mantenido durante el 2017 con la participación de entidades como Microsoft o National Geographic y con el objetivo de reducir las diferencias entre hombres y mujeres.

La imagen de cabecera corresponde a una de las iniciativas de Girls who Code llamada “My Code”, un canal de YouTube que cuenta la experiencia de cuatro chicas en el mundo de la programación.

Fuente del Artículo:

http://www.educaciontrespuntocero.com/experiencias/iniciativas-mujeres-ciencias-stem/52486.html

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Entrevista a Christiana Figueres: “El cambio climático es un asunto de derechos humanos y seguridad internacional”

10 Septiembre 2017/Fuente:iberoamericasocial /Autor:Padilla y Piedra

Su padre gestó una revolución armada a finales de los 40 en Costa Rica, cambiando la historia de este país centroamericano para siempre, y dando paso a una de las democracias más sólidas de la región. Hoy, la hija del caudillo José Figueres Ferrer, es líder  mundial al frente de una de las batallas más dramáticas e importantes que enfrenta la humanidad: el calentamiento global.

En esta carrera del ser humano contra su propia  autodestrucción, su vocación por el servicio público le impidió mantenerse al margen, dedicando así su vida a esta lucha. Recientemente, como Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, fue una de las artífices del Acuerdo de París, en el cual el mundo alcanzó históricos entendimientos para atender esta problemática, compromisos hoy bajo ataque por polémicas figuras, como el electo presidente de los Estados Unidos Donald Trump.

Catalogada como una de las mujeres más influyentes del mundo por revistas como Forbes y Times, Christiana aspiró sin éxito a ser la primera mujer en alcanzar la Secretaría General de la ONU, enfrentándose a los poderes más recalcitrantes del planeta y a un sistema multilateral que aún arrastra vicios antidemocráticos y patriarcales.

“Lo imposible no es una verdad absoluta, imposible es una actitud ante la vida”, fue su lema de campaña en las Naciones Unidas. En esta entrevista doña Christiana nos cuenta cómo hacer de lo imposible una realidad alcanzable, o al menos, como dicen, morir con las botas puestas en el intento.

Iberoamérica Social: La Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2015 sorprendió al mundo y le dio esperanza con la adopción del Acuerdo de París, uno de los esfuerzos más relevantes de nuestros días, y liderado por una costarricense, ¿Cuáles son los principales logros y qué queda pendiente?

Christiana Figueres: Hay varias cosas que son críticas dentro del Acuerdo de París. Lo primero es que establece la línea de referencia que cada país va a usar como su inicial contribución a este esfuerzo. Se invitó a cada país a que montara su plan nacional de cambio climático y contribución al esfuerzo global. Eso es muy importante porque cada país pudo hacer su asesoría técnica y sectorial. Si hubiéramos definido de entrada que todos los países deben contribuir de igual manera, en los mismos sectores, pues no hubiera salido el Acuerdo, porque cada país es absolutamente sui generis. Le abrimos la puerta a cada país, pero bajo la condición de que era la contribución inicial y que sobre esa base se seguirá construyendo y mejorando cada cinco años.

El punto dos, es que el Acuerdo marca la trayectoria sobre la cual cada país va a contribuir a la des carbonización, se establece la dirección en la cual se mueve la economía global basada en un imperativo científico, tecnológico y moral. El Acuerdo apunta a una sola dirección común que es la des carbonización de la economía, la dirección en la cual vamos evolucionando.

El punto tres es la meta final, la parte que fue más difícil de negociar. Cuando iniciamos un viaje empezamos en un punto de partida, atravesamos un ruta y arribamos a alguna meta, no salimos sin saber a dónde vamos, porque de lo contrario no podemos medir lo que hicimos. Nuestra meta es la carbono neutralidad global para la segunda mitad del siglo. Además, algo crucial del Acuerdo es que reconoce que los gobiernos nacionales no pueden por sí solos, aunque tienen la mayor responsabilidad porque son las Partes del Acuerdo. Se reconoce por primera vez las acciones del sector privado, las ONG’s, los individuos, se conforma una red de actores que son los que van a hacer la diferencia para alcanzar la meta.

El único punto que yo lamento que no se pudiera incluir en el Acuerdo, pero que si de haberlo incluido probablemente no hubiéramos alcanzado Acuerdo, es la urgencia. La urgencia de la acción en cambio climático es algo difícil de explicar y es muy difícil de ser aceptada especialmente por los países en desarrollo. Si nosotros no llegamos al punto máximo de disminución de la emisiones globales para el año 2020, no vamos a poder llegar a la carbono neutralidad en la segunda parte del siglo a costos manejables. Digamos que seguimos aumentando las emisiones y llegamos a un punto de inflexión tarde, en el 2025 o 2030; ahí vamos a tener que afrontar dos cosas: pérdidas en vidas humanas y costos económicos gigantes, porque vamos a tener que transformar la economía y pujar la tecnología más drásticamente.

Ese sentido de urgencia de llegar a un punto de inflexión para el año 2020 que es lo que nos dice la ciencia no se incluyó en Paris, porque a la primera escucha suena como si fuera una amenaza para los países en desarrollo. La razón es que el mundo se ha venido desarrollando en los últimos 150 años de acuerdo a una curva con el aumento del producto bruto global unido al porcentaje de gases de efecto invernadero. Tenemos en la cabeza que esas dos curvas van de la mano. Hay que desligar la curva del PBG que sigue subiendo en los países en desarrollo de la curva de los gases de efecto invernadero. No obstante, si uno interpreta el Acuerdo lo que dice es que tenemos que permitirle a los países en desarrollo que sigan en su crecimiento económico pero sin que se sigan subiendo las emisiones de gases de efecto invernadero.

IS: Su candidatura a la Secretaría General representaba dos cosas a nuestro parecer. Proviene de un país que promueve la paz internacionalmente, sin ejército, y, además,  usted se especializa en temas de medio ambiente, también un tema importante en la política exterior de Costa Rica. Ambos tópicos, pueden resultar incómodos para las grandes potencias que son las que más contaminan, y que cuentan con aparatos y operaciones militares desplegados en todo el mundo. ¿Considera que ello influyó en no alcanzar el puesto?

CF: Yo creo que el hecho de que vengo de un país desmilitarizado, habiendo tomado la decisión tan tajante e intencional de no tener ejército, es una decisión que se tomó en el 48 pero que la hemos interiorizado, nos sentimos orgullosos de eso y es parte de nuestra espina dorsal. Creo que en el Consejo de Seguridad eso como mínimo levantó un signo de pregunta. Si bien el Consejo de Seguridad está comprometido con la paz, la verdad es que el 100 por ciento de las conversaciones son sobre conflictos, y entonces ahí pudo haber una reticencia y yo me di cuenta de eso con las preguntas que me hicieron. En lo segundo, también tienen razón, mi trayectoria en la ONU se ve en un campo que se mira ambiental, aunque a mí me parece que es económico y social. Algunos opinaban que mi trayectoria en la ONU es en un tema que tal vez no es muy contundente o que es un tema que no se lleva a los más altos niveles de la ONU.

Además agregaría, al buen diagnóstico que ustedes han hecho, que yo me dediqué durante muchos años, incluido el Acuerdo de Paris, a una diplomacia activa, a incluir a otros sectores, a la población civil, organismos internacionales y eso a muchos gobiernos sinceramente no les gusta. Sienten que las decisiones de la ONU son nada más de gobiernos nacionales y que son ellos quienes deben tomar las decisiones.

Otra cosa más que fue incómoda para ciertos países, es el compás moral bastante claro que salió en el debate público que organizó la Asamblea General y Al Jazeera, cuando preguntaron quién estaría dispuesto a pedir perdón por lo que hizo la ONU en Haití y yo fui la única en levantar la mano. A mí me extrañó que todos mis demás colegas no levantaran la mano; pero con esto una demuestra que hay un compás moral que no siempre es compartido por todo el mundo y que es un compás moral muy tico. Y además, ¡ser mujer! ¡imagínense qué barbaridad! ¡La suma de estos factores fueron demasiado para el Consejo de Seguridad!

IS: Entonces ser mujer fue un punto importante que limitó su aspiración…

CF: Sí, yo creo que para todas las 6 candidatas el factor género jugó en contra de nosotras. Definitivamente, yo sentí, y así lo he compartido con mis colegas amigas candidatas, que en el Consejo de Seguridad no hay suficiente conformidad con la idea de que una mujer pudiera estar en esa silla. Acordémonos que en el Consejo son todos hombres, con la excepción de la embajadora de EE.UU., y algunos de ellos han estado ahí desde hace 10, 12, 15 años y siempre han trabajado con hombres.

IS: Usted indicó en varias oportunidades que el cambio climático debe ser considerado un asunto de seguridad internacional, ¿Por qué?

CF: Creo que el mejor ejemplo de eso es Europa en este momento, porque nosotros vemos una población migrante de Europa que están viniendo más que todo de países en conflicto. Si a esos países en guerra, le agregás los que estarán en conflicto con la naturaleza, y con la capacidad de su propia tierra de darles alimento y de sostener la vida, vamos a tener una situación muy poco manejable. Actualmente, tenemos 60 millones de desplazados, el nivel más alto de la historia, eso no es nada con respecto al desplazamiento que podríamos tener si nos fijamos en países como India o Bangladesh, o zonas de África, que pierden el terreno al mar o se desertizan, ahí la gente no podrá llevar el alimento, no tendrá agua. Estos 60 millones se podrían duplicar o triplicar si nosotros no controlamos el cambio climático, y esas personas que están desesperadas son las que utiliza el terrorismo para ganar aliados. ¿Cómo van a sobrevivir ellos o sus hijos? El desespere los lleva a unirse a estas causas. Por eso yo creo que hay una gran vinculación.

IS: Entonces es un tema de derechos humanos también…

CF: Es una cuestión de derechos humanos desde el principio hasta el final. El primer derecho humano que pierda esta gente es el derecho a quedarse en su hogar, en su tierra y poder vivir ahí. Ya pierden ese derecho. Segundo, empiezan a migrar, y durante el camino de migración y desplazamiento sufren atropellos de sus derechos humanos; sobretodo las mujeres, víctimas de injusticias físicas, morales y psicológicos. Los niños sufren también, pierden sus derechos humanos a la salud, a la educación, a la alimentación, entre otros. Todos sus derechos básicos los pierde esta población. Y tercero, cuando llegan a su destino, en muchas ocasiones se dan nuevos atropellos a sus derechos humanos porque vienen de otra cultura; hemos visto esta discriminación con la gente que está migrando por necesidad. Entonces esta problemática se convierte en una tragedia de derechos humanos desde el principio hasta el final.

IS: ¿Qué pasaría si el Presidente electo Trump realmente concreta sus intenciones de retirar la firma del Acuerdo de París y de no darle seguimiento al plan de reducción de emisiones de carbono de la Administración Obama (Clean Power Plan)? Inclusive ha propuesto eliminar estas restricciones por considerar que “eliminan puesto de trabajo”.

CF: Bueno, varias cosas, número uno, en cuanto a lo legal, hay que acordarse que hay una cláusula en el Acuerdo de París que establece que cualquier país con deseos de retirarse necesita iniciar el trámite y esperar tres años, y después un año adicional; entonces él no puede sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París hasta dentro de cuatro años, cuando él ya está terminando su periodo. Lo que sí podría hacer es dejar de cumplir, porque no hay una penalidad. Cualquiera de estas opciones son pasos legales, pero también pasos diplomáticos bastante serios. Así las cosas, EE.UU. como país, como aliado, sufriría efectos negativos que debería mitigar, tendría un problema de credibilidad; pero también a quien perjudicaría sería a la misma industria de los EE.UU., porque es obvio que la economía global se está descarbonizando. Es evidente que los países se están pasando a tecnologías nuevas y de bajo carbono, y si abandonan el Acuerdo de Parías, no existirá un incentivo para mantenerse al día con las tendencias y transformaciones tecnológicas del futuro; se mantendrían con una economía del Siglo XX, cuando todos ya están en el Siglo XXI.

IS: ¿Cuánto afectaría esto al apoyo de otros países altamente contaminantes, por citar un ejemplo India, en la implementación del Acuerdo de París? Un riesgo puede ser: si EE.UU no lo hace ¿por qué lo harían los países en vías de desarrollo?

CF: Yo no creo que si EE.UU. se sale, todos los demás países se vayan a salir, porque cada uno de los países puso su contribución nacional, de acuerdo con sus fortalezas y oportunidades, para empezar la des carbonización de su propia economía. Yo creo que si EE.UU. deja de cumplir el Acuerdo de París, a quien vamos a ver surgir muy rápidamente como líder de des carbonización es a China, porque China se ha dado cuenta que esto es muy positivo para su economía.

India va a seguir adelante pero un poco más lento, esto porque cuenta con mucho apoyo tecnológico y financiero, parte del cual proveniente de los EE.UU., si EE.UU. retira esta ayuda, pues le sería mucho más difícil.

China sí puede sola, y no solo China, sino que recientemente 47 países en vías de desarrollo, incluido Costa Rica, negociaron su intención para generar una des carbonización total del sector energético, eso después de las elecciones en EE.UU.; elección que no lo pudo echar para atrás.

Esto es como si fuéramos todos en una vía rápida en una sola dirección, y uno de los vehículos decide salirse de la vía y estacionarse, pone las lucecitas amarillas y todos vuelven a ver. De estos vehículos siempre va a ver, pero no debemos concentrarnos en estos. Que este vehículo se detenga no cambia la dirección de la vía. No hay que distraerse ni perder el tiempo con un vehículo que ha decidido detenerse, porque generalmente estos vehículos que ponen las luces intermitentes y se detienen, es porque tienen un problema…

IS: ¿Cuáles son los mayores retos que tenemos como región latinoamericana para implementar el Acuerdo de París?

CF: Yo creo que los mayores retos están en cómo acelerar la transición del gas a la energía renovable, hay algunos países que todavía está con carbón, como es Colombia por ejemplo, pero la verdad es que son pocos, la gran mayoría, en cuanto a su generación de electricidad, lo hacen con gas natural o con energías renovables. América Latina tiene un amplio recurso de energías renovables, como la solar, eólica, hídrica y geotérmica, que es un recurso bastante inusual en el mundo, tenemos muchísimo recurso natural para energía. Entonces para nosotros, el gran reto es cómo acelerar más rápido la explotación de estos recursos, en vez del gas natural. Estos combustibles renovables no solo no contaminan, son autóctonos y endémicos de cada país. Pensemos en matrices energéticas no solo para no contaminar, sino también para fortalecer nuestra seguridad energética. Ese es el reto más grande de América Latina.

Por supuesto, también el uso del suelo, ya que contamos con las más altas tasas de deforestación en el mundo. Eso hay que revertirlo.

IS: ¿Cuál considera usted sería la estrategia adecuada para la financiación climática e involucrar al sector privado?

CF: Yo no creo que sea arte de magia. El sector privado va a invertir donde ellos vean que hay un riesgo manejable y donde hay una buena probabilidad de obtener ganancias. Punto final. De lo que se trata es de construir los escenarios en los que el sector privado se vea incentivado para hacer esas inversiones. No se le está pidiendo al sector privado que sean ellos los que salvan al planeta, lo que se les está pidiendo, es que pongan su cabeza y sus inversiones en las tecnologías limpias; así entonces el capital fluye, no es tan complicado.

IS: ¿Qué hará Christiana en el futuro?

CF: Tengo la suerte de poder seguir trabajando en el tema que me apasiona, al que le he dedicado mi vida…Estoy comprometida con esta misión, que muchos dicen es imposible, pero que yo quiero hacerla posible.

Fuente de la entrevista: Padilla, S., Piedra, D. (2017). Christiana Figueres: “el cambio climático es un asunto de derechos humanos y seguridad internacional. Iberoamérica Social: revista-red de estudios sociales VII, pp. 19 – 24. Recuperado en http://iberoamericasocial.com/ el-cambio-climatico-es-un-asunto-de-derechos-humanos-y-seguridadinternacional/

Fuente de la imagen: https://iberoamericasocial.com/wp-content/uploads/2017/01/CF3-1024×681.jp

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Argentina: Educación inclusiva, un derecho con muchas barreras para los alumnos “especiales”

Argentina/09 de Septiembre de 2017/El Día

El caso de un chico con Asperger separado de su grado y el festejo de otros padres disparó el debate.

Si bien la ley argentina establece que las personas con discapacidad tienen derecho a una educación inclusiva, en la mayoría de los casos la realidad no se condice con la norma. Los padres de los chicos con alguna discapacidad suelen encontrarse con una barrera cuando intentan inscribir a sus hijos en la escuela.

Según un relevamiento en Argentina que realizó en 2013 el Sistema Regional de Información Educativa de los Estudiantes con Discapacidad (SIRIED) de la Unesco, del total de 141.627 estudiantes con discapacidad matriculados, unos 61.552 estaban matriculados en escuelas regulares/comunes y 80.075 lo estaban en escuelas especiales; es decir que un porcentaje del 56% no estaba incluido en el sistema regular.

De acuerdo a lo declarado en el Comité sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales por ONU (1999), la educación debe tener cuatro características fundamentales e interrelacionadas: asequibilidad o disponibilidad, que supone que las instituciones educativas tienen que funcionar y estar disponibles en cantidad suficiente; accesibilidad, que implica que las escuelas deben ser accesibles física, comunicacional y económicamente a todos, sin discriminación; y la aceptación, que supone que la forma y el fondo de la educación deben ser relevantes, adecuados culturalmente y de buena calidad y, por lo tanto, ser valorados por los estudiantes y familias.

SEGREGACION Y DISCRIMINACION

A contramano de lo que suele pensarse, el Informe Temático sobre el Derecho a la Educación de las Personas con Discapacidad advierte que separar a las personas con discapacidad en escuelas especiales es segregatorio y, por tanto, un acto de discriminación que no respeta el derecho a la educación inclusiva.

Lo cierto es que en Argentina las personas con discapacidad enfrentan múltiples dificultades para ingresar al sistema educativo común. Desde el área de Discapacidad y Derechos Humanos de ACIJ (Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia), cuentan que con frecuencia, las negativas de matriculación se fundan en la imposibilidad de los niños con discapacidad para cumplir con las exigencias de las instituciones, la falta de recursos para llevar a cabo un proceso de inclusión o el “cumplimiento de un cupo por discapacidad”. En ocasiones, la negativa –que rara vez es documentada y justificada por escrito– se produce después de haber solicitado a las familias diversos estudios médicos, los cuales se consideran no solo suficientes sino, también, imprescindibles para determinar si el niño puede o no ingresar a un determinado establecimiento. “Estas conductas configuran actos de discriminación por motivos de discapacidad”.

El artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad define “discriminación por motivos de discapacidad” como “cualquier distinción, exclusión o restricción por motivos de discapacidad que tenga el propósito o el efecto de obstaculizar o dejar sin efecto el reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en los ámbitos político, económico, social, cultural, civil o de otro tipo. Incluye todas las formas de discriminación, entre ellas, la denegación de ajustes razonables”.

Esto implica que está prohibida toda práctica que excluya a un alumno con discapacidad con fundamento en su supuesta imposibilidad para abordar los contenidos o la falta de recursos para llevar a cabo un proceso de inclusión. El derecho a la educación inclusiva debe ser asegurado no solo por las escuelas públicas, sino también por las privadas. “En el caso de que éstas no permitan el ingreso de un niño fundándose en su discapacidad, el Estado deberá intervenir para poner fin a esa práctica discriminatoria pues es el último garante de este derecho”, afirman en el informe de ACIJ.

En el mismo sentido, desde ACIJ explican que una escuela no puede negarse a incorporar a un niño o adolescente invocando el cumplimiento del “cupo por discapacidad”, ya que prever que solo puede haber una determinada cantidad de alumnos con discapacidad por aula o por año es una forma más de discriminar”.

De igual modo, afirman que tampoco una familia puede ser obligada por una escuela o por algún organismo del sistema educativo a enviar a su hijo a una escuela especial: la educación inclusiva es un derecho, no una decisión de las escuelas ni del Estado.

“Es mucho más sencillo de lo que parece, sucede que en nuestra sociedad existe lo que se llama discriminación, y cada vez cuesta más luchar contra ella”, plantea Rosa María Boffa, directora de Nexo, que es una asociación civil sin fines de lucro que nuclea a familiares de niños y niñas con TEA (Trastornos del Espectro Autista) y con TDH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad), y agrega: “En diciembre del año pasado hubo una resolución que fue firmada por la mayoría de las provincias que establece la obligatoriedad de que establecimientos comunes acepten a personas con discapacidad. Pero esta resolución no está siendo divulgada como debería”.

EL ENTORNO NORMALIZADOR

Rosa María remarca la importancia de que los chicos con alguna discapacidad asistan a una escuela común: “Los chicos ahi tienen un entorno normalizador. Y además no hay escuelas para rubios, o para morochos… El tener una discapacidad es una condición. Lo de la escuela especial termina siendo un gueto. Es importante que se integren a los juegos, a la clase de música, que en las materias hagan lo que puedan… Lo más importante es la convivencia”.

A raíz de lo que sucedió recientemente en el 4º grado de la escuela primaria en el Colegio San Antonio de Padua, de Merlo (donde los padres de los alumnos festejaron que las autoridades del colegio hayan decidido cambiar de curso a un chico con Asperger) las dificultades de integración que suelen padecer los chicos con alguna discapacidad volvió a ponerse sobre el tapete.

“La escuela es un ámbito de integración, de igualdad, y compartir un espacio con un chico que integrás también es un proceso de aprendizaje para todos los chicos del curso”, afirma Alejandro Garay, del área de educación de la Defensoría del Pueblo de la Provincia.

En el mismo sentido, Mónica Bornia, coordinadora del equipo de conflictos en el ámbito escolar de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, sostiene: “Los padres de los chicos educan y les trasmiten valores, entonces, si los padres discriminan, qué se puede esperar de los chicos. Hay padres que solo ven el desempeño y la trayectoria académica de sus hijos, no se dan cuenta de que hay valores más importantes para la sociedad”.

Fuente: http://www.eldia.com/nota/2017-9-8-4-22-6-educacion-inclusiva-un-derecho-con-muchas-barreras-para-los-alumnos-especiales–informacion-general

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Australia: Universities must act now on sustainability goals

Oceanía/Australia/Septiembre del 2017/Noticias/https://theconversation.com

 

In an unpredictable and insecure global political scene, the United Nations’ Sustainable Development Goals (SDGs) are intended to tackle pressing global challenges.

Agreed on by all participating countries, including Australia, the SDGs set 17 goals and 169 targets to promote economic prosperity, social inclusion and environmental sustainability.

The goals cover a wide range of complex and interrelated challenges. Addressing them will require changes in how societies and economies function, and how we interact with our planet.

 

Universities are uniquely positioned to assist with implementing the SDGs. They are essential for providing the knowledge, innovations and solutions to underpin implementation. They are also essential for creating current and future implementers, and for providing cross-sectoral leadership in local, national and global implementation.

It is crucial that universities’ role in achieving the SDGs is nationally recognised and that universities are at the table in discussions about them. This is particularly important as the Australian government prepares to present its first Voluntary National Review of progress in implementing the SDGs to the United Nations next July.

Many universities are already looking at ways they can contribute. However, there is little guidance available on what this looks like in practice.

We prepared a guide – “Getting Started with the SDGs in Universities” – to provide practical assistance to universities that wish to engage with and implement them. The guide is a joint initiative of the United Nations Sustainable Development Solutions Network and Australasian Campuses Towards Sustainability. It has had input from many universities across Australia and New Zealand.

Engaging with the SDGs will benefit universities by helping them demonstrate impact, capture demand for SDG-related education, build new partnerships, access new funding streams, and define what a responsible and globally aware university is.

Fundamental contributions to the SDGs: education and research

The importance of education for sustainable development is recognised in a number of the goals, particularly SDG 4, which calls for “inclusive and equitable quality education and lifelong learning opportunities for all”. Many targets within this goal are directly relevant to universities, such as for all learners to “acquire the knowledge and skills needed to promote sustainable development”.

Business trends suggest students with SDGs skills and literacy will be a growing expectation from employers. As well as an understanding of the subject areas of the SDGs, students will need skills such as systems thinking, integrated problem solving and entrepreneurship.

Research is the basis for understanding the key sustainable development challenges represented by SDGs and for providing the evidence-based solutions, technologies, pathways and innovations for addressing them.

With their extensive research capabilities, universities will need to play a leading role if the goals are to be successfully implemented.

A bigger role: innovation and leadership

Universities can make a much broader contribution to the goals than just research and education. They also have a role as hubs of innovation to support and host businesses – such as high-tech companies – that provide technologies and services for sustainable development.

Universities are major employers, consumers, investors and real estate holders. As large enterprises, they have significant impacts on social, economic and environmental wellbeing both on their campuses and in surrounding communities. By aligning university governance and operations with the aims of the SDGs, universities can make a significant contribution to their achievement. They can also send a clear message about what they and their communities value.

Accelerating action

There is no “right” way for universities to engage with the SDGs. How universities choose to act will depend on their size, research and educational strengths, funding arrangements, the needs of the communities they serve, and other factors.

The guide sets out how universities can tailor a whole-of-university approach to the goals. This starts with mapping what is already happening, building capacity, identifying priorities and gaps and then mainstreaming the SDGs in key policies and strategies. The guide also contains tools and case studies to help universities as they build their engagement.

Achieving the SDGs is a big task, and given the critical roles universities have in supporting and delivering on this, the sector needs to make progress. The important thing is for universities to get started. This guideprovides the framework for doing so.

Fuente:https://theconversation.com/universities-must-act-now-on-sustainability-goals-83037

 

Imagen:

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México: Uno de cada 10 mexicanos de 3 a 17 años no va a la escuela

México / 27 de agosto de 2017 / Autor: Dulce Olvera / Fuente: SinEmbargo

Ciudad de México, 20 de agosto (SinEmbargo).– El ciclo escolar 2017-2018 comienza este lunes con el regreso de 26 millones de alumnos de educación básica a clases. Será, en palabras del Secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, el de la “consolidación de la Reforma Educativa” –a la que se ha opuesto la coordinadora de profesores–, ya que se pondrán en marcha los programas piloto del Nuevo Modelo Educativo presentado en marzo; se capacitará a los maestros de manera gratuita, y se elaborarán los nuevos libros de texto.

El sistema educativo de México está conformado por 35 millones de niños en preescolar y primaria, y jóvenes en la secundaria y preparatoria.

Sin embargo, uno de cada 10 niñas, niños y adolescentes de tres a 17 años no asiste a la escuela, lo cual aumenta su vulnerabilidad a la marginación, revela la Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicada en abril.

Además, la calidad de infraestructura de las aulas es distinta, así como la situación socioeconómica y geográfica de cada uno de esos estudiantes de preescolar, primaria y secundaria.

Esta condición, sobre todo en Oaxaca, Chiapas y Guerrero, no tiende a cambiar en la época adulta, ha detectado la Organización de las Naciones Unidad (ONU) en el caso mexicano. A pesar de que la tasa de desempleo es de 4 por ciento, los menores de edad se enfrentan en su época adulta ante un mercado laboral precario que dificulta la movilidad a mejores oportunidades.

“Existen factores sociales, económicos y geográficos que influyen en el real ejercicio del derecho a la educación, sobre todo para la población que sufre pobreza y marginación, quienes presentan mayor riesgo de abandono escolar”, ha determinado el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en su informe “Niños y niñas fuera de la escuela”.

El Inegi informa que la población de tres a 17 años, que está en edad escolar, asciende a 33 millones 064 mil 767 personas. No obstante, el 49.3 por ciento de los menores entre 3 a 5 años no va a la escuela, y el 36 por ciento de jóvenes entre 12 y 17 años tampoco tiene acceso a este derecho constitucional.

Del total de adolescentes de 15 a 17 años que dejaron la escuela, solo 56 por ciento completó la secundaria, el 41 por ciento no concluyó sus estudios básicos y el 2.8 por ciento no terminó ningún año escolar.

En México, reporta la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 26 por ciento de los estudiantes mexicanos declaró haber faltado un día o más a la escuela en las dos semanas previas.

“Los estudiantes que llegan tarde o se ausentan de la escuela pierden oportunidades de aprendizaje. En la mayoría de los países participantes en [la prueba] PISA, incluido México, ausentarse un día completo de escuela es más común en escuelas con una desventaja socioeconómica que en escuelas aventajadas”, expuso la organización.

La Ley General de Educación en México establece que el Estado está obligado a prestar servicios educativos de calidad que garanticen el máximo logro de aprendizaje para que toda la población pueda cursar la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha reportado que alcanza una cobertura de 96.6 por ciento para el grupo poblacional de entre tres y 14 años, por lo que 3.4 por ciento no es atendido.

Respecto a la calidad educativa, la nueva propuesta demagógica del “Modelo Educativo para la Educación Obligatoria. Educar para la libertad y la creatividad” fue discutida durante meses por maestros, padres de familia, académicos, empresarios, legisladores y organizaciones civiles, así como por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Tomando en cuenta la diversidad de alumnos y contextos socioeconómicos, el nuevo modelo busca reorganizar el sistema educativo y las políticas públicas a lo largo de diez años con base en cinco ejes para obtener una educación integral de calidad.

Bajo este objetivo, el Secretario de Educación Pública Aurelio Nuño llamó a tener paciencia, ya que los beneficios se verán en una década por lo que los resultados de la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) en 2018 serán iguales que en 2015. Ese año menos del 1 por ciento de los estudiantes en México evaluados lograron alcanzar niveles de competencia de excelencia en el área de ciencias, lectura y matemáticas.

El 11 por ciento de la variación en el rendimiento en ciencias fue atribuible a las diferencias en estatus socioeconómico de los estudiantes mexicanos.

La especialista en educación básica, Claudia Santizo Rodall, dijo que hasta el ciclo 2018-2019 se implementará el nuevo modelo educativo –y no solo programas piloto–, pero dependerá de que a la siguiente administración le parezca relevante.

“Estamos ante un caso común en México en donde la continuidad de las políticas públicas se pone en riesgo porque no se planea a largo plazo, sino de sexenio en sexenio, lo cual afecta la seriedad y efectividad de las propuestas”, afirmó la investigadora de la Universidad Autónoma de México (UAM).

El mercado laboral, al que se llega tras el periodo de estudios, puede detonar la movilidad absoluta e igualadora de oportunidades mediante los ingresos. En México, sin embargo, se presentan notables diferencias en el nivel y crecimiento de la productividad laboral y, en consecuencia, de los ingresos laborales entre distintos grupos de población, particularmente entre trabajadores formales e informales. Esto afecta a la movilidad igualadora de oportunidades, expone el estudio “Desarrollo humano México 2016. Desigualdad y movilidad” de las Naciones Unidad.

Datos del Inegi revelan que hay 2 millones de desempleados en el país y 30 millones, el 57 por ciento de los que sí laboran, lo hacen en el sector informal sin acceso a protección social. Además, unos 8 millones ganan el salario mínimo de 80.04 pesos diarios.

Durante 2005 a 2015, el poder adquisitivo del ingreso laboral disminuyó cerca de 27.4 por ciento. Los ingresos laborales reales no aumentaron y su valor en términos de la canasta básica del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) disminuyó, de acuerdo con el informe de la ONU.

El mercado laboral mexicano presenta limitantes de gran importancia para la movilidad absoluta e igualadora de oportunidades.

Por un lado, desarrolla el estudio, la pérdida del poder adquisitivo del ingreso laboral implica que el total de ingresos por trabajo de los hogares sólo puede incrementarse con un aumento de las horas trabajadas por persona ocupada o mediante una mayor participación de los miembros del hogar en la fuerza de trabajo.

La capacidad de comprar la canasta básica con el ingreso laboral ha disminuido en mayor medida respecto de otros bienes y servicios considerados en el INPC general.

Por el otro, el alto grado de segmentación del mercado de trabajo entre el sector formal y el informal, junto con las diferencias de productividad entre ambos, que se traducen en brechas salariales de hasta 70 por ciento reproducen las desigualdades y obstaculizan la movilidad igualadora.

Las razones de la persistencia de la informalidad en México son múltiples. Una de ellas es el bajo crecimiento económico durante las últimas décadas, lo que ha impedido la expansión del empleo formal. Otra es la falta de financiamiento al sector privado, ya que provoca que las pequeñas y medianas empresas no crezcan e inhibe su incorporación al sector formal. Un tercer motivo es la rigidez del marco legal para el sector formal, particularmente en lo referente al número de horas por trabajar y a las condiciones de contratación y despido.

“Para superar las limitaciones del mercado de trabajo, es necesario ajustar el salario mínimo, construir un sistema de protección social universal y no contributivo, expandir la oferta y demanda de trabajo, y reducir la desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito laboral mediante cambios normativos con un enfoque de género neutral”, determinó la ONU.

Fuente de la Noticia:

¡26 millones a clases! …pero no todos: Uno de cada 10 mexicanos de 3 a 17 años no va a la escuela

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Acuerdo Ecuador-ONU garantizará cumplimiento de derechos de escolares

América del sur/Ecuador/26 Agosto 2017/Fuente: Prensa Latina

El acuerdo suscrito entre el Ministerio de Educación de Ecuador y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) centra hoy su atención en garantizar el cumplimiento de los derechos de niños y adolescentes en las aulas.
El convenio, firmado en la ciudad portuaria de Guayaquil, prevé espacios de paz para un mejor aprendizaje dentro del sistema docente fiscal de este país sudamericano.

Según detalles del Ministerio de Educación, la Alianza Estratégica con el Sistema de Naciones Unidas y Socialización de Protocolos de Acción permitirá el trabajo conjunto en ejes relacionados con la Coordinación Interinstitucional, Protocolos de Acción Interno y Externo, Capacitación y Socialización, Dimensión Territorial y Comunicación.

El convenio, rubricado por el viceministro de Educación Álvaro Sáenz y la coordinadora del Sistema de las Naciones Unidas, Kyungnan Park, es parte del plan de convivencia armónica y cultura de paz en el espacio escolar titulado. ‘Más unidos, más protegidos’.

La iniciativa busca fortalecer las capacidades de los miembros de las Juntas Distritales de Resolución de Conflictos, en el manejo adecuado de casos relacionados con la violencia en las instituciones.

En la ceremonia de firma participaron al menos 600 representantes de Manabí, Bolívar, Cañar, Los Ríos, Santa Elena, Galápagos, Azuay, Cañar, Morona Santiago, El Oro, Loja, Zamora Chinchipe y Guayas.

Fuente: http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=110304&SEO=acuerdo-ecuador-onu-garantizara-cumplimiento-de-derechos-de-escolares
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Sudáfrica: South African universities need to rethink how they invest their millions

África/Sudáfrica/Agosto del 2017/Noticias/https://theconversation.com/

Universities are no longer simply institutions of learning. Over the past 50 years, they have also become important players in global financial markets. They have become institutional investors.

Universities have to decide what to do with the pension fund contributions of their staff. They also receive large monetary donations from alumni and other private donors. This money – millions, sometimes billions of dollars – goes into university investment funds. These can be managed internally or delegated to investment managers.

Harvard University in the US has the biggest endowment fund in the world with USD$32.7 billion, while university endowment funds in the UK hold between £2.5 million and £1 billion. Pension funds in the US and UK are even more substantial. For example, the California University pension fund boasts more than USD$70 billion.

University funds in southern Africa are much smaller, but some are still significant. According to our calculations, the universities with the largest endowments are all in South Africa, with the top five representing a little less than USD$1 billion collectively. The pension funds of the top 10 universities in the region come to around USD$3,6 billion.

The question of how universities choose to invest all this money is increasingly coming under scrutiny. In the US, Europe, Australia and New Zealand universities’ pension funds and endowment funds are starting to align their investment portfolios with the social concerns of their students and staff.

Putting assets to work for a better world

In the 1970s student and staff activists at US universities put serious pressure on their managements to stop investing in companies involved in the Vietnam war or, later on, in apartheid South Africa.

Today climate change is the issue that’s increasingly dominating the activist agenda on university campuses. Since 2012, 350.org, a climate change activist movement, has been pushing for total disinvestment from fossil fuels – with some significant victories . Student activists in the US have also called successfully for disinvestment from prisons.

In 2005 the UN established a responsible investment coalition called the Principles for Responsible Investment. Signatories pledge to invest according to six principles, aiming to achieve long-term sustainable investment returns and benefits for society as a whole. So far over 1000 investment managers have signed up, making it the biggest coalition of this kind in the world.

A few academic institutions have signed up too. Harvard’s USD$35 billion University Endowment Scheme joined in 2014. And at least four retirement funds, endowment funds or foundations linked to tertiary education institutions in the US and Europe signed up this year. As was the case with Harvard, this has often happened under pressure from student activists.

Progress at South African universities

So far no universities in South Africa or Africa have signed the principles. But there are signs that the idea of responsible investment is starting to gain some traction – especially within the heightened activism at South African universities.

For example, the South Africa fossil free disinvestment campaign has made significant progress at the University of Cape Town. After a four-year campaign, the university’s convocation of alumni and students this year voted to support a motion to disinvest from fossil fuels.

The Rhodes Must Fall movement also brought the issue of workers’ exploitation into focus. It accused leadership at the University of Cape Town of having blood on its hands for being invested in Lonmin at the time of the Marikana Massacre.

This was closely followed by nationwide Fees Must Fall protests. Protesters called on government to provide free education for all. In doing so, they challenged the idea that universities should operate as businesses according to free market principles. They also challenged the role of the university in society by calling for decolonisation of the institution.

Since then the University of Cape Town’s council has agreed to design a responsible investment policy. This makes it the first known Southern African university to do so.

Paradigm shift

For this movement to truly take off in Southern Africa’s universities, there needs to be a paradigm shift at the level of university management.

As stressed by the University of California, becoming a responsible investor is not about giving up on financial returns. Rather it’s about finding ways to achieve these while addressing societal challenges and opportunities. A responsible investor can decide to disinvest from environmentally and socially harmful sectors, but also to support new investment opportunities such as renewable energy.

An institutional investor that takes its responsibility towards future generations seriously should reflect on its values to take informed decisions on how financial returns can be better achieved. Fortunately it’s becoming easier to do this thanks to a surge in innovative investment strategies and funds that seek to achieve both good financial returns and positive social impacts. The African Investing for Impact Barometer – a research project that we run for the Bertha Centre for Social Innovation and Entrepreneurship at the UCT Graduate School of Business – charts the rise of opportunities like this and shows that impact investing on the continent is booming.

This trend, combined with activism, can persuade universities to become more proactive, creative and responsible investors.

Student and staff activists have clearly begun to interrogate the links between social and environmental issues and their universities’ investment choices. For university management, these questions present an opportunity to think about how their investment portfolios can be used address the social concerns of their students and staff. Universities – being both institutional investors and places of education – can ultimately find improved investment solutions that create a more sustainable future for the generations of learners to come.

Fuente: https://theconversation.com/south-african-universities-need-to-rethink-how-they-invest-their-millions-81306

Imagen: https://lh3.googleusercontent.com/oOHtvbKOtVstXaSILz8k5IUnf6HxdcznBCg46Av-iOEgmQVQPkxJb79kDV0EnZ071aV-pg=s85

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