Argentina / 28 de julio de 2019 / Autor: Constanza Bonsignore / Fuente: Página 12
Bajo la presidencia de Mauricio Macri, el presupuesto de las universidades nacionales cayó en su participación en el PBI, cayó en su participación en el presupuesto total y también cayó con respecto a los índices de inflación. Si este año no se amplían los fondos previstos, el ajuste acumulado llegará al 72 por ciento. A la vez, dentro de las partidas destinadas a las universidades, una porción cada año mayor debe dirigirse a salarios y gastos de funcionamiento, mientras disminuye la capacidad para sostener planes de desarrollo y de infraestructura. Entre 2015 y lo que va de 2019 se verifica, además, una caída continua en la cantidad de becas para estudiantes universitarios.
Los datos surgen de un informe del Instituto de Estudios y Capacitación de la federación docente Conadu, que describe el financiamiento de las universidades nacionales desde el inicio de la gestión de Cambiemos hasta el 1 de julio de 2019. El estudio señala que las principales causas de la caída en la inversión pública en el sistema educativo superior son “principalmente el retraso del presupuesto universitario frente al proceso inflacionario y la subejecución de las partidas disponibles, pero también la reducción del financiamiento a universidades proveniente de convenios con organismos públicos”.
A partir de datos oficiales del Ministerio de Hacienda, el informe documenta los montos y modalidades del ajuste que viene denunciando la comunidad académica:
* Evolución de las transferencias a las universidades nacionales en porcentajes del PBI: la inversión nacional en las universidades pasó de representar un 0,83 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) entre 2012-2015 a representar un 0,77 por ciento durante 2016-2019. Cabe destacar que se trata de un PBI que decreció en dos de los tres últimos años, con pronóstico muy negativo para el actual.
* Evolución del gasto universitario: el presupuesto universitario se retrajo un 14,8 por ciento en términos reales con respecto a 2015, debido al fuerte proceso inflacionario en curso.
* Evolución del presupuesto universitario vs. inflación acumulada: el presupuesto universitario perdió 23,7 puntos porcentuales con respecto a la inflación durante el período 2016/2018. Si se considera el impacto de la inflación esperada en 2019, y si no se amplía el presupuesto vigente para disminuir la brecha, la pérdida llegará a 72,5 puntos porcentuales.
* Incremento del presupuesto universitario vs. inflación anual: el presupuesto universitario estuvo 12,9 puntos porcentuales por debajo de la inflación en 2016 y 11,6 puntos en 2018. En 2017, como resultado de una menor inflación y una recuperación temporal de la inversión, la brecha se redujo en 10,7 puntos. Para 2019 la brecha será de 17,1 puntos, según el presupuesto actual para las universidades y las proyecciones vigentes de inflación.
* Nivel de ejecución anual del presupuesto universitario: del presupuesto asignado a las universidades nacionales, 740 millones de pesos quedaron sin ejecutar en 2017 y 6200 millones de pesos en 2018, cifras que representan el nivel de ejecución más bajo de los últimos siete años. En el primer semestre de 2019, el nivel de ejecución llegó al 46,7 por ciento, lo que proyectado a todo el año indica una subejecución mayor a la de 2018.
* Participación de otros ministerios en el presupuesto universitario: desde la asunción de Macri se viene reduciendo el presupuesto que otros ministerios (diferentes al de Educación) destinan a las universidades, proceso que fue instrumentado vía cancelación de contratos de los diferentes organismos de Estado con las casas de estudios.
* Ampliaciones presupuestarias: a pesar que durante todo el período macrista la inflación tuvo niveles más elevados que en el período anterior, el presupuesto destinado a universidades se amplió en porcentajes cada vez menores con respecto a lo establecido originalmente en la Ley de Presupuesto de cada año. Durante 2019 el presupuesto al 30/6 no sólo no fue ampliado sino que sufrió una disminución del 0,02 por ciento.
* Composición del presupuesto universitario: durante la gestión macrista se pronunció la concentración del presupuesto en las partidas destinadas a salarios y gastos de funcionamiento. Mientras que en 2015 sueldos y gastos se llevaban el 93,9 por ciento de los fondos, hoy ese destino insume el 97,2 por ciento. Es decir, cada vez hay menos recursos para nuevos proyectos, obras, refacciones e incluso para atender el crecimiento de la matrícula. En simultáneo a este proceso, disminuyeron las transferencias para financiar los Programas de Desarrollo Universitario que se concentran en el Fundar, alcanzando el piso más bajo en 2018 y el primer semestre de 2019.
* Análisis de la evolución de la cantidad de becas: durante 2017 se otorgaron menos becas para carreras prioritarias y becas para estudiantes de bajos recursos que en 2016. En el mismo sentido, el programa Progresar, que desde el año pasado empezó a depender de la Secretaría de Políticas Universitarias, también fue víctima del ajuste. La cantidad de Becas Progresar disminuyó en 190.313 becas con respecto a 2015, y en 303.571 con respecto a la cantidad máxima alcanzada en 2016.
* Evolución del presupuesto para becas: el presupuesto destinado a Programas de Becas Universitarias pasó de un total de 7678 millones de pesos en 2015 a 9667,1 millones en 2019. Esto significa un incremento nominal de 25,9 por ciento frente a una inflación del 258 por ciento para el período 2015-2019: es decir, concluye el informe del IEC-Conadu, el presupuesto para Becas Universitarias disminuyó un 65 por ciento en valores reales con respecto a 2015.